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“Los niños se divierten y se olvidan de lo que han pasado”

Africa/24 de enero de 2017/Fuente: UNICEF

La educación preescolar sienta las bases para la paz en la República Centroafricana.

Los niños de la República Centroafricana han sufrido años de violencia y conflictos. Grupos armados luchan por el control de los recursos naturales del país, dejando en medio a las familias que tienen que hacer frente al caos. En 2013, las fuerzas rebeldes tomaron la capital entre intensos combates. Desde entonces se ha restablecido una paz precaria, aunque para quienes viven en este inestable entorno del Distrito 5º de Bangui, el temor y el aislamiento perdura.

Este año tenemos 638 niñas y niños. Antes del conflicto en la República Centroafricana teníamos pocos más de 300. Pero no podemos negar la matriculación de un niño porque, con la crisis, ya no hay en Bangui centros preescolares en el Distrito 5º. Algunos padres todavía viven en campamentos de desplazados y otros han huido de sus barrios destruidos para venir a vivir aquí. De manera que, cuando traen a sus niños, no podemos rechazarlos.

Primer plano de un niño mirando a la cámara
© UNICEFLos niños y niñas del Distrito 5º de Bangui han sufrido la violencia y el desplazamiento. La educación preescolar les ofrece un lugar seguro donde aprender, jugar y divertirse

Aceptamos a todos y, luego, por supuesto, las clases están abarrotadas. Que haya tantos niños crea problemas porque ni siquiera tienen sitio donde sentarse, pero intentamos arreglárnoslas.

La crisis ha producido un fuerte impacto en los niños. A veces, cuando están en clase y escuchan disparos, empiezan a llorar y es difícil calmarlos. Estos niños han sufrido demasiado; no quieren volver a oír tiroteos nunca más.

Practicamos con ellos muchas actividades recreativas. Como lo que les gusta es jugar, aunque apenas tenemos espacio en el patio, durante el tiempo de recreo se montan en los columpios y en el tobogán. Al menos se divierten y olvidan lo que han pasado. En las aulas tenemos juguetes y juegos de mesa proporcionados por UNICEF con los que entretenerse. Cuando los niños juegan, se centran en lo que están haciendo y se apartan de otro tipo de pensamientos. Eso supone realmente una gran ayuda sicológica.

La educación preescolar cumple una importante función que la mayoría de la gente olvida. El objetivo no es únicamente que los niños jueguen sino proporcionarles también una base de aprendizaje, enseñándoles un poco a leer y escribir. Incluso cuando han dejado mi escuela, sigo preguntando a los padres cómo les va a sus hijos y me mantengo informada todo el tiempo.

Muchos padres y madres dicen: “Su escuela fue de gran ayuda”.

Una madre me dijo: “Mi hijo es el primero de su clase. He venido a darle las gracias”.

Si se descuidan las bases, los cimientos de la educación, no se puede tener una nación feliz, con gente bien preparada. Se deberían abrir más centros preescolares, no solo en Bangui sino en el resto del país, y contratar a buenos maestros. Si lo hacemos, dentro de unos pocos años habrá una generación de jóvenes con buena formación y los grupos rebeldes no existirán.

Una mujer, sentada ante una mesa de escritorio, mira a la cámara con las manos cruzadas y apoyadas sobre la mesa
© UNICEFEn su periodo como directora, Florence ha aumentado más del doble las matrículas en su centro preescolar desde que comenzó el conflicto. No tiene intención de rechazar a nadie, aunque su escuela supera con mucho su capacidad de alumnado.

Bastaría con que tomásemos a 100 rebeldes como ejemplo para observar que la mayoría apenas tiene estudios porque abandonaron pronto la escuela. Algunos dejaron de ir porque suspendían, otros no fueron jamás, y eso es un problema para el país. Por eso mismo se deberían abrir nuevos centros preescolares en el país, contratar buenos profesores y procurar una buena formación a los niños desde pequeños. Entonces podremos tener paz.

Si no lo hacemos de este modo y simplemente nos limitamos a hablar, nunca obtendremos una solución. Las personas necesitan recibir una educación. Los niños y niñas la necesitan y recibirla en la primera infancia es como ponerles los cimientos para todo.

 

Florence Walikete es la directora de un centro preescolar de Distrito 5º de Bangui.


Obtenga más información sobre la importancia del aprendizaje y desarrollo en la primera infancia.

Fuente: https://blogs.unicef.org/es/blog/preescolar-republica-centroafricana/

Imagen: https://d2drhpw56bvoc4.cloudfront.net/wp-content/uploads/2017/01/05133241/blog_ECE

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Declaración de Meritxell Relaño, representante de UNICEF en Yemen, sobre los ataques cerca de una escuela

Sana’a / 18 de enero de 2017 / Fuente: https://www.unicef.org

“Se ha confirmado que una niña ha muerto y cuatro niños más han resultado heridos en dos ataques cerca de la escuela al-Falah del distrito de Nihm, a las afueras de la capital, Sana’a.

Los ataques en zonas civiles continúan matando e hiriendo a muchos niños en Yemen. En lugar de aprender, los niños están siendo testigos de muertes, guerra y destrucción.

Desde que el conflicto se intensificó en marzo de 2015, Naciones Unidas ha verificado que cerca de 1.400 niños han muerto y más de 2.140 han sido heridos. Las cifras reales podrían ser más altas. Cerca de 2.000 escuelas en Yemen ya no pueden ser utilizadas porque están destruidas, dañadas, sirven como refugio para las familias desplazadas o se utilizan con fines militares.

Las escuelas deben ser lugares de paz en todo momento, un refugio en el que los niños puedan aprender, crecer, jugar y estar seguros. Los niños nunca deberían arriesgar sus vidas solo por ir al colegio.

UNICEF insiste en su llamamiento a todas las partes en el conflicto en Yemen, y a quienes tienen influencia sobre ellos, para proteger a los niños y detener los ataques a la infraestructura civil, incluidas las escuelas e instalaciones educativas, de acuerdo a sus obligaciones bajo el Derecho Internacional Humanitario”.

Fuente noticia: https://www.unicef.org/spanish/media/media_94382.html

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La primera infancia importa para el desarrollo del cerebro del niño, dice UNICEF

12 de enero de 2017/Fuente: UNICEF

UNICEF lanzó hoy #LaPrimeraInfanciaImporta, una nueva campaña que recibe apoyo de la Fundación LEGO dirigida a aumentar la concienciación sobre la importancia de los primeros 1.000 días de la vida de un niño y el impacto de las primeras experiencias sobre su cerebro en desarrollo.

Durante este período especialmente importante, las células cerebrales pueden realizar hasta 1.000 nuevas conexiones cada segundo, una velocidad que nunca se repetirá en el curso de la vida. Estas conexiones contribuyen a la función del cerebro y el aprendizaje del niño, y a sentar las bases para su salud y felicidad en el futuro. La falta de atención –como, por ejemplo, una nutrición adecuada, estimulación, amor y protección contra el estrés y la violencia– puede impedir el desarrollo de estas conexiones esenciales.

La campaña comienza con #ComeJuegaAma, una iniciativa para los padres y los cuidadores, difundida por vía digital e impresa, que presenta datos de neurociencia sobre cómo se desarrollan los cerebros de los bebés. Los materiales de #ComeJuegaAma explican esta información científica de una manera directa y visualmente interesante para alentar a los padres y cuidadores a seguir aprovechando esta oportunidad sin igual para proporcionar a sus hijos el mejor comienzo posible en la vida.

Al contar con la participación de las familias, la iniciativa también tiene como objetivo impulsar la demanda de servicios de desarrollo en la primera infancia asequibles y de calidad, e instar a los gobiernos a invertir en programas dirigidos a los niños más vulnerables.

Según una serie reciente, publicada en The Lancet, cerca de 250 millones de niños en países en desarrollo corren el riesgo de sufrir problemas en su desarrollo debido al retraso en el crecimiento y la pobreza. Pero la necesidad de una mayor inversión y acción en el desarrollo en la primera infancia no se limita a los países de bajos ingresos. Los niños desfavorecidos que viven en países de ingresos medios y altos también corren peligro. UNICEF estima que otros millones de niños pasan sus años de formación creciendo en entornos poco estimulantes e inseguros que amenazan su desarrollo cognitivo, social y emocional.

La inversión en la primera infancia es una de las formas más rentables de aumentar la posibilidad de que todos los niños alcancen su pleno potencial y de mejorar su capacidad para aprender en la escuela y, posteriormente, su capacidad de obtener ingresos como adultos. Esto es especialmente importante para los niños que crecen en medio de la pobreza. Un estudio realizado a lo largo de 20 años demostró que los niños desfavorecidos que participaron en programas de desarrollo de la primera infancia de calidad cunado eran pequeños llegaron a ganar hasta un 25% más como adultos que sus pares que no recibieron el mismo apoyo.

Las intervenciones para el desarrollo en la primera infancia, como el conjunto de materiales Cuidado para el Desarrollo Infantil, que incluye la capacitación de trabajadores de salud comunitarios para enseñar a las familias la importancia de jugar con sus hijos de una manera que estimule el desarrollo saludable, pueden costar tan sólo 50 centavos de dólar al año cuando se combinan con los servicios de salud existentes.

UNICEF está pidiendo a los gobiernos que aumenten las inversiones en favor de la primera infancia, que amplíen los servicios sociales y de salud dirigidos a los niños pequeños y que fortalezcan los servicios de apoyo para padres y cuidadores.

Esta campaña forma parte de un programa más amplio de UNICEF sobre el desarrollo de la primera infancia apoyado por la Fundación H&M, la Fundación Conrad N. Hilton, ALEX AND ANI y la Fundación IKEA.

Notas para los editores:
Para consultar materiales de multimedia, incluida una película conceptual y ensayos fotográficos, visite: http://uni.cf/2jbbhwe

Fuente: https://www.unicef.org/spanish/media/media_94378.html

Imagen: https://www.unicef.org/spanish/media/images/ECD_press_release_photo.jpg

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Tres meses después del huracán Matthew: La vida de los niños de Haití

 Haití, 9 de enero de 2017/ Por UNICEF Haití

Cuando el huracán Matthew asoló Haití a principios de octubre de 2016, aplastó barrios enteros y destruyó el sustento de grandes segmentos de la población. UNICEF está trabajando con el Gobierno para abordar los efectos duraderos del huracán sobre los niños, entre ellos la inseguridad alimentaria prolongada, el riesgo persistente de enfermedades y las perturbaciones en las infraestructuras de agua y saneamiento, educación y salud.

– Hace unos tres meses, el huracán Matthew golpeó Haití, alterando las vidas de más de dos millones de personas. Además de las pérdidas personales en viviendas y cultivos, más de 716 escuelas, numerosos centros de salud y la infraestructura de saneamiento existente sufrieron daños. Hoy, 1,4 millones de personas en Haití, incluyendo 600.000 niños, necesitan ayuda humanitaria.
UNICEF colabora con el Gobierno y otros asociados para atender las necesidades básicas inmediatas de los niños y las familias, garantizando que esas intervenciones sirvan para sentar las bases de la rehabilitación y la resiliencia.

>> Más información sobre las necesidades humanitarias de los niños en Haití

Imagen del UNICEF

© UNICEF Haiti/2016/Bradley
Roberline, de 13 años, está encantada de volver a la escuela.

Educación

Al menos 716 escuelas sufrieron dañados después del huracán Matthew, según los datos oficiales del Ministerio de Educación. Se calcula que se interrumpió la educación de 490.000 niños. Las escuelas requieren reparaciones urgentes, y los estudiantes y maestros que lo perdieron todo necesitan útiles escolares.

UNICEF está apoyando al Ministerio de Educación en la rehabilitación de 121 escuelas. Las acciones específicas incluyen la coordinación de las actividades de los asociados en la educación, el abastecimiento de mobiliario escolar y, una vez que las escuelas vuelvan a abrirse, la distribución de materiales escolares en una caja, que beneficiarán a más de 20.000 escolares.

Roberline Doré, estudiante de 13 años de cuarto grado, no puede ocultar su alegría por poder volver a la escuela. “Me sentí muy mal porque vi cómo se destruía nuestra casa. Mi familia y yo estábamos empapados por la lluvia. Lo perdí todo, incluyendo mis libros, mis cuadernos y mi bolsa de la escuela. El director de la escuela nos dio algunas maletas para rescatar lo que pudiéramos”, dice.

“Estoy muy feliz de estar de regreso en la escuela; antes estaba triste, viendo a otros niños ir a la escuela cuando nosotros no podíamos. Pasamos muchas semanas sin escuela, ahora estoy muy feliz ¡y puedo ver de nuevo a mis amigos!”

Imagen del UNICEF

© UNICEF Haiti/2016/Bradley
Los niños de la escuela hacen cola para recibir una vacuna contra el cólera. Llevó un poco más de dos horas proteger contra la enfermedad a 42 niños menores de 5 años y a sus maestros.

Cólera y enfermedades transmitidas por el agua

En Haití, las enfermedades transmitidas por el agua como el cólera y la diarrea aguda se agravan a raíz de un desastre como el huracán Matthew. Estas enfermedades afectan desproporcionadamente a los niños. La tormenta también causó pérdidas y perturbaciones considerables en unos sistemas de salud pública que ya eran de por sí frágiles.

“Nuestra prioridad ha sido asegurar que los niños y sus familias tengan acceso al agua potable. En la actualidad, 281.000 personas por día, incluyendo más de 118.000 niños, tienen acceso a agua potable como resultado de actividades que reciben apoyo de UNICEF, como la instalación de una planta para el tratamiento del agua en la ciudad de Jérémie y 20 estaciones móviles de agua que sirven a los departamentos afectados”, dice Marc Vincent, Representante de UNICEF en Haití.

Cuando los pacientes ingresan en los centros de tratamiento de diarrea aguda, los equipos de respuesta rápida de UNICEF revisan el registro para saber de qué zona proceden y luego visitan sus hogares e implementan la estrategia del “cordón sanitario” para detener la propagación de la enfermedad. Se distribuyen cubos provistos de un grifo, así como pastillas para desinfectar agua, sales de rehidratación oral y jabón. Estos materiales de saneamiento y salud cubren las necesidades de una familia por un mes.

“La estrategia es asegurar que no sólo la casa de la persona afectada se limpie con agua clorada, sino también los que la rodean, formando un anillo de saneamiento. Después se informa a la gente sobre una serie de prácticas que limitan el riesgo de infectarse”, dice Samuel Beaulieu, especialista de Emergencia y Cólera en la oficina de UNICEF en Haití.

En noviembre de 2016, el Ministerio de Salud realizó una campaña de vacunación contra el cólera, con la asistencia de UNICEF y OPS/OMS, en los departamentos del Sur y Grand’Anse, en la que se vacunó a 807.395 personas, entre ellos más de 309.213 niños de 1 a 14 años.

>> Haz tu donación ahora para apoyar los esfuerzos de socorro de UNICEF en Haití tras el huracán Matthew

Imagen del UNICEF

Una niña es examinada para saber si sufre desnutrición aguda midiendo la circunferencia de la parte superior del brazo. Es una herramienta rápida y sencilla, pero muy eficaz, para identificar a los niños que son demasiado delgados y con alto riesgo de mortalidad.

Desnutrición
Existe la preocupación de que el estado nutricional de los niños de Haití continúe deteriorándose debido a varios factores. La propagación de enfermedades infecciosas, en particular la diarrea causada por la falta de acceso a agua potable, puede aumentar las tasas de desnutrición. La falta de alimentos nutritivos debido a la destrucción de los cultivos (de un 70% a un 100% de los cultivos han quedado destruidos en las zonas afectadas) es otro problema serio, agravado por una importante pérdida de ganado y medios de subsistencia.

UNICEF presta apoyo técnico y financiero a los centros de nutrición para ayudar a detectar y tratar con prontitud la desnutrición aguda, centrándose en las zonas más afectadas por el huracán.

En las zonas donde los centros están inactivos, los asociados de UNICEF, como Médicos del Mundo, prestan servicios esenciales de salud y nutrición a través de clínicas móviles, hasta que se restablecen los servicios habituales de salud.

Estas clínicas móviles permiten al personal médico administrar servicios de primeros auxilios y consultas prenatales, detectar enfermedades y proporcionar vacunas a los niños. El personal también puede identificar casos más complicados y remitirlos a otros centros de atención para su tratamiento adecuado.

Imagen del UNICEF

Protección infantil

La seguridad de los niños y las familias ha quedado gravemente afectada por el huracán. La inseguridad alimentaria causada por las considerables pérdidas de cultivos continúa agravándose, mientras que las pérdidas económicas dejan a los niños vulnerables a situaciones peligrosas como el trabajo infantil o el sexo transaccional en un esfuerzo por aumentar los ingresos.

La atención familiar es una prioridad de emergencia en este contexto, donde ya 1 de cada 4 niños no vive con sus padres.

En colaboración con el IBESR (Ministerio de Asuntos Sociales), UNICEF está prestando asistencia básica a 4.468 niños mediante materiales de higiene, mantas y alimentos, así como asistencia para encontrar los documentos que se perdieron durante el huracán.

UNICEF también apoya los espacios amigos de la infancia que proporcionan a los niños de 3 a 17 años un ambiente seguro para jugar y ser ellos mismos, a pesar de las difíciles circunstancias.

“Después del huracán Matthew hemos descubierto que muchos niños en los espacios amigos de la infancia han tenido pesadillas o ataques de pánico. Sus traumas se manifiestan en el comportamiento de los niños, en sus dibujos”, dice Laura Gabrici, gestora de protección de la AVSI Foundation, una ONG internacional que trabaja en colaboración con UNICEF. “A menudo, estos niños están muy preocupados por el destino de sus personas queridas, especialmente los padres, y temen que esas personas puedan desaparecer en cualquier momento de sus vidas. Siempre tienen miedo de quedar solos”.

“Me encanta estar con los niños y guiarlos en su camino”, dice Shanam Riche, de 21 años. Se trata de uno de los 60 miembros de la comunidad que se han presentado para ofrecerse como voluntarios en los espacios amigos de la infancia.

Queda mucho por hacer para llegar a todos los niños y familias haitianos que han sufrido los efectos del huracán Matthew. Para el año que viene y años posteriores, UNICEF seguirá tratando de lograr su objetivo de ofrecer una oportunidad justa para todos los niños.

Fuente: https://www.unicef.org/spanish/infobycountry/haiti_94377.html

Imagen: https://www.unicef.org/spanish/infobycountry/images/13588_ibc1(1).jpg

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En el noreste de Nigeria, 400.000 niños en peligro de sufrir malnutrición aguda grave

UNICEF/ 24 de diciembre 2016/Autora: Katerina Vittozzi/Fuente: www.unicef.org

UNICEF estima que 400.000 niños del noreste de Nigeria sufrirán malnutrición aguda grave este año. Si no reciben tratamiento, es muy posible que muera uno de cada cinco de ellos (al menos, 75.000). La historia de Umara, de siete meses, nos revela lo que puede pasar.

MAIDUGURI, Nigeria, 13 de diciembre de 2016 – Fanna Mohammed está preocupada por su hijo. Umara tiene siete meses y está delgado y muy apagado. Tiene la cabeza apoyada en el hombro de su madre, que lo lleva en brazos. Es imposible sacarle una sonrisa.

La familia abandonó su aldea de una zona rural de Borno a principios de este año a causa de la crisis asociada a Boko Haram. Ahora viven en un campamento para desplazados internos de Maiduguri, la capital del país. El campamento acoge a alrededor de 20.000 personas, 8.000 de las cuales son niños menores de cinco años.

Fanna cuenta que Umara lleva unas semanas enfermo. Muestra síntomas físicos de malnutrición aguda grave: le sobresalen los huesos del pecho y la espalda, y la piel que rodea sus brazos y sus piernas está muy flácida.

Fanna ha traído hoy a Umara a la clínica médica que hay instalada dentro del campamento gracias a la ayuda de UNICEF. Al menos una decena de otras mujeres están también aquí con sus bebés. Están sentadas pacientemente en un banco dentro de la tienda, intentando entretener a sus hijos mientras esperan para ser atendidas.

Cuando llega el turno de Umara, la Oficial de Nutrición de UNICEF Aishat Mohammed Abdullahi mide su perímetro braquial. Tiene 9 cm: la medida normal de un bebé sano debería ser 12,5 cm. A continuación, ponen a Umara sobre la báscula. Solo pesa 4,2 kg.

“Este niño está gravemente malnutrido y deshidratado”, explica Abdullahi. “Además, está muy apagado: no se ríe, no juega. Es evidente que no está bien”.

Un tratamiento para salvar su vida

De inmediato, Umara recibe un tratamiento para salvar su vida. Abdullahi muestra a Fanna cómo alimentar a su hijo con un paquete de alimentos terapéuticos listos para el consumo: una pasta de cacahuete con alto contenido de calorías y llena de vitaminas y minerales añadidos. Tres paquetes al día durante ocho semanas pueden salvar la vida de un niño con malnutrición aguda grave. En los brazos de su madre, Umara come de modo lento pero constante. Antes de dejarle irse a casa, el equipo de salud le receta un tratamiento adicional de vitamina A, antibiótico y un medicamento contra la malaria.

Umara es uno de los más de 117.000 niños del noreste de Nigeria que se benefician del programa de alimentación terapéutica de UNICEF. No obstante, aún quedan miles de niños más por atender.

Según estimaciones de UNICEF, 400.000 niños del noreste de Nigeria sufrirán malnutrición aguda grave este año. Si no reciben tratamiento, es muy posible que muera al menos uno de cada cinco de ellos, lo que equivale a más de 75.000.

La mejoría de Umara

Una semana más tarde, Umara vuelve a la clínica para su segunda evaluación. Su progreso es leve, pero continuado. Según la báscula, ha engordado un poco: ahora pesa 4,3 kg y su brazo mide 9,7 cm.

Sin embargo, es en la tercera visita cuando la mejoría se hace más visible. Ha engordado aún más (pesa 5,1 kg) y su perímetro braquial mide 10 cm. Todavía se considera que está gravemente malnutrido, pero la mejoría física y de su bienestar general dan esperanzas al personal de la clínica, que considera que se recuperará por completo si continúa con el programa de alimentación.

“Cuando Umara visitó la clínica por tercera vez, tenía buen aspecto”, asegura Abdullahi sonriente. “Jugaba, se reía y no tenía ningún problema”.

Fanna, la madre de Umara, está visiblemente aliviada. Por primera vez desde que nos conocimos hace tres semanas, sonríe al abrazar a Umara, despierto y atento.

“’¡Ahora puede jugar, comer y beber!”, exclama. “Ya no está enfermo. ¡Está muy feliz!”

Fuente de la Noticia:

https://www.unicef.org/spanish/infobycountry/nigeria_94178.html

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UNICEF: De zapatero a estudiante: un adolescente de Alepo regresa a la escuela

UNICEF/ 24 de diciembre de 2016/Autora:Yasmine Saker/ Fuente:/www.unicef.org

Wahid, de 14 años, se vio obligado a escapar siete veces en cinco años y se ha quedado atrás en su educación. Con el fin de ayudar a su familia, dejó la escuela para trabajar de zapatero, pero una beca de estudios de UNICEF le ha dado ahora la oportunidad de retomar sus estudios.

TARTOUS, República Árabe Siria, 19 de diciembre de 2016 – La primera vez que un equipo de UNICEF conoció hace unos meses a Wahid, de 14 años, él estaba recogiendo agua para su familia en el “1070”, un complejo de apartamentos a medio construir en un vecindario del oeste de Alepo.

Un mes más tarde la zona se convirtió en campo de batalla. Wahid y su familia se vieron obligados a huir sin sus pertenencias por séptima vez desde que comenzó el conflicto, hace ya casi seis años.

“Mi marido estaba en el trabajo cuando comenzamos a oír las explosiones cada vez más cerca y más fuerte”, contó Fátima, la madre de Wahid, recordando el día en que abandonaron el complejo 1070. “Wahid estuvo muy entero todo el tiempo. Su hermano y sus hermanas lloraban y se agarraban a mí, pero él se mantuvo firme y se aseguró de que todos saliéramos de allí a salvo. Yo quería que llorara y se comportara como el niño que es”, añadió.

Forzado a dejar la escuela

Cuando la familia llegó a Bseireh, una ciudad de la provincia costera de Tartus, Wahid y su familia decidieron que era hora de que dejara la escuela para poder ayudarlos.

“Lo habíamos perdido todo otra vez, y yo quería ayudar a mi padre a sacar adelante a mis tres hermanos”, explica Wahid. “Soy el mayor y tengo el deber de cuidar de todos”.

Wahid trabajó dos meses como zapatero en Bseireh, ganando 3.500 libras sirias (7 dólares) a la semana para ayudar a su padre, que trabaja en la construcción, a llevar el pan a la mesa. “Me pagaban bien porque tengo experiencia”, sostiene. “En los últimos tres años, he trabajado de zapatero en Alepo todos los veranos”.


Wahid ya había perdido tres años de su educación y estaba a punto de perder más, porque la necesidad de tener ingresos estaba por encima de su escolarización. A mediados de septiembre de 2016, un equipo de UNICEF visitó a Wahid y a su familia como parte de una actividad de seguimiento de niños en tránsito desde Alepo.

El equipo animó a la familia de Wahid a que volvieran a matricularlo en una escuela. UNICEF le concedió una beca de educación para ayudar a aliviar la carga económica de la familia y permitirle a él ponerse al día con sus compañeros. Las becas forman parte de uno de los muchos programas de educación de UNICEF que ayudan a los niños que se encuentran en peligro de abandonar la escuela por dificultades económicas.

Wahid se matriculó en la misma escuela que sus hermanos, en Bseireh, y ya está en el sexto curso. A sus 14 años, debería estar en el noveno.

“Estoy contento de haber regresado a la escuela”, asegura Wahid. “Quiero ser abogado o ingeniero; de lo que estoy seguro es que no seré zapatero”, sonríe.

Fuente de la Noticia:

https://www.unicef.org/spanish/infobycountry/syria_94197.html

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El invierno amenaza a los niños que ya están al límite en Oriente Medio

23 de diciembre de 2016 / Fuente: https://www.unicef.org

UNICEF afronta un déficit de 38 millones de dólares para suministros invernales y ayudas en efectivo que podrían dejar a un millón de niños expuestos al frío

El clima invernal y las temperaturas especialmente frías en Oriente Medio amenazan a millones de niños afectados por la crisis en la región. UNICEF se enfrenta a un déficit de financiación de 38 millones de dólares para proporcionar a los niños y sus familias asistencia vital como ropa de abrigo, mantas y suministros invernales a medida que avanza el invierno.

Se espera que el crudo invierno, con temperaturas heladas, tormentas y fuertes nevadas, dificulte aún más la situación de las familias afectadas por el conflicto en Siria y en Iraq, que ya están luchando por sobrevivir con lo mínimo. Muchas personas se han visto desplazadas por la violencia y viven en campos o refugios temporales, con muy poca protección frente al frío penetrante.

“Los meses de invierno son todavía más brutales para los niños vulnerables en la región”, dijo Geert Cappelaere, director regional de UNICEF para Oriente Medio y el Norte de África. “Ya están debilitados por meses de desnutrición y falta de atención médica, lo cual les pone en riesgo de sufrir hipotermias y graves infecciones respiratorias debido al frío. Sin ayuda, el invierno podría ser otra grave condena para muchos de ellos”.

Las familias están agotadas después de años de conflicto, desplazamientos y desempleo, que han disminuido sus recursos económicos y hacen imposible que puedan adquirir ropa de abrigo y combustible para la calefacción.

Durante el invierno UNICEF espera proporcionar a más de 2,5 millones de niños en Siria, Iraq, Jordania, Líbano Turquía y Egipto ropa de abrigo, mantas térmicas y ayuda en efectivo para las familias, muchas de las cuales han perdido todas sus posesiones en su huida del conflicto. La respuesta de UNICEF ante el invierno está garantizando que los niños vulnerables de la región y sus familias puedan beneficiarse de calefacción en las escuelas, ropa de abrigo, uniformes escolares y ayudas en efectivo.

El apoyo durante el invierno se une a los programas de salud, nutrición, agua y saneamiento, protección y educación que UNICEF ya tiene en marcha, y que siguen llegando a millones de niños vulnerables en la región.

Ya está en marcha la distribución de ayudas en efectivo y kits de invierno, que incluyen ropa, bufandas, guantes, zapatos y mantas térmicas:

  • En Siria cerca de 50.000 niños, incluidos los procedentes del este de Alepo que viven en refugios, han recibido kits de invierno.
  • 95.000 niños en Líbano tienen calefacción en sus escuelas.
  • Más de 50.000 niños han recibido ayuda en efectivo en Jordania.
  • 38.000 niños y 400 madres embarazadas o lactantes han recibido ropa invernal en Iraq.

Pero las necesidades superan a la respuesta. UNICEF ha recibido poco más de la mitad de los 82 millones de dólares (78,9 millones de euros) que necesita para proteger a los niños del frío, incluyendo los que están en las zonas sitiadas y de difícil acceso. Si no recibe más fondos UNICEF no podrá proporcionar más ropa de abrigo ni otros servicios, lo cual dejará a más de un millón de niños expuestos al frío.

Fuente noticia: https://www.unicef.org/spanish/media/media_94199.html

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