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Unicef: cómo explicar el coronavirus a los más pequeños

Noticia/12 Marzo 2020/http://revistaxq.com/

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, Unicef, propone una serie de recomendaciones a la hora de explicar la epidemia del coronavirus a los niños y niñas menores de 6 años. Pueden resultar útiles a los ‘hermanos mayores’, a los que va dirigida la RevistaXQ. Y a los profesores

Desde hace unas semanas parece que no se habla de otra cosa que no sea el COVID-19 (“el coronavirus”): en los medios, en las calles, en las familias, en los centros educativos y hasta en las aulas de educación infantil. No parece el tema más adecuado para hablar en la asamblea de infantil, pero a veces los niños y niñas son quienes lo proponen porque están nerviosos por la expectación que notan a su alrededor y necesitan expresarse. ¿Cómo podemos afrontar esta situación desde un punto de vista educativo? Enfocando el tema de manera que protejamos los derechos de los niños y niñas de los que somos responsables. En este caso, especialmente sus derechos a la protección y a la salud.

Proteger sus emociones

Los niños y niñas muy pequeños aún no han adquirido la madurez suficiente para poder entender algunos aspectos biológicos, sociales y económicos de las enfermedades. Habitualmente, cuando hablamos con ellos sobre los problemas de salud empleamos eufemismos como llamar a virus y bacterias “bichitos invisibles”, referirnos a la enfermedad como “pupa” o decir que la gente enferma “está malita”. Estas imprecisiones no contribuyen a su formación científica (para la que aún habrá tiempo) pero contribuyen a otro aspecto muy importante de la educación en esta etapa: proteger su bienestar emocional.

La prioridad en esta etapa debe ser, precisamente, proteger a niños y niñas de toda aquella información que aún no pueden procesar y que les puede llevar a desarrollar ansiedad y miedos debido a la incertidumbre. En este sentido conviene:

  • Evitar que vean o escuchen noticias y reportajes con un enfoque sensacionalista o morboso de la situación.
  • Evitar que se expongan mucho tiempo a noticias sobre el problema, aunque el tratamiento sea adecuado: el tiempo que dedicamos a un tema también puede transmitir inquietud, aunque el tono no sea alarmista.
  • Evitar involucrarlos en conversaciones de adultos sobre la situación, especialmente si son acaloradas o incluyen bromas y dobles sentidos: aunque no estemos hablando con ellos, saben de lo que hablamos y sacan sus propias conclusiones.
  • Dedicar tiempo a resolver sus dudas e inquietudes, en un lenguaje adaptado a su capacidad de comprensión, pero no engañoso. Si sientes que te faltan recursos para transmitir información, puedes recurrir a algunos de los cuentos que se editan cada año sobre salud y enfermedades, ya que permiten a los niños y niñas procesar el impacto emocional a través de la imaginación. En tu biblioteca o librería más cercana podrán recomendarte algunos títulos interesantes.

Proteger su salud

En este momento del desarrollo es también muy importante sentar las bases de las competencias de autoprotección que les permitirán ser responsables sobre su salud y la de otras personas a lo largo de su vida. No es necesario un tratamiento exhaustivo de las causas y efectos de las enfermedades para empezar a incidir educativamente en conductas de protección que sí están al alcance de niños y niñas desde edades muy tempranas y que además les permiten desarrollar su sentido de autoeficacia y su seguridad en sí mismos:

  • El lavado de manos con agua y jabón: no sólo aprender a lavarse bien las manos, sino adquirir el hábito y ser capaces de demandar y promover esta necesidad en diferentes contextos (por ejemplo: recordárselo a otros niños, acordarse en un restaurante…)
  • Reconocer las circunstancias cotidianas en las que estamos en contacto con suciedad y ser capaces de tomar precauciones. Por ejemplo: manejo de tierra, contacto con animales domésticos, precauciones frente a basura y heces…
  • Aprender e interiorizar aquellas medidas higiénicas que protegen a los demás, por ejemplo: el uso de pañuelos y servilletas, aprender a sonarse y a limpiarse, evitar compartir cubiertos y vasos…
  • Adquirir respeto por el entorno: pequeñas contribuciones a la higiene doméstica y escolar, adquirir el hábito de tirar los desechos a la basura, conocer la importancia de la limpieza del entorno, de la ropa, de la vajilla…

Prevenir las exclusiones

A esta edad aún no tenemos la capacidad de reflexión necesaria para hacer un análisis crítico de las informaciones erróneas, malintencionadas o prejuiciosas. No podemos evitar que los niños y niñas entren en contacto con determinadas opiniones, pero tenemos que prestar especial atención porque incluso lo que un niño o niña un poco más mayor podría entender como un chiste puede ser tomado literalmente por los más pequeños.

En este sentido es muy importante dedicar un tiempo extra a detectar los malentendidos que pueden estar afectando a su percepción de salud y la enfermedad porque pueden sentar las bases de estereotipos y prejuicios duraderos. Por ejemplo:

– “Mi vecino chino es un coronavirus”.
– “Si tu abuela tose se va a morir”.
– “Hay que alejarse de los viejos”.
– “Los pobres contagian enfermedades”.

A veces, por más que nos esforcemos en tratar adecuadamente y con sensibilidad estos temas en el aula o en familia, no podemos evitar que las conversaciones entre niños y niñas se conviertan en un “teléfono escacharrado”. A pesar de que es comprensible y que, en edades muy tempranas no hay realmente malicia en los comentarios, es muy necesario reconducir las percepciones erróneas que puedan estarse formando sobre determinadas personas o colectivos, para evitar que, con el tiempo, se conviertan en algo más grave.

Recuerda: el ejemplo vale más que las palabras

A cualquier edad, pero muy especialmente con los más pequeños, de poco vale enseñar a lavarse las manos si no nos ven a nosotros hacerlo a menudo. Tampoco tendrá mucho efecto lo que les digamos sobre estar tranquilos si perciben nuestro nerviosismo o que les regañemos por llamar «coronavirus» a alguien si luego nos oyen a nosotros hacer chistes que no saben interpretar. En una etapa del desarrollo en la que las habilidades lingüísticas aún no están plenamente desarrolladas gran parte del aprendizaje se realiza por imitación y tiene un alto componente emocional. La educación de los más pequeños es un esfuerzo que nos puede obligar a emplear todos los sentidos.

Fuente: http://revistaxq.com/es/2020/03/09/unicef-como-explicar-el-coronavirus-a-los-mas-pequenos/

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Con uno de cada cinco alumnos privados de escuela, la UNESCO moviliza a los ministros de educación para hacer frente a la crisis por el COVID-19

UNESCO/12 Marzo 2020/https://es.unesco.org/

En respuesta al aumento de los cierres de escuelas y universidades para contener la propagación de COVID-19, la UNESCO convocó hoy, por videoconferencia, una reunión mundial de altos funcionarios de la educación para intensificar la respuesta de emergencia y compartir estrategias para reducir al mínimo la interrupción del aprendizaje en todo el mundo. Estuvieron representados 73 países, entre ellos 24 ministros de educación y 15 viceministros. 

Según los datos publicados hoy por la UNESCO, la crisis afecta actualmente a cerca de 363 millones de alumnos en todo el mundo, desde el nivel preescolar hasta el terciario, incluidos 57,8 millones de estudiantes de enseñanza superior. Así, a nivel mundial uno de cada cinco estudiantes de primaria y secundaria no asiste a la escuela como consecuencia de la crisis de COVID-19 y otro de cada cuatro no asiste a la enseñanza superior.

Quince países han ordenado el cierre de escuelas a nivel nacional y catorce han ordenado cierres localizados que abarcan Asia, Europa, Oriente Medio y América del Norte.

Estamos entrando en un territorio inexplorado y trabajando con los países para encontrar soluciones de alta tecnología, baja tecnología y sin tecnología para asegurar la continuidad del aprendizaje”, dijo la Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay. “Al tiempo que los países preparan su respuesta, es vital la cooperación internacional para compartir los enfoques más eficaces y apoyar a los estudiantes, los profesores y las familias. La UNESCO está intensificando su apoyo para garantizar que esta crisis promueva la innovación y la inclusión en lugar de exacerbar las desigualdades en el aprendizaje”, añadió.

Para liderar la respuesta mundial, la UNESCO anunció la creación de un Equipo de Tareas de Emergencia UNESCO-COVID19 que apoyará las respuestas nacionales y pondrá en común respuestas de política eficaces centrándose en los países más vulnerables. Además, se establecerá una comunidad de práctica más amplia para mejorar el intercambio de conocimientos, el aprendizaje entre iguales y la creación de capacidad en materia de aprendizaje abierto y a distancia. La UNESCO se propone movilizar a todas las partes interesadas, incluso del sector privado. Empresas como Microsoft ya han prestado su apoyo técnico al Grupo de Tareas.

Los representantes gubernamentales intercambiaron enfoques y prácticas idóneas para asegurar la continuidad del aprendizaje durante el cierre de escuelas, cuya duración es imprevisible. En la teleconferencia participaron ministros y representantes de China, Croacia, Egipto, Francia, Italia, Líbano, México, Nigeria, República de Corea y República Islámica del Irán, entre otros.

Además de supervisar el impacto de COVID-19 en la educación, la UNESCO ha publicado una lista de aplicaciones y plataformas de aprendizaje de libre acceso para su uso por parte de padres, maestros y alumnos, así como por parte de los sistemas escolares más grandes. Está instando a los países a que utilicen la inclusión y la equidad como principios rectores al planificar las respuestas, en reconocimiento de que el cierre de escuelas tiende a afectar más a los alumnos vulnerables.

Los conocimientos especializados de la UNESCO en materia de aprendizaje abierto y a distancia abarcan las plataformas de formación de docentes, el diseño de modelos escolares de aprendizaje electrónico, las comunidades de práctica en línea y el desarrollo de políticas nacionales de TIC en la educación, centrándose prioritariamente en África.

“Nos enfrentamos a una situación inusual con un gran número de países afectados por el mismo problema al mismo tiempo. Necesitamos unirnos no sólo para abordar las consecuencias educativas inmediatas de esta crisis sin precedentes, sino también para aumentar la capacidad de recuperación a largo plazo de los sistemas educativos”, dijo Stefania Giannini, Subdirectora General de Educación de la UNESCO. Por su parte, el ministro de Educación de Egipto, Tarek Galal Shawki, agradeció a la UNESCO el haber tomado esta iniciativa y brindado ejemplos de cómo otros países están haciendo frente a una situación en rápida evolución.

Fuente: https://es.unesco.org/news/cada-cinco-alumnos-privados-escuela-unesco-moviliza-ministros-educacion-hacer-frente-crisis

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La pedagogía de la marcha: el miedo a la muerte violenta

Por: Miguel Ángel Rodríguez

Después de participar en la megamarcha estudiantil de Puebla medito sobre la disposición emotiva, el estado de ánimo, el temperamento fundamental que animaba el caudaloso río de voces juveniles que nos brindaron, a capela, un concierto memorable, porque despertó la posibilidad de sentir el brote, el primer botón, de una nueva comunidad política.

Un ímpetu amoroso nacido del miedo a la muerte violenta.

Quiero decir, los chavos y chavas de las más variopintas licenciaturas, de las más disímbolas universidades y situaciones económicas, olvidando toda distinción de clase, la patológica fiebre del estatus, devolviendo al tubo de gracia del cual procediese la enfermedad de la importancia, descubrieron la energía vivificante que representa ser parte de un todo, de un poder estar juntos, en fraternidad, los unos con los otros, para salvar la nave, para alcanzar una vida digna: “Hoy nos une el hartazgo, hoy nos une la fuerza: hoy exigimos justicia”, pues “cansados de sobrevivir, queremos vivir”.

La fusión ciudadana me entusiasmó, volví a las marchas de “Los sin tierra” en las que participó Paulo Freire como una solidaria muestra “…de la voluntad amorosa para transformar el mundo”.

No tengo dudas, la del jueves fue la manifestación estudiantil más poderosa de cuantas haya registrado la Angelópolis desde que las marchas son un signo de protesta, de rebeldía ciudadana, no solo hablo del número de miles y miles de estudiantes, que algunas fuentes moderadas calculan hasta en 100 mil, también me refiero al contenido de las disposiciones afectivas, pasionales, que insuflaban fuego a las armónicas y concertadas voces de la marcha del 5 de marzo del 2020.

¿Qué sentimientos son capaces de fundir los más diversos fragmentos del cosmos, hacer comprensibles las lenguas, derribar las murallas clasistas, racistas y colonialistas, para experimentar, por unas horas, la originaria emoción del poder estar juntos y de la auténtica reconciliación social…?  ¿Qué temple es más influyente en la toma de decisiones del ser humano, el amor a la vida o el miedo a la muerte violenta…?

Hace varios siglos, por lo menos tres y medio, que Thomas Hobbes dirimió en favor de la segunda pasión el dilema sobre cuál de ellas dominaba más decisivamente la voluntad y la acción de los seres humanos. Y me inclino a pensar que el jueves pasado, en el prodigioso e inédito espectáculo de comunidad que experimentamos con la marcha estudiantil, aunque había muestras de optimismo en la verdad moral del estudiantado, en la justicia de sus demandas, confianza en la fuerza admirable de la organización, en la solidaridad ciudadana, con todo, la disposición afectiva que abría la comprensión a la unidad insólita de la sociedad poblana, la que esenciaba y daba sentido a la movilización, digo, era el miedo a una muerte violenta.

 Y una emotividad que sucede al miedo a la muerte, que la sensación de vulnerabilidad propia engendra en los circuitos neuronales de los seres humanos: la ira. La ira que la impunidad siembra en los corazones estudiantiles y que, por el bien de todos, sería mejor encontrar una fórmula expedita y eficaz para sacar de sus circuitos neuronales las sustancias tóxicas de esos estados de ánimo. ¿Qué clase de seres humanos testimoniamos con el dominio de esos tiránicos estados de ánimo alojados en el cerebro y en la sangre…?

Quiero pensar a la marcha entre la poesía y la técnica.

Recientemente descubrí que hay un prodigioso avance de la neurociencia en materia de imagen, es la magnetoencefalografía, es una técnica que permite apreciar en una iamgen, como a gatas lo entiendo, las áreas y las redes neuronales en el momento en que el cerebro realiza un juicio estético o un juicio ético. Pues si se vale la analogía podría pensarse que la marcha puso al descubierto, nos deja ver con nitidez, el pesimismo del juicio moral que los habita. Pienso en el par de líneas del poeta español Bernardo López García, un vate decimonónico y republicano, que una audaz alumna de gastronomía desenterró para convertir en la magnetoencefalografía del juicio moral de la juventud del México de nuestros días:  “Y al suelo le falta tierra, para cubrir tanta tumba”.

Entre todos los acordes del concierto, sin embargo, una voz fue protagónica de manera natural: el canto digno y libre de las mujeres. Muchas de ellas salieron a las calles para exigir justicia por vez primera, para estrenar la ciudadanía en una causa comunitaria, pude saludar a las hijas preparatorianas de dos amigas universitarias, una de ellas víctima reciente de la violencia ingobernable que azota la entidad, todas ellas exigiendo la validez, la efectividad del derecho a una vida libre de violencia. Entre las pancartas hubo una que llamó mi atención, porque actualiza tres momentos históricos recientes, tres acontecimientos políticos decisivos que, articulados, nos describen con detalle las características del estado de excepción y la nuda vida, la vida abandonada por el Estado. Con el número tres el cartel identificó el reciente juvenicidio de Huejotzingo, Puebla; con el cuarenta y tres dio presencia a los desaparecidos de Ayotzinapa y, al final, con el diez, nombró el drama de los feminicidios, pues a diario son asesinadas diez mujeres en México y la mayoría son crímenes que quedan en la impunidad. La nuda vida en la que sobrevive una parte considerable de la población, los más pobres, los expone al asesinato sin responsabilidad jurídica para los responsables: “Hoy nos faltan 3/ Nos faltan 43/ Y cada día nos faltan 10”.

De la misma manera, el discurso feminista se volvió omnipresente, fueron notas graves en medio de un sol agudo, las voces ensombrecían la resolana a plomo del jueves 5 de marzo en la Angelópolis, la disposición afectiva del miedo a una muerte violenta se coronó entre ellas, las consignas, cantos, pancartas, el lenguaje, pues, conectaba íntimamente esa Stimmung, esa estremecedora emotividad con la particularidad histórica de ser mujer en tiempos oscuros: “Me da miedo ser mujer, me da miedo ser estudiante, me da miedo ser esposa, me da miedo ser poblana”.

Otras de las pancartas que filtraban el mismo temple eran consignas tales como “No nos conocemos, pero nos necesitamos”. Una expresión que es un nuevo conjuro contra el individualismo posesivo, narcisista, egocéntrico, clasista, racista, colonialista, es una convocatoria a la más originaria solidaridad entre los humanos, es una invitación al cuidado, es un llamado al sentido de organización primitiva, porque nos va la vida en ello: “si nos organizamos vivimos todos”.

Una alegre tonada, acompañada por silbatos e instrumentos de viento prehispánicos, cuyo sentido es posible comprender en toda su dimensión si la complementamos con el estribillo más repetido, diría que el más sentido, entre los chavos y las chavas manifestantes de todas las gamas y variedades, que se resolvía en una interrogante repetida hasta el infinito: “¿En dónde está/ en dónde está/ ese gobierno que nos iba a cuidar?, ¿en dónde está/ en dónde está/ ese gobierno que nos iba a cuidar?, ¿en dónde está/ en dónde está/ ese gobierno que nos iba cuidar?”

Es una severa crítica a los poderes públicos y al Estado mexicano por la evidente incapacidad para frenar la violencia impune. Una cuestión que ningún poder público atina a responder con eficiencia, el silencio es la respuesta del Leviatán, el rey de los soberbios no contiene, no tiene el poder de sancionar los abusos y los crímenes se repiten con una regularidad cronométrica contra los jóvenes: el juvenicidio.

Otro letrero que nos revela el estado de ánimo colectivo es el que nos recuerda, y ahora también a los colombianos y extranjeros residentes en Puebla, que en el México bárbaro “las ilusiones se pagan con la muerte”. Eran las ilusiones de ser lo que en libertad habían elegido ser las que motivaron a José Antonio Parada Cerpa (22 años, UPAEP) y a Ximena Quijano Hernández (25 años, UPAEP) a viajar a México para vivir y estudiar en la muy colonial ciudad de Puebla, compartían esos sueños con el estudiante veracruzano de medicina Francisco Javier Tirado Márquez (22 años, BUAP). El propio conductor del UBER, Josué Emmanuel Vital Castillo, con 29 años de edad, se encontraba construyendo un horizonte de posibilidades futuras.

Los cuatro venían de un carnaval, donde la risa, la danza, la ironía, el rapto amoroso, la fiesta primigenia, la liberación de la carne, con sus rituales paganos, reúne, confunde, en un momento de locura dionisiaca, al noble y al villano, al prohombre y al gusano -como canta con voz festiva el entrañable Serrat. Y horas después la penuria extrema nos oprimía hasta la asfixia. El cobarde asesinato nos sumió en el desasosiego, el tremor de lo inhóspito se sacudió en nuestro interior para descubrir quer vivimos bajo el dominio del miedo a una muerte violenta. Para decirlo de manera plástica, nos encontramos frente a un cuadro tan tétrico y sombrío como “El triunfo de la muerte” (Pieter Brueghel el viejo).

En el estado de Puebla el teatro de la crueldad parece estrenar cartelera a diario, se trata de crímenes que se superan a sí mismos y los unos a los otros, como si de una competencia olímpica se tratara, pues cada vez son más acusados los signos del salvajismo, de la absoluta ausencia de conciencia moral. Esa enrojecida y enlutada cartelera nos advierte de la necesidad imperiosa de hacer algo frente a la bestia que nos amenaza a todos con una muerte violenta, un terror que no te deja vivir, ni estudiar, “entre tanta sangre que limpìar.”

Y en este escenario trágico me pregunto: ¿Saldremos al fin de nuestro cómodo personaje de indiferencia, de platónicos comentaristas de la situación? ¿Saldremos de nuestro pasmo cotidiano, de nuestro diario cotilleo sobre la nada, para alcanzar la comprensión y hacer algo frente a ese algo aniquilador del ser humano?

Fuente: http://www.educacionfutura.org/la-pedagogia-de-la-marcha-el-miedo-a-la-muerte-violenta/

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México: Las mujeres indígenas tienen menos acceso a educación superior, reconoce Añorve

América del norte/12 Marzo 2020/https://news.culturacolectiva.com/

El senador Manuel Añorve reiteró su compromiso legislativo por mejorar las condiciones de vida de las mujeres, principalmente las indígenas que tienen menos acceso a la educación

En México, las mujeres representan poco más de la mitad de la población total en el país, sin embargo, son también el grupo más discriminado de la estructura social.

En ese contexto, el grupo de mujeres más desfavorecido dentro de la sociedad mexicana es el de las mujeres indígenas, sólo el 12% alcanza al menos un grado de educación superior, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis).

Lee también: Añorve propone reducir el IVA a la mitad en Guerrero para fomentar el turismo

El reporte señala que la diferencia entre el acceso a la educación de las jóvenes indígenas es menor frente a las mujeres no indígenas, cuyo porcentaje escala hasta el 30%; en tanto, frente a los hombres indígenas la diferencia es de 14 puntos porcentuales.

Por lo anterior, el senador Manuel Añorve Baños manifestó su compromiso por seguir trabajando en la creación de leyes que ayuden a mejorar las condiciones de vida de las mujeres, principalmente las indígenas, quienes se enfrentan a la falta de empleo y de recursos para cubrir sus necesidades básicas.

Así viven la discriminación las mujeres en México

Según datos de un estudio realizado por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), la existencia de altos indices de desigualdad de género y violencia contra mujeres se desprenden principalmente de los estereotipos sociales, su normalización y su reproducción.

Las mujeres presentan mayores índices de pobreza, jornadas laborales más largas, menores niveles de contribución social, ingresos más bajos y menos representatividad en los puestos directivos y cargan con más del 90% de las actividades domésticas y de cuidados aun las mujeres que trabajan fuera de casa.

Fuente: https://news.culturacolectiva.com/mexico/mujeres-indigenas-tienen-menos-acceso-educacion-superior-reconoce-manuel-anorve/

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¿Por qué no hablamos de menopausia en las universidades?

Por: Sofía García-Bullé

Para cualquier institución es más costoso capacitar talento nuevo que ofrecer la flexibilidad que las académicas necesitan para continuar su carrera.

El talento humano es uno de los recursos más importantes de empresas, organizaciones y universidades. Una parte importante de este talento es conformado por mujeres. En Australia, el 54.7 % de los catedráticos o profesores de medio y bajo rango son mujeres, en Canadá es el 41 %, en Europa 41.3 %, y en Estados Unidos 49.7 %. Este número cae drásticamente al avanzar a las posiciones de liderazgo. Solo el 33.9 % de las catedráticas australianas son de nivel sénior; en Canadá solo 28 % son profesoras de alto rango; en el caso de Europa, tan solo el 23.7 % de las mujeres son de grado A y en Estados Unidos, el 34.3 % ocupan posiciones altas en instituciones de enseñanza.

Si hay tantas mujeres en las posiciones medias y bajas de la academia, ¿qué pasa en su camino a los puestos de mayor calibre? ¿Por qué tan pocas llegan? ¿Qué es diferente en sus carreras profesionales en comparación con sus compañeros varones? La respuesta es una carencia que aún en la segunda década del siglo XXI, sigue impactando la carrera profesional de muchas mujeres. Las universidades aún no encuentran la forma de aprovechar al máximo el potencial de las académicas porque todavía no se han integrado eficientemente dos transiciones importantes de las mujeres a la cultura laboral de la academia: la maternidad y la menopausia.

Las mujeres terminan desapareciendo de las universidades cuando es momento de ascender a mejores posiciones laborales porque están ocupadas iniciando una vida familiar o ajustándose a los cambios que implica avanzar una fase en su ciclo biológico. No hay cultura social y laboral que les de un soporte efectivo. Tradicionalmente se ha considerado que cualquier mujer que ambicione tener una familia deberá elegir entre este propósito y su carrera. Hoy sabemos que esta costumbre social impuesta pone a las mujeres profesionales en una desventaja sistemática en comparación con sus homólogos masculinos, pero más que eso, en el caso de las universidades, priva a estas instituciones educativas de al menos la mitad de sus productoras y transmisoras de conocimiento.

No es trato especial, es retención de talento

Uno de los mayores argumentos contra la implementación de políticas más flexibles para periodos de maternidad y paternidad es que estos esfuerzos son leídos como privilegios, como trato especial, una recompensa que beneficia a alguien que pensamos que “no se lo ganó”.

“Las prestaciones de maternidad extendida pueden impulsar la productividad de las mujeres y regresar la inversión al paso del tiempo”.

El primer paso para una mejor retención de talento para aquellas personas que compaginan el trabajo con el cuidado de una familia, (especialmente las mujeres, dado que ellas están más atadas a este rol por estereotipos de género) es dejar de ver la maternidad y la paternidad como un privilegio innecesario y empezar a verlo como parte de un presupuesto operativo. En términos de protección de capital y recursos de cualquier empresa u organización, cuesta más la salida de una persona con las habilidades, capacitación y experiencia para realizar un trabajo.

Esto implica que tendría que abrirse un proceso de contratación desde cero para llenar el puesto, procurar aplicantes, concertar entrevistas, contratar a una persona nueva, capacitarla y esperar a que su experiencia equipare con la persona que dejó el puesto para atender necesidades de maternidad o paternidad. Todo este proceso requiere de más tiempo, trabajo y dinero que simplemente ofrecer facilidades que permitan a los empleados cumplir con sus responsabilidades familiares a la par de las laborales.

Un estudio liderado por Vera Troeger, profesora de economía en la Universidad de Warwick, encontró que las universidades con mejores prestaciones de maternidad estaban mejor calificadas para retener el talento femenino. Gracias a estas políticas, más mujeres permanecían en estas universidades para eventualmente convertirse en profesoras con experiencia, mejorar sus contribuciones y percibir mejor sueldo y prestaciones. “Las prestaciones de maternidad extendida pueden impulsar la productividad de las mujeres y regresar la inversión al paso del tiempo”, explicó Troeger, agregando que estas medidas implican la adición de una fuerza de trabajo que podría aumentar la productividad no solo de empresas y organizaciones, sino de países enteros.

En algunas ocasiones, académicas han hablado de cómo los permisos extendidos de maternidad y el cambio de ritmo al integrar la dimensión familiar con la profesional las hizo tener una mejor experiencia laboral y ayudó a subir su nivel como académicas. Como es el caso de la experiencia personal de una investigadora anónima que relató su experiencia para The Guardian.

Sin embargo, las políticas para permisos de maternidad y las instancias que ayudan a mujeres a integrar su dimensión familiar con la profesional, siguen siendo muy dispares. No hay un consenso que establezca una base de la cual partir para discernir entre las prestaciones mínimas, las promedio y las máximas. Hay universidades que apoyan a sus académicas en este momento de transición y otras que se quedan en los límites legales de lo que tienen que hacer cuando un miembro de la organización empieza una vida familiar. Sin embargo, ya podemos decir que hay una conversación continua para normalizar la búsqueda del equilibrio entre la maternidad y el desarrollo profesional, ya es un tema que existe en el pensamiento colectivo y del cual se habla constantemente. No podemos decir lo mismo de la siguiente transición importante en la vida de toda mujer profesional, la menopausia.

El éxodo femenino profesional

A los 50 años, muchos profesionales ya están ocupando cargos de dirección, son dueños de empresas, decanos, presidentes de universidades… esto si son hombres. De acuerdo al Times Higher Education, de las 200 mejores universidades del mundo, solo el 14% son dirigidas por mujeres.

Lo anterior responde a una serie de problemáticas más complejas, pero dentro de este contexto, una de las principales causas por las que las mujeres no llegan comúnmente a ser decanas o presidentes de instituciones de educación superior es, en primera instancia, esa disrupción en sus carreras cuando inician una vida familiar. Esto reduce significativamente la población de mujeres con la posibilidad de formar una trayectoria profesional que las haga elegibles para un puesto de alto liderazgo. Pero aún las que quedan en ese selecto grupo que pudo continuar avanzando en su carrera tienen que enfrentar una segunda disrupción de la que se habla poco: la menopausia.

“Fue muy diferente de cuando estuve embarazada — durante ese tiempo no pensaba dos veces en confesar falta de concentración y fatiga. Hombres y mujeres reían y se mostraban comprensivos a mis experiencias”.

El cambio en el balance hormonal, y por ende las capacidades físicas de las mujeres, llega antes que en el caso de los hombres. Esto no quiere decir que los académicos varones entre 45 y 55 años no tengan retos relacionados con su salud. Los hombres en ese rango de edad tienen un mayor riesgo de desarrollar hipertensión, problemas de colesterol, complicaciones coronarias, diabetes y cáncer de próstata. Pero en el caso de los hombres, estas cuestiones de salud no son tan visibles en el espacio laboral, y no implican un cambio significativo en la dinámica laboral.

Las áreas de oportunidad que tienen los académicos al pasar al siguiente rango de edad están normalizadas, porque hay muchos de ellos pasando por lo mismo. Por ejemplo, desde el punto de vista de la mayoría social en la academia, es mucho más fácil comprender la necesidad de un catedrático sénior de tomar un tiempo de descanso tras una cirugía ventricular o un tratamiento oncológico, razones por las que se vería prudente que redujera las horas de trabajo. Veríamos normal que su desempeño disminuyera dentro del marco de ese horario reducido.

Pero, ¿pensaríamos lo mismo de una mujer cuyo problema es un desbalance hormonal? La menopausia usualmente viene acompañada de ansiedad, menor capacidad de concentración, bochornos, entre otros síntomas comunes de esta etapa. La menopausia es una condición de salud tan común como las mencionadas anteriormente. Sin embargo, estos síntomas suelen categorizarse como histeria femenina (desbalance hormonal), falta de atención o interés (capacidad de concentración), mal carácter e incapacidad para trabajar en equipo (ansiedad).

Esto pasa porque hablamos mucho de enfermedades cardiacas, hipertensión y niveles de colesterol, pero no hablamos nada sobre el ciclo menstrual, y menos todavía, sobre la menopausia. El tema sigue siendo tan tabú que una buena parte de las personas que escriben o participan en textos que hablan de los efectos de la menopausia en las académicas, sus implicaciones en su vida laboral y la falta de herramientas en las universidades para manejar estas cuestiones, han decidido permanecer anónimas.

Jeneva Patterson, docente sénior en el Centro para el Liderazgo Creativo en Bruselas, Bélgica, es una de las pocas que se atreve a usar su nombre al hablar del tema en foros públicos de nicho para especialistas en educación. En un artículo para el Harvard Business Review, habla de su experiencia personal con la menopausia. “Fue muy diferente de cuando estuve embarazada — durante ese tiempo no pensaba dos veces en confesar falta de concentración y fatiga. Hombres y mujeres reían y se mostraban comprensivos a mis experiencias”. Patterson explica que esta diferencia la orilló a no revelar el motivo real de repetidas llegadas tarde a juntas porque se extraviaba en el camino, asignar dos o hasta tres eventos el mismo día y hora en el calendario, perder vuelos y olvidar lo que algún compañero le decía tan solo unos minutos antes.

El temor de Patterson, compartido por el de todas las mujeres a las que entrevistó para escribir el artículo, viene de esta diferencia que define en su texto. Para las mujeres profesionales no es lo mismo decir que necesitan un cambio de horario y carga de trabajo porque van a ser madres, que cuando lo necesitan porque están entrando en la menopausia. Un estudio auspiciado por el Instituto de Trabajo, Salud y Organizaciones de la Universidad de Nottingham, encontró que existe una alta probabilidad de que la relación de una mujer profesional con su equipo de trabajo se vuelva hostil si revela su condición de menopausia.

En los espacios de trabajo con buenas prácticas laborales, está normalizado ofrecer una estructura que permita a las mujeres, y en el mejor de los casos a los hombres, crear un equilibrio entre las responsabilidades de trabajo y la vida familiar. La menopausia, en cambio, no está normalizada, por lo que los espacios de trabajo aún no cuentan con prácticas de concientización, soporte y empatía que se traduzcan en políticas de apoyo para las profesionales que pasan por este proceso biológico.

“En mi caso tengo solo dos opciones: Aceptar el hecho de que soy tratada como un parásito, esconderme y sentirme agradecida por ser tolerada, o tomar el golpe financiero de un retiro prematuro. Pronto tendré que conformarme con una de estas”.

Las universidades no son la excepción. Una académica que eligió permanecer anónima, aportó al discurso público sobre el tema con un texto para el Times Higher Education. En el texto comparte su experiencia personal sobre cómo la falta de conocimiento y comprensión hacia su condición menopáusica ha provocado conflictos entre ella, su equipo de trabajo y sus superiores. La académica detalla que una de las prácticas más comunes en las organizaciones con mujeres en el rango de edad de menopausia, es sugerirles cambiar su carga de trabajo a medio tiempo o “invitarlas” a retirarse antes de completar los años requeridos para una pensión completa. Ambas opciones generan un fuerte impacto en el presente y futuro financiero de las mujeres profesionales, carga que no es compartida por sus compañeros varones.

“En mi caso tengo solo dos opciones: Aceptar el hecho de que soy tratada como un parásito, esconderme y sentirme agradecida por ser tolerada, o tomar el golpe financiero de un retiro prematuro. Pronto tendré que conformarme con una de estas”. Para la académica, esta situación es tan simple como terminantemente dura. Una mujer menopáusica tiene necesidades especiales, mientras esto no sea reconocido y llevado a la misma normalización de la que hoy en día disfruta la maternidad, va a seguir siendo un tema del que las mujeres se avergüencen, sea mal visto, genere bullying y malas prácticas laborales.

Crear espacios de trabajo que aprovechen el potencial de las mujeres que viven con menopausia empieza por hablar abiertamente sobre el tema. Entre más mujeres lleven el tema a la conversación, más se creará conciencia sobre las necesidades de las mujeres en esta etapa y el predominante sentimiento de vergüenza que las caracteriza irá perdiendo fuerza. Tanto empresas, organizaciones, y universidades, deben estar dispuestas a hacer los cambios necesarios que les permitan a las mujeres permanecer en la fuerza de trabajo, lo cual también es benéfico para sus empleadores quienes no tendrán que perder la inversión en capital humano cuando una mujer con menopausia sale de su puesto.

Espacios de descanso, horarios flexibles, una cultura de trabajo empática y abierta a aprender, es todo lo que se necesita para ofrecer una plataforma de continuidad laboral a las mujeres que experimentan la menopausia. Las universidades, dentro de su rol de productoras de conocimiento y espacios de aprendizaje, tienen una mayor responsabilidad de ofrecer recursos que cimenten la equidad, pero también pueden ser los primeros en beneficiarse de una fuerza de trabajo en la que más de la mitad de su miembros sigue presente y aportando conocimiento después de los 50 años.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/maternidad-menopausia-universidades

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México. Mujeres Zapatistas se unen al paro «Un día sin nosotras»

América/México/Autor: Elio Henríquez/ Fuente: La Jornada

Las mujeres zapatistas, que portaban camisetas y pañuelos verdes o violeta, gritaron “vivas” a la fallecida comandanta Ramona y a otras dirigentes. “Vivan las mujeres zapatistas” y “vivan las mujeres del mundo”.

San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México. Mujeres, bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), se concentraron en sus 11 Caracoles y se unieron al paro nacional «Un día sin  nosotras».

Uno de los Caracoles en los que se concentraron las mujeres es el que se ubica en Tulan Ka’u, sobre la carretera San Cristóbal-Comitán, donde decenas de ellas salieron durante la madrugada en fila con veladoras encendidas para mostrar su indignación por los feminicidios ocurridos en el país.

“No queremos gobiernos machistas”; “Ni una más, ni una asesinada más”; “Que muera el gobierno que permite que asesinen a las mujeres”; “Aquí, allá, las mujeres lucharan”; “No queremos más feminicidios”; “No tengo miedo, sigo adelante, soy mujer, soy mujer”; “Vamos mujeres, vamos a vencer, a este sistema maldito que nos quiere desaparecer”, “Las mujeres zapatistas ya no queremos más violencia, ya no más asesinatos”, corearon.

Las mujeres zapatistas, que portaban camisetas y pañuelos verdes o violeta, gritaron “vivas” a la fallecida comandanta Ramona y a otras dirigentes. “Vivan las mujeres zapatistas” y “vivan las mujeres del mundo”.

El EZLN informó esta tarde en su página de internet (enlace zapatista) que “el 9 de marzo 2020, mujeres bases de apoyo apoyaron a la iniciativa del paro nacional de un día”, y divulgó fotografías de las actividades realizadas en los distintos Caracoles.

Al mismo tiempo colocó una nota: “De la Comisión Sexta y del equipo de apoyo de la CVI: Nos mandaron las imágenes desde temprano, pero las compañeras que trabajan en la página están en paro. Ni modos: los hombres somos más torpes y nos tardamos más)”.

Las manifestantes reiteraron su rechazo a los megaproyectos que impulsa el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, como el Tren Maya y la autopista Pijijiapan, San Cristobal-Palenque, entre otros. “Las mujeres defenderemos con nuestra vida, nuestro territorio y la madre tierra”, comentaron.

Fuente e imagen: https://www.tercerainformacion.es/articulo/internacional/2020/03/10/mexico-mujeres-zapatistas-se-unen-al-paro-un-dia-sin-nosotras

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La lucha por un «internet feminista»

Por: Tamara Pearson

México debate una nueva legislación para lograr un internet libre de acoso y de sexismo. La Ley Olimpia, una de las pocas iniciativas parlamentarias de origen popular, pone en discusión el poder de las redes, el patriarcado y las relaciones sexistas en un medio que muchos consideran la panacea de la democracia.

Cuando Patricia Azcagorta se presentó como candidata a la alcaldía de Caborca (en el estado de Sonora) en 2018, circuló en las redes sociales un video de una mujer bailando en ropa interior, junto con fotos de Azcagorta. Además, había mensajes acusándola de ser stripper.

El uso de imágenes íntimas -reales o falsas- para atacar la credibilidad de una mujer, avergonzarla o silenciarla, es uno de los diversos tipos de violencia contra las mujeres a través de internet que el gobierno de México formalizará como delito en los próximos meses.

La llamada Ley Olimpia es una modificación de una ley existente sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia. Y es, además, una de las pocas iniciativas jurídicas mexicanas que tiene origen popular. Fue aprobada por unanimidad por el Congreso Nacional en noviembre del año pasado tras una fuerte campaña de Olimpia Coral Melo y varios grupos feministas. Ahora es necesario que sea aprobada por el Senado.

Coral Melo tenía solo 18 años cuando un video de ella desnuda fue difundido en WhatsApp. Como resultado, fue insultada por la prensa local, que utilizó sus imágenes en sus portadas para vender y se la conoció como «la gordibuena de Puebla» (una referencia sexista a la forma de su cuerpo). Recibía numerosas peticiones de sexo por parte de los hombres. Ella contó que se encerró en su casa durante ocho meses e intentó suicidarse tres veces. Cuando intentó finalmente denunciar lo sucedido en la oficina del Fiscal, se le informó que no se trataba de un delito. Así que se organizó con otras mujeres para crear una propuesta de enmienda o una ley. Pero la enmienda que se está aprobando ahora tiene limitaciones y muchos activistas, basados en su experiencia en el sistema legal mexicano, dudan que sea implementada justamente. De hecho, México tiene la tasa de impunidad más alta de América.

En el mundo de internet, los hombres dominan los medios de comunicación (como expertos y periodistas) y la sección de comentarios. Ahora, la pregunta es si esta enmienda es un paso inicial positivo para crear un internet libre de violencia basado en principios de respeto e igualdad para las mexicanas o si es más bien un obstáculo.

Tipos de violencia digital cometidos en México y su impacto

Según la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones de México, más de 9 millones de mujeres del país se han enfrentado a algún tipo de agresión tecnológica. Luchadoras, un colectivo feminista mexicano que pasó dos años acompañando a mujeres que experimentaron violencia en línea, identificó 13 tipos de agresión. Entre ellas se encuentran el acecho y la vigilancia constante, las amenazas, la expresión discriminatoria, la difusión de información personal o íntima, el lucro por explotación sexual a través de imágenes, el acoso y la extorsión.

Un ejemplo común de aprovecharse de las imágenes son las cuentas como la ya borrada @quieromipack, que venden o intercambian «paquetes» de fotos o videos íntimos o sexualmente explícitos. Un tuit de esa cuenta decía: «Cientos de fans están recibiendo sus paquetes. Si tienes packs de tus amigas, ex novias, o tomas packs o tienes los tuyos propios… contáctanos y te lo cambiaremos por un pack de nuestra página o por una membresía». Tenga en cuenta que cuando se refiere a «amigas» y «novias», las palabras son femeninas, y que no se requiere consentimiento en esta página web para enviar fotos de otras personas.

Luchadoras también realizó un estudio sobre la violencia digital contra las mujeres durante las elecciones de 2018 (en las que se disputaron 18.299 cargos desde el nivel nacional hasta el local) y encontró que las agresiones online más comunes contra las mujeres durante el período electoral fueron expresiones discriminatorias, amenazas y campañas de descrédito. Además, demostraron que había cinco patrones clave subyacentes a las agresiones: juzgar el carácter sexual del candidato, la objetivación sexual, los ataques a la familia, los roles de género y la apariencia. Lucía Rojas, por ejemplo, era una joven feminista que se presentó como candidata independiente y ahora es diputada federal. Ella dijo que, durante la campaña, su imagen, los tatuajes y los piercings fueron atacados y que fue injuriada por ser mujer, lesbiana y joven. «Mi credibilidad, conocimiento y experiencia fueron cuestionados», aseguró.

El impacto de la violencia en línea para las mujeres, tanto en el nivel individual como colectivo, suele considerarse menos significativo porque tiene lugar en un espacio de naturaleza virtual. Pero «lo que es virtual también es real, y eso significa que los efectos de este tipo de violencia son reales, se sienten en el cuerpo, en el espíritu y en los derechos de la mujer», señaló Lourdes Barrera, de Luchadoras.

La doctora Emma Short, psicóloga e investigadora de psicología cibernética de la universidad de Bedforshire, piensa que el impacto del abuso en línea es mayor «porque su condición de víctima se difunde para que todo el mundo la vea. A menudo se une un tercero por lo que la multitud o la manada va tras de ti. Así que muy rápidamente, se siente como si el mundo entero estuviera detrás de ti». Luchadoras habló con mujeres que habían experimentado violencia en línea e identificaron los impactos que éstas habían tenido, incluyendo náuseas, dolores de cabeza, falta de apetito, estrés, ansiedad, rabia, depresión, paranoia, miedo, confusión e impotencia. También hablaron sobre la autocensura y el abandono de la tecnología.

La violencia pública, como la violencia en línea, es una táctica para ejercer poder sobre las mujeres. Afecta nuestra capacidad de expresarnos libremente, mientras que el discurso de odio y el abuso de los trolls es tolerado.

México hace cambios

La enmienda al artículo 6 de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia define a la violencia digital como «cualquier acto a través de las tecnologías de la información y la comunicación, las plataformas de internet, las redes sociales o el correo electrónico que atente contra la integridad, la dignidad, la intimidad, la libertad o la vida privada de las mujeres, o que cause daños o sufrimientos psicológicos, físicos, económicos o sexuales». Esta enmienda, conocida como la Ley Olimpia, enumera este tipo de violencia incluyendo el acoso, las amenazas, los insultos, la violación de datos y los mensajes de odio.

La sentencia señala la necesidad de campañas de educación, programas de prevención y capacitación. Los delitos pueden ser denunciados a la Fiscalía, que puede ordenar a las empresas que están detrás de las plataformas que bloqueen o eliminen las imágenes o vídeos implicados. Las penas varían según el estado, pero incluyen hasta seis años de prisión o multas de hasta 4.600 dólares.

Hablé sobre la enmienda con Isabel Portillo, una psicóloga que se ha enfocado en la violencia y en la capacitación sobre el acoso cibernético en la fundación En Movimiento. Ella argumentó que la Ley Olimpia era necesaria, y que «los esfuerzos de Olimpia han comenzado a tener un impacto. Sin embargo, es necesario tomar más medidas para eliminar la violencia que hay en las redes sociales». Dijo que era importante dar a conocer la enmienda para que las víctimas puedan denunciar el ciberacoso y que quienes lo practican sean conscientes de las consecuencias.

Sin embargo, también hablé con Martha Tudón, coordinadora de derechos digitales de Articulo 19 México, una organización centrada en la defensa de la libertad de expresión y el derecho a la información. Ella sostuvo que la enmienda era problemática. «Las definiciones son muy generales. Por ejemplo, ¿qué es la intimidad? Podría ser mi cuello, mi cabello. Lo que hemos visto con este tipo de leyes ambiguas es que todo puede caer en su ámbito y se utilizan para atacar a los periodistas. Las personas que más se aprovechan de estas leyes son las autoridades que ven algunas noticias en internet y quieren que las eliminen», apuntó. «Tales leyes terminan siendo usadas para el populismo, para que los políticos puedan lavarse las manos y no mejorar las cosas de raíz. La enmienda es muy cosmética. Además, el árbitro es el Estado. ¿Realmente quieres darle a un Estado patriarcal la capacidad de decir qué contenido debería estar en internet?».

Desde Luchadoras dicen que la Ley Olimpia corre el riesgo de quedarse solo en el papel. Reclaman procesos de denuncia adecuados que sean sensibles a las necesidades de las mujeres y que las protejan en lugar de revictimizarlas. Dicen que más allá de multas o la prisión, son importantes las acciones que ayuden a las mujeres a recuperarse, así como las garantías de que los delitos no se repitan.

La desigualdad es inherente a la arquitectura de internet

Internet está jugando un papel en «la estructuración de nuestras identidades y la organización de nuestras interacciones sociales», dijo la doctora Charlotte Webb, cofundadora del «internet feminista». Además, aseguró que internet también se basa en las mismas estructuras económicas y de poder que el mundo real.

La dominación de los hombres sobre el sector tecnológico se expresa en tanto usuarios y en tanto propietarios. Sus prejuicios de género se reproducen en la tecnología como Alexa y Siri -asistentes personales con voces femeninas-. El contenido de internet, desde el porno hasta los medios de comunicación, también está dirigido en gran medida por hombres. En Wikipedia, por ejemplo, más del 80% de los editores son hombres. Esa falta de diversidad se traduce en el hecho de que sólo el 17,7% de las biografías en la Wikipedia en inglés son sobre mujeres.

En México, «a menudo los hombres son los que (en su familia) son dueños de los aparatos electrónicos». Es un mecanismo de poder. Le prestan el suyo a su pareja por un tiempo. «Así que controlan cómo accedemos a él y eso significa nuestro acceso a la educación, a la cultura, a la información sobre temas como la salud», afirmó Tudón.

Además, internet está «colonizado por hombres de Estados Unidos», argumenta. «Y cuando hay mujeres, son blancas y privilegiadas. Creo que internet será más inclusivo cuando las comunidades tengan sus propias herramientas de información y difusión. En México, utilizamos principalmente Facebook, Twitter, Google, WhatsApp, lo que significa que estamos utilizando herramientas hechas en los Estados Unidos que responden a un contexto diferente».

Tudón afirma que espera que llegue el momento en que las comunidades puedan crear su propio contenido en sus propios idiomas, en sus propios términos. Isabel Portillo tiene una apuesta similar. Alienta a las mujeres de México a que presten apoyo mutuo a otras mujeres en internet que estén siendo atacadas. «Tenemos muchas posibilidades de mostrar solidaridad», concluyó.

Fuente e imagen: https://nuso.org/articulo/el-internet-feminista-por-el-que-luchan-en-mexico/

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