México. Una universidad del pueblo y para el pueblo

México / 24 de febrero de 2019 / Autor: OLEP / Fuente: Kaos en la Red

Rescatemos a la UACM del pantano del neoliberalismo

La educación es un derecho que se debe garantizar a todo el pueblo y debe ser vista como un asunto de lo más importante, pues la educación de nivel superior o universitaria es una garantía para que la población viva de forma digna.

Desde hace más de 30 años, la educación pública en México ha recibido muchos golpes por parte del Estado, ya que desde hace décadas no se habían construido nuevas universidades y ni hablar de preparatorias para satisfacer la demanda de educación para el pueblo. Ahora bien, es importante mencionar que dadas las condiciones políticas y económicas en el país, provocadas por un sistema neoliberal que se fue agudizando brutalmente, la conciencia social despertó en un sector específico de la sociedad (la clase obrera) en la Ciudad de México, de esto se derivan movilizaciones que gestan por necesidades y derechos sociales que el neoliberalismo había dejado de atender, y la educación es una de ellas. Así nace la UACM como proyecto popular, de la organización del pueblo que exigió más escuelas que cárceles, por lo tanto, puede decirse que la UACM brota del pueblo para servir al pueblo.

El 26 de abril de 2001, fue creada la Universidad de la Ciudad de México por el gobierno del Distrito Federal, y el 16 de diciembre del 2004, obtuvo la autonomía por medio de la publicación de la ley de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, aprobada por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.

La creación de esta institución fue un beneficio inmediato para los más necesitados en la Ciudad. Con planteles ubicados en las zonas más marginadas de la CDMX como Iztapalapa y Cuatepec, la universidad se convierte en una oportunidad para aquéllos que habían sido rechazados en otras instituciones e incluso también para aquellas personas adultas que deseaban cumplir con el sueño de terminar una licenciatura, siempre con el objetivo de brindar una educación crítica y de forma gratuita a todos sus estudiantes.

El proyecto que emanó de la creación de esta nueva universidad tenía que ser distinta a las otras, por ende, el proyecto no es algo acabado, al contrario, está en total movimiento y se desarrolla en el margen de fomentar una educación que no anteponga los intereses privados sobre los colectivos, ¿qué significaría esto? Que unos cuantos no decidan sobre la decisión de todos. Siendo más concretos: que algunos empresarios no decidan el rumbo del país.

Por otra parte, la UACM y su proyecto velan por la educación como un medio no sólo para la obtención de títulos, o la formación de a licenciados que sirvan para trabajar y producir riquezas a los empresarios. Los estudiantes deben saber afrontar las situaciones o hechos que suceden en la realidad, para así transformarla, he ahí el objetivo primordial de este proyecto. No sirven de nada tesis y titulados por millares si los estudios no ayudan a generar cambios considerables en la sociedad.

Sin embargo, el proyecto de la UACM que sostienen miles de estudiantes, académicos y trabajadores corre el riesgo de desplomarse por los intereses de unos cuantos, con lo anterior nos referimos al actual “rector” de la universidad: Galdino Morán, quien después de haber tomado posesión de su puesto de manera ilegítima por encima de los intereses de la comunidad, hoy se ha encargado de entregar plazas a sus “compadres políticos” que lo secundaron para llegar a su cargo.De manera ruin y completamente contraria a los principios de democracia y colectividad de la universidad, unos cuantos ponen en peligro el proyecto que se ha forjado a base del esfuerzo de todos los que somos parte.

No se debe permitir que el rector, junto con el Consejo Universitario, “huachicoleen” los recursos que pueden ser fácilmente usados para el aumento de becas o para terminar los edificios en obra negra, ampliar los horarios de comedor, tener mejores laboratorios o comprar el transporte adecuado para los estudiantes. La UACM debe ser defendida por cualquier usurpación corrompible proveniente de la ideología neoliberal.

Esta defensa debe ser un compromiso que debemos asumir cada integrante de la comunidad desde el trabajador de intendencia, pasando por el alumno, hasta el académico. La lucha por la defensa de la UACM ante las prácticas neoliberales es una lucha contra el neoliberalismo y su raíz más profunda, el capitalismo. Que las decisiones que se tomen sean pasadas por cada uno de los miembros de la UACM, cada plantel debe sumarse a esta lucha contra los “amigos” de la comunidad y exponer todas sus prácticas que sean contrarias a los principios de la misma universidad

¡Destruyamos el neoliberalismo y construyamos el socialismo!

¡Luchar, estudiar y aprender para el pueblo defender!

NOTA: Este artículo fue publicado como parte de la sección EDUCACIÓN del No. 40 de FRAGUA, órgano de prensa de la Organización de Lucha por la Emancipación Popular (OLEP), Febrero-Marzo 2019.

Fuente del Artículo:

México. Una universidad del pueblo y para el pueblo

ove/mahv

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Las maestras luchando por nuestro futuro

Por: OLEP

Seguramente has escuchado hablar de la Normal Rural “Isidro Burgos” de Ayotzinapa, Guerrero, sobre todo a raíz de la desaparición forzada de los 43 estudiantes; pero muy poco se sabe del proceso que han enfrentado las 17 Normales Rurales que aún existen en el país, tras la política de abandono y desmantelamiento que han impulsado los distintos gobiernos.

En el número anterior de F R A G U A , compañeras de la Normal Rural “Lic. Benito Juárez” de Panotla, Tlaxcala, enviaron una colaboración donde describían la vida en la Normal, invitaban a las movilizaciones que se realizaría los días 12 y 13 de septiembre con el objetivo de exigir justicia por la represión sufrida en 2001 y 2010, así como mejores condiciones para la escuela. Como OLEP nos solidarizarnos marchando con las compañeras de Panotla.

Después del traslado hacia la Normal, el desayuno corrió a cargo de las alumnas, ya que la escuela se mantenía tomada desde el martes 6 de septiembre, ellas son quienes se encargan de todo el mantenimiento. En seguida, hicieron el llamado a concentrarnos para iniciar la marcha; nos agruparon con las organizaciones: profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) Tlaxcala y Chiapas, la Unión Popular de Vendedores Ambulantes-28 de octubre, el ex sindicato de Sandak-Tlaxcala, el Frente Nacional de Luha por el Socialismo (FNLS), entre otros. Marchamos al final de las representaciones de las Normales Rurales de los otros estados que forman parte de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM).

El recorrido de Panotla a Tlaxcala se hace en unos 20 minutos, marchando nos tardamos 3 horas en llegar a la Unidad de Servicios Educativos de Tlaxcala (USET). Durante el recorrido, pasaban los oradores de las distintas normales y las organizaciones a exigir el cumplimiento a las demandas del pliego petitorio, el cese a la represión y al desmantelamiento de las normales.

A la marcha larga siguió otra dura espera de cerca de 6 horas de negociación donde las autoridades buscaban desgastar a los manifestantes y a las compañeras de la comisión que pasaron a la mesa. Sin embargo, como dicen por ahí, ni la lluvia ni el viento y, al parecer, ni el tedio, detienen al movimiento. Finalmente cerca de las 23 horas, se logró que firmaran la mayor parte del pliego petitorio.

Durante esta jornada pudimos conversar con algunas compañeras normalistas quienes nos explicaron que a pesar de que las normales rurales cuentan con un sistema asistencialista donde se les brinda una educación gratuita, internado, comedor, agua y luz, entre otros beneficios, hacen falta algunos servicios de mantenimiento al comedor y dormitorios e incluso la construcción de más salones, porque, “para las chicas que ahorita cursan el cuarto año no hay salones” , así como profesores para impartir talleres culturales.

Otra de sus demandas es respeto a la matrícula estudiantil que contempla a 342 alumnas, de las cuales sólo se cuenta en estos momentos con 270. Ellas consideran que se les debe dar mayor porcentaje a las estudiantes de otros estados como Guerrero, Chiapas, Veracruz, Estado de México, ya que dicen: “las que son originarias aquí de Tlaxcala no continúan porque no les gusta el sistema de internado, extrañan a sus papás y como están relativamente cerca, pues se van”.

Al preguntarles de qué forma el gobierno podría garantizar ese respeto a su matrícula, Contestaron que exigen que se garantice las 342 raciones alimenticias, los blancos (que son papel higiénico, jabón de tocador y para lavar ropa), la beca monetaria que afirma “nos llega cada 2 meses y es de $230 a $240”, así como sus trajes de gala y uniforme deportivo. Para algunos lectores parecerá suficiente todo lo que se les brida, sin embargo, para quitarnos de dudas les preguntamos de cuánto era el presupuesto que recibían para su alimentación y nos contestaron que era de ¡treinta y cinco pesos al día, por alumna!

También nos comentaron sobre la baja demanda de nuevo ingreso que ha sufrido la Normal a raíz de la mala reputación que les ha creado el gobierno y los medios de comunicación: “el gobierno dice que somos semilleros de guerrilleros y no es así, solamente, dentro de una normal, aparte de darte los estudios básicos que se dan en cualquier universidad, nos concientizan políticamente y pues es otro panorama que al gobierno no le conviene”.

La Reforma Educativa también les afecta a las normalistas por los exámenes de oposición para entrar al magisterio , por ello, muchas chicas no entran a la normal “porque creen que ya no van a conseguir trabajo después de la licenciatura. Esto no sólo se ve en nuestra normal, se ve en todas las normales, se ha visto cómo la demanda de compañeros ha bajado”.

Una de las demandas políticas que tienen es la destitución de la actual directora Olivia Guevara y exigen alguna intervención en la elección de sus directivos, pues consideran que a partir de allí se les ha reprimido académicamente, imponiendo horarios de clases 8:00 a 18:00 horas, excesiva carga académica que no deja tiempo para dedicarse a actividades político-culturales y económicamente se han desviado recursos de la institución.

El pliego petitorio de las compañeras es más extenso, sin embargo, estos puntos nos muestran la situación que se vive en las Normales Rurales y la razón por la que se encuentran en una lucha constante por la defensa del normalismo, la educación pública, gratuita y de calidad.

Compañeras: Nos sumamos a la lucha en defensa del normalismo, considerando que esto significa también continuar con el trabajo organizado para que las Normales retomen su visión política con las que fueron creadas desde 1922: impulsar junto al pueblo la lucha por una sociedad más justa, por el socialismo !

¡Por la liberación de la juventud
y la clase explotada!
¡Venceremos!

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=219772&titular=las-maestras-luchando-por-nuestro-futuro-

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La subcontratación en la Capital Social

Por: OLEP

Capital Social, CDMX o simplemente Ciudad de México. La capital del país lleva muchos años mostrando un rostro de “izquierda” donde las libertades democráticas se respetan, donde los derechos humanos son promovidos mediante una infinidad de programas sociales, donde existe una amplia apertura a los valores “progresistas” y respeto a las diferencias.

Sin embargo, tras esa máscara caritativa pintada de rosa mexicano se encuentra un rostro terrible de represión y explotación donde las necesidades del pueblo son dejadas de lado para privilegiar a los grandes empresarios nacionales y extranjeros.

Un ejemplo que demuestra esta relación es la legalización y normalización del outsourcing o subcontratación, es decir, de una forma de contratación en la cual el patrón (público o privado) le paga a una empresa (“contratista”, según el artículo 15 de la Ley Federal del Trabajo) para emplear a cierto personal para trabajar en las instalaciones de su compañía o dependencia sin que estos sean reconocidos como sus empleados, dejando toda la responsabilidad legal sobre ellos al contratista, mientras el patrón goza de todas las ganancias obtenidas. Cabe resaltar que la figura de las empresas “contratistas” es tan ambigua que permite eliminar los derechos de los trabajadores o simplemente desaparecer sin que esto implique alguna penalización hacia los dueños ni un seguimiento legal a éstos.

La subcontratación es cada vez más utilizada no sólo por empresas privadas, como las cientos de compañías de seguridad que brindan sus servicios a plazas comerciales o tiendas de autoservicio, sino por las propias oficinas de gobierno. Un claro ejemplo de esta forma de despojo de derechos es el caso de las trabajadoras de intendencia del Instituto de Educación Media Superior (IEMS), quienes fueron despedidas por luchar y demandar sus legítimos derechos a la organización, al salario justo, al trabajo digno y a la seguridad social.

Ahora bien, ¿qué hay detrás de la subcontratación en el sector público? En principio una necesidad de los grandes capitalistas por obtener mayores ganancias, pues en la dura carrera de la burguesía, el que se duerme se lo lleva la corriente. Esta ansia de ganancias se encuentra determinada por las propias leyes del capitalismo, es decir, no importa si los ricos son buenas personas o no. Si quieren seguir siendo ricos y mantener este sistema económico deberán acumular cada vez más, siempre a costa de la vida y el esfuerzo de los trabajadores, la plusvalía (la ganancia obtenida por el trabajo no pagado que le exprimen al pueblo). Aunado a este robo para obtener más ganancias, los capitalistas buscan eliminar los “gastos sociales”, es decir, esa parte de la ganancia “gastada” en pagos al seguro social, cuotas patronales, etcétera. En resumen, todos esos pagos y prestaciones que para nada son del agrado de los ricos y dan un poco de estabilidad a la supervivencia del trabajador.

En el caso del sector público capitalino, la burguesía de la Ciudad de México, del país e incluso la que viene del extranjero han presionado al propio gobierno “de izquierda” para que le cediera, por decirlo de algún modo, a una cierta cantidad de trabajadores y, de paso, los despojara de sus derechos. Es decir, no es que las empresas privadas generen nuevos empleos, como nos vienen diciendo una y otra vez, sino, por el contrario, el Estado elimina plazas en el sector público y les paga a las empresas privadas para que contraten a los trabajadores que cubrirían tales plazas.

Así, los sueldos bajan, pues no hay una relación directa entre el Estado y quien trabaja, la empresa se queda con gran parte de lo que paga el gobierno y le da una mísera parte al trabajador, apenas para comer. De la misma manera, la ganancia que antes iba para las arcas del país y servía para repartirle un poco a la sociedad (construcción de escuelas y hospitales, por ejemplo) ahora se va a los bolsillos de los ricos, quienes jamás le darán nada al pueblo.

El outsourcing o subcontratación en las instancias del Estado se convierte así en un arma doble en contra del pueblo: por un lado, los trabajadores pierden sus derechos laborales y, por el otro, las ganancias que deberían volver al pueblo se quedan en los bolsillos de los empresarios.

En este sentido, la llamada Capital Social se revela como un mero espejismo, como un modelo de ciudad que no podrá ser mantenido durante mucho tiempo y cuyas medidas de “apoyo para el pueblo” sólo servirán para generar clientes a quienes cobrar favores políticos a la hora de las elecciones. Esta situación se hace evidente en los múltiples despidos en delegaciones como Iztapalapa, Tlalpan o Venustiano Carranza; en la falta de estabilidad laboral de los trabajadores de SaludArte; en las contrataciones por outsourcing de los empleados de intendencia; en las deficiencias de la gratuidad en los Centros de Salud o las carencias del IEMS.

El Estado va mostrando así su verdadero rostro: el aparato político-militar que utilizan los empresarios para mantener sus privilegios y contener al pueblo por medio de la violencia, al tiempo que sus programas sociales y apoyos estatales se van difuminando, dejándolo todo al mercado.

Estas dificultades ya las han visto y sentido en carne propia las compañeras de intendencia despedidas injustificadamente del IEMS, quienes, sin saberlo, se enfrentaron a una de las cabezas de este monstruo llamado capitalismo, el cual se defenderá con uñas y dientes, pues si uno de sus rostros cae, se verá que los demás también pueden caer. Por ello su lucha es tan digna y a la vez tan complicada.

Por estos motivos creemos necesario organizarnos de manera independiente no para exigir una “verdadera Capital Social” o el retorno al “Estado Benefactor” donde nacen explotados felices, sino la superación del propio sistema capitalista como única salida a esta realidad tan injusta.

Como OLEP hacemos el llamado a usted trabajador, del sector público o privado, que sufre de contratos por outsourcing o cualquier otra forma de despojo de sus derechos laborales, a escribir sus denuncias en FRAGUA y a unirse con nosotros en este esfuerzo que tenemos como organización.Caminemos juntos y exijamos por medio de la movilización un trabajo justo, salario digno y seguridad social; luchemos de manera digna por un futuro mejor para todos, en el que no exista la explotación, el despojo ni la represión; luchemos por alcanzar el socialismo.

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Marchar y agitar con el magisterio

Por: OLEP

El viernes 24 de junio me reuní con mis compañeros de la Organización de Lucha por la Emancipación Popular (OLEP) para llevar a cabo un brigadeo en la marcha convocada por diversas organizaciones en apoyo a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE). Algunos de ellos llevaban varios paquetes de volantes en los que, entre otras cosas, se hablaba acerca de la represión que había sufrido el magisterio y el pueblo en Nochixtlán, Oaxaca, y en donde se hacía un llamado a todos los sectores de la sociedad para incorporarse a la lucha y solidarizarse con el magisterio.

Pensábamos que esa tarde llovería, aunque eso no nos asustaba, lo que nos preocupaba era que se dañaran los volantes y, sobre todo, nuestro periódico, FRAGUA. Nos incorporamos a la marcha por los lados, donde había muchos curiosos que se quedaban mirando o que llevaban pancartas donde se leían leyendas en apoyo al movimiento y otros que simplemente estaban ahí por morbo.

La dinámica consistía en repartir el volante a un pequeño número de personas concentradas en un mismo lugar, mientras alguno de nuestros compañeros se “aventaba” una arenga. Esas breves arengas consistían principalmente en decir quiénes éramos, de dónde veníamos, porqué habíamos salido a las calles y sobre la importancia de salir a luchar no solamente por la represión contra el magisterio, sino también porque hay una lista de innumerables injusticias que se han cometido y se cometen contra el pueblo por parte del sistema capitalista, un sistema injusto que sólo vela por sus intereses y no por los de la gente trabajadora; también decíamos que la evaluación al magisterio no es para mejorar la educación, sino que es un instrumento para justificar innumerables despidos de maestros y que la reforma no plantea mejorar la calidad de la educación, pero sí impacta seriamente en la economía de las familias porque ahora van a cargar con los gastos de mantenimiento de las escuelas y, además, existe la amenaza de que los libros de texto que se dan en cada ciclo escolar dejen de ser gratuitos.

Al término de cada una de nuestras intervenciones, pasábamos un pequeño bote en donde la gente podía depositar su cooperación voluntaria, la cual es utilizada para seguir publicando el periódicoFRAGUA o reimprimir volantes , si no cooperaban les decíamos que podían sacarles copias a los volantes y repartirlos o pegarlos en algún lugar visible, al cabo que lo realmente importante era compartir la información con nuestros conocidos, amigos, familias, escuelas y en los centros de trabajo.

Yo solamente repartía los volantes, mientras otros compañeros agitaban, pero después de un tiempo tuve que vencer el miedo comenzar a hacerlo también y con mucho esfuerzo me dirigí hacia las personas. Había quienes se acercaban para pedirnos un volante y escuchar lo que decíamos. Al terminar y despedirnos muchos de ellos eran generosos con su cooperación. Nos movíamos de extremo a extremo de la marcha mientras escuchábamos consignas como: “¡Maestro luchando también está enseñando!”.

Un momento sin duda conmovedor fue cuando unos pequeños de primaria, que portaban su uniforme y sus mochilas, con megáfono en mano gritaban que defenderían a sus maestros y que por su futuro se oponían a las reformas. Debo confesar que se me erizó la piel y el cuerpo se me llenó de ánimo, los niños se perdían entre la multitud y captaban el lente de todos los fotógrafos que estaban presentes.

La marcha concluyó en las inmediaciones del Palacio de Bellas Artes, debido a que los granaderos del gobierno capitalino impidieron el paso para llegar a la plancha del Zócalo. Al terminar, todos los que conformábamos la brigada nos movimos en dirección hacia la estación del Metro Hidalgo, donde yo creí que había terminado la jornada y me separaría de mis compañeros, pero después me convencieron de irnos juntos hacía la misma dirección, por seguridad.

Como última actividad haríamos “Metro popular” quince minutos; comenzamos con la actividad y los policías auxiliares que estaban en la entra de la estación no se interpusieron, pero en su semblante se podía ver que había confusión y preocupación, se movían de un lado a otro siguiendo su protocolo torpemente. Cuando comencé a preocuparme porque sentía que éramos muy pocos, llegaron varios compañeros de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) llenos de energía, con mucha euforia, sumándose a nuestra actividad. Seguíamos repartiendo los volantes mientras todos a una sola voz gritábamos las mismas consignas. Pasados los quince minutos, dejamos a los compañeros de la UAM y comenzamos a alejarnos hasta que nos ubicamos del otro lado de los torniquetes, donde finalmente nos separamos para que cada quien se marchara a casa.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=216385&titular=marchar-y-agitar-con-el-magisterio-

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El apoyo popular, pilar de la lucha organizada

Por: OLEP

Como ya hemos denunciado en los últimos volantes de la Organización de Lucha por la Emancipación Popular (OLEP), este gobierno se ensaña contra el pueblo que día a día vende parte de su vida a un patrón por un mísero salario. Actualmente, ya volvió a subir la gasolina, la luz y el gas y eso que habían dicho que con las reformas todo eso iba a ser más barato. Hoy, en otro campo de lucha del pueblo trabajador, se encuentran los maestros luchando por condiciones laborales dignas, por el derecho a la educación y vida digna para todo el pueblo.

Lo que a continuación contaremos ocurrió una mañana muy temprano en la colonia Santo Domingo de la delegación Coyoacán en la Ciudad de México (CDMX).

Es lunes 11 de julio, la lluvia había caído a las cuatro de la madrugada por esta zona, así que el ambiente matutino era frío, muy frío, el ciclo escolar continuaba con normalidad, pues restaban cuatro días más para el fin de clases oficial en la educación básica. A las siete de la mañana comenzamos a reunirnos frente al DIF “Margarita Maza de Juárez”, a esa hora fue la cita para comenzar una marcha que se proponía bloquear el Eje 10 “Pedro Henríquez Ureña”. Los padres de familia que organizaron aquella marcha estaban angustiados y nerviosos.

No era la primera vez que iban a una marcha, pero sí la primera que organizaban y se sentían preocupados; de las escuelas vecinas, una telesecundaria, un jardín de niños y dos primarias que están justo detrás del DIF, pocos padres se sumaron, sólo dos niños de padres jóvenes nos acompañaban aún con su uniforme puesto.

La marcha se retrasó, parecía no haber un plan pensado y, en el primer momento, reinaba la confusión pues no sabíamos a qué hora saldría la movilización, ya eran cuarto para las ocho y nada que salíamos. De pronto, un compañero se aventó un mitin fugaz para animar a los padres que se habían juntado, no más de 30, y sólo entonces fue que se decidió ir a visitar en marcha las escuelas cercanas.

El día seguía nublado y frío, además de los padres de familia se encontraban los compañeros que mantienen un plantón indefinido en Av. Aztecas 215, en defensa del agua de los Pedregales, y algunos compañeros de la OLEP. Todos nos dispusimos a marchar, con un carro de sonido que falló de último momento, empezamos dirigiéndonos a una escuela que se encontraba a pocas cuadras, la primaria “Emilio Portes Gil”, en el camino encontramos pocas personas, el frio arreciaba y sólo quien salía a barrer su banqueta recibía nuestro volante.

Cuando estábamos afuera de la primaria el sonido funcionó después de cierto arreglo “hechizo”. En la escuela ya no había padres de familia, los niños tenían ya 20 minutos en clases, pero con el sonido pudieron escucharnos algunos y un suceso que animó a los padres que marchaban fue escuchar a los niños desde los salones asomarse y gritar con sus profesores “¡De Chiapas a Sonora, con la Coordinadora!”. Cuando proseguimos la marcha en la esquina de la escuela tuvimos que parar, pues de la escuela salían profesores que valientemente se sumaron a la marcha, que salieron a protestar sin importar que los supervisores escolares pudieran sancionarlos.

Continuamos marchando rumbo al Jardín de Niños “Josefa Durán” donde apenas era la hora de la entrada, ahí se aprovechó también para llevar a cabo otro pequeño mitin y repartir volantes que explican la situación de la lucha contra la Reforma educativa, así como consignas para animar a los profesores a luchar por sus derechos que, como muchos padres de familia han descubierto durante los últimos días y jornadas de lucha, son los de todo el pueblo.

Los padres de familia han llegado a entender claramente que con la Reforma educativa les quieren “cargar” todo el peso del mantenimiento de las escuelas públicas a sus ya de por sí miserables salarios. Durante la marcha también fuimos testigos de cierta confusión y hasta un poco de indignación por parte de algunos padres de familia que no comprendían porqué algunos de los profesores de sus hijos no entendían la necesidad de hacer paro de actividades escolares como parte de la lucha contra la Reforma educativa. Algunos de quienes íbamos en la marcha seguimos arengando y repartiendo volantes, lo que de alguna manera contribuyó a que más padres de familia se sumaran a la marcha, la cual tomó rumbo a la primaria “Alfonso Sierra Partida”, a un lado del jardín de niños.

Esta primaria, como la anterior ya estaba en clases, pero aun así dos grupos de niños con sus profesoras salieron a motivar, aplaudir y a sumarse con consignas. Una de las profesoras dio también un mensaje de agradecimiento por la marcha, por la motivación que le producía y porque le parecía muy bien que los niños vieran a la gente movilizada por la defensa de su educación. También, aprovechó para expresar su enojo ante el desprecio del gobierno hacia los maestros.

Después de tres escuelas, nos faltaba por visitar la primaria de tiempo completo “José Jesús Aguilera Palomino”. Ésta era la única en paro, pero había mucha gente afuera de la misma, pero sin protestar ni nada parecido: la gente estaba formada a la espera de la entrega de uno de los muchos “beneficios sociales” de Mancera. Los padres con los niños estaban formados con copias de sus credenciales de elector para recoger su tarjeta, con todo y paro exigieron se hiciera la entrega, aunque fuera en la banqueta y con la escuela cerrada, pero que el gobierno cumpliera con su obligación. Aun así, los padres de familia que se encontraban formados fueron muy receptivos y hasta los niños que los acompañaban nos preguntaban sobre la Reforma educativa.

Cuando vimos que ya éramos más de 50 personas, decidimos que ahora sí iríamos a bloquear Eje 10. Algo que se nos olvidó decir al principio de este relato es que desde el inicio de la movilización algunos policías estuvieron “monitoreando” y pasando información a sus superiores por radio; en cuanto uno de ellos se percató que íbamos a irnos a bloquear, otro tomó su moto rápidamente e intentó persuadirnos de que no se hiciera el cierre (mandado por “los de más arriba”, dijo), nos escoltó hasta la avenida y ahí la gente decidió que sólo se hicieran semáforos informativos. Cuando los semáforos marcaban el alto, en ambos sentidos, algunos compañeros repartían volantes a los conductores, otros gritaban consignas y algunos más sostenían mantas y pancartas. Al pasar media hora se decidió finalizar la actividad.

Al final, quienes participamos en la protesta acordamos llevar a cabo brigadas en las rutas de los camiones de la zona y más visitas a escuelas posteriormente, sin importar que empiecen las vacaciones la lucha sigue. La información y la organización deben crecer para dar la lucha con más fuerza e inteligencia. Los padres de familia han empezado a darse cuenta de que la Reforma educativa no sólo afecta a los maestros, sino que sólo es la punta del iceberg de las varias reformas neoliberales que, como siempre, afectarán a los que menos tenemos. En decenas de escuelas por toda la CDMX, los padres de familia comienzan a organizarse, aún de manera de rudimentaria y con mucho esfuerzo, algunas veces cuentan con la ayuda de algunos otros que ya están organizados en cada colonia, pueblo o barrio. Desde la OLEP insistimos: hay que organizar nuestra indignación para luchar.

¡Alto a la represión contra el movimiento magisterial-popular!

¡Contra el despojo, la represión y la explotación; resistencia, organización y lucha por el socialismo!

Nota: Este artículo fue publicado como parte de la sección LUCHA POPULAR del No. 19 de FRAGUA, órgano de prensa de la Organización de Lucha por la Emancipación Popular (OLEP), en circulación desde el 25 de julio de 2016.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=215675

Fuente de la Imagen: https://www.google.co.ve/search?q=OLEp&hl=es-419&biw=1024&bih=494&site=webhp&tbm=isch&source=lnms&sa=X&ved=0ahUKEwjZpIHv2fbOAhXEeCYKHQChBIQQ_AUIBigB&dpr=1#imgrc=YJQ28IaPTq-fRM%3A

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Y ahora, ¿quién pagará la educación?

Por OLEP

En esta ocasión no quisimos hablar de cómo algunos organismos nacionales e internacionales, como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) o la organización de la “sociedad civil” Mexicanos Primero, han metido su cuchara para decidir y dictar el rumbo que ha de tomar la educación pública en México, ni de cómo la aplicación de las “recomendaciones” que hacen al Estado mexicano sirven para garantizar mano de obra barata. Tampoco nos detendremos en explicar la relación estrecha que existe entre los dirigentes de dichos organismos, el gobierno federal y las principales cámaras de comercio y cadenas de comunicación masiva, o en los millones de pesos del erario público que terminan en los bolsillos de empresarios, supuestamente preocupados por la educación en nuestro país.

No, en esta ocasión consideramos importante hablar de cómo la Reforma educativa lo afecta a usted, padre o madre de familia. Tal vez se ha percatado de que el paro que llevan a cabo algunas escuelas en su colonia no sólo es impulsado por profesores, sino también por papás o vecinos preocupados por lo que está sucediendo. A la vez, tiro por viaje en la radio y la televisión escuchamos condenas hacia el pueblo que, organizado o no, se solidariza con los profesores, sale con ellos a marchar, apoya los paros, lleva víveres a los centros de acopio o informa a sus vecinos de sobre las razones por la que realmente está luchando el magisterio democrático. Sin embargo, lo que no nos dicen, ni nunca nos dirán los medios de comunicación masiva, son las razones por las que muchos padres de familia están apoyando a los maestros debido a que han tomado conciencia de que la lucha magisterial es también una lucha del pueblo.

Según el Resumen ejecutivo de la Reforma educativa, uno de los objetivos fundamentales de la misma es “fortalecer las capacidades de gestión de la escuela” a través de la “autonomía de gestión escolar y la participación de los padres de familia”. Pero ¿qué es eso de la gestión de la escuela y la autonomía escolar? Estos mecanismos tienen dos caras, por un lado, se permite la entrada de empresas privadas a las escuelas para que provean servicios y dejan el camino libre para que se lucre con las necesidades escolares y, por otro lado, la dichosa “autonomía” abre el camino para la legalización de las cuotas “voluntarias” al delegar el sostenimiento de las escuelas a los padres de familia y crear las condiciones para que “programas compensatorios”, como las becas o los desayunos, desaparezcan. Según dicho resumen de la Reforma educativa, la columna vertebral de la “autonomía escolar” es que “las escuelas puedan tomar las decisiones que correspondan a su mejor funcionamiento”, lo que en realidad significa que cada escuela deberá administrar su infraestructura y la obtención de los materiales educativos, mediante la creación de “asociaciones de padres de familia” las cuales, según la Ley General de Educación, en sus artículos 69 y 70, “tendrán por objeto: […] colaborar en el mejoramiento de los planteles [y] procurará la obtención de recursos complementarios para el mantenimiento físico y para proveer de equipo básico a cada escuela pública”. Lo anterior bajo la justificación de que la educación debe estar bajo la “vigilancia ciudadana” y que, como reza el texto citado, “[los padres de familia son] los principales responsables de la educación de sus hijos”.

Tal vez se estará preguntando ¿es esto posible? Primero tenemos que pensar que la Reforma educativa es parte del Pacto por México, esto es, la serie de reformas constitucionales (laboral, energética, hacendaria, en materia de telecomunicaciones, etcétera) que Peña Nieto ha aprobado a lo largo de su gobierno y que en los hechos sólo han significado el recorte de derechos económicos y sociales, recortes presupuestales en los programas sociales y de subsidios y una mayor carga a nuestros bolsillos o ¿acaso usted trabaja menos de 9 horas diarias, tiene un contrato con prestaciones de ley como seguro social, aguinaldo o vacaciones pagadas? ¿paga menos por la energía eléctrica, el gas o la gasolina? Después, sumándole a todo esto, tan sólo en este año la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ha hecho recortes por, al menos, 163 mil 715 millones de pesos en los rubros de salud, educación y programas sociales. Además, para cerrar con broche de oro, ya que a nuestros queridísimos gobernantes no se les va una, parte de la Reforma educativa es la descentralización del presupuesto, es decir, que ahora cada estado deberá solucionar todos los problemas que aquejen a la educación pública, pero sin los recursos suficientes para atenderlos.

Así que ya se irá imaginando el panorama que nos espera si queremos darles educación a nuestros hijos, sin embargo, el rumbo que tome la misma está en nuestras manos, pero no en el sentido que el gobierno nos quiere imponer, sino porque de nuestra capacidad organizativa y nuestra solidaridad hacia el magisterio democrático dependerá que la educación sea gratuita. Desde la Organización de Lucha por la Emancipación Popular (OLEP) te invitamos a participar en nuestras brigadas de agitación, a unirte a las actividades que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) realiza en tu barrio y a crear Comités en contra de las reformas neoliberales, integrados por padres de familia, trabajadores de la educación y alumnos, en los que se lea y discuta éste u otros artículos de FRAGUA. Es momento de caminar codo con codo con nuestros maestros democráticos, es momento de transformar nuestra indignación en organización.

¡Alto a la represión contra el movimiento magisterial-popular!

NOTA: Este artículo fue publicado como parte de la sección EDUCACIÓN del No. 19 de FRAGUA, órgano de prensa de la Organización de Lucha por la Emancipación Popular (OLEP), en circulación desde el 25 de julio de 2016.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=215956

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México: ¡Maestro aguanta, el pueblo se levanta!

Por: OLEP 

Como ya hemos denunciado en los últimos volantes de la Organización de Lucha por la Emancipación Popular (OLEP), este gobierno se ensaña contra el pueblo que día a día vende parte de su vida a un patrón por un mísero salario. Actualmente, ya volvió a subir la gasolina, la luz y el gas y eso que habían dicho que con las reformas todo eso iba a ser más barato. Hoy, en otro campo de lucha del pueblo trabajador, se encuentran los maestros luchando por condiciones laborales dignas, por el derecho a la educación y vida digna para todo el pueblo.

Lo que a continuación contaremos ocurrió una mañana muy temprano en la colonia Santo Domingo de la delegación Coyoacán en la Ciudad de México (CDMX).

Es lunes 11 de julio, la lluvia había caído a las cuatro de la madrugada por esta zona, así que el ambiente matutino era frío, muy frío, el ciclo escolar continuaba con normalidad, pues restaban cuatro días más para el fin de clases oficial en la educación básica. A las siete de la mañana comenzamos a reunirnos frente al DIF “Margarita Maza de Juárez”, a esa hora fue la cita para comenzar una marcha que se proponía bloquear el Eje 10 “Pedro Henríquez Ureña”. Los padres de familia que organizaron aquella marcha estaban angustiados y nerviosos.

No era la primera vez que iban a una marcha, pero sí la primera que organizaban y se sentían preocupados; de las escuelas vecinas, una telesecundaria, un jardín de niños y dos primarias que están justo detrás del DIF, pocos padres se sumaron, sólo dos niños de padres jóvenes nos acompañaban aún con su uniforme puesto.

La marcha se retrasó, parecía no haber un plan pensado y, en el primer momento, reinaba la confusión pues no sabíamos a qué hora saldría la movilización, ya eran cuarto para las ocho y nada que salíamos. De pronto, un compañero se aventó un mitin fugaz para animar a los padres que se habían juntado, no más de 30, y sólo entonces fue que se decidió ir a visitar en marcha las escuelas cercanas.

El día seguía nublado y frío, además de los padres de familia se encontraban los compañeros que mantienen un plantón indefinido en Av. Aztecas 215, en defensa del agua de los Pedregales, y algunos compañeros de la OLEP. Todos nos dispusimos a marchar, con un carro de sonido que falló de último momento, empezamos dirigiéndonos a una escuela que se encontraba a pocas cuadras, la primaria “Emilio Portes Gil”, en el camino encontramos pocas personas, el frio arreciaba y sólo quien salía a barrer su banqueta recibía nuestro volante.

Cuando estábamos afuera de la primaria el sonido funcionó después de cierto arreglo “hechizo”. En la escuela ya no había padres de familia, los niños tenían ya 20 minutos en clases, pero con el sonido pudieron escucharnos algunos y un suceso que animó a los padres que marchaban fue escuchar a los niños desde los salones asomarse y gritar con sus profesores “¡De Chiapas a Sonora, con la Coordinadora!”. Cuando proseguimos la marcha en la esquina de la escuela tuvimos que parar, pues de la escuela salían profesores que valientemente se sumaron a la marcha, que salieron a protestar sin importar que los supervisores escolares pudieran sancionarlos.

Continuamos marchando rumbo al Jardín de Niños “Josefa Durán” donde apenas era la hora de la entrada, ahí se aprovechó también para llevar a cabo otro pequeño mitin y repartir volantes que explican la situación de la lucha contra la Reforma educativa, así como consignas para animar a los profesores a luchar por sus derechos que, como muchos padres de familia han descubierto durante los últimos días y jornadas de lucha, son los de todo el pueblo.

Los padres de familia han llegado a entender claramente que con la Reforma educativa les quieren “cargar” todo el peso del mantenimiento de las escuelas públicas a sus ya de por sí miserables salarios. Durante la marcha también fuimos testigos de cierta confusión y hasta un poco de indignación por parte de algunos padres de familia que no comprendían porqué algunos de los profesores de sus hijos no entendían la necesidad de hacer paro de actividades escolares como parte de la lucha contra la Reforma educativa. Algunos de quienes íbamos en la marcha seguimos arengando y repartiendo volantes, lo que de alguna manera contribuyó a que más padres de familia se sumaran a la marcha, la cual tomó rumbo a la primaria “Alfonso Sierra Partida”, a un lado del jardín de niños.

Esta primaria, como la anterior ya estaba en clases, pero aun así dos grupos de niños con sus profesoras salieron a motivar, aplaudir y a sumarse con consignas. Una de las profesoras dio también un mensaje de agradecimiento por la marcha, por la motivación que le producía y porque le parecía muy bien que los niños vieran a la gente movilizada por la defensa de su educación. También, aprovechó para expresar su enojo ante el desprecio del gobierno hacia los maestros.

Después de tres escuelas, nos faltaba por visitar la primaria de tiempo completo “José Jesús Aguilera Palomino”. Ésta era la única en paro, pero había mucha gente afuera de la misma, pero sin protestar ni nada parecido: la gente estaba formada a la espera de la entrega de uno de los muchos “beneficios sociales” de Mancera. Los padres con los niños estaban formados con copias de sus credenciales de elector para recoger su tarjeta, con todo y paro exigieron se hiciera la entrega, aunque fuera en la banqueta y con la escuela cerrada, pero que el gobierno cumpliera con su obligación. Aun así, los padres de familia que se encontraban formados fueron muy receptivos y hasta los niños que los acompañaban nos preguntaban sobre la Reforma educativa.

Cuando vimos que ya éramos más de 50 personas, decidimos que ahora sí iríamos a bloquear Eje 10. Algo que se nos olvidó decir al principio de este relato es que desde el inicio de la movilización algunos policías estuvieron “monitoreando” y pasando información a sus superiores por radio; en cuanto uno de ellos se percató que íbamos a irnos a bloquear, otro tomó su moto rápidamente e intentó persuadirnos de que no se hiciera el cierre (mandado por “los de más arriba”, dijo), nos escoltó hasta la avenida y ahí la gente decidió que sólo se hicieran semáforos informativos. Cuando los semáforos marcaban el alto, en ambos sentidos, algunos compañeros repartían volantes a los conductores, otros gritaban consignas y algunos más sostenían mantas y pancartas. Al pasar media hora se decidió finalizar la actividad.

Al final, quienes participamos en la protesta acordamos llevar a cabo brigadas en las rutas de los camiones de la zona y más visitas a escuelas posteriormente, sin importar que empiecen las vacaciones la lucha sigue. La información y la organización deben crecer para dar la lucha con más fuerza e inteligencia. Los padres de familia han empezado a darse cuenta de que la Reforma educativa no sólo afecta a los maestros, sino que sólo es la punta del iceberg de las varias reformas neoliberales que, como siempre, afectarán a los que menos tenemos. En decenas de escuelas por toda la CDMX, los padres de familia comienzan a organizarse, aún de manera de rudimentaria y con mucho esfuerzo, algunas veces cuentan con la ayuda de algunos otros que ya están organizados en cada colonia, pueblo o barrio. Desde la OLEP insistimos: hay que organizar nuestra indignación para luchar.

¡Alto a la represión contra el movimiento magisterial-popular!

¡Contra el despojo, la represión y la explotación; resistencia, organización y lucha por el socialismo!

Nota: Este artículo fue publicado como parte de la sección LUCHA POPULAR del No. 19 deFRAGUA, órgano de prensa de la Organización de Lucha por la Emancipación Popular (OLEP), en circulación desde el 25 de julio de 2016.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=215675&titular=el-apoyo-popular-pilar-de-la-lucha-organizada-

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