América del Sur/ Venezuela/ 19.11.2018/ Fuente: www.radiosanctispiritus.cu.
Venezuela arribó este miércoles a la cifra de un millón 111 mil 738 graduados en la Misión Ribas, desarrollada desde 2003 para beneficio de las personas que no pudieron concluir sus estudios de bachillerato o secundaria.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, destacó el alcance de esta iniciativa del gobierno bolivariano, al liderar la ceremonia de entrega de títulos a 10 mil 349 venezolanos que completaron su formación en ese programa educacional.Desde el teatro de la Academia Militar Bolivariana, en Caracas, el mandatario anunció la aprobación de recursos para aumentar el número de becarios de la Misión Ribas de 60 mil a 120 mil en toda la nación sudamericana.
Por esta vía alternativa cursan estudios actualmente más de 151 mil alumnos, mientras otros 46 mil ciudadanos resultaron captadas para formarse como bachilleres.
El jefe de Estado informó que el Ejecutivo aumentará la cantidad de facilitadores de la Misión Ribas de 26 mil a 34 mil, con el fin de ampliar el alcance de este programa, que benefició también a personas con alguna discapacidad, a integrantes de los pueblos indígenas y a privados de libertad.
Maduro instó a los bachilleres del país a prepararse en carreras productivas de forma articulada con la Misión Sucre (educación universitaria), en aras de fortalecer la economía nacional de acuerdo con las necesidades de la población.
El presidente de Venezuela destacó la necesidad de formar profesionales en ramas asociadas a los sectores priorizados en la agenda económica del gobierno bolivariano, en correspondencia con el modelo que busca romper con la dependencia de la renta petrolera.
Subrayó igualmente la importancia de la educación como base de la independencia nacional y garantía del futuro del país sudamericano.
Fuente de la noticia: http://www.radiosanctispiritus.cu/es/2018/11/incrementa-venezuela-cifra-de-graduados-en-mision-educativa/
La propuesta de cambio educativo impulsada por Eduy21 (www.eduy21.org) considera a la primera infancia como una de las áreas estratégicas de la transformación educativa.
El objetivo fundamental es fortalecer los avances que en primera infancia y educación inicial el país ha realizado desde el retorno al régimen democrático de gobierno en 1985. Destacamos seis avances.
En primer lugar, la universalización de la cobertura en la edad de cinco años, próxima a lograrla en cuatro, y mayor al 70% en tres. En segundo lugar, la obligatoriedad de asistencia a los centros educativos desde los cuatro años establecida por la Ley General de Educación 18.437 (2008).
En tercer lugar, los Centros de Atención a la Infancia y la Familia (CAIF), que atienden a los niños de 0 a 3 años priorizando poblaciones en situaciones de pobreza y/o vulnerabilidad social (INAU, 2017). En cuarto lugar, la incorporación de la primera infancia al Sistema Nacional de Cuidados como un intento de fortalecer las prestaciones sociales en los grupos de edades más vulnerables. En quinto lugar, la elaboración de un “Marco curricular para la atención y educación de niñas y niños uruguayos. Desde el nacimiento a los seis años”, liderado por el Ministerio de Educación y Cultura (2014). En sexto lugar, el proyecto de ley de Garantías para el Desarrollo, Educación, Atención y Protección Integral de la Primera Infancia, que impulsa la diputada Cristina Lustemberg, y que tiene por finalidad optimizar la coordinación y los recursos de las políticas con foco en mujeres embarazadas y en población infantil de hasta 6 años.
Entendemos la necesidad de apuntalar estos avances bajo el marco de una política social de infancia de 0 a 6 años, y de una educación unitaria y compacta de 3 a 18 años. Cinco son los aspectos que singularizan la propuesta de Eduy21: compromiso intergeneracional, integralidad, especificidad, diversidad y jerarquización del educador. Veamos cada uno de ellos.
El primer aspecto, compromiso intergeneracional, tiene que ver con la necesidad de agendar como prioridad combatir la infantilización de la pobreza. Según estimaciones del Instituto Nacional de Estadística, la pobreza, medida por insuficiencia de ingresos, alcanza, en el 2017, al 17.4% entre los menores de 6 años, más de dos veces superior a la registrada entre la población total (7.9%) y más de trece veces superior a la constatada entre los de 65 años y más (1.3%). Por otra parte, los quintiles de menores ingresos con población entre 0 y 6 años, son los que menos acceden a la educación inicial. Mientras que solamente uno de cada dos, de la franja más baja de ingresos (Quintil 1), en la edad de 3 años, accede a la educación inicial, esta relación es más de nueve de cada diez en el quintil de mayores ingresos.
Estos datos son reveladores de profundas brechas sociales entre generaciones. Se señala que desde el nacimiento hasta los 5 años, los niños desarrollan capacidades fundacionales para el resto de la vida. Esas capacidades son claramente cognitivas y lingüísticas, pero también emocionales, sociales y morales. Por otra parte, la apoyatura familiar, esto es, la capacidad de cuidar, sostener y estimular al niño o la niña, puede marcar una diferencia decisiva en su bienestar y desarrollo a presente y a futuro.
A la luz de esta situación, Eduy21 plantea universalizar la cobertura en la edad de tres al 2022, con foco en los dos quintiles de más bajos ingresos que concentran la mayoría absoluta de los niños y que son una vía crítica de la reproducción biológica y social de la pobreza.
El segundo aspecto, la integralidad, supone la intersección y las sinergias entre política social y educativa de infancia. Se trata de priorizar el bienestar y el desarrollo integral y balanceado del pequeño o pequeña. En una etapa de cambios acelerados, lo que se logre o no, dependerá de los intercambios que el niño o la niña tenga con su medio. Una adecuada higiene y alimentación son básicas, por supuesto, pero de ningún modo suficientes: hay un sistema nervioso inmaduro que deberá alcanzar hitos como la marcha, la prensión, la atención y el lenguaje. Todos estos hitos deberán estar en relación con otros tantos, como las acciones de compartir, aceptar límites y aprender a confiar.
El tercer aspecto, la especificidad, implica que la propuesta educativa en la infancia no debe ser reducida a un rol de aprestamiento para la educación primaria atendiendo precisamente al enfoque de integralidad que se mencionara en el párrafo anterior.
El cuarto aspecto, la diversidad, que resulta de enfoques y propuestas para las edades de 0 a 6 años, generadas desde el estado, la sociedad civil, las comunidades y el sector privado, y que permiten llegar a poblaciones con puntos de partidas, expectativas y necesidades diferentes. La diversidad se fortalece y se ampara con la clara e insustituible presencia de un estado garante en orientar, observar y evaluar la calidad de las prestaciones y su alineamiento con una concepción integral del desarrollo en las edades de 0 a 6 años.
El quinto aspecto, la jerarquización del educador, es clave para universalizar una atención de calidad para las edades de 0 a 6 años. Con un atraso en el tiempo considerable, recién se reconoce en el 2017 la necesidad de una formación para los menores de tres años con la oferta de Maestro en Primera Infancia en el ámbito del Consejo de Formación en Educación (CFE). Sin embargo, existen en el país formaciones profesionales y técnicas privadas para el trabajo con primera infancia. Estas propuestas son variadas, y van desde formación de auxiliares y educadores que llegan hasta los dos años de duración, hasta una oferta universitaria de cuatro años con la formación de licenciados.
Quienes egresan como docentes de formaciones privadas no pueden acceder al circuito de ANEP. En un panorama de escasos recursos, desaprovechar aquellos en los que la sociedad en su conjunto invierte, resulta un despropósito. Sería posible y deseable establecer un único formato de ingreso al trabajo como docente para primera infancia, valorando el tipo de formación recibido (técnica o profesional), indistintamente del prestador de la misma, estableciendo estándares que estos deberán cumplir, con base a los cuales puedan acceder a la carrera.
En síntesis, Eduy21 propone fortalecer avances significativos en primera infancia como un rutero posible para que en una década se logre que las poblaciones más vulnerables estén cubiertas por diversas modalidades de atención integral y de tiempo extendido. De esta forma contribuiremos decididamente a revertir los efectos regresivos de la infantilización de la pobreza.
Fuente del artículo: https://www.elpais.com.uy/opinion/columnistas/renato-opertti/educacion-infancia.html
Si el Presidente tiene tiempo para reunirse con Maluma, pero no con representantes de las universidades públicas, que desde hace rato le piden una cita, este canal convirtió a estudiantes y profesores en Maluma, para que el Presidente, al fin, los oiga. Hacen las veces de Maluma los alumnos Alejandro Palacio (Universidad Nacional de Colombia); Jennifer Pedraza (Universidad Nacional de Colombia); Daniela Álvarez (Universidad de los Andes); Alex Flórez (Universidad de Medellín); Juan Camilo Constain (Universidad de Cartagena), y los profesores Adriana López (Universidad Distrital); Jhon Mario Muñoz (Universidad de Antioquia) y Mario Hernández( Universidad Nacional de Colombia).
Fuente de la reseña: https://www.semana.com/educacion/multimedia/daniel-samper-estrena-su-regueton-por-la-educacion/590860
El experto en educación, de paso por la Argentina, habló sobre cómo integrar la tecnología al proceso educativo de forma productiva.
Cuáles son los desafíos que plantea la tecnología a la educación?¿Cómo incorporarla para potenciar el conocimiento en las aulas? ¿De qué manera pueden aportar los jóvenes a esta nueva forma de enseñar y aprender? El especialista Nicholas Burbules, doctor en Filosofía de la Educación de la Universidad de Stanford, invitado para el ciclo Ideas que organizó la Secretaría de Cultura de la Nación analizó esas cuestiones.
–¿Por qué en general se le tiene miedo al celular dentro del aula?
–Es un problema real porque es una fuente de posible distracción y fuente de trampa en los exámenes. Eso es real. Pero la prohibición no es una buena estrategia, no es un buen enfoque. Tengo como regla nunca decirle a la gente lo que debe hacer. Hay diferentes formas de utilizar el celular de forma educativa y productiva. En el aula nos permite traer el conocimiento que adquirimos fuera del aula dentro de la clase y lo que aprendemos en el aula poder llevarlo hacia afuera. El celular se puede usar educativa y productivamente parte del día y como parte de la currícula, no permanentemente. La prohibición total no es buena estrategia porque estamos perdiendo una gran oportunidad educativa. Si lo usamos correctamente en términos educativos no es una distracción. Pero como les digo a mis alumnos y profesores con los que trabajo: la tecnología más importante se produce cuando uno está desconectado, cuando se está alejado de la fuente tecnológica. Con el tiempo, estas tecnologías van a ser parte de la vestimenta de las personas, como los anteojos o los relojes: más que prohibirlo hay que integrarlo al proceso de aprendizaje.
–Usted recomienda que los docentes retomen el uso y los saberes que los chicos de primaria y secundaria hacen del celular, de los blogs, de los contenidos que publican en internet.
–Es una gran oportunidad para que los profesores puedan aprender de los alumnos. Pero es un tipo de relación diferente la que se promueve y algunos profesores no se sienten muy cómodos con esto, pero me parece que estaríamos perdiéndonos una gran oportunidad de hacer de esto una experiencia más exploratoria y experimental de manera conjunta entre alumnos y profesores.
–¿Hay experiencias de otros países que combinen el conocimiento de los docentes con el conocimiento de los alumnos sobre tecnologías?
–Nosotros somos los expertos en un campo determinado pero los alumnos son los expertos en temas de tecnología y conocen sus propios intereses. Es una oportunidad para cambiar el modo en que enseñamos, para tener una mayor capacidad de respuesta a cuestiones que les interesan a nuestros alumnos. Me gusta hablar de los alumnos como objetos en movimiento; y se mueven bastante rápido. Hay que estar a la altura para poder alcanzarlos. El maestro es el experto, pero ellos nos pueden ayudar a ver nuevas formas de poder enseñarles, poder responder a sus intereses y conectar con quienes ellos son. Hay un gran filósofo y pedagogo estadounidense, John Dewey, que hace cien años indicaba que los profesores, por lo general, intentan ver cómo hacer atractivo a los alumnos lo que quieren enseñar y que, en realidad, lo que debería hacerse es al revés, ver cuál es el foco o interés de los alumnos y cómo utilizar eso en beneficio de lo que se quiere enseñar. Ir a donde están los alumnos. Creo que si esto se aplicara sería muy valioso. Es verdad que los alumnos tienen mucho conocimiento de la tecnología, les interesan las redes sociales, los blogs, Twitter, Snapchat y ellos nos pueden ayudar a ver cómo presentar la materia de manera tal que quieran involucrase con los conocimientos que uno trata de impartir. Esto nos permitiría poder lograr los objetivos como profesores y hacerlo aún mejor, porque un gran problema es cómo motivar a los alumnos y no es que los alumnos no están motivados porque tienen sus motivaciones. El tema es cómo ir al encuentro de esas motivaciones.
–¿Y cómo se lograría esto en países donde el acceso a la tecnología es muy desigual?
–Es un problema el de las inequidades y porque así como reconocemos que la posibilidad de acceso a la tecnología es una ventaja competitiva, la brecha se hace más amplia entre aquellos que no tengan acceso en ciertas zonas más remotas donde no hay Internet, y aquellos que sí lo tienen. Las inequidades se van a ir ampliando.Existe también la posibilidad de hacer un mal uso de los recursos aun teniéndolos. Hace no mucho visité un colegio de acá, de la Argentina donde el gobierno le había dado una laptop a cada chico. Y noté que los routers estaban desconectados, le pregunté a los profesores y a la directora por qué y me contestaron que era porque no querían que los chicos accedieran a Internet, con lo cual alguien había gastado un montón de dinero en equipamiento de última tecnología que no se usaba: no es solo una cuestión de tener acceso y posibilidades, sino que es una cuestión también de calidad, del tipo de acceso. No sirve uno sin el otro.
–Hoy los chicos –nosotros también– usamos cada vez menos las computadoras y muchos más los celulares.
–Mi hijo, que tiene 18 años, escribe sus papers en el celular. No entiendo cómo lo hace, pero la realidad es que el soporte importa cada vez menos porque lo que importa es el acceso a la nube, a Internet. El soporte es un medio para algo más importante. Yo hablo sobre el aprendizaje ubicuo, es decir, la portabilidad (la posibilidad de llevarlo de un lado a otro): un joven tiene más posibilidades de salir de su casa sin los pantalones que sin su celular. La relación, el vínculo con el dispositivo no es como el vínculo con la computadora. A ellos lo que le interesa del dispositivo es que les permite acceder a sus áreas de interés, sus aplicaciones, sitios, redes de comunicación. No les importa el formato porque de hecho esto está mutando, cada vez estarán más integrados en lo que tenemos puesto. La característica importante de la tecnología es que es móvil, que nos permite llevarla a todas partes y está integrada de maneras cada vez más impensadas en nuestra vida cotidiana.
–¿Qué opina de que chicos chiquitos tengan celular propio, a los 8 años por ejemplo?
– Se van a sorprender, pero tengo un pensamiento bastante conservador al respecto porque con los chicos más chiquitos puede haber problemas de desarrollo por el uso excesivo de la tecnología. Mi hijo tuvo acceso a la tecnología más de grande, pero tengo una sobrina de 2 ó 3 años y ya está con el celular de sus padres jugando permanentemente conectada. Creo que la exploración de la tecnología está bien pero no hay que generar esta extremada dependencia en el dispositivo en chicos tan chiquitos porque hay cosas que tienen que aprender que no son parte de la tecnología, como escribir de puño y letra, leer un libro de verdad. Los adolescentes son un terreno más difícil porque ya están haciendo sus elecciones pero en mi opinión hay que reducir lo más posible la interacción con la tecnología, inclusive para nosotros, para todos. Hay que tratar de estar desconectados más seguido.
–En relación al ciberbullying ¿cuál es su opinión?
–El bullying existió siempre, desde antes de la tecnología. Es parte del universo del colegio, es parte de la vida, no es algo nuevo. Muchos padres tienen esta preocupación legítima pero la realidad es que no hay que prohibir el acceso a esos entornos, sino brindarles las estrategias correctas para saber cómo lidiar con esas potenciales amenazas porque no protegemos a una persona bloqueando el acceso a esos ámbitos. Mi hijo también lo sufrió pero adquirió una estrategia bastante sofisticada en cuanto a la protección de su identidad en las redes, más sofisticada que las mías. Tiene mayores recaudos que los que puedo llegar a tener yo. Para mí se trata de eso, del aprendizaje de estrategias, tanto para adultos como para jóvenes, porque el bullying existe en todos los ámbitos: en el ámbito laboral, en el académico. Yo trabajo en la universidad y allí también sucede; es mejor ayudarlos a desarrollar estrategias para protegerse.
Fuente de la entrevista: https://www.clarin.com/revista-enie/ideas/culpes-celular-aula_0_5U5faU7k1.html
América del Sur/ Colombia/ 19.11.2018/ Fuente: www.semana.com.
La ministra de educación, María Victoria Angulo, anunció que este lunes reanudarán el diálogo. La Casa de Nariño recibe a los líderes estudiantiles en un ambiente muy crispado y con la sombra de la baja popularidad a sus espaldas.
La ministra de Educación, María Victoria Angulo, anunció que volverán a la mesa de conversaciones con los estudiantes el próximo lunes 19 de noviembre. Este sábado, en medio del balance que el presidente hizo de sus primeros 100 días de gobierno, dijo que lo hacían con la intención “de sumar” y de llegar a acuerdos. Incluso, dijo que estudiaba la posibilidad de contar con un grupo de expertos en la mesa que aporte ideas para políticas de largo plazo que ayuden a salir de la crisis al sector.
Sin embargo volvió a hablar del desfinanciamiento de su cartera y recordó que recibió el sector con un déficit de 1.9 billones de pesos. “El Gobierno hace grandes esfuerzos para lograr superar los retos presupuestales que se encontraron”, dijo.
El anuncio se hace un día después de que se conocieran los resultados de la encuesta Invamer para Semana, Blu Radio y Caracol. En favorabilidad, el presidente bajó de 53.8 por ciento a 27.2. A eso se suma un ambiente de esceptisismo: el 73.8 por ciento de los encuestados ven un panorama oscuro y piensan que el país “va por un mal camino”, casi 20 puntos porcentuales más que en la anterior medición.
Las marchas estudiantiles han contribuido a esa desazón. Las protestas, que comenzaron en septiembre, ya van por la quinta marcha -que tuvo lugar el jueves pasado- y algunas universidades están en paro y ya se habla de reprogramar semestre.
Justamente uno de los cuatro temas que más influyen en la mala percepción del gobierno es el tema educativo: la calidad y el cubrimiento de la educación representa el 7.7 por ciento del malestar global. Pese a que es un valor inferior a otros como el de la corrupción (26.9), desempleo (21.7) e inseguridad (9.6), es un tema que se ha mantenido por más de un mes gracias a al paro y al movimiento estudiantil que, aunque amplio y con diferencias marcadas, ha logrado mantenerse unido y en la agenda pública.
El presidente también ha hablado del tema. En una entrevista en Blu Radio el mandatario dijo: “Yo no soy enemigo, ni antagonista ni contradictor de los estudiantes. Desde el primer momento le dije a la ministra ‘tengamos una política rápida en materia de educación que nos permita lograr dos objetivos que yo los tengo afincados en mi forma de ver Colombia: busquemos el presupuesto más alto que haya tenido la educación y así mismo para inversión”.
Ante las preguntas de los periodistas dijo que su postura aboga por un país más educado. Sin embargo, dejó en claro que la formación superior no es el único sector que necesita inversión. También pidió poner en el radar “la atención integral a la primera infancia y la alimentación escolar de la que tanto nos que tanto nos quejamos. (A la última) le aumentamos un 48 por ciento del presupuesto para que los niños tengan 180 días de alimentación. Le dije a la ministra que vamos a duplicar la jornada única en estos cuatro años, y este objetivo está planteado de cara al Plan de Desarrollo de 2019”.
En ese último tema fue en el que recalcó que los estudiantes deben participar. Según sus declaraciones, la mesa de diálogo con los voceros “no puede ser coyuntural, sino estructural para hablar con los jóvenes y maestros de cara al Plan de Desarrollo. Esa mesa está creada, pero ¿qué pasó? los estudiantes han reclamado más de 500.000 millones hasta antes que se acabe el año. Pero no los hay”.
También habló sobre las críticas en redes sociales por el dinero acordado con los rectores y por su encuentro con el Maluma. Dijo que la adición de los 500.000 millones al Presupuesto General de la Nación, el aumento porcentual al Índice de Precios al Consumidor para este cuatrienio acordado con las 32 cabezas administrativas de las instituciones y la promesa sobre la posible plata proveniente de las regalías (algo que aún está en “veremos”) no deben ser considerados “chichiguas».
La marcha
Sus declaraciones fueron escuchadas por miles de colombianos a tan solo un día después de la quinta marcha por la educación pública superior. Esta vez se repitió la historia de la anterior manifestación: ambas iniciaron con un tinte pacífico y lleno de expresiones culturales, y en la recta final se desataron enfrentamientos violentos entre la fuerza pública y los marchantes en varias ciudades. Bogotá fue uno de los casos.
En esta ocasión, el choque inició a las tres de la tarde en la vía aledaña al Monumento a los Héroes y, a diferencia de la anterior, el enfrentamiento se dio de forma intermitente y se prolongó poco más de una hora después de haberse disuelto la movilización. El saldo de esta marcha dejó a dos estudiantes heridos por los golpes y los gases lacrimógenos de los agentes del Esmad, 35 personas detenidas y 14 en proceso de judicialización.
Además, la ciudadanía quedó con los ánimos crispados: mientras los estudiantes y demás manifestantes se plantaron de cara a los uniformados y hasta hubo un momento en el que los acorralaron a la altura de la calle 100, los habitantes de la zona norte donde se dieron las agresiones posteriores presenciaron el ‘tire y afloje’ en el que se convirtió la persecución a los participantes que, hacia las 6:30 de la tarde, empezaron a lanzarles piedras y vidrios a los agentes policiacos, y a incendiar las canecas de las basuras de uno de los barrios.
Con pocas expectativas
Pese a que la noticia del regreso de la mesa de diálogos entre gobierno y estudiantes es positiva, sentarse de nuevo no significa nada aún. El presidente dice que la conversación por parte del Estado debe ser abierta y no sobre la base de si hay paro.
“Valoro la invitación que está haciendo [la ministra] para la reunión del lunes. Ella y los viceministros son voceros del presidente. Y yo quiero ver a los jóvenes participando de cara al Plan de Desarrollo. Creo que debemos escucharlos y en algunos participaré yo”.
Pero todo es incierto. De alguna manera, el movimiento estudiantil se ha mantenido y con cada manifestación demuestran que no están contentos con las medidas de este gobierno. Además, aunque el presidente dijo que eventualmente participaría en algún debate con los estudiantes, estos insisten en que la conversación con él debe ser directa.
“No nos podemos quedar esperando al presidente y por eso volveremos al diálogo con la ministra”, expresó Aléx Florez, uno de los voceros de los estudiantes que, además, recibió amenazas por su labor en el movimiento, así mismo como le pasó al también representante estudiantil Alejandro Palacio.
Duque, por el momento, ha manifestado que está dispuesto a mantener la mesa de negociación y que ellos participen, de manera decidida, en la discusión sobre el presupuesto del Plan Nacional de Desarrollo. Pero ha sido claro para no dar falsas esperanzas de que el presupuesto puede aumentar mucho más. El lunes es la cita definitiva.
Fuente de la noticia: https://www.semana.com/educacion/articulo/el-desplome-de-popularidad-de-duque-y-las-marchas-estudiantiles/591217
El derecho a la educación en la primera infancia todavía es una deuda en la región latinoamericana y caribeña
La publicación se presentó el 18 de octubre de 2018 mediante un seminario virtual, que contó con la participación de representantes de las organizaciones que impulsaron el estudio, y representantes del Comité de los Derechos del Niño de la ONU y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, así como un experto en educación infantil.
Presentación del Estudio: EL DERECHO A LA EDUCACIÓN Y AL CUIDADO EN LA PRIMERA INFANCIA: PERSPECTIVAS DESDE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
El derecho a la educación en la primera infancia todavía es una deuda en la región latinoamericana y caribeña
La publicación se presentó el 18 de octubre de 2018 mediante un seminario virtual, que contó con la participación de representantes de las organizaciones que impulsaron el estudio, y representantes del Comité de los Derechos del Niño de la ONU y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, así como un experto en educación infantil.
Es una iniciativa de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE) y la Organización Mundial para la Educación Preescolar (OMEP) – Vicepresidencia Regional para América Latina, con el apoyo de la Fundación Educación y Cooperación (EDUCO).
El estudio, que expone el panorama de las legislaciones y políticas para la educación y el cuidado en la primera infancia en la región, fue presentado por Camilla Croso, coordinadora general de la CLADE; Mercedes Mayol Lassalle, Vicepresidenta Regional para América Latina de OMEP; y Mikel Egibar, responsable de educación del área de Calidad de Programas de Fundación EDUCO. Contó, además, con la participación y comentarios de Esmeralda Arosemena, relatora sobre los derechos de la niñez de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH); Jorge Cardona, miembro del Comité de los Derechos del Niño (CDN) de la ONU; y Vital Didonet, experto en educación infantil, consultor internacional y socio honorario de OMEP. El diálogo tuvo la moderación de Giovanna Modé, asesora de políticas de CLADE.
Mikel Egibar inició la presentación subrayando los principales hitos y marcos legales, regionales e internacionales, que reconocen a la educación en la primera infancia como un derecho humano. “La primera infancia ha ido ganando presencia e importancia en los marcos normativos y jurídicos tanto a nivel nacional, regional como internacional, pero debemos seguir velando para que esta presencia quede apegada a una perspectiva integral de derechos y fundamentada en los principios de la Convención sobre los Derechos del Niño de la ONU y en las observaciones generales del Comité de los Derechos del Niño”.
Mercedes Mayol Lassalle abordó la coyuntura regional y sus profundas desigualdades. Remarcó que el acceso a la educación para los niños y las niñas desde los 4 años ha mejorado en promedio entre el 2000 y el 2012, pero persisten las amplias desigualdades en el acceso entre distintos sectores sociales y entre los distintos países. Las mayores diferencias se correlacionan con los ingresos económicos de las familias: mientras que el quintil más pobre muestra una tasa de matriculación del 71%, el quintil más alto llega al 95% para los niños de 5 años. Las brechas se agudizan al mirar el acceso a la educación en la franja de edad de 0 a 3 años.
Según Mayol Lassalle, persiste una gran dispersión, fragmentación y contradicción entre los marcos legislativos y las políticas de educación y atención en la primera infancia en los distintos países, rompiendo la perspectiva de la interrelación e interdependencia de derechos. “La ausencia del Estado en la oferta de la educación para niñas y niños de 0 a 3 años, a menudo, se llena con programas comunitarios o del sector privado con fines de lucro, lo que incrementa las desigualdades y las dificultades en el acceso y en el aseguramiento de una educación de calidad para todas y todos”.
Camilla Croso presentó algunas recomendaciones que se plantean a partir de los hallazgos del estudio: que los principios expresados por la Convención y los Comentarios Generales del CDN informen de manera más completa y coherente todos los marcos legales, políticos, institucionales y presupuestarios relacionados con la AEPI en la región; que se garantice el derecho a la educación de niñas y niños menores de 3 años de manera plena y efectiva; que la evaluación de los programas de AEPI respete las características de la primera infancia y los objetivos de la educación expresados por la Convención de los Derechos del Niño; y que se fortalezcan los sistemas públicos universales de la AEPI, superando desigualdades y discriminaciones.
“Defendemos un enfoque integral de la AEPI desde el nacimiento hasta los 8 años, enfatizando su valor inherente más allá de la preparación para las próximas etapas de la educación. Consideramos que es necesario alejarse de las tendencias actuales de las evaluaciones estandarizadas centradas en los resultados académicos, asegurando a las niñas y niños el derecho a jugar, a la cultura, a la creatividad y al júbilo”, señaló.
Jorge Cardona valoró en su intervención la importancia de estudios como este, que informen a la sociedad civil, a los gobiernos y a los organismos de derechos humanos regionales e internacionales, sobre la real situación del derecho a la educación y al cuidado en esta etapa educativa en sus países y a nivel regional. “Es muy interesante la relación que se presenta en el estudio entre la desatención del Estado a la educación de niñas y niños de 0 a 5 años y la pobreza. Por un lado, la escasez de recursos de las familias ha limitado el acceso a la educación en esta etapa, y por otro limitar ese derecho dificulta que las niñas y niños puedan desarrollar todas sus capacidades en las etapas siguientes y así puedan superar su situación de pobreza”.
Añadió también que es fundamental una mayor coordinación entre las políticas e instituciones que atienden a la educación y al cuidado en la primera infancia, así como una asignación presupuestaria adecuada para permitir la ejecución de políticas integrales y holísticas.
Esmeralda Arosemena, a su vez, subrayó la relevancia del principio de que las niñas y niños son sujetos de derechos, desde el nacimiento, y lamentó que este no se respete en muchos países, donde se mantiene el concepto de “guardería”. Es decir: establecimientos que se proponen como única misión guardar a los niños y niñas, sin la preocupación de educarlos/as, y funcionando, en muchos casos, sin condiciones adecuadas de infraestructura y seguridad. “Un ejemplo es la tragedia que tuvo lugar en la guardería ABC en México. No es posible que cosas así ocurran, pero sí ocurren por falta de políticas públicas e institucionalidad articuladas, desde una mirada integral, a favor de la niñez y con un enfoque de derechos”, afirmó. Y agregó que la sociedad civil está invitada a aportar a la formulación de estándares para la AEPI en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, así como a proponer una audiencia temática en la CIDH, sobre esta temática.
Para concluir, Vital Didonet valoró el estudio y recomendó que su contenido se tome en cuenta en cursos de formación docente en la primera infancia, de manera a abordar el rol transformador de una pedagogía que vea al estudiante como sujeto de derechos. Planteó también que se aborde el estudio desde los Ministerios y los equipos de programas sectoriales e intersectoriales para la primera infancia en los países, hacia la promoción de un cambio social. “En vez de implementar la evaluación de niñas y niños pequeñas/os y establecer rankings entre estudiantes y escuelas, es necesario analizar los espacios educativos, materiales, propuestas pedagógicas, currículos, la organización de los tiempos, los pagos de los maestros, la relación con las familias, la alimentación de las niñas y niños, entre otros elementos, para que se puedan ofrecer políticas adecuadas”.
Las organizaciones que impulsaron el estudio hicieron un llamado a los Estados, al CDN y a la CIDH a sumar esfuerzos con redes de sociedad civil y organizaciones internacionales y regionales para mantener el tema de la educación y el cuidado en la primera infancia en la agenda y dar pasos de manera articulada para que se pueda avanzar en la realización de este derecho para todas y todos.
Fuente de la noticia: https://www.omeplatinoamerica.org/2018/10/29/presentacion-del-estudio-el-derecho-a-la-educacion-y-al-cuidado-en-la-primera-infancia-perspectivas-desde-america-latina-y-el-caribe/
Un presidente defensor de la tortura, xenófobo, racista y homofóbico. Un parlamento dominado por la derecha y la ultraderecha, con amplia mayoría de legisladores que defienden la deforestación de la región amazónica, el agronegocio, el armamentismo y el comercio neopentecostal de la fe.
Brasil, un país que pretende reinventar su frágil democracia, tutelada nuevamente por las fuerzas militares y por las oligárquicas que gobernaron el país a lo largo de su historia. ¿Dictacracia?
Se inicia un nuevo ciclo. Brasil se enfrentaba al precipicio de la barbarie. Podría haber dado un salto para reconstruir su futuro democrático. Decidió zambullirse, hundirse en las sombras. Entender qué ha pasado nos llevará mucho tiempo.
Cualquier reflexión sobre lo que vendrá deberá sustentarse en el Brasil que queda. O en lo que queda de Brasil.
Es la primera vez en la historia que gana un presidente que no cuenta con el voto mayoritario de la población en situación de pobreza o de pobreza extrema, el 50% de la nación
El inventario de bravuconadas racistas, xenófobas, machistas, violentas y humillantes de Bolsonaro, ha sido divulgado hasta el hartazgo. Ningún elector del nuevo presidente votó por un candidato que desconocía. Su apología de la tortura, de la dictadura y, particularmente, su programa de gobierno explícitamente antipopular, parecieron menos relevantes que el riesgo de que ganara el candidato del PT, Fernando Haddad. Más del 55% de la población eligió el candidato del odio, el que representaba una supuesta renovación, cuyas principales banderas significan, dramáticamente, el regreso al pasado de siempre, al Brasil colonial y excluyente, al Brasil de las oligarquías que multiplican sus privilegios a expensas del sufrimiento y de la miseria del pueblo.
Los únicos que parecen haberlo percibido son los electores y, especialmente, las electoras más pobres del país, las que ganan menos de dos salarios mínimos; o sea, menos de 1.908 reales, 520 dólares. Es la primera vez en la historia que gana un presidente que no cuenta con el voto mayoritario de la población en situación de pobreza o de pobreza extrema, el 50% de la nación. En todos los demás sectores sociales, en las castas en que se organiza este gigante marcado por la desigualdad y la violencia, ganó Bolsonaro.
En casi todos los 26 estados que componen la unión, triunfaron la derecha o la extrema derecha. En algunos de ellos, llegaron al gobierno regional militares: un fusilero naval, un comandante y un coronel. Casi 1.000 candidatos de las fuerzas públicas de seguridad, activos o retirados, algunas de ellas mujeres, se presentaron a cargos electivos. Al menos 72 han sido elegidos diputados. La bancada de los militares y policías supera a la de la organización política con mayor representación en el Congreso Nacional, el Partido de los Trabajadores, con 56 legisladores. El mayor Olimpio Gomes, un deslucido diputado provincial, fue elegido senador nacional por el estado de San Pablo con más de 9 millones de votos. Kátia Sastre, una desconocida policía militar, que hace unos días mató de varios tiros a un joven que robaba un celular frente a una escuela, llegó al Congreso Nacional con el apoyo de 264.013 ciudadanos. La policía, ahora diputada, usó en su campaña las imágenes de las cámaras de seguridad donde le disparaba al ladrón y lo remataba en el piso. Fue impedida por la justicia electoral de hacerlo. La prohibición le rindió más votos.
Bolsonaro sostuvo que la matanza de delincuentes (o de los que parezcan serlo) será considerado una acción en legítima defensa. También sostuvo que los movimientos sociales serán considerados terroristas y sus activistas criminalizados como tales.
La elección de 2018 supuso la mayor renovación de representantes en tres décadas de democracia. Sin embargo, el poder del parlamento se distribuye no sólo en función de los partidos, sino de los intereses corporativos que defienden los diputados y senadores
El congreso brasileño está compuesto por 513 diputados y 81 senadores, distribuidos en 30 partidos. La elección de 2018 supuso la mayor renovación de representantes en tres décadas de democracia. Sin embargo, el poder del parlamento se distribuye no sólo en función de los partidos, sino de los intereses corporativos que defienden los diputados y senadores. Tres son las bancadas interpartidarias mayoritarias. Lo eran en el pasado y lo seguirán siendo ahora, con un congreso que eligió también el mayor número de legisladores de extrema derecha de toda su historia.
La bancada que defiende el agronegocio, el Frente Parlamentario Agropecuario, posee más de 260 representantes. Respaldan la deforestación del Amazonas, el uso de agrotóxicos, viven y se benefician del trabajo esclavo y son, en muchos casos, latitudinarios, en el país con mayor concentración de la propiedad de la tierra en el planeta.
La “Bancada de la Bala”, formada por militares, policías o defensores de la violencia represiva del Estado, lucha activamente contra el Estatuto del Desarmamento, aprobado durante el gobierno de Lula. Sostienen que la población civil debe tener derecho a portar armas y a utilizarlas en legítima defensa. Está constituida por 250 diputados y senadores.
Los legisladores evangélicos, la “Bancada de la Biblia”, serán más de 100. Luchan contra el aborto legal, la igualdad de género, la diversidad sexual, el casamiento entre personas del mismo sexo y exigen la educación religiosa en las escuelas públicas.
Las tres bancadas tendrán 610 representantes, en un Congreso Nacional con 594 miembros. Naturalmente, esto se explica porque algunos diputados o senadores pertenecen, al mismo tiempo, a las bancadas del agronegocio, son evangélicos y militares.
La sigla de Jair Messias Bolsonaro, el Partido Social Liberal, tenía hasta la última elección, 8 diputados. A partir del año que viene será la segunda del Congreso, con 52 legisladores. Tendrá, además, tres gobernadores. No tenía ninguno.
El desconsuelo de una votante de Fernando Haddad al conocer la victoria de Jair Bolsonaro.NELSON ANTOINEAP
Bolsonaro, en su discurso inaugural, no dijo nada sustantivo. Rezó y sostuvo que “la verdad liberará el país”. Además, afirmó que solo hará negocios bilaterales con los países que beneficien los intereses económicos de Brasil y le aporten tecnología. Que acabará con la integración ideológica del pasado.
Este es el Brasil que refunda una democracia débil, tutelada por los dictadores y por las oligarquías de siempre. Esto es, en definitiva, lo que queda de Brasil.
Fuente del artículo: https://elpais.com/elpais/2018/10/29/contrapuntos/1540780955_489243.html
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