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Florece la educación en casa en EE.UU

Por: Redem

Mientras su primogénito de nueve años conjuga verbos en francés con un profesor particular, Emily Bradley guía a su hijo de tres años por los meandros de la elocución sin dejar de vigilar a su hija que se devana los sesos con un problema matemático.
Ninguno de sus cuatro hijos fue jamás a una escuela. Y tiene la intención de que las cosas sigan así, buscando personalizar su educación y dándoles una dimensión cristiana. Alrededor de 1,8 millón de niños estadounidense se escolarizan en sus domicilios, una modalidad que ya se extendía antes de la elección de Donald Trump, pero cuyo enfoque podría seducir a un mayor número tras el nombramiento de la muy controvertida Betsy DeVos como secretaria de Educación.
“No creo que el sistema educativo estadounidense sea muy bueno. Yo lo puedo hacer mejor”, estima Emily Bradley, de 36 años. No es pro-Trump pero considera que el presidente “está a favor de las alternativas a la educación” que propone DeVos.
Su prole participa todas las semanas con otras veinte familias de Washington que se escolarizan en sus domicilios en cursos que ofrecen “una visión bíblica del mundo”. En el vecino estado de Virginia, alrededor de 350 familias adoptan prácticas similares y enriquecen su programa domiciliario con cursos de enseñanza -laicos- en el Compass Homeschool Enrichment.
Esas clases pretenden disipar las frecuentes críticas a la educación a domicilio: que limita la socialización de los niños y que los más grandes necesitan cursos profesionales en materias especializadas.
Cerca de 3,4% de los alumnos estadounidenses recibieron cursos en sus casas en 2012, según el Centro Nacional de Estadísticas de la Educación. Es decir más del doble que en 1999.
Si muchos precursores justificaban su opción por la educación domiciliaria en motivos religiosos, las tres cuartas partes de las familias alegan hoy su insatisfacción con las opciones escolares disponibles.
‘Beneficios incontables’
La educación a domicilio tiene diferentes marcos según el estado del país, pero en general carece de una supervisión rigurosa. Menos de la mitad de los cincuenta estados exige una evaluación de los alumnos, según el sitio ProPublica. Alrededor de un tercio de los estados no exige materias obligatorias a enseñar y la mayoría no dispone de medios para verificar que los padres respetan las reglas impuestas.
Los críticos temen las lagunas en el aprendizaje de los niños o incluso que sufran maltrato. “Hay una responsabilidad de la sociedad sobre todos los niños. No creo que eso descarte la escuela a domicilio como opción, pero pienso que tenemos la responsabilidad de asegurarnos de que los padres hacen bien las cosas con sus niños”, comentó Christopher Lubienski, especialista en políticas educativas en la Universidad de Indiana, quien se manifiesta “preocupado” por la desregulación.
Betsy DeVos se ganó la ira de algunos por su defensa de la libertad de elección en la escuela, que prevé incluso la entrega de fondos federales a familias que abandonan la escuela pública. Actualmente el gobierno no ayuda financieramente a la educación a domicilio y por el momento no hay ningún proyecto de ley en ese sentido.
Kristin Yashko, de 47 años, frecuenta el programa Compass con sus tres niños. El resto de la semana ella es su profesora. “Los beneficios son incontables”, afirma. “Simplemente pensé que podíamos hacerles vivir una mejor experiencia”.
Aldrin, su hija de 13 años, califica su jornada habitual de “bastante cool”. Hace matemáticas, lee el diario, estudia varias lenguas extranjeras, mira documentales.
‘Pequeño grupo privilegiado’
Esta adolescente prevé ir a la universidad, porque “experimentar una estructura escolar podría estar bien”. Su madre confía en las perspectivas universitarias de sus hijos. “Las universidades buscan más bien niños que vienen de los caminos trillados”, dice, pero ella cree que sus hijos están realmente preparados para el mundo del trabajo”.
Como todas las familias, las que defienden la educación a domicilio pagan impuestos para financiar la escuela pública. La manzana de la discordia para algunos. No para Kristin Yashko, quien se dice “encantada de hacer su contribución” porque “queremos una población educada”. “No creo que la educación a domicilio sea conveniente para todos”.
Una opinión compartida por Emily Bradley, quien abandonó una carrera de leyes para educar a sus hijos: “Reconozco que probablemente nosotros formamos parte de un pequeño grupo de privilegiados”.
La gran mayoría de los que hicieron esta opción son familias blancas, aunque en los últimos años han aumentado las familias afrodescendientes. Bradley reconoce que desescolarizar a sus niños no contribuye a mejorar la escuela pública. Pero “no creo que sea correcto que alguien, incluido el gobierno, pida a las familias que sacrifiquen lo que creen que es mejor para sus hijos para mejorar un sistema defectuoso”.

Fuente: http://www.redem.org/florece-la-educacion-en-casa-en-ee-uu/

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Los 3 cambios más disruptivos que están transformando la educación mundial

Por Redem

El modelo educativo tradicional fue muy exitoso durante más de un siglo, pero la sociedad cambió tanto que entró en crisis. Las innovaciones necesarias en el camino hacia la escuela del siglo XXI.

No se podría concebir la democracia moderna sin la escuela. Primero porque fue un poderosísimo instrumento para formar una comunidad de valores en torno a una idea de nación, algo necesario para todos los países del mundo. Y segundo, porque al educar a la mayoría de la población como nunca antes había ocurrido, permitió el desarrollo de una ciudadanía despierta, lo que mejoró la calidad de la democracia.

“La escuela pública ha producido una de las transformaciones más significativas de la humanidad. Hace un siglo y medio menos de la quinta parte de la población del mundo culminaba una educación básica, y hoy más del 80% lo hace. Esto es extraordinario. Haber logrado construir para los 7 mil millones de habitantes del planeta una experiencia común en estas instituciones es algo sin precedente y constituye la revolución silenciosa más significativa que se ha alcanzado”, dijo Fernando M. Reimers, director de la Iniciativa Global de Innovación en Educación de la Universidad de Harvard, consultado por Infobae.

Sin embargo, este modelo educativo que fue tan exitoso durante tanto tiempo está teniendo cada vez más problemas para cumplir sus objetivos. En un mundo que se encuentra en cambio constante, donde las naciones se desdibujan y las fuentes de conocimiento se multiplican año a año, los niños tienen dificultades crecientes para adaptarse a una institución rígida y vertical.

Singapur lidera el ranking PISA de calidad educativa (Getty)

El sistema educativo en la mayor parte del planeta refleja la lógica y las necesidades del mundo industrial, que era racional, organizado y predecible. La organización escolar en casi todos lados se basa en una currícula con materias específicas y clases de 50 minutos en las que entre 25 y 35 niños de la misma edad estudian siguiendo las órdenes de un profesor. Hoy vivimos en un mundo diferente, que se caracteriza por las rápidas transformaciones que afectan la vida de las personas. El éxito y la felicidad de un joven depende mucho más que antes de su habilidad para encontrar su pasión e influir en la vida de otros”, explicó a Infobae el educador finlandés Pasi Sahlberg, consultor educativo en diferentes instituciones alrededor del planeta.

En este contexto de transición de un modelo de sociedad a otro, en muchos países se están gestando profundos cambios en la manera de entender la educación. Estos son tres de los más disruptivos, porque encierran una nueva concepción de lo que hay que hacer para formar a las próximas generaciones.

Una de las claves del éxito de Singapur es la formación humana (Getty)

1. De un sistema rígido a uno flexible

El sistema educativo tradicional era totalmente rígido. Trataba a todos los alumnos como si fueran iguales y pretendía que todos completaran sus estudios con los mismos conocimientos. Expresamente buscaba homogeneizar. Esto es muy problemático en una sociedad que busca potenciar las individualidades y le exige a cada uno decidir qué hacer con su vida.

“Deberíamos tener mucha mayor flexibilidad al nivel de las escuelas y de los maestros para adaptar la enseñanza y el aprendizaje a la situación de los estudiantes, a lo que necesitan para encontrar su pasión”, dijo Sahlberg.

Alec Patton, doctor en filosofía por la Universidad de Sheffield, Reino Unido, especialista en educación y profesor de escuela media en Estados Unidos, le preguntó a sus alumnos de la High Tech High Chula Vista de San Diego qué necesitaban los estudiantes del siglo XXI. “Dijeron que tenían que poder moverse más en clase, en vez de esta todo el tiempo sentados, y que el éxito no sea determinado por exámenes estandarizados, sino a través de medios como las presentaciones de aprendizaje. También hablaron de la importancia de la enseñanza basada en proyectos, que consiste en aprender sobre contenidos específicos con mucha profundidad, en lugar de cubrir muchos temas diferentes más superficialmente”, contó Patton en diálogo con Infobae.

Sal Khan en su escuela laboratorio.

Otro rasgo de esa rigidez tenía que ver con enseñar materias a veces muy complejas como un paquete cerrado que no se puede discutir, casi como verdades reveladas. Eso entra en flagrante contradicción con el inevitable relativismo que impone la sociedad de la información, donde de cada fenómeno se pueden hallar innumerables interpretaciones diferentes.

“Las escuelas deben enseñar a los estudiantes cómo pensar críticamente, y eso sólo se consigue con una cultura que aliente a los niños a cuestionar la autoridad”, dijo Patton.

Ya hay instituciones que funcionan con esta lógica desestructurada, que se adapta a los requerimientos de los niños. La Escuela Laboratorio Khan, fundada por el educador Sal Khan en California, es un buen ejemplo. No hay cursos separados por años, ni un profesor que se para frente a una clase de alumnos sentados. Son éstos los que deciden —con ciertos límites, claro— qué y cómo quieren aprender, y los docentes están para guiarlos en su proceso de formación.

Cada vez es más importante incorporar distintos tipos de competencias y saberes

2. El aprendizaje de competencias humanas, no sólo de saberes

“La educación debería estar más balanceada para hacer foco en la totalidad del desarrollo del niño, no sólo en las habilidades instrumentales básicas que son usualmente utilizadas como criterio para medir el éxito educativo. Las escuelas tendrían que sumar tiempo y recursos para incluir artes, música y actividad física como elementos equivalentes de su trabajo con los niños”, sostuvo Sahlberg.

Reimers dio algunos ejemplos de países que están trabajando en esa dirección. “Los propósitos del currículo se han ampliado en la última década en Chile, China, Estados Unidos, India, México y Singapur. Hay una verdadera elevación de las aspiraciones sobre el tipo de competencias que deben desarrollar los jóvenes, para incluir competencias cognitivas, de carácter, sociales y de liderazgo“.

Singapur, el país que lidera las pruebas PISA de calidad educativa, apostó por la formación psíquica y humana como un estandarte de su sistema de enseñanza. El objetivo es inculcar la importancia de valores como la solidaridad y la convivencia, al igual que trabajar en la resiliencia, para aprender a superar las frustraciones y desarrollar una mentalidad positiva.

El de Finlandia es otro caso testigo de innovación educativa (Getty)

“Tenemos que elevar la colaboración, la conversación, el liderazgo y la empatía a prioridades de la política educativa —dijo Sahlberg—. Creo que la tecnología ha sido y seguirá siendo el factor decisivo en nuestra forma de vivir y comprender el mundo. Pero esto no significa que la tecnología tiene que dirigir lo que pasa en las escuelas. Es necesario acentuar los aspectos de la existencia humana que se ven amenazados por el uso excesivo de las tecnologías digitales”.

Otro caso sobresaliente en este sentido es el de Finlandia, que durante muchos años también lideró el ranking PISA. Según Sahlberg, algunas de las innovaciones que incorporaron décadas atrás a su sistema de enseñanza son el aprendizaje cooperativo, el liderazgo compartido y la educación democrática. Este tipo de prácticas enriquecen a los alumnos como personas, y hacen más pleno su paso por la escuela.

“Las lecciones claves de la experiencia finlandesa —señaló el educador— son: mantener siempre en un primer plano el trabajo colaborativo y en equipo en lugar de la competencia y de la carrera a la cima; invertir fuerte y sistemáticamente en equidad educativa más que en incrementar la privatización y la posibilidad de elegir entre distintos colegios; y hacer de la docencia una verdadera profesión, insistiendo en que todos los profesores tengan altas credenciales académicas y profesionales, en vez de crear atajos para que puedan dar clase instructores amateurs y poco preparados”.

Los docentes requieren una formación creciente para afrontar los desafíos de educar en el siglo XXI

3. Hacia la formación continua de los docentes

Indudablemente, modelos educativos más complejos, flexibles y personalizados demandan mucho más de los docentes que un esquema burocratizado en el que hay un programa predeterminado y el profesor se limita a seguirlo. Por eso resulta imperioso que quien esté al frente de una clase sea una persona extremadamente preparada y cuente con una multiplicidad de recursos.

Reimers destacó diferentes programas implementados por algunos países, como el Expeditionary Learning (aprendizaje expedicionario) en Estados Unidos, el Dream a Dream (sueña un sueño) en India, el Interdisciplinario de Enseñanza de la Ciencia en Chile, y el de Formación de Directores en Singapur.

“Todos tienen en común una concepción muy novedosa de lo que significa formación docente —dijo—. No son los tradicionales cursos para formar individuos, descontextualizados de sus escuelas, sino que consisten en formar continuamente a todo el personal en el colegio, y en ocasiones en el distrito escolar. Incluyen múltiples modalidades de aprendizaje, como la observación, la experimentación y tomar temporalmente otros roles en la institución Creo que la razón por la que están siendo exitosos es porque han redefinido la formación profesional, para pasar de ser algo individual a transformar la cultura escolar”.

Fuente: http://www.redem.org/los-3-cambios-mas-disruptivos-que-estan-transformando-la-educacion-mundial/

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La tecnología y los niños. Los datos más curiosos

Por: Redem

Los teléfonos móviles, las tablets o los ordenadores se han convertido en parte imprescindible de nuestro día a día. Tanto es así que los usamos tanto en el ámbito laboral como en el profesional. Y esto es algo que no únicamente hacemos los adultos sino también los menores. De ahí que hoy la tecnología y los niños se han convertido casi en inseparables.

Es importante que los padres vigilen el empleo que de esos artículos hacen sus hijos, en pro de su salud y de que no corran riesgos que les pueden llevar a caer en manos de ciberacosadores, por ejemplo. Se trata, por tanto, de gestionar la utilización que llevan a cabo de los mismos y no de que los eviten, porque también traen consigo aspectos positivos.

En este caso, lo que queremos darte a conocer son algunos datos curiosos existentes respecto a la relación que puede existir entre la tecnología y los más pequeños:

1-Beneficios

Como hemos mencionado anteriormente, siempre que se haga un uso responsable de estos dispositivos, los mismos resultan muy beneficiosos para los niños:

  • Les permite familiarizarse con el mundo digital, que es en el que viven.
  • Les ayuda a acceder a un sinfín de información sobre áreas que les gusten y les despierten el interés por aprender.
  • No menos importante es que les pone al alcance de la mano una gran variedad de recursos para que puedan mejorar en distintas asignaturas de clase. Y es que en la Red encontrarán aplicaciones específicas, tests, ejercicios, explicaciones audiovisuales…
  • De la misma manera, les sirve para poder entretenerse.
  • Asimismo, hay páginas web que tienen la particularidad de enseñarles idiomas mientras se divierten.

2-Principales peligros

En la actualidad, se ha dado a conocer que los principales riesgos que corren los menores cuando usan la tecnología sin el adecuado control parental son los siguientes:

  • Acceder a contenido violento o de carácter sexual, no apropiado para sus edades.
  • Convertirse en adictos a juegos online.
  • Familiarizarse con las redes sociales y, sin darse cuenta, dar datos personales o subir fotografías íntimas que puedan convertirles en objetivos de ciberdelincuentes.
  • Pasar a ser “ejecutores” o víctimas de acoso por parte de desconocidos o incluso de compañeros de clase.
  • Hay un elevado porcentaje de menores que desarrollan adicción a estos dispositivos tecnológicos.

3-La tecnología según las edades

Los expertos en tecnología y pediatría han ido realizando numerosas investigaciones en torno al uso que los niños realizan de la citada. Estudios que han venido a dar como conclusiones que estas son las pautas que sus padres deben seguir al respecto:

  • Los menores de 2 años no es aconsejable que usen ningún dispositivo móvil como los citados.
  • Cuando tienen entre 5 y 6 años pueden empezar a hacer uso de la tablet, para así familiarizarse ya con el entorno digital y descubrir los beneficios que la misma les puede permitir disfrutar.
  • En el momento que cumplan 10 años es cuando los papás deben ayudarles y enseñarles a navegar con seguridad por la Red. Al mismo tiempo, les deben dar cuenta de los riesgos que jamás deben cometer e incluso dónde pueden encontrar información sobre las temáticas que les gusten.

4-Hechos curiosos

El empleo que los pequeños hacen de la tecnología ha dado lugar a situaciones realmente pintorescas y curiosas. Entre las mismas podemos destacar el niño que se cortó un dedo porque sus padres le reprendieron por excederse utilizando el teléfono móvil.

Eso sin olvidar que recientemente en Alicante sucedió que un pequeño de 12 años, sin querer, contrató publicidad a Google para su canal de Youtube por un valor de 100.000 euros.

5-El dispositivo preferido por los más pequeños

Recientemente las Universidades Autónomas de Madrid y de Barcelona procedieron a realizar un estudio bajo el título “Niños (0 – 8 años) y tecnología digital”. Del mismo, entre otros resultados, se consiguió averiguar que el dispositivo portátil preferido por los menores de esa edad es la tableta.

6-La tecnología también afecta a los nombres

Una de las curiosidades que nos han dejado boquiabiertos con respecto a la tecnología es que cada vez está influenciando más en la elección que los padres hacen de los nombres de sus hijos. Buena muestra de eso es que ya en el año 2012 hubo un total de 17 niños en el mundo que se llamaron Siri, como el asistente personal de los dispositivos móviles de la firma Apple. Y la cifra sigue creciendo.

7-El programador más joven

Si la información que te hemos dado hasta el momento te resulta interesante y singular, también te lo parecerá esta otra. Resulta que el programador más joven de todo el mundo, tras aprobar el examen de Especialista de Tecnología de Microsoft, tiene 9 años y se llama Pranav Kalyan. Empezó a usar ordenadores con 2 años y a los 6 años ya hacía páginas web.

Fuente: http://www.redem.org/la-tecnologia-y-los-ninos-los-datos-mas-curiosos/

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Youtube se ha convertido en la principal fuente de entretenimiento infantil

Por: REDEM

Según un estudio realizado por la Oficina de Comunicaciones (Ofcom) del Reino Unido, Youtube se ha convertido en la principal fuente de entretenimiento infantil, quitándole el primer puesto a la televisión. Los datos muestran que el consumo de contenidos online en los niños se ha incrementado de forma significativa en el último año, mientras que se reduce el consumo de televisión.

El año pasado conocíamos algunos estudios en los que se concluía que los niños prefieren ver sus series favoritas a través de canales online como Youtube, dejando a un lado la televisión, principal fuente de entretenimiento de la infancia hasta no hace mucho. Muchas empresas han estado trabajando para crear contenidos online que captaran la atención de los niños, y se puede decir que lo han conseguido.

La televisión ha sido sustituida por las tabletas, las videoconsolas, los smartphones y los ordenadores, el año pasado se decía que en un futuro a corto o medio plazo la mayoría de los niños preferirían YouTube y Netflix, dejando aparcada la televisión. Pues bien, eso ya ha ocurrido según el estudio “Los niños y los padres: Uso de Medios y actitudes”, elaborado por Ofcom (Oficina de Comunicaciones), autoridad reguladora de las telecomunicaciones en el Reino Unido. Las conclusiones del informe presentado indican que Youtube se ha convertido en la principal fuente de entretenimiento infantil.

Aunque el informe habla sobre los niños del Reino Unido, posiblemente unos resultados similares se mostrarían en nuestro país. Los niños de entre 5 y 15 años han aumentado el tiempo que pasan online en el último año en 1 hora y 18 minutos, estableciéndose la media de consumo en 15 horas por semana, el incremento es elevado y determina el comportamiento del próximo año. Pero lo mismo ocurre con los niños de entre 3 y 4 años de edad, el promedio de tiempo de consumo en el último año se establece en 8 horas y 18 minutos, 90 minutos más que en el 2015.

Paralelamente, el tiempo que pasan viendo la televisión se ha reducido, como ya hemos comentado, colocándola por detrás de los contenidos online. Según el estudio, el tiempo que los niños pasan viendo la televisión ha pasado de 14 horas y 48 minutos semanales, a 13 horas y 36 minutos en el último año. Se confirma además la popularidad de YouTube, casi un 75% de los niños del Reino Unido de entre 5 y 15 años ven sus contenidos. Un 37% de los niños de edad preescolar (3-4 años) ven vídeos de YouTube con regularidad (evidentemente se habla de contenidos adecuados para los niños), y posiblemente el año que viene volverá a incrementarse el tiempo. Como ya hemos comentado en otras ocasiones, la televisión va a tener que reinventarse si quiere mantener la audiencia infantil.

Estos incrementos guardan relación con el número de niños que tienen su propio dispositivo, sea un smarphone o un tablet, recordemos que varios estudios muestran que cada vez más niños tienen alguno de estos dispositivos, pronto será algo raro encontrar a un niño que no lo posea. En el informe presentado por Ofcom se concluye que más de la mitad de los niños de edad preescolar (un 55%) disfrutan de los contenidos online en una tableta, como dato a destacar se apunta que en el año 2013, un 3% de los niños de estas edades tenían una tableta, ahora la cifra asciende a un 16%.

Con respecto a los smartphones, en el último año la proporción de niños que poseen un teléfono inteligente ha pasado de un 35 a un 41%. Los responsables del informe comentan que la vida de los niños cada vez está más digitalizada, sin embargo, se apunta que las familias encuentran tiempo para disfrutar de actividades tradicionales, como leer un cuento, ver la televisión, etc. Pero no nos engañemos, a medida que los niños se enganchan más a los contenidos digitales (los adultos también), estas actividades irán remitiendo.

Fuente: http://www.redem.org/youtube-se-ha-convertido-en-la-principal-fuente-de-entretenimiento-infantil/

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¿Cuándo nace en la infancia el impulso de intentar cambiar el mundo para volverlo más justo?

Por: REDEM

“El mundo está mal repartido” es una frase que se viene diciendo desde tiempos inmemoriales. En no pocas ocasiones, algunos poseen mucho y otros poco, sin que los primeros tengan méritos que lo justifiquen.

Las relaciones jerárquicas son una de las características de nuestra existencia social. A una edad muy temprana, los niños pueden detectar la diferencia entre individuos dominantes y subordinados. Pero ¿cómo se comportan respecto a esta clasificación asimétrica? ¿Favorecerán al dominante y por tanto preservarán el status quo de este? ¿O favorecerán más al subordinado para compensarle y por tanto tratarán de instaurar una forma de igualdad? ¿Cómo evolucionan estas posturas durante la niñez?

Unos científicos del CNRS (Centro Nacional francés para la Investigación Científica) y de la Universidad Claude Bernard Lyon 1 (Francia), así como de las universidades de Lausana y Neuchâtel (Suiza), han examinado los primeros síntomas de este posicionamiento político en niños de edades comprendidas entre los 3 y los 8 años a través de dos experimentos.

La pregunta, planteada de modo simple, sería: a medida que crecen, ¿se convierten los niños en Robin Hoods?.

La respuesta a esta pregunta ha resultado ser que, dependiendo de su edad, no tienden a repartir riqueza de la misma manera entre individuos dominantes y subordinados. Así que se desarrolla una tendencia hacia el igualitarismo que se fortalece entre los 5 y los 8 años. Este hallazgo, realizado por Rawan Charafeddine, Hugo Mercier, Fabrice Clément, Laurence Kaufmann, Anne Reboul y Jean-Baptiste Van der Henst proporciona una comprensión más clara sobre cómo se desarrolla la noción de igualdad en el individuo humano a medida que crece, y cómo la de su sentido de la justicia.

Durante el primer experimento, los científicos pidieron a 173 niños que miraran una pequeña obra en la que se desarrollaban una serie de interacciones entre títeres, uno de los cuales siempre imponía su deseo sobre el otro, de manera que los niños lo reconocieron como el “jefe”. Los científicos dieron después a cada niño un trozo de chocolate grande y otro pequeño, y observaron cómo él o ella distribuía estos dulces entre las marionetas. A los 3 y 4 años de edad, una gran mayoría de los niños tendía a beneficiar al títere dominante, dándole el trozo grande de chocolate, respetando así la jerarquía social. A los 5 años, esta tendencia comenzaba a disminuir, hasta quedar completamente invertida a los 8 años, cuando casi todos los niños favorecían a la marioneta subordinada.

En el segundo experimento, 132 de los niños miraron una escena donde tres personajes (uno de los cuales les decía a los otros que él era el “jefe”) estaban jugando en el parque. El dominante y uno de los subordinados recibieron entonces tres monedas, mientras que el otro subordinado solo recibía una. El experimentador pidió a los participantes que tomaran una moneda de uno de los dos personajes que habían recibido tres y que se la dieran al que solo había recibido una. Se vio el mismo efecto que en el primer experimento: los niños más jóvenes protegían los recursos del dominante mientras que los de más edad protegían los del subordinado.

Los niños de mayor edad consiguieron a menudo explicar sus elecciones. Dieron la pieza de chocolate más grande a un títere en particular “porque nunca elige el juego” o “porque tiene menos suerte que el otro”.

Fuente: http://www.redem.org/cuando-nace-en-la-infancia-el-impulso-de-intentar-cambiar-el-mundo-para-volverlo-mas-justo/

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¿Demasiado tarde para aprender?

Por: Redem

Hace poco visité una escuela rural y en una clase de primer grado conocí a Miguel, un niño de 6 años. La profesora le pidió hacer un ejercicio en la pizarra y él se limitó a sonreír mientras miraba a los demás, como si estuviera buscando apoyo. Sus compañeros intentaron echarle una mano pero no pudieron ayudarle. Al terminar la clase, la profesora me contó que Miguel estaba muy atrasado con respecto a sus compañeros: ellos habían comenzado su educación al nivel preescolar pero Miguel apenas acababa de ingresar al colegio. Esta es una historia que se repite en las aulas latinoamericanas todos los días. ¿Cómo asegurarse de que los niños de la región entren a la escuela preparados para aprender?

Las diferencias en conocimiento y habilidades entre niños de bajos ingresos y sus pares más aventajados inician desde los primeros años y van creciendo a lo largo del ciclo de vida. Por eso, el aprendizaje durante esos años es clave para el futuro desempeño académico, oportunidades laborales y para reducir el posible impacto de orígenes familiares desfavorables.

A pesar que el aprendizaje durante la primera infancia es crucial, en América Latina y el Caribe (ALC), el 92 % de los niños de 0-3 años no tienen acceso a programas formales de cuidado y educación inicial. Para niños de 3-5 años esta cifra baja al 56% aproximadamente. En países de la OECD, por su parte, la participación promedio de niños de entre cero a tres años es de 30%, y para los de 3-5 años de 80%.

La educación que se ofrece para estas edades no es obligatoria por lo que es la familia la que decide si los chicos asisten o no a los programas. Uno de los factores que funcionan como obstáculo a la entrada de los más pequeños a una educación de calidad es que el cuidado durante este período se suele hacer a través de arreglos informales — fundamentalmente las madres, y otros familiares, sobre todo las abuelas. Estos arreglos pueden ser, en algunos casos, extremadamente precarios. En países en los que los datos están disponibles, el porcentaje de niños que son cuidados por otro menor, dejados solos en la casa, o llevados al trabajo con la madre varía entre el 2.5 y 5%. (Mateo Diaz y Rodriguez-Chamussy, 2016, por publicar).

Así mismo, se sabe que en la región los niños que acceden a los programas formales de cuidado y educación inicial son, en algunos casos, los que menos lo necesitan. De hecho, las tasas de participación más altas se observan en hogares con más ingresos y mayor nivel educativo. También vivir en una zona rural o urbana, o el nivel educativo de la madre y su estatus laboral afecta el uso de estas instituciones. Miguel, por ejemplo, proviene de un hogar muy humilde en una zona rural; sus padres no tienen estudios y cuando su mamá propuso la idea de llevarlo a una escuela, el padre y los abuelos le dijeron que los niños pequeños están mejor con la madre. Un día la mamá de Miguel tuvo que empezar a trabajar porque con los ingresos del papá no alcanzaba para mantener el hogar. En ese momento buscaron un centro pero no había disponibles cerca de la casa o del trabajo. Solo quedaba disponibilidad en un centro privado pero era demasiado caro para ellos.

La baja participación de los hogares más vulnerables en los servicios públicos sigue siendo uno de los grandes desafíos para el diseño e implementación de políticas públicas. En contextos en los que la participación laboral de los adultos del hogar es crítica, los mejores programas educativos pueden ser desperdiciados si los padres no pueden inscribir a sus hijos porque no confían en su calidad; y/o no entienden la importancia de la asistencia, el centro está demasiado lejos; no hay transporte disponible, es demasiado caro, o si los horarios de apertura son incompatibles con la jornada laboral de los padres.

¿Qué pueden hacer los países de la región? Las políticas y los programas no pueden ser pensados fuera de la realidad de las familias más vulnerables. Para ello tienen que: (i) recoger datos para conocer bien la oferta existente y entender mejor a la población objetivo y las razones que afectan las decisiones de los hogares de llevar o no a sus hijos a los centros; (ii) ampliar cobertura y reducir las restricciones de edad que existen en algunos casos; (iii) mejorar la calidad de los servicios; (iv) adaptar las características de los centros a las necesidades de las familias (en particular las que trabajan); e (v) implementar políticas de incentivos y campañas de sensibilización para llegar a aquellos hogares que son más difíciles de movilizar por razones culturales.

El ingreso tardío – en particular para aquellos niños y niñas que están en situación de desventaja socioeconómica – puede ser decisivo para que esos chicos nunca lleguen a adquirir las habilidades necesarias para la vida. No deberíamos permitirnos tener tantos “Migueles” en Latinoamérica. Nadie debería llegar demasiado tarde al sistema educativo, porque la región no puede permitirse lo que el economista Jared Bernstein ha llamado “el error más grande de la política pública”: no invertir en educación temprana de calidad, dejando rezagados a los niños más vulnerables.

Fuente: http://www.redem.org/demasiado-tarde-para-aprender/

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Internet está modificando la forma de leer y procesar la información de niños y adolescentes

15 octubre 2016/Fuente: redem

Durante miles de años, los seres humanos adquirimos la información necesaria para relacionarnos con el entorno físico y con los demás, a través de la experiencia directa. La mayor parte de la información llegaba, lentamente, después de observar fenómenos y situaciones con nuestros propios ojos. El cerebro era alimentado también por relatos e informaciones procedentes de las experiencias vividas por otras personas, que trasladaban de forma verbal lo que habían visto con sus ojos, o escuchado con sus oídos. La transmisión de la información se realizaba de forma oral, con todas las ventajas e inconvenientes que esto supone, y de una forma evidentemente muy limitada y condicionada, fácil de alterar y sometida a la degeneración del mensaje propia del boca a boca.

Hace aproximadamente 5.000 años, con la creación de la escritura y la lectura, se produce una auténtica revolución en nuestro cerebro. Para adaptarse a la lectura, el cerebro tuvo que reorganizarse, permitiendo el desarrollo de largas y cada vez más complejas argumentaciones, acompañadas de multitud de datos que no era necesario memorizar en su totalidad, y dando lugar a pensamientos mucho más reflexivos. La lectura puso en marcha todo un proceso de desarrollo creativo. La imaginación y las investigaciones de unos, permitieron que otros continuaran creando hasta convertir en realidad muchas de las cosas que hoy nos rodean.

Pero, incluso este fabuloso cambio tuvo sus detractores y enemigos. Así es, nada menos que Sócrates, personaje sobre el que habría mucho que decir, consideraba que la escritura traería más problemas que beneficios. Afirmaba que la dependencia de la letra escrita alteraría para peor la mente de las personas. Defendía que la escritura amenazaba con convertirnos en pensadores menos profundos intelectualmente, menos sabios y menos felices. Nada menos… Por suerte y con el paso del tiempo se fueron imponiendo los argumentos defendidos por Platón, que veía en la escritura una oportunidad, aunque durante los primeros siglos estuviera reservada sólo a una minoría privilegiada.

Two pupils leaning on a pile of books while reading on touchpad

El segundo cambio importante se produciría con la adopción de la lectura silenciosa. Así es, durante siglos la lectura fue algo practicado por unos pocos y siempre en voz alta, con el objetivo de transmitir. Entorno al año 380, San Agustín se sorprende al ver a San Ambrosio leer sin abrir la boca ni emitir sonido alguno… La lectura en silencio, para el propio lector, trajo consigo todo un mundo de reflexiones, variedad y diversidad en las interpretaciones y autoconciencia. Permitía pararse, debatir consigo mismo sobre lo leído, releer, etc.

El tercer cambio se produjo entre los siglos XII y XIII, con la aparición y generalización en el uso de las palabras y los signos de puntuación. En efecto, durante siglos y siglos los manuscritos estuvieron formados por tediosos encadenamientos de letras, sin espacios que permitieran separar las palabras o detenerse ante puntos o comas. El lector debía realizar ímprobos esfuerzos por interpretar finalmente el contenido y sentido de las letras encadenadas que acababa de leer.

El cuarto cambio supuso una verdadera revolución, así como la popularización de la escritura, la lectura e incluso la cultura y el pensamiento en todas sus formas. A mediados del siglo XV, el orfebre alemán Johannes Gutemberg inventa la imprenta. Los escasos y artesanales libros dan paso a la edición y distribución de miles de ejemplares por toda Europa. Obras antes apenas leídas comenzaron a estar al alcance de los ciudadanos del momento. Los precios y los tiempos de edición se redujeron enormemente, y la demanda de libros se disparó. Según los cálculos realizados por Michael Clapham en “Printing”, en los cincuenta años posteriores a la invención de la imprenta, se editaron tantos libros como los reproducidos por los escribas europeos a lo largo de los mil años precedentes. A finales del siglo XV más de 250 ciudades europeas tenían ya imprenta, y circulaban más de 12 millones de libros. Pero este maravilloso invento también tuvo sus detractores… Muchos comenzaron a preguntarse si era bueno que todo el mundo pudiera tener acceso a la información… Y no digamos ya si se trataba de información, contenidos u opiniones que podían no ser compartidos por el poder imperante en el momento. Según señala Joad Raymond en “The Invention of the Newspaper: English Newbooks”, el primer censor oficial de libros que hubo en Inglaterra planteó que la tipografía estaba trayendo más daño que beneficio a la cristiandad. Pero, como todos sabemos, la imprenta no sólo no cesó de imprimir libros, sino que gracias a ella la Biblia es el libro más difundido del mundo..

Y, finalmente, el quinto cambio también debe ser considerado una revolución: la escritura y lectura digitales a través de internet. La web 2.0 ha convertido además a las personas en productoras de información, y no sólo en meras consumidoras. Blogs, redes sociales, webs temáticas, foros, etc, etc, están permitiendo que cualquier ser humano con una conexión a internet pueda comunicar algo al resto del mundo con posibilidad de ser accesible para unos 2.500 millones de usuarios. Según los datos publicados por Science en el año 2011, la humanidad actual genera cada 2 días la misma información generada por nuestra especie durante casi 5.000 años. Es decir, 5 Exabytes de información cada 48 horas.

El acceso a la información hoy en día es digital: menos del 0’1% de la información generada en la actualidad está en papel. El 99,9% de la información se encuentra disponible sólo en formato digital. Cada minuto que pasa se realizan 2 millones de consultas en Google. Es decir, el buscador es el principal y omnipresente medio de búsqueda de información para niños, adolescentes y adultos.

Y he aquí que, tal y como señalan investigadores y neurocientíficos de todo el mundo, la forma en que adquirimos la información influye en nuestra forma de percibirla y de transmitirla. El tipo de actividad mental que desarrollamos configura nuestro cerebro y la distribución de las neuronas. Tenemos la suerte de estar dotados de una herramienta extremadamente sensible, con una fabulosa característica que conocemos como NEUROPLASTICIDAD. El cerebro se modifica a sí mismo. No es estático ni rígido. Las neuronas establecen nuevos caminos, ponen en marcha nuevos circuitos neuronales y abandonan otros que quedan obsoletos. Algunas neuronas son descartadas, pero otras muchas pasan a engrosar y reforzar los nuevos caminos. La economía del reciclaje manda en el cerebro.

Pues bien, la herramienta que utilizamos para leer y para escribir nos condiciona. Sea la que sea… El propio Nietzsche afirmaba que desde que había comenzado a escribir con una máquina de escribir, no sólo su prosa sino incluso sus pensamientos se habían visto condicionados. El paso del papel a la máquina supusieron pare él un cambio importante. No podía ni imaginar lo que supondría más tarde el paso al cibertexto…

¿ES DISTINTO LEER INFORMACIÓN EN LIBROS A LEERLA EN PÁGINAS WEB?

Pues sí. Los estudios que lo ponen de manifiesto son muchos y muy variados. Uno de ellos es el realizado por el Dr. Jakob Nielsen, Director del Grupo Nielsen Norman que cofundó con el Dr. Donald A. Norman (ex vicepresidente de investigación de Apple Computer). Tras la realización de un estudio de seguimiento ocular, concluye que los usuarios de internet no realizan una lectura lineal, sino que “escanean” la pantalla. Los usuarios realizan una “lectura en F”. Leen las dos primeras líneas, y bajando por la izquierda vuelven a detenerse en el centro. Después abandonaban de nuevo la lectura lineal y bajan hacia la parte inferior izquierda. Las mismas conclusiones han sido obtenidas por otras entidades como el Laboratorio de Investigación de Usabilidad de Software de la Universidad Estatal de Wichita.

Según las investigaciones de Jakob Nielsen, las personas realmente leen menos del 20% del contenido de una página web. Así mismo, concluye que muchos usuarios dedican hasta un 69% de su atención al lado izquierdo de la pantalla, y sólo el 30% a la parte derecha.

Un estudio realizado entre jóvenes de 12 a 18 años por el University College of London, dirigido por el Profesor David Nicholas, determinó que los adolescentes necesitan mucho menos tiempo para encontrar una información en internet que los adultos. Son seis veces más rápidos que sus mayores. Pero, del mismo modo, el estudio concluye que internet disminuye la capacidad de concentración, así como la capacidad de los jóvenes para leer y escribir textos largos.

La empresa israelí de software ClikTale, recogió durante dos meses datos del comportamiento de un millón de visitantes de páginas web. Averiguó que en la mayoría de los países los usuarios de internet sólo pasan entre 19 y 27 segundos en cada web que visitan. Nunca leen una página entera.

Los estudios realizados por Ziming Liu, Catedrático de Biblioteconomía de la Universidad Estatal de San José, indican que está surgiendo un comportamiento lector basado en la pantalla, en el que la lectura se realiza en forma de exploración, de manera aleatoria, ni lineal ni fija y centrada en la búsqueda de palabras clave.

La psicóloga del desarrollo Patricia Greenfield, profesora en la Universidad de UCLA, repasó en 2009 más de cincuenta estudios sobre los efectos de los medios de comunicación en la inteligencia de las personas y su capacidad de aprendizaje. La conclusión fue la siguiente: el creciente uso de la Red está debilitando nuestras capacidades para el “procesamiento profundo” que permite “la adquisición consciente del conocimiento, el análisis inductivo, el pensamiento crítico, la imaginación y la reflexión”.

La verdad es que después de leer tantos artículos e investigaciones, no es difícil quedarse con la idea de que la lectura en internet está desestabilizando nuestros cerebros, hasta el punto de que puede llegar a producirse una involución. No obstante, creo que debemos ser mucho más objetivos, y situar cada cuestión en su contexto antes de sacar una conclusión.

¿LA LECTURA EN INTERNET ES COMPATIBLE CON LA LECTURA LINEAL DE LIBROS?

Creo que esta es la verdadera cuestión. Personalmente, como muchos de ustedes, pongo en práctica lo que considero son dos formas de lectura muy distintas, utilizadas siempre en función de las circunstancias. Leo, o “escaneo”, cientos de páginas web todos los días. Pero lo hago para buscar e identificar informaciones concretas. Sin esta forma de lectura, tan desarrollada por los adolescentes de hoy, tardaríamos muchas horas en determinar si la información contenida en una web responde a lo que estamos buscando o no. Es cierto que con la práctica se puede descartar un contenido en pocos segundos. La lectura en “F” me parece muy lógica. Leemos los encabezados y las primeras líneas para determinar si nos interesa, y después bajamos por la izquierda porque es donde empiezan los párrafos tras un punto y aparte. ¡Pero no hacemos esto sólo en internet! Lo hacemos también cuando hojeamos un libro de una estantería para saber si puede interesarnos, o cuando pasamos las páginas de una revista, o incluso cuando aun leemos algún periódico en papel.

Y lo cierto es que no he dejado de leer libros. Y no los “escaneo”, sino que realizo una lectura lineal, reflexiva y en profundidad, como hacemos todos cuando leemos un libro o un artículo que nos interesa (aunque sea tan largo como este). Creo, sinceramente, que ambas formas de lectura responden a necesidades distintas y son absolutamente compatibles y NECESARIAS.

EL HECHO DE QUE DOS FORMAS DE LECTURA PUEDAN CONVIVIR, NO QUIERE DECIR QUE VAYAN A HACERLO…

En efecto, esta es la siguiente cuestión que debemos plantearnos. Personalmente, como seguramente usted mismo/a, he pasado los primeros 30 años de mi vida leyendo libros, de forma lineal y reflexiva. Durante todo ese tiempo se han asentado en nuestros cerebros toda una serie de estructuras y circuitos neuronales, la mayoría de los cuales permanecen. No me inicié con la lectura en internet, ni he tenido que compaginar la lectura “tradicional” con la lectura “digital” hasta hace pocos años. La verdad es que no debemos asumir que los niños adoptarán ambas formas de lectura sin problemas, y sabiendo diferenciar perfectamente entre una y otra. Y no debemos asumirlo porque sabemos cómo funciona nuestro cerebro…:

  1. Nuestro cerebro es un ahorrador nato. De hecho, siendo tan pequeño consume el 20% de toda la energía que utiliza nuestro organismo. Parte de su trabajo consiste en optimizar recursos y ser “sostenible”. Si puede hacer algo de una forma más sencilla y que suponga menos esfuerzo LO HARÁ. Leer siempre de la misma manera es más fácil que tener que cambiar de registro y hacerlo de dos formas distintas en función de las circunstancias. Si una forma de lectura se realiza mucho más que la otra, el cerebro reforzará los procesos asociados para que cada vez nos resulte más fácil y sencillo leer así. En definitiva, la afianzará.

  2. No nos engañemos, la lectura de una página web o un contenido online bien diseñado resulta mucho más atractiva, en especial para los más pequeños. La mezcla de colores, fotografías, imágenes en movimiento, vídeos, banners, enlaces a otros sitios, etc, satisfacen la constante e innata curiosidad de nuestro cerebro. Muchos y muy diversos estímulos pueden tenerlo entretenido disfrutando con cada nuevo impacto, con cada nuevo descubrimiento, pero sin permitirle finalmente centrar su atención y profundizar dejando a un lado las distracciones.

CONCLUSION

Sinceramente, creo que existe el riesgo de que en los más pequeños, que no tienen años de experiencia en la lectura lineal y reflexiva, terminen adoptando y afianzando una forma de lectura en “escaneo”, que no permite profundizar en los contenidos, con una necesidad constante de cambiar de tarea para recibir nuevos estímulos, y muy dada a la distracción.

Y a tenor de los resultados señalados en el último informe PISA, lo último que necesitamos es que la comprensión lectora de los niños y adolescentes sea aun peor.

Pero NO podemos tampoco convertirnos en los Sócrates de nuestro tiempo, ni en los censores que desconfiaban de los nuevos inventos. La lectura en “F” es necesaria y fundamental ante la cantidad ingente de información que circula por internet. Es una adaptación a un nuevo entorno que no podemos ni debemos perder. Es más, debe entrenarse. Los niños y adolescentes están ya realizando ese entrenamiento. Pero hoy, más que nunca, es necesario reforzar la lectura lineal y reflexiva que permite PROFUNDIZAR, ASIMILAR y AFIANZAR información, datos y conceptos. Esto también debe entrenarse. Más que antes, sin lugar a dudas.

Obliguemos a nuestro cerebro a esforzarse. Puede hacerlo (¡y en el fondo le gusta!). Es vital que los niños y adolescentes de hoy lean libros enteros, profundicen y reflexionen sin distracciones. Nos jugamos más de lo que pensamos. En este momento, que los niños lean libros debe ser una prioridad para padres/madres y educadores. Debe ser una prioridad para toda la sociedad.

Fuente noticia: http://www.redem.org/internet-esta-modificando-la-forma-de-leer-y-procesar-la-informacion-de-ninos-y-adolescentes/

Fuente imagen: http://www.gob.mx/cms/uploads/article/main_image/17394/Unicef_-_700.jp

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