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Los niños y las familias desarraigadas del estado de Borno, en Nigeria

África/Estado de Borno/Nigeria/ 25 de octubre de 2016/Fuente y autor/ UNICEF/Por Kent Page

Desde 2014, la escalada de la insurgencia de Boko Haram ha causado una situación de inseguridad y ha provocado desplazamientos masivos en el noreste de Nigeria y en la región del lago Chad. Hay alrededor de 2,6 millones de desplazados internos, y más de la mitad de ellos son niños.

UNICEF y sus aliados están trabajando juntos para abordar los numerosos aspectos que conciernen a esta crisis humanitaria, como las alarmantes tasas de malnutrición, el reciente brote de poliomielitis, el limitado acceso a las escuelas, el deterioro de los servicios de salud y agua y las consecuencias psicosociales de vivir en medio de la violencia.

El epicentro de esta crisis se encuentra en el estado de Borno, donde más de 1,4 millones de personas han tenido que desplazarse como resultado de la violencia de Boko Haram. Siga leyendo para conocer la historia de algunas de las personas que se han visto afectadas por esta crisis.

Les presento a Maryam Sandabe

Maryam fue una de las muchas víctimas de los insurgentes de Boko Haram en Bama, en el estado de Borno. Durante un ataque, los insurgentes quemaron y destruyeron su casa, su vehículo y todas sus pertenencias personales. Maryam, su marido y sus cinco hijos tuvieron que marcharse a pie hasta Maiduguri, a 67 kilómetros de distancia, para poder sobrevivir. Ahora viven en el campamento para desplazados internos de Daliro, en Maiduguri, donde ella trabaja como profesora voluntaria en una escuela establecida con la ayuda de UNICEF que cuenta con 1.272 estudiantes. “Tengo un certificado nacional en educación [y] ahora me dedico, como voluntaria, a enseñar matemáticas, inglés y ciencias a los niños desplazados internos”. Comprometida a mejorar su vida y la de sus hijos, Maryam también estudia a tiempo parcial un grado en Educación para la Salud en la Universidad de Maiduguri.

 

Estos son los estudiantes de Maryam

Todos los estudiantes de Maryam acabaron en el campamento de Dalori después de que los obligaran a abandonar sus hogares por los ataques insurgentes que había en sus ciudades, en algunas zonas del estado de Borno. “A pesar de los obstáculos que han vivido (algunos de ellos han estado hasta dos años sin ir a la escuela, mientras que otros han perdido a algún familiar) todos los niños están felices y orgullosos de regresar a la escuela”, asegura Maryam, que también es una desplazada interna. Ahora los niños pueden asistir a clases resguardadas del sol, del viento y del polvo en una de las tiendas proporcionadas por UNICEF que se usan como espacios temporales de aprendizaje en el campamento de Dalori. Además de haber distribuido mochilas, pupitres, uniformes escolares y materiales de aprendizaje y enseñanza, UNICEF ha proporcionado más de 130 tiendas como esta, que se utilizan como espacios temporales de aprendizaje en varios campamentos del estado de Borno.
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“A pesar de los obstáculos vividos, todos están felices y orgullosos de regresar a la escuela”.
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Les presentamos a Zara, Falamata y Aicha

Estas tres mujeres desempeñan un papel fundamental en la contención del brote reciente de poliomielitis en el noreste de Nigeria. Zara es vacunadora contra la poliomielitis; Falamata recibió formación de UNICEF y es movilizadora voluntaria de la comunidad; y Aicha es registradora de datos. Juntas componen un equipo de vacunación contra la poliomielitis y, como tal, formaron parte de una campaña de inmunización de emergencia a gran escala que se llevó acabo del 13 al 18 de octubre. UNICEF Nigeria colaboró con la campaña ayudando a procurar vacunas y tratando de involucrar a la gente mediante una movilización de los medios de comunicación y las comunidades. La campaña incluyó un despliegue de casi 39.000 trabajadores de la salud que distribuyeron vacunas contra la poliomielitis para niños menores de cinco años procedentes de zonas en situación de alto riesgo de Nigeria, el Chad, el Níger, Camerún y la República Centroafricana.

 

Él es Zainab Mohammed

Esta es la primera visita –y, seguramente, la más importante– de Zainab, de tres años, a un centro de atención primaria establecido con la ayuda de UNICEF en la comunidad de Dalaram, en el área de gobernación local (LGA) de Jere. Zainab padece malnutrición aguda grave y, como principal intervención médica, está recibiendo un tratamiento a base de alimentos terapéuticos listos para el consumo acompañado de micronutrientes y antibióticos. La madre de Zainab, de 18 años, también está recibiendo asesoramiento sobre la alimentación para bebés y niños pequeños. Durante las próximas ocho semanas del programa de tratamiento se supervisará a la madre y al niño mientras este recupera su peso y mejora su salud. Zainab es uno de los 80.178 menores de cinco años con malnutrición aguda grave a los que se ha admitido en los programas de alimentación terapéutica organizados por UNICEF en los estados de Borno, Yobe y Adamawa, al noreste de Nigeria.


Les presentamos a Alhaji Goni Abatcha

Natural del LGA de Monguno, en el estado de Borno, Abatcha escapó de su hogar con su familia después de que los ataques de los insurgentes provocaran una situación de inseguridad en todo el noreste de Nigeria, incluida su ciudad natal. Ahora, Abatcha y su familia viven en el campamento de Bakassi para desplazados internos, donde desempeña un papel fundamental como secretaria colaborando con la administración general del campamento. UNICEF colabora con los campamentos y las comunidades de acogida en las que viven la mayoría de los desplazados en la actualidad ofreciéndoles servicios de salud, nutrición, educación, protección infantil, agua y saneamiento y campañas de inmunización contra el sarampión.

 

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“Me arrastraron hasta un coche… Me retuvieron allí dos meses y después me obligaron a casarme con uno de los insurgentes”.
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Ella es ‘Aminata’

Aminata (no es su nombre real) es una niña de 17 años que fue secuestrada por Boko Haram. “Me arrastraron hasta un coche. Me habían secuestrado a mí y a otras 14 niñas de mi vecindario. Me retuvieron allí dos meses y después me obligaron a casarme con uno de los insurgentes”, relató. Según estimaciones de UNICEF, este grupo militante ha retenido y sometido a más de 7.000 mujeres y niñas. Se cree que a la mayoría las han violado y obligado a casarse con sus secuestradores y muchas, como Aminata, quedaron embarazadas. International Alert, aliado de UNICEF, proporciona asistencia psicosocial a las niñas y las mujeres que han sido víctimas de violencia sexual, incluidas las nacidas de este tipo de abusos. Asimismo, UNICEF ofrece asistencia psicosocial a los niños y las familias afectadas por el conflicto de Nigeria con medidas como los espacios adaptados a los niños, la formación psicosocial de profesores y la provisión de servicios de educación en entornos educativos protegidos y seguros.


Ella es Iisa

Iisa tiene cinco años y es uno de los muchos niños desplazados internos que viven en el campamento de Muna Garage, en Maiduguri. La niña posa con su pizarra en el exterior del espacio adaptado para niños establecido con la ayuda de UNICEF en el campamento. Los equipos de educación y protección de la infancia de UNICEF trabajan juntos para ayudar a niños de entre tres y 18 años con espacios adaptados para niños que cuentan con asistencia educacional, suministros escolares y maestros a través de la Junta de Educación Básica Universal del estado. Esta medida garantiza que los espacios adaptados a los niños sean también espacios seguros de aprendizaje para niños como Iisa.


Les presentamos a Aisha

Aisha Bulama es vacunadora contra la poliomielitis y una de las mujeres más populares de Maiduguri durante la campaña de inmunización contra la poliomielitis. “Esta mañana, solo en unas horas, mi equipo ya había vacunado a más de 500 niños”, sostiene orgullosa antes de marcar la uña de un niño pequeño al que acaba de vacunar. La marca morada en la uña es algo que muchas madres muestran orgullosas a su familia, amigos y vecinos, especialmente después del brote reciente de poliomielitis en el noreste de Nigeria. Los equipos de vacunación contra la poliomielitis de algunas partes del estado de Borno, en Nigeria, también llevarán a cabo controles de malnutrición simultáneos para detectar malnutrición aguda grave en niños menores de cinco años, y derivarán a los malnutridos a los programas de tratamiento terapéutico.

 

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“Solo podemos proporcionar una atención médica limitada porque nuestro centro de salud quedó muy dañado”.
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Les presentamos a Hajiya Bashir

Hajiya Bashir es Oficial Jefe de Enfermería en el centro de Atención Primaria de Gamboru que está siendo rehabilitado por UNICEF. El centro tuvo que repararse urgentemente después de haber sido objeto de ataques, saqueos y bombas por parte de los insurgentes, lo que redujo el acceso a atención médica y materna a los residentes de Gamboru y las numerosas personas desplazadas que viven allí. “Ahora mismo, solo podemos ofrecer una atención médica limitada a nuestra gente porque el centro quedó muy dañado”, dice Hajiya. El gobierno nigeriano ha declarado que casi todas las instalaciones médicas de las zonas que han vuelto a ser accesibles en el noreste de Nigeria han sido objeto de saqueos y vandalismo y han quedado destruidas. Gracias a la ayuda de UNICEF, en el centro de atención primaria se ha atendido a 2.777.579 personas afectadas por el conflicto con servicios de emergencia, tales como alimentación terapéutica y provisión de micronutrientes para niños, atención materna para mujeres embarazadas, inmunización sistemática y tratamiento de enfermedades como el paludismo o la diarrea y las infecciones respiratorias graves.

Fuente: http://www.unicef.org/spanish/infobycountry/nigeria_92938.html

Imagen: https://www.icrc.org/sites/default/files/document/image/nigeria-yola-150415-13.jpg

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La dificultad de ir a la escuela en el este de Alepo

Por UNICEF República Árabe Siria

Judy tiene nueve años y está ilusionada por regresar a la escuela, aunque ir a clase no siempre es fácil. Siga leyendo para conocer las dificultades a las que se enfrentan ella y otros niños del este de Alepo cuando, simplemente, tratan de recibir una educación.

ALEPO, República Árabe Siria, 14 de octubre de 2016 – A finales de septiembre comenzó el nuevo año escolar en varias zonas de la República Árabe Siria.

Para Judy, una niña de nueve años que vive en la ciudad vieja del este de Alepo, regresar a la escuela es un motivo de ilusión. Su asignatura favorita es inglés. “Mi hermana mayor me ayuda a estudiar. Me encanta esta asignatura”, confiesa.

Sin embargo, ir a la escuela de forma regular suele representar un desafío para Judy y sus compañeros de clase.

Imagen del UNICEF
© UNICEF/UN034443/Zayat
Judy regresa de su primer día de escuela pasando por los escombros de unas casas cercanas. “Voy a la escuela cada día, excepto cuando oigo los aviones”, sostiene.

“Voy a la escuela cada día, excepto las veces que oigo los aviones”, sostiene.

La violencia y las bombas han dañado la escuela de Judy varias veces en los últimos años. Las casas cercanas a la escuela han sufrido grandes destrozos, pero cada mañana Judy camina con sus amigos por los escombros para ir a la escuela.

Para niños como Judy, procedentes del este de Alepo y de otras zonas del país, la primera semana de escuela no es igual que para otros niños del mundo. Desde que comenzó la crisis siria en 2011, las escuelas han sido atacadas en más de 4.000 ocasiones. Hoy en día, una de cada cuatro escuelas del país no presta sus servicios. Hay casi dos millones de niños que no van a la escuela y 1,35 millones que están en peligro de abandonarla, dado que la escalada del conflicto, los desplazamientos y las dificultades económicas los obligan a dejar los entornos que los protegen, como la escuela y los patios de recreo.

Imagen del UNICEF
© UNICEF/UN034442/Zayat
Los compañeros de clase de Judy regresan de su primer día de escuela pasando por los escombros de unas casas cercanas.

Otra dificultad que hay en Alepo es la electricidad: millones de personas se encontraron sin electricidad después de que la infraestructura eléctrica de la ciudad fuese dañada. En el este de Alepo, donde vive Judy, hay una disponibilidad prácticamente nula de electricidad, especialmente después de la escasez de combustible. “Ojalá pudiésemos recuperar algo de electricidad para poder ver los dibujos animados en la televisión”, decía Judy.

Sin embargo, lo que más deseaba Judy era que se volviera a abrir la carretera: “Espero que la carretera se abra pronto para poder ir a ver a mi hermano, que vive en otra ciudad y acaba de casarse. Ni siquiera he conocido a su esposa”, explicó.

Pero la carretera no se abrió. Al contrario, unos bombardeos intensos sacudieron la ciudad y, de nuevo, la escolarización de Judy ha quedado interrumpida.

La violencia y el conflicto siguen siendo una dura carga para los niños del este de Alepo y de otras zonas de la República Árabe Siria. UNICEF ha realizado un llamamiento a todas las partes del conflicto para que acaten sus responsabilidades al amparo de la legislación humanitaria internacional y protejan a los niños y a sus escuelas.

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La dificultad de ir a la escuela en el este de Alepo

Asia/25 de octubre de 2016/Fuente:  UNICEF República Árabe Siria

Judy tiene nueve años y está ilusionada por regresar a la escuela, aunque ir a clase no siempre es fácil. Siga leyendo para conocer las dificultades a las que se enfrentan ella y otros niños del este de Alepo cuando, simplemente, tratan de recibir una educación. ALEPO, – A finales de septiembre comenzó el nuevo año escolar en varias zonas de la República Árabe Siria.

Para Judy, una niña de nueve años que vive en la ciudad vieja del este de Alepo, regresar a la escuela es un motivo de ilusión. Su asignatura favorita es inglés. “Mi hermana mayor me ayuda a estudiar. Me encanta esta asignatura”, confiesa. Sin embargo, ir a la escuela de forma regular suele representar un desafío para Judy y sus compañeros de clase.

“VoJudy regresa de su primer día de escuela pasando por los escombros de unas casas cercanas. “Voy a la escuela cada día, excepto cuando oigo los aviones”, sostiene.y a la escuela cada día, excepto las veces que oigo los aviones”.

Imagen del UNICEF

La violencia y las bombas han dañado la escuela de Judy varias veces en los últimos años. Las casas cercanas a la escuela han sufrido grandes destrozos, pero cada mañana Judy camina con sus amigos por los escombros para ir a la escuela.

Para niños como Judy, procedentes del este de Alepo y de otras zonas del país, la primera semana de escuela no es igual que para otros niños del mundo. Desde que comenzó la crisis siria en 2011, las escuelas han sido atacadas en más de 4.000 ocasiones. Hoy en día, una de cada cuatro escuelas del país no presta sus servicios. Hay casi dos millones de niños que no van a la escuela y 1,35 millones que están en peligro de abandonarla, dado que la escalada del conflicto, los desplazamientos y las dificultades económicas los obligan a dejar los entornos que los protegen, como la escuela y los patios de recreo.

Otra dificultad que hay en Alepo es la electricidad: millones de personas se encontraron sin electricidad después de que la infraestructura eléctrica de la ciudad fuese dañada. En el este de Alepo, donde vive Judy, hay una disponibilidad prácticamente nula de electricidad, especialmente después de la escasez de combustible. “Ojalá pudiésemos recuperar algo de electricidad para poder ver los dibujos animados en la televisión”, decía Judy.

Sin embargo, lo que más deseaba Judy era que se volviera a abrir la carretera: “Espero que la carretera se abra pronto para poder ir a ver a mi hermano, que vive en otra ciudad y acaba de casarse. Ni siquiera he conocido a su esposa”, explicó.

Pero la carretera no se abrió. Al contrario, unos bombardeos intensos sacudieron la ciudad y, de nuevo, la escolarización de Judy ha quedado interrumpida.

La violencia y el conflicto siguen siendo una dura carga para los niños del este de Alepo y de otras zonas de la República Árabe Siria. UNICEF ha realizado un llamamiento a todas las partes del conflicto para que acaten sus responsabilidades al amparo de la legislación humanitaria internacional y protejan a los niños y a sus escuelas.

>  Aquí puede saber más acerca de las necesidades humanitarias de los niños de la República Árabe Siria.

Fuente: http://www.unicef.org/spanish/infobycountry/syria_92921.html?utm_source=unicef_news_es&utm_medium=rss&utm_campaign=rss_link_es&utm_source=twitterfeed&utm_medium=twitter

Imagen: www.unicef.org/spanish/infobycountry/images/13466ibc1.jpg

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Medio millón de niños viven en las zonas de Haití más golpeadas por el Huracán Matthew

Haití/08 de octubre de 2016/Fuente: UNICEF

Según las primeras estimaciones, UNICEF necesitará 5 millones de dólares para hacer frente a las necesidades más inmediatas.

Se estima que 500.000 niños viven en los departamentos de Sur y Grande Anse, en el sur de Haití, las zonas más golpeadas por el Huracán Matthew, según UNICEF. Tres días después de la tormenta sigue sin poder determinarse cuántos niños necesitan asistencia de emergencia, dado que los daños a las carreteras siguen impidiendo los esfuerzos de evaluación y asistencia.

“Estamos lejos de tener una imagen completa de la magnitud de los daños”, afirmaba Marca Vincent, representante de UNICEF en Haití. “Esperamos lo mejor, pero preparándonos para lo peor”.

Se ha informado de que hasta el 80% de los hogares en el sur han sufrido daños y cerca de 16.000 personas permanecen en refugios temporales. Se estima que aproximadamente 175 colegios han sufrido graves daños, y que al menos otros 150 están siendo utilizados como refugios de evacuación por todo el país.

Un equipo de UNICEF que ha conseguido llegar a Les Cayes, una de las áreas más afectadas en el Gran Sur, ha informado de enormes inundaciones, especialmente en las zonas bajas, y de daños en el hospital de la ciudad y en otros centros de salud. Las familias están luchando para encontrar agua potable y letrinas adecuadas.

UNICEF había preparado suministros de emergencia con las autoridades nacionales para llegar a 10.000 personas. Se han enviado suministros de agua y saneamiento adicionales, como tabletas purificadoras de agua, bidones de agua y lonas de plástico, a los departamentos más afectados en la punta occidental de Haití. Las evaluaciones de necesidades humanitarias están en marcha, se necesitarán más suministros de asistencia humanitaria cuando el impacto del huracán sea más claro.

UNICEF ha informado hoy que se necesitarán al menos 5 millones de dólares para hacer frente a las necesidades más urgentes de los niños, lo que incluye:

• Proporcionar agua potable y saneamiento adecuado para ayudar a prevenir la propagación de enfermedades transmitidas por el agua
• Restaurar los servicios de salud para prevenir y tratar la desnutrición entre los niños más jóvenes, y proporcionarles vitaminas esenciales y tratamiento contra la diarrea
• Establecer espacios temporales de aprendizaje con el objetivo de que los niños puedan reanudar su educación
• Apoyar los servicios de protección de los niños contra la violencia, la explotación y el abuso.

“Cuanta más información podamos reunir sobre el terreno, mejor apoyo podremos dar a los esfuerzos del gobierno para ayudar a los niños y a sus familias a hacer frente a la magnitud de la destrucción”, añadió Vincent.

Fuente de la Noticia:

http://www.unicef.org/spanish/media/media_92887.html

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Según Informe de UNICEF: Cargan 40% más en niñas el trabajo en casa; el 11 de octubre celebran su día

América del Norte/CIUDAD DE MÉXICO/excelsior.com.mx

Las niñas de entre 5 y 14 años de edad dedican 40% más de tiempo que los niños a realizar trabajos no remunerados, como las tareas del hogar, reveló un informe del Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas (Unicef) hecho público con motivo del Día de Internacional de la Niña, el cual se conmemora cada 11 de octubre.

El informe, titulado Harnessing the power of data for girls: taking stock and looking ahead to 2030 (Sacar partido al poder de la información para las niñas: balance y previsiones hacia 2030), contiene las primeras estimaciones globales sobre el tiempo que dedican las niñas a realizar trabajos no remunerados, entre ellos las tareas del hogar, como cocinar, limpiar, cuidar de algún miembro de la familia y recoger agua y leña.

De acuerdo con el informe publicado por Unicef, la carga desproporcionada de tareas domésticas comienza  a temprana edad, en niñas de entre 5 y 9 años, que dedican 30% de tiempo más que los niños de su edad a realizar tareas del hogar.

Las desigualdades aumentan conforme las niñas  crecen, con niñas de entre 10 y 14 años, que dedican 50% de tiempo adicional respecto de los niños de la misma edad.

De acuerdo con datos de 2013 del  Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México, casi un millón de niños, niñas y adolescentes de entre 5 y 17 años realizaban tareas domésticas y no asistían a la escuela. Un 70% de esta población eran niñas, y 30% niños.

“La sobrecarga de las tareas domésticas no remuneradas comienza en la primera infancia y se acrecenta cuando las niñas llegan a la adolescencia”, explicó Anju Malhotra, asesora principal de Unicef en materia de género.

“Las niñas sacrifican oportunidades como aprender, crecer y disfrutar su infancia por la imposición de tareas domésticas”.

CONTRIBUCIÓN

Hasta 2015, en México había 19.4 millones de niñas y adolescentes, equivalente a 16.2% de la población del país, de acuerdo con el Inegi.

El organismo explicó que, a diferencia del trabajo doméstico como actividad económica, el realizado por niñas y adolescentes en el hogar contribuye de manera importante en la reproducción de la vida social de las familias, e incluso facilita que los adultos puedan dedicarse a trabajos remunerados.

Fuente: http://www.excelsior.com.mx/nacional/2016/10/08/1121277

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Más de 4 millones de niños en riesgo por el impacto del Huracán Matthew en Haití, según UNICEF

Centro América/Haití/ 8 Octubre 2016/UNICEF

Más de 4 millones de niños pueden quedar expuestos a los daños que ocasione el Huracán Matthew, mientras la tormenta de categoría 4 toca tierra en la empobrecida isla caribeña, según anuncia hoy UNICEF.

“Esta es la peor tormenta que Haití ha visto en décadas. Los daños serán, sin duda alguna, importantes”, afirmaba Marc Vincent, representante de UNICEF en Haití. “Las enfermedades transmitidas por el agua son la primera amenaza para los niños en estas situaciones, nuestra primera prioridad es asegurar que los niños tienen suficiente agua potable”.

Fuertes vientos y aguas torrenciales golpean la isla, aumentando el riesgo de inundaciones y deslizamientos de tierra. El aeropuerto permanece cerrado y se ha pedido que los niños se queden en casa sin ir al colegio, especialmente desde que muchos colegios están siendo usados como refugios de evacuación.

Haití está todavía recuperándose del terremoto de 2010, con 55.000 personas que aún viven en refugios. La costa sur, donde se espera que la tormenta golpee con más fuerza, es una de las zonas más pobres y densamente pobladas del país.

En un país donde menos de 1 de cada 5 personas en las áreas rurales tiene acceso a un saneamiento mejorado, y el 40% de las personas hace uso de fuentes de agua no seguras, se teme que el huracán empeore una situación de por sí precaria.

El cólera es endémico en Haití, y con más de 27.000 posibles casos de cólera registrados ya este año, con estimaciones de que 1/3 son niños, cualquier daño contra las infraestructuras de agua y saneamiento, o desplazamientos a gran escala podrían poner a los niños y las familias en un riesgo mayor de infección.

UNICEF está trabajando para apoyar la respuesta humanitaria del Gobierno. Los suministros para salvar la vida de 10.000 personas están ya sobre el terreno y listos para ser distribuidos a las familias más afectadas en las zonas más golpeadas. Estos suministros incluyen bidones de agua y pastillas potabilizadoras, kits de higiene y mosquiteras.

Fuente: http://www.unicef.org/spanish/media/media_92866.html

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Casi 385 millones de niños viven en situación de pobreza extrema, según un estudio conjunto de UNICEF y el Grupo del Banco Mundial

8 Octubre 2016/UNICEF

Los niños tienen más del doble de probabilidades que los adultos de vivir en situación de pobreza extrema, según el nuevo análisis publicado por el Grupo del Banco Mundial y UNICEF. Ending Extreme Poverty: A Focus on Children [“Erradicar la pobreza extrema: la situación de los niños”] revela que, en 2013, un 19,5% de los niños de los países en desarrollo vivían en hogares que salían adelante con 1,90 dólares al día o incluso menos por persona, en comparación a solo un 9,2% de los adultos. En todo el mundo, casi 385 millones de niños vivían en situación de pobreza extrema en el mismo año.

Los niños se ven afectados de manera desproporcionada, ya que representan aproximadamente una tercera parte de la población objeto de estudio pero, al mismo tiempo, la mitad de quienes están en situación de pobreza extrema. Los niños más pequeños corren más peligro: más de una quinta parte de los menores de cinco años de los países en desarrollo vive en hogares extremadamente pobres.

“Los niños no solo tienen más probabilidades de vivir en situación de pobreza extrema, sino que además son los más perjudicados por sus efectos. Son los peor parados de los peor parados; y la situación de los más pequeños es aún peor, porque las privaciones de las que son víctimas afectan al desarrollo de sus cuerpos y sus mentes”, explica Anthony Lake, Director Ejecutivo de UNICEF. “Resulta chocante que la mitad de todos los niños del África Subsahariana y uno de cada cinco niños de los países en desarrollo estén creciendo en situación de pobreza extrema. Esto no solo limita sus futuros, sino que arrastra también a las sociedades a las que pertenecen.

Este nuevo análisis aparece justo después de la publicación del nuevo estudio estrella del Grupo del Banco Mundial,Poverty and Shared Prosperity 2016: Taking on Inequality [Pobreza y prosperidad compartidas 2016: abordar la desigualdad] que muestra que 767 millones de personas de todo el mundo vivían con menos de 1,90 dólares al día en 2013, y la mitad de ellos tenían menos de 18 años.

“El gran número de niños en situación de pobreza extrema pone de manifiesto la necesidad real de invertir específicamente en los primeros años: en servicios como atención prenatal para madres embarazadas, programas para el desarrollo en la primera infancia, escolarización de calidad, agua limpia, saneamiento adecuado y atención médica universal”, sostenía Ana Revenga, directora superior del Departamento de Prácticas Mundiales de Reducción de la Pobreza y Promoción de la Equidad del Grupo Banco Mundial. “La única forma de romper el ciclo de pobreza intergeneracional que está tan extendido en la actualidad es mejorar esos servicios y garantizar que los niños de hoy puedan tener acceso a oportunidades laborales de calidad cuando les llegue el momento”.

La estimación global de la pobreza infantil extrema está basada en datos de 89 países, lo que representa el 83% de la población del mundo en desarrollo.

África Subsahariana registra las mayores tasas de niños que viven en situación de pobreza extrema, algo inferiores al 50%, así como el porcentaje más alto de los niños más pobres de todo el mundo, superior al 50%. Asia Meridional cuenta con el segundo porcentaje más alto, cerca de un 36%, y solo en la India vive más del 30% de los niños en situación de pobreza extrema. Al menos cuatro de cada cinco niños que vive en situación de pobreza extrema se encuentran en zonas rurales.

Asimismo, el informe revela que, incluso en umbrales más altos, la pobreza sigue afectando a los niños desproporcionadamente. Alrededor de un 45% de ellos vive en hogares que subsisten con menos de 3,10 dólares al día por persona, en comparación a casi un 27% de adultos.

UNICEF y el Grupo del Banco Mundial están apelando a los gobiernos para que:

•Evalúen de forma rutinaria la pobreza infantil a nivel nacional y subnacional y se centren en los niños y en planes para la reducción de la pobreza nacional como parte de los esfuerzos destinados a erradicar la pobreza extrema antes de 2030.
•Fortalezcan los sistemas de protección social adaptados a los niños, tales como los programas de transferencia de efectivo que ayudan directamente a las familias pobres a financiar los alimentos, la atención médica, la educación y otros servicios que protegen a los niños del impacto de la pobreza y aumentan sus posibilidades de romper el ciclo en sus propias vidas.
•Den prioridad a las inversiones en educación, salud, agua limpia, saneamiento e infraestructuras que beneficien a los niños más pobres, así como aquellas que ayuden a prevenir una recaída en la pobreza después de contratiempos como sequías, enfermedades o inestabilidades económicas.
•Configuren las decisiones políticas de forma que el crecimiento económico beneficie a los niños más pobres.

UNICEF y el Grupo del Banco Mundial están trabajando con sus aliados para interrumpir los ciclos de pobreza y promover el desarrollo temprano de la infancia, gracias a un amplio abanico de programas que incluyen transferencias de efectivo, nutrición, atención médica y educación.

Fuente: http://www.unicef.org/spanish/media/media_92856.html

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