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Liberia: Cuando ir a la escuela es un lujo

Liberia/Septiembre de 2016/UNICEF-.

  • Unicef denuncia que hay 18 millones de niños en el mundo no tienen acceso.
  • «Las escuelas protegen a los niños de los peligros físicos y traumáticos que los rodean»asegura Jo Bourne, jefe de educación de la ONG.

    Unicef alerta que hay 18 millones de niños que no tiene acceso al sistema educativo, lo que «demuestra con claridad que las emergencias humanitarias y las largas crisis están obligando a los niños a abandonar la escuela«.

    Liberia, Sudán y Afganistán encabezan el ránking de los países con mayor índice de niños sin escolarizar. En Liberia, dos terceras partes de niños en edad de recibir educación primaria no van a la escuela. EnSudán del Sur, el 59% de los niños tampoco va a clase porque no hay escuelas, mientras que en Afganistán el porcentaje de niños sin escolarizar es del 46%.

    La crisis de la educación

    El alcance de una crisis en la educación que afecta a países ya deteriorados por conflictos, largos periodos de sequías, terremotos y altas tasas de pobreza extrema.

    Unicef teme que sin educación,«toda una generación de niños de los países afectados por conflictos, desastres naturales y pobreza extrema crezca sin las destrezas necesarias para contribuir a sus países y sus economías, empeorando así la situación desesperada en la que ya se encuentran millones de niños y sus familias». La educación sigue siendo uno de los sectores que recibe menos financiación en los llamamientos humanitarios.

    La educación no puede esperar

    Durante la Cumbre Humanitaria Mundial, celebrada en el mes de mayo, informa Unicef, «se lanzó la nueva plataforma mundial ‘La educación no puede esperar’ con la intención de crear un puente entre las intervenciones humanitarias durante las crisis y el desarrollo posteriora largo plazo mediante una financiación predecible.

    “Para los países afectados por un conflicto, la escuela prepara a los niños con los conocimientos y las destrezas que necesitarán para reconstruir sus comunidades cuando se acabe esta crisis. A corto plazo, les proporciona una estabilidad y un orden que les ayuden a sobrellevar el trauma. Además, las escuelas también protegen a los niños de los peligros físicos y traumáticos que los rodean. Cuando un niño no va a la escuela, aumenta el peligro de que sufra abusos y explotación o de que lo recluten en grupos armados”, aseguró Jo Bourne, jefe de educación de Unicef.

    Fuente: http://cadenaser.com/ser/2016/09/02/sociedad/1472804035_936483.html

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Unicef denuncia que mujeres y niñas dedican 200 millones de horas cada día para recoger agua

África/1 de septiembre de 2016/ Fuente: lasexta

Las mujeres y las niñas consumen en el mundo 200 millones de horas que suponen 8,3 millones de días o más de 22.800 años sólo en ir a recoger agua.

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ha afirmado que las mujeres y niñas dedican diariamente 200 millones de horas para ir a recoger agua, en el marco de la Semana Mundial del Agua en Estocolmo. «Imagínense simplemente que 200 millones de horas son 8,3 millones de días, o más de 22.800 años», ha dicho el jefe mundial de Agua, Saneamiento e Higiene de UNICEF, Sanjay Wijesekera.

«Sería como si una mujer comenzara con su cubo vacío en la edad de piedra y no llegara a casa con el agua hasta 2016. Piensen en todo lo que el mundo ha avanzado en ese tiempo. Piensen en todo lo que podrían haber logrado las mujeres en ese tiempo», ha recalcado.

Unicef ha destacado que el coste de oportunidad de la falta de acceso al agua recae de forma desproporcionada sobre las mujeres, agregando que «cuando el agua no está en el lugar donde se vive y es preciso buscarla, son las mujeres y niñas quienes lo pagan con su tiempo y pérdida de oportunidades».

El Objetivo de Desarrollo Sostenible sobre agua y saneamiento plantea un acceso universal y equitativo al agua potable segura y asequible de cara al año 2030, consiguiendo que todo el mundo tenga, en un radio de un viaje de ida y vuelta de media hora como mucho, acceso a ella.

Sin embargo, Unicef ha apuntado que estos viajes en África subsahariana suponen una media de 33 minutos en zonas rurales y de 25 minutos en zonas urbanas. Unicef ha resaltado que para las mujeres implica consecuencias de gran alcance, recortando el tiempo que tienen disponible para dedicar a sus familias, salud infantil, otras tareas del hogar y actividades de ocio.

En el caso de los niños y niñas, la recogida del agua puede restar tiempo a su educación y a veces incluso impide por completo su asistencia al colegio. Por otra parte, la agencia de la ONU ha indicado que «cuando el agua no está disponible en el hogar, aunque se recoja de una fuente segura, el hecho de que tenga que ser transportada y almacenada incrementa el riesgo de que esté contaminada por heces en el momento en que se beba».

Fuente:http://www.lasexta.com/noticias/internacional/unicef-denuncia-que-mujeres-ninas-dedican-200-millones-horas-cada-dia-recoger-agua_2016083157c66e3b0cf29c8e1d8aa6d6.html

Imagen:fotografias.lasexta.com//clipping/cmsimages01//2016/05/03/FA9C06D1-3A9C-4923-BAF1-1AD5091D6A54/58.jpg

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La educación al rojo vivo: las escuelas de Alepo resultan dañadas tras la reanudación de los conflictos

 Asia/ ALEPO, República Árabe Siria, 30 de agosto de 2016 /Fuente y autor: UNICEF/ Basma Ourfali y Yasmine Saker

La reanudación del conflicto de Alepo ha puesto en peligro a los niños, después de que las escuelas hayan sido objeto de ataques en las últimas semanas. UNICEF construyó en 2013 una escuela intermedia para niñas que transmitió algo de calma a las niñas desplazadas del vecindario. Sin embargo, tras los fuertes bombardeos del pasado 31 de julio, las estudiantes huyeron para no volver.

– En Alepo, la vida de un niño se ha vuelto aún más peligrosa con la escalada de los ataques y el conflicto en toda la ciudad en las últimas semanas. Los niños están expuestos a un peligro aún mayor a causa de los bombardeos y el conflicto existentes en la República Árabe Siria, que han perjudicado especialmente a la educación. Las escuelas de Alepo han sido objeto de ataques y los combatientes han ocupado muchas de ellas, dejándolas destruidas o dañadas.

La escuela del vecindario 1070 transmitió algo de calma en la que suele ser la cruda realidad de 5.000 familias que viven en torres de bloques de cemento a medio construir en un asentamiento para desplazados situado en los suburbios del oeste de Alepo. Conforme las familias que escapaban del conflicto de las zonas rurales se reubicaban en los vecindarios del 1070, Tishreen y Al-Riyadeh en 2013, las escuelas existentes se vieron sobrepasadas. La escuela del 1070 se convirtió en un lugar de esperanza en el que los niños podían empezar a construir futuros nuevos.

UNICEF ha instalado un total de 130 aulas prefabricadas por toda la ciudad de Alepo como respuesta a las necesidades de educación de los niños desplazados.

Además, UNICEF construyó la nueva escuela del 1070, la única escuela intermedia para niñas del vecindario, consistente en 17 aulas prefabricadas con retrete e instalaciones de saneamiento. La escuela comenzó con 660 estudiantes, y en 2015 se instalaron 15 aulas prefabricadas adicionales. Gracias a las campañas de “Regreso a la escuela” de UNICEF al inicio de los años académicos 2014-15 y 2015-16, las matriculaciones aumentaron hasta alcanzar 2.500 estudiantes.

>>  Declaración del Director Ejecutivo de Unicef, Anthony Lake, sobre la situación de los niños de Alepo

“Una oportunidad para vivir momentos de su infancia perdida”

Hanaa Singer, Representante de UNICEF en Siria, visitó la escuela del 1070 en febrero de este año para conocer a las estudiantes y los profesores.

Imagen del UNICEF
© UNICEF Syrian Arab Republic/2016
Las balas atravesaron las paredes de las clases prefabricadas construidas por UNICEF en la escuela del 1070 de Alepo en medio de los ataques y el conflicto existentes, que han ocasionado daños en 12 escuelas de la ciudad.

“A pesar de las condiciones de vida miserables que las rodean, las niñas de esta escuela tan limpia y organizada se sentían felices y llenas de energía. La escuela les dio la oportunidad de vivir momentos de su infancia perdida”, afirmaba Singer. “Esas niñas y la pasión que sentían por la educación me inspiraron mucho. Ni siquiera las dificultades que habían vivido con sus familias tras ser desplazados por el conflicto eran un impedimento para tratar de alcanzar su sueño de recibir una educación”.

Sin embargo, las niñas también le hablaban a Singer de los peligros que tenían que afrontar solo para ir a la escuela y del miedo que les daba salir a jugar al patio de la escuela durante los descansos.

“Escuchaba incrédula a las niñas cuando me hablaban del francotirador que había cerca de allí, que parecía disfrutar al atormentar a las estudiantes apuntándolas de vez en cuando para asustarlas. Todas las niñas pedían un ‘muro’ que las protegiera y les permitiera respirar durante los descansos”, contaba Singer.

UNICEF respondió rápidamente y trabajó con la escuela para construir un muro de acero que permitiera a las estudiantes entrar a la escuela de forma segura, así como jugar y moverse por el patio. El muro se terminó de construir en unos días, y una estudiante de 16 años, Ahlam, que conoció a Singer durante su visita, tuvo una idea: “¿Por qué no lo pintamos? Se ve muy aburrido”. De modo que las estudiantes diseñaron y pintaron el muro con colores vivos y lo nombraron “el muro de la esperanza”.

Abandonar una escuela muy preciada

Con la escalada del conflicto el 31 de julio, los morteros y las bombas obligaron a las familias ya desplazadas del vecindario 1070 a volver a escapar. La directora de la escuela del 1070 relató a UNICEF lo ocurrido aquel día:

“Cuando comenzaron los ataques, las estudiantes estaban en la escuela recibiendo clases estivales de recuperación. A las 11 de la mañana escuchamos explosiones cercanas y enviamos de inmediato a las estudiantes a casa. Pensamos que sería lo de siempre y que podríamos regresar a la escuela al día siguiente. Pero nunca lo hicimos”.

El conflicto existente sigue afectando al vecindario y, mientras 35.000 personas permanecen desplazadas, otras se refugian en centros de socorro de urgencia, en casas de familias y amigos o en mezquitas, parques y calles. La escuela del 1070 ha quedado profundamente dañada. El 9 de agosto, la directora pudo hacer una breve visita a la escuela.

“Vi cristales rotos, ventanas rajadas y puertas destrozadas. Había libros esparcidos por el suelo y mezclados con restos de proyectiles y bombas. Las paredes del lado de la escuela expuesto a los francotiradores estaban llenos de agujeros de balas. Una de las clases prefabricadas estaba quemada”.

Imagen del UNICEF
© UNICEF Syrian Arab Republic/2016
Ventanas rotas en la escuela del 1070. Los ataques y el conflicto recientes han producido todos los daños.

En la escuela se estaban llevando a cabo clases estivales de recuperación para ayudar a las niñas a recuperar los años de educación perdidos como resultado del conflicto, así como actividades de ayuda psicosocial para ayudarlas a sobrellevar el trauma de la violencia que las rodea. Con las familias dispersadas y la escuela en medio de una zona de conflicto activo, todo esto ha debido detenerse. La directora de la escuela le dijo a UNICEF:

“Para mí, esta escuela es como mi casa. Fui la directora desde que abrió en 2013. Si la destruyeran por completo, yo ayudaría a reconstruirla, ladrillo a ladrillo”.

Desde el 31 de julio, 12 escuelas de Alepo han resultado dañadas por los bombardeos y el conflicto y ocho más han sido ocupadas por los combatientes. Las 20 escuelas se encuentran en los vecindarios colindantes con la escuela del 1070.

La respuesta de UNICEF

El acceso de los niños de Alepo a la educación se está viendo amenazado cuando todos los niños de la República Árabe Siria deberían estar a punto de regresar a la escuela en septiembre. UNICEF está agilizando las ayudas para Alepo y el resto del país y poniendo toda su atención en ayudar a que los 2,1 millones de niños que no van a la escuela vuelvan a estudiar. Sin embargo, ni los profesores ni los niños saben aún cuándo podrán regresar a su preciada escuela del 1070.

UNICEF está trabajando con las autoridades educativas de Alepo para garantizar que los niños desplazados no se queden atrás en su educación. Con tantas escuelas dañadas o afectadas aún por el conflicto, se están planificando alternativas. Al mismo tiempo, UNICEF está preparándose para ampliar su programa de auto aprendizaje, diseñado para ayudar a los niños a seguir aprendiendo hasta que logren regresar a la escuela.

El pasado febrero, Ahlam, de 16 años, le dijo a UNICEF: “Mis amigas y yo sabemos que si no vamos a la escuela, no tendremos un futuro”.

UNICEF ha ampliado las labores de asistencia para las 35.000 personas desplazadas por la parte oeste de la ciudad a causa del conflicto reciente. UNICEF está colaborando con las clínicas móviles para poder ofrecer servicios de salud en pediatría, nutrición y maternidad a las familias desplazadas, así como equipos móviles de ayuda psicosocial. Con sus aliados, UNICEF ha repartido ropa para los niños desplazados.

Toda la población de Alepo se enfrenta a una crisis de agua que expone a los niños y las familias a posibles brotes de enfermedades transmitidas por el agua.

Al tiempo que las escuelas resultaban dañadas a causa de la escalada del conflicto actual, ocurría lo mismo con lainfraestructura de electricidad necesaria necesaria para abastecer las estaciones que proporcionan agua al total de los dos millones de habitantes. El conflicto existente hace imposibles las reparaciones. Como respuesta, UNICEF y sus aliados han ampliado enormemente los servicios de agua de emergencia. Sin embargo, es fundamental reparar la infraestructura de electricidad, ya que el bombeo de agua es el único modo de cubrir las necesidades de los dos millones de residentes de la ciudad. Si no se restaura el sistema de bombeo de agua, los niños y las familias se verán obligados a recurrir a fuentes de agua poco seguras, exponiéndose así a posibles brotes de enfermedades transmitidas por el agua.

Fuente: http://www.unicef.org/spanish/infobycountry/syria_92554.html

Imagen: www.unicef.org/spanish/infobycountry/images/13384ibc1.jpg

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La crisis silenciosa de los niños migrantes no acompañados de Centroamérica

UNICEF/27 de agosto 2016/Fuente: UNICEF Honduras

Todos los meses, miles de niños y niñas de Centroamérica corren el riesgo de que los secuestren, los violen o los asesinen, o de ser víctimas de la trata, mientras intentan llegar a los Estados Unidos para buscar refugio contra unas pandillas brutales y una pobreza agobiante. Un nuevo informe de UNICEF, ‘“Sueños rotos – El peligroso viaje de los niños centroamericanos a los Estados Unidos”, cuenta en detalle su angustioso viaje y pide la protección de estos niños vulnerables.

Hace un año y medio, Alexis (bajo el seudónimo de ’Bryan’) nos contó sobre su desgarrador intento de migrar a los Estados Unidos desde Honduras. Hoy, comparte un poco más sobre su historia. Mira el video para conocer más.

© UNICEF Video
El peligroso viaje de Alexis, de 16 años, a los Estados Unidos le costó su pierna y su sueño de salir de Honduras. Ahora su hermana, también de 16 años, planea hacer el mismo viaje arriesgado al Norte. Ambos esperan superar la pobreza y conseguir una educación en el extranjero.

**La historia original continúa abajo

Por Marcos Gonzalez

La trágica historia de un joven hondureño de 17 años demuestra la desesperación y esperanza que lleva a miles de niños a emprender el peligroso viaje a ‘el Norte’.

OMOA, Honduras, diciembre de 2015 – “Ya en México, tomamos el tren hacia Estados Unidos. Pero me caí y perdí la pierna. Iba donde va ensamblado un vagón con otro… Creo que me dormí y, cuando desperté, ya estaba en las vías”.

Ésta es parte de la historia de Bryan*, un joven hondureño de 17 años que emprendió el viaje más arriesgado de su vida el año pasado: la travesía hacia “el Norte”, sin más compañía que la de una prima de 16 años. Bryan no conocía a nadie en Estados Unidos ni tenía idea clara de qué hacer allí. Pero la desesperación fue más fuerte que todos los motivos para no viajar.

“Yo lo único que quería era llegar para… No sé, poder ayudar”, dice.

“Yo quiero seguir estudiando, pero no puedo porque no tenemos suficientes recursos”, relata Bryan, quien por su baja estatura y apariencia aparenta una edad mucho menor de la que realmente tiene.

“Ahora me siento mal, porque todo lo que hice fue en vano”, reconoce con tristeza.

‘La Bestia’

Sentado frente a su casa en una pequeña comunidad en plena montaña del municipio de Omoa, en el norte de Honduras, Bryan recuerda su historia mientras algunos de sus nueve hermanos corren y juegan alrededor.

Salió de Honduras y viajó a lo largo de Guatemala a bordo de un contenedor. Al llegar a Tapachula, en México, se quedó un par de noches en un albergue para migrantes antes de comenzar su largo viaje en tren, ese vehículo de mercancías que llega hasta la frontera estadounidense y que es tristemente conocido como ‘La Bestia’ o ‘El Tren de la Muerte’.

En el trayecto conoció a otras personas en su situación. “La mayoría eran niños que también viajaban solos, como nosotros”, recuerda.

Algunos días conseguían comida y agua, otros no.

Muchos de los niños y adolescentes que viajan suelen ser víctimas de robos, secuestros, violaciones o incluso asesinatos. Bryan reconoce que pasó miedo.

“Sí… ¿pero qué podíamos hacer? Ya estábamos allí. Algunos decían que estaban asaltando, que estaban los ‘garroteros’… pero a nosotros no nos pasó nada, gracias a Dios”, asegura.

No tiene muchos recuerdos sobre el momento más trágico del viaje. Cree que se durmió y cayó a las vías a la altura de la ciudad de Salamanca. Ahí perdió su pierna derecha -“aún me duele, porque se me hincha por la prótesis”- y su ‘sueño americano’ terminó repentinamente.

Imagen del UNICEF
© UNICEF LACRO/2014/González
Una habitación compartida en el centro de recepción de personas migrantes El Edén, en San Pedro Sula, Honduras.

Bryan permaneció ingresado en un hospital más de 30 días. De ahí fue trasladado a varios albergues en México, y seis meses después, tomó el primer avión de su vida para regresar a su país con una amarga mezcla de sensaciones.

En el aeropuerto lo esperaban su madre, su tía y su abuela. Nadie más.

Violencia y pobreza

Como Bryan, la mayoría de los niños y adolescentes que viajaron el año pasado sin compañía adulta hacia Estados Unidos lo hicieron desde los países del conocido Triángulo Norte de Centroamérica: Honduras, El Salvador y Guatemala.

Uno de los principales motivos para huir es la violencia. Según la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, esta subregión registra tres de las cinco mayores tasas de homicidios en el mundo, principalmente por la proliferación de maras o pandillas y del crimen organizado.

Otra de las causas, como en el caso de Bryan, es el alto índice de pobreza e inequidad. A falta de oportunidades de trabajo que les permitan permanecer en sus países de origen, muchas personas se ven obligadas a migrar para mantener a sus familias.

UNICEF trabaja en Centroamérica y México junto a los Gobiernos para tratar de paliar estas causas. A través de diversos programas, se trata de fortalecer servicios que reduzcan la vulnerabilidad de la infancia ante la violencia, criminalidad y otras amenazas; así como prestar apoyo en áreas como educación o salud, con especial enfoque en las comunidades más afectadas y vulnerables.

Según el Director Regional de UNICEF en América Latina y el Caribe, Bernt Aasen, “una mayor inversión social focalizada en servicios sociales, educación, desarrollo y oportunidades laborales es la vía central a tomar por los Estados para mitigar las causas de la migración. Además, se requiere una acción legal firme contra la impunidad de la que gozan las redes criminales para frenar la violencia e inseguridad en las zonas expulsoras y de tránsito migratorio”.

Cientos de miles de personas han emprendido viajes similares desde Centroamérica y México en los últimos tiempos. El año pasado, sin embargo, el dramático aumento del número de niños y adolescentes que trataron de entrar en Estados Unidos hizo de pronto saltar las alarmas. Según su Gobierno, más de 68.000 menores de 18 años no acompañados fueron detenidos en la frontera sudoccidental del país durante el año fiscal 2014. Durante el año fiscal 2015 esta cifra se redujo en un 41%, pero aún había más de 35.000 niños en peligro, demostrando que esta es una crisis que no ha terminado.

De manera continua, UNICEF y sus aliados han trabajado en apoyar a los Gobiernos para recibir a estos niños retornados a través de servicios móviles de protección instalados en los puntos de recepción en sus países para localizar a sus familiares, facilitar su registro y ofrecer asistencia médica y psicológica; así como para establecer albergues temporales.

Imagen del UNICEF
© UNICEF LACRO/2014/González
Uno de los dibujos de Bryan, que dice ‘Las estrellas te harán brillar’.

Además, se han puesto en marcha importantes campañas de comunicación en países como Honduras y El Salvador para informar sobre los riesgos y peligros de la migración irregular. UNICEF también está trabajando con el cuerpo consular y demás autoridades involucradas en el proceso de deportación para que puedan ofrecer una atención especializada y los derechos de estos niños sean garantizados desde el mismo momento de su detención.

“¿Qué puedo hacer?”

¿Volvería Bryan a viajar si tuviera oportunidad? “Tal vez -reconoce-. Es que acá no puedo hacer nada. No puedo estudiar, y ahora tampoco trabajar. Entonces, ¿qué puedo hacer?”.

Pero Bryan no quiere transmitir la idea de que en su país no hay futuro o esperanza. Él sería feliz aquí si pudiera disfrutar de sus derechos y unas condiciones dignas. “Honduras tiene todo. Hay naturaleza, agua en abundancia… ¿Pero de qué sirve, si no hay…?”. Su voz se apaga.

Ahora que ya no va a la escuela, Bryan pasa el día escribiendo cuentos y dibujando. Su sueño de convertirse en contable o administrador de empresas no parece hoy fácil.

Pero la esperanza es evidente incluso en uno de los dibujos en su libro, donde se puede leer un claro mensaje: «Las estrellas te harán brillar».

Fuente de la Noticia:

http://www.unicef.org/spanish/infobycountry/honduras_86561.html

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África: Gobierno sursudanés recluta 650 niños soldado en ocho meses

Sudán/26 de agosto de 2016/www.hispantv.com

El Gobierno sursudanés ha reclutado un número indeterminado de niños soldado en la última semana de cara a un nuevo conflicto, advierte las Naciones Unidas.

Según un informe publicado este viernes, un político de alto rango designado por el presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, se encargó del reclutamiento forzoso de menores, incluidos varios de 12 años de edad, que pertenecían todos a una misma aldea. El documento no ha ofrecido una cifra exacta del número de los reclutados.

Por su parte, un informe del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés), publicado la jornada de hoy, indica que, en lo que va de año, al menos 650 niños han sido forzados a unirse a las fuerzas armadas de Sudán del Sur, país que vive un conflicto político-étnico, nutrido por rivalidades entre Kiir y su exvicepresidente, Riek Machar.

Unicef cifra en unos 16.000 menores que han sido reclutados como soldados desde 2013, cuando estalló una guerra civil en este país africano.

Tomado de: http://www.hispantv.com/noticias/sudan/285313/onu-sudan-del-sur-recluta-ninos-soldado-unicef-650

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Uruguay y Unicef lanzan primer curso de educación inclusiva para maestros

Uruguay/26 de agosto de 2016/www.eleconomistaamerica.com

Promover la inclusión educativa de los niños con discapacidad a través de una propuesta de formación académica basada en los nuevos paradigmas es el objetivo del primer curso sobre educación inclusiva dirigido a maestros de apoyo que fue lanzado hoy por autoridades educativas de Uruguay junto a Unicef.

Se trata del proyecto «Educación Inclusiva, Incluir como Oportunidad», una alianza entre Consejo de Educación Inicial y Primaria (CIEP), Unicef y la Facultad Latinoamericana en Ciencias Sociales (FLACSO), que durante un año buscara enriquecer el marco teórico y práctico de docentes que ejercen como itinerantes.

Estos 250 profesionales de la educación de todo el país suramericano pertenecen a la Red Mandela, un proyecto de escuelas y jardines de infantes inclusivos que busca potenciar el desarrollo de los niños con el fin de generar igualdad de oportunidades.

El representante de Unicef en Uruguay, Paolo Mefalopulos, destacó durante el lanzamiento de este curso -realizado hoy en Montevideo y al que acudió el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez- la importancia de esta actividad en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

«Garantizar que todos puedan acceder a una educación inclusiva es una meta que debe movilizar las energías de todos los actores del Gobierno, sociedad civil, sector privado, medios de comunicación y toda la ciudadanía», expresó.

De igual modo, valoró «el esfuerzo que ha realizado» el Estado uruguayo «para asegurar» que todos los niños del país puedan acceder a una educación de calidad.

Agregó que desde hace tres años junto a la Red Mandela atienden a unos 8.000 niños con discapacidad en 30 escuelas y jardines de infantes en todo el territorio uruguayo.

«Este curso, al igual que la escuela Mandela, busca innovar y promover nuevas prácticas, y estimular la cooperación y sinergia entre los estudiantes, maestros y la comunidad», aseveró.

Por su parte, la directora de FLACSO en Uruguay, Carmen Beramendi, precisó que comenzar un proceso de articulación interinstitucional para promover una educación inclusiva es «realmente en si un acto de inclusión».

A su vez, hizo un llamado a «hacer todos los esfuerzos» para que quien está «por fuera» en igualdad de oportunidades se integre a la sociedad y las instituciones, para avanzar en un concepto de inclusión que permita realizar las practicas educativas.

La ministra de Educación y Cultura uruguaya, María Julia Muñoz, remarcó la importancia de esta actividad, por lo que recordó que hace una década durante el primer Gobierno de Vázquez (2005-2010) «cambió la educación» con el inició del plan dedicado a maestros comunitarios.

«La inclusión es un deber que tenemos como cuidadanos para con nuestros país. Son 250 uruguayos que van a transformar la realidad de nuestra educación para mejorar la calidad de vida de todos nuestros conciudadanos», concluyó.

Los maestros de apoyo son los que acompañan a sus similares de aulas en todos los procesos de enseñanza y aprendizaje de los niños con discapacidad que asisten a las escuelas comunes.

http://www.eleconomistaamerica.com/educacion-eAm/noticias/7783359/08/16/Uruguay-y-Unicef-lanzan-primer-curso-de-educacion-inclusiva-para-maestros.html

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México: “Nos hemos acostumbrado a no ver” a los niños de la calle (ONG)

México/19 de agosto de 2016/insurgenciamagisterial.com

Invisibilizada, sin una política pública integral que atienda su problemática, y en una sociedad con marcados rasgos de discriminación, la población callejera es uno de los grupos sociales más excluidos y vulnerables del país. El crecimiento de los índices de pobreza y de satisfactores sociales hace que el problema persista, sobre todo en las megalópolis y ciudades medias.

Para especialistas y defensores de derechos humanos, el Estado mexicano sigue teniendo una enorme deuda con este grupo en el que coexisten niños, jóvenes, mujeres, familias, adultos y ancianos que sobreviven en la adversidad de la calle.

Aunque no existe información estadística oficial nacional o estatal sobre esta población, las organizaciones y colectivos que trabajan por los derechos de este grupo tienen indicadores elementales que apuntan a una agudización del problema, a causa de las crisis económicas y falta de oportunidades.

De la población callejera, más de 13 mil son menores

Existen pocos censos sobre el tema, y uno de los más serios data de hace más de una década, cuando el Fondo de Naciones Unidas para el Desarrollo de la Infancia (Unicef) y la oficina del Distrito Federal del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia contabilizaron más de 13 mil niños y niñas menores de 18 años en situación de calle en el área metropolitana, de los cuales 85 por ciento eran varones y 15 por ciento mujeres.

Estas cifras contrastan con las del Instituto de Asistencia e Integración Social (Iasis) del Gobierno de la Ciudad de México, que contabilizó para el periodo 2011-2012 poco más de 4 mil personas sin vivienda, aunque su censo cuenta con información desagregada en grupos de edad, por punto de encuentro, actividad productiva que realizan, escolaridad y causas que los llevaron a estar en la calles.

Falta interés

Juan Martín Pérez, director de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), advirtió que para el diseño y éxito de una política pública integral, es fundamental contar con información y diagnósticos suficientes, que lamentablemente, por falta de interés, no se han construido desde la esfera gubernamental.

Incluso, el especialista señaló que los datos oficiales sobre la población callejera en la capital del país son parciales, pues corresponden sólo a quienes acceden a los servicios del Iasis. Aun así, dijo, refleja la grave situación de quienes recurren a sus servicios de albergue, alimentación y asistencia.

Diversas organizaciones y colectivos como Redim, El Caracol, la Alianza de Poblaciones Callejeras y el Centro Interdisciplinario para el Desarrollo Social, coinciden en que la relación que tienen la sociedad y las autoridades con la población callejera es preponderantemente de indiferencia, discriminación, rechazo y criminalización.

Un ejemplo de ello son las periódicas acciones de limpieza social contra ellas. Como defensores de derechos humanos, tan sólo en el último año dan cuenta de operativos policiacos arbitrarios de este tipo en la Ciudad de México, pero también de Guadalajara, Monterrey, León, San Luis Potosí, Puebla, Acapulco, Ciudad Juárez, Xalapa y Tuxtla Gutiérrez.

Esta discriminación y criminalización por parte de las autoridades se traduce en la negación de servicios, violencia policial y detenciones arbitrarias, señaló Luis Enrique Hernández, director de El Caracol Poblaciones Callejeras, con un trabajo de más de 20 años con este grupo.

La Encuesta sobre Discriminación de la Ciudad de México 2013 señaló que 86.1 por ciento de quienes respondieron el sondeo consideraron que existe discriminación hacia los integrantes de la población callejera, ubicándolos en el octavo lugar de la lista de 40 grupos. Las personas pobres (una de las características de este sector) quedaron en segundo sitio con 91.9 por ciento.

Ricardo Bucio, secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas y Niños y Adolescentes, señaló que esta invisibilidad es el mecanismo del cual se nutre la discriminación, a pesar de que las poblaciones callejeras las podemos ver todos los días, nos hemos acostumbrado socialmente a no ver.

Tomado de: http://insurgenciamagisterial.com/nos-hemos-acostumbrado-a-no-ver-a-los-ninos-de-la-calle-ong/

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