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Argentina: El Gobierno de Santa Fe realizó un webinar sobre violencia laboral con perspectiva de género

El Gobierno de Santa Fe realizó un webinar sobre violencia laboral con perspectiva de género

Por Impulso

Con la presencia del ministro de Trabajo, Roberto Sukerman, y la secretaria de Igualdad y Género, Celia Arena, más de 300 personas siguieron de manera virtual la actividad que contó con el respaldo de la OIT.

El Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de Santa Fe, realizó un webinar sobre Abordaje de la Violencia Laboral con Perspectiva de Género en el que participaron más de 300 asistentes de manera virtual.  La actividad contó con la exposición de especialistas, y se dio en el marco de la media sanción del  Senado a la ratificación del convenio 190 sobre la eliminación de la violencia y el acoso en el mundo del trabajo de la OIT.

El ministro de Trabajo, Roberto Sukerman, indicó que hay un fuerte compromiso del Gobierno de Santa Fe para fortalecer las instancias de capacitación a través de la Dirección de Empleabilidad Inclusiva, mejorar el acceso al trabajo de los sectores más vulnerables e intervenir en los reclamos de violencia laboral en el ámbito privado.

Por su parte, la Directora Provincial de Promoción del Empleo Digno, Fernanda Medina, señaló que incorporar la perspectiva de género permite generar mayores niveles de equidad, y garantizar espacios laborales libres de violencias.

Entre las y los expositores se destaca la presencia de la secretaria de Estado de Género e Igualdad, Celia ArenaJavier Cicciaro, Coordinador de la Iniciativa Spotlight de la OIT; Patricia Saenz, de la Oficina de Violencia Laboral del Ministerio de Trabajo de la Nación; Mónica Macha, Diputada Nacional del Frente de Todos; Lucila de Ponti, diputada provincial del PJ; Celina Font, actriz integrante de la Comisión Directiva de SAGAI; y Sabrina Cartabia, abogada feminista.

Fuente de la Información: https://www.impulsonegocios.com/el-gobierno-de-santa-fe-realizo-un-webinar-sobre-violencia-laboral-con-perspectiva-de-genero/

 

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Argentina: Signos vitales

Signos vitales

Por Fernando Buen Abad Domínguez

 

Filosofía de la semiótica para una revolución del “sentido” deseable, posible, realizable y perfectible.

Fuente: Rebelión

Mientras tengamos las cabezas humanas convertidas en millones de campos de batalla, necesitamos un cuerpo científico, de nuevo género, para intervenir críticamente en la producción de los signos y solucionar, de raíz, muchos problemas semióticos impuestos a nuestros pueblos. Eso implica una tarea dialéctica que mientras desactiva la maquinaria sígnica hegemónica, contribuya a gestar un “nuevo orden mundial” en la producción de sentido. Necesitamos un instrumental científico capaz de impulsarse con la vanguardia del pensamiento descolonizado y descolonizador; que tenga el “don” de la ubicuidad y de la velocidad; que interpele todo y se interpele, a sí mismo, en la praxis que moviliza la nueva producción social del conocimiento. Ciencia contra la dictadura del mercado y contra los vicios más odiosos en los campos de la investigación. Ciencia del movimiento general de los procesos de significación y sus metabolismos. Ciencia semiótica emancipadora al servicio de las luchas sociales. Estamos bajo peligro si permanecemos como un archipiélago inmenso de semiósferas inconexas. Basta de ilusionismo.

“Semiótica” aquí, significa: ciencia para la praxis que interviene en los procesos de producción, distribución y consumo de “sentido”, en sus causas y en sus fines, en las redes de signos y los procesos dialécticos de significación, decodificación y transmisión. Que evidencie los fondos y trasfondos de toda significación, de sus raíces económicas y de los mecanismos sígnicos que las expresan. Que analice y denuncie las técnicas de la “manipulación simbólica” y produzca, críticamente, hipótesis, tesis y movilizaciones con modelos para un “nuevo orden mundial” de la semántica, la sintaxis y la dialógica emancipadoras contra el contexto de hegemonía económica e ideología opresora.

Es una trampa separar la economía de la ideología, la infraestructura y la superestructura. Entre la infraestructura y la superestructura existe una relación dialéctica, desigual y combinada, caracterizada por tensiones y luchas complejas que no admiten simplismos ni linealidades bobas ante el amasijo de intereses, objetivos y subjetivos. Esas tensiones y contradicciones -de la lucha de clases- producen también “signos” que son productos sociales determinados históricamente para “representar” intereses, hechos, fenómenos o acciones concretas. Muy pocos objetos, naturales o culturales, (y sus mezclas) han quedado, en su desarrollo histórico, exentos de significados (directos o indirectos).

Quizá el ejemplo más acabado de nuestro tiempo, donde se ejemplifica mejor la convergencia sígnica de todas las tensiones de clase en disputa, sea la mercancía. En toda mercancía habita un corpus de “sentido” ideológico que ha sido convertido en mercancía, incluso el Trabajo ha sido convertido en mercancía y en signo. Y también las materias primas que se han convertido en mercancía, han sido tocadas por la producción hegemónica de sentido que, a u vez, también se ha convertido en mercancía. “La devaluación del mundo de los hombres”, pensaba Marx “está en proporción directa con el creciente valor del mundo de las cosas”.

Que la Semiótica no se reduzca a mercancía ella misma porque la necesitamos “emancipada” y capaz de revelar la trama ideológica que es nervadura de las mercancías bajo el capitalismo. No una semiótica para la ocultación. Si la ideología de la clase dominante se basa en adoctrinar al mundo bajo el dogma de “acumular” mucho, a bajo costo y con poca ética, acumular con base en el trabajo de otros y hacer que crean que es por su bien; nuestra Semiótica debiera ser ciencia de la producción de sentido emancipador, de sus medios y de sus modos. Semiótica que desmonte los comunes denominadores ideológicos (falsa consciencia) de las máquinas hegemónicas de producción de sentido: religión, familia, estado, derecho,  educación, moral, filosofía, ciencia, arte, etcétera… impuestos por el capitalismo, porque no son más que modos especiales de la producción y reproducción del sistema sujetos a la ley general de producir plusvalía para unos pocos, cada vez más pocos y más poderosos. “Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio” Einstein

Sabemos bien que “las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en cada época; o, dicho en otros términos, la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad es, al mismo tiempo, su poder espiritual dominante”. Sabemos que no existe una ciencia inmune a las ideologías que la rodean. Que no hay ciencia “inmaculada”. Por eso aquí preferimos que identifique y declare sus marcos filosóficos, esta vez humanistas de nuevo género y emancipadores, en oposición al viejo método de traficar ideologías “bajo la mesa”. Necesitamos una Semiótica emancipadora que asuma su responsabilidad de dirección y de fuerza social para intervenir en el modo de producción y en las relaciones de producción del conocimiento científico, también, porque en el presente el modo de producción dominante del conocimiento científico ha sido reducido a símbolo del conocimiento-mercancía.

Es un error creer que para superar al capitalismo es suficiente con desactivar sus resortes económicos y es falso que sólo combatiendo las ideas de la clase dominante se debilita la estructura de la contradicción capital-trabajo. Necesitamos una instrumental científico que no sólo sirva para analizar sino que, también, sirva para transformar. Ciencia incubada por la praxis dialéctica del pensamiento y la acción críticos. Ciencia emancipadora y emancipada de la dictadura del mercado. Ciencia interdisciplinaria, multidisciplinaria, trans-disciplinaria capaz de nutrirse con los problemas objetivos y producir soluciones para el corto, mediano y largo plazo. Desmontar los anti-valores del consumismo, del individualismo, de la moral burguesa basada en la hipocresía que hace pasar por filantrópica su pulsión alevosa por la plusvalía y la alienación.

Ciencia, además, que desactive la historia, el desarrollo y las consecuencias de la guerra psicológica desatada para intoxicar la mente de los pueblos con dispositivos ideológicos esclavizantes. Miedos, anti-política, odios, banalidades, vulgaridades, mentiras, complejos, adicciones…Ciencia parida por la Filosofía de la Praxis (Sánchez Vázquez). Explicación objetiva del universo, sus formas y procesos, sus enlaces internos y sus conexiones, sus acciones recíprocas y la intervención humana posible en las condiciones y medios necesarios. (Eli de Gortari). Necesitamos una Semiótica emancipada y para la emancipación, que entienda que la base económica no determina mecánicamente a la superestructura pero que son indisociables y eso importa mucho porque la vida simbólica de la sociedad, sometida a los procesos acelerados de monopolización de “medios” y de discursos, ha convertido las cabezas humanas en millones de campos de batalla. La Guerra Simbólica.

Dr. Fernando Buen Abad Domínguez, Director del Instituto de Cultura y Comunicacióny Centro Sean MacBride Universidad Nacional de Lanús

Fuente de la información: https://rebelion.org/signos-vitales-2/

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Argentina: ¿Dónde está Gisela Gutiérrez?

América del Sur/Argentina/19-07-2020/Autor(a) y Fuente: www.facebook.com/Campaña Contra las Violencias – Mendoza

Cinco años sin respuestas, cinco años sin justicia.

Este 19 de Julio se cumple un año más de la desaparición de Gisela Gutiérrez y desde la Campaña contra las Violencias queremos alzar nuestras voces para romper el aislamiento y volver a los cuerpos la pregunta urgente: ¿Dónde está Gisela?

Convocamos a las organizaciones feministas, sociales y políticas a difundir y acompañar a la familia de Gisela en esta lucha que vienen sosteniendo a pesar de la desidia estatal y las múltiples violencias patriarcales

¡El estado en todos sus poderes es responsable!

Fuente e Imagen: https://www.facebook.com/1087555371397134/photos/a.1133231133496224/1712764618876203/

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Argentina: Femicidios en cuarentena: el 43 % de las mujeres fueron asesinadas en Buenos Aires

Desde el 20 de marzo al 9 de julio se registraron 82 víctimas fatales en el contexto de violencia de género. La mayoría de los casos se produjeron en territorio bonaerense, y le siguen las provincias de Santa Fe y Tucumán.

Blanca fue atacada a puñaladas ayer en su casa de la localidad bonaerense de José León Suárez. Las heridas fueron tantas que no sobrevivió. Su marido está prófugo y lo buscan como autor del crimen. El de Blanca no fue un hecho más, la provincia de Buenos Aires acumula la mayor cantidad de femicidios desde que se decretó la cuarentena obligatoria por el coronavirus.

Desde el 20 de marzo último al 9 de julio pasado, fueron asesinadas 35 mujeres en territorio bonaerense, según el último reporte de la ONG La Casa del Encuentro. Lo que representa el 43 por ciento del total de casos (82) que se registraron a nivel nacional.

El de Camila Taracco, Claudia Repetto, Cristian Iglesias y su hija Ada, Florencia Santa Cruz y Romina Videla son alguno de los femicidios que se produjeron en ese periodo. Ayer, el homicidio de Blanca Susana Saravia (54) se sumó a la lista.

Blanca fue atacada en su casa ubicada en Alfredo Palacios al 100 en José León Suárez, en el partido de San Martín. Según los primeros reportes, la mujer fue atacada con un cuchillo y la mayoría de las heridas las tenía en la espalda.

El Observatorio de Femicidios Adriana Marisel Zambrano, de @Casadelencuentr , da a conocer el informe de #femicidios ocurridos desde el 20/3 hasta el 9/7 como forma de visibilizar que la VdeG aumenta en la convivencia obligada, siendo la vivienda el lugar más inseguro. (1/9)Imagen

Fue llevada de urgencia al hospital pero no resistió y falleció. El acusado fue identificado como Carlos Alberto Flores (40), pareja de la mujer hace más de 15 años y con quien tenía un hijo en común. Después de matar a Blanca, escapó y ahora es buscado por la policía.

Epicentro de los femicidios.

“En CABA y el AMBA se volvió a la fase 1 de la cuarentena para protegernos del contagio del COVID y con esta medida aumentó el peligro para quienes se encuentran en situación de violencia”, alertaron desde La Casa del Encuentro. Es la provincia de Buenos Aires la que registra más casos. Le sigue Santa Fe con diez y Tucumán con siete. Capital Federal tuvo dos crímenes vinculados con la violencia de género.

Durante los 112 días de cuarentena la asociación civil contabilizó 82 femicidios en todo el país. Y el 71 por ciento de los casos se registraron en la propia vivienda de la víctima.  Como fue el doble homicidio de Cristina Iglesias y su hija, Ada (7). Ambas fueron asesinadas y enterradas en el fondo de la propiedad en donde vivían en el partido de Lanús. La pequeña Ada fue una de las cinco nenas asesinadas durante este periodo.

 

2020 03 27 Cristina Iglesias Ada Desaparecidas Monte Chingolo

Romina Videla (37) fue rescatada con el 80 por ciento del cuerpo quemado luego de que su ex pareja prendiera fuego la casa de la mujer, con ella adentro, pero luego de cinco días murió. Héctor Carrizo (60) fue detenido en La Plata.  Como destacan desde el organismo, la casa se convirtió en el lugar más inseguro, durante la pandemia, para las mujeres que sufren violencia de género.

En el 65 por ciento de los casos el agresor era pareja o ex pareja de la víctima. Como en el crimen de Claudia Repetto (53) el acusado de haberla matado y haber enterrado su cuerpo cerca de la ruta 11 en Mar del Plata fue su ex pareja, Ricardo Rodríguez. «Estaba por salir con un tipo, me agarró un ataque de celos, me enloquecí, la maté y la enterré», le habría dicho Rodríguez a la policía, al confesar el femicidio el 28 de marzo pasado.

El acusado de terminar con la vida de Camila Tarocco en Moreno fue su ex novio, quien en las redes sociales simulaba estar preocupado por el paradero de la joven.

Femicidio Camila Tarocco

Medidas.

El 3 de julio pasado el gobierno  presentó «Plan Nacional de Acción contra las Violencias por Motivos de Género” basado en 15 ejes que incluyen la creación de centros territoriales integrales, la modernización de la línea 144, y un programa de asistencia monetaria y con acompañamiento a mujeres y personas LGTBI+ en situación de riesgo.

Según expresó la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta “con este plan nos proponemos un conjunto de acciones de prevención que nos permitan actuar a tiempo en situaciones de violencia y, a su vez, en el mediano y largo plazo transformando patrones sociales y culturales”.

“Desde La Casa del Encuentro y su Observatorio de Femicidios, esperamos que los cuatro ejes en los que se sostiene el plan: prevención, asistencia, reparación y protección, se cumplan de manera efectiva e inmediata y se le otorgue el presupuesto necesario para su implementación con el objetivo de lograr la erradicación de las violencias y los cambios culturales indispensables que se darán con la continuidad de las políticas públicas”, sostuvieron en un comunicado desde la asociación.

Fuente: https://www.perfil.com/noticias/policia/femicidios-en-cuarentena-el-43-de-las-mujeres-fueron-asesinadas-en-buenos-aires.phtml

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La educación tiene que ser una prioridad, apunta presidente argentino

América del Sur/Argentina/16 Julio 2020/prensa-latina.cu

El presidente argentino, Alberto Fernández, apuntó hoy que la educación debe ser una prioridad al presentar el Programa Nacional de Inversión en Infraestructura Universitaria 2019-2023, que beneficiará a más de un millón y medio de estudiantes.

En total el plan incluye 63 nuevas obras en 47 universidades nacionales, que permitirá extender la cobertura y mejorar el Sistema Universitario Nacional en 19 provincias más la capital argentina.

Desde la Residencia de Olivos, el mandatario reivindicó la educación pública tras señalar que de allí han salido grandes hombres y mujeres de este país, entre ellos sus premios Nobel.

El camino que tiene que abrazar Argentina es la educación pública, dijo el mandatario tras recordar que esta nación fue pionera en la región en esta materia y muchos trabajaron para llegar a ese nivel como Manuel Belgrano o Domingo Faustino Sarmiento, quienes siempre supieron que en el conocimiento estaba el futuro.

Tras resaltar que el destino de las naciones debe estar directamente vinculado al conocimiento y al saber, pues tiene que ver con el futuro, el gobernante celebró que con este plan se le pueda dar un mejor estándar a más de un millón y medio de estudiantes. Eso, dijo, es apostar al futuro.

Durante el acto estuvieron presentes los ministros Nicolás Trotta (Educación) y Gabriel Katopodis (Obras Públicas), y los rectores de las universidades nacionales que forman parte de este programa.

Al tomar la palabra, el titular de la cartera de Educación reafirmó que esto es un paso fundamental para profundizar el desarrollo de la investigación en las universidades y ampliar los derechos al acceso a la educación superior.

La respuestas a los grandes desafíos que tiene Argentina en la etapa pos pandemia, están en nuestras aulas y en los institutos de investigación, expresó.

Fuente e imagen tomadas de: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=381935&SEO=la-educacion-tiene-que-ser-una-prioridad-apunta-presidente-argentino
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Entrevista a Evo Morales: “En siete meses han destrozado Bolivia”

Por: Martín Pared

 

Desde Buenos Aires, el ex presidente boliviano habla con El Salto sobre la situación social y económica de Bolivia, el impacto de la pandemia y la deuda externa.

Desde el 12 de diciembre de 2019, Evo Morales vive en Argentina como refugiado político. Con la llegada de Alberto Fernández a la Casa Rosada, el dirigente aymara y presidente de Bolivia entre 2006 y 2019 pudo instalarse en Buenos Aires, después de pasar por México y de que un buen número de países latinoamericanos le dieran la espalda.

El 10 de noviembre Evo Morales tuvo que renunciar a la presidencia entre acusaciones de fraude y un golpe de Estado apoyado por la derecha boliviana, la policía y las Fuerzas Armadas. Después de semanas de protestas en las calles, la elite del país, junto con otros sectores sociales descontentos con la gestión del MAS, colocaron en el Palacio Quemado a la abogada ultracatólica y presentadora de televisión Jeanine Áñez.

En marzo esta política conservadora decretó la cuarentena total. Desde entonces, la convocatoria de elecciones presidenciales se fue dilatando. Finalmente, la creciente presión social y política hizo ceder al Gobierno de facto, que ha fijado los comicios el 6 de septiembre. La Central Obrera Boliviana había dado un ultimátum al ejecutivo de Áñez: “Se van en elecciones nacionales o se van con convulsión social”. Carlos Mesa, que salió segundo en las polémicas elecciones del 20 de octubre y apoyó el golpe contra Evo Morales, se sumó a la exigencia de nuevos comicios y rechazó cualquier prórroga. El panorama político está marcado por las graves consecuencias de la pandemia, que ya comienzan a sentirse en Bolivia. El colapso del sistema de salud y las imágenes de cuerpos tirados en las calles recrean las dolorosas escenas vistas en Guayaquil, Ecuador.

Mientras tanto, desde una Buenos Aires que ha vuelto a la cuarentena más estricta, Evo Morales no detiene la marcha de la campaña electoral para que su ex ministro de Economía y candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), Luis Arce Catacora, llegue a la presidencia.

Antes de la pandemia se quedaba en la casa de una familia de amigos argentinos, donde también acostumbraba a reunirse con algunos “hermanos bolivianos y periodistas”. Con el confinamiento, el ex presidente se trasladó a una oficina cedida por la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina. Para Evo Morales, la Argentina no solo es un país fuertemente vinculado a su presente como refugiado, sino también con su pasado lejano. De esto y de otros temas de la política nacional e internacional accedió a conversar extensamente con El Salto el primer presidente indígena del continente desde su exilio porteño.

¿Cómo está viviendo su paso por Argentina? Sabemos que vivió aquí de niño. ¿Cómo fue esa experiencia?

Si, cuando era niño mi padre me trajo a Argentina, a Calilegua, en Jujuy. Me acuerdo siempre, era la zafra de caña. Y tenía mis cinco o seis años y no entendía nada del castellano, del idioma español. Era aymara cerrado. Había una norma argentina que obligaba a llevar a los hijos de los zafreros a la escuela. Y yo no entendía nada lo que hablaba la profesora, que se acercaba, me agarraba y me acariciaba mi cabello. “Evito, Evito”, me decía. Solo entendía eso, nada más. Acabó la zafra y retornamos hacia Orinoca, el pueblo donde nací. Mi papá era bien trabajador y con la zafra compró un catre, una cama. Antes dormíamos sobre el suelo, no había colchón, nada, nada, nada. Mi papá dormía conmigo en el catre. Mi hermana era jovencita y tenía 15 años y cocinaba para mi papá. Pasó el tiempo y mi hermana se casó. Y como es costumbre en el campo, como herencia, mi papá le regaló el catre a mi hermana. Otra vez la familia quedó sin catre. Otra vez toda la familia en la pampa, en el suelo. Qué recuerdo, ¿no?

Ahora acá estoy muy bien. Mucha solidaridad. Bolivianos o bolivianas cada dos o tres semanas me traen frutas y verduras, cajas y cajas, muchos regalos. Ayer me llegó, por ejemplo, asado de unos bolivianos. Ayer también me ha traído un argentino carne, aquí hacen parrilladas. Cada fin de semana aparecen regalos. Hay una familia que me manda cada dos o tres días panes, empanadas. Impresionado. Estoy muy agradecido por este apoyo y esta solidaridad, como también con el gobierno argentino.

Jeanine Áñez pidió al candidato del MAS, Luis Arce Catacora, y también al candidato Carlos Mesa, “que asuman con valentía la responsabilidad que tienen al haber exigido con tanta insistencia” realizar las elecciones “en plena pandemia” y en momentos en los que se ha agravado la situación en su país con un sistema de salud colapsado. ¿Cómo ha tomado estas declaraciones?

El pueblo pide elecciones, el 80%. Además de eso, si es un Gobierno de transición, debe cumplir la Constitución, ya que en 90 días tiene garantizar la elección. Es una elección en base a la Constitución.

En segundo lugar, la pandemia no es responsabilidad de quienes no estamos en las autoridades. La Organización Mundial de la Salud en enero les advirtió a todos los Estados del mundo. Ya pasaron febrero, marzo, abril, junio, julio… seis meses en los que no hizo nada. ¿La cuarentena para qué es? La cuarentena es para que el Estado pueda comenzar a equipar, organizar, prevenir. Porque no toda la vida vamos a seguir en cuarentena. Pero la dictadura no hizo nada. Cada día se escucha un acto de corrupción. La incapacidad, la ineficiencia está llevando a una situación tremenda.

Lamentablemente Bolivia tiene dos pandemias: contra la vida y sobre nuestra economía. La primera el coronavirus, nos mata el virus. Y la otra nos mata de hambre. Falta asistencia gubernamental social. Con la cuarentena se paraliza el aparato productivo, por tanto, es mala la situación económica. Pero también la dictadura en diciembre tuvo un préstamo interno de 2.800 millones de bolivianos [cerca de 400 millones de dólares] para pagar sueldos y aguinaldos. En mi gestión nunca nos hemos prestado ni un dólar, ni un peso boliviano del Banco Central de Bolivia para pagar sueldos y aguinaldos. Hasta ahora, por lo menos hay 4.000 millones de dólares de deuda interna y externa. Los dejamos con 22% de deuda externa con relación al PIB y ahora estamos con el 30% de deuda con relación al PIB. Entonces, ¿de su fracaso nos echan la culpa? Su incapacidad, la inatención al pueblo boliviano. ¿Por qué no quieren elecciones? Porque saben que van a perder. La encuesta contratada por la propia dictadura señala: Arce 37%, Mesa 19%, Áñez 13 % y Camacho 8%. Somos ganadores en la primera vuelta. En otra encuesta somos ganadores con casi el 20% de diferencia. Así como en octubre ganamos en la primera vuelta ahora también vamos a ganar en la primera vuelta. No hubo fraude y si algo hubo de fraude es solo de la OEA. Defienden un golpe de Estado. Ahora el pueblo se da cuenta cómo un Gobierno de derecha y un Gobierno de facto gobierna. Nos tienen miedo, nos quieren echar la culpa o postergar las elecciones.

¿Usted cree precisamente que puede haber algún tipo de maniobra por parte del Gobierno de facto de aquí al 6 de septiembre? ¿Le da crédito a las versiones sobre un autogolpe en Bolivia que pueda poner en peligro las elecciones?

Permanentemente intentaron ellos conmocionar el país. No pudieron. Está también el tema pandemia que fue usada justamente para postergar las elecciones y no se descarta que Áñez pueda renunciar, dejar empantanada la administración. Todo por postergar las elecciones. Pero el pueblo es tan sabio que definirá en su momento cuál es el mejor camino para la liberación del pueblo boliviano.

¿Qué país y qué mundo tendrá que afrontar el nuevo Gobierno?

En siete meses han destrozado la economía. Me duele mucho. Con mucho esfuerzo y compromiso hemos construido, hemos dejado una Bolivia digna, soberana, productiva. Una Bolivia con mucha independencia, con dignidad, con libertad, pero también con mucha diversidad. La diversidad es la riqueza de nuestra identidad y es nuestra dignidad. Va a ser difícil reconstruir, pero con Lucho Arce juntos hemos empezado en 2006 y entonces también nos dejaron un Estado mendigo. Ahora, con semejante corrupción y nepotismo paralizaron todo el aparato productivo. No hay ni una inversión del Estado, cero de inversión para empresas públicas, menos para nuevas empresas productivas. Porque nosotros lo que hicimos fue nacionalizar [la telefónica] Entel, nacionalizar los servicios básicos, hidrocarburos, minerales. Nacionalizar y ampliar el aparato productivo en manos del Estado. Nosotros hemos dicho que el Estado invierte y por lo tanto genera divisas. Antes fuimos un Estado donde regulamos, pero invertimos. Se acabó, es el modelo 100% neoliberal. Que no nos echen la culpa a nosotros del fracaso de su modelo económico neoliberal.

Otro tema central para los países latinoamericanos es la deuda externa. En el caso de Bolivia, el candidato Luis Arce, aseguró que el Gobierno de facto, en solo seis meses, incrementó la deuda externa de Bolivia en 2.038 millones de dólares ¿Cómo ve el futuro del mecanismo de la deuda externa en el marco del nuevo escenario internacional que se abre?

La deuda total es de 4.000 millones de dólares. Ahora están pidiendo 7.000 millones de dólares. Nosotros, en los casi 14 años de gobierno, cero de préstamos del FMI porque siempre chantajea, condiciona. El golpe ha sido fundamentalmente a nuestro modelo económico, pero también al litio. Bolivia: seis años primero en crecimiento económico en Sudamérica ¿Y cómo? Especialmente sin el FMI nos hemos liberado.Y ahí están los resultados. Pues ahora vuelven, se someten directamente al Fondo que chantajea. Más de 300 millones de dólares se debe al Fondo. Pero al margen de ese tema, aquí nos hace falta una ayuda, una Celac [Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños] para negociar con las distintas instancias que dan préstamos a los gobiernos, pidiendo una condonación por esta situación de la pandemia. Esa es nuestra propuesta. Y segundo, por lo menos reprogramación de la deuda, mínimamente por dos o tres años, por lo menos, que no se paguen intereses ni capital. Cuando llegamos al Gobierno la deuda externa estaba por lo menos cerca del 55% con relación al PIB. Y nosotros bajamos a menos de 20%.

¿Cómo ve al mundo post pandemia?

Yo sigo pensando que esto es parte de una “guerra biológica”. Hace dos o tres años, me acuerdo, un documento del FMI decía que en la política del nuevo orden mundial es importante planificar la reducción de la población innecesaria, que ya las personas de la tercera edad son una carga del Estado. Yo no creía. ¿Por qué digo esto? Estados Unidos, conocido como una potencia mundial, es el que tiene más muertos en todo el mundo, en un día han muerto casi 3.000 en una sola ciudad, Nueva York. Ahora están llegando a los tres millones de contagiados. ¿Y dónde está esa potencia mundial?

Hace tres o cuatro días hablé con un periodista norteamericano. Yo le preguntaba: “¿Cómo está Estados Unidos? ¿Quiénes mueren?”. Los latinos, la gente pobre, la gente humilde. ¿Quiénes más mueren? Los afroamericanos, los negros. Al sistema capitalista la gente pobre, humilde, no le interesa. Si Estados Unidos es una potencia debería estar enfrentando la pandemia, evitando muertos. Y cuando no hay equipamiento como en Bolivia, peor todavía. Militares, policías, los médicos mueren en Bolivia por falta de equipos de bioseguridad. No le interesa a la derecha, que prioriza la plata y no la vida. Ahora estamos en una situación como en Brasil.

Pese a esto, siento que ahora el mundo va a cambiar. Como hay ausencia de Estado en Bolivia con el tema de la pandemia, ahora el pueblo salva al mismo pueblo. Ahora el pueblo cura al pueblo.

En mi región, en el Trópico de Cochabamba, en cada organización sindical tenemos un Secretario de Salud. Como los hospitales están colapsados, saturados, llenos, el dirigente, con el Secretario de Salud, un funcionario de la Alcaldía y un médico más pasan casa por casa a controlar. Encuentran una familia, niño, niña, abuelo, abuela, con síntoma de coronavirus, se clausura ahí, no sale. Y entregan medicamento natural y tradicional, casa por casa. El pueblo está controlando. Y a veces no hay médico, entonces solo controlan los movimientos sociales. Y ahora están recuperándose con medicina tradicional. El pueblo cura al pueblo.

Fuente e imagen:  https://www.elsaltodiario.com/bolivia/entrevista-evo-morales-bolivia-anez-elecciones-pandemia-coronavirus-economia-deuda

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Argentina: Sobrevida, desamparo y muerte en la calle

Entre las bocas de fuego de la imagen hubo una mujer. Un ser humano. Y fue la vida misma apagándose entre las llamas en lo que fue su casa: tenía la escritura provisoria (hasta que los desalojadores compulsivos dijeran lo contrario) de un trozo de vereda con la autopista como techo. Alguien o algunos –la verdad nunca hace luz sobre los márgenes- la roció seguramente con algún líquido y la hizo arder. No hay identidad, no hay nombre y cuando lo hay nadie tiene la certeza de su verosimilitud. Después de todo, cuenta a APe Barby Alegre, de la organización Sopa de Letras, “hay quienes olvidan sus nombres después de hacerse de llamar de otra manera durante años. Y también hay quienes prefieren elegir el propio”. Por Claudia Rafael para APe.

“Nosotros pasamos por ahí el domingo al mediodía. En Virrey Ceballos, entre San Juan y Cochabamba. Y creímos que sólo habían quemado las cosas. Pero sabemos que el sábado a la noche alguien prendió fuego en una de las ranchadas y estamos averiguando en hospitales pero todavía no tenemos claridad”, contó a APe cuando todavía no habían logrado confirmar la muerte. “En ese lugar –describió ayer en la tarde- suele haber varias personas, que van y vienen. Y por eso mismo no hay certeza de quién es la víctima. Tenemos muchísima bronca y muchísimo dolor. Queremos que este horror sea visible. Porque sea la chica que imaginamos que es o cualquier otra son las mismas personas que acompañamos todos los días, a quienes llevamos la comida, de quienes escuchamos sus historias”.

Barby cuenta de los quemados. De las casitas hundidas entre cenizas. Del hombre prendido fuego por los dos vecinos de Mataderos hace un año y de los otros dos que murieron entre las llamas en las barrancas de Belgrano. Reconstruye la historia de la familia que vivía en una casa rodante en Boedo. “Nosotros los ayudamos a construirla. Allí viven una pareja con siete hijas e hijos. Tuvieron mucha suerte porque perdieron todo pero nadie murió”.

Son las historias de los subsuelos del sistema. Que invisibiliza a los nadies o toma –a través de sus brazos vengadores- la decisión de borrarlos definitivamente de la vida.

A los 33, una mujer vive con su hijito de 8. Desde la vidriera de ese submundo al que los arrinconó un modelo que trasciende pandemias y covides el niño mira. Ve a los hombres astronautas descender del camión, dispuestos a manguerearlos. Intuye que no es una amenaza. Y acierta una vez más de tantas. Hace demasiado frío. La madre del niño le contó a Barby la escena que los dejó sin nada esta semana.

Desde Sopa de Letras le quita el velo a muchas otras crónicas de las ranchadas. Apura el diálogo con APe porque tiene que volver a poner el cuerpo en las calles del sur porteño y de Lanús. Donde coincide en la entrevista virtual con Jonatan Zaín, Julieta Garay y Marina Bo, los tres de la organización Bondi Sur. Todos ellos son los ojos de los caídos, de los rotos, los que fueron cayendo por los acantilados del modelo hace dos o tres años o los que empiezan a asomar por las ollas callejeras hace escaso mes y medio o dos, en plena pandemia. También están “esos pibes de 30 que viven en la calle hace 17 ó 18. Pasaron por todo. Por casas, por instituciones pero pasaron la mayor parte de sus vidas en la calle”, cuenta Jona mientras habla del espacio que se armaron hace ya tiempo en la estación de trenes de Lanús y al que uno de esos pibes asiste jueves y domingos por la noche.

“No podés estar acá…”

José tiene 38 años y es paraguayo. Las calles del sur del conurbano son su territorio. “A mí la policía me echó un montón de veces de los lugares en los que paro. Me siento como una pelota de ping pong, como un perro, de un lugar a otro. A veces no sé qué voy a hacer: circule, circule, te dicen. No me dejaron ni ir al baño. Personas como yo que no tenemos dónde caer muertos… Creen que llevamos esta vida por gusto de estar así. Y eso me baja el ánimo, las ganas de vivir se te quitan, porque no sos un animal, sos una persona. No puedo pasar a Constitución porque no te permiten, no puedo irme. Falta un poquito más de amparo, de gente que te entienda. Dónde voy a estar yo mientras no pueda ir a ninguna parte… yo soy una persona en su sano juicio, asimilo las cosas, qué puedo hacer. Acá si me pongo a dormir no le puedo hacer mal a nadie. Me pueden prender fuego, que son los riesgos que uno corre. Me trabaja la cabeza, me puede pasar. Antes de la cuarentena los chicos que salían de fiestas te veían y te zarandeaban, se te morían de risa. Ahora no son ellos, la policía te hace salir, no podés estar acá, pero qué puedo hacer… me voy a la plaza y otra vez viene el patrullero. Me vengo a la estación, acá no podés estar… tengo paciencia pero me indigna, me frustra…”

Reglas de la calle

Bondi Sur mira el rostro del pibe de 30 y lo rescata con una sistematicidad de años del sitial del olvido cada jueves y cada domingo. Jona, Barby, Julieta y Marina hablan de viejos anclados en las calles desde que la circularidad de los márgenes los va llevando a dejar de pagar la luz, a no tener gas, a quedar a oscuras y con techo para dormir pero platos vacíos para comer.

Demasiadas veces hay una pulseada con integrantes de fuerzas de seguridad. “Algunas veces tuvimos que sacarle pibes a la policía cuando los estaban corriendo. Pero lo que suelen hacer es verduguearlos hasta cansarlos”, desgrana Jona. Y Marina acompaña el relato: “Están buscando la reacción. No es directamente la violencia sino provocar un por qué para actuar. Hay muchos chicos que están en consumo, en la plaza, y cuando estamos las organizaciones sociales no los provocan tanto, pero hay muchas veces en que están realmente densos”.

La pandemia les cambió el escenario y sus protagonistas. “Si bien tenemos personas que son históricas, que están con nosotros desde hace años, hay unos cuantos que encontraron ollas nuevas más cercanas al lugar en el que paran o en el que viven y dejaron de venir. Pero apareció mucha otra gente, con o sin techo, que recurre a nosotros por la pandemia. Hay un muchacho que viene desde Claypole; otro, que era voluntario de una organización en capital y era de Lanús que cuando se quedó sin trabajo en la pandemia empezó a venir a comer a la estación. Hay una mujer, Norma, que tiene cerca de 80 años que vive a 10 cuadras de la estación y viene a comer. Y nosotros le queremos llevar el bolsón a la casa y no acepta, porque quiere venir”. Se juegan seguramente crónicas de soledad y aislamiento. Y Norma, como tantos, necesita de la palabra compartida.

La calle tiene otras reglas. Ajenas a los protocolos ministeriales. El pico de botella o el faso compartido, el calor humano de dormir cuerpo a cuerpo en una vereda y entre cartones, la cercanía imprescindible que no sabe de alcoholes en gel o lavandinas, el barbijo que pasa de manos y cubre de repente otras narices y otras bocas. “Pero es lo que hay, reflexiona Jona. Hay muchos que por la desesperación, para conseguir un mango para llevar a la casa, hacen cosas que saben que los ponen en riesgo por más que no quieran. Y además, cuando vuelven a la casa no pueden desinfectar todo lo que traían, un baño, cambios de ropa. Ya sus vidas mismas son un riesgo”.

Julieta necesita seguramente hacer a un lado la oscuridad. Y elige, a la hora de privilegiar imágenes que le dejaron marcas, el momento de decir a la gente que retira el bolsón que no pueden ampliar el número de quienes lo recibirán: “entregamos dos bolsas. La de comida y la de higiene. La realidad es que no sabemos cómo llegar de una semana a otra, cómo conseguir las cosas. Por ahí algunos de los que se llevan el bolsón traían el nombre de gente de su entorno que necesitaba también. Y a nosotros no nos da. Entonces propusimos que entregaríamos algo más pero que lo tendrían que compartir y la gente, para nuestra alegría, se súper prendió”. Para seguir caminando hace falta reconciliarse con esa humanidad que no quema a una mujer que vive en la calle sino que elige compartir lo poco que queda.

El mismo dulzor le dejó a Marina un episodio personal doloroso. “Hace unos meses, al inicio de la pandemia, mi mamá fue hospitalizada de urgencia en el Evita de Lanús. En medio de la incertidumbre de no saber cómo seguía mi mamá, que estaba muy grave, yo deambulaba perdida, esperando un milagro, y me encuentro con uno de los compañeros que vive ahí por el hospital, en la calle. El me vio y me brindó lo que por ahí yo le di durante tanto tiempo, la contención, la escucha, el abrazo. Invertimos los roles, él me escuchó y me acompañó en ese momento que para mí era muy difícil. Es algo que guardo en el corazón”.

Quien llega primero…

El más viejo en años de calle primerea. “Los que viven hace años en la calle se saben mover. Tienen calculados los tiempos según los horarios de las ollas. Los que son nuevos, muchos abuelos, asoman con el tuper y esperan, como con vergüenza. Se acercan cuando ya no queda nada para entregar. Aparece mucha gente bien vestida, que tuvo años de trabajo, que tenían casa, pero dejaron de pagar la luz y se las cortaron, dejaron de tomar los medicamentos. En pleno invierno, un viejito jubilado, llegaba en ojotas a la estación de Lanús desde Capital. Contaba que se levantaba llorando de hambre. Cuando supimos que vivía cerca de nuestra sede en capital, pudimos ayudarlo a que pudiera empezar a cobrar algo mínimo. Va a nuestra sede a comer”, suelta Barby.

Los más nuevos y los más desarrapados abundan en sus precariedades. Un hombre dormía, en plena lluvia, en una plaza de Lanús. “Estaban él y sus pertenencias en el medio del charco de agua. Cuando un compañero nuestro llegó a tratar de ayudarlo, se encontró con un camión limpiando bajo la lluvia. Era de la municipalidad de Lanús, y estaban diciendo que iban a llamar a la policía. Tiraron todas las cosas del hombre en el camión que se quedó sin nada”.

Son los habitantes del desarraigo. Los pobladores de la intemperie. Los que cayeron de todos los mapas. Abrupta o paulatinamente. Los que perdieron o los que nacieron y crecieron sin el estatus de sujetos. Los que pueden ser mirados como si fueran transparentes. Sin ver en sus rostros ajados siquiera los harapos de su humanidad. Qué mal puedo hacer durmiendo acá, se pregunta José. Tal vez sea el simple mal de existir.

Y una vez más se cincela al futuro con el formato indecible de la tristeza.

Habrá que arremangarse de ternuras para nockear a la crueldad en el cuadrilátero de la Historia.

 

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