Por: OLEP
Como ya hemos denunciado en los últimos volantes de la Organización de Lucha por la Emancipación Popular (OLEP), este gobierno se ensaña contra el pueblo que día a día vende parte de su vida a un patrón por un mísero salario. Actualmente, ya volvió a subir la gasolina, la luz y el gas y eso que habían dicho que con las reformas todo eso iba a ser más barato. Hoy, en otro campo de lucha del pueblo trabajador, se encuentran los maestros luchando por condiciones laborales dignas, por el derecho a la educación y vida digna para todo el pueblo.
Lo que a continuación contaremos ocurrió una mañana muy temprano en la colonia Santo Domingo de la delegación Coyoacán en la Ciudad de México (CDMX).
Es lunes 11 de julio, la lluvia había caído a las cuatro de la madrugada por esta zona, así que el ambiente matutino era frío, muy frío, el ciclo escolar continuaba con normalidad, pues restaban cuatro días más para el fin de clases oficial en la educación básica. A las siete de la mañana comenzamos a reunirnos frente al DIF “Margarita Maza de Juárez”, a esa hora fue la cita para comenzar una marcha que se proponía bloquear el Eje 10 “Pedro Henríquez Ureña”. Los padres de familia que organizaron aquella marcha estaban angustiados y nerviosos.
No era la primera vez que iban a una marcha, pero sí la primera que organizaban y se sentían preocupados; de las escuelas vecinas, una telesecundaria, un jardín de niños y dos primarias que están justo detrás del DIF, pocos padres se sumaron, sólo dos niños de padres jóvenes nos acompañaban aún con su uniforme puesto.
La marcha se retrasó, parecía no haber un plan pensado y, en el primer momento, reinaba la confusión pues no sabíamos a qué hora saldría la movilización, ya eran cuarto para las ocho y nada que salíamos. De pronto, un compañero se aventó un mitin fugaz para animar a los padres que se habían juntado, no más de 30, y sólo entonces fue que se decidió ir a visitar en marcha las escuelas cercanas.
El día seguía nublado y frío, además de los padres de familia se encontraban los compañeros que mantienen un plantón indefinido en Av. Aztecas 215, en defensa del agua de los Pedregales, y algunos compañeros de la OLEP. Todos nos dispusimos a marchar, con un carro de sonido que falló de último momento, empezamos dirigiéndonos a una escuela que se encontraba a pocas cuadras, la primaria “Emilio Portes Gil”, en el camino encontramos pocas personas, el frio arreciaba y sólo quien salía a barrer su banqueta recibía nuestro volante.
Cuando estábamos afuera de la primaria el sonido funcionó después de cierto arreglo “hechizo”. En la escuela ya no había padres de familia, los niños tenían ya 20 minutos en clases, pero con el sonido pudieron escucharnos algunos y un suceso que animó a los padres que marchaban fue escuchar a los niños desde los salones asomarse y gritar con sus profesores “¡De Chiapas a Sonora, con la Coordinadora!”. Cuando proseguimos la marcha en la esquina de la escuela tuvimos que parar, pues de la escuela salían profesores que valientemente se sumaron a la marcha, que salieron a protestar sin importar que los supervisores escolares pudieran sancionarlos.
Continuamos marchando rumbo al Jardín de Niños “Josefa Durán” donde apenas era la hora de la entrada, ahí se aprovechó también para llevar a cabo otro pequeño mitin y repartir volantes que explican la situación de la lucha contra la Reforma educativa, así como consignas para animar a los profesores a luchar por sus derechos que, como muchos padres de familia han descubierto durante los últimos días y jornadas de lucha, son los de todo el pueblo.
Los padres de familia han llegado a entender claramente que con la Reforma educativa les quieren “cargar” todo el peso del mantenimiento de las escuelas públicas a sus ya de por sí miserables salarios. Durante la marcha también fuimos testigos de cierta confusión y hasta un poco de indignación por parte de algunos padres de familia que no comprendían porqué algunos de los profesores de sus hijos no entendían la necesidad de hacer paro de actividades escolares como parte de la lucha contra la Reforma educativa. Algunos de quienes íbamos en la marcha seguimos arengando y repartiendo volantes, lo que de alguna manera contribuyó a que más padres de familia se sumaran a la marcha, la cual tomó rumbo a la primaria “Alfonso Sierra Partida”, a un lado del jardín de niños.
Esta primaria, como la anterior ya estaba en clases, pero aun así dos grupos de niños con sus profesoras salieron a motivar, aplaudir y a sumarse con consignas. Una de las profesoras dio también un mensaje de agradecimiento por la marcha, por la motivación que le producía y porque le parecía muy bien que los niños vieran a la gente movilizada por la defensa de su educación. También, aprovechó para expresar su enojo ante el desprecio del gobierno hacia los maestros.
Después de tres escuelas, nos faltaba por visitar la primaria de tiempo completo “José Jesús Aguilera Palomino”. Ésta era la única en paro, pero había mucha gente afuera de la misma, pero sin protestar ni nada parecido: la gente estaba formada a la espera de la entrega de uno de los muchos “beneficios sociales” de Mancera. Los padres con los niños estaban formados con copias de sus credenciales de elector para recoger su tarjeta, con todo y paro exigieron se hiciera la entrega, aunque fuera en la banqueta y con la escuela cerrada, pero que el gobierno cumpliera con su obligación. Aun así, los padres de familia que se encontraban formados fueron muy receptivos y hasta los niños que los acompañaban nos preguntaban sobre la Reforma educativa.
Cuando vimos que ya éramos más de 50 personas, decidimos que ahora sí iríamos a bloquear Eje 10. Algo que se nos olvidó decir al principio de este relato es que desde el inicio de la movilización algunos policías estuvieron “monitoreando” y pasando información a sus superiores por radio; en cuanto uno de ellos se percató que íbamos a irnos a bloquear, otro tomó su moto rápidamente e intentó persuadirnos de que no se hiciera el cierre (mandado por “los de más arriba”, dijo), nos escoltó hasta la avenida y ahí la gente decidió que sólo se hicieran semáforos informativos. Cuando los semáforos marcaban el alto, en ambos sentidos, algunos compañeros repartían volantes a los conductores, otros gritaban consignas y algunos más sostenían mantas y pancartas. Al pasar media hora se decidió finalizar la actividad.
Al final, quienes participamos en la protesta acordamos llevar a cabo brigadas en las rutas de los camiones de la zona y más visitas a escuelas posteriormente, sin importar que empiecen las vacaciones la lucha sigue. La información y la organización deben crecer para dar la lucha con más fuerza e inteligencia. Los padres de familia han empezado a darse cuenta de que la Reforma educativa no sólo afecta a los maestros, sino que sólo es la punta del iceberg de las varias reformas neoliberales que, como siempre, afectarán a los que menos tenemos. En decenas de escuelas por toda la CDMX, los padres de familia comienzan a organizarse, aún de manera de rudimentaria y con mucho esfuerzo, algunas veces cuentan con la ayuda de algunos otros que ya están organizados en cada colonia, pueblo o barrio. Desde la OLEP insistimos: hay que organizar nuestra indignación para luchar.
¡Alto a la represión contra el movimiento magisterial-popular!
¡Contra el despojo, la represión y la explotación; resistencia, organización y lucha por el socialismo!
Nota: Este artículo fue publicado como parte de la sección LUCHA POPULAR del No. 19 deFRAGUA, órgano de prensa de la Organización de Lucha por la Emancipación Popular (OLEP), en circulación desde el 25 de julio de 2016.
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=215675&titular=el-apoyo-popular-pilar-de-la-lucha-organizada-