Hoy toca despedir a un compañero, a un hermano de nuestra Patria Grande, un hacedor de sueños y utopías, un caminante de las esperanzas inquietas, un luchador. La muerte tiene algo del sinsentido, siempre. ¿Cómo se explica esta ausencia cuando hace apenas unos meses estábamos urdiendo caminos y proyectando realidades a construir para lxs más desfavorecidxs de nuestra Región, para lxs que menos tienen, para aquellxs a quienes se les ha arrancado la voluntad de ser más, al decir de Freire?
Noel Aguirre Ledezma fue un educador popular, un pedagogo, un profesor. Fue ministro de Planificación del Desarrollo y viceministro de Educación Alternativa y Especial en el Estado Plurinacional de Bolivia. En su gestión, la praxis se volvió realidad: fue reflexión, pero sobre todo fue acción, para que la educación popular llegue a todos los confines, para que quienes no habían podido acceder a la escuela, pudieran pasar por ella y culminarla. Noel será esa memoria de que es posible la relación entre política pública y educación popular, que no necesariamente hay divorcio, sino caminos que se pueden entrelazar y estrechar.
Cuesta pensar en palabras de despedida. Quizás es porque justamente no las hay, porque es parte de nuestra responsabilidad, la de quienes aún nos quedamos en las mismas sendas de las educaciones populares, recoger su legado y su testimonio, para sembrar territorios desolados, para que emerjan las posibilidades en medio de políticas de muerte y destrucción.
Nos queda la tristeza momentánea, nos queda dolerte, pero sin permitirnos nunca la inacción, sin perder el espíritu inquieto de las dignas rabias y las alegres rebeldías.
Hasta la victoria siempre, hermano.
Centro Internacional de Investigaciones Otras Voces en Educación
Cooperativa de Educadorxs e Investigadorxs Populares Histórica – Argentina
Directiva y participantes del 2do Congreso Mundial contra el Neoliberalismo Educativo
Los niveles de criminalidad desatan la preocupación de los ciudadanos, cada vez más expuestos a situaciones de violencia.
En la Universidad Espíritu Santo (UEES), en Guayaquil, reciben formación para saber cómo actuar ante un ataque.
La violencia es uno de los mayores problemas que sufre Ecuador, y de los que más inquietan a la población. Por ello, algunas universidades del país están incrementando las medidas de seguridad para proteger a sus alumnos, e incluso han empezado a impartir cursos para que estén preparados ante situaciones críticas.
Es el caso de la Universidad Espíritu Santo (UEES), en Guayaquil, cuyos alumnos reciben formación para saber cómo reaccionar ante un posible tiroteo. Cualquier movimiento, en medio de un atraco, puede ser letal para ellos.
«Tienen que lanzarse al suelo, buscar cobertura, tienen que protegerse, pero no salir corriendo», explica el Jefe de Seguridad del centro, el Coronel Rodrigo Braganza.
La población, cada vez más expuesta a la violencia
Los niveles de criminalidad en el país han desatado cierta psicosis entre los ecuatorianos, que están cada vez más expuestos a situaciones de violencia.
«Llegaron armados y lo que pudimos hacer fue escondernos debajo de la mesa y dejar que pasaran las cosas», relata a TVE, Carla Arriaga, estudiante de la UEES.
«Ha habido enfrentamientos entre pandillas donde se escuchan tiroteos», cuenta, por su parte Adrián Reyes, otro alumno de este centro educativo.
Entre 2018 y 2022, Ecuador pasó de 5,8 a 25,62 homicidios por cada 100.000 habitantes, y, en este escenario, los jóvenes deben renunciar en muchas ocasiones a su propia libertad.
«Generalmente, yo cuando salgo, lo hago de día», asegura Alexandro Arcadio, estudiante.
Camili Dacuri, por su parte, explica que cuando sale de casa intenta no llevar consigo objetos de valor. «Trato de dejar aretes, joyas, todo eso, en mi casa cuando sé que voy a un lugar en el que voy a estar expuesta», asegura.
Reforzar la seguridad se ha convertido en un valor adicional en la oferta de instituciones educativas, hasta el punto de que algunas universidades privadas han edificado pasos levadizos para proteger a los estudiantes y evitar así que tengan que pisar las calles.
En el campus de la UEES hay cerca de 1.000 cámaras de videovigilancia, sistemas de reconocimiento facial e incluso agentes secretos para garantizar la tranquilidad de unos veinte mil alumnos.
Autora española de más de una treintena de libros para público infantil y reconocida promotora de la lectura, habla de la importancia de las palabras y la compleja relación entre los niños y la tecnología. Es la primera entrega sobre infancia de la escritora chilena María José Ferrada para EL PAÍS.
lectores. ¿Por qué?
Respuesta. El primer poema que guardo lo escribí a los 10 años. Estuve en un hospital por varios días y cuando mi madre tuvo que volver a sus quehaceres, la poesía vino a hacerme compañía. Era un poema que hablaba la soledad y que buscaba consolarme. Si la poesía pudo hacer eso por mí, creo que lo puede hacer por todos los niños.
P. En sus visitas a escuelas, ¿ve esa soledad de la que hablaba en el poema?
R. Hay soledad, pero también hay vida y alegría. Tal vez por eso los niños conectan inmediatamente con la poesía. Una niña de 11 años después de una lectura me dijo: “He llorado y me he reído al mismo tiempo”. Creo que eso es lo que la poesía puede hacer por nosotros y especialmente por los niños: acompañarnos en el canto y la celebración de la vida, pero también ayudarnos a tomar el dolor y transformarlo en belleza. Se lo explico a los niños y ellos, independiente de la edad que tengan, lo entienden perfectamente.
P. ¿Cómo ve la relación de los niños con los adultos?
R. Veo que hay una relación productivista. Esperamos que los niños demuestren resultados correctos en cuanto a lo que deben sentir, hacer y aprender. Y de pronto ese niño escucha un poema y se pone a llorar, emocionado, porque encuentra ahí un espacio para conectar su experiencia con la de otros. La función poética es importante justamente porque ofrece un mundo simbólico habitable.
La escritora Mar Benegas.
La escritora Mar Benegas.
FERNANDA REQUENA
P. En su charla en Puerto de Ideas habló acerca de cómo la exposición a lo digital afecta la forma en que niños y adultos nos comunicamos…
R. Esa charla nació de una anécdota concreta, en un taller que trabajé durante la pandemia. Hacíamos un poema que comenzaba diciendo “Vino el virus …” y los niños lo completaban, diciendo desde cosas que los habían afectado de manera concreta –”nos dejó sin paseo de fin de curso”– a cosas más profundas, que capturaban de manera muy exacta la desesperanza que todos estábamos viviendo. Recuerdo, por ejemplo, a una niña que completó el verso diciendo: “Lo llenó todo de muertos”. La idea era que el mismo poema planteara una salida a esa oscuridad, un espacio de posibilidad. Entonces la propuesta consistía en cerrar el poema con un deseo. Y entonces un niño dijo que quería ser una pantalla, para que su madre lo mirara.
P. ¿Cree que las pantallas se están interponiendo entre los niños y sus padres? ¿Es tan así?
R. Entre los niños y el mundo. Porque están reemplazando la narración que el niño necesita para comprender de qué se trata la vida. No sirve que esa narración llegue a través de una voz que sale de una lata. Lo que él necesita es la voz que asocia con un cuerpo que lo mira a la cara, lo toca, juega con él y le canta. Le estamos entregando la narración a las tablet y los teléfonos. Son esos aparatos los que están calmando a los niños y no la voz y el contacto humano, que hasta el momento habían tenido ese papel. Hoy ves a niños en coche, que van pendientes de un aparato electrónico. Van tranquilos, no lloran, pero tampoco escuchan a la madre ni mira el cielo.
P. ¿La narración debería recordarle que el cielo está ahí para él?
R. Durante los primeros tres años el adulto nombra el mundo para el niño y es en esos primeros años cuando la poesía sucede. Aún no hay desarrollo de pensamiento, no hay recuerdos y vamos ofreciendo un lenguaje poético, que se sostiene en el ritmo, para ayudar al niño a introducirse en el mundo. Le cantamos los cinco lobitos –un canto tradicional– por ejemplo, y lo que hacemos es enseñarle una mano. Y el niño, siguiendo el movimiento, repara en que también él tiene una mano y por extensión, un cuerpo. Luego de los tres años ese niño necesita situarse en el tiempo. Entra en el juego simbólico y entonces le ofrecemos la narración: un inicio, un nudo y un desenlace que le cuenta de qué se trata la vida y le ayuda a situarse en ella.
P. ¿Por qué cree que los adultos recurren a las pantallas para calmar o entretener a los niños?
R. Creo que hay un problema sistémico. Adultos que trabajan muchas horas y que llegan a sus casas destruidos. En ese escenario lo más fácil es recurrir a estos aparatos. Y sucede como con la alimentación: las personas que menos recursos tienen son las que peor se alimentan. A la pobreza material se suma la pobreza simbólica. En Sillicon Valley, el centro mundial de quienes producen y venden tecnología, cada vez hay más colegios que prohíben el uso de tabletas y computadores. En otras palabras, quienes mejor entienden los posibles efectos de todo esto, han decidido dejarlos fuera del alcance de los niños.
P. ¿Cree que existe algún antídoto?
R. Palabras, cantos, juegos, lectura. Porque ese niño crecerá y no podrás pedirle que sea un buen lector si no le diste la oportunidad de experimentar, desde el principio, todo lo que las palabras pueden hacer por él.
P. Más de un tercio de los chilenos que hoy viven en la pobreza son menores de edad. ¿Cree que las palabras y la poesía puedan hacer algo por esos niños?
R. No solo pueden hacer algo, sino mucho. En palabras de Gianni Rodari: “Todos los usos de las palabras para todos. No para que todos seamos artistas sino para que nadie sea esclavo”.
María José Ferrada es periodista y escritora chilena. Sus libros han sido traducidos a una veintena de idiomas. Colabora con entrevistas sobre infancia, lectura y educación
Las lamentables declaraciones de Amichai Eliyahu han desatado la indignación internacional.
El ministro de Patrimonio de Israel, el ultraderechista y ultraortodoxo Amichai Eliyahu, ha provocado una ola de condena y rechazo internacional al afirmar que el lanzamiento de una bomba nuclear sobre la Franja de Gaza es «una de las opciones» que contempla el Gobierno israelí en su guerra contra el grupo islamista Hamás.
Las declaraciones de Eliyahu, que pertenece al partido Poder Judío, el más extremista del Ejecutivo de Benjamin Netanyahu, se produjeron el domingo en una entrevista con la radio ortodoxa Kol Berama, en la que el ministro defendió el uso de la fuerza máxima contra los palestinos de Gaza, donde el Ejército israelí lleva a cabo una ofensiva militar desde el pasado 7 de octubre que ha causado casi 9.500 muertos, la mayoría niños y mujeres, y más de 24.000 heridos.
Eliyahu, que no forma parte del gabinete de emergencia creado para la toma de decisiones sobre las operaciones militares en Gaza, respondió así a la pregunta de un oyente que le planteó si se debería lanzar una bomba atómica en el enclave palestino: «Esa es una de las posibilidades». Cuando el periodista le señaló que el uso de la bomba atómica implicaría un alto precio para Israel, Eliyahu dio a entender que estaba dispuesto a poner en peligro la vida de los más de 240 israelíes secuestrados por Hamás en Gaza, así como la de los dos millones de habitantes del territorio, sometidos a un bloqueo inhumano desde hace años.
El ministro ultra también se mostró partidario de la anexión del territorio de Gaza para construir asentamientos y de negar la ayuda humanitaria a la población en el enclave palestino. «No existen civiles que no estén involucrados», aseveró.
Eliyahu ya encendió la polémica hace menos de tres días tras publicar un comentario en su perfil de Facebook en el que calificaba como «deleite para los ojos» los bombardeos israelíes sobre Gaza y las operaciones militares en Cisjordania.
🇮🇱🇵🇸 Benjamin Netanyahu, PM israelí:
"Al igual que Estados Unidos no hubiera aceptado un alto el fuego tras Pearl Harbor o el 11/S, Israel no aceptará un cese de las hostilidades tras los horribles actos del 7 de octubre. Implicaría una rendición ante Hamas y el terrorismo." pic.twitter.com/pFBAwRMGSi
Las palabras de Eliyahu, que han sido calificadas de «irresponsables«, de «inmorales» y «criminales» por diversas organizaciones de derechos humanos, políticas y religiosas, han generado una fuerte reacción tanto dentro como fuera de Israel. El propio primer ministro Netanyahu se ha visto obligado a desautorizar a su ministro y a suspenderlo de forma indefinida de las próximas reuniones del Gobierno, aunque sin destituirlo de su cargo.
Netanyahu ha afirmado que las declaraciones de Eliyahu «no se corresponden con la realidad» y que Israel y las Fuerzas de Defensa «están operando de acuerdo con los más altos estándares del Derecho Internacional para evitar dañar a inocentes», una afirmación que contrasta con las denuncias de múltiples violaciones de los derechos humanos cometidas por Israel en Gaza, documentadas por la ONU y otras entidades.
El líder de la oposición israelí, Yair Lapid, ha pedido la dimisión de Eliyahu, afirmando que con sus palabras «ha perjudicado a las familias de los secuestrados», así como «a la sociedad civil» y al «estatus internacional» de Israel. Lapid ha acusado a Netanyahu de «tolerar el extremismo» en su Gobierno y de «poner en riesgo la seguridad y la imagen» del país.
La comunidad internacional también ha expresado su repulsa y su preocupación por las amenazas nucleares de Eliyahu, que ponen en evidencia la existencia de un arsenal atómico en Israel, que nunca ha admitido ni negado tener armas nucleares, pero que se estima que posee cientos de ellas. Israel es el único país del mundo que no reconoce abiertamente su condición de Estado nuclear y que no ha firmado el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP).
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha condenado «en los términos más enérgicos» las declaraciones de Eliyahu y ha instado a Israel a «respetar el Derecho Internacional Humanitario y a abstenerse de cualquier acción que pueda escalar aún más el conflicto y el sufrimiento de la población civil en Gaza». Guterres ha reiterado su llamamiento a un «alto el fuego inmediato y sin condiciones» entre Israel y Hamás, y ha ofrecido su mediación para lograr una solución pacífica y duradera al conflicto.
La Unión Europea, por su parte, ha calificado de «inaceptables» y «contrarias al espíritu de paz» las palabras de Eliyahu, y ha recordado a Israel su «responsabilidad de proteger a la población civil y de evitar el uso desproporcionado o indiscriminado de la fuerza». La UE ha reafirmado su apoyo a una solución de dos Estados, basada en las fronteras de 1967 y con Jerusalén como capital compartida, como la única vía para poner fin al conflicto.
Varios países árabes, como Egipto, Jordania, Arabia Saudí y Qatar, han expresado su indignación y su rechazo a las amenazas nucleares de Eliyahu, y han exigido a Israel que cese sus ataques contra Gaza y que libere a los presos palestinos. Estos países han denunciado que las declaraciones del ministro israelí «demuestran la penetración del extremismo» en el Gobierno hebreo y «ponen en peligro la estabilidad y la seguridad de la región». Asimismo, han reiterado su solidaridad con el pueblo palestino y su derecho a la autodeterminación y a la creación de un Estado independiente y soberano.
Las organizaciones palestinas, tanto las que gobiernan en Gaza (Hamás) como las que lo hacen en Cisjordania (Al Fatah), han condenado las declaraciones de Eliyahu como un «acto de terrorismo de Estado» y una «declaración de guerra». Han advertido a Israel de que «pagará un alto precio» si intenta usar armas nucleares contra Gaza, y han llamado a la comunidad internacional a «intervenir de forma urgente» para detener la «agresión israelí» y para «imponer sanciones» al Estado judío por sus «crímenes de guerra y de lesa humanidad» cometidos contra el pueblo palestino.
Las declaraciones de Eliyahu, que han traspasado todos los límites de la ética y la legalidad, han puesto de manifiesto la peligrosidad y la irracionalidad de un Gobierno israelí que no duda en recurrir a la violencia más extrema para imponer su ocupación y su apartheid sobre los palestinos. Ante esta situación, es imprescindible que la comunidad internacional actúe con firmeza y responsabilidad para frenar la escalada de violencia y para garantizar el respeto a los derechos humanos y a la legalidad internacional en Oriente Medio.
Observatorio de Universidades (OBU) aseguró que el déficit presupuestario de las instituciones de educación superior autónomas y experimentales en Venezuela supera el 90%.
A través de su cuenta en X (antes Twitter), OBU señaló que esta deficiencia presupuestaria limita en grado sus funciones esenciales de docencia, investigación y extensión.
“El déficit presupuestario de las instituciones de educación superior autónomas y experimentales supera el 90%, lo que limita en grado sumo sus funciones esenciales de docencia, investigación y extensión. Además, limita los gastos de seguridad e infraestructura”, expresaron.
También recordaron que la delincuencia ha dejado a las instituciones de educación superior desmanteladas.
“El deterioro de las infraestructuras está entre las principales preocupaciones de la población universitaria. La delincuencia ha dejado a las instituciones de educación superior desmanteladas y con muy bajas condiciones para impartir y recibir clases”, destacaron.
Por último, precisaron que el 59% de los profesores y el 67% de los estudiantes temen ser robados dentro de los recintos universitarios.
“Las denuncias por robos y hurtos en las universidades se intensificaron tras la pandemia del COVID-19 y persisten luego de esta. El 59% de los profesores y el 67% de los estudiantes temen ser robados dentro de los recintos universitarios, de acuerdo a los datos de la #Enobu2021”, refirió OBU.
What do we know about school violence and mental health?
Schools are meant to be safe and supportive environments for children. But numbers paint a different picture: one in three learners is bullied at school every month globally. Over 36% of learners experience a physical fight with their peers and almost one in three has been physically attacked at least once in a year.
School violence can have severe and long-lasting impacts on learners’ safety, physical and mental health, and their education outcomes. Evidence from UNESCO and partners shows that poor mental health and well-being contribute to underachievement, absenteeism, disruptive classroom behaviour, suspension and expulsion from school and school dropout.
The effects on mental health were exacerbated during COVID-19 induced school shutdowns. Children who are bullied are twice as likely to feel lonely, to be unable to sleep and to have contemplated suicide according to a UNESCO report. A child aged between 10-19 takes their own life about every 11 minutes at present according to UNICEF.
The global education goal has multiple different targets within it, one of which (4.a) tracks the percentage of students that have experienced bullying in the past 12 months. Cyberbullying is a new form of bullying behaviour, which is fueled by access to smartphones and other devices. It takes various forms, such as the deliberate publication of photos or videos of individuals without their consent, exclusion from digital groups, verbal violence and insults and threats. It is prevalent, and yet countries have not as yet put in place sufficient protections to help children navigate the risks.
One of the ways we monitor the extent to which children are experiencing cyberbullying is with the global Trends in International Mathematics and Science Study (TIMSS), which in 2019 asked children in grades 4 and grade 8 about their experiences with online bullying. In nearly all countries, at least 10% of grade 4 students had experienced cyberbullying in the past year, defined as having received ‘nasty or hurtful messages’, ‘nasty or hurtful things’ or ‘embarrassing photos’ online. The 2023 GEM report found that the share of students who have experienced cyberbullying is even higher among grade 8 students: affecting over 20% of students in 26 out of the 32 countries with available data.
Cyberbullying also tends to be higher in countries where other forms of bullying are common. In Latvia and South Africa, where 30% and 50% of students experienced cyberbullying, respectively, around 90% of students experienced some type of bullying. You can have a look where your country stands on rates of all forms of bullying on page 398 in the 2023 GEM Report statistical tables here.
How can we protect our children and their learning?
Because of its impact on learning, school violence is not only a rights issue, but also carries significant costs for education systems if left unaddressed. According to UNESCO, children who are frequently bullied are nearly three times more likely to feel like an outsider at school and more than twice as likely to miss school. They also have worse educational outcomes, scoring lower in mathematics and reading. The more often they are bullied, the worse their score.
One way to protect children from this growing phenomenon is to bring in legislation on the issue. Analysing our PEER country profiles on regulations in place on technology in education, we found that only 16% of countries currently have adopted legislation to prevent and act on cyberbullying with a focus on education; of those, 38% did so since the COVID-19 pandemic.
One complication often found when anything legal comes attached is how it ends up being defined. Most countries do not explicitly define cyberbullying and online abuse as a distinct offence, for example, so it is often found under other laws. The 2022 Personal Data Protection Act is the first comprehensive data protection law in Indonesia. It calls upon public or private entities that handle personal data to ensure data protection, with sanctions applied for mishandling. Protection against cyberbullying is indirectly provided under the Act. However, Article 45B of the amended 2008 Electronic Information and Transactions Law considers cyberbullying a form of harassment.
In India, the Information Technology Act can be considered a legal basis for dealing with cyberbullying. It prescribes punishment for sending annoying, offensive and insulting communication through digital and information communication technology. Cyberbullying could also fall under the Penal Code if it involves offences such as defamation, blackmail, sexual harassment, stalking or words, gestures and acts intended to ‘insult the modesty of a woman’. However, no special protection is granted to children under those laws.
Provide guidance
Outside of laws, other armor Ministries can draw from include policies, strategies, or plans on the issue to demonstrate leadership. Our PEER profiles found that about 40% of countries have such guidance in place. Europe and Northern America is the region with the highest share of countries – 61% – with such a policy. Many countries take the approach of focusing on awareness-raising, reporting mechanisms and digital risk interventions, usually at the school level. These seem to be effective. A systematic review and meta-analysis of interventions in selected, mostly high-income countries estimated that the average programme has a 73% chance of reducing cyberbullying victimization.
Other policy tactics being used to protect children’s wellbeing online concern restrictions on smartphone use in schools, which are being implemented in a flurry since the 2023 GEM Report highlighted countries that had such policies in place already and benefits to learning that might be gained as a result. Morocco has gone a step further on this, also banning any photos or film being taken in school, and of teachers, in a bid to help prevent online images being used in a malevolent manner.
Empower young people to protect themselves.
Another tactic outside of building walls with policies and legislation is to equip children and teachers with the ability to protect themselves. Here again, our PEER country profiles showed that 46% of countries appear to have identified digital skills standards for learners in a framework, policy, plan or strategy. More than 20 European countries have used the DigComp framework as a foundation for developing strategies, education programmes and assessment tools, within which skills to protect health and well-being, including protecting oneself and others from possible dangers in digital environments (eg. Cyberbullying) are included.
While digital technology offers excellent opportunities for teaching and learning, it also comes with increased exposure to key risks: cybersecurity and violation of privacy through data misuse; the mental and physical health implications of issues including lengthy screen time and cyberbullying; and harmful content, with the potential long-term impact on addictive behaviour, violence and sexual exploitation. Empowering students to stay safe, be responsible online and make smart choices are therefore important policy priorities we should take seriously as technology becomes ever more present in our everyday lives.
In 2019, 193 UNESCO Member States unanimously established the International Day against Violence and Bullying at School Including Cyberbullying, recognizing that school-related violence in all its forms is an infringement of children and adolescents’ rights to health and to education. School violence is widespread, can be physical, psychological and sexual and include gender-based violence, bullying and cyberbullying. This year, UNESCO calls to end violence and promote good mental health in schools to ensure learners learn and thrive in safe and supportive spaces.
Más de 600 escritores, entre las que se destacan las premio Nobel de Literatura Annie Ernaux y Olga Tokarczuk, piden a la Feria del Libro de Frankfurt que se revoque la decisión y que tengan espacio las voces palestinas.
Cancelar y censurar van de la mano en estos tiempos. La Feria Internacional del Libro de Frankfurt suspendió la entrega del Premio LiBeraturpreis a la escritora palestina Adania Shibli debido a la guerra y “en plena solidaridad” con Israel, según declaró Juergen Boos, director de la Feria más importante de la industria editorial. El filósofo eslovenoSlavoj Zizek criticó la “escandalosa” decisión y afirmó que “estamos ante las paradojas de la cultura de la cancelación”. Unos 600 escritores, editores y agentes literarios, entre los que se destacan tres Premio Nobel de Literatura como la francesa Annie Ernaux, el tanzano Abdulrazak Gurnah y la polaca Olga Tokarczuk; el novelista británico Ian McEwan, el australiano Richard Flanagan y el irlandés Colm Tóibín; y dos de las ganadoras del mismo premio, la colombiana Pilar Quintana y la canadiense de padres chinos, Madeleine Thien, entre otros, firmaron una carta en la que piden que se revoque la decisión para que tengan espacio las voces palestinas. Daniel Álvarez Prendes, el editor español Shibli, también firmante de la carta, define lo que sucedió como un “caso de censura política”.
“La Feria del Libro de Frankfurt tiene la responsabilidad, como importante feria internacional del libro, de crear espacios para que los escritores palestinos compartan sus pensamientos, sentimientos y reflexiones sobre la literatura en estos tiempos terribles y crueles, sin cerrarlos”, plantean en la carta abierta en apoyo a Shibli, dramaturga, escritora y ensayista nacida en 1974 en Palestina, ganadora del premio LiBeraturpreis por su novela Un detalle menor, publicada por la editorial de Gijón (España) Hoja de Lata en 2019, y traducida del árabe al alemán como Eine Nebensache por Günther Orth. La escritora palestina, que vive entre Beirut y Berlín, tenía que recibir el LiBeraturpreis, un premio dedicado exclusivamente a autoras del sur global que otorga una asociación privada llamada Litprom, financiada en parte por el gobierno alemán y la Feria del Libro de Frankfurt (Boos, director de la Feria, integra la junta directiva a de la asociación), este viernes 20 de octubre. La novela de Shibli, que fue traducida al inglés como Minor Detail, fue finalista de los prestigiosos National Book Awards de Estados Unidos y el Booker Internacional de Rein
Hoja de Lata, un pequeña editorial independiente de Gijón (España), publicó en 2019 Un detalle menor, traducida del árabe por Salvador Peña Martín, antes de que la novela se tradujera y editara en el mundo anglosajón por New Directions y Fitzcarraldo. Durante la guerra de 1948, según se explica en la contratapa del libro, los soldados de una unidad militar israelí destacada en el desierto de Néguev sobrellevan como pueden el asfixiante calor de las hora de sol y patrullan al atardecer la frontera sur del nuevo Estado. En una de esas rondas encuentran a una joven palestina entre las dunas. Tras apresarla y encerrarla en su campamento, la violan en grupo, la matan y la entierran en la arena. Muchos años después, en la actualidad, una joven de Ramala descubre por casualidad una escueta mención a aquel “detalle menor” de la historia palestina, ocurrido justo veinticinco años antes del día en que ella nació. Obsesionada con el crimen, se dispone a investigar las circunstancias que lo rodearon.
En la cuenta de Instagram de Hoja de Lata, los editores Laura Sandoval y Daniel Álvarez Prendes, cuestionaron el aplazamiento indefinido de la entrega del premio. “Nos parece inaceptable que se cancele a una autora valiente y brillante, referente de la literatura árabe actual, en un momento en que, más que nunca, es necesario saber, conocer y entender. Ante el horror, las palabras”. Álvarez Prendes, en diálogo con Página/12 desde Gijón, dice que “el arma de Adania es la literatura” y revela que se comunicaron con la escritora palestina. “Ella nos dijo que era un consuelo ver cómo una parte de la comunidad internacional ha salido a defenderla y a condenar la censura. Todos los firmantes del manifiesto internacional exigimos que en tiempo y forma, es decir durante la celebración de la Feria del Libro de Frankfurt 2023, se le entregue el premio que ganó a partir de criterios estrictamente literarios”.
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