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Etiopía eleva número de instituciones de Educación Superior

Por: Prensa Latina/14-03-2018
 El número de instituciones de Educación Superior en Etiopía alcanza las 140 por la inversión constante en el sector docente, reseñó hoy la prensa nacional.
El Gobierno cree que la calidad en la educación se puede garantizar junto con la expansión, apunta un editorial del diario The Ethiopian Herald.

Sin embargo, un debate nacional actual planteado por algunos académicos hace un llamado de reflexión, pues los expertos opinan que enfocarse en el acceso y la equidad puede tener un desafío en la calidad educativa.

En ese sentido, el estudioso principal del Instituto de Investigación Educativa en la Universidad de Addis Abeba, Derebsa Dufera, sostiene que aunque no se puede negar el posible impacto de la expansión rápida de los centros de Educación Superior en la calidad de la enseñanza, tampoco es apropiado concluir que sí sin llevar a cabo pesquisas oportunas.

‘A diferencia de la afirmación que algunas personas intentan hacer, debemos darnos cuenta que tenemos graduados bien equipados con las habilidades necesarias; la calidad es evidente en el desarrollo socio-económico registrad por la nación en las últimas dos décadas’, concluyó Derebsa.

*Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=159699&SEO=etiopia-eleva-numero-de-instituciones-de-educacion-superior
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Etiopía: UA insiste en importancia de programas de alimentación escolar

África/Etiopía/08 Marzo 2018/Fuente: Prensa Latina

 La alimentación escolar ayuda a las familias a garantizar que todos los niños puedan acceder a la educación desde la primera infancia hasta el segundo nivel, insistió hoy la Unión Africana (UA) en un comunicado.
La UA hace un llamado a los Estados miembros para que trabajen en ese sentido, no solo un día al año, como cuando el pasado 1 de marzo se celebró el Día Africano de Alimentación Escolar, sino todo el tiempo, de manera que los menores tengan una nutrición adecuada y cero hambre.

El tema en lo adelante continuará siendo ‘Hacer realidad el potencial total del niño africano a través de una alimentación escolar efectiva en el hogar’, apuntó el texto divulgado por el ente regional.

La UA instó además a que el año próximo la participación en el Día de Alimentación sea aún mayor, aunque agradeció la participación esta vez de 32 Estados miembros, cerca de mil representantes de 32 países, instituciones interesadas, agencias de la ONU, incluidos alumnos, maestros, personal de apoyo y padres de escuelas.

Algunos resultados de reuniones sobre el tema que servirán para trabajar mejor enfocados en lo adelante, también fueron publicados por la UA en el informe, como un enfoque multisectorial en la implementación de la alimentación escolar, unido al estudio de los contextos específicos de cada país para determinar factores tales como los tipos de alimentos y la estructura de financiamiento.

El papel de la mujer, especialmente en las cadenas de valor agrícolas; la asociación público-privada; la disponibilidad de la tierra al involucrar al gobierno local y las comisiones de tierras en el proceso de configuración y planificación de las intervenciones de alimentación escolar, fueron otras de las recomendaciones hechas por la UA.

Los Estados miembros deben trabajar para asignar presupuestos importantes a la alimentación escolar a fin de fortalecer la propiedad y el control nacionales, reforzó la organización regional.

Gambia, Zimbabwe, Benin, Burkina Faso, Guinea-Bissau, Níger, Burundi y Côte d’Ivoire son ejemplos dignos de mención a este respecto, concluyó el organismo panafricano.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=158099&SEO=ua-insiste-en-importancia-de-programas-de-alimentacion-escolar
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Etiopía intensifica labor para erradicar el trabajo infantil

África/Etiopía/08 Marzo 2018/Fuente: Prensa Latina

Etiopía intensifica hoy su labor para implementar las convenciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y presta especial atención a las leyes sobre la erradicación el trabajo infantil.
De acuerdo con Mesfin Girma, experto en niños del Ministerio de Asuntos Sociales y Laborales, la OIT clasifica a los hombres y mujeres menores de 18 años como niños y cada tarea que hace ese grupo de edad, incluido el doméstico, es equivalente a la explotación laboral.

De ahí que para esta nación del Cuerno africano sea una prioridad en lo adelante, según Mesfin, erradicar todo vestigio de trabajo en menores, tomando en cuenta que alrededor del 80 por ciento de la población etíope se dedica activamente a las tareas domésticas rutinarias, como ir a buscar agua, recoger leña y cuidar a los bebés.

El trabajo infantil también se está empleando en la agricultura y la cosecha, dijo el funcionario, y los padres no tienen la suficiente conciencia creada en ese sentido.

Pero eso cambiará, manifestó Mesfin, quien además alertó sobre el hecho de que la ley etíope categoriza como niño a menores de 14 años.

En esa etapa, se supone que el menor llega al 8vo grado si está matriculado en la escuela, indicó el especialista, y negar a los niños el acceso a los derechos de educación, salud y otros servicios es inaceptable por ley.

Los padres que son encontrados culpables de negar los derechos mencionados por insertar a sus hijos en el trabajo, aunque sea doméstico, están sujetos a responsabilidad legal, concluyó.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=158034&SEO=etiopia-intensifica-labor-para-erradicar-el-trabajo-infantil
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La sequía y el conflicto podrían obligar a 4,7 millones de niños a dejar la escuela en África

África/03 de Marzo de 2018/Autor: Redacción Iagua/www.iagua.e

Unos 4,7 millones de niños podrían verse obligados a dejar la escuela como consecuencia de los conflictos y la sequía que afectan a los países del este de África, lo que suponen unos 90.000 niños a la semana que verían truncados sus estudios, 12.000 al día, según ha alertado Save the Children.

La organización ha destacado que, para muchos, este sería el segundo año en el que se ven obligados a abandonar las clases por ese motivo y ha explicado que las escuelas cierran por la sequía y por la falta de estudiantes, porque los menores dejan de acudir para migrar con su familia a otras zonas donde haya agua y pastos para los animales.

Cuando los niños de Sudán del Sur, SomaliaEtiopía y Kenia dejan de acudir a las aulas, «crece inmediatamente el riesgo de que sean sometidos a abusos como el matrimonio infantil, el tráfico de menores y la prostitución«, ha advertido la ONG en un comunicado.

En Sudán del Sur, Somalia, Etiopía y Kenia casi 21 millones de personas carecen de seguridad alimentaria por la sequía o los conflictos armados que se desarrollan en la zona

«Si 12.000 niños abandonan la escuela cada día, esta región perderá toda una generación, una generación que no solo no será capaz de alcanzar todo su potencial, sino que se enfrentará a grandes riesgos para su salud y su seguridad», ha subrayado el director regional de Save the Children en África oriental y austral, David Wright.

«Mantener las escuelas abiertas durante la sequía es especialmente importante porque les proporcionan a los menores una oportunidad perfecta para disponer de comida, agua y medicina para que puedan aprender, permanecer seguros y conseguir grandes cosas», ha añadido Wright.

En Sudán del Sur, Somalia, Etiopía y Kenia casi 21 millones de personas carecen de seguridad alimentaria por la sequía o los conflictos armados que se desarrollan en la zona, según Save the Children.

En Sudán del Sur, la organización espera que el número de menores de cinco años que sufren de malnutrición se duplique con respecto al de 2017, llegando a 1,1 millones. En Somalia, el número de personas que necesitan asistencia alimenticia se ha multiplicado por seis, según la ONG, y solo el 30 por ciento de los niños pueden ir a la escuela.

Este mes, en Etiopía ya han cerrado 623 escuelas, según el Ministerio de Educación del país, mientras que el de Kenia ha advertido de que solo el 30 por ciento de los niños acuden a clase en Wajir y Mandera, áreas en el noroeste del país que suelen sufrir las sequías de manera especial.

Save the Children ha instado a continuar proporcionando financiación a las escuelas en África oriental y a que se escolarice a aquellos niños que ya se han visto obligados a dejar de acudir a clase. La organización va a poner en marcha varias medidas, como ofrecer comida, agua y vacunaciones en las escuelas, mantener horarios de clase flexibles o llevar las clases a donde sea necesario, como a los campos de refugiados.

Fuente: https://www.iagua.es/noticias/ep/sequia-y-conflicto-podrian-obligar-47-millones-ninos-dejar-escuela-africa

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Las Redes Sociales juegan su papel en la Violencia Étnica de Etiopía

Por:  James Jeffrey. Rebelión. 28/02/2018

En Etiopía, las redes sociales son un arma de doble filo, capaces de llenar una necesidad acuciante de mayor información, pero también de incidir en un contexto delicado que podría derivar en un desastre mayor.

Sucede que miles de personas siguen desplazadas por la violencia étnica que estalló en septiembre y que dejó entre 200.000 y 400.000 personas sin hogar en las provincias vecinas de Oromía y Somalí.

Tanto las personas desplazadas como las que las ayudan sostienen que se aviva el malestar entre comunidades con fines políticos.

“El problema es que muchas de las cosas consideradas chusmerío cuando se escuchan por ahí, cuando se leen en las redes sociales, se dan por hecho”: Lidetu Ayele.

Entre los responsables se encuentran desde personas influyentes del gobierno regional y federal hasta taxistas etíopes en Washington, que tuitean insultos y agravios de carácter étnico desde sus teléfonos celulares.

“El federalismo no es el problema, la gente hace lo que le dicen en las redes sociales”, opinó Abdishakar Adam, viceadministrador somalí de un campamento donde residen somalíes que escaparon de la provincia de Oromía.

Desde 1995, Etiopía aplica un modelo político particular de federalismo según distribución de los grupos étnicos para atender a una población heterogénea, unas 100 millones de personas que hablan más de 80 dialectos.

El modelo sirvió para mantener la estabilidad y generar un enorme crecimiento económico, pero con grandes costos.

Un gobierno autoritario y la falta de libertades civiles mantienen la estabilidad, mientras el crecimiento económico apenas tocó a millones de etíopes pobres, y en cambio benefició a una muy pequeña élite arreglada con el gobierno.

Ese contexto en la llamada República Democrática Federal de Etiopía, considerada una de las economías de mayor crecimiento del mundo, alimenta el resentimiento y las frustraciones.

La situación llegó al punto en que desde que estallaron las protestas por mala gestión del gobernante Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (EPRDF), a fines de 2015, entre el pueblo oromo, el mayor de este país y que concentra a 35 por ciento de la población, los disturbios no se detienen.

La comunidad amhara comenzó también a protestar en 2016, que junto con los oromos representan 65 por ciento de la población.

La duración sin precedentes de las protestas y su alcance hizo que las divisiones étnicas características de este país se volvieran más frágiles y susceptibles.

“El problema es que muchas de las cosas consideradas chusmerío cuando se escuchan por ahí, cuando se leen en las redes sociales, se dan por hecho”, indicó Lidetu Ayele, fundador del opositor Partido Democrático de Etiopía.

Las sucesivas olas de emigrantes generadas por las décadas de conflictos en este país crearon una vasta diáspora en el exterior de unas dos millones de personas. La mayor comunidad etíope en el extranjero se encuentra en Estados Unidos, donde viven entre 250.000 y un millón de etíopes.

Esas personas, como era de esperar, siguen los acontecimientos en su país con suma atención, y reniegan del actual gobierno autoritario, adoptan la televisión satelital y recurren a Internet para incidir en el acontecer político local.

Muchos etíopes huyeron de su país tras sufrir a manos del gobierno autoritario y tienen suficientes razones para que se vaya.

Las protestas se consideran una vía para derribar al gobierno, por lo que crece el movimiento de la diáspora como escritores, blogueros, periodistas y activistas que inciden en los acontecimientos que ocurren en su país.

Con las restricciones a la libertad de prensa y el bloqueo frecuente de Internet, la diáspora activa se convirtió en una fuente de información gracias a sus contactos en el país, que inunda Twitter y Facebook con vídeos y fotografías de las protestas en contra de la versión oficial de los hechos o de la de periodistas extranjeros confundidos por la falta de libre circulación.

“La diáspora no crea las noticias, informa lo que le llega de manifestantes y de organizaciones que operan bajo condiciones duras en Etiopía”, indicó Hassan Hussein, escritor y académico del estado estadounidense de Minnesota.

Oromos desplazados se alojan en un parque industrial a las afueras de la ciudad de Harar, en el este de Etiopía. Crédito: James Jeffrey/IPS

“Si quieren algo es que retorne la calma para sus seres queridos que quedaron allí”, acotó.

Pero hay otro uso de las redes sociales.

Tras los enfrentamientos entre la policía y manifestantes en el festival oromo Irricha, en octubre de 2016, que dejó más de 100 personas ahogadas y aplastadas por la estámpida, las redes sociales se encendieron denunciando que un helicóptero había disparado contra la multitud en pánico y que volaba en círculos lanzando panfletos deseándole a la gente un feliz festival.

Activistas en el extranjero llamaron a mantener “cinco días de rabia”. No queda claro qué efecto pudo tener, pero a la semana siguiente, empresas extranjeras, edificios gubernamentales y centros turísticos fueron blanco de ataques en la región de Oromía. Tras lo cual, el gobierno decretó el estado de emergencia por seis meses.

La medida se extendió y recién en agosto de 2017 se levantó el estado de emergencia. Pero el 12 de septiembre, un enfrentamiento en la oriental ciudad de Aweday, que dejó 40 personas muertas, desató más violencia étnica y desplazamientos masivos.

Jawar Mohammed es un conocido activista oromo y opositor que vive en Estados Unidos y lleva adelante una gran campaña en las redes sociales. Para muchos etíopes es una inspiración, pero para otros, tanto en Etiopía como en el extranjero, es una persona muy peligrosa.

“Viven en una democracia segura y se sienten libres de decir lo que quieran para crear el caos en Etiopía”, opinó Sandy Wade, exrepresentante de la Unión Europea en Adís Abeba durante las manifestaciones.

Los canales satelitales de la diáspora en Estados Unidos, como Oromia Media Network y Ethiopian Satellite Television, tienen información original decente. Pero son férreos opositores del EPRDF, así como sus programas y los artículos que difunden sus seguidores en las redes sociales.

Muchos de ellos son contrarios a los tigriñas por su convicción de que una élite tigriña dirige el EPRDF y es responsable de la corrupción, de las desigualdades y de todos los males del país.

Los tigriñas solo representan seis por ciento de la población del país, pero la mayoría son muy vulnerables en el actual contexto de agitación sectaria.

En medio de la tragedia, la rabia, la intriga, las comunicaciones interrumpidas y las dificultades para viajar, es difícil para los periodistas, diplomáticos extranjeros y el ciudadano etíope promedio comprender qué sucede realmente.

Por lo tanto, las redes sociales ofrecen una ventana para navegar entre el ruido y la confusión. Pero también pueden servir para fines más nefastos, en especial en el marco de la volátil situación de Etiopía, donde hay tanto en juego.

Como ha sucedido en la turbulenta historia de Etiopía, los ciudadanos de a pie, por lo general pobres que apenas subsisten, son quienes soportan las peores consecuencias de las actuales maquinaciones políticas mientras los distintos grupos de interés compiten por el poder, muchos sin mirar el costo humano.

Y Etiopía no es el único caso. Las elites políticas de muchos países africanos parecen especializarse en ese modus operandi. Pero la enorme influencia de la diáspora etíope sí es única y no fue valorada hasta que se hizo demasiado tarde.

Los etíopes se ríen con facilidad, pero también se enojan con la misma facilidad. El resentimiento y el rencor descomunal bulle bajo la superficie del país esperando salir.

Y hay grupos de jóvenes desempleados que no tienen esperanzas ni perspectivas de futuro. Eso ya derivó en conflictos en otros países africanos.

Fotografía: James Jeffrey

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=237984

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Etiopía: Educación de calidad – Motor para la transformación

La Oficina de Educación del Estado de Oromia está muy centrada en la educación básica con maestros calificados. Mejorar la educación en las últimas décadas ha sido una parte central de las estrategias de desarrollo en todo el mundo. Las investigaciones muestran que poner a más personas en el sistema educativo no puede producir calidad y desarrollo general. Debería prestarse más atención al mejoramiento de la calidad en la educación con el supuesto de que la educación de calidad es un catalizador para el desarrollo nacional.

Según el informe de UNICEF, una población bien educada puede contribuir a la reducción de los ciclos generacionales de pobreza sentando las bases para el desarrollo. La educación es una condición esencial para el desarrollo sostenible en cualquier sociedad, ya que equipa a los niños con el conocimiento y las habilidades que necesitan para adoptar estilos de vida saludables y desempeñar un papel activo en las corrientes sociales, económicas y políticas.También mejora la igualdad de género y promueve la capacidad de toma de decisiones de los ciudadanos. Sin embargo, la mala calidad, de acuerdo con el informe, es equivalente a ninguna educación en absoluto.

La implicación de la disminución de la calidad de la educación en todos los niveles tiene un gran impacto negativo en la sostenibilidad moral, cívica, cultural y económica de la nación. En base a esto, la importancia de la educación no puede ser subestimada, sino que debe ser atendida para asegurar que la educación genere un aprendizaje significativo y habilidades cognitivas dentro de los estudiantes. Sin embargo, la educación no puede causar el desarrollo sostenible por sí solo. Es un factor que contribuye entre varios elementos importantes que deben abordarse para lograr un mayor desarrollo socioeconómico.

A pesar de que la educación es ampliamente aceptada como un medio para el desarrollo socioeconómico, el debate continúa sobre cantidad versus calidad: cómo definir y garantizar la calidad, cómo medir el progreso y cómo integrar una educación de calidad en diferentes contextos en varios niveles en muchos países, incluido Etiopía.

La educación, al ser una inversión importante en el desarrollo del capital humano, desempeña un papel fundamental en la productividad y el crecimiento a largo plazo tanto a nivel micro como macro. Esto explica por qué el estado de la educación sigue siendo el discurso nacional en todos los niveles.

Es debido a este hecho que el gobierno de Etiopía está reenfocando a una educación de calidad tanto a nivel federal como regional, concurrente para acceder a una educación de calidad para todos. De hecho, la nación ahora ha logrado accesibilidad en todos los niveles con un rendimiento increíble. Pero todavía hay debates en curso sobre la calidad de la educación.

En relación con este hecho, la Oficina de Educación de Oromia celebró recientemente una reunión de consulta con las partes interesadas sobre este mismo tema. Como se informa durante la reunión, el Estado está realizando diversos esfuerzos para lograr la calidad de la educación en el Estado.

La directora del Buró de Educación de Oromia, la Dra. Tola Barisso, destacó en la reunión que la calidad de la educación es prácticamente testigo en el Estado después de poner maestros y expertos en la corriente para enfocarse completamente en el proceso de instrucción solo.

Además, dijo que centrarse en la educación es la única forma de abordar la demanda de educación de calidad de más de 10 millones de niños en edad escolar y más de 200,000 docentes del estado.Además, subrayó que la mejora en el estándar de calidad de las escuelas está mostrando un progreso notable en este momento en todas las áreas del estado.

El manual de educación sobre el círculo de calidad se desarrolla en el estado que está produciendo mejores frutos y obteniendo la aceptación por parte del público pertinente, como maestros, estudiantes y líderes escolares.

El desempeño educativo del estado se evaluó y demostró estar avanzando hacia el camino correcto en los últimos seis meses del año presupuestario. El Dr. Tola destacó.

Dijo además que los incentivos de los docentes, como la vivienda, el transporte rápido y la promoción, los derechos de transferencia y las misiones profesionales, deben responderse lo más posible. Además, las enseñanzas prácticas e inclusivas de los adultos son áreas que aún no se han abordado al nivel esperado, que también requieren consideración crítica en el futuro.

El Director de la Oficina de Educación de Ambo Bekele Duressa también dijo por su parte que el pueblo ahora ha restablecido efectivamente la paz trabajando estrechamente con estudiantes, maestros, padres, ancianos y la comunidad en la ciudad, ya que la paz es el principal problema para una convivencia armoniosa.

El pueblo había pasado por la peor situación de paz en los años anteriores. Añadió que todos los miembros de la comunidad habían alcanzado un consenso para mantener la paz de la comunidad que los rodeaba y de sus escuelas. Por lo tanto, enfatizó que «las escuelas no son plataformas políticas y cualquier búsqueda de gobernanza más allá del proceso de aprendizaje de la enseñanza debe presentarse de manera democrática y legal a los organismos gubernamentales responsables fuera de las escuelas».

El Jefe de la Oficina de Educación de la Administración del Pueblo de Bishoftu Eshetu Leggesse por su parte enfatizó que hay un progreso notable en la corriente educativa en su ciudad y en el Estado en general en educación de calidad ya que la comunidad circundante e inversores en el área están trabajando conjuntamente.

Como parte de la mejora de la calidad de la educación en la ciudad, dijo que «estamos finalizando la construcción de 12 escuelas estándar que son propicias para el proceso de aprendizaje de enseñanza bajo la estrecha asociación con el gobierno, los padres y la comunidad».

Además, Eshetu dijo que al usar la consulta y el asesoramiento de maestros jubilados y trabajar estrechamente con padres, estudiantes, inversionistas en el área y todos los organismos pertinentes para lograr la más alta calidad en educación en la ciudad, prácticamente se obtienen resultados positivos en la ciudad.

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Los niños refugiados, la prioridad en la atención a la infancia en 2018

Por: UNICEF

UNICEF estima que necesitará casi 3.000 millones de euros este año para atender a 48 millones de menores alrededor del mundo. Casi un cuarto del presupuesto se destinará a los refugiados sirios, mientras el éxodo de los rohingya dispara la ayuda a Asia meridional. 

Educación y acceso a agua, saneamiento e higiene serán los pilares de la acción de Unicef para este año, según el informe Intervención Humanitaria 2018 divulgado este martes por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia. La organización estima que necesitará 2.920 millones de euros para hacer frente a las necesidades de 82 millones de personas en 51 países. Su objetivo es llegar a 48 millones de niños, uno de los colectivos más vulnerables, ya que uno de cada cuatro de ellos vive en países afectados por conflictos o desastres y casi 50 millones tuvieron que abandonar sus hogares debido a violencia, pobreza o catástrofes naturales.

Oriente Medio y Norte de África se mantiene como la región que acapara la cifra más elevada, con 1.509 millones de euros, repartidos principalmente entre atención a refugiados sirios y otras poblaciones afectadas en Egipto, Irak, Jordania, Líbano y Turquía (767 millones de euros, alrededor de un cuarto del conjunto del presupuesto global), Yemen (272 millones de euros) y Siria (270 millones de euros). Nigeria y República Democrática del Congo son los principales destinatarios del presupuesto de África central y occidental (567 millones de euros en el conjunto), así como Sudán del Sur, Somalia y Etiopía en la zona meridional y oriental del continente (cuyo presupuesto asciende a 523 millones de euros).

Uno de cada cuatro niños vive en países afectados por conflictos o desastres

Los niños refugiados, la prioridad en la atención a la infancia en 2018
 En porcentajes, el Fondo de las Naciones Unidas prevé gastar un cuarto del presupuesto para que 8,9 millones de niños puedan tener acceso a la educación. Otra prioridad fijada por el informe es el acceso a agua, saneamiento e higiene (21% del total) para garantizar este derecho a 35,7 millones de personas. Unicef aspira también a tratar 4,2 millones de casos de malnutrición aguda infantil (a través del 18% del presupuesto) y vacunar a 10 millones de niños contra el sarampión. La protección de los menores concentrará el 11% del gasto anual con el objetivo de brindar apoyo psicológico para 3,9 millones de niños.

«Deberíamos estar hablando de desarrollo en estos tiempos, pero debido a la situación actual hemos tenido que volver a poner el foco en las emergencias», ha lamentado Javier Martos, director ejecutivo de Unicef Comité Español este martes en la presentación del informe en Madrid.

Cinco crisis que marcarán 2018

1. El éxodo de los rohingya

Pese a que el número de nuevas llegadas se vaya estabilizando, la emergencia se mantiene elevada en el campo de refugiados rohingya Kutupalong, en Cox’s Bazar, uno de los distritos más pobres de Bangladés. A las 688.000 personas huidas del vecino Myanmar desde el pasado mes de agosto, cuando se recrudeció la persecución contra esta minoría, se suman otras 75.000 llegadas hace un año, además de una cifra estimada entre los 300.000 y 500.000 acumulada a lo largo de cinco décadas de éxodo. Unicef calcula que, incluyendo a los comunidades locales, los niños suman al menos 720.000.

“Responder a las necesidades de agua, higiene y saneamiento es un reto muy complicado, debido a la congestión del campo y la falta de letrinas”, explica Sara Bordas, jefa de operaciones del Fondo de las Naciones Unidas en Kutupalong. “En los centros de educación, se ven niños muy sucios, no tienen bases de higiene. Nos queda mucho trabajo por hacer”.

El hacinamiento y la escasez de higiene favorecen la proliferación de enfermedades. El campo ya ha registrado varios brotes de sarampión, difteria, infecciones agudas a las vías respiratorias y abre la puerta al riesgo de una epidemia de cólera.

Bordas se muestra preocupada también por los niveles de desnutrición aguda grave. “El ratio registrado el pasado mes de octubre era del 7,5%, muy por encima del límite de emergencia, fijado en el 3%”, asegura. “En el campo, además, también hay 80.000 mujeres embarazadas, muchas de las cuales ya están desnutridas”.

Una mujer rohingya sostiene su hijo mientras espera la repartición de ayuda humanitaria en el campo de refugiados de Balukhali, cerca de Cox's Bazar (Bangladés)
Una mujer rohingya sostiene su hijo mientras espera la repartición de ayuda humanitaria en el campo de refugiados de Balukhali, cerca de Cox’s Bazar (Bangladés) MANISH SWARUP AP
 “No hay mucho que hacer en el campo, pero los niños frecuentan centros de educación no formal, donde reciben también apoyo psicosocial, en especial las víctimas de abusos sexuales. Trabajamos también en la prevención, para que no vuelva a ocurrir en un campo en el que hay mucha gente desesperada”, asegura.

“Al principio, nos centramos en no perder vidas, trabajando en salud, nutrición, agua, saneamiento e higiene, pero ahora podemos agregar una parte de esperanza, basada en educación y protección. Solo estamos en el quinto mes de respuesta, pero aún no hemos alcanzado nuestros objetivos”.

Durante la presentación del Informe sobre Acción Humanitaria 2018 en Madrid, algunos niños intervinieron en directo desde Kutupalong para contar sus historias sin casi levantar la cabeza desde la hoja en la que dibujaban flores de colores. «Cuando llegaron al campo el pasado mes de septiembre, solo dibujaban helicópteros y gente que huía», explica Bordas.

2. El conflicto sirio y la crisis de refugiados en Oriente Próximo

El conflicto en Siria, a punto de cumplir siete años, ha causado más de seis millones de desplazados internos y más de cinco millones de sirios, entre ellos 2,5 millones de niños, viven como refugiados en Turquía, Líbano, Jordania, Irak y Egipto. Los fondos recaudados el año pasado apenas alcanzaron la mitad de la cifra necesaria para atender a las necesidades básicas en el país, especialmente las de los menores que viven en zonas sitiadas (se estima que sean 200.000) y en áreas de difícil acceso (1,7 millones).

El pasado mes de diciembre, organizaciones internacionales alertaron de un déficit de 60 millones de dólares (50,6 millones de euros) que pone en riesgo la atención a 1,5 millones de menores ante el frío del invierno.

A los estragos del conflicto, se suma el desplazamiento interno de personas como consecuencia del calentamiento global y de la progresiva desertificación de algunas zonas del país. Acnur calcula que los años de sequía consecutiva y crónica entre 2005 y 2011 obligaron a emigrar a más de un millón y medio de personas de las áreas rurales del sur de Siria.

Fran Equiza, representante de Unicef en Siria, ha aprovechado la presentación del informe para poner rostro a los niños de este país que en su vida solo han vivido y experimentado las consecuencias de la guerra civil. Y la vida para los que escapan, ha agregado, no es más simple. «Huyen de las balas, de las minas y del riesgo de ser reclutados por cualquiera de las partes en conflicto», ha explicado.

MÁS DINERO EN 2017, PERO MÁS EMERGENCIAS

Pese al incremento en comparación con el año anterior, la financiación en 2017 no fue suficiente para responder a las necesidades de los más vulnerables, sobre todo para emergencias crónicas, como la de República Centroafricana o de Malí. Unicef cerró el mes de diciembre pidiendo 3.790 millones de dólares (frente a los 3.360 millones de dólares estimados en enero), debido sobre todo a los flujos de refugiados y desplazados en Bangladés y en República Democrática de Congo; el riesgo de hambruna en Nigeria, Somalia y Sudán del Sur; el brote de cólera en Yemen; los huracanes en el Caribe y las inundaciones en Nepal.

A lo largo de 2017, los refugiados y migrantes que llegaron a Europa fueron 164.000 —incluyendo a 29.000 niños—, al mismo tiempo que distintos conflictos de larga duración se enquistaron alrededor del mundo. El de Siria, por ejemplo, está a punto de cumplir siete años y ha causado más de seis millones de desplazados internos, mientras que cinco millones de sirios, la mitad niños, viven como refugiados en los países vecinos. En Irak, casi nueve millones de personas necesitan ayuda humanitaria. Entre ellos, hay más de cuatro millones de niños. La escalada de violencia en República Democrática del Congo ha obligado a más de 1,7 millones de personas a abandonar sus hogares y los niños que sufren malnutrición aguda ya superan los dos millones. La crisis de la cuenca del lago Chad sigue afectando a 17 millones de personas en Camerún, Chad y Níger, al mismo tiempo que se recrudece la violencia y se incrementa el número de desplazados internos en la zona nororiental de Nigeria.

La sequía que azota el Cuerno de África ha afectado a 17 millones de personas en Etiopía, Somalia y Kenia, que quedan expuestas al riesgo de epidemias. El paso de los huracanes Irma y María por el Atlántico, por su parte, se dejó atrás a más de 1,4 millones de personas —un cuarto de ellos, niños— con necesidad de asistencia humanitaria.

En 2017 se registró también un incremento sin precedentes en brotes de cólera, en países como República Democrática del Congo, Irak, Nigeria, Somalia, Sudán del Sur y Yemen. Esta “emergencia en la emergencia” -como la define el informe de Unicef- en muchos casos está relacionada con los conflictos armados, a la raíz del colapso de las infraestructuras de agua y saneamiento.

El Gobierno de EE UU se mantuvo a lo largo de 2017 como el principal donante del Fondo para la Infancia con 441,8 millones de euros, a pesar de que la Administración Trump anunciara a principios de año su intención de aplicar un tijerazo de «al menos» un 40% de las contribuciones voluntarias a la ONU y otros organismos internacionales por parte de EE UU.

Equiza ha lamentado que en el país se registraran 72 casos de polio en 2017, una enfermedad a punto de ser erradicada, cuando en 2011 el 100% de los niños estaba inmunizado.

El representante de Unicef participó el pasado mes de diciembre en un convoy dirigido a Guta oriental, un distrito cercano a Damasco que lleva cuatro años bajo asedio, donde registraron índices de malnutrición de casi el 12%. «Hace unas semanas, intentamos volver, pero no nos autorizamos. Lamentablemente, ahora no sé cuál es la situación de estos niños».

3. La guerra en Yemen

La muerte el pasado mes de diciembre del expresidente Ali Abdalá Saleh, desalojado durante la Primavera Árabe, a manos de los Huthi hace temer que se recrudezca la guerra en el país.

Yemen acumula casi tres años de conflicto y está al borde de una de las hambrunas más terribles de la era moderna, con 17 millones de personas que no saben si comerán mañana. Las tasas de desnutrición siguen siendo de las más altas del mundo, con casi dos millones de pequeños desnutridos y, de ellos, 385.000 con desnutrición severa aguda.

El colapso del sistema de salud, la falta de agua y alimentos constituyen un caldo de cultivo que no permite bajar la guardia ante la posibilidad de un nuevo brote de diarrea aguda (cólera).

4. República Democrática del Congo

Las revueltas en Kasai, región del centro de la República Democrática del Congo (RDC), han originado cerca de un millón de desplazados internos, 30.000 refugiados a lo largo del último año, según datos de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).

Aunque se ha reducido la violencia, sube la alerta ante la crisis humanitaria. La desnutrición severa en menores alcanza el 10% y ya se cuentan 38.000 afectados por el cólera, mientras que los centros de salud han sido abandonados o carecen de medicamentos y personal.

5.Sudán del Sur

Más de un millón de niños sursudaneses sufren desnutriciónsevera. Las organizaciones humanitarias aún se enfrentan a muchos obstáculos para entregar ayuda en distintas zonas del país, consideradas demasiado inseguras desde que comenzó el conflicto en 2013.

La infancia en Sudán del Sur se enfrenta a muchos otros retos, más allá del hambre. Más de 2.300 niños han resultado muertos o heridos en los últimos cuatro años y se han registrado cientos de casos de violaciones y agresiones sexuales, según datos de Unicef. Dos millones de menores están fuera de la escuela y, si la situación actual se mantiene, es probable que solo uno de cada 13 niños acabe la escuela primaria, alerta Médicos sin Fronteras.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/01/26/planeta_futuro/1516964600_620547.html

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