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Menor pobreza si todos los adultos tuvieran secundaria

Por: Vanguardia

Presenta Unesco informe sobre reducir la pobreza por medio de la educación.
La tasa de pobreza mundial podría reducirse a la mitad si todos los adultos terminaran sus estudios de nivel de secundaria, aseguró este miércoles la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Advirtió que nuevos datos muestran que prácticamente no ha habido progreso alguno en la reducción de las tasas de las personas no escolarizadas en los años recientes, de acuerdo con el Instituto de Estadística de la organización.

El equipo del Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo de la Unesco publicó el documento Reducir la pobreza mundial a través de la educación primaria y secundaria universal, que demuestra la importancia de reconocer que la educación es clave para acabar con la pobreza en todas las latitudes, señaló la agencia de las Naciones Unidas en un reporte enviado a La Jornada.

El análisis basado en los efectos promedio de la educación sobre el crecimiento y la reducción de la pobreza en los países en desarrollo de 1965 a 2010, muestra que “cerca de 60 millones de personas podrían escapar de la pobreza si todos los adultos tuvieran tan sólo dos años más de escolaridad.

Si todos los adultos terminarán la educación secundaria, 420 millones de personas podrían salir de la pobreza, al reducir el número total de personas pobres en más de 50 por ciento a escala mundial y en casi dos tercios en África subsahariana y Asia Meridional, afirma el documento.

Pero a pesar del potencial de la educación para reducir la desigualdad, los nuevos datos del Instituto de Estadística de la Unesco (IEU) revelan que a escala mundial, a 9 por ciento de todos los niños en edad de cursar la primaria todavía se les niega el derecho a la educación, con tasas que alcanzan 16 y hasta 37 por ciento para los jóvenes en edad de acudir a la secundaria inferior y superior, respectivamente, y que en total, 264 millones de niños, adolescentes y jóvenes no asistieron a la escuela en 2015.

África subsahariana es la región con las tasas más elevadas de personas no escolarizadas en todos los grupos etarios. Cincuenta y siete por ciento de los jóvenes de entre 15 y 17 años; 36 por ciento de los adolescentes de entre 12 y 14 años, y 21 por ciento de los niños de entre seis y 11 años no asisten a la escuela, refiere la Unesco.

Etiopía, India, Indonesia, Nigeria, Pakistán y Sudán son los países que albergan a más de un tercio de los niños que no asisten a la primaria.

De persistir las tendencias actuales, de los 61 millones de niños en edad de asistir a la escuela primaria que actualmente no lo hacen, 17 millones nunca acudirán a un aula, alertó.

Las niñas de países pobres aún enfrentan obstáculos para educarse, de acuerdo con datos del IEU. En países de bajos ingresos, más de 11 millones de niñas de edad escolar primaria están fuera de la escuela, en comparación con casi 9 millones de niños. Aunque las niñas que logran comenzar tienden a completar el ciclo primario y continuar en el nivel de secundaria.

Para maximizar sus beneficios y reducir desigualdad de ingresos, la educación debe alcanzar a los más pobres, pero el informe muestra que en los países de ingresos bajos, es ocho veces más probable que los niños de las familias más pobres (menos de 20 por ciento), estén fuera de la escuela, que los niños más ricos (más de 20 por ciento). También que es nueve veces más probable que los niños en edad escolar primaria y secundaria en los países más pobres, estén fuera de la escuela, que sus pares en los países más ricos.

El documento hace hincapié no sólo en mejorar la educación, sino en reducir los costos directos e indirectos de la educación para las familias.

En otro informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos publicado este miércoles, el organismo afirma que colocar guardería y educación prescolar bajo una misma autoridad y disponer de programas coordinados a partir de un año de edad mejoran la calidad de la enseñanza y puede ayudar a reducir desigualdades.

Fuente: http://www.vanguardia.com.mx/articulo/menor-pobreza-si-todos-los-adultos-tuvieran-secundaria

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Poco hábito de lectura en Nigeria, según estudio

Nigeria/26 de Junio de 2017/Prensa Latina

El poco hábito de leer afecta hoy a la población de Nigeria, advirtió el profesor Lenrie Aina, director general de la Biblioteca Nacional, durante una campaña de promoción de lectura en el sudeste del país.
Un reciente estudio arrojó que la mayoría de los nigerianos no leen, dijo Aina, durante la cita celebrada este miércoles en Enugu, capital del estado del mismo nombre.

Las principales naciones del mundo -comentó- se enorgullecen de su promoción de la lectura y ven en el alto de nivel de alfabetización una fuente importante de su competitividad y madurez social.

Sin embargo, la ausencia de una cultura generalizada respecto a la lectura en el caso de Nigeria ‘actúa como una barrera para nuestro desarrollo y competitividad internacional’, indicó.

Aina afirmó que la Biblioteca Nacional emprendió una intensa campaña alrededor del país para fomentar el importante hábito entre los ciudadanos, así como para identificar los obstáculos que inhiben la lectura y ofrecer soluciones.

Apeló a los maestros para que animen a sus alumnos a leer e instó a los padres a poner libros a disposición de sus hijos. En un mensaje al evento, el gobernador de Enugu, Ifeanyi Ugwuanyi, aseguró que su administración hace todo lo posible para promover la cultura de la lectura en las escuelas.

Otros oradores, al insistir en la importancia de la promover la lectura, en particular entre los jóvenes, pusieron énfasis en que esta ‘es para la mente lo que el ejercicio para el cuerpo’.

La tasa de alfabetización en Nigeria -segunda economía de África- ronda solo el 70 por ciento de la población, según algunos reportes de prensa.

Fuente: http://prensa-latina.cu/index.php/component/content/?o=rn&id=95107&SEO=poco-habito-de-lectura-en-nigeria-segun-estudio
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Africa: Make Girls’ Access to Education a Reality

Por: Allafrica

Resultado de imagen para Africa: Make Girls' Access to Education a Reality

Millions of pregnant and married adolescent girls across many African countries are being denied their education because of discriminatory policies and practices, Human Rights Watch said today, on the Day of the African Child. More than 49 million girls are out of primary and secondary school in sub-Saharan Africa, with 31 million of them out of secondary education, undermining their rights and limiting their opportunities.

Early marriage and teenage pregnancy are significant factors. In sub-Saharan Africa, 40 percent of girls marry before age 18, and African countries account for 15 of the 20 countries with the highest rates of child marriage globally. The region also has the world’s highest prevalence of adolescent pregnancies. In 14 sub-Saharan countries, between 30 and 51 percent of girls give birth before they are 18. Cultural or religious beliefs often stigmatize unmarried, pregnant girls, with the result that many pregnant girls are forced into early marriages.

«The African continent has one of the world’s highest rates of adolescent pregnancy, but many governments insist on tackling this social and public health challenge by punishing girls and jeopardizing their future,» said Elin Martínez, children’s rights researcher at Human Rights Watch. «Governments should focus on helping girls prevent unintended pregnancies and support their efforts to stay in school.»

Although most sub-Saharan African countries have made commitments to guarantee compulsory primary and lower-secondary education for all children, many exclude or expel pregnant girls and young mothers from school.

Tanzania and Sierra Leone are among the sub-Saharan African countries that have harmful policies and practices that discriminate against pregnant and married girls, Human Rights Watch research shows. In Tanzania, Human Rights Watch found that school officials conduct pregnancy tests and expel pregnant students. Nineteen-year-old Rita, from northern Tanzania, said she was expelled when she became pregnant at age 17. «Teachers found out I was pregnant,» she said. «I found out that no student is allowed to stay in school if they are pregnant … I didn’t have the information [sexual education] about pregnancies and what would happen.»

Some countries, including Cameroon, South Africa, and Zambia, have adopted «re-entry» policies so that adolescent mothers can return to school after giving birth. However, even if governments have these policies, school officials often fail to carry them out adequately or at all. Young mothers frequently lack support to re-enroll due to school fees and related costs, limited support from their families, stigma in school, and a lack of affordable childcare and related early childhood services.

Many adolescent girls become pregnant because they lack the information needed to make informed decisions about their sexuality, family planning, and their reproductive health, while others are coerced into sex and require protection and access to health services and support. According to the United Nations, 80 percent of women ages 15 to 24 who have HIV globally live in sub-Saharan Africa and across the continent, and girls aged 15 to 19 are five times more likely to be infected with HIV than boys.

Sexuality and reproduction are often not included in the national school curricula. In a handful of countries where they are included in HIV awareness or «life skills» programs or subjects, teachers are frequently unwilling to teach these subjects because of the sexual and reproductive health content, or due to constraints on teaching time and resources.

All African governments have made a commitment to the UN Sustainable Development Goals to guarantee gender equality and universal access to free primary and secondary education for all children by 2030. The African Union has recognized the importance of ending child marriage, understanding that it is a major impediment to regional development and prosperity, and of eliminating all forms of gender-based violence and discrimination.

 African governments should guarantee that girls have equal access to free quality primary and secondary education and support to stay in school, Human Rights Watch said. Governments should reverse harmful policies and practices that stigmatize girls, including forced pregnancy testing and regulations that allow for the expulsion of pregnant or married girls. Governments should also adopt laws that clearly set 18 as the minimum marriage age for boys and girls.

They should also adopt clear guidelines that instruct schools to re-enroll young mothers, provide support services in schools, and ensure that young mothers have access to early childhood services. Governments should also ensure that all children have access to age-appropriate, comprehensive sexuality, and reproductive education. Where possible, school-based services should be connected to youth-friendly health services to ensure that adolescents receive impartial, nonjudgmental information.

«Governments have the prime responsibility to ensure that girls access free primary and secondary education, without facing stigma and discrimination,» said Martínez. «All governments should scrap policies that exclude pregnant or married girls, and put in place special measures to ensure that all adolescent girls can go to school.»

In Girls’ Own Words

Malawi

In Malawi, roughly half of all girls marry before age 18. Between 2010 and 2013, 27,612 girls in primary and 4,053 girls in secondary schools dropped out due to marriage. During the same period, another 14,051 primary school girls and 5,597 secondary school girls dropped out because they were pregnant.

Girls told Human Rights Watch that marriage interrupted or ended their education, and with it their dreams to be doctors, teachers, or lawyers. Many said that they could not return to school after marriage because of lack of money to pay school fees, childcare, flexible school programs or adult classes, and the need to do household chores. Others said that their husbands or in-laws would not allow them to stay in school.

Kabwila N., 17, said she left school in standard eight at age 15 because of poverty. She said she could not go back to school because she felt ashamed about her pregnancy: «I would not want to go back to school because I started having sex with my boyfriend while at school. I am not fit to go back.»

South Sudan

In South Sudan, 52 percent of girls marry before their 18th birthday. According to UNESCO, over 1.3 million primary-school-age children are out of school, and the country has the world’s lowest secondary school enrollment rate, at four percent.

Mary K., of Yambio County, said: «My father refused me to go to school. He said it is a waste of money to educate a girl. He said marriage will bring me respect in the community. Now I have grown up and I know that this is not true. I cannot get work to support my children and I see girls who have some education can get jobs.»

Anyier D., 18, said that her uncles forced her to leave school at 14 in 2008 to marry an old man she did not know: «I would wish to return to school even if I have children. People think that I am happy but I am not because I don’t have an education. I don’t have something of my own and I am only cleaning offices. If I had gone to secondary school, I would get a good job.»

Tanzania

In Tanzania, fewer than a third of girls who complete primary schooling complete lower-secondary school, and over 15,000 girls drop out annually due to pregnancy. Human Rights Watch found that in some cases adolescent girls dropped out of lower-secondary school due to sexual exploitation and violence by teachers.

Joyce, 17, from Shinyanga, said: «There are teachers who engage in sexual affairs with students – I know many [girls] it has happened to … If a student refuses, she is punished … I feel bad … even if you report the matter it won’t be taken seriously. It makes us feel unsafe. Three girls dropped out because of teachers and sex in 2015.»

Fuente: http://allafrica.com/stories/201706160843.html

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Educación digital para los niños de Nigeria

África/Nigeria/17 Junio 2017/Fuente: El Diario Montañez

ProFuturo presenta en Berlín su próximo proyecto para los estados del norte de este gigante africano

ProFuturo ha presentado en el foro G20 Africa Partnership-Investing celebrado en Berlín las diferentes actividades que se han realizado en la última década. “Estamos en marcha con soluciones reales para problemas reales. Llevamos diez años trabajando en Latinoamérica y en 2016 iniciamos nuestra andadura en África”, ha explicado César Alierta, presidente de esta iniciativa impulsada por las fundaciones Telefónica y La Caixa. También ha apuntado que casi cuatro millones de niños (3,8) usan los programas de educación digital. “El objetivo es llegar a diez millones de niños en 2020 y a 50 millones en 2030”, ha destacado Alierta.

El presidente de ProFuturo ha estimado como una inversión viable, y necesaria, el coste de ofrecer a los niños de países desfavorecidos la oportunidad de situarse al nivel de la educación occidental. Alierta también ha anunciado el cierre de acuerdos “a tres bandas” con el Foro de Gobernadores de estados del Norte de Nigeria y la Iglesia para llevar esta solución educativa digital a las comunidades de este país. Un acuerdo que, ha dicho, es “replicable” en otros entornos y países.

 Este acuerdo tiene su origen en el encuentro interreligioso de Asís de 2016, donde Alierta presentó ProFuturo. Allí el emir de Kano, Muhammadu Sanusi II, conoció la iniciativa y surgió el compromiso de estudiar su implantación en Nigeria de la mano de la Comunidad de Sant Egidio. La intermediación del representante de la institución católica para la Unión Europea y Nigeria, Jan de Volder, ha sido fundamental para hacer posible que ProFuturo llegue al país africano.

El acuerdo estará coordinado por el centro de diálogo interreligioso Kukah Centre, una entidad promovida por el obispo católico de Sokoto, Matthew Hassan Kukah, que contempla la realización de proyectos piloto en 120 escuelas del norte del país, del que se estima que beneficiarán unos 70.000 niños musulmanes y católicos. La iniciativa se pondrá en marcha en junio con la identificación de las escuelas, y continuará con la formación de los profesores en septiembre para su implantación progresiva en las escuelas a lo largo del curso 2017- 2018.

Fuente: http://www.eldiariomontanes.es/tecnologia/201706/13/educacion-digital-ninos-20170613200740-ntrc-rc.html

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Matrimonio forzado, trabajo infantil y guerra: la infancia robada de 700 millones de niños en el mundo

Por: Icíar Gutiérrez

Uno de cada cuatro menores en el mundo «no puede disfrutar de su infancia» por el matrimonio precoz, el trabajo infantil o el desplazamiento forzoso, denuncia Save The Children

«Cuando mi padre decidió casarme, me rompió el corazón. Nadie me preguntó ni se preocupó», relata una menor afgana obligada a contraer matrimonio.

Ahlam, Kamal, Majerah, Tawa, Yassira, Juan y Saida son niños que han dejado «demasiado pronto» de ser niños. El matrimonio forzado, el trabajo infantil, el hambre, los embarazos precoces, el abandono de la escuela o la violencia truncan cada año la infancia de muchos menores en el mundo, según el informe Infancias robadas elaborado por Save The Children.

En el estudio, la organización analiza cómo estos factores han creado «una crisis global para la infancia de enormes proporciones». A pesar de los avances, las cifras aún se cuentan por millones: s e estima que uno de cada cuatro niños en el mundo, al menos 700 millones, «no puede disfrutar» de su niñez por alguna de estas situaciones.

La causa última, casi siempre, es la misma: la pobreza. La investigación, que clasifica a 172 países en función del impacto de estos factores en la infancia, revela la brecha existente entre los países ricos y los países empobrecidos e n un ranking encabezado por Noruega y con Níger en el último puesto. 

Ahlam, desplazada en Irak

La historia de Ahlam es la de dos huidas. La primera, cuando el ISIS tomó el control su ciudad, Baiji, al norte de Irak. La segunda, cuando el grupo terrorista llegó dos años después a Hawija, de donde tuvo que volver a escapar junto a su familia. «Caminamos siete horas durante la noche por las montañas. Íbamos por la carretera y se producían explosiones. Había minas que explotaban. Las vimos», recuerda Ahlam, de 12 años, en un testimonio recogido por Save The Children.

Ahora vive en un campo de desplazados en Qayyara, al sur de Mosul. «Allí dejé mis juguetes, mi escuela… Lo tenía todo. Aquí no tengo juguetes. Prefiero volver a casa. Hace mucho que no vemos nuestra casa. También tenía un columpio. Teníamos un televisor en casa. Solía ver dibujos animados», comenta la menor, que ahora cursa quinto curso y quiere ser «ingeniera o médica» de mayor.

Casi 17 millones de niños y niñas como Ahlam se convierten en desplazados en sus países. Otros 11 millones son refugiados y solicitantes de asilo. En total, uno de cada 80 niños ha abandonado su hogar. El informe denuncia que en «demasiados casos» los menores migrantes son detenidos, lo que tiene «unos efectos demoledores en su desarrollo».

Irak es uno de los países donde los niños «sufren más por los conflictos», según la ONG, junto a Siria, Sudán del Sur, Somalia, República Centroafricana, Colombia, Afganistán, Yemen, Sudán y Eritrea.

Kamal, forzado a trabajar en India

Kamal se vio obligado a abandonar la escuela a los 11 años debido a la pobreza. Su padre es adicto, y Kamal creció en un ambiente violento donde el abuso físico y verbal eran comunes.

Kamal se vio obligado a abandonar la escuela a los 11 años debido a la pobreza. Su padre es adicto, y Kamal creció en un ambiente violento donde el abuso físico y verbal eran comunes. NILESH NIKADE/SAVE THE CHILDREN

Empujado por la pobreza y forzado por sus padres, Kamal, de India, tuvo que dejar la escuela a los 11 años y ponerse a trabajar en un restaurante de carretera. Pasó dos años cocinando, limpiando y sirviendo mesas para ganar los únicos ingresos que entraban en su casa, 73 dólares al mes.

Tras varios obstáculos y la negativa de sus padres, Kamal pudo matricularse de nuevo en el colegio con el apoyo de una ONG local y Save The Children. Ahora tiene 14 años y ha empezado a ganar carreras de atletismo. «Yo trabajaba, nunca pensé que podría volver a estudiar o representar a mi distrito en competiciones deportivas», dice el adolescente.

Cerca de 168 millones de menores en el mundo son forzados a trabajar para mantener a sus familias, según la investigación. La mitad, 85 millones, lo hace con trabajos peligrosos como la pesca en aguas profundas, las fábricas textiles, la recogida de algodón, la minería o la construcción. Las tasas nacionales más altas de trabajo infantil se encuentran en países del África subsahariana como Camerún, (el 47% de los niños), Somalia (49%), Guinea-Bissau (51%), Benín (53%) y Malí (56%).

Majerah, obligada a casarse en Afganistán

El sueño de Majerah de convertirse en médica se «hizo añicos» cuando la obligaron a contraer matrimonio y abandonar sus estudios. Tenía 14 años. «Cuando mi padre decidió casarme, me rompió el corazón. Nadie me preguntó ni se preocupó», lamenta la joven, que vive con su marido, que es 10 años mayor que ella y «la ha golpeado en varias ocasiones».

También vive con su familia política, quienes «la tratan como a una esclava» y la menosprecian «porque no ha sido capaz de tener un hijo», según la ONG. «Ya no me siento viva. No se puede vivir sin esperanzas y sueños», lamenta Majerah, que ahora tiene 17 años.

El matrimonio precoz tiene «consecuencias devastadoras» para la vida de las niñas, según Save The Children, que calcula que 40 millones de menores de entre 15 y 19 años están casadas o viven en pareja. Cada año, cuatro millones de niñas menores de 15 años contraen matrimonio.

«Es un problema mundial que trasciende países, culturas, religiones y etnias», concluye la ONG. África subsahariana y Asia meridional presentan las mayores cifras con países como Sudán del Sur (40% de niñas de entre 15 y 19 años casadas) y Bangladesh (44%), aunque también varía por regiones en función de sus índices de pobreza.

Tawa, madre adolescente en Sierra Leona

Tawa *, de 17 años, se quedó embarazada de su hija Mary *, 10 meses, en el final del brote de Ebola.
Tawa *, de 17 años, se quedó embarazada de su hija Mary *, 10 meses, en el final del brote de Ebola.MICHAEL DUFF/SAVE THE CHILDREN

Cuando el brote de ébola estaba llegando a su fin en Sierra Leona, Tawa se quedó embarazada de un joven con el que tuvo relaciones una sola vez. Al enterarse, el chico huyó a Liberia y Tawa no ha vuelto a saber nada de él. Durante el embarazo, tuvo que enfrentarse a los comentarios y las burlas de sus vecinos. Ahora tiene 17 años y una hija, Mary, de 10 meses.

«Estoy muy estresada, cuando mi hija se pone enferma, incluso me cuesta trabajo encontrar el dinero para llevarla al hospital. Es difícil hasta obtener alimento que darle», explica la joven.

Se estima que cada dos segundos, una menor da a luz en el mundo. Cada año, 17 millones de menores tienen un hijo. Un millón de ellas no llega a los 15 años. Las complicaciones en el embarazo y el parto son «la segunda causa de muerte» de la adolescentes en el mundo, alerta Save The Children. Siete países concentran la mitad de todos estos embarazos: Bangladesh, Brasil, República Democrática del Congo, Etiopía, India, Nigeria y Estados Unidos.

Juan perdió a su primo en El Salvador

«Era como mi hermano». Así recuerda Juan, un salvadoreño de 13 años, a su primo, asesinado por las bandas el año pasado. «Llegué a casa y me encontré a mi hermano y a otra prima llorando. Sentí algo extraño, la cabeza me daba vueltas. Le pregunté a mi prima qué pasaba y no me respondió, seguía llorando. Me dijo ‘Le han matado’. Sentí que mi corazón se partía por la mitad», relata.

«He soñado con él tres veces. En el sueño me abraza y me dice que siempre estará conmigo. Hace la maleta, se da un baño y me dice que se va a hacer un largo viaje del que no volverá. Me desperté del sueño y quería compartir mi tristeza. Decidí que nunca me autolesionaría como hacen otros cuando tienen problemas, porque pienso que no es bueno» añade el menor, que recibe terapia psicológica de la ONG.

«Sufrir, presenciar o temer la violencia no debería formar parte del crecimiento», sentencia el estudio, que revela que más de 75.000 niños y niñas menores de 20 años fueron asesinados en 2015. El Salvador, forma parte de los cinco países con mayores tasas de homicidio infantil junto a Honduras, Venezuela, Colombia y Brasil.

Saida padece desnutrición en Yemen

Saida, que está recibiendo tratamiento en el hospital Al-Sabeen de Save the Children en Sana'a, tiene 18 años pero se parece más a una niña de ocho años.

Saida, que está recibiendo tratamiento en el hospital Al-Sabeen de Save the Children en Sana, tiene 18 años pero se parece más a una niña de ocho años. SAVE THE CHILDREN

Pasar hambre ha marcado para siempre la vida de Saida. Sufrió desnutrición de pequeña y, como consecuencia, tuvo retrasos en su crecimiento: no pudo desarrollar todo su potencial, ni mental y físico. A sus 18 años, Saida parece que tiene ocho. Según la ONG, aunque su alimentación mejoró, tras el estallido de la guerra en Yemen ha vuelto a caer en la desnutrición y está siendo tratada en Saná.

En Yemen, el 47% de los niños sufre retrasos en su crecimiento como consecuencia del hambre. Que un bebé no obtenga nutrientes suficientes durante sus primeros 1.000 días de vida es «en gran medida irreversible», según Save The Children, que denuncia que los niños que sufren estos retrasos –156 millones de menores de cinco años en total– «afrontan una vida de oportunidades perdidas en cuanto a educación y trabajo».

Yassira abandonó la escuela en Níger

Yassira, de 11 años, tuvo que dejar los estudios para ayudar económicamente a sus padres. Atrás dejó su escuela, y a sus amigos. «Ahora van por delante de mí. Me han dejado atrás», apunta la pequeña. Con el apoyo de la ONG, su madre se ha unido a un grupo de agricultoras y Yassira ha vuelto a la escuela en febrero. «Mi asignatura favorita es la lectura, cuando sea mayor quiero ser profesora», dice.

En África subsahariana las escuelas «suelen estar demasiado lejos y las familias son demasiado pobres como para sostener la educación de sus hijos», explica el informe. En el mundo, hay más de 263 millones de niños y niñas fuera del sistema educativo.

Amina perdió a dos hijos en Nigeria

En una aldea del noreste de Nigeria vive Amina, que ha perdido a dos de sus cuatro hijos por enfermedades «tratables» y «evitables», según la ONG. Su primer hijo, de seis meses, murió en 2009.

«No sé por qué murió, pero sufría diarrea severa y estaba muy desnutrido. No tenía ni idea de cómo ayudarle porque en nuestra aldea no hay centro médico, hospital o enfermería. Me sentí muy triste cuando murió. En segundo lugar tuve una niña, que hace cuatro años que murió», dice.

El estudio revela que cada día mueren 16.000 niños antes de cumplir cinco años por causas que se pueden «evitar» y «tratar» como los nacimientos prematuros, la neumonía, las complicaciones en el parto y la diarrea.

(*) Algunos de los nombres utilizados son ficticios para preservar la identidad de los menores.

Fuente: http://www.eldiario.es/desalambre/Historias-infancias-matrimonio-infantil-embarazo_0_651985176.html

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Nigeria: Agonies of a Menstruating School Girl

África/Nigeria/11 Junio 2011/Fuente; /Autor: Habibu Umar Aminun

Resumen: Los resultados de un estudio sobre Gestión de Higiene menstrual (MHM) han demostrado que cuando las colegialas menstrúan en Nigeria se enfrentan a muchos retos, que afectan a su capacidad para gestionar su situación y condición de una manera digna e higiénica. También reveló que la disponibilidad y adecuación de las instalaciones de lavado (Higiene Agua, Saneamiento e) y el flujo de información sobre MHM y el acceso a los materiales para el manejo higiénico de la menstruación todo impactado en la experiencia de la menstruación de las niñas.

Katsina — Findings from a recent study on Menstrual Hygiene Management (MHM) have shown that menstruating schoolgirls in Nigeria face many challenges, which affect their ability to manage their situation and condition in a dignified and hygienic way.

It also revealed that availability and adequacy of WASH (Water, Sanitation and Hygiene) facilities and flow of Information on MHM and access to materials for hygienic management of menstruation all impacted on girls’ experience of menstruation.

Participants believe that menstruation is a secret and an unclean experience, which should be shrouded in secrecy and if spoken of, must be done in whispers. They expressed fear that used menstrual products could be used for rituals, which could cause harm to menstruating girls.

Menstrual Hygiene Management findings show that WASH facilities in most schools are inadequate for menstrual management as only 41.7 per cent of toilets have functional locks while only 25 per cent of the schools have hand washing basins and soap. Most of the toilets/latrines are in a state of disrepair: they are dirty, with broken doors and poor ventilation.

The ratio of latrine compartment to students was 1:297 for girls and 1:1216 for boys compared to a global recommended latrine to student ratio of 1:25 and 1:50 for girls and boys respectively (UNICEF 2011).

The overall average ratio of toilets/latrine in the urban schools for girls was 1:214 and for boys 1:374, while the ratio was 1:168 and 1:272 for girls and boys respectively in rural schools. None of the schools assessed met the World Health Organisation standard of pupil to toilet ratio.

Water for hand washing and cleaning up by girls was inadequate as only 50 per cent of the schools had functional water source in the school premises. Disturbed by this revelation, this year’s MHM Day had the theme: ‘Education About Menstruation Changes Everything’, which intends to create awareness and change attitudes about the increasing agonies and pains female students go through when their menstrual period starts.

Many female students have missed classes and are stigmatised, while many become the subject of discussion and shame, especially from their male colleagues; thereby casting them in bad light on an issue that is a natural cycle of life.

It has been established that girls lacked knowledge about puberty and menstruation as most girls have no prior knowledge about menstruation before menarche (first menstrual bleeding).

The report noted that even after experiencing their first menstrual cycle, information about menstruation comes mostly from mothers, older siblings and peers. There are inconsistencies in the subjects that address menstruation, as well as information shared in schools.

Teachers, especially those in co-educational schools are uncomfortable about teaching menstruation and menstrual hygiene. To this end, this year’s event intends to change this perception by using the media and education which have been identified as the major effective tools to address challenges faced by school girls and young women.

Speaking on menstrual issues at a one-day meeting with media practitioners in Katsina, the National Coordinator, WINS4Girls Nigeria Project, Professor Nkadi Onyegegbu, stressed that menstrual hygiene had remained a taboo in many settings, with poor knowledge and misconceptions being depicted as a great challenge, coupled with lack of access to available facilities.

She said that in recent years, a solid body of evidence had revealed that the discriminatory nature of many school environments had made menstruating girls unable to adequately manage their menses with safety, dignity and privacy.

The university don said in recognition of the positive impact on girls’ education, initiatives around the world were addressing adolescent girls’ menstrual hygiene management (MHM) needs in coordination with ongoing efforts to improve water, sanitation and hygiene (WASH) facilities and services in schools.

«The need to provide education on menstrual hygiene, so that girls and women feel confident and are empowered to make informed decisions about how they can manage their menstruation, has become quite critical,» she said.

This was in addition to breaking the ‘culture of silence’, secrecy, taboos, restrictions, myths, beliefs, misconceptions and traditional practices through talks in forms of seminars, workshops and conferences.

These avenues can be exploited by organisations, women in science in schools, media houses, communities and religious organisations to create awareness on MHM issues by providing factual information

According to her, girls should be given practical information about the management of their menses and not feel ashamed, afraid, or uncomfortable about the psycho-social challenges such as unpreparedness for menarche, fear, embarrassment, shame, stains, leaks and odour, fear of their menstrual material falling out, teasing, stigma and restrictions.

She noted that their physical challenges included abdominal cramps, headache, dizziness, nausea and vomiting, loss of appetite and increase in body temperature.

«Since girls and young women lack support systems from the following: family, friends, community members, school staff, then women in science should take up this role in assisting the school girl and young women in their various communities.»

She believed that promoting menstruation education for boys, girls, men, teachers, health workers, and stakeholders in education such as principals, head teachers, teachers, and other professionals could help break negative social norms and provide accurate information and support for everyone.

«MHM is complex and needs to be addressed holistically and in context as a package of services that include voice and space to talk about the issue to increase awareness amongst men, women, boys and girls; it would also create an avenue to provide adequate water, privacy and facilities for washing and disposal of menstrual materials when used,» she said.

Fuente de la noticia: https://www.dailytrust.com.ng/news/home-front/agonies-of-a-menstruating-school-girl/201161.html

Fuente de la imagen:

 https://images.dailytrust.com.ng/cms/gall_content/2017/6/2017_6$large_Agonies_of_a_menstruating_school_girl.jpg

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Trofeos de guerra: la odisea sufrida por las 82 niñas liberadas por Boko Haram y por qué no han regresado con sus familias

29 de Mayo de 2017/

En los tres años, la mayoría de las niñas se han convertido en adolescentes.

En abril de 2014 el mundo quedó conmocionado con la noticia de que 276 niñas nigerianas habían sido secuestradas de su colegio por el grupo militante islámico Boko Haram.

En seguida surgió una ola de condena y nació la campaña #BringBackOurGirls (#DevuelvanANuestrasNiñas), que recibió el apoyo de muchos famosos, entre ellos la entonces primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama.

Tres años después, a comienzos de mayo, llegó una noticia que trajo alivio a muchos: 82 de las niñas fueron liberadas.

El anuncio fue dado por el gobierno nigeriano, que logró la liberación a cambio de entregar a cinco militantes de Boko Haram que estaban presos y de -presuntamente- pagar un cuantioso rescate.

¿Qué pasó con esas niñas -hoy jóvenes- durante sus tres años de secuestro?

¿Y por qué no han sido devueltas a sus familias pese a ser libres?

BAJO CUSTODIA

No ha sido fácil reconstruir la odisea que vivieron las llamadas chicas Chibok (por el nombre de su pueblo).

El motivo es que el mismo gobierno que las liberó las mantiene bajo su custodia y les permite un acceso muy restringido no solo a los periodistas sino a sus propias familias.

Las 82 adolescentes se reencontraron con sus padres este fin de semana por primera vez desde que fueron liberadas en una emotiva ceremonia en la capital del país, Abuya.

Sin embargo, siguen recluidas. El motivo que esgrimen las autoridades es que consideran que la mejor manera para que las jóvenes superen lo que pasaron es que lo olviden.

Y por ello no quieren que hablen de su pasado.

Pero algunas cosas se saben.

Campaña

El secuestro de las niñas generó la campaña global «Regresen nuestras niñas».

Como el hecho de que tras su secuestro fueron llevadas al bosque de Sambisa y que durante su captura fueron trasladadas de un lado a otro -bosques, ciudades, cuevas- en el noreste de Nigeria.

Algunos datos se obtuvieron de las 57 niñas que lograron escapar en medio de la confusión posterior a su captura.

Otros de las tres que huyeron de forma individual entre 2016 y 2017.

Y también gracias a las 21 chicas Chibok que fueron liberadas en un intercambio anterior con el gobierno de Muhammadu Buhari, en octubre de 2016 (aunque el acceso a ellas también ha sido restringido).

VALIOSAS

Lo que pudo reconstruirse a partir de estos testimonios muestra que las jóvenes fueron usadas como trofeos de guerra.

La atención internacional que atrajo su secuestro las convirtió en activos valiosos, tanto para Boko Haram como para el gobierno.

En la práctica, esto las benefició: según las testigos, a medida que se acrecentaba la guerra entre las autoridades y las milicias islámicas empezó a escasear la comida y hubo un período en que las cautivas no recibían ni siquiera una comida diaria.

Sin embargo a medida que crecía el reclamo por su devolución, sus captores entendieron que mantener a las jóvenes sanas y bien alimentadas podría traerles réditos en la guerra de propaganda.

Poco se ha dicho con respecto a la violencia que enfrentaron las muchachas.

Al ser entregadas las 82 hace unas semanas, en una zona boscosa cerca de la frontera con Camerún, uno de los siete militantes que participaron de la entrega les preguntó una a una, frente al mediador del gobierno:

“Durante el tiempo que estuviste con nosotros, ¿alguien te violó o te tocó?”.

Según el mediador, todas respondieron que no.

Chibok

Algunas jóvenes eligieron casarse como forma de aliviar su calvario.

Sin embargo, los corresponsales de la BBC Alastair Leithead y Stephanie Hegarty señalan que a la mayoría de las jóvenes se les dio dos opciones durante su cautiverio: ser esposas o sirvientas de los militantes.

Uno de los pocos que tuvo acceso a las 82 chicas liberadas, el presidente de la Asociación de Padres de Chibok, Yakubu Nkeki, contó que según ellas convertirse en esposa de un militante era opcional, no algo hecho a la fuerza.

Algunas de las jóvenes le explicaron que estar casada tenía algunos beneficios, ya que les daba acceso a una mejor casa y más comida.

Por eso, algunas lo eligieron, como forma de aliviar su calvario.

Y una que iba a ser liberada con las 82 prefirió quedarse, alegando que era feliz con su esposo.

LAS FAMILIAS

Niñas secuestradas por Boko Haram

21 jóvenes habían sido liberadas en 2016

Nkeki fue el encargado de viajar a la capital de Nigeria, Abuja, en representación de las familias, para encontrarse con las chicas que fueron llevadas hasta allí en helicópteros, tras su liberación.

Volvió a Chibok con fotos y videos de las jóvenes y fue recién entonces -días de después de la liberación- que los parientes de las rehenes pudieron enterarse si su hija estaba entre las liberadas.

Desde entonces el contacto entre las excautivas y sus familias ha sido limitado.

Lo mismo ocurre con las 21 chicas Chibok liberadas en octubre pasado, quienes también permanecen en la capital bajo custodia del gobierno.

Abuja queda a 900 kilómetros de Chibok y para muchos habitantes de ese pobre distrito rural no es posible viajar a verlas o mudarse allí.

Incluso en las navidades pasadas, cuando las exrehenes fueron llevadas por primera vez de vuelta a Chibok, no pudieron quedarse con sus familias.

Se hospedaron en la casa de un político local, bajo estricta seguridad.

¿CUIDADO O CAUTIVERIO?

Algunos han cuestionado que las jóvenes están siendo sometidas a un nuevo cautiverio.

Sin embargo el gobierno sostiene que actúa por su propio bien.

Por un lado, existe un alto riesgo de seguridad: las chicas Chibok aun son consideradas un activo valioso y las autoridades temen que vuelvan a ser secuestradas, algo que sería una victoria simbólica importante para Boko Haram.

Pero además, el gobierno considera que las jóvenes podrían ser rechazadas por su comunidad si regresan.

La mayoría era cristiana cuando fueron secuestradas pero muchas se convirtieron al islam durante su cautiverio.

No se ha podido conocer muchos detalles sobre los tres años de cautiverio de las jóvenes porque las autoridades las mantienen lejos de la prensa y les piden que no hablen de su pasado.

No se ha podido conocer muchos detalles sobre los tres años de cautiverio de las jóvenes porque las autoridades las mantienen lejos de la prensa y les piden que no hablen de su pasado.

Se desconoce si fue a la fuerza, en busca de un mejor trato por parte de sus captores o por convicción propia.

Si bien las jóvenes están bajo la protección de las fuerzas de seguridad, quien está a cargo de ellas es la ministra de la Mujer, Aisha Jumai al-Hassan.

En un intento de mostrar que no están retenidas contra su voluntad, Al-Hassan organizó una conferencia de prensa en la que tres de las 21 liberadas en octubre respondieron preguntas de la prensa.

Las jóvenes contaron de las muchas actividades que realizan en el centro de atención gubernamental en el que viven.

Allí el gobierno se ha centrado en que retomen su educación.

También reciben asistencia psicológica.

Según los periodistas de la BBC que estuvieron presentes, las muchachas parecían genuinamente cómodas con su situación, aunque deseosas de ver a sus familias.

¿Qué futuro les aguarda?

Por lo pronto, volver a la escuela -esta vez en la más segura Abuja-, lugar que debieron abandonar a la fuerza cuando fueron secuestradas.

Según la ministra, este será el camino para volver a una vida normal en muy poco tiempo.

“Para septiembre estoy segura de que ya se habrán recuperado de su trauma”, auguró la funcionaria.

Mientras muchos se enfocan en este nuevo grupo de liberadas, los padres de las víctimas recuerdan que aún hay 113 jóvenes en manos de Boko Haram que todavía no han visto el final de su calvario.

Fuente: http://www.teletica.com/Noticias/162473-Trofeos-de-guerra-la-odisea-sufrida-por-las-82-ninas-liberadas-por-Boko-Haram-y-por-que-no-han-regresado-con-sus-familias.note.aspx

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