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El coraje de los niños sirios para estudiar brinda esperanza a una cruda realidad

Por Shushan Mebrahtu

En toda la República Árabe Siria, los niños están poniendo sus vidas en peligro para presentarse a los exámenes finales de la escuela. A continuación, conocerá la historia de seis niños que han debido atravesar zonas de conflicto para continuar su educación, con la esperanza de construir un futuro mejor para su país.

DAMASCO, República Árabe Siria, 25 de julio de 2016 – ¿Qué harías si la única forma de presentarte a los exámenes del instituto fuese realizar un trayecto de 13 horas atravesando innumerables controles fronterizos atendidos por combatientes fuertemente armados? ¿Cómo te sentirías si 12 años de duro esfuerzo para obtener un diploma fuesen en vano por culpa de una guerra aparentemente interminable?

Estas son algunas de las crudas situaciones que afrontan hoy en día los estudiantes sirios.

“El viaje era muy caro”, cuenta Hadi*, un niño de noveno curso que emprendió un peligroso viaje de 13 horas desde su casa, en el Alepo rural, atravesando zonas de conflicto para llegar a un centro de examen en la ciudad de Alepo. “Mi familia tuvo que pagar 15.000 libras sirias (unos 35 dólares) para atravesar las zonas de conflicto”.

Hadi no pudo llegar a Alepo en su primer intento porque la carretera estaba cortada por un enfrentamiento. Sin embargo, su determinación para presentarse a los exámenes le llevó a seguir intentándolo y decidió tomar una ruta distinta, mucho más larga. En momentos de paz, habría tardado cuatro horas en realizar ese trayecto; sin embargo, en esta ocasión tuvo que hacer tres intentos hasta que logró llegar.

En mayo y junio de este año, 10.530 estudiantes sirios de noveno y duodécimo curso tomaron la difícil decisión de arriesgarse a cruzar zonas activas de conflicto para llegar a los centros examinadores y presentarse a los exámenes nacionales anuales. UNICEF ayudó a los estudiantes que venían de zonas remotas y asediadas proporcionándoles becas educativas, alojamientos seguros, colchones, pastillas de jabón y otros suministros higiénicos, además de clases de repaso para preparar los exámenes.

Cada estudiante vivió un peligro distinto durante su viaje. Algunos tuvieron que enfrentarse, o evitar, a los grupos armados que no querían que los niños acudieran a los exámenes. La mayoría de ellos viajó por carreteras peligrosas y afectadas por el conflicto en las que debían hacer frente a innumerables controles fronterizos donde hombres armados les cuestionaban constantemente. Muchos tuvieron que tomar dinero prestado de sus familiares para cubrir los gastos del viaje, que en numerosas ocasiones comenzaba semanas e incluso meses antes del periodo de exámenes. Los niños y niñas de las zonas afectadas por conflictos necesitaron mucho valor para insistir en su derecho a una educación.

Obstáculos para la educación

Hoy en día, en la República Árabe Siria, decisiones habituales como la de enviar o no a un niño a la escuela o a un parque suelen convertirse en cuestiones trágicas de vida o muerte, ya que las escuelas y los parques siguen siendo objetivos del conflicto. Desde que comenzó la guerra hace más de cinco años, UNICEF ha confirmado más de 4.000 ataques a escuelas. Una cuarta parte de todas las escuelas ha dejado de funcionar debido a que han quedado dañadas o destruidas, o están siendo utilizadas como refugio para acoger a las familias que escapan de la violencia. El sector educativo de Siria ha perdido a más de 52.000 profesores. El país ha perdido dos décadas de progreso educativo.

Más de dos millones de niños sirios se han visto obligados a abandonar los estudios por el desplazamiento ocasionado por el conflicto, la destrucción o el cierre de las escuelas y la falta de profesores. El conflicto también está forzando a que los niños dejen la escuela por otros motivos: cuando sus padres mueren asesinados en los enfrentamientos, cuando los separan de su familia, cuando los obligan a trabajar para ayudar a sus familias y cuando se obliga a las niñas a casarse siendo aún muy jóvenes. Además, son a menudo los padres quienes toman esas decisiones con la esperanza de que les ayuden a mantenerse a salvo de la violencia.

Cada estudiante tiene su propia historia de dificultades

Todos los estudiantes que superaron esos peligrosos obstáculos cuentan con historias de pasión por el aprendizaje y la educación, así como una determinación colectiva para presentarse a los exámenes, obtener sus diplomas y contribuir a crear un futuro mejor para Siria.

Hadi, de 14 años, tuvo que dejar la escuela antes del noveno curso para trabajar y poder ayudar a su familia. “Durante los últimos años, he estado estudiando y preparando los exámenes al mismo tiempo”, explicó. “Todo lo que tenía para estudiar eran libros de autoaprendizaje”.

Otros como Ghadeer*, de Raqqa, se vieron forzadas a casarse porque no había otra opción en los tiempos difíciles de la guerra. “Para una niña como yo era difícil estudiar en mi ciudad”, dijo Ghadeer. “Perdí tres años de escuela, así que decidí dejarla y casarme para poder cuidar de mi familia”.

“Tuve que esperar cuatro años para presentarme a los exámenes”, contaba Fatima*, que ahora tiene 21 años. Junto con Ghadeer, logró llegar hasta el centro examinador de la vecina Hasakah. “Durante esos cuatro años estudié mucho, pero solo para enterarme de que habían cancelado los exámenes en mi ciudad. Sentí que todo mi esfuerzo se esfumaba”.

Batoul*, de Idlib, explicó las amenazas que hay en su ciudad contra la educación. “Dejé de ir a la escuela durante un mes porque tenía miedo por mí y por mi padre”. Cuando los grupos armados impusieron controles nuevos a la educación de su zona, las escuelas se cerraron y se introdujeron cambios en los planes oficiales de estudios. Pero Batoul no es la única de su familia que ha debido enfrentarse a estos obstáculos. Nos contó que su padre y su madre, profesores los dos, reciben amenazas constantes. Batoul y su madre hicieron el peligroso viaje desde Idlib hasta Hama en mayo para que ella se presentara a los exámenes de noveno curso.

Otros, como Ahmad*, están decididos a seguir estudiando a pesar de vivir bajo el asedio y los bombardeos constantes. Nos explicó que, a veces, los niños tienen demasiada hambre como para poder concentrarse y estudiar.

“Estudiábamos bajo el asedio y pasábamos mucha hambre. Solíamos estudiar durante el día porque no había ni electricidad ni tan siquiera velas que nos permitieran leer por la noche”, explicaba esta niña de 19 años que se preparó para los exámenes del duodécimo curso en unas circunstancias muy difíciles.

“Muchos de mis amigos se mareaban porque no tenían nada para comer y carecían de las proteínas necesarias para poder superar la jornada escolar. Un día, vi desmayarse a mi profesor de matemáticas porque no tenía nada para comer, pero aun así seguía yendo a la escuela para educarnos”.

“Suspendí los exámenes de noveno curso el año pasado”, contaba Mazen*, también del Damasco rural. “Había muchos conflictos y me resultaba difícil estudiar. La escuela empezaba temprano cada día, a las cinco de la mañana, pero solo duraba tres horas por los bombardeos”.

“Tomaba prestados apuntes y libros de otros estudiantes para prepararme los exámenes”, explicaba Ghadeer, que estaba embarazada cuando decidió regresar a la escuela.

Ghadeer viajó desde Raqqa hasta Hasakah con su niña, una bebé de cinco meses, y su abuela, que se ofreció a ayudarla a cuidar de la niña para que su nieta pudiese continuar su educación.

“Me hace muy feliz poder dar a mi nieta la oportunidad de terminar sus exámenes”, aseguraba la abuela de Ghadeer, que no sabe leer ni escribir.

“Estas niñas deberían tener un futuro mejor que el nuestro, y esto solo puede conseguirse con la educación”, añadió.

Hadi, Ghadeer, Fatima, Batoul, Ahmad y Mazen son solo unos cuantos del total de 7,5 millones de niños de la República Árabe Siria que siguen intentando sobrevivir y mantener vivos sus sueños a pesar del conflicto mortal que les rodea. Para ellos, la educación es la esperanza de un futuro mejor.

“Para nosotros, la educación es un arma para lograr un futuro mejor”

Para finales de junio, más de 10.000 niños ya habían realizado esos peligrosos viajes y completado sus exámenes, y estaban preparándose para regresar a casa por las zonas de conflicto. Muchos regresaron con sus diplomas y con el orgullo de saber que habían alcanzado lo que habían soñado durante tanto tiempo, y planeaban ya sus estudios futuros. Todos hicieron nuevos amigos con los que pudieron compartir su inspiración.

“Me gustaría enviar un mensaje a los niños de todo el mundo”, decía Batoul mientras se preparaba para regresar a casa con sus padres, los profesores. “La educación es un arma para nosotros. Solo podremos acabar con el sufrimiento de esta guerra si seguimos estudiando”.

El mensaje de todos los niños sirios es alto y claro: Quieren una educación ahora. Se lo debemos por su coraje y su determinación para perseguir su sueño de construir este futuro mejor.

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Desde que comenzó la crisis, UNICEF ha realizado las siguientes inversiones para ayudar a los niños a continuar su aprendizaje: ha proporcionado libros de texto y material escolar a más de 2,8 millones de niños; ha rehabilitado más de 440 escuelas y ha construido más de 600 clases prefabricadas para ofrecer un mayor número de espacios de aprendizaje de mejor calidad.

Este año, UNICEF ha lanzado programas innovadores de aprendizaje para reducir el número de niños sin escolarizar. El autoaprendizaje proporciona recursos educativos para los niños que, físicamente, no pueden ir a la escuela. Los libros de texto diseñados para promover el autoaprendizaje permiten a los niños estudiar en casa con la ayuda de su familia o en espacios comunitarios de aprendizaje asistidos por voluntarios. A finales del año académico, los niños pueden registrarse y presentarse a los exámenes certificadores en cualquier escuela pública.

Para todos aquellos que pueden asistir a clases de educación formal pero se ven atrasados con respecto a sus compañeros existe un segundo programa, conocido como Plan de estudios B, que ofrece aprendizaje acelerado para ponerse al día y lograr reintegrarse en escuelas formales.

*Los nombres se han cambiado para proteger sus identidades

Fuente: http://www.unicef.org/spanish/infobycountry/syria_92020.html

Imagen: http://4.bp.blogspot.com/-mzV-W51ZuGQ/VhvVhX9ys8I/AAAAAAAADnw/X_xgKvDunwc/s1600/ni%25C3%25B1os%2Bsirios%2Brefugiados.jpg

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UNICEF: Madres deben darle pecho a sus bebés rápidamente

España/ Agosto  2016/ UNICEF

La UNICEF exhortó a las madres del mundo a dar pecho a sus bebés a la hora después de parir, afirmando que la leche materna «es la primera vacuna» de los bebés. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia calcula que unos 77 millones de recién nacidos — aproximadamente uno de cada dos — no son amamantados en la primera hora después del parto, lo que les priva de importantes nutrientes, anticuerpos y contacto físico con la madre.

La UNICEF declaró el viernes que los recién nacidos comprenden casi la mitad de todas las muertes de pequeños menores de 5 años a nivel mundial, y que darle pecho a los bebés en sus primeros seis meses de vida salvaría unas 800.000 vidas anuales. Fadela Chaib, portavoz de la Organización Mundial de la Salud, criticó a quienes dicen que la fórmula para bebés tiene los mismos beneficios que la leche materna, afirmando: «Eso es mentira. No son lo mismo».

Fuente: http://www.20minutos.com/noticia/55563/0/unicef-madres-deben-darle-pecho-a-sus-bebes-rapidamente/#xtor=AD-1&xts=513357

Fuente de la Imagen: http://peru.com/mujeres/soy-mama/maternidad-mujeres-madres-embarazo-amamantar-noticia-466435

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De regreso en la escuela tras luchar en el conflicto de Yemen

Yemen/28 de julio de 2016/Fuente: UNICEF

En mayo de 2015, durante la escalada de las hostilidades en Yemen, Ahmed, de 16 años, fue reclutado a la fuerza para luchar en uno de los bandos del conflicto. Después de unos meses en el frente de batalla, se escapó y regresó a casa. Ahora ha reanudado sus estudios y se está esforzando mucho para ponerse al día con todo lo que ha perdido.

ADÉN, Yemen, – La habitación estaba en silencio, con la única iluminación de una lámpara recargable colocada en una esquina gracias a la cual Ahmed*, de 16 años, leía sus libros. Desde que en marzo de 2015 Yemen se sumió en un brutal conflicto, la electricidad ha sufrido graves daños en todo el país, incluido el distrito de Crater, en la provincia de Adén, al sur del país, donde vive Ahmed.

Ahmed estaba sentado tranquilamente, inclinado para leer sus libros. Estaba estudiando para los exámenes de fin de curso. Su madre le compró una lámpara recargable para ayudarlo a ponerse al día con la escuela y recuperar el tiempo perdido durante el conflicto. Ahmed aseguró estar convencido de querer continuar sus estudios.

>> Aquí puede leer el informe de UNICEF: Niños al borde del abismo

Esquivando balas

El conflicto fue una amenaza no solo para su educación, sino también para su vida. Ahmed nos contó que una noche de mayo de 2015, cuando el conflicto se intensificó en Adén, un grupo de hombres jóvenes llamó a su puerta. Cuando la abrió, le lanzaron una pistola y le dijeron que actuara como un hombre y los siguiera. Confuso y enfadado, no tuvo otra elección , ya que carecía de poder alguno en ese momento. En lugar de estar en la escuela, se encontró a sí mismo esquivando balas y combatiendo en una guerra de la que no era responsable.

Hasta ahora, Ahmed no se acordaba (o no quería acordarse) de las horribles situaciones que presenció durante el conflicto. El sonido de armas muy potentes, las balas pasando a su alrededor y largos viajes con el estómago vacío son solo algunas de las terribles experiencias de las que habla con reticencia.

Imagen del UNICEF
© UNICEF Yemen/2016/Rasheed
Niños de la escuela de Manssorah, en Adén, siete meses después de que esta reabriera sus puertas tras el cierre por el conflicto.

Regreso a la escuela

En todo este tiempo, Ahmed nunca ha renunciado al sueño de retomar su vida normal y regresar a la escuela. En diciembre del año pasado, logró escaparse del campamento militar y volvió con su familia. Recuerda que, cuando iba de camino a casa, vio a otros niños que aún siguen con los combatientes.

“Me encontré con varios controles de seguridad atendidos por niños flacos de mi edad y más jóvenes, todos cargados con armas que pesaban más que ellos”, aseguró. “Vi el miedo en sus ojos. Sé muy bien lo que es el miedo y cómo te hace sentir”.

Sus padres lo han apoyado mucho. Lo recibieron en casa con los brazos abiertos y lo están ayudando con su educación.

La madre de Ahmed contó que, cuando reclutaron a su hijo y durante el periodo en que estuvo allí, ella lloraba y rezaba por que regresara. Ahora que ha vuelto a casa, ella hará todo lo posible por ayudarlo a seguir con sus estudios y alcanzar sus sueños.

Orgulloso de mostrar las notas que sacaba antes en la escuela, Ahmed demostró que, hasta ahora, le está yendo bien. Uno de sus profesores, que se identificó como Adel, confirmó que Ahmed está progresando muy bien en su clase. Adel aseguró estar orgulloso de tener a Ahmed de nuevo en la escuela y lo describió como un “estudiante muy trabajador y educado”.

Ahora, asentado de nuevo en su hogar, Ahmed no puede ni imaginarse tener que volver al conflicto. “Debemos decir no a la guerra”, afirmó. “Ya hemos tenido suficiente”.

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Desde la escalada del conflicto de Yemen en marzo de 2015, las Naciones Unidas han registrado y confirmado que hay más de 1.000 niños reclutados por los bandos del conflicto. UNICEF está trabajando con el Ministerio de Educación para rehabilitar las escuelas y proporcionar materiales de aprendizaje y enseñanza por todo el país, de modo que los niños puedan retomar y continuar su escolarización.

>  Aquí puede saber más sobre las necesidades humanitarias de los niños de Yemen

Fuente: http://www.unicef.org/spanish/infobycountry/yemen_92016.html

Imagen: http://www.unicef.org/spanish/infobycountry/images/13356ibc1.jpg

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Unicef cuatro de cada diez personas asesinadas son adolescentes

Honduras/TEGUCIGALPA/ 28 de julio de 2016/Fuente: los tiempos

Cuatro de cada diez personas asesinadas en Latinoamérica y el Caribe son adolescentes, dijo hoy en Honduras la directora regional del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), María Cristina Perceval, al indicar que en la región mueren por homicidio 120.000 personas al año.

Además, sostuvo que el 40,5 por ciento de los niños de la región vive actualmente en pobreza, una realidad que se puede cambiar «con esfuerzo, coraje y convicción».

«Se ha podido reducir ese flagelo en 14 puntos porcentuales entre 2000 y 2011, al pasar de 55,3 a 41,2  por ciento», indicó Perceval.

Perceval se refirió a la violencia que afecta a niños, niñas y adolescentes de Latinoamérica y el mundo durante el lanzamiento de un proyecto denominado Proniñez, que beneficiará en el caso particular de Honduras a 870.000 menores de 17 años en cinco de los 18 departamentos de ese país.

Ese proyecto, para el que Canadá aportará 14,8 millones de dólares, será ejecutado por la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia, con apoyo de Unicef y Plan Internacional en Honduras.

«Si seguimos haciendo más de lo mismo, aquí en nuestra región, en América Latina, pareceremos indiferentes o tal vez cínicos al repetir que seis millones de niños y niñas sufren abusos severos y 80.000 niños y niñas de nuestra región mueren a causa de la violencia doméstica», subrayó Perceval.

Dijo además que cuatro de cada diez mujeres son víctimas de violencia sexual en la región latinoamericana y siete de cada diez «de algún tipo de violencia».

«Pero sabemos que podemos hacer distinta la realidad, aquí en Honduras se está trabajando para ello, la tasa de homicidios en 2012 era de 85,5 (por cada 100.000 habitantes), hoy es de 60; no alcanza, pero sabemos que se puede trabajar por ciudades más libres, dignas y seguras», indicó la diplomática argentina.

Perceval señaló la difícil situación de muchos niños en el mundo, entre ellos los que viven en países pobres y de conflictos armados.

«Permítanme decir que si nada hacemos, los niños seguirán constituyendo cerca de la mitad de las casi 900 millones de personas que viven en la pobreza en el mundo hoy», expresó la alta funcionaria del Unicef.

En su opinión, si no se hace más por esta población, en ella quedarán «huellas irreversibles».

«Piensen que debido a esta situación dolorosa y humillante que es vivir o ser sometido a vivir en condiciones de pobreza, 160 millones de niños y niñas hoy presentan retraso en el crecimiento», recalcó.

Según Perceval, si todo continua igual, en 2030 casi 70 millones de niños y niñas menores de cinco años morirán por causas que se pueden prevenir.

«Si seguimos haciendo lo mismo, alrededor de 29.000 niños y niñas menores de cinco años, 21 niños y niñas por minuto, seguirán muriendo todos los días por causas que podemos y tenemos que evitar», indicó.

Señaló que todos sabemos cómo evitar que los niños mueran y que eso se refleja en las cifras de 1990, cuando fallecían 93 por cada 1.000 antes de cumplir cinco años, cifra que en 2015 descendió a 31.

«Hemos reducido la mortalidad infantil, sabemos cómo hacerlo, debemos hacerlo mejor y trabajar mucho más en educación. Si nada hacemos a nivel global aproximadamente serán más que hoy, hoy son 124 millones de niños, niñas y adolescentes que se encuentran fuera de la escuela», dijo la representante de UNICEF.

Entre otras cifras destacó que más de 250 millones de niños y niñas viven en países en zonas de conflictos y advirtió que «si nada hacemos hoy, 27 millones de niños entre los 75 millones de personas refugiadas en el mundo, seguirán caminando en busca de dignidad, libertad e inclusión».

Fuente: http://www.lostiempos.com/actualidad/mundo/20160726/unicef-cuatro-cada-diez-personas-asesinadas-region-son-adolescentes

Imagen:http://www.laprensa.hn/csp/mediapool/sites/dt.common.streams.StreamServer.cls?STREAMOID=dLgVpeH0WqAF2d5SzmGeS8$daE2N3K4ZzOUsqbU5sYsgz8EObIhCxR4vZp$XXoaZWCsjLu883Ygn4B49Lvm9bPe2QeMKQdVeZmXF$9l$4uCZ8QDXhaHEp3rvzXRJFdy0KqPHLoMevcTLo3h8xh70Y6N_U_CryOsw6FTOdKL_jpQ-&CONTENTTYPE=image/jpeg

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Cada día se producen cuatro ataques en hospitales o escuelas, según UNICEF

www.unicef.org/27-07-2016/

Fuerzas y grupos armados ocupan o atacan todos los días un promedio de cuatro hospitales o escuelas, según un análisis de UNICEF publicado poco antes de que comience la Cumbre Humanitaria Mundial.

Los resultados, extraídos del más reciente Informe del Secretario General de las Naciones Unidas sobre los niños y los conflictos armados, aparecen poco después de que se produjeran los ataques más recientes contra instalaciones y trabajadores de la educación y la salud, incluyendo un bombardeo de escuelas en Yemen y un ataque el 27 de abril contra un hospital en Aleppo, Siria, que mató a por lo menos 50 personas, entre ellos uno de los últimos pediatras que se encontraban en la zona.

“A los niños se les mata, se les hiere o se les causan discapacidades permanentes justo en aquellos lugares donde se les debe proteger y ellos se deben sentir seguros”, dijo Afshan Khan, Directora de programas de emergencia de UNICEF.

“Los ataques contra las escuelas y los hospitales durante los conflictos son una tendencia alarmante y vergonzosa. Los ataques intencionales y directos contra estos establecimientos, y contra los trabajadores de la salud y los maestros, pueden considerarse crímenes de guerra. Los gobiernos y otras partes interesadas tienen que proteger urgentemente las escuelas y los hospitales defendiendo las disposiciones del derecho humanitario internacional y las leyes internacionales de derechos humanos, y los Estados deben firmar la Declaración sobre Escuelas Seguras”.

Los ataques contra las escuelas y los hospitales son una de las seis violaciones graves contra los niños que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha establecido y está considerando. El último Informe del Secretario General de las Naciones Unidas sobre los niños y los conflictos armados documentó más de 1.500 incidentes de ataques a escuelas y hospitales en 2014, o el uso de estos establecimientos para fines militares. Entre estos incidentes cabe destacar:

  • En Afganistán, 163 escuelas y 38 instalaciones de salud fueron atacadas.
  • En Siria se registraron 60 ataques contra instalaciones educativas, así como nueve casos de uso militar de las escuelas y 28 ataques contra centros de salud.
  • En Yemen, 92 escuelas fueron utilizadas con fines militares por fuerzas y grupos armados.
  • En Sudán del Sur se produjeron siete incidentes de ataques contra escuelas y 60 de uso con fines militares.
  • Un total de 543 instalaciones educativas fueron dañadas o destruidas en el Estado de Palestina y se documentaron tres ataques en escuelas israelíes.
  • Según las autoridades de educación del noreste de Nigeria, un total de 338 escuelas fueron destruidas y dañadas entre 2012 y 2014.

El año pasado, el sistema de monitoreo de las Naciones Unidas documentó también lo que se denomina “doble tap”, o incluso “triple tap”, atentados contra centros de salud en los que no sólo se atacó a civiles, sino también al personal de socorro que llegaba a la escena.

Más allá de los ataques contra edificios, los conflictos tienen otras consecuencias sobre la educación y la salud de los niños. En Siria, por ejemplo, además de los ataques a hospitales, el retiro de los suministros médicos y quirúrgicos de las caravanas de ayuda, las restricciones a las evacuaciones médicas y el asesinato de personal médico significa que los civiles de las zonas afectadas tienen cada vez menos posibilidades de acceder a una atención esencial y vital.

“Secuestran a los niños en sus escuelas en circunstancias terribles en países como Nigeria y Sudán del Sur, mientras que a otros les violan, o les reclutan y utilizan como soldados”, dijo Afshan Khan.

La primera Cumbre Humanitaria Mundial se llevará a cabo en Estambul el 23 y el 24 de mayo. Numerosos dirigentes mundiales analizarán la mejor manera de responder con eficacia a las principales situaciones de emergencia humanitaria y de estar preparados para afrontar los retos del futuro.

Sobre La Declaración sobre Escuelas Seguras
La Declaración sobre Escuelas Seguras, que se elaboró por medio de consultas de estado dirigidas por Noruega y Argentina en Ginebra durante la primera mitad de 2015, proporciona a los Estados la posibilidad de expresar un amplio apoyo político a la protección y la continuación de la educación en los conflictos armados, y es el instrumento para que los Estados avalen y se comprometan a aplicar las directrices para la protección de escuelas y universidades contra su uso militar en los conflictos armados. La Declaración se abrió para su ratificación en la Conferencia de Oslo sobre escuelas seguras, organizada por el Ministerio Noruego de Asuntos Exteriores el 29 de mayo de 2015. Un primer grupo de 37 Estados la ratificó ese día y el número ha ido creciendo desde entonces.

Los siguientes Estados han aprobado la Declaración sobre Escuelas Seguras (a partir del 27 de abril de 2016):

Afganistán, Argentina, Austria, Brasil, Bulgaria, Chad, Chile, Costa Rica, Costa de Marfil, Ecuador, Eslovenia, España, Finlandia, Georgia, Grecia, Honduras, Islandia, Irlanda, Italia, Jamaica, Jordania, Kazajstán, Kenya, Líbano, Liberia, Liechtenstein, Luxemburgo, Madagascar, Malasia, Montenegro, Mozambique, Nueva Zelandia, Níger, Nigeria, Noruega, Países Bajos, Palestina, Panamá, Paraguay, Polonia, Portugal, Qatar, República Centroafricana, República Checa, Sierra Leona, Somalia, Sudáfrica, Sudán, Sudán del Sur, Suecia, Suiza, Uruguay, Zambia.

 

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En Tanzania, los sistemas de protección infantil mantienen a los niños a salvo del peligro

Tanzania/26 de julio de 2016/Fuente y autor: UNICEF/Por Chiara Frisone

La vida de Pretty, de 18 meses, no comenzó de la mejor manera posible. La niña tendría tan solo dos semanas cuando la encontraron en una letrina de pozo en el Concejo del Distrito de Mbeya, en Tanzania. Sin embargo, y gracias a la ayuda de distintas unidades del sistema gubernamental de protección de la infancia, se logró enviar a Pretty a una familia de acogida en la que está creciendo adecuadamente.

MBEYA, Tanzania, 18 de julio de 2016 – Es en el patio trasero de la casa de Christer y Juma Mabuza en Muvwa, una aldea del Concejo del Distrito de Mbeya, donde la familia se reúne para preparar la cena. Mientras Juma enciende el fuego y Christer corta espinacas de su huerto, sus seis hijos tocan una batería improvisada con Pretty*, una niña de 18 meses que los Mabuzas tienen en acogida. Como “familia apta”, Christer y Juma Mabuza cuidan de niños vulnerables durante periodos cortos, hasta que se les vuelve a integrar con sus familias de origen. “Sabemos que hay niños que necesitan ayuda. Cuando escuchamos la historia de Pretty, dijimos: ‘¡estamos preparados!’ Los niños tienen derecho a sobrevivir”, cuenta Juma.

La vida de Pretty no comenzó de la mejor manera posible. La niña tendría tan solo dos semanas cuando la encontraron en una letrina de pozo de una aldea cercana. Cuando un hombre la oyó llorar, fue inmediatamente a buscar la ayuda de sus vecinos y juntos rompieron la letrina hasta que lograron abrirla y rescatar a Pretty, que estaba gravemente desnutrida y con la piel llena de ampollas. Al mismo tiempo, otros miembros de la comunidad alertaron a la policía, que acudió hasta allí y se llevó a Pretty a la Sección de asuntos infantiles y cuestiones de género del Concejo del Distrito de Mbeya. Una vez allí, abrieron un expediente por abandono infantil para poder enviar a la niña al Hospital de Remisión de Mbeya y que la atendieran de urgencia.

Imagen del UNICEF
© UNICEF Tanzania/2016/Frisone
Pretty, a la izquierda, con su hermana adoptiva Sipora, a la derecha. Pretty ya le ha tomado mucho cariño a sus hermanos adoptivos.

“Yo no estaba de servicio esa noche, pero me informaron del caso de la niña y me puse en contacto inmediatamente con el oficial de Bienestar Social del Distrito para ir al hospital al día siguiente y hacerme cargo del caso”, explicó Pudensiana Simeo Baitu, Oficial de la Sección de asuntos infantiles y cuestiones de género del Concejo del Distrito de Mbeya. “El oficial de Bienestar Social y yo decidimos llamar a la niña “Pretty” (en inglés, Bonita), porque era muy dulce e inocente”.

La violencia es generalizada, pero también poco visible.

Una encuesta publicada en 2009 sobre la violencia contra los niños reveló que tres de cada 10 niñas y uno de cada siete niños de Tanzania son víctimas de abusos sexuales, mientras que más de siete de cada 10 niños y niñas sufren violencia física antes de los 18 años. La mayoría de los niños suele ocultar su experiencia; además, se denuncian relativamente pocos casos a la policía, ya sea a causa del estigma, la vergüenza, la presión de la familia o la comunidad o la amenaza de la separación familiar. Además, en general se confía poco en la policía y en los tribunales para que impartan la justicia para las víctimas. Como resultado, muy pocas de ellas reciben la ayuda que necesitan para recuperarse, y muy pocos perpetradores se enfrentan a la justicia, lo que los deja libres para seguir cometiendo esos delitos contra los niños.

La sección de la policía dedicada a asuntos infantiles y cuestiones de género es una de las unidades establecidas en las comisarías de policía dedicadas a llevar todos los casos de violencia de género y abuso infantil. La Sección de asuntos infantiles y cuestiones de género del Concejo del Distrito de Mbeya es una de las distintas secciones que las Fuerzas de la Policía de Tanzania renovaron con la ayuda de UNICEF. La sección está formada por oficiales de policía como Pudensiana, a los que han preparado para llevar casos de abusos infantiles y violencia contra las mujeres. “He visto un aumento en el número de denuncias de casos de abusos y violencia desde que se estableció esta sección”, afirmó Pudensiana. “Ahora la gente se atreve más a denunciar; en la comunidad me conocen por las sesiones formativas y de concienciación que he llevado a cabo, así que tienen confianza para acudir a mí”.

Imagen del UNICEF
© UNICEF Tanzania/2016/Frisone
Pudensiana Simeo Baitu, Oficial de la Sección de Género en el Concejo del Distrito de Mbeya. Otros oficiales como Pudensiana han recibido formación para llevar casos de abuso infantil y violencia contra las mujeres. Cuando encontraron a Pretty, Pudensiana se hizo cargo del caso.

Los Oficiales de Sección como Pudensiana garantizan que los casos de abuso infantil y violencia contra mujeres se tramitan rápidamente y que las víctimas reciban la ayuda médica y psicosocial adecuada. Además, los Oficiales de Sección también llevan a cabo sesiones de concienciación en las escuelas, durante reuniones comunitarias y en lugares donde la gente se reúne en su tiempo libre, como restaurantes y bares. Son los propios miembros de la comunidad los que derivan muchos casos al Oficial de Sección, aunque también lo hacen los miembros de los Equipos de Protección Infantil y de los Comités dedicados a los niños más vulnerables, que trabajan a nivel comunitario para identificar y derivar casos de violencia y abusos contra mujeres y niños.

Una segunda oportunidad en la vida

Nunca se llegó a encontrar a los padres de Pretty, por lo que su caso se asignó a la Oficial de Bienestar Social Annunciata Christian Rwechungura, que identificó a los Mabuzas como la familia apta para hacerse cargo de Pretty después de que le dieran el alta en el hospital. “Conocía a Christer porque siempre participa como voluntaria en actividades de la comunidad”, explicó Annunciata. “Christer y su marido están cuidando bien de Pretty. Antes, la niña enfermaba casi todas las semanas, pero ahora su salud ha mejorado y, cada vez que la visito, la encuentro feliz y y con ganas de jugar”.

Las familias aptas se eligen de entre distintas comunidades atendiendo a una serie de criterios que incluyen, entre otros: la capacidad económica de la familia para la manutención del niño, las condiciones del hogar en el que viven y sus motivaciones para acogerlo. Todas las familias reciben algo de ayuda del gobierno en forma de paquetes con comida y pequeñas cantidades de dinero para cubrir las necesidades básicas del niño.

Imagen del UNICEF
© UNICEF Tanzania/2016/Frisone
Christer sostiene a Pretty en sus brazos. No se ha logrado encontrar a los padres de Pretty, y los Mabuzas tienen la intención de adoptarla.

Christer y Juma le han tomado tanto cariño a Pretty que tienen la intención de adoptarla. “El modo en que cayó en nuestros brazos fue como una señal de Dios, y tenemos la sensación de que con nadie estará tan segura como con nosotros. Nos gustaría quedárnosla para siempre”, afirma Juma. Con la ayuda de Annunciata, están pensando enviar una solicitud de adopción a las autoridades locales.

La historia de Pretty es un ejemplo de los esfuerzos del Gobierno para crear un sistema de protección infantil en Tanzania que prevenga y responda casos de violencia, abuso, abandono y explotación de niños. Además, muestra el modo en que distintos niveles del gobierno pertenecientes a múltiples sectores son capaces de unirse para garantizar la seguridad y la protección de los niños vulnerables.

Cuando la familia Mabuza empieza a servir la cena, Pretty comienza a patalear porque no quiere que la separen de sus hermanos adoptivos. Pero en cuanto Christer la toma en brazos, la niña deja de llorar y se calma hasta quedarse dormida. Mientras mece a su hija con cariño entre sus brazos, Christer piensa con ilusión en su futuro: “Si Pretty sigue creciendo bien, podrá ir a la escuela y estudiar. Tal vez un día llegue a ser médico”.

*No es su nombre real

Fuente: http://www.unicef.org/spanish/infobycountry/tanzania_91909.html

Imagen: http://www.unicef.org/spanish/infobycountry/images/13342ibc1.jpg

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El 63% de los hombres de países con mutilación genital femenina rechazan la práctica

Madrid/Julio de 2016/ UNICEF

Aproximadamente dos de cada tres hombres, mujeres, chicos y chicas de los países donde es común la práctica de la mutilación genital femenina se oponen a ella, según datos del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) publicados recientemente.

Al menos 200 millones de niñas y mujeres en 30 países de todo el mundo han sufrido la mutilación genital femenina, una serie de procedimientos que pueden provocar graves daños físicos y psicológicos, sangrado prolongado, VIH, infertilidad e incluso la muerte, recuerda la agencia de la ONU.

En países donde hay datos disponibles se constata que el 67 por ciento de las niñas y mujeres son contrarias a que se mantenga esta práctica en sus comunidades, una cifra que cae al 63 por ciento en el caso de hombres y niños.

 «Aunque la mutilación genital femenina está asociada con la discriminación de género, nuestros hallazgos muestran que la mayoría de los niños y hombres están en realidad en contra de ella», ha resaltado la especialista en protección de la infancia de UNICEF Francesca Moneti.

«Desgraciadamente el deseo individual de acabar con la mutilación genital femenina queda a menudo oculto y muchas mujeres y hombres todavía creen que la práctica es necesaria para ser aceptados en sus comunidades», ha lamentado.

MAYOR APOYO DE LOS HOMBRES

Según los datos de la agencia de la ONU, en algunos países la oposición a la mutilación genital femenina es mayor entre hombres que entre mujeres.

Este es el caso de Guinea, el segundo país con la mayor prevalencia del mundo, donde el 38 por ciento de hombres y niños se oponen, frente al 21 por ciento de mujeres y niñas. Además, el 46 por ciento de los hombres creen que esta práctica no tiene ningún beneficio, en comparación al 10 por ciento entre las mujeres.

Esta misma tendencia también se constata en Sierra Leona, donde el rechazo entre los hombres es del 40 por ciento, frente al 23 por ciento de las mujeres.

Además, solo en la mitad de los quince países en los que se dispone de datos, al menos una de cada tres mujeres y niñas consideran que la práctica no es beneficiosa, con una proporción muy similar entre hombres y niños en diez de los doce países de los que se tienen datos.

Por otra parte, UNICEF ha destacado que parece haber una creciente corriente a favor de acabar con la práctica. Así, durante 2015, tanto Gambia como Nigeria adoptaron leyes penalizando la mutilación genital femenina, mientras que en más de 1.900 en las que viven unos 5 millones de personas en los 16 países analizados han hecho declaraciones públicas para abandonar esta práctica.

EDUCACIÓN DE LAS MADRES

El análisis de la agencia de la ONU también ha permitido constatar una correlación entre el nivel de educación de las madres y la posibilidad de que sus hijas sean objeto de mutilación genital femenina. Así, en los 28 países en que hay datos, 1 de cada 5 hijas de mujeres sin educación ha sufrido esta práctica, cifra que pasa a 1 de cada 9 si las madres tienen al menos educación secundaria.

«Los datos pueden desempeñar un papel importante a la hora de exponer las verdaderas opiniones de la comunidades sobre la mutilación genital femenina», ha resaltado Moneti.

«Cuando las personas son conscientes de que otras no apoyan la práctica es más fácil para ellas detener la mutilación genital femenina», ha defendido la responsable de UNICEF, subrayando que hace falta trabajar más «con los jóvenes, hombres y mujeres, comunidades completas, y líderes religiosos y políticos, para resaltar estos hallazgos y los efectos dañinos de la práctica con el fin de acelerar el movimiento para acabar con ella»

Fuente: http://noticias.lainformacion.com/policia-y-justicia/justicia-y-derechos/mutilacion-genital-femenina-rechazan-practica_0_938006446.html

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