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Colombia: Los líderes sociales asesinados en el primer día del cese al fuego.

Las víctimas en el Cauca fueron los líderes Joel Meneses, Nereo Meneses y Ariel Sotelo. En Nariño, fueron asesinados los indígenas Awá Alberto y Luciano Pascal. Preocupan condiciones de seguridad de líderes sociales en el posacuerdo.

América del Sur/Colombia/30.08.2016/Autor y Fuente:http://www.elespectador.com/

En el primer día del cese bilateral definitivo entre las Farc y el Gobierno, cinco líderes sociales han sido asesinados en el país. Tres de ellos eran habitantes de Cauca, entre los que se encontraba Joel Meneses Meneses, uno de los fundadores del Comité de Integración del Macizo Colombiano (CIMA). Los otros dos eran indígenas Awá, del municipio de Tumaco, Nariño.

Entre las 8 y las 8:30am Joel Meneses, junto con Nereo Meneses Guzmán y Ariel Sotelo, se dirigía al mercado del corregimiento de Llacuanas. A la altura del sector de Guayabillas, el carro en el que iban fue interceptado por hombres con camuflados, sin ninguna identificación, y armados con fusiles. Los llevaron hasta el sitio conocido como Monte Oscuro, entre los municipios de Bolívar y Almaguer, allí Joel Meneses, Nero Meneses y Ariel Sotelo fueron acostados bocabajo y les dispararon.

Miguel Fernández, coordinador del área de Derechos Humanos y Paz del CIMA, asegura que desde 2013 se han presentado varios asesinatos a líderes sociales en el municipio de Almaguer, así como amenazas al actual alcalde, Albeiro Galindez, y al presidente del Concejo, Ómar Jiménez. Fernández llamó la atención por la confluencia de grupos armados ilegales, de la Fuerza Pública y de grupos privados en esta zona minera.

Este lunes también sucedió un hecho similar en Tumaco, Nariño. La Defensoría del Pueblo denunció el asesinato de los indígenas Awá, Alberto y Luciano Pascal García. Ambos se desplazaban desde el municipio de Llorente hasta  el resguardo Palangala- Hojal La Turbia cuando, alrededor de las 10 de la mañana, fueron asesinados.

Pero la muerte de los hermanos Pascal García no fue el primer ataque contra un indígena Awá en los últimos días. El pasado viernes a las 5 de la tarde, Camilo Roberto Taicus Bisbicus, miembro de la Organización Unidad Indígena del Pueblo Awá fue abordado por dos sicarios, quienes le dispararon. La Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) anunció una asamblea permanente y convocó a una audiencia con el Gobierno Nacional para “tomar las medidas necesarias para la protección y defensa de nuestro pueblo y territorio”.

El Espectador intentó comunicarse con Guillermo Rivera, viceministro de Relaciones Políticas del Ministerio de Interior, pero no contestó. Las víctimas murieron apenas horas después de que entrara en vigencia el cese definitivo anunciado por el presidente Juan Manuel Santos y por Timoleón Jiménez, Timochenko, el máximo comandante de las Farc.

Si bien es claro que estos muertos no tienen que ver con el conflicto Gobierno – Farc, que efectivamente ya silenciaron los fusiles. La preocupación de fondo es la misma que ha advertido en reiteradas ocasiones desde La Habana los voceros de la guerrilla,que al entregar las armas sean asesinados, como sucedió con la msacre sistemática de miembros de la Unión Patriótica.

Precisamente una de sus principales preocupaciones, que generó tardanzas en la firma de los acuerdos, es el combate a los fenómenos de criminalidad, en especial los reductos de los paramilitares que, se han convertido en los principales microcarteles de tráfico de drogas y pueden ser un factor de riesgo para dirigentes sociales y para los miembros de las Farc que entreguen las armas para participar en política.

Fuente: http://www.elespectador.com/noticias/nacional/los-lideres-sociales-asesinados-el-primer-dia-del-cese-articulo-651959

Imagen: http://www.elespectador.com/files/imagecache/560_width_display/imagenprincipal/00ed26c46561b39753acc02126f2f1d3.jpg

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Colombia: Los maestros por el Sí a la Paz

América del Sur/Colombia/agosto de 2016/Fuente y autor: las2orillas/Mónica A. Ochoa

“Desde las aulas, los profesores deben posibilitar la conversación, el debate y la reflexión que vayan encaminadas a la construcción de paz”

El acuerdo final para la terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz estable y duradera anunciado el pasado 24 de agosto es, sin duda, uno de los momentos más trascendentales para la historia de nuestro país. De ahí que la educación y el rol de los maestros acojan con mayor fuerza la construcción de la paz.

 Desde las aulas maestros y maestras deben posibilitar la conversación, el debate, la reflexión y por supuesto fomentar iniciativas que vayan encaminadas a la construcción colectiva de la paz en todos los contextos de acción que sea posible. La educación tendrá la tarea fuerte de transformar todos esos imaginarios que se han construido en el escenario de la guerra, guerra que no ha sido ajena en los espacios educativos.
 El fin de la guerra deberá implementar prácticas pedagógicas diferentes, donde haya un verdadero reconocimiento del otro real y diferente. La educación a través de una pedagogía social, vivencial y crítica tiene el deber de incidir en los sujetos que transitan por esa escuela en la que la guerra también ha estado presente. La discusión de la escuela a favor de la transformación de realidades debe ser  permanente, y ahora más que nunca, en que la esperanza está viva en favor de la paz.
Los maestros, entonces apropiados de la esencia y la magnitud que implica el acuerdo final entre el gobierno nacional y las FARC – EP para el futuro de Colombia, tendrán que asumir su papel protagónico de la mano del conjunto de la sociedad en el nuevo escenario de posacuerdo  que se viene, necesitamos una escuela creativa, incluyente, propositiva, que estimule sujetos críticos y activos  participando en el debate amplio de la construcción de ese nuevo país que se sueñan.

Son muchas las esperanzas en la educación como el camino para construir un futuro nuevo donde puedan cumplir sus sueños, aquellas personas que por múltiples razones han hecho o hacen parte de la guerra, por eso la paz que se vislumbra entonces, tiene que ir más allá del fin de la guerra y entenderse que en los escenarios educativos se puede construir y fomentar la paz como parte de la cultura.

La paz es un trabajo de todos pero indudablemente la educación y los maestros deben jugársela con procesos pedagógicos que brinden herramientas para reconocer y comprender que la paz es un asunto demasiado serio, que es responsabilidad de todos construirla y que se vuelva realidad.

Fuente: http://www.las2orillas.co/los-maestros-por-el-si-a-la-paz-2/

Imagen: www.las2orillas.co/wp-content/uploads/2016/08/maestros.jpg

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Colombia: Indígenas se unen a la protesta de los maestros del Cauca

América del Sur/Colombia/28 de Agosto de 2016/Fuente: W Radio

Las autoridades indígenas del departamento del Cauca decidieron sumarse al paro que realizan los docentes afiliados a la Asociación de Institutores y Trabajadores de la Educación del Cauca, Asoinca, que completa tres semanas sin resolverse.

El presidente del Sindicato, Fernando Vargas, agradeció el respaldo de las comunidades y explicó que en la capital de la República pretenden exigirle al Ministerio de Educación y al Fondo Nacional de Prestaciones Sociales del Magisterio que atiendan sus exigencias.

«Esperamos que unas 1.700 personas participen de esta jornada. No podemos permitir que se sigan enriqueciendo con los recursos de nuestra salud», sostuvo.

Desde el pasado lunes 8 de agosto los maestros iniciaron un cese de actividades para exigir la departamentalización del servicio de la salud y el giro de los recursos a Asoprosalud, una de sus organizaciones.

Entre tanto, más de 200.000 niños y niñas de la región se ven afectados por esta situación.
Según las manifestantes esperan llegar este lunes a la ciudad de Bogotá, donde protagonizarán varias actividades en el marco de la protesta.

Fuente: http://www.wradio.com.co/noticias/regionales/indigenas-se-unen-a-la-protesta-de-los-maestros-del-cauca/20160827/nota/3229101.aspx

Fuente de la imagen: http://radiosuperpopayan.com/29103/noticias/maestros-del-cauca-anuncian-nuevo-paro/

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Quienes educamos tenemos la obligación ética y moral de apoyar la paz

América del Sur/Colombia/28 de Agosto de 2016/Autor: Ángel Pérez Martínez/Fuente: Dinero.com

La federación Colombiana de Educadores, FECODE, decidió esta semana apoyar la campaña por el sí en el plebiscito por la paz. Este es un hecho propio de quienes trabajamos en educación y entendemos que la búsqueda de la paz debe ser un acto razonado propio de la condición y el desarrollo humanos. La FECODE es un sindicato que representa a 327.000 docentes oficiales y del cual han hecho parte más de 137.000 docentes que están pensionados. Aclaro no soy miembro de FECODE, y no siempre comparto sus posiciones con respecto a la educación, aunque considero justas la mayoría de sus reivindicaciones.

La decisión de la FECODE con respecto al plebiscito es la esperada, nadie puede tan siquiera imaginar a un buen maestro promoviendo la guerra, el combate, el odio o el irrespeto al otro.  Por el contrario, es a través de la educación que se pueden producir o fortalecer valores, romper paradigmas y desvirtuar de manera razonada ideologías que hagan daño a lo humano y a la convivencia pacífica. Las armas naturales de la educación son el conocimiento y un sentido crítico razonado frente a la realidad social y las conductas humanas que es en esencia lo que nos ha permitido avanzar en los ideales de libertad, justicia, inclusión, equidad y cuidado del medio ambiente. La educación tiene entre sus deberes ayudar a construir una sociedad donde valga la pena vivir.

Sostiene Julián de Zubiría que la “educación básica debe estar concentrada en desarrollar tres esenciales competencias transversales: pensar, comunicarse y convivir”, es decir, crear la capacidad de razonar en el ser humano que se expresa mediante la argumentación y los juicios sobre la realidad (razón teórica) o sobre las conductas (razón práctica). En la medida que progresa la vida humana y el conocimiento avanza razonar será una acción cada vez más compleja, pero bella a la vez. Por ello, en la medida que el conocimiento prospera y profundiza sobre cualquier tema, la educación de calidad como derecho fundamental resulta vital para asegurar la participación de las personas de manera razonada en la vida social, policía, económica y cultural de los ciudadanos. Eso sí, acepto, como sostenía Kant, que no todo es razón, recordemos que junto a la razón él determinó además a la sensibilidad y el entendimiento para definir desde estos 3 pilares lo cognoscitivo.

Al respecto, el Filósofo Estanislao Zuleta sostenía que según Kant son 3 las exigencias racionales (los lectores podrán apreciar que están vinculadas de manera estrecha con la formación y la educación). La primera, pensar por sí mismo, o la exigencia de renunciar a una mentalidad pasiva que recibe verdades de alguna autoridad, tradición o prejuicio, sin someterlas a su propia elaboración (critica razonada); La segunda, ser capaz de ubicarse en el punto de vista del otro, es decir, ser capaz, aún manteniendo el propio punto de vista, de entrar en diálogo con otras opiniones y posturas.; y la tercera, llevar las verdades hasta sus últimas consecuencias, es decir, tener la capacidad de aceptar que nos hemos equivocados cuando los resultados de nuestra investigación nos hacen ver que no estamos en lo correcto.

Es en este sentido que la educación debe abordar y razonar sobre la paz. Luego, lo que hay que enseñar y aprender no es el resultado final de los acuerdos de la Habana, que son importantes pero no definitivos para la paz; lo que se requiere enseñar y aprender es ¿por qué y cómo llegamos a la guerra?, y  ¿cuáles han sido las consecuencias de la guerra?, así como plantear la discusión de cuáles son las posibilidades de superar esas consecuencias como sociedad a través de una vida personal y social que permita la convivencia y la construcción del mejor camino posible hacía la paz, como ideal, no hay paz perfecta.

También hay que enseñar y aprender cuál ha sido el desarrollo y las luchas de la humanidad para conquistar la libertad, la justicia, la paz, y otros valores en diferentes momentos y contextos históricos. Seguramente ninguno de esos procesos ha sido perfecto, pero existe evidencia que otras sociedades han logrado alcanzar estos valores en mayor medida. Colombia hoy requiere de sus maestros una educación que sea capaz de suscitar el deseo y la necesidad de aprender sobre la paz, no la de ahora, la de siempre.

La decisión con respecto al plebiscito de una persona debería ser razonada, basada en la capacidad de evaluar los pros y los contras que conllevan los acuerdos de la Habana. No hay que tener miedo; al final el uso de la razón humana nos conducirá a la paz. La educación debe ayudar a pensar con sentido crítico en la necesidad de encontrar el camino más idóneo para conseguir la paz, con menos muertes, menos daños colaterales y menos tragedia para la sociedad. La educación debe coadyuvar a que nosotros como pueblo aprendamos a valorar la paz. Entre mayor valor le demos, mayor será el deseo de obtenerla. A partir del documento de Kant sobre la Paz Perpetua pregunto: ¿si mantener más de un ejército es o no una incesante amenaza a la guerra y la confrontación?; así mismo, ¿cuántos hombres más debemos tener pagos cuyo destino ha sido morir o matar en esta guerra interna que ya cumplió más de 60 años?, razonemos.

Fuente: http://www.dinero.com/opinion/columnistas/articulo/quienes-educamos-tenemos-la-obligacion-etica-de-apoyar-la-paz-angel-perez/231236

Fuente de la imagen: http://contraluzcucuta.co/articulos/opinion-es-necesaria-una-educacion-para-la-paz/

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Una carta abierta de Martha C. Nussbaum a los colombianos

28 Agosto 2016/Fuente y Autor: revistaarcadia

La filósofa norteamericana envió esta carta a los colombianos sobre la firma del acuerdo de paz: un llamado a la tolerancia, a abogar por la educación y por enfrentar nuestras diferencias sin odio. «La reconciliación debe ser una política del desarrollo humano».

Apreciados amigos,

Su país ha llegado a un momento histórico. Después de muchos años de conflicto, el proceso de paz ha dado un enorme paso adelante. Con el acuerdo definitivo anunciado este 24 de agosto, la gente puede esperar el desenlace final con alguna confianza. Sin embargo, en un momento así, es muy posible que haya bastante incertidumbre, puesto que muchas posturas diferentes compiten por la aceptación de la gente. Con toda humildad me permito ofrecer unas pocas sugerencias acerca de cómo enfrentar este futuro.

No me siento cómoda sugiriendo a las personas de otra nación acerca de asuntos que les son propios y no míos. Lo hago así, con una reticencia considerable, por tres razones. Primero, como filósofa he escrito acerca de asuntos de la justicia social y también sobre los sentimientos políticos, sobre el perdón y la reconciliación y creo que la filosofía de hecho tiene algo meritorio que ofrecer en este momento crítico. Segundo, siento una gran amistad hacia la gente de Colombia, donde como visitante he sido recibida calurosamente y también retada con preguntas provocadoras e inquisidoras, y donde me ha impresionado enormemente la calidad del debate público. Tercero, provengo de una nación que finalizó una guerra civil prolongada y amarga, y que todavía forcejea con el legado de aquella guerra distante. Por tanto, espero que los pensamientos provenientes de dicha perspectiva puedan ser de utilidad.

Lo primero que deseo decir, desde lo profundo de mi corazón, es que el espíritu de la revancha y la retribución es el veneno de cualquier relación humana, sea personal o política. La retaliación no corrige males que ya han sucedido, y generalmente solo acumula más amargura para el futuro. Lo que es crucial es girar hacia el futuro, no vivir en el pasado y asumir una postura política basada en la esperanza, el trabajo y el reconocimiento de los demás.

Ningún mal fue más atroz que la esclavitud, y sin embargo nuestro gran líder afroestadounidense Martin Luther King, Jr. repudió totalmente el espíritu de venganza, instando a los negros y a los blancos a unir las manos por la conquista de un mundo mejor. Ese mundo mejor, es todavía, muchos años después, trabajo en progreso, pero cuando un asesino racista mató a los integrantes de un grupo de una iglesia en Carolina del Sur, los integrantes de la iglesia dijeron que estaban tratando de trascender sus muy entendibles deseos de venganza personal y de lograr una mentalidad de perdón, compasión y amor a la condición humana.

Una política de la reconciliación debe también ser una política de la verdad y la justicia. No se puede alcanzar ninguna reconciliación genuina si los argumentos no se basan en la evidencia, los hechos y la lógica. Y no se creará ningún nuevo futuro genuino a menos que todos nos unamos en el compromiso de mantener las normas requeridas para que la justicia avance. El compromiso hacia el futuro es lo principal, y en la búsqueda de dicho pacto social se podría sabiamente tomar la decisión de no procurar retribución por el pasado. La nueva Suráfrica fue creada por la disposición de Nelson Mandela para trabajar constructivamente con los anteriores opresores, reconocer sus preocupaciones y desplegar confianza en ellos como conciudadanos. En cada contexto, bien sea el deporte o la formación del servicio civil, demostró respeto por sus anteriores enemigos, formando una nueva colaboración.

Al mismo tiempo, una política de la reconciliación debe ser una política del desarrollo humano. Me han impresionado profundamente los valientes experimentos económicos observados en mi reciente visita a Medellín, donde descubrí que lo que escribo –sobre la búsqueda de las “capacidades humanas”– se estaba convirtiendo en una esperanza material auténtica para muchas personas afligidas por la pobreza. Estos esfuerzos para la creación de oportunidades e inclusión deben continuar, puesto que ningún compacto social puede permanecer mientras las personas sean conscientes de las grandes desigualdades de riqueza y oportunidad.

Y una política de la reconciliación también debe preocuparse profundamente por la forma de la educación. A todos los niveles, desde la escuela primaria hasta la educación superior, un compromiso con el fortalecimiento de los valores humanos necesita abarcar tanto el currículo y la pedagogía, dando a los jóvenes la capacidad del pensamiento crítico y la argumentación respetuosa, impartiendo entendimiento de un amplio rango de perspectivas sociales e históricas y también de cultivar la capacidad de imaginar estas perspectivas desde dentro, a través del compromiso con las obras de arte, la literatura y la música. El estudio de la filosofía, la literatura y las artes no es inútil: es de importancia urgente, puesto que todas las personas, cualquiera que sea su trabajo futuro, serán ciudadanos, responsables por el futuro del pacto social.

En todas las democracias las personas disienten, y algo que me impresionó grandemente de los colombianos es el amplio interés en el debate público y en el intercambio respetuoso de las ideas. Deseo que mi propio país pueda alcanzar eso. Espero que ustedes se aferrarán a estos compromisos admirables en este momento difícil y no buscarán el camino más fácil pero vacío de la retórica narcisista.

Estoy emocionada por su futuro. Admiro su fortaleza nacional, su compromiso con el desarrollo humano, sus instituciones y su cultura política. De modo que contemplaré, con afecto y esperanza, a medida que avanza su proceso de reconciliación.

Su amiga,

Martha C. Nussbaum

* Traducción de Pedro Patiño García, profesor de la Escuela de Idiomas de la Universidad de Antioquia.

Fuente de la noticia:http://www.revistaarcadia.com/noticias/articulo/martha-nussbaum-colombia-proceso-de-paz-posconflicto-historia-debate-dialogo/53617

Fuente de la imagen: https://static.iris.net.co/arcadia/upload/images/2016/8/25/53620_1.jpg

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Colombia: Así se incluye la educación en el acuerdo que pone fin a la guerra

América del Sur/ Colombia/ 27 de agosto de 2016/ Fuente: semana

La palabra ‘educación’ aparece 27 veces referenciada en el acuerdo. El término ‘pedagogía’, 12. Le explicamos las nuevas disposiciones acordadas que transformarán el sistema educativo.

Aunque no es perfecto, con honestidad y franqueza quiero transmitir que tengo la certeza de que es el mejor acuerdo posible”. Con estas palabras de Humberto de la Calle, jefe negociador del Gobierno en La Habana, Colombia dejó atrás uno de los periodos más negros de su historia.

El 24 de agosto será recordado como el día en el que el conflicto armado más longevo del mundo llegó a su fin. Y lo hizo tras cuatro años de negociación en la isla cubana, 52 años de violencia, ocho millones de víctimas, 46 mil desaparecidos, 6,9 millones de desplazados, 220 mil muertos

«Hemos logrado un acuerdo que, por donde se mire, es infinitamente mejor que seguir una guerra. Porque los colombianos merecemos vivir en paz”, se expresaba el presidente Juan Manuel Santos desde la Casa de Nariño tras el anuncio.

La firma del acuerdo final y definitivo entre el Gobierno y las Farc abre una nueva etapa en Colombia: el fin de la guerra. Pero no todo está hecho: los colombianos están convocados el 2 de octubre a las urnas para votar si refrendan o no todos los puntos pactados en la negociación. Se necesitará el 13 % de los votos del electorado para que el país empiece a escribir su historia bajo la impronta de la paz.

Uno de los temas que ha pasado desapercibido en comparación con el seguimiento que han recibido otras disposiciones del documento, como el de la participación política de la guerrilla, es el de la educación y la pedagogía.  La primera palabra aparece referenciada 27 veces a lo largo de las 297 páginas del acuerdo. La segunda 12.

La presencia de los dos términos es un anticipo de la relevancia que adquirirán en la construcción de una Colombia en paz. Especialmente en función de tres realidades. Semana Educación le explica cuáles son.

Educación y pedagogía para garantizar la reincorporación de la guerrilla a la sociedad.

El Estado y las Farc acordaron reubicar a los guerrilleros desmovilizados en 23 veredas y ocho campamentos. Serán emplazamientos puntuales con una vigencia de 180 días.

El acuerdo contempla que la guerrilla, en coordinación con el Gobierno Nacional, desarrolle programas educativos y de capacitación en el interior de las zonas veredales, centrados en la formación para el trabajo y la nivelación en educación básica, primaria, secundaria o técnica.

Cada una de estas zonas contará con un vocero de las Farc encargado de desarrollar labores de pedagogía para la paz en las veredas. Deberá acudir a los concejos de los municipios cercanos para dialogar con las autoridades y fomentar un intercambio de ideas.

En el caso de los menores de edad, se priorizará su acceso a la educación y se les reconocerán todos los derechos, beneficios y prestaciones establecidas para las víctimas del conflicto, también a nivel de formación.

Educación y pedagogía para dignificar el campo colombiano.

La reforma rural incluye un apartado sobre el derecho a una educación pertinente de los niños y jóvenes del campo, además de gratuita para los niveles de preescolar, básica y media.

El acuerdo propone combatir la deserción característica de estas zonas del territorio desarrollando modelos flexibles de educación que se adapten a las necesidades de las comunidades.

Se habla también de garantizar la cobertura y la calidad educativa; erradicar el analfabetismo; acercar las instituciones académicas a las zonas rurales, e invertir en infraestructura educativa, maestros cualificados y acceso a tecnologías de la información.

La oferta de programas en estas regiones deberá incluir formación técnica agropecuaria desde la educación media (décimo y undécimo), y se impulsarán procesos de investigación, innovación y desarrollo de este sector desde la academia. También se contempla un incremento de los cupos para la capacitación técnica, tecnológica y universitaria, y becas con créditos condenables para estudiantes rurales con bajos recursos.

Educación y pedagogía a favor de la reconciliación y la paz.

En el apartado ‘Garantías para la reconciliación, la convivencia, la tolerancia y la no estigmatización‘ se incluye la creación de un Consejo Nacional para la Reconciliación y la Convivencia. Una de sus funciones será la de diseñar y ejecutar programas a favor del respeto, la diferencia, la crítica y la oposición política. También se encargará de capacitar a organizaciones y movimientos sociales para el ejercicio de una cultura de la paz.

Por otro lado, el acuerdo prevé la creación de una cátedra de cultura política para la reconciliación y la paz con el objetivo de promover una mayor transparencia electoral.

Asimismo, se fortalecerán los programas de educación para la democracia en todos los niveles educativos, y se crearán escenarios de pedagogía para fortalecer el rechazo social a las violaciones de derechos humanos.

Educación y pedagogía para comprender el alcance de lo acordado en La Habana.

El acuerdo contempla la consolidación de programas de formación y comunicación para la apropiación del Acuerdo por parte de la sociedad, con especial énfasis en los diseños de participación política y social.

Asimismo, se diseñará un programa especial de difusión del acuerdo que se implementará en la educación pública y privada en todos los niveles educativos.

Por último, el Plan Nacional de Educación incluirá el acuerdo final y el Informe Final de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición como material pedagógico obligatorio en todas las insituciones de educación del país.

PARA EL DEBATE

¿Qué le parecen las medidas que incluye el acuerdo, especialmente las que hablan de inculcar reconciliación y tolerancia a las nuevas generaciones como garantía de no repetición? Deje sus comentarios en nuestro twitter@SemanaEd y @JuliaAlegre1

Fuente: http://www.semana.com/educacion/articulo/la-educacion-en-el-acuerdo-final-del-gobierno-y-las-farc/491220

Imagen: https://static.iris.net.co/semana/upload/images/2016/8/24/491148_1.jpg

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Docentes colombianos dicen SI a la paz

www.ei-ie-al.org/27-08-2016

El largo proceso de negociaciones de paz en Colombia parece estar cerca de su final. Los y las docentes de Colombia, a través de FECODE, han ocupado un lugar destacado en estas negociaciones y ante el planteamiento de un referendo nacional para decidir el destino de la nación la posición docente es clara: Si a la paz.

Ante la firma del acuerdo de paz el 24 de Agosto de 2016 y en el marco de la posible resolución definitiva a las negociaciones de paz por medio de referendo nacional, la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (FECODE), afiliada a la Internacional de la Educación para América Latina, convoca a una campaña continental «Escuela Pública como Territorio de Paz», la cual se solidariza con el SI a la paz.

Esta convocatoria está acogida en el punto 1 de las acciones aprobadas en la declaración del Comité Regional de la Internacional de la Educación para América Latina y el Consejo de Presidencias y Secretarías Generales  realizado en Buenos Aires, Argentina entre el 10 y 12 de agosto de 2016:

Convocar a todas las organizaciones afiliadas de la Internacional de la Educación para América Latina (IEAL), Comité Regional de la IEAL e Internacional de la Educación Mundial (IE) para acompañar a FECODE al acto de lanzamiento de la Campaña Continental «Escuela Pública como Territorio de Paz», el 5 de setiembre en Bogotá, Colombia. Esta iniciativa se enmarca en la decisión de FECODE de comprometer su esfuerzo gremial para promover desde la comunidad educativa el voto favorable a los acuerdos de Paz suscritos entre Gobierno y las FARC.

Como parte de la campaña se realizará un encuentro el día 5 de setiembre del 2016 en Bogotá, Colombia, al que asistirá Fred van Leeuwen, Secretario General de la Internacional de la Educación y Hugo Yasky, Presidente del Comité Regional de la Internacional de la Educación para América Latina.  En la actividad también participaran delegados de diferentes organizaciones afiliadas a la Internacional de la Educación para América así como diversos invitados internacionales.

Además, a petición de FECODE solicitamos a todas nuestras organizaciones afiliadas demostrar solidaridad con el proceso mediante una manifestación visual que consiste en descargar la imagen a continuación, tomarse una fotografía con ella y enviarla a los correos: america.latina@ei-ie-al.org y fecode@fecode.edu.co.

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