Las comisiones de Educación y de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados iniciarán esta semana el análisis de las propuestas presentadas durante las audiencias públicas sobre la reforma educativa, con el fin de tener listo el dictamen a finales de febrero.
Así lo confirmó la legisladora Adela Piña, presidenta de la Comisión de Educación, al subrayar que el grupo parlamentario de Morena buscará el consenso y la suma de voluntades para que en este mismo periodo de sesiones quede aprobada la nueva reforma.
Afirmó que las comisiones dictaminadoras sostendrán reuniones de trabajo para revisar las 210 ponencias presentadas en las audiencias públicas y elaborar un dictamen que recupere el sentir y las propuestas en la materia.
“Sí va a haber cambios, vamos a enriquecer el texto original de la reforma educativa; creo que en la mayoría de las ponencias hay muchos puntos de coincidencias, quizá los asuntos medulares nos van a llevar más tiempo de discusión y análisis, pero obviamente el espíritu de la iniciativa del Ejecutivo va a estar ahí”, dijo.
La diputada Piña cuestionó, en ese contexto, el desempeño de Instituto Nacional de Evaluación de la Educación (INEE) y lo responsabilizó de imponer evaluaciones para “castigar” a los profesores.
“El INEE actuó de manera parcial desde muchos puntos de vista, porque no tuvo esa coherencia de exponer una evaluación con un carácter totalmente formativo, sino en sentido de castigar a los maestros que consideraron no idóneos”, advirtió.
Sostuvo, además, que el magisterio tiene una percepción negativa de ese órgano, porque a su juicio careció de autonomía y de una posición distinta a la del gobierno anterior que puso en jaque la permanencia de los maestros en sus labores.
La legisladora afirmó por ello que la nueva reforma educativa prevé una evaluación de carácter distinto, con un diagnóstico para saber cómo está el sistema educativo nacional, pero ubicando las fortalezas y debilidades de los maestros frente a grupo para ayudarlos en capacitación, formación y retroalimentación para una mejor práctica docente.
Todos los domingos de febrero, Malba cinepresenta MOCHA. Nuestra lucha, Su vida, Mi derecho, una creación colectiva del Bachillerato Popular Travesti-Trans Mocha Celis, dirigida por Francisco Quiñones Cuartas y Rayan Hindi, que cuenta la historia de la primera escuela del mundo crítica de las desigualdades de género, que está orientada, aunque no de forma excluyente, a personas trans, travestis y transexuales.
Realizado por los propios estudiantes, quienes contaron sus historias y escribieron el guión, el documental, que también podrá verse a partir del 28 de febrero en el cine Gaumont, ganó el Gran Premio del Jurado en el Festival Asterisco 2018, y en el Rio Festival de Gênero & Sexualidade no Cinema, de Río de Janeiro, y fue seleccionado para competir en el 34° Festival Internacional de Cine de Guadalajara, que se realizará del 8 al 15 de marzo, por el Premio Maguey que premia lo mejor del cine LGTBQ del mundo.
Para conocer algunos detalles más de esta obra, una historia de inclusión y aprendizaje, dentro y fuera del aula, Palabras dialogó con de Francisco Quiñones Cuartas, director del film y del bachillerato Mocha Celis.
¿Cómo surge el proyecto de realizar este documental?
Además de director del bachillereto, yo soy documentalista, productor y director de radio y televisión, y uno de mis primeros contactos con este tema fue hace más de diez años cuando trabajaba en otro proyecto también documental para contar la historia de la cooperativa Nadia Echazú, a partir del que conocí a Lohana Berkins.
En ese momento, teníamos la idea de hacer ese docu, y fuimos a contárselo a Lohana, que desde el inicio nos planteó: “Todo bien, mucho cine, mucho cine, pero siempre muestran la misma imagen”. Ella estaba convencida que los medios de comunicación siempre muestran de una sola forma a las personas travestis y trans, que nunca les dan la oportunidad de construir otros relatos, y que, por lo tanto, en el imaginario social siempre hay una misma construcción.
Obviamente, en aquel momento intenté convencerla que en nuestro caso no era así, y Lohana simplemente dijo: “Dale, dibujá una travesti, entonces”, y yo quedé tieso. Finalmente, llegamos a un acuerdo: nosotros nos encargaríamos de lo técnico, y los miembros de la cooperativa de todo lo demás. Así nació Furia Travesti, el documental, pero también en el proceso me empecé a cruzar con muchos de los compañeros y compañeras, militantes y activistas con quienes empezamos a gestar el proyecto del bachiller Mocha Celis.
En el proceso de trabajo para Furia, Lohana me había mandado a leer La gesta del nombre propio, y Cumbia copeteo y lágrimas, dos libros que te enfrentaban con datos crudísimos, como que el promedio de vida de las personas travestis y trans era de 35 años, además de cuestiones relativas a la salud, la educación, etc, por eso, en paralelo a la realización, comenzamos a pensar la idea de tener una escuela, aunque siempre creyendo que algo así ya debía existir.
Llamamos a Lohana para contarle el proyecto y nos dijo que le parecía excelente, que no existía nada igual, que esta era nuestra oportunidad, que debíamos hacerlo ya. También nos dijo cómo se debía llamar, donde podía estar ubicada, con quién debíamos hablar…motorizó todo, así era Lohana.
Y así llegamos a construir el Bachillerato Popular Travesti-Trans Mocha Celis, la primera escuela del mundo crítica de las desigualdades de género, que está orientado, aunque no de forma excluyente, a personas trans, travestis y transexuales, que finalmente pudimos inaugurar el 11 del 11 de 2011, y donde hoy estudian más de 120 personas, muchas trans pero también mamás solteras, afrodescendientes, mujeres mayores de 50 años.
¿Y desde aquel Furia que es semilla del bachiller cómo surge la posibilidad de hacer esta nueva producción?
Hacia finales de 2014, cuando se recibió el primer grupo, empezamos a darnos cuenta que lidiábamos con un problema porque muchos se acercaban a la escuela intentando contar la historia del Mocha Celis, como lo había hecho yo diez años antes con la de la cooperativa, con buenas intenciones, pero generando una sensación de zoologización en quienes estaban estudiando: con gente que entraba todo el tiempo, a veces sin avisar, sacaban fotos, etc.
Entonces, nuevamente, recordando las palabras de Lohana surgió la necesidad y la posibilidad de construir un relato propio, que sirva para replicar la experiencia, para que otras personas quieran terminar los estudios identificándose con quienes cuentan esta historia, y que les brinde además a las estudiantes la posibilidad de revertir esos imaginarios instituidos, con relatos en primera persona, que los reconozcan como sujetos productores de sentido y conocimiento. Definitivamente, cerraba por todos lados.
Empezamos a armar el proyecto, hicimos un crowfunding para conseguir el dinero para financiarlo, y en el Bachi Mocha los estudiantes adquirieron herramientas audiovisuales, y comenzaron a trabajar para hacer una película que reflejara quiénes son y qué les ha pasado, con la intención de promover la idea de que otra educación es posible y que a través de esta, ellos tienen nuevos horizontes.
Así, llegamos a generar este contenido de calidad, que puede presentarse en espacios masivos de difusión como los cines, los festivales o el Malba, que muchas veces están vedados para los cuerpos que construyeron este trabajo.
¿Y cómo estructuraron la historia?
El documental corre sobre tres líneas, la historia de Mocha, una travestique migró de Tucumán y que fue asesinada por la policía en los años 90 en la zona de Flores, mayormente ficcionalizada, la de la producción del docu, que tiene muchos materiales de detrás de cámara, y la de la institución, con entrevistas, en un formato documental más clásico.
Un planteo que creo resulta en una acción de visibilidad muy grande que parte del corazón del propio espacio, sin golpes bajos, sin reproducir la tristeza, sin caer en la pedagogía de la crueldad, construida desde la pedagogía travesti del amor, recordando aquello que escribió Lohana en su carta de despedida: “el amor que nos negaron es el motor de nuestro movimiento”.
¿Y además de las excelentes críticas y la recorrida por festivales qué ha generado hasta aquí el material?
Están pasando muchas cosas afortunadamente, porque aunque hace siete años que estamos trabajando todavía hay mucha gente que no nos conoce, y que a partir de ver el docu, o leer comentarios sobre el material se empezó a comunicar, y muchas chicas que no sabían que existía el Mocha se han empezado a anotar en la escuela.
Luego, particularmente me encanta cuando veo que muchas personas al ver el documental plantean cosas como: “nunca había pensado que el tema de la vivienda era tan importante”, “no había reparado que tener un hogar te organiza la vida y lo duro que es vivir teniendo que mudarte todo el tiempo”, muchas cosas que uno no ve, porque las da por sentadas, y que aquí se exponen desde un lugar que genera empatía.
También es interesante como el documental muestra como es la agencia del tiempo en las personas trans, porque si sumamos la cantidad de veces que han sido detenidas solo por el hecho de ser, en general todas suman más de cinco años, es una carrera universitaria promedio; o como da cuenta de situaciones como la de Claudia, que aparece en el documental, que superó el promedio de 35 años de vida, es una sobreviviente, y tiene planteos sobre cómo tener una vejez digna, que desnudan una realidad que mucha gente no conoce.
Y todo generando empatía, por eso siempre decimos que una de las acepciones del término trans es “más allá de”, algo que para nosotros es central, porque, en definitiva, más allá de nuestras cuestiones de identidad, o expresión de género, o de nuestra sexualidad, todos y todas tenemos derechos que deben ser garantizados.
¿Junto a lo anterior se han acercado personas interesadas en replicar la experiencia y cómo continúa el proyecto de la escuela?
Afortunadamente eso ya está sucediendo, ya hay 22 preuniversitarios en Brasil, uno en Chile, una escuela hermana en Tucumán, un plan fines dentro de la Universidad de Avellaneda, y luego de la película se han acercado muchas personas con ganas de replicarla, preguntándonos cómo lo hicimos.
Nosotros, en tanto, continuamos funcionando dentro de la mutual Sentimiento, tenemos títulos oficiales, y parte del grupo de docentes reconocido, pero también tenemos una parte que no lo está, que trabaja ad honorem porque no tenemos financiamiento integral del Estado, y todo el tiempo tenemos que hacer eventos y otras acciones para poder sostener la escuela.
Además, así como se hizo el documental todos los años producimos otros contenidos que nos permiten sensibilizar y generar sentido de manera colectiva, materiales como La revolución de las mariposas, un libro que actualiza La gesta del nombre propio, la obra que nos dio Lohana cuando comenzó la escuela, pero donde las propias estudiantes son las que hacen las entrevistas, procesan los datos, etc. generando una herramienta que es consultada incluso por las agencias estatales, porque compila y analiza los datos existentes, frente a la ausencia de datos oficiales. Si sin financiamiento integral podemos hacer todo esto, es inimaginable lo que se podría lograr si el Estado estuviera presente en el Bachi Mocha, como tiene que hacerlo en todas las instituciones educativas.
El año pasado, las redes sociales ayudaron a difundir una infografía que estudiaban los niños de nueve años en un libro de texto de educación física y salud de 2° año en Malasia, que muestra que las niñas deben proteger su modestia o arriesgarse a que se cuestione el honor de su familia.
La infografía ya se cubrió en los libros de texto, con una página de corrección publicada en las escuelas.
El gráfico de la izquierda del libro de texto en cuestión es sobre una niña llamada Amira que dice que sería humillada si no cuidara la “modestia de sus genitales” vistiéndose con modestia, si fuera sola a lugares tranquilos y no se cambiara detrás de puertas cerradas.
El contenido llamó la atención por la forma en que perpetuó el hecho de culpar a la víctima por el asalto sexual entre las jóvenes. Como resultado del clamor, el Ministerio de Desarrollo de la Mujer, la Familia y la Comunidad anunció en enero que analizaría más detalladamente la falta de educación sexual en las escuelas de Malasia.
Esta no es la primera vez que los padres y la comunidad han logrado usar el poder de sus voces para cambiar el contenido de los libros de texto. El Informe GEM 2017/8mostró que los esfuerzos de promoción en los EE. UU. por la Texas Freedom Network, por ejemplo, hicieron que los editores revisaran un texto cuestionable que distorsionaba los hechos del cambio climático.
En Sudáfrica, un libro de texto de Pearson en circulación durante cinco años, que incluía un escenario de agresión sexual que parecía promover el culpar a la víctima, también se revisó gracias a las redes sociales. Mientras que en Malasia la campaña viral comenzó en Twitter, en el caso sudafricano fue una pregunta de un padre publicada en Facebook en julio de 2016 que inspiró una petición en un sitio web y condujo a que se imprimiera una nueva edición del libro de texto.
Nos complace la noticia que Malasia va a revisar sus libros de texto adoptando una perspectiva de género. Para lograr la igualdad de género, los libros de texto no deben limitar a las mujeres a los empleos que son una simple extensión de sus actividades domésticas y maternas. Además de eliminar las representaciones discriminatorias de género, los libros de texto deben exponer formas comunes de discriminación de género en la sociedad y promover los derechos de las niñas y las mujeres y el derecho a la igualdad de género. Los libros de texto deben garantizar la paridad entre hombres y mujeres, niñas y niños en:
textos e ilustraciones;
la representación de personajes “héroes” y figuras menores;
la posición y el tamaño de los personajes en las ilustraciones;
como se presenta o refiere a figuras conocidas en los campos de la política, la ciencia, la literatura, el deporte, las artes y la economía.
Con testimonios como estos compartidos en las plataformas de medios sociales, la semana pasada, educadores, padres, administradores, estudiantes y sindicatos de maestros celebraron una semana de aprendizaje dinámico de justicia social. Las lecturas de poesía, exposiciones de arte, presentaciones artísticas, presentaciones y discusiones poderosas y poderosas han centrado las experiencias de los afroamericanos y la búsqueda del reconocimiento de nuestra humanidad completa. Para otros estudiantes de color y blancos, también, este aprendizaje ha despertado un compromiso con la equidad y la inclusión. Este enfoque orientado a la acción para aprender sobre la justicia social se llevó a cabo en todo Estados Unidos como parte de una iniciativa de una semana llamada Black Lives Matter at School.
Lanzado por primera vez en el año escolar 2017-2018, después de que un grupo de educadores formara un comité nacional para participar y organizar la justicia racial, Black Lives Matter at School obtuvo el apoyo de sindicatos, distritos escolares, tolerancia de la enseñanza, enseñanza para el cambio y NEA. Este año, la campaña animó a los jóvenes a través de líneas raciales y étnicas, animándolos a pensar y participar activamente en la búsqueda de su propia libertad.
En la zona del casco antiguo de Alexandria, Virginia, la Escuela Jefferson-Houston se distingue como primer Pre-K de la comunidad a 8 ° primaria del Bachillerato Internacional (IB), y es atendido por un conjunto diverso de estudiantes. Jefferson-Houston es aproximadamente el 60 por ciento de afroamericanos, el 20 por ciento de Latinx, el 13 por ciento de blancos y el 7 por ciento de Asia y de raza mixta, según el personal. Los educadores de Jefferson-Houston dicen que Black Lives Matter at School despertó la emoción y la alegría en sus estudiantes. Para tres estudiantes de primer grado musulmanes en particular, esta alegría fue especialmente afirmativa.
Mientras su clase leía » Todos son bienvenidos» , un libro que sigue a un grupo de niños diversos en una escuela donde todos, sin importar su identidad, están afirmados e incluidos, se les pidió a los estudiantes que hablaran sobre lo que vieron en las ilustraciones del libro. Los estudiantes musulmanes en la sala «estaban muy emocionados de verse representados en la historia», dijo a Truthout la coordinadora del IB, Francise Fernández, que es cubana y dominicana. Cuando se le preguntó al final de la lección por qué es importante tener diversidad en una comunidad, Fernández dice que los estudiantes respondieron que «si las personas fueran iguales, ninguno de nosotros aprendería nada». En esta clase, «los estudiantes dirigieron la discusión sobre por qué es importante respetar a todas las personas, independientemente de su color de piel o de dónde sean ”.
Los jóvenes están tan emocionados de escuchar acerca de su belleza inherente en una canción como lo son para verse a sí mismos bellamente ilustrados en un libro ilustrado. Hannah Mengistu, que es blanca, judía y, como ella dice, «Mamá de dos hermosos hijos marrones», enseña kindergarten y 1er grado en Compass Charter School en Brooklyn, Nueva York. Mengistu dice que una cosa que hizo para Black Lives Matter at School fue interpretar una canción de Ella Jenkins llamada «Black Children was Born», una canción encantadora «sobre la grandeza afroamericana y los lazos ancestrales». Según Mengistu, un estudiante negro en el La clase que generalmente no participa en canciones de grupo «cantó cada palabra con orgullo y sintió una sensación de conexión y pertenencia».
Si bien Mengistu dice que es importante que los estudiantes afroamericanos se sientan visibles, agrega que «los niños blancos necesitan comenzar a hacer el trabajo de desempacar el privilegio blanco». Mientras que ella describe a Compass como muy diversa, con japonés, coreano, afroamericano y latinoamericano. y los niños de raza mixta en su comunidad escolar, “La mayoría de los maestros de nuestra escuela son mujeres blancas. Es nuestra responsabilidad, como maestros blancos, hacer este trabajo [de desempacar el privilegio blanco] y ser los únicos en modelarlo para que los niños blancos aprendan que es su responsabilidad y obligación hacer este trabajo y reconocer su propio privilegio blanco. ”
Tal trabajo crítico no ocurre sin una planificación cuidadosa. En Jefferson-Houston, el director Mscott Berkowitz fue la primera persona en la comunidad que sugirió que la escuela participara en Black Lives Matter at School. Fernández y la trabajadora social de la escuela, Karima Wade, investigaron cómo participar y, junto con la psicóloga de la escuela, la doctora Cyril Pickering, asistieron a una Feria de Currículo de Black Lives Matter . Con otros miembros del Equipo de Apoyo Escolar , estos educadores crearon lecciones apropiadas para la edad basadas en los planes curriculares proporcionados por Black Lives Matter at School y DC Educators for Social Justice. Según Fernández, su planificación dio sus frutos.
Para Fernández, el mayor beneficio de hacer Black Lives Matter at School fue la afirmación de los estudiantes afroamericanos. «Nuestro plan de estudios local no es representativo de nuestra población estudiantil», dijo Fernández a Truthout. «Tener la oportunidad de verse en el currículo que se presenta esta semana ha sido muy beneficioso».
Fernández continúa diciendo: “Las lecciones sobre ser de mente abierta y empática han hecho que los estudiantes sean más conscientes de las diferentes experiencias. Esto, junto con tener conversaciones honestas sobre raza, identidad y cultura, ha sido excelente para todo nuestro cuerpo estudiantil «.
Los educadores de Jefferson-Houston y de todo el país utilizaron los temas de orientación coherentes con el movimiento Black Lives Matter. Esta estructura uniforme proporcionó un enfoque temático para las lecciones de toda la semana en las aulas participantes. Los temas incluyeron justicia restaurativa, diversidad, internacionalismo, valor colectivo, familias negras, mujeres negras y más.
De vuelta en Brooklyn, Graham Ford se encuentra a 10 años de edad, 5 ºgrado en la brújula. Graham, que es blanco, aprendió los 13 principios del Movimiento Black Lives Matter y aprendió sobre el privilegio blanco. Dijo: «No creo que sea justo que las personas blancas tengan más ventajas, miren la televisión y vean a personas que se parecen a ellas». Cuando le preguntaron si le gustaría hacer otra semana de Black Lives Matter en la escuela el año que viene, Graham dijo: «Me gustaría aprender más sobre el movimiento, por lo que me gustaría hacer una semana sobre esto en la escuela el próximo año».
Mengistu espera que Black Lives Matter en la escuela pueda crecer, para que los niños como Graham puedan disfrutar de más actividades durante el año escolar. «Insto a todas las escuelas a iniciar esta conversación», dice ella. “Una forma sencilla de hacer esto, especialmente con los estudiantes de primaria, es a través de la lectura de libros y la discusión. Esto puede ayudar a los niños blancos a desarrollar una conciencia sobre su propio privilegio blanco y capacitar a los estudiantes afroamericanos para que tengan un espacio para ser vistos y escuchados «.
Actualmente en el mundo, muchos países presentan áreas de conflicto, perjudicando de forma mayoritaria al colectivo de la infancia, concretamente hasta 420 millones de niños y niñas viven en zonas guerra. Por ello, la Organización líder en defensa de los derechos de niños y niñas, Save The Children, lanza un informe “No a la Guerra contra la infancia” donde revela datos reales del maltrato y asesinato infantil y alerta del aumento de estas cifras cada año. La organización en España crea la campaña #NoaLaGuerraContraLaInfancia donde aprovechan para pedir al gobierno español la suspensión de prácticas llevadas a cabo que alimentan esta catástrofe infantil. La violencia física y sexual contra las niñas ha estado presente también en el informe, pues es considerado como una de las violencias más graves contra la infancia.
Save the Children es la organización líder en la defensa de los derechos de la infancia en todo el mundo. Desde hace 100 años trabaja para asegurar la supervivencia de estos niños y niñas, de su aprendizaje y seguridad. Actualmente opera en más de 120 países, mientras que en España se centra en programas de infancia donde existe pobreza y exclusión social. El objetivo de esta organización es proteger a los menores frente a la violencia y que todos estos niños y niñas puedan disfrutar plenamente de sus derechos, independientemente de su residencia o condición.
Debido al centenario que cumple Save the Children y sobre todo, a las cifras cada vez mayores del riesgo que sufren todos los niños y niñas en todo el mundo, la organización presenta un informe llamado “No a la guerra contra la infancia”, donde revelan los datos alarmantes y explican las medidas necesarias que deben llevarse a cabo para evitar que estas cifras sigan aumentando.
Uno de cada cinco menores de todo el mundo, aproximadamente 420 millones de niños y niñas viven actualmente en zonas de guerra, 30 millones más que en 2016. Hasta un total de 142 millones viven en las denominadas “zonas de guerra de alta intensidad”, donde se producen más de mil muertes al año. Estos países que castigan cruelmente a la infancia son: República Centroafricana, Irak, Mali, Afganistán, República Democrática del Congo, Nigeria, Somalia, Sudán del Sur, Siria y Yemen. En ellos, más de 550.000 niños y niñas menores de cinco años han muerto entre los años 2013 y 2017 y más de 175.000 soldados han sido asesinados en este mismo periodo.
“Se trata de una auténtica guerra contra la infancia: en los conflictos actuales hay cinco niños asesinados por cada soldado muerto en combate. Exigimos a los líderes mundiales que tomen medidas contra aquellos grupos armados, fuerzas militares y Estados que incumplen las leyes y tratados internacionales que les obligar a proteger a la infancia en situaciones de conflicto”, explica Andrés Conde, director general de Save the Children.
En España, la organización Save The Children crea la campaña #NoALaGuerraContraLaInfancia y aprovecha para pedir al gobierno español que suspenda de manera inmediata las transferencias de armas en países en guerra. “Es probable que todas esas armas que se venden desde España, sean utilizadas para atacar contra la infancia”, asegura Conde.
En el informe presentado, se aportan 20 recomendaciones para los Estados e instituciones internacionales con el fin de proteger la seguridad de los niños y niñas durante la guerra. Se establece la edad de 18 años como edad mínima para el reclutamiento militar, así como la prohibición de uso de armas explosivas en áreas pobladas y restricción en la venta de las mismas.Otro tema en cuestión dentro de este mismo informe son las denominadas ‘seis violaciones graves’ por parte del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Hacen referencia al reclutamiento y utilización de niños como soldados, mutilación femenina, violencia física sexual, secuestro, denegación de acceso a la asistencia humanitario y ataques en centros educativos. En el año 2017, se llegó a la cifra más alta de la historia, cuando más de 25.000 de estas prácticas eran denunciadas o constatadas por Naciones Unidas.
“Calculamos que en el país hay más de 24 millones de personas necesitando ayuda humanitaria, las violaciones graves están provocando una situación insostenible”, afirma Sylvia Ghaly, directora de comunicación e Incidencia Polícita de Save the Children en Yemen. Más de 85.000 niños y niñas han muerto en el país de Yemen, desde que se intensificó la guerra hace cuatro años y debido al bloqueo de ayuda humanitaria por parte de los países implicados.
Violencia de género
Una de las violencias que más alerta contra la infancia es la de la violencia física y sexual contra las niñas.
Save The Children pide por ello, que se tenga en cuenta la importancia de los espacios seguros para la infancia durante un conflicto, como medida que garantiza su seguridad, pues cuando los niños y niñas están fuera de estos lugares seguros, como en la escuela, las probabilidades de ser reclutados o víctimas de violencia sexual son mayores.
Por último, destacar el testimonio que recoge el informe de «No a la guerra contra la infancia» de Masika de 15 años, víctima de violencia sexual y procedente de la República Democrática del Congo. Debido al fallecimiento de su padre, sus hermanos y ella fueron incapaces de poder mantenerse por sí mismos, por lo que tuvieron que abandonar el colegio. Masika tuvo que unirse a las filas del grupo armado y asegura “ser la única opción que tenía para sobrevivir”. “Cuando llegué los soldados no paraban de repetirme que me acostara con ellos y no me quedo otra opción que rendirme”. Masika finalmente logró escapar junto a otras dos niñas y pudo regresar a casa con su tío y volver a la escuela.
Save The Children apuesta por todas estas medidas para la erradicación de esta violencia infantil tan extendida. “Pedimos a la comunidad internacional que tenga tolerancia cero ante estas violaciones y que actúe contra los perpetradores”, concluye Andrés Conde, en defensa del testimonio de Masika y de todas las víctimas que lo sufren cada día.
América del Sur/ Colombia/ 26.02.2019/ Fuente: www.elinformador.com.co.
Siete instituciones educativas del Magdalena que fueron afectadas por la temporada de lluvias 2010 – 2011, a esta fecha siguen esperando que sus colegios sean restaurados, los estudiantes dan clases en precarias condiciones mientras el Fondo de Adaptación le da solución a las obras.
Siete instituciones educativas del Magdalena que fueron afectadas por la temporada de lluvias 2010 – 2011, resultaron seleccionadas por el Fondo de Adaptación para la reconstrucción total de sus edificaciones en el 2013. Sin embargo, seis años más tarde, las escuelas siguen inconclusas, mientras los estudiantes padecen por no contar con sedes dignas para asistir a clases.
Se trata de colegios ubicados en los municipios Pijiño del Carmen, Plato, Pedraza, Concordia, Remolino, Zona Bananera y San Zenón; este último, tiene a 485 alumnos recibiendo clases a la intemperie y sin un baño digno.
El proyecto de San Zenón, por ejemplo, contemplaba la construcción de 16 aulas, unidades sanitarias para cubrir las necesidades de 400 estudiantes, una para discapacitados y otra para docentes. Además, una sala de informática, una de nuevas tecnologías, una múltiple, un laboratorio integrado, taller de dibujo técnico-artístico, servicios generales, zona de parqueo, unidad para la dirección administrativa, restaurante y comedor escolar, y una zona recreativa y deportiva de 500 metros cuadrados, pero nada de esto se ha materializado.
Luis Vives González, diputado.
Esperanzas
En noviembre del año pasado el gerente del Fondo de Adaptación, Edgar Ortiz Pabón, se reunió en Bogotá con la gobernadora del Magdalena donde efectuó una exposición sobre el estado contractual de los proyectos de educación, acueducto y alcantarillado, ambiente, salud y vivienda que tienen obras suspendidas en el Magdalena.
Según Ortiz Pabón ya tenía un plan para reiniciar las obras de las instituciones educativas que fueron abandonadas por el contratista Castell Camel, sobre el que cursan acciones jurídicas que buscan resarcir los daños y perjuicios causados.
“La idea es contratar directamente la terminación de las obras de los colegios de Remolino, Concordia, Zona Bananera, Pijiño del Carmen, Pedraza y Plato, antes de concluir el 2018”, explicó.
Pero hasta el momento solo dos de esas obras cuentan con un consorcio que está realizando un inventario de lo que va de ejecución del proyecto para darle continuidad. Este nuevo consorcio tenía cuatro meses a partir de diciembre para realiza el inventario de las obras y tener claridad de lo que encontraron en los lotes.
Ante esto el diputado del Magdalena, Luis Vives González, quien ha seguido de cerca el proceso de construcción de estas instituciones afirmó, “esperamos que en el mes de abril ya estén iniciando las obras para terminar estas dos instituciones, y lo que concierne a las otras cinco, seguimos insistiendo en la respuesta que nos da el Fondo de Adaptación, a pesar que no cumple con los tiempos que habíamos estipulado en la reunión con el subdirector. Nos explican que se presentó un inconveniente puesto que no se presentaron interesados en hacer la obra, sin embargo ya abrieron una nueva licitación con más invitados entonces esperamos que los próximos días nos den la buena noticia de que esas otras cinco obras ya estén contratadas.”
Además expresó que en medio del incumplimiento de los tiempos que había acordado el subdirector anterior, es positivo que este la licitación y esperan corroborar eso cuando ya sepan que el Fondo de Adaptación tiene contratadas las cinco instituciones que faltan.
En albergues improvisados dan clases los estudiantes de la Institución Educativa Departamental El Horno ubicada en San Zenón.
Siguen las necesidades
Por su parte María Turizo, la rectora de la Institución Educativa Departamental El Horno ubicada en San Zenón, que cuenta con 485 estudiantes matriculados hasta el momento, manifiesta que siguen dando clases en precarias condiciones, hace más de un año le están pidiendo a la administración municipal y departamental baños portátiles para los niños y siguen esperándolos.
“Le pedimos a la gobernadora cuando vino unos baños portátiles y no nos lo dan, tocará hacer de nuevo un escrito y llevárselo porque de aquí a que terminen las obras los niños no tienen donde hacer sus necesidades. La alcaldía tampoco nos ha colaborado con eso.”, manifestó Turizo.
Los 485 estudiantes se dividen entre dos jornadas, una en la mañana y otra en la tarde; algunos alcanzan a dar clases en tres salones que no demolieron para su reconstrucción porque estaban en buenas condiciones, y utilizan un cuarto como sala de informática.
El resto de los estudiantes dan clases en albergues improvisados en la calle o en patios de vecinos, utilizando baños prestados porque ni la alcaldía, ni la gobernación han escuchado el clamor de esta comunidad que les pide dos baños portátiles para que tanto profesores como alumnos puedan hacer sus necesidades en un lugar digno.
Ante la nueva concesión la rectora de la institución alberga una luz de esperanza que esta vez sí cumplan, “la actitud que se le vio al ingeniero y el grupo que vino de trabajo es positiva, ellos se comprometieron con el grupo de personas que hicimos la reunión a que ellos si le van a dar cumplimiento al contrato”.
La Institución Educativa Departamental El Horno ubicada en San Zenón, hace más de un año le están pidiendo a la administración municipal y departamental baños portátiles para los niños que tienen que hacer sus necesidades detrás de matorrales o baños prestados, y siguen esperándolos.
Fuente de la noticia: http://www.elinformador.com.co/index.php/el-magdalena/83-departamento/197422-seis-anos-esperando-la-reconstruccion-de-sus-escuelas
América del Norte/ México/ 26.02.2019/ Fuente: www.bcsnoticias.mx.
La Secretaría de Educación Pública (SEP) atiende a 1,800 alumnos que hablan 14 lenguas indígenas a lo largo de la entidad, señaló el titular del Programa para la Atención de la Niñez Indígena y Migrante en Baja California Sur, Jorge Espinoza Hernández.
“La lengua es uno de los grandes elementos que dan identidad a cualquier rincón del mundo”, expresó el funcionario al encabezar las actividades del Día Internacional de la Lengua Materna, celebrado en la primaria para Niños Migrantes Número 14, ubicada en el rancho El Cardonal, en La Paz.
Hay 39 centros de esta modalidad académica activos durante el presente ciclo escolar, siendo 18 primarias, 8 preescolares, 5 secundarias y 8 centros de educación inicial ubicados en La Paz, Mulegé, Loreto y Comondú.
Por su parte, Espinoza Hernández reiteró en la importancia de fortalecer la práctica de los diferentes dialectos, para promover su uso entre los educandos y evitar que se extingan. En el país hay 64 lenguas indígenas en peligro de extinción, puntualizó.
Finalmente, alumnos que integran al plantel no. 14 participaron en actividades multidisciplinarias como poesía y canto indígena; también se desarrolló un repertorio musical para promover la educación inclusiva y de calidad.
Fuente de la noticia: http://www.bcsnoticias.mx/en-bcs-1800-alumnos-indigenas-migrantes-reciben-educacion-en-39-centros-escolares-sep/
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