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Llega «Insumisas», documental que desvela la violencia contra mujeres saharauis por parte de Marruecos

Esta película, que presentará el Instituto Hegoa hoy 4 de mayo a las 19:00 horas en los cines Golem Alhóndiga, documenta el trabajo de activistas que actúan en los territorios ocupados del Sáhara Occidental y ofrece datos estadísticos sobre las violaciones de derechos humanos perpetradas contra las mujeres saharauis desde la invasión marroquí en 1975.

Las fuerzas de seguridad marroquíes rompieron el 13 de noviembre de 2020 los casi treinta años de alto el fuego y precipitaron el retorno a la guerra en la última colonia africana, el Sáhara Occidental. Semanas antes, las mujeres saharauis que viven en los territorios ilegalmente ocupados por Marruecos ya lo veían venir: el asedio contra la resistencia y la presencia militar en las calles habían aumentado desde septiembre de aquel año.

Aquella madrugada de noviembre significó un punto de inflexión que intensificó la represión por parte de las fuerzas de seguridad, profundizando una rutina de violencias que estas activistas ya conocían bien. Desde la invasión del territorio en 1975, tras la entrega ilegal a Marruecos y Mauritania de la entonces llamada provincia 53 por España, las mujeres habían sido el blanco preferente de la represión a causa de su rol central en la lucha saharaui por la autodeterminación.

Sus historias de desapariciones forzadas, tortura, violencia sexual, discriminación y censura eran largamente denunciadas, pero escasamente estudiadas y documentadas. Este documental realizado por el Instituto Hegoa (UPV/EHU) y producido por Forward Films, da continuidad al trabajo iniciado con el informe Que salga todo a la luz. Violaciones de derechos humanos de las mujeres en el Sáhara Occidental ocupado (1975-2021)que fue elaborado de manera colaborativa entre un equipo de Hegoa y un equipo de activistas saharauis.

El informe Que salga todo a la luz, lanzado en febrero de 2022, sistematiza 81 testimonios de mujeres víctimas de la represión en las ciudades ocupadas del Sáhara Occidental. La película, a su vez, trae a la pantalla las historias de algunas protagonistas de este proceso, en su triple rol de víctimas, investigadoras y defensoras de derechos humanos: El Ghalia Djimi, Mina Baali y Soultana Khaya. Presenta también el análisis de las diplomáticas Jadiyetu El Mohtar y Omeima Mahmud, que actúan en las representaciones de Euskadi y Ginebra, respectivamente. Además de recuperar sus trayectorias, el documental las acompaña en su trabajo de denuncia e incidencia en Europa y revela la perspectiva de las mujeres saharauis sobre el retorno a la guerra y el giro en la posición histórica de España con relación al Sáhara, anunciada en marzo de 2022.

Con una mirada sensible y cercana a las experiencias de las activistas saharauis, complementada con animaciones y datos estadísticos poco conocidos, Insumisas es un registro de la gravedad y extensión de las violencias ejercidas por Marruecos contra las mujeres, pero también, y sobre todo, una fotografía del colonialismo a partir de la cuestión de género que sitúa en primer plano la fuerza inquebrantable de estas activistas para luchar por los derechos su pueblo.

Codirigido por la brasileña Laura Daudén y el colombiano Miguel Angel Herrera,Insumisas es un corto documental de 25 minutos realizado por el Instituto Hegoa y producido por Forward Films con la financiación de la Asociación de Entidades Locales Vascas Cooperantes – Euskal Fondoa. El lanzamiento de la película se realizará el próximo 4 de mayo en los cines Golem de Bilbao.

Tras la proyección del documental, la investigadora Irantzu Mendia Azkue, directora del Instituto Hegoa,expondrá las principales conclusiones del informe Que salga todo a la luz. Tras ello, se abrirá un coloquio moderado por la periodista Pilar Kaltzadaen el que participarán también El Ghalia Djimi, defensora saharaui y  Laura Dauden, directora del documental.

La actividad de lanzamiento cuenta con el apoyo de Euskal Fondoa, así como con la colaboración de la Dirección de Derechos Humanos, Víctimas y Diversidad del Gobierno Vasco y del Ayuntamiento de Bilbao. El proyecto de cooperación en el que se enmarca la elaboración y presentación de este documental recibe financiación de los siguientes ayuntamientos (por orden alfabético): Arrasate, Donostia-San Sebastián, Guëñes, Hernani, Ibarra, Lasarte-Oria, Legorreta, Lezama, Oiartzun y Tolosa.

Fuente: https://rebelion.org/llega-insumisas-documental-que-desvela-la-violencia-contra-mujeres-saharauis-por-parte-de-marruecos/

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Entrevista con la activista Chaba Seini Brahim: Mujeres del Sáhara Occidental en lucha permanente, «hasta que nuestros territorios sean libres»

Por el Día Mundial de Solidaridad con la Mujer Saharaui hablamos con la activista Chaba Seni Brahim

Todo aprovechamiento de recursos naturales en el Sáhara Occidental sin el consentimiento del pueblo saharaui es ilegal y es un robo.

El 18 de febrero es un día de lucha para las mujeres de todo el mundo comprometidas con la lucha por la soberanía y el poder popular. Es el Día Mundial de Solidaridad a la Mujer Saharaui.

El pueblo saharaui resiste a una ocupación violenta de su territorio por Marrocos. Sáhara Occidental se independizó de España en 1975 y, enseguida, y luego fue sometido a Marruecos. A partir de ahí, Marruecos sostiene una ocupación violenta del territorio saharaui. El acuerdo de cese de fuego realizado el 1991 entre el Estado marroquí y el Frente Polisario (Frente Popular de Liberación de Saguía el Hamra y Río de Oro) no ha sido suficiente para interrumpir las violaciones de derechos humanos y las prisiones arbitrarias del pueblo saharaui. No hay como existir paz mientras los derechos a la tierra y la autodeterminación son negados.

En noviembre, el Frente Polisario ha declarado la guerra a Marruecos, en respuesta a la violación marroquí al cese de fuego, a la criminalización de luchadoras y luchadores, a la militarización de la vida. Esta nueva realidad de lucha más encendida resulta en un cotidiano marcado por  frecuentes agresiones violentas explícitas y  por los crímenes de  guerra por parte del ejército marroquí. Las mujeres, responsables por sostener la vida, la alimentación, los cuidados, las comunidades, se enfrentan a desafíos impuestos por la ocupación de sus territorios. Por eso, son ellas grandes luchadoras, también responsables por estrategias para enfrentar el colonialismo y la violencia.

Hablamos con Chaba Seini Brahim, integrante de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis (UNMS) y también de la Marcha Mundial de las Mujeres. La UNMS fue creada en 1974 con la tarea de “sensibilizar a todas las mujeres acerca de su posición en la sociedad y su papel en la independencia nacional” y de “orientar a las mujeres sobre el papel a desempeñar en la nación saharaui independiente y preservar los logros alcanzados en el proceso de liberación nacional”.

En noviembre, el ejército marroquí violó el acuerdo de paz y el pueblo saharaui vive una situación de guerra. ¿Podrías explicarnos cómo se llegó a esa situación, y cuál es el escenario actual?

La congelación por casi treinta años, por parte de la ONU, de una resolución por la vía pacífica del conflicto en el Sáhara Occidental es la razón que ha llevado a algunos saharauis desesperados a cerrar el paso ilegal de El Guerguerat¹ en el Sáhara Occidental el día 20 de octubre del 2020. Fue por eso que el ejército marroquí salió el día 13 de noviembre del 2020 para desalojar a los manifestantes y, de esa manera, ha violado el cese de fuego propuesto por la ONU desde 1991.

El ejército saharaui no esperó su respuesta y atacó en el mismo día a las posiciones marroquíes a lo largo de los más de 2.720 km del «Muro de la Vergüenza», donde, en el Sáhara Occidental, están acantonados los soldados del ejército marroquí. Desde ese día se han realizado más de 500 ataques a posiciones del ejército marroquí en el Sáhara Occidental y en el Sur de Marruecos.

La guerra no ha parado ni un día desde noviembre, causando bajas materiales y humanas. Aunque Marruecos siga negando esa guerra por cuestiones estratégicas, ella no parará hasta la liberación total del territorio saharaui o el martirio.

Foto: Muro de la Vergüenza marroquí (Sáhara Press Service)

La ocupación marroquí es patriarcal y muy violenta. ¿Podrías contarnos sobre las herramientas e instrumentos de la ocupación, o sea, cómo se opera la ocupación en el cotidiano? Y qué cambia en esa situación de guerra?

Realmente, las violaciones de todos los derechos humanos nunca han cesado en el  Sáhara Occidental. Desde la entrada de Marruecos al Sáhara Occidental en 1975 hasta la actualidad, ha estado siempre presente la represión a mano de hierro contra las y los ciudadanos saharauis y activistas de derechos humanos. Cuando el Frente Polisario declaró la guerra, esa represión se ha recrudecido de manera exponencial. La mayoría de nuestros activistas saharauis se encuentran en arresto domiciliario obligatorio y con la policía en la puerta de sus casas. El hostigamiento es tal que esos activistas no pueden recibir visitas en sus casas ni salir de ellas sin ser seguidos por la policía.

Los saharauis seguimos buscando a más de 500 desaparecidos desde 1975 hasta la actualidad. En este momento, tenemos unos 39 prisioneros políticos. La situación es tan grave que los saharauis están pidiendo la ayuda de la Cruz Roja Internacional para su protección y para la creación de pasillos humanitarios, una vez que son los civiles quienes se encuentran en zonas de conflicto armado.

Desgraciadamente, la respuesta global a las violaciones de los derechos humanos es muy débil en general. Tanto la Cruz Roja Internacional como la ONU han fallado a las expectativas del pueblo saharaui y a la protección de sus derechos humanos fundamentales. Los saharauis pedimos al movimiento solidario internacional más movilizaciones para que la Cruz Roja Internacional pueda visitar a los presos políticos saharauis encarcelados en Marruecos, y que la MINURSO [Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental] asuma la protección de los derechos humanos en su mandato como misión de paz en el Sáhara Occidental.

¿Cuál es el rol de las mujeres en la resistencia cotidiana y en la lucha saharaui?

Tanto en los territorios ocupados como en los campamentos de refugiados saharauis, las mujeres jamás se han rezagado en defender ferozmente el derecho del pueblo saharaui de ser independiente. Cada día, la mujer saharaui está más presente en la resistencia pacífica que lleva a cabo el pueblo saharaui en los territorios ocupados, una vez que son ellas las que se manifiestan a diario pidiendo la salida de la ocupación marroquí, son ellas las que reciben palizas y vejaciones del régimen marroquí. A lo largo de estos cincuenta años, la mujer saharaui jamás se ha rezagado en su lucha lado a lado con sus hermanos por la libertad del Sáhara Occidental.

Las mujeres saharauis son las que más han sufrido de las barbaries y torturas del ocupante marroquí porque son ellas las que más han protestado pacíficamente contra la presencia ilegal de Marruecos aquí. Hay videos y fotos, mucha cosa documentada para que se vea la brutal represión que las mujeres saharauis sufren a diario.

Es increíble este pueblo pacífico que ha sido obligado a retomar las armas para conseguir la paz.

¿Cómo ves el impacto de la guerra en los vínculos sociales y en las comunidades?

Realmente estoy muy orgullosa de mi pueblo saharaui. Esta segunda guerra de liberación ha unido más al pueblo saharaui a cumplir sus objetivo principal que es la independencia total.

Es increíble ver que, cuando surgen las guerras, la gente suele huir y buscar refugio, pero en el caso del Sáhara Occidental hemos visto saharauis que trabajaban en Europa y que volvieron al frente y se alistaron para luchar por la liberación. Es increíble este pueblo pacífico que ha sido obligado a retomar las armas para conseguir la paz.

La guerra nunca trae nada bueno. Destruye familias, destruye tejidos sociales, es algo terrible. Pero el pueblo saharaui está decidido a hacer estos sacrificios para conseguir la paz y conseguir la independencia.

¿Cómo ves los intereses internacionales, incluyendo de empresas transnacionales, los posicionamientos y el accionar de las Naciones Unidas sobre la situación del Sáhara Occidental?

El Sáhara Occidental es un territorio no autónomo pendiente de descolonización. Por lo tanto, toda presencia de empresas internacionales o acuerdos con el ocupante marroquí son ilegales desde 1975 hasta la actualidad. Todo aprovechamiento de recursos naturales en el Sáhara Occidental sin el consentimiento del pueblo saharaui es ilegal y es un robo. Reivindicamos a esas empresas que cesen el pillage de nuestros recursos hasta que el conflicto termine, porque el dinero de las inversiones en el Sáhara Occidental se va a los bolsillos de los generales marroquíes y al corrupto rey Mohammed VI, que han ocupado ilegalmente nuestro territorio.

Reclamamos a todas las empresas que salgan inmediatamente de nuestro territorio, especialmente en este actual estado de guerra. Todo lo que se encuentra en nuestro cielo, mar y tierra es objetivo del ejército saharaui, por lo que les pedimos que abandonen inmediatamente nuestro territorio si quieren proteger sus intereses y vidas.

¿Cuáles son las reivindicaciones del pueblo saharaui y el frente polisario?

Las reivindicaciones del pueblo saharaui y del Frente Polisario son la independencia total del Estado saharaui, el respeto a la Carta Africana sobre los Derechos Humanos y de los Pueblos y el respeto a las resoluciones de las Naciones Unidas que proponen un referéndum sobre la autodeterminación del pueblo saharaui.

¿Podrías contarnos sobre el Día Mundial de Solidaridad a la Mujer Saharauí, que es parte del calendario de acciones de la Marcha Mundial de las Mujeres? ¿Cómo, desde los feminismos populares en ámbito internacional, podemos fortalecer las luchas de las mujeres saharauí?

El 18 de febrero de cada año se celebra el Día Mundial de Solidaridad con la Mujer Saharaui, conmemorado de varias maneras en las diferentes agrupaciones de la Marcha Mundial de las Mujeres. Las actividades que realizamos este día visibilizan el sufrimiento diario de las mujeres saharauis para obtener su legítimo derecho a la independencia y disfrutar de su humanidad con dignidad, bajo ninguna ocupación. Se hacen marchas, sentadas, proyección de películas, conferencias y otras acciones más para celebrar la fecha en todas las partes del mundo.

Hoy, más que nunca, las mujeres saharauis necesitamos la movilización de las mujeres del mundo a demostrar su solidaridad a nuestra lucha por libertad y dignidad. Eso, sobre todo, en los momentos difíciles de guerra, en los cuales las mujeres saharauis están despidiendo a sus maridos, hijos y hermanos para ir al frente de liberación. Las mujeres saharauis necesitamos, además de la solidaridad, iniciativas de presión sobre los órganos internacionales para que lleven a cabo su responsabilidad en garantizar al pueblo saharaui su derecho a la independencia.

Por eso, nuestra lucha continúa. Seguiremos en marcha hasta que nuestros territorios sean libres.

Nota:

¹ El Guerguerat es una zona limítrofe que divide Sáhara Occidental y Marruecos, por donde se hace el tránsito de los recursos naturales saharauis pillados por los marroquíes. Contra esa violación, los saharauis se manifestaron para cerrar el paso.

Revisado por Helena Zelic

Fuente: https://rebelion.org/mujeres-de-sahara-occidental-en-lucha-permanente-hasta-que-nuestros-territorios-sean-libres/

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Amnistía Internacional: represión en el Sáhara Occidental por defender los derechos humanos

– Intimidación y hostigamiento de las autoridades marroquíes a los defensores saharauis de DDHH por expresar de forma pacífica sus opiniones.

– Recuerda que los presos de Gdeim Izik fueron condenados en juicios sin garantías, en los que no se investigaron las denuncias de tortura

La defensa pacífica de los derechos humanos y expresar opiniones en el Sáhara Occidental bajo ocupación marroquí supone sufrir detención, según el último informe de Amnistía Internacional (AI) sobre la situación de los derechos humanos en el mundo.

En el Informe 2020/21 Amnistía Internacional denuncia que durante 2020 en el Sáhara Occidental “continuaron la intimidación, el hostigamiento y la detención de defensores y defensoras saharauis de los derechos humanos por expresar de forma pacífica sus opiniones”.

El informe incluye la información correspondiente a los derechos humanos en el Sáhara Occidental en el mismo apartado que la de Marruecos, donde las autoridades usaron la pandemia para reprimir la disidencia aprobando legislación restrictiva e incoar procesamientos por criticar la gestión gubernamental de la crisis o por incumplir las medidas de emergencia.

De los múltiples casos de saharauis defensores de los derechos humanos que han sufrido la represión de las autoridades marroquíes, Amnistía Internacional cita el de los periodistas Ibrahim Amrikli y  Essabi Yahdih.

De Ibrahim señala que fue detenido en mayo en El Aaiún, capital del Sáhara Occidental, y durante más de dos días fue interrogado por su trabajo para la organización de derechos humanos saharaui Fundación Nushatta  y que fue  golpeado e insultado “reiteradamente”.

Dice AI que fue obligado a firmar una “confesión” de cargos falsos en la que reconocía haber arrojado piedras contra agentes, y que dos días más tarde fue acusado de “infringir órdenes relacionadas con la situación de emergencia sanitaria” y de “ofender a funcionarios públicos”.

Respecto a Essabu Yahdi, fundador de Algargarat Media, AI relata que fue detenido en julio en El Aaiún “arbitrariamente” cuando se personó en la comisaría para obtener un certificado administrativo, y que permaneció recluido durante 10 horas, antes de quedar en libertad sin cargos.

“Posteriormente –continúa- dijo que la policía lo había insultado; amenazado con su “detención, violación y asesinato”, e interrogado sobre la línea editorial de Algargarat y su personal y financiación, así como sobre sus publicaciones personales en Internet, “en concreto sobre una en la que se burlaba de otra que había compartido un parlamentario marroquí sobre el rey”.

Juicios sin garantías

Amnistía Internacional recuerda a los presos de Gdeim Izik: “las autoridades continuaron manteniendo recluidos en prisiones de Ait Melloul y Bouzarkarn, (tambien estan en Kenitra y Tiflet2) en el suroeste de Marruecos, a 19 activistas saharauis condenados en 2013 y 2017 en juicios sin garantías y en los que no se investigaron de forma adecuada las denuncias de tortura”. Agrega que “están recluidos a cientos de kilómetros de sus familias y, debido a las restricciones asociadas a la COVID-19, no les permitían las visitas de familiares”.

En el informe se señala que en octubre la ONU renovó hasta octubre de 2021 el mandato de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO), “sin concederle un componente de derechos humanos, a diferencia de la mayoría de las demás misiones de mantenimiento de la paz de la organización”.

También cita que en diciembre el Gobierno marroquí firmó un acuerdo con Estados Unidos “por el que accedía a establecer relaciones diplomáticas plenas con Israel a cambio del reconocimiento oficial estadounidense de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental”.

Respecto al Frente Polisario, “administrador de los campamentos de refugiados saharauis en Argelia”, dice que fue detenida “al menos a una persona por expresar críticas” y que tanto el territorio del Sáhara Occidental como los campamentos del Polisario “seguían siendo inaccesibles para las organizaciones de derechos humanos, lo que dificultó la vigilancia de los abusos contra estos derechos”.

Esto último ha sido negado por el delegado del Frente Polisario en España, Abdulah Arabi: asegura a Contramutis que las organizaciones de derechos humanos tienen acceso a los campamentos saharauis y que jamás han sido vetadas. “Si este año no han ido se ha debido a las restricciones de la Covid-19, como les ha pasado a comisiones médicas y humanitarias”.

En el informe de Amnistía Internacional no se recogen otros casos de la amplia relación de vulneraciónes de los DDHH ocurridos el Sáhara Occidental ocupado a lo largo de 2020: represión de manifestaciones, acoso a destacadas activistas, como Aminetu HaidarEl Ghalia Djimi o Sultana Jaya y su familia; detenciones, secuestros con amenazas y vejaciones, sentencias condenatorias, malos tratos a los presos políticos saharauis… y la expulsión, en febrero, de una abogada española y una delegación de parlamentarios catalanes, como se puede ver en los informes sobre derechos humanos publicados a final de cada mes en Contramutis.

Entre las sentencias, varias de ellas a jóvenes, destacan la de Khatri Faraji Dadda, de 21 años, a 20 años de prisión, y la del estudiante Husein Bachir, entregado por España a Marruecos a pesar de haber pedido asilo político, a 12 años.

Un caso llamativo fue el de la niña de 12 años Hayat Moulay Ahmed Sidiya, detenida en la escuela, en El Aaiún, y sometida a torturas psicológicas y físicas, como cantar el himno marroquí, arrodillarse y besar la imagen del Rey de Marruecos y recibir golpes, todo ello por llevar en su bata blanca dibujada una pequeña bandera saharaui.

Fuente: https://rebelion.org/amnistia-internacional-represion-en-el-sahara-occidental-por-defender-los-derechos-humanos/

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Los niños y niñas que no pueden volver a casa

Por: Maider Saralegi

Nacer saharaui es nacer sabiendo que tienes que luchar por recuperar lo que hace 45 años les robaron a tus padres y a tus abuelos.

¿Mamá, cuándo volvemos a casa? Posiblemente, muchos de nosotros hayamos hecho esta pregunta a nuestros padres cuando éramos niños. Cuando salíamos cansados del colegio y teníamos que acompañarlos al supermercado para comprar la cena, o también cuando nos íbamos de vacaciones en elmes de agosto y queríamos disfrutar un poco más de aquella playa o aquel parque de atracciones. Muchas veces hemos querido volver a casa pronto y rápido, otras en cambio intentábamos retrasar el tiempo y disfrutar un poco más de algún momento que nosgustaba. Pero siempre acabamos volviendo, a nuestra casa, a nuestro sitio, a nuestras raíces. Porque las teníamos.

Esta pregunta no se formula en todas las partes del mundo con las mismas intenciones que se acaban de mencionar. De hecho, hay miles de niños que no saben dónde está su casa, no saben cómo es el sitio donde deberían de vivir, pero a los que se les inculca desde pequeños que algún día “volverán a casa”. Ellos y ellas, son los niños y niñas saharauis, los hijos del desierto. Aquellos que intentan sobrevivir en medio de la nada, con poca agua y con alimentación suministrada a través de la ayuda humanitaria. Aquellos que tantos años llevan siendo representantes de su pueblo. Ahora viven una guerra.

Miles de familias españolas tienen un hijo —alguien a quien consideran un hijo— en la guerra.

Yo tuve la suerte de tener una infancia feliz, nunca me faltó un plato de comida en la mesa, pude jugar con absoluta libertad y tranquilidad y desde el momento en el que llegué a este mundo tuve una identificación. Un papel, un registro en el que se reflejaba que existía. Y sí, muchas veces pregunté “¿cuándo volveremos a casa?” cuando estaba cansada o quería alargar un momento, y siempre volvía.

No puedo imaginarme a las madres saharauis contándoles a sus pequeños que aquella no es su casa. Que aquellas dunas de arena son provisionales y que en su verdadero hogar cuando subes a la cima de una de ellas, ves el mar.

Pero desde que era muy pequeña fui aprendiendo poco a poco, o mejor dicho, me enseñaron poco a poco, que todo aquello que estaba viviendo era de una niña con mucha suerte. En aquel entonces no lo entendía, para mí era “normal” que todos los niños tuviesenun plato de comida, o que pudiesen jugar tranquilos o que su nombre estuviese en algún sitio registrado y fuesen reconocidos en el mundo. Y por supuesto, que volviesen a casa. Lo más curioso, es que ahora que han pasado tantos años desde que me hacía esas preguntas a mi misma, ahora que aún a veces me las sigo planteando, aún no he encontrado las respuestas.

En los campamentos de refugiados saharauis, la mitad de la población son niños. Niños que nacen en el exilio, que juegan en aquellas calles de piedra y arena y que sueñan con ser libres algún día.  Nacer saharaui es nacer sabiendo que tienes que luchar por recuperar lo que hace 45 años les robaron a tus padres y a tus abuelos.

Yo no soy madre, pero siempre he admirado mucho a las madres y la delicadeza con la que tienen que contar a sus hijos ciertas cosas para que poco a poco vayan asentándose en este mundo, muchas veces demasiado cruel. No puedo imaginarme a las madres saharauis contándoles a sus pequeños que aquella no es su casa. Que aquellas dunas de arena son provisionales y que en su verdadero hogar cuando subes a la cima de una de ellas, ves el mar. Su mar, sus playas, sus costas. La brisa de las playas de Dajla y los atardeceres rojizos desde la ciudad de Smara. Y mucho menos me explico o me imagino cómo pueden contarles que aquellas ciudades están ocupadas por alguien que no pertenece a esa tierra.

Posiblemente, incluso, intenten consolarlos diciéndoles que allí, en campamentos, están más seguros porque los niños saharauis como ellos, en aquellos territorios ocupados suelen ser acosados, insultados, boicoteados en las escuelas y castigados si llevan su bandera o algún signo de su cultura. Y yo solamente me puedo imaginar a aquellos ojos grandes, negros y brillantes que tienen los niños, perplejos, sin entender nada y posiblemente formulando esa pregunta: “Mamá ¿cuándo volveremos a casa?” Y aunque una madre siempre tenga respuesta y solución para todo, esa pregunta está aún sin resolver. Muchas de ellas lo responderán con un “pronto” que se ha alargado más de cautro décadas.

Tres generaciones de niños y niñas saharauis han nacido en el exilio, otros han sido torturados e increpados en los territoriosocupados y otros tienen que ver desde occidente cómo su pueblo sufre. La primera vez que estuve en los campamentos de refugiados saharauis, una mirada me respondió todas aquellas preguntas que de pequeña me hacía, cuando no entendía porqué no todos los niños eran como yo.

Al entrar a un hogar de una familia saharaui, una niña de unos cinco años se encontraba en la puerta de este. Ni siquiera cruzamos una palabra, únicamente la miré y me quedé enganchada a aquellos ojos grandes que tanto me estaban diciendo. Aquella niña no hablaba mi idioma y no hubiésemos podido mantener una conversación fluida, ni siquiera entendible, pero ese cruce de miradas fue suficiente para entender que yo había sido una niña privilegiada.

Tres generaciones de niños y niñas saharauis han nacido en el exilio, otros han sido torturados e increpados en los territorios ocupados y otros tienen que ver desde occidente cómo su pueblo sufre.

Aquello que yo pensaba que era normal,lo que todos llamamos derechos humanos, eran privilegios. Porque si lo que yo tenía, tengo o tendré no lo tienen otros, jamás podrá ser concebido como algo común entre todas las personas del mundo. Aquella mirada fue como un disparo directo al pecho, ya no únicamente estaba dándome cuenta de que había tenido más juguetes que aquella niña, que podía haber tenido mejor alimentación, sino de que yo había nacido libre y en mi casa, y ella no. Y sigo sin entenderlo.

Dicen que los niños mueven el mundo, que son los que revuelven conciencias y corazones, pero únicamente lo consiguen en aquellos que realmente los tienen. Más de 100.000 niños viven y siguen naciendo en medio de la nada, lejos de su país. Otros nacen en su tierra, pero tienen que rechazar su derecho a reivindicar su cultura y su libertad si no quieren ser torturados desde que son pequeños. Y ahora el pueblo saharaui es sometido a una guerra, obligado a que sus jóvenes arriesguen sus vidas por su libertad porque las personas que con posicionamientos políticos podrían evitar eso, llevan dormidas más de cuatro décadas.

Mientras, el mundo únicamente sabe del pueblo saharaui para firmar acuerdos de pesca y de energías renovables, seguir saqueando a un país ocupado y contribuir con un régimen que viola la carta de los derechos humanos de Naciones Unidas.

Pero pequeños, no sabemos cuándo volveréis a casa, pero lo haréis. Porque no tendréis libertad, pero si a muchas personas de diferentes partes del mundo luchando, junto a vuestro pueblo, por ella.

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/

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Entrevista al activista saharaui Hassanna Aalia: «Esta es una guerra contra un régimen expansionista, los saharauis no tenemos nada contra el pueblo marroquí»

Por: Daniel Seixo

Teniendo en cuanta que el Sáhara llegó a ser una provincia española, ¿cómo se explica la pasividad de los sucesivos gobiernos de nuestro estado en torno a este conflicto?
 
España es la potencia colonial del Sahara Occidental y sigue siendo la potencia administradora del territorio según las naciones unidas. Esta es una responsabilidad histórica y jurídica que España nunca asumió, pero que no cae con el paso del tiempo, España ha sido parte del problema abandonando el Sahara Occidental y traicionando al pueblo Saharaui abandonándolo a su suerte y en manos de un gobierno reaccionario que anexiono el territorio y lo ocupo militarmente cometiendo crímenes contra la humanidad, asesinando a saharauis y causando el éxodo de miles de personas además de los miles de desaparecidos que se sigue sin conocer su paradero. Los sucesivos gobiernos Españoles no han estado a la altura de corregir este error histórico que viene de la era de la dictadura, y ahora incluso con el “gobierno más progresista de la historia”, con la presencia de fuerzas políticas tradicionalmente afines a las aspiraciones de los saharauis, las cosas no han cambiado y España sigue apostando por una posición muy tímida y que no va en línea con su responsabilidad con el Sahara Occidental. Nos resulta muy decepcionante e incomprensible saber que casi todo el pueblo Español (según las encuestas) apoya a la independencia del Sahara y que esto no se pueda transmitir en una posición política por los que se supone que son los representantes del pueblo.
 
Donald Trump acaba de reconocer al Sáhara como reconocimiento de la soberanía de Rabat sobre el Sáhara Occidental, ¿qué papel juegan la Unión Europea y EE. UU. en este conflicto?
 
Estados unidos es una potencia muy importante a nivel internacional, debido a intereses meramente económicos siempre ha estado alado del país ocupante, todos recordamos que en la marcha verde había banderas americanas, también recordamos que el muro marroquí de la vergüenza fue una idea de EE. UU. e Israel con apoyo de países del golfo. Obviamente EE. UU. nunca nos ha apoyado ni esperábamos mucho de ellos, pero lo que hizo el expresidente al declarar que el Sahara es parte de Marruecos, es algo sin precedentes y daña mucho la imagen de una potencia como EE. UU. que se estableció en valores como democracia, derechos humanos y el respeto a la legalidad internacional. Me atrevería a decir que ha sido incluso contraproducente para Marruecos que se vinculase con un personaje racista, golpista y antidemocrático como Donald Trump. Trump ha dañado mucho la imagen de su país con esta decisión que desafía la ONU y la legalidad internacional, pero creo que sirvió también para mostrar a todo el mundo la realidad de Marruecos y sobre todo la relación ya existente que existía con el estado de Israel que no es más que un país ocupante y que al igual que Marruecos también vulnera la legalidad internacional y viola los derechos humanos del hermano pueblo palestino. Esperamos que la nueva administración de Biden revierta esta decisión lo antes posible, y que al menos apoye la centralidad de la ONU en el conflicto.
 
En lo que concierne a la unión Europea, obviamente las relaciones con Marruecos son encabezadas por estados como Francia y España y todos sabemos las relaciones que existen entre estos dos países y Marruecos. Es realmente muy triste ver como una potencia tan importante como la unión europea se deja llevar por países que ponen sus intereses económicos por encima de los derechos humanos y los nobles valores de la unión europea. De Europa solo esperamos a que respeten su propia justicia, la CJUE ha sentenciado en varias ocasiones que Marruecos no tiene ningún tipo de soberanía sobre el Sahara Occidental y que los acuerdos comerciales no son aplicables en el Sahara Occidental. Resulta bochornoso ver que a pesar de esas claras sentencias la UE guiada por potencias que desafían la legalidad por sus intereses siga en este camino, ya es hora de que esto cambie y que la UE defienda la justicia y los derechos humanos en el Sahara Occidental.
El motivo por el que estallo la guerra el pasado 13 de noviembre es claro, Marruecos vulneró el acuerdo del alto del fuego firmado entre las partes en 1991
¿Cómo definiría las políticas de Marruecos desde la invasión militar del Sahara Occidental?
Como cualquier potencia de ocupación, Marruecos lleva a cabo políticas de represión destinada a intentar silenciar la voz de los saharauis. Desde su invasión al territorio Marruecos viola sistemáticamente los derechos humanos, ha asesinado a miles de Saharauis durante su anexión al territorio, hemos visto como recientemente se han desvelado fosas comunes de saharauis que fueron asesinados entre los años 1975 y 1980, también hasta hoy más de 500 saharauis siguen desaparecidos sin que se sepa nada de ellos. Marruecos asesina, tortura, viola a mujeres, encarcela a activistas y ejerce un bloqueo total sobre el territorio impidiendo la entrada a observadores internacionales. Vemos como cada año miles de periodistas, parlamentarios, políticos.. Etc son expulsados del Sahara Occidental. Esto nos deja claro que Marruecos tiene mucho que esconder y no quiere que nadie sea testigo de las violaciones que comete contra los Saharauis. Y lo más triste es que todo esto queda impune.
 
El pueblo saharaui llevan desde 1991 apostando por la legalidad internacional, la ONU ha reconocido su derecho a un referéndum de autodeterminación (resolución 1514) y establece un cuerpo especial (MINURSO) para organizarlo y velar por el alto el fuego, pese a ello la pasividad internacional parece haber enquistado este conflicto de manera que una solución parece tan lejana como en 1991, ¿qué papel juega en este conflicto la explotación de los recursos naturales del Sáhara? ¿Considera que son estos intereses una parte importante de las circunstancias que promueven esta pasividad internacional?
 
Todos sabemos que Marruecos y antes España no ocuparon el Sahara Occidental por el amor a los saharauis. Todo es cuestión de economía y de buscar lucrarse. Aunque no lo parezca, el Sahara Occidental es un territorio muy rico en recursos naturales, el Sahara es rico en Fosfatos, pesca, energía renovable, arena… Etc estos recursos de alguna manera son la condena de los saharauis, son los que han hecho que el mundo se haga el ciego ante las vulneraciones cometidas contra el pueblo saharaui. Obviamente, estos recursos juegan un papel importante en el conflicto, ya que muchos estados importantes se reparten los recursos naturales del Sahara Occidental. Hay presencia de miles de empresas multinacionales que participan en las operaciones de expolio e incluso instituciones como la unión europea están dentro de este juego sucio, se mantienen en silencio ante lo que pasa en el Sahara Occidental a cambio de que Marruecos les ofrezca una parte de los recursos que expolia de forma ilegal del Sahara Occidental.
 
Desde aquí quiero destacar la importante iniciativa que la sociedad civil saharaui ha lanzado hace justo un mes para denunciar la explotación de sus recursos naturales por parte de Marruecos y terceros, especialmente empresas multinacionales.
 
¿A qué condiciones se enfrenta el pueblo saharaui en los campos de refugiados?
 
Las condiciones en los campamentos son precarias, miles de saharauis siguen estancados en un desierto inhóspito desde hace 45 años. Viven gracias a la ayuda humanitaria y esta ayuda cada vez es menos por los recortes que sufren los programas de cooperación internacional, también por la fatiga de donantes tratándose de una situación de emergencia que ya se ha prolongado más de lo normal. Existe falta de alimentación, medicamentos y hospitales, Además de material para escuelas. Con la pandemia esta situación ha empeorado, ya que desde hace más de un año las fronteras están cerradas y mucho material que llegaba antes ahora no llega, por ello hay un déficit  en presupuesto anual según la media luna roja saharaui. A pesar de todo esto, los saharauis en los campamentos han podido mostrar al mundo que son capaces de desafiar las condiciones y organizarse bien. A lo largo de 45 años los saharauis han podido construir un estado en el exilio con sus instituciones y con una capacidad muy destacada en todos los ámbitos donde la mujer juega un papel muy importante. Hoy se cumplen 45 años de la proclamación de la RASD y es un buen momento para poner en valor todo lo que ha conseguido este estado joven y también para hacer llegar un mensaje claro: el estado saharaui libre y soberano es la única solución, no solo para la cuestión saharaui sino para toda la región de norte de África.
 
¿Se ha llevado al pueblo saharaui a un callejón sin salida? ¿Resulta evitable la guerra?
 
Definitivamente. Después de casi 30 años de apostar por la ONU y la comunidad internacional, hemos llegado a la conclusión de que eran cómplices con Marruecos, solo querían que siga el status quo para normalizar la ocupación. Marruecos viola los derechos humanos, se salta la legalidad internacional, expolia los recursos naturales y todo esto se queda impune. Nadie dice ni mueve nada. Obviamente el pueblo saharaui siempre ha apostado por la paz y es un pueblo naturalmente pacífico, pero después de todo lo que paso durante los últimos 30 años y después de que Marruecos fuese quien violo el acuerdo del alto de fuego firmado entre las dos parte y la ONU, obviamente los saharauis no se iban a quedar con los brazos cruzados. Esta guerra se nos ha impuesto, nunca hubiésemos querido llegar hasta aquí, pero no solo es culpa de Marruecos, es culpa de la comunidad internacional y esto tiene que servir para que despierten y reaccionen antes de que sea muy tarde. ¡Los saharauis hemos aguantado mucho, ahora decimos Basta!
España ha sido parte del problema abandonando el Sahara Occidental y traicionando al pueblo Saharaui
¿Qué mensaje le enviarían a la clase obrera marroquí a la que su monarquía envía a la guerra?
 
Les decimos que dejen esta guerra, que no es su guerra. Esta es una guerra contra un régimen expansionista, los saharauis no tenemos nada contra el pueblo marroquí. Al contrario, les consideramos como hermanos y vecinos, pero le decimos que despierten y que no se dejen engañar por un régimen autoritario que viola sus derechos y por un rey que solo multiplica su fortuna a costa del pueblo Marroqui. Es hora de que los marroquíes sean conscientes de eso.
 
¿Qué le dirían a todos aquellos que acusan a los saharauis de radicales o belicistas por sus últimas actuaciones?
 
Nadie nos puede acusarnos de ser belicistas o de querer la guerra más que la paz, pero solo los saharauis sabemos lo difícil que es darlo todo sin que el mundo te haga caso. Hemos sido pacifistas lo suficiente, nuestra gente en los territorios ocupados lo sigue siendo y ya podéis ver lo que están sufriendo por parte de las fuerzas de ocupación marroquí. Más de 30 años bajo bloqueo militar o en campamentos inhóspitos de refugiados, hemos luchado con todas las vías, ¿qué más quiere el mundo que hagamos para que se nos escuche? Está claro que los saharauis hemos perdido la confianza en el resto del mundo y no se nos puede tachar de nada. Lo que sucede es que decimos ¡BASTA!
 
¿Por qué estallan ahora de nuevo las hostilidades? ¿Existe un claro componente de cambio generacional en el Frente Polisario?
 
El motivo por el que estallo la guerra el pasado 13 de noviembre es claro, Marruecos vulneró el acuerdo del alto del fuego firmado entre las partes en 1991 saliendo con una operación militar contra civiles saharauis que estaban ejerciendo su derecho a la protesta no violenta en la zona del Guerguerat, en el sur del Sahara Occidental. El Polisario ya había advertido tanto a Marruecos como a La ONU y la MINURSO de que no iba a tolerar una violación y respondería de forma rotunda. Eso es lo que pasó al final. También hay que decir que la juventud saharaui lleva presionando para que el Polisario vuelva a las armas desde hace unos años. Obviamente lo hacen por la falta de progreso del plan de paz de la ONU, pero sobre todo porque la ONU y su misión en el terreno MINURSO se han convertido en protectores del estatus quo, solo perjudica al pueblo saharaui. Desafortunadamente este mundo no entiende con el silencio y la paciencia y es la conclusión a la que la mayoría de la juventud saharaui ha llegado. Hemos pagado el precio de ser “buenos” y “pacifistas” y el precio es que el mundo se olvide de nosotros y de nuestra causa. Si el mundo es capaz de olvidarnos después de que hayamos depositado nuestra confianza en él, nosotros no vamos a olvidar a nuestra causa y la defenderemos hasta el final, porque somos nosotros los que estamos pagando el precio de esta situación diariamente y no podemos tolerar que se prolongue más y que las próximas generaciones vivan lo que nosotros hemos vivido y estamos viviendo.
Fuente e imagen: https://nuevarevolucion.es/entrevistamos-al-activista-saharaui-hassanna-aalia-esta-es-una-guerra-contra-un-regimen-expansionista-los-saharauis-no-tenemos-nada-contra-el-pueblo-marroqui/
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El secreto del Sahara

Por: Daniel Seixo

El Pueblo Saharaui va a vencer en su lucha. Va a vencer, no sólo porque tiene la razón, sino porque tiene la voluntad de luchar por su libertad (…) Para nosotros no se trata ya del derecho de autodeterminación, sino de acompañaros en vuestra lucha hasta la victoria final. «

Felipe González

«Lo más importante es la foto.«

Zapatero dirigiéndose a Mohamed VI

«Los saharauis son nuestros hermanos, y a los hermanos no se les abandona.«

Pablo Iglesias

No pelean por un trozo de desierto, lo hacen por su tierra, por sus familias, por su cultura, por su derecho a existir.

Anguila, Bermudas, Gibraltar, Guam, Islas Caimán, Islas Malvinas, Islas Turcas y Caicos, Islas Vírgenes Británicas, Islas Vírgenes de los Estados Unidos, Montserrat, Nueva Caledonia, Pitcairn, Polinesia Francesa, Samoa Americana, Sahara Occidental… Todos ellos son territorios no autónomos, en los que permanece suspendida en el tiempo la fecha de inicio de un proceso de descolonización que al fin comience a librar a estos pueblos de las crueles y más directas ataduras de la explotación por parte sus viejas potencias coloniales. Esas potencias que un día creyeron poder dominar el mundo mediante la superioridad militar y tecnológica, imponiendo con ello su cultura, su ley y sus intereses comerciales. Por aquel entonces, el tótem de la democracia no era todavía tendencia en la geopolítica mundial y fueron las supuestas ansias civilizatorias las que pusieron las sombras en este gran teatrillo de poder que en última instancia es y ha sido siempre de lo que se ha tratado todo.

Durante la Conferencia de Berlín incluso un Imperio en clara decadencia, como era por aquel entonces España, podía reclamar sus derechos sobre el Sahara. Con escuadra y cartabón, pero sin demasiado tino, el estado español comenzó la ocupación de aquel territorio que solo se haría realmente efectiva tras el descubrimiento de importantes recursos minerales en la región. Especialmente reseñables por su valor material fueron los excelentes yacimientos de fosfatos de Bu Cra, yacimientos que pronto pasarían a ser explotados para la elaboración de fertilizantes por la empresa española Fosfatos de Bucraa, S. A. Este sería el caldo de cultivo propicio para el surgimiento de los primeros reclutas de los movimientos nacionalistas Harakat Tahrir y el Frente Polisario, movimientos de resistencia nacional que centrarían las incipientes hostilidades contra la gestión española y la explotación colonial de los recursos del pueblo saharaui.

Nadie en la comunidad internacional reconoce la soberanía marroquí sobre el Sahara

España reacciona a la aparición de importantes recursos naturales convirtiendo al Sahara en una provincia española, la dictadura franquista olvida entonces su responsabilidad con la autodeterminación del pueblo saharaui y establece una legislación específica para gestionar un territorio considerado como propio y cuya capital en El Aaiún observa paulatinamente una interesada y relativa mejora de las condiciones de vida mediante obras públicas y nuevas inversiones. Con ello el estado español pretende a su vez mostrar una posición de fuerza frente a las continuas reivindicaciones de Marruecos sobre el Sahara y sobre Mauritania. El pueblo saharaui parece por aquel entonces un invitado de piedra ante su propio destino, pero pronto los brotes nacionalistas y las protestas comienzan a ganar protagonismo por todo el territorio saharaui. En una de estas manifestaciones  en el barrio de Zemla, en El Aaiún, las tropas legionarias españolas cargan con suma violencia contra los manifestantes causando varios muertos y el líder nacionalista Mohamed Sidi Brahim Basir resulta encarcelado, para aparecer finalmente muerto un par de horas después de su paso por prisión. Las certeras sospechas acerca de un asesinato por parte de las tropas españolas marcarán un claro punto de inflexión en la resistencia saharaui contra la ocupación española. La creación del Frente Polisario el 10 de mayo de 1973 supone desde ese momento la herramienta política y militar con la que el Sahara se enfrentará a los diferentes ocupantes de su territorio en busca de la autodeterminación y la libertad de su pueblo.

Ya en 1960 Naciones Unidas había adoptado la Resolución 1514 por la que se pretendía avanzar en la independencia de los pueblos todavía colonizados y llamaba al derecho de autodeterminación para los mismos, una intención que se veía reforzada años más tarde con la Resolución 2229 en la que se confirmaba el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación del Sahara Occidental. Los continuos ataques por parte de la juventud saharaui a las patrullas y convoyes españoles, y la aceptación de la resistencia independentista, hacen que poco a poco la postura española sobre el Sahara cambie y en Madrid se comiencen a plantear seriamente la posibilidad de abandonar aquel territorio. En 1974 la dictadura franquista anuncia ante la ONU su intención de guiar un referéndum de autodeterminación durante los seis primeros meses de 1975 que pronto se encontrará con la oposición del Reino de Marruecos apoyado por Mauritania, país al que las autoridades marroquís ofrecen el reparto del territorio saharaui. El conflicto del Sahara llega al Tribunal Internacional de Justicia de La Haya que el 16 de octubre de 1975 dictamina que no ha encontrado prueba alguna de la soberanía de Marruecos ni de Mauritania sobre el territorio del Sahara, nada impide por tanto el derecho a la autodeterminación saharaui.

Mohamed VI ha creído en todo momento haber derrotado a las autoridades del Sahara y fruto de eso han surgido las continuas provocaciones que desencadenado la declaración del estado de guerra por parte del Frente Polisario

Violando la legalidad internacional bajo la tutela de Washington y la financiación del mundo árabe, Hassan II inicia en respuesta la marcha de 350.000 civiles y 25.000 soldados a territorio del Sahara, la conocida como Marcha Verde supone de facto la ocupación militar del territorio y la expulsión de las tropas españolas que ocupadas en la gestión del final de la dictadura deciden renunciar sin resistencia a sus responsabilidades históricas con la población saharaui. Entre el 12 y el 14 de noviembre de ese mismo año, una vez más al margen de cualquier tipo de legalidad internacional, el gobierno español decide ceder el territorio del Sahara a Marruecos y Mauritania mediante el Acuerdo Tripartito de Madrid. Las autoridades españolas pretendían de este modo esquivar legalmente sus responsabilidades, algo que con la legalidad internacional en la mano, continua sin ser efectivo a día de hoy.

La continua represión marroquí contra la población saharaui provoca que gran parte de la población huya del Sahara buscando refugio en campamentos de refugiados que llegan a ser bombardeados por la aviación marroquí con napalm y fósforo blanco. La criminal respuesta de Marruecos provoca que numerosos refugiados tengan que internarse definitivamente en territorio de Argelia para refugiarse de la guerra, los campamentos llegarían en 1976 a refugiar a cerca de 100.000 personas. El 27 de febrero de 1975 el Frente polisario proclama la República Árabe Saharaui Democrática, la guerra contra Marruecos y Mauritania se recrudece hasta que ya en 1978 un golpe de estado en Mauritania provoca que, pese a la ayuda recibida por Francia, el país se retire de la lucha y renuncie a cualquier reivindicación sobre el Sahara. A partir de entonces Marruecos y el Sahara son los actores que se disputarán el territorio, la sapatría marroquí levanta un muro para intentar proteger sus posiciones que terminaría llevando la guerra a un punto muerto que provocaría irremediablemente la entrada en escena de la solución política. Cansados de la guerra y conscientes del desgaste de la misma para su pueblo, las autoridades saharahuis deciden en 1990 aceptar el plan de arreglo elaborado por la ONU mediante el que ambas partes se comprometen a la ejecución de un referéndum en el que existirían únicamente dos opciones: la creación de un nuevo Estado saharaui o la integración del Sahara en Marruecos.

Lo que sigue a esa gran farsa es la represión, las disputas políticas, las traiciones de la comunidad internacional –con especial mención en este punto para el estado español– y la lucha desesperada de un pueblo que sabiéndose condenado por el mundo, se niega a renunciar a su libertad y a su tierra. Incluso la Misión Internacional de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental ha convivido alegremente con el poder marroquí y su influencia respaldada por Bruselas y Washington. Mohamed VI ha creído en todo momento haber derrotado a las autoridades del Sahara y fruto de eso han surgido las continuas provocaciones que desencadenado la declaración del estado de guerra por parte del Frente Polisario, tras haber violado Marruecos los acuerdos alcanzados para sostener la paz mediante actos de agresión a la población saharaui en la zona de Guerguerat, al sur del Sáhara Occidental. Intentando garantizar el paso de mercancías por una carretera ubicada en zona neutral, y que la propia ONU ha considerado ilegal ya en 2001, el reino de Mohamed VI ha conseguido desatar de nuevo la guerra.

España reacciona a la aparición de importantes recursos naturales convirtiendo al Sahara en una provincia española

Mientras el proletariado marroquí que hoy parte a la guerra se preguntará el motivo por el que defender a un rey despótico en el campo de batalla del desierto mientras sus hermanos se juegan la vida cruzando a territorio español en precarias pateras, en medio de una crisis económica acuciante en el país y con la certeza de que muchos de sus compañeros de batalla no dudarán a la hora de abandonar sus posiciones ante en más mínimo ataque del Polisario, en territorio saharaui la sensación frente a la guerra es muy distinta. Los jóvenes saharauis no tienen otra opción, no existe futuro sin una victoria frente al enemigo, no existe otra salida al horror y el abandono que el fusil. Las voces de los veteranos combatientes, todos aquellos que hasta ahora han recordado el precio de la guerra, tampoco parecen tener ya grandes argumentos para evitar el conflicto, muchos de ellos han muerto abandonados en el desierto a su suerte por cualquier legalidad o democracia, el resto simplemente reconocerá en los gritos de guerra su propia rabia y sus pasadas decisiones.

Marruecos tiene únicamente a su favor los despachos que le proporcionan un ejército más moderno y mejor equipado, el control de los recursos naturales del Sahara y la necesidad de tranquilidad para su explotación por parte de las multinacionales. Nadie en la comunidad internacional reconoce la soberanía marroquí sobre el Sahara Occidental, pero esa gran hipocresía sostenida en el tiempo es la misma de la que hacen gala muchos de nuestros políticos “progresistas”, los mismos que enarbolan su adhesión a la causa saharaui en campaña, pero que la abandonan una vez resultan necesarios o tocan el poder de Moncloa. Felipe González, Zapatero, Sánchez, Iglesias, Garzón, para ellos la decisión está tomada y es la de soportar cualquier humillación, cualquier ocupación ilegal, cualquier tropelía o atropello a las mínimas reglas democráticas comunes con tal de no molestar o soliviantar al tirano marroquí o turco. Realmente resulta indiferente si los vapuleados, reprimidos y subyugados son armenios o saharauis, en realidad nunca todo esto se ha tratado de respetar los valores democráticos, tal y como ya hemos señalado anteriormente. El silencio atronador de nuestra política garantiza las relaciones de palacio entre Marruecos y España, los márgenes de beneficios de nuestras empresas y el lento genocidio del Mediterráneo, ese que hemos aprendido a ignorar e incluso “comprender”, pero sin duda nos hace un poco menos libres, menos signos, menos pueblo.

Fuente e imagen: https://nuevarevolucion.es/el-secreto-del-sahara/

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El Frente Polisario declara el fin del alto el fuego tras el ataque militar marroquí a civiles saharauis

El Frente Polisario declara el fin del alto el fuego tras el ataque militar marroquí a civiles saharauis

Mediante un decreto presidencial el Secretario General del Frente Polisario y presidente de la República Saharaui, Brahim Ghali declaró el viernes el fin del alto el fuego tras la violación del mismo por las fuerzas de ocupación marroquíes. Esta declaración supone la reanudación de las hostilidades en defensa de los legítimos derechos del pueblo saharaui.

La declaración es la respuesta del pueblo saharaui a la violación por parte del Reino de Marruecos del alto el fuego el viernes, cuando su ejército atacó a los civiles saharauis que se manifestaban pacíficamente en la brecha de Guerguerat, abierta en el muro marroquí, al sur del Sáhara Occidental.

El objetivo de la ofensiva militar marroquí es poner fin a la movilización de civiles saharauis que bloquean pacíficamente el paso fronterizo desde el pasado 21 de octubre. Aunque no se han dado cifras del número de víctimas el campamento donde se concentraba la protesta ha terminado en llamas. Las fuerzas de ocupación marroquíes están impidiendo además que los corresponsales de prensa puedan tener acceso a la zona.

 

El Frente Polisario acusa a Marruecos de violar el alto al fuego después de haber entrado en la parte del territorio saharaui liberada de la ocupación y de haber atacado a civiles.

En los campamentos de refugiados de Tinduf, en Argelia, numerosos jóvenes saharauis han mostrado su indignación exigiendo al Frente Polisario una respuesta inmediata a la invasión militar y a la represión del territorio libre del sur del Sáhara Occidental donde se ha producido la agresión.

Sigue la lucha del pueblo saharaui por su legítimo territorio contra el ocupante marroquí

Hay que recordar que el acuerdo de alto el fuego fue firmado entre el Frente Polisario y el Reino de Marruecos en 1991 bajo la supervisión la ONU como implementación de la Resolución 690 de 1991 del Consejo de Seguridad para organizar un referéndum de autodeterminación para el pueblo saharaui, que nunca se ha llegado a producir por la oposición de la monarquía marroquí y la complicidad de la llamada «comunidad internacional», aliada a los intereses del autoritario y represor régimen alauita.

El Frente Polisario fue creado en 1973 para exigir la descolonización española, que reconoció las aspiraciones colonizadoras de Marruecos sobre el territorio en 1976. Desde entonces, combinando represión y colonización, la monarquía marroquí ha expulsado por la fuerza a gran parte de la población saharaui, refugiada principalmente en los campos del sur de Argelia, y ha construido un muro de ocho tramos que totalizan 2720 km en el territorio ocupado, una zona militar con búnqueres y campos de minas para impedir las incursiones del Frente Polisario y el retorno de los refugiados saharauis a su legítimo territorio.

Fuente de la Información: https://kaosenlared.net/el-frente-polisario-declara-el-fin-del-alto-el-fuego-tras-el-ataque-militar-marroqui-a-civiles-saharauis/

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