Ese colectivo integra personas que se reconocen como lesbianas, gays, bisexuales, transgéneros e intersexuales.
El texto, aprobado con 135 votos a favor, 57 en contra y ocho abstenciones, impide realizar propaganda, así como promover e incitar de cualquier forma, directa o indirectamente, ideas y puntos de vista relacionados con la orientación sexual no tradicional y la determinación de una identidad de género distinta de la biológica.
Los diputados definieron “orientación sexual no tradicional” como aquello diferente de los conceptos generalmente aceptados e integrados en la tradición jurídica búlgara de atracción emocional, romántica, sexual o sensual entre personas de sexos opuestos, según la agencia de noticias BTA.
Renacimiento defendió en un comunicado que la ley debería tener “un impacto positivo” y “fortalecer los valores tradicionales cristianos de la familia, el amor y el respeto”, según la tradición cultural, educativa y jurídica en Bulgaria.
Lo que intentaron imponer durante décadas acaba de fracasar en Bulgaria. Bulgaria dio un ejemplo positivo que muy pronto podrán seguir otros países, señaló el presidente del partido, Kostadin Kostadinov.
Otros países europeos, como Georgia, Hungría y Rusia propusieron en su momento medidas similares.
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