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UNICEF advierte sobre crisis global en educación y pide inversiones

UNICEF/20 Septiembre 2016/Fuente: Prensa Latina
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) advirtió hoy que el planeta vive una crisis global en materia de educación, ante la cual reclamó mayores recursos para el sector.
 En una nota de prensa circulada aquí, la agencia de la ONU precisó que más de dos tercios de los niños en edad escolar en los países pobres no aprenderán las habilidades básicas de la enseñanza primaria para 2030, pese a las metas recogidas en la Agenda de Desarrollo Sostenible adoptada hace un año.

Esos menores seguirán atrapados en un ciclo de pobreza y sin los conocimientos necesarios para contribuir con sus sociedades y economías, lamentó el Fondo, a propósito de las decenas de jefes de Estados o de Gobierno presentes aquí para el comienzo mañana del segmento de alto nivel de la Asamblea General de Naciones Unidas en su 71 Período de Sesiones.

Según Unicef, urge que los gobiernos nacionales incrementen las inversiones en educación.

‘Cada niño, en cada país, en cada barrio y en cada hogar, tiene el derecho no solo de sentarse en un aula, sino de recibir una educación de calidad’, afirmó el director ejecutivo de la agencia, Anthony Lake.

Unicef publicó hoy un reporte sobre el tema, en el que llama la atención acerca de los desafíos existentes y de la importancia de aumentar las inversiones en materia de la enseñanza.

El informe refleja problemas como el hecho de que 330 millones de estudiantes de los niveles primario y secundario no alcanzan los conocimientos básicos, y el mayor impacto de las dificultades en las niñas que en los niños.

Fuente de la Noticia:  
http://prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=27120&SEO=unicef-advierte-sobre-crisis-global-en-educacion-y-pide-inversiones
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UNICEF: Vuelve la vida a algunas partes de Borno, asolada por el conflicto

Africa/Nigeria/15 de septiembre de 2015/Fuente y Autor: UNICEF/Por Toby Fricker

Con la apertura de algunas zonas del noreste de Nigeria que habían permanecido bloqueadas, ahora podemos atender a 750.000 personas. UNICEF está proporcionando servicios esenciales de salud y nutrición para salvar vidas, así como ayudas para la protección y la educación de los niños con el objetivo de que vayan recuperándose de los horrores que han vivido.

Desde la ventana de la cabina, las montañas de Mandara aparecen en el horizonte como anticipando una tragedia. Las nubes cuelgan sobre la cresta de la montaña, que atraviesa la frontera del noreste de Nigeria con Camerún.

Al pie de la cresta está Gwoza, una ciudad que ocupa el centro del conflicto que ha sacudido el estado de Borno. Conforme descendemos, empieza a distinguirse una escena de desolación. Todos los tejados están destruidos y dejan ver edificios vacíos que parecen haber sido arrastrados por un tornado.

Pero en las calles, las vidas emergen de las ruinas y se trabaja incesantemente para salvarlas.Imagen del UNICEF

Abordar la crisis de la nutriciónEn Gwoza, Borno, hay vida en medio de la destrucción, pero los niños necesitan ayuda para reanudar sus infancias.

En la clínica local de la salud, el interés de las madres reside en salvar la vida de sus bebés y niños pequeños malnutridos. Ali, de 15 meses, es uno de ellos. Su madre, Zainab, lo ha estado llevando a la clínica para el tratamiento durante las últimas tres semanas.

“Estoy intentando hacer todo lo que puedo para que esté fuerte, y parece que estamos avanzando”, explica. Los trabajadores de la salud pesan a Ali y le administran alimentos terapéuticos listos para el consumo.

“Hemos atendido a 4.000 pacientes en solo ocho semanas”, afirma Adong, un voluntario de la comunidad que ayuda a identificar y localizar a los niños de la ciudad que necesitan atención médica. Casi un cuarto de millón de niños padecen desnutrición aguda grave en todo el estado de Borno y, si no reciben tratamiento, al menos 49.000 de ellos morirán.

Si lo detectan a tiempo, solo ocho semanas de administración de alimentos terapéuticos dan como resultado altas tasas de recuperación. UNICEF proporciona el tratamiento nutritivo y otros suministros médicos esenciales a las clínicas del estado. La formación de los trabajadores de la salud para tratar los casos agudos de lugares remotos es otra parte crucial de las respuestas de emergencia.

“Ayudar a los servicios sociales de este tipo no solo es una cuestión de vida o muerte, sino que es vital para el futuro de la comunidad y la región”, asegura Jean Gough, Representante de UNICEF Nigeria. “Sin unas instalaciones básicas de salud ni acceso a agua segura, las familias se verán obligadas a marcharse otra vez”, añade.

 

Imagen del UNICEF

Unos niños esperan a que los atiendan en el campamento para desplazados de Banki, estado de Borno, al noreste de Nigeria.

Salvar vidas y curar mentes

Entre las ruinas del edificio de una escuela local primaria, unos niños adolescentes están conversando. La mayoría de ellos vivían en aldeas de los alrededores de Gwoza, pero huyeron a la ciudad por seguridad después de que las fuerzas armadas nigerianas retomaran el control en marzo de 2015.

“En mi aldea todo estaba destruido; la situación aquí no es buena”, dice Genesis, de 14 años. “Pues, quedo con mis amigos”, responde cuando le preguntan qué hace en un día normal. Uno de ellos es Sodorong, un niño de 13 años que lleva puesto un sombrero de paja. “Me lo regaló mi amigo: él mismo lo hizo para mí”, dice, orgulloso.

Sodorong vive con su abuela y tres hermanos. “Mi padre desapareció cuando vinieron [Boko Haram] durante los disturbios”, explica. Fue entonces también cuando su madre se fue del estado de Borno con otro hombre.

Para niños como Genesis y Sodorong, tener a alguien que les ayude a recuperarse, curarse y reanudar sus infancias es una prioridad, pero, antes de nuestro viaje, en Gwoza habían recibido poca ayuda.

“Lo primero es asegurarse de que cuentan con la asistencia fundamental para salvar sus vidas; después, debemos facilitar a los niños espacios seguros de aprendizaje y asistencia psicosocial para que puedan superar las atrocidades a las que han estado expuestos”, explica Gough.

En un campamento para desplazados de Konduga, a unos 35 kilómetros al sudeste de la ciudad de Maiduguri, ya están notando el impacto de una labor de este tipo. Los niños participan en actividades recreacionales organizadas y hay dos tiendas abarrotadas de niños de entre ocho y 12 años que canturrean en voz muy alta el alfabeto. Se siente una energía que solo pueden crear los niños.

“Estamos contribuyendo a que los niños tengan un lugar normal aquí”, dice Simon, un voluntario que vive en la ciudad y que ayuda a registrar a los niños en las actividades. “Sufrieron mucho en las aldeas de las que vienen”.

Fuente: http://www.unicef.org/spanish/infobycountry/nigeria_92695.html

Imagen: www.unicef.org/spanish/infobycountry/images/13404ibc1.jpg

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Catástrofe infantil en el mundo: casi 50 millones de niños viven desterrados

08 de septiembre de 2016/UNICEF/

La Unicef alerta que los menores desplazados por guerras, violencia y persecuciones suponen casi la mitad de todos los refugiados que hay en el mundo.

Lejos de su hogar y en riesgo permanente. La ONU demandó a los Gobiernos acciones concretas para mejorar la protección de los menores desplazados.

NACIONES UNIDAS.

Unos 50 millones de niños viven actualmente lejos de su lugar de origen, obligados a escapar de la violencia o a migrar en busca de oportunidades, advirtió hoy Unicef, que llamó la atención sobre el riesgo al que se enfrentan todos estos menores.

En un informe titulado Desarraigados, la agencia de la ONU para la infancia analiza la situación de esos niños y demanda a los Gobiernos acciones concretas para mejorar su protección.

Entre ellas figuran acabar con la detención de niños migrantes, mantener unidas a las familias para proteger a los menores y garantizar el acceso a la educación a todos ellos.

Esta es una crisis creciente a la que se enfrenta el mundo, ya sea en Asia, en América, en el Mediterráneo o dentro de algunos países», explicó en una conferencia de prensa el director ejecutivo adjunto de Unicef, Justin Forsyth.

Como muestra, el informe apunta que entre 2005 y 2015 el número de niños refugiados se duplicó, mientras que el de niños migrantes aumentó un 21 %.

En total, 31 millones de niños viven hoy fuera de sus países de nacimiento, incluidos 11 millones de refugiados y solicitantes de asilo, mientras hay unos 17 millones de menores que se encuentran desplazados dentro de sus propios Estados.

De esos casi 50 millones de menores alejados de sus hogares, más de la mitad (28 millones) se vieron forzados a huir por conflictos o violencia.

Unicef destaca que los niños representan un «porcentaje desproporcionado y creciente» de todos los desplazados y suponen casi la mitad de todos los refugiados que hay en el mundo.

Además, cada vez hay más menores que cruzan solos las fronteras, pues, según el texto, en 2015 unos 100 mil niños no acompañados solicitaron asilo en 78 países, el triple que en 2014.

Esos menores que viajan sin compañía están muy expuestos a sufrir explotación y abusos por parte de contrabandistas y traficantes de personas, recuerda Unicef.

La educación también sufre enormemente cuando un niño se ve obligado a dejar su lugar de origen y, por ejemplo, los refugiados tienen cinco veces más probabilidades de no asistir a la escuela que el resto de menores.

DESASTRE MUNDIAL

Pese a la intensidad del debate sobre los refugiados y los migrantes en Europa y Estados Unidos, el informe confirma que el grueso del problema se da precisamente lejos de allí.

Los diez países que acogen más refugiados están en Asia y África, con Turquía a la cabeza en términos absolutos, y con países como el Líbano, donde aproximadamente uno de cada cinco habitantes es refugiado.

En Europa muchos Gobiernos sienten que esta es una crisis abrumadora (…), pero es importante recordar que con mucha diferencia la mayor carga la asumen países de la región donde se producen las crisis», recordó Forsyth.

Del total de niños bajo protección del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), un 45 % procede de Siria y Afganistán.

Sin embargo, el problema afecta también de forma muy importante a otras regiones como África -donde los movimientos se producen principalmente dentro de países o entre naciones vecinas- o en América, donde viven 6.3 millones de niños migrantes o un 21 % del total mundial.

Cuatro de cada cinco de esos niños viven en tres países (Estados Unidos, México y Canadá) y Unicef alerta del «alto y creciente número de niños vulnerables» que se están desplazando por su cuenta dentro del continente, a menudo huyendo de la violencia en sus hogares y comunidades.

El informe de Unicef llega a pocos días de que Nueva York acoja dos grandes cumbres sobre la crisis de los refugiados, una organizada el próximo 19 de septiembre por la ONU y otra que tendrá lugar al día siguiente por iniciativa de Estados Unidos.

Fuente: http://www.excelsior.com.mx/global/2016/09/07/1115472

Imagen: 94557268b75eb4291d5e-41c649821d3b6b5cdbf6b11ec1d89955.r57.cf2.rackcdn.com/pictures/2016/09/07/1516113.jpg

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En los 10 países con mayores índices de desescolarización, un 40% de los niños carece de acceso a una educación básica

Nueva York / 07 de septiembre de 2016 / Fuente: http://www.unicef.org/

Según ha revelado hoy UNICEF, en los 10 países con mayores índices de desescolarización en educación primaria, al menos dos de cada cinco niños (un total de 18 millones) no van a la escuela.

En Liberia se encuentra el mayor porcentaje de niños sin escolarizar, con casi dos terceras partes de niños en edad de recibir educación primaria que no van a la escuela. El segundo país de la lista es Sudán del Sur, donde el 59% de los niños se está quedando sin el derecho a una educación primaria y donde una de cada tres escuelas ha cerrado sus puertas por el conflicto.

Afganistán (46%), Sudán (45%), el Níger (38%) y Nigeria (34%) también se encuentran entre los 10 países con mayores índices de desescolarización en educación primaria, lo que demuestra con claridad que las emergencias humanitarias y las largas crisis están obligando a los niños a abandonar la escuela.

El análisis de datos de UNICEF, publicado al tiempo que millones de niños regresan a la escuela este mes, destaca el alcance de una crisis en la educación que afecta a países ya deteriorados por conflictos, largos periodos de sequías, terremotos y altas tasas de pobreza extrema.

UNICEF teme que sin educación, toda una generación de niños de los países afectados por el conflicto, los desastres naturales y la pobreza extrema crezcan sin las destrezas necesarias para colaborar con sus países y sus economías, empeorando así la situación desesperada en la que ya se encuentran millones de niños y sus familias.

De los llamamientos humanitarios, la educación sigue siendo el sector con menos financiación. En 2015, las agencias humanitarias recibieron tan solo el 31% de sus necesidades de financiación para este sector, muy por debajo del 66% de hace una década. A pesar del aumento del 126% en los requisitos educativos desde 2005, la financiación se incrementó en solo un 4%. Además, los sistemas educativos preparados para resistir crisis prolongadas no se pueden construir sobre la base de unos llamamientos a corto plazo e imprevisibles.

Durante la Cumbre Humanitaria Mundial, celebrada en mayo de 2016, se lanzó la nueva plataforma mundial “La educación no puede esperar” (Education Cannot Wait) con la intención de crear un puente entre las intervenciones humanitarias durante las crisis y el desarrollo posterior a largo plazo mediante una financiación predecible.

Aunque no se encuentra entre los 10 países con los mayores índices de desescolarización infantil, Siria acoge a 2,1 millones de niños en edad escolar (de entre cinco y 17 años) que no van a la escuela, al igual que otros 600.000 niños sirios que viven refugiados en la región adyacente.

Los datos más recientes y fiables sobre países como Somalia y Libia no se encuentran disponibles ni en fuentes administrativas ni en otras procedentes de encuestas, lo cual se debe, en parte, a los conflictos existentes.

“Para los países afectados por un conflicto, la escuela prepara a los niños con los conocimientos y las destrezas que necesitarán para reconstruir sus comunidades cuando se acabe esta crisis. A corto plazo, les proporciona una estabilidad y un orden que les ayudan a sobrellevar el trauma. Además, las escuelas también protegen a los niños de los peligros físicos y traumáticos que los rodean. Cuando un niño no va a la escuela, aumenta el peligro de que sufra abusos y explotación o de que lo recluten en grupos armados”, aseguró Jo Bourne, Jefe de Educación de UNICEF.

Fuente noticia: http://www.unicef.org/spanish/media/media_92700.html

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Liberia: Cuando ir a la escuela es un lujo

Liberia/Septiembre de 2016/UNICEF-.

  • Unicef denuncia que hay 18 millones de niños en el mundo no tienen acceso.
  • «Las escuelas protegen a los niños de los peligros físicos y traumáticos que los rodean»asegura Jo Bourne, jefe de educación de la ONG.

    Unicef alerta que hay 18 millones de niños que no tiene acceso al sistema educativo, lo que «demuestra con claridad que las emergencias humanitarias y las largas crisis están obligando a los niños a abandonar la escuela«.

    Liberia, Sudán y Afganistán encabezan el ránking de los países con mayor índice de niños sin escolarizar. En Liberia, dos terceras partes de niños en edad de recibir educación primaria no van a la escuela. EnSudán del Sur, el 59% de los niños tampoco va a clase porque no hay escuelas, mientras que en Afganistán el porcentaje de niños sin escolarizar es del 46%.

    La crisis de la educación

    El alcance de una crisis en la educación que afecta a países ya deteriorados por conflictos, largos periodos de sequías, terremotos y altas tasas de pobreza extrema.

    Unicef teme que sin educación,«toda una generación de niños de los países afectados por conflictos, desastres naturales y pobreza extrema crezca sin las destrezas necesarias para contribuir a sus países y sus economías, empeorando así la situación desesperada en la que ya se encuentran millones de niños y sus familias». La educación sigue siendo uno de los sectores que recibe menos financiación en los llamamientos humanitarios.

    La educación no puede esperar

    Durante la Cumbre Humanitaria Mundial, celebrada en el mes de mayo, informa Unicef, «se lanzó la nueva plataforma mundial ‘La educación no puede esperar’ con la intención de crear un puente entre las intervenciones humanitarias durante las crisis y el desarrollo posteriora largo plazo mediante una financiación predecible.

    “Para los países afectados por un conflicto, la escuela prepara a los niños con los conocimientos y las destrezas que necesitarán para reconstruir sus comunidades cuando se acabe esta crisis. A corto plazo, les proporciona una estabilidad y un orden que les ayuden a sobrellevar el trauma. Además, las escuelas también protegen a los niños de los peligros físicos y traumáticos que los rodean. Cuando un niño no va a la escuela, aumenta el peligro de que sufra abusos y explotación o de que lo recluten en grupos armados”, aseguró Jo Bourne, jefe de educación de Unicef.

    Fuente: http://cadenaser.com/ser/2016/09/02/sociedad/1472804035_936483.html

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Unicef denuncia que mujeres y niñas dedican 200 millones de horas cada día para recoger agua

África/1 de septiembre de 2016/ Fuente: lasexta

Las mujeres y las niñas consumen en el mundo 200 millones de horas que suponen 8,3 millones de días o más de 22.800 años sólo en ir a recoger agua.

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ha afirmado que las mujeres y niñas dedican diariamente 200 millones de horas para ir a recoger agua, en el marco de la Semana Mundial del Agua en Estocolmo. «Imagínense simplemente que 200 millones de horas son 8,3 millones de días, o más de 22.800 años», ha dicho el jefe mundial de Agua, Saneamiento e Higiene de UNICEF, Sanjay Wijesekera.

«Sería como si una mujer comenzara con su cubo vacío en la edad de piedra y no llegara a casa con el agua hasta 2016. Piensen en todo lo que el mundo ha avanzado en ese tiempo. Piensen en todo lo que podrían haber logrado las mujeres en ese tiempo», ha recalcado.

Unicef ha destacado que el coste de oportunidad de la falta de acceso al agua recae de forma desproporcionada sobre las mujeres, agregando que «cuando el agua no está en el lugar donde se vive y es preciso buscarla, son las mujeres y niñas quienes lo pagan con su tiempo y pérdida de oportunidades».

El Objetivo de Desarrollo Sostenible sobre agua y saneamiento plantea un acceso universal y equitativo al agua potable segura y asequible de cara al año 2030, consiguiendo que todo el mundo tenga, en un radio de un viaje de ida y vuelta de media hora como mucho, acceso a ella.

Sin embargo, Unicef ha apuntado que estos viajes en África subsahariana suponen una media de 33 minutos en zonas rurales y de 25 minutos en zonas urbanas. Unicef ha resaltado que para las mujeres implica consecuencias de gran alcance, recortando el tiempo que tienen disponible para dedicar a sus familias, salud infantil, otras tareas del hogar y actividades de ocio.

En el caso de los niños y niñas, la recogida del agua puede restar tiempo a su educación y a veces incluso impide por completo su asistencia al colegio. Por otra parte, la agencia de la ONU ha indicado que «cuando el agua no está disponible en el hogar, aunque se recoja de una fuente segura, el hecho de que tenga que ser transportada y almacenada incrementa el riesgo de que esté contaminada por heces en el momento en que se beba».

Fuente:http://www.lasexta.com/noticias/internacional/unicef-denuncia-que-mujeres-ninas-dedican-200-millones-horas-cada-dia-recoger-agua_2016083157c66e3b0cf29c8e1d8aa6d6.html

Imagen:fotografias.lasexta.com//clipping/cmsimages01//2016/05/03/FA9C06D1-3A9C-4923-BAF1-1AD5091D6A54/58.jpg

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La educación al rojo vivo: las escuelas de Alepo resultan dañadas tras la reanudación de los conflictos

 Asia/ ALEPO, República Árabe Siria, 30 de agosto de 2016 /Fuente y autor: UNICEF/ Basma Ourfali y Yasmine Saker

La reanudación del conflicto de Alepo ha puesto en peligro a los niños, después de que las escuelas hayan sido objeto de ataques en las últimas semanas. UNICEF construyó en 2013 una escuela intermedia para niñas que transmitió algo de calma a las niñas desplazadas del vecindario. Sin embargo, tras los fuertes bombardeos del pasado 31 de julio, las estudiantes huyeron para no volver.

– En Alepo, la vida de un niño se ha vuelto aún más peligrosa con la escalada de los ataques y el conflicto en toda la ciudad en las últimas semanas. Los niños están expuestos a un peligro aún mayor a causa de los bombardeos y el conflicto existentes en la República Árabe Siria, que han perjudicado especialmente a la educación. Las escuelas de Alepo han sido objeto de ataques y los combatientes han ocupado muchas de ellas, dejándolas destruidas o dañadas.

La escuela del vecindario 1070 transmitió algo de calma en la que suele ser la cruda realidad de 5.000 familias que viven en torres de bloques de cemento a medio construir en un asentamiento para desplazados situado en los suburbios del oeste de Alepo. Conforme las familias que escapaban del conflicto de las zonas rurales se reubicaban en los vecindarios del 1070, Tishreen y Al-Riyadeh en 2013, las escuelas existentes se vieron sobrepasadas. La escuela del 1070 se convirtió en un lugar de esperanza en el que los niños podían empezar a construir futuros nuevos.

UNICEF ha instalado un total de 130 aulas prefabricadas por toda la ciudad de Alepo como respuesta a las necesidades de educación de los niños desplazados.

Además, UNICEF construyó la nueva escuela del 1070, la única escuela intermedia para niñas del vecindario, consistente en 17 aulas prefabricadas con retrete e instalaciones de saneamiento. La escuela comenzó con 660 estudiantes, y en 2015 se instalaron 15 aulas prefabricadas adicionales. Gracias a las campañas de “Regreso a la escuela” de UNICEF al inicio de los años académicos 2014-15 y 2015-16, las matriculaciones aumentaron hasta alcanzar 2.500 estudiantes.

>>  Declaración del Director Ejecutivo de Unicef, Anthony Lake, sobre la situación de los niños de Alepo

“Una oportunidad para vivir momentos de su infancia perdida”

Hanaa Singer, Representante de UNICEF en Siria, visitó la escuela del 1070 en febrero de este año para conocer a las estudiantes y los profesores.

Imagen del UNICEF
© UNICEF Syrian Arab Republic/2016
Las balas atravesaron las paredes de las clases prefabricadas construidas por UNICEF en la escuela del 1070 de Alepo en medio de los ataques y el conflicto existentes, que han ocasionado daños en 12 escuelas de la ciudad.

“A pesar de las condiciones de vida miserables que las rodean, las niñas de esta escuela tan limpia y organizada se sentían felices y llenas de energía. La escuela les dio la oportunidad de vivir momentos de su infancia perdida”, afirmaba Singer. “Esas niñas y la pasión que sentían por la educación me inspiraron mucho. Ni siquiera las dificultades que habían vivido con sus familias tras ser desplazados por el conflicto eran un impedimento para tratar de alcanzar su sueño de recibir una educación”.

Sin embargo, las niñas también le hablaban a Singer de los peligros que tenían que afrontar solo para ir a la escuela y del miedo que les daba salir a jugar al patio de la escuela durante los descansos.

“Escuchaba incrédula a las niñas cuando me hablaban del francotirador que había cerca de allí, que parecía disfrutar al atormentar a las estudiantes apuntándolas de vez en cuando para asustarlas. Todas las niñas pedían un ‘muro’ que las protegiera y les permitiera respirar durante los descansos”, contaba Singer.

UNICEF respondió rápidamente y trabajó con la escuela para construir un muro de acero que permitiera a las estudiantes entrar a la escuela de forma segura, así como jugar y moverse por el patio. El muro se terminó de construir en unos días, y una estudiante de 16 años, Ahlam, que conoció a Singer durante su visita, tuvo una idea: “¿Por qué no lo pintamos? Se ve muy aburrido”. De modo que las estudiantes diseñaron y pintaron el muro con colores vivos y lo nombraron “el muro de la esperanza”.

Abandonar una escuela muy preciada

Con la escalada del conflicto el 31 de julio, los morteros y las bombas obligaron a las familias ya desplazadas del vecindario 1070 a volver a escapar. La directora de la escuela del 1070 relató a UNICEF lo ocurrido aquel día:

“Cuando comenzaron los ataques, las estudiantes estaban en la escuela recibiendo clases estivales de recuperación. A las 11 de la mañana escuchamos explosiones cercanas y enviamos de inmediato a las estudiantes a casa. Pensamos que sería lo de siempre y que podríamos regresar a la escuela al día siguiente. Pero nunca lo hicimos”.

El conflicto existente sigue afectando al vecindario y, mientras 35.000 personas permanecen desplazadas, otras se refugian en centros de socorro de urgencia, en casas de familias y amigos o en mezquitas, parques y calles. La escuela del 1070 ha quedado profundamente dañada. El 9 de agosto, la directora pudo hacer una breve visita a la escuela.

“Vi cristales rotos, ventanas rajadas y puertas destrozadas. Había libros esparcidos por el suelo y mezclados con restos de proyectiles y bombas. Las paredes del lado de la escuela expuesto a los francotiradores estaban llenos de agujeros de balas. Una de las clases prefabricadas estaba quemada”.

Imagen del UNICEF
© UNICEF Syrian Arab Republic/2016
Ventanas rotas en la escuela del 1070. Los ataques y el conflicto recientes han producido todos los daños.

En la escuela se estaban llevando a cabo clases estivales de recuperación para ayudar a las niñas a recuperar los años de educación perdidos como resultado del conflicto, así como actividades de ayuda psicosocial para ayudarlas a sobrellevar el trauma de la violencia que las rodea. Con las familias dispersadas y la escuela en medio de una zona de conflicto activo, todo esto ha debido detenerse. La directora de la escuela le dijo a UNICEF:

“Para mí, esta escuela es como mi casa. Fui la directora desde que abrió en 2013. Si la destruyeran por completo, yo ayudaría a reconstruirla, ladrillo a ladrillo”.

Desde el 31 de julio, 12 escuelas de Alepo han resultado dañadas por los bombardeos y el conflicto y ocho más han sido ocupadas por los combatientes. Las 20 escuelas se encuentran en los vecindarios colindantes con la escuela del 1070.

La respuesta de UNICEF

El acceso de los niños de Alepo a la educación se está viendo amenazado cuando todos los niños de la República Árabe Siria deberían estar a punto de regresar a la escuela en septiembre. UNICEF está agilizando las ayudas para Alepo y el resto del país y poniendo toda su atención en ayudar a que los 2,1 millones de niños que no van a la escuela vuelvan a estudiar. Sin embargo, ni los profesores ni los niños saben aún cuándo podrán regresar a su preciada escuela del 1070.

UNICEF está trabajando con las autoridades educativas de Alepo para garantizar que los niños desplazados no se queden atrás en su educación. Con tantas escuelas dañadas o afectadas aún por el conflicto, se están planificando alternativas. Al mismo tiempo, UNICEF está preparándose para ampliar su programa de auto aprendizaje, diseñado para ayudar a los niños a seguir aprendiendo hasta que logren regresar a la escuela.

El pasado febrero, Ahlam, de 16 años, le dijo a UNICEF: “Mis amigas y yo sabemos que si no vamos a la escuela, no tendremos un futuro”.

UNICEF ha ampliado las labores de asistencia para las 35.000 personas desplazadas por la parte oeste de la ciudad a causa del conflicto reciente. UNICEF está colaborando con las clínicas móviles para poder ofrecer servicios de salud en pediatría, nutrición y maternidad a las familias desplazadas, así como equipos móviles de ayuda psicosocial. Con sus aliados, UNICEF ha repartido ropa para los niños desplazados.

Toda la población de Alepo se enfrenta a una crisis de agua que expone a los niños y las familias a posibles brotes de enfermedades transmitidas por el agua.

Al tiempo que las escuelas resultaban dañadas a causa de la escalada del conflicto actual, ocurría lo mismo con lainfraestructura de electricidad necesaria necesaria para abastecer las estaciones que proporcionan agua al total de los dos millones de habitantes. El conflicto existente hace imposibles las reparaciones. Como respuesta, UNICEF y sus aliados han ampliado enormemente los servicios de agua de emergencia. Sin embargo, es fundamental reparar la infraestructura de electricidad, ya que el bombeo de agua es el único modo de cubrir las necesidades de los dos millones de residentes de la ciudad. Si no se restaura el sistema de bombeo de agua, los niños y las familias se verán obligados a recurrir a fuentes de agua poco seguras, exponiéndose así a posibles brotes de enfermedades transmitidas por el agua.

Fuente: http://www.unicef.org/spanish/infobycountry/syria_92554.html

Imagen: www.unicef.org/spanish/infobycountry/images/13384ibc1.jpg

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