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Chile / Colegio de Profesores: “NO COMPARTIMOS QUE LOS PRIMEROS ESPACIOS EN ABRIRSE A LA PRESENCIALIDAD SEAN JARDINES INFANTILES Y ESCUELAS BÁSICAS”

CP / 15-06-2021

 

El Presidente del Colegio de Profesoras y Profesores, Carlos Díaz Marchant plantea la posición del Magisterio ante la nueva estrategia sanitaria que propone el Colegio Médico, la cual establece que después de un “cortocircuito pandémico” los jardines infantiles y las escuelas básicas sean parte de los primeros espacios en volver a actividades presenciales, algo en lo que no coincide el profesorado.

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Brasil: La CNTE revela que estudio que muestra a la mitad de los funcionarios del país ganando menos de R $ 3.000

Los datos del Atlas del Estado Brasileño del Instituto de Investigaciones Económicas Aplicadas (IPEA) anulan la idea de que los servidores públicos son maharajás y destruyen el argumento de los gobiernos que quieren acabar con las políticas públicas para los más vulnerables y con los servicios públicos, que el La gran mayoría de los brasileños necesita y depende de áreas como la salud y la educación, entre otras.

Según el estudio, que analizó datos del Informe Anual de Información Social (Rais) 2019, los funcionarios que ganan más de 30.000 son jueces, fiscales, jueces, ministros y el Presidente de la República. Sin embargo, el salario promedio de los funcionarios públicos es de solo R $ 2.727 porque la mayoría son profesionales que laboran en los municipios donde se pagan los salarios más bajos del sector.

La encuesta muestra que, de los 11,5 millones de puestos de trabajo en la función pública en Brasil, en 2018, la mitad de los funcionarios del país ganaban un promedio de R $ 2.727. Una cuarta parte (25%) recibió hasta R $ 1.566 . Es decir, menos del salario mínimo que Dieese dice que es necesario para mantener una familia de cuatro , actualmente calculado en R $ 5.330,69.

“Los salarios más altos se restringen a un grupo reducido, pero se trata a la función pública como si ese fuera el perfil dominante”, dice el investigador del Ipea, Félix Lopes, coordinador del estudio.

Y son estos profesionales, que hoy están en la primera línea de la lucha contra la nueva pandemia de coronavirus, arriesgando sus vidas, o enfrentando escuelas inseguras para enseñar a los niños, que políticos como el expresidente y actual senador Fernando Collor de Mello (Pros – AL) prosiguió diciendo que iba a luchar contra los “Maharajás”, lema de su campaña para la Presidencia de la República en 1989.

Actualmente, con Jair Bolsonaro (ex-PSL) a cargo del país, los ataques a servidores y servicio público han regresado con más fuerza. El ministro de Economía, banquero Paulo Guedes, incluso llamó parásitos a los sirvientes y, para combatirlos, elaboró ​​la Propuesta de Reforma a la Constitución (PEC) No. 32, la reforma administrativa que acaba con el servicio público en Brasil.

Pero lo que los gobiernos liberales tratan de ocultar a la población es que sus campañas están respaldadas por intereses económicos muy fuertes en el mercado financiero, que quieren captar sectores importantes que actualmente se encuentran bajo la administración del Estado, como la salud y la educación. ¿Imagínese cómo sería la atención de la población durante la pandemia Covid-19 sin el Sistema Único de Salud (SUS)?

Esta reforma tiene tres características, que son la destrucción de derechos básicos, la precariedad de los trabajadores y la destrucción del servicio público en el país, dice Cristiano Cabral, técnico de Justicia Federal en Salvador, Bahía.

“La lógica de este gobierno es atacar los derechos básicos para socavar las condiciones de organización y lucha. Una prueba fue el intento de Guedes, el año pasado, de recortar la consigna que pagan los trabajadores a los sindicatos, justificando que las medidas que quiere tomar son resistidas por los sindicalistas y que no era razonable que ellos tuvieran una forma de financiación ”, enfatiza. Cristiano, que es funcionario desde 2005 y es licenciado en derecho.

«Las castas dentro de la estructura del sector público dialogan con las castas de la sociedad para mantener las ganancias de los ricos a costa de los trabajadores. Es una estructura que se reproduce dentro del sector público para mantener privilegios de una minoría» – Cristiano Cabral

La mayoría de los servidores ganan salarios bajos. Compruébalo

A pesar del vasto campo del servicio público, la idea de que los servidores públicos ganan más de lo que merecen y que todos pertenecen a una casta privilegiada se desmorona al analizar los sueldos de la gran mayoría y los porcentajes de quienes realmente tiene un super salario, como lo demuestra la investigación de IPEA.

Félix Lopes, coordinador del estudio, dijo que la mayoría de los funcionarios se encuentran en los municipios, donde los sueldos son menores: 6,51 millones. Hay 3,45 millones de empleados estatales y una minoría, 938,71 mil son empleados federales. La mayoría de los empleados de las tres entidades: municipio, estados y sindicato trabajan en el Ejecutivo.

“Seis de cada 10 funcionarios trabajan en los municipios, tres de cada 10 en los estados y solo el 8% son funcionarios federales”, dice Félix.

Al explicar un mayor número de empleados municipales, el investigador recuerda que el crecimiento del 400% en los servidores públicos municipales se produjo luego de la Constitución Ciudadana, de 1988, que universalizó el servicio público, responsabilizando a los municipios de una gama de atención gratuita a la población, y por eso necesitaban contratar más maestros, médicos, enfermeras, entre otras categorías.

“El crecimiento se debió a la necesidad de universalizar las políticas públicas que determina la Constitución”, dice Félix.

Diferencias salariales entre servidores

La encuesta IPEA también muestra las diferencias entre los salarios de los servidores entre las entidades federativas y los poderes. Los empleados municipales ejecutivos ganan menos que los empleados estatales y federales. También ganan menos que los empleados legislativos y judiciales estatales y federales.

En general, los salarios promedio de los servidores públicos son:

Ejecutivo Municipal: R $ 2.970 mil

Legislativo Municipal R $ 4.238 mil

Ejecutivo estatal: R $ 4.810 mil

Legislatura estatal: R $ 7.685 mil

Legislativo Federal: R $ 9.298 mil

Ejecutivo Federal: R $ 9.438 mil

Poder Judicial del Estado: R $ 10.195 mil

Poder Judicial de la Federación: R $ 15.274 mil

En general, la encuesta muestra que cuanto mayor es el salario, menor es el número de servidores públicos de las tres entidades que ganan estos montos. Como la mayoría de los funcionarios se concentran en los municipios y ganan menos, el salario promedio de la categoría en el país es de R $ 2.727.

Verifique los porcentajes de mayor y menor remuneración:

Rango salarial de los empleados del Ejecutivo Municipal, Estatal y Federal

La encuesta muestra que ganan hasta R $ 2,5 mil, el 58,13% de los empleados municipales; 31,87% de las cuentas estatales y federales para el 9,66%.

Los que ganan de R $ 2,5 mil a R $ 5 mil son el 28,97% de los municipales; 35,38% del Ejecutivo estatal y federal: 20,34%.

La remuneración más alta por encima de R $ 30.000 se paga al 0,03% de los empleados municipales; 0,24% de estatal y 1,95% de federal.

Rango salarial de los empleados de las Legislaturas Municipal, Estatal y Federal

En el servicio público del Legislativo ganan hasta R $ 2,5 mil, el 46,40% de los empleados municipales; 26,64% de las cuentas estatales y federales para el 19,65%.

Los que ganan de R $ 2,5 mil a R $ 5 mil son el 27,83% de los municipios; 35,38% del Ejecutivo estatal y federal: 24,34%.

La investigación muestra que en el Legislativo la mayor remuneración por encima de R $ 30 mil se paga a sólo el 0,25% de los empleados municipales; al 1,54% de las estatales y al 4,24% de las federales.

A pesar de que las mayores ganancias se encuentran en el Poder Judicial, dentro de la propia categoría existen grandes diferencias salariales, lo que demuestra una vez más que se favorece una casta pequeña con una alta remuneración.

La investigación del IPEA muestra que en el Poder Judicial del Estado ganan hasta R $ 2,5 mil, el 3,48%. En el Poder Judicial de la Federación este índice sube al 6,31%

Los que ganan de R $ 2,5 mil a R $ 5 mil son el 11,82% en el estado y el 1,89% en el Poder Judicial de la Federación.

Los salarios más altos por encima de R $ 30 mil se pagan al 2,56% de los servidores del Poder Judicial del Estado y al 1,34% de los Federales.

En su investigación, Félix Lopes omitió los salarios pagados a los trabajadores subcontratados. También excluyó los llamados “ahorcamientos” que muchas veces incrementan la remuneración de jueces y abogados por encima del tope del servicio civil de R $ 39,2 mil.

Para acceder a la tabla completa de salarios de los servidores de encuestas IPEA, haga clic aquí .

¿Punto judicial fuera de la curva?

Datos del Consejo Nacional de Justicia (CNJ) muestran que en Brasil hay poco más de 18 mil jueces y los empleados del Poder Judicial federal y estatal suman 276.000.

Pese al tope de R $ 39.200, la propia CNJ reconoce que el salario promedio de los jueces es de R $ 52.445.000 con los “ahorcamientos” que consisten en dietas, indemnizaciones, gratificaciones y ayudas.

“Entre los valores de quienes ganan más y los de quienes ganan menos, hay un abismo muy grande”, dice Plinio Pugliese, funcionario del Tribunal de Justicia de Sergipe.

Según él, los jueces de cualquier Tribunal de Justicia reciben un promedio de R $ 35 mil, que pagarían hasta el 90% de los sueldos de todos los demás servidores públicos de ese lugar.

El funcionario, que es el secretario de comunicación de la CUT / SE, dice que en su estado los sueldos de los jueces llegan a R $ 35.462; los jueces ganan alrededor de R $ 33.689.000, excluyendo baratijas, mientras que los técnicos legales perciben sueldos cercanos a R $ 3.230, más asistencia alimentaria y sanitaria. Los analistas con educación superior reciben alrededor de R $ 5.301 también más asistencia alimentaria y sanitaria.

«En el servicio público nacional los que se suben al techo son los ministros del STF. Bolsonaro incluso rompió el techo y algunos ministros» – Plínio Pugliese

Leer más: Bolsonaro aumenta su propio salario, mientras que los ingresos de los brasileños solo disminuyen

Los ataques a servidores forman parte de la campaña de reforma administrativa

El mayor ataque a la función pública con el antiguo discurso de que todos los servidores son maharajás y por lo tanto necesitan perder “privilegios” está contenido en el PEC nº 32 que Bolsonaro envió al Congreso Nacional .

«El texto de la reforma excluye a los altos funcionarios, autoridades que reciben super salarios, lo que demuestra que el carácter del proyecto del gobierno federal es solo perjudicar a los funcionarios que ganan menos, que no forman parte de la élite, que son privilegiados y seguirá siéndolo ”, critica Plínio Pugliese, servidor del Poder Judicial del Estado de Sergipe.

Pero, según él, independientemente de incluir los altos sueldos, como quieren algunos diputados , los funcionarios de CUTistas repudian la reforma administrativa en su conjunto ”, dice Plínio, quien también es secretario de Comunicación de la CUT / SE.

Leer más: El alcalde quiere acelerar la votación de la reforma administrativa

(CU Brasil, Rosely Rocha con edición: Marize Muniz, 14/06/2021)

 

 

 

 

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Argentina: CTA denuncia nuevo atropello judicial contra Milagro Sala ajustado a los tiempos electorales de Jujuy

El Tribunal Oral Federal de Jujuy en un nuevo acto irregular citó a Milagro Sala a una audiencia por la causa “de los huevos” con sólo dos días de anticipación violando así su legítimo derecho a la defensa y ajustado a los tiempos del calendario electoral de la provincia de Jujuy que celebrará elecciones el próximo 27 de junio.

Luego de una presentación de la defensa de Milagro Sala para que se dicte la prescripción de la causa y del rechazo de este tribunal con argumentos que violan el Estado de Derecho, los jueces Mario Juárez Almaráz, Alejandra Cataldi y Liliana Snopek convocaron a una audiencia de urgencia a la dirigente social con sólo dos días de anticipación.

Cabe recordar que este tribunal tiene la causa de los huevos desde el 22 de junio de 2017, cuando la Sala IV de la Cámara de Casación le ordenó al tribunal dictar una nueva sentencia.

Los abogados de Milagro Sala señalaron que “el Código no autoriza a fijar audiencias con dos días de anticipación porque eso impide preparar adecuadamente la defensa”. En este sentido señalaron que ninguno de los defensores designados en la causa se encuentra en la provincia de Jujuy esta semana por razones laborales. “Los plazos fijados por el tribunal para la audiencia impiden no sólo acompañar a la dirigente social sino también producir las pruebas que se requieren para la misma. Es costumbre que este tipo de audiencias se convoquen con un plazo no menor a los 10 días, justamente para que los abogados tengan el tiempo suficiente para organizarse y reunir los elementos que se requieren para ejercer la defensa”, sostuvieron desde el Comité por la Libertad de Milgro Sala.

Por otra parte denunciaron que la intervención de la jueza Liliana Snopek, prima segunda de Tulia Snopek, esposa de Morales también afecta la imparcialidad judicial.

Foto: Télam

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Inicio la Escuela Internacional sobre Sistematización de Experiencias Pedagógicas. (Video)

Por: Centro Internacional de Investigaciones Otras Voces en Educación
Comenzó este 14 de junio la escuela internacional sobre sistematización de experiencias pedagógicas con compañer@s de más de 20 países y con la participación de Benjamín Berlanga de México y Joel Suárez de Cuba.

Esta escuela se realiza con el propósito de trabajar la recuperación del saber pedagógico, de importancia fundamental en cualquier estrategia de resistencia contra hegemónica en el aula y las comunidades. dirigida a docentes de aula de todos los niveles de los sistemas educativos, tesistas de postgrado, investigadores, educadores y educadoras populares, público en general.

Se realiza por medios virtuales desde el 14  al 20 de junio de 2021. Es organizada por el Centro Internacional de Investigaciones Otras Voces en educación (CII-OVE) y la Cooperativa de Educador@s e Investigador@s Populares Histórica (CEIP-H).

Aun puedes inscribirte, para mas información escribe un correo al cursointernaciona2021@gmail.com

🗣Les compartimos algunas reflexiones de este primer encuentro:

💥Es un proceso de recuperación de memoria colectiva, para visibilizar las voces y las luchas sociales.
💥Es revelar las formas de resistencias contra el capitalismo.
💥Producir conocimientos de manera horizontal de esencia colectiva y participación activa.
💥Es una apuesta por la vida y por la esperanza de los pueblos.
💥Es posicionarnos políticamente desde nuestras propias prácticas.
💥Es Contrahegemonica, latinoamericana y caribeña
💥Poetizar la vida.
Pueden disfrutar de las ponencias de los profesores por el siguiente link:

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La inteligencia artificial o la humanidad teledirigida

Publicado por la editorial Caja Negra en 2020, Eric Sadin, nos presenta La inteligencia artificial o el desafío del siglo. Una obra en donde realiza un fuerte cuestionamiento al actual desarrollo de la IA, señalándolo como una amenaza para la humanidad y sus instituciones. ¿Cuáles son los riesgos de delegar en las máquinas aspectos inherentes al quehacer humano? ¿Está la democracia liberal amenazada por una tecno-ideología? ¿Nos gobierna un Leviatán algorítmico? Estas y otras preguntas son las que va a intentar responder el autor del libro en cuestión.

Reconocido por sus críticas filosas a los distintos fetiches de la tecnología digital y la IA, Eric Sadin es una de las personalidades más destacadas y renombradas entre los que estudian las relaciones entre tecnología y sociedad. Sus trabajos y escritos se han concentrado en el intento de armar un diagnóstico de la contemporaneidad y sus prácticas en función del impacto que los artefactos tecnológicos producen en la humanidad. Siendo este el más político de sus últimos libros, el autor intenta sentar las bases de una ética contra la inteligencia artificial o ética de la responsabilidad y a la vez advertirnos del riesgo de delegar nuestra capacidad de raciocinio a una computadora presuponiendo un natural “orden algorítmico de las cosas”.

El tecno-logos

Para Sadin las tecnologías digitales han producido un cambio muy profundo en nuestra forma de percibir la realidad. Específicamente lo que plantea es que con el desarrollo de los sistema computacionales, fuimos desplazando nuestro criterio de evaluación y diagnóstico a los softwares, dotándolos de “una singular y perturbadora vocación: la de enunciar la verdad” [1].

De la misma forma que la antigua palabra griega logos era utilizada para referirse a la razónpalabra o sentido hoy, para el autor, vivimos en una era donde rige el tecnó-logos. Por primera vez en la historia de nuestra especie dotamos a los artefactos del poder de enunciar, más rápido y mejor, el supuesto estado de las cosas. Según Sadin este poder constituye la primera característica de lo que él llama “inteligencia artificial” y que además determina todas las funciones que le son asignadas. Esto es muy interesante porque a partir de este momento “las ciencias algorítmicas” toman un camino antropomórfico que busca atribuir a los procesadores cualidades humanas, de poder evaluar situaciones y sacar conclusiones de ellas. Para el autor entramos literalmente a “la era antropomórfica de la ciencia”.

La IA rodea nuestra existencia bajo muchas formas que van desde dispositivos computacionales (smartphones, chatbots, GPS, etc.) conectados a los seres y las cosas del mundo (voces, textos, automóviles en movimiento, etc.), los que a su vez son reducidos a expresiones matemáticas-binarias que facilitan su administración algorítmica. Se dice “inteligente” porque sus partes intentan imitar algún aspecto de la inteligencia humana (determinar la mejor oferta de zapatillas en todo el mercado del calzado o la ruta automovilística más corta para llegar a casa, por ejemplo) pero esto no deja de ser una mera reducción, ya que no hace más que seccionar una parte de la inteligencia humana y la maximiza. En ese sentido la IA es la vanguardia de punta de lo que Sadin llama “tecnologías de lo exponencial”. La IA es un recorte de la inteligencia humana maximizada, recorte que está lejos de poder pensar (de conjunto) como una persona. Pero se le dio la autoridad para que su diagnóstico se considere como verdadero.

Lo digital surge como una forma de peritar “lo real” de una forma más fiable que nosotros mismos. Esto se puede apreciar cotidianamente en los buscadores de internet, en la medicina, en la administración financiera que además autoriza créditos personales, las redes sociales, en las aplicaciones de GPS y hasta en la justicia por medio de fallos y video vigilancia. Y es en ese sentido que “Toma forma un estatuto antropológico y ontológico inédito que ve como la figura humana se somete a las ecuaciones de sus propios artefactos con el objetivo prioritario de responder a intereses privados y de instaurar una organización de la sociedad en función de criterios principalmente utilitaristas” [2].

Criterios utilitaristas que sutilmente se fueron instaurando en nuestro sentido común cotidiano hasta convertirse en una nueva doxa (opinión) acrítica de los beneficios de la “revolución digital”. Una revolución que terminó volviendo a poner en el horizonte “la ideología del progreso” que finalizará con el advenimiento de un régimen acabado de perfección.

Ahora bien, hay que decir que los artefactos (de cualquier tipo) no son derivados de ningún orden natural de las cosas, sino que son el producto de la acción humana y que interfieren en los asuntos de los humanos. Para Sadin IA no es diferente, no hay ningún camino inevitable que haya llevado a la IA a convertirse en la prótesis de nuestras elecciones, sino que hay un criterio (político) utilitario de maximización exponencial en las decisiones que relegó el tiempo humano de la comprensión y la reflexión.

La mano invisible automatizada

Como resaltamos más arriba, según Sadin, la tecnología y sus diferentes manifestaciones en la forma de artefactos son fruto de una ideología. Dicha ideología no nace de un repollo, sino que tiene un origen específico. En el caso de la “interpretación robotizada” de la realidad, surge de lo que Sadin definió como “una fantasía tecnocientífica que data de la posguerra y se ha convertido hoy en un axioma económico y antropológico que pretende construir una gobernanza indefinidamente dinámica y sin fallas de los asuntos humanos”. Si bien Alan Turing inventó la primera computadora de análisis y cálculo (que permitió a los aliados codificar la información encriptada de los nazis y su máquina Enigma), el objetivo era acumular información para guiar al usuario a la mejor opción. A partir de la Guerra Fría y la amenaza de los misiles nucleare, los sistemas de defensa pasaron a indicar directamente qué acción se debía llevar a cabo.

Para Sadin en la misma forma que los economistas clásicos, como Adam Smith, apelaron a una metáfora fantástica para justificar determinados fenómenos del capitalismo en el siglo XIX (el ejemplo más conocido es la mano invisible que regula los mercados) hoy vivimos en un mundo que nos quiere vender el concepto de que una “mano invisible automatizada” es la responsable de la robotización y automatización del mundo contemporáneo, como si no hubiese interés políticos y económicos que lo estuvieran desarrollando e imponiendo. Los dos ejemplos técnicos que toma Sadin como paradigmáticos para ilustrar esto son los “drones de combate” y el “brazalete de Amazon”. Un artefacto puede matar con precisión a kilómetros de distancia, el otro puede controlar milimétricamente los movimientos de un obrero en un depósito, también a kilómetros de distancia.

El escenario que se abre para Sadin frente a este tipo de nuevas situaciones es un conflicto de racionalidades ya que un tipo de racionalidad técnica como es el tecno-logos apunta a instaurar modos de existencia cada vez más sometidos a esquemas racionales que favorecen el apogeo de estructuras asimétricas de poder.

El mito originario

El fundamento principal que tiene la racionalidad técnica para justificar su supremacía radica en un mito muy antiguo, conocido como la neutralidad de la técnica que por cierto predomina desde el momento en que dicho axioma ideológicamente orientado permite hacer abstracción de los intereses en juego y de las intenciones de todo tipo que se materializaron en sus dispositivos.

Este mito de la neutralidad de la técnica, nos dice Sadin, también toma forma en la imagen mesiánica de los “emprendedores visionarios” que impulsaron la informática moderna. Personajes como Steve Jobs, Bill Gates, Mark Zuckenberg o Elon Musk son presentados a la población por medio de sus autobiografías como seres iluminados, tocados por la “mano invisible” de la inspiración, presentando sus productos como fruto de su fervor creativo individual y revistiéndolos de una “inocencia virginal” lejos de cualquier responsabilidad por el mal uso de sus productos. Pero la única realidad es que hay que ser muy ingenuo para creer que el surgimiento de la PC (Steve Jobs) se debió a la iniciativa de un joven en la cochera de sus padres que con una soldadora de estaño en una mano y una plaqueta en la otra. En el relato oficial se ocultan los intereses económicos que dictaron la trayectoria de las investigaciones en ese sector, las características y la naturaleza del complejo tecnocientífico californiano y estadounidense de la época, o las luchas industriales que comenzaron a enfrentar los diferentes fabricantes de PC. Pensar eso sería como afirmar que la revolución industrial del siglo XVIII en Inglaterra surgió porque un carpintero inglés llamado James Hargreaves inventó la primera máquina hiladora (La Jenny) en 1764.

Pero volviendo a la informática, podemos afirmar que la vocación original de la misma era crear un instrumento para aumentar el control en la administración de las cosas. En ese mismo sentido, Sadin ve que en la digitalización creciente de la sociedad también se le suma el de la digitalización de las administraciones, hoy capaces de recolectar directamente los datos, de tratarlos y de ofrecer nuevos usos de aquí en adelante; por lo tanto, lo que estaríamos viviendo sería también la “transformación digital del Estado”: el “Estado se piensa de ahora en más como una “plataforma” [3].

La IA representa antes que nada un poder dinámico de organización, lo que muy pronto supo capturar al mundo de las empresas, mientras que también es un poder dinámico de gobernanza. Se está imponiendo un nuevo modelo de sociedad. Estaría dotada de poderes homeostáticos, pretende permitir a todos salir ganando y estaría manejada por sistemas en un número cada vez más extenso de sus engranajes. En esa dirección, Sadin ve en el Neoliberalismo una ideología rabiosamente individualista que reduce toda forma de vida a las “lógicas orgánicas del mercado”. Como “ya lo había afirmado Margaret Thatcher en su época: ‘La sociedad no existe’” [4].

Para Sadin el potencial aletheico de la IA llegó en un momento de avanzada del neoliberalismo a nivel global que produjo grandes crisis políticas y económicas que luego devinieron en crisis de representatividad. “En nuestro período confuso, quisiéramos que la inteligencia artificial, consciente o inconscientemente, se ocupara de resolver gran cantidad de nuestras dificultades. Cuanto más ingobernable es la sociedad, más pretendemos otorgar a una tecnología el cuidado de gobernar nuestras existencias” [5].

Según Eric Sadin “Fukuyama se equivocó”, el fin de la historia no habría surgido de la caída del Muro de Berlín en 1989 y del triunfo planetario del liberalismo político y económico, no. El fin de la historia se consumará hoy en favor de la generalización del uso de la inteligencia artificial. El fin de la voluntad que define nuestras existencias. Un nuevo régimen de la verdad blindado por fakenews y posverdad estaría emergiendo.

La “i” del Phone y su giro antropológico

Según el autor, actualmente entramos a una era de “posprogramación”, en el sentido de que el orden y el funcionamiento de los dispositivos electrónicos ya no están condicionados por un lenguaje de programación específico sino que lo condiciona a propia interacción con el mismo. La “i” del iPhone presupone la fusión del Individuo en la máquina, desde los sistema operativos amigables hasta el mouse que nos permite desplazarnos por la pantalla, son prótesis informáticas que generalizan la interfaz táctil instaurando una relación basada en una mayor cercanía.

Para Eric Sadin la IA no representa solamente una tecnología más, sino que literalmente encarna una “tecno-ideología”. Una ideología que “permite que se confundan los procesos cerebrales y las lógicas económicas y sociales que tienen como base común su impulso vitalista y su estructura conexionista altamente dinámica” [6].

El neoliberalismo y su individualismo fomentaron la atomización del sujeto humano a su expresión más mínima, su cerebro. La época actual ya no hace eje en el sujeto en sí, en el ciudadano, sino en la mínima expresión de una persona como son sus impulsos y reacciones cerebrales. El “tecno-liberalismo” convirtió al cerebro humano en el fetiche de la comprensión y demostración de la realidad. Sin ir muy lejos, varias disciplinas actuales han agregado el prefijo “neuro” a su campo para darle un lustre científico (verdadero). Llegamos a hablar de “neuromanagement”, de “neuropolítica”, o incluso de “neuroeducación”. Toda una fascinación por la “plasticidad cerebral” que presupone un orden natural de las cosas que se ve reflejado en su uso aplicado: educación, defensa, administración, justicia, etc. Para Sadin, literalmente el “cerebro” se convirtió en la nueva “mónada humana” [7].

Para Sadin, actualmente el tecno-logos está creando un “nuevo régimen de verdad”. Pero volvemos a caer en la ya clásica y conocida pregunta filosófica ¿Qué es la verdad? En ese sentido, para el autor Occidente ha atravesado varios estadios de lo que se entiende por verdad o episteme a lo largo de su historia. Surgió la verdad revelada con el monoteísmo. Después pasó por el Platonismo y su sana desconfianza a las sombras de las cavernas. Luego Aristóteles nos dio una primera definición de la verdad al plantear la “adecuación con lo real”. Tomas de Aquino problematizó la dualidad de la verdad y su acceso a ella a partir de distinguir lo espiritual de lo racional. Descartes en el siglo XVIII proclamó la certidumbre del cogito por la prueba del método y las cadenas de razonamiento. Nietzsche, identificó el principio de la verdad en relación al respeto obligado de la moral. Y finalmente cierra el desarrollo del concepto de verdad con la definición de Michel Foucault y su teoría de los “juegos de verdad” en donde el poder se encuentra en la posesión del saber.

Según Sadin, “nunca” un régimen de verdad se había impuesto de esta manera en la historia., Y no por su fuerza de seducción o por su influjo coactivo, sino por la producción de adecuaciones que damos por sentado que son las más apropiadas. Hay un poder de revelación que promete ejercer su ingenio desde el menor detalle de nuestra existencia hasta las situaciones colectivas como ninguna otra instancia tutelar simbólica lo había podido hacer hasta ahora.

Lo que se quiere presentar en el libro no es un desacuerdo con las herramientas, sino con respecto al espíritu de la técnica que está predominando y que alimenta un tipo específico de racionalidad: una razón instrumental extrema. En ese mismo sentido lo que Eric Sadin busca denunciar o alertar es que hoy hay un cambio en el estatuto de la noción de poder, literalmente entramos a una Controlcracia: No es el miedo al Leviatán hobbesiano lo que controla a la sociedad moderna. Tampoco los dispositivos de control foucaultianos, ya que no se trata de vigilar sino de conmover en los comportamientos. “Hoy pasamos del estado de la individualización, que caracteriza en gran parte a la modernidad en la posguerra, al estadio de la penetración de los cuerpos y las cosas” [8].

Para Sadin se pone menos énfasis en la justicia y más en los mecanismos de control en la forma de la administración automatizada. Hay menos control estatal y más “monitoreo algorítmico”, por medio de los datos cruzados gracias al Big Data. Para el autor, literalmente hoy vivimos a través de tecnologías de la administración de la vida y la previsión. Pasamos del “fetichismo de mercancía” al “fetichismo de instante mejor gobernado”. No hay “poshumanidad” sino humanidad materializada, incubada y teleguiada desde servidores.

La “Doxa” técnica o el gobierno de los números

Con la llegada del neoliberalismo, a comienzos de la década ochenta, el fenómeno doble de la presión de la competencia y de la flexibilización de los códigos del trabajo favoreció un principio que después se generalizó muy rápidamente: hacer externas ciertas actividades. Nace la tercerización con el objetivo de reducir costos. “Estos métodos se vieron facilitados por la digitalización de los registros contables relativos al funcionamiento de los tercerizados que permitieran tener una visión detallada de sus prácticas” [9]. La IA procede en sí misma mediante comparaciones. Su base descansa en la codificación binaria que recorta los elementos en unidades mínimas.

Para Sadin, en el mundo de la ideología “Tecno-liberal”, la equivalencia se vuelve un fetiche. La naturaleza de una tecnología basada en el cálculo comparativo se confunde con un objetivo económico que pretende poner en comparación cualquier cosa con cualquier otra, a fin de hacer intervenir permanentemente un criterio de competencia y de extraer en cada operación, el margen de beneficio más amplio. Vemos cómo los sistemas proceden a la medición de los desempeños del personal a través del seguimiento del uso de sus computadoras para registrar todo gesto y movimiento, lo que permite que se establezcan cartografías granulares y evolutivas. El management actual determina cada vez más objetivos a corto plazo firmando en general contratos cada vez más precarios que cuando llegan a término, serán objeto de nuevas licitaciones que presentarán a las agencias de empleo para volver a comparar a los individuos y seleccionarlos para nuevas tareas temporales.

Los individuos deben ser movilizables en todo momento y, cuando llega el momento, deben movilizarse ellos mismos para realizar los objetivos que se les asignan. Surge un beneficio de la intercambiabilidad continua de los seres. A cada uno de nosotros se le asigna una suerte de “rating” y trabaja, le guste o no, consciente o inconscientemente, para hacer subir este rating y entonces capitalizarlo. Según el autor somos como una “mónada nómade”.

Para Sadin entramos a una era de la antropología de lo comparativo y como consecuencia llegamos al clímax de una relación utilitarista con lo real. Sadin afirma que vivimos en el mundo ideal que Jeremy Bentham (creador de la estructura de vigilancia panóptica que luego Foucault analizó en su libro Vigilar y Castigar) pensó para nosotros: un mundo en donde la utilidad prevalece antes que cualquier otra consideración. “El dogma de la ‘mano invisible’ que hoy habría alcanzado un estadio automatizado, toma ahora la forma de una verdad instituida. Trabajaría perpetuamente para el interés de todos y cada uno de nosotros, y nos haría entrar en el mejor de los mundos posibles o en un ‘paraíso artificial’ llamado a imponerse a todo instante.” [10]. Un “paraíso artificial” garantizado por algoritmos y artefactos ideológicamente “neutrales”.

A modo de cierre

Para Eric Sadin, la humanidad se encuentra teledirigida y no es consciente de eso. En ese sentido lo que propone es la elaboración de una teoría crítica sobre internet: “No, no necesitamos ‘pensadores de Internet’ sino un pensamiento sobre la digitalización del mundo, su automatización a largo plazo total, y todas sus consecuencias en nuestra existencias. Pero probablemente estemos alcanzando en este punto una suerte de techo de cristal de la conciencia ‘crítica’ predominante” [11].

Es por ese camino que Sadin considera que se puede revertir la situación, creando una “ética de la responsabilidad que se preocupe por el modo en el cual nuestros principios, los fundamentos de nuestra humanidad y nuestra civilización, están en vías de ser erradicados” [12].

Para Sadin, la salida “racional” a esta tecno-encerrona que se despliega sobre la sociedad es una “ética”, pero de la acción que se movilice en las calles por “defender la preservación de nuestros datos personales y a recurrir sin descanso a la ‘ética’” [13]. Según él “No hay que apelar a una ‘convergencia de luchas’ sino a una simultaneidad de operaciones llevadas adelante en los múltiples lugares donde deban ocurrir e inspiradas por principios comunes” [14]. La pregunta del millón sería como hay que hacer para que surjan esas “múltiples operaciones” y que lleguen a cumplir su objetivo civilizatorio. Bueno, la respuesta que nos ofrece Sadin es más confusa que esclarecedora ya que apela a un tipo de organización clandestina de corte anarquista fundada en Francia por el año 2000 llamados el “Comité Invisible” los cuales predicen un colapso del capitalismo que fomentará “el motín organizado” [¡!] [15]. Esto es muy llamativo, viniendo de un pensador que llama a “no coordinar luchas” o que directamente llama a no hacer huelga y protestar como “neoluddista” [16]. Al final del libro aparece lo que Sadin propone como modelo de organización política para comenzar esta resistencia ética; esos serían los “Grupos de información de las prisiones” como los que creó Michel Foucault en 1971. Su idea es organizar una intolerancia activa que permita “zonas a defender” para hacer intervenir a la “jurisprudencia cuando lo juzguemos necesario” [17]. Todo el análisis que presenta Sadin en su libro es un desarrollo extensivo y exhaustivo donde nos muestra cómo la IA se fue desarrollando a lo largo de la historia para que finalmente tome la forma que conocemos hoy.

Sadin, está explicando el momento de la historia en la que nos encontramos, pensándolo en relación al pasado, presente y el tecno-futuro por venir, pero desde una perspectiva de laboratorio o si se quiere simplemente crítica. Es como si fuese un geólogo. Explica las capas sucesivas que forman nuestro suelo, cada capa define las condiciones de posibilidad de un cierto tipo de pensamiento que ha triunfado durante un determinado período de tiempo. Pero no nos cuenta lo más interesante de todo esto, que sería: a partir de qué condiciones se ha constituido cada tipo de pensamiento; cómo o por qué los seres humanos pasamos de un tipo de pensamiento a otro. Para poder hacer posible eso hubiese sido necesario hacer intervenir a la praxis, es decir a la Historia.

Si bien el libro de Eric Sadin presenta un análisis agudo sobre las nuevas formas de control social y productivo a partir de la IA, su análisis tiene muchos espacios en blanco o preguntas sin responder. Cómo por ejemplo: al principio de la nota vimos como Sadin muestra y desarrolla los intereses que hay detrás de esta “mano invisible automatizada” que se nos presenta como parte de un desarrollo natural de la tecnología, pero en ningún momento aclara o define qué sectores sociales, específicamente, son los que se ven beneficiados por este “tecno-logos” y por otro lado qué sectores sociales son los que se vería afectados por los mismo. En ese sentido queda difuso o poco claro a quién estaría intentando interpela con su propuesta. No tiene distinción ni limitación.

Por último, tampoco queda definida la relación entre el “tecno-liberalismo” y la “razón instrumental extrema” ya que no queda claro dónde poner el eje del problema: en las máquinas surgidas de un espíritu de época que quiere cosificar a los seres humanos y convertirlos en apéndices de sus fusibles, o en un sistema político-económico utilitario que busca maximizar las ganancias a costa del aumento del deterioro y empobrecimiento de la calidad de vida de los trabajadores bajo la forma de la precarización laboral más extrema.

Desde la época de Karl Marx a la actualidad la tendencia histórica es al aumento de la productividad, que gracias a la máquinas y el desarrollo técnico, cada vez se produce más en menos tiempo, pero eso no representó una disminución de las jornadas laborales sino que al contrario, cada día los empresarios buscan como absorber hasta el último minuto de la vida de los obreros en los tiempos de trabajo.

El desafío por lograr es poder romper las relaciones sociales capitalistas para así lograr que ese menor tiempo de producción logrado por la tecnología, se traduzca en que la humanidad cada vez tenga que utilizar menos energías para producir lo que necesita para subsistir. Y así finalmente poder liberarse del yugo del trabajo para poder desplegar su tiempo y fuerzas en el pleno desarrollo de las capacidades humanas como es el ocio creativo, el arte, la ciencia y la cultura. Sin mencionar lograr establecer una relación más equilibrada y sana con la naturaleza.

NOTAS AL PIE

[1] Eric Sadin, La inteligencia artificial o el desafío del siglo, Buenos Aires, Ed. Caja Negra, 2020, p. 17.
[2] Ibídem, p. 21.
[3] Ibídem, p. 208.
[4] Ibídem, p. 213.
[5] Ibídem, p. 214.
[6] Ibídem, p. 70.
[7] En la filosofía moderna, a partir de Leibniz con su Monadología, el concepto de mónada se aplica a la idea de un “átomo espiritual” o la manifestación más mínima e indivisible del espíritu humano.
[8] Ibídem, p. 225.
[9] Ibídem, p. 182.
[10] Ibídem, p. 202.
[11] Ibídem, p. 274.
[12] Ibídem, p. 277.
[13] Ibídem, p. 290.
[14] Ibídem, p. 289.
[15] Ibídem, p. 289.
[16] Ibídem, p. 136.
[17] Ibídem, p. 310.

Fuente: https://www.laizquierdadiario.com/La-inteligencia-artificial-o-la-humanidad-teledirigida?utm_source=newsletter&utm_medium=email&utm_campaign=Newsletter

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Reivindicar el enojo femenino: “Las mujeres enojadas generan revuelo, pero nadie habla de la violencia estructural a la que estamos sometidas”

Fuentes: La Tercera [Collage: Sofía Valenzuela]

Hace un par de semanas, la presidenta del Colegio Médico, Izkia Siches, estuvo en el ojo del huracán. Una conversación en el podcast La Cosa Nostra -donde la doctora criticó el manejo sanitario de la pandemia y sinceró su relación con el Ejecutivo- encendió las alarmas y dejó en entredicho a una de las líderes más destacadas del último tiempo.


Sus palabras fueron honestas, como pocas veces se ve en la esfera pública, y expresaban el sentir de un personal médico agotado y frustrado ante el avance robusto del Covid-19. Sin embargo, su tono y modo de expresarse sacaron ronchas y se transformaron en tema nacional durante varios días. La situación causó tal revuelo que Carlos Peña, en su columna en el diario El Mercurio, acusó de infantilización a Siches, mientras que en redes sociales se cuestionó su salida de protocolo.

Y aunque días después Izkia pidió disculpas por la elección de las palabras empleadas –“Se emitieron en un contexto específico, debí haber tenido en cuenta que ellas serían privadas de dicho contexto”, dijo– la sobre reacción del mundo público no fue la misma que cuando ha sido un hombre el que se deja llevar por el enojo. Y es que no es primera vez que una mujer se ve enfrentada a cuestionamientos y represalias por expresar, con claridad, su molestia en la esfera pública. Por ejemplo, la tenista Serena Williams fue penalizada con mayor fuerza cuando, en la final del US Open, se enfrentó en duros términos contra el árbitro del partido. Ante el hecho, la deportista acusó de sexismo y afirmó que si bien es común ver a hombres rebatiendo las decisiones de los jueces, ninguno es castigado cuando ello ocurre.

“No hay una sola mujer que no comprenda que su enojo es abiertamente denigrado. No necesitamos libros, estudios, teorías o especialistas que nos lo cuenten (…). Las mujeres experimentan la discriminación de formas distintas, pero comparten la experiencia de que al mostrar su enfado se les diga que están locas, son irracionales o están poseídas”, explica la activista de género, Soraya Chemaly, en su libro Rage Becomes Her. En el texto, la autora explica que, a pesar de que la ira puede ser una emoción que nos advierte de posibles amenazas, transgresiones o insultos, a las niñas y mujeres se nos enseña a reprimirla o silenciarla. Una situación que también aborda la autora feminista, Virgine Despentes en su libro Teoría King Kong“Una empresa política ancestral enseña a las mujeres a no defenderse. Como siempre, doble obligación: hacernos saber que no hay nada tan grave y, al mismo tiempo, que no debemos defendernos ni vengarnos. Sufrir, y no poder hacer nada más”

Pero, ¿por qué el enojo se nos ha vuelto una emoción tan esquiva a nivel público? Según la psicóloga, Pía Urrutia (@lapsicologafeminista), existen determinadas construcciones sociales que estigmatizan el enojo femenino y lo asocian a lo irracional. A eso, se suma la noción de la ira como una emoción que rompe con los paradigmas tradicionales y las expectativas que se tienen sobre nosotras. “Históricamente, se les ha privado el enojo a las mujeres porque las saca del rol tradicional de cuidadoras, donde hay otras emociones presentes y donde se valora más la tranquilidad, disponibilidad o empatía. Ahí hay un punto porque, en general, el enojo se asocia a poner límites, mientras que en el cuidado uno tiene que acceder y estar dispuesta. Y eso levanta alertas en un sistema opresor que pretende controlar al sujeto dominado que, en este caso, es la mujer”, analiza.

Urrutia, además, explica que a nivel cultural existe un juicio valórico en torno a las emociones, donde se califica como negativas a todas aquellas que responden a la tristeza, ira o miedo, mientras que se valora como deseables a todas aquellas relacionadas a la felicidad. La psicóloga y académica de la Universidad Diego Portales, Katherine Alvear, coincide con ese diagnóstico: “Cuando una mujer aparece deseante y marcando posición, cae en el ámbito de lo rechazado porque estamos en un contexto donde existe un mandato de felicidad, donde se exige estar bien y donde las expresiones de sentimientos ambivalentes y humanos -vinculados a la rabia, envidia o celos- son mal vistos y no tienen cabida”.

Sin embargo, tal como explica Soraya Chemaly, el enojo no solo nos permite atender situaciones que nos transgreden o ponen incómodas, sino que también nos ayuda a establecer límites y movilizarnos para defender lo que creemos justo. “Del mismo modo en que la sed nos motiva a tomar agua, igual que el hambre nos motiva a buscar alimento, el enojo nos puede motivar a responder a la injusticia”, explica Ryan Martin, presidente del departamento de Psicología de la Universidad de Wisconsin-Green Bay, en su charla Ted Why We Get Mad and Why it’s Healthy.

Así, el enojo puede transformarse en un potente catalizador político. Es, por ejemplo, lo que sucedió en el mayo feminista de 2018, cuando miles de estudiantes salieron de las aulas para protestar y exigir el fin de la violencia sexual, luego de conocerse una decena de casos de abuso al interior de las universidades. “La ira es un catalizador para clamar contra la injusticia y la desigualdad, y esto es algo histórico en lo que coinciden todos los movimientos sociales”, dice la autora de Buenas y enfadadas, el poder revolucionario de la ira de las mujeres, Rebecca Traister al diario El País. “En las marchas, las mujeres enojadas generan revuelo, pero nadie habla de la violencia estructural a la que estamos sometidas. Cuando una persona -que es dominada por un sistema opresor- se enoja, se genera un acto de amor profundo y se producen espacios de resistencia y dignidad”, dice Pía Urrutia.

La comediante argentina, Malena Pichot, tiene claro el poder del enojo y su resonancia en el ámbito público. Por eso, y luego de reunir una serie de textos publicados entre 2017 y 2019 en el medio Página 12, lanzó su libro Enójate Hermana, donde reflexiona sobre las injusticias del sistema patriarcal. “Para mí, decirle a otras mujeres que se enojen, es con la intención de que despierten, de que activen, de que se hagan cargo, de que se hagan fuertes, para todo eso hay que enojarse, porque enojarse también significa que te importa”, explica Pichot.

A nivel físico, expresar el enojo -y no reprimirlo como se nos enseña- tiene múltiples beneficios. Por un lado, nos permite descargarnos de manera inmediata ante alguna situación, pero también nos moviliza a alcanzar nuestros objetivos y nos da la posibilidad de conectar con mecanismos opuestos a los asociados al miedo o tristeza. “El enojo nos permite activar otras respuestas fisiológicas. Nos ayuda a salir de estados asociados a lo depresivo, por ejemplo, que es cuando las personas están más aletargadas. Al contrario de eso, el enojo activa y nos hace salir de ahí”, analiza Urrutia.

A pesar de lo beneficioso que puede ser expresar el enojo en el día a día, darle cabida a reacciones asociadas a la ira puede ser complejo. No solo porque aún son mal vistas, sino porque -si son mal canalizadas- pueden confundirse con la agresividad. “Hay maneras más o menos saludables para expresar el malestar. Se puede estar enojado, pero eso no justifica botar un plato o agredir a alguien”, explica Katherine Alvear. Pero, ¿cómo empezar a expresar el enojo sin caer en lo violento y teniendo en consideración los sentimientos de los otros? “Hay que hacerlo de forma asertiva. Decir ‘me molesta esto porque’. Esto también implica mirarse a sí mismo, en términos de decir ‘qué me pasa, por qué me molesta esto o por qué me molesta tanto’. Y es importante también pensar con quiénes te estás enojando y qué estás expresando con ese malestar”, analiza Alvear y continúa: “Si nos damos permiso para estar enojadas, podemos tener relaciones más profundas”.

Para Pía Urrutia, una buena forma de dar espacio a la expresión del malestar es reconocer y validar -sin prejuicio- nuestras emociones. “Tenemos que conectarnos con esas sensaciones. Yo hago eso en terapia. Le pregunto a mis pacientes dónde sintieron el enojo, pena o alegría porque, efectivamente, se sienten en diferentes partes del cuerpo. Probablemente, el enojo lo sienten en la guata y hacen algo con los puños porque es una respuesta natural de defensa. Esa conexión y reconocimiento de nuestras emociones es un ejercicio que uno puede hacer y que permite escucharlas y validarlas”, analiza.

Sin embargo, Urrutia explica que también podemos hacer un trabajo en lo colectivo que, a pesar de ser difícil, puede abrir las puertas para que se desarrollen este tipo de expresiones. “En el día a día se pueden hacer cambios que tienen que ver con tolerar el enojo de la otra. Tenemos insertado que hay que comportarnos de forma sumisa o ‘señorita’ y el enojo refiere a todo lo contrario. Entonces hay que ser tolerantes para que en nuestros espacios salgamos de esas constantes dominaciones, aún sabiendo que eso nos puede incomodar”, concluye.


Fuente: https://www.latercera.com/paula/reivindicar-el-enojo-femenino-las-mujeres-enojadas-generan-revuelo-pero-nadie-habla-de-la-violencia-estructural-a-la-que-estamos-sometidas/

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Argentinos recordarán 103 años de la reforma universitaria de Córdoba

Buenos Aires, 15 jun (Prensa Latina)
Los argentinos rememorarán hoy el grito de rebeldía, hace 103 años, de la histórica reforma universitaria de Córdoba, que abrió el sendero para que cientos de jóvenes lucharan por una educación superior de calidad.

Desde aquella rebelión estudiantil en la Universidad Nacional de esa provincia, que inició un día como hoy y se extendió hasta octubre de 1918, con violentos enfrentamientos entre reformistas y católicos, la lucha ha sido continua, multiplicada en muchos que siguen batallando en la región por una educación superior más inclusiva y democrática.

En esta jornada, se realizarán varias iniciativas virtuales para conmemorar ese episodio épico de la historia argentina y a aquellos protagonistas que con su grito reclamaron la democratización del gobierno universitario, participación del claustro estudiantil, la gratuidad, la libertad de pensamiento y la autonomía universitaria.

Una de ellas vendrá de la mano de la Editorial de la Universidad de Córdoba con la presentación del libro La Reforma Universitaria de 1918. Antecedentes, proyección e impacto a cien años de su estallido, en la cual tomarán parte sus autores Ramón Pedro Yanzi Ferreira, Marcela Aspell, Eduardo Martiré y Horacio Sanguinetti.

La provincia de Mendoza se sumará a la jornada con un ciclo homenaje que coincidirá además con el décimo aniversario de la declaración de esa jurisdicción.

Desde esta madrugada comenzaron a replicarse en las redes sociales como twitter mensajes para resaltar la efemérides, en los cuales partidos políticos, organizaciones estudiantiles y personalidades recuerdan ese episodio, considerado como una de las sagas político-pedagógicas más potentes de la historia argentina.

‘Los principios de la Reforma del 18 siguen vivos en cada reformista que lucha todos los días por una educación superior más inclusiva y democrática. Vive en cada acto de amor a la educación pública’, señaló uno de los tantos usuarios que recuerdan esta fecha histórica.

msm/may

https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=455650&SEO=argentinos-recordaran-103-anos-de-la-reforma-universitaria-de-cordoba
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