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Educación positiva: una formación de vanguardia para los retos de las nuevas generaciones

www.radiosantafe.com/03-08-2016/

Dos preocupaciones que ocupan la agenda de la mayoría de países, en materia de educación, son la epidemia global de depresión en niños y jóvenes, y la crisis de valores en las nuevas generaciones.
Alrededor del 20% de todos los niños del mundo experimentan hoy un episodio clínico de depresión antes de terminar el bachillerato. De hecho, este fenómeno es hoy diez veces más común que hace 50 años.

Al tiempo, para Robert Sternberg, psicólogo y profesor de la Universidad de Yale, hay una crisis de los valores que contribuyen a la evolución de la especie humana, es decir, de esos valores que hacen que los niños y jóvenes se conviertan en miembros capaces de contribuir positivamente al desarrollo de sus comunidades.

En Asia, América, Europa o África, tanto el número de jóvenes involucrados en atentados terroristas como la cantidad de muchachos adeptos a ideologías extremas está en aumento. La situación es crítica y la pregunta inevitables: ¿Qué hacer ante este panorama? Los investigadores de una disciplina llamada Educación positiva nos hemos dado a la tarea de encontrar algunas respuestas.

Sin duda, gran parte del problema está en que el modelo tradicional de estudio incluye solo las habilidades relacionadas con la ciencia y el conocimiento, dejando de lado la enseñanza y puesta en práctica de las competencias que mayor impacto tendrán en la vida de los niños y en la sociedad. Así lo ha señalado la Dra. Margaret Kern, una de las más destacadas investigadoras de esta problemática.

Profesora titular del Centro de Psicología Positiva de la Universidad de Melbourne, Australia, la Dra. Kern tiene más de 50 publicaciones que han sido citadas, académicamente, unas 2000 veces.
Kern sostiene que la clave para prevenir y mitigar la aparición de estos problemas juveniles está en la Educación Positiva, una disciplina que combina los novedosos conocimientos científicos de la psicología positiva y la psicología cognitiva, con las mejores prácticas de aprendizaje, todo con el fin de facilitar el desarrollo de las capacidades necesarias para que las futuras generaciones obtengan éxito personal y profesional.

Por todo lo anterior, consideré un verdadero privilegio conocer a la Dra. Kern hace un año, y no dudé en invitarla a que realizáramos estudios de la más alta rigurosidad en nuestro país.

A raíz de ese encuentro, ella es hoy la líder científica, en la Universidad del Sinú, del primer proyecto de investigación con un enfoque whole school, que incluye a todos los miembros de una institución de educación superior, desde los encargados de las porterías hasta el rector general. Este proyecto nos llevó al Primer Festival de Educación positiva del mundo, llevado a cabo en Dallas, Estados Unidos, a finales de este mes.

Uno de los objetivos de este estudio, por supuesto, es prevenir la depresión en jóvenes, aumentar su felicidad y facilitar el desarrollo de las competencias que les permitan vivir en paz y armonía consigo mismos y con los demás. Este proyecto nos permitirá validar la metodología extranjera en Colombia y adaptarla a nuestra cultura.

La investigación local será el complemento ideal de otros numerosos estudios realizados en todo el mundo. Estos muestran que la enseñanza de las habilidades para el bienestar y la felicidad protege a los niños y jóvenes contra la depresión.

Pero, ¡ojo!: la educación positiva no consiste en educar solamente para la felicidad en el sentido convencional y popular del término: busca forjar el cultivo de hábitos que facilitarán el desarrollo de las virtudes del carácter que permiten a los niños y jóvenes convertirse en miembros que contribuyen, positivamente, al desarrollo de sus comunidades.

Es entonces el más poderoso antídoto contra la depresión, pero también la herramienta más eficaz para sentar bases sólidas para la ética y los valores, elementos que tanta falta le hacen al mundo y que resultan cruciales para la paz.

A diferencia de otros enfoques a la educación que buscan el desarrollo de habilidades socio-emocionales, la educación positiva cuenta con una metodología, basada en la evidencia, que se sirve de los últimos avances tecnológicos en materia de medición y evaluación.

Su enfoque permite a los estudiantes y profesores tener mejores relaciones con los demás, experimentar más emociones positivas, desarrollar resiliencia, encontrar significado y propósito en la vida, aumentar su nivel de conciencia (mindfulness), motivar para llevar una vida saludable y facilitar la identificación y desarrollo de sus fortalezas.

Es por ello que los países más desarrollados del mundo en materia de educación, como Canadá, Australia, el Reino Unido y China, se la han tomado muy en serio y están haciendo de ella parte neurálgica de sus políticas públicas.

Existe una tercera y muy poderosa razón por la cual la educación positiva merece ser tomada muy en serio: ayuda a que los niños tengan mejor desempeño académico. Así lo muestran las investigaciones de Martin Seligman, Jane Guillham y Carol Dweck, entre otros. Esto quiere decir que incluso la meta tradicional del sistema educativo –el alto desempeño en los exámenes- se maximiza con el enfoque positivo a la educación.

Sin duda, los estudios muestran que los niños felices aprenden más y mejor, son más creativos, tienen mayor capacidad de concentración, y piensan de manera más holística que aquellos que no son felices. Así las cosas, la educación positiva ofrece un camino confiable y basado en la ciencia para la formación de niños y jóvenes que puedan responder a las necesidades de nuestro tiempo: previene y protege contra la depresión, facilita el desarrollo de las competencias para la felicidad y sienta las bases para una sociedad en paz, al tiempo que maximiza la capacidad de aprendizaje y el buen desempeño académico.

Una excelente herramienta que debería estar al alcance de todos. Sin embargo, para que todos los niños del país puedan gozar de los beneficios de esta ciencia, será necesario que las autoridades políticas en materia de educación tomen cartas en el asunto.

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¿Es oro todo lo que reluce en el arroz dorado?

Por: Jorge Riechmann
La complejidad de la alimentación humana en un mundo rasgado por la fractura Norte-Sur, dominado por megacorporaciones y enfrentado a una crisis socioecológica global se pone de manifiesto en el caso del “arroz dorado”, una variedad de arroz transgénico creado por investigadores suizos que contiene cierta dosis de betacaroteno (sustancia precursora de la vitamina A). De entrada, hay que reconocer que con esta planta estamos en un terreno de discusión distinto al de otras variedades transgénicas resistentes a herbicidas o productoras de toxinas insecticidas: aquí cabe debatir sobre un auténtico beneficio potencial para gentes desfavorecidas. En efecto, muchos millones de personas en todo el mundo no ingieren suficiente vitamina A (en un contexto general en el que el 40% de la población mundial, al menos, padece deficiencia en micronutrientes); según la OMS, para 2’8 millones de niños menores de cinco años la falta de vitamina A es tan grave que produce ceguera.

¿Podría este arroz enriquecido ser una solución? La industria biotecnológica emprendió ya hace lustros una intensa campaña de public relations para convencer al mundo de que sí, y de que por fin llegan los cultivos transgénicos “buenos”. Es cierto que desde el año 2000 “ el arroz dorado ha funcionado como pararrayos en la batalla en torno a los cultivos transgénicos”. Para la industria se trataba sobre todo de una escaramuza de contención de daños que se jugaba en el plano de la aceptabilidad política. No es la primera vez que llaman “asesinos” a los colectivos ciudadanos y ecologistas que se oponen a los cultivos y alimentos transgénicos, pero en esta ocasión el grito ha resultado especialmente estridente: una carta firmada por más de cien premios Nobel que ha sido ampliamente publicitada en el mundo entero.

Sin embargo, e incluso dejando de lado los posibles riesgos ecológicos (aún no investigados), y las incertidumbres sobre si el betacaroteno del “arroz dorado” podrá ser asimilado fácilmente por las personas (especialmente por los niños desnutridos a quienes se supone va dirigido), y si podrán ser transferidos los nuevos e inestables constructos genéticos a las variedades de arroz empleadas en los países pobres, y si las más de setenta patentes sobre pasos del proceso propiedad de multinacionales no supondrán en algún momento obstáculos insalvables para que las semillas estén a disposición de los más pobres, incluso dejando de lado todo eso –que ya es dejar de lado-, las cosas están lejos de ser sencillas. ¿Por qué padece la gente en muchos países malnutrición, con carencias de vitamina A, C, D, hierro, yodo, zinc, selenio, calcio, riboflavina y otros micronutrientes? A causa de las dietas empobrecidas típicas de la agricultura de la “revolución verde”, que ha llevado a que hoy más de dos mil millones de personas tengan una alimentación menos diversificada que hace cuarenta años.

Por ejemplo, una investigación en granjas de Corea del Sur mostró que sólo en el período 1985-1993 se perdió el 25% de las variedades cultivadas en ellas, con el consiguiente empobrecimiento de la dieta. En Filipinas, Bangladesh y otros países se ha observado una mengua constante del consumo por persona de frutas y verduras. La pauta que aparece con la “revolución verde” es pérdida de calidad nutricional a cambio del aumento de cantidad y el incremento de desigualdad con las consiguientes carencias de micronutrientes. Por eso, apostar por una “nueva revolución verde” basada en plantas transgénicas no parece una buena solución al problema:

· la erosión genética y la pérdida de biodiversidad que conduce a la malnutrición continuarán;

· “enriquecer” las variedades transgénicas con uno o dos micronutrientes no resolverá por lo general el problema, ya que las carencias habitualmente son múltiples y cruzadas;

· las fuentes naturales de vitamina A abundan incluso en los países más castigados con esta carencia, lo que remite a soluciones más “culturales” que a cambios tecnológicos;

· sin abordar directamente el problema de la pobreza, lo poco ganado en un terreno se manifestará previsiblemente como nuevo problema en otro.

Se diría que un enfoque racional del problema lleva a aumentar la biodiversidad en los cultivos y la variedad en las dietas, más que a fiar en las seductoras promesas del “arroz dorado”. De hecho, un importante programa internacional se orienta a introducir entre los campesinos del África subsahariana –donde cientos de miles de niños menores de 5 años padecen ceguera por deficiencia en vitamina A— variedades de boniatos adaptadas al clima y los gustos culinarios africanos. Los boniatos son ricos en betacaroteno, y sólo con incorporar pequeñas porciones de estas nuevas variedades a la dieta africana habitual se eliminan las deficiencias en vitamina A. A menudo las soluciones más sencillas son preferibles a la agricultura high-tech: en esto, una noción clave es la de resiliencia.

Indicaba con sensatez Pedro Prieto en alguna ocasión que “si en algún momento nuestra orgullosa civilización colapsase (debería decir con más seguridad: cuando nuestra civilización actual inevitablemente colapse) los productos transgénicos que ahora se hacen prevalecer frente a las variedades tradicionales, sin el apoyo de la agroindustria, terminarán perdiendo la batalla de la supervivencia frente a éstas. Las vacas cuyos vientres llegan al suelo para optimizar la producción de carne caerán, frente a las reses bravas si quedan o las de alta montaña. Lo mismo para todas o prácticamente todas las especies vegetales amañadas por aprendices de brujo de universidades, laboratorios y centros de investigación de grandes corporaciones, que no podrán ganar la batalla a campo abierto de las especies cuyo experto manipulador ha sido la naturaleza durante milenios”. Un sistema agroalimentario demencialmente dependiente de los combustibles fósiles ¿puede ser considerado viable en la era del peak oil? ¿Una elemental sensatez no aconseja más bien orientarse hacia la agroecología, la producción local, la soberanía alimentaria –en definitiva, la resiliencia en el terreno de los productos del campo?

En las turbulencias del Siglo de la Gran Prueba, poner nuestra alimentación bajo el control oligopólico de megaempresas es todo menos una buena idea. En el mundo de calentamiento global, descenso energético y conflicto humano acrecentado que es nuestro mundo real del siglo XXI –no el fantaseado en ensoñaciones tecnolátricas-, nada más disfuncional que el capitalismo. Cuanto más tardemos en entenderlo y en poner fuera de juego a las elites nihilistas que están al mando, peor será el desastre.

  • Articulo tomado de: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=214431
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En todo el mundo, 77 millones de recién nacidos no reciben leche materna en su primera hora de vida

Unicef/unicef.org / 3 de Agosto de 2016.

Retrasar la lactancia materna incrementa el riesgo de mortalidad de los recién nacidos hasta un 80%

 

NUEVA YORK, 29 de julio de 2016 – Alrededor de 77 millones de recién nacidos –o 1 de cada 2– no reciben leche materna en la primera hora que transcurre después de su nacimiento, y esto les priva de los nutrientes, los anticuerpos y el contacto con la piel de sus madres que son esenciales para protegerlos de las enfermedades y de la muerte, dijo UNICEF.

“Hacer que los bebés esperen demasiado tiempo para tener el primer contacto fundamental con su madre fuera del útero disminuye las posibilidades del recién nacido de sobrevivir, limita la producción de leche y reduce las posibilidades de la lactancia materna exclusiva”, dijo Francia Bégin, asesora superior de nutrición de UNICEF. “Si se alimentara a todos los bebés solo con leche materna desde el momento en que nacen hasta los seis meses de edad, se salvarían más de 800.000 vidas cada año”.

Los progresos para lograr un aumento en el número de recién nacidos alimentados con leche materna en la primera hora de vida han sido lentos en los últimos 15 años, según indican los datos de UNICEF. En África subsahariana, por ejemplo, donde las tasas de mortalidad de menores de cinco años son las más altas de todo el mundo, las tasas de lactancia materna temprana aumentaron solamente 10 puntos porcentuales desde 2000 en África oriental y meridional, y han permanecido sin cambios en África occidental y central.

Incluso en Asia meridional, donde las tasas de iniciación temprana de la lactancia materna se triplicaron en 15 años –del 16% en 2000 al 45% en 2015– el aumento dista de ser suficiente: 21 millones de recién nacidos todavía tienen que esperar demasiado tiempo antes recibir la leche materna.

Cuanto más se retrasa la lactancia, mayor es el riesgo de morir en el primer mes de vida. Retrasar la lactancia materna de 2 a 23 horas después del nacimiento aumenta el riesgo de morir en los primeros 28 días de vida en un 40%. Retrasarla por 24 horas o más incrementa este riesgo hasta un 80%.

“La leche materna es la primera vacuna del bebé, la primera y mejor protección que tiene contra la enfermedad y los trastornos”, dijo Francia Bégin. “Debido a que casi la mitad de las muertes de niños menores de cinco años son de recién nacidos, la lactancia temprana puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte”.

Los análisis de UNICEF muestran que las mujeres no están recibiendo la ayuda que necesitan para iniciar la lactancia inmediatamente después del nacimiento incluso en aquellos casos en que un médico, una enfermera o una partera presta asistencia durante el parto. En Oriente Medio, África septentrional y Asia meridional, por ejemplo, las mujeres que dan a luz con una partera cualificada presente tienen menos posibilidades de iniciar la lactancia materna en la primera hora de vida en comparación con las mujeres que dan a luz con parteras no cualificadas o con familiares.

La alimentación de los bebés con otros líquidos o alimentos es otro motivo por el que se retrasa la lactancia temprana. En muchos países es costumbre alimentar al bebé con fórmula para lactantes, leche de vaca o agua con azúcar en los tres primeros días de vida. Casi la mitad de todos los recién nacidos son alimentados con estos líquidos. Cuando los bebés reciben alternativas menos nutritivas que la leche materna, amamantan con menos frecuencia, haciendo que sea más difícil para las madres iniciar y continuar la lactancia materna.

A nivel mundial, sólo el 43% de los bebés menores de seis meses son amamantados de manera exclusiva. Los bebés que no reciben leche materna en absoluto tienen 14 veces más probabilidades de morir que aquellos que se alimentan sólo con leche materna.

Cualquier cantidad de leche materna reduce el riesgo de morir del niño. Los bebés que no reciben nada de leche materna tienen siete veces más posibilidades de morir a causa de infecciones que aquellos que recibieron por lo menos algo de leche materna durante sus seis primeros meses de vida.

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Nota a los editores

 La Semana Mundial de la Lactancia Materna se celebra anualmente del 1 al 7 de agosto en más de 170 países para fomentar la lactancia materna y mejorar la nutrición infantil en el mundo.

Fuente: http://www.unicef.org/venezuela/spanish/media_33753.htm

 

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Bradley Levinson: «Ya no podemos concebir a los jóvenes como receptáculos vacíos para depositar los conocimientos que nosotros los adultos hemos decidido que son importantes»

Venezuela/La Otra Mirada/4Jul2014

Bienvenidos y bienvenidas todas y todos a este nuevo contacto internacional. En esta oportunidad el profesor Luis Bonilla-Molina (LB) entrevista al Dr. Bradley Levinson (BL) en el marco de la convocatoria que a comienzos del año 2014 se formulara en Venezuela, en aras de iniciar un debate nacional sobre la Calidad de la Educación. El Dr. Bradley Levinson es docente norteamericano, doctor en antropología en la Universidad Carolina del Norte en Samper Hill y profesor e investigador en Indiana en la Universidad de Blumington. Ha sido el director del Centro de Estudios Latinoamericano y del Caribe, de la Universidad en Indiana. Su producción intelectual se ha centrado en el concepto de cultura estudiantil en la adolescencia y la educación secundaria, la educación  para la ciudadanía y la inmigración trasnacional.

LB: Bienvenido Brandley a este contacto internacional.

BL:  Es un gusto estar aquí con ustedes.

LB:  Bradley, ¿Qué es eso de la educación secundaria hoy en día?

BL:  La educación secundaria depende del país latinoamericano que estamos hablando porque en algunos casos como en el caso de México abarca nada mas lo que sería la etapa que le sigue a primaria, son los 3 años que le siguen a los 6 años de primaria. En otros países, tal vez en la mayoría, la secundaria abarca hasta la edad de 15, 16 hasta 17 años y allí se le sigue a la educación superior. México establece un caso excepcional porque tiene educación media baja que es la secundaria y media superior que es el bachillerato.

Dicho esto, yo creo que viéndolo a muy grande rasgos uno de los desafíos de la secundaria, de la enseñanza secundaria o enseñanza media, si ustedes lo quieren llamar así en América Latina, es alcanzar, como le digo, una secundaria con sentido para los jóvenes. Creo que todavía la secundaria trae muchos resabios, por decirlo así, de su historia que empezó hace muchos años como un mero aprendizaje, digámoslo así, previo a la educación superior, incluso desde su creación como área propia.

En México como en otros países siguió siendo más que nada una preparación para la educación superior, era una etapa propedéutica. Y fue después que vino adquiriendo su carácter propio, como un diseño propio para los intereses y las necesidades del famoso adolescente o el joven. Pero yo creo que la especialización de los contenidos y asuntos que se da entre la primaria y de la secundaria es tan fuerte que de repente el niño, el joven que ha tenido en la mayoría de los casos un solo maestro para todas las asignaturas hasta el sexto grado, de repente cambia a una escuela que es generalmente más grande donde le toca tener cinco, hasta diez, once maestros dentro de una sola semana de clase de distintas asignaturas.

Esta especialización de los contenidos y la fragmentación del currículo y del mismo personal de la escuela que enfrenta el alumno hace que a veces se pierde ese sentido que va a adquirir y todavía tiene resabios de esa formación propedéutico con un énfasis en los contenidos de las distintas ramas, las asignaturas como se dice.

Entonces, la secundaria es un espacio donde cada vez más debe ser, y estos nos lo dicen los documentos de la política pública de la última reforma, debe ser una escuela para el adolescente, para la formación de habilidades muy amplias para ejercer la ciudadanía democrática, para adquirir una gran gama de habilidades y de conocimientos, pero sigue habiendo en la práctica una sobre especialización algunas veces de los maestros y desde la misma visión de los docentes.

Eso que se les imparte a los jóvenes y la secundaria está como suspendida entre esa formación integral para la vida que es lo que se quisiera y una formación propedéutica para la educación superior. Yo creo que eso sigue siendo todavía una gran problemática para la secundaria.

LB:  Tú trabajas el tema de la construcción de ciudadanía en el bachillerato. Sin embargo hay personas que cuestionan la tardía politización de los jóvenes hoy en día, hace unas décadas muchos nos politizamos en el bachillerato que era la forma de entrar a la ciudadanía. Comenzamos a tener una opción política, es decir, comenzábamos a ser ciudadanos. Hoy en muchos caso, salvo la experiencia chilena, en algún nivel en México lo jóvenes del bachillerato parecieran que han prolongado más bien su infancia  y dedicados mucho más a los aprendizajes que ha politizarse y actuar políticamente. ¿Cómo valoras eso en la construcción de ciudadanía, en esa nueva realidad de expectativas  precarias de politización de los jóvenes?

BL:  Es una pregunta muy interesante, porque si bien es cierto que se puede hacer digamos, una educación para la ciudadanía democrática, muchas veces se despolitiza este tipo educación, lo vemos por ejemplo cuando se pone un fuerte énfasis en la educación para la paz, cuando la educación para la ciudadanía democrática abarca muchas ramas, muchos enfoques como la educación para los derechos humanos, la educación para una conciencia del medio ambiente y la importancia de cuidar el medio ambiente diferente, la educación para conocer el proceso electoral y las ramas y los poderes del gobierno. Todo esto abarca el concepto de la educación para la ciudadanía democrática, sin embargo, muchas veces se maneja muy cuidadosamente evitando precisamente los temas a veces más politizados, más apremiantes, de más urgencia para los jóvenes como por ejemplo cuestiones de la equidad, cuestiones de la economía política de una país y quiénes son los que se favorecen por una política de recaudación de impuestos, por ejemplo y yo creo que ese es un punto muy controvertido, porque creo que los maestros si tienen la responsabilidad de abordar esos temas sobre todo a nivel de bachillerato.

Yo, de verdad trabajo más a nivel secundario que son los adolescentes que están entre 13 y 16 años. Es el nivel con el que más trabajo. En México el bachillerato es el nivel donde están los jóvenes de 15, 16 y 18 años  más o menos. Entonces, están justo al punto de ya tener el derecho del voto y ya entran a tener todos los derechos legales que tiene un mayor de edad.

En el caso de la secundaria mexicana son jovencitos de 13, 14 y 15 años y están todavía de varios años. Dicho esto, yo creo que muchos de los docentes por la misma presión de los padres de familia o por el director soslayan las grandes controversias políticas porque creen que se les va a ir de la mano o que precisamente se van a convertir  a los alumnos en activistas, van a salir a la calle en protesta y se le va a echar la culpa al docente, de haber promovido todo aquello.

Siempre es un riesgo, pero yo creo  que hay una forma de abrir al debate a estas cuestiones que son realmente políticas propiamente y que traten cuestiones de equidad de acceso, de derechos, de una manera que los alumnos lo vivan, que no solamente lo debatan como un asunto aislado, un asunto abstracto, sino ver como lo están viviendo y que a partir de eso, incluso recomendar ciertas acciones y protestas, pero siempre dentro de un encausamiento responsable de la acción.

 LB:  Precisamente a partir de  lo último que dijiste, nuestra generación tenía un tema, se politizaba, construía ciudadanía del bachillerato, pero peleaban en la calle, es decir aprendían que era la democracia en el aula de clases y salían a pedir democracia en manifestaciones de calle. No vivía la democracia en el liceo. La diferencia con las nuevas generaciones es que no quieren postergar la utopía. Quieren que si se le enseña democracia vivir la democracia en el liceo, no solo en la calle. Y ahí hay un enorme desafío, en centros educativos que todavía no lo estudiante, no tienes mayor participación en la elaboración del pensum, en la elección de las propias autoridades en el centro educativo, en la definición de prioridades. Entonces, quizá el mayor desafío con respecto a la ciudadanía tiene que ver que no se les enseñe como van a vivir la democracia  cuando sean adultos, sino que vivan ya la democracia en su propio liceo.

BL:  Claro, estoy totalmente de acuerdo. La ciudadanía democrática trae consigo responsabilidad de resolver los conflictos de manera pacífica; es necesario manifestar y manifestar fuertemente, pero siempre con métodos no violentos. Cuando se pasa la violencia para mí, en mi concepto de la democracia, ya no es democracia. Entonces, es muy cierto lo que dice usted. La misma escuela debe ser un foro, un ambiente para ya ejercer la ciudadanía democrática y no de una forma simulada como suele pasar muchas veces en lugares en donde puedan existir prácticas de ese tipo. Durante muchas décadas en México ha existido la sociedad de alumnos, como en Estados Unidos, donde tenemos el gobierno estudiantil, en donde hay un presidente de la escuela y donde hay consejeros y todo, pero la verdad es que es un ejercicio muy limitado, hay votaciones pero a veces se duda de esas simulaciones porque los mismos maestros incurren en la dominación de los candidatos en lo que es la campaña que son muy controladas y limitadas, así como las propuestas de acción para mejorar las escuelas. Entonces, yo creo que se puede y se debe activar aún más lo que son las posibilidades reales y los pasos para vivir la democracia en la escuela como usted mencionó.

Hasta en el mismo currículo. Yo tenía aquí entre mis apuntes lo que quería yo enfatizar: la democratización, la política pública en el marco más general para elevar la calidad de la enseñanza secundaria en América Latina, es decir, que democratizar las políticas públicas implica que los gobiernos tienen que abrirse más hacia la opinión pública, aprovechar las nueva tecnologías que existen también para advertir las opiniones, las ideas y las sugerencias de todos, y abrir mas canales de comunicación de la sociedad civil y el gobierno. Y en la rama de educación sobre todo esto quiere decir que no solo hay que involucrar a los maestros y a los padres  y familia, sino a los mismos alumnos.

Tenemos las prácticas de las famosas consultas que se han hecho muchas veces para crear una nueva reforma, pero se dice y se piensa muchas veces que estas consultas son simulaciones, que son un número de ejercicios simbólicos para que las autoridades puedan decir que si participaron los maestros, si opinaron. Pero, finalmente, cuando sale la reforma, o el nuevo currículo, el maestro dice, “yo no encuentro mi sugerencia, parece que esto todavía se la ingenió alguien detrás de un escritorio”, como comúnmente se dice. Entonces, yo creo que realmente existe la oportunidad y la necesidad de democratizar el mismo proceso de hacer políticas educativas y hacer currículo.

Y los jóvenes que muchas veces les han apartado por precisamente llamarles adolescentes como menciono en el artículo, la misma palabra lo dice “adolescente” quiere decir que adolescen de algo. Lo que adolescen es de responsabilidad, madurez, pleno conocimiento, mayoría de edad, lo que usted quiera. Yo creo que por eso estoy un poco peleado, como decimos en México, con esa palabra “adolescente” porque nos desvían la mirada hacia lo que no tienen los jóvenes y de alguna manera no podemos apreciar lo que si pueden aportar.

Entonces, yo creo que los mismos jóvenes deben tomarse en cuenta para la formación del currículo que ya no son como receptáculos vacíos, nunca lo fueron. Pero ya no lo podemos concebir como receptáculos vacíos para depositar los conocimientos que nosotros los adultos hemos decididos que son importantes.

Que ellos mismos tienen sus propias experiencias, sus propias visiones, lógicamente están madurando, no se les puede dar toda la autoridad, no podemos decir que ellos ya son las autoridades orgánicas de una escuela y pueden hacer lo que se les dé la gana. Dentro de cualquier entidad, organización democrática siempre existe una estructura de autoridad legitima y en la escuela también, pero esa autoridad se tiene que seguir legitimando con razones. Esto lo menciono en el trabajo también muchas veces: antes la autoridad del director, del maestro era una autoridad impuesta: nosotros somos maestros y porque somos maestros o porque soy director me van a obedecer y me van a escuchar y van a hacer los que se les pida.  Ahora digo, en la nueva generación que estamos viviendo y la nueva democratización que estamos viviendo, ya no podemos recurrir a ese pedido sencillo de respetar la autoridad. Yo creo que la autoridad adulta de cualquier plantel escolar, de cualquier sistema educativo se tiene que seguir legitimando con sus acciones y con sus razones, y con ello se les puede convencer a los jóvenes. No son tan despistados que no pueden reconocer una autoridad legítima que realmente se preocupa por su bien y que está intentando encausar sus intereses, y atender a sus inquietudes.

LB: A pesar de que hemos logrado metas significativas a nivel internacional en la región sobre la cobertura en el caso de la educación primaria, y que en buena parte de los países, incluso en las metas de educación para todos hoy están orientadas a coberturas con el bachillerato, también es cierto que el gran momento en el que surge la deserción escolares en bachillerato y en el comportamiento de la tasa de escolarización hasta el sexto grado, hasta que termina la primaria y cuando comienza el bachillerato comienza la expulsión y pareciera que hay dos variables. Una tiene que ver que el hecho de la escuela, en este caso el liceo, no es atractiva para los jóvenes. O sea, algunos decimos que incluso es muy lenta, el liceo comienza a ser muy lento para la velocidad cultural de los jóvenes, o sea los niveles de aprendizajes, de la apropiación de la realidad, es muy lenta la educación frontal. Y por otro lado, es concebida, como tú decías como un propedéutico de la universidad en la que pareciera que el propósito es que los muchachos pasen 5 o 6 años en el bachillerato para que luego lleguen a estudiar 5 o 6 años más en la universidad. Y algunos jóvenes simplemente eso les parece muy largo, les parece 10 años, 12 años, una tarea muy larga. Y prefirieran al parecer tener algunas habilidades o competencias  para el trabajo. Entonces, hay un desafío enorme en configurar el bachillerato también como una etapa que amerite para el trabajo, y ahí también hay que volver a rejuvenecerse porque las viejas escuelas técnicas se forman pareciera para lo que hoy son trabajos artesanales o trabajo de maquila, pero por ejemplo, yo no conozco experiencias donde se estén dando bachillerato en video juegos, en programación de video juegos que no solo habilita en el trabajo porque también se vinculan a la expectativas de los muchachos.  ¿Es esto un desafío en la educación del bachillerato?

BL:  Claro, es un gran desafío. Yo creo que hay que tomar en cuenta las famosas oportunidades de costo, o los costos de oportunidades, mejor dicho, que en el caso de los estratos sociales, que son los más necesitados y en donde siempre existe sino la necesidad de que el joven salgan a trabajar varias horas al día para ayudar a la comunidad familiar, existe ciertamente la tentación de desertar, porque si la escuela es un lugar de aburrimiento, de obligación, que no se le un sentido realmente pertinente a la vida inmediata del joven, para quien es muy dudoso seguir en la educación superior, entonces, lógicamente va a buscar la salida la escuela.

Entonces, yo sí creo muy en la polimodal, en el bachillerato general. Creo que está bien si se divide la enseñanza en técnica, en la general  como en el caso de México o en muchos otros países que están las secundarias generales, las secundarias técnicas, pero lo que me gusta del sistema mexicano es realmente que hay poca diferencia entre lo que es la  secundaria técnica y la general. Prácticamente tienen el mismo currículo, tienen las mismas horas. Mas que nada la secundaria técnica se le alarga un poco el día porque pueden pasar varias horas más en los talleres, las manualidades, los talleres técnicos. Pero, los alumnos de una secundaria técnica tienen que pasar por las mismas horas de las otras asignaturas como cualquier otro estudiante.

Yo abogaría por un sistema así, porque creo que se le puede poner demasiado énfasis en una formación técnica donde se relega un poco estas cuestiones de la participación en la vida democrática, el racionamiento crítico, la apreciación de la cultura y el arte. Otras cuestiones que se deben seguir aprendiendo y que realmente no chocan, no entran en conflicto, no hay ninguna contradicción con una educación técnica donde el joven pueda salir dominando un oficio. No existe una contradicción. Debe haber bastante tiempo para abarcar una educación técnica y una educación más amplia.

Y dicho de otra forma, yo creo que también le hace mucho falta a los jóvenes que si piensen que van a seguir hasta estudiar alguna rama profesional en la educación superior, que deben tener también una educación técnica, que debe tener también una educación manual. Debemos redondearnos a todos. A veces yo creo que hay demasiada especialización y que se desaprovecha la escuela y la forma de conseguir esa formación más integral, más completa.

Dicho esto, lo que usted menciona sobre la rapidez digamos de la enseñanza y un choque entre el ritmo de trabajo y de las expectativas de lo que es enseñar y trabajar, es muy cierto, y creo que es un punto medular en la reformas de la escuela cuando nos referimos a una secundaria con sentido. Es buscar un acercamiento entre lo que yo llamo una cultura estudiantil, o la cultura de los jóvenes, la cultura juvenil y la cultura escolar, donde hasta ahora sigue habiendo un combate.

Salen hasta las metáforas militares a veces en el discurso de los docentes y las autoridades educativas de que estamos batallando contra los video juegos que son vistas como una influencia nociva para los jóvenes. Estamos en contra de la televisión, de los videos, porque son imágenes a veces que no mas intentan excitar pero que realmente no sirve para educarlo.

Yo tengo un concepto un poco más abierto, digamos que creo que hay temas e influencias que vienen de los medios de las nuevas tecnologías que se pueden aprovechar, que se pueden retomar dentro de la escuela para acercar a los jóvenes a los que es un conocimiento crítico, un conocimiento universal de la humanidad, de la historia, del arte, de la ciencia y demás. y que se tiene que seguir buscando ese puente entre los intereses y las tendencias que ya tienen los jóvenes que vienen de los influencias de los padres y los nuevos medios y lo que es la cultura escolar propiamente.

En lugar de rechazar tajantemente el maestro las malas influencias que vienen de afuera, los maestros tienen que conocerlas, tienen que empeñarse en conocerlos y no menospreciarlos categóricamente que es lo que es lo que sienten a veces los jóvenes.

Podría hablar mucho más de ciertos programas y abordajes en particular pero se nos puede acabar el tiempo. Hay experiencias y proyectos muy interesantes que a nivel mundial, en América Latina y en otras partes, donde se han mostrado que si se puede hacer ese vínculo, el puente en la nueva cultura juvenil y lo que es una cultura escolar  un poco tradicional que no es todo tan mal tampoco. Yo creo que hay mucho de lo que llamo la cultura escolar que debe seguir, que debe continuar.

LB:  Solo para reforzar lo que tú señalas, en los seminarios, en los foros que hacemos en Venezuela, en el País, cuando recorremos suelo preguntarles a los demás, a los docentes en general, “nómbrame las tres consolas de video juegos más importantes que hay”, y es asombroso, en el caso del 95% no las conoce. Conoce apeas una. Y eso demuestra de que hay una cultura con el dialogo intergeneracional bien fuerte, o se ni siquiera puede hacer referencia a su discurso a la herramienta que está usando el joven en su casa. Entonces es bien complejo.

BL: Sí. Casi toda la reforma secundaria, en América latina, han dicho que el nuevo propósito de la secundaria es, educar al alumno en su totalidad, lo que se reconoce a nivel de la política educativa. A nivel de discurso se reconoce que la escuela tradicional enfoca demasiado las asignaturas tradicionales de la escuela y que hay una especialización donde el maestro tiende a decir “yo soy maestro de matemáticas, yo soy maestro de ciencias naturales, yo soy maestro de ciencias sociales” antes de decir “yo soy maestro de los jóvenes”. O sea esta identificación con el conocimiento de la rama especializada y todas las nuevas reformas han dicho que tienen que usar un nuevo tipo de pedagogía centrada en el alumno y sus intereses, sus inquietudes. A veces se menciona incluso los adolescentes y sus necesidades propias, de la edad y todo eso, pero es en la práctica en donde vemos lo que implica  eso, que todavía estamos lejos de conseguir, porque yo creo que todavía en la formación docente, la formación inicial y la formación en servicio hay una contra tendencia que pone énfasis para medir la calidad de la educación por las famosas pruebas, y ¿ qué es lo que miden las pruebas? son los conocimiento meramente formales, de las ramas del conocimiento escolar. Difícilmente se miden por esas pruebas lo que es un crecimiento cualitativo de conciencia, de sensibilidad, de sentido de participación.

En fin, yo creo que también al mismo tiempo que digo que las mismas reformas ponen en primera plana el centrar el estudiante en la enseñanza, hay una contratendencia, digamos o una tendencia contradictoria y que eso, que pone mucho énfasis en los contenidos normales y las famosas pruebas y los exámenes estandarizados. Y yo lógicamente, como bien pueden ver me pongo más por el lado de centrar la enseñanza en el estudiantes, y eso implica que el maestro y el director tiene que ir mas allá de lo que son sus conocimientos de su propia formación y tienen que entrar al mundo del adolescente.

LB: Bradley, sin ser tremendista, yo considero que el punto neural de la crisis educativa está en el bachillerato y siempre se suele asociar o a la primaria o a la educación universitaria, descuidando ese segmento. ¿Por qué digo? Porque es cuando el joven está comenzando a ejercer sus ciudadanía, donde está comenzando a ver qué va a hacer, no ya como una meta lejana. Qué va a hacer entre los próximos 3, 4 o 5 años. O sea, comienza a tener la idea de corto plazo y ahí el tema del trabajo comienza  surgir.  A parte de todo lo que señalé anteriormente, el tema de cómo ve el mucho el  mundo del trabajo y la universidad.  Nuestras generaciones, partiendo de un supuesto en la configuración del mercado laboral que si yo llegaba a la universidad iba a tener un mayor sueldo que se abandonaba siendo bachiller. Hoy eso es relativo, es muy relativo y los jóvenes sacan cuenta, por ejemplo, los docentes estamos ganando según la región y el país entre 40 dolares y 5 mil dólares, eso significa que hay un promedio más o menos diario del sueldo de entre 4 y 150 dolares diario. El muchacho en la región, haciendo otros trabajos, abandonando incluso el bachillerato, pero están haciendo otros trabajos que no implica el pasar por el bachillerato y plantearse 10 años de universidad puede estar ganando entre 20 y 100 dolares diario.

Entonces, el muchacho dice, ¿para qué voy a estudiar diez años más si hoy en el presente puedo ganar mucho más que un profesional? Entonces, ahí es un desafío enorme vinculado al tema del trabajo y el tema como la salida corta del trabajo habilita realmente con sueldos que permita una intercepción real del joven con ese mundo laboral.

BL: Totalmente de acuerdo. Sin embargo, lo único que tal vez yo diferiría de la visión. Estoy totalmente de acuerdo que se tiene que atender la cuestión del mercado laboral y el mundo del trabajo y hacer que la educación sea relevante para el joven en ese sentido. Ya no se le puede convencer o pensar que la educación superior es la mejor ruta, eso bien lo sabemos. Sin embargo, volvería a otro punto y es lo de la formación para el trabajo que no tiene que ser meramente técnica, o sea tiene que ser una formación para el presente no para un futuro lejano. Tiene que ser una formación para un año o dos años más adelante, cuando salga del bachillerato, pero no solamente tienen que ser habilidades propias de algún oficio o de un trabajo, debe ser eso pero también deben ser habilidades para participar plenamente, críticamente en la vida democrática y para eso hay que saber escribir.

No hay que saber escribir tal vez ensayos lagos, de los que se darían para un curso de derecho a nivel universitario pero se debe trabajar la capacidad de orar, de narrar, de escribir, de pensar críticamente, de ser una consumidor critico de los medios, de saber cuándo los  anuncios comerciales no están excitando de una forma de las que deben hacer más consientes. Todo eso viene al caso de una educación más auténtica, más pertinente para el joven que salga a trabajar inmediatamente después de bachillerato

LB:  Bradley tu trabajas en tu ensayo el tema ético, pero en el caso de los jóvenes hoy hay un serio problema y una diferencia entre los llamados valores y la moral. O sea, la cotidianidad del comportamiento  moral, usa los códigos que acepta como válidos, como buenos son unos los que se les impone como valores en el sistema educativo les suelen parecer muy abstracto, muy como metas irrealizables, viven una moral y conocen unos valores. ¿Cómo romper esa dicotomía y lograr construir unos valores afianzados en una moral  cotidiana?

BL:  Bueno, yo creo que los tiene que vivir y los tienen que asumir y que la escuela es el lugar tal vez perfecto para hacer eso, si se organiza de una forma que lo propicie. Sabemos bien que a veces los mismos docentes, los mismos directores, las mismas autoridades traen sus propios fallos morales, digamos al medio de la escuela, se imponen de una manera autoritaria y luego los famosos valores que se están predicando ahí en la escuela, en el discurso se contradicen en la misma práctica, allí mismo en la escuela. Eso es muy grave. Eso lleva al joven a un cinismo frente a la vida pública porque va a creer que todo este discurso sobre los valores queda nada más en puras palabrerías como dirían en México, y no se respeta la práctica.

Entonces, ahí si es donde hay que tener un compromiso muy fuerte en la formación de valores en los mismos profesores y a las misma autoridades. Ellos son los que ponen el ejemplo y luego mas allá de eso, tienen que crear actividades y estructuras en toda la escuela que enseñen a los alumnos que pueden empezar a vivir y a formarse en esos valores. Los mismo alumnos pueden compararlo bien, digamos de ver ciertos valores en las escuelas  y luego ver otro tipo de valor o antivalor, si se quiere llamar así, afuera de la escuela. Un ejemplo muy fácil seria, el valor del trato de igual como un derecho humano del trato de igual género. De hombre y de mujer. Que los hombres y las mujeres debe tener los mismos derechos, se deben respetar igual, deben tener las mismas oportunidades asociadas para desenvolverse.

Ese es un valor que se predica mucho en la escuela, en las nuevas reformas, en México, Chile, en otras partes, donde se forma mucho énfasis en esto. Luego el muchacho sale a la calle, o sale simplemente a ver “tele” ¿y qué es lo que ve?  Ve al hombre dominar a la mujer, a  un hombre faltarle el respeto a la mujer, ve a su propio papá pegándole a su mamá. En fin, ve los ejemplos que entran en conflictos con los valores que están viendo en la escuela.

Pero se debe promover una reflexión crítica dentro de la escuela, precisamente sobre esos conflictos y esas contradicciones, de otra forma el joven va a tener que resolver internamente esos conflictos y puede ser que salgan del otro lado.

Un buen maestro siendo ejemplo de vivir esos valores, también puede alentar una reflexión crítica acerca de las contradicciones y donde se ve, cuales son los ejemplos de otros tipos de valores tal vez negativo para el bien de la sociedad que se está poniendo en práctica en otros ámbitos, o tal vez en la escuela, que es otro punto muy difícil. A veces los alumnos vienen con un maestro con quien tienen mucha confianza y dicen “maestro este otro maestro nos esta faltando mucho el respeto, hasta nos está pegando, nos está diciendo sobrenombres muy feos”. Esto me tocó a mi presenciarlo, entonces, a veces puede haber incluso un conflicto de colegas en el mismo plantel porque los jóvenes están viviendo otras contradicción entre los valores que se predican y luego el comportamiento de algún otro maestro.

Esto son casos difíciles donde a veces tiene que intervenir las autoridades e intentar concientizar a los maestros que realmente no están poniendo el buen ejemplo y viviendo de  sus valores.

LB: Bradley, para ir cerrando ya. Una pregunta concreta. En las escuelas hay elementos entre los cuales prefieren meter la cabeza como un avestruz, uno de esos es el tema de las redes sociales, en los últimos 10 años hemos vivido, una de ellas el “Facebook” por ejemplo. En buen parte de los adolescentes que participan en esa red social, dicen por ejemplo cuando se habla del tema de una relación, dice “relación abierta (difícil de explicar)”. ¿la escuela como aborda esa nueva realidad de la forma de entender el amor y las relaciones sociales de los jóvenes?

BL:  A veces hay contenidos muy controvertidos en las redes sociales, se habla de relaciones, se pueden llevar a un chisme que difama aunque tiene un efecto muy negativo de los jóvenes, entonces, es un tema donde hay que tener cierta apertura, como decimos antes:  la escuela no puede cerrarse o meterse la cabeza como una avestruz, como usted dijo. Tiene que atender la cuestión y ser conscientes de la existencia de estas redes y la importancia que tienen para la vida de los jóvenes, pero hay que tener cierto control al respeto. También hay que tener, vuelvo a decir, una conversación abierta donde también se sigue legitimando la autoridad del maestro y de la autoridad escolar al tener una reflexión abierta acerca de las posibles  consecuencias negativas de que hay ciertas relaciones o ciertas noticias que están circulando por las redes sociales salgan a la luz pública y puedan hacerles algún daño a un alumno.

LB: Para ir finalizando ya este contacto internacional. Bradley, me gustaría que le dirigieras a los maestros, a las maestras, a los profesores, a las profesoras venezolanas, y venezolanos, que están discutiendo sobre el tema de la transformación de los sistemas educativos venezolanos.

BL:  A los docentes venezolanos, a todos mis respetos. Yo creo que la docencia es y sigue siendo un profesión muy noble, desafortunadamente menospreciada hoy en día, cada vez más difícil, cada vez más apremiante. Yo les diría que le echen muchas ganas como decimos en México a la tarea de conocer a sus alumnos que pongan a ellos sus inquietudes a primera plana y que intenten de alguna forma encajar o vincular más bien, lo que es el currículo formal de la escuela, del sitio educativo con el currículo no formal que traen los jóvenes a las escuelas. Esa es la tarea que creo que es más apremiante y que nos dará más resultados a la calidad educativa.

LB: Gracias. Hoy estuvimos conversando desde Estados Unidos con el profesor Bardley Levinson quien es profesor investigador de la Universidad de Indiana. Gracias por compartir con nosotros Bradley, y hasta un próximo contacto.

Ver la entrevista en:https://youtu.be/3l-TfjsrQGA

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México: Amparan a joven para que estudie en universidad privada

México / excelsior.com /3 de Agosto de 2016.

Tras negarle la inscripción al siguiente cuatrimestre, un juez federal de Chiapas demandó a la institución garantizar su acceso a la educación

Un juez federal de Chiapas amparó a una estudiante de la licenciatura de Trabajo Social contra las autoridades de una universidad privada de ese estado, ya que le impidieron continuar con sus estudios vulnerando su derecho humano a la educación, por el retraso en el pago de dos mensualidades.

Tomando como base la perspectiva de género, así como en tratados internacionales y en jurisprudencia emitida por la Suprema Corte de Justicia de la Nación en materia de derecho a la educación, el juzgador resolvió el amparo 902/2016, ya que la quejosa además de pertenecer a un grupo vulnerable, ser ama de casa, madre de tres hijos y sin ingresos propios, se desempeñó como estudiante de excelencia académica de centro de estudios.

La educación superior, conforme al artículo 10 de la Ley General de Educación, puede catalogarse como un servicio público. No obstante que sean los particulares los que brinden dicho servicio,  Las instituciones privadas forman parte del Sistema Educativo Nacional”, sentenció el juez.

Además, en su resolutivo el impartidor de justicia planteó que al contar con reconocimiento de validez oficial de estudios, la universidad ejerce una atribución concedida por el Estado, por lo que al impedir a la estudiante realizar la inscripción al cuarto y quinto cuatrimestre de la licenciatura de Trabajo Socialejerció actos equivalentes a los de autoridad.

Fuente: http://www.excelsior.com.mx/nacional/2016/08/02/1108557

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Desde el rincón: “Mujeres juntas, sólo difuntas”

Por Celia Rosado Romero

Lo qué fue una interrogante a una inquietud personal, mostró la realidad de las opiniones, permeadas al negarles el voto a las féminas en la pasada contienda electoral para incorporarse a la grey de los servidores públicos.
Retomó la pregunta ¿Por qué las mujeres fracasan en política?

Ejemplo, Rosario Robles, fundadora del Partido de Revolución Democrática-PRD-, a pesar de tener la posibilidad de crecer, siendo la primera mujer en decidir los destinos, como Jefe de Gobierno de casi 20 millones de mexicanos en la Capital del País. Su trayectoria se truncó hasta que fue rescatada por el sexenio actual, en la Secretaria de Desarrollo Social, perdiendo la oportunidad, no sólo de ser elegida candidata a la presidencia y dirigir el país, sino que se sumió en una ola de descrédito por su mal actuar. .

Otro caso, las famosas “Juanitas” de San Lázaro. Aquellas ocho femeninas que ganaron las contiendas, siendo parte de una marrullería de sus partidos con el objeto de cumplir la cuota de género, pero que renunciaron para que sus suplentes, varones y algunos de ellos conyugues o amigos, asumieran el poder en la legislatura. Fue tal el descaro de la treta que esperaron afuera del recinto para tomar el poder.

El caso se dio hace siete años, pero parece que todavía no se entiende. Para dignificar la participación de las mujeres se requiere reconocer los errores del pasado, para que las respuestas a la pregunta que dio inicio al comentario, no fueran tan frustrantes, al no darle al sector femenino el valor que se reclama.

Por cuanto a las candidatas erigidas como “candidatas independientes”, lo comentó Jorge Castañeda, gurú del paradigma de los independientes –entrevista de Isabel Zamudio- publicada en el portal Cambio Digital: “la gente no es tonta y sabe que algunos independientes son políticos dolidos de diversos partidos y la gente les cobra la factura”, “pueden ser personas decentes pero la ciudadanía no lo percibe como independientes”

Tal racionamiento se ejemplifica en el caso Veracruz. Lo mismo fue para varones que para las mujeres escogidas para participar en la disputa por la silla en el Congreso del Estado como en la Gubernatura. Eran personajes con historia en la política de diferentes organismos partidistas, por tanto, fueron rechazados; no había congruencia en su decir y hacer en el pasado, dándole la razón a Castañeda en su aseveración, a la ciudadanía no se le engaña, aun cuando pareciera que sí.

Un aspecto relevante a destacar, fue una contestación de una dama de respeto por su posición congruente, al pedirles su opinión al rechazo a las candidatas, señalando varias aristas de la interrogante. Retomé una de sus frase para titular el “Desde el rincón”.
“Sólo podría comentarte, según el dicho popular, “mujeres juntas, solo difuntas”, yo si pienso que tiene mucho que ver, el celo que toda mujer poseemos, y el hecho de no poder sostener mentiras como lo hacen los varones. Si a una mujer le cae mal aquello, lo dice, lo expresa, lo siente; y un varón puede incluso hasta hacerse amigo de aquel a quien detesta, y luego cuando pueda lo traiciona”.

En consecuencia, otra ciudadana, ama de casa y madre de familia vierte otra razón del porqué no dejan a las féminas acceso al poder: “Será porque es más difícil para una mujer robar descaradamente, la mayoría de los políticos son hombres y les vale que el pueblo se dé cuenta lo ratas que son”.

Un varón señala. Él ha participado en campañas políticas, y ocupado cargo en la comuna del puerto, además de formar parte del grupo de asesoramiento de un candidato, por lo su opinión refleja lo que se percibe cuando se aspira a un cargo de elección popular.
“Muchas mujeres se conforman con comisiones de relevancia menor y, ya sabe, se les suben los humos. La gran mayoría de las que he conocido se encasillan solas y terminan siendo la “parte sensible” porque no aportan a las políticas de fondo. Usted lo puede ver con las que siga en facebook, por sus publicaciones sensibleras, sus comentarios, nadie las toma en serio.

Otras se descalifican solas, exigiendo prioridades solo por ser mujeres. O exaltando su femineidad a diestra y siniestra, pero siendo un ogro en el contacto con las personas. Pasa mucho con las que son directoras o regidoras, o que tienen algún cargo en el partido, cargo de cualquier nivel”

Opiniones que valdría la pena reflexionar, y desde luego actuar.

Los organismos internacionales que luchan por el empoderamiento de las mujeres para el fortalecimiento de los partidos políticos y de la sociedad en general, asumen la condicionante, para tener un desarrollo equitativo, inclusivo y sostenible, es requerimiento no hacer distinciones de género. Sostienen: todos somos seres humanos.

Se sabe que sólo un 10 por ciento de esos organismos partidistas, las féminas, ejercen el liderazgo, por lo tanto no están en las mismas condicionantes de asumir la toma de decisiones, en el sistema político nacional. Tradicionalmente se ha marginado a las mujeres llegando a convertirse en parte de la cultura mexicana. Poco a poco se ha vencido la resistencia, demostrando la necesidad de adoptar la igualdad de género.

Ante tal realidad, las mujeres deben ejercer una voz real en las instituciones de gobierno, tanto las políticas como en la administración pública, el sector privado y la sociedad civil, en función del crecimiento del municipio, estado y país, para el beneficio de todos.

Una última consideración pertinente que no debe perderse de vista.

Para el ejercicio del poder, no existe género, Varones y mujeres pierden la noción de la realidad, para convertirse en mesías de la verdad. La vanidad los consume. Pululan a su alrededor abejitas que les zumban al oído, “usted tiene toda la razón”. Crean su mini mundo. La crítica y la autocrítica no son parte de su ejercicio mental y cotidiano. La historia en la política del poder en México está repleta de ejemplos, desde la época de Porfirio Díaz.

Hay necesidad de derribar murallas.

Tomado de: https://efacico.wordpress.com/2016/06/18/desde-el-rincon-mujeres-juntas-solo-difuntas/

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