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Internet está modificando la forma de leer y procesar la información de niños y adolescentes

15 octubre 2016/Fuente: redem

Durante miles de años, los seres humanos adquirimos la información necesaria para relacionarnos con el entorno físico y con los demás, a través de la experiencia directa. La mayor parte de la información llegaba, lentamente, después de observar fenómenos y situaciones con nuestros propios ojos. El cerebro era alimentado también por relatos e informaciones procedentes de las experiencias vividas por otras personas, que trasladaban de forma verbal lo que habían visto con sus ojos, o escuchado con sus oídos. La transmisión de la información se realizaba de forma oral, con todas las ventajas e inconvenientes que esto supone, y de una forma evidentemente muy limitada y condicionada, fácil de alterar y sometida a la degeneración del mensaje propia del boca a boca.

Hace aproximadamente 5.000 años, con la creación de la escritura y la lectura, se produce una auténtica revolución en nuestro cerebro. Para adaptarse a la lectura, el cerebro tuvo que reorganizarse, permitiendo el desarrollo de largas y cada vez más complejas argumentaciones, acompañadas de multitud de datos que no era necesario memorizar en su totalidad, y dando lugar a pensamientos mucho más reflexivos. La lectura puso en marcha todo un proceso de desarrollo creativo. La imaginación y las investigaciones de unos, permitieron que otros continuaran creando hasta convertir en realidad muchas de las cosas que hoy nos rodean.

Pero, incluso este fabuloso cambio tuvo sus detractores y enemigos. Así es, nada menos que Sócrates, personaje sobre el que habría mucho que decir, consideraba que la escritura traería más problemas que beneficios. Afirmaba que la dependencia de la letra escrita alteraría para peor la mente de las personas. Defendía que la escritura amenazaba con convertirnos en pensadores menos profundos intelectualmente, menos sabios y menos felices. Nada menos… Por suerte y con el paso del tiempo se fueron imponiendo los argumentos defendidos por Platón, que veía en la escritura una oportunidad, aunque durante los primeros siglos estuviera reservada sólo a una minoría privilegiada.

Two pupils leaning on a pile of books while reading on touchpad

El segundo cambio importante se produciría con la adopción de la lectura silenciosa. Así es, durante siglos la lectura fue algo practicado por unos pocos y siempre en voz alta, con el objetivo de transmitir. Entorno al año 380, San Agustín se sorprende al ver a San Ambrosio leer sin abrir la boca ni emitir sonido alguno… La lectura en silencio, para el propio lector, trajo consigo todo un mundo de reflexiones, variedad y diversidad en las interpretaciones y autoconciencia. Permitía pararse, debatir consigo mismo sobre lo leído, releer, etc.

El tercer cambio se produjo entre los siglos XII y XIII, con la aparición y generalización en el uso de las palabras y los signos de puntuación. En efecto, durante siglos y siglos los manuscritos estuvieron formados por tediosos encadenamientos de letras, sin espacios que permitieran separar las palabras o detenerse ante puntos o comas. El lector debía realizar ímprobos esfuerzos por interpretar finalmente el contenido y sentido de las letras encadenadas que acababa de leer.

El cuarto cambio supuso una verdadera revolución, así como la popularización de la escritura, la lectura e incluso la cultura y el pensamiento en todas sus formas. A mediados del siglo XV, el orfebre alemán Johannes Gutemberg inventa la imprenta. Los escasos y artesanales libros dan paso a la edición y distribución de miles de ejemplares por toda Europa. Obras antes apenas leídas comenzaron a estar al alcance de los ciudadanos del momento. Los precios y los tiempos de edición se redujeron enormemente, y la demanda de libros se disparó. Según los cálculos realizados por Michael Clapham en “Printing”, en los cincuenta años posteriores a la invención de la imprenta, se editaron tantos libros como los reproducidos por los escribas europeos a lo largo de los mil años precedentes. A finales del siglo XV más de 250 ciudades europeas tenían ya imprenta, y circulaban más de 12 millones de libros. Pero este maravilloso invento también tuvo sus detractores… Muchos comenzaron a preguntarse si era bueno que todo el mundo pudiera tener acceso a la información… Y no digamos ya si se trataba de información, contenidos u opiniones que podían no ser compartidos por el poder imperante en el momento. Según señala Joad Raymond en “The Invention of the Newspaper: English Newbooks”, el primer censor oficial de libros que hubo en Inglaterra planteó que la tipografía estaba trayendo más daño que beneficio a la cristiandad. Pero, como todos sabemos, la imprenta no sólo no cesó de imprimir libros, sino que gracias a ella la Biblia es el libro más difundido del mundo..

Y, finalmente, el quinto cambio también debe ser considerado una revolución: la escritura y lectura digitales a través de internet. La web 2.0 ha convertido además a las personas en productoras de información, y no sólo en meras consumidoras. Blogs, redes sociales, webs temáticas, foros, etc, etc, están permitiendo que cualquier ser humano con una conexión a internet pueda comunicar algo al resto del mundo con posibilidad de ser accesible para unos 2.500 millones de usuarios. Según los datos publicados por Science en el año 2011, la humanidad actual genera cada 2 días la misma información generada por nuestra especie durante casi 5.000 años. Es decir, 5 Exabytes de información cada 48 horas.

El acceso a la información hoy en día es digital: menos del 0’1% de la información generada en la actualidad está en papel. El 99,9% de la información se encuentra disponible sólo en formato digital. Cada minuto que pasa se realizan 2 millones de consultas en Google. Es decir, el buscador es el principal y omnipresente medio de búsqueda de información para niños, adolescentes y adultos.

Y he aquí que, tal y como señalan investigadores y neurocientíficos de todo el mundo, la forma en que adquirimos la información influye en nuestra forma de percibirla y de transmitirla. El tipo de actividad mental que desarrollamos configura nuestro cerebro y la distribución de las neuronas. Tenemos la suerte de estar dotados de una herramienta extremadamente sensible, con una fabulosa característica que conocemos como NEUROPLASTICIDAD. El cerebro se modifica a sí mismo. No es estático ni rígido. Las neuronas establecen nuevos caminos, ponen en marcha nuevos circuitos neuronales y abandonan otros que quedan obsoletos. Algunas neuronas son descartadas, pero otras muchas pasan a engrosar y reforzar los nuevos caminos. La economía del reciclaje manda en el cerebro.

Pues bien, la herramienta que utilizamos para leer y para escribir nos condiciona. Sea la que sea… El propio Nietzsche afirmaba que desde que había comenzado a escribir con una máquina de escribir, no sólo su prosa sino incluso sus pensamientos se habían visto condicionados. El paso del papel a la máquina supusieron pare él un cambio importante. No podía ni imaginar lo que supondría más tarde el paso al cibertexto…

¿ES DISTINTO LEER INFORMACIÓN EN LIBROS A LEERLA EN PÁGINAS WEB?

Pues sí. Los estudios que lo ponen de manifiesto son muchos y muy variados. Uno de ellos es el realizado por el Dr. Jakob Nielsen, Director del Grupo Nielsen Norman que cofundó con el Dr. Donald A. Norman (ex vicepresidente de investigación de Apple Computer). Tras la realización de un estudio de seguimiento ocular, concluye que los usuarios de internet no realizan una lectura lineal, sino que “escanean” la pantalla. Los usuarios realizan una “lectura en F”. Leen las dos primeras líneas, y bajando por la izquierda vuelven a detenerse en el centro. Después abandonaban de nuevo la lectura lineal y bajan hacia la parte inferior izquierda. Las mismas conclusiones han sido obtenidas por otras entidades como el Laboratorio de Investigación de Usabilidad de Software de la Universidad Estatal de Wichita.

Según las investigaciones de Jakob Nielsen, las personas realmente leen menos del 20% del contenido de una página web. Así mismo, concluye que muchos usuarios dedican hasta un 69% de su atención al lado izquierdo de la pantalla, y sólo el 30% a la parte derecha.

Un estudio realizado entre jóvenes de 12 a 18 años por el University College of London, dirigido por el Profesor David Nicholas, determinó que los adolescentes necesitan mucho menos tiempo para encontrar una información en internet que los adultos. Son seis veces más rápidos que sus mayores. Pero, del mismo modo, el estudio concluye que internet disminuye la capacidad de concentración, así como la capacidad de los jóvenes para leer y escribir textos largos.

La empresa israelí de software ClikTale, recogió durante dos meses datos del comportamiento de un millón de visitantes de páginas web. Averiguó que en la mayoría de los países los usuarios de internet sólo pasan entre 19 y 27 segundos en cada web que visitan. Nunca leen una página entera.

Los estudios realizados por Ziming Liu, Catedrático de Biblioteconomía de la Universidad Estatal de San José, indican que está surgiendo un comportamiento lector basado en la pantalla, en el que la lectura se realiza en forma de exploración, de manera aleatoria, ni lineal ni fija y centrada en la búsqueda de palabras clave.

La psicóloga del desarrollo Patricia Greenfield, profesora en la Universidad de UCLA, repasó en 2009 más de cincuenta estudios sobre los efectos de los medios de comunicación en la inteligencia de las personas y su capacidad de aprendizaje. La conclusión fue la siguiente: el creciente uso de la Red está debilitando nuestras capacidades para el “procesamiento profundo” que permite “la adquisición consciente del conocimiento, el análisis inductivo, el pensamiento crítico, la imaginación y la reflexión”.

La verdad es que después de leer tantos artículos e investigaciones, no es difícil quedarse con la idea de que la lectura en internet está desestabilizando nuestros cerebros, hasta el punto de que puede llegar a producirse una involución. No obstante, creo que debemos ser mucho más objetivos, y situar cada cuestión en su contexto antes de sacar una conclusión.

¿LA LECTURA EN INTERNET ES COMPATIBLE CON LA LECTURA LINEAL DE LIBROS?

Creo que esta es la verdadera cuestión. Personalmente, como muchos de ustedes, pongo en práctica lo que considero son dos formas de lectura muy distintas, utilizadas siempre en función de las circunstancias. Leo, o “escaneo”, cientos de páginas web todos los días. Pero lo hago para buscar e identificar informaciones concretas. Sin esta forma de lectura, tan desarrollada por los adolescentes de hoy, tardaríamos muchas horas en determinar si la información contenida en una web responde a lo que estamos buscando o no. Es cierto que con la práctica se puede descartar un contenido en pocos segundos. La lectura en “F” me parece muy lógica. Leemos los encabezados y las primeras líneas para determinar si nos interesa, y después bajamos por la izquierda porque es donde empiezan los párrafos tras un punto y aparte. ¡Pero no hacemos esto sólo en internet! Lo hacemos también cuando hojeamos un libro de una estantería para saber si puede interesarnos, o cuando pasamos las páginas de una revista, o incluso cuando aun leemos algún periódico en papel.

Y lo cierto es que no he dejado de leer libros. Y no los “escaneo”, sino que realizo una lectura lineal, reflexiva y en profundidad, como hacemos todos cuando leemos un libro o un artículo que nos interesa (aunque sea tan largo como este). Creo, sinceramente, que ambas formas de lectura responden a necesidades distintas y son absolutamente compatibles y NECESARIAS.

EL HECHO DE QUE DOS FORMAS DE LECTURA PUEDAN CONVIVIR, NO QUIERE DECIR QUE VAYAN A HACERLO…

En efecto, esta es la siguiente cuestión que debemos plantearnos. Personalmente, como seguramente usted mismo/a, he pasado los primeros 30 años de mi vida leyendo libros, de forma lineal y reflexiva. Durante todo ese tiempo se han asentado en nuestros cerebros toda una serie de estructuras y circuitos neuronales, la mayoría de los cuales permanecen. No me inicié con la lectura en internet, ni he tenido que compaginar la lectura “tradicional” con la lectura “digital” hasta hace pocos años. La verdad es que no debemos asumir que los niños adoptarán ambas formas de lectura sin problemas, y sabiendo diferenciar perfectamente entre una y otra. Y no debemos asumirlo porque sabemos cómo funciona nuestro cerebro…:

  1. Nuestro cerebro es un ahorrador nato. De hecho, siendo tan pequeño consume el 20% de toda la energía que utiliza nuestro organismo. Parte de su trabajo consiste en optimizar recursos y ser “sostenible”. Si puede hacer algo de una forma más sencilla y que suponga menos esfuerzo LO HARÁ. Leer siempre de la misma manera es más fácil que tener que cambiar de registro y hacerlo de dos formas distintas en función de las circunstancias. Si una forma de lectura se realiza mucho más que la otra, el cerebro reforzará los procesos asociados para que cada vez nos resulte más fácil y sencillo leer así. En definitiva, la afianzará.

  2. No nos engañemos, la lectura de una página web o un contenido online bien diseñado resulta mucho más atractiva, en especial para los más pequeños. La mezcla de colores, fotografías, imágenes en movimiento, vídeos, banners, enlaces a otros sitios, etc, satisfacen la constante e innata curiosidad de nuestro cerebro. Muchos y muy diversos estímulos pueden tenerlo entretenido disfrutando con cada nuevo impacto, con cada nuevo descubrimiento, pero sin permitirle finalmente centrar su atención y profundizar dejando a un lado las distracciones.

CONCLUSION

Sinceramente, creo que existe el riesgo de que en los más pequeños, que no tienen años de experiencia en la lectura lineal y reflexiva, terminen adoptando y afianzando una forma de lectura en “escaneo”, que no permite profundizar en los contenidos, con una necesidad constante de cambiar de tarea para recibir nuevos estímulos, y muy dada a la distracción.

Y a tenor de los resultados señalados en el último informe PISA, lo último que necesitamos es que la comprensión lectora de los niños y adolescentes sea aun peor.

Pero NO podemos tampoco convertirnos en los Sócrates de nuestro tiempo, ni en los censores que desconfiaban de los nuevos inventos. La lectura en “F” es necesaria y fundamental ante la cantidad ingente de información que circula por internet. Es una adaptación a un nuevo entorno que no podemos ni debemos perder. Es más, debe entrenarse. Los niños y adolescentes están ya realizando ese entrenamiento. Pero hoy, más que nunca, es necesario reforzar la lectura lineal y reflexiva que permite PROFUNDIZAR, ASIMILAR y AFIANZAR información, datos y conceptos. Esto también debe entrenarse. Más que antes, sin lugar a dudas.

Obliguemos a nuestro cerebro a esforzarse. Puede hacerlo (¡y en el fondo le gusta!). Es vital que los niños y adolescentes de hoy lean libros enteros, profundicen y reflexionen sin distracciones. Nos jugamos más de lo que pensamos. En este momento, que los niños lean libros debe ser una prioridad para padres/madres y educadores. Debe ser una prioridad para toda la sociedad.

Fuente noticia: http://www.redem.org/internet-esta-modificando-la-forma-de-leer-y-procesar-la-informacion-de-ninos-y-adolescentes/

Fuente imagen: http://www.gob.mx/cms/uploads/article/main_image/17394/Unicef_-_700.jp

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El aprendizaje basado en vídeo fomenta la creatividad de los alumnos

Por: Red Educativa Mundial

Los estudios realizados en los distintos países (Reino Unido, Portugal, Suecia, Alemania y España), dentro del marco del proyecto europeo de JuxtaLearn, indican que las actividades que emplean el vídeo como herramienta educativa consiguen que el aprendizaje sea progresivo y reflexivo, a la vez que fomentan la creatividad y curiosidad de los alumnos. En todas las experiencias educativas realizadas con estudiantes de Primaria, Secundaria, Bachillerato y universidad se resalta el poder innovador de este modelo de aprendizaje.

El proyecto lo han liderado investigadores del Laboratorio de Tecnologías de la Información en la Educación (LITE) de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), en España, que han realizado distintas experiencias educativas en diversos países, donde más de 2000 alumnos de distintos niveles educativos han estado involucrados en actividades basadas en el aprendizaje a través de la creación de vídeos. Los detalles se han publicado en la revista IEEE Transactions on Learning Technologies.

El equipo ha desarrollado ClipIt, una red educativa diseñada específicamente para el aprendizaje basado en vídeo, aunque puede ser usada con cualquier tipo de contenido educativo. A través de esta plataforma, los alumnos son los creadores de los propios vídeos y se convierten en revisores del material educativo de sus compañeros. De esta forma, toman un papel protagonista en su proceso de aprendizaje y fomentan su creatividad mientras usan tecnologías educativas.

“El profesor les propone una serie conceptos relacionados con alguna de las asignaturas para que realicen el vídeo, incluyendo el guión, preparación de materiales previos, fase de grabación y edición”, explica Estefanía Martín, investigadora del grupo LITE, quien añade: “Este proceso reflexivo que tiene lugar en un contexto de aprendizaje entre iguales hace que los alumnos comenten en un ambiente seguro su opinión acerca de los vídeos producidos por sus compañeros, aportando ideas de mejora a los mismos y detectando inconsistencias en su propio aprendizaje”.

Los investigadores concluyen en este proyecto que el rol activo del alumno en el proceso de aprendizaje genera una actividad docente mucho más activa y creativa. Entre los métodos docentes innovadores empleados destacan el flipped classroom (donde el alumno es el creador de los vídeos para explicar a sus compañeros conceptos relacionados con la asignatura que ayudan a mejorar su comprensión), el blended learning (que integra metodologías presenciales y virtuales), la revisión entre iguales o el mobile learning (donde los estudiantes trabajan desde distintos dispositivos, como mesas multicontacto, tabletas, ordenadores y dispositivos móviles).

Aparte del feedback obtenido por los participantes de estas experiencias educativas, este proyecto recoge una comparativa entre los aspectos positivos y negativos más importantes encontrados en los diferentes países en función de la tecnología. Según las opiniones y valoraciones de los estudiantes, el hecho de tener que explicar un concepto concreto hace que tengan que adquirir conocimientos de una forma profunda para poder transmitírselo a sus compañeros. Además, los alumnos han destacado la importancia de la colaboración y el trabajo en equipo a diferentes niveles, así como el carácter lúdico y creativo de la experiencia educativa.

Los investigadores también han analizado las interacciones entre los estudiantes y el contenido de los comentarios vertidos en la plataforma mediante la combinación de técnicas de análisis de redes sociales (SNA, en inglés). Los resultados han puesto de manifiesto que los grupos con mayor compromiso con la actividad fueron los más generosos en cuanto a la realimentación que otorgaron a otros grupos y a las valoraciones emitidas. También se han encontrado diferencias entre los usuarios dependiendo de alguna característica de su perfil, como el género o la edad.

“Hemos observado que las mujeres están más interesadas en recomendaciones basadas en los contenidos y comentarios incluidos por sus contactos, mientras que los hombres prefieren que las sugerencias se hagan en base sólo a contenidos relacionados con los suyos propios”, destaca la investigadora de la URJC.

En cuanto a la edad, los usuarios más jóvenes valoran más los trending topics, frente a los estudiantes con mayor edad, que dan más importancia a lo que sucede en su red social más cercana y a los comentarios de sus contactos. Además, los investigadores también han observado diferencias entre los alumnos con experiencia laboral y los que no la tienen, puesto que aquéllos que tienen experiencia previa valoran mucho su tiempo disponible y dan prioridad a aquellas sugerencias relacionadas con sus intereses y objetivos de aprendizaje. (Fuente: URJC).

Fuente: http://www.redem.org/el-aprendizaje-basado-en-video-fomenta-la-creatividad-de-los-alumnos/

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Disponer de buenas habilidades de inteligencia emocional te protege frente al acoso escolar

Por Red Educativa Mundial (REDEM)

Ante una situación de acoso escolar, un conjunto de habilidades conveniente cultivado y denominado ‘inteligencia emocional’ puede servir de caparazón protector ante la agresión. Así lo han observado psicólogos de la Educación de las universidades de Córdoba y Sevilla (España) en un amplio estudio con 2.800 estudiantes andaluces de entre 11 y 21 años que cursaban estudios desde primero de ESO a segundo de Bachillerato. Con el fin de reducir los casos de acoso escolar en las aulas, los científicos recomiendan a los profesores una gestión del aula que potencie las capacidades de los alumnos para reconocer las emociones propias y de los demás, por el que tengan una respuesta adecuada ante situaciones de violencia.

“La labor del profesor no se circunscribe a enseñar una materia, sino que también debe motivar una serie de habilidades sociales, de comportamiento y de autoconocimiento entre sus alumnos”, resume José Antonio Casas, del Departamento de Psicología de la Universidad de Córdoba. Bajo esta perspectiva, el equipo científico se centró en la comparar la gestión de la clase que realiza el profesorado y la inteligencia emocional desarrollada por los estudiantes. El resultado ha sido publicado en British Journal of Educational Psychology y puede ayudar a establecer políticas para reducir la incidencia de este tipo de agresiones, que afecta a en torno a un 10% de los estudiantes de Secundaria y Bachillerato.

“No se trata de un fenómeno habitual en las aulas en los que la mayor parte de los estudiantes esté involucrada, pero esto no significa que sea problemático y haya que atajarlo”, expone Casas. Los casos de acoso escolar suelen tener una importante repercusión social, “al ser amplificados por los medios de comunicación”, aunque en realidad sólo uno de cada diez alumnos está involucrado, ya sea en el papel de víctima como el de agresor. En el caso del ciberacoso, este porcentaje puede ascender al 20% de los estudiantes.

Los investigadores pasaron un cuestionario a una muestra de alumnos representativa de Andalucía, con estudiantes de 24 centros de las ocho provincias de poblaciones rurales, de tamaño medio y capitales de provincia y matriculados tanto en colegios e institutos públicos como privados. A los encuestados se les preguntó directamente si eran agresores o víctimas, si habían sido golpeados o insultados y si había sido de forma reiterativa. “Al ser cuestionarios anónimos, las respuestas de tanto los agresores como las víctimas suelen ser sinceras”, indica Casas. También se les cuestionó sobre sus reacciones y manifestación de diferentes sentimientos y qué evaluación hacían de la gestión de la clase por parte de los profesores.

Se puede definir la inteligencia emocional como la capacidad de un individuo para reconocer las emociones propias y de los demás, regular estas emociones y el tipo de respuestas que da. Un beso, por ejemplo, es una manifestación de sentimientos y, por tanto, de inteligencia emocional. Los investigadores observaron que las tres vertientes de la inteligencia emocional (reconocimiento, regulación y respuesta de los sentimientos) influían en la respuesta que daban las víctimas ante un acoso. “Cultivar unas buenas habilidades en cuanto a responder y regular emociones de todo tipo ayuda a protegerte del acoso escolar”, explica Casas. Se detectó disponer de poca inteligencia emocional o tenerla muy desarrollada “es una actitud proclive para ser víctima”, apunta el psicólogo.

De igual modo, los investigadores observaron que la respuesta del profesorado influye en cómo el alumno regula, atiende y da respuesta a sus propias emociones y las de los demás. Por ello, recomiendan una gestión positiva de la clase, esto es, ser cercano con su alumnado. “Con este trabajo, se ha puesto en evidencia hasta qué punto es importante invertir en la formación del profesorado para revertir la violencia en las aulas, ya que, aunque los educadores han adquirido mayor sensibilidad con este tema, los protocolos de actuación se pueden mejorar con la inclusión de variables como la gestión positiva de la clase o la potenciación de la inteligencia emocional”, explica Rosario Ortega, de la Universidad de Córdoba.

En este sentido, la responsable del Laboratorio de Estudios Sobre Convivencia y Prevención de la Violencia de la Universidad de Sevilla, Rosario del Rey, señala que “una de las claves de este estudio es establecer una base para mejorar las intervenciones en casos de acoso escolar. “Lo que se hace está bien en parte, pero hay orientarse hacia una atención personalizada con el alumnado en los procesos de detección de acoso escolar”, incide. En este sentido, los investigadores de la Universidad de Sevilla trabajan en el diseño de un programa de intervención para poder transferir este conocimiento a las administraciones competentes en materia educativa.

El fenómeno del acoso escolar mengua conforme el alumno madura, ya que va adquiriendo mayor inteligencia emocional. Aunque paralelamente aparece otro fenómeno: el del ciberacoso a través de dispositivos móviles, fundamentalmente a través del móvil y el ordenador.

Fuente: http://www.redem.org/disponer-de-buenas-habilidades-de-inteligencia-emocional-te-protege-frente-al-acoso-escolar/

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La música tiende puentes entre los dos hemisferios del cerebro infantil

Por: Revista Educativa Mundial

Practicar más de dos horas a la semana aumenta un 25% el cuerpo calloso.

Una nueva investigación sobre la relación entre la música y el cerebro ha podido establecer que los niños que tocan un instrumento una media de dos horas y media a la semana desarrollan un 25% más el cuerpo calloso, la zona que conecta los dos hemisferios cerebrales y que ayuda a la coordinación de ambas manos. Los investigadores descubrieron también que el incremento en el cuerpo calloso es directamente proporcional al rendimiento en una prueba no musical en la que los niños presionaban secuencias en un teclado de ordenador. Ahora se trata de averiguar si la práctica musical conllevaría otros beneficios, como la mejora de la memoria o las cualidades de razonamiento.

Tocar un instrumento musical fortalece las conexiones entre los dos hemisferios del cerebro en niños, pero sólo si éstos practican de manera persistente, señala la revista Sience.

Según un estudio hecho público en el encuentro anual de la Cognitive Neuroscience Society de Estados Unidos, dedicada al desarrollo de la investigación de la mente y el cerebro, la práctica musical reforzaría las conexiones neuronales, aumentando en un 25% el llamado cuerpo calloso, que es la parte del cerebro (formada por un conjunto de axones que conecta los dos hemisferios cerebrales.

Aumento del cuerpo calloso en niños

Ya en 1995, el mismo autor del presente estudio, el neurólogo y neurocientífico Gottfried Schlaug descubrió que los músicos profesionales que habían empezado a tocar antes de los 7 años de edad presentaban un cuerpo calloso más grueso de lo normal.

No faltaron escépticos que, entonces, señalaron que este tamaño inusual del cuerpo calloso podría estar en el origen de la capacidad musical y no a la inversa, es decir, que los músicos podrían haber tenido desde el principio un cuerpo calloso más desarrollado.

Ahora, Schalug, que trabaja en la Harvard Medical School de Boston, y sus colegas Marie Forgeard y Ellen Winner, del Boston College, han estudiado a un total de 31 niños utilizando imágenes de resonancia magnética. Con esta tecnología, analizaron los cerebros de los niños, primero cuando éstos tenían seis años y, posteriormente, cuando tenían nueve años de edad.

Del grupo inicial, seis niños siguieron practicando con sus instrumentos durante esos años al menos dos horas y media a la semana. El cuerpo calloso de estos estudiantes de música creció entre los seis y nueve años un 25% en relación con el tamaño global del cerebro.

Mejora de la coordinación

En cambio, en el caso de los niños que también siguieron tocando, pero sólo entre una y dos horas a la semana o que, directamente, abandonaron la práctica, no se detectó este crecimiento del cuerpo calloso.

Todos los participantes en el experimento tocaban el piano o el violín, instrumentos que precisan el uso de ambas manos.

Por otro lado, en cada participante, los investigadores descubrieron que el incremento en el cuerpo calloso era directamente proporcional al rendimiento en una prueba no musical en la que los niños presionaban secuencias en un teclado de ordenador.

Es decir, que la práctica musical mejora las conexiones neuronales relacionadas con la coordinación de los movimientos de las dos manos.

Schlaug y su equipo seguirán investigando a estos mismos niños para saber si la práctica musical conllevaría otros beneficios, como la mejora de la memoria o las cualidades de razonamiento.

Cerebros cambiantes

Esta investigación no es la primera que señala el efecto del aprendizaje y la práctica musical en el cerebro infantil. En otro estudio anterior, realizado por psicólogos de la Universidad McMaster de Canadá, se compararon los efectos del aprendizaje de la música sobre la sensibilidad de los niños y sobre su capacidad de memorización.

Con un seguimiento de dos años de duración a dos grupos de niños de edades comprendidas entre los cuatro y los seis años, se pudo demostrar que los participantes de uno de estos grupos, al que se le enseñó música, habían sufrido una maduración acelerada del córtex cerebral.

Otra interesante investigación realizada hace unos años demostró por otro lado que los músicos profesionales tienen el cerebro más desarrollado en las áreas de éste relacionadas con el oído, la vista y la agilidad física.

Todo parece indicar, por tanto, que la práctica musical es beneficiosa para el cerebro, ya se trate del cuerpo calloso, del córtex o de las regiones cerebrales relacionadas con los sentidos del oído y la vista, así como con la agilidad física.

Investigaciones anteriores han podido determinar que no existe en el cerebro una región específica para la sensibilidad musical, sino que la música abarca diversas áreas cerebrales, incluso algunas que normalmente están implicadas en otro tipo de actividad. También hemos descubierto que las áreas cerebrales activas varían según la experiencia individual y el entrenamiento musical.

Se sabe asimismo que la música está estrechamente relacionada con la cultura humana desde sus orígenes y que la práctica musical ayuda a los estudiantes a desarrollar el cerebro y a mejorar sus aptitudes académicas.

  • Articulo tomado de: http://www.redem.org/la-musica-tiende-puentes-entre-los-dos-hemisferios-del-cerebro-infantil/
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Tecnología revoluciona aprendizaje de niños autistas

Por: REDEM

La tecnología ha cambiado la vida de Verónica por completo.

“Ha pasado de ser una niña pequeña sin medios para mostrarnos lo que sabía, a ser una niña que tiene un aparato portátil con el que puede reír, jugar y relacionarse”, dice su madre Sam Rospigliosi, de Edimburgo, Escocia.

“Quién sabe, quizás lo use para hablar en los próximos años, en el caso de que nunca aprendar a hablar de nuevo”.

Adentrarse en sus pensamientos

Verónica tiene seis años y sufre un autismo severo. Tiene grandes problemas para aprender y le es enormemente difícil relacionarse socialmente. Perdió su habilidad de hablar a los tres años.

Pero al igual que otros niños como ella, las computadoras de pantalla táctil le han proporcionado una forma de comunicarse.

Aparatos como los iPads se han convertido en un fetiche casi obligatorio para las familias con niños que sufren autismo.

Richard Mills, director del departamento de investigación del Research Autismo y el National Autistic Society, dice que la tecnología nos da la oportunidad de “avanzar un paso más en nuestro entendimiento del autismo”.

“Nos permite adentrarnos en el modo en que el niño piensa”.

“La gente con autismo tiene un tipo distinto de inteligencia. Su memoria visual es fuerte, por lo que las computadoras son muy motivadoras”, señaló.

Aplicaciones

“No esperen milagros. La tecnología puede revolucionar el modo en que los niños con autismo se comunican, pero no en todos los casos”. Richard Mills, director de investigación del National Autistic Society en Reino Unido

Verónica disfrutó mucho al participar en la prueba de una aplicación de iPad llamada FindMe, diseñada por un equipo de investigadores de la Universidad de Edimburgo.

“Cada vez que Verónica respondía correctamente conseguía una ficha, y ella sabía que tenía que conseguir cinco para acceder a la caja de música”, explica su madre.

“Estaba muy motivada respondiendo las preguntas”.

La aplicación está dirigida a niños mayores de 18 meses y tiene como fin que los jugadores se centren en otra gente y sus necesidades, algo bastante difícil para la gente con autismo.

El uso de tecnología con pantalla es crucial, afirma Sue Fletcher-Watshon, psicóloga de la Universidad de Edimburgo que lideró el desarrollo de la aplicación.

“Un ratón y un teclado no son accesibles a los niños más pequeños. Una intervención temprana es crucial en muchos casos severos y los iPads nos han permitido diseñar aplicaciones para los niños más pequeños”, apuntó.

“Las aplicaciones permiten a los niños ensayar habilidades sociales simples una y otra vez”.

Progresos sorprendentes

Mills afirma que quedó sorprendido con el progreso de algunos estudiantes en las escuelas empleando aplicaciones en tabletas con pantalla táctil.

Pero a su vez es cauteloso.

Según él, “distintas aplicaciones funcionarán de forma distinta según las necesidades del niño”.

“Los padres necesitan tomárselo de forma sensible y metódica”.

También recomienda hablar con el personal de la escuela para asegurarse de que cualquier aplicación usada para aprender en casa sea compatible con su programa educativo.

Además, resaltó que los padres deberían restringir siempre la cantidad de tiempo que los niños invierten usando computadores, para asegurarse de que no se obsesionen.

Independencia y confianza

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Este tipo de aplicaciones permiten a los niños con autismo aprender como a ellos les gusta.

 

Pero para Sam el iPad de su hija es un elemento muy positivo que le ha proporcionado conocimiento y aumentado su independencia y confianza en si misma.

Además, le ha generado buena fama entre los otros niños.

Fletcher-Watson achaca el éxito de aplicaciones como ésta al modo en que los niños con autismo les gusta aprender.

“Familia y amigos premian a los niños con sonrisas y comentarios halagadores, pero los niños con autismo no entienden esas reacciones sociales”.

Las computadoras les permiten desarrollar una forma de aprender mucho más motivada que les resulta cómodamente repetitiva”.

Los compañeros de Verónica son todavía muy pequeños para entender las peculiaridades de su hija, cuenta Sam, pero ahora están viendo de lo que es capaz.

“Como dijo un niño pequeño el otro día en el autobús después de ver lo rápido que ella podía completar un puzzle: “¿Porqué no habla? Mira, si es inteligente”.

Siga la sección de tecnología de BBC Mundo a través de @un_mundo_feliz.

Fuente noticia: http://www.redem.org/tecnologia-revoluciona-aprendizaje-de-ninos-autistas/

Fuente imagen: http://www.escuelaenlanube.com/wp-content/uploads/2012/12/13668130-nino-mira-hacia-el-equipo-tablet-pc-ninos-con-la-tableta-aisladas-sobre-fondo-blanco.jpg

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Los niños y la tecnología: 10 consejos para los padres en la era digital

Por Red Educativa Mundial (REDEM)

En estos tiempos que los niños están creciendo en un mundo digital, es importante ayudarles a aprender conceptos saludables del uso digital y de ciudadanía. Los padres juegan un papel importante en la enseñanza de estas destrezas.

Aquí les presentamos algunos consejos de la American Academy of Pediatrics (AAP) para ayudar a los padres a navegar el paisaje digital que están explorando con sus niños.

  1. Lidie con el mundo mediático como lo haría con cualquier otro entorno en la vida de su niño. Las mismas pautas de la crianza se aplican en ambos, el mundo real y el medio virtual. Fije límites; los niños los esperan y los necesitan. Conozca a los amigos de sus niños, tanto en línea como fuera de esta. Sepa qué plataformas, software y aplicaciones están utilizando sus niños, qué lugares visitan en la red y qué hacen sus niños cuando están en línea.
  2. Fije límites y anímelos a tomar tiempo de recreo. El uso de la tecnología, como el resto de las actividades, debe tener límites razonables. El juego no estructurado y fuera del mundo digital estimula la creatividad. Haga del tiempo libre de dispositivos digitales una prioridad diaria, especialmente para los niños muy jóvenes. Y no olvide de reunirse con los niños durante el tiempo que no están en línea para jugar con ellos, en cuando le sea posible.
  3. Las familias que juegan juntas, aprenden juntas. La participación en familia también es importante para las actividades mediáticas —promueve las interacciones sociales, la unión y el aprendizaje. Juegue video juegos con sus niños. Es una buena manera de mostrarles buen espíritu deportivo y las reglas de etiqueta para los juegos. Y, usted puede introducir y comunicar sus propias experiencias de la vida y sus perspectivas —y consejos— mientras juegan.
  4. Sea un buen ejemplo. Enseñe y sea un buen ejemplo de amabilidad y de buenos modales en línea. Y, debido a que los niños son grandes imitadores, limite su propio uso mediático. De hecho, usted estará más disponible y conectado con sus niños si está interactuando, abrazando y jugando con ellos en lugar de estar embelesados frente a la pantalla.
  5. Sepa el valor de la comunicación frente a frente. Los niños más pequeños aprenden mejor a través de la comunicación bilateral. La práctica de hablar de acá para allá (recíprocamente) con su niño es crítica para el desarrollo del lenguaje. Las conversaciones pueden ser frente a frente, o si es necesario, por chat de video, cuando un padre tiene que viajar o con un abuelo que vive lejos. Los estudios de investigación han demostrado que la comunicación bilateral mejora las destrezas del lenguaje —mucho más que el escuchar pasivamente o la interacción unilateral con la pantalla.
  6. Cree zonas libres de tecnología. Mantenga las horas de comer en familia y otros encuentros familiares y sociales libres de tecnología. Recargue los dispositivos durante la noche —fuera del dormitorio del niño para ayudarlo a evitar la tentación de usarlos cuando debe estar durmiendo. Estos cambios incitan a pasar más tiempo en familia, a hábitos alimentarios saludables, mejor sueño: todas estas muy fundamentales para el bienestar de los niños.
  7. No utilice la tecnología como un chupete (pacificador) emocional. Los medios digitales pueden ser muy eficaces para mantener a los niños calmados y callados, pero no debe ser la única forma que utilicen para aprender a calmarse. Se les debe enseñar a los niños a cómo identificar y controlar las emociones fuertes, ocurrírseles actividades para controlar el aburrimiento, o para calmarse usando técnicas de respiración, a hablar de maneras para solucionar problemas, y encontrar otras estrategias para canalizar las emociones.
  8. Aplicaciones para niños – haga una investigación. Más de 80.000 aplicaciones se etiquetan como educativas, pero pocos estudios de investigación han revelado su valor real. Los productos que se promocionan como “interactivos” deben requerir más que “pulsar y tocar el panel táctil”. Revise las opiniones de organizaciones como Common Sense Media en inglés (Productos mediáticos que tienen sentido) – para leer las reseñas sobre las aplicaciones apropiadas para cada edad, juegos y programas para que lo guíen en el momento de elegir los mejores productos para sus niños.
  9. No es problema que su adolescente esté en línea. Las relaciones en línea son parte del desarrollo de un adolescente típico. Las redes sociales pueden ayudar a los adolescentes a explorar y descubrir más sobre sí mismos y a identificar su lugar en el mundo de los adultos. Sólo cerciórese de que su adolescente se comporta de manera apropiada en el mundo real y en línea. A muchos adolescentes se les debe recordar que las configuraciones de las plataformas de privacidad realmente no hacen “privado” el contenido y que las imágenes, pensamientos y comportamientos que los adolescentes comunican en línea pasan a ser parte de su huella digital de manera permanente. Mantenga la comunicación abierta y hágales saber que cuentan con usted si tienen preguntas o inquietudes.
  10. Recuerde: Los niños siempre serán niños. Los niños cometerán errores usando los medios digitales. Intente lidiar con los errores con empatía y haga que el error se convierta en una lección aprendida. Pero algunas indiscreciones, tales como sexting (envío de contenido erótico), hostigamiento, o enviar imágenes haciéndose daño a sí mismos, pueden ser señales de alerta que indican problemas futuros. Los padres deben echar una mirada más atenta a los comportamientos de sus niños y, si es necesario, conseguir el apoyo de un profesional, incluyendo el de su pediatra.

Los medios y los dispositivos digitales son una parte integral de nuestro mundo de hoy. Las ventajas de estos dispositivos, si se utilizan de manera moderada y apropiada, pueden ser grandes. Pero, los estudios de investigación han revelado que pasar tiempo frente a frente con la familia, los amigos y los profesores cumple una función fundamental en promover el aprendizaje y el desarrollo saludable de los niños. Mantenga contacto frente a frente y no se pierda detrás de una corriente de contenido mediático y de la tecnología.

Fuente: http://www.redem.org/los-ninos-y-la-tecnologia-10-consejos-para-los-padres-en-la-era-digital/

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Puño y letra en el mundo digital

 Por: REDEM/ SINC

En 2015 se vendieron más de 1.900 millones de smartphones, tabletas y portátiles en todo el mundo. En una sociedad cada vez más digitalizada, el papel y el bolígrafo van perdiendo su espacio. ¿Se nos olvidará escribir a mano? Neurocientíficos, educadores y psicólogos confirman los beneficios de la escritura tradicional, especialmente para el aprendizaje infantil, y advierten del peligro de no enseñarse en las aulas.

Carlota sujeta fuerte el bolígrafo. Es consciente de que hoy ha pasado del lápiz al boli que usan los adultos y no pregunta por qué. Ella sabe que, a sus cuatro años, ya es mayor y se afana por mostrar a sus padres las letras que ha aprendido en el colegio. En un pequeño cuaderno va dibujando vocales, sin levantar el bolígrafo del papel, apretando con fuerza.

“Le encanta escribir. Se pasa el día escribiendo y pintando. En el cuarto de juegos tiene una pizarra y le gusta mucho. En cuanto aprende una letra se pasa horas haciéndola”, nos cuenta Paola, su madre. En casa también tienen una tableta electrónica, que la niña y su hermano Jon, de dos años, saben usar con soltura.

En el colegio de Carlota no utilizan estos dispositivos. Sus padres tuvieron que elegir entre matricularla en un centro con un programa educativo fuertemente digital, con 28-30 alumnos por clase –la ratio más alta–, o al que asiste ahora, donde se prima la escritura a mano y las aulas no están tan masificadas. “Lo que no puedes hacer es negarte a la evolución. Los niños tendrán que saber usar las tabletas”, reconoce Santiago, el padre. Por eso, Carlota y Jon juegan con ellas en casa siempre que quieren.

Las teclas han ganado terreno a la escritura a mano y la caligrafía en cursiva está abocada al olvido

El proceso de aprendizaje de escritura y el de lectura están fuertemente relacionados. Primero, los niños empiezan escribiendo las vocales en letra cursiva –los caracteres conservan todos sus ‘rabitos’ y se forman sin levantar el lápiz del papel–. Después, pasan a las consonantes y luego, comienzan a leer.

Un proceso que, en países como Finlandia, está cambiando. Desde agosto de este año, la escritura de tipo cursiva será optativa. Sí será obligatoria la manual de tipo imprenta, que son las letras tal y como aparecen en los teclados. Además, aprender a escribir con un dispositivo electrónico pasará a ser una asignatura obligatoria desde el primer año de colegio.

“La escritura a mano no debería excluirse de los planes de estudio, pero es cierto que la cursiva es una práctica bastante antigua y que hoy en día no se utiliza”, explica a Sinc Dieter Van Thienen, investigador del departamento de Informática de la Universidad Vrije de Bruselas (Bélgica). Desde su punto de vista, es una decisión acertada por parte de Finlandia sacar la enseñanza cursiva del plan obligatorio, siempre y cuando se mantengan las habilidades de escritura manual de los niños.

En Finlandia, aprender a escribir con las teclas de un dispositivo electrónico pasará a ser obligatorio y la escritura cursiva a mano, opcional. / Lucélia Ribeiro

En cuanto a enseñarles a teclear para reforzar sus destrezas digitales, Van Thienen se muestra completamente de acuerdo. “La comunicación escrita hoy en día se hace usando un teclado”, destaca. Y las cifras lo demuestran: el año pasado se vendieron más de 1.900 millones de smartphonestabletas y ordenadores portátiles en todo el mundo, según datos de la consultora IDC.

Distintas áreas cerebrales

Otros científicos muestran sus dudas ante esta medida de las autoridades finlandesas. Aunque la mayoría de los expertos consultados están de acuerdo en que enseñar a escribir con un dispositivo digital es algo positivo para los menores, algunos ven perjudicial que la cursiva sea optativa y pueda desaparecer.

“Es importante para el desarrollo cognitivo”, afirma Donghee Shin, profesor en la Universidad Sungkyunkwan de Corea del Sur. Pero lo cierto es que no existen estudios científicos que demuestren los beneficios de este tipo de escritura frente a la de imprenta. Solo uno de 1929 donde se describe a la cursiva como “más legible para los negocios y las necesidades sociales”, algo obsoleto en el siglo XXI.

Los trabajos que comparan la escritura manual con la digital coinciden en que escribir a mano es importante desde el punto de vista neurológico

Sí son numerosos los trabajos que comparan la escritura manual con la digital, especialmente desde el punto de vista neurológico. Karin Harman James, investigadora del departamento de Ciencias Cerebrales y Psicológicas de la Universidad de Indiana (EE UU), es una de las mayores expertas en este ámbito. “Escribir a mano es importante para el aprendizaje temprano de las letras, así que espero que los sistemas educativos mantengan algún tipo de escritura de este tipo”, comenta a Sinc.

En uno de sus estudios analizó con imágenes de resonancia magnética funcionales qué regiones cerebrales se activaban en niños de cinco años al ver diferentes letras y formas que previamente habían memorizado por tres métodos distintos: escribiéndolas a mano, dibujándolas o con un teclado.

Los resultados revelaron que aquellos niños que las habían aprendido a mano empleaban más tres áreas del hemisferio izquierdo –el giro fusiforme izquierdo, el giro frontal inferior izquierdo y el córtex del cíngulo anterior– que los del teclado. En comparación con los dibujos, la escritura a mano requería también más actividad en el córtex parietal posterior y en el giro fusiforme izquierdo.

Todas estas regiones están involucradas en el proceso de aprendizaje de lectura y escritura. “Tras escribir a mano, el cerebro activa la red que usa para leer y escribir”, confirman los autores en el trabajo. Los resultados reflejaron que facilita la percepción de las letras y es importante para su procesamiento cerebral.

La escritura a mano con bolígrafos y lápices convive con el uso cada vez más extendido de las tabletas y los ordenadores. Entre estos dos tipos de escritura hay diferencias cognitivas y motoras. / Imagen: Jon Lim

Los ordenadores y el dolor muscular

Junto a las diferencias cognitivas están las motoras. “La escritura a mano requiere acciones motoras más complejas que teclear, puesto que cada letra se forma con una combinación de diferentes técnicas que conforman una secuencia única, mientras que con un teclado se produce simplemente apretando una tecla”, compara Robert Wiley, investigador del departamento de Ciencia Cognitiva de la Universidad Johns Hopkins (EE UU).

Los músculos que utilizamos en ambas acciones son muy diferentes. La escritura a mano está controlada principalmente por los músculos que activan la articulación de la muñeca, y también tienen peso los que controlan los dedos para sujetar el bolígrafo. Cuando tecleamos, la fuerza muscular de los dedos es mucho mayor.

“Se utilizan diferentes patrones de activación musculares, principalmente, porque la escritura con teclado es una actividad bilateral, de forma que ambas manos forman parte del proceso, frente a la actividad unilateral que supone escribir con un bolígrafo”, indica a Sinc Sigal Portnoy, directora del laboratorio de Rehabilitación y Función Motora de la Universidad de Tel-Aviv (Israel).

¿La hegemonía actual de las teclas frente al lápiz perjudicará de alguna forma al sistema muscular relacionado con la escritura? Portnoy admite que, de momento, no existen estudios al respecto. Sí que se ha asociado teclear con trastornos musculoesqueléticos, como el dolor en las articulaciones pero, en su opinión, se debe a las largas horas que pasamos delante de un ordenador en el entorno laboral.

“Grandes textos de la historia tendrán que convertirse a formatos de imprenta para que la gente pueda leerlos”, se lamenta Cain ante el declive de la cursiva

“Hoy encontramos, guardamos, analizamos y visualizamos todos los datos en el ordenador, de modo que el trabajo de oficina de hace solo unas décadas, que consistía en abrir cartas, tener carpetas físicas, armarios y otros útiles de oficina, se ha sustituido por un teclado y un ratón”, resume la experta. Utilizar siempre los mismos músculos relacionados con el ordenador provoca que estos no descansen y se resientan, sobre todo las articulaciones.

De las tablillas a las tabletas

Pero más allá de diferencias entre una y otra escritura, la gran pregunta que subyace en este contexto digital es si a base de teclear se nos va a olvidar cómo se escribe con un lápiz y un papel. La opinión de los expertos es unánime: dependerá de si lo seguimos practicando y, sobre todo, de si sigue enseñando en los colegios.

“Si no se enseña y no se utiliza en las escuelas, desaparecerá con el paso del tiempo”, pronostica Jeff Cain, director de Tecnología Educativa en la Escuela de Farmacia de la Universidad de Kentucky (EEUU). A su juicio, dentro de solo unas décadas, se olvidará la escritura cursiva tradicional, que ya está atravesando un profundo declive. Las consecuencias culturales que acarreará van más allá de perder un tipo de escritura. “Es triste pensar que muchos de los grandes textos de la historia tendrán que convertirse a formatos regulares (de imprenta) para que la gente pueda leerlos”, se lamenta.

Si la cursiva deja de enseñarse, quizá en el futuro no se entiendan los manuscritos antiguos, como este, digitalizado por la Biblioteca Nacional de España: Tratado de las enfermedades de mujeres por el doctor Pedro Castello, catedrático en el Real Colegio de Cirugía Médica de San Carlos de Madrid, 1817. / BNE

Desde que hace 6.000 años, en Mesopotamia, se desarrolló el sistema de escritura, el ser humano no ha parado de trazar grafías en cientos de alfabetos y soportes, como piedras, barro, hojas, láminas, tablillas de madera, pieles, papiros, pergaminos, lienzo y papel. ¿La llegada del ordenador terminará con esta evolución antropológica?

“La máquina de escribir se creó en 1872 por el inventor norteamericano Christopher Soles, lo que significa que solo llevamos usando el teclado unos 140 años”, recuerda a Sinc Yuichi Higashiyama, investigador de la Escuela de Medicina de la Universidad Yokohama City (Japón). “Se supone que nuestro cerebro no puede evolucionar y cambiar drásticamente en un período tan corto de tiempo”, opina.

La mano, más rápida que las teclas

Tampoco las tecnologías son, hoy por hoy, tan perfectas como para que prefiramos siempre un teclado a un papel y un bolígrafo. Los expertos recuerdan que sigue siendo más rápido y más flexible escribir algo en un trozo de papel que con un teclado. “No puedo imaginarme que la escritura a mano deje de ser una opción, a menos que los medios digitales con los que introducimos datos sean mucho más fáciles de utilizar y preservar”, señala a Sinc Amanda Smith, codirectora del laboratorio Software Usability Research en la Universidad Estatal de Wichita (EE UU).

Un estudio que codirigió refleja las dificultades de escribir en un smartphone utilizando el dedo, tanto para adolescentes y jóvenes, como para gente mayor. Algo similar ocurre cuando nos piden que firmemos con el dedo al comprar con tarjeta de crédito: la firma suele parecerse muy poco a la original.

Sigue siendo más rápido escribir algo en un trozo de papel que con un teclado, y aún no nos hemos habituado a trazar letras con el dedo en dispositivos táctiles

En el estudio de Smith, el dispositivo no reconocía bien la escritura en pantalla porque confundía los trazos de unas letras con otras similares. El problema se agudizaba con los participantes cuyos dedos sudaban más de lo normal. Sin embargo, escribir de forma táctil puede resultar útil para quienes sufren un trastorno motor y no son capaces de sujetar un bolígrafo.

Aunque los beneficios de la era digital son innegables, olvidar la escritura a mano perjudicaría el aprendizaje infantil. “Sería negativo para los niños porque aprenderían peor el alfabeto, de forma más lenta y menos completa, y eso afectaría a su capacidad lectora”, advierte Wiley, que ve consecuencias a nivel cerebral para las nuevas generaciones.

Pero esa situación solo se daría si desaparecieran de los colegios los rotuladores, los lapiceros y los sacapuntas, algo que, a corto plazo, no parece que vaya a suceder. Los especialistas recalcan que la escritura tradicional y la digital no son excluyentes en ningún caso y que deben ir de la mano.

Ajena a este debate, Carlota ha conseguido trazar la “i” minúscula con su punto sin confundirse y la muestra con una sonrisa de satisfacción. A su lado, entre suspiros, su hermano de dos años juega con la tableta. Se le resiste el puzle de la ballena azul. Carlota deja el bolígrafo y le ayuda. Por algo es la mayor; ya sabe escribir con boli.

Fuente: http://www.redem.org/puno-y-letra-en-el-mundo-digital/

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