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XIV Resolución del I Congreso Mundial en defensa de la Educación Pública y contra el neoliberalismo educativo 25, 26 y 27 septiembre 2020 Tema: en apoyo a la agenda activa feminista

Tema:  en apoyo a la agenda activa feminista

Sindicatos y gremios de les trabajadores de la educación del sector básico, medio y universitarios, de la ciencia y la cultura, colectivos de investigadoras(es) y educadores(as) populares del mundo, así como actores sociales, reunidos de modo virtual, los días 25, 26 y 27 de septiembre de 2020, en el I Congreso Mundial de educación: en defensa de la educación pública y contra el neoliberalismo educativo resuelven:

 

Resolución décima cuarta: este I Congreso Mundial de educación en defensa de la educación pública y contra el neoliberalismo educativo, reunido de manera virtual los días 25, 26 y 27 de septiembre aprueba una declaración en apoyo a la agenda activa feminista

 

Desde el estallido del COVID-19, la violencia expresada en sus diversas formas se ha intensificado en países de todo el mundo contra las mujeres y diversidades, las niñeces. Si bien las medidas de aislamiento social a partir del confinamiento ayudan a limitar la propagación del virus, es esta población la que sufre las consecuencias de la violencia machista, en particular en los hogares. Es preciso redoblar los esfuerzos para que enfrentar y prevenir la violencia contra las mujeres y diversidades pase a ser una prioridad en las medidas de recuperación y respuesta a la COVID-19.

 

Según reporte reciente de ONU Mujeres, a escala mundial, incluso antes de que comenzara la pandemia de COVID-19, una de cada tres mujeres sufría violencia física o sexual, en su mayoría, por parte de su pareja. Desde que se desató la pandemia, los nuevos datos indican que en muchos países se han incrementado las llamadas a las líneas de atención de casos de violencia en el hogar. El acoso sexual y otras formas de violencia contra las mujeres siguen acaeciendo en la vía pública, en los espacios públicos y en Internet, sin que los servicios de apoyo y contención estatales alcancen para mitigarlo. Erradicar todo tipo de violencias y acoso contra las mujeres, niñeces, adolescentes, diversidades en los distintos ámbitos, es tarea urgente y necesaria que requiere esfuerzos colectivos y formativos, con apoyo de los estados-gobiernos. Hay que parar los femicidios y la violencia por razones de género.

 

Por otro lado, el aislamiento declarado en muchos países para controlar el contagio de la COVID-19 puso en evidencia desigualdades ya existentes, también en el ámbito académico y educativo. El aislamiento social afecta a las mujeres y diversidades desde una multiplicidad de ángulos, principalmente, por ser un grupo vulnerado.

 

El cierre de los centros educativos – las escuelas primarias, secundarias y las universidades – fue una de las primeras medidas que tomaron los gobiernos para evitar la propagación del coronavirus, recluyendo a les docentes al ámbito hogareño para asegurar la continuidad del vínculo pedagógico a millones de niñez y jóvenes. Ello supuso un gran impacto en los sectores con altas tasas de empleo femenino, como lo es el ámbito educativo, artístico y cultural. La postpandemia nos dejará un mundo más desigual e injusto, con profundización de brechas preexistentes en materia de género.

 Ante las medidas de confinamiento, si bien es cierto que las mujeres hemos estado mejor posicionadas para trasladar el trabajo a la virtualidad, vimos incrementada con creces la jornada laboral al asumir también las labores de cuidado de menores y su apoyo en el estudio ante el cierre de los centros educativos, así como también de adultes mayores. Todo ello a expensas del adecuado descanso, del esparcimiento, de la auto formación.

Las trabajadoras docentes, las académicas, las investigadoras hemos sufrido especialmente una sobrecarga, al combinarse las labores del hogar con las exigencias laborales. La educación virtual cambió las dinámicas de los hogares, también con marcadas diferencias entre les estudiantes, les niñez, adolescentes, jóvenes.

“Durante la emergencia sanitaria los hombres han aumentado en 50 por ciento su productividad enviando trabajos para publicar”, asegura la doctora Esther Hernández Medina, de Pomona College (California). “Pero en el caso de las mujeres, ha ocurrido lo contrario, debido a la carga de trabajos de cuidado asignada históricamente a este sexo. Esto sucede en un país donde las mujeres representan más del 60 por ciento de las profesionales y son mayoría de la fuerza laboral en la investigación científica y académica”, reportó. Situación que se da en la mayoría de los países del mundo, donde los centros educativos y científicos poseen una elevada tasa de feminización.

Como feministas consideramos necesario el análisis de las problemáticas mencionadas para la posterior construcción de políticas públicas acorde a la realidad vivida por las mujeres y disidencias. Apostamos a que sea desde una perspectiva interseccional-situada, que contemple el entretejido de opresiones (patriarcal, colonial, capitalista, racista, clerical, normalizador, adultocéntrico), que sean integrales y accesibles, apelen a la democratización de las tareas de cuidados, terminar con las brechas salariales, fomentar la igualdad de oportunidades para el acceso a categorías de mayor jerarquía y espacios de toma de decisiones. Y para tal fin resulta imprescindible garantizar mejores condiciones laborales para los equipos de trabajo en materia de género y diversidad. Debemos pasar de lo discursivo a la praxis en materia de paridad, garantizando la participación plena y efectiva de las mujeres y LGTB+ en los ámbitos laborales, sindicales, sociales y políticos, y reducir las brechas laborales y erradicar todo tipo de violencias.

 

Los avances logrados a partir de las enormes luchas del movimiento feminista en materia de derechos de las mujeres y diversidades, hoy se encuentran amenazados. Por ello, aunque tuvimos que suspender espacios presenciales, no paralizamos nuestra comunicación y diálogos en las redes sociales, apoyando campañas nacionales e internacionales por la lucha contra la violencia hacia las mujeres y la homo/transfobia. Venimos sistematizando los debates que atraviesan los feminismos en la actualidad, trabajando diversos conceptos que van desde una genealogía de los feminismos, al abordaje de problemáticas específicas como el sistema de cuidados, los usos de tiempo, las masculinidades y el cruce neoliberalismo-patriarcado en este momento tan dramático que padecemos como humanidad.

Nuestros ámbitos académicos, sindicales, políticos deben redoblar esfuerzos para transversalizar la perspectiva de género en las currículas e investigaciones en las instituciones educativas, incorporando epistemologías feministas y lenguaje no sexista. Visibilizar, diagnosticar, sensibilizar en torno a las principales desigualdades, discriminaciones y violencia machista y racista es el desafío de la etapa. Debemos exigir que los estados inviertan los presupuestos necesarios para materializarlo.

Educación Sexual Integral en Escuelas y Universidades, Legalización del Aborto, Lenguaje Inclusivo, Cupo Laboral Travesti-Trans, Ecofeminismo, Erradicación de la Violencia y el Acoso, Formación con perspectiva de Género y Diversidades Sexuales, terminar con la precarización laboral y salarial en el ámbito académico y científico, entre otros, son los temas de la agenda feminista. Combatir el capitalismo y el neoliberalismo educativo supone entonces una abierta y decidida confrontación contra el patriarcado.

También constituyen violencia las políticas de ajuste, los despidos y el endeudamiento, ya que el impacto de estas medidas en la clase trabajadora – y en especial sobre las mujeres y las disidencias – es enorme y acentúa la desigualdad e inequidad de género. En promedio las mujeres ganan un 27% menos que los varones. Entre otros, estos han sido y siguen siendo los ejes de convocatoria al Paro Internacional de Mujeres y Disidencias de los 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

 

En materia de violencia y acoso en el mundo del trabajo, desde el sindicalismo feminista hemos celebrado la aprobación del Convenio 190 en la Conferencia de la Organización Internacional del Trabajo celebrada el 21 de junio de 2019 en Ginebra, Suiza, así como su Recomendación 226. Convenio que considera que la violencia laboral es una “violación o abuso de los derechos humanos” incompatible con la igualdad y el concepto de trabajo decente, enmarcando la situación dentro de los derechos fundamentales.

Desde la Conducción Nacional de la CTA Autónoma, la Lic. Viviana García (directora del Instituto de Formación e Investigación de la Federación de Profesionales de la Salud de Argentina-Fesprosa, especialista en género, violencia y riesgos psicosociales e integrante de la Internacional de Servidores Públicos – ISP) aseguró que “el convenio 190 es uno de los mayores logros para la clase trabajadora en el mundo. Habla de derechos de los trabajadores y trabajadoras y reconoce un nuevo derecho: El derecho a un trabajo libre de violencia y acoso. Es la primera normativa internacional que tranversaliza la perspectiva de géneros, y ello nos permite reconocer las asimetrías de poder existentes en las organizaciones, desde las más pequeñas, hasta en el Estado, en las empresas, en la sociedad en general. Estas asimetrías nos hablan de las diferentes responsabilidades entre trabajadores y empleadores. Y por primera vez reconoce el ámbito público y privado del mundo del trabajo. El convenio nos habla también del estado como patrón, empleador y de su responsabilidad ante los derechos de los trabajadores y trabajadoras. Es integral e inclusivo, habla de todes, mujeres, hombres y grupos vulnerables o en situación de vulnerabilidad. Es el primero que habla de violencia y acoso como un conjunto de prácticas inaceptables que violan nuestros derechos a una vida digna y, en momentos de pandemia, con tantas desigualdades en el trabajo formal e informal, en los trabajos de cuidados, en los ‘home ofice’ y con aumento de la violencia y el acoso en las distintas formas; y en particular la violencia de géneros, el Convenio 190 está más vigente que nunca”. Debemos reclamar que nuestros países adhieran a este convenio y lo ratifiquen.

Mañana, 28 de septiembre se cumplen 30 años de la Declaración de San Bernardo, en la cual feministas de toda Latinoamérica y el Caribe suscribieron su compromiso de lucha por la despenalización y legalización del aborto. En este día movimientos de mujeres y diversidades, y activistas del mundo nos unimos en un Grito Global por el Aborto Legal Seguro y Gratuito. Se sigue negando a las mujeres y personas gestantes el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos.

Por lo expuesto, desde el I Congreso Mundial en Defensa de la Educación Pública y contra el Neoliberalismo Educativo, nos pronunciamos en apoyo incondicional a las demandas del movimiento feminista a nivel planetario.

  • Lunes 28 de septiembre: Grito Global por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito. “Educación Sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”.
  • Por la Ratificación en todos los países del mundo, del Convenio 190 de la OIT, sobre Violencia y Acoso en el Mundo del Trabajo.
  • 8M: Todes al Paro Internacional de Mujeres y Disidencias. Paro productivo, reproductivo y de consumo. “Si mi trabajo no vale, produzcan sin nosotras, sin nosotres”.

 

Los debates del I Congreso Mundial de educación 2020: en defensa de la Educación Pública y Contra el Neoliberalismo Educativo están disponibles en canal de YouTube de Otras Voces en Educación

 

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XIII Resolución del I Congreso Mundial en defensa de la Educación Pública y contra el neoliberalismo educativo 25, 26 y 27 septiembre 2020 Tema: condenar las medidas coercitivas unilaterales impuestas por el Gobierno de los Estados Unidos en contra del pueblo venezolano

Tema:  condenar las medidas coercitivas unilaterales impuestas por el Gobierno de los Estados Unidos en contra del pueblo venezolano

Sindicatos y gremios de les trabajadores de la educación del sector básico, medio y universitarios, de la ciencia y la cultura, colectivos de investigadoras(es) y educadores(as) populares del mundo, así como actores sociales, reunidos de modo virtual, los días 25, 26 y 27 de septiembre de 2020, en el I Congreso Mundial de educación: en defensa de la educación pública y contra el neoliberalismo educativo resuelven:

 

Resolución décima tercera: se aprueba condenar las medidas coercitivas unilaterales impuestas por el Gobierno de los Estados Unidos en contra del pueblo venezolano, que causan tanto dolor a sus ciudadanos, las cuales representan un despojo de las riquezas soberanas de la República Bolivariana de Venezuela, valoradas en decenas de miles de millones de dólares, que hoy pudieran servir para atender las necesidades básicas de su población, especialmente la de los niños y niñas, así como para garantizar los recursos necesarios que permitieran mejorar las condiciones laborales de sus trabajadores, incluidos los maestros y maestras. Este tipo de medidas son un símbolo de prepotencia neo-colonial que pretende imponer mediante el uso de la extorsión, el saqueo y la asfixia económica, la vuelta al neoliberalismo en suelo Bolivariano.

 

Nos solidarizamos incondicionalmente con el pueblo venezolano y exigimos al Gobierno de los Estados Unidos que cesen las hostilidades de todo tipo en contra de Venezuela, se respete la soberanía y autodeterminación de su pueblo, les devuelvan los recursos económicos que le han robado, para que una buena parte de ello sea invertido en educación.  Esto adquiere especial relevancia cuando vemos con preocupación el precario salario de los y las docentes venezolanas(os)

 

La causa justa de los oprimidos por este tipo de acciones vergonzosas, merecen el rechazo de quienes enarbolamos las banderas contra el neoliberalismo. Cuenta Venezuela con los maestros y maestras del mundo.

 

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XII Resolución del I Congreso Mundial en defensa de la Educación Pública y contra el neoliberalismo educativo 25, 26 y 27 septiembre 2020 Tema: la Universidad en pandemia y la llamada virtualidad llegó para quedarse

Tema:  la Universidad en pandemia y la llamada virtualidad llegó para quedarse

Sindicatos y gremios de les trabajadores de la educación del sector básico, medio y universitarios, de la ciencia y la cultura, colectivos de investigadoras(es) y educadores(as) populares del mundo, así como actores sociales, reunidos de modo virtual, los días 25, 26 y 27 de septiembre de 2020, en el I Congreso Mundial de educación: en defensa de la educación pública y contra el neoliberalismo educativo resuelven:

 

Resolución Décima segunda: se aprueba la siguiente Declaración sobre la Universidad en pandemia y la llamada virtualidad llegó para quedarse:

A partir de la irrupción de la pandemia ya llevamos meses dictando las clases en la llamada “modalidad virtual “ o “remota”. NO existe claridad acerca de una fecha posible de retorno a la presencialidad.

Existe por lo tanto un debate importante acerca de las consecuencias de estos casi seis meses en algunos casos de dictados de las materias bajo la modalidad virtual y sobre las proyecciones hacia el futuro. Las implicancias en principio deben analizarse desde tres dimensiones. Los efectos sobre el derecho a estudiar o de los derechos estudiantiles, sobre los derechos laborales de los docentes y no docentes y desde la calidad académica.

Los docentes fuimos empujados abruptamente a desarrollar una modalidad de enseñanza para la cual no estábamos capacitados. Existe una tradición importante en la denominada educación a distancia y tiene un nivel de especialización de los métodos de enseñanza importante y diferente a la enseñanza presencial. O sea, no se puede trasladar automáticamente de una modalidad presencial a una a distancia o remota. Se generó una situación de sobretrabajo relevante que todavía persiste que se hace muy difícil de sostener en particular en los cursos muy numerosos. El paso abrupto a la modalidad virtual, desde el hogar y en aislamiento con la familia, es una situación de mucha tensión. Se mezcla permanentemente la vida familiar con las actividades laborales y los horarios laborales son muy difíciles de mantener. A ello hay que sumarle que los instrumentos de trabajo, computadora y conectividad en internet, son provistos por los docentes y, por lo tanto, en no pocos casos se incurrió en nuevos gastos para poder mantener las tareas docentes o no se pudo resolver adecuadamente. Lo establecido en la legislación más básica de que el empleador, el estado y las instituciones educativas, deben proveer las herramientas y el lugar de trabajo adecuado quedó como letra muerta. En síntesis, el dictado de los cursados se realizó sobre la base del esfuerzo docente y fue financiado por los docentes. Fueron afectados los derechos laborales docentes. La gran mayoría de la docencia universitaria se cargó al hombro la continuidad pedagógica, trabajó durante toda la pandemia manteniendo el dictado de las clases con nuestro esfuerzo laboral y económico. Esto todavía no es reconocido por el Estado.

 

¿Educación a distancia o teletrabajo?

El teletrabajo está definido como una modalidad laboral o de trabajo a distancia que incluye el trabajo en el domicilio y que se efectúa con el auxilio de los medios de telecomunicación y computadora. Esta modalidad ya existía y es motivo de arduas discusiones en relación a quiénes son los beneficiarios. Es uno de los componentes de la reconfiguración de las relaciones entre capital y trabajo en el capitalismo contemporáneo. Desde el capital es propagandizado como una modalidad en la cual ganan ambas partes. Desde los estudiosos de las relaciones laborales se argumenta profusamente en relación a que es una modalidad altamente perjudicial para los y las trabajadores, y contribuye esencialmente a la maximización de la tasa de ganancia del capital. El empleador se ahorra las inversiones en proveer el lugar de trabajo, que pasa a ser el domicilio del trabajador, se rompe la posibilidad de garantizar horarios de trabajo, el ahorro de tiempo que se produce en no ir al trabajo termina siendo más horas de trabajo en la casa, la frontera entre la vida familiar y la vida laboral se hace difícil de precisar. En particular con alto impacto en las mujeres, sobre las cuales recaen frecuentemente las mayores tareas domésticas. Los costos de las herramientas de trabajo, como así energía y conectividad suelen recaer ahora sobre el empleado. Fundamentalmente desde el punto de vista del capital a nivel macro se logra establecer una relación individual con el empleado, y se rompe o dificulta la tradicional vinculación entre trabajadores, que permite su organización y acción colectiva en los sindicatos. El poder minimizar las posibilidades de organización sindical es la trasformación o cambio que quizás más se valora desde los intereses del capital. La educación a distancia no es lo mismo que teletrabajo. La educación a distancia es una forma o modalidad de enseñanza no presencial, o no totalmente presencial, pero no necesariamente el trabajo se realiza en el domicilio. El estudiante no se traslada al aula y no tiene contacto directo con el docente, o este es mediado por la tecnología. La posibilidad de lograr un grado aceptable de aprendizaje en muchas disciplinas es la limitación central de las modalidades de educación a distancia. Es cierto que los desarrollos tecnológicos facilitan cada vez más algunas cuestiones, pero no ha sido la evolución de la tecnología lo que le pone límites a la educación a distancia, sino esencialmente si es posible lograr los objetivos de aprendizaje necesarios. Para quienes ven el conocimiento como una mercancía y a la educación superior como un gran mercado a potenciar sin duda alguna la combinación de educación a distancia con teletrabajo es un atractivo muy fuerte. O sea, bajar costos al no tener que construir aulas para los estudiantes u oficinas o áreas de trabajo para los equipos de catedra, trasladarle al docente los costos de los medios de trabajo, insumos e instrumentos, flexibilizar los horarios de trabajo es un atractivo muy fuerte para quienes ven un futuro de mercantilización de la enseñanza superior. El uso de herramientas virtuales, o modalidades virtuales de enseñanza pueden ser un complemento interesante y muy útil en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Quienes somos docentes siempre incorporamos los avances y desarrollos tecnológicos a nuestra actividad docente. Pero el teletrabajo es otra cosa. Está en juego el valor de nuestro trabajo y cómo se remunera, y las relaciones sociales y económicas que establecemos con el empleador, el Estado en este caso, como colectivo docente. El teletrabajo es una modalidad que deteriora las condiciones laborales en general en todas las áreas y también vale para nuestro oficio. Además, es necesario reafirmar que la enseñanza presencial es irremplazable como vertebradora de los procesos de formación en la mayoría de las disciplinas y fundamentalmente en el nivel de grado y pregrado.

 

Los derechos estudiantiles

Ya hay datos sobre el aumento del desgranamiento estudiantil a partir de la pandemia.  Es muy importante hacer un análisis nacional y regional sobre esta situación. En algunos casos se registraron índices de desgranamiento de hasta un 65 % en el primer año de la universidad, cuando normalmente los porcentajes se sitúan en un 30 o 40 %. El desgranamiento es un fenómeno multicausal. En este periodo de traslado de todos los cursados a la modalidad virtual, se señala como una causa central en el desgranamiento la falta de conectividad y la falta de computadora en muchos estudiantes. El porcentaje de estudiantes que no poseen computadora y solo cuentan con el celular para estudiar es alto. A su vez las plataformas de las universidades son deficientes y los problemas de funcionamiento en la conectividad durante las actividades de enseñanza son frecuentes. Los estudiantes también están en aislamiento con sus familias, por lo tanto, la existencia o no de condiciones mínimas de habitabilidad para estudiar es una variable también relevante. Además, la situación socioeconómica general de la población se ha agravado y es dramática en los sectores de más bajos ingresos familiares, en particular de aquellos de la economía informal o autónomos o que han perdido el empleo.

 

La calidad académica

Una gran parte de los cursados de las distintas carreras se han dictado en la modalidad virtual en el conjunto de las universidades nacionales. Sin embargo, hay una cantidad de asignaturas que directamente es inviable dictarlas en forma virtual. Estos cursados se han suspendido o sólo se han desarrollado los aspectos tradicionalmente denominados teóricos y las prácticas están suspendidas a la espera del retorno a la presencialidad.  En otros casos, se han readecuado los programas sacrificando las actividades que no se pueden trasladar a la virtualidad. Esto implica retrasos y déficits en la formación. Las dificultades en el dictado de los cursos ligados a la propia falta de formación de los docentes en esta modalidad y en gran medida a las deficientes plataformas virtuales y déficit de conectividad en docentes, y mayormente en estudiantes o la propia readecuación de los programas de las asignaturas, implican resignar contenidos en función de la emergencia que hacen que se resienta la calidad de la enseñanza. Se resalta que un porcentaje alto de los estudiantes está estudiando solo desde el celular. Los docentes y estudiantes están realizando un gran esfuerzo para minimizar estos efectos. Pero el impacto en la calidad académica es inobjetable. ¿Resolviendo los problemas de conectividad y computadoras en docentes y estudiantes y capacitando a los docentes se resuelven estos problemas? En una medida importante se mejora la situación.

Pero en la enseñanza, la presencialidad, hace que la diferencia en la calidad académica sea grande. No sólo por las denominadas prácticas en muchas disciplinas, sino por la potencialidad de la relación docente alumno y las interacciones presenciales entre los mismos estudiantes Más aún en los primeros años de las carreras en los cuales en muchos casos son imprescindibles  las actividades de adaptación a los estudios universitarios, cursos de ingreso y o nivelación, adecuación a la vida universitaria, aprendizaje de metodologías y técnicas de estudio para la Universidad para minimizar las dificultades en el tránsito entre el secundario y la Universidad. Las experiencias de educación a distancia ya tienen muchos años, y se restringen a determinadas disciplinas y fundamentalmente a nivel de posgrado o actualización profesional.

Esto habla de las propias limitaciones de la misma frente a la enseñanza presencial, en particular en el nivel de grado y no de “resistencias o tradicionalismos en los y las docentes frente al uso de las herramientas tecnológicas”.

 

Finalmente, la gran mayoría de la docencia universitaria asumió y le puso el hombro a continuar con los cursados en la modalidad virtual para tratar de que los estudiantes pierdan lo menos posible, entendiendo que estamos ante una situación de emergencia y por lo tanto transitoria. Las urgencias están ligadas probablemente a resolver los problemas concretos que tenemos, docentes, estudiantes y no docentes, ante la necesidad de continuar con las modalidades virtuales en una parte o todo el segundo cuatrimestre de acuerdo a la cuestión central que es priorizar el cuidado de la salud de nuestro pueblo en el contexto de pandemia. Esta es la cuestión central. Sin embargo, desde algunas usinas se montan sobre esta realidad, utilizando e instalando ideas alrededor de frases como “la virtualidad llego para quedarse” y que “vamos a una nueva normalidad en la enseñanza” para avanzar en un proyecto de profundización de la mercantilización de la enseñanza superior.  No podemos subestimar estos planteos. Para quienes ven a la enseñanza superior como una mercancía, ejemplo de muchas universidades privadas, la generalización de la modalidad virtual implicaría una disminución de costos extraordinaria que las haría más competitivas frente a la universidad pública en muchas carreras que hasta ahora no desarrollan por las inversiones necesarias que conllevan. Además, permitiría la deslocalización de la enseñanza tanto desde el lado estudiantil como desde los docentes dándole un golpe fuerte a la territorialización de las universidades. La concepción de una educación integrada en su enseñanza, investigación y extensión a cada una de las regiones donde está inserta queda gravemente afectada si con la generalización de la virtualidad tanto el docente puede dictar sus clases viviendo en cualquier lugar del país o incluso del extranjero, como el estudiante tomar sus clases en cualquier lugar del país e incluso del extranjero. Lo que significa la radicación de universidades en las distintas regiones del país y el dictado de carreras en distintas áreas de cada región tiene un gran valor centrado en esta integración local y regional de la enseñanza, investigación y extensión, no solo en el acceso de los jóvenes a los estudios sino también en el desarrollo económico, social y cultural de cada región que implica la radicación de docentes, no docentes y estudiantes localmente. La generalización de la virtualidad se enlaza con proyectos de mercantilización de la enseñanza superior que datan de muchos años como los proyectos ligados a los modelos tipo “Plan Bologna”, de vaciamiento del grado y traslado de aspectos fundamentales de la formación profesional al posgrado arancelado, y de deslocalización de la enseñanza con lo más reciente como la llamada movilidad de los estudiantes con los sistemas de acreditación de trayectorias académicas. Esto claramente favorece a las universidades centrales o más grandes y “prestigiosas”, y el vaciamiento de las regiones, pues la cercanía e inserción regional pierde valor en la virtualidad. La generalización de la modalidad virtual se convierte en los hechos en la generalización del teletrabajo afectando los derechos laborales de la docencia universitaria y preuniversitaria, afecta el derecho a estudiar ante las desigualdades económicas y sociales de los estudiantes y afecta la calidad de la enseñanza y le da un golpe muy fuerte a las universidades en cada región. No está en discusión la incorporación de las innovaciones tecnológicas a los métodos de enseñanza. Eso siempre lo hemos hecho y lo haremos, pues es nuestro oficio de docentes. Hoy tratamos de superar esta emergencia atendiendo a cuidar los derechos laborales de los docentes, en los derechos a estudiar de los y las jóvenes, y en la calidad académica. Hoy frente a la pandemia planteamos que la Universidad tiene que ponerse plenamente al servicio del pueblo y nosotros, los y las docentes, nos convocamos a poner nuestro conocimiento al servicio de esta gran cruzada de todo el pueblo que es la lucha por el cuidado de la salud y enfrentando a los intereses económicos y políticos que quieren maximizar sus tasas de ganancias a costa de los sufrimientos de las mayorías. De la pandemia vamos a salir con lucha y unidad y debemos precavernos de los proyectos que, montándose en esta situación, quieren imponer salidas en contra de la Educación y Universidad Pública.

 

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XI Resolución del I Congreso Mundial en defensa de la Educación Pública y contra el neoliberalismo educativo 25, 26 y 27 septiembre 2020 Tema: apoyo a la lucha anti racista en el mundo

Tema: apoyo a la lucha anti racista en el mundo

Sindicatos y gremios de les trabajadores de la educación del sector básico, medio y universitarios, de la ciencia y la cultura, colectivos de investigadoras(es) y educadores(as) populares del mundo, así como actores sociales, reunidos de modo virtual, los días 25, 26 y 27 de septiembre de 2020, en el I Congreso Mundial de educación: en defensa de la educación pública y contra el neoliberalismo educativo resuelven:

 

Resolución Décima primera: aprobar la siguiente Declaración a favor de la lucha anti racista en el mundo:

La pandemia de COVID 19 en todo el mundo ha demostrado de forma inequívoca las principales contradicciones y problemas sociales del sistema capitalista y su fase neoliberal, dentro de los cuales se encuentra el carácter estructural del racismo.

Las cifras revelan que, a pesar de que el virus no elige quiénes fueron o serán afectados, las desiguales condiciones de acceso a condiciones de vida dignas indican que la población negra es mucho más vulnerable a esta pandemia. Las enfermedades no son entidades democráticas, tienen un impacto determinado por clase social, género y raza.

Estados Unidos tiene alrededor del 13% de la población negra auto declarada. Los datos divulgados con el perfil racial de muertes y contaminación revelan, sin embargo, que, en promedio, la mortalidad de los negros es tres veces mayor que la composición racial estadounidense, ya que viven en condiciones más precarias que afectan la salud, trabajan en actividades que los dejan más expuestos y tienen menos acceso al sistema de salud pagado y uno de los más costosos del mundo.

África fue el último continente al que se llegó en su totalidad, ya que la geografía de clases de la propagación de la enfermedad también es una marca de la historia de esta pandemia, pero esto de ninguna manera significó sufrir menos las consecuencias del Covid-19, la situación en el continente ya fue de inmensa gravedad social debido a que las economías dependientes de organismos internacionales, como el FMI, que ante la inminencia de la crisis optan por devolver todas sus inversiones a los países imperialistas.

Estos ejemplos expresan la realidad que también encontramos en América Latina, donde la incapacidad de los países para enfrentar la pandemia ha agravado rápidamente la situación, como lo demuestran los cuerpos esparcidos por las calles de Guayaquil, Ecuador, o los más de 140 mil muertos en Brasil. donde más del 60% de las víctimas son personas de raza negra, en su mayoría en regiones periféricas o en el mercado laboral informal, siendo en consecuencia personas que no pudieron hacer el aislamiento social, debido a las precarias condiciones de la vivienda o porque fueron insuficientemente atendidas por programas de asistencia económica.

La raza, como construcción social, fue fundamental para el desarrollo del capitalismo (esclavitud) y para la expansión de la explotación a las diversas colonias que se construyeron y sigue siendo fundamental para el mantenimiento de las ganancias de la burguesía en todo el mundo. A partir de la racialización de los seres humanos y la división entre superiores e inferiores, se construyó la idea del negro como la de lo “indeseable” o desechable al sistema.

La provisionalidad de la vida, que era una realidad en el período de la esclavitud, continúa como un continuo para hombres y mujeres negros. El estado de excepción permanente, identificado en los barrios pobres y en las penitenciarías, produce un consenso sobre la violencia estatal. Esta violencia, que produce la muerte de la población negra, también se ubica en la ausencia de políticas públicas y servicios esenciales, como el acceso a la educación, la salud y la vivienda, entre otros.

La lucha frontal contra la desigualdad racial es una acción anticapitalista. Por ello, nos solidarizamos con las luchas y manifestaciones antirracistas que se están produciendo actualmente en Estados Unidos y en otras partes del mundo, gritando a la brutalidad policial o al descuido de los gobiernos con las condiciones de vida de la población negra que “Black Lives Matter”.

También en el campo de la defensa de la educación pública, gratuita, laica y de calidad, es fundamental darle los contornos raciales debidos a nuestra lucha, ya que el “apartheid educativo” resultante del avance del neoliberalismo educativo tiene color, ya que son los pueblos racializados quienes más afectados por ataques gubernamentales promueven el derecho a la educación.

En este sentido, también reafirmamos nuestro compromiso con la construcción de un concepto de educación antirracista para liberar a los jóvenes de prejuicios racistas históricamente arraigados en las élites blancas y subordinados a los intereses imperialistas del mundo y nuestra perspectiva de una educación emancipadora y crítica vinculada a la superación del capitalismo.  

 

Los debates del I Congreso Mundial de educación 2020: en defensa de la Educación Pública y Contra el Neoliberalismo Educativo están disponibles en canal de YouTube de Otras Voces en Educación

 

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X Resolución del I Congreso Mundial en defensa de la Educación Pública y contra el neoliberalismo educativo 25, 26 y 27 septiembre 2020 Tema: Fuera Bolsonaro

Tema: Fuera Bolsonaro

Sindicatos y gremios de les trabajadores de la educación del sector básico, medio y universitarios, de la ciencia y la cultura, colectivos de investigadoras(es) y educadores(as) populares del mundo, así como actores sociales, reunidos de modo virtual, los días 25, 26 y 27 de septiembre de 2020, en el I Congreso Mundial de educación: en defensa de la educación pública y contra el neoliberalismo educativo resuelven:

 

Resolución décima: acuerda aprobar la resolución de Fuera Bolsonaro:

En enero de 2019 asumió el cargo en Brasil, fruto de una elección presidencial marcada por fake news, un gobierno de ultraderecha con fuertes rasgos fascistas. Este proceso se dio a partir de un golpe de Estado liderado por las fuerzas conservadoras del país que se inició en 2015 y culminó con la destitución de la presidenta Dilma el 31 de marzo de 2016.

Después del golpe, se aceleraron los ataques contra los trabajadores y trabajadoras y los pobres del país. Para cumplir con la agenda del neoliberalismo, las fuerzas conservadoras del país aprobaron el techo de gasto e inversión en servicios públicos, una enmienda constitucional criminal que quita la capacidad del Estado para satisfacer las necesidades básicas de la población.

Con una agenda para servir los intereses del neoliberalismo, la clase trabajadora está perdiendo derechos seculares. La jubilación se ha convertido en un sueño inalcanzable, la informalidad en las relaciones laborales se ha convertido en la norma, hoy llegamos a más de la mitad de la fuerza laboral del país desempleada o que trabaja de manera informal de manera precaria.

La agenda habitual amenaza los derechos humanos universales, especialmente la comunidad LGBTQI +, la población negra, las mujeres. El homofobismo, el feminicidio, el asesinato de los negros se han convertido en la regla ante este gobierno.

Frente a la pandemia, el negacionismo se ha convertido en la política oficial del gobierno y sus consecuencias han sido desastrosas. Hoy Brasil tiene 150.000 muertes oficiales y más de 4,5 millones de infectados, en su mayoría negros y residentes de barrios marginales y periferia, incluso con el subregistro del país, estas cifras revelan el desprecio del gobierno de Bolsonaro. La situación del pueblo, la mayor manifestación han sido sus propias declaraciones durante la pandemia.

En este momento, el gobierno de Bolsonaro remitió al Congreso brasileño una propuesta de Reforma del Estado, denominada Reforma Administrativa, que destruye el servicio público y extiende los privilegios de los sectores más ricos del país.

Con la “Reforma Administrativa” el país tendrá la salud, la educación y los servicios sociales públicos amenazados de extinción y las consecuencias para la clase trabajadora, especialmente sus segmentos más pobres, serán irreparables, con muchos menos servicios estatales para atender las necesidades de la población.

En política internacional Bolsonaro acude a la ONU y hace un comunicado que destaca por mentir, mientras los bosques y humedales del país arden, su gobierno apoya el golpe de Estado en Bolivia, la amenaza de golpe de Estado en Venezuela y el genocidio en Colombia.

Por todas estas atrocidades, el 1er Congreso Mundial de Educación se suma a la lucha de resistencia del pueblo brasileño y declara el pleno apoyo a la justa lucha por FORA BOLSARO.

 

Los debates del I Congreso Mundial de educación 2020: en defensa de la Educación Pública y Contra el Neoliberalismo Educativo están disponibles en canal de YouTube de Otras Voces en Educación

 

Comité Organizador

I Congreso Mundial de Educación 2020

En defensa de la Educación Pública y Contra el Neoliberalismo educativo

 

 

 

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IX Resolución del I Congreso Mundial en defensa de la Educación Pública y contra el neoliberalismo educativo 25, 26 y 27 septiembre 2020 Tema: impuesto a las grandes fortunas

Tema: impuesto a las grandes fortunas

Sindicatos y gremios de les trabajadores de la educación del sector básico, medio y universitarios, de la ciencia y la cultura, colectivos de investigadoras(es) y educadores(as) populares del mundo, así como actores sociales, reunidos de modo virtual, los días 25, 26 y 27 de septiembre de 2020, en el I Congreso Mundial de educación: en defensa de la educación pública y contra el neoliberalismo educativo resuelven:

 

Resolución novena: aprobar la siguiente resolución sobre el impuesto a las grandes fortunas:

Asistimos al desarrollo de una pandemia que está generando más de 30 millones de afectados y un millón de muertos, una estadística macabra que los grandes medios masivos de comunicación se encargan de informar segundo a segundo. Las imágenes reproducidas en cada rincón del globo, nos muestran hasta la procacidad, la muerte, el dolor y el sufrimiento que ocasiona este nuevo virus, amplificando la cultura del miedo, ese eficaz método de control de los colectivos humanos. El capitalismo y el miedo van siempre de la mano.

Esta es una crisis económica, con un componente sanitario, que es funcional a la concentración y centralización del capital, que agrava la desigualdad y promueve un mayor deterioro de los derechos con gravísimas consecuencias políticas, sociales, culturales y humanas. En el ámbito de la economía se presenta un horizonte fuertemente recesivo.

La caída proyectada del producto es superior a todas las crisis mundiales previas y tanto su duración como recuperación resultan imprevisibles, con gravísimas consecuencias para la mayoría social empobrecida.

Es una crisis que potencialmente favorece la concentración y centralización del capital, que agrava la desigualdad con la mayoría social y promueve un mayor deterioro de los derechos sociales y humanos. Esto estimula una agresiva ofensiva capitalista que involucra la militarización y represión de la dominación contra los sectores sociales subordinadas.

Por eso, la respuesta del capital más concentrado en el ámbito mundial exacerba la disputa contra las/os trabajadoras/es con despidos, baja de salarios e ingresos populares, junto a reaccionarias reformas laborales y previsionales e impacto en mermas de remesas que sustentan la vida de muchas familias empobrecidas; el saqueo de la naturaleza con fines privados de apropiación de los bienes comunes y la extensión de la mercantilización y el consumismo como forma de manifestación de la cotidianeidad, contra derechos sociales extendidos.

Los datos de la realidad confirman la situación de desigualdad creciente, con gran concentración del ingreso y la riqueza en una minoría, la ampliación del empobrecimiento, la indigencia y la marginación social de millones de personas. Son las referencias al desempleo, el subempleo, la precariedad laboral y la pérdida de derechos individuales, sociales, sindicales y colectivos. Más pobreza y mayor explotación es el resultado de la crisis actual, agravando esos fenómenos que alimentan las penurias de la mayoría social en estos años de ofensiva capitalista.

Desde EEUU se promueve el desorden mundial para intentar recuperar su poder hegemónico y por eso sus sanciones unilaterales y la construcción de un poder militar global, asentado en el poder del dólar y su capacidad cultural ideológica desde la manipulación de los medios de comunicación y la economía del conocimiento.

Por eso nuestra denuncia a la ofensiva del capital y del imperialismo, que promueven en estos tiempos de pandemia y crisis sanitaria una mayor explotación de la fuerza laboral, un saqueo de nuestros bienes comunes, al tiempo que amenazan cualquier intento de rumbo anticapitalista, anticolonial y antiimperialista, contra el patriarcado y todo tipo de racismo y discriminación.

Ante esta situación exigimos que el Estado debe garantizar en la coyuntura los derechos humanos básicos de la población, fundamentalmente la salud y la educación a los más vulnerables, las/os trabajadoras/es, las/os campesinas/os, las/os indígenas, las/os habitantes de villas de emergencia, favelas, etc.

La política pública debe asegurar el salario, el empleo y el ingreso popular de millones afectados por la COVID19 y la coyuntura socio económica.

 

Para lo cual se requieren ingentes recursos y por eso proponemos, entre otras posibles medidas las enumeradas a continuación:

  1. Suspensión de los pagos de deuda pública y auditorias integrales con participación popular;
  2. Utilizar reservas internacionales para atender la salud de la población ante la pandemia.
  3. Reformas tributarias concentradas en impuestos a las grandes fortunas concentradas en el 1% de la población de mayores ingresos en nuestros países;

 

Dichas medidas deben acompañarse de otras reformas estructurales que incluyen la socialización de la banca, con participación en la gestión del Estado, sus trabajadoras y trabajadores, tanto como de la comunidad y los usuarios, para administrar democráticamente los recursos financieros de la sociedad con fines de desarrollos alternativos.

El comercio exterior y el control de cambios de deben nacionalizar, junto a toda la infraestructura asociada al comercio mundial, alentando una lógica de integración regional y global no subordinada al imperialismo y las necesidades de los capitales más concentrados.

 

Los debates del I Congreso Mundial de educación 2020: en defensa de la Educación Pública y Contra el Neoliberalismo Educativo están disponibles en canal de YouTube de Otras Voces en Educación

 

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VII Resolución del I Congreso Mundial en defensa de la Educación Pública y contra el neoliberalismo educativo 25, 26 y 27 septiembre 2020 Tema: sobre la Renta Básica Universal

Tema:  sobre la Renta Básica Universal

Sindicatos y gremios de les trabajadores de la educación del sector básico, medio y universitarios, de la ciencia y la cultura, colectivos de investigadoras(es) y educadores(as) populares del mundo, así como actores sociales, reunidos de modo virtual, los días 25, 26 y 27 de septiembre de 2020, en el I Congreso Mundial de educación: en defensa de la educación pública y contra el neoliberalismo educativo resuelven:

 

Resolución séptima: aprobar la siguiente resolución sobre la Renta Básica Universal:

La desigualdad, el desempleo y la precariedad laboral crece en todo el mundo, ahora agravado con la situación de la emergencia sanitaria por el coronavirus.

El resultado es el empobrecimiento de millones de personas, que convalidan numerosos estudios y relevamientos internacionales, confirmando la concentración y centralización de capitales, de ingresos y de riquezas en una minoría.

No es un dato novedoso si observamos definiciones orientadas en campañas internacionales definidas en el 2000 por los países en la ONU para lograr los Objetivos para el Desarrollo del Milenio hacia 2015. Una convocatoria a luchar contra la pobreza, el hambre, la enfermedad, el analfabetismo, la degradación del medio ambiente y la discriminación contra la mujer.

Ante el incumplimiento de las metas, la ONU actualizó en 2015 la convocatoria por los Objetivos para el Desarrollo Sustentable 2030, ampliando los propósitos para poner fin a la pobreza, erradicar el hambre y lograr la seguridad alimentaria; garantizar una vida sana y una educación de calidad; lograr la igualdad de género; asegurar el acceso al agua y la energía; promover el crecimiento económico sostenido; adoptar medidas urgentes contra el cambio climático; promover la paz y facilitar el acceso a la justicia.

La realidad es concluyente y crítica sobre las ilusiones de cambios profundos sin afectar las causas de la pobreza y la desigualdad, centradas en las relaciones capitalistas de explotación y saqueo.

Por eso, más que definiciones generales que demandan cambios imaginarios sobre las condiciones de vida de la población, desde este Congreso Mundial de educadores y educadoras de todo el mundo asumimos el compromiso de la lucha por la distribución del ingreso y de la riqueza que se explicita en la demanda por una Renta Básica Universal, RBU.

La RBU resulta el mecanismo de apropiación social de la riqueza socialmente generada por el trabajo humano global. Es un dato histórico relevado por la economía política clásica que el trabajo es el padre de la riqueza y la tierra la madre.

En las condiciones de expansión universal del régimen del capital crece la explotación del trabajo humano y el saqueo de la naturaleza compromete seriamente el hábitat en nuestro tiempo.

No es solo combatir la pobreza y la desigualdad, sino terminar con la explotación y el saqueo, defender el metabolismo social y natural en beneficio de las actuales y futuras generaciones.

La RBU no es tampoco una novedad

En los setenta del Siglo XX se promovió la Tax Tobin para dificultar la especulación naciente y dos décadas después, el movimiento popular por intermedio de ATTAC y el Foro Social Mundial resignificaba su destino para atender las necesidades de la pobreza en el mundo.

El movimiento popular demostraba que unas módicas tasas de imposición podían atender las necesidades de la pobreza, y se inducía a que la propia sociedad resolviera con participación popular la asignación de los recursos obtenidos.

Desde entonces son varios los estudios individuales, colectivos, de grupos e instituciones, incluso de la ONU que proponen distintos niveles y alcances de una RBU.

Incluso, hay quienes en estos días asumen la propuesta de un impuesto similar asociado al COVID19.

¿Es posible lograr una cobertura universal para atender los graves problemas identificados con la pobreza y la desigualdad?

La respuesta está en la capacidad de acumulación de poder político que el movimiento popular logre en este inicio de la tercera década del Siglo XXI, con el objetivo de expresar una fuerte voluntad de cambio que distribuya ingresos y riqueza para modificar las inequidades derivadas del orden capitalista, al tiempo que se construya un nuevo orden de convivencia y solidaridad en la producción y reproducción de la vida cotidiana.

En lo inmediato, la RBU puede surgir de:

  1. Suspensión de los pagos de las deudas públicas y organización de auditorías con participación popular que intervengan en la clasificación de las deudas odiosas, ilegales e ilegitimas.
  2. Impuestos a las grandes fortunas individuales y de las empresas transnacionales más concentradas.
  3. Eliminación de los mecanismos de la especulación financiera, especialmente sobre los paraísos fiscales.
  4. Transformar el sistema de regulación mundial de la economía por una nueva institucionalidad con participación popular, que incorpore objetivos relativos a la soberanía alimentaria, energética o financiera, para asegurar nuevas formas de organización de la producción y circulación de bienes y servicios pasa el uso y no para el intercambio de valores con fines lucrativos.

Solo es posible si se expande la lucha y organización popular para hacer realidad una RBU como punto de partida para un nuevo orden mundial de cooperación, reciprocidad y solidaridad.

 

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