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La necesidad de la educación para la liberación

La educación ha sido siempre más que una simple transferencia de conocimientos; es una herramienta fundamental para la emancipación humana. En su esencia, la educación no debe reducirse a la adquisición de habilidades técnicas o información, sino que debe entenderse como un proceso profundo de transformación que permite a las personas comprender y cuestionar el mundo que las rodea. La verdadera educación, aquella orientada hacia la liberación, tiene como fin último no solo formar individuos capacitados, sino también ciudadanos críticos, capaces de transformar las condiciones de opresión en las que viven.

El concepto de educación para la liberación, desarrollado por pensadores como Paulo Freire, se basa en la idea de que el conocimiento tiene un poder emancipador. No se trata simplemente de aprender para adaptarse a las condiciones existentes, sino de aprender para comprender esas condiciones y transformarlas. La educación, vista desde esta óptica, no es neutral; está profundamente imbricada en las dinámicas de poder y opresión que estructuran la sociedad. Por ello, el acto de educar implica necesariamente un compromiso con la justicia social y la equidad.

Una educación liberadora debe cultivar la conciencia crítica. Esto significa que las personas educadas no solo deben ser capaces de adquirir conocimientos, sino también de reflexionar sobre esos conocimientos y su contexto. La conciencia crítica permite a los individuos entender las raíces de las injusticias sociales, económicas y políticas que los afectan. Es un proceso de desnaturalización de las estructuras opresivas que, a menudo, se presentan como inevitables o permanentes. Sin esta capacidad de reflexión crítica, los sistemas de dominación permanecen intactos, perpetuando desigualdades y excluyendo a amplios sectores de la sociedad.

El poder del conocimiento reside precisamente en su capacidad de emancipar a las personas. A través del acceso a una educación que fomente el pensamiento crítico, los individuos pueden no solo entender su lugar en el mundo, sino también imaginar y luchar por una realidad diferente. Esta emancipación es fundamental para la transformación social. Una población educada, consciente de las dinámicas de poder que la condicionan, está en mejor posición para organizarse, resistir y desafiar las estructuras opresivas. De esta manera, la educación no solo forma individuos, sino que también fomenta el cambio social.

Sin embargo, este tipo de educación no puede limitarse a la transmisión de conocimientos abstractos o descontextualizados. Es necesario que la educación liberadora conecte directamente con las realidades de quienes la reciben. Las personas deben poder ver cómo su propia vida y sus experiencias están moldeadas por las estructuras de poder más amplias, y cómo pueden, colectivamente, desafiar esas estructuras. En este sentido, la educación liberadora debe estar profundamente enraizada en las luchas sociales, orientada no solo a entender el mundo, sino a transformarlo.

Un aspecto crucial de este proceso educativo es el desmantelamiento de prejuicios y estereotipos. La opresión no es solo económica o política, sino que también se manifiesta en formas simbólicas y culturales que perpetúan la exclusión y la discriminación. La educación puede y debe jugar un papel central en la deconstrucción de estos prejuicios, proporcionando a las personas las herramientas necesarias para cuestionar y superar las divisiones basadas en género, raza, etnia o religión. Sin una educación que enfrente estos problemas, la liberación será siempre incompleta.

Finalmente, la educación para la liberación está indisolublemente vinculada con el cambio social. No se trata de un proceso individualista orientado solo a mejorar las condiciones personales, sino de una tarea colectiva que busca transformar las estructuras de la sociedad en su conjunto. A lo largo de la historia, los movimientos de cambio han sido impulsados por personas educadas en el pensamiento crítico, capaces de ver más allá de lo inmediato y de comprometerse con la construcción de una realidad más justa y equitativa.

En resumen, la educación para la liberación es una necesidad urgente en un mundo caracterizado por profundas desigualdades. Su objetivo no es solo la formación de individuos competentes, sino la creación de ciudadanos conscientes, críticos y comprometidos con la justicia social. Esta educación, orientada hacia la transformación, ofrece a las personas las herramientas necesarias para comprender y desafiar las estructuras que perpetúan la opresión, permitiéndoles imaginar y construir un mundo más libre y equitativo para todos.


Alan Luna es maestro en filosofía por la UAM e investigador del Centro Mexicano de Estudios Económicos y Sociales.

Fuente de la información e imagen:  https://cemees.org/

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Solidaridad desde Yucatán con Palestina

El pasado 7 de octubre se cumplió un año del incremento del genocidio perpetrado por el gobierno sionista de Israel contra el pueblo y la nación palestina, acumulando a la fecha más de 42 mil asesinados por los bombardeos y las incursiones militares de las tropas de ocupación sionista, de los cuales más de 17 mil son niños y niñas, despojando la mayoría del territorio palestino y generando una crisis humanitaria por el impedimento de la entrada de alimentos, agua, medicina, y todo tipo de ayuda que la ONU y otras instancias internacionales envían a los miles de desplazados que resisten esta atrocidad. La resistencia palestina de Hamas y otros grupos mantiene la defensa de ese territorio que es invadido con la anuencia del imperialismo estadounidense y de las potencias capitalistas de Europa, que hasta hoy sólo han emitido simulados llamados a la paz y a un cese al fuego, pero continúan subvencionando con millonarias sumas y armamento al ejército de ocupación criminal de Israel.

En este contexto, en el que ahora el sionismo israelí ataca también a Líbano y otros frentes como Irán, buscando generar un conflicto de mayor envergadura en el Medio Oriente, para pretender establecer una nueva correlación de fuerzas que posicione a Israel en el plano geopolítico y a su mandamás el imperialismo yanqui, se observa en el mundo un incremento de las protestas contra el genocidio y contra los planes de guerra global que sólo benefician a los intereses inhumanos del sionismo y el neofascismo que avanza en diferentes países del mundo. Al cumplirse un año del ya mencionado incremento del genocidio –pues no se olvide que la agresión de Israel contra Palestina lleva más de 76 años en acción- el mundo se cimbró por las movilizaciones de repudio al crimen de lesa humanidad y por la paz en el región, sin obviar que esa paz necesita de la solidaridad internacional de la clase trabajadora y de las fuerzas de izquierda de todo el orbe, en un grito común que se articule en acciones de resistencia ante tanta barbarie.

En Yucatán el clamor por Palestina se hizo escuchar al realizarse una marcha y un mitin de solidaridad y de rechazo al genocidio y a los planes de guerra imperialista, acto organizado por el Comité de Solidaridad con Palestina – Yucatán, conformado por diversas organizaciones políticas y culturales en resistencia y por personas que buscan generar conciencia sobre lo que realmente pasa en Palestina y en Medio Oriente, para hacer frente al bloqueo mediático y a la manipulación discursiva de muchos medios conservadores, por ello el Comité dio a conocer un Posicionamiento que se suma a la voces globales y en el que se lee lo siguiente:

“Exigimos un alto inmediato al fuego y la implementación de sanciones reales contra Israel por sus crímenes de guerra. Es inaceptable que en pleno siglo XXI sigamos siendo testigos de la limpieza étnica y la destrucción, del genocidio de un pueblo bajo el amparo de las grandes potencias. Nuestra solidaridad con Palestina no es solo un acto simbólico, sino un compromiso real con la paz, la justicia y la dignidad humana. Como Comité de Solidaridad con Palestina – Yucatán, hacemos un llamado urgente al gobierno mexicano para que rompa relaciones diplomáticas y comerciales con el estado de Israel. Sólo a través de medidas concretas, como el reconocimiento inmediato del Estado Palestino, podemos contribuir a la construcción de un futuro de paz y seguridad en esa región y el mundo. Este conflicto no es simplemente una cuestión de geopolítica, sino de humanidad”.

Desde Yucatán, y junto a las fuerzas de izquierda y revolucionarias del mundo, exigimos un inmediato cese al fuego, el regreso de las tierras despojadas y castigo a los sionistas e imperialistas criminales.

¡Palestina vencerá y será libre!

Fotografía: PorEsto!

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México: La inaceptable tolerancia

La inaceptable tolerancia

Manuel Gil Antón

 

A México lo atenazan hartos problemas. Desigualdad que cala, millones en pobreza, con hambre. Impunidad al parecer sin límites: en sus aguas navegan los gobiernos de todas las tallas y alcances; los partidos sin la relación eficiente y necesaria con la sociedad y sus integrantes. Llegan, puntuales, al puerto seguro de la transparente opacidad y la rendición de cuentas que no cuenta. La delincuencia organizada o caótica, muchos empresarios y no pocos sindicatos caminan por fuera de la ley en anchas avenidas. Se aprende a repetir y surge la fragilidad para aprender: suele lograrlo el que ya tiene pasaporte al saber en su casa, o le da visa una casualidad, aunque millones, atrapados en una escuela que atora el talento, sean parte de la matrícula y luzcan en los informes presidenciales. Y tantos entuertos más.

Todos son graves, pero ninguno alcanza la magnitud ni las consecuencias del que, creo, es más peligroso: la enorme tolerancia social con el estado de cosas que nos aqueja, hasta el punto que parece natural, parte de lo que así es y no cambia. Ni cambiará: es lo normal. De ese terreno de la conciencia donde se ha sembrado hace tantos años, y da frutos, la peor de las semillas: el “Sin Remedio”.

¿Dónde hemos estado, o estamos, frente al hambre de millones? Dijo el INEGI que sólo 1.2% de las familias del país no es de clase media ni pobre. Si ve usted a una persona en apuros cada mes por sacar adelante a los suyos, no se deje sorprender: es un clasemediero al que no le han avisado de su ascenso social, o un impostor que socava el progreso de la patria. Ingrato. Usted siga donando en el cajero. Gracias.

¿Dónde estuvimos, por qué no llenamos el Zócalo cuando medio centenar de pequeños que murieron en el incendio de la guardería ABC? Si semejante golpazo no nos ha movido, ¿qué nos sacará de la indiferencia? Resulta que Peña Nieto no rebasó los topes de campaña, que a Televisa le perdonaron 90% de los impuestos que no había pagado como era su obligación, que no sabemos si Cordero, u otro senador, les depositó a sus similares algo así como 240 salarios mínimos mensuales de un solo golpe, o sea: 7 mil 167 salarios mínimos diarios. Si un obrero gana dos al mes, necesitaría ahorrar todo su ingreso por más de ocho años, sin gastar un peso, para juntar ese dinero. Eran “gastos de campañas”: un delito. Como cualquier partido hace lo mismo, no hay problema. Cínicos. Poco importa que hayan reculado. El asunto es que en cualquier sitio decente la presión social los habría hecho renunciar de inmediato, como al truhán de Moreira, al gobernador que abusó de infantes o al regidor que, borracho, pide que se cuadre un policía… ¿Por qué no nos indigna y salimos a la calle por lo menos a gritar que son delincuentes a las claras?

Miserable, sin duda, Góngora Pimentel: ex ministro “progresista” de la Suprema Corte regatea parte de la pensión de sus hijos: por su condición de salud no requieren divertirse. Rufián que abusa para encarcelar a la madre de esos niños. ¿Por qué no está detenido por uso y abuso de impresentables influencias? ¿Dónde estamos, ciudadanos? ¿Hasta cuándo?

¿Necesitamos más relatos e imágenes de los migrantes a los que maltratan en La Bestia, ese tren de la esperanza por llegar al otro lado, y que significa diario vejación, robo, fracturas de huesos y sueños? Bien por las señoras que les preparan arroz y lo avientan al paso del ferrocarril, ¿y nosotros? ¿Y la autoridad? Ausentes.

Está en curso la reforma educativa. Cuando dice que la educación será de calidad, ha de incluir como rasgo central el cultivo de la capacidad de indignación, de expresar rabia por la rapacería de los políticos, la desvergüenza de empresarios rejegos a pagar lo que deben, lo crudo de decenas de miles de aulas destrozadas. Que forme en la crítica, en la intolerancia más radical frente a la desigualdad, la impunidad, la nítida impudicia de quienes cuentan con poder legal e ilegal para extorsionarnos. Que premie exigir más que donar: no avancemos más como país “propinero”. Construir ciudadanos que cumplan su deber es el rumbo, porque como van las cosas, al tolerar tanto, un día amaneceremos presos: nuestra indolencia parirá las rejas y el candado.

 

Fuente de la Información: https://www.educacionfutura.org/la-inaceptable-tolerancia-4/

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México: Autoridades comunitarias llaman a la unidad para reconstruir la Montaña

Por: Tlachinollan

Este 6 de octubre del 2024 en asamblea regional, la casa de justicia de Espino Blanco de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias CRAC-PC llamaron a la unidad para una ruta de lucha que proponga la reconstrucción de la devastada región de la Montaña por el huracán John. En una reflexión colectiva más de 35 comunidades me’phaa, na savi y nahuas coincidieron en que hay un enorme olvido a esta región sumida en la pobreza. La atención de las autoridades estatales y federales está en los pulmones de la economía y lejos de los pueblos pobres.

En la asamblea acordaron rellenar un formato que Abel Bruno Arriaga, titular de la Secretaría para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas y Afromexicano (SEDEPIA) se comprometió a facilitar. También acordaron realizar una conferencia de prensa este miércoles 9 de octubre para presionar a las autoridades estatales y volteen a ver a la Montaña. Por su parte, el Presidente de Malinaltepec, Jhon Navarro Mateos, hizo el compromiso de ayudar a las comunidades.

Martin Rosales Sierra, ex coordinador de la casa de justicia de Espino Blanco, aseveró que hay afectaciones considerables en las comunidades indígenas de la Montaña “y no hay quién intervenga. Somos las comunidades quienes tenemos que ver cómo le vamos a hacer para restablecer todos los servicios como las carreteras, tuberías de toma de agua. Va avanzando poco a poco el restablecimiento del cableado de la luz, pero es insuficiente. En las vías principales están trabajando medianamente, pero lo que nos ha preocupado es que sigue siendo igual, porque en el terreno de los hechos no estamos siendo vistos como pueblos indígenas. Nos tenemos que esperar hasta el final, hasta que tengan tiempo los gobiernos porque tienen que atender primero Acapulco, las zonas turísticas donde hay derrama económica. Mientras nosotros aquí enlodados, con el pico y la pala, sufriendo los embates de este huracán”.

Abundó que a la fecha hay pueblos que no tienen luz. Los accesos  están cortados, por ejemplo, Ahuejullo, municipio de Tlacoapa, no tiene para dónde darle. Por el lado de Colombia de Guadalupe, municipio de Malinaltepec, también está tapado. En Totomixtlahuaca está crecido el río Tamiaco y los caminos están totalmente destrozados. En la misma situación están El carrizal, Metlapilapa, Mezcalapa, Pascala del Oro. “Llevan ya más de una semana sin luz, sin agua y el alimento se escasea. Solamente la organización comunitaria, como pueden, están buscando la manera de sobrevivir prácticamente por instinto”.

En la asamblea también estuvo la sindica municipal, Lucía Méndez Miguel, vecina de Tenamazapa, quien señaló que en Tlacoapa está incomunicado, sin luz, ni agua. Realizó un llamado a las autoridades estatales y federales para que atiendan el desastre en la Montaña.

Abel Barrera Hernández, director del Centro de Derecho Humanos de la Montaña Tlachinollan, habló de los daños en diferentes municipios de la Montaña. “Qué bueno que está Abel Bruno que viene en representación de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, así como Manuel, Alejandra y Martha que vienen en representación del INPI federal porque pueden ser canales para ayudarnos a encauzar toda esta problemática. Sin embargo, es muy importante que, como miembros de una comunidad, encabezada por el comisario o comisaria, delegado o delegada, pudiéramos hacer un reporte por escrito de los diferentes daños. Necesitamos decir, aquí en Ahuejullo está el camino intransitable y que se repare para que haya flujo vehícular, la red de agua potable, la luz eléctrica, aulas dañadas, en fin, todos esos detalles que solamente ustedes conocen”.

“El problema es que para que llegue un recurso extraordinario en los municipios o las comunidades tiene que haber un decreto federal, una declaratoria de desastre. Lo que apenas anunciaron hace dos o tres días son 29 municipios, de Guerrero son 12 y algunos municipios de Oaxaca. Sin embargo, no hay ninguno de la Montaña. La declaratoria materializa los fondos económicos, pero no van a ser para la Montaña. Aquí está el presidente Jhon, él debe saber, para que incluyan a los municipios de la Montaña en la declaratoria. Los presidentes municipales tienen que hacer un registro, un reporte de todos los daños de las comunidades y tiene que nombrar al cabildo como el comité de protección civil que formalmente solicita que se contemplen los municipios que fueron dañados o sufrieron un desastre”, expuso Abel Barrera.

Lo más importante es que cada comunidad se responsabilice de hacer un reporte detallado de los caminos derrumbados y trozados, centros de salud, escuelas, producción, vivienda, agua potable, luz eléctrica, todos los daños. Comentaron que les dieron un formato a los presidentes para que se compartiera a las autoridades comunitarias, donde viene, por ejemplo, áreas afectadas, escuelas, carreteras, centros de salud, espacios públicos, viviendas, infraestructura de agua, infraestructura agrícola, alimentación… Después de la explicación detallada de cómo hacer el registro se acordó que la CRAC de Espino Blanco recibirá los paquetes de registro por lo menos de los núcleos agrarios de Colombia, Tierra Colorada, Totomixtlahuaca, Tenamazapa, Paraje Montero, Tilapa, San Miguel el Progreso, Xalpatláhuac, y en coordinación con Tlachinollan se realizará el concentrado.

Abel Barrera hizo hincapié en que como como autoridades comunitarias tendrían que hacer una rueda de prensa para decir a la gobernadora y a la presidenta Claudia que atiendan la Montaña. “Sabemos que al parecer la gobernadora va a venir pasado mañana a la región, pero es necesario tener datos concretos para demostrar que hay daños en la Montaña”.

En la intervención del presidente de Malinaltepec, Jhon Navarro Mateos, comentó que en torno a la declaratoria “nosotros ya metimos la documentación. [Este sábado 5 de octubre] fue un personal a entregarlo a la ciudad de Tlapa a Protección Civil Regional, y dice que nada más son nueve municipios los que están en la declaratoria y es Acatepec, Alpoyeca, Atlixtac, Cualac, Huamuxtitlán, Malinaltepec, Tlapa de Comonfort, Xochihuehuetlán y Santa Cruz del Rincón. Nosotros como municipio pudimos rentar cuatro máquinas retros, una la tenemos en la parte alta, otra la tenemos en la parte de Malinaltepec y otra la tenemos en La Soledad, pero no nos damos abasto para poder darle esa apertura a los caminos porque hay derrumbes grandes. Pero los presidentes estamos nada más aperturando el acceso para que entren y salgan los carritos pequeños, no para carros grandes, para que no haya este desabasto de  alimentación”.

Algunas autoridades estuvieron el viernes 4 de octubre en La Lucerna centro porque desafortunadamente perdió la vida una señora y una niña de 7 años. A la señora ya la encontraron, pero siguen buscando a la niña. El apoyo de las autoridades es insuficiente. Las familias indígenas están desamparadas, olvidadas.

Fuente de la información e imagen:  Tlachinollan

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México – SEP: el plan de estudio y el aprendizaje

SEP: el plan de estudio y el aprendizaje

Juan Carlos Miranda Arroyo

Recibí esta semana, en la universidad, un ejemplar del Plan de Estudio para la Educación Preescolar, Primaria y Secundaria (Secretaría de Educación Pública, 2022), en su versión 2024. Es una edición impresa y conocida como el libro de “portada blanca”.

Ahora que coordino un diplomado sobre ese plan de estudio para la educación básica en México (SEP), comparto y recupero algunas reflexiones en torno a un concepto que es central, pero que observo mal planteado por parte de los redactores del documento antes mencionado: me refiero al concepto de aprendizaje.

¿Por qué es importante ese concepto? Porque es esencial para llevar a cabo las tareas de planificación didáctica, en aula, por parte del o la docente. Porque constituye un referente teórico indispensable para guiar y organizar la práctica docente y pedagógica. Porque es un insumo clave para estructurar las acciones de enseñanza. Y porque, en fin, es un concepto claveen la evaluación de los aprendizajes escolares tanto en el plano nacional como internacional.

Con respecto a este último punto, aunque es factible evaluar de manera grupal los procesos de aprendizaje, hoy en día la evaluación sobre los avances y dominios cognitivos y de los aprendizajes se da de manera individual (“competencias”).

Cabe mencionar que cuando hablo de aprendizajes, en términos de “competencias”, no me refiero al verbo “competir”, sino a la idea de ser competente, y tampoco parto de la idea pragmática de las competencias como las define la OCDE (logro y desempeño), sino que me refiero a las competencias como conjunto de conocimientos y capacidades desarrolladas por el individuo con finalidades y compromiso social en contextos determinados.

Mi posicionamiento con respecto al concepto de “competencias” en educación es más cercano al empleado en el aparato conceptual que hoy en día sostienen autores como César Coll, Elena Martín o Frida Díaz Barriga, en términos de que el sujeto educativo sea capaz de resolver problemas y crear nuevos planteamientos o proponer vías alternativas, no convencionales, de resolución.

Retomo un debate que inicié o promoví ese mismo año (2022) en que apareció el plan en redes sociales digitales: preocupa que el nuevo proyecto de transformación curricular de la educación básica en México, publicado por las autoridades educativas federales (SEP, Anexo del Acuerdo 14/08/22), haya incurrido en fallas teórico pedagógicas elementales: el concepto de aprendizaje y, en particular, al concepto de aprendizaje en la escuela.

Los seres humanos aprendemos independientemente de la trayectoria escolar. Aprendemos el lenguaje verbal, a caminar y a comer sin pasar por ninguna escuela. En cambio, aprendemos los sistemas de la lengua escrita, la formalización de problemas matemáticos y sus lenguajes o reglas, o aprendemos las teorías sobre el universo, casi siempre, en la escuela.

Ambos casos, tanto el aprendizaje informal como el aprendizaje en la escuela, están mediados biológica o culturalmente por situaciones, objetos o por otras personas, sin embargo, ambos se concretan en el sujeto particular. No obstante lo anterior, la SEP se ha empeñado en no hacer caso a los hallazgos de las ciencias que estudian los procesos de aprendizaje. Veamos su definición actual:

“El aprendizaje no es un hecho que reside en la mente de las y los estudiantes, ni un proceso individual, sino que es una acción que se ejerce en relación con otras personas, en contextos específicos y mediante el uso de diversos objetos y símbolos culturales”: SEP, (Plan de estudio para Preescolar, Primaria y Secundaria, 2024, pp. 88).

Por el contrario, el aprendizaje humano como fenómeno de estudio y como hecho o proceso que se verifica en la escuela, es un hecho, proceso o acto individual y social. ¿Por qué negar la dimensión individual de este complejo proceso? ¿Existe una consigna oficial para excluir todo “lo individual” en el plan a efecto de sobrevalorar “lo comunitario”, aún en contra de los hallazgos de las ciencias cognitivas y del aprendizaje humano?

Esto es delicado si partimos de la premisa de que la esencia de toda actividad educativa es el conjunto de procesos de enseñanza y aprendizaje que tienen como finalidad la formación integral de ciudadanas y ciudadanos; y que esto se genera en una institución especialmente diseñada para encauzar, de manera organizada, dichos procesos en términos de un derecho humano fundamental, es decir, el derecho a la educación: me refiero a la escuela.

Insisto: afirmar que los procesos de aprendizaje son únicamente sociales, es un desafortunado reduccionismo; es una clara sociologización del concepto de aprendizaje. ¿La lógica del nuevo proyecto curricular para la educación básica (SEP) no admite la dialéctica de los procesos intra e intersubjetivos durante los procesos de aprendizaje? Procesos expuestos en la teoría por Lev. S. Vygotski, (Ver, por ejemplo: “El desarrollo de los procesos psicológicos superiores”, Grijalbo, 1988).

Las niñas, los niños y las/los jóvenes que participan de la educación básica pueden leer y reflexionar en grupo, pero la concreción del aprendizaje se da en lo individual, en el plano de “lo particular”. Vygotski denomina a este proceso también como de “transiciones hacia el interior” de la niña o el niño.

Cuando Ángel Díaz Barriga (investigador emérito de la UNAM) hace una crítica a la teoría conductista del aprendizaje señala: “…la problemática continúa… al concebir el aprendizaje como un producto, en contraposición a otras explicaciones más acertadas del aprendizaje que lo definen como un proceso en el sujeto”. (Ver: “Didáctica y curriculum”, 1986. Ed. Nuevomar, pp. 120).

Si consideramos estos argumentos, siempre sujetos a discusión, podemos concluir que las/los diseñadores del nuevo plan curricular de la SEP no aciertan al afirmar que el aprendizaje no es individual. Las ciencias que estudian los procesos cognitivos y del aprendizaje señalan, por el contrario, que éste es individual aunque se dé en contextos sociales diversos. Es decir, el aprendizaje (en la escuela o no) se concreta en la persona. Es extraño que el Dr. Díaz Barriga no haya advertido esto, ya que participó como revisor del proyecto de cambio curricular reciente.

Recordemos que el aprendizaje humano es un proceso complejo que puede ser abordado desde diferentes ángulos teóricos y metodológicos: psicológico, antropológico, biológico (fisiológico), filosófico o sociológico, etcétera, pero ello no significa que ese proceso o conjunto de procesos, que se concreta o concretan en el sujeto, se vea reducido, coyunturalmente, a uno de sus cortes de estudio tanto en términos de los análisis epistemológicos como en la definición y discusión acerca de las fronteras de los campos científicos (me refiero a la sociología y a la psicología social).

Jean Piaget distingue tres tipos de conocimiento que el sujeto puede poseer: físico, lógico-matemático y social. En ningún caso, la teoría de la epistemología genética, creada por el profesor suizo, se refiere al “conocimiento grupal ni comunitario”.

Con respecto a las teorías del aprendizaje y del desarrollo cognitivo por parte del sujeto, mientras que para Vygotsky se da un proceso mediatizado por los signos, para Piaget la acción es concebida como la fuente del conocimiento.

Para Piaget, sujeto y objeto son indisolubles y se modifican mutuamente (relación dialéctica), y para Vygotsky la acción debe darse en interacción con otros, pero en ambos casos, los procesos están ubicados y asumidos en el sujeto o en “el particular”.

¿La versión que la SEP nos comparte sobre el aprendizaje en el documento en cuestión es más cercana a la teoría vygotskiana que a la piagetiana o neopiagetiana?

X: @jcma23 | Correo: jcmqro3@yahoo.com

 

Fuente de la Información: https://www.educacionfutura.org/sep-el-plan-de-estudio-y-el-aprendizaje/

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Maestro entre los márgenes y la violencia criminal en México

Por: Lev M. Velázquez Barriga

 

Desde sus primeras investigaciones, Alberto Colin Huizar se acercó a los maestros con una sola mirada humanista e integral, pero a través de un lente bifocal que le permitió la observación desde el rigor científico de la antropología y al mismo tiempo la empatía política con las rebeldías del sindicalismo disidente y las autonomías indígenas en las que estaba involucrado el magisterio, como parte de su naturaleza histórica.

 

Lo dicho anteriormente, lo llevó a producir una serie de libros, artículos y tesis sobre los docentes. Su más reciente pesquisa doctoral recibió el premio 2024 de la Cátedra Jorge Alonso, impulsado por el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social y el Consejo Mexicano de Ciencias Sociales. La cátedra referida es un espacio de análisis y producción de pensamiento crítico, a partir de la reflexión sobre los movimientos sociales actuales en México y el mundo; lleva su nombre en honor a uno de los más prominentes estudiosos en esta línea temática.

 

La publicación de su libro Ser maestro en los márgenes: trabajo docente y violencia criminal en la Tierra Caliente de Michoacán es parte del reconocimiento que se le hizo por ser una de las mejores tesis en estudios sociales en México; es una joya, resultado de su acercamiento íntimo con los maestros entre asambleas, mítines, escuelas, talleres de formación, caravanas culturales y espacios de la cotidianidad escolar o sindical, donde Alberto fue tejiendo historias intentando comprender raíces, razones y experiencias de las alternativas educativas; sin embargo, al recorrer los inevitables e inhóspitos caminos de la violencia criminal, se produjo en él, más que ruptura, la imperiosa necesidad de entender lo subyacente en aquellas narrativas que le fueron develadas en confianza y solidaridad por los docentes, pero que no solían aparecer desde su discursiva política y pedagógica en la vida pública.

 

Los casos no eran aislados, pero se entrelazaban y volvían más comunes en Tierra Caliente, en especial en el Valle de Apat­zingán; no siempre los maestros se percibieron dentro de una problemática de violencia estructural, y menos aún, en medio de conflictos geopolíticos del capitalismo donde el Estado privatiza el monopolio represivo a los grupos de narcoviolencia para favorecer el desplazamiento poblacional, facilitar la superexplotación del extractivismo, el control social ante la depredación ambiental y laboral de los monocultivos.

 

Otras veces sus memorias ayudaron a reconstruir una mirada diferente a la gubernamental sobre la historicidad y territorialidad de la violencia criminal, sentida y vivida en carne propia: bajo el fuego cruzado de cárteles en disputa, mientras se desplazaban a sus comunidades; coexistiendo en los mismos edificios escolares que hacían de bases logísticas improvisadas, lo mismo del Ejército que para el narco; intentando construir aprendizajes en aulas bombardeadas con drones; interpelando jefes de plaza para sostener la protesta social en carreteras privadas custodiadas por bandas criminales; exiliadas frente al constante acoso sexual y obligados al abandono residencial por las amenazas de muerte y de privación de la libertad por el sicariato.

 

Además de estos contextos de políticas fallidas del Estado, complicidades para crear ambientes propicios a la militarización y paradójicamente al crecimiento permisible de economías ilegales, los maestros acuden a las aulas en ausencia de medidas y herramientas pedagógicas oficiales para atender los climas de violencia. Programas como Escuela Segura y otros no fueron pensados en educar para la paz, sino funcionales a las medidas de acotación de libertades.

 

No obstante, en las trayectorias escolares situadas, individuales o colectivas, se dibujan intencionalidades que prefiguran estrategias alternativas y de autonomía curricular exitosas para educar en la paz social; de ahí que este libro sea una posibilidad de diálogo para comprender y atender de manera profunda el origen estructural de la violencia criminal; pero, también un llamado de atención urgente a la formación normalista y a las educaciones populares, para no dar la espalda a estos desafíos que la docencia encuentra en todo el territorio nacional.

 

Los docentes, sobre quienes son sensibles a las desigualdades sociales, tienen un papel fundamental en la reconstrucción de los tejidos comunitarios y del pueblo; aunque esto les siga costando la vida y la libertad. El reciente secuestro de Mario Roldán y Muriel Ernesto Gómez, líderes de la CNTE en Chiapas, o de la desaparición forzada de José Gabriel Pelayo, profesor de escuela básica y luchador ambientalista de la costa michoacana, son lamentables ejemplos de una herida que sigue abierta y que, sin duda, deja temas sin resolver en esta coyuntura política transexenal.

 

De ahí la vigencia del libro de Alberto Colin y la provocación que nos hace para mirar la inseguridad en clave de las izquierdas; pero, ajenos y distantes de las narrativas golpistas que no se ostentan con rigor científico, y menos aún, parten de iniciativas que, como ésta, tienen el propósito de comprender los problemas más sentidos de nuestra realidad actual para encontrar el cauce que nos conduzca a mejores políticas de pacificación social.

https://www.jornada.com.mx/2024/10/04/opinion/012a2pol

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