Redacción: El País
La ONG Amref abre una universidad en Kenia centrada en la salud pública y comunitaria
Abdallah Chinjaru es auxiliar de enfermería en un dispensario cerca de Kilosa, en la región de Morogoro, en Tanzania. Desde hace tiempo quería continuar su educación para convertirse en enfermero. Procede de una familia bastante pobre, por lo que lograr el título que tiene ahora ya le supuso mucho esfuerzo y sacrificios. Conseguir su sueño supondría desplazarse hasta una escuela de enfermería y pasaría allí, como mínimo, dos años; eso implicaría dejar de trabajar y, por tanto, de percibir el sueldo con el que ayuda a los suyos. Además, necesitaría dinero para pagar los estudios y mantenerse lejos de casa. Algo imposible para él.
Pero Chinjaru ha encontrado una fórmula que le permite seguir en su puesto de trabajo mientras continúa con su formación. Ahora es un alumno de la Hubert Kairuki Memorial University de Dar es-Salam, que es uno de los varios centros del país adscritos al programa de e-learning, o educación a distancia, diseñado por la ONG Amref Salud África, entidad merecedora del Premio princesa de Asturias de cooperación internacional 2018. Para la ONG, la formación del personal sanitario es una prioridad, y para ello ve necesario contar con las personas adecuadas y con los conocimientos precisos en el lugar justo. Este es uno de los muchos aspectos que ha hecho a esta ONG, con sede en Nairobi. Quizás otro haya sido el hecho de que el 97% de su personal sea africano.
«Es una oportunidad única para continuar con mi formación», dice un alumno
Gracias al programa de educación a distancia, Chinjaru puede acceder, a través de su móvil, a las lecciones del temario y estudiar en su casa. Sin embargo, él tiene un problema, nada que no pueda solucionar, es que en su pueblo la conexión a Internet no es muy buena, por eso, de vez en cuando, en su día libre, baja hasta la ciudad donde hay mejor señal y se descarga las lecciones. Él se apaña bien con el teléfono móvil, pero otros compañeros prefieren acudir a cibercafés y estudiar delante de un ordenador. “Se lee mejor allí, la pantalla es más grande”, dice Fami Julius que trabaja en el hospital de Liguala en la región de Mtwara.
Hoy, Chinjaru está en Dar es-Salam, le ha costado dos días de viaje en autobús llegar hasta allí, pero “vale la pena el esfuerzo”, confiesa. Durante dos semanas, junto al resto de sus compañeros llegados de distintos puntos del país, asistirá a clases prácticas para completar su formación, antes de regresar a su pueblo. “Aunque es poco tiempo, es una oportunidad única para continuar con mi formación. Son dos años duros los que me esperan, pero es una oportunidad que no puedo dejar pasar. Al final tendré un título mejor, lo que me posibilitará acceder a un empleo mejor”, explica en un cambio de clases.
Su compañera Taindi Katu afirma que este sistema les permite continuar con su trabajo y estudiar al mismo tiempo. «El precio es más económico y te lo puedes permitir porque sigues con tu salario y no tienes que abandonar a tu familia”. Ella es comadrona gracias a una beca del programa Stand up for African Mothers de Amref y trabaja en el Sinza Hospital de Dar es-Salam. Ahora estudia para ser enfermera.
Un grupo de profesores recorre el país para supervisar a los estudiantes en sus centros de trabajo. “Esta es la parte más costosa del programa”, explica el profesor Charles S. Mgone vicecanciller de la universidad. “Pero es parte fundamental del currículum”. Por ahora es un proyecto piloto que se centra en enfermería pero que vista la buena acogida que ha tenido y los resultados que ofrece se piensa extender a otros estudios, incluidos los de medicina. Ya están en marcha los trámites necesarios ante el Ministerio de Educación y el de Salud para su aprobación. “El próximo paso será realizar los exámenes en línea para que los alumnos no tengan que viajar tanto a Dar es-Salam. Salvaría tiempo y dinero”, concluye Mgone.
Durante 40 años Amref ha formado trabajadores sanitarios por África
Este proyecto es uno más de los muchos que Amref Salud África desarrolla por el continente, donde desde hace más de 40 años, la ONG forma a profesionales de salud. “Si nos fijamos en nuestra experiencia, en este tiempo hemos aprendido que no podemos hacer cambios significativos en el sector de la sanidad si no tenemos el personal adecuado”, afirma la doctora Alice S. Lakati, decana del Departamento de Práctica de Salud Comunitaria de la Universidad Internacional de Amref en Nairobi, Kenia.
En las cuatro décadas Amref ha formado trabajadores sanitarios por África en colaboración con otras instituciones. Pero ahora ha decidido dar un paso más y ha abierto su propia universidad; una institución internacional que acoge alumnos africanos y que quiere hacer hincapié, entre otras cosas, en dos aspectos: el de la salud pública y comunitaria que es una de las constantes de la filosofía de la ONG, y la gestión y dirección de servicios de salud “porque por muchos años, Amref se ha dado cuenta de que sin un buen liderazgo en el sistema de salud no se puede obtener ningún cambio en este campo. Muchos sistemas de salud en África sufren el reto de falta de liderazgo”, explica Lakati. Finalmente, han comenzado un máster en formación de profesorado que imparte clases en el ámbito sanitario. Profesores de universidad o formadores. “Porque pueden tener mucha titulación como médicos o enfermeras, pero hace falta mucho más para enseñar y nosotros les proporcionamos esas herramientas”.
Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/10/03/africa_no_es_un_pais/1538576088_352182.html