Cerca de 100.000 alumnos hacen parte del plan piloto para abrir las escuelas en Brasil, donde se reportan más de 3 millones de casos confirmados.
Después de más de cinco meses de haber cerrado los colegios públicos debido a la pandemia de coronavirus, el estado de Amazonas, en Brasil, permitió el regreso de los estudiantes, lo que lo convierte en el primer estado de ese país en reanudar la educación básica presencial.
Las autoridades de Amazonas informaron que 123 escuelas de enseñanza secundaria de la red pública regresaron esta semana estudiar de manera presencial gradualmente.
De esta manera, serán 100.000 estudiantes los que regresarán a clases en las instituciones.
Los alumnos tendrán que mantener una distancia de 1,5 metros entre ellos, hacer uso de las máscaras médicas y las aulas estarán al 50 % de su capacidad.
Un mes antes, las escuelas privadas habían iniciado los procesos para el regreso a las clases presenciales.
La decisión se tomó en vista de la disminución en los casos en el estado, que alguna vez tuvo sus sistemas de salud colapsados por la gran cantidad de pacientes con coronavirus.
Brasil es el segundo país más afectado por el coronavirus en el mundo, con 3.057.470 casos confirmados y 101.752 muertos.
Las naciones donde más víctimas ha dejado el coronavirus son: Estados Unidos, con más de 165 mil; Brasil, con más de 101 mil; México, con 52 mil; Reino Unido, con más de 46 mil; India, con más de 45 mil, e Italia, con más de 35 mil muertos.
De más de 20 millones de casos que han sido confirmados, cerca de 12,9 millones se han recuperado, mientras que las muertes superan las 736 mil, según los datos recopilados por Worldometer, considerado uno de los mejores sitios web de referencia para seguir las estadísticas de la pandemia.
El Pantanal, santuario de biodiversidad, sufre los incendios más graves de los últimos 20 años
El bioma batió en julio récord de incendios con 1.684 focos, lo que supuso los peores resultados desde 1998.
Los incendios de la Amazonía concentran las miradas de medio mundo, pero el Pantanal, uno de los humedales más grandes del planeta, también arde e incluso se enfrenta a los peores fuegos de los últimos 20 años.
Declarado Patrimonio de la Humanidad y la Biosfera por la Unesco, en este santuario de biodiversidad viven unas 4.700 especies, entre plantas y animales. Reptiles, aves, peces y otros mamíferos como el Jaguar, en peligro de extinción, o el oso hormiguero dependen de este bioma para sobrevivir.
El Pantanal se extiende a través de Bolivia, Paraguay y Brasil. Alrededor del 70 % del bioma, unos 138.000 kilómetros cuadrados, se concentra en el gigante latinoamericano y cubre gran parte de los estados de Mato Grosso y Mato Grosso do Sul.
Según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (Inpe), en la parte brasileña el mes pasado se batió récord de incendios con 1.684 focos, un aumento de 240,89 % frente al mismo mes del año anterior, y que supuso los peores resultados desde 1998.
Solo en Mato Grosso do Sul, donde se ha decretado el estado de emergencia ambiental, de enero a julio, el fuego consumió cerca de 780.000 hectáreas. La región que rodea el río Paraguay y el municipio de Corumbá son lo más afectados.
Los datos son tan dramáticos que el bioma ha sido incluido, junto a la Amazonía, en una moratoria del Gobierno con la que se prohíbe las incendios durante 120 días.
Causas del fuego
«El Pantanal se enfrenta este año a una de sus mayores sequías. Regiones que, en general, estarían inundadas en este momento, todavía están secas. Esto se debe a las bajas precipitaciones durante este período. Hasta julio llovió solo la mitad de lo que se esperaba», explica a RT Júlio Sampaio, gerente del Programa Cerrado Pantanal del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, siglas en inglés) en Brasil.
Además, como ocurre en varias partes del país, tradicionalmente los hacendados utilizan el fuego para preparar la tierra para el cultivo y pasto. Y aunque la ley les ampara en ciertos periodos del año, cuando la probabilidad de incendios es menor, no siempre los fuegos son utilizados en el momento adecuado.
«No todo el uso del fuego se realiza bajo esa autorización o ley. Y cuando esto ocurre, Ibama [Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables], los bomberos y demás actores no saben exactamente dónde una situación se sale de control, lo que hace muy difícil enfrentarse a los incendios», comenta Sampaio.
Para el indígena Leosmar Antonio, de la tribu Terena y miembro de la organización ambientalista Caianas, además de la sequía, la flexibilización de las leyes ambientales por parte del Gobierno han impulsado el avance de actividades agropecuarias de alto impacto, que provocan un aumento de la deforestación y de los focos de incendios.
Según él, la situación es «alarmante» para los nueve pueblos originarios que habitan en el pantanal, unas 70.000 personas, porque tienen una dependencia directa con la biodiversidad del bioma.
Situación crítica
WWF advierte que todavía no se ha alcanzado el pico de la seca, en agosto y septiembre, por lo que si los incendios siguen descontrolados, el Pantanal se enfrentará a una de sus estaciones más críticas.
Estamos a la mitad del periodo de la seca en el Pantanal y las lluvias deben comenzar a partir de octubre. Así que es posible que los incendios aumenten para final de año», afirma Sampaio, que forma parte también del Observatorio Pantanal, integrada por actores de la sociedad civil de Brasil, Bolivia y Paraguay.
Los bomberos y el Ejército llevan días trabajando sin descanso para apagar los fuegos, pero muchos lugares son de difícil acceso y se requiere de transporte fluvial y aéreo.
«No hay carreteras, no hay accesos. Normalmente acabas pasando por el agua, se usan botes o se hacen trechos a pie. Son necesarias aeronaves para acceder a muchas áreas donde el fuego ya avanzó», comenta Angelo Rabelo, director del Instituto Homem Pantaneiro (IHP), quien recuerda que, entre enero y mayo, llovió un 40 % menos de lo esperado.
El Pantanal tiene una población aproximada de 1,5 millones de personas. Su principal actividad es el ganado extensivo, la pesca y, desde hace un tiempo, también se viene fortaleciendo el turismo en la región.
Rabelo, que lleva 30 años trabajando en este bioma, asegura que la población está presentando grandes dificultades para respirar a causa de la humareda provocada por los fuegos.
Esa pésima calidad del aire unida a la actual pandemia, en la que uno de los principales síntomas son los problemas respiratorios, amenazan con sobrecargar las Unidades de Terapia Intensiva (UTI) en los hospitales.
Por otro lado, también se observa a muchos animales desorientados huyendo de los lugares donde el fuego avanza. Felipe Augusto Dias, director ejecutivo de la ONG SOS Pantanal, explica que los animales con menor capacidad de locomoción son los que más sufren ante la velocidad de los incendios, así como los que se guían por el olfato.
La vegetación, sin embargo, tiene una mayor adaptabilidad al fuego gracias a su capacidad de resiliencia. «Sin embargo, la continuidad de los incendios en periodos muy breves de tiempo lleva a algunas especies vegetales a desaparecer», afirma.
Dias considera que lo que se está viviendo en el Pantanal será algo recurrente a partir de ahora a causa del cambio climático. «El futuro en esta zona se percibe preocupante«, concluye.
Marta Miera.
Fuente de la Información: https://actualidad.rt.com/actualidad/361366-pantanal-santuario-biodiversidad-graves-incendios
«Vocês vão mandar suas crianças de volta para as aulas?»
A pergunta está presente em praticamente todos os grupos de WhatsApp de pais de alunos. Escolas do Brasil e de todo o mundo se preparam para reabrir pela primeira vez desde março, quando a maioria foi fechada devido à quarentena contra o coronavírus.
Mas o que a ciência diz sobre as escolas durante a pandemia? Elas podem reabrir agora com segurança para alunos e professores? O fechamento delas ajudou a conter a pandemia?
Em termos gerais, as pesquisas sugerem que pode ser seguro reabrir escolas onde não há grandes surtos da doença, mas que seria necessário manter medidas como distanciamento social. Além disso, seria vital ter um bom sistema de testes e de rastreamento de contatos — algo que inexiste em diversos lugares, como no Brasil.
Os estudos também mostram que professores, funcionários e alunos de escolas secundárias estão em maior risco que crianças pequenas de contrair a covid-19 — e que esses riscos não são nada desprezíveis.
Também está comprovado que diversas escolas no mundo — tanto primárias, quanto secundárias — registraram grandes surtos da doença.
No Brasil a maioria das escolas permanece fechada e sem previsão sequer de quando vão reabrir. Mas já há alguns planos mais avançados.
No Rio de Janeiro, algumas escolas da rede privada já retomaram suas atividades em agosto — mas com relatos de pouca presença de alunos e processos na justiça contra a reabertura. Alguns sindicatos de professores estão em greve contra a reabertura.
Em São Paulo, o governo estadual chegou a anunciar o dia 8 de setembro como o previsto para reabertura, mas isso ainda não foi confirmado.
No hemisfério norte, setembro coincide com o começo do ano letivo e muitos países já anunciaram que vão reabrir, mesmo em meio a temores de que uma segunda onda de coronavírus pode estar começando.
No Reino Unido, o governo disse que sua prioridade máxima é retomar as aulas a partir de setembro, e estuda até fechar outros segmentos da economia (como bares e restaurantes) como contrapartida para a reabertura das escolas.
O governo britânico também indicou que pode multar pais que não levarem seus filhos à escola, o que provocou reações fortes da sociedade. Um sindicato que representa 300 mil professores exige maiores garantias de que haverá segurança no retorno às aulas.
A imprensa local noticiou o caso de uma mãe que já economizou 4 mil libras (mais de R$ 27 mil) para pagar multas, já que ela não pretende mandar seu filho para a escola.
A Unesco diz que, neste mês, 60% da população estudantil do mundo está sofrendo com o fechamento de escolas — e que esse índice chegou a 90% em abril. Foram poucos países — como Taiwan, Suécia e Nicarágua — que decidiram manter suas escolas abertas durante a pandemia.
Direito de imagemEPAImage captionEscola privada no Rio de Janeiro retomou aulas em agosto mas com poucos alunos presentes
Desde março, diversos estudos já foram publicados com dados empíricos coletados nesta pandemia que tentam responder essas perguntas. Os governos têm se debruçado sobre essas pesquisas para tomar suas decisões — mas a questão é de difícil solução e não existe um consenso sobre qual seria o melhor caminho a seguir.
É arriscado?
A primeira pergunta na cabeça dos pais é: meu filho pode pegar covid-19 na escola?
Uma das mais recentes pesquisas sobre o tema foi publicada esta semana na revista científica The Lancet Child & Adolescent Health. E ela sugere que escolas podem reabrir onde houver outras formas de se controlar a pandemia, como distanciamento social.
Foram analisadas as escolas do Estado mais populoso da Austrália, New South Wales, entre os meses de janeiro e abril, quando a pandemia começou no país e atingiu seu pico. Nesse período, a maior parte das escolas ficaram abertas, mesmo quando em outros segmentos da sociedade eram registrados grandes surtos da doença.
Direito de imagemREUTERSImage captionEstudo com escolas australianas sugeriu baixo risco de contágio
O estudo liderado por uma pesquisadora do Centro Nacional para Pesquisa e Monitoramento de Imunidade sugere que as escolas não foram grande foco de infecção de coronavírus, com apenas 25 escolas registrando casos em um universo de 7,7 mil instituições — ou seja, menos de 1%.
O risco de infecção entre as crianças foi considerado pequeno.
A situação mais preocupante era a de professores e funcionários. Eles correspondem a apenas 10% da população escolar, mas responderam por 56% dos casos de covid-19 registrados em escolas.
Os autores do estudo foram explícitos nas suas conclusões: «nossas descobertas fornecem evidências de que a transmissão de Sars-CoV-2 em ambientes educacionais pode ser mantida em baixo nível no contexto de uma resposta eficaz à epidemia».
«Onde medidas de mitigação da pandemia resultam em um controle forte da doença, nós prevemos que escolas podem ser mantidas abertas de forma segura, para o bem educacional, social e econômico da comunidade enquanto nos adaptamos para viver com a covid-19.»
A Suécia e a Finlândia tiveram estratégias opostas durante a pandemia: os finlandeses fecharam suas escolas de março a maio; os suecos mantiveram escolas primárias abertas (secundárias e faculdades fecharam a partir de 17 de março).
O relatório — que não passou por revisão de pares — diz que as diferentes estratégias produziram resultados semelhantes: baixo número de contágio em pessoas de 1 a 19 anos, raros casos de internação em UTI e nenhuma morte.
«Em conclusão, fechar ou não escolas não teve impacto mensurável no número de casos confirmados em laboratório em crianças de idade escolar na Suécia e Finlândia.»
Direito de imagemREUTERSImage captionEscolas finlandesas retomaram aulas depois de terem fechado por causa da pandemia
Mas nem todos os estudos caminham na mesma direção.
Uma pesquisa feita nos Estados Unidos e publicada no mês passado sugere que crianças desempenham um papel importante na disseminação de doenças respiratórias em pandemias.
«Crianças são geralmente importantes transmissoras de epidemias virais como a influenza porque elas passam períodos longos em muita proximidade com outras crianças em escolas e durante atividades físicas», escrevem os cientistas do Hospital Infantil de Cincinnati, no Estado americano de Ohio, para a revista científica Journal of the American Medical Association (Jama).
Eles analisaram o fechamento de escolas em 50 Estados americanos entre março e maio. O estudo indica que, após o fechamento das escolas, houve uma queda, em média, de 62% no número de casos e 58% no número de mortos — mas faz a ressalva de que outras medidas concomitantes contribuíram para esses percentuais.
Um problema específico da covid-19 é que cientistas acreditam que muitas crianças são assintomáticas. Elas podem não estar apresentando sintomas da doença e mesmo assim agindo como propagadoras do vírus.
Surtos registrados
Mesmo com alguns estudos defendendo a reabertura de instituições de ensino, há relatos de surtos em escolas pelo mundo, sobretudo nas secundárias, com alunos mais velhos.
Um dos maiores surtos de coronavírus na Nova Zelândia aconteceu em março em uma escola marista de Auckland, com 96 casos relacionados. O caso começou com um professor contaminado, que teria espalhado o vírus para as demais pessoas. Em uma escola primária próxima, não houve casos.
Em Israel, uma escola secundária de Jerusalém registrou contágio de 153 alunos e 25 professores em maio. A escola foi fechada e a imprensa local noticiou que um professor «super-disseminador» tinha sido a origem do surto.
Neste mês, no Estado americano da Geórgia, 260 funcionários da rede de escolas do condado de Gwinnett testaram positivo para covid-19 ou entraram em quarentena por ter contato confirmado com infectados. Apesar disso, eles estão sendo obrigados a organizar a retomada das aulas nas próximas semanas, o que gerou protestos do sindicato de professores.
Direito de imagemREUTERSImage captionEscolas voltarão com mudanças após a pandemia para combater a doença
Os relatos de casos de covid-19 em escolas primárias são mais raros, mas eles existem.
Segundo a revista Science, nove de 11 crianças em uma sala de aula em Trois-Riviere, no Canadá, foram contaminadas. E em Jaffa, em Israel, 33 alunos e cinco professores de uma escola primária pegaram covid-19.
Também houve casos em pré-escolas: em Toronto, Montreal e no Texas.
Mais recentemente um surto em um acampamento de verão no Estado americano da Geórgia revelou que crianças pequenas também foram contaminadas. O ambiente é diferente do de uma escola, já que as crianças dormiam juntas nas mesmas cabanas.
Mas cientistas alertam que o surto mostra que crianças pequenas não são imunes à doença.
«Essa investigação acrescenta dados às evidências que demonstram que crianças de todas as idades são suscetíveis à infecção por Sars-CoV-2 e, ao contrário de relatos anteriores, podem desempenhar um papel importante na transmissão», afirma um relatório do órgão americano Centers for Disease Control and Prevention.
Reabrir ou não?
O debate sobre se as escolas devem reabrir ou não segue intenso em vários países.
No Reino Unido, a sociedade de pediatria enviou uma carta ao governo pedindo que a reabertura das escolas seja a prioridade número um da sociedade.
Os pediatras alertam para dois problemas. Primeiro, a falta de aulas teria consequências graves para a saúde mental e desenvolvimento dos alunos. E segundo, ela agrava a desigualdade de oportunidades entre alunos, com crianças que vivem em situação econômica mais frágil não conseguindo acompanhar aulas online.
Direito de imagemREUTERSImage captionEstudo sugere que tempo perdido de aulas tem impacto de longo prazo na vida dos alunos
«Até agora, poucas crianças foram afetadas diretamente pela covid-19. Mas indiretamente, muitas crianças e jovens sofreram enormemente com o impacto da pandemia no seu cotidiano. São as nossas crianças mais vulneráveis, como as de famílias em desvantagem ou com necessidades especiais, que sofrem mais», diz a pediatra Liz Marder, uma das profissionais que assinaram a carta.
O impacto econômico das escolas fechadas também é alvo de estudos. Muitos pais não estão podendo trabalhar para cuidar de seus filhos, prejudicando a renda familiar.
E existe também um potencial dano de longo prazo para a economia. Um painel interdisciplinar da instituição britânica Royal Society afirma que o tempo de aula perdido terá impacto na educação e nas habilidades dos alunos, que estarão menos preparados para o mercado de trabalho, podendo resultar em uma perda salarial de até 3% no futuro.
Um estudo austríaco afirma que a falta de escola provocou uma redução salarial ao longo de 40 anos em gerações que viveram durante a Segunda Guerra Mundial.
Todos esses fatores são levados em consideração no debate sobre reabertura das escolas.
Mas muitos governos têm se guiado por um parâmetro para tomar suas decisões: saber se a reabertura de escolas contribuiria para o aumento da pandemia no país.
Um estudo recente no Reino Unido diz que, no pior dos cenários, se as escolas reabrirem em setembro, a segunda onda de coronavírus poderia atingir seu pico em dezembro. A intensidade desse pico seria de até 2,3 vezes maior do que a primeira onda.
Mas o estudo também afirma que com um bom sistema de rastreamento de contatos — algo que sequer existe em países como o Brasil atualmente — seria possível impedir uma segunda onda.
O modelo foi feito pela University College London e pela London School of Hygiene and Tropical Medicine e publicado na Lancet Child and Adolescent Health.
Há controvérsias sobre quantos contatos de pessoas contaminadas estão sendo rastreados no Reino Unido — críticos dizem que são apenas 50% dos contatos, mas autoridades afirmam que esse número é bem maior.
O estudo sugere que se as autoridades conseguirem detectar 75% dos casos de covid-19 com testes e rastrear 68% dos contatos de cada pessoa infectada, uma segunda onda da doença poderia ser contida.
Um dos autores do estudo, Chris Bonell, disse que a sua pesquisa não deve servir como argumento para manter as escolas fechadas, mas sim para que o governo aprimore os sistemas de rastreamento de contatos.
A reabertura das escolas também teria um efeito cascata na sociedade. Com mais escolas abertas, mais pais poderiam retomar seus trabalhos, e isso provocaria um aumento na circulação de pessoas.
Direito de imagemREUTERSImage captionNo Reino Unido, restaurantes poderão fechar para que escolas sejam abertas, segundo o governo
As autoridades britânicas provocaram polêmica nessa semana ao sugerir que o país está próximo do seu limite máximo de reabertura da economia. De agora em diante, o governo pode adotar fechamentos de determinados setores, para permitir que outros reabram.
Um cientista que aconselha o governo disse que bares e outras atividades na Inglaterra podem ter que fechar para permitir que escolas reabram em setembro.
Como reabrir de forma segura?
Enquanto cientistas e autoridades ainda debatem a reabertura de escolas, professores, diretores e pais já se preparam para encarar a nova realidade.
O órgão americano Centers for Disease Control and Prevention (CDCP) tem um guia completo sobre como deve ser feita a reabertura.
A principal recomendação para todos é a de manter distanciamento social onde for possível e a constante higienização das mãos.
Direito de imagemREUTERSImage captionMonitoramento de sintomas de alunos será importante para impedir uma nova onda da doença
O uso de máscaras também é recomendado, com a ressalva de que nem todos conseguem usá-las de forma adequada (como crianças muito pequenas ou pessoas que têm problemas respiratórios). O uso é especialmente recomendado para quando as crianças são levadas para escola em carros e ônibus.
Novo normal
As escolas americanas estarão bem diferentes na volta às aulas. Haverá menos interação entre turmas e anos diferentes e haverá uma distribuição diferente entre ensino presencial e ensino online. Álcool gel e máscaras agora são parte da lista de material escolar.
Os pais devem monitorar sinais de doença em seus filhos todas as manhãs e não enviá-los para escola diante da presença de qualquer sintoma. Além disso, os pais devem se informar sobre os pontos de teste para covid-19 mais próximos e sobre como informar a escola no caso de um exame positivo.
Diretores receberam a recomendação de mostrar o guia da CDCP para pais que se opuserem às medidas de saúde púbica tomadas pelas escolas.
Desde seu começo, a pandemia foi observada de perto por cientistas e autoridades na tentativa de se aprender lições sobre como tentar retomar uma vida normal diante de um vírus que já infectou quase 20 milhões de pessoas no mundo tudo e matou mais de 700 mil.
Agora, com a reabertura iminente de escolas, os países se preparam para entrar em uma nova fase da pandemia — e novamente se tem poucos parâmetros e convicções para lidar com esse desafio.
Estudio muestra los efectos de la cuarentena sobre el trabajo, el ingreso y las tareas de cuidado de las mujeres.
“Estoy haciendo aislamiento y trabajando en casa, sin embargo, mi ingreso se desplomó”, afirmó una de las 2,6 mil mujeres que respondieron al cuestionario – Divulgação.
La mitad de las mujeres brasileñas pasaron a cuidar de alguien durante la pandemia de covid-19. Cuando se desglosa por raza y región, por ejemplo, los números cambian. En el ambiente rural, 62% de las mujeres pasaron a tener ese tipo de responsabilidad. Respecto al apoyo en las tareas de cuidado, las mujeres negras son las más desasistidas.
La información es del estudio “Sin parar: el trabajo y la vida de las mujeres en la pandemia”, realizado por las organizaciones Género y Número y Sempreviva Organización Feminista (SOF) y divulgado este jueves (30).
Además, según la investigación, 41% de las mujeres están trabajando más durante la pandemia, y la mayor parte son mujeres blancas, “evidenciando que la ausencia de las trabajadoras del hogar o de espacios como la guardería y la escuela pesó más para ese grupo”, afirman las organizaciones en el documento. Las mujeres que están en casa sin recibir ingresos o con ingresos reducidos, son el 39% de las que respondieron al cuestionario.
De acuerdo con las organizaciones, el objetivo del estudio, realizado con 2.600 mil mujeres brasileñas entre abril y mayo, fue identificar los efectos de la pandemia sobre el trabajo, el ingreso las mujeres y la sustentación financiera de la casa, tomando en cuenta las tareas de cuidado.
“Estoy haciendo aislamiento y trabajando en casa, pero mi ingreso se desplomó”, afirmó una mujer en el cuestionario. Otra dijo que “la empresa redujo el pago a apenas el 50% sin reducir la jornada (mi situación es informal) y eso me obliga a reorganizar mi vida financiera, porque acabo con más gastos de mercado, energía, etc.”.
Según las organizaciones, “entender la situación del cuidado durante la pandemia es fundamental para el diseño de acciones capaces de transformar esas dinámicas de desigualdad que imbrican género, raza y clase”, toda vez que esta es la parte de la población sobre la cual las condiciones precarias de sobrevivencia recaen más significativamente.
Edición: Rodrigo Chagas
Fuente e imagen: https://www.brasildefato.com.br/2020/07/31/la-mitad-de-las-mujeres-brasilenas-comenzaron-a-cuidar-a-alguien-durante-la-pandemia
América del Sur/ Brasil/ 04.08.2020/ Fuente: ultimasnoticias.com.ve.
El Ministerio de Educación de Brasil autorizó hoy a las instituciones federales de enseñanza secundaria técnica y profesional a suspender las clases de asistencia presencial hasta el 31 de diciembre por la pandemia de covid-19.
‘Se les autoriza, con carácter excepcional, a suspender las clases presenciales (…) en función de las orientaciones del Ministerio de Salud y de los organismos sanitarios estatales, municipales y de distrito, en forma de esta ordenanza’, indica una resolución firmada por el ministro Milton Ribeiro y publicada este martes en el Diario Oficial de la Unión.
Señala que las instituciones educativas que opten por la suspensión de las clases presenciales deberán sustituirlas completamente, para cumplir con la carga total de trabajo establecida en el plan de estudios, aprobado por el respectivo órgano competente.
Agrega el escrito que ‘las instituciones que decidan suspender las clases pueden cambiar sus calendarios escolares, incluyendo los de recreo y vacaciones’.
Los centros estudiantiles pueden optar por clases a distancia durante el período o el restablecimiento del volumen de trabajo.
Otra ordenanza similar autorizó en junio a las universidades federales a mantener las clases a distancia hasta finales de 2020.
Mientras tanto, en los demás ciclos de enseñanza -desde la educación infantil hasta la secundaria, pasando por las universidades privadas-, impera la incertidumbre sobre el regreso a las clases en persona.
‘Si mantener la educación a distancia es válido para los adultos para preservar la vida, también debería ser válido para la educación básica’, afirmó el papá Daniel Cara en una entrevista con el portal de noticias G1.
Brasil registra más de 120 días con las escuelas cerradas y expertos advierten que tal situación conlleva a pérdidas como la falta de socialización de los estudiantes, pero esto no puede anular las medidas para prevenir las muertes por la covid-19.
El gigante suramericano contabilizó 94 mil 665 decesos y dos millones 750 mil 318 contagios del virus. Estas ascendentes cifras confirman al país como el segundo más afectado del mundo por la pandemia, detrás de Estados Unidos.
Fuente de noticia: http://ultimasnoticias.com.ve/noticias/general/autorizan-en-brasil-suspender-clases-hasta-el-31-de-diciembre/
La zona de la Triple Frontera entre Colombia, Perú y Brasil es el enclave idóneo para el tráfico ilegal, no solo de droga o recursos naturales, también de personas. Casi siempre, mujeres y niñas
Ni se nos ocurriría mencionarla. Si nos preguntaran por un lugar donde se sufra la trata, pocas veces contestaríamos la Amazonia o la triple frontera amazónica entre Colombia, Perú y Brasil. Sin embargo, ningún país se libra de este delito que comercia con las personas como si fueran mercancía, que en el 62% de los casos son mujeres y en el 23% niñas, en torno al 80% de las veces, con objetivo de explotarlas sexualmente.
Con el confinamiento forzoso y toda la atención puesta en los más de 699.252 casos confirmados y 19.917 personas fallecidas por covid-19 en toda la Panamazonia (hasta el 28 de julio), la acción humanitaria y el fortalecimiento de la sanidad pública, resulta más difícil que nunca medir el impacto de la trata, pero los expertos en terreno aseguran que la crisis económica ha incrementado el narcotráfico, la tala ilegal y el tráfico y la explotación de personas.
La ubicación fronteriza de las localidades de Puerto Nariño (Colombia), Caballococha (Perú) y Atalaia do Norte (Brasil), unidas y separadas por el río Amazonas, son el caldo de cultivo idóneo para el tráfico ilegal, no solo de droga o recursos naturales, también de personas. Aquí, toda la comunicación se realiza dentro y a través del río Amazonas. Las lanchas, botes y demás embarcaciones cruzan constantemente de una orilla a otra y, sin apenas controles, cambian de país.
Puerto Nariño (Colombia) es un destino vacacional muy popular en la región. Un pequeño y tranquilo municipio, de calles peatonales y cuidados jardines, a orillas del río Loretoyaco, ideal para pequeños cruceros fluviales y ver a los delfines rosados en su hábitat. En esta idílica población las estudiantes del internado indígena de San Francisco de Loretoyaco son el objetivo de muchas miradas de deseo. Hombres mayores las seducen a la salida del colegio para que naveguen en su compañía a Caballococha durante el fin de semana, prometiéndoles diversión, regalos, ropa, un móvil o pequeñas cantidades de dinero.
Las adolescentes, con las circunstancias de precariedad que asolan a sus familias, no prevén un futuro próspero, por lo que consideran esas propuestas una oportunidad para mejorar sus vidas. Las redes de trata conocen bien esa situación de vulnerabilidad y se aprovechan. No son grandes organizaciones criminales, sino individuos que frecuentan o residen en la zona. Dominan el contexto y se organizan para captar, trasladar y explotar. Así, los fines de semana, se genera en la zona mucho movimiento de adolescentes desplazadas a locales de alterne conocidos como “prostibares”, generalmente, propiedad de traficantes de coca y utilizados para todo tipo de negocios ilícitos, a menudo con la connivencia de las autoridades locales.
El confinamiento de la covid-19 ha agravado aún más esta realidad. En su aspecto positivo, la pandemia ha implicado la cohesión comunitaria, el refuerzo de las actividades de pesca y cultivo, y el fortalecimiento de la práctica de la medicina tradicional para combatir los síntomas del virus. Pero, respecto a la trata, se ha dado un paso atrás creándose un falso imaginario de protección, ya que se creyó que el cierre de fronteras y la paralización del turismo ofrecería más protección, pero no ha sido así. Las economías ilegales siguen operando y ahora encuentran más necesidades y grupos de jóvenes desocupados más fáciles de captar.
Esta zona de la Triple Frontera acumula (hasta el 28 de julio) 14.927 personas contagiadas y 362 fallecidosy casi no se habla de las implicaciones sociales del confinamiento en niños y adolescentes. Pero la pandemia ha aumentado el abandono escolar, los centros educativos están cerrados y sin conectividad, han aumentado las carencias diarias por culpa del desempleo, el turismo es nulo y el casi abandono del Estado en los territorios ha hecho que las economías ilegales sigan ofreciendo —ahora como una de las pocas alternativas posibles— un sustento básico a las familias a través del narcotráfico, talas ilegales y otras actividades ilícitas, entre ellas, la explotación sexual.
Una red protectora de orilla a orilla
Nathalia Forero vivió en este internado de Loretoyaco. Hoy es la coordinadora de la RETP-Red de Enfrentamiento a la Trata de Personas en la Triple Frontera que nació hace cuatro años para luchar contra esta realidad y como fruto de un trabajo previo de investigación. Se identificaron dos modalidades fuertes de explotación: una sexual comercial de niños, niñas y adolescentes; y otra, la laboral, es decir, el trabajo esclavo. Pero la investigación también puso de relieve que muchas situaciones de abuso y explotación se habían naturalizado como parte de una economía de subsistencia.
Ella y otros miembros de la red, antes del confinamiento impuesto por la covid-19, recorría las comunidades fronterizas visibilizando las amenazas a las que estaban expuestas las jóvenes: “Lo que aquí ocurre es explotación sexual y trabajo esclavo a la vez. Y vimos que es esencial trabajar en red, independientemente pero pensando en la Amazonia como en un todo conectado”.
Forero no está sola. Cuenta con personas que actúan como enlaces en las tres orillas de este enclave internacional. En Islandia (Perú), Ivanés Favretto, alerta siempre que ve algún movimiento extraño: “Islandia es conocida como la Venecia del Amazonas, por sus canales y sus casas en palafitos. Pero también es un enclave esencial para el tráfico de mercancías y de personas”. En Leticia (Colombia) es el padre Valerio Sartor, brasileño jesuita miembro del SJPAM-Servicio Jesuita a la Panamazonia y de la REPAM-Red Eclesial Panamazónica, quien ayuda a detectar, formar y sensibilizar sobre la trata para que se pueda evitar. “Es muy difícil poder rescatar a las personas que ya se han visto arrastradas a esa situación. Sin embargo, con los jóvenes y con las familias, podemos actuar antes”, dice el religioso. En Atalaia do Norte (Brasil) está la madrileña Marta Barral, que también lucha contra el maltrato machista y otro tipo de abusos. “Es siempre igual: los padres de los niños, las niñas y los más jóvenes de la comunidad son engañados. Alguien llega al poblado y les ofrece una vida mejor para los más pequeños de la casa, estudios o quizá un pequeño empleo y formación profesional para lograr algunos ingresos para la familia”, explica Barral.
La realidad de pobreza y necesidad de estas comunidades, en su mayoría indígenas, hacen que ese método siempre funcione, pues lo primero es la supervivencia. Pocos intuyen que detrás de esas promesas de una vida mejor se esconda la trata, la esclavitud, los abusos o el comienzo de un camino sin retorno. Por eso la sensibilización debe ser trasversal y generalizada y también el trabajo con la Justicia, porque a pesar de que muchos países tienen leyes contra la trata, es frecuente que las víctimas sean criminalizadas y los traficantes queden impunes.
Forero aclara que no es fácil cuantificar su acción, porque su trabajo se centra más en lo cualitativo. Pero da algunos datos: “En el primer semestre de 2019 se realizó prevención con más de 400 jóvenes en colegios. Llevamos procesos todo el año con 100 niños de nueve a 13 años, formándolos como «héroes defensores de vidas». Además, en encuentros bimensuales han participado 200 personas, sin contar otros talleres y visitas a las comunidades de los tres países, con un promedio de 150 personas presentes en esas actividades”.
En cuanto al compromiso de otros actores esenciales en el terreno, uno de los logros de la RETP es la firma conjunta del Manifiesto contra la trata que rubricó el compromiso contra la trata por parte de los tres obispos de las diócesis del Amazonas —dos de ellos españoles— por ser una realidad que “se ensaña en las comunidades y poblaciones más vulnerables”.
Mujer indígena y amazónica
“La mujer indígena amazónica es resiliente, inteligente, luchadora, hermosa y orgullosa. Siente, ríe, llora, se asombra, sufre y duda, como todas nosotras. La escuché exigir para sus hijos una educación que respete su cultura, los derechos de su pueblo, denunciar las injusticias y levantar la voz por la Madre Tierra. Está claro que no todas las mujeres en la Panamazonia son indígenas. Las hay ribereñas, quilombolas, mestizas y migrantes. Y muy lamentablemente muchas de ellas son víctimas de trata de personas, violencia y explotación sexual”, explica en un encuentro digital organizado durante el confinamiento Ariana Díaz Acuña, profesora de la Universidad Católica de Costa Rica, apasionada de la Amazonia y especialmente interesada en la situación de la mujer allí y su interrelación con el resto de contextos de la región.
“Una vez visité una región minera donde contamos 11 prostíbulos en 1,5 kilómetros y luego nos informaron que en cada uno de ellos había de ocho a 10 jovencitas, la mayoría menores de edad y explotaban sexualmente», relata indignada Díaz Acuña. «¡No puede ser! El clamor de esas niñas está estrechamente ligado al clamor de la Madre Tierra”, exclama.
Fany Kuiru Castro es la única mujer murui de la Amazonía colombiana graduada como abogada. Es líder desde que tiene uso de razón, nos cuenta en Bogotá mientras la acompañamos a su oficina en la Organización de los Pueblos Indígenas de la Amazonia colombiana (OPIAC) en la que es coordinadora de la sección de Mujer, Niñez, Juventud y Familia.
El activismo de Fany y su influencia alcanza el ámbito institucional con incidencia política para garantizar las leyes que protegen a las comunidades, vigilar y alertar ante la vulneración impune de los derechos indígenas. Fany es una pieza clave en muchos paneles de discusión de los derechos indígenas y, en particular, de la mujer indígena. “Nuestra labor es dar a conocer a las mujeres indígenas sus derechos, a la soberanía alimentaria, a la alimentación sana y el goce de sus derechos económicos, sociales y culturales. Las motivamos para que sean emprendedoras, y a las que ya han llevado a cabo un emprendimiento local, orientarlas sobre cómo consolidarlo y darle más viabilidad a través de una economía propia, perspectiva de ecología integral, de solidaridad, de reciprocidad, con otra connotación distinta a la capitalista, que solamente desea lucrarse”, concluye Fany.
Sin duda, son muchas las voces que reivindican desde la Amazonia políticas sociales y acción ciudadana para fortalecer la protección de la frágil situación que viven estas niñas, niños y jóvenes que en esta crisis sanitaria mundial han visto incrementada su vulnerabilidad. La covid-19 está arrasando con su salud y también con sus derechos fundamentales.
Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/07/27/planeta_futuro/1595858396_100114.html
¿Quién es Marielle Franco y qué se sabe de su asesinato?
La concejal brasileña dedicó su vida a defender a los más vulnerables y denunciaba el abuso de la policía en las barriadas más pobres del país.
Este lunes 27 de julio cumpliría 41 años de la activista y concejal brasileña Marielle Franco, asesinada por sicarios el 14 de marzo de 2018 en Río de Janeiro, y quien era una defensora de los derechos de la población afrodescendiente, de las mujeres y del colectivo LGTBI. Hoy su memoria sigue viva.
La concejal del Partido Socialismo y Libertad (PSOL) de Brasil, Marielle Franco, una activista de los Derechos Humanos (DD.HH.) y la quinta parlamentaria más votada en las elecciones de Río de Janeiro de 2016, conmocionó a la nación suramericana por su inesperado asesinato.
La madre, feminista y socióloga dedicó su vida a la militancia por la defensa de los DD.HH. y a la denuncia de las acciones violentas en los sectores populares del país. Su lucha inició tras la muerte de una amiga, víctima de una bala perdida, durante un tiroteo con policías y traficantes de drogas en la comuna donde nació y vivió.
¿Cuáles fueron sus luchas?
Franco integró en 2006 el equipo de campaña que eligió a Marcelo Freixo a la Asamblea Legislativa del Estado de Río de Janeiro (Alerj). Fue nombrada asesora del recién electo; luego por su destacada participación e interés en defender a los más vulnerables, asumió la coordinación de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos y Ciudadanía de la Asamblea.
Dos años después de asumir el cargo, fue elegida con 46.502 votos para el cargo de concejal en la capital carioca por la coalición Cambio es posible, formada por el PSOL y el Partido Comunista Brasileño (PCB); fue la quinta más votada en la ciudad.
Además, Franco era crítica de la intervención federal en la seguridad pública de Río de Janeiro. Era una de las integrantes de la Comisión de la Cámara de Concejales. Denunció recientemente abusos de autoridad policial contra los pobladores de las favelas.
Su vida
Franco nació en el Complejo de Maré, zona norte de Río de Janeiro, el 27 de julio de 1979.
Con una beca integral, Franco se graduó en Ciencias Sociales por la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro (PUC-Rio).
Con el diploma de socióloga, se convirtió en una profesora e investigadora respetada.
Marielle Franco denunció el 10 de marzo de 2018 a policías del 41º Batallón de Policía Militar por abusos de autoridad contra los habitantes de la favela de Acari. Ocho días después fue asesinada.
Graduada en Ciencias Sociales por la PUC-Río, Marielle era magíster en Administración Pública por la Universidad Federal Fluminense (UFF).
Su militancia en la defensa de los derechos humanos y contra acciones violentas en la favela fue impulsada después de la muerte de una amiga, víctima de bala perdida, durante un tiroteo que involucró a policías y traficantes de drogas en el Complejo de la Marea, barrio donde Marielle nació y vivió.
En 2006, integró el equipo de campaña que eligió Marcelo Freixo a la Asamblea Legislativa. Con la elección de Freixo, fue nombrada asesora parlamentaria del diputado. Años después asumió la coordinación de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos y Ciudadanía de la Asamblea Legislativa de Río de Janeiro.
En su primera presentación electoral, en 2016, fue electa concejala en la capital fluminense por la coalición Cambiar es posible, formada por el PSOL y por el PCB. Obtuvo más de 46 mil votos y fue la quinta candidata más votada en la ciudad.
Claves sobre su asesinato
Un día antes de ser asesinada, Franco se preguntaba en la red social Twitter — en uno de sus últimos tuits — a propósito de la muerte de un joven (Matheus Melo): «¿Cuántos más deben morir para que acabe esta guerra?».
En el lugar del crimen se encontraron cartuchos semejantes a los que utilizan las fuerzas armadas, y desde ahí la investigación ha cruzado un calvario ante la lentitud del Ministerio Público para seguir las investigaciones sobre el caso.
El año pasado, una investigación especial del diario de TV Globo, reveló que uno de los presuntos autores materiales estaba relacionado con el presidente brasileño Jair Bolsonaro.
Según ese testimonio, horas antes del asesinato, Elcio Vieira de Queiroz, el sospechosos acusado de conducir el automóvil desde el que se cometió el crimen, llegó a la propiedad y, en la portería, dijo que iría a la casa número 58, que pertenece al presidente.
Al recibir al expolicía, el portero llamó al número 58 para confirmar si el visitante podía pasar y alguien en la residencia autorizó la entrada del vehículo.
En dos declaraciones a la Policía Civil de Río, el portero dijo que reconoció la voz de la persona que respondió como «Soy Jair», de acuerdo con el Jornal Nacional, y que autorizó a pasar al carro. Al respecto, el mandatario brasileño ha negado cualquier vinculación.
Por otra parte, la detención preventiva, el 12 de marzo de 2019, de dos hombres acusados de matar a Marielle y a Anderson ha sido un importante avance en la investigación, pero sin que se haya adelantado nada sobre los autores materiales e intelectuales.
En junio pasado, Maxwell Simões Correa, sargento del Cuerpo de Bomberos de Río de Janeiro, fue detenido en esa ciudad en el marco de la Operación Submersus 2, llevada a cabo por la Policía Civil y el Ministerio Público de Río de Janeiro.
«El papel de Maxwell en la obstrucción de las investigaciones fue entregar el vehículo utilizado para proteger el vasto arsenal de guerra de Ronnie Lessa entre el 13 y el 14 de marzo de 2019, de modo que el armamento pudiera desecharse más tarde en alta mar», informó un vocero del Ministerio Público.
Ronnie Lessa es el presunto ejecutor directo del asesinato de Franco y Anderson Gomes, chofer que la acompañaba.
Tanto él como Elcio Queiroz, a quien se acusa de conducir el auto utilizado por Lessa para perseguir a Franco, han permanecido en prisión desde marzo de 2019, sin que hasta la fecha exista una definición en el proceso en su contra.
El asesinato de Franco sigue sin resolverse y se ha convertido en un ejemplo de la impunidad de la violencia contra los defensores de los DD.HH. en Brasil.
Fuente de la Información: https://www.telesurtv.net/news/marielle-franco-activista-brasilena-asesinada–20180315-0023.html?utm_source=planisys&utm_medium=NewsletterEspa%C3%B1ol&utm_campaign=NewsletterEspa%C3%B1ol&utm_content=8
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