Page 622 of 6178
1 620 621 622 623 624 6.178

España: La UNED abre un aula para que internos de la prisión accedan a cursos virtuales

Europa/España/23-07-2021/Autor(a) y Fuente: www.elcomercio.es

El director del centro asociado de la UNED en Asturias, Juan Carlos Ménendez, y la directora del centro penitenciario de la región, Nieves Martínez, inauguraron ayer un aula de informática para que los internos puedan acceder a cursos virtuales de manera autónoma. El programa en centros penitenciarios de la UNED consiste en el asesoramiento semanal de los estudiantes ya matriculados en un grado y de quienes se preparan para el acceso a la Universidad para mayores de 25 y 45 años. Un profesor-tutor del centro realiza una visita semanal en la que sirve de enlace con el profesorado de la sede central de la UNED en Madrid de cada una de las asignaturas, entrega los documentos que constituyen el temario de las materias, tramita las consultas y envía a los equipos docentes los trabajos de los internos. Además, se mantiene un servicio de préstamo de la biblioteca de la UNED a la de la prisión para acceder a lecturas obligartorias y complementarias. El pasado curso, la UNED contó con veintiún estudiantes en el centro penitenciario. Nueve, de grado.

Fuente e Imagen: https://www.elcomercio.es/asturias/uned-abre-aula-20210716010237-ntvo.html

Comparte este contenido:

¿Quién gana (y quién pierde) con la cultura digital?

Por: Aquiles Lázaro

2020 y 2021, años de pandemia, han provocado un explosivo crecimiento del consumo cultural en plataformas digitales. Ante el cierre de museos, restaurantes, cines, bares, conciertos, etc, mexicanas y mexicanos se volcaron masivamente a la infinita oferta de entretenimiento del mundo online.

La digitalización cultural es un fenómeno relativamente nuevo, que en nuestro país solo ha comenzado a hacerse masivo en los últimos diez años. Sin embargo, el impacto que está teniendo en la configuración del perfil cultural de nuestra población es contundente y de una velocidad impresionante.

Las principales plataformas habían venido experimentando, ya desde antes de la pandemia, un crecimiento impetuoso. Veamos algunos ejemplos respaldados por cifras. Para 2019, 56% de la música que se escuchaba en México provenía de plataformas de streaming (mercado claramente dominado por el gigante sueco Spotify), según un reporte de la Federación Internacional de la Industria Fonográfica. Para el mismo año, Netflix llevaba apenas ocho años operando en México, y sus ganancias en el mercado nacional se habían incrementado 153 veces entre 2011 y 2019, de acuerdo con información de la propia empresa. Otros gigantes relevantes son YouTube, Claro video, Amazon, HBO, Disney o Cinépolis.

El espacio de este texto es insuficiente para abordar siquiera superficialmente todas las implicaciones que esta “conversión” al mundo digital tiene para la sociedad mexicana. Pero propongo, al menos, una breve enumeración con pros y contras que, en principio, pretende ser desprejuiciada.

Las ventajas para el público de consumidores no son despreciables. La practicidad es absoluta: la oferta casi infinita puede consultarse tanto desde la comodidad de casa como desde la incomodidad del transporte público (recordemos que en las grandes ciudades de México, el trabajador promedio pasa varias horas al día trasladándose a su trabajo). También debe reconocerse el papel positivo que estas prácticas tuvieron para aquellos que tuvieron la posibilidad (económica sobre todo) de confinarse durante la pandemia, haciendo el encierro menos tormentoso.

Pero, sin engañarnos, los verdaderos ganadores de este fenómeno son los gigantes transnacionales del sector, que reportan especialmente en Latinoamérica ganancias faraónicas.

Las desventajas son, por desgracia, múltiples y de más graves implicaciones. Como un asunto de salud pública, no es necesario repetir lo dañino de estas prácticas, principalmente sedentarias y asociadas a múltiples complicaciones por el uso prolongado de pantallas, audífonos, dispositivos inalámbricos, etc. Desde el punto de vista cultural, dicha tendencia tensa el yugo de la dependencia cultural al producir, en diversos niveles, contenidos principalmente homogéneos y unidireccionales, que inhiben el diálogo con el espectador y que invisibilizan manifestaciones culturales fuera del canon comercial, mutilando así la diversidad inherente a toda sociedad.

Lo mencionado antes sobre los beneficios económicos de las empresas de entretenimiento digital contribuye, además, y de acuerdo con una tendencia general hace mucho tiempo descubierta por el marxismo en la economía, a acelerar la centralización de los capitales, principalmente hacia empresas asentadas en los países dominantes —aunque también es cierto que, en menor medida, a grandes consorcios de capitales locales—.

Por último, y uno de los puntos más relevantes en la coyuntura política actual, es necesario recordar que, de una manera directa, el crecimiento explosivo de estas prácticas representa un desafío —si no una frontal amenaza— para los expertos que trabajan en el diseño de políticas culturales públicas en las que el Estado conserve su papel rector como regulador de una oferta cultural más educativa, más plural y más incluyente. En este sentido, resulta ingenuo decir que los recortes y ataques del sexenio actual representan un estancamiento para el sector cultural público; es más objetivo asumir que se trata de un franco retroceso.


Aquiles Lázaro es promotor cultural e investigador del Centro Mexicano de Estudios Económicos y Sociales

Fuente de la información e imagen: https://cemees.org

Comparte este contenido:

México: Colectivas feministas y Unach entregan “Protocolo de atención a víctimas de violencia de género” a Inmujeres

Por: Voces feministas

“Estamos sumamente orgullosas de lo que el día de hoy hemos construido, y estamos conscientes que ahora el principal reto es vigilar el debido cumplimiento de este protocolo en toda la universidad”.

Tuxtla Gutiérrez, Chiapas / Stephanía González.- Ayer por la noche fue entregado por colectivas universitarias feministas e integrantes de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach) a Kyra Nuñez, consejera y representante del Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) el “Protocolo de actuación ante situaciones de violencia, violencia de género, hostigamiento, acoso sexual y/o discriminación”, para su revisión y sugerencias desde una perspectiva nacional.

Dicho protocolo fue exigido y elaborado por la Red de Colectivas Feministas Universitarias de Chiapas (RECOFUCH) y alumnos de la comunidad estudiantil. Como uno de los puntos del pliego petitorio, tras manifestaciones y plantones por el feminicidio de Mariana Sánchez, estudiante de la Unach, que vivió acoso sexual pero ninguna institución atendió su denuncia adecuadamente, semanas después fue asesinada en el municipio donde realizaba su servicio social.

Para las colectivas universitarias feministas este proceso “fue uno de los pasos de la cristalización de todo el trabajo que hemos venido haciendo, nosotras peleamos y prácticamente luchamos muchísimo para poder obtener este protocolo” comentó Mafer, integrante de la RECOFUCH.

Kyra Nuñez, integrante de INMUJERES | Foto: Facebook Unach

Mafer, comentó que el protocolo se comenzó a trabajar desde los días que estuvieron en el plantón, es decir, desde el mes de febrero para detectar las fallas que se encontraban en el anterior y fueron extensas horas en las mesas de trabajo que duraron casi tres meses. En estás mesas estuvieron presentes estudiantes de diferentes colectivas feministas, como Fidelia Brindis de Brujas (Facultad de Humanidades), Elena Poniatvoska y Ari de Hienas de Aline (Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia), Mafer de Dalias (Facultad de Derecho) y Emilia Balmanoaceda de Rosa Luxemburgo (integra varias facultades de la Unach) así como integrantes de la Comisión de Género y diferentes departamentos de la Unach como la Dra. Patricia Chandomí, Enrique Serrano Alfaro y Liliana Bellato.

El Protocolo de actuación ante situaciones de violencia, en un principio estuvo enfocado hacía la eliminación de la violencia de género y actuar contra casos de acoso y hostigamiento, pero éste responderá a alumnas, estudiantes, maestras, administrativas y cualquier persona que pertenezca a la comunidad universitaria. Por esta razón decidieron hacerlo interseccional para abarcar diferentes grupos que han sido vulnerados. “Tuvimos la participación de la comunidad LGBT, a personas con discapacidad, a personas de comunidades indígenas”, informó Mafer. El protocolo describe cuáles y cómo funcionan los mecanismos de defensa “si eres violentado de cualquier forma”. Se planea también que dicho protocolo sea traducido a lenguas originarias que se requieran.

Cabe resaltar que este reglamento no sólo protegerá a personas que actualmente son parte de la comunidad unachense, sino para aquellas personas que ya fueron egresadas sin importar el lapso transcurrido de la agresión, la denuncia deberá ser atendida.

Existen dos tipos de actuación, las recomendaciones y las sanciones. Las recomendaciones podrán ser desde recibir cursos o pláticas, y las sanciones las determinará las y los abogados de la universidad, las cuales podrán ser desde amonestaciones, rescisión de contrato hasta expulsiones o cancelación de contrato.

“Es un esfuerzo reflejado y también saber que va haber un cambio en la universidad. Que nuestras compañeras van a tener instancias a dónde acudir y sobre todo también saber que siempre van haber estás redes de apoyo por parte de nosotras […] que no se sientan solas, que siempre va haber alguien que les va a creer, que las va apoyar y que las va acompañar durante su proceso”, expresó Mafer.

Integrantes de RECOFUCH | Foto: Dalias Colectiva Universitaria

Omisión en el Presídium

Las estudiantes fueron notificadas de la entrega del protocolo el mismo día por la mañana. Durante la ceremonia (video) estuvieron presentes en la mesa de presídium sólo la Dra. Kyra Nuñez, representante del INMUJERES, y de la Unach la Dra. Deysi Escobar Castillejos presidenta en turno de la junta de gobierno, María Eugenio Culebro Mandujano, Secretaría General, Enrique Serrano Alfaro, de la Defensoría de los Derechos Universitarios y Carlos Nataren Nandayapa, Rector de la universidad. Sin embargo ninguna integrante de la Red de Colectivas Feministas Universitarias fue invitada a formar parte de la mesa.

Ante esta omisión expresaron que “el patriarcado siempre nos está violentando de una u otra forma, entonces yo creo que es parte de esto, el todavía no reconocernos como responsables o autoras de este protocolo y querer mantener esta jerarquía de poder […] quieran o no aquí estamos y vamos a llevar el crédito que nos corresponde”.

Aunque tanto el Rector y el encargado de la Defensoría de los Derechos Universitarios nombraron y agradecieron la realización de este protocolo a las estudiantes, no fueron invitadas para emitir su opinión o declarar lo que significaba y la importancia que este tenía. Ante este hecho antes de finalizar la ceremonia y que las y los presentes se levantaran, dos alumnas, integrantes de RECOFUCH, se apropiaron del micrófono y emitieron el siguiente comunicado:

Estamos sumamente orgullosas de lo que el día de hoy hemos construido, y estamos conscientes que ahora el principal reto es vigilar el debido cumplimiento de este protocolo en toda la universidad, seremos vigilantes tanto en su implementación como en su cumplimiento.

Reconocemos que el trabajo hecho en coordinación con las áreas de género que se abrieron en esta universidad ha sido clave y seguimos en total disposición de continuar trabajando mano a mano siempre, de manera crítica y con el único objetivo de crear espacios seguros para todas nuestras compañeras y compañeros, espacios donde puedan ser libres, donde puedan ser ellos mismos en su esencia.

Mafer agradeció también a todas las personas que brindaron su apoyo entre ellas la defensora y abogada Martha Figueroa y la periodista Sandra de los Santos. Recalcó que “nuestro objetivo siempre fue ver por nuestras compañeras, darles herramientas y sobre todo alzar nuestra voz”. Se espera que después de la revisión por Inmujeres el protocolo sea publicado de manera virtual en las plataformas digitales de la Unach para su implementación.

“Nunca más tendrán la comodidad de nuestro silencio, levantemos la voz, escribamos, hermanas, que durante años se nos fue negado, por las que ya no están, por las que aún nos acompañan y por las que vendrán”.



Alumnas exigen a la Unach un compromiso en atención a sus demandas y no simulación

Fuente de la información e imagen: https://vocesfeministas.mx

Comparte este contenido:

De neoliberalismo, lucha sindical y solidaridad cooperativa

Por: La coperacha

El día en que la Cooperativa Pascual apoyó la huelga de la Cervecería Modelo.

El 15 de febrero de 1990 los obreros de la Cervecería Modelo pararon la fábrica para demandar la jubilación a los 30 años de labores sin límite de edad. El cura obrero, Carlos Rodríguez Rivera, participó en la huelga que resistió 70 días los embates de la alianza llamada “Charro, gobierno y patrón”.

Carlos narra los eventos que marcaron esta experiencia en su libro: 1990 Huelga en la Cervecería Modelo. En charla con La Coperacha enfatiza “hubo  vasos comunicantes que para las fibras de Pascual fueron altamente sensibles con aquel movimiento de huelga”.

En la alianza contra los obreros estaba el dirigente sindical Fidel Velázquez subordinado al gobierno presidido por Carlos Salinas de Gortari, privatizador de empresas estatales y de la banca. Su gobierno, a través del secretario del Trabajo Arsenio Farell, intervino para que se declarara la huelga inexistente en menos de 20 horas.

Se completó la alianza con el patrón Juan Sánchez-Navarro, reconocido ideólogo del sector empresarial y vicepresidente de la Modelo. Esta empresa era para entonces la principal cervecera de México y de América Latina, y la tercera exportadora mundial de cerveza.

El panorama era adverso para los 5 mil 200 obreros que exigían jubilarse a los 30 años de labores. Realizar su trabajo dañaba su salud pues se exponían a temperaturas extremas, humedad ambiental y altos niveles de ruido, relata Carlos Rodríguez.

Gráfica de Rini Templeton

La alianza solidaria de mil millones de pesos
El soldador Cristóbal Ramírez, miembro del Comité de Huelga, cuenta a La Coperacha que al declararse inexistente “nos amparamos y entregamos las listas de asistencia de la Asamblea que votó por la huelga”. Así respondían a la Junta Federal que descalificaba la legalidad del movimiento.

La juez tercera de Distrito, Edith Cervantes, tuvo que conceder la suspensión definitiva y la huelga volvió a tener validez legal, “no les quedó de otra, pero fijó una fianza de mil millones de pesos a pagar en efectivo. Condición cabrona para hacer valer un derecho inequívoco”, señala Carlos Rodríguez.

Cristóbal Ramírez, tesorero durante la huelga, detalla que tenían cinco días para reunir con sus compañeros los mil millones en efectivo y llevarlos a la Junta Federal. Agradece el apoyo del diario La Jornada para publicar un desplegado “dirigido al pueblo de México solicitando su solidaridad”.

La respuesta llegó a la huelga y desfilaron hombres y mujeres dando su préstamo y su nombre para reunir el monto exigido como fianza. También recibieron el apoyo de organizaciones como Ruta 100, el SME, los colonos de Naucopac y la Asamblea de Barrios, de la que Cristóbal formaba parte.

El plazo vencía el miércoles 7 de marzo y la noche anterior tenían 650 millones de pesos, “ya nos dábamos por perdidos”, recuerda Cristóbal. Pero a la mañana siguiente recibieron la llamada de la cooperativa Pascual, “¿cómo van compañeros? Les dije, andamos re’mal, no la hicimos”.

Los de la Pascual le recomendaron “conservar 150 de los 650 millones para continuar la lucha y nosotros les llevamos los otros 500 millones para juntar los mil”. Cinco minutos antes de que venciera el plazo, cuenta Cristóbal, “llevamos nuestra parte en botes de basura y la Pascual llevó la suya”, y así en tiempo récord se cumplió la exigencia que parecía imposible de lograr.

Esa batalla ganada la tiene muy presente Cristóbal: “Los diarios de la tarde decían que los trabajadores de la cervecería Modelo cumplieron. Lograron juntar mil millones de pesos y ya depositaron su fianza. Eso fue un logro de todo el pueblo”.

La llamada de Farell
El cooperativista de Pascual, Abad García, comenta a La Coperacha que apoyaron a los obreros de la Modelo pero que les pidieron discreción “porque teníamos una relación no tan buena con Farell, el secretario del Trabajo, pero la noticia fue publicado a ocho columnas”.

La llamada telefónica de Farell no se hizo esperar, “nos preguntó, ¿qué había pasado? ¿Por qué esa actitud? Y ya le dijimos que ellos (los obreros) tenían la razón y ya no hubo más consecuencias”. Abad agrega en tono de broma, ”y le dijimos que con nuestro dinero podemos hacer lo que queramos”.

Abad enfatiza que desde el triunfo de Pascual se acordó en Asamblea ser solidarios con las organizaciones que estuvieran en conflicto: “Años después con los compañeros de Euskadi, también fue contundente nuestro apoyo”.

Gráfica de Rini Templeton

El trago amargo
El 17 de marzo la aplanadora “Charro, gobierno y patrón”, aceitada por los grandes medios de comunicación, reprime la huelga de la Modelo. Nueve días después los convoca a negociar el “mediador” del salinismo, el regente del Distrito Federal: Manuel Camacho Solís.

El libro de Carlos Rodríguez recoge el clima del conflicto: Para el patrón Juan Sánchez Navarro, “los trabajadores están legalmente despedidos”. Camacho, va al grano,” tienen la legalidad en su contra. Negocian o negocian”. Además, la cervecera ya funcionaba con esquiroles enviados por Fidel Velázquez.

La resistencia concluye el  26 de abril con ocho puntos de acuerdo, entre ellos, la reinstalación de los 5 mil 200 huelguistas despedidos, menos un grupo que los patrones señalarían. “Nos tragamos la píldora de la amargura. Primero dijeron que iban a ser 100 despedidos, después otros 30, 20 más y al final otros 4, ahí salió mi nombre”, cuenta Cristóbal.

Para Carlos, el movimiento fue una prueba difícil “para la CTM, los patrones y el gobierno”. Piensa que fue un modelo de huelga “bajo las premisas de ayuda mutua, honestidad, democracia y solidaridad”.

Pascuales, nunca cambien
Uno de los ocho puntos acordados con Manuel Camacho fue recuperar la fianza exigida por la juez y que fue reunida gracias a la solidaridad social.

Cristóbal narra que la Pascual les abrió un punto en su asamblea para dirigirse a los cooperativistas “y agradecer y entregar el cheque con la cantidad que nos prestaron. Fue una asamblea muy emotiva”.

Finaliza Cristóbal la entrevista con un mensaje que pareciera dirigido a los asistentes de aquella asamblea memorable: “Nuestro agradecimiento a la Pascual y esperemos que nunca cambien”.

Fuente de la información e imagen: https://lacoperacha.org.mx

Comparte este contenido:

Precarización docente, educación superior y neoliberalismo

Por: Pablo Hernández Jaime

1. Retraso en el pago a profesores de la UNAM y paros virtuales

Amediados de marzo del año en curso, cientos de profesores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)[1] no habían recibido su sueldo correspondiente, cuando menos, al semestre agosto-noviembre de 2020 y muchos de los que sí recibieron algún pago, lo recibieron incompleto. La situación había llegado a su límite. Los profesores, la gran mayoría de tiempo parcial, se movilizaron. Y como resultado, para el 23 de marzo, al menos 20 facultades de la UNAM ya estaban en paro virtual[2].

Las denuncias y protestas ayudaron a visibilizar el problema. La UNAM reconoció su falta, anunció que realizaría los pagos pendientes y para fines de mes reportó que ya estaba al corriente con 98% de su planta docente; esto, sin embargo, suponía que aún había profesores sin recibir su sueldo. De manera que el problema sigue sin solución definitiva, aunque con la promesa de que los pagos terminarán de realizarse durante abril[3].

Sobre las causas del problema, la UNAM informó que fueron el resultado de “complicaciones de carácter administrativo” derivadas del “confinamiento obligado del personal por la emergencia sanitaria.”[4]

La respuesta es verosímil, aunque poco satisfactoria. Es cierto que el problema de pagos a profesores, al menos con esta magnitud, no es frecuente. Sin embargo, tampoco es un problema absolutamente nuevo. En una nota publicada por el Instituto Mexicano de la Radio (IMER) se puede leer el testimonio de José Padilla, un ayudante de profesor de la Facultad de Ciencias, quien a finales de 2020 identificó irregularidades con su pago de nómina, por lo que empezó una serie de aclaraciones[5].

“«A mí me dieron de febrero a septiembre (…) ocho mil pesos, yo me quedé en shock, metí aclaraciones, me puse a leer todos los contratos colectivos del trabajo y metí la declaración y me devolvieron 15 mil pesos. La dirección general de personal dice que si ya pasó un año ya no puedes aclarar, entonces eso es un problema porque yo tengo problemas desde 2016, 2017 y 2018 y al intentar aclarar me dicen que ya perdí ese dinero, que ya lo intente para la próxima (…) Este problema lleva ocurriendo en mi caso en particular desde 2016 y hay casos de compañeros con estos problemas desde 2009…»”

Ahora bien, es claro que los casos particulares no hacen tendencia y que un testimonio no permite hacer generalizaciones; sin embargo, no es el único dato anecdótico al respecto[6] [7].

Pero la cuestión central es otra. El problema del retraso en pagos a profesores, la gran mayoría (si no es que la totalidad) de tiempo parcial, no nos habla solo de la coyuntura, sino de la vulnerabilidad estructural en que se encuentra un gran número de docentes universitarios.

2. Precarización docente y profesores de tiempo parcial

Hablamos de un problema de precariedad laboral en la labor docente. Los profesores de tiempo parcial son profesores con contratos temporales, con dificultades (o de plano imposibilitados) para acceder a prestaciones, antigüedad, definitividad y estímulos[8]. Son profesores que trabajan “a destajo” y que, para completar sus ingresos, muchas veces deben tener dos o más empleos, pues las horas que pueden llegar a conseguir en una institución, muy probablemente, no serán suficientes para adquirir siquiera la canasta alimentaria recomendada, tal y como ocurre en la UNAM, donde, si eres profesor de asignatura nivel A necesitas conseguir al menos 21 horas a la semana para poder adquirir la canasta alimentaria recomendada, y si eres ayudante de profesor de asignatura nivel B entonces necesitas al menos 25 horas.[9]

La cuestión es grave. 25 horas frente a grupo son, en promedio, 5 horas diarias durante la semana laboral. Pero por cada hora de clase se necesita tiempo adicional para preparar contenido y atender evaluaciones. De manera que el tiempo real destinado a la labor docente es mayor a las horas frente a grupo. Y, sin embargo, se necesitan al menos 21 o 25 horas para alcanzar la canasta alimentaria recomendada. Esta canasta, de acuerdo con el Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la UNAM, “se encuentra conformada por 40 alimentos, sin incluir los gastos que requieren su preparación, ni tampoco el pago de renta en vivienda, el transporte, vestido, calzado, aseo personal y muchos otros bienes y servicios que entran dentro del consumo de una familia (…) de 4 personas (2 adultos, un/a joven y un/a niño/a)” [10]. De manera que ni teniendo la suerte de conseguir 21 o 25 horas a la semana, los profesores de tiempo parcial en la UNAM estarían en condiciones de obtener un salario digno.

Sin embargo, este no es un problema exclusivo de los profesores de la UNAM. La condición de profesor de tiempo parcial se ha vuelto una generalidad en el subsistema de educación superior mexicano. De acuerdo con las Dras. Angélica Buendía y Abril Acosta, en México, durante “2019, aproximadamente el 75% del total de profesores que atienden la educación superior eran de tiempo parcial; 59% contratados en las públicas y 85% en las privadas.” [11] [12] En otras palabras, uno de cada cuatro profesores universitarios en México es profesor de tiempo parcial, lo que supone una situación laboral bajo un esquema de contratación temporal y, más o menos, todo lo que ya se mencionó antes.

3. ¿Un problema de asignación interna o un problema estructural del sistema educativo?

Demos un paso atrás para analizar una cuestión adicional. El problema que nos convocó fue el adeudo de pagos a profesores de la UNAM. Y fue la denuncia de este problema lo que puso el tema de la precariedad sobre la mesa. Y, como es lógico, fue así como también empezó la búsqueda de explicaciones.

La UNAM, por su parte, se limitó a decir que sencillamente todo había sido un problema administrativo derivado del confinamiento. Sin embargo, sabemos que, aunque no ocurría con esta magnitud, el problema en realidad tampoco es nuevo. La discusión, entonces, se trasladó a la precariedad docente. Pero aquí también hay puntos de vista diferentes. Por un lado, están las investigadoras, como Angélica Buendía y Abril Acosta, que presentan el problema de manera estructural y transversal al subsistema de educación superior. Y, por otro lado, están los que consideran que el problema es de pura y llana distribución interna del presupuesto; de manera que, si hay precarización docente, no es tanto por problemas más generales como la restricción presupuestal, sino por la corrupción o por la existencia de una “casta dorada” de burócratas e investigadores que, acaparando recursos, mantienen en carencia a los profesores de tiempo parcial[13].

El problema con este último punto de vista, sin embargo, es que resulta bastante unilateral. Incluso resulta conveniente si el objetivo del análisis es no llegar a la raíz del problema. Pero vamos por partes. Es cierto que allí donde hay corrupción hay un uso ineficiente de los recursos; de manera que, si se elimina la corrupción, los recursos rendirán mejor. Aquí no hay secreto. Asimismo, es verdad que allí donde hay distribución desigual de recursos, unos terminarán favoreciéndose en detrimento de otros. Acá tampoco hay secreto. Por lo tanto, quienes argumentan que eliminando la corrupción de la UNAM y acabando con las élites se solucionará la precariedad docente, están diciendo algo que es intuitivo y, hasta cierto punto, plausible, pero que no explica satisfactoriamente la transversalidad del problema en el subsistema de educación superior.

¿Acaso la corrupción y las “élites burocráticas universitarias” explican que tres de cada cuatro profesores universitarios en México estén contratados bajo un esquema de tiempo parcial? ¿Quiere esto decir que las universidades privadas, donde hay una mayor contratación de este tipo, hay también más corrupción y elitismo? ¿Podemos decir, entonces, que la asignación presupuestal del Estado mexicano a educación superior es suficiente y que, en cambio, son las instituciones las que están haciendo un mal uso de estos recursos, dando como resultado la precarización docente? Para tener más claro el problema, veamos una perspectiva un poco más amplia.

4. Una conjetura sobre política educativa y precariedad docente

Para entender la precariedad docente, que es transversal a la educación superior, hay que entender el problema a nivel estructural. Y para comprender la configuración actual del problema, hay que observar su proceso de conformación.

La organización actual de la educación superior en México es resultado de las decisiones políticas de los últimos 40 años. Tras la crisis de la deuda, las políticas económica y social de México fueron reorientadas bajo un esquema de neo-liberalización. La receta, básicamente, consistía en lo siguiente. Primero, promover la estabilidad macroeconómica, manteniendo controladas la deuda pública, la inflación y la balanza comercial; segundo, desregular la economía, “promoviendo la libre competencia”, lo que supone no solo garantizar un estado de derecho para proteger la propiedad y dar certidumbre a la inversión, sino la promoción de beneficios fiscales, el establecimiento de políticas de flexibilización laboral para atraer inversión, la privatización de empresas paraestatales y el establecimiento de acuerdos y tratados de libre comercio; y, finalmente, mantener controlado el gasto público, tanto de inversión como social, esto último, con el objetivo de que el Estado no acapare posibles áreas de inversión privada, como la vivienda, la salud y la educación, todo, bajo el supuesto de que, al estar bajo un esquema de libre competencia, las empresas proveedoras tenderán a elevar la calidad y reducir los precios. En términos generales estas han sido las reglas de nuestra política económica y social desde 1982.

Bajo este contexto, la educación superior se enfrentaba a un dilema. Por un lado, la sociedad, siguiendo la promesa de movilidad social, demandaba mayor cobertura y acceso a las universidades. Mas, por otro lado, se imponían restricciones al gasto público derivadas de la construcción de un nuevo modelo económico; y las decisiones de política educativa se ajustaron a esta tendencia. Así, por ejemplo, comenzó un proceso de desregulación de la educación superior privada; de manera que, tan solo entre 1990 y 2015, el número de unidades privadas de educación superior pasó de 464 a 2,619[14]. Otra medida fue la diversificación del financiamiento institucional[15]; en otras palabras, se buscaba que las instituciones de educación superior se hicieran cargo, al menos parcialmente, de la obtención de sus propios ingresos, lo que ha llevado, entre otras cosas, al aumento de cuotas de inscripción en algunas universidades.

Pero lo que impactó directamente en la labor docente fue, en primer lugar, la desregulación institucional de “los términos y procedimientos de ingreso, promoción y permanencia del personal académico”[16] en las universidades. Y segundo, el establecimiento de programas de estímulos por competencias y bajo criterios de productividad, como el Sistema Nacional de Investigadores: “por primera vez se daría paso a una política que aportaría ingresos adicionales, no salariales, a profesores universitarios que, como resultado de una evaluación específica, obtendrían reconocimiento y estímulo por la calidad de sus productos y actividades.”[17]

En pocas palabras, la política del periodo neoliberal en materia de educación superior ha consistido en abrir el camino a las instituciones privadas y restringir el presupuesto a las públicas, exigiendo a estas últimas cubrir parte del financiamiento y dándoles facilidades para manejar sus propios esquemas de contratación, al tiempo que ha creado políticas de estímulos no salariales para incentivar la competencia y la productividad entre investigadores. Y por si esto fuera poco, habría que considerar dos aspectos adicionales que solo contribuyen a agravar el problema: el primero es la constante, aunque relativamente lenta, expansión de la educación superior pública y, el segundo, es la reducción real del presupuesto y de los salarios debido a la inflación, todo lo cuál solo contribuye a aumentar las restricciones económicas de instituciones y profesores.

De manera que las universidades en México, unas buscando maximizar su ganancia y otras tratando de ajustarse a las restricciones presupuestales, cuentan con todos los incentivos y facilidades para promover, sistemáticamente, esquemas de contratación de profesores a tiempo parcial. Por supuesto, esto no excluye la posibilidad de que al interior de las universidades haya corrupción y privilegios; sin embargo, el problema de fondo no es ese, sino la configuración general del subsistema de educación superior en los marcos del neoliberalismo.

5. Orientaciones mínimas para un cambio

Todo empezó con el adeudo de sueldos a profesores de la UNAM. La discusión de este problema nos llevó a considerar la precariedad docente y sus explicaciones. Unos se han centrado en denunciar la corrupción y la desigualdad al interior de la UNAM. Sin embargo, el problema resulta ser estructural. La precarización docente es tan solo un resultado de la forma en que se han configurado las políticas y el subsistema de educación superior en los marcos de un proyecto de neo-liberalización. El problema es, entonces, más profundo. Y las soluciones posibles solo podrán llegar a realizarse si se aborda el problema en sus dimensiones reales. No es que la corrupción y las elites burocráticas de esta o aquella institución no sean un problema. Es que no son el único problema y acaso tampoco son el principal, al menos en cuanto a precarización docente se refiere. Para pensar, siquiera, en solucionar estos problemas, es necesario un cambio de lógica en las políticas económica y social. Es necesario pasar a esquemas de tributación progresiva y aumento en el gasto social. Es necesario promover la protección laboral de los trabajadores en general y de los trabajadores de la educación en particular. Pero como esto no ha ocurrido y no parece que vaya a ocurrir por la sola voluntad de los gobiernos, es entonces necesario que estudiantes y profesores se organicen para exigir políticas orientadas a realizar estos cambios. De lo contrario, la precariedad y la vulnerabilidad seguirán presentes.


Pablo Hernández Jaime es Maestro en Ciencias Sociales por El Colegio de México e investigador del Centro Mexicano de Estudios Económicos y Sociales.

[1] https://www.infobae.com/america/mexico/2021/03/15/la-unam-explico-las-razones-detras-de-la-falta-de-pago-a-profesores-durante-la-pandemia-de-covid-19/

[2] https://www.animalpolitico.com/2021/03/unam-no-paga-paro-facultades-adeudos-maestros/

[3] https://aristeguinoticias.com/0604/mexico/pagos-atrasados-a-profesores-y-ayudantes-se-haran-en-este-mes-unam/

[4] https://www.infobae.com/america/mexico/2021/03/15/la-unam-explico-las-razones-detras-de-la-falta-de-pago-a-profesores-durante-la-pandemia-de-covid-19/

[5] https://noticias.imer.mx/blog/pago-inmediato-para-volver-a-clases-demandan-profesores-y-adjuntos-de-la-unam/

[6] “… circuló el video de una junta a distancia en la que una profesora desvía el tema para expresar que desde 2019 no ha recibido su pago.” (https://aristeguinoticias.com/2303/mexico/protestan-en-la-unam-por-falta-de-pago-a-profesores-de-asignatura/)

[7] “… la maestra en literatura mexicana e iberoamericana de la Preparatoria 9, Libertad Estrada expuso que desde 2019 no le han pagado, a pesar de que participa en todo lo que se le pide.” (https://lasillarota.com/metropoli/rezago-en-contratos-y-falta-de-pago-denuncian-docentes-de-la-unam/487065)

[8] http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-66662019000100015

[9] https://cam.economia.unam.mx/reporte-de-investigacion-especial-135-el-poder-adquisitivo-del-salario-de-las-profesoras-y-los-profesores-en-la-unam-2001-2021/

[10] Ibid.

[11] “Entre las primeras (públicas), en el ámbito federal contrastan la UNAM con el 85.3%, el IPN con el 32.5%, la UAM con 11.6% y Chapingo (con) el 6.4%. En el ámbito estatal, la UAQro con el 78.3%, la UABCS el 77.5%, la UdeG un 51.3%, la UV con el 40.3%, la UAGro con el 19.2%, la UAAAN el 2.4% y la UACM con el 1.34%.”

[12] https://www.eluniversal.com.mx/opinion/angelica-buendia/los-actores-invisibles-de-la-educacion-superior-en-tiempos-de-pandemia-i

[13] https://www.contralinea.com.mx/archivo-revista/2021/04/05/los-mas-vulnerables-de-la-unam/

[14] Con datos de la Secretaría de Educación Pública (SEP). Para más detalles ver página 87 del siguiente reporte. https://cemeesorg.files.wordpress.com/2020/09/cemees-1.pdf

[15] Martínez Vilchis, J. (2007). Financiamiento y relación de la universidad pública con los congresos de la Unión y estatales. Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, 49(199). https://doi.org/10.22201/fcpys.2448492xe.2007.199.42548

[16] Gil Antón, M. (2012). La educación superior en México entre 1990 y 2010. Una conjetura para comprender su transformación. Estudios Sociológicos, 30(89), 549–566. https://colmex.userservices.exlibrisgroup.com/view/delivery/52COLMEX_INST/1265023780002716 (página 551).

[17] Ibid. Página 552.

Fuente de la información  e imagen: https://cemees.org

Comparte este contenido:

Argentina: hay más de un millón de chicos que aún no volvieron a las clases presenciales

Por: Micaela Urdinez

Si bien la mayoría de los chicos está volviendo a sus escuelas, más de un millón de estudiantes no pudieron regresar a las aulas desde el inicio de este ciclo lectivo, según se lee en el informe “Impacto de la pandemia en la educación de niños, niñas y adolescentes”, que elaboró Unicef. El número representa al 9% de las viviendas con niños y adolescentes que no tuvieron clases presenciales. Las cifras se enmarcan en la cuarta encuesta del organismo en hogares con chicos de todo el país, hecha entre el 24 abril y 12 mayo pasados.

“La escolarización de los chicos se está desarrollando en 2021 de manera dispar. La mayoría asiste en modelos de escolarización mixtos, con instancias presenciales y no presenciales. Si consideramos que solo uno de cada dos hogares cuenta con computadora para hacer las tareas, cuando hablamos de educación virtual, sabemos que ello se circunscribe a aquellos chicos y chicas que cuentan con estos recursos”, señala Cora Steinberg, especialista en Educación de Unicef.

Para Nicolás Trotta, ministro de Educación de la Nación, el estudio demuestra todo el compromiso del sistema educativo argentino para garantizar el derecho a la educación en el marco de la excepcionalidad que fue la pandemia. “Pero también visibiliza la responsabilidad que tienen los estados de generar las instancias para buscar a todos los chicos y chicas que no han tenido continuidad educativa. Eso es lo que vendría a ser la columna de lo que hay que seguir trabajando”, señala.

Tiziano Alfaro es un adolescente de 16 años que vive en Pichi Neuquén, un paraje del norte neuquino. El joven no tiene señal de teléfono, ni dispositivo ni computadora. La escuela secundaria en la que está cursa 3° año queda a 17 kilómetros de su hogar. La única manera de poder sostener la virtualidad es caminar a una escuela primaria que queda a media hora de su casa, y para la que debe cruzar un río. Allí logra conectarse a una señal de internet intermitente. “Cuando nevaba o el río estaba muy alto era imposible cruzar y tuve varias materias previas en el año. Ahora me pude acomodar más o menos, algunas las saqué adelante y otras me faltan”, explica.

En cuanto a la conectividad de los alumnos, Trotta anuncia la continuidad del plan Juana Manso que planea distribuir computadoras entre las poblaciones más desfavorecidas. “En la próxima semana, las ocho empresas que están fabricando computadoras en la Argentina, con una inversión de más 20.000 millones de pesos, nos entregan las 80.000 primeras y ahí empezamos un proceso de entrega de entre 100.000 y 120.000 por mes. La priorización de distribución va a ser dar una respuesta universal en las escuelas interculturales bilingües secundarias, al primer ciclo de las escuelas secundarias rurales y al primer año de las escuelas secundarias de gestión estatal de la Argentina”, señala. También planean avanzar en conectar a todas las escuelas del país en los próximos dos años, ya que actualmente solo el 45% tiene conexión a internet.

La escolarización adoptó distintas modalidades. En la mayor parte de las jurisdicciones se implementaron modelos mixtos, que combinan presencialidad y clases remotas; otras priorizaron la presencialidad completa, mediante jornadas reducidas y organización de grupos. En tanto, un tercer grupo solo sostuvo la escolaridad remota.

Trotta afirma que todas las provincias han regresado a algún tipo de presencialidad. “Ha sido un primer semestre con una presencialidad muy intensa hasta la segunda ola que logramos recuperar y superar, proyectamos una segunda parte del año con mayor presencialidad a partir del proceso de consolidación del plan de vacunación. En el 80% de las escuelas se volvió a la presencialidad antes del receso invernal. Ahora Formosa, La Rioja, Catamarca y Santiago del Estero no estaban con presencialidad por sus indicadores sanitarios epidemiológicos“, agrega.

Los datos muestran que más allá de los esfuerzos de las diferentes provincias, en el noroeste y en la Patagonia, por ejemplo, la proporción de hogares donde ninguno de los estudiantes tuvo presencialidad durante el año asciende al 21% y 23%, respectivamente.

Deserción escolar

Otro dato preocupante es el de los chicos que por la pandemia se desvincularon de la escuela y nunca volvieron: del 6% de los hogares que tuvieron algún chico que abandonó en 2020, el 81% regresó este año y el 19% nunca lo hizo. En el noroeste y en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA), estos valores ascienden a 29% y 26%, respectivamente. “Sabemos que el 75% de estos chicos dejó porque su escuela estaba cerrada y el otro 25% porque sus padres no querían mandarlos. Y también sabemos que de los que no volvieron, un 25% no tiene conectividad”, explica Steinberg. En el caso de los adolescentes, son 27.000 los que no volvieron a clases este año.

La pandemia también puso a prueba la calidad de los contenidos que recibieron los alumnos en las distintas modalidades. Si bien el estudio de Unicef no indagó en este punto, Steinberg señala: “Efectivamente, los datos del año pasado han mostrado que los chicos que están en condiciones de no poder sostener un intercambio de actividades escolares ni hábitos tecnológicos, han recibido un trabajo de menor intensidad. Por otro lado, un porcentaje muy alto de docentes confesó que no estaba preparado para trabajar con el ámbito tecnológico. Es urgente mejorar el equipamiento y brindar los recursos necesarios para que ese tiempo a distancia asegure la continuidad pedagógica”.

Los especialistas coinciden en que la pandemia profundizó la brecha educativa ya existente porque los chicos de familias de escasos recursos son los menos preparados para enfrentar la enseñanza a distancia. “Los grupos que van quedando en situación de mayor vulnerabilidad son los que tienen peores condiciones y los que necesitan más presencialidad. Hay muy pocos hogares de chicos que solo van a modalidad presencial y eso sucede en ámbitos privados, en donde el tamaño y la infraestructura de la escuela permite que tengan protocolos para volver a la doble jornada hace que todos puedan ir en diferentes turnos. Estas aristas hacen que se generen condiciones dispares en las condiciones de aprendizaje”, dice Steinberg.

Como punto positivo para reducir esta brecha, la especialista aporta que muchas provincias están buscando extender el ciclo lectivo y sumar espacios para acompañar a los alumnos que están más rezagados: “Quizás, el fin de semana o por fuera del espacio escolar. Hay una intención fuerte de acompañar a los chicos en sus dificultades. Sobre todo, esos que estaban empezando a atravesar la transición de los ciclos. Alfabetizar a los chicos requiere de un expertise específico. Los chicos que atravesaron el pasaje de la primaria a la secundaria han sido los más afectados”.

Según el informe, el trabajo entre estudiantes y docentes tuvo muchos impactos positivos: 9 de cada 10 familias destacaron que el regreso a las aulas había mejorado el estado de ánimo de los niños. En la misma proporción, los adolescentes afirmaron que se sintieron contentos al volver a la escuela y de encontrarse con sus pares. Se destaca también, entre los adolescentes, mayor motivación con el estudio y la realización de tareas.

Obstáculos

La pandemia dejó sin trabajo a muchos sostenes de familia, en especial a los que tenían trabajos precarios. En algunos casos, esta situación de emergencia hizo que muchos adolescentes tuvieran que sumarse a conseguir el sustento familiar. Según el relevamiento, el 23% de los adolescentes (464.000) hizo alguna actividad para ganar dinero, ayudó a un familiar o a un amigo en su negocio o trabajo, hizo alguna “changa” o fabricó algo para vender. El dato más revelador es que el 47% lo hizo a partir de la pandemia.

A su vez, también se vislumbra un aumento sostenido en el porcentaje de adolescentes que realiza tareas domésticas y de cuidado de otros familiares en el hogar, lo que pone en jaque su continuidad educativa. “Nosotros lo nombramos como barreras para la escolarización que son la antesala de la interrupción de la escolaridad. Cuando se carga la cotidianeidad de los chicos con estas actividades, hay mayor posibilidad de que dejen la escuela”, sostiene Steinberg.

Sobre sus planes para el próximo semestre, Trotta señala: “El indicador que más queremos resolver es la desigualdad social y sus distintas dimensiones. Primero, creemos que hay que seguir fortaleciendo las trayectorias educativas, robustecer la presencialidad y garantizar los aprendizajes en el marco de la escuela sino también en los espacios extraescolares para poder absorber el impacto educativo que ha implicado la pandemia”, concluye.

Fuente de la información e imagen:  https://es-us.noticias.yahoo.com

Comparte este contenido:

ONU: El ajedrez tranquiliza, mejora la salud mental y ayuda a la recuperación tras la pandemia

En la jornada dedicada al ajedrez, la ONU destaca que si bien la pandemia de COVID-19 ha limitado la práctica de muchos deportes, este antiguo juego de intelecto ha demostrado una notable resistencia y adaptabilidad durante meses de confinamiento.

El ajedrez, uno de los juegos más antiguos del mundo, combina elementos del deporte, el razonamiento científico y el arte. En la actualidad unos 605 millones de personas lo juegan regularmente y se estima que el 70% de la población adulta de muchos países lo ha jugado en algún momento de su vida.

Al celebrar este marte el Día Mundial del Ajedrez, la ONU afirmó que este juego puede contribuir a la creación de un entorno de tolerancia entre los pueblos y las naciones porque promueve la justicia, la equidad, la inclusión y el respeto mutuo, además de que en este momento tiene un papel relevante para la salud mental, que ha sufrido mucho estrés durante la pandemia.

La historia ha mostrado que los juegos y los deportes ayudan a la humanidad a sobrevivir en tiempos de crisis al reducir la ansiedad.

La ONU reconoce al ajedrez como un juego promotor de la justicia, la inclusión y el respeto mutuo.
ONU Mujeres/Ryan Brown
La ONU reconoce al ajedrez como un juego promotor de la justicia, la inclusión y el respeto mutuo.

Poder de convocatoria

En el caso de la emergencia del coronavirus la mayoría de las actividades deportivas y de juego se limitaron, especialmente si se practican en equipo. El ajedrez, en cambio, ha mostrado una notable resistencia y adaptabilidad, así como un poder de convocatoria muy fuerte durante la pandemia.

Los datos demuestran que durante los últimos meses se ha duplicado el interés general en este juego, con más gente que nunca participando en eventos de ajedrez en línea.

El ajedrez se puede jugar en cualquier lugar y todos pueden acceder a él ya que es asequible e inclusivo y trasciende las barreras del idioma, la edad, el género, la capacidad física y el estatus social.

Se trata de un juego que apoya la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible ya que promueve la educación, la igualdad de género y el empoderamiento de mujeres y niñas.

El deporte, las artes y la actividad física tienen el poder de cambiar las percepciones y los prejuicios, además de que rompen las barreras raciales y políticas, luchan contra la discriminación y desactivan los conflictos.

En este sentido, la ONU considera que estas disciplinas contribuyen a la paz, la cooperación, la solidaridad y la salud a nivel local, regional e internacional.

Adolescenes jugando ajedrez en una escuela en Sana´a, Yemen.
© UNICEF/Moohialdin Fuad
Adolescenes jugando ajedrez en una escuela en Sana´a, Yemen.

Jornada internacional

El 12 de diciembre de 2019, la Asamblea General proclamó el 20 de julio como el Día Mundial del Ajedrez para marcar la fecha de establecimiento de la Federación Internacional de Ajedrez en París en 1924.

La designación del Día Mundial del Ajedrez no sólo reconoce el papel de la Federación en el apoyo a la cooperación internacional para la actividad ajedrecística y el objetivo de mejorar la convivencia respetuosa entre todos los pueblos del mundo, sino que también brinda un respaldo importante para fomentar el diálogo, la solidaridad y la cultura de la paz.

Fuente de la información e imagen:  https://news.un.org

Comparte este contenido:
Page 622 of 6178
1 620 621 622 623 624 6.178