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Vivir en tiempos de incertidumbre

Fuente BID / 1 de enero de 2017

Citando la célebre frase de Borges, “la realidad no siempre es probable ni plausible”. Al menos eso parece en América Latina y el Caribe: de todos los posibles resultados, el que hemos experimentado no es el que muchos habrían predicho. Además, cuando miramos hacia el futuro, las previsiones actuales muestran fuertes diferencias entre países y están sujetas a una elevada incertidumbre.

Acercándonos a fin de año, y con uno nuevo por comenzar, veamos algunas estadísticas. El promedio simple del PIB per cápita a valores de PPA (tipo de cambio con paridad de poder adquisitivo) de los 26 países en América Latina y el Caribe es de aproximadamente USD14.000. Chile, Panamá y Uruguay han tenido notables resultados en los últimos años, y el ingreso per cápita se sitúa actualmente por encima de USD21.000 en los tres países y se prevé que supere los USD25.000 hacia 2020. Debido al fuerte crecimiento en la década de 2000, después de la desastrosa crisis de 2002, Argentina acaba de alcanzar la marca de USD20.000 y suponiendo que se recupere de la actual recesión, según las previsiones, podría llegar a los USD23.000 hacia 2020. Otros países no tienen resultados tan buenos. Por ejemplo, el PIB per cápita de Venezuela ha disminuido de un máximo de USD18.600 en 2013 a sólo USD15.000, según estas estadísticas.

 

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Sin embargo, ¿cómo son los resultados de la región en términos relativos? En el Gráfico 2 hemos normalizado el porcentaje de cada país en el PIB global per cápita según el promedio de cada país a lo largo de todo el período, de modo que si un país mantiene su porcentaje (o, en otras palabras, su ingreso per cápita sigue el ritmo del promedio global), el resultado es una línea horizontal en 1.

 

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Este gráfico ilustra los desastrosos años ochenta, la llamada década perdida, cuando el país típico en la región perdió aproximadamente el 30% de su porcentaje en el PIB global per cápita, pérdida que en algunos casos fue de hasta el 50%. En los años noventa, la región perdió algo más de terreno y la década de 2000, a pesar del auge de las materias primas, fue esencialmente plana. El rasgo destacable a partir de 2010 ha sido una notable divergencia. Panamá, República Dominicana y Costa Rica son los tres países con el nivel final más alto (es decir, la predicción para 2021) en comparación con los promedios del período, seguidos de cerca por Chile (que ha perdido cierto terreno en los últimos años) y Perú, que ha tenido resultados espectaculares desde 2001 según estas estadísticas. Estos países han aumentado su PIB per cápita de manera considerable en comparación con el resto del mundo. En el otro extremo, Venezuela, Brasil y Ecuador son los tres países que previsiblemente habrán perdido más terreno hacia 2021 en relación con sus promedios para el período. Desafortunadamente, se prevé que el promedio simple de los 26 países miembro prestatarios del BID disminuya aún más en relación con el resto del mundo en los próximos años.[1]

Sin embargo, estas predicciones vienen acompañadas de una seria advertencia en materia de salud. Seis países en la región se encuentran actualmente en recesión (Argentina, Brasil, Ecuador, Surinam, Trinidad y Tobago, y Venezuela) y es sumamente difícil prever una expansión cuando el crecimiento actual es negativo. Si bien la mayoría de los analistas prevé que sólo dos de los seis países seguirán en recesión en 2017 (Ecuador y Venezuela), la incertidumbre se cierne sobre sus perspectivas de crecimiento (probablemente negativo) y sobre la fortaleza de la recuperación de los otros cuatro. Si se retrasa la recuperación en Argentina y Brasil de tal manera que ambos países pierden media desviación estándar de su crecimiento a lo largo de los próximos dos años, la pérdida total del PIB en los próximos tres años equivaldría al 3,1% del PIB regional.[2] El crecimiento en 2017 sería de 0,7% en lugar de 1,7% del escenario base. Naturalmente, si la recuperación es más fuerte de lo previsto, el crecimiento regional aumentaría, como se ilustra en el Gráfico 3.

 

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También hay una incertidumbre considerable en relación con las perspectivas económicas en Estados Unidos, que son absolutamente cruciales para México, América Central y el Caribe, e importantes para prácticamente todos los países. El presidente electo de Estados Unidos ha mencionado un conjunto de ambiciosas intervenciones en las políticas de impuestos, infraestructura, comercio, desregulación y reforma migratoria, para nombrar sólo cinco ámbitos potencialmente importantes. Las medidas que impulsan el crecimiento de Estados Unidos deberían ser positivas para América Latina y el Caribe, aunque las mayores tasas de interés resultantes tendrían un efecto negativo. Sin embargo, las medidas que cierran Estados Unidos al comercio de bienes y al movimiento de personas podrían ser muy negativas para la región.

Los países se verán afectados de maneras diferentes. El impacto en México dependerá crucialmente de las futuras relaciones comerciales, dada la enorme importancia de Estados Unidos para las empresas localizadas al sur del Río Grande. En el Caribe, la ventaja podría ser un aumento de la demanda de exportaciones, incluyendo el turismo, versus el costo de tasas de interés más altas que tendrían impacto sobre todo en los países con mayores niveles de deuda. Los precios de las materias primas han aumentado desde la elección en Estados Unidos dada la mayor demanda prevista en este país (y a pesar de la apreciación del dólar y de tasas de interés más altas que tienden a deprimir al sector de las materias primas) y las recientes medidas de la OPEP para disminuir la producción de petróleo. Los precios más altos de las materias primas darán impulso a diversos países de la región, sobre todo en América del Sur.

Sin embargo, la incertidumbre persiste en relación con las políticas que realmente se llevarán a cabo en Estados Unidos. Esta incertidumbre es en sí misma perjudicial. El precio de los préstamos a los mercados emergentes ha aumentado, los flujos de capital han disminuido, las monedas se han depreciado y se ha observado una caída notable en la emisión de bonos soberanos de las economías emergentes en las últimas semanas. Si bien los mercados bursátiles se han disparado al alza en Estados Unidos, lo cual supuestamente anticipa lo mejor, los mercados emergentes han reaccionado muy negativamente, al parecer temiendo lo peor.

A medida que se muevan los engranajes de la compleja máquina de formulación de políticas en Estados Unidos y se definan más claramente las políticas públicas y las medidas, la incertidumbre debería disminuir. Como declaró la presidenta de la Reserva Federal Janet Yellen cuando esa entidad aumentó las tasas de interés el 14 de diciembre, en el futuro la política monetaria dependerá de lo que realmente suceda y, si bien actualmente el miembro medio del FOMC prevé tres subas de las tasas de interés en 2017, el famoso gráfico de “dots” revela diferencias de opinión entre los miembros del FOMC. Al igual que la política monetaria de Estados Unidos, las perspectivas económicas para la región en 2017 y años posteriores serán sumamente “dependientes de los datos”. América Latina y el Caribe está acostumbrada a tratar con la incertidumbre; puede que los próximos años pongan a prueba esa resiliencia, una vez más dependiendo de cuán improbable sea la realidad que se avecina.

 

[1] Si bien no es el objeto de este blog, esto subraya la necesidad de aumentar la inversión y la productividad, sobre todo teniendo en cuenta la desaparición prevista de un fuerte bonus demográfico que aumentó la contribución de la fuerza laboral en los últimos años. Para un debate, ver Anexo A (pp. 65-69) del Informe Macroeconómico de América Latina y el Caribe de 2014.

[2] Media desviación estándar de crecimiento es 3% para Argentina y 1,5% para Brasil. El impacto regional total incluyó el shock en cada país y el impacto combinado en otros países de la región.

 

El autor de esta nota:

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Andrew Powell

Andrew Powell

Andrew Powell es el Asesor Principal del Departamento de Investigación (RES). Llevó a cabo sus estudios de pregrado, maestría y doctorado en la Universidad de Oxford. Hasta 1994 se dedicó a trabajar en la academia en el Reino Unido como becario en el Nuffield College de Oxford y fue profesor asociado (catedrático) en las universidades de Londres y Warwick. En 1995 trabajó en el Banco Central de Argentina donde fue nombrado Economista Jefe en 1996. A finales de los años noventa representó a Argentina como diputado G20/G22 y fue miembro de tres grupos de trabajo G22: resolución de crisis, fortalecimiento de sistemas financieros y transparencia. En 2001 regresó a la academia a la Universidad Torcuato Di Tella ( Buenos Aires, Argentina) como profesor y director del Programa de postgrados en finanzas. El Dr. Powell ha sido investigador visitante en el Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Universidad de Harvard. Él se vinculó a RES en 2005 como Economista Investigador Líder y en 2008 se desempeñó como Asesor Económico Regional para los países del Caribe, y luego regresó a RES como Asesor Principal. Ha publicado numerosos documentos académicos en prestigiosas revistas académicas en temas como mercado de materias primas, administración de riesgos, rol de las multilaterales, regulación, banca y finanzas internacionales. Recientemente editó el libro Calidad de vida en las ciudades latinoamericanas: mercados y percepciones. Actualmente su trabajo de investigación se enfoca en las consecuencias económicos de la reciente crisis financiera global, flujo de capitales y regulación macro prudencial y bancaria para las economías emergentes.

 

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América Latina, el Caribe y PISA: un largo camino por recorrer

Fuente BID / 1 de enero de 2017

Durante los últimos 25 años, los países de América Latina y el Caribe han hecho una fuerte apuesta a la educación como un camino hacia sociedades más igualitarias y prósperas. Hoy, la región gasta en promedio 3 puntos porcentuales más de su PIB en educación que a comienzos de los años 90, y el gasto se aproxima con rapidez a los niveles del mundo desarrollado. La matriculación en escuelas primarias se ha vuelto casi universal y en escuelas secundarias ha aumentado notoriamente, a casi 80%. La educación se entiende como un derecho básico. Millones de niños, que en generaciones anteriores hubieran estado destinados a un futuro de trabajos manuales, ahora tienen muchas más oportunidades educativas y profesionales.

Sin embargo, los resultados recientes del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés) revelan que la región tiene un largo camino por recorrer para alcanzar los estándares educativos de muchas partes del mundo desarrollado. PISA consiste en pruebas de matemática, lectura y ciencia que se toman cada tres años entre estudiantes de 15 años y permiten realizar comparaciones entre países y elaborar rankings. Los resultados para América Latina y el Caribe son desalentadores como mucho. Según un análisis realizado por el Sector de Educación del BID, los 10 países de la región están en promedio 2,5 años de educación por detrás del promedio de la OCDE, con rankings bajos en las tres áreas. En ciencia, por ejemplo, la región se ubica en el tercio inferior del ranking. Chile tiene el mejor desempeño al ubicarse en el puesto 44, comparado con Singapur en el primer puesto, Estados Unidos en el puesto 25, y la República Dominicana en el último escalón, en el puesto 70. Además, la mitad de los estudiantes de la región no han alcanzado el nivel de ciencia más básico, donde pueden identificar una explicación apropiada, interpretar datos e identificar la pregunta que se aborda en un experimento simple. Los resultados en otras áreas son similares: alrededor del 46% de los estudiantes no alcanzan el nivel más básico en la prueba de lectura, al igual que el 63% en la de matemática, según un estudio del BID.

Los motivos de estos fracasos son complejos, y van desde un mal desempeño de los padres hasta baja calidad de enseñanza. Pero las ramificaciones se extenderán hacia el futuro. Si América Latina y el Caribe busca conseguir el nivel de ingresos del que disfrutan los países desarrollados, deberá mejorar su educación para que las personas lleguen al mercado laboral con habilidades mucho mejores.

Todo comienza en el hogar. Durante los años de escuela primaria, los padres en la región pasan en promedio 4,5 horas por semana ayudando a sus hijos con su tarea, una cifra comparable a la de Estados Unidos. Además, destinan en promedio alrededor de 6,5% del presupuesto del hogar a gastos relacionados con desarrollar habilidades, incluyendo útiles, transporte y gasto en escuelas privadas. Eso supera apenas el gasto en EE.UU., aunque parte de la diferencia se debe al mayor porcentaje de hogares de la región que envían a sus hijos a escuelas privadas. Pero los padres latinoamericanos sin dudas están comprometidos con la educación y el éxito de sus hijos. No está claro por qué ese compromiso no se traduce en mejores resultados.

Hay algunas pistas. Como reveló un estudio del BID sobre la primera niñez, la incidencia de los castigos corporales duros en ocho países de la región oscila entre 30% y 40%, y según sugieren algunos estudios puede tener efectos socio-emocionales y de aprendizaje duraderos, que se prolongan hasta la adolescencia e incluso la adultez. Además, hay una gran variación entre países y grupos socioeconómicos en la cantidad de tiempo que pasan los padres leyéndoles a sus hijos pequeños, práctica que los ayuda a desarrollar vocabulario y destrezas cognitivas.

En tanto, las escuelas primarias a menudo no logran preparar a los niños para los años posteriores de educación. Un instrumento conocido como Metodología de observación de Stallings ayuda a analizar cómo se utiliza el tiempo dentro de las aulas de escuelas primarias. Según un estudio del Banco Mundial que utiliza ese instrumento, los maestros en la región dedican a la enseñanza entre 25 y 35 puntos porcentuales menos que el nivel de referencia deseable, y de 10 a 20 puntos porcentuales más a la administración del aula. Además, una alta proporción de maestros, según otro estudio, enseña información incorrecta o no corrige a los estudiantes cuando se equivocan. Esos errores se magnifican. Los estudiantes de escuela primaria de la región suelen tener un mal desempeño en las evaluaciones internacionales de habilidades por área en comparación con sus pares de países desarrollados.

Para cuando los estudiantes llegan a la escuela secundaria, puede ser difícil ponerse al día, en especial cuando persisten algunas de las mismas fallas de enseñanza. Por supuesto, algunos sistemas escolares están adoptando ideas innovadoras y captando maestros talentosos para mejorar su desempeño. Y hay variación dentro de la región. A nivel nacional, por ejemplo, tanto Colombia como Perú han logrado mejoras significativas en las tres áreas de las pruebas PISA. Perú es uno de los seis países que mejoran más rápido entre todos los que rinden el examen. Pero al ritmo actual de mejora, Colombia necesitará 29 años para alcanzar los puntajes promedio de la OCDE y Perú necesitará 21 años, según el análisis del BID. Chile, que no ha registrado mejoras en ciencia ni en matemática desde 2000, nunca alcanzará el promedio de la OCDE. Tampoco lo lograrán Brasil, Costa Rica, México ni Uruguay.

La región debe trabajar para lograr un cambio contundente en sus sistemas educativos para poder reducir la pobreza de forma significativa e impulsar la productividad. Comprometerse es clave. No es casualidad que Singapur, que ha dedicado décadas a mejorar su sistema educativo, haya pasado de ser una sociedad mayormente analfabeta a mediados de los años 60 a convertirse en una potencia educativa que obtuvo los resultados de PISA más altos del mundo. Será un largo camino que requiere de investigación, desarrollo y el uso sistemático de evidencia como se sostiene en nuestro próximo libro insignia “Aprender mejor: políticas públicas para el desarrollo de habilidades”, que será publicado por el BID a mediados de 2017.

 

 

Los autores de la nota:

The Author

Matías Busso

Matías Busso

Matias Busso es Economista Senior en el Departamento de Investigación del Banco Interamericano de Desarrollo. Es también Economista Investigador en el Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (CEDLAS) de La Plata Argentina y miembro del comité ejecutivo del Network of Inequality and Poverty en LACEA. Su investigación utiliza teoría y evidencia empírica para analizar el diseño de políticas publicas más efectivas en áreas relacionadas con el mercado laboral, educación y productividad. Matias obtuvo su Doctorado en Economía en la Universidad de Michigan en 2008. Ha publicado artículos de investigación en la»American Economic Review» y en «The Review of Economics and Statistics» entre otros.

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Steven Ambrus

Steven Ambrus trabajó como corresponsal de los medios masivos de comunicación de Estados Unidos y de Europa durante dos décadas en América Latina cubriendo política, educación, medio ambiente y otros temas. El trabaja actualmente en la unidad de comunicaciones y publicaciones del Departamento de Investigación del Banco Interamericano de Desarrollo BID.

Enlace: http://blogs.iadb.org/Ideasquecuentan/2016/12/13/america-latina-el-caribe-y-pisa-un-largo-camino-por-recorrer/
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Los sindicatos de la educación de Asia-Pacífico se centran en la Agenda 2030 de la Educación

Fuente Internacional de la educación / 1 de Enero de 2017

Los sindicatos de la educación de Asia-Pacífico se centran en la Agenda 2030 de la Educación (21 de diciembre 2016)

La consulta de dirigentes sindicales de la educación pone el acento en la aplicación de la Agenda de la Educación 2030 en la región de Asia-Pacífico.

 

La consulta regional convocada del 15 al 17 de diciembre por la Oficina Regional de la Internacional de la Educación de Asia Pacífico (EIAP), ubicada en Bangkok, Tailandia, puso el acento en la Agenda de la Educación 2030 y en  los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). A la reunión asistieron más de 25 dirigentes, de 17 sindicatos de la educación, de Camboya, Fiyi, Indonesia, Malasia, Myanmar, Filipinas, Pakistán, Tailandia y Vietnam. También participaron en la consulta representantes de la Unesco, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y de Action Aid International.

Agenda transversal

Los participantes aplaudieron la Agenda de la Educación 2030 y acordaron intensificar la colaboración necesaria para lograr los ODS. Además, es preciso transversalizar la Agenda de la Educación integrándola en las agendas por el trabajo decente y por la igualdad, a fin de promover la educación de calidad para todos y para todas, poner fin a la discriminación y la exclusión y garantizar un trabajo decente para todos los trabajadores y trabajadoras, incluidos los docentes.

Los participantes destacaron, paralelamente, que la Agenda de la Educación 2030 no se logrará si los gobiernos de la región no mejoran el acceso a una educación pública de calidad. También deben fortalecer el sistema educativo público, aportando los fondos adecuados, contratando a docentes con formación y cualificación, mejorando la infraestructura escolar y creando escuelas pensadas para los niños y niñas.

Un derecho humano

“Una educación de calidad, financiada públicamente, es un derecho humano fundamental y una responsabilidad de los gobiernos”, afirmó Agni Deo Singh, miembro del Comité Regional de la EIAP. “Nosotros, los educadores y educadoras, no debemos permitir que la educación caiga en manos de las corporaciones y debemos unirnos para reclamar a los gobiernos que cumplan sus responsabilidades y compromisos”.

Anand Singh, de la IE, instó a los sindicatos de la educación a redoblar sus esfuerzos para lograr que sus gobiernos traduzcan sus compromisos en medidas reales a escala nacional.

El camino a seguir

Al finalizar la reunión de consulta, los participantes elaboraron estrategias de sensibilización encaminadas a ejercer presión para que los gobiernos implementen los ODS. Sus planes de sensibilización sobre los ODS se dirigirán a los miembros de los sindicatos y a la opinión pública; se centrarán en el diálogo social entre gobiernos y partes interesadas, en establecer contactos y desarrollar la solidaridad entre sindicatos y organizaciones de la sociedad civil, además de en la difusión de la información sobre los ODS a través de las redes sociales, incluidas las plataformas digitales.

Los participantes decidieron, además, integrar las labores de sensibilización y concientización sobre la Agenda de la Educación 2030 en los programas y actividades de sus sindicatos.

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BM/Uruguay: Proyecto educativo favorece primera infancia y transición de primaria a secundaria

Fuente  Banco mundial / 1 de enero de 2017

Más de 90 mil alumnos y docentes de educación inicial y primaria se verán beneficiados por un préstamo por US$40 millones aprobado por el Directorio Ejecutivo del Banco Mundial (BM). Parte de los desembolsos del préstamo dependerán del logro de metas específicas, representando así el primer préstamo que incorpora un enfoque basado en resultados para el sector de educación en el Uruguay.

El proyecto beneficiará en forma directa a 86 mil estudiantes y 4 mil maestros, inspectores y directores de Escuelas de Tiempo Completo (ETC), y favorecerá en forma indirecta a 350 mil estudiantes y maestros del sistema de educación inicial y primaria mediante la implementación de nuevos y mejorados mecanismos de monitoreo y evaluación.

“Uruguay ha hecho importantes esfuerzos para mejorar el acceso y la calidad de la educación de los niños y niñas del país, pero aún persisten importantes desafíos. A través de este nuevo proyecto, el Gobierno de Uruguay ha decidido continuar enfrentando las dificultades en materia de tasas de repetición, los cuellos de botella críticos en el proceso de transición entre primaria y secundaria, el acceso incompleto a la educación temprana, así como la necesidad de evaluación adecuada, afirmó Danilo Astori, Ministro de Economía y Finanzas de Uruguay.

El Proyecto Mejora de la calidad de la educación inicial y primaria en Uruguay continuará apoyando la expansión del modelo de Escuelas de Tiempo Completo (ETC), al tiempo que apuntará a mejorar las prácticas de enseñanza y la evaluación en la educación inicial y primaria. Asimismo, financiará proyectos pilotos orientados a fortalecer la transición entre primaria y secundaria.

El modelo de Escuelas de Tiempo Completo inició en Uruguay a mediados de la década de 1990, con el apoyo del Banco Mundial. Su valor agregado proviene principalmente de una extensión del número de horas de clase (de 4 a 7,5), que da tiempo para consolidar lo aprendido, las habilidades no cognitivas, y apoyar a los estudiantes en riesgo de fracaso escolar. Además, este modelo pedagógico apoya una nutrición adecuada (especialmente para los más vulnerables) y permite que los padres, y especialmente las madres, trabajen. Aproximadamente la mitad de los estudiantes que asisten a Escuelas de Tiempo Completo pertenece al 40 por ciento de menores ingresos de la población.

“Las habilidades de los escolares uruguayos – lo que aprenden y saben – determinará el futuro del país. Este proyecto adopta un enfoque integrador en la preparación de los estudiantes, especialmente a los más vulnerables, para la secundaria”, aseguró Jesko Hentschel, Director del Banco Mundial para Argentina, Paraguay y Uruguay. “Apoyamos la expansión del modelo de escuelas de tiempo completo de Uruguay, pero el enfoque va mucho más allá, empezando por los más pequeños, capacitando a los maestros y apoyando las transiciones escolares”, agregó.

El proyecto se enfocará en:

Educación inicial. Contribuirá a que más niños de tres años se incorporen al sistema educativo y reciban educación de calidad. Se prevé la construcción de nuevas aulas y la creación del sistema de formación en servicio para docentes de educación inicial. Contempla también la consolidación del Sistema de evaluación inicial temprana, un mecanismo de retroalimentación para que los maestros comprendan el progreso y las etapas de desarrollo de sus estudiantes y cuenten con información que les permita actuar para que los alumnos alcancen el nivel de desarrollo que corresponde a su edad.

Educación primaria. Financiará la expansión de Escuelas de Tiempo Completo, así como mejoras en las edificaciones y fortalecimiento de la capacidad docente, con especial énfasis en atender a aquellos estudiantes que están rezagados. En materia de infraestructura, se prevé la construcción, rehabilitación y ampliación de aproximadamente 20 ETC, además del mantenimiento de construcciones ya existentes. Se capacitará a supervisores, directores de escuelas y maestros de educación primaria en ETC para fortalecer el desarrollo de competencias cognitivas y las habilidades socioemocionales de los estudiantes rezagados.

Transición primaria – secundaria: Se brindará apoyo a los estudiantes en riesgo durante su transición a la educación secundaria. Específicamente, se brindará entrenamiento a los docentes de sexto grado de ETC en aquellas habilidades necesarias para el éxito de los estudiantes en la educación secundaria tales como organización y técnicas de estudio y fortalecimiento de conocimientos clave como escritura y lectura. Asimismo, el proyecto introducirá un conjunto de alianzas piloto entre colegios de Primaria y Secundaria, con el objetivo de fortalecer la transición de los estudiantes entre dichos niveles.

Monitoreo y evaluación.  El proyecto procurará contribuir a la mejora de la capacidad de monitoreo y evaluación del sistema educativo. Entre las acciones previstas se cuenta la creación de un Sistema de Alerta Temprana que permitirá la detección oportuna de los estudiantes en riesgo y la focalización de los programas específicos de prevención del abandono.

El préstamo del Banco Mundial de US$ 40 millones es de margen variable, y el plazo de pago es de 20.5 años, con un período de gracia de 15 años.

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Tomaron el Ministerio de Educación en rechazo a una nueva ola de despidos

Fuente: política argentina / 1 d Enero de 2017

Ante el desmantelamiento de programas y el inminente despido de cerca de 3000 trabajadores, resolvieron en asamblea permanecer en el edificio a la espera de una respuesta. El ministro Esteban Bullrich, en tanto, está de vacaciones.

Una semana después de la toma de cinco días en el Ministerio de Ciencia, la misma medida se resolvió esta mañana en la cartera que conduce Esteban Bullrich. Ante el desmantelamiento de programas y el anuncio de una nueva ola de despidos –que alcanzaría a 400 docentes-, trabajadores en asamblea decidieron permanecer en la sede de avenida Santa Fe al 1500 hasta obtener una respuesta. El ministro, en tanto, está de vacaciones.

“Los compañeros despedidos decidieron hacer una ocupación pacífica del edificio, acompañados por la por la junta interna de delegados y la conducción de ATE Capital, en respuesta a los 2600 tutores despedidos y 400 casos entre asistentes técnicos y de planta transitoria”, explicó Luciano Fernández, secretario gremial de ATE Capital, en diálogo con Política Argentina.

 La jornada de protesta comenzó con una asamblea a las nueve en la sede del Palacio Pizzurno, con asistencia masiva. Luego, unos 500 trabajadores se trasladaron hasta la sede de Santa Fe, donde la toma se concentró en el primer piso. Además, se realizó un corte parcial de calle en Santa Fe y Montevideo. “Nos quedamos a la expectativa de que algún funcionario se comunique y que reviertan la medida”, destacó Fernández.

La convocatoria a la asamblea de esta mañana se fomentó en los últimos días, tras la publicación en el Boletín Oficial de una serie de resoluciones que ponían en jaque al programa de formación docente Nuestra Escuela y luego de que trascendiera que 400 docentes serían despedidos en los próximos días.

 

 

http://www.politicargentina.com/notas/201612/18603-tomaron-el-ministerio-de-educacion-en-rechazo-a-una-nueva-ola-de-despidos.html

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Teaching kids philosophy makes them smarter in math and English

Fuente;  qz.com/ 1 de enero de 2017

Schools face relentless pressure to up their offerings in the STEM fields—science, technology, engineering, and math. Few are making the case for philosophy.

Maybe they should.

Nine- and 10-year-old children in England who participated in a philosophy class once a week over the course of a year significantly boosted their math and literacy skills, with disadvantaged students showing the most significant gains, according to a large and well-designed study (pdf).

More than 3,000 kids in 48 schools across England participated in weekly discussions about concepts such as truth, justice, friendship, and knowledge, with time carved out for silent reflection, question making, question airing, and building on one another’s thoughts and ideas.

Kids who took the course increased math and reading scores by the equivalent of two extra months of teaching, even though the course was not designed to improve literacy or numeracy. Children from disadvantaged backgrounds saw an even bigger leap in performance: reading skills increased by four months, math by three months, and writing by two months. Teachers also reported a beneficial impact on students’ confidence and ability to listen to others.

The study was conducted by the Education Endowment Foundation (EEF), a non-profit group that wants to close the gap between family income and educational attainment. The EEF tested the effectiveness of the philosophy intervention through a randomized controlled trial, similar to the way many drugs are tested.

Twenty-two schools acted as a control group, while students at the other 26 took the philosophy class (which met once a week for 40 minutes). The researchers tried to control for school quality: in each one, at least a quarter of students received free lunch and many had significant populations performing below grade level.

The beneficial effects of philosophy lasted for two years, with the intervention group continuing to outperform the control group long after the classes had finished. “They had been given new ways of thinking and expressing themselves,”said Kevan Collins, chief executive of the EEF. “They had been thinking with more logic and more connected ideas.”

England is not the first country to experiment with teaching kids philosophy. The program the EEF used, called P4C (philosophy for children), was designed by professor Matthew Lippman in New Jersey in the 1970s to teach thinking skills through philosophical dialog. In 1992, the Society for the Advancement of Philosophical Enquiry and Reflection in Education (SAPERE) was set up in the UK to emulate that work. P4C has been adopted by schools in 60 countries.

SAPERE’s program does not focus on reading the texts of Plato and Kant, but rather stories, poems, or film clips that prompt discussions about philosophical issues. The goal is to help children reason, formulate and ask questions, engage in constructive conversation, and develop arguments.

Collins hopes the latest evidence will convince heads of schools, who have significantly more power in the UK than in the US, to make room for philosophy in their budgets. The program costs schools £16 ($23) per student to run.

Programs like this “push you toward teaching up, not down, to disadvantaged children,” Collins told Quartz. “It’s not a reductionist, narrow curriculum, but an expansionist broad curriculum.”

According to the EEF, 63% of British 15-year-olds achieve good results on exams, compared with 37% of disadvantaged students. The group hopes that by using evidence-based research and randomized controlled trials, schools will adopt the most effective policies to address the disparity.

Socrates said that “true knowledge exists in knowing that you know nothing.” But to close the gap in education outcomes, some teachers seem to believe that philosophy has an important role to play.

 

 

http://qz.com/635002/teaching-kids-philosophy-makes-them-smarter-in-math-and-english/?utm_source=atlfb

 

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México: Arte contra las balas, la fórmula de la maestra Marisol

Fuente El Pais/ 1 de enero de 2017

En un pueblo de Sinaloa, uno de los Estados más afectados por la guerra contra el narco, una profesora emprendió un proyecto artístico para apartar a sus alumnos de la violencia

En el cuarto de una casona de paredes anchas y amplios ventanales Marisol le pidió a sus alumnos que guardaran silencio para leerles Donde viven los monstruos, un cuento que narra las aventuras imaginarias de Max, un niño que desde su habitación viaja a una misteriosa selva. La figura espigada de la maestra comenzó a recorrer el improvisado salón de clases mientras leía pacientemente las páginas del libro. A su alrededor, unos treinta niños sentados en el piso la oían atentos. Ahí, entre los muros de la vivienda donde dos puertas de madera sostenidas en cubetas servían de mesas, sus alumnos lograban olvidar lo que se vivía en sus casas y en las calles del pueblo. Era la primavera de 2010 y La Noria —un poblado serrano de Sinaloa— resistía los embates de la guerra contra el narco que iba dejando cientos de desplazados, miles de desaparecidos y familias incompletas.

En esos meses de 2010, mientras la maestra reunía a los niños y organizaba a la comunidad para terminar de habilitar la casona antigua como taller, los ataques eran recurrentes. Las autoridades informaban sobre hombres encapuchados que incendiaban las viviendas apostadas en los cerros y los militares emprendían la búsqueda de pistoleros que entraban en la madrugada a las comunidades y rafagueaban casas. En medio de las persecuciones y los enfrentamientos a balazos las familias huían despavoridas con lo único que llevaban puesto. La Noria —de unos 1.250 habitantes— se iba deshabitando poco a poco.

Marisol Lizárraga cuenta que la gente estaba tan asustada que permanecía encerrada en sus casas. Los niños, que acostumbraban a correr en la plazuela por las tardes, también estaban bajo llave. “En las carreteras tiraban descuartizados, se llevaban gente, llegaban y tumbaban las puertas de las casas”, dice la maestra. El miedo se apoderaba tanto de sus vecinos que llegó a pensar que el pueblo podía quedar solo. “Fue entonces cuando me dije: si estas personas ven una población sola, eso se presta para que la tomen, así que pensé: vamos saliendo, dejemos de estar encerrados y fue cuando se me ocurrió empezar actividades con los niños”, recuerda.

Las actividades artísticas comenzaron en la plazuela del pueblo y en el 2010 con sus ahorros pagó el alquiler de una casona donde comenzaron formalmente las clases de pintura y lectura. Actualmente, además de servir de aula para sus talleres, es un museo donde se exhiben jarrones indígenas, ollas antiguas, monedas y petroglifos que los pequeños recolectan en el monte. La renta del lugar la continúa pagando de su bolsillo. “Actualmente debo casi un año de rentas, pero la casera me espera, poco a poco le voy abonando”, explica. Aunque presentó ante las autoridades del Gobierno del Estado, la propuesta para crear un centro comunitario, sólo ha obtenido indiferencia.

La Noria es una sindicatura de Mazatlán —el destino turístico más importante de Sinaloa— que se compone por nueve barrios y 13 comisarías (poblados alejados de la cabecera municipal) distribuidos en territorios sinuosos. Debido a su riqueza cultural en algún momento la localidad fue candidata a ser distinguida como pueblo señorial (como un pueblo mágico). El año en que Marisol comenzó los talleres la violencia en Sinaloa se había desbordado. El 2010 hubo 2.210 homicidios en todo el Estado —unos seis muertos al día— mientras que un año antes habían ocurrido 1.251. En los diez años de la guerra contra el narco emprendida por el expresidente Felipe Calderón y perpetuada por Enrique Peña Nieto en Sinaloa han ocurrido casi 13.000 asesinatos.

Sonrisas desdibujadas

Conforme transcurrían los talleres Marisol se fue percatando de la tristeza que había en sus alumnos por la violencia vivida en el pueblo. Le preocupaba cuando en las clases de pintura algún pequeño dibujaba pistolas, rifles o llenaba de cruces negras algún paisaje. En diciembre de 2012 las cartas de deseos que escribieron para Navidad estaban repletas de mensajes cargados de tristeza. Juan David y Carlos Enrique, hijos de un leñador desaparecido, pedían que su padre pasara la Nochebuena con ellos. Paola, otra niña del poblado, dibujó un muñeco de nieve y después de pedir una laptop, se sumó a las súplicas de tranquilidad. “No queremos vivir más aterrados”. Uno de sus compañeros pedía paz para su pueblo. “Yo quiero que los locos se desaparezcan por favor”, escribió Lupita, una niña de 8 años.

Marisol fue descubriendo la importancia de mantener a los niños entretenidos en el arte. Ahora los dibujos cargados de furia son cada vez menos. “El acercarlos a la cultura los vuelve niños más sensibles y ven la vida de forma distinta”, asegura. Para esta maestra de 39 años, su gran logro ha sido alejarlos de la narcocultura y apartarlos de actividades ilícitas. “Yo pienso que si en vez de interesarse por un arma, ellos se interesan por una profesión, ya hemos hecho mucho”, manifestó.

Un remanso de paz

Este medio día soleado de diciembre —cuando visitamos a Marisol en su taller— la maestra les pide a sus alumnos escribir sus deseos de Navidad, como cada año. La mayoría pide juguetes y zapatos. Una pequeña se levanta de la silla y lee su cartita en voz alta. «Yo quiero durar toda la vida», dice. La profesora cuenta que ese deseo es porque hace unos años sus padres fueron asesinados. «Es muy común que ellos reflejen en sus expresiones lo que sienten o están viviendo», explica.

Unas horas después de impartir el taller, Marisol estará con un grupo de niños especiales a los que ayuda a mejorar en su aprendizaje. Esta madre soltera todos los días toma un autobús que la lleva de la Noria a Mazatlán en un trayecto de 45 minutos para trabajar en una primaria de las periferias del puerto.

Juan Antonio Salas lleva toda su vida viviendo en La Noria. Cuenta que en 2010 cuando se desató la violencia pensó en mudarse con su esposa y sus hijos a Mazatlán. Después de consensuarlo, su familia decidió quedarse. En esos años a punta de balas, los talleres de Marisol fueron un respiro porque ahí sus niños se mantenían ocupados y tranquilos. “Nosotros nomás le pedíamos que hiciera los talleres temprano, antes de que oscureciera”, cuenta.

Su hijo Juan, de 13 años, es uno de los alumnos más antiguos de Marisol. El señor Salas cree que es un niño más responsable y aplicado. Para el padre de familia, la maestra hace un trabajo admirable. Sin recibir ningún sueldo, dice, ha dedicado cientos de días a los pequeños del poblado y ha buscado mantener el museo abierto a toda costa. “Es una gran maestra, ha hecho un trabajo admirable por los niños de La Noria”, resume con un tono de satisfacción.

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