Por: Ignacio Mantilla
Se celebró esta semana el vigésimo aniversario de la creación de la Sede Caribe de la Universidad Nacional de Colombia, una de las cuatro sedes que tiene la Universidad en las fronteras colombianas.
Desde hace 20 años, y en forma ininterrumpida, la Universidad ha estado haciendo presencia en la isla de San Andrés con programas académicos, principalmente orientados a la investigación en Ciencias del Mar y la Biología Marina, complementados con otros dirigidos a la formación profesional de los jóvenes del Archipiélago.
Esta Sede de la Universidad tuvo su origen con la creación del Instituto de Estudios Caribeños y los primeros trabajos que se registran son los resultados de las investigaciones que iniciaron dos grupos, dedicados principalmente a los estudios ambientales del Caribe y al estudio del Estado y la sociedad del Caribe. Posteriormente los intereses investigativos de la Sede se ampliaron con el trabajo de otros grupos dedicados a la fauna marina de Colombia, la biodiversidad y sus usos; y a estudios sobre nación, región y relaciones internacionales en el Caribe y América Latina y desde el año 2008 se unió a la Sede el Centro de Estudios de Ciencias del Mar, cuya actividad principal se desarrolla en Santa Marta.
En la zona de San Luis, donde se ubica el campus, la Universidad desarrolló el Jardín Botánico de San Andrés, abierto al público hace cerca de siete años. Más de 42.000 visitantes, entre turistas, estudiantes e investigadores han podido apreciar y disfrutar de este enclave ecológico en el centro de la isla.
Después de dos décadas de trabajo permanente, con muchos éxitos y también con muchos problemas, aciertos y desaciertos, hoy nuestra Sede Caribe puede sentirse orgullosa y dar cuenta de sus indiscutibles logros: 60 libros publicados, 22 ediciones de la revista “Cuadernos del Caribe”, 80 capítulos de libro, 200 artículos publicados en revistas indexadas, más de 600 ponencias, presentaciones y conferencias de profesores y estudiantes, 200 tesis de posgrado, 265 trabajos de grado, en fin, todos productos académicos de indiscutible valor para la región. Las contribuciones abarcan temas de: ciencias del mar, biodiversidad, pesca, manglares, algas y pastos marinos, arrecifes coralinos, contaminación, genética, geo-historia, arquitectura isleña, literatura, estudios de género, economía, turismo, lenguas criollas, seguridad alimentaria y gestión del riesgo, entre muchos otros.
La Maestría en Estudios del Caribe que ofrece la Universidad en San Andrés ha permitido también la movilidad académica en el Gran Caribe: estudiantes y profesores de Jamaica, Puerto Rico, Cuba, Trinidad y Tobago, México, Costa Rica y Panamá, entre otros, han ido construyendo con los nuestros un grupo de trabajo dinámico, con objetivos comunes de formación y publicaciones conjuntas.
Aun cuando la mayor oferta inicial fue de programas de posgrado, desde el año 2008 se ha implementado en la Sede el Programa Especial de Admisión y Movilidad Académica (PEAMA), a través del cual más de 400 jóvenes han sido admitidos para estudiar en la Universidad Nacional, cursando sus cuatro primeros semestres en la Isla y luego trasladándose, para continuar sus estudios, a una de las sedes andinas en Bogotá, Medellín, Manizales o Palmira.
Empiezan ahora a regresar a San Andrés los primeros profesionales, formados gracias a este programa. Algunos de ellos encontrarán un empleo en su lugar de origen; otros deberán establecerse en el interior del país, pero seguramente unos y otros se encargarán de transformar la Isla en un centro de prosperidad para su región.
La Sede Caribe ha estado en permanente coordinación con las demás sedes de la Universidad Nacional y dispuesta siempre a recibir estudiantes de pre y posgrado para que realicen en la Isla sus trabajos de investigación o complementen su formación. Igualmente ha desarrollado un novedoso programa de inmersión para el aprendizaje del inglés como segunda lengua, del cual se han beneficiado especialmente docentes de educación básica y media.
Tras el adverso fallo sobre el diferendo limítrofe, la población del Archipiélago ha visto cómo las invitaciones iniciales a las universidades colombianas para que hicieran presencia en San Andrés y ofrecieran programas de formación profesional a sus jóvenes, se convirtieron en un rotundo fracaso. Es así como hoy la Universidad Nacional, que ya desde mucho antes había demostrado su compromiso con esa comunidad, permanece como la única universidad en la Isla.
En la celebración de los primeros 20 años de la Sede he reafirmado el interés y la necesidad de permanecer en San Andrés; las ofertas académicas son las mejores manifestaciones de la presencia del Estado en cualquier región del país; así lo he repetido, señalando que la Universidad Nacional no está de paso en San Andrés, y que estará allí hasta cuando la comunidad así lo requiera, acompañando su crecimiento, fomentando su desarrollo, y aportando educación superior de calidad para el bienestar de la comunidad del Archipielago.
En los actos de celebración estuvieron presentes las autoridades gubernamentales regionales, quienes han manifestado su apoyo y compromiso para que el campus se siga desarrollando y los estudiantes disfruten de un mayor bienestar.
Es afortunado el hecho de que la sede cumpla 20 años justo el mismo año en el que la Universidad celebra el sesquicentenario de su fundación. Ambas fundaciones tienen en común el mismo proyecto de nación. Un proyecto que se fundamenta en la construcción de un país moderno a través de la educación de alta calidad y la preservación de sus riquezas naturales y culturales. Ambas fundaciones quisieron, desde sus inicios, fomentar la unidad de la nación mediante la valoración de la diversidad y la construcción de identidad a través del estudio de nuestra cultura. Hoy esos objetivos siguen siendo vigentes y la Universidad Nacional, patrimonio de todos los colombianos, está absolutamente comprometida con ello.
Fuente: http://www.elespectador.com/opinion/opinion/universidad-nacional-20-anos-en-san-andres-columna-678250