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Siria: Los niños de Alepo, amenazados por nuevos e intensos combates y un bloqueo de la ayuda esencial

ALEPO, República Árabe Siria/ 9 de agosto de 2016/UNICEF/ Por Basma Ourfali, Yasmine Saker y Kieran Dwyer

Una nueva oleada de ataques en la ciudad siria de Alepo ha obligado a miles de niños y sus familias a huir de sus hogares. Al mismo tiempo, la parte este de la ciudad lleva un mes sin poder recibir ayuda humanitaria. UNICEF y sus aliados necesitan poder acceder urgentemente para distribuir elementos tan necesarios como suplementos nutritivos, medicinas, suministros fundamentales para la salud y agua limpia.

– Los niños de la ciudad de Alepo han tenido que enfrentarse de nuevo a amenazas terribles debido a los ataques intensos recientes y el conflicto existente en las zonas occidentales de la ciudad. Al mismo tiempo, alrededor de 120.000 niños se encuentran entre las 300.000 personas de la zona del este a las que se ha negado el acceso a la ayuda humanitaria que tanto necesitan para sobrevivir. En los últimos días, se ha registrado una escalada en la violencia y el conflicto y los niños se encuentran en el punto de mira.

El pasado domingo por la tarde, una serie de ataques mortales amenazaron a miles de familias en el frente de batalla en el que se convirtieron los barrios del “1070” y al-Riyadah, una comunidad de 25.000 personas que ya estaban desplazadas por el conflicto sirio y viven en refugios provisionales. Durante los últimos dos años, UNICEF ha trabajado intensamente con otras agencias de las Naciones Unidas y sus aliados para ayudar a esas familias desplazadas con suministros de agua, educación, ayuda psicosocial y servicios para la salud. Hacia el final de la noche, prácticamente las 25.000 personas, entre las que se encontraban unos 12.000 niños, habían escapado de los bombardeos sin nada más que lo que llevaban puesto.

Tres de esas familias son las de Saja, Fatima y Alaa; unas niñas con las que UNICEF ha trabajado muy de cerca durante meses.

Imagen del UNICEF

Fatima, de 10 años, vivía con su familia en el vecindario de al-Riyadah de Alepo, y estaba matriculada en uno de los programas de aprendizaje acelerado de UNICEF. Escapó del conflicto el domingo junto a su familia, y de momento se están alojando con otros familiares.
“Es muy difícil”, admitió. “Pero, ¿qué le vamos a hacer?”Saja, de 12 años, perdió a sus cuatro mejores amigos en un ataque con bomba hace más de dos años. También perdió una pierna durante el ataque, así como su sueño de llegar a ser gimnasta. Cuando conocimos por primera vez a Saja hace unos seis meses, nos inspiró su valentía y su resiliencia. A pesar de haber perdido una pierna, Saja estaba decidida a seguir realizando a diario el largo camino hacia la escuela para continuar con su educación.

El domingo por la noche, Saja se dio tanta prisa para escapar de los bombardeos y el conflicto que se fue descalza. Ahora su familia está tratando de encontrar un refugio temporal.

Fatima, de 10 años ya había dejado la escuela cuando la conocimos por primera vez a principios de este año mientras recogía agua para su familia y llevaba un bidón que pesaba demasiado para su cuerpo, todavía en desarrollo. Fatima estaba ilusionada por volver a estudiar, y con algo de ayuda se matriculó en uno de los programas de aprendizaje acelerado de UNICEF, donde hizo nuevos amigos.

El domingo, Fatima y su familia huyeron del conflicto dejándolo todo atrás. Ahora se están quedando en la casa de un familiar. Su hermano de 15 años intentó regresar a su casa del refugio de al-Riyadah para recoger algunas de sus pertenencias, pero los bombardeos y los disparos de los francotiradores se lo impidieron.

Alaa, de nueve años, llevaba tres años desplazada antes de llegar al edificio de apartamentos sin terminar hace dos años. La conocimos mientras ella y sus dos hermanos hacían el trayecto para recoger agua para la familia. Alaa siempre se llevaba un cubo de sobra para recoger agua para su muñeca, para poder bañarla y lavarle la ropa. Cuando estalló el conflicto, la niña corrió para salvar su vida y lo dejó todo atrás. Ahora la familia se ha alojado con unos familiares que tienen 10 hijos y viven repartidos en dos habitaciones.

La madre de Alaa nos contó el miedo que pasaron cuando debieron correr para escapar. “Saltamos a los camiones como si fuéramos ganado, como una manada migrando”, explicó.

Unas 2.000 familias se han reunido en tres centros nuevos establecidos por un comité coordinador local y con la ayuda de UNICEF y sus aliados. Unas cocinas colectivas dan de comer a 10.000 personas en los centros. UNICEF envía camiones con agua potable a los tres centros y se coordina con el comité local y los aliados para organizar otras formas de asistencia para los centros.

Durante los ataques, una estación de transmisión de electricidad sufrió unos daños que provocaron cortes en el bombeo de agua de esta ciudad de dos millones de personas. El conflicto existente hace imposible la reparación y, mientras tanto, los residentes dependen de sistemas alternativos construidos por UNICEF y nuestros aliados: 70 pozos para proporcionar un suministro de refuerzo sostenible, además de 100 tanques de almacenamiento de agua recientemente lavados y desinfectados.

Al mismo tiempo, unas 300.000 personas del este de la ciudad llevan desde principios de julio con el acceso bloqueado a suministros y asistencia humanitaria. UNICEF y sus aliados necesitan poder acceder urgentemente para distribuir suplementos nutritivos, medicinas, suministros fundamentales para la salud y agua limpia. El sistema de la salud de la parte bloqueada, al este de la ciudad, ha quedado especialmente devastado después de que los ataques alcanzaran cuatro hospitales. Al este de la ciudad quedan solo 30 doctores para asistir a una población de 300.000.

La ciudad de Alepo es uno de los lugares más peligrosos del mundo para un niño. Proteger a todos los niños de Alepo es más urgente que nunca mientras Saja, Fatima y Alaa (y otros miles de niños de Alepo en su situación) intentan sobrevivir a esta última crisis.

Fuente: http://www.unicef.org/spanish/infobycountry/syria_92050.html

Imagen: http://www.unicef.org/spanish/infobycountry/images/13363ibc1.jpg

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Ewan McGregor, Embajador de UNICEF, visita niñas y niños refugiados y desplazados en campo de batalla en Irak

Irak/05 de agosto de 2016/www.unicef.org

Ewan McGregor, Embajador de Buena Voluntad de UNICEF, viajó la semana pasada al norte de Irak para ser testigo de cómo los conflictos que azotan a Irak y a Siria han sido devastadores para las vidas de niños y niñas en la región. Decenas de miles de niños han sido asesinados, heridos, separados de sus padres y madres, obligados a trabajar, torturados y reclutados para luchar.

Durante su visita, McGregor viajó a Debaga, campo en el que se reunió con las familias que han escapado de la violencia brutal que está teniendo lugar en zonas aledañas a Mosul, en el norte del país. Además, pasó tiempo con los refugiados sirios y las familias iraquíes desplazadas que se encuentran en campamentos y comunidades alrededor de Erbil.

La situación de los niños y niñas en Irak es cada vez más desesperada. Alrededor de 3,6 millones de niños -uno de cada cinco- están en grave peligro de muerte, lesiones, violencia sexual, secuestro y reclutamiento por parte de grupos armados. Muchos están siendo separados de sus familias y obligados a huir solos, a menudo haciendo viajes peligrosos y cayendo en manos de traficantes.

«Las niñas y niños desplazados por el conflicto pueden encontrarse solos, sin familia y en grave peligro. Ningún niño debería estar solo. Muchos de los niños que he conocido en Irak se han visto forzados a abandonar sus hogares, arriesgando su vida en una travesía peligrosa, y han sido expuestos a horrores inimaginables», dijo el embajador de UNICEF Ewan McGregor.

«El mundo se enfrenta a una crisis de refugiados sin precedentes y debemos hacer más para proteger al descomunal número de niños y niñas que han sido alejados de sus hogares a causa del conflicto y la violencia.»

«Una chica que conocí llamada Mirna me contó que su familia duerme desde hace más de un año en un centro comercial a medio construir y en desuso. La comunidad ha donado alimentos, ropa y suministros para su familia y realmente se unieron para acoger a las personas desplazadas. Este acto de humanidad debe ser replicado en todas partes, especialmente en nuestras propias puertas. Depende de nosotros decir a nuestros amigos, nuestros vecinos y nuestros gobiernos que los refugiados son bienvenidos».

En septiembre de este año, los líderes mundiales se reunirán para discutir la crisis mundial de refugiados en dos cumbres cruciales en Nueva York. UNICEF hace un llamado a los líderes para que muestren fortaleza y sean compasivos y valientes en los compromisos que asuman en la protección de los niños y niñas en movimiento.

McGregor fue testigo del trabajo de UNICEF para brindar a las familias que huyen de la zona de Mosul comida y agua, así como los servicios de protección para la infancia y la atención sanitaria necesaria para salvar vidas. Muchas de las personas que conoció y que previamente habían sido atrapadas, no habían tenido acceso a servicios sanitarios, educativos o servicios básicos desde hace más de dos años.

UNICEF trabaja para proteger a los niños y niñas en todo Irak y Siria, entregando alimentos vitales, agua potable y vacunas, y proporcionando educación y apoyo psicológico. Sin embargo la ayuda humanitaria no puede seguir el ritmo para cubrir las tremendas necesidades de los niños y las niñas en la región.

Tomado de: http://www.unicef.org/mexico/spanish/noticias_33797.htm
Imagen: https://www.google.com/search?q=Ewan+McGregor,+Embajador+de+UNICEF,+visita+ni%C3%B1as+y+ni%C3%B1os+refugiados+y+desplazados+en+campo+de+batalla+en+Irak&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwjOw7re1KXOAhUK6CYKHQlyDlUQ_AUICCgB&biw=1366&bih=623#tbm=isch&q=Ewan+McGregor%2C+Embajador+de+UNICEF%2C+&imgrc=ZKK1oYO-_tutZM%3A

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UNICEF: Se pide a los aficionados de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos a que ayuden a proteger a los niños

UNICEF inició hoy una iniciativa deportiva mundial para incorporar al público en general en su trabajo en favor de los niños. Los amantes del deporte de todo el mundo pueden participar gratuitamente en las acciones de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos integrando el Team UNICEF Get Active for Children, un mecanismo que genera una donación empresarial de R$5 cada vez que los participantes recorren 5km a pie o en silla de ruedas.

Los usuarios también pueden acumular puntos por hacer ejercicio y realizar otras actividades como rellenar un cuestionario en la plataforma del Team UNICEF. El participante con el mayor número de puntos ganará un viaje para ser testigo de primera mano de la labor de UNICEF en Brasil (no se incluyen viajes internacionales).

“Queremos que todo el mundo desarrolle un espíritu deportivo y Se mantenga activo en favor de los niños para ayudar a recaudar fondos vitales que contribuirán a la labor de UNICEF en favor de los niños más vulnerables del mundo”, dijo el representante de UNICEF en Brasil, Gary Stahl.

Las estimaciones sugieren que 30 niños y adolescentes son asesinados cada día en Brasil. Más de uno de cada tres adolescentes muertos en el país se debe a un asesinato, en comparación con una de cada 20 muertes causadas por homicidios entre la población general. Para los niños más vulnerables de Brasil, la exposición a la violencia y la explotación es común. Los grandes eventos deportivos pueden aumentar el riesgo de estos niños a sufrir atrocidades, incluyendo el abuso sexual y el trabajo infantil.

Para ayudar a prevenir y responder a la violencia contra los niños durante los Juegos Olímpicos y los Juegos Paralímpicos, UNICEF también ha lanzado una nueva versión de Proteja Brasil, una aplicación que permite a los testigos y a las víctimas denunciar a las autoridades los actos de violencia, abuso y explotación. Se pueden presentar informes anónimamente sobre la hora, el lugar y las circunstancias del crimen.

“La violencia, el abuso, la discriminación y la explotación son una dura realidad para muchos niños”, dijo Stahl. “Proteja Brasil ofrece a la gente corriente la oportunidad de asumir el problema y tomar medidas para ayudar a abordar las violaciones contra los derechos del niño y ofrecerles la ayuda que necesitan tan desesperadamente”.

El Team UNICEF Get Active for Children fue creado por UNICEF y Ogilvy, y recibe el apoyo del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y Save the Dream.

Fuente: http://www.unicef.org/spanish/media/media_92054.html

Imagen: https://smsprio2016-a.akamaihd.net/news/t6keT6/img_6655.jpg

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En todo el mundo, 77 millones de recién nacidos no reciben leche materna en su primera hora de vida

Unicef/unicef.org / 3 de Agosto de 2016.

Retrasar la lactancia materna incrementa el riesgo de mortalidad de los recién nacidos hasta un 80%

 

NUEVA YORK, 29 de julio de 2016 – Alrededor de 77 millones de recién nacidos –o 1 de cada 2– no reciben leche materna en la primera hora que transcurre después de su nacimiento, y esto les priva de los nutrientes, los anticuerpos y el contacto con la piel de sus madres que son esenciales para protegerlos de las enfermedades y de la muerte, dijo UNICEF.

“Hacer que los bebés esperen demasiado tiempo para tener el primer contacto fundamental con su madre fuera del útero disminuye las posibilidades del recién nacido de sobrevivir, limita la producción de leche y reduce las posibilidades de la lactancia materna exclusiva”, dijo Francia Bégin, asesora superior de nutrición de UNICEF. “Si se alimentara a todos los bebés solo con leche materna desde el momento en que nacen hasta los seis meses de edad, se salvarían más de 800.000 vidas cada año”.

Los progresos para lograr un aumento en el número de recién nacidos alimentados con leche materna en la primera hora de vida han sido lentos en los últimos 15 años, según indican los datos de UNICEF. En África subsahariana, por ejemplo, donde las tasas de mortalidad de menores de cinco años son las más altas de todo el mundo, las tasas de lactancia materna temprana aumentaron solamente 10 puntos porcentuales desde 2000 en África oriental y meridional, y han permanecido sin cambios en África occidental y central.

Incluso en Asia meridional, donde las tasas de iniciación temprana de la lactancia materna se triplicaron en 15 años –del 16% en 2000 al 45% en 2015– el aumento dista de ser suficiente: 21 millones de recién nacidos todavía tienen que esperar demasiado tiempo antes recibir la leche materna.

Cuanto más se retrasa la lactancia, mayor es el riesgo de morir en el primer mes de vida. Retrasar la lactancia materna de 2 a 23 horas después del nacimiento aumenta el riesgo de morir en los primeros 28 días de vida en un 40%. Retrasarla por 24 horas o más incrementa este riesgo hasta un 80%.

“La leche materna es la primera vacuna del bebé, la primera y mejor protección que tiene contra la enfermedad y los trastornos”, dijo Francia Bégin. “Debido a que casi la mitad de las muertes de niños menores de cinco años son de recién nacidos, la lactancia temprana puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte”.

Los análisis de UNICEF muestran que las mujeres no están recibiendo la ayuda que necesitan para iniciar la lactancia inmediatamente después del nacimiento incluso en aquellos casos en que un médico, una enfermera o una partera presta asistencia durante el parto. En Oriente Medio, África septentrional y Asia meridional, por ejemplo, las mujeres que dan a luz con una partera cualificada presente tienen menos posibilidades de iniciar la lactancia materna en la primera hora de vida en comparación con las mujeres que dan a luz con parteras no cualificadas o con familiares.

La alimentación de los bebés con otros líquidos o alimentos es otro motivo por el que se retrasa la lactancia temprana. En muchos países es costumbre alimentar al bebé con fórmula para lactantes, leche de vaca o agua con azúcar en los tres primeros días de vida. Casi la mitad de todos los recién nacidos son alimentados con estos líquidos. Cuando los bebés reciben alternativas menos nutritivas que la leche materna, amamantan con menos frecuencia, haciendo que sea más difícil para las madres iniciar y continuar la lactancia materna.

A nivel mundial, sólo el 43% de los bebés menores de seis meses son amamantados de manera exclusiva. Los bebés que no reciben leche materna en absoluto tienen 14 veces más probabilidades de morir que aquellos que se alimentan sólo con leche materna.

Cualquier cantidad de leche materna reduce el riesgo de morir del niño. Los bebés que no reciben nada de leche materna tienen siete veces más posibilidades de morir a causa de infecciones que aquellos que recibieron por lo menos algo de leche materna durante sus seis primeros meses de vida.

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Nota a los editores

 La Semana Mundial de la Lactancia Materna se celebra anualmente del 1 al 7 de agosto en más de 170 países para fomentar la lactancia materna y mejorar la nutrición infantil en el mundo.

Fuente: http://www.unicef.org/venezuela/spanish/media_33753.htm

 

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El coraje de los niños sirios para estudiar brinda esperanza a una cruda realidad

Por Shushan Mebrahtu

En toda la República Árabe Siria, los niños están poniendo sus vidas en peligro para presentarse a los exámenes finales de la escuela. A continuación, conocerá la historia de seis niños que han debido atravesar zonas de conflicto para continuar su educación, con la esperanza de construir un futuro mejor para su país.

DAMASCO, República Árabe Siria, 25 de julio de 2016 – ¿Qué harías si la única forma de presentarte a los exámenes del instituto fuese realizar un trayecto de 13 horas atravesando innumerables controles fronterizos atendidos por combatientes fuertemente armados? ¿Cómo te sentirías si 12 años de duro esfuerzo para obtener un diploma fuesen en vano por culpa de una guerra aparentemente interminable?

Estas son algunas de las crudas situaciones que afrontan hoy en día los estudiantes sirios.

“El viaje era muy caro”, cuenta Hadi*, un niño de noveno curso que emprendió un peligroso viaje de 13 horas desde su casa, en el Alepo rural, atravesando zonas de conflicto para llegar a un centro de examen en la ciudad de Alepo. “Mi familia tuvo que pagar 15.000 libras sirias (unos 35 dólares) para atravesar las zonas de conflicto”.

Hadi no pudo llegar a Alepo en su primer intento porque la carretera estaba cortada por un enfrentamiento. Sin embargo, su determinación para presentarse a los exámenes le llevó a seguir intentándolo y decidió tomar una ruta distinta, mucho más larga. En momentos de paz, habría tardado cuatro horas en realizar ese trayecto; sin embargo, en esta ocasión tuvo que hacer tres intentos hasta que logró llegar.

En mayo y junio de este año, 10.530 estudiantes sirios de noveno y duodécimo curso tomaron la difícil decisión de arriesgarse a cruzar zonas activas de conflicto para llegar a los centros examinadores y presentarse a los exámenes nacionales anuales. UNICEF ayudó a los estudiantes que venían de zonas remotas y asediadas proporcionándoles becas educativas, alojamientos seguros, colchones, pastillas de jabón y otros suministros higiénicos, además de clases de repaso para preparar los exámenes.

Cada estudiante vivió un peligro distinto durante su viaje. Algunos tuvieron que enfrentarse, o evitar, a los grupos armados que no querían que los niños acudieran a los exámenes. La mayoría de ellos viajó por carreteras peligrosas y afectadas por el conflicto en las que debían hacer frente a innumerables controles fronterizos donde hombres armados les cuestionaban constantemente. Muchos tuvieron que tomar dinero prestado de sus familiares para cubrir los gastos del viaje, que en numerosas ocasiones comenzaba semanas e incluso meses antes del periodo de exámenes. Los niños y niñas de las zonas afectadas por conflictos necesitaron mucho valor para insistir en su derecho a una educación.

Obstáculos para la educación

Hoy en día, en la República Árabe Siria, decisiones habituales como la de enviar o no a un niño a la escuela o a un parque suelen convertirse en cuestiones trágicas de vida o muerte, ya que las escuelas y los parques siguen siendo objetivos del conflicto. Desde que comenzó la guerra hace más de cinco años, UNICEF ha confirmado más de 4.000 ataques a escuelas. Una cuarta parte de todas las escuelas ha dejado de funcionar debido a que han quedado dañadas o destruidas, o están siendo utilizadas como refugio para acoger a las familias que escapan de la violencia. El sector educativo de Siria ha perdido a más de 52.000 profesores. El país ha perdido dos décadas de progreso educativo.

Más de dos millones de niños sirios se han visto obligados a abandonar los estudios por el desplazamiento ocasionado por el conflicto, la destrucción o el cierre de las escuelas y la falta de profesores. El conflicto también está forzando a que los niños dejen la escuela por otros motivos: cuando sus padres mueren asesinados en los enfrentamientos, cuando los separan de su familia, cuando los obligan a trabajar para ayudar a sus familias y cuando se obliga a las niñas a casarse siendo aún muy jóvenes. Además, son a menudo los padres quienes toman esas decisiones con la esperanza de que les ayuden a mantenerse a salvo de la violencia.

Cada estudiante tiene su propia historia de dificultades

Todos los estudiantes que superaron esos peligrosos obstáculos cuentan con historias de pasión por el aprendizaje y la educación, así como una determinación colectiva para presentarse a los exámenes, obtener sus diplomas y contribuir a crear un futuro mejor para Siria.

Hadi, de 14 años, tuvo que dejar la escuela antes del noveno curso para trabajar y poder ayudar a su familia. “Durante los últimos años, he estado estudiando y preparando los exámenes al mismo tiempo”, explicó. “Todo lo que tenía para estudiar eran libros de autoaprendizaje”.

Otros como Ghadeer*, de Raqqa, se vieron forzadas a casarse porque no había otra opción en los tiempos difíciles de la guerra. “Para una niña como yo era difícil estudiar en mi ciudad”, dijo Ghadeer. “Perdí tres años de escuela, así que decidí dejarla y casarme para poder cuidar de mi familia”.

“Tuve que esperar cuatro años para presentarme a los exámenes”, contaba Fatima*, que ahora tiene 21 años. Junto con Ghadeer, logró llegar hasta el centro examinador de la vecina Hasakah. “Durante esos cuatro años estudié mucho, pero solo para enterarme de que habían cancelado los exámenes en mi ciudad. Sentí que todo mi esfuerzo se esfumaba”.

Batoul*, de Idlib, explicó las amenazas que hay en su ciudad contra la educación. “Dejé de ir a la escuela durante un mes porque tenía miedo por mí y por mi padre”. Cuando los grupos armados impusieron controles nuevos a la educación de su zona, las escuelas se cerraron y se introdujeron cambios en los planes oficiales de estudios. Pero Batoul no es la única de su familia que ha debido enfrentarse a estos obstáculos. Nos contó que su padre y su madre, profesores los dos, reciben amenazas constantes. Batoul y su madre hicieron el peligroso viaje desde Idlib hasta Hama en mayo para que ella se presentara a los exámenes de noveno curso.

Otros, como Ahmad*, están decididos a seguir estudiando a pesar de vivir bajo el asedio y los bombardeos constantes. Nos explicó que, a veces, los niños tienen demasiada hambre como para poder concentrarse y estudiar.

“Estudiábamos bajo el asedio y pasábamos mucha hambre. Solíamos estudiar durante el día porque no había ni electricidad ni tan siquiera velas que nos permitieran leer por la noche”, explicaba esta niña de 19 años que se preparó para los exámenes del duodécimo curso en unas circunstancias muy difíciles.

“Muchos de mis amigos se mareaban porque no tenían nada para comer y carecían de las proteínas necesarias para poder superar la jornada escolar. Un día, vi desmayarse a mi profesor de matemáticas porque no tenía nada para comer, pero aun así seguía yendo a la escuela para educarnos”.

“Suspendí los exámenes de noveno curso el año pasado”, contaba Mazen*, también del Damasco rural. “Había muchos conflictos y me resultaba difícil estudiar. La escuela empezaba temprano cada día, a las cinco de la mañana, pero solo duraba tres horas por los bombardeos”.

“Tomaba prestados apuntes y libros de otros estudiantes para prepararme los exámenes”, explicaba Ghadeer, que estaba embarazada cuando decidió regresar a la escuela.

Ghadeer viajó desde Raqqa hasta Hasakah con su niña, una bebé de cinco meses, y su abuela, que se ofreció a ayudarla a cuidar de la niña para que su nieta pudiese continuar su educación.

“Me hace muy feliz poder dar a mi nieta la oportunidad de terminar sus exámenes”, aseguraba la abuela de Ghadeer, que no sabe leer ni escribir.

“Estas niñas deberían tener un futuro mejor que el nuestro, y esto solo puede conseguirse con la educación”, añadió.

Hadi, Ghadeer, Fatima, Batoul, Ahmad y Mazen son solo unos cuantos del total de 7,5 millones de niños de la República Árabe Siria que siguen intentando sobrevivir y mantener vivos sus sueños a pesar del conflicto mortal que les rodea. Para ellos, la educación es la esperanza de un futuro mejor.

“Para nosotros, la educación es un arma para lograr un futuro mejor”

Para finales de junio, más de 10.000 niños ya habían realizado esos peligrosos viajes y completado sus exámenes, y estaban preparándose para regresar a casa por las zonas de conflicto. Muchos regresaron con sus diplomas y con el orgullo de saber que habían alcanzado lo que habían soñado durante tanto tiempo, y planeaban ya sus estudios futuros. Todos hicieron nuevos amigos con los que pudieron compartir su inspiración.

“Me gustaría enviar un mensaje a los niños de todo el mundo”, decía Batoul mientras se preparaba para regresar a casa con sus padres, los profesores. “La educación es un arma para nosotros. Solo podremos acabar con el sufrimiento de esta guerra si seguimos estudiando”.

El mensaje de todos los niños sirios es alto y claro: Quieren una educación ahora. Se lo debemos por su coraje y su determinación para perseguir su sueño de construir este futuro mejor.

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Desde que comenzó la crisis, UNICEF ha realizado las siguientes inversiones para ayudar a los niños a continuar su aprendizaje: ha proporcionado libros de texto y material escolar a más de 2,8 millones de niños; ha rehabilitado más de 440 escuelas y ha construido más de 600 clases prefabricadas para ofrecer un mayor número de espacios de aprendizaje de mejor calidad.

Este año, UNICEF ha lanzado programas innovadores de aprendizaje para reducir el número de niños sin escolarizar. El autoaprendizaje proporciona recursos educativos para los niños que, físicamente, no pueden ir a la escuela. Los libros de texto diseñados para promover el autoaprendizaje permiten a los niños estudiar en casa con la ayuda de su familia o en espacios comunitarios de aprendizaje asistidos por voluntarios. A finales del año académico, los niños pueden registrarse y presentarse a los exámenes certificadores en cualquier escuela pública.

Para todos aquellos que pueden asistir a clases de educación formal pero se ven atrasados con respecto a sus compañeros existe un segundo programa, conocido como Plan de estudios B, que ofrece aprendizaje acelerado para ponerse al día y lograr reintegrarse en escuelas formales.

*Los nombres se han cambiado para proteger sus identidades

Fuente: http://www.unicef.org/spanish/infobycountry/syria_92020.html

Imagen: http://4.bp.blogspot.com/-mzV-W51ZuGQ/VhvVhX9ys8I/AAAAAAAADnw/X_xgKvDunwc/s1600/ni%25C3%25B1os%2Bsirios%2Brefugiados.jpg

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UNICEF: Madres deben darle pecho a sus bebés rápidamente

España/ Agosto  2016/ UNICEF

La UNICEF exhortó a las madres del mundo a dar pecho a sus bebés a la hora después de parir, afirmando que la leche materna «es la primera vacuna» de los bebés. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia calcula que unos 77 millones de recién nacidos — aproximadamente uno de cada dos — no son amamantados en la primera hora después del parto, lo que les priva de importantes nutrientes, anticuerpos y contacto físico con la madre.

La UNICEF declaró el viernes que los recién nacidos comprenden casi la mitad de todas las muertes de pequeños menores de 5 años a nivel mundial, y que darle pecho a los bebés en sus primeros seis meses de vida salvaría unas 800.000 vidas anuales. Fadela Chaib, portavoz de la Organización Mundial de la Salud, criticó a quienes dicen que la fórmula para bebés tiene los mismos beneficios que la leche materna, afirmando: «Eso es mentira. No son lo mismo».

Fuente: http://www.20minutos.com/noticia/55563/0/unicef-madres-deben-darle-pecho-a-sus-bebes-rapidamente/#xtor=AD-1&xts=513357

Fuente de la Imagen: http://peru.com/mujeres/soy-mama/maternidad-mujeres-madres-embarazo-amamantar-noticia-466435

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De regreso en la escuela tras luchar en el conflicto de Yemen

Yemen/28 de julio de 2016/Fuente: UNICEF

En mayo de 2015, durante la escalada de las hostilidades en Yemen, Ahmed, de 16 años, fue reclutado a la fuerza para luchar en uno de los bandos del conflicto. Después de unos meses en el frente de batalla, se escapó y regresó a casa. Ahora ha reanudado sus estudios y se está esforzando mucho para ponerse al día con todo lo que ha perdido.

ADÉN, Yemen, – La habitación estaba en silencio, con la única iluminación de una lámpara recargable colocada en una esquina gracias a la cual Ahmed*, de 16 años, leía sus libros. Desde que en marzo de 2015 Yemen se sumió en un brutal conflicto, la electricidad ha sufrido graves daños en todo el país, incluido el distrito de Crater, en la provincia de Adén, al sur del país, donde vive Ahmed.

Ahmed estaba sentado tranquilamente, inclinado para leer sus libros. Estaba estudiando para los exámenes de fin de curso. Su madre le compró una lámpara recargable para ayudarlo a ponerse al día con la escuela y recuperar el tiempo perdido durante el conflicto. Ahmed aseguró estar convencido de querer continuar sus estudios.

>> Aquí puede leer el informe de UNICEF: Niños al borde del abismo

Esquivando balas

El conflicto fue una amenaza no solo para su educación, sino también para su vida. Ahmed nos contó que una noche de mayo de 2015, cuando el conflicto se intensificó en Adén, un grupo de hombres jóvenes llamó a su puerta. Cuando la abrió, le lanzaron una pistola y le dijeron que actuara como un hombre y los siguiera. Confuso y enfadado, no tuvo otra elección , ya que carecía de poder alguno en ese momento. En lugar de estar en la escuela, se encontró a sí mismo esquivando balas y combatiendo en una guerra de la que no era responsable.

Hasta ahora, Ahmed no se acordaba (o no quería acordarse) de las horribles situaciones que presenció durante el conflicto. El sonido de armas muy potentes, las balas pasando a su alrededor y largos viajes con el estómago vacío son solo algunas de las terribles experiencias de las que habla con reticencia.

Imagen del UNICEF
© UNICEF Yemen/2016/Rasheed
Niños de la escuela de Manssorah, en Adén, siete meses después de que esta reabriera sus puertas tras el cierre por el conflicto.

Regreso a la escuela

En todo este tiempo, Ahmed nunca ha renunciado al sueño de retomar su vida normal y regresar a la escuela. En diciembre del año pasado, logró escaparse del campamento militar y volvió con su familia. Recuerda que, cuando iba de camino a casa, vio a otros niños que aún siguen con los combatientes.

“Me encontré con varios controles de seguridad atendidos por niños flacos de mi edad y más jóvenes, todos cargados con armas que pesaban más que ellos”, aseguró. “Vi el miedo en sus ojos. Sé muy bien lo que es el miedo y cómo te hace sentir”.

Sus padres lo han apoyado mucho. Lo recibieron en casa con los brazos abiertos y lo están ayudando con su educación.

La madre de Ahmed contó que, cuando reclutaron a su hijo y durante el periodo en que estuvo allí, ella lloraba y rezaba por que regresara. Ahora que ha vuelto a casa, ella hará todo lo posible por ayudarlo a seguir con sus estudios y alcanzar sus sueños.

Orgulloso de mostrar las notas que sacaba antes en la escuela, Ahmed demostró que, hasta ahora, le está yendo bien. Uno de sus profesores, que se identificó como Adel, confirmó que Ahmed está progresando muy bien en su clase. Adel aseguró estar orgulloso de tener a Ahmed de nuevo en la escuela y lo describió como un “estudiante muy trabajador y educado”.

Ahora, asentado de nuevo en su hogar, Ahmed no puede ni imaginarse tener que volver al conflicto. “Debemos decir no a la guerra”, afirmó. “Ya hemos tenido suficiente”.

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Desde la escalada del conflicto de Yemen en marzo de 2015, las Naciones Unidas han registrado y confirmado que hay más de 1.000 niños reclutados por los bandos del conflicto. UNICEF está trabajando con el Ministerio de Educación para rehabilitar las escuelas y proporcionar materiales de aprendizaje y enseñanza por todo el país, de modo que los niños puedan retomar y continuar su escolarización.

>  Aquí puede saber más sobre las necesidades humanitarias de los niños de Yemen

Fuente: http://www.unicef.org/spanish/infobycountry/yemen_92016.html

Imagen: http://www.unicef.org/spanish/infobycountry/images/13356ibc1.jpg

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