America del Sur/ Chile/ 03.12.2018/ Fuente: www.economiaynegocios.cl.
La mitad de quienes han dejado su país por culpa de circunstancias adversas todavía no han cumplido 18 años. Asegurar su educación es clave para no estancarlos a ellos ni a las naciones que los reciben.
El número de niños migrantes y refugiados en edad escolar aumentó 26% en el mundo desde el año 2000 hasta la fecha, con un total de 18 millones de personas. Todos juntos podrían llenar medio millón de aulas, indica el más reciente Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo de la Unesco.
El texto recopila datos de 193 naciones y advierte que la mitad de quienes han sido desplazados a la fuerza tienen menos de 18 años. Muchos siguen estando excluidos del sistema educativo del país al que llegan, o no reciben una educación adecuada por falta de recursos.
Solo en Alemania se estima que hacen falta 42 mil profesores para dar una educación de calidad a los niños refugiados. En Líbano y Jordania -que acogen el mayor número de refugiados por habitante- la situación se ha vuelto tan crítica, que se tuvieron que crear distintos horarios escolares (uno de mañana y otro de tarde) que dependen de si el alumno es originario del país o no.
«Es estresante e inestable», comenta Saddam Sayleh, quien vivió la experiencia como migrante en Jordania y hoy dirige I Learn, organización que se dedica a proveer educación no segregada a los que llegan a ese país tras haber dejado el propio. «Es vital trabajar creando puentes entre las comunidades locales y las poblaciones de migrantes», comenta. De no hacerlo, el riesgo es perder el potencial de toda una generación, advierte.
«El aprendizaje no es un lujo. Cuando se niega la educación a migrantes y refugiados, todos pierden. La educación es clave para la inclusión y la cohesión, y la mejor forma de forjar comunidades más fuertes y resilientes», indicó desde París la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay. Francia no está libre de problemas: en 2017, en la Unión Europea el doble de niños que nacieron en el extranjero abandonaron el colegio de forma prematura en comparación con el número de niños locales que lo hicieron.
El caso sudamericano
Sudamérica también tiene tareas por delante, advierte el informe Unesco. Un país en el que esto es notorio es República Dominicana, donde la asistencia a educación básica es de 52% para los niños nacidos en Haití, versus 82% para aquellos nacidos en otros países.
También llama la atención que sean 35 mil los menores mexicanos en centros de detención fronterizos, donde no hay alternativas de educación formal.
Sobre Chile, el informe indica que aunque una directiva presidencial de 2008 anunció una educación pública para todos los niños, sin que importe su estado de migración, en la práctica «esto ha quedado a discreción de los funcionarios de los gobiernos locales».
Carlos Vargas, jefe de la Unidad de Desarrollo Docente de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe de la Unesco, explica que «cuando el sistema es descentralizado -depende de las municipalidades, por ejemplo- y la autoridad educativa recae en los gobiernos locales, existen normativas cuya vigilancia es más difícil de verificar. A eso se refiere el texto; tiene que ver con la discrecionalidad».
Vargas plantea que «el informe lo que pone en relevancia es que el derecho a la educación debe prevalecer sobre cualquier tipo de fórmula, burocracia o papeleo». Y agrega que la falta de un RUT, por ejemplo, no puede ser impedimento para formar parte de un colegio. Para este tipo de discriminación, la entidad a cargo de revisar denuncias es la Superintendencia de Educación.
A nivel latinoamericano, un problema que se repite es el de los sistemas de convalidación y revalidación de estudios, dice Vargas. Esto, porque los trámites suelen ser largos y engorrosos.
Eso sí, no todo es conflicto. En su informe, Naciones Unidas destaca los casos de Colombia y Sao Paulo.
Mientras la Corte Constitucional de Colombia ordenó a sus autoridades municipales tratar de forma preferencial a los niños desplazados en cuanto a acceso a la educación, la ciudad brasileña destaca por fomentar la educación contra la xenofobia. Además de campañas de concientización, existen consejos municipales para migrantes y asesores que se dedican a ayudarlos con sus trámites.
Fuente de la noticia: http://www.economiaynegocios.cl/noticias/noticias.asp?id=526537