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Colombia: Convocatoria para ‘apps’ digitales en educación

América del Sur/ Colombia/ 15.04.2019/ Fuente: www.laopinion.com.co.

Tres startups digitales para el sector educativo serán escogidas para incorporarse al proyecto ProFuturo de la Fundación Telefónica, a partir de una convocatoria que está abierta hasta el 30 de abril.

Juanita Calderón, líder regional de la Fundación Telefónica Movistar, explicó que la convocatoria está liderada desde España y cuenta con el acompañamiento de Wayra, hub corporativo tecnológico.

“Wayra siempre está abierta a recibir startups de emprendimiento, está es la primera vez que buscamos proyectos para la inclusión de las TIC en la educación”, manifestó Calderón.

Los tres proyectos  escogidos entrarían a hacer parte de una red que cuenta con más de 300.000 docentes, 20.000 escuelas y atiende a más de 8 millones de niños en 28 países de Latinoamérica, África y Asia.

Las cinco áreas de interés de la convocatoria son: inteligencia artificial (aplicada a la educación), generación de energía, conectividad, dispositivos interactivos, renovables y de bajo coste; y soluciones innovadoras para docentes y alumnos.

Calderón manifestó que en Colombia existen emprendedores con grandes ideas en temas como e-learning y transformación digital en la educación. “Estos proyectos podrían impactar en la convocatoria”, añadió.

En mayo se realizará una primera evaluación de iniciativas y se obtendrá una lista de diez proyectos que serán convocados para un comité de selección.

En junio y julio se trabajará en el diseño y desarrollo de las tres iniciativas ganadoras para su prueba en terreno.

El desarrollo del piloto en las escuelas se desarrollará entre agosto y noviembre, en donde se analizará el impacto social y educativo y de la propuesta, así como su potencial de escalabilidad.

 

Fuente de la noticia: https://www.laopinion.com.co/economia/convocatoria-para-apps-digitales-en-educacion-174978#OP

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5 años de un compromiso educativo entre todos. Revista Educativa El Arcón de Clio

Argentina – España – Uruguay – Venezuela – República Dominicana – Nicaragua – Colombia / 14 de abril de 2019 / Autora: Daniela Leiva Seisdedos / Fuente: El Arcón de Clío

Hoy nos encontramos en una reflexión profunda y permanente en torno a lo que estamos haciendo en lo educativo, de lo que significa educar en el mundo que vivimos. Los docentes muchas veces decimos que al educar a cada uno de nuestros alumnos se nos presenta un  mundo, ¿verdad? entonces tenemos el universo en nuestras manos.

Durante estos cinco años, la revista educativa El Arcón de Clío se ha convertido en un espacio educativo completo con distintas voces educativas desde España hasta América, porque aspiramos a una política educativa global porque educar es un derecho humano que lleva.

Cinco años de compromiso en la construcción de una realidad, tratando de formar ciudadanos responsables del mundo nos hacen coincidir en la revista.

“Es de bien nacidos el ser agradecidos”, por ello queremos que sirvan estas líneas para expresar nuestro más profundo agradecimiento a todas aquellas personas e instituciones que han colaborado, a nuestros queridos lectores de Iberoamérica.

Educar nunca ha sido una tarea fácil y esto lo digo principalmente para los docentes. Las nuevas generaciones de estudiantes siempre desean de los educadores una respuesta diferente frente a sus inquietudes.

Nuestros alumnos, padres, autoridades, y la sociedad toda esperan, de nosotros los docentes una formación de excelencia convirtiéndonos muchas veces le sumemos en líderes sociales con una sólida raigambre valórica, una capacidad de aprendizaje constante y de manejo de información actualizada.

Por último, pero no por ello menos importante, debemos recuperar  la autoridad y el prestigio social del docente, del educador. Esa autoridad que confiere no sólo el saber sino también el saber enseñar, el despertar vocaciones y provocar el cambio.

A todos gracias y a seguir pensando en una mejor educación porque ella es responsabilidad de todos.

Fuente del Artículo:

5 años de un compromiso educativo entre todos. Revista Educativa El Arcón de Clio

ove/mahv

 

 

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Colombia: Estudiantes, maestros y trabajadores se unen a la Minga y preparan el “Paro Cívico Nacional”

Redacción: Colombia Informa

En Bogotá, el pasado martes 9 de abril, diversos sectores sociales se tomaron las calles en conmemoración del “Día nacional de la memoria y la solidaridad con las víctimas” y en apoyo a la Minga indígena, afro, social y campesina del suroccidente del país.

Casi un mes después, desde que el Consejo Regional Indígena del Cauca -CRIC- se declaró en Minga y con el pasar de los días, diferentes organizaciones indígenas, afro y campesinas se unieron al llamado. Esto permitió una gran movilización de fuerzas en las carreteras del suroccidente del país, bloqueando vías tan importantes como la Panamericana y poniendo en la agenda del gobierno nacional las problemáticas de estos territorios.

Muertos, heridos y una desmesurada represión e innumerables bloqueos en las carreteras pusieron en el ojo de la opinión pública al suroccidente del país, en especial al Cauca. Las redes sociales se inundaron de mensajes de apoyo y también de ataques a este proceso, las ciudades y otras regiones del país se solidarizaron con la lucha a través de diversas actividades, plantones y charlas. Las organizaciones sociales de estudiantes, maestros y trabajadores, empezaron a respaldar este gran proceso de movilización popular y decidieron demostrar su respaldo saliendo a las calles en una emotiva movilización por algunas de las principales vías de la ciudad.

El encuentro se dio en un día significativo para Colombia como lo es el 9 de abril, 71 años después  del magnicidio de candidato liberal a la presidencia Jorge Eliécer Gaitán y en el cual se conmemora el “Día nacional de la memoria y la solidaridad con las víctimas”.

La Coordinadora de Organizaciones Sociales -COS-, el Movimiento Alianza Social Indígena -MAIS-, la Organización Nacional Indígena de Colombia -ONIC-, la Unión Nacional de Estudiantes de Educación Superior -UNEES- y el CRIC convocaron a una “Marcha de Antorchas” en respaldo a la Minga y en memoria a las víctimas del conflicto armado en Colombia.

Esta movilización dio inicio en el Parque Nacional, a la altura de la carrera séptima con calle 34. Las personas empezaron a congregarse a las 5 de la tarde y alrededor de las 6:00 pm partieron hacia la calle 26 con destino al Búnker de la Fiscalía, punto de encuentro de la movilización que se dio aproximadamente a las 8 de la noche.

Durante la movilización se conocieron los discursos de algunos representantes y voceros de diferentes organizaciones y sectores sociales. Todas las intervenciones giraron entorno a la búsqueda de la unidad del movimiento social para la consolidación de fuerzas para impulsar el “Paro Cívico Nacional”, ante el momento crítico que enfrenta el país en relación al Plan Nacional de Desarrollo -PND-. Es por ello que los sectores sociales buscan organizarse para lograr mecanismos eficaces y que se logre visibilizar las exigencias que se le hacen al gobierno nacional.

Fuente: http://www.colombiainforma.info/estudiantes-maestros-y-trabajadores-se-unen-a-la-minga-y-preparan-el-paro-civico-nacional/

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Colombia: La reforma que iría en contravía de lo que piensa Uribe sobre la educación pública

América del sur/Colombia/11 Abril 2019/Fuente: Semana

Después de 18 años, por primera vez el Gobierno plantea realizar una reforma constitucional al Sistema General de Participaciones, la bolsa que financia la educación escolar pública y que está en rojos. El detalle es que ahora contiene todo lo contrario a lo que promovió el expresidente Álvaro Uribe durante sus dos gobiernos. ¿Prosperará?

Tanto para el Gobierno como para Fecode, la reforma constitucional al Sistema General de Participaciones (SGP), es inminente. La bolsa con la cual las regiones financian la educación, salud, agua potable y saneamiento básico, entre otros temas, no da abasto.

En el caso del sector educativo, cada año los departamentos deben endeudarse para responder por lo mínimo: salarios docente, servicios públicos en los colegios, vigilancia, entre otros. Por esta dinámica, otras necesidades como la construcción y mejoramiento de aulas y la alimentación escolar para todos los niños aún no son una prioridad.

Como los recursos no crecen a la par de las necesidades, este Gobierno consideró esta reforma como un paso obligatorio. Por eso, a principios de año la Ministra de Educación, María Victoria Angulo, aseguró que incluirían una reforma constitucional en las bases del Plan Nacional de Desarrollo (PND).

Una propuesta que la Federación Colombiana de Educadores (Fecode) ha exigido durante años, por lo que la planteó en su pliego de peticiones y marchó el pasado 19 y 20 de marzo para que se hiciera realidad en el PND.

Frente a un problema tan evidente, este Gobierno creó una comisión de expertos para discutir el tema. Esta comisión, integrada por diferentes expertos y gremios, entre ellos Fecode, se reunirá dos meses después de aprobado el PND y tendrán seis meses para presentar la propuesta de reforma a los artículos 356 y 357 de la Constitución Política.

De acuerdo con algunas fuentes cercanas a la comisión, la idea es incrementar los recursos de todo el SGP, lo que resolvería en realidad los problemas presupuestales de los colegios. Sin embargo, no será fácil de aprobarse en el Congreso, pues para ello se requiere una reforma fiscal que garantice la magnitud de los dineros.

“La segunda etapa de esta propuesta que se debatirá en el Congreso, no será fácil, lo sabemos, sin embargo, los niños la necesitan, pues son los que verdaderamente se van a beneficiar del incremento real y progresivo de los recursos”, dijo Nelson Alarcón, presidente de Fecode.

Se espera que en esta reforma no ocurra lo que sucedió en el gobierno anterior, que dejó un proyecto de ley radicado en el Congreso, el cual no resolvía los problemas de financiación de fondo, pues su idea era redistribuir el presupuesto. Es decir, sin aumentar el total del SGP, le quitarían, por ejemplo, al sector Salud para darle más a Educación.

Recorte tras recorte

Antes de llevar al límite la bolsa del SGP, en 2001 el expresidente Andrés Pastrana decidió recortar el 46% de los Ingresos Corrientes de la Nación (ICN) que se estaban destinando para las regiones. Para lograrlo, fusionó las bolsas que existían antes de ese año, llamadas Situado Fiscal y Participaciones, y creó el SGP.

En esta misma reforma, se amarraron las transferencias de los ICN solo a la inflación y al crecimiento de la economía, lo que significó una disminución abismal de los recursos no solo para el sector Educación, sino también para los demás sectores.

Aunque la medida era transitoria, es decir, que a partir de 2008 los recursos volverían a estar ligados a los ICN, en su momento, el gobierno del expresidente Álvaro Uribe, en vez de volver a la regla original de distribución de los recursos, adoptó otra reforma constitucional para seguir disminuyendo el dinero que el Estado le enviaba a las regiones.

Dicha reforma se amplió hasta 2016, periodo en el que el crecimiento de las transferencias para el SGP seguiría vinculado a la inflación. Luego, para 2017 en adelante, estableció que iban a aumentar de acuerdo a un promedio de los últimos cuatro años anteriores de los ICN.

Si el SGP hubiera crecido al mismo ritmo del promedio de los ICN de los últimos cuatro años a partir de 2008, las transferencias para financiar la educación pública en el país serían 50% mayores a las realmente alcanzadas en 2016. Ello implica que el independizar el SGP de los ICN de los cuatro años anteriores, (reforma hecha por Uribe) le significó al sector educativo una pérdida cercana a los 9 billones de pesos, solo en el 2016. 

La cifra cae como un balde de agua fría. Pero es peor si se calcula desde 2002, fecha en la que empieza a regir la primera reforma, pues alcanza una dimensión abismal: 78 billones en pesos constantes.

Pero no solo es cuestión de plata

Además de que el SGP está desfinanciado, sigue sosteniendo en gran parte los sueldos de los docentes, quienes siguen creciendo en número: a la fecha son casi 327 mil profesores activos para alrededor de 8 millones estudiantes.

Por eso, lo que más preocupa a quienes estudian el SGP es la forma en la que se asigna a las regiones, pues muy pocas veces se tienen en cuenta el costo personal docente para calcular las asignaciones por estudiante. ¿Qué tan sostenible puede ser un sistema que asigna presupuesto sin tener en cuenta una variable tan importante como el crecimiento y el aumento de salario docente?

Y es que del total del presupuesto, los maestros se están llevando una buena porción. Para 2018, los colegios obtuvieron principalmente por SGP, 21,7 billones, de los cuales se usó alrededor de 87% para pagar el sueldo de los docentes, 9% para el funcionamiento de los colegios y tan solo 4% para calidad-matrícula.

Antes de la reforma de 2001, los municipios tenían la facultad de nombrar docentes con los recursos provenientes de los ICN, lo que provocó un incremento de profesores en las regiones. A esto se le sumó que el estatuto que los rige, el 2277 de 1979, facilitaba el ascenso en el escalafón.

Este sistema era insostenible porque significó un incremento acelerado de los costos de personal, a pesar de que su remuneración es de las más bajas entre los profesionales del Estado. Por lo tanto, con la reforma de Pastrana se intentó frenar este crecimiento, ajustando las condiciones laborales de los nuevos maestros con el nuevo estatuto 1278 de 2002.

Por eso, según fuentes cercanas a la comisión, es muy probable que este gobierno no incremente los recursos sin garantizar primero su gasto eficiente.  Así las cosas, según Alarcón, “el gobierno podría intentar recortar los derechos laborales del Magisterio. Pero como la propuesta de reforma es consensuada, no estaríamos de acuerdo”.

En efecto, los primeros pasos ya se dieron. Por primera vez, en los últimos 18 años el Gobierno está dispuesto a realizar una reforma constitucional. Lo que veremos en los próximos seis meses, más allá de promover una transformación en la educación escolar, también generará un gran debate sobre el poder que el Estado le otorgará a las regiones si el SGP se incrementa en recursos. ¿Será esa la solución para salir de la crisis?

Imagen tomada de: https://static.iris.net.co/semana/upload/images/2019/4/8/608686_1.jpg

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/reforma-constitucional-al-sgp-y-su-impacto-en-la-educacion/608690

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¿Qué es la cuarta revolución industrial y por qué va a cambiar a la educación?

Por: Semana Educación

Las tecnologías 4.0 están de moda. Con la automatización digital están cambiando todos los sectores de la sociedad, y la educación no es la excepción. Hay repensar el sistema educativo. Vea cómo.

Esta semana, el presidente Iván Duque anunció en el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, la apertura del primer Centro para la Cuarta Revolución Industrial en Medellín. ¿Por qué es eso relevante para el país? ¿Qué le importan las tecnologías 4.0 a la educación?

El mundo del trabajo está cambiando y va a cambiar aún más en los próximos 10 años. Los robots cada vez hacen más trabajos que antes solían hacer las personas. Y la educación será la principal herramienta de estas últimas para no quedar en desuso al mismo ritmo que se desactualizan los smartphones.

Es temporada de despidos
En el banco Sberbank, el más grande de Rusia y Europa Oriental, hay una sensación de incertidumbre desde que el CEO de la empresa, Herman Gref, anunció el plan de despedir para 2021 a 45.000 empleados, cerca del 15% de su capital humano (para hacerse una idea, es casi como despedir a todos los empleados de los tres bancos más grandes de Colombia). ¿La razón? Llegaron los robots.

Son más baratos, predecibles y, en opinión del banco, pueden hacer el mismo trabajo que actualmente desarrollan muchos empleados. Ya el gigante ruso lo ha puesto en práctica con Anna, una robot que desde marzo opera el contact center para clientes empresariales.

Con un sistema de Inteligencia Artificial (IA), escucha y responde preguntas como la ubicación del ATM más cercano y, en el futuro, entregará información del balance de cuenta y estado de pagos. Gracias a ella, el contact center, que maneja unas 20.000 llamadas al día, redujo el tiempo de operación a la mitad. Por esto, el Sberbank despidió cerca de 5.600 empleados en el segundo semestre de 2018.

En 2017 contrataron un equipo de robots-abogados que era capaz de escribir demandas automáticas, y sustituyeron el puesto de 3.000 humanos. En diciembre, Promobot, otro software de IA, empezó a hacer labores de consultoría de clientes. Según ha dicho Gref en distintas entrevistas, 98% de las decisiones de extender un préstamo y 30% de entregar uno nuevo a una empresa lo hace un software inteligente.

Está convencido de que ese es el futuro, el mundo del trabajo de la cuarta revolución industrial, donde el internet de las cosas y la automatización de las tareas humanas le darán un giro copernicano a las relaciones laborales, sociales y económicas. Verdad no le falta; hoy, las máquinas escriben, identifican imágenes, analizan, toman decisiones y (sobre todo) aprenden de ellas.

Eso promete cambiar definitivamente el tipo de trabajos que desempeñan actualmente las personas. Los trabajadores del futuro tendrán que destacarse en un set muy distinto de competencias. Un desafío grande, pero prometedor. La revolución industrial significa, también, la revolución de la educación.

¿A quiénes van a reemplazar?
La automatización de las labores humanas no es nueva, pero está llegando a otro nivel. Para este año, habrá cerca de 2,6 millones de robots industriales en todo el mundo. Muchas funciones mecánicas en fábricas de ensamblaje las desempeñan desde hace décadas.

Pero ya se están moviendo a todo tipo de sectores. En las instituciones de educación superior identifican estudiantes en riesgo de deserción por medio del big data. En el mundo del arte, el software Watson Beat, de IBM, crea canciones autónomamente. Ya incluso son robots (teacher bots) los que le enseñan a otros robots a reconocer imágenes o analizar patrones.

Según el estudio “Jobs lost, jobs gained: Workforce transitions in a time of automation”, publicado en 2017 por la firma McKinsey & Co, hasta 800 millones de personas (o 30% de la fuerza laboral mundial) tendrían que buscar un nuevo trabajo de aquí a 2030 por culpa de la automatización, según las tecnologías probadas hasta el momento.

Ese es el escenario más catastrófico. “Aunque la mitad de las actividades laborales tiene el potencial de ser automatizada por tecnologías probadas actualmente, la proporción de trabajos desplazados será probablemente más baja por factores técnicos, económicos y sociales que afectan su adopción”, asegura el informe.

El cálculo es altamente incierto, y no hay manera de asegurar qué sucederá en doce años. Diferentes metodologías varían en sus estimados –el estudio de McKinsey sugiere, en un escenario más amable, que cambiaría solo el 15% de la fuerza laboral–.

Depende también de la región. En Estados Unidos, los pronósticos oscilan entre un 7% y un 47% de empleos automatizables; en Japón, entre 6% y 55%; en Bolivia, entre 2% y 41%. En cuanto a Colombia, entre un 20% y 30%, según Deloitte.

Depende así mismo del área laboral. El sector financiero, por ejemplo, tiene una probabilidad bastante alta de robotizarse. Lo que ocurrió en Sberbank no es un accidente: Bank of America pasó de tener 288.000 personas en 2010 a 204.000 en 2018; en Sudáfrica, el Nedbank anunció el pasado marzo el despido de 3.000 trabajadores; en Suecia, el Banco Nordea eliminó 6.000 puestos; en Japón, el grupo financiero Mitsubishi UFJ planea sustituir 9.500, casi lo mismo que el Citigroup, que podría recortar 10.000 (la mitad de su equipo de tecnología y operaciones), según el Financial Times. Todos por la misma razón: automatización de funciones.

De acuerdo con el informe de McKinsey, “las actividades más susceptibles son las que implican trabajo físico y las que se dan en ambientes predecibles, como operar maquinaria o preparar comida rápida […] La automatización tendrá un menor impacto en los empleos con interacciones sociales, donde las máquinas no pueden desempeñarse como los humanos por el momento”.

Si le da curiosidad, puede consultar la susceptibilidad de automatización de su ocupación en este link.

Los nuevos trabajos
Este tipo de pronósticos fatalistas no son atípicos. Hace 240 años, Ned Ludd, un obrero de Leicestershire, Inglaterra, rompió dos tricotosas en un ataque de furia por las dificultades laborales que empezaban a sentir los trabajadores ante el surgimiento de estas máquinas para tejer.

Hoy hay poca claridad sobre la autenticidad histórica de este personaje, pero a principios del siglo XIX se convirtió en el símbolo del movimiento ludita, que adoptó su nombre y participó en manifestaciones, disturbios y quemas de fábricas y molinos en todo el país.

Según el Informe sobre el desarrollo mundial 2019 (WDR, por sus siglas en inglés), del Banco Mundial, sobre “la naturaleza cambiante del trabajo”: “No ha habido un momento de la historia en que la humanidad no esté preocupada por dónde lo llevará su talento para innovar. En el siglo XIX, Karl Marx le preocupaba que ‘las máquinas actúen como una competencia superior al trabajador’. John Maynard Keynes advirtió en 1930 sobre el desempleo que surgiría de la tecnología. Sin embargo, la innovación ha mejorado una y otra vez los estándares de vida”.

Si se tiene en cuenta la evidencia histórica, la tecnología siempre ha generado más puestos laborales de los que ha destruido. Desde 1980, la introducción del computador portátil creó 18,5 millones de trabajos, solo en Estados Unidos. Y en Europa, la economía de apps ha creado 1,6 millones.

Un estudio de Deloitte encontró que en Reino Unido la IA ha destruido 800 mil empleos desde 2001, pero propiciado 3,5 millones nuevos. Además, estos pagan en promedio 13.000 dólares al año más. Con cada nueva tecnología en la historia ha ocurrido el mismo resultado.

l estudio de McKinsey estima que para 2030 la inversión en tecnología podría crear entre 20 y 50 millones de trabajos en el mundo. Si a eso se le suman los 280 que se pueden generar en los próximos diez años por el aumento del consumo, principalmente en economías emergentes, el impacto de la automatización no parece tan grave.

“Es difícil tener conclusiones sobre cómo serán las tareas del futuro”,señala Paolo Falco, economista de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde). “Es más fácil saber cuáles de las labores que realizamos hoy se podrán reemplazar. La tecnología creará cientos de trabajos nuevos de los que no tenemos ni idea ahora”.

Sin embargo, incluso en los panoramas más tecnooptimistas, la rapidez del cambio produce inquietudes. Una transición abrupta, señala el estudio de McKinsey, resultaría en un crecimiento súbito del desempleo y en mayores iniquidades.

Frente a esta posibilidad, es fundamental desarrollar una fuerza laboral con más competencias de alta complejidad intelectual (como análisis de datos y pensamiento crítico) y competencias socioemocionales (como la sociabilidad, la resiliencia y la empatía).

Estas son, a la vez, las más difíciles de automatizar y las más transversales, útiles sin importar el campo laboral al que se dedique; es decir, donde los empleados pueden encontrar un valor agregado. Y, por otro lado, una fuerza laboral que pueda adaptarse a los cambios más fácilmente, actualizarse al mismo ritmo que los avances tecnológicos.

Menos humanos-robots, más humanos-humanos
En 2016, The New York Times reportó el caso de Sherry Johnson, una georgiana de 56 años que había perdido su trabajo por la automatización. No una sino dos veces. La primera vez, en un periódico local en el pueblo de Marietta, donde se encargaba de manejar las impresoras. Luego en una fábrica de máquinas médicas. Antes de retirarse, Johnson terminó trabajando en un refugio de animales, el empleo que más feliz la hizo. Allá no podía sustituirla un robot, que no tiene cómo “darles atención y cariño”.

Razón no le faltaba. La capacidad de relacionarnos socialmente (incluso con los animales) es una parte indispensable de las competencias humanas. Es tan importante que es fácil subestimar su relevancia en el mundo laboral; pero varios estudios han demostrado la relación entre el manejo comportamental y la obtención y retención de empleos a largo plazo.

No en vano, el 79% de las habilidades más demandadas por las empresas es de tipo socioemocional, de acuerdo con el documento de trabajo “Employer Voices, Employer Demands”, realizado en 2016 por analistas del Banco Mundial, el cual revisó 24 estudios sobre el tema.

Incluso en Colombia, donde el impacto de la cuarta revolución industrial ha sido menos fuerte que en otros países, los empleadores están urgidos de esas competencias. Según un estudio realizado por Manpowergroup en 2017, “los líderes empresariales están buscando gente con capacidad de liderazgo y comunicación oral y escrita; con inteligencia emocional, que no peleen por cualquier cosa, pero que sepan defender su punto de vista amable y correctamente; y, especialmente, con flexibilidad cognitiva, que tengan la curiosidad y la facilidad de aprender, desaprender y reaprender”, dijo Juan David Tous, gerente de comunicaciones de esta multinacional en Colombia.

¿Qué explica la creciente importancia de las competencias socioemocionales en el mercado laboral? Según el documento del Banco Mundial, “que las computadoras todavía son muy malas para simular la interacción humana. Leer la mente de otros y reaccionar es un proceso inconsciente, desarrollado por miles de años de evolución. En el ambiente laboral, es fundamental que las personas sean capaces de trabajar en equipo, resaltar las ventajas individuales y de adaptarse a los cambios. Esa interacción rutinaria es el núcleo de la ventaja humana sobre las máquinas”.

Las competencias socioemocionales tienen otra ventaja más: son transversales. Son casi igual de útiles en cualquier campo laboral. Sherry Johnson no necesitó reaprender un nuevo set de competencias para incorporarse a un nuevo trabajo.

Diferentes competencias blandas pesan más en distintas labores. Según el estudio “Social and Emotional Skills”, de la Ocde, las competencias que mejor predicen el buen desempeño laboral y el salario son: la persistencia, el autocontrol, la confiabilidad y la orientación al logro.

La extroversión es buena para predecir el desempeño en trabajos gerenciales y en ventas. La regulación emocional es especialmente importante en trabajos con fechas de entrega y alto nivel de estrés, y la apertura a la experiencia para trabajos científicos.

Un dato interesante es que las habilidades socioemocionales son “entre 2,5 y cuatro veces más importantes que las cognitivas para personas de bajos ingresos”; esto señala su relevancia como vehículo de movilidad social.

La generación de los datos

Ciertas competencias técnicas de alto nivel también serán muy importantes en el mundo laboral. Dos de ellas se están posicionando como las más solicitadas: programación y análisis de datos.

Salvo las relacionadas con Marketing y Análisis de Negocios, Ingeniería Eléctrica y Diseño Automotriz, las 25 competencias duras más requeridas por empleadores en el mundo implican algún grado de conocimiento de estas, según un estudio de LinkedIn publicado el pasado enero.

Para hacerse una idea de hacia dónde está yendo el mundo, las cinco más demandadas son Computación en la Nube, Minería de Datos, Administración de las Tecnologías de la Información y Desarrollo Web.

De hecho, un informe de Burning Glassdoor Technologies y Oracle Academy sugiere que la mitad de los trabajos en el primer cuartil de ingresos (más de 57.000 dólares al año) requiere conocimiento de programación.

Y, sin embargo, solo 18% de estos posiciones exigían un título en Ciencias Computacionales, lo que hace pensar que, conforme avanza el mundo digital, el lenguaje de la programación se vuelve una competencia transversal, más allá de la Ingeniería de Sistemas.

No es un accidente que Harvard tenga curso de Programación para Abogados, en el que los futuros juristas aprenden a hacer “lobby con análisis de datos, automatizar litigios en masa e investigar de manera online”, y que el Imperial College de Londres ofrezca uno en “Lenguaje de Programación para Médicos”. O que países como Reino Unido, Argentina y Singapur incluyan la programación en sus bases curriculares para primaria y bachillerato.

Sin embargo, para Paolo Falco, estas de nada sirven sin creatividad. “Hay tareas muy especializadas que hoy son relevantes. Pero pasa lo mismo que en la programación, que se pensaba era de alto nivel técnico e imposible de automatizar, y descubrimos que también la pueden hacer las máquinas.El nivel técnico no es suficiente; tiene que ser acompañado del lado creativo”.

Como señala el economista italiano, sin creatividad incluso el conocimiento altamente técnico puede caer en desuso. Según un estudio de Deming y Kadeem Noray de 2018, el alto retorno económico de las carreras aplicadas en STEM (por las siglas en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) disminuye, en promedio, un 50% en la primera década de vida laboral, pues sus conocimientos quedan obsoletos.Muchos profesionales, incluso, terminan abandonando esa área de trabajo.

De ahí la importancia de hacer las famosa conversión de estas carreras en STEAM (agregándole un nuevo componente fundamental: el Arte).

Repensar el sistema
“Un tema importante de resaltar”, señala Falco, “es que hablamos de competencias blandas porque son las que necesitamos hoy”. Consideramos que serán importantes en el futuro, por lo que muestran los avances tecnológicos de punta hasta el momento. Pero quién sabe cuáles serán las que requeriremos mañana.

Aún con todos los estudios sobre el tema, es importante recordar que el futuro de la cuarta revolución industrial es incierto. En este sentido, lo primero, dice el economista italiano, es implementar un sistema de adaptabilidad y flexibilidad de la educación, incluso antes de pensar qué competencias enseñar.

“Debemos cambiar lo que venimos haciendo”, dice Maritza Rondón, rectora de la Universidad Cooperativa de Colombia. “Necesitamos pasar de modelos masivos de educación a formas más personalizadas, que es lo que están pidiendo los jóvenes. Se requiere una educación más flexible, al ritmo de cada quién; que reconozca los saberes de los alumnos. Si lo aprendió en la universidad de la vida, ¡qué importa!”

En ese sentido, todavía le falta mucho al sistema educativo. En las instituciones de educación superior en Colombia, aún no hay mecanismos para reconocer el conocimiento informal de los estudiantes, algo importante para recibir a quienes están interesados en estudiar y provienen de rutas no tradicionales.

El mundo todavía no tiene las condiciones necesarias para universalizar el aprendizaje. “Un estudio de la Ocde próximo a salir muestra que los países están poco preparados para el aprendizaje durante la vida. Hay estudios sobre el tema, pero pocos programas comprobables”, dice Falco.

Ese es un último componente fundamental. Mañana, cuando un robot venga a sustituir el trabajo de abogados, contadores o ejecutivos de cuenta en el banco más grande de Rusia –o, para ese efecto, en cualquier otro lugar del mundo–, la idea no es que los reemplace un recién egresado más preparado, sino que los mismos empleados puedan volver al sistema para aprender y reinventarse.

Está en las manos del sistema educativo evitar la catástrofe que significaría lo contrario. Una responsabilidad bastante delicada.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/cuarta-revolucion-industrial-una-reforma-para-el-sistema-educativo/599090

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Plan de Desarrollo: el pulso que Fecode le ganó al gobierno

América del Sur/ Colombia/ 09.04.2019/ Fuente: www.semana.com.

El gobierno Duque llegó a un acuerdo con los maestros que en los últimos días volvieron a salir a las calles para exigir garantías laborales. Esta vez la Federación Colombiana de Educadores (Fecode)ganó el pulso porque logró que se haga una reforma constitucional al Sistema General de Participaciones, y así aumenten los recursos para los grados de preescolar, educación básica y media.

«El primer acuerdo es una reforma constitucional al Sistema General de Participaciones, hemos concertado esta reforma. También se crea una comisión de alto nivel para consensuar un acto legislativo para que se incrementen los recursos del SGP», aseguró Nélson Alarcón, presidente de Fecode. Esta comisión de alto nivel estará conformada por el gobierno -y sus ministerios-, Fecode, Asocapitales y Fedemunicipios. 

 

Además, los maestros lograron que estos acuerdos quedarán explícitos en un artículo que se incluirá en el Plan Nacional de Desarrollo, que se discute en el Congreso, y que pasó a plenarias. Sin embargo, la reforma constitucional no es la única petición de los maestros, también quieren la implementación de la jornada única, que se incremente la planta de personal oficial y la nivelación salarial.

Fecode había anunciado que el 25 de abril harían un paro cívico y había advertido que si la situación no se resolvía irían a cese de actividades. Con una minga que tiene paralizado el sur del país, y en medio de una negociación compleja con los pueblos indígenas que reclaman el cumplimiento de acuerdos históricos, otro paro nacional -como el de los educadores- pondría en mayores aprietos al gobierno. Por eso, al llegar a un acuerdo con Fecode, el gobierno calma las aguas, justo cuando desde el sector se pensaba que no daría su brazo a torcer

 

Fuente de la noticia: https://www.semana.com/educacion/articulo/plan-de-desarrollo-fecode-le-gano-pulso-al-gobierno/608204

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Educación, inclusión y crecimiento en Colombia

Por:  Sandra Berthelot.

 

Cerrar las brechas regionales en cobertura y calidad de la educación en Colombia; es uno de los desafíos de las políticas públicas educativas hasta 2030. La evidencia empírica muestra que se trata de un fenómeno altamente persistente, y que se transmite inter-generacionalmente. Uno de los principales mecanismos a través de los cuales se puede romper este círculo vicioso es mediante un gran impulso al sistema educativo. De hecho, la literatura especializada ha encontrado que tanto la cantidad como la calidad de la educación son factores determinantes del ingreso y la calidad de vida de los individuos, y del crecimiento económico de las regiones.

La transformación educativa en Colombia tendría que ser prioritaria para los próximos años por garantizar la reducción de las brechas regionales en Colombia, y por la implicación del capital humano en el crecimiento económico de un país. Un ejemplo con la tasa de analfabetismo en personas mayores a 18 años en la región del Caribe colombiano muestra la desigualdad regional que existe entre las diferentes regiones.

Colombia tiene una tradición relativamente larga de investigación. Tradicionalmente, estas políticas están estudiando tres grandes categorías: cobertura, calidad y capacidad institucional. En la categoría de cobertura se encuentran los programas de infraestructura y alimentación escolar, así como las políticas orientadas a reducir el trabajo infantil y comportamientos de riesgo relacionados con el embarazo adolescente y la violencia. Calidad se encuentra las políticas de selección, formación de docentes, evaluación. En el eje de la capacidad institucional está las medidas de planes de acompañamiento y asistencia técnica. El fortalecimiento institucional, por su parte, es fundamental para alcanzar las metas tanto en cobertura y calidad, en la medida en que es en las secretarias de educación y en los colegios en donde se adaptan las políticas educativas a los contextos específicos de cada región y grupo de alumnos.

Se proponen varias recomendaciones para transformar de manera sostenible la educación para la inclusión y la transformación social en Colombia. Primero, es indispensable fortalecer la capacidad institucional de las Secretarias de Educación y los colegios. En efecto, además de garantizar el funcionamiento del sistema, estos actores deben liderar los procesos de focalización, diseño de programas y evaluación.

Segundo, es necesario lograr un mínimo de continuidad en las políticas educativas. La mayor parte de los programas presentados necesita de más de cuatro años para lograr resultados significativos y sostenibles, lo que implica que se requiere del apoyo de varias administraciones nacionales, departamentales y municipales. También trabajar con programas innovadores como la educación digital que se impone como un nuevo paradigma pedagógico y tecnológico.

Construir este tipo de consensos políticos alrededor de políticas claves para el desarrollo es sin duda uno de los principales retos. Un trabajo conjunto que no es sencillo de realizar, pero constituye una condición para el futuro; educación, inclusión y crecimiento económico sostenible colombiano.

Fuente del artículo: https://www.larepublica.co/analisis/sandra-berthelot-539161/educacion-inclusion-y-crecimiento-en-colombia-2846930

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