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Ecuador: ldeas SOS Ecuador lanza campaña para niños en estado de vulnerabilidad

América del Sur/Ecuador/11-12-2020/Autor(a) y Fuente: ahora.com.ec

Esto es parte de la campaña de ‘Hagamos algo’ de Aldeas SOS Ecuador.

La Organización No Gubernamental (ONG) ‘Aldeas Infantiles SOS Ecuador’ lanzó la campaña ‘Hagamos algo’, que busca obtener aportes económicos para la atención de niños, niñas y adolescentes en estado de vulnerabilidad, a través de la venta de tarjetas navideñas hechas por niños en casas de acogida (muchos han llegado a estos espacios por negligencia en su cuidado).

No dar dinero en las calles

A través de la campaña, la organización hace un llamado a la ciudadanía a no dar dinero a los niños y los adolescentes que trabajan en las calles, pues esto incrementa el trabajo infantil, el círculo de la pobreza y la violencia a la que están sometidos.

Además, piden denunciar esta problemática para poder erradicarla. Las personas que desean colaborar en los programas lo pueden hacer con las compras de tarjetas navideñas, elaboradas por los menores que habitan en las casas de acogida o donaciones.

También existen programas permanentes, en los que un ciudadano se puede convertir en padrino o madrina de un pequeño.

Dentro de la organización se desarrollan programas de prevención de violencia intrafamiliar, acompañamiento a familias vulnerables e implementación de casas de acogida temporal. (Ver recuadro) (AVV)

Cifras que marcan la niñez ecuatoriana

6 de cada 10 víctimas de abuso sexual son niños y niñas.
3 de cada 10 niños, niñas y adolescentes reciben castigo físico por parte de sus padres.
4 de cada 10 niños, niñas y adolescentes que están en casas de acogida ingresaron a causa de negligencia en su cuidado.

*Fuente: Aldeas SOS Ecuador

Las donaciones pueden ser depositadas en la cuenta de Aldeas Infantiles SOS Ecuador: Banco Pichincha, cuenta de ahorros: 2205685548, RUC: 1790174417001.

Fuente e Imagen: https://lahora.com.ec/quito/noticia/1102334386/aldeas-sos-ecuador-lanza-campana-para-ninos-en-estado-de-vulnerabilidad

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Ecuador: Ferrocarril al cielo

Ferrocarril al cielo

Juan J. Paz y Miño Cepeda

La expansión de ferrocarriles en Europa y los EEUU durante el siglo XIX contribuyó a su desarrollo industrial y consolidó el capitalismo; pero no ocurrió así en América Latina.

Aunque se conoce que Robert Stephenson, hijo del inventor de la locomotora, propuso a Simón Bolívar la construcción de una línea férrea desde Bogotá hasta Río Magdalena, la idea nunca se concretó. Y si bien el ferrocarril fascinaba y era visto como signo de civilización y progreso de los “grandes países”, no aparecieron rápidamente inversionistas externos y tampoco internos que asumieran los costos de algún proyecto, que resultaba demasiado caro para territorios regionalizados en casi todas las nacientes repúblicas de América Latina.

Sin embargo, en Cuba se inauguró, tan temprano como en 1837, la primera línea férrea latinoamericana. Otros países avanzaron en la construcción ferrocarrilera desde mediados del siglo XIX, como ocurrió en Brasil (1850), Perú (1851), Chile (1851), Colombia (1871), Argentina (1857), Uruguay (1869) y México (1873), aunque aquí el auge se produjo bajo el porfiriato, a partir de la década de 1880. En unos casos, inversionistas locales se asociaron principalmente con británicos, pero también hubo norteamericanos. Hay numerosos trabajos sobre el tema y obras específicas en cada país; pero una síntesis recomendable, que da cuenta de la historia de los ferrocarriles en México, Antillas, Colombia, Perú, Brasil, Uruguay, Argentina y Chile es la obra La expansión ferroviaria en América Latina (2015), coordinada por la historiadora económica Sandra Kuntz Ficker.

Los ferrocarriles latinoamericanos no sirvieron para la promoción capitalista, aunque tuvieron un fin económico central: el transporte de los bienes exportables como minerales, nitratos, caña de azúcar, café, guano, hasta puertos de importancia. Respondieron, ante todo, a las necesidades de las oligarquías regionales. Su construcción empleó presidiarios, trabajadores bajo enganche, migrantes (como los chinos o “coolies” en Perú), jornaleros asalariados. Del negocio, cuando fue privado, aprovechó una elite de familias.

En Ecuador no hubo interés de inversionistas locales porque el cacao se transportó aprovechando la rica cuenca del río Guayas. Pero la primera línea (1872) fue obra estatal, durante el segundo gobierno del tirano conservador Gabriel García Moreno, admirador del progreso europeo (estudió en Francia) y solo avanzó pocos kilómetros, que en los años posteriores fueron totalmente descuidados por los sucesivos gobiernos. La reconstrucción y finalización de la única línea nacional, que conectó la ciudad portuaria de Guayaquil con la andina capital Quito (452 km.), fue obra del liberal radical Eloy Alfaro y concluyó en 1908. Un resumen de la historia de ese ferrocarril, con la transcripción de varios documentos originales como los contratos con el constructor Archer Harman, puede seguirse en mi libro Eloy Alfaro. Políticas económicas (https://bit.ly/3qb2aOM). Aquella obra, que fue bautizada como “ferrocarril al cielo” (ascendía desde el mar hasta las montañas) y cuya construcción fue considerada como la más difícil del mundo, contribuyó, sin duda, a la integración nacional, al menos entre costa y sierra, pues, aunque Alfaro tuvo la idea de construir un tramo para la amazonia, nunca se hizo.

En 1925 el ferrocarril, que estuvo en manos de la “Guayaquil & Quito Railway Company”, definitivamente pasó al Estado, pues no existía ningún interés privado en mantenerlo. El raquitismo económico de las décadas posteriores y la desatención de los sucesivos gobiernos, provocaron el declive progresivo del ferrocarril alfarista, aunque llegaron a construirse ciertos tramos de conexión con las provincias de Imbabura, Esmeraldas, Azuay y Loja. En la segunda mitad del siglo XX la extensión de las redes de carreteras, así como el desarrollo del transporte en automóvil, bus y avión, literalmente condenaron al ferrocarril a su propia buena suerte. En adelante, la demagogia política repetía, sobre todo en las campañas electorales, la necesidad de “rehabilitar” el ferrocarril, románticamente visto como la obra magna de Eloy Alfaro y la Revolución Liberal Radical de 1895.

En América Latina los ferrocarriles de la segunda revolución industrial (sus fuentes de energía pasaron a ser la electricidad y el petróleo) reemplazaron a los de la primera generación (vapor), aunque no en todos los países. Esa modernización exigió nuevas obras de infraestructura, demasiado costosas en los países pequeños. De modo que los antiguos ferrocarriles quedaron para fines turísticos o comunicaciones regionales tradicionales, mientras otros realmente murieron con el tiempo.

De otra parte, en Ecuador, durante la vigencia del primer ciclo del modelo empresarial-neoliberal (1983-2006), no hubo interés alguno en la privatización del antiguo ferrocarril alfarista y tampoco en invertir en él. Sin embargo, el gobierno que asumió con alguna seriedad la rehabilitación y la atención postergadas por décadas, fue el del presidente Rodrigo Borja (1988-1992), quien adquirió varias locomotoras a electrodiesel, además de interrumpir, al menos temporalmente, el galope neoliberal. Después, continuó el descuido y el deterioro. Pero fue el gobierno de Rafael Correa (2007-2017) el que asumió la definitiva “rehabilitación” del ferrocarril, que logró la reparación y readecuación de las vías, así como de todas las estaciones, modernizando el servicio. El ferrocarril recobró su antiguo esplendor, recuperó actividades económicas de las poblaciones unidas por la línea férrea y potenció el turismo. Para este gobierno fue un asunto de identidad con la Revolución Liberal Alfarista, así como una inversión estatal que se demostró viable y capaz de mantener locomotoras, vagones, instalaciones y otras infraestructuras consideradas como patrimonio histórico de la nación.

El giro que dio el gobierno de Lenín Moreno a la conducción económica edificada en el Ecuador durante la década anterior a su presidencia, y que ha implicado la reimplantación de un segundo ciclo de vigencia del modelo empresarial-neoliberal en la historia contemporánea, también ha tenido repercusiones sobre el ferrocarril. En 2018, Moreno ofreció, con desbordante entusiasmo y propaganda, un “tren playero” (https://bit.ly/3mjkgvy), que bordearía buena parte del litoral, pero la obra no se construyó. Al agudizarse la crisis económica, las políticas a favor del recorte de inversiones y “gastos innecesarios” del Estado, pero también por los compromisos asumidos con el FMI y finalmente debido a la expansión de la pandemia del Coronavirus, en mayo de 2020 se expidieron varios decretos y uno de ellos dispone “la extinción de la Empresa Ferrocarriles del Ecuador. Empresa Pública – FEEP” (creada en 2010) y, además, de otras 7 empresas públicas, como los Correos y los Medios Públicos de Comunicación (https://bit.ly/3qbn4NG).

El asunto no quedó allí. De acuerdo con las informaciones de prensa, a fines de noviembre (2020) se supo que 6 vagones del tren habían sido chatarrizados y posteriormente fundidos. Intervino el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural para señalar su preocupación, sostener que debían seguirse las recomendaciones técnicas y solicitar, por tanto, que se abstenga de continuar con los procesos de chatarrización, que pudieran «vulnerar o afectar tanto a los bienes del patrimonio cultural ecuatoriano o potenciales bienes de interés, dado que aún no se ha agotado el proceso de inventario de los bienes de Ferrocarriles del Ecuador» (https://bit.ly/2KEcy0X). En definitiva, así ha llegado a su fin el ferrocarril ecuatoriano que caracterizó una larga época de identidad nacional y significación histórica republicana.

Fuente de la Información: http://www.historiaypresente.com/ferrocarril-al-cielo/

 

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Ecuador asegura conectividad a internet para facilitar educación virtual en pandemia

América del sur/Ecuador/Diciembre 2020/http://spanish.peopledaily.com.cn/

El Gobierno de Ecuador lanzó hoy martes el programa «Canasta Digital», a través del cual se garantiza la conectividad a internet en todo el país con la instalación de 6.900 zonas wifi y la entrega de tabletas electrónicas para facilitar la educación virtual durante la pandemia del nuevo coronavirus.

El ministro de Telecomunicaciones, Andrés Michelena, presentó el programa en un acto oficial en el que participó el presidente Lenín Moreno.

«El futuro apunta a ser virtual, habrá que acostumbrarse a esa realidad, y la única forma es tener instrumentos digitales», dijo el mandatario, tras destacar la necesidad de cerrar la brecha digital en Ecuador con un acceso equitativo a la tecnología.

«Es importante que nosotros tengamos equidad digital (…) más aún los pobres, porque sabemos que la brecha que se abre, por las condiciones socioeconómicas y por la brecha científica, puede ser inmensa», apuntó.

Como parte del programa «Canasta Digital», Moreno entregó simbólicamente dos tabletas de un total de 100.000 que el Ministerio de Telecomunicaciones entregará en una primera fase a estudiantes del sistema educativo público para facilitar la teleeducación durante la pandemia.

Por la emergencia sanitaria, Ecuador mantiene suspendidas las clases presenciales en todos sus niveles, y debido a la nueva normalidad se realizan de manera virtual a través de plataformas digitales.

La situación generó dificultades en el aprendizaje, sobre todo en los sectores más pobres del país, debido a la carencia de internet y de dispositivos para acceder a la educación virtual.

En esa línea, Moreno resaltó que «es enorme el esfuerzo que ha hecho el Ministerio de Telecomunicaciones y el Gobierno para poder equiparar oportunidades» con la entrega de tabletas y la instalación de zonas wifi.

El ministro Michelena detalló a su vez que 2.756 puntos wifi se instalarán en parques y plazas públicas, 2.535 en escuelas y 523 en edificios públicos, entre otros espacios.

Además, se implementará la «Van Móvil de Internet», vehículos que recorrerán las 24 provincias del país para llegar con servicio de internet donde no existe conectividad.

«Estos vehículos se han adaptado para tener varios usos, como educación y trámites digitales», apuntó.

De igual manera, indicó que durante este mes se distribuirán 100.000 tabletas a estudiantes de tercer año de bachillerato junto con 50.000 chips, cada uno con 5 GB (gigabytes) de datos móviles gratis.

Ecuador registró 988 nuevos casos de contagio del nuevo coronavirus (COVID-19) en las últimas 24 horas, con lo que la cifra total se elevó a 193.673 desde el inicio de la pandemia, el pasado 29 de febrero, según el reporte diario del Ministerio de Salud.

Además, la nación andina, sumó 9.052 fallecidos confirmados por el virus y 169.804 pacientes recuperados de la enfermedad en nueve meses de pandemia.

Fuente: http://spanish.peopledaily.com.cn/n3/2020/1202/c31617-9794743.html

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Ecuador: La Democracia en América

La Democracia en América

Ecuador, lunes,  23 de Noviembre, 2020

Juan J. Paz y Miño Cepeda

En 1831 el francés Alexis de Tocqueville (1805-1859), junto con Gustave de Beaumont, fue enviado a los Estados Unidos de América, para informarse sobre el sistema penitenciario, que despertaba enorme interés. Tras nueve meses de recorrer el país, Tocqueville escribió Del sistema penitenciario de los Estados Unidos y de su aplicación en Francia (1832), que mereció el Premio Montyón, de la Academia Francesa; pero luego publicó el primer tomo de una voluminosa obra titulada La Democracia en América (1835), cuyo segundo tomo apareció cinco años más tarde (https://bit.ly/3kSn6Gj).

El éxito de La Democracia en América fue inmediato, además de haber sido premiado con 8.000 francos por la Academia Francesa. Se transformó en un “best seller” entre políticos y estudiosos, porque descubrió, para el mundo europeo de la época, un régimen republicano y presidencialista, con un tipo de “democracia” inédita. De hecho, Tocqueville inicia la obra señalando: “De las novedades que durante mi estancia en los Estados Unidos atrajeron mi atención, ninguna sobresale tanto entre mis recuerdos como la igualdad de clase, común á todos los ciudadanos. Descubrí allí sin trabajo la influencia provechosa que ejerce este hecho primordial en la sociedad. Él da al espíritu del pueblo una determinada dirección y cierto curso á las leyes; á los gobiernos máximas nuevas en que inspirarse, y particulares hábitos á los gobernados”.

La obra de Tocqueville ha pasado hasta el siglo XXI como un clásico de las ciencias sociales para la comprensión de las relaciones entre Estado y sociedad civil, sobre el valor de las libertades y la democracia, sobre el sentido de la “igualdad de clases” a la que alude su autor. Hay centenares de estudios sobre el tema. Esquematizando en algo las ideas, Tocqueville se refiere al tipo de “democracia” que encontró no solo en la institucionalidad y las leyes, sino, ante todo, en la “asociatividad” de los ciudadanos, para crear comunidades de base igualitarias, que garantizan su “libertad”. Desde luego, son conceptos con sentido propio del autor, porque Tocqueville encuentra, al mismo tiempo, sus límites en el dominio de las elites o en la existencia de la esclavitud. Pero advierte la tendencia a la “democratización” general, que la interpreta posible y deseable también para Europa: “Una gran revolución democrática se realiza entre nosotros”.

Si Tocqueville habría visitado la América Latina naciente de aquellos tiempos, sin duda habría tenido que escribir sobre la ausencia de toda democracia y el estrangulamiento de las libertades, a consecuencia del despegue de regímenes con dominación oligárquica y exclusión social. En 1831 gobernaba en Ecuador el general Juan José Flores, vinculado al conservadorismo de los hacendados serranos. Pero actuaba también un político de enorme formación intelectual: el millonario guayaquileño Vicente Rocafuerte (1783-1847), quien sería presidente del país entre 1835-1839. Por haber estudiado en Europa y haber vivido varios años en los EEUU, forjó una conciencia más adelantada que el común de sus connacionales, de modo que fue el primer mandatario ecuatoriano en preocuparse por el fortalecimiento del Estado y de la institucionalidad, la construcción de caminos y otras obras públicas (único presidente en la historia que puso su propio dinero para financiar algunas obras), el desarrollo de la educación, la implantación del laicismo (no lo logró), el crecimiento económico y la sujeción de los intereses privados al interés nacional, debiendo emplear una férrea autoridad para imponer la ley. Por cierto, Rocafuerte también escribió un folleto titulado “Ensayo sobre el nuevo sistema de cárceles” (1830), en el que destacó el sistema penitenciario estadounidense, que admiraba tanto como a ese país.

A casi dos siglos de aquella época, la democracia en los EEUU sin duda cuenta con otro tipo de estudios, tanto como la que se ha cultivado en América Latina y, desde luego, en Ecuador. La igualdad ya no es el rasgo característico de la gran nación otrora admirada en Europa y en el propio continente. La obra Capitalismo Progresista (2020), de Joseph E. Stiglitz resulta demoledora, pues verifica que el crecimiento del PIB del país no acompañó necesariamente al mejoramiento social y que se alteró desde 1980: la economía se ralentizó, el nivel de vida decayó, la desigualdad se volvió creciente, incluyendo las desigualdades de raza, condición étnica, género y oportunidades, la desigualdad en sanidad y, desde luego, en riqueza, pues el 1% de la cima dispone de más del 40% de la riqueza total del país.

El panorama en América Latina es aún más desalentador, según todos los estudios sobre el tema realizados por CEPAL, FMI, BM o PNUD. En Ecuador, si bien la tendencia hacia una mayor equidad se estancó desde 2014, ha recuperado el camino de la concentración acelerada de la riqueza desde 2017, con la reimplantación del modelo empresarial de desarrollo, y se agravó radicalmente desde 2020 bajo la pandemia del coronavirus, que privilegió supuestas políticas de “empleo”, pero a costa de los derechos laborales. Las condiciones de vida y de trabajo en el país se deterioraron como nunca antes, conforme puede seguirse en los distintos estudios que realiza la Unidad de Análisis y Estudios de Coyuntura del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Central del Ecuador (https://bit.ly/2UMM8Md), así como en los diversos informes internacionales de las mismas entidades antes citadas. Y a la economía acompañó el descalabro inevitable de la democracia.

Stiglitz comprobó que el ritmo de las desigualdades en los EEUU es fruto de la confianza desmedida en los supuestos del mercado libre. Cuestiona severamente la conducción presidencial de Donald Trump, demostrando los niveles aún mayores de concentración de la riqueza a los que se llegó durante este gobierno. Pero lo mismo que dice Stiglitz es posible encontrar en América Latina, región en la cual las ideas del “neoliberalismo” se ajustaron bien a los intereses y visiones de empresarios conservadores, atrasados y rentistas, que son responsables, junto a los gobiernos que los han representado, del derrumbe de las condiciones de vida y de trabajo en la mayoría de países.

A pesar de los datos económicos y sociales, la democracia en los EEUU sigue considerándose como un patrimonio histórico. Este rasgo, que es una especie de herencia ideológica de la valoración que realizara Tocqueville, se advierte de inmediato en A Promised Land (hay traducción al español), el reciente libro de Barack Obama, presidente de los EEUU entre 2009 y 2017. Se trata del primer tomo de sus memorias (1.129 páginas), que resulta importante para entender la historia inmediata de la potencia americana, escrito como un relato enganchador para quien lo sigue. Allí se inserta la idea de que la democracia, la libertad y la igualdad constituyen la esencia del sistema norteamericano. En ese marco, la “era Trump”, como lo ha destacado el mismo Obama en diversas entrevistas a propósito de su libro (por ejemplo, la que publicó “El País”: https://bit.ly/3ft3Ga5), evidentemente ha representado una especie de “ruptura” con la tradición histórica. Y ha resultado inédita su intemperante posición en torno a los resultados electorales, pues Trump proclamó, como si lo hubiera aprendido de algún otro político latinoamericano, que se había producido un escandaloso “fraude” en su contra.

Lo insólito es que el gran fraude, según Rudy Guliani (ex alcalde de New York y abogado de campaña de Trump) y Sydney Powell (otra abogada), habría sido orquestado desde Cuba, con máquinas de Venezuela y Hugo Chávez de por medio (https://bit.ly/35PTGEj). Esto demuestra no solo que América Latina tiene particular importancia estratégica para los EEUU, sino que la diplomacia Trump siempre ha estado muy clara que en la región resultan “enemigos” los gobiernos que no se alinean con sus políticas.

En América Latina, en cambio, el fantasma de Venezuela y de Cuba no llama la atención, porque lo han usado las derechas políticas y económicas cada vez que quieren evitar o paralizar caminos sociales que corten el poder que ha estado bajo su hegemonía. De modo que, aunque en los propios EEUU esa acusación suena ridícula y en el mundo ha provocado burlas, en nuestra región resulta convincente para quienes quieren defender un tipo de “democracia” puesta al servicio de las elites conservadoras.

Fuente de la Información: http://www.historiaypresente.com/la-democracia-en-america/

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Ecuador: Cabildo de Guayaquil evaluará resultado de proyecto educativo en la zona de Monte Sinaí

Cabildo de Guayaquil evaluará resultado de proyecto educativo en la zona de Monte Sinaí

El Municipio y Unicef evaluarán los resultados del proyecto Educando en el Camino de Monte Sinaí, con el fin de asegurar un avance y conocer las condiciones de donde parte este plan de apoyo educativo.

Educación en pandemia

Educando en el Camino, iniciativa de la alcaldesa Cynthia Viteri y la Dirección de la Mujer, se ejecuta mediante el Centro de Desarrollo y Autogestión y el Ministerio de Educación, y brinda tutorías con sesiones individuales y grupales de máximo seis niños.

La iniciativa fue instaurada por el cabildo de Guayaquil para suplir la falta de recursos técnicos y tecnológicos y combatir la deserción escolar en Monte Sinaí ante el confinamiento obligado por la pandemia del COVID-19.

“Con Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) y la organización Desarrollo y Autogestión en diciembre haremos un levantamiento de la línea base con una muestra de los niños y las niñas del proyecto, para saber cómo está su nivel de estudios y que cuando termine el programa se pueda hacer un comparativo de la entrada y salida, para evidenciar los resultados y el aporte del proyecto”, informó la directora municipal de la Mujer, Vivianne Almeida.

Mientras tanto, los 273 tutores de este programa, involucrados en la atención directa a 6.000 niños y niñas del sector de Monte Sinaí, el pasado lunes 23 de noviembre terminaron su capacitación en temas de protección infantil.

El trabajo contó con la coordinación de la Dirección de la Mujer, el Consejo Cantonal de Protección Integral de Derechos de Guayaquil (CCPID-G) y la Junta Cantonal de Protección Integral de Derechos.

“La capacitación a los tutores se ha venido dando desde hace varios días, bajo una articulación con el Consejo Cantonal de Protección Integral de Derechos, para que todos tengan herramientas sobre temas de derechos de la niñez, políticas de protección y sepan cómo deben actuar ante una situación de vulneración de derechos”, explicó Almeida.

Ella también indicó que se atendieron las medidas de bioseguridad para evitar los contagios de COVID-19, por lo que los maestros fueron capacitados por grupos.

Actualmente solo unos pocos tutores faltan de capacitarse y lo realizarán en una próxima entrega del curso.

En el desarrollo del proyecto, los niños recibieron kits escolares que incluían lápices de colores, tijeras, juegos geométricos y materiales que se utilizan en el trabajo educativo.

Fuente de la Información: https://www.eluniverso.com/guayaquil/2020/11/27/nota/8064340/cabildo-evaluara-proyecto-educativo-monte-sinai

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Federación de Estudiantes Universitarios exige destitución de la Ministra de Gobierno en Ecuador

La Federación de Estudiantes Universitarios de Ecuador (FEUE) exigió la destitución de la ministra de Gobierno, María Paula Romo, a quien responsabilizan de la represión contra el levantamiento popular ocurrida durante el mes de octubre del año 2019.

Los estudiantes universitarios recuerdan que aquellas movilizaciones se produjeron “contra la política neoliberal del Gobierno de Lenín Moreno que afecta a los bolsillos de los ecuatorianos y donde Romo se convirtió en la defensora número uno de la represión a las organizaciones sociales, durante el levantamiento indígena y popular al ser, en ese momento, la responsable de la seguridad interna del país a través de la Policía Nacional”.

En este sentido, a través de un comunicado, el gremio estudiantil denuncia que la Ministra conocía del uso de bombas lacrimógenas caducas, en la zona de las universidades “que fueron declaradas zonas de paz, de las tácticas utilizadas por la policía para disparar directo al cuerpo balas de salva, perdigones, bombas lacrimógenas al pueblo ecuatoriano que protestaba”.

El comunicado de la FEUE recuerda que “mientras a la educación superior se le ha reducido durante estos tres años, mas de 300 millones de dólares, afecta el funcionamiento, investigación y oferta  académica de las universidades y escuelas politécnicas, la ministra Romo ha insistido en reiteradas ocasiones que no se reduzca el presupuesto de las Fuerzas Armadas, bajo el argumento de que es vital mantener el orden público”, refiere una nota de prensa de Telesur.

Fuente: https://www.vtv.gob.ve/federacion-estudiantes-universitarios-destitucion-ministra-gobierno-ecuador/

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Ecuador: Violencia en la casa

La violencia intrafamiliar este 2020 ha encendido las alarmas en el contexto del coronavirus. Mas, esa pandemia oculta, que es la agresión en casa, trasciende en Ecuador al confinamiento que supuso el covid-19.

¿Pandemia oculta? Sí, histórica. Hay que revisar los registros del ECU 911. Del 1 de marzo al 31 octubre del 2020, en medio del covid, el sistema recibió 73 961 emergencias por violencia intrafamiliar. En igual período del 2019 se reportaron 83 112; hubo 71 383 en los mismos ocho meses del 2018; en promedio, 300 víctimas por día. ¡Escalofriante!

¿Emergencias? “Mujeres encerradas en clósets, escondidas bajo la cama llamaron pidiendo auxilio”, reseña Fundación Aldea. Este 25 de noviembre del 2020, el Día de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer -para tomar acción contra la violencia de género- ha encontrado a Ecuador con 101 feminicidios (del 1 de enero al 16 de noviembre , Aldea), con 95 084 reportes de violencia intrafamiliar (enero – octubre, ECU 911)…

¿Feminicidios? Sí. La máxima expresión de la violencia machista. Crímenes perpetrados por hombres que se arrogan la perversa idea de “propiedad” sobre los cuerpos de las mujeres al punto de segar sus vidas. Muertes atroces en una sociedad que trata como “asuntos de pareja” o “problemas de casa” la recurrente vulneración de derechos.

¿Derechos? Sí. A la equidad de género; a que no se naturalice la subordinación al hombre: en el trabajo, educación, familia… En Ecuador hay un feminicidio cada 72 horas. En el 66,3% de casos los feminicidas eran las parejas o exparejas; en el 7,9%, padres o padrastros (Aldea, 2020). ¿Niñas víctimas? Sí, seis menores de 5 años muertas este año. 98 niños en la orfandad sin su madre. Señores, la Ley para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra la Mujer está escrita; es tiempo de que el Estado la desempolve del librero y que este año sí asigne recursos para cumplir lo que allí reza: diseñar una política pública con enfoque de género en educación, en salud, en seguridad, en inclusión, en trabajo… ¿Es tiempo? Sí, aún si ya no quedan ministros “feministas”.

Fuente: https://www.elcomercio.com/app_public.php/blogs/derechos-y-humanos/violencia-casa-feminicidio-ley-recursos.html

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