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Sindicatos de Educación de Cataluña convocan huelga el 9 y el 15 de octubre ante el «desastroso» inicio de curso

Por:  https://www.20minutos.es/Miguel Taverna  

Varios sindicatos de enseñanza han convocado una concentración este martes ante la conselleria de Educación para reclamar la reducción de las ratios de alumnos en las aulas, la contratación de más personal y la adopción de más medidas de seguridad ante un inicio de curso que desde CGT Ensenyament definen como «desastroso».

Ante esta situación, los sindicatos CGT Ensenyament y ASPEPC·SPS (sindicato de profesores de secundaria) han convocado una huelga para los días 9 y 15 de octubre. Desde USTEC, por otra parte, señalan que, pese a participar en las movilizaciones y estar de acuerdo con los motivos de la huelga, es pronto para convocarla, pero no descartan hacerlo más adelante.

Entre las reclamaciones de los sindicatos, están la disminución de las ratios de alumnos por aula, la dotación de EPI y pruebas PCR, la ampliación del personal docente y de soporte, la sustitución de los trabajadores vulnerables, la presencia de personal sanitario en los centros, el incremento de las dotaciones de limpieza e higiene de los espacios y el permiso retribuido para aquellos trabajadores que tengan hijos en cuarentena o que hayan dado positivo.

Trabajadores vulnerables

Rafa Ortiz, de CGT Ensenyament, señala que no hay respuesta clara por parte de la conselleria de Educación respecto a los protocolos que deben seguir los trabajadores de los centros educativos que tengan alguna patología que les sitúe como personas vulnerables.

«Están desamparados porque no les dan otra opción que incorporarse a los centros«, señala. «Hay trabajadores con patologías cardiovasculares o diabetes que han recibido un correo del ICAM que dice que, tras revisar su historial médico, no se les considera vulnerables y, por lo tanto, deben incorporarse al trabajo», cuenta Lorena Martínez, profesora de primaria y responsable en funciones de Educación Pública de UGT.

Desde CGT también aseguran que los trabajadores vulnerables que hacen sustituciones no pueden acogerse a una baja durante todo el curso. «Se sienten desamparados porque, vistas las prácticas que lleva a cabo la conselleria, ¿quién les asegura que volverán a hacer una sustitución?», afirma Ortiz.

En este sentido, denuncia que a algunos trabajadores que dieron positivo en coronavirus antes de comenzar el curso escolar se les retiró la plaza en lugar de concederles la baja y permitir que se incorporasen más adelante.

Por otra parte, Ortiz critica la tardanza a la hora de realizar las PCR. El secretario de Salud Pública de Cataluña, Josep Maria Argimon, dijo en rueda de prensa que, cuando se detectara un caso positivo en un aula, los niños debían seguir yendo a clase y allí se les realizaría la PCR. «Se tarda hasta cuatro días en realizar la PCR cuando se detecta un caso sospechoso. Imagina el caos que eso genera. Yo no veo la lógica en las palabras de Argimon», asegura.

La conselleria de Educació «no da respuesta»

«Estamos totalmente desamparados. La conselleria no da respuesta. Muchos servicios territoriales no contestan a los mails ni a las llamadas. Los sindicatos estamos haciendo de gestores y de administradores, pero nosotros tampoco recibimos respuesta y no sabemos qué comunicar a quien nos pregunta. Vivimos una situación de absoluta indefensión e impotencia«, denuncia Martínez.

Xavier Diez, portavoz de USTEC, señala que los sindicatos reclaman lo mismo desde el principio: «Ratios de 15 alumnos, más espacio, más profesorado y algo tan básico como mascarillas. Pedimos que la conselleria cumpla los criterios sanitarios mínimos para evitar contagios y un nuevo confinamiento«.

En el caso de la educación primaria, también piden que la jornada sea intensiva. «Hay problemas por las concentraciones a la hora de recoger a los niños, así que mejor hacerlo dos veces en lugar de cuatro», apunta.

«Se está pidiendo a las direcciones de los centros que asuman todas las responsabilidades por los errores de la conselleria. Algo que funciona muy bien en el Departament d’Educació es su equipo de letrados para que las responsabilidades no recaigan nunca sobre los representantes políticos«, añade.

Martínez explica que, con esta concentración, pretenden que en la conselleria se den cuenta de que no están contentos con su labor. «No decimos que la situación sea fácil, pero como mínimo que nos respondan, porque no están«, lamenta.

  • https://www.20minutos.es/noticia/4399828/0/sindicatos-de-educacion-de-cataluna-convocan-huelga-el-9-y-el-15-de-octubre-ante-el-desastroso-inicio-de-curso/
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Entrevista a Donna Murch: “Black Lives Matter ha ganado la guerra ideológica”

«Nos enfrentamos a esta enorme crisis económica, esta enorme crisis de salud pública y, por encima de todo, una verdadera crisis de legitimidad estatal, en la que la derecha se ha vuelto explícitamente racista», sostiene la académica y escritora Donna Murch.

Donna Murch es profesora asociada de Historia en Rutgers, Universidad Estatal de Nueva Jersey, y forma parte del consejo ejecutivo de la Asociación del Profesorado Universitario –Federación de Docentes de EE.UU. Es autora de Living for the City: Migration, Education, and the Rise of the Black Panther Party in Oakland, California (University of North Carolina Press), que obtuvo el Premio Phillis Wheatley. Su último libro, editado por Haymarket Books y de próxima aparición, se titula Assata Taught Me: State Violence, Mass Incarceration and the Movement for Black Lives.

Todd Chretien y Brais Fernández: ¿Puedes caracterizar la situación política general en EE.UU. en plena pandemia de COVID-19, la recesión que se expande y la rebelión antirracista?

Donna Murch: Creo que, de alguna manera, EE.UU. se enfrenta a una situación sin precedentes a causa de la simultaneidad de estas crisis múltiples. En primer lugar, es la mayor crisis sanitaria que ha conocido nunca EE.UU., incluidas las epidemias de tuberculosis, sífilis y, más recientemente, la del SIDA. En segundo lugar, la escala y magnitud de la epidemia ha generado un desempleo masivo en poquísimo tiempo, alcanzándose un récord de siete millones de parados y paradas registradas en una sola semana, en marzo, mientras que en julio se mantiene bastante por encima de un millón de nuevos registros a la semana. La tasa de paro oficial se sitúa ahora en el 11 o el 13%, pero pienso que es mucho más elevada a la luz de los informes de los distintos estados. En tercer lugar, y cito a una amiga mía, la gente se ha visto forzada a manifestarse en las calles para oponerse a otra pandemia, la violencia estatal.

Entiendo que estas crisis múltiples se nutren del hecho de que EE.UU. se halla en un rápido declive. Este proceso comenzó hace ya mucho tiempo y la elección de Donald Trump es un reflejo de este declive. Él lo acelera, pero también es un síntoma de la descomposición de nuestras instituciones y del pensamiento violento de derechas que en parte es fruto de la rapidez de nuestro declive. Él no es la única causa, pienso que existe una continuidad del supremacismo blanco que hace que esto sea posible.

Así que esto es a lo que nos enfrentamos, esta enorme crisis económica, esta enorme crisis de salud pública y, por encima de todo, una verdadera crisis de legitimidad estatal, en la que la derecha se ha vuelto explícitamente racista –se acabaron las insinuaciones larvadas, los discursos posteriores al movimiento de derechos civiles que acomodan el racismo en otro lenguaje–, se ha vuelto todo muy explícito, tanto su racismo como su antisemitismo.

T. C. y B. F.: Para seguir este hilo, Donald Trump es evidentemente un sociópata, pero ¿considerarías que él y el movimiento político que trata de construir es fascista? ¿Cuáles son las políticas e ideas con las que intenta organizar su bloque político? ¿Hay algún indicio de que se enfrenta a la clase dominante estadounidense o hace lo que le conviene a ella?

D. M.: Soy muy cauta a la hora de definir el fascismo, especialmente cuando hablo con personas como las del Estado español, que vivieron bajo Franco durante muchos años. Suelo atenerme a los términos de los que habló Daniel Guérin, quien veía en el fascismo la fusión del Estado y el capital, junto con fuertes tradiciones de autoritarismo, militarismo y una base principal de racismo como una especie de fuerza unificadora. Son definiciones generales que muestran continuidades incluso con cosas que vemos en democracias liberales, aunque con formas intensificadas hasta el extremo. Así que pienso que Trump representa la fuerza del fascismo en función de cómo lo definas. Tiene memes tuiteados explícitamente nazis y ha apoyado a gente que celebra el nacionalsocialismo y la política genocida.

Trump es el peor capitalista, es un agente de la propiedad inmobiliaria. No me gusta nada la palabra populista porque en la historia de EE UU hay un montón de cuestiones que incluyen este término, mientras que en Europa siempre se asocia con movimientos conservadores autoritarios. En EE UU es una historia más compleja.

Trump se presentó como un hombre del pueblo, pero no asumiendo intereses concretos, sino más bien expresando el resentimiento popular, y este aspecto es muy importante. También cambiaba de opinión como de camisa durante la campaña presidencial, y básicamente propuso poner fin a las guerras de EE UU. No por pacifismo, sino porque es un nacionalista económico y defiende una especie de America First similar al aislacionismo de Charles Lindbergh en la década de 1930, y así es como llegamos al Make America Great Again: que todos vuelvan a casa, que gasten su dinero aquí, combatir a China y otros países y después trabajar por el predominio de EE UU.

No olvidemos que su primer secretario de Estado, Rex Tillerson, había sido el administrador ejecutivo de Exxon Mobil. Dimitió porque ni siquiera él soportaba estar a las órdenes de Trump. Alex Azar, nuestro actual secretario de Salud y Servicios Humanos, antes fue el jefe de Eli Lilly, una importante compañía farmacéutica, cuya actividad sigo de cerca a raíz de mi investigación sobre la crisis de los opioides. Es casi como una caricatura satírica ver a los directores de grandes empresas ocupando cargos ministeriales en el gobierno de Trump. Así que sí, Trump es un hipercapitalista, un agente de la propiedad inmobiliaria. En realidad es un agente inmobiliario fracasado que se ha construido una carrera a base de pulir su imagen y vender su nombre, ese es nuestro actual presidente de EE UU.

T. C. y B. F.: Visto este declive en el interior, ¿puedes evaluar la posición geopolítica de EE UU frente a otras potencias, especialmente China?

D. M.: Parte de lo que voy a decir son recuerdos personales. Nací en 1968 y recuerdo la transición que tuvo lugar hacia finales de la década de 1990 o comienzos de la de 2000, que luego se intensificó tras el 11 de septiembre. Previamente, cuando yo era una niña en pleno apogeo de la Guerra Fría, en el discurso político estadounidense era normal que todos, fueran demócratas o republicanos, comenzaran cualquier intervención y presentación en el Congreso diciendo “somos el país más grande del mundo”. En los últimos diez años o más he notado que es mucho menos común y que cada vez más esta idea la pregonan ciertos políticos de derechas.

En la conciencia popular estadounidense esto está retrocediendo, ya que buena parte de nuestro sentido de grandeza tiene que ver con nuestra economía y nuestro ejército, nuestra hegemonía, nuestra dominación. Hemos entrado en declive y todo el mundo lo sabe. Provengo de una familia de clase obrera por parte de madre y todos y todas lo saben. No leen el New York Times o el Wall Street Journal, pero lo saben. Ven cómo se quiebran los puentes, ven los socavones en sus carreteras, ven los problemas que tienen con las infraestructuras, la fontanería, el agua. La mayor parte del país no es rica y sus descendientes tienen un nivel de vida más bajo que el que tuvieron ellas y ellos, y este aspecto es muy importante. Es una experiencia de declive vivida por la gente común.

T. C. y B. F.: ¿Cómo se manifiesta este declive a escala internacional?

D. M.: Recuerdo una conversación con una amiga de Sudán cuando estaba cursando posgrado y estuvimos reflexionando sobre esto y le dije: “Los estadounidenses blancos no llevarán bien el declive porque la imagen de sí mismos está muy imbuida de superioridad”. Fue la primera vez que vi los verdaderos peligros políticos del declive y creo que esto es lo que representa Trump.

¿Cómo repercute esto en el plano internacional? Creo que hemos de comprender que la presidencia de George W. Bush fue muy importante, tanto por la extensión de todas esas guerras en Oriente Medio –que de hecho enlazaron con la primera guerra de Irak– como por la victoria de los neoconservadores. Se sobrepasaron mucho y este es un aspecto central. Asimismo, Bush preparó el terreno para Trump con la utilización explícita del racismo. Si recordáis, utilizó todo ese lenguaje de las guerras con los indios en EE UU, “sacarlos con humo de sus agujeros” y esas expresiones de la frontera americana, todo lo cual resultó increíblemente popular. Por supuesto, es un plutócrata, de una familia de postín que se remonta a los orígenes del país, pero se forjó la imagen de un populista texano. Una de las tretas que utilizó para ello fue su propia incultura. Fue el ejemplo de un verdadero patricio que cambió de imagen, en gran parte gracias a su propia estupidez, para presentarse como un hombre del pueblo. Pienso que, por desgracia, en parte le funcionó.

Esto es importante porque la gente presenta a Donald Trump como una especie de aberración terrible y muchos reclaman ahora a George W. Bush como el buen republicano, pero en realidad creo que prefiero trazar una línea de continuidad entre ambos. Y esto es importante cuando pensamos en cómo el Estado ha redistribuido ahora, de un modo completamente desregulado, el dinero entre todas esas grandes empresas con motivo de los rescates durante la Covid-19. Vimos un precedente de esto bajo la presidencia de Bush, cuando utilizó toda la potencia devastadora del ejército para destruir Irak y luego entregar el país a todas esas compañías estadounidenses que, como Halliburton, entraron básicamente con contratos de adjudicación directa. Fue un regalo de billones de dólares que nunca acabó de regularse plenamente. Creo que durante los dos primeros rescates de la Covid-19, Trump se atuvo a un guion muy parecido. Las compañías recibieron enormes cantidades de dinero sin un cuidadoso seguimiento de su uso y ahora escuchamos esas historias sobre cómo el Ayn Rand Institute recibió 350.000 dólares.

Desde el punto de vista de la política mundial, el grado de racismo que moviliza Trump contra China es muy peligroso. Pero lo que ocurre con Trump es que, puesto que es un bandido, un criminal, continuamente va dejando caer que al mismo tiempo habla con Xi Jinping entre bastidores. Así que, por una parte, tenemos el discurso público de racismo contra mexicanos y centroamericanos, contra árabes y musulmanes, y su racismo contra China, pero por otra, trata constantemente, en secreto, de cerrar sus propios acuerdos. Es un poco contradictorio.

T. C. y B. F.: Pasando a la política nacional, desde el asesinato de George Floyd por la policía, hemos visto una movilización antirracista dirigida por el movimiento negro. ¿Cuáles son las características de este ciclo de protestas y qué antecedentes tiene?

D. M.: Para comprender el periodo actual creo que debemos remontarnos a 2009. De alguna manera es una fecha arbitraria, ya que la gente afroamericana viene movilizándose contra la policía desde 1965 por lo menos. Hubo revueltas urbanas masivas en la década de 1960 y en 1992. Pero el motivo por el que menciono 2009 es porque ese año asesinaron a Oscar Grant en Oakland, en la estación de Fruitvale. Fue la primera vez que vi una movilización de este tipo tras un asesinato policial que había sido grabado en vídeo, y después vino el trabajo constante, quiero decir, años y años organizando el movimiento. Y la elevación de Oscar Grant a la condición de mártir político.

Más tarde hubo una explosión tras el asesinato de Trayvon Martin en 2012. Fue a partir de este asesinato de Trayvon Martin y de la exoneración de George Zimmerman, su asesino –que no era poli, pero que se dedicaba a patrullar el barrio por decisión propia–, que las tres fundadoras de Black Lives Matter utilizaron por primera vez esta expresión, que se convirtió en hashtag y después en red social. Con el tiempo, pasó a ser una especie de coordinadora, llamada Movement for Black Lives, que incluye agrupaciones en todo el país, así como algunos centros académicos y organizaciones benéficas.

Así que, visto ahora, hemos de ampliar el espacio temporal, pues el trabajo de organización se ha prolongado durante mucho tiempo. Una de las claves de su éxito es que al utilizar la expresión Black Lives Matter ha conseguido dar la vuelta al discurso de ley y orden y a la visión de las personas negras siempre a través de la lente de la criminalización. Ha invertido la identificación, de modo muy parecido a lo que hizo el Partido Pantera Negra: Black Lives Matter ha sacado a la luz la violencia cometida contra la población negra y de este modo anula la fuerza profunda de una clase particular de racismo. Todo esto significa que existen importantes elementos de continuidad.

Ahora bien, las manifestaciones que ha habido durante los dos últimos meses son distintas de las que se produjeron entre 2009 y 2016, que en gran parte movilizaban a gente afroamericana. En aquellas manifestaciones anteriores participaban personas blancas y gente de todos los colores, pero el núcleo duro, creo, era un movimiento de protesta negro. Ahora ha habido manifestaciones en más de 400 ciudades y la cosa continúa. La semana pasada estuve en Filadelfia de compras y hubo una manifestación y la policía acordonó media ciudad.

Lo que hemos visto ahora es una expansión, una demografía mucho más amplia. Uno de los efectos de la intersección con la Covid-19 es que la gente que se manifiesta es más joven, ya que muchas de nosotras nos confinamos en casa. Siempre voy a las manifestaciones, pero entonces no acudí porque soy mayor y me quedé en casa. Así que pienso que las y los manifestantes son más jóvenes y racialmente más diversos. A mi entender, el reto al que se enfrentan es cómo convertir esta movilización masiva en un cambio sustancial, dado que el gobierno federal está encabezado por un loco racista y un problema general de la política estadounidense es cómo hacer que el Estado sea receptivo a las movilizaciones populares masivas.

T. C. y B. F.: Has mencionado los elementos de continuidad en la lucha de la población negra. ¿Puedes identificar algunas de las ideas y demandas fundamentales que, durante siglos, han guiado al movimiento negro por la liberación y, más concretamente, a partir de 1965, como has señalado antes?

D. M.: El año 1965 es importante porque ese año se promulgó la Ley de Derecho al Voto (Voting Rights Act). Aunque tengamos la democracia más antigua, la población afroamericana no ha podido votar durante la mayor parte de nuestra historia. Hubo un breve periodo de doce años tras la Guerra Civil durante el cual los hombres negros podían votar si contaban con la protección de las tropas federales en el periodo de la Reconstrucción, pero también hubo decenas de miles de personas asesinadas por tratar de votar en los estados sureños.

Mientras, en el norte el voto negro estaba restringido, había una situación como la de Irlanda del Norte, donde los impuestos al sufragio, los pucherazos y las inhabilitaciones eran medios comunes para suprimir el voto de la población católica. Utilizo a menudo esta comparación para que la gente europea pueda entenderlo. Así es como impidieron que la población negra ejerciera su derecho formal de voto en el norte, mientras que en el sur reinaba un régimen de terror. Así, el año 1965 es importante por la Ley del Derecho al Voto y la Ley de Derechos Civiles, que dispusieron el fin de la segregación legalizada en el sur, aquello de “iguales, pero separados”.

Pero el año 1965 también marca la mayor revuelta urbana de la historia de EE UU en Los Ángeles, apenas una semana después de que se promulgara la Ley del Derecho al Voto. En su momento fue una gran sorpresa, ya que tras la gran victoria jurídica ves cómo aumenta la rebeldía. Tal como lo entiendo, y como lo entienden la mayoría de historiadores, es que a pesar de que cuando se plantea la cuestión de la raza en EE UU la gente piensa a menudo en el sur, es realmente importante centrar la atención en el norte y en el oeste, donde no tuvieron el sistema de Jim Crow. Porque en 1965 hubo manifestaciones, como hoy, a raíz de la brutalidad policial. Así que creo que esta es la primera cuestión fundamental desde el punto de vista de la continuidad en el movimiento negro entre entonces y ahora: la brutalidad policial y los asesinatos policiales.

La segunda cuestión fundamental es el modo en que esta violencia refuerza un régimen de capitalismo racial y violencia racial dentro de las comunidades afroamericanas. En el norte, Bayard Rustin lo calificó de combate por la vivienda, la educación y el empleo. En el fondo se trataba de luchas por la redistribución que tenían una base económica muy profunda, lo que es importante destacar. Pero estas demandas se relacionan con una violencia increíble, cómo decirlo, una violencia policial que apuntala y refuerza este proceso de desinversión y de segregación de hecho. No se trata tan solo de que la policía es violenta, sino que mantiene un sistema de orden y control en el que la familia negra media tiene hoy, desde la crisis de 2008, tan solo una treceava parte de los ingresos de una familia blanca media estadounidense. Es una enorme brecha económica. Las estadísticas son increíbles; por ejemplo, el graduado universitario negro medio gana menos que su homólogo blanco. Por tanto, la violencia policial y la desigualdad económica están absolutamente relacionadas.

Creo que el tercer elemento, y esto es importante históricamente, es que hoy la lucha de liberación de la población negra está encabezada en gran parte por mujeres y se concibe a través de una lente feminista queer. Las mujeres han participado desde siempre en la lucha, pero, en comparación con la década de 1960, las fundadoras de Black Lives Matter son mujeres, dos de las tres se declaran lesbianas, de modo que ha habido un cambio en el que la movilización contra la violencia estatal no solo incluye a mujeres, sino que estas dirigen efectivamente y definen el movimiento.

T. C. y B. F.: Vista esta larga trayectoria, un cambio ahora es que la lucha de la comunidad negra no está aislada, sino que se produce en el contexto de Me Too, la Marcha de las Mujeres, una nueva ronda de luchas feministas, la campaña de Bernie Sanders y la popularización del socialismo, la Red State Rebellion y las huelgas de enseñantes y del sector público y, por supuesto, como has comentado, las catástrofes gemelas de la Covid-19 y la crisis económica. Por tanto, hay la sensación de que la rebelión encabezada por la comunidad negra se halla integrada en un círculo más amplio de luchas y movimientos. ¿Cómo se relaciona el movimiento Black Lives Matter con estas otras formas de protesta y en qué se diferencia de ellas?

D. M.: De entrada diré que no entiendo la caracterización del movimiento negro como algo separado históricamente de estos otros movimientos, porque negros y negras han desempeñado siempre un papel absolutamente central en la izquierda estadounidense. Es realmente importante entender esto, particularmente en el siglo XX. Por ejemplo, pensad en el Partido Comunista en la década de 1930 y en figuras como Paul Robeson. Así que, en este sentido, el movimiento negro nunca ha estado separado de otras formas de lucha. Hay muchos sindicalistas e intelectuales negros famosos que procedían de la izquierda negra. En este sentido es difícil diferenciar.

La fuente del movimiento actual, o al menos de una parte del mismo, se remonta a las décadas de 1960 y 1970, y el icono del movimiento es Assata Shakur, que fue militante de base del Partido Pantera Negra en Nueva York. Esta mujer también militó en el Ejército Negro de Liberación, fue detenida por matar a un agente de policía, pero se fugó de la cárcel a finales de la década de 1970 y vive en Cuba desde finales de los años 1980. Así que el icono del movimiento actual es una marxista negra. Esto es importante. Es casi al revés, de muchas maneras la izquierda blanca mira más hacia figuras revolucionarias negras como Angela Davis, que fue una figura central del abolicionismo negro, y Assata Shakur.

Dicho esto, todavía estoy tratando de comprender la composición de estas manifestaciones. En parte porque no he participado personalmente. Es difícil hacer análisis sociales desde tu apartamento. Por eso soy cautelosa. Estuve implicada en lo que ocurrió entre 2009 y 2016, pero no he participado en estas manifestaciones porque soy una persona entrada en años y tengo que confinarme en casa. Trato de analizar desde la distancia, así que habréis de tener paciencia.

Creo que el racismo patológico y la violencia sexual de Trump han soliviantado a EE UU. Asistimos a un tipo de movilización contra la violencia sexual, en parte, porque no podemos llevar a los tribunales al presidente. Me Too mantenía esta relación dialéctica con Trump, es casi como que Harvey Weinstein hizo de sucedáneo de Trump, y no digo que él no lo mereciera, porque lo merecía. La intensidad de la rabia contra Trump, la Marcha de las Mujeres, los sombreros rosas, hay rebotes en muchas direcciones.

Otro motivo de la masiva participación de personas blancas en estas manifestaciones radica en que Black Lives Matter ganó la guerra ideológica, siendo capaz de demonizar la violencia estatal y desarrollar una especie de empatía que permitió que toda clase de personas diferentes se identificaran con la protesta y vieran la violencia como un ataque contra ellas mismas. La lucidez intelectual de esto fue crucial, porque invirtió la idea de ley y orden y en vez de librar simplemente una batalla en torno a la criminalización dijeron: “Olvidadlo, mirad cómo morimos. Mirad cómo nos matan en la calle”. De este modo definieron nuevos términos para la protesta. Estas mujeres han contribuido a definir esto para toda una generación. Nada de esto habría ocurrido sin su activismo.

Sin embargo, también pienso que vemos una participación blanca masiva porque tiene que ver con Trump. Si el presidente fuera Joe Biden, un demócrata, no estoy segura de que veríamos lo mismo. También hay una dinámica con la Covid-19, en el sentido de que esta gente joven se vio atrapada en casa y creo que hay todo tipo de presiones que siente la gente. Me sorprendieron las manifestaciones que vi en Filadelfia, en su gran mayoría de gente blanca. Vivo en una parte muy blanca de la ciudad, así que esto pudo haber influido, no estaba en la parte occidental de Filadelfia, donde la población es pobre y negra de piel. Así que pienso que es una manera de oponerse al racismo y autoritarismo de Trump, a la enorme violencia que representa Trump.

A veces me cuesta encontrar el lenguaje adecuado para describir lo que hace Trump. Es racista y violentamente machista, pero hay más. Es una exaltación del sadismo y la crueldad y carece totalmente de empatía. Quizá pueda expresar para los lectores y las lectoras en España un poco lo que pienso refiriéndome a la película El silencio de otros, de Pedro Almodóvar 1/, que he estado viendo. Me causa tanto dolor, solo puedo mirar de seguido durante un cuarto de hora o así. Pero cuando la miro, siento una profunda resonancia porque es lo más cercano a lo que he visto jamás de fascismo en EE UU. Y eso que soy una historiadora afroamericana que escribe sobre la izquierda negra, de modo que llevo mucho tiempo en esto, pero estoy completamente pasmada y atemorizada por lo que estoy viendo.

Estuve en Brasil justo después de la elección de Jair Bolsonaro y observé una especie de suma circunspección ante la violencia interpersonal movilizada por la derecha y puedo detectar que lo mismo está ocurriendo bajo Trump en EE UU. Y el rechazo de la apología de la violencia racista y sexual forma parte de la respuesta que estamos viendo aquí, en este país, porque la gente percibe cierto grado de crisis. Incluso quienes no necesariamente se hallan en el punto de mira directamente.

T. C. y B. F.: ¿Qué clase de ideas políticas crees que serán necesarias para transformar el sistema del capitalismo racializado? Asistimos a un resurgimiento del socialismo, que cuenta con una larga tradición y que, como has dicho, ha estado siempre estrechamente relacionado con la izquierda negra, pero las condiciones son radicalmente diferentes de las de hace un siglo. ¿Qué ideas socialistas son útiles para el movimiento en estos momentos y qué tiene que aprender el socialismo de los movimientos sociales para ser útil?

D. M.: Abordaré esta cuestión dando un rodeo. Soy en gran medida una militante de izquierdas de la época de la Guerra Fría, formada en esta corriente antes de 1989. Es interesante observar cómo el movimiento despega ahora, porque no siempre veo continuidades con la izquierda anterior a la Guerra Fría. Esto es muy emocionante. Pero hay casi una inflexión en nuestra historia, porque el anticomunismo en EE UU es enorme. Soy muy consciente de ello cuando observo a una generación más joven de militantes de izquierdas y cómo somos casi de constituciones diferentes. Nuestro secretismo; por mucho que yo estudiara posgrado en la Universidad de California en Berkeley tuve que firmar el juramento de lealtad que decía que yo nunca había militado en el Partido Comunista, esto fue a comienzos del año 2000. Así, lo primero que hay que decir es que creo que la gente de EE UU subestima el anticomunismo.

Me llamó la atención ver, durante la campaña de primarias de Bernie Sanders, que le seguían montones de sesenta y setentañeros y montones de milennials con Alexandria Ocasio-Cortez, pero hay una generación que falta, mi generación, y creo que esto tiene que ver con la intensidad de la represión en la década de 1980. Cuando pensamos en el socialismo y el profundo arraigo del anticomunismo, hemos de tener presente que el macartismo no desapareció con Joe McCarthy, sino que continúa vivo en toda la década de 1980.

¿Cómo afecta esto al socialismo actualmente? La respuesta no es nada fácil. Un par de cosas. En primer lugar, necesitamos más diálogo intergeneracional entre una generación más vieja de militantes de izquierda que vivieron la época de la Guerra Fría, y los y las izquierdistas más jóvenes. Este es el motivo de que mencione a la izquierda negra, porque fue la comunidad negra la que se llevó la peor parte de la histeria anticomunista. La destrucción de la carrera de Paul Robeson, la inclusión de Angela Davis en la lista de personas más buscadas del FBI y la recompensa de 2 millones de dólares que pesa sobre la cabeza de Assata Shakur, que actualmente está en Cuba, son hechos muy simbólicos. Hemos de tener cuidado y estar vigilantes. Me preocupa que la generación más joven no sea consciente del nivel de represión en nuestro país.

Dejar que el socialismo respire y se integre en el discurso estadounidense es crucial, hemos de esperar y ver que esto ocurra. Creo que lo más importante es mirar activamente a tradiciones del socialismo y del marxismo que vienen del Sur Global y de gente que no es blanca. Por ejemplo, aprender de marxistas afroamericanos, la tradición marxista negra de Cedric Robinson y C.L.R. James, el Partido Pantera Negra, los teóricos de la dependencia en América Latina, etc. Para mí, esto es lo más importante. Fundamentar nuestra noción del socialismo fuera de Europa, porque de alguna manera tenemos más en común con Brasil que con Europa occidental. EE UU no tiene una tradición socialdemócrata y pienso que uno de los errores en EE UU (debido al eurocentrismo) es mirar siempre al este, a Europa. Sin embargo, de muchas maneras EE UU es un país de colonos blancos, así que para entender los efectos del colonialismo de invasión creo que tiene más sentido, es más fácil comprender nuestra experiencia, que miremos a América Latina y el Caribe. Es en gran parte lo que hizo la izquierda negra en el siglo XX.

Construir un movimiento socialista exige pensar sobre nuestras referencias. Creo que leer a Marx es sumamente importante y pienso que Lenin y Luxemburg son importantes y que el canon europeo es importante. Me encanta la Escuela de Fráncfort, a través de ella conocí el marxismo. Sin embargo, para comprender hoy a EE UU y la naturaleza de la política racial y qué es la izquierda, creo que hemos de basarnos en tradiciones no blancas del socialismo y del marxismo.

En tercer lugar, hemos de superar el llamado antagonismo entre política identitaria y política de clase. En EE UU, debido a la historia del capitalismo racial y las enormes disparidades económicas tan profundamente racializadas (incluidas las jerarquías de género), hemos de comprender realmente cómo la ubicación social de la gente afecta a las condiciones materiales básicas de sus vidas y los tipos de violencia a que se enfrentan.

Acabaré diciendo que colaboro muy estrechamente con el sindicato de nuestra facultad, que es un verdadero sindicato radical que lucha por la justicia social y que cuenta con un componente de izquierda muy fuerte de distintas generaciones. Y luchamos por esas cosas, cómo plantear las principales cuestiones económicas de la lucha contra la universidad y la patronal, pero comprendiendo también cómo las divisiones de género y de raza y las posiciones de cada cual nos ponen difícil eso de luchar juntos contra su fuerza unida. Así que lo que importa realmente es aprender de aquellos movimientos, cómo hablaron de distintas formas de desempoderamiento y ubicación social y cómo afecta esto a la lucha. Hemos de situar el género y la raza en el centro de nuestra comprensión del funcionamiento real de estas estructuras materiales.

Todd Chretien es miembro de Democratic Socialists of America y editor de No Borders News.

Brais Fernández es redactor de viento sur. Traducciónviento sur.

Nota:

1/ Pedro Almodóvar fue uno de los productores de la película El silencio de otros, dirigida por Almudena Carracedo y Robert Bahar [n.d.t.].

Fuente: https://vientosur.info/black-lives-matter-ha-ganado-la-guerra-ideologica/

Fuente: https://rebelion.org/black-lives-matter-ha-ganado-la-guerra-ideologica/
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Casi 20 millones más de personas sufren hambre aguda tras la pandemia en los 13 países más afectados del globo

Noticia/elpais.com

La Red Mundial Contra las Crisis Alimentarias alerta del impacto del coronavirus en regiones azotados previamente por la hambruna y la emaciación infantil. Ya son más de 155 millones en el mundo

La crisis del coronavirus se ha cebado con los segmentos de la población más vulnerables. Ha confinado a personas que viven de la venta diaria, se ha llevado por delante a miles de ancianos y enfermos y ha quitado el alimento a quienes ya lo pasaban mal para conseguirlos. En concreto a 19,5 millones de personas en los 13 países más afectados del mundo, entre los que constan Etiopía, Somalia, Afganistán y República Democrática del Congo. Así lo detalla un estudio publicado este martes por la Red Mundial Contra las Crisis Alimentarias, en una de las conferencias celebrada en el marco de la Asamblea anual de la ONU, que cumple su 75 aniversario y lo celebra en modo virtual. Casi 20 millones de personas han pasado a estar en riesgo agudo de inestabilidad alimentaria en menos de un año. En abril eran 135 millones, en 55 países, según informe previo de la organización.

Hoy son más de 155 los millones de ciudadanos que se encuentran en las tres fases más críticas del hambre. Y las expectativas no son muy favorables. “Las necesidades son mayores que nuestra capacidad de respuesta”, lamentaba Jenny McGee, administradora de la organización americana de desarrollo internacional USAID, en su intervención durante el encuentro virtual.

El hambre se mide por fases. A partir de la tercera de las cinco existentes, la situación es grave: falta de acceso a alimentos básicos, desnutrición e incluso muerte por inanición. Las dos fases iniciales son el escalón previo. En la segunda etapa, se entiende que esas personas conforman un grupo en un estado de estrés cercano al hambre. El año pasado eran 183 millones de ciudadanos en 47 países. De todos ellos, 129 se centraban en África.

Los niños, la cara más cruda del hambre

El continente africano también ha sido víctima de un fenómeno cada vez más presente: la emaciación. Esta enfermedad afecta principalmente a los más pequeños y consiste en un adelgazamiento patológico a consecuencia de la pérdida involuntaria de más del 10% del peso corporal. Las razones detrás de la dolencia son principalmente tres: acceso deficiente a servicios sanitarios, carencia de un entorno salubre e inestabilidad alimentaria. La pandemia se tradujo en 6,7 millones de menores de cinco años afectados por esta patología. En 2019 ya había cerca de 47 millones, según un informe a cargo de Derek Headey, investigador senior en el Instituto Internacional de Políticas Alimentarias (IFPRI).

Pero el impacto del coronavirus en las cifras de la patología es tan solo la punta del iceberg. Headey también espera un aumento en otras formas de malnutrición infantil, incluyendo retrasos en el crecimiento, deficiencias nutritivas y sobrepeso. «La incapacidad de la comunidad internacional de dar con una solución tendrá devastadoras y duraderas consecuencias en los niños, en el capital humano y en las economías nacionales», alertaba en el estudio. Pero no es solo hambre. Los menores de edad cada vez saben más de pobreza. Más de 150 millones de ellos la han conocido tras la pandemia, según el último documento publicado hoy por Save the Children y Unicef. Sin embargo, se habla del término en el sentido más amplio. Se entiende por pobreza las carencias educativas, sanitarias y de vivienda así como la falta de alimento, agua y dinero. En total, cerca de 1.2 billones de niños afrontan un escenario similar.

RDC y Burkina Faso, los paradigmas del hambre persistente

En números totales, República Democrática del Congo marca récords históricos. Tras los meses de pandemia, 21,8 millones de personas están en situación de inseguridad alimentaria. Uno de cada tres congoleños. “Son datos especialmente preocupantes”, incidía Lavinia Antonaci, coordinadora técnica del informe. “Jamás se habían registrado estas cifras. En ningún otro país”. Burkina Faso, por otro lado, también preocupa especialmente a los expertos. No tanto por sus cifras totales sino por el abrupto aumento de la prevalencia —el porcentaje de afectados con respecto a la población—.

En apenas julio y agosto, se ha triplicado este porcentaje, que actualmente está en un 15%. Es decir, cerca de 3,3 millones de personas están afrontando una crisis alimentaria a raíz de los meses de la pandemia. De estos, medio millón forman parte del grupo de emergencia (fase cuatro) y 11.000 al de las catástrofes (fase cinco). El confinamiento rebosó el vaso de un país cuyo conflicto armado e inestabilidad persisten entre violencia y desplazamientos.

Una situación que también empeora para los niños. Más de 535.000 menores de cinco años están malnutridos en Burkina Faso, 156.500 en un grado severo de hambruna, según un informe publicado hace un par de semanas por Unicef, el Fondo de las Naciones Unidas para la infancia. Esta realidad la conoce bien Médiatrice Kiburente, especialista en nutrición de la organización en Burkina Faso. No se anda con rodeos: «Estos niños están en riesgo inminente de muerte si no se hace nada». Desde el inicio de 2020, han repartido 737.000 toneladas de comida de emergencia y leche, como tratamientos rápidos para personas malnutridas.

Pero no es suficiente. El coronavirus se suma a una larga lista de condicionantes. Los conflictos armados, los desplazamientos forzosos, el cambio climático y las crisis económicas están detrás de estas aterradoras cifras que solo aumentan. Los reclamos de los agentes sociales se repiten: más financiación, acciones coordinadas y una base de datos conjunta para tener una fotografía real de los que no tienen qué llevarse a la boca. Durante los meses de la pandemia se han sumado otras dificultades como el complejo acceso a los alimentos, fruto del cierre de fronteras, el desempleo y el encarecimiento de los productos.

 A Djimé Adoum, secretario ejecutivo del Comité Permanente Interestatal para la lucha contra la sequía del Sahel, esta realidad no le sorprende. Guarda las cifras en la memoria: “Los precios de los alimentos aumentaron entre un 40% y un 50% en estos meses, las actividades económicas en la calle pararon en seco, los medios de subsistencia se ha reducido hasta el 60%…”, enumeraba sin pausa al otro lado de la pantalla. “El primer paso que tenemos que dar es hacia el acceso a los alimentos. Solo así se prevé la malnutrición”, argumentaba tras incidir en la cooperación entre países y el intercambio de “buenas prácticas”: “Se están haciendo las cosas bien en muchos lugares. Tenemos que aprender de lo que está funcionando aquí y allá”.

Hacer frente a las crisis prolongadas en cooperación ha sido el objetivo de la Red Mundial Contra las Crisis Alimentarias, creada en la Cumbre Humanitaria Mundial de 2016 por la Unión Europea, el Programa de la ONU para la alimentación y la agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA). Una entidad que reconocía durante la conferencia estar “aún lejos” de la meta.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/09/15/planeta_futuro/1600195108_760338.html

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XVIII Resolución del I Congreso Mundial en defensa de la Educación Pública y contra el neoliberalismo educativo 25, 26 y 27 septiembre 2020 Tema: Condena al Golpe de Estado en Bolivia

Tema: Condena al Golpe de Estado en Bolivia

Sindicatos y gremios de les trabajadores de la educación del sector básico, medio y universitarios, de la ciencia y la cultura, colectivos de investigadoras(es) y educadores(as) populares del mundo, así como actores sociales, reunidos de modo virtual, los días 25, 26 y 27 de septiembre de 2020, en el I Congreso Mundial de educación: en defensa de la educación pública y contra el neoliberalismo educativo resuelven:

 

Resolución décima octava: aprobar la declaración en defensa de la vida, la educación, la cultura, la soberanía y la democracia en el Estado plurinacional de Bolivia ¡¡¡No al Golpe de Estado¡!!

Levantamos nuestra voz para decirle al mundo que con el mismo tono que defendemos el Derecho a la Educación, como derecho universal de los pueblos y naciones, defendemos el Derecho a la Democracia en sus diversas formas y expresiones.

Hoy, más que nunca, los pueblos, trabajadores, educadores alzamos nuestras voces y solidaridad en la lucha, para expresar rechazo y condenar todas las formas violentas que desconocen y atentan contra las democracias de los pueblos y estados. En el pasado, formas militarizadas violentas, en la actualidad con formas seudo democráticas o judicializadas, ambas como expresiones de fuerza, de violencia, de muerte y dolor.

Los golpes de estado en América Latina fueron el mecanismo de imposición de políticas foráneas para apropiarse de los recursos nacionales; fueron el instrumento de aplicación de directrices de grandes capitales para reorientar las políticas sociales que beneficiaban a las mayorías; fueron las formas violentas de aplicar las condicionalidades de los organismos financieros internacionales para decirles a los gobiernos nacionales, qué tenían que hacer para favorecer a los gobiernos extranjeros. Una historia pasada que busca retornar.

Octubre de 2019 marca la fecha del retorno del pasado en el Estado Plurinacional de Bolivia, ese pasado que, bajo la forma de golpe de estado, violento el marco democrático constitucional e impuso el acortamiento del mandato de Evo Morales por la vía de la fuerza policial, militar y de grupos civiles financiados por los sectores más reaccionarios, conservadores.

Forzaron la Constitución, usándola en la autoproclamación de Añez en la presidencia, en una Asamblea Plurinacional con menos de un tercio de representantes. Forzaron la democracia, usando la represión y la masacre para acallar al pueblo indígena, campesino y trabajador, con un resultado de 37 asesinados en las regiones de Sacaba y Senkata. Forzaron las leyes para posesionar un gobierno transitorio, cuya presidente fue investida con la banda presidencial de manos de un general, como simple muestra del poder que la sustentaba. Forzaron la justicia para reprimir a quienes se atrevían a reclamar, acusándolos a todos por los mismos e idénticos cargos de sedición y terrorismo, con el arresto inmediato.

El Estado Plurinacional de Bolivia enfrentó en octubre de 2019, un golpe propiciado por los sectores que al día siguiente de su posesión destruyeron las empresas nacionalizadas, las empresas del estado y los programas económicos de participación social con el discurso que la administración privada era más productiva. Cortaron los presupuestos de obras sociales y educativas sólo con el argumento de que eran gastos sin sentido del anterior gobierno. Redujeron el presupuesto de la educación y de las universidades públicas aprovechando la condición de crisis sanitaria. Desconocieron conquistas laborales de todos los sectores y fundamentalmente del magisterio, dejándolo sin incremento salarial y privando a la educación de otras obligaciones del estado. Pero la intención de fondo, se hizo clara al final, el intento de la entrega de las reservas de litio, que el Salar de Uyuni tiene y que se constituye en el principal botín, pretexto y objetivo delos grandes capitales.

Los participantes del 1er. Congreso Mundial de Educación declaramos nuestra solidaridad, hermandad y decisión de defensa de los derechos humanos individuales y colectivos de las naciones indígena originarias campesinas, de los trabajadores, de los educadores y, en general, de todo el pueblo boliviano.

Estaremos juntos, en comunidad latinoamericana y mundial, exigiendo el respeto a la democracia, constitución, leyes y derechos de los y las bolivianas.

 

Los debates del I Congreso Mundial de educación 2020: en defensa de la Educación Pública y Contra el Neoliberalismo Educativo están disponibles en canal de YouTube de Otras Voces en Educación

 

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XVII Resolución del I Congreso Mundial en defensa de la Educación Pública y contra el neoliberalismo educativo 25, 26 y 27 septiembre 2020 Tema: derechos a la educación sin arriesgar la vida por la pandemia

Tema: derechos a la educación sin arriesgar la vida por la pandemia

Sindicatos y gremios de les trabajadores de la educación del sector básico, medio y universitarios, de la ciencia y la cultura, colectivos de investigadoras(es) y educadores(as) populares del mundo, así como actores sociales, reunidos de modo virtual, los días 25, 26 y 27 de septiembre de 2020, en el I Congreso Mundial de educación: en defensa de la educación pública y contra el neoliberalismo educativo resuelven:

 

Resolución décima séptima: aprobar la declaración sobre derechos a la educación sin arriesgar la vida por la pandemia.

 

  1. Los gobiernos neoliberales están promoviendo la vuelta a las aulas sin haber vencido la pandemia que nos azota, sin importar la vida de los actores educativos, así como obligan por medio del hambre a la vuelta laboral en la mortífera y mal llamada nuevo normalidad.
  2. En el enfrentamiento a ese macabro despropósito, el movimiento magisterial ha tenido que hacer parte de las inacabadas iniciativas gubernamentales de educación a distancia y virtual, denunciando que la brecha social previa a la pandemia, se recrudece con la exclusión de millones de estudiantes por la tremenda brecha digital.
  3. La escuela bancaria y adulto céntrica previa a la pandemia, se reproduce en las modalidades a distancia y virtual. A la par que debemos exigir que el internet sea gratuito, la dotación sin costo de dispositivos al alumnado, el envío a las comunidades sin señal de cuadernos, guías de trabajo, o en su defecto, enviar a esas regiones Raspberry 3 que permiten el acceso a materiales educativos sin tener Internet, debemos desarrollar materiales y buenas prácticas alternativas, que rompan esa lógica bancaria.
  4. Consecuentes con lo anterior, nos comprometemos a desarrollar un proceso masivo de formación docente en prácticas alternativas basadas en las educaciones populares y pedagogías críticas, incluyendo la elaboración de materiales y prácticas pedagógicas alternativas.

 

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XVI Resolución del I Congreso Mundial en defensa de la Educación Pública y contra el neoliberalismo educativo 25, 26 y 27 septiembre 2020 Tema: sobre la actual crisis ecológica

Tema: sobre la actual crisis ecológica

Sindicatos y gremios de les trabajadores de la educación del sector básico, medio y universitarios, de la ciencia y la cultura, colectivos de investigadoras(es) y educadores(as) populares del mundo, así como actores sociales, reunidos de modo virtual, los días 25, 26 y 27 de septiembre de 2020, en el I Congreso Mundial de educación: en defensa de la educación pública y contra el neoliberalismo educativo resuelven:

 

Resolución décima sexta: aprobar una declaración sobre la actual crisis ecológica

“Las naciones que no despiertan ante la corrupción de sus gobernantes; no merece ser heredera de una tradición de lucha de pueblos rebeldes y altivos”.

El concepto de ecología, surge de una concepción de la humanidad que mira cómo se deteriora el entorno de los seres vivos y su relación con el medio ambiente. “la globalización no ha cambiado la naturaleza del imperialismo, por el contrario, la ha acentuado. La globalización se plantea una nueva división internacional del trabajo… la disputa de la guerra comercial y de mercados” Esta división determina que lo único que le importa al capitalismo en su forma actual, la globalización es depredar los recursos naturales de su país y del resto del planeta. Para ello no existen fronteras. Por ello la ecología, sólo la toleran si les es útil a sus propósitos. Este congreso mundial reafirma, su visión anti neoliberal. Mostar cómo se manifiesta y cómo nos conduce a la destrucción de la naturaleza y con ello a la humanidad. El capitalismo nos llevó, como uno de sus efectos, llevó al mundo a una degradación. Por ello decimos que la crisis ecológica; es el resultado de la revolución industrial, que de manera discriminada explota los recursos naturales; para extraer las materias primas de la naturaleza. Esta depredación ha cambado notablemente el globo terráqueo; la superficie terrestre; los mares; el aire. Para la industrialización capitalista; el único objetivo es engrosar los capitales y apropiación del plus trabajo; por parte del1% de personas quienes tienen la mayor riqueza del planeta.

A mayor industrialización y robotización; hay mayor desempleo, por lo tanto, mayor desigualdad y también mayor discordancia con la naturaleza. Algunos datos; en este año 2020 hay 3’8 millones de hectáreas deforestadas; 2.679 millones de toneladas emitidas de dióxido de carbono CO2 y cada segundo aumenta. En la cumbre del clima de Madrid 2019, se decía que “necesitamos grandes políticas para hacer que las emisiones declinen».

 

 

Otras manifestaciones de este sistema económico injusto, es el desperdicio de comida, a nivel mundial. Según cifras del Fondo de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), “se pierden 1300 millones de toneladas de comida producida para el consumo humano, un tercio del total de datos a nivel global. 1300 millones de toneladas de comida producida para el consumo humano, o un tercio del total, termina en vertederos. Sin embargo, una de cada nueve personas en el mundo sufre de hambre. Mientras las riquezas se acumulan en grandes corporaciones y un niño o anciana se duerme, con el estómago vacío …”; la humanidad no merece ser llamada tal.

La pandemia nos muestra que el aislamiento voluntario de los seres humanos como la naturaleza se va regenerando y vemos animales saliendo de los hábitats; a los cuales fue arrinconado por el ser humano, en Ecuador apareció un cóndor; ave emblemática; que está en peligro de extinción; vimos como un coyote recorre las calles de San Francisco o peces en las aguas del Venecia.

Desde el Parlamento Plurinacional de los Pueblos, Organizaciones y Colectivos Sociales del Ecuador, decimos “que es el momento histórico para salir del modelo extractivista hacia una sociedad post-extractivista para ello es necesario en primera instancia fortalecer y unificar la organización de los sectores que se encuentran en lucha y resistencia frente a la arremetida del capitalismo para empezar a desmercantilizar la naturaleza y transitar hacia el uso de energía renovables seguras y de calidad. Es hora de un verdadero cambio que priorice en todos los ámbitos, el respeto, a los derechos de la naturaleza para la restauración y armonía de la madre tierra, imprescindible para el verdadero Sumak Kawsay de la Humanidad”.

En Ecuador tenemos diversidad en la naturaleza; las organizaciones hemos luchado en contra de la política entreguista de las minas a las transnacionales en especial de procedencia china.

Otro entorno natural, que está amenazado: son las Islas Galápagos o “Encantadas; que este 08 de septiembre cumplieron 42 años, de haber sido declarado como patrimonio Natural de la Humanidad, por parte de la UNESCO. Esta región insular, donde habitan especies animales y vegetales, terrestres y marinas únicas en el mundo; es el lugar donde Charles Darwin desarrolló la teoría de la evolución y donde diversos ecologistas realizan estudios sobre los ecosistemas. Habíamos dicho, que la burguesía se pone “ecologista”; cuando le conviene. Por ello el gobierno populista de Rafael Correa; hoy prófugo; se     adhirió a la CONVEMAR; que significó la reducción de nuestro mar territorial de 200 millas a 12 millas  náuticas. Con subterfugios, China una de las potencias imperiales; desarrolló una política depredadora; allí donde se asienta la Zona Económica Exclusiva Insular de Ecuador, de gran importancia económica por su riqueza ictiológica. Denunciamos que el imperio chino que aprendieron y superaron al imperio norteamericano, inglés, francés, ruso y de otras latitudes; usurpando la hoz y el martillo, depredan el mundo, con su poderío económico-militar; esto lo convirtió en un colosal imperio; que sojuzga a los pueblos y países, utiliza mil y unas argucias para violar las leyes internacionales. A fin de depredar los recursos naturales de los países a los que somete. Para muestra un botón “la desaparición del tiburón-ballena “Esperanza”, que fue detectado en la zona de exclusividad económica ZEE, coincidentemente con la presencia de la flota pesquera china.  Para reafirmar lo señalado decimos que las consecuencias, contra el medio ambiente; de las actividades pesqueras por parte de los chinos, en las playas de las islas Galápagos; se manifestaron con la presencia de basura como botellas, fundas plásticas y otros recipientes con caracteres chinos; lo que fue denunciado por colectivos ecologistas. La flota china ha tratado de engañar sobre la procedencia de sus navíos Además de barcos chinos, con buques de Liberia y Panamá; esto hace suponer que son barcos que “alquilan la bandera”.

Por ello este I Congreso Mundial en Defensa de la Educación Pública en Contra del Neoliberalismo; resuelva rechazar las prácticas imperialistas, de cualquiera de los países o sus corporaciones; contra los pueblos del mundo. La educación requiere de un entorno adecuado y estas prácticas anti ecológicas y depredadoras; deben ser condenadas a fin de aplicar los conceptos de la nueva escuela.

 

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XV Resolución del I Congreso Mundial en defensa de la Educación Pública y contra el neoliberalismo educativo 25, 26 y 27 septiembre 2020 Tema: Contra el pago de la deuda externa en las actuales circunstancias

Tema: Contra el pago de la deuda externa en las actuales circunstancias

Sindicatos y gremios de les trabajadores de la educación del sector básico, medio y universitarios, de la ciencia y la cultura, colectivos de investigadoras(es) y educadores(as) populares del mundo, así como actores sociales, reunidos de modo virtual, los días 25, 26 y 27 de septiembre de 2020, en el I Congreso Mundial de educación: en defensa de la educación pública y contra el neoliberalismo educativo resuelven:

 

Resolución décima quinta: se aprueba una declaración sobre el peso de la deuda externa en la realidad educativa de nuestros países y sobre la urgencia de una suspensión de pagos.

 

El endeudamiento generalizado es una de las características del   capitalismo neoliberal.  Después de décadas de funcionamiento      el tamaño   de la deuda mundial    equivale a tres veces   la producción internacional de bienes y servicios.     Se trata de un capitalismo    soportado en la especulación    que debilita    producción de riqueza material por lo que los   capitalistas para mantener    sus ganancias   reducen   los   salarios y los ingresos de las poblaciones.   El   endeudar países y familias    cumple con este objetivo.  La deuda expresa una dictadura económica en contra de los pueblos.

Durante la pandemia   la política    desarrollada por los gobiernos de la región    fue la de    continuar favoreciendo al capital   financiero.  El grueso de los giros fiscales   y de las emisiones monetarias de los bancos centrales    quedaron en las arcas de los banqueros   mientras la población particularmente aquella   ubicada en las franjas de pobreza   fue abandonada a su propia suerte   sin protección sanitaria y sin ingresos.   Por ello, los grupos financieros   han    aumentado   sus ganancias a pesar de la parálisis económica.  Las estadísticas lo confirman.

Esta política ha posibilitado una transferencia enorme de riqueza   de los Estados   a los grandes   capitales privados que se traduce en un   aumento considerable del endeudamiento público   que desde ya   lo vienen   cobrando    con la imposición de planes de ajuste.

Esta situación   exige    la conformación de una plataforma unitaria    en contra del    endeudamiento y sus nefastas   consecuencias sociales en toda   la región.   La  mayor  parte  de  la  deuda  acumulada  por  décadas  es ilegítima  ;  ha  sido  el  resultado   de  la  especulación,  de  la  corrupción  y  de  créditos  que  han  servido  para  equipar    fuerzas  militares   que  practican  el  terror  de  Estado  como  en  el  caso  de  Colombia   Por  ello  es  necesario  levantar la  propuesta  de  la  suspensión  del  pago  de  la  deuda  acompañada     de  la   investigación   de  los    actos  de  gobierno   que  la  han  oficializado.   El monto presupuestal   resultado del desconocimiento de la deuda ilegítima     debe     servir para    aumentar el gasto presupuestal en   la solución de las necesidades básicas de la población (Alimentación, salud, educación   y   saneamiento básico).

Las comunidades educativas de la región debemos acompañar este propósito común   de los pueblos por mejorar su calidad de vida. Las comunidades educativas en general y los docentes en particular   tenemos una responsabilidad   en el desarrollo de esta política unitaria de resistencia.

En el   caso de la educación los planes de ajuste     resultado del endeudamiento público   degradan la profesión de    docente   condenándolo a un régimen laboral   precario e inestable, pretenden imponer currículums   estandarizados y soportados en tecnologías virtuales    que     niegan la pedagogía y   pregonan las supuestas bondades   de    reducir    la docencia a la simple información.  Igualmente reducen   las coberturas    de estudiantes   y    aumentan las privatizaciones de    colegios y universidades.

Por todas estas razones este Congreso Mundial de Educación respalda   dentro de sus conclusiones    la propuesta de conformar en le región un gran frente unitario de lucha por la suspensión de la deuda pública    con auditoría    de los actos gubernamentales que la    oficializaron.   Esta   auditoría    está justificada    dentro de las    acuerdos de Naciones   Unidas   como derecho de las poblaciones   a    conocer las actuaciones de sus gobernantes    y a exigir el escrutinio público sobre los mismos….      

 

Los debates del I Congreso Mundial de educación 2020: en defensa de la Educación Pública y Contra el Neoliberalismo Educativo están disponibles en canal de YouTube de Otras Voces en Educación

 

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