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La nueva vieja homofobia

Por:  Paula Albornoz

 

Obligar A Salir Del Closet También Es Violencia

No se sabe con exactitud en qué momento de la historia ocurrió, o empezó a ocurrir, pero la realidad es que ya hace siglos las personas que escapan a la heteronorma sufren incontables momentos de discriminación y violencia a lo largo de sus vidas. Vidas que, además, muchas veces son demasiado cortas a causa de esa misma violencia.

Durante siglos, lesbianas, gays y bisexuales han sido vistxs y tratadxs como lo raro, lo enfermo, lo desviado, lo inmoral, lo repulsivo y el enemigo a eliminar. De hecho, ese enemigo que crearon en nosotrxs podía estar en cualquier lugar: podía ser una maestra, un oficinista, un chófer o tu propia hija o hijo. E incluso si el caso era el último, se era implacable: era – y para tantos, sigue siendo – una deshonra tener una persona «así» en la familia, en la casa, por lo que debía reprimir su ser o desaparecer.

Es historia conocida, aunque aún ignorada en muchísimos ámbitos de la sociedad, incluyendo el sistema educativo, la historia de terrores y sufrimientos vivida por años y años por las personas con una orientación sexual no hegemónica. Historias de amor interrumpidas, matrimonios forzados, violaciones «correctivas», encarcelación, carreras arruinadas, prostitución, golpes, exclusión, invisibilización, crímenes de odio. Sin embargo, uno de los grandes problemas de la comunidad es que todo eso sigue siendo ignorado por una gran parte de la sociedad, un poco para no afrontarlo, un poco por conveniencia. Seguro ya muchxs han oído o leído la frase «un pueblo sin memoria está condenado a repetir su historia». Y no es precisamente la población LGB la que ignora su historia, sino el resto del mundo, aquel que siempre nos ha relegado a ciudadanxs de segunda.

Es un pensamiento popular en estos días que corren aquel de que la lucha de lesbianas, gays y bisexuales ya no es necesaria, pues ya todos «nos aceptan» en la sociedad. Vaya que se equivocan. Definitivamente hay mayor visibilidad (aunque, ¿de quiénes? ¿Es casual que aquellos que casi siempre vemos representados en medios y marchas del orgullo sean varones, o personas con cuerpos hegemónicos?), y en algunos países, algunos derechos conquistados luego de mucha sangre y lucha, como el matrimonio igualitario. De todas maneras, es alarmante el número de países donde ser homosexual sigue siendo razón suficiente para condenar a pena de muerte. Donde el matrimonio igualitario es ilegal. Donde romper los roles y estereotipos de género puede causar muertes o violaciones, incluso causadas por las mismas familias de las víctimas.

En aquellos países donde tan orgullosxs nos sentimos de que la comunidad LGBT goce de un poco más de visibilidad y derechos (como España y Argentina), los crímenes de odio, las golpizas y torturas, siguen siendo moneda corriente, muchas veces de parte de la misma Policía, institución que ya sabemos hace todo menos cuidarnos. La invisibilización de las personas bisexuales es extrema, y en cuanto a las lesbianas, no es que sean más aceptadas sino que son sexualizadas para el consumo masculino heterosexual. Aún no contamos con leyes de cupo laboral trans ni de abolición de la prostitución, para salvar y reparar las vidas de tantas mujeres y mujeres trans que deben acudir a ello ante la falta de opciones para sobrevivir.

De todas formas, vale la pena aclarar que sí ha habido cierto avance. Claro que el apoyo hacia la comunidad LGBT es cada vez mayor, y al fin, después de tanto, las generaciones más jóvenes podemos disfrutar de un poco más de libertad, de menos represión y de niñeces y adolescencias sin miedo de decir quién nos gusta o qué nos gusta – y eso es muy importante. También es notable el apoyo que se brinda a las minorías por parte de aquellas personas con más visibilidad mediática, que, obviamente, siguen siendo en mayor parte heterosexuales. Y a este punto quería llegar. ¿Cómo pueden las personas heterosexuales apoyar nuestra lucha?

En Argentina, esta semana la periodista mediática Yanina Latorre ha sacado del closet sin su consentimiento a la modelo Karina Jelinek. Habló de su vida privada y se excusó diciendo que “el closet ya no debería existir”, cuando como persona heterosexual no tiene idea de lo violento que es no solo estar en el closet, sino que te fuercen a salir de él cuando no estás preparadx. A través de twitter, la modelo contó que su hermana le dejó de hablar y la sacaron del grupo de la familia. Entonces, aquí es donde Latorre debiese haber pedido disculpas, ¿no? Pues ya se imaginarán que sigue haciendo todo lo contrario. Y bisexuales, lesbianas y gays seguimos repitiendo, lo más fuerte que podemos, aunque sigan intentando silenciarnos: ¡sacar del closet a la fuerza también es violencia!

Imagen de @limonadark

Hace solo dos meses atrás, en el show televisivo “Podemos Hablar” (Argentina), la actriz Luisa Albinoni le hizo algo similar al actor Diego Ramos. “Me resulta difícil preguntarte esto porque te quiero muchísimo y no quiero ponerte en una situación incómoda. Pero vos antes hablaste del amor, del amor que seguis teniendo en tu corazón, de la relación linda que estás viviendo en este momento y yo creo que a la gente le encantaría saber con quién estás. Yo sé que sos muy reservado… ¿por qué no lo decís si estás feliz? ¿Por qué no lo das a conocer o lo contás?”, instó ella. Casi sin salida más que responder, Ramos acabó hablando de su pareja, Mauro, y de su orientación sexual, tema que jamás sintió que tuviera que aclarar; pero claro, a nosotrxs siempre nos piden explicaciones, declaraciones, confesiones.

En España durante junio todas y todos tuvieron el nombre de Pablo Alborán en boca, y no justamente por sus melodías o cualquiera de sus logros. “Estoy aquí para contaros que soy homosexual, que no pasa nada, que la vida sigue igual. Yo necesito ser un poco más feliz de lo que ya era. Mucha gente lo sabe, lo supone o simplemente le da igual”. Nunca en la historia alguna celebridad ha tenido que hacer un video o entrevista contando que es heterosexual, o aclarando que, a pesar de serlo, ni tiene que significar nada, que sigue siendo la misma persona. Mucho menos una persona heterosexual ha necesitado contar que lo es para sentirse más libre y plena.

En nuestro caso, parece que aún tenemos que contarlo. Sea por decisión propia o por presión externa, nuestra orientación sexual se sigue viviendo como una carga, como un secreto o problema que debe ocultarse o finalmente, confesar, confesar como un pecado. Afortunadamente, en la cara amable de todo, soy testigo de que las nuevas generaciones cada vez sienten menos este peso. Quizá, al fin y al cabo, tener figuras famosas que se reconocen fuera de la norma también ayuda a que se de este cambio.

La heteronorma y el patriarcado se adaptan y toman nuevas formas. Encuentran novedosas maneras de acallarnos, de humillarnos y maltratarnos. Una de ellas, es sacar del closet a la fuerza. Sí, hablamos de ese mismo clóset mental al que nos metieron, que podría describirse mejor quizá como cadenas, ese lugar oscuro, solitario y triste adónde nos condenaron a existir y resistir durante décadas y décadas. Salir del closet sigue siendo difícil, no importa el lugar del mundo donde estés, y por eso es fundamental entender que cada persona lo hace a su tiempo: puede ser a muy corta edad, puede ser en la adolescencia, puede ser en la adultez o la vejez, puede ser nunca: porque no sientan la necesidad, o porque jamás se animaron.

El clóset es violento en sí. Pero también es violento que nos obliguen a salir de él. También es violento señalar y exponer a personas que no lo deseaban. También es violento exigir hablar sobre su sexualidad a una persona que no desea hacerlo. También es violento obligar a alguien a acostarse con otra si no lo desea debido a su orientación sexual. Es violento que, una vez más, otrxs sientan y tengan el poder de decidir por nosotrxs.

Ese jamás ha sido el camino para demostrarnos su apoyo. De hecho, el camino es mucho más sencillo: escuchar, y dejar ser. Cuando se escucha, se aprende, y cuando se aprende, la intolerancia desaparece. Porque de eso siempre se trató la discriminación; es una de las más grandes manifestaciones de la ignorancia.

Fuente e imagen:  https://nuevarevolucion.es/internacional-la-nueva-vieja-homofobia/

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“Yo pienso así porque soy capitalista”

Por: Javier F. Ferrero

 

Un escrito sobre la ceguera que produce un sistema económico creado para que una minoría pueda dominar económicamente (y de cualquier otra forma que se les ocurra) a una mayoría.

Jorge Majfud es un reconocido escritor y traductor uruguayo que lleva muchos años viviendo en Estados Unidos. Suelo leer sus escritos con frecuencia. En parte es porque su visión anticapitalista desde la cuna de tan contraproducente (para la mayoría) sistema social y económico es refrescante; y en parte, para que vamos a negarlo, porque nos permite usar sus escritos en Contrainformación y en Nueva Revolución y, en tiempos de estrecheces (económicas y morales) como son los actuales, es de agradecer.

Como digo, devoro sus artículos, que cuelga en su web, pero uno llamó en estos días mi atención especialmente. Solo son cuatro párrafos, pero resumen perfectamente la obcecación de la sociedad con un sistema que los engaña, ofreciéndoles caramelos en forma de «sueños» (americanos, en este caso) y que después los abandona en cuanto tiene ocasión.

Podemos verlo con los cientos de miles de muertos con los que ha tiznado Estados Unidos las portadas de medio mundo, culpando al coronavirus, sí, pero cuyos verdaderos culpables son quienes priorizan la economía por encima de los ciudadanos y ciudadanas. God money, I’ll do anything for you, que diría Trent Reznor.

El capitalismo ofrece una realización de estos valores selectiva: reduce la libertad al derecho a comprar y vender, la igualdad a un formalismo legal; desintegra la solidaridad en individualismo privatizado, y amenaza al propio planeta del que dependemos todos los humanos. Sin embargo, la inmensa mayoría de la población nació sobre una base capitalista y, tristemente, subyace en ellos el «más vale malo conocido».

Podemos verlo también en los abandonados por los sistemas sanitarios, por lo que no pueden pagarse una sanidad privada henchida por los intereses políticos y las bocas bien alimentadas de sus defensores a ultranza. «No señor, usted no es capitalista«, dice Majfud en su artículo. Nadie, salvo ese 1 % que se beneficia de él, debería serlo.

Lo cierto es que solo son un par de ejemplos de los miles que a diario pueden verse (y sentirse) en nuestra adormilada sociedad, pero vamos al tema de hoy, que es el escrito del compañero Jorge:

Un atardecer de otoño de 2008 o 2009 tuve una conversación en un estacionamiento con uno de los guardianes del campus de la universidad en Pennsylvania en la que trabajaba. El señor, un hombre en sus sesenta a quien siempre aprecié y creo que él me apreciaba igual, con una seguridad que se la envidio, me dijo:

“Yo pienso así porque soy capitalista”.

Agotado por una larga jornada le dije, sin pensar que no era el momento ni el lugar:

“No, señor, usted no es capitalista. Usted es un trabajador asalariado. Usted no es capitalista, sólo tiene fe en el capitalismo, como tiene fe en Jesús; pero de la misma forma en que usted no es Jesús, tampoco es capitalista”.

Fuente e imagen: https://nuevarevolucion.es/yo-pienso-asi-porque-soy-capitalista/

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La banalidad del mal y sus consecuencias

Por: Gonzalo Busqué/ Nueva Revolución

 

Tenemos la obligación moral como individuos y como sociedad de preguntarnos cuáles son las consecuencias de nuestras acciones y también de nuestras omisiones.

En la Alemania de finales de los años 20 y principios de los 30 con el auge del nazismo, se pasó de la difamación y ataques en sus medios de propaganda, a la agresión física y finalmente al asesinato de los adversarios políticos de Hitler, con la connivencia de la Policía, del aparato judicial y de los grandes oligarcas alemanes que les apoyaron y los financiaron.

Mientras eso sucedía la mayoría de la sociedad alemana, en una actitud cobarde y ruin miraba para otro lado propiciando con su actitud el ascenso de aquellos criminales. Acabada la guerra y militarmente derrotadas las hordas hitlerianas, ésa misma población se desatendió de su responsabilidad por dejación, del mismo modo mezquino que los niños malcriados cuando se sienten cogidos en falta, con un “Yo no he sido, han sido ellos”,  y a otra cosa.

Hannah Arendt nos habla de la banalidad del mal y nos dice que una sociedad puede llegar a aceptar el exterminio de los otros, llámese judíos, negros, u opositores, no por maldad sino por una extraña mezcla de imbécil mediocridad, egoísmo trivial y  rutina cotidiana.

“Únicamente la pura y simple irreflexión nos puede llevar como sociedad a convertirnos en criminales. No se trata de estupidez, sino la auténtica, incapacidad para pensar lo que puede convertirnos en monstruos. El problema no son las intenciones, sino que no nos paremos a pensar en las consecuencias de nuestros actos y en las alternativas que tenemos”.

Si no ponemos en práctica lo que Arendt llamaba juicio crítico, que enlaza con la idea de Kant de pensar por uno mismo, de modo independiente y sin prejuicios, añadiéndole la necesidad de ponernos en el lugar de los demás, estamos posibilitando la diseminación del mal y la tolerancia frente a este, estamos abriendo las puertas al fascismo.

Tenemos la obligación moral como individuos y como sociedad de preguntarnos cuáles son las consecuencias de nuestras acciones y también de nuestras omisiones. ¿Qué efectos tiene en los demás lo que hacemos o lo que no hacemos? ¿El banco en el que tenemos nuestro dinero pone a otras personas en dificultades económicas? ¿ Lo que compramos está producido de forma ética o a costa de la indefensión económica de sus trabajadores? ¿Compramos a nuestro vecino en lugar de darle el beneficio a los grandes distribuidores? ¿Cómo nos relacionamos con los inmigrantes, si les negamos  el derecho a tener derechos? ¿Cuál es nuestra actitud ante la infamia de una parte de nuestra sociedad? ¿Callamos ante la injusticia mientras miramos para otro lado y con nuestro silencio nos convertimos en los cómplices necesarios?

No, al totalitarismo no se llega de un día para otro, o de un gran salto, se llega un poquito cada momento. Se llega paso a paso. Se llega olvidando las palabras de Martín Niemöller:

«Primero vinieron por los socialistas, y yo no dije nada, porque yo no era socialista.

Luego vinieron por los sindicalistas, y yo no dije nada, porque yo no era sindicalista.

Luego vinieron por los judíos, y yo no dije nada, porque yo no era judío.

Luego vinieron por mí, y no quedó nadie para hablar por mí.»

Fuente e imagen:  https://nuevarevolucion.es/la-banalidad-del-mal-y-sus-consecuencias/

 

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COEDUCACCIÓN (III Parte): La Práctica Coeducativa

Por: Laura Isabel Gómez García / Nueva Revolución

 

La llegada de la escuela mixta a los centros educativos en los años ‘70 con la nueva legislación en materia educativa de la España democrática, supuso el comienzo de un gran cambio en la Educación de nuestro país. Los niños y niñas empezaron a convivir en las aulas y compartir los espacios comunes de las escuelas como los patios en los recreos, las instalaciones deportivas en educación física, laboratorios de ciencias, etc. y aunque todo esto supuso un gran avance, no fue suficiente porque aunque formalmente la Educación pasó a ser igualitaria, de manera implícita se seguía educando a niños y niñas de manera diferente, pues se partía de una Educación basada en la segregación de sexos, enfocada a educar a las niñas para el ámbito doméstico, y de los cuidados, mientras que a los niños se les educaba para el ámbito público, la ciencia, la tecnología y la investigación, con lo que todo esto seguía generando desigualdades.

Con la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombresy dos años más tarde con la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, se da por fin un paso más hacia un modelo de enseñanza basado en la Coeducación. Aunque para ser realistas, tras casi 15 años, y varias reformas educativas después, aunque la Coeducación está formalmente presente en nuestro Sistema Educativo, lo cierto es que no se lleva a la práctica de una manera eficaz, efectiva y real en la gran mayoría de centros.

La principal finalidad que persigue la Coeducación es asentar las bases de la Igualdad real de Oportunidades y de trato en la esfera educativa, que repercuta en la convivencia de ambos sexos transcendiendo a otros ámbitos sociales, laborales, familiares, y de relaciones personales. Es, en resumen, el primer paso para erradicar la violencia de género, así como otras formas de violencia machista, bullying, homofobia, racismo y cualquier otra forma de expresión violenta en nuestra sociedad. No quiere decir que la Coeducación haga desaparecer toda la violencia de la sociedad, eso es utópico, pero desde luego sí que las cifras de violencia machista (entre otras) en edades cada vez más tempranas se vería reducida muy notablemente.

Para poder llevar a cabo todo el Proceso Coeducativo, las y los profesionales implicados debemos ser capaces de hacer una profunda autocrítica y revisión de los métodos/recursos utilizados en el aula; es necesario desprendernos de nuestras propias creencias y actitudes que a través de la socialización hemos recibido y en la que hemos crecido desde la más tierna infancia; pues para alcanzar una verdadera Educación en Igualdad debemos terminar con las barreras que roles y estereotipos de género levantan primero en nosotras y nosotros, y en consecuencia en nuestro alumnado.

Es necesario aprender y enseñar utilizando un lenguaje no sexista, e inclusivo; visibilizar a las mujeres en cada una las asignaturas y materias que se imparten, creando así referentes para nuestras niñas, adaptar contenidos y recursos, reformular juegos, modernizar los cuentos tradicionales, buscar modelos alternativos de hombres y mujeres que nuestros menores puedan admirar, incentivar la cooperación en vez de la competitividad, y así una larga lista de prácticas, métodos, recursos, y acciones que debemos utilizar  para que las nuevas generaciones construyan una sociedad mejor.

MODELOS DE ENSEÑANZA COEDUCATIVA

A lo largo de su historia el Sistema Educativo español ha tenido tres modelos de escuela que difieren entre sí en cuanto a su manera de entender las relaciones entre sexos.

  1. Modelo de Escuela de Roles Separados (Segregada),en el que se imparte una educación diferenciada por sexos tanto mediante la separación física como en la separación curricular dentro del Proceso Educativo. Este modelo diferenciado parte de la idea de que cada sexo tiene asignados unos roles en la sociedad, (Varones -> esfera pública -> trabajos fuera del hogar como función principal. Mujeres -> esfera privada -> dentro del hogar, cuidados y tareas domésticas), por lo que la Igualdad de Oportunidades entre sexos no es relevante, puesto que, al tener funciones distintas en la sociedad, hombres y mujeres no tendrán que competir por ocupar puestos dentro del sistema económico, político y social.
  1. Modelo de Escuela Mixta(Sistema Educativo actual), este modelo está basado en el Principio Democrático de Igualdad entre todas las personas defendiendo la educación conjunta e igualitaria, en la que no tiene especial relevancia las políticas de género puesto que parte de la idea de que “ya existe” una “igualdad plena” entre mujeres y hombres.
  1. Modelo de Escuela Coeducativa, el Modelo Coeducativo, parte de la idea de que la escuela actual es un espacio no neutral en el que se siguen transmitiendo los valores patriarcales asumidos como tradicionales que contribuyen a aumentar las diferencias entre hombres y mujeres en la edad adulta. Por esto, este modelopone el foco en la relevancia de las diferencias sociales y sexuales entre niños y niñas por razón de sexo, y los sesgos que ello produce durante todas las etapas evolutivas, y utiliza la escuela como espacio-origen para el primer paso hacia la Igualdad. La Escuela Coeducativa tiene como objetivo la eliminación de estereotipos/roles de género diferenciados asignados al sexo desde prácticamente antes de nacer, para así eliminar las desigualdades sociales y las jerarquías culturales entre niñas y niños; potenciando capacidades, y aptitudes de cada persona sin tener en cuenta si algo es “de chicos”, o “de chicas”. A través de esta metodología transversal que impregna todas las asignaturas y facetas de la Educación tanto en el ámbito escolar como familiar, conseguimos acabar con ese Sistema de Socialización diferenciada en base al sexo con el que se nace y que es origen de la desigualdad.

Existen dos principales Teorías o Enfoques Educativos dentro de la Enseñanza Coeducativa: El Enfoque Liberal, y el Enfoque Radical. El principal elemento diferenciadorentre ambos es laconcepción de la Igualdad y la diferencia en lo que respectaa la Educación que tienen de ella. En el siguiente cuadro se ven claramente estas diferencias.

LA PRÁCTICA COEDUCATIVA

Contenidos curriculares y currículo oculto 

Los contenidos curriculares establecidos de manera normativa, son el conjunto de todos aquellos contenidos académicos, recursos didácticos y materiales extracurriculares, que se imparten durante el curso escolar en los centros educativos. A través de ellos el alumnado no solo aprende los contenidos del currículo estipulado, sino que también a través de ellos se transmiten valores y creencias, que de forma directa e indirecta por los contenidos en sí y por su forma de impartirlos, pueden generan desigualdades entre alumnas y alumnos, y que perpetúan los roles/estereotipos de género.

Por ello es importante elegir de forma adecuada los materiales y recursos alternativos de apoyo (currículo oculto) a utilizar en el transcurso de las clases para así poder suplir las carencias que los libros de texto y otros recursos pueden contener y que sesgan así parte de la información. Así pues, no se trata de eliminar contenidos sino ampliarlos.

Para ello hay que hacer un esfuerzo como profesionales de la docencia e invertir tiempo en buscar contenidos extra que tengan la perspectiva de género incorporada, libres de estereotipos y sexismo, por ejemplo: libros de apoyo, biografías, películas, videos, dinámicas, actividades, etc. que incluyan lenguaje inclusivo, imágenes no sexistas ni estereotipadas de mujeres y hombres, así como referentes femeninos para lograr la visualización de las mujeres en la Historia y su participación en ella; de este modo estaremos transmitiendo no solo conocimientos y ampliando información, sino que el alumnado aprenderá otros roles más igualitarios.

Se requiere pues unas dosis de creatividad y de verdadero interés por parte del profesorado para encontrar todos estos recursos y materiales con los cuales poder trabajar los valores coeducativos y empoderar a los alumnos y alumnas, motivándolos y estimulándolos de manera didáctica, amena, participativa e interesante que les permita despertar su curiosidad por aprender.

A través de todas estas actividades tanto los chicos como las chicas crecen en igualdad viendo que no es cierto que existan competencias ni capacidades exclusivamente femeninas, ni masculinas; porque esta idea que nos han querido hacer ver de que existen estudios/carreras/profesiones “de chicos” y “de chicas”; que los chicos son buenos en Ciencias, y las chicas en Humanidades, y demás prejuicios, no son más que una falacia machista y patriarcal. Que en los libros de texto no aparezcan mujeres inventoras, científicas, artistas, etc. no es porque no las haya habido, es porque sistemáticamente se las invisibilizado. Esto da lugar a que las chicas carezcan de referentes femeninos, porque si rara vez veo a una mujer en un libro de texto de matemáticas, ciencia, historia, arte… Creceré creyendo que las mujeres no hacen eso, y por muy buena que una chica sea en ciencias, el carecer de otras mujeres a las que admirar por ello, la llevará muy posiblemente a elegir una carrera de Humanidades, o es posible que elija una de Ciencias para acabar siendo profesora, una profesión más “de mujeres”; o estudiar Medicina pero no plantearse el ser cirujana; o estudiar Derecho pero no pensar en ser jueza. Que las carreras de Ciencias estén masculinizadas, o que las carreras de Humanidades/de Letras estén feminizadas, no es casualidad. Es por una razón, y es porque desde la escuela y desde las familias no se está educando de manera igualitaria ni equitativa; aunque nos resistamos a creer que sí.

El desconocimiento del papel de las mujeres en la Historia genera en nuestras niñas una concepción equivocada e incluso un desconocimiento sobre el papel jugado por las mujeres en todos los ámbitos de la Historia Universal, haciendo que se vea afectado su desarrollo, tanto personal como profesional. Los niños no quedan exentos de los efectos nocivos de este espoleo de figuras femeninas dentro de sus libros de texto, pues funciona a la inversa también; chicos que serían buenos en carreras de Humanidades las excluyen porque se supone que esas carreras son “de chicas”. Todo ello, hace que perdamos como sociedad un gran capital humano por ambas partes, que de otro modo haría a nuestra sociedad más igualitaria, equitativa y mejor.

Recomendaciones

Como profesionales de la Educación sabemos de la importancia que el currículo oculto, tiene en el crecimiento tanto académico como personal del alumnado, (puede ser tanto positivo como negativo); concienciarnos en darle una perspectiva apropiada puede ser la clave para potenciar valores de respeto, empatía, asertividad, solidaridad, entre muchos otros.

Aquí algunas ideas, recomendaciones y pautas que pueden servir de guía en la elección del material didáctico antes de comenzar el curso:

  • Revisar libros de texto y tratar de elegir aquellos que trabajen la perspectiva de género, que incluyan lenguaje inclusivo, que no contengan imágenes sexistas, y muy importante, que incluyan referentes femeninos para visibilizar la presencia de la mujer. Incorporar referentes femeninos para visibilizar la presencia de la mujer en todas las esferas educativas, es el inicio de la igualdad de oportunidades entre hombre y mujeres dentro del aula.
  • Revisar libros de texto extracurriculares como libros de lectura, material de apoyo y complementario, cerciorándonos que cumplen con los valores coeducativos.
  • Hacer uso de materiales audiovisuales (cortos, películas, Youtube, documentales, cine fórum) que trabajen la igualdad, e incorporarlos de forma cotidiana como un recurso educativo más que sirva de estímulo para el alumnado.

****Una buena idea para el equipo docente que esté interesado en impartir la enseñanza coeducativa y que puede facilitar mucho todo este trabajo es el trabajar conjuntamente todo el profesorado y crear entre el equipo educativo una base de datos con los materiales y recursos, de este modo fomentamos también el compañerismo, la cooperación, y el trabajo en equipo dentro del centro y entre la plantilla****

Coeducación, ¿cómo?

  • Dejar de utilizar una actitud paternalista/maternalista hacia el alumnado cuando se imparte clase.
  • Potenciar un clima de cooperación y no de competencia entre el alumnado es también clave y necesario trabajarlos diario, tanto entre el alumnado como entre el personal docente, para que la convivencia sea realmente igualitaria dentro de la escuela, y que así esta convivencia sea extrapolada a la vida cotidiana en su casa y en sus relaciones sociales en la medida de lo posible.
  • Dejar de utilizar expresiones manidas, sexistas y discriminatorias que tradicionalmente hacen referencia a actitudes/aptitudes “de hombres”, o “de mujeres”, que crean clima de discriminación dentro del centro educativo, tanto en las aulas con el alumnado como en situaciones extraescolares.
  • Dirigirnos al alumnado de forma igualitaria, y con actitud respetuosa pero también dar ejemplo con la forma en la que nos relacionamos con el resto del profesorado, (compañerismo). Somos el referente del alumnado.
  • Potenciar al alumnado en base a sus aptitudes. Debemos ayudarles a ser capaces de tomar decisiones de una forma libre y guiados por sus capacidades, cualidades y preferencias, sin sentirse coaccionados por la construcción social impuesta. Se debe educar a un alumnado capaz de pensar por sí mismo y de forma autónoma, y para ello es importante orientarles y apoyarles en todas y cada una de sus decisiones, teniendo en cuenta sus intereses propios y personales y no aquello que “socialmente” se espera de ellos y ellas por el hecho de ser hombre o mujer.
  • Se debe tratar al alumnado como a la persona única y genuina que es y cuando nos pidan consejo, se le proporcionará una orientación basada en el potencial que presente y en las aptitudes individuales que muestren. Por ejemplo, en la elección de futuros estudios y de carreras profesionales; en motivar la participación en actividades extracurriculares que ayuden a la persona en el desarrollo de sus potenciales.
  • Respetar el tiempo necesario de aprendizaje de cada alumno/a, entendiendo que cada persona lleva un ritmo diferente, y despertar la curiosidad del alumnado en base a las preferencias y gustos que tengan, para ampliar sus conocimientos, ofreciéndoles un abanico más amplio de opciones donde elegir.
  • Uso del lenguaje. Cuando hablamos de educación, el lenguaje es una parte importante y fundamental a la hora de trasmitir los cocimientos en el aula, y el uso que hacemos de él no siempre es el adecuado. La creencia de que el genérico masculino incluye a todas y cada una de las personas, es errónea. Generalizando sistemáticamente en masculino lo único que se consigue es invisibilizar a la mitad de la población conformada por las mujeres, discriminándolas y ejerciendo hacia ellas un tipo de violencia llamada simbólica.

Debemos empezar a incorporar un lenguaje inclusivo para que cada una de las personas se sientan representadas, tanto con el alumnado como con el equipo docente (Buscar guías de lenguaje sexista y ampliar el vocabulario igualitario).

  • Transmisión de valores. Parte fundamental de una buena Práctica Coeducativa es la trasmisión de valores de forma transversal en el día a día en las aulas. Educar no es solo proporcionar conocimientos, es también educar en valores; la empatía, el asertividad, la inteligencia emocional, la resolución de conflictos sin violencia, la tolerancia, el respeto a la diversidad, son base de una convivencia en igualdad.
  • Crear un clima de respeto donde el alumnado se sienta libre y seguro para participar y expresarse tanto a nivel educativo como personal, con el equipo docente y/o con sus iguales.
  • Potenciar el autoconocimiento de cada una de las personas que se atienden en el aula con el fin de educar alumnos y alumnas con una buena autoestima y conocedores/as de sus cualidades para que puedan desarrollarlas al máximo.

Objetivos de la Coeducación

La Coeducación exige un currículo educativo renovado que incluya la Educación en valores de igualdad, respeto, dialogo, resolución pacífica de conflictos de forma no violenta, el fomento de la cooperación en vez de la competición, etc. dentro de las aulas pero teniendo en cuenta también otros espacios y agentes de socialización en los que se ha de actuar más allá de la escuela. Así, el objetivo último y principal de la Coeducación es orientar hacia una transformación de las relaciones entre hombres y mujeres, en un marco equitativo superando la jerarquización de género (el masculino por encima del femenino). La Coeducación propicia e insta a la transgresión de roles tradicionales y estereotipados de las mujeres, pero también de los hombres, haciendo que los roles se crucen y no se cosifique o someta a un sexo sobre el otro; todo ello partiendo del reconocimiento de la diferencia entre sexos, pero la igualdad de valía entre las personas, permitiendo el desarrollo de la afectividad y la oposición a la violencia.

Desarrollar iniciativas en materia coeducativa

  • Actividades, talleres, dinámicas, ejercicios, prácticas, trabajos en grupo en los que se reflexione, y se trabaje acerca de la igualdad de oportunidades, la prevención de la violencia de género y otras violencias machistas, el bullying, el racismo, la homofobia en la escuela, el ciberacoso, y el buen/responsable uso de las RRSS e Internet para prevenir ser víctima/victimario del grooming, sexting, ciberbullying, y de otras formas nuevas de violencia a través de la red; a la hora de realizar todas estas prácticas/actividades, hacerlo de modo que involucren a todo el  alumnado para participar de forma igualitaria y activa para que nadie se quede atrás y que tanto chicos como chicas se sientan integrados.
  • Crear campañas, carteles, documentos, videos, mediante el uso de las nuevas tecnologías y herramientas TIC que faciliten el aprendizaje de nuevos conocimientos de forma creativa y en sintonía con las nuevas generaciones; siendo el profesorado solo la persona que guía a través del trabajo, pero sin dirigirlo.
  • Incentivar y promover el uso igualitario de los espacios como el patio, zonas deportivas, laboratorios, etc. evitando que se creen zonas “de chicos”, y zonas “de chicas” a través de proponer actividades en grupos mixtos. Algo en lo que se está trabajando muy activamente es los patios coeducativos: recreos donde niños y niñas juegan juntos y comparten el espacio en convivencia y no de manera segregada.
  • MUY IMPORTANTE. La necesidad de introducir una asignatura de educación afectivo sexual que eduque en una sexualidad sana, que prevenga del uso de la pornografía y que promueva relaciones afectivas libres de violencia, alejadas de los Mitos del Amor Romántico, y respetuosas con todas las relaciones amorosas normalizándolas (prevención de la LGTBI-fobia)

La familia, como agente socializador

La familia es el primer agente socializador de la persona, es el transmisor natural de patrones de conducta y valores. La familia desempeña un papel fundamental dentro de la educación de niños y niñas, por ello, la implicación y participación de las familias en la educación dentro/fuera de la escuela juega un papel esencial en el Modelo de Escuela Coeducativa pues permite ampliar el espacio de acción, debate y análisis crítico para derribar los estereotipos sexistas que imperan en la sociedad; es decir, dar el salto de la escuela a otros ámbitos de la vida.

Además de implicarse en el proceso educativo para que éste sea igualitario, las familias dentro del hogar deben trabajar en los distintos planos de la Igualdad entre sexos. Por ejemplo, en el reparto de las tareas domésticas, reforzando el mensaje de tolerancia cero con la violencia de género, alejarnos de los roles clásicos de princesa/príncipe, superar las barreras de género en los juguetes, en las actitudes/aptitudes propias “de niños” /”de niñas”, y apoyando siempre las opciones elegidas por el hijo/a en cuanto a las materias optativas/extraescolares, y de los estudios superiores sin sesgo por sexo.

Fomentar el respeto y el diálogo como vía para resolver conflictos de forma pacífica desarrollando habilidades y capacidades para la convivencia dentro/fuera de casa y de la escuela.

Formación del profesorado en la Educación en Igualdad de Oportunidades

La formación del personal docente es capital para poder llevar a la práctica en aula una correcta Coeducación. Existe la creencia entre el profesorado que esta formación no es necesaria porque dan por hecho que su relación con alumnas y alumnos ya es igualitaria, y que sus clases son impartidas bajo los postulados coeducativos, lo que no es del todo cierto. Por ende, es necesario una formación específica y especializada para adquirir conocimientos, habilidades y capacidades para desarrollar correctamente, y de manera real y eficaz las Tesis de la Coeducación que permitan al profesorado detectar los aspectos del proceso educativo en los que se produce discriminación, saber plantear las soluciones y poder desarrollarlas de forma efectiva incorporando siempre la Igualdad de Oportunidades de forma transversal en todo el currículo académico y en los distintos espacios del centro escolar.

La formación en Coeducación de docentes es desarrollada e impartida por y desde distintas entidades como el Instituto de la Mujer Estatal/Autonómico, Universidades, Colegios Profesionales, Centros de Profesorado, etc.

Recursos:

http://www.educandoenigualdad.com/

http://www.inmujer.gob.es/

http://www.educatolerancia.com/

http://www.cineenvioleta.org/

https://www.educacion.navarra.es/web/dpto/skolae-familias

Fuente e imagen: https://nuevarevolucion.es/coeducaccion-iii-parte-la-practica-coeducativa/

 

 

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Confinamiento, educación y libros de texto

Por: David González Gándara

A raíz de las actividades docentes durante el confinamiento, se ha reavivado una cuestión, que aunque siempre ha interesado, no era la que más ruido hacía últimamente. Estoy hablando de los libros de texto. Algunos opinamos que son un grave problema del sistema educativo que hay que extirpar, otros opinan que aportan una buena manera de tener una colección de recursos y materiales organizados que alivian la carga de trabajo del cuerpo docente y facilitan el estudio independiente del alumnado. Aunque me cuesta entender cómo vamos a afrontar nuevas situaciones educativas si nos limitamos a seguir guías elaboradas por editoriales a cientos de km de distancia, no voy a entrar otra vez en ese clásico debate, en el que no se van a reconciliar las dos posturas. Quiero hablar sobre la libertad que debe haber de tomar partido por una u otra postura. En mi opinión, un docente tiene que ser libre de utilizar un libro si es lo que encaja con su estilo de enseñar; pero también otro docente tiene que poder prescindir de él si supone un obstáculo para el diseño de las experiencias educativas que ha diseñado para su grupo de alumnado. Esta libertad sí que puede ayudar a gestionar mejor situaciones insólitas.

He trabajado en un puñado de centros en los que cada uno tiene libertad para programar sus clases. Sin embargo, principalmente en primaria, hay algunos centros donde se ejerce mucha presión para utilizar el libro seleccionado por el equipo como oficial. En la mayor parte de estos casos, es una presión emocional, en la que se explica al docente que llega al centro, que si quiere enseñar sin libro, tiene que aprobarse la retirada de este del listado oficial, ya que si no, las familias lo comprarán y habrán gastado el dinero para nada. En la mayor parte de estos casos, el docente usa el libro un par de veces para justificar ese gasto hasta que se aprueba la retirada del libro del listado. En realidad, que el libro esté en el listado no obliga a su uso. Es un listado de los libros que hay que usar en el caso de que se quieran usar. De hecho, la gran mayoría de los centros retrasan la «lista de la compra» para septiembre esperando a que el profesorado decida si los usa o no. Esta solución es la que permite realmente respetar la libertad del equipo docente. Respeta tanto al que lo quiere usar, que tiene la opción del texto oficial en el listado, como del que no quiere.

Pero existe un tercer tipo de centros, uno de los cuales tuve hace unos años la mala suerte de encontrar. Cada vez que me he trasladado a un nuevo centro, lo primero que he hecho es hablar con el equipo directivo para explicarles que no uso libro. Después solía tomarse una decisión sobre como informar a las familias de que no lo comprasen. Alguna que otra vez hubo alguna tirantez, pero durante casi veinte años no tuve mayor problema. Pero cuando llegué a este centro del que estaba hablando, y planteé este tema, me contestaron que eso no funcionaba así, que debía utilizar el libro en clase. Lo que hice fue explicarles que no había ninguna normativa que diga esto, y de haberla, sería contraria a la libertad de cátedra, y por lo tanto nula, ya que la Constitución no se puede contradecir. Lejos de acabar ahí el tema, el equipo directivo puso el tema en conocimiento de la inspección educativa. Pensé que inspección les explicaría lo mismo que yo, pero ante mi sorpresa, me dijeron que tenía que usar el libro en clase. Eso sí, «por lo menos en una sesión». En un arranque de estupidez, decidí que no estaba dispuesto a pasar por el aro, así que les dije que me obligaban a incumplir sus instrucciones ya que atentaban contra mis libertades fundamentales, y las de todas mis compañeras y compañeros, claro. El resultado fue que se me abrió un expediente disciplinario que resultó en una suspensión de empleo y sueldo de quince días.

He aprendido varias cosas de todo esto. Lo primero es que ha quedado claro que la ley sí que protege la libertad de cátedra en cuanto que no se puede obligar a alguien a seguir un libro en sus clases. Si esto fuese así, se me habría sancionado por no usar el libro oficial, pero realmente me sancionan por incumplir las órdenes de la dirección. Incluso en la sentencia del contencioso la jueza dice que sí me podían obligar a usarlos, pero sigue siendo una contradicción que no me sancionen por eso. Es más, si en lugar de decir que no, hubiera dicho que sí pero no los hubiese usado, no me habrían sancionado. Es decir, que si un docente quiere no usar libro, que no tema, mientras no le diga que no al equipo directivo y a inspección que no les va a hacer caso, no pasará nada.

La segunda enseñanza es que no se puede esperar mucho de la justicia. He descubierto que para casos pequeños como estos, no hay recurso posible a la sentencia. No podría explicar los términos jurídicos, pero es así. Lo único que se puede hacer es presentar un recurso al Tribunal Constitucional. El problema es el mismo, al ser un caso pequeño, hay muchas posibilidades de que no se admita a trámite. Está claro que hay una justicia diferente dependiendo qué tipo de ciudadano seas. Como es una sanción pequeña, te la comes que te sale más a cuenta. Y así conseguimos que la administración pueda hacer en general lo que quiera porque a casi nadie le compensa el proceso judicial.

Por último, he aprendido que merece la pena defender nuestros principios. Aún como en mi caso, que parece que he perdido, en realidad he ganado. Durante el curso educativo en cuestión, mi alumnado disfrutó de las experiencias educativas que estoy convencido eran mejores para ellos que haber aceptado las condiciones que me imponían, que habrían resultado en unas clases con un maestro desmotivado, haciendo algo en lo que no creía, y haciendo lo mínimo para seguir cobrando a final de mes. Mereció la pena.

Fuente e imagen: https://nuevarevolucion.es/confinamiento-educacion-y-libros-de-texto/

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Re-conocernos

Por: Nueva Revolución/Puertos33

 

“Uno ya no es uno mismo en ocasiones así y es doloroso no ser uno mismo, aún más doloroso saber que cuando uno lo es” Samuel Beckett

Nos resulta imposible concebirnos sin sujeto alguno: la ausencia de identidad, oír el “yo” que nos habla. El “yo”, como nos diría el pensador danés es una relación consigo mismo. El “yo” es la voz que se nos aparece. El mismo pensador señalaría de su época que bajo las directrices estéticas se esconde una melancolía común a todos. Es decir, a mayor melancolía en la sociedad mayor es la superficialidad de sus ciudadanos. Es imposible desligarse de dicha oscuridad que al menos, todos sentimos una vez en la vida. Mayor esclavo es a nuestros días quien cree no sentirla, quien se atreve a afirmar en público un “estoy bien” —Hasta C. Tangana representante del circo diario ha sabido interpretarlo—.

Allí donde hay una obsesión por lo sano subyace la mayor de las enfermedades. Como si de “médicos” nos tratásemos tendríamos detectar el conflicto con el “yo” que nos gobierna. Todo conflicto que lejos de reconstituirnos en una comunidad cada vez más diluida —somos fruto de una orfandad sociológica—, nos pone contra las cuerdas. Esa voz de la que habla Bojack puede hablarnos porque no está en nosotros, se relaciona con nosotros; mejor dicho, es la relación misma.

Es curioso que para remarcar los defectos actuales —Sólo hace falta releer a Han— tengamos que volver a viejas voces olvidadas. Si toda verdad viene de los márgenes, puede aparecer en cualquier espacio. Según se diluye la sociedad entre los supuestos “yo” de sus miembros, más evidente queda la ausencia de los mismos. En tanto mayor es la exigencia de lo identitario, más constatamos que dichas identidades solo existen de manera discursiva. Ninguna minoría social puede rebelarse desde dichas identidades. Atreverse a decir (Yo soy) es reconocer el desconocimiento total de lo común. No soy desde lo subjetivo, soy en lo comunitario. Mi voz me habla en tanto es hablada.

No se trata de obviar las diferencias, se trata de reconocerse entre las conexiones. Todo vínculo es un acto de revolución en un camino que aboga por la desaparición de los mismos. El amor, en tanto nos descubre esa ausencia de lo propio, es subversivo en sí mismo. No hay vínculo porque no hay “yo” al que ligarse. El poliamor se muestra más como un compartir de soledades que como una exaltación de los vínculos. No podemos unirnos en tanto no hay nada a lo que unirse. Cuando nos encontramos con esta triste verdad, la “depresión” nos habla. La tragedia de nuestra época es reconocer los límites de la realidad. Es imposible concebir la revolución mundial de cualquier partido en tanto no hay nadie a quien revolucionar.

Desconstruirse es reconocerse frente al otro, junto al otro. De alguna manera vivir es ser consciente de que se vive. Para poder acabar con esa melancolía difusa que nos acompaña en nuestro día a día como posibilidad, no basta con no estarlo, habría que asumir que siempre podemos estarlo. Nuestra misión no es erradicar la conciencia de la responsabilidad de vivir, es asumir la responsabilidad misma. Todo lo importante vuelve, sino no lo era nos dice nuestro coetáneo gallego Ignacio Castro. Relacionarse con esa infinitud del instante, encontrar las herramientas, para que las tres instancias del tiempo se mezclen y aprendamos a bailar entre ellas.

Si nuestro día a día era una entrega del “yo” a diferentes fines: trabajo, pareja, sueños… la pausa del Covid-19 nos ha mostrado que el “yo” primero tiene que relacionarse con uno mismo. Que la trinidad cristiana tiene presencia en la trinidad humana de mente, cuerpo y conciencia. Toda superación que de la que nos habla Nietzsche parte de ese reencuentro entre las relaciones propias. Negamos bajo la “toxicidad” moderna las carencias de cada uno de nosotros. Nos entregamos sin sustancia alguna. Entregamos la idea del “yo” no el “yo”. Hasta que no reconozcamos en nuestro tiempo que querer ser, no es ser. Que querer estar, no es estar —nadie está sano— es improbable cualquier cambio mundial. La revolución primero nos tendría que conducir al “prójimo” que nos diría la biblia.

Si algunos pensadores vuelven a ciertas filosofías de lo subjetivo, no es que huyan de esa realidad que nos aprieta. Es que las posibles soluciones a la misma se encuentran en los viejos secretos escondidos bajo la cientificidad de lo moderno. En tanto la ciencia ha crecido mayor es la cárcel global. Por ello que todo aprendizaje necesita de un desaprender previo. No es casual que bombardeemos todo atisbo de cualquier tribu que nos aparezca; desde la economía sumergida hasta los rituales. En esto el mundo Kurdo tendría mucho que enseñarnos. Occidente tendría que re-conocer lo sensitivo que tanto tiempo lleva callado. Un ejemplo de este cinismo europeo es la felicidad danesa que esconde una de las mayores tasas de suicidio.

Fuente e imagen:  https://nuevarevolucion.es/re-conocernos/

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