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Pedagogía del Amor

Artículo Otras Voces en Educación
Pedagogía del Amor
Venezuela/febrero 2016/Autor: Oscar José Fernández Galindez

Pedagogía del Amor

  El amor es lo contrario al miedo. Quien ama no puede temer. El amor no es posesión nadie le pertenece a nadie. Amar significa equilibrio y armonía con nosotros mismos y con los demás. En consecuencia no es posible amar a los demás si no hemos aprendido a amarnos a nosotros mismos. Y ya cuando por fin lo hemos aprendido, nuestro comportamiento dará las señales necesarias que indicarán como deseamos ser amados, y atraerá a nosotros personas y relaciones que se encuentren en la misma sintonía. Tan sólo basta con descubrir que significa el amor en tu vida, y todo lo bueno que esto representa vendrá a ti como un imán. Y más importante aún, tú sabrás identificar que está en sintonía contigo y que no. El amor puede o no expresarse a través de: la pareja, los hijos, lo que hacemos o a través de las relaciones interpersonales que tenemos. Una persona puede sentirse plena sintiendo amor a su mascota y expresándolo a través de ésta sin generar dependencia. El amor verdadero no es mezquino, al final siempre deseamos compartir el amor que sentimos. Es por esta razón que el amor a alguien se transforma rápidamente en el amor a todos. ¿Cómo aprendemos a amar?, esta búsqueda debe comenzar primero dentro de nosotros y luego debemos aprender a amar como los niños. Es cierto que hay personas que merecen nuestro rechazo, porque por alguna razón se han alejado del amor. Sobre todo cuando aún no nos hemos fortalecido en nuestro amor propio. Luego viene una segunda fase que consiste en tratar de ayudar a otros sin que sus problemas nos afecten. Tal vez nuestra forma de amar sea esa y la descubramos en ese momento. Sólo si sentimos paz y alegría interior sabremos si estamos por el camino indicado. Si sentimos rabia, angustia, desesperación, indignación, indiferencia y/o intranquilidad. Este no es nuestro camino o no es nuestro camino aún. Nadie debe estar donde no se sienta agusto. El amor parte del autorespeto. Si nos respetamos a nosotros mismos podremos respetar a los demás y la convivencia será más armónica. Es cierto que hay personas que hacen mucho mal. Pero cada quien está en su proceso. Algunos en un proceso de autodescubrimiento y ascenso y en otros en un proceso de retroceso, de involución. Sólo podemos ayudar a quien nos solicita ayuda. Y aun dándose esta condición debemos ser cuidadosos pues tal vez no estemos preparados para esto. Sólo el autoconocimiento y la intuición nos dirán si vamos o no por el camino apropiado. El error/la equivocación. Forman parte de la vida y de nuestro proceso de crecimiento. Todos vinimos a aprender de todos. Todos vinimos a enseñar a todos. Ese es en definitiva el verdadero sentido del amor. De la pedagogía del amor.

Oscar Fernández Galindez Educador e Investigador

osfernandezve@hotmail.com

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Pedagogía de la Humildad

Artículo Otras Voces en Educación
Pedagogía de la Humildad
Venezuela/febrero 2016/Autor: Oscar José Fernández Galindez

Pedagogía de la Humildad

    El ego es nuestro peor enemigo. Nos hace creer que porque tenemos lo que otro no tiene, que porque creemos saber lo que otro no sabe o porque expresamos sentir lo que otro no expresa, somos superiores y/o mejores. La competencia es la mejor arma del ego. Esta es utilizada como estímulo por muchos empresarios para mejorar (supuestamente) el rendimiento de sus trabajadores. Y es que para ellos si funciona pues la lógica capitalista es esencialmente egoísta. La búsqueda de las mayores ganancias, nos hacen apartarnos de todos y creernos los mejores del mundo, la arrogancia de creernos los elegidos o los sabelotodo aun cuando este comportamiento no genere de forma directa bienes de fortuna, es quizá más peligroso que la mera competencia por el capital, pues dicha arrogancia arrastra fácilmente a otros y los separa de sus objetivos originales. No se trata de creernos menos pero tampoco. Si bien es cierto que la diferencia desde el punto de vista de la percepción y la experiencia existe, esto no nos hace superiores o inferiores, sólo debe conducirnos a reconocer que todos necesitamos algo del otro, pues la verdadera superación. La verdadera evolución. Está en la cooperación y no en la competencia. Ser humildes no es dejarse aplastar por otros, eso es ser tontos y/o de baja autoestima. Ser humildes significa entender que todos estamos en un proceso y que al final todos buscamos la felicidad. También es cierto que hay personas que están tan enfermas que ya no se puede dialogar con ellas. Pero esas son minoría, la gran mayoría busca el amor, la armonía y la felicidad. Aun cuando la confusión las haga actuar equivocadamente. Sólo mirando más allá del ego podremos salir adelante. Todos tenemos un espacio y una responsabilidad en este mundo. Y los bienes materiales no nos hacen mejores o peores. Quizá la excesiva acumulación de bienes materiales nos haga peores. Pero no por los bienes mismos, sino por la arrogancia, la prepotencia, que se genera desde y a través del ego que nos aísla y nos confunde.

Oscar Fernández Galindez Educador e Investigador

osfernandezve@hotmail.com

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Pedagogía del Miedo

Artículo Otras Voces en Educación
Pedagogía del Miedo
Venezuela/febrero 2016/Autor: Oscar José Fernández Galindez

Pedagogía del Miedo

   El miedo no es natural en nosotros. No nacemos temerosos a menos que la madre haya pasado por traumas muy fuertes. En tal sentido sería la madre y su entorno quien generaría dicha condición antinatura. A diferencia de lo que muchos creen, el miedo es lo contrario al amor. Quien toma decisiones desde el miedo, está propiciando una cadena de eventos que no conducirán a nada bueno. El miedo desequilibra, altera las emociones y en casos extremos puede congelar y hasta matar a una persona. Sólo la calma, la paciencia y el amor pueden hacer que el miedo desaparezca y se convierta en la luz que nos guie para propiciar las transformaciones necesarias. El miedo es el arma más fuerte del enemigo que nos confunde y nos hace creer que la irracionalidad es la alternativa para superar los momentos difíciles. La respuesta oportuna siempre es necesaria ante una eventualidad pero el temor no debe ser el estímulo inicial. No pocas veces utilizamos la pedagogía del miedo para tranquilizar a nuestros niños inquietos. “Viene el coco, te va a llevar el señor del aseo, te va a llevar la policía”, entre otras expresiones. Y esas expresiones luego se traducen en expresiones tales como: “no me dejes, le temo a la soledad, no me siento seguro, no creo en la gente”. Todas las fobias que conocemos son el resultado de esta pedagogía del miedo. Y me atrevería a decir que aquellas personas que son temerarias, que se hacen adictas a la adrenalina, a diferencia de lo que muchos creen, también son temerosas. En este caso, temerosos de una vida tranquila y en paz con ellos mismos. Cambiemos la pedagogía del miedo por la pedagogía del amor y de la alegría. Eso, sólo eso es lo que necesitamos para transformar al mundo.

Oscar Fernández Galindez Educador e Investigador

osfernandezve@hotmail.com

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Pedagogía de la pedagogía

Artículo Otras Voces en Educación

Pedagogía de la pedagogía

Venezuela/febrero 2016/Autor: Oscar José Fernández Galindez

  Más allá de esa tonta discusión de que la pedagogía es para niños y la andragogía es para adultos, creemos que la pedagogía es el arte de enseñar-me y enseñar-nos. Es decir; es el arte de la auto y coenseñanza que se traduce en auto y coaprendizaje. Todo esto se cruza con la expresión aprender a aprender cuestión que recursivamente se traduce en reconocer-me/reconocer-nos como auto y coenseñantes de un proceso que nunca termina y que supera las escalas académicas. La pedagogía de la pedagogía es en consecuencia la pedagogía de la vida por y para la vida. Sin embargo dicho planteamiento no puede ser tomado a la ligera. No toda pedagogía nos sirve, de hecho lo que hemos denominado pedagogía hasta la fecha no nos ha sido útil, ha sido quizá una anti o una contrapedagogía pero nunca ha sido lo necesario. La pedagogía de la que aquí hablamos se replantea a cada momento y  contribuye en la configuración de una nueva perspectiva ante la vida que respeta al cuerpo, a la mente y al espíritu,  reconociendo la complejidad e integralidad de estos, tanto dentro como fuera de nosotros. En esta espiral recursiva que llamamos vida, vemos dos expresiones aparentemente antagónicas que se traducen en una misma: “nadie enseña a nadie”,  y “todos enseñamos a todos”[1]. Si entendemos esto en profundidad, comprenderemos que lo esencial de la vida va más allá de la mera acumulación de informaciones y que en consecuencia, un niño tiene mucho más que enseñar que un adulto. Sólo reconociéndonos todos como auto y comaestros, podremos avanzar hacia un mundo libre, solidario, corresponsable, armónico, justo y feliz.

 Un niño tal vez no esté muy informado y seguramente no poseerá mucha experiencia. Pero su intuición está mucho más viva, más activa que la de un adulto. Es por ello que aquí no proponemos sustituir una cosa con otra. Nuestra propuesta. Nuestra pedagogía de la pedagogía, consiste en apostar por la complementariedad, por la pedagogía del reconocimiento del/la  otro(a), por la integración del hacer/sentir/pensar, por respetar todo lo que somos y seremos, en fin respetar esa espiral que llamamos vida.

  La metáfora de la vida nos invita a transitar un diálogo que permita establecer puentes de comunicación entre lo que se dice con lo que se hace. Entre lo que se siente y lo que se piensa y entre lo que se intuye y lo que somos.

[1] Esto podría mal entenderse como un todo vale y no es así. Si asumimos que sea la intuición la que llegue primero y luego la razón. No estaremos hablando de un camino aleatorio hacia la iluminación sino de un único camino. Sólo la intuición nos dirá que de ese nadie o de todos debemos aprender, luego nuestra razón se ocupará de buscar el por qué  de cada aprendizaje. Allí radica la esencia de esta propuesta y la gran diferencia.

Oscar Fernández Galindez Educador e Investigador

osfernandezve@hotmail.com

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Ecoeducación Contrahegemónica

   Al hablar de educación ambiental nos quedamos cortos. Porque ya no es suficiente celebrar el día del árbol y luego dejar que la planta se seque o celebrar el día de la alimentación y luego salir a comer comida chatarra. El detalle es que el asunto del cambio climático va mucho más allá de nosotros y si bien es cierto que debemos cuidar nuestro entorno y nuestro medio interno, esto no es suficiente. En otras palabras, por más papelitos que evitemos lanzar a la calle, no evitaremos el derretimiento de los polos y el calentamiento global. El fenómeno climático del Niño que hoy día nos afecta en Venezuela con una gran sequía, no es responsabilidad primaria de los venezolanos. Lo es, de los mal llamados países desarrollados. Y si bien nosotros hacemos un gran esfuerzo por preservar nuestros recursos y administrarlos eficientemente, aún convirtiéndonos todos los venezolanos en superecologistas, no salvaremos al planeta si los países que más contaminan no cambian sus prácticas de consumo y de producción. Al final de esto no bastará decir; pero yo si me porté bien, yo hice lo correcto.

El afán depredador y egoísta del capitalismo no se detiene ni se detendrá porque nosotros reciclemos únicamente. Ellos acaban de firmar un acuerdo de reducción de emisiones de gas invernadero. Las preguntas son: ¿Lo harán realmente? Y si lo hacen ¿Será suficiente? Y ¿Lo harán a tiempo para salvar al planeta? No podemos ser más ingenuos, porque si seguimos así creyendo que sólo cuidando la matica salvaremos al planeta lo que más haremos será cuidarle la matica al enemigo que luego vendrá a quitárnosla.

Pero aparte de esto es importante decir que la matica se nos está secando, es decir; ese cuidado que acabamos de decir que no es suficiente para salvar al planeta, ni siquiera lo estamos haciendo bien. En consecuencia ni en lo local, lo regional, lo nacional ni en lo internacional estamos haciendo las cosas bien. Y es que los niveles de consciencia están aún muy bajos en la población. Acabo de escuchar a un señor decir que iba a dejar de fumar porque un cigarro cuesta ahora 70 bolívares y no que lo hacía porque éste da cáncer. Si no nos cuidamos a nosotros mismos ¿cómo haremos lo propio con el planeta? Tenemos una población que no come por vanidad o come demasiado por gula, que hace largas colas para adquirir productos que no necesitan en lo inmediato y que revenden a latos precios o que los acumulan por temor, generando todo un sistema de desabastecimiento, y si sumamos a esto el acaparamiento, la escases inducida y la corrupción de toda la población, veremos un grave problema ecourbano que afecta no sólo física sino síquicamente a la colectividad.

Desde el estrés hasta las patologías que éste puede inducir, observamos toda una dinámica de contaminación social que se propaga cual virus. Y es que nuestro comportamiento enfermizo genera por una parte las condiciones para que los virus y bacterias proliferen y por otra parte la gran industria de la enfermedad trabaja para inocularnos los gérmenes a los cuales luego ofrece sus antídotos milagrosos. La ciencia médica es y será desde esta perspectiva una oficina de promoción de medicamentos, los cuales no son más que los generadores de falsa sensaciones de mejoría.
Es más fácil fumar y luego culpar al cigarrillo por el cáncer, comer como loco y luego culpar a la comida, ser sedentario y luego lamentarse de las dolencias y su mala suerte, ser irreflexivo e iracundo y luego culpar al corazón y no saber trabajar con sus emociones. En fin somos tremendamente estúpidos y aún así creemos que vamos a salvar al planeta sembrando una matica que luego ni siquiera regamos. Eso de tener un hijo, escribir un libro y sembrar un árbol no es suficiente. Tal vez nunca lo fue, sobre todo si tomamos en cuenta que tal vez estemos haciendo el libro con el árbol que sembramos y el libro quizá trate sobre como consumir más.

Oscar Fernández Galindez Educador e Investigador

osfernandezve@hotmail.com

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Pedagogía de la Intuición

Pedagogía de la Intuición

Venezuela/febrero 2016/Autor: Oscar José Fernández Galindez

Ser intuitivo significa dejarse llevar por nuestro yo interior que a fin de cuentas maneja más información que nuestro yo consciente. Si comprendemos y asumimos que ese yo consciente heredado de la tradición occidental, sólo es la punta del iceberg, entenderíamos que hay más elementos para comprender el mundo dentro que fuera de nosotros. Y que cada estímulo que recibimos desde fuera debe traducirse en una interrogante que debemos hacernos en primer lugar hacia adentro.

Podríamos hacer algunos ejercicios para potenciar la intuición, por ejemplo hacernos preguntas lógicas de sí y no y asumir la primera respuesta que nos llegue a la mente. Podríamos por ejemplo preguntarnos en un momento determinado si tomamos hacia una dirección u otra en la calle sin establecer un punto de llegada predeterminado. Luego podríamos llevar un registro de estas experiencias y confirmar si la intuición funciona o no. Uno de los aspectos que deben ser tomados en cuenta, es la participación de la razón en todo esto. Porque no se trata de sustituir a la razón por la intuición. Se trata de dejarnos llevar por la intuición y luego aplicar la razón, si lo hacemos al contrario simplemente la razón no dejará que la intuición emerja y en consecuencia sólo tendremos razón. Por otro lado si sólo usamos la intuición, entonces negaremos nuestra propia existencia y la posibilidad de aportar en esta construcción colectiva que requiere tanto de nuestro yo interno como externo. Lo apropiado aquí sería el diálogo armónico entre el yo interno y el externo, entre la sin razón y la razón, sin pretensiones de supremacía de uno sobre el otro. Desde aquí podríamos hablar de una intuición razonada y no de una razón intuitiva. Tal vez en un futuro de nuestra evolución cuando ya la razón no sea dominada por el ego, podríamos alcanzar una razón intuitiva, pero por ahora debemos ir en busca de la intuición razonada. La reflexión, el entendimiento de las emociones, la interpretación de los sueños, la meditación, entre otras técnicas son fundamentales para lograr la intuición y poder así ir hacia una nueva ciencia y una nueva tecnología en armonía con todo lo que existe.  En esta y en cualquier dimensión.

Una ciencia con conciencia, es una ciencia que siente y razona desde una mirada que integra lo individual con lo colectivo y que principal y esencialmente se preocupa por reconocer la igualdad en la diferencia y la diferencia en la igualdad.

Una ciencia intuitiva y razonada es la ciencia de lo posible, la ciencia de los sueños y las utopías. Es en consecuencia la ciencia necesaria. La ciencia que necesitamos. La ciencia del futuro. La ciencia que ya estamos construyendo desde la pedagogía de la intuición.

Oscar Fernández Galindez Educador e Investigador

osfernandezve@hotmail.com

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Ser Educado

Artículo Otras Voces en Educación
Ser Educado
Artículo/febrero 2016/Autor: Oscar José Fernández Galindez

En nuestro país Venezuela, ser educado para nuestros mayores, se traduce en decir: con permiso, buen día, por favor y gracias. Puede sonar trivial resaltar esto, pero ¿qué hay detrás de estas aparentemente inocentes normas de urbanidad? No es lo mismo decir gracias cuando una persona te presta una ayuda desinteresada que cuando en la empresa el obrero le dice gracias al jefe para que el ego de éste crezca y dicho trabajador no sea despedido. También resulta muy cuestionable cuando decimos gracias a Dios. El hecho aquí, no está en ser o no agradecido o en utilizar adecuadamente dichas expresiones. El detalle está en que se ha interiorizado a tal punto la conducta sumisa que encubren dichas expresiones que cuando alguien te pide un favor, no existe la posibilidad de decir no. En consecuencia vivimos bajo la dictadura del por favor, dicho favor se traduce pues, en una orden encubierta. Y si eres rebelde y te niegas, entonces eres visto como el malo de la película. Ese tipo de comportamiento es el que enseñamos en nuestros hogares y en nuestras instituciones educativas. Aparece aquí una suerte de moral que asociada a la sumisión de la(s) religión(es) te obliga a decir: buen día, con permiso, por favor y gracias. Pero ¿qué ocurre si de plano te niegas a aplicar dicho patrón, pues te reconoces esclavo y quieres ser libre?, ocurre que esa falsa cultura de la amabilidad y de la gratitud te apabulla y te muestra prácticamente como un ser anti social, aparecen expresiones tales como: fulanito si es mal educado, es una persona muy creída, no sabe tratar a la gente, etc. ¿Cómo enseñarles a nuestros hijos a no ser esclavos y a ser aceptados socialmente a la vez? la vida en sociedad es inevitable, y aunque no lo queramos, tarde o temprano necesitaremos de otros, así como otros necesitarán de nosotros. Pero ¿Cómo ser sociable sin caer en la trampa alienante del portarse bien del ser educado? Y es que no es como muchos creen, no existe la rebeldía sin causa. Lo que acontece es que a veces no conocemos cuál o cuáles son los orígenes de dicha rebeldía. Muchos de los problemas que hallamos en nuestras aulas de clases, están relacionados a la incomprensión en torno a dicha supuesta rebeldía sin causa. Y no en pocos casos el dictado de ese por favor y ese agradecimiento están detrás de todo.
¿Cuáles son los mensajes que a mi opinión oculta una persona bien educada? Gracias por explotarme, por favor no me dejes pensar, gracias por hacerme sumiso, gracias por decidir por mí. Por favor no dejes de someterme.
Y aunque lo expresado arriba pareciera una invitación a la desobediencia total, no se trata de hacer y/o decir lo que me dé la gana. Se trata de hacer y/o decir lo que debo hacer y/o decir. No se trata de imponerme pero tampoco de dejarme someter por normas que son utilizadas para manipular a la sociedad. ¿Cuándo debemos ser rebeldes? Cuando nos sintamos manipulados. ¿Cuándo debemos cumplir con un favor? Cuando lo deseemos de corazón? ¿Cuándo debemos ser solidarios? Cuando no sintamos que eso es un mandato sino que es un placer. Es por todo esto que cuando voy en la calle con mis niños de dos y cuatro años y les pido que saluden a alguien y estos no desean hacerlo, no los obligo. A pesar de que del colectivo reciba la expresión: “los hijos del profesor si son mal educados” incluso habrá quien diga: En casa de herrero cuchillo de palo.

Fuente de la foto: Oscar Fernández
Autor: Educador e Investigador
osfernandezve@hotmail.com

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