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Tres juicios en nombre de las infancias

Por: Claudia Rafael

 

En los mismos días se están desentrañando tres juicios por historias diferentes. La justicia podrá establecer condenas pero que no podría rescatar a la vida a seis niños y adolescentes asesinados por la mano armada del Estado o por los venenos que ese mismo Estado permite utilizar en los cultivos.

Corrientes, CABA y provincia de Buenos Aires. Territorios tan disímiles entre sí en los que casi al mismo tiempo el Poder Judicial puso en marcha tres juicios en los que pibes de distintas edades y crónicas de vida muy diferentes entre sí fueron las víctimas. Una Justicia que podrá establecer condenas pero que no podría rescatar a la vida a seis niños y adolescentes asesinados por la mano armada del Estado o por los venenos que ese mismo Estado permite utilizar en los cultivos. Y que, con sus sentencias tampoco impedirá la repetición al infinito de otras historias igual de crueles y dolorosas.

La infancia ha sido una víctima dilecta de las políticas estatales. Por acción o por omisión. Por complicidad o por desidia.

En estos días se sabrá la decisión del Tribunal Oral Penal de Goya que está juzgando a Oscar Antonio Candussi, productor agropecuario acusado de homicidio culposo por el uso de pesticidas organosfosforados en su plantación de tomates. A escasos 15 metros vivía Kily Rivero, un niño de apenas cuatro años que murió el 12 de mayo de 2012 en el Hospital Garrahan. Tuvo una falla hepática fulminante provocada por el contacto con agrotóxicos. Trece años tardó la justicia en llegar a esta instancia, en la que Jorge Antonio Carbone, Darío Alejandro Ortiz y Ricardo Diego Carbajal decidirán si Candussi es o no culpable.

Como antes demoró nueve años en condenar a Ricardo Prieto por haber “desplegado una conducta indebida e imprudente en la utilización del organoclorado alfaendosulfan” en su tomatera, que provocó la muerte de Nicolás Arévalo, de 4 años, y las lesiones graves a su prima, Celeste Abigail Estévez. Este fallo fue firmado por dos de esos mismos jueces: Carbone y Ortiz, con Sebastián Romero como la tercera pata del tribunal. Tres años de prisión condicional y la obligación de realizar estudios o prácticas “profesionalizantes de capacitación en el uso de agrotóxicos”.

La misma causa que repite sus consecuencias con una sistematicidad pasmosa que no cesa a pesar de las condenas judiciales. Sean de la magnitud que sean. Porque simplemente, si hay condena, sólo sancionan lo ya ocurrido pero no impiden la repetición sostenida en el tiempo.

A casi 900 kilómetros el crimen de otros chicos y chicas, diferentes, más urbanos aunque de pueblo chico, llegó a los estrados judiciales por estos mismos días. El de Danilo Sansone, de 13 años; Gonzalo Domínguez de 14; Camila López, de 13 y Aníbal Suárez de 22, y el homicidio en grado de tentativa a Rocío Quagliarello, la única sobreviviente, que hoy tiene 17 años y tenía 13 durante lo que quedó en la historia como la masacre de Monte.

Dos docenas de imputados de diferentes rangos dentro de la policía bonaerense acusados –con distintas variantes en las calificaciones legales- por el crimen de los cuatro y las gravísimas heridas a Rocío. O por el encubrimiento, la violación de los deberes de funcionario público. E incluso, para la próxima instancia judicial quedan pendientes sentar en el banquillo a la ex intendenta, Sandra Mayol y al bombero y parte del SAME Nelson Barrios y desentrañar el espionaje policial sobre las familias. Su hijo andaba robando y tuvo un accidente, le dijo la policía a la madre de Aníbal al informarle de la muerte. Había sido tarefero en Misiones y decidió migrar a San Miguel del Monte, más cerca de la gran capital donde la suerte –había soñado- podía ser otra. Murieron en un accidente, repetían. La bonaerense armó una estructura de encubrimiento para garantizarse a sí misma la impunidad.

Por ahora, un jurado popular declaró culpables a cuatro policías. Dos, como coautores del delito de «homicidio agravado por el abuso de la función policial y por ser cometido mediante el empleo de arma de fuego”. Otros dos, por «tentativa de homicidio agravado por el abuso de la función policial y por ser cometido mediante el empleo de arma de fuego». Esta semana se conocerá el monto de las condenas. Y queda aún por delante el segundo juicio contra 19 policías bonaerenses por encubrimiento agravado, falsedad ideológica de instrumento público, incumplimiento y violación de los deberes de funcionario público, y/o abuso de autoridad.

Las condenas, cuando llegan, son simplemente eso. Castigo por lo que ya ocurrió. Si quienes sueñan, cuando proclaman penas, que será un freno para que un hecho no vuelva a repetirse, deberán construirse otros sueños porque ya está probado al infinito que esos no serán.

Tres policías están siendo juzgados por el homicidio (“con alevosía, por placer, por odio racial”, dice entre tras acusaciones la calificación legal) de Lucas González, un pibe de 17 años que volvía con sus amigos de entrenar en el club Barracas Central. Otros once son juzgados por encubrimiento. Por privación ilegal de la libertad. Por torturas. Una entera estructura al servicio del horror, como en San Miguel del Monte. Las condenas serán elevadas. Seguramente no para todos pero sí para una porción importante de todos ellos.

Las familias de cada uno de esos chicos y chicas está deseando que, al menos la justicia, como responsable y delegada punitiva de la sociedad les diga que quienes les arrebataron para siempre a sus retoños serán sancionados. Que plantará bandera en medio de tanta angustia para asegurarles que sus hijos e hijas, que ellos mismos, podrán finalmente descansar.

Al mismo tiempo tres juicios se desentrañan en territorios lejanos entre sí con crónicas de profundo dolor: aquellas en las que las víctimas son niños y adolescentes.

Alguna vez el rompecabezas de la humanidad estará tan utópicamente completo que la historia será otra. Porque el mundo será otro. Aunque hoy parezca tan desoladoramente lejano. Aunque las ausencias sean demasiadas. Y las estructuras crueles del poder sigan tan estruendosamente intactas.

Fuente de la información e imagen:  Pelota de Trapo

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La basura como problema filosófico

Por: Camilo Ratti

La Escuela de Filosofía implementó, junto a la Cooperativa La Esperanza, la Federación de Carreros, Cartoneros y Recicladores de la ciudad de Córdoba, y la Secretaría de Extensión de la FFyH, un proyecto para tratar los residuos sólidos urbanos secos que genera la institución. “Frente a la crisis ecológica, reciclaje con inclusión social”, resaltan lxs impulsorxs de una prueba piloto que podría funcionar para toda la Facultad..

En una ciudad que paga por kilo de basura enterrada, en lugar de un sistema que busque disminuirla o reciclarla antes de su disposición final, y que intenta instalar en la localidad de Santa Ana -pegado a la capital de Córdoba- el predio de enterramiento más grande de Sudamérica -una bomba atómica ambiental-, la Escuela de Filosofía de la FFyH puso en práctica un proyecto de tratamiento para gestionar los residuos sólidos urbanos fracción seca -fundamentalmente, papel y cartón-, desde una perspectiva ecológica con inclusión social, articulando con actores universitarios y extra universitarios especialistas en la materia, con quienes ya viene trabajando desde hace un tiempo.

“La iniciativa surge de una propuesta de la organización estudiantil Asamblea de Filosofía, que luego se convierte en un proyecto institucional elaborado y aprobado de manera unánime por el Consejo Asesor de la Escuela de Filosofía, conformado por estudiantes, egresadxs y docentes, ante la necesidad de comenzar a pensar sobre los residuos que se producen en nuestra Escuela, tanto institucionalmente como por los individuos que la componen, en búsqueda por garantizar un tratamiento no contaminante. En este marco, dado que la Escuela en sí misma carece de las herramientas para garantizar dicho proceso, se convocó a la Cooperativa La Esperanza, con la cual ya existía un contacto previo”, señala a Alfilo Paula Hunziker, directora de la Escuela de Filosofía, quien inscribe este proyecto en la misma línea o sintonía que tiene el de Improntas de la Dictadura en el campo filosófico de Córdoba.

“La Cooperativa tiene una trayectoria de más de doce años de formación y trabajo con residuos. Está integrada por más de 350 compañerxs carrerxs y recicladorxs, dos plantas de tratamiento en la ciudad de Córdoba, presencia en 40 barrios de Córdoba y Gran Córdoba, y experiencia en el manejo de residuos de instituciones, además del trabajo que realiza en domicilios particulares, centros vecinales y empresas”, apunta Augusto Rattini, estudiante avanzado de Filosofía, integrante de la Cooperativa y mentor del proyecto que la Asamblea asumió con entusiasmo.

La articulación suma a la Federación de Carreros, Cartoneros y Recicladores de Córdoba, y a la Secretaría de Extensión de la FFyH. “Dicha articulación, a su vez, resulta útil en la medida en que permite a la Cooperativa multiplicar los volúmenes de material ingresados a sus plantas de tratamiento a través de uno de sus recolectores”, afirman.

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Para Hunziker, es fundamental “pensar en los consumos desde un punto de vista filosófico, poder preguntarnos qué es la basura y en lo inclusivo que puede ser. Creemos que hay que llevar esta discusión del ambiente a otros espacios de la Facultad, como el kiosko, el bar, el Centro de Estudiantes. Pensar entre todxs la crisis ambiental que nos atraviesa. Si esta iniciativa funciona, y estamos viendo que sí, extenderla a otros ámbitos y pabellones de nuestra facu y de otras facultades de la UNC”, destaca Hunziker.

Lo ambiental y lo inclusivo van de la mano, y es en ese sentido que Rattini sostiene que la experiencia transitada en Filo busca “reconocer el trabajo de lxs recolectorxs y recicladorxs. Reciclar desde abajo es el concepto, que lo pusimos en práctica en el cursillo de ingreso, cuando vinieron integrantes de la Cooperativa a dar charlas explicativas a lxs estudiantes. Queremos continuar, potenciar esos intercambios con talleres, más charlas, porque sostenemos que es necesario que lxs recicladorxs vengan a la universidad, conozcan la Facultad”.

Los cartógrafos del papel en Filo

Otra pata del proyecto es el aporte de lxs trabajadorxs no docentes, quienes “tienen el mapa de la territorialidad de la Facultad, son ellxs quienes conocen el circuito del papel y el cartón, y estamos viendo mucho compromiso con eso, sobre todo, en Andrea Martínez, que es quien cumple su función en el Pabellón Francia”, explica Hunziker.

Martínez cuenta que “desde que llegué a Filo, especialmente al Pabellón Residencial, me formaron para darle utilidad a los papeles, por ende, me acostumbré a guardarlos y, cuando había una cantidad razonable, hablábamos por teléfono con gente que venía a retirarlos, algunos para reciclarlos, otros para venderlos. Siempre que vemos papeles los derivamos a personas que los juntan, nunca los tiramos a la basura”.

A pesar de este antecedente institucional, Andrea se esfuerza en señalar que “el proyecto de reciclado con inclusión social cobró mucha fuerza este año a partir de la impronta que le pone la dirección de la Escuela de Filosofía, quien nos convocó a toda la comunidad, no sólo a los no docentes, a esta tarea del reciclado. Así es que lxs no docentes de Servicios Generales colaboramos en la guarda de papeles y cartones, y luego avisamos para que los retiren los de la Cooperativa”.

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Aunque para Andrea, en otros años, había más cantidad de papel para reciclar –insumo que la digitalización administrativa ha disminuido-, “la concientización ha sido fundamental en este 2023, porque lo que nosotros no usamos les es útil a otras personas y colaboramos con el medioambiente. Lxs integrantes de la Cooperativa trabajan con mucho entusiasmo en la búsqueda de papeles y, como gratitud, han entregado plantas en forma de agradecimiento a los papeles donados. Es lindo y genera un profundo bienestar sabernos parte de este eslabón de ayuda social”.

Diálogo de saberes

“Existen muchas vías a través de las cuales la Universidad y los barrios populares podrían fortalecerse mutuamente, por ejemplo, jornadas de capacitación en clasificaciones de residuos sólidos urbanos para la comunidad de la Facultad, que articulen con grupos de investigación abocados a procesos sociales y ambientales; nutrir a las bibliotecas de los pabellones a donde se dicta el Programa de la Universidad en la Cárcel a través de la compra y recuperación de libros que ingresan a las plantas de tratamiento de la cooperativa; la construcción de un modelo curricular para proveer a egresados de las carreras de la facultad orientado a la promoción de prácticas ambientales, que permita el acceso de la cooperativa al nivel medio; entre otros”. Estas son algunas de las ideas que dieron vida al proyecto que arrancó con lo más simple: separar, juntar, acumular papeles y cartones en un pabellón, y que una cooperativa los reutilice.

Configurar esta articulación entre la Escuela de Filosofía y la Cooperativa La Esperanza tiene múltiples propósitos: garantizar un sistema de recolección y tratamiento de residuos sólidos urbanos, fracción seca; explorar otros modos de fortalecer el vínculo entre la cooperativa y la Escuela; y llevar un registro del proceso, en búsqueda por extender el sistema de gestión de residuos secos reciclables al resto de las escuelas de la FFyH. Por eso, esta “prueba piloto” configura un antecedente que entusiasma para pensar el abordaje de los residuos en el resto de la Facultad.

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Para alcanzar dicho objetivo, se prevé la configuración de un equipo de trabajo compuesto por integrantes de todos los claustros e integrantes de la cooperativa. “Hoy, no se hace en todos los pabellones, nació desde el Francia y Paula le está poniendo toda la pila al proyecto. Los de la Cooperativa cumplen en tiempo y en forma, y, cuando les avisamos, vienen a retirar los papeles. Estamos trabajando en un ambiente prolijo, siempre se están poniendo o cartones o papeles adentro del carrito verde del reciclado, es algo que nos hace sentir bien y creo que hay que seguir contagiando para que se sumen más manos solidarias, para el beneficio de las personas que reciben el papel y nosotrxs tener nuestros espacios ordenados y darle utilidad a lo que ya no nos es útil”, valora Andrea.

Como la misma trabajadora no docente cuenta, existen antecedentes de la articulación entre la Facultad y las organizaciones cartoneras y recicladoras: desde 2015, en el marco del programa Recuperadores Colectivos, para retirar residuos reciclables (celulósicos en su gran mayoría), dicha tarea se llevó a cabo en Casa Verde, la Biblioteca de Filosofía, el CIFFyH, el Decanato-Pabellón Residencial y la Biblioteca del CEPIA con la naturaleza. “Es por ello que el presente proyecto prevé el desarrollo de acciones que excedan el tratamiento específico de los residuos, sino que también permitan re-pensar y fortalecer los vínculos al interior de la sociedad civil. Como señalan algunas investigaciones de carácter etnográfico en torno a la revalorización de residuos por parte de cooperativas, ‘la cuestión del post-consumo en general y, más aún, del pos-consumo vinculado a los residuos resulta en la actualidad un campo caracterizado por la vacancia de estudios destinados a sistematizar estos procesos’”, se puede leer en el proyecto que hoy funciona en la Escuela de Filosofía.

Proyecto que se enmarca en lo que establece el artículo 41° de la Constitución Nacional, que dice que “todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el deber de preservarlo (…) Las autoridades proveerán a la protección de este derecho, a la utilización racional de los recursos naturales, a la preservación del patrimonio natural y cultural, y de la diversidad biológica, y a la información y educación ambientales…”.

El principio de inclusión social está presente en la ordenanza 12.648 de la ciudad de Córdoba, que reconoce la preexistencia de los Recuperadores Urbanos en las tareas de separación de residuos y recolección diferenciada, como legítimos actores de tales prestaciones, razón que implica su inserción en la cadena formal de gestión integral de los residuos sólidos urbanos.

En este sentido es que resulta fundamental resaltar la actividad desarrollada por las cooperativas y/o asociaciones civiles de recuperadores de residuos urbanos como prestadoras de un servicio esencial, como lo es la Cooperativa de Carreros y Recicladores “La Esperanza” Limitada, las cuales se constituyen como una herramienta idónea y necesaria para promover la inclusión económica y social, y para implementar la Gestión Integral de los Residuos Urbanos en la Provincia de Córdoba, permitiendo la recuperación de materiales reciclables y reutilizables en concordancia con los principios establecidos en la Ley de presupuestos mínimos de residuos sólidos urbanos Ley n.° 25.916 y la ordenanza 12.648.

Desafíos

Para ampliar lo que hoy se realiza en la Escuela de Filosofía, el proyecto contempla conformar un equipo de trabajo encargado de coordinar las acciones y actividades correspondientes. El mismo se encontrará compuesto por integrantes de los diferentes claustros, convocatoria a la que se inscribieron estudiantes y egresados. Y si bien ya cerró la convocatoria para este año, pueden incorporarse nuevos integrantes con un pedido previo. Además, está previsto comenzar diálogos con las demás direcciones de las Escuelas para discutir la extensión de la implementación del proyecto al resto de la Facultad, “atendiendo a las particularidades y modificando lo necesario. Pensar desde esta pequeña experiencia la posibilidad de construir un modelo de tratamiento de residuos reciclables operativo para la Facultad, así como la profundización de la articulación entre esta y el sector de reciclaje de la economía popular”.

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Dicha articulación, a su vez, resulta útil al espacio mencionado en la medida en que le permite multiplicar los volúmenes de material ingresados a sus plantas de tratamiento a través de uno de sus recolectores, el cual vería incrementado su ingreso en función de los retiros y por el reconocimiento económico a su trabajo por parte de la Facultad, “algo que por ahora no podemos garantizar, pero que está dentro de los objetivos del proyecto”, aclara Hunziker.

Proyecto con Sofía Cartonera

En el gran abanico de posibilidades que habilita la recolección y reciclado de papeles y cartones, está la de trabajar con Sofía Cartonera, la editorial de la Secretaría de Extensión de la FFyH, que elabora sus producciones con papel y cartón reciclado. “La idea sería poder hacer las tapas de los libros de la editorial con los cartones que reciclemos en la Cooperativa”, cuenta Rattini.

*Por Camilo Ratti para Alfilo / Imágenes: Camilo Ratti y gentileza Augusto Rattini.

Proyecto Institucional de la Escuela de Filosofía FFyH-2023

Título: Frente a la crisis ecológica, reciclaje con inclusión social: una prueba piloto en la Escuela de Filosofía.
Coordinación de equipo de trabajo: Paula Hunziker, Laura Danón, Carlos Balzi, Emanuel Biset, Patricia Brunsteins, Cesar Marchesino, Augusto Rattini, Federico Martín Rearte Faria.
Equipo de Trabajo: a definir en convocatoria específica para estudiantes y egresades.
Asesoras: Eliana Lacombe, Pablo Barrionuevo, Ignacio Pellón, Agustín Mingorance, Guadalupe Meyer Paz, Esteban Beltrán, Agustín Darío Poncio, Agostina Luz Castro, Camila Chiavassa.
Instituciones, programas y secretarías intervinientes: Escuela de Filosofía (FFyH), Federación de carreros, cartoneros y recicladores de la ciudad de Córdoba, Cooperativa La Esperanza, Secretaría de Extensión de la FFyH.

Fuente de la información e imagen:  https://latinta.com.ar

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La hegemonía anglófona en la ciencia

Por: NOEL AGUIRRE LEDEZMA

Tenemos que trabajar intensamente en la producción y socialización de los saberes y conocimientos

Según la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI, 2023), “en el espacio iberoamericano convergen dos lenguas de origen común, el español y el portugués, con amplia proyección y diferenciación internacional: que juntas representan una comunidad de 850 millones de hablantes repartidos por cuatro continentes, con especial presencia en América, África y Europa. Según las estimaciones demográficas de las Naciones Unidas, el español y el portugués alcanzarán cerca de 1.200 millones de hablantes a mediados del siglo XXI.” Es más, la presencia de estos idiomas en el espacio digital es bastante espectable, “siendo actualmente el español la 3ª lengua en Internet tras el inglés y el chino, y el portugués la 5ª.” No solo eso, sino que, desde una perspectiva geopolítica, la proximidad lingüística y cultural del español y portugués, además de afirmarlas como lenguas globales las posiciona en el mundo con grandes potencialidades. Sin embargo, existe una problemática que debe preocuparnos, “solo un 1% de la producción científica indexada globalmente se publica en estos dos idiomas. Es más, el 96% de los científicos portugueses, el 91% de los mexicanos, brasileros o españoles y más del 80% de los colombianos, argentinos o peruanos publican en inglés…” (Ruiz Juan José, 2021)

De acuerdo con un estudio encargado por la OEI y el Instituto Elcano a Ángel Badillo (2021) sobre el portugués y español en la ciencia, “la hegemonía del inglés como lengua vehículo de la ciencia es apabullante”. A manera de ejemplo, recurriendo a información proporcionada por el mencionado estudio, el 90% de los trabajos científicos publicados en la Web de la Ciencia (WoS, por el inglés), en los últimos 20 años, están escritos en inglés. Nótese que la plataforma WoS, previo pago, por internet brinda acceso a múltiples bases de datos que contienen información de revistas académicas, actas de congresos y otros documentos académicos. Esta tendencia desplaza las lenguas propias a favor del inglés “con las preocupantes consecuencias que ello genera para la vitalidad de las lenguas, la diversidad lingüística del campo científico y académico y el acceso al conocimiento.” Así surge el supuesto, que termina en convencimiento, que el conocimiento basado en el método científico debe ser, en el mejor de los casos, en idioma inglés.

Lea también: CETHA con ‘C’ y ‘TH’

Este panorama nos plantea muchos interrogantes: La hegemonía del inglés en el manejo de la ciencia, ¿es otra forma de la división de roles en la producción de conocimientos científicos?, ¿mientras unos producen conocimiento científico otros deben restringirse a consumirlos? Los países cuyo idioma oficial no es el inglés, ¿no producen conocimientos científicos?, ¿deben adecuarse a las condiciones definidas por quienes asumen estos roles hegemónicos? El predominio del inglés, ¿qué efectos tiene en la valoración de los otros idiomas, la diversidad lingüística del campo científico-académico y el acceso, producción y socialización del conocimiento? Ante esa situación, ¿qué acciones debemos desarrollar para facilitar el acceso, producción y socialización del conocimiento?, ¿erigimos barreras que protejan nuestros idiomas o generamos la inclusión y pluralidad en el mundo de la ciencia?, ¿qué rol deberían tener los sistemas educativos? Más allá de los lamentos proteccionistas, ¿qué políticas lingüistas y científicas debemos generar en la región? Con relación a los pueblos indígenas, ¿qué efectos y perspectivas tienen sus idiomas respecto a la ciencia?

No tiene sentido “desgarrarse las vestiduras” ni solo protestar. Tenemos que trabajar intensamente en la producción y socialización de los saberes y conocimientos, intensificar la formación en capacidades vinculadas a la ciencia, crear y potenciar centros de investigación, fomentar con mayor énfasis la investigación aplicada, promover el diálogo interciencias entre lo social y económico, entre el saber y el conocimiento universal con el local, comunitario y popular, incrementar las inversiones para la innovación, investigación y desarrollo científico, resignificar desde nuestra cosmovisión lo que se comprende por ciencia. Y, fundamentalmente, valorar nuestros idiomas, como el español, portugués y de los pueblos indígenas en la perspectiva de garantizar la valoración de la diversidad y promover el acceso universal al conocimiento. Al final de cuentas, el conocimiento —en todas sus expresiones— es de toda la humanidad y es un derecho de todos.

(*) Noel Aguirre Ledezma es educador popular, maestro y pedagogo. Director de la oficina de la Organización de Estados Iberoamericanos en Bolivia

Fuente de la información:  https://www.la-razon.com

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Chile: Diversos actores participan en diálogo para determinar cómo debería ser la educación ambiental

Diversos actores participan en diálogo para deter

minar cómo debería ser la educación ambiental

Una educación ambiental enfocada en los conocimientos técnicos; que incentive el liderazgo y la empatía; que tenga en cuenta el entorno y que se traduzca en acciones concretas por la comunidad, son algunas de las conclusiones a las que se llegaron tras el encuentro entre adolescentes y adultos como el alcalde de Tiltil, los seremis de Medio Ambiente y Energía de la RM, académicos, personas del mundo empresarial y representantes de la CEPAL, el Banco Mundial y el INJUV.


“Necesitamos agentes de cambio en las nuevas generaciones y esto se inicia a través de la educación”, explicó Felipe Tobar (17) del Colegio Jorge Huneeus Zegers de La Pintana al salir del encuentro de Jóvenes por el Futuro realizado el 31 de mayo donde se trabajaron temáticas medioambientales.

La actividad, organizada por cinco adolescentes con el apoyo de América Solidaria y el Banco Mundial, tenía como principal objetivo identificar qué elementos debe considerar la educación ambiental en Chile. Esta temática también fue levantada dentro de los resultados de la encuesta de Fundación Tremendas, publicada el 28 de mayo, que arrojó que el 80% de las jóvenes le da máxima importancia a recibir educación ambiental en el colegio.

“Lo que más se repitió fue que la educación ambiental debería tener consecuencia dentro de los territorios de los mismos estudiantes”, describió Tomás Pizarro (19). Así ejemplificó que acompañando a los contenidos deberían ir acciones vinculantes dentro de los establecimientos educacionales, como reciclaje, buen uso del agua: “Acciones que no sean efímeras”.

En el marco de la elaboración del proyecto de ley sobre educación ambiental, Roberto González,  jefe del Departamento de Educación Ambiental (DEA) del Ministerio de Medio Ambiente, invitó a los jóvenes a compartir con la cartera qué aspectos son importantes de rescatar según la experiencia de cada uno.

Tomás Pizarro (19) aseguró que casi todos estarían de acuerdo con que vivimos en un momento crítico del planeta y que “las decisiones se deben tomar ahora”. Explicó que desde esa base “es necesario que quienes están a cargo de las decisiones hoy recojan esta urgencia que la manifestamos más nosotros, los jóvenes, que la población adulta”. “Debemos crear trabajo en conjunto para que no sea muy tarde y que en los planes medioambientales haya coherencia en el paso del tiempo”, manifestó.

El evento dio inicio con el desafío de identificar las principales problemáticas medioambientales en las comunas de los jóvenes, lo que trabajaron en grupos. Espacios abandonados con basura, que identificaban como un foco de peligro, problemas con el agua y contaminación fueron algunas de las que plantearon.

Frente a estas dificultades presentaron soluciones como informarse, empatizar y colaborar con otros para enfrentar la crisis climática, recuperar los espacios abandonados y generar normativas medioambientales más rigurosas para las empresas.

“La crisis climática es un problema que tiene que ver con vidas, con calidad de vida, y debemos tomar conciencia, tomar decisiones, presionar por nuevas prácticas y conductas en la lógica en que entendemos la naturaleza y la producción”, describió el jefe del Departamento de Educación Ambiental (DEA), uno de las tres expertos que vinieron a compartir datos con los jóvenes en la primera etapa del encuentro.

Trabajo entre distintas generaciones: imaginemos una educación ambiental

“Es importante que converjan ambas experiencias, de jóvenes y adultos, porque si solo nos separamos entre adultos y adolescentes se van a hacer cosas que los jóvenes en el futuro van a querer cambiar. Si trazamos la misma línea se pueden sembrar los cimientos ahora y después construir sobre ellos”, es como explicó José Tomás Lira (17) del Colegio Verbo Divino la decisión de sumar a “tomadores de decisiones” a la conversación.

Se trabajó entre jóvenes y adultos la pregunta qué herramientas se deberían entregar desde la educación ambiental para que un joven pueda ser un agente de cambio.

Algunas de las conclusiones fueron que la educación ambiental debe enfocarse en los conocimientos; que se debe incentivar el liderazgo a través del trabajo en equipo, la perseverancia, la empatía y el desarrollo de habilidades de comunicación; que se debe conocer el entorno y pensar en soluciones locales, en la misma dirección se consideró que además de la entrega de información exista práctica, que pueda traducirse en un impacto en la población que vive alrededor o con los estudiantes.

“Cuando hablamos de cambio climático el futuro es desolador, si no hacemos nada esto se acaba como planeta. Sin embargo, veo a los jóvenes con esperanza y con ganas de hacer cosas”, aseguró Iván Morán, seremi de Energía de la Región Metropolitana.

“Lo primero es aprender y lo segundo tomar acción. Individual por un lado, pero por otro también le exijo a los demás: que la clase política se ponga las pilas, que los empresarios se den cuenta que pueden producir, pero también bajar las emisiones”, agregó.

Pablo Zamora, director de Fundación Chile y uno de los fundadores de NotCo aseguró tras la experiencia que “hay estudiantes con una formación inherente de liderazgo, que pueden ser agentes de cambio profundo”.

Pablo Marquet, académico de la Facultad de Ciencias Biológicas UC y vicepresidente de la corporación del Instituto de Ecología y Biodiversidad, destacó el optimismo del encuentro. Sin embargo, advirtió que la “pedagogía estandarizante que apunta a un estudiante promedio que no existe y existe poca capacidad para acoger y fomentar individualidades y diferencias que puedan contribuir a lo colectivo”.

Participación: “Entender que no estamos solos en este mundo”

Javiera Riquelme (16) del Colegio Jorge Huneeus Zegers en La Pintana aseguró que la crisis medioambiental afecta a todos y que los más jóvenes deberían tener acceso a más instancias de participación. Dijo valorar la oportunidad de “compartir nuestra opinión con respeto y crear lazos entre nosotros”.

Roma Vera (17) del Colegio Raimapu en La Florida describió que el espacio le hizo “sentir aliviada” por saber que hay otros jóvenes a los que les interesa hablar sobre medioambiente. “Entender que no estamos solos en este mundo”, puntualizó.

En ese sentido, Pablo Zamora aseguró que es importante que “aprendamos a dialogar y creo que estos espacios son necesarios para aquello”.

Para Luis Valenzuela, alcalde de Tiltil, es importante que los jóvenes se identifiquen como agentes de cambio. Explicó que reunir a generaciones distintas “permite transmisión de conocimientos técnicos, pero también de experiencias de vida. Permite que los jóvenes vayan pavimentando un camino sólido en una temática tan importante como el cambio climático”.

El edil aseguró que el cambio climático está teniendo consecuencias importantes en el país y, en particular, en Tiltil se traduce en una sequía que ha durado más de catorce años.

La próxima actividad de Jóvenes por el Futuro para seguir profundizando en educación ambiental será el próximo 7 de junio en Concepción y reunirá a jóvenes de la Región del Biobío y a autoridades regionales, académicos y empresarios.

Tras esta actividad un equipo de América Solidaria va a estudiar y organizar los resultados de ambos encuentros para elaborar un insumo de recomendaciones para una nueva política de educación ambiental.

Fuente de la Información: https://www.elmostrador.cl/agenda-pais/agenda-sustentable/2023/06/04/diversos-actores-participan-en-dialogo-para-determinar-como-deberia-ser-la-educacion-ambiental/

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Argentina: Aprender a través del juego

Aprender a través del juego

Cuando jugamos, nuestro cerebro se pone en acción. Nos enfrentamos a desafíos, resolvemos problemas y tomamos decisiones, lo cual estimula nuestra mente de una manera única

¡Claro! El juego es algo maravilloso que nos ayuda a aprender, crecer y divertirnos al mismo tiempo. ¿Sabías que jugar tiene un papel muy importante en el desarrollo de nuestras habilidades cognitivas? ¡Te contamos por qué!

Cuando jugamos, nuestro cerebro se pone en acción. Nos enfrentamos a desafíos, resolvemos problemas y tomamos decisiones, lo cual estimula nuestra mente de una manera única. Además, el juego nos permite explorar, experimentar y ser creativos, lo cual es fundamental para desarrollar habilidades cognitivas.

Por ejemplo, cuando jugamos un juego de estrategia, como el ajedrez, debemos planificar nuestros movimientos y anticiparnos a las jugadas del oponente. Esto fortalece nuestra capacidad de pensar de manera lógica y estratégica. Además, el juego de ajedrez nos ayuda a mejorar nuestra memoria, concentración y toma de decisiones rápidas.

Los juegos de construcción, como los bloques o las piezas de Lego, también son muy beneficiosos. Mientras jugamos, tenemos que visualizar y manipular diferentes formas y colores para crear algo nuevo. Esto estimula nuestra capacidad espacial y desarrolla nuestra habilidad para resolver problemas complejos. Incluso los juegos de mesa, como el Monopoly o el Scrabble, nos ayudan a mejorar nuestras habilidades cognitivas. Estos juegos requieren que pensemos estratégicamente, calculemos probabilidades y utilicemos el lenguaje de manera creativa. Además, nos enseñan a seguir reglas y a respetar turnos, lo cual es importante para el desarrollo de habilidades sociales.

Los primeros años son importantes

Según un estudio de Unicef.org investigaciones científicas realizadas en los últimos 30 años han demostrado que el período más importante del desarrollo humano es el que comprende desde el nacimiento hasta los ocho años de edad. Durante esos años, el desarrollo de las competencias cognitivas, el bienestar emocional, la competencia social y una buena salud física y mental forma una sólida base para el éxito incluso bien entrada la edad adulta. Aunque el aprendizaje tiene lugar durante toda la vida, en la primera infancia se produce con una rapidez que luego nunca se igualará. Los años correspondientes a la educación preescolar constituyen la parte central del período de la primera infancia, y son los que fundamentan el éxito tanto en la escuela como después de esta. Aunque el informe se centra en los años que corresponden a la educación preescolar, debemos señalar que el aprendizaje a través del juego resulta pertinente durante todo el
período de la primera infancia e incluso después de esta.

Fuente www.unicef.org

 

El juego también fomenta la imaginación y la creatividad. Cuando jugamos a ser piratas, astronautas o superhéroes, creamos historias y nos sumergimos en mundos imaginarios. Esto estimula nuestra capacidad para pensar de manera abstracta y nos ayuda a desarrollar habilidades de resolución de problemas fuera de lo convencional.

Es mucho más que simple diversión. Es una herramienta poderosa para el desarrollo de habilidades cognitivas. Nos enseña a pensar de manera lógica, estratégica y creativa. Además, nos ayuda a mejorar nuestra memoria, concentración y toma de decisiones. ¡Así que no subestimes el poder del juego, es posible divertirse y aprender al mismo tiempo!

Fuente de la Información: https://aptus.com.ar/aprender-a-traves-del-juego/

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Chile: Este martes se conocerán los resultados de apelación de la gratuidad en la Educación Superior

Este martes se conocerán los resultados de apelación de la gratuidad en la Educación Superior

El beneficio financia tanto la matrícula como el arancel del 60% de los estudiantes que cuentan con menores ingresos de la población y que entran a estudiar en la Educación Superior.

Las personas que apelaron para postular a la gratuidad en la Educación Superior podrán conocer su resultado este martes 30 de mayo.

El beneficio financia tanto la matrícula como el arancel del 60% de los estudiantes que cuentan con menores ingresos de la población y que entran a estudiar en la Educación Superior.

Los y las estudiantes que completaron el Formulario Único de Acreditación Socioeconómico (FUAS) y postulan a las instituciones adscritas al proceso de Gratuidad 2023 son las que pueden resultar ser beneficiadas.

A ello, se suma el cálculo del ingreso del hogar, más los ingresos del grupo familiar considerando a todos sus integrantes (menores, adultos mayores y personas en situación de discapacidad).

Para conocer los resultados, debes ingresar a la siguiente página web escribiendo el rut del postulante: Ingresar aquí.

Fuente de la Información: https://www.elmostrador.cl/datos-utiles/2023/05/29/este-martes-se-conoceran-los-resultados-de-apelacion-de-la-gratuidad-en-la-educacion-superior/

 

 

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La mitad de los distritos argentinos redujeron su inversión educativa

La mitad de los distritos argentinos redujeron su inversión educativa

Inversión educativa. Entre 2004 y 2021, 12 de las 24 jurisdicciones argentinas disminuyeron la participación de la educación en sus presupuestos. CABA (-8,8 puntos porcentuales) y Mendoza (-7,3 pp) fueron las que más redujeron el financiamiento educativo como porcentaje del gasto total. En el mismo período, Salta (+8,1 pp) y Neuquén (+6,6 pp) fueron las que más incrementaron su esfuerzo presupuestario, al aumentar la proporción de su presupuesto destinado a educación.

Los datos del informe sobre Inversión Educativa

Los datos surgen del informe “Financiamiento educativo provincial”, del Observatorio de Argentinos por la Educación, con autoría de Javier Curcio (UBA/IIEP), Martín Nistal y Víctor Volman (Observatorio de Argentinos por la Educación). Teniendo en cuenta que las provincias son responsables del 75% del financiamiento educativo, el documento analiza cómo evolucionó el gasto educativo en las provincias, en qué gastaron y qué esfuerzo presupuestario hicieron entre 2004 y 2021. Todas las cifras se presentan actualizadas a valores constantes de marzo de 2023.

El informe considera el total del gasto educativo, sin importar qué ministerio ejecuta el presupuesto. De acuerdo con ese indicador, en 2021 las dos jurisdicciones que dedicaron mayor proporción de su presupuesto a la educación fueron Buenos Aires (30,8%) y Salta (28,8%). Por otro lado, las que menos presupuesto asignaron con respecto a su presupuesto total fueron CABA (16,7%) y Santa Cruz (17,6%).

“La descentralización educativa dispuesta en el país requiere profundizar los análisis sobre las posibilidades de financiamiento a cargo de las provincias, que concentran una proporción importante de los recursos necesarios para dar cumplimiento al umbral establecido por la Ley de Educación Nacional. Identificar la situación de cada jurisdicción y las brechas existentes es crucial para asegurar el cumplimiento efectivo del derecho a la educación de calidad en todo el territorio”, afirma Javier Curcio, coautor del informe.

Más números de la inversión educativa

Si bien todas las jurisdicciones dedican más del 65% de sus presupuestos educativos al pago de salarios, ese porcentaje alcanza niveles máximos en Chubut (91%) y Neuquén (86%). En el otro extremo, las que destinan menor proporción del presupuesto educativo a salarios son San Luis (66%), Formosa ​ y CABA (69%).

Entre 2004 y 2021, la provincia que más aumentó el gasto por alumno del sector estatal en el nivel inicial y primario es Salta (174,7%). Santa Cruz (-33,5%) es la jurisdicción donde más cayó este indicador. En el nivel secundario, la provincia que más aumentó su gasto por alumno fue La Pampa (309,7%), mientras que este indicador solo se redujo en la provincia de Chubut (-4,0%) durante el período analizado.

«Cada vez que se habla de inversión educativa se suele mirar al Estado nacional, pero se soslaya que la responsabilidad es de las provincias. El trabajo permite ver a todas y cada una de ellas. Además, muestra distintos períodos y signos políticos. Las caídas en distintas provincias obligan a pensar sobre el rol que tiene la educación en estas, más allá del color político de cada una. Por último, las oscilaciones (y retrocesos) muestran la dificultad de programar y sostener acciones educativas en contextos tan inestables”, reflexiona Alejandro Morduchowicz, especialista en planeamiento educativo.

Los problemas comunes

“El informe permite advertir algunos problemas comunes a las diferentes jurisdicciones, como la excesiva participación del componente salarial en los presupuestos educativos”, señala Juan Doberti, docente e investigador de la UBA. Y agrega: “En un país federal, con un financiamiento compartido entre la Nación y las provincias, deben plantearse mecanismos para que los esfuerzos económicos de ambos niveles de gobierno sean complementarios y no sustitutos y, asimismo, los escasos recursos se empleen de un modo que combine la eficiencia con la equidad entre estratos sociales y regiones del país».

«El análisis del objeto del gasto resulta significativo dado que la mayor erogación, por lejos, es el salario docente, seguido en la mayoría de las provincias por las transferencias al sector privado (subsidios a las escuelas de gestión privada). En tanto, es muy notoria la baja proporción de gasto destinada a la inversión en infraestructura (bienes de capital). Aquí la desigualdad se presenta en forma solapada, dado que se gasta más en subsidiar a las escuelas de gestión privada que en bienes de capital de las escuelas públicas, lo cual es posible que afecte la calidad de la prestación del servicio educativo por deficiencias edilicias o falta de equipamiento», explica Jorge Lo Cascio, economista y magíster en Educación.

Inversión educativa: Comparar el gasto por alumno

Comparar el gasto por alumno con el salario promedio mensual de la jurisdicción es una manera de tener en cuenta las diferencias en el costo de vida. Según este indicador, en 2021 las provincias que más gastaron en el nivel inicial y primario fueron Tierra del Fuego y La Rioja (el gasto por alumno equivale al 21,4% del salario promedio mensual). En el otro extremo se encuentran San Luis (6,7%) y Santa Cruz (9,2%).

Respecto al nivel secundario, La Rioja (30,9%) es la provincia donde el gasto por alumno estatal en 2021 representa una mayor proporción del salario promedio provincial, seguida de Tierra del Fuego (29,8%). Según este indicador, las jurisdicciones que menos gastaron fueron Santa Cruz (10,9%) y Chubut (9,6%).

 

Fuente de la Información: https://aptus.com.ar/la-mitad-de-los-distritos-argentinos-redujeron-su-inversion-educativa/

 

 

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