Chile/23 de mayo de 2016/ Fuente: Entorno inteligente
la tercera / Si bien el debate en educación en Chile se ha concentrado en los últimos años en la educación terciaria, existen importantes desafíos en los niveles anteriores, tanto en acceso como en calidad. En acceso, la Casen 2013 muestra que la matrícula en educación primaria es casi universal, mientras que la tasa neta de asistencia en educación preescolar es de 49% y en educación secundaria de 73%. La matrícula en ambos niveles es mayor al menor nivel de ingreso familiar. El bajo acceso a educación preescolar es preocupante considerando lo importante que es la estimulación inicial en el desarrollo de los niños. La deserción en educación secundaria afecta negativamente las perspectivas de los jóvenes, no sólo a través de su menor escolaridad, sino que en la disminución del tiempo protegido que pueden obtener dentro de la escuela. Este fenómeno es común a toda la región. Bassi et al (2014) estiman que en América Latina y el Caribe sólo un 46% de los estudiantes termina la educación secundaria.
Las estadísticas del Mineduc (2013) indican que la tasa de deserción en 2011 fue de 3%, lo que equivale aproximadamente a 91.000 jóvenes y niños que no se encuentran matriculados en el sistema. Esta tasa aumenta sustancialmente en I Medio. Existen muchos factores que pueden determinar esta deserción. Las notas, el comportamiento y la asistencia son algunos predictores (Allensworth and Easton, 2007). Las condiciones económicas y familiares naturalmente también afectan. Sin embargo, es esperable que estos factores sean relativamente constantes en el tiempo y, por lo tanto, no podrían explicar esta alza inusual en la deserción en I Medio. Una fracción importante de los estudiantes en Chile asiste a educación básica en establecimientos que no tienen educación media; es posible que en esa transición se produzca una dificultad de adaptación a la nueva escuela. Existen políticas sistémicas que deberíamos considerar para disminuir esta deserción: estudiar la relevancia del currículum, atender las situaciones de riesgo y mejorar la comunicación de la escuela con las familias, entre otras. Existen también iniciativas de bajo costo que pueden ser consideradas y útiles para algunos estudiantes.
El Review of Economics and Statistics publicó el estudio Investing in Schooling in Chile: The Role of Information about Financial Aid for Higher Education realizado con Taryn Dinkelman (Dartmouth College). En esta investigación realizamos un video de 15 minutos que mostraba alternativas de financiamiento para la educación superior con testimoniales de personas que, viniendo de situaciones socioeconómicas desafiantes, habían logrado estudiar después del colegio. Exhibimos este vídeo a alumnos de 8° básico en escuelas vulnerables de la Región Metropolitana. Utilizando una metodología experimental, encontramos que los alumnos que vieron el vídeo y debían escoger escuela para su enseñanza media, con información que les sería útil cuatro años después, aumentaron su asistencia y cambiaron el tipo de escuela en la que se matricularon para I Medio. Eventualmente esto puede afectar su probabilidad de continuar en la escuela. Obviamente, iniciativas de este tipo no van a resolver la totalidad de los desafíos de la educación, sin embargo, son políticas de bajo costo que pueden cambiar las trayectorias de algunos alumnos.
Fuente: http://www.entornointeligente.com/articulo/8445577/Desercion-Escolar-Innovemos
Imagen: http://www.el-nacional.com/sociedad/Inicio-pupitres-Omar-VelizEl-Nacional_NACIMA20120917_0246_6.jpg