A más de siete décadas, la Universidad Veracruzana, enfrenta la arremetida de éste sexenio estatal, escatimándole el presupuesto estatal, convertido en una deuda de miles de millones de pesos, como una acción de desprecio a la única-pública- máxima casa de estudios de nivel superior en el estado de Veracruz.
La Universidad Veracruzana, nace un 11 de septiembre de 1944 bajo la rectoría del Dr. Manuel Suárez Trujillo, hoy la más prestigiada casa de estudios superiores del sureste del país.
En días pasados en un oficio girado por la Dra. Sara D. Ladrón de Guevara le desgrana las cantidades y fechas comprometidas, de lo que se le adeuda, que no se han cumplido, muy a pesar de las promesas de palabra y oficio, pasadas y actuales, emanadas del Gobernador, Javier Duarte de Ochoa.
Miles de estudiantes, trabajadores y docentes han resentido la falta de sensibilidad de las autoridades estatales para entender que la Universidad Veracruzana, es la única institución pública educativa de nivel superior, a la que tiene acceso jóvenes de todos los niveles económicos.
Sobre todo, aquellos que esperanzados desean continuar sus estudios y carecen de recursos para inscribirse a una institución privada; que es la mayoría de la juventud veracruzana, cuyo único camino es solicitar su ingreso a la Universidad Veracruzana.
¿Quiénes son los que pueden darle a la sociedad veracruzana los profesionales para su crecimiento y desarrollo?
La respuesta es la Universidad Veracruzana.
El estado se encuentra en una embrollo de deudas a todos sectores de la sociedad, qué además le demanda profesionales capacitados para insertarse en el sector productivo con sus conocimientos científicos y tecnológicos.
El actual gobernador Javier Duarte se ha enfrascado en un diálogo de sordos, al no aceptar los requerimientos establecidos por ley para ministrarle lo que por derecho le corresponde, el presupuesto estatal.
Nadie duda, que la institución educativa, necesita fortalecer sus recursos humanos y su infraestructura física y académica, lo que en los últimos años no se ha logrado ante la posición gubernamental.
Este posicionamiento obligó a la comunidad universitaria a externar su enojo con marchas multitudinarias, en un marco de respeto pero firme, recibiendo el apoyo de toda la sociedad que sabe y reconoce a la Universidad Veracruzana como pilar educativo y eje para el desarrollo de la entidad.
El quehacer de la Universidad Veracruzana es múltiple, hoy asume su responsabilidad y compromiso moral para enriquecer la democracia; organizando foros con participación ciudadana. El objeto: ser recolectora de las necesidades sociales a tomar en consideración en el Plan Veracruzano de Desarrollo 2016-2018.
Es preocupante la señale que ha mostrado el Gobierno negándole su apoyo a la universidad pública y con ello el derecho ciudadano a la educación, con ello, llevando a la juventud a la desesperanza.
Sin embargo, como señalo en su informe la Dra. Sara D. Ladrón de Guevara, primera mujer que asume la rectoría: “
constituimos una comunidad que ha demostrado que no se rinde.. Fuimos probados y estamos saliendo airosos…La UV no se vende..”
Si queremos un cambio en México, es necesario recordar que el proceso educativo le da al individuo, no sólo conocimientos y habilidades sino también valores, conduciéndolo a conductas emocionales y sociales, para estructurar su pensamiento con una conciencia de mejora y responsabilidad social.
Bajo tal escenario son las interrogantes:
¿Cuándo el gobierno responderá a su responsabilidad?
¿Hasta cuándo se saldará la deuda?