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Argentina: Hebe, la voz y la injuria

Hebe, la voz y la injuria

Ricardo Forster

La voz de Hebe se levantó cuando la mayoría callaba. La inflexión intempestiva de su palabra, nacida del dolor, reivindicó la dignidad en un país atravesado por la mayor de las indignidades y por las diferentes formas de la complicidad. Hebe fue un grito que rompió el muro del silencio. Fue una voz destemplada e injuriosa como sólo sabe amasarla el habla popular que no buscó eufemismos para golpear en el corazón de la injusticia y del terror pero que tampoco se calló cuando, ya en democracia, muchos exigían cerrar los expedientes de la Dictadura. Hebe ha sido y seguirá siendo por siempre, junto a otras voces de otras madres y abuelas, la conciencia de los silenciados, la palabra de los asesinados, la irreverencia de los que no se sometieron al poder ni aceptaron la irreversibilidad de la historia que se ofrecía como una política del olvido y la reconciliación.

Hebe, como las otras madres y las abuelas, y eso más allá de sus discrepancias que han sido duras a lo largo de los años, constituye lo mejor de nosotros mismos, el gesto de la rebeldía en aquellos momentos en los que pocos se atrevían a desafiar a los perros de la noche. Hebe, en su lenguaje directo y muchas veces cargado del barro del habla popular, allí donde el insulto reemplaza a la venganza, pero reafirma la condición juzgadora que no acepta las componendas ni las políticas del olvido, ha dirigido sus dardos contra la impunidad y no ha dejado nunca de señalar a los responsables y a los cómplices del terrorismo de Estado. Ella ha sido y sigue siendo una voz que acusa a los profetas de la memoria corta, a los adalides de reconciliaciones fundadas en el borramiento de las responsabilidades.

Contra esa voz se ha organizado -no podemos olvidarlo ni dejar de decirlo en la hora de su despedida- una campaña brutal y despiadada que ocupó las tapas de los principales diarios. Ellos, los medios concentrados, esperaron pacientemente su turno como las hienas que no han hecho ningún esfuerzo y que sólo se preparan para lanzarse contra la víctima inerme. Pero se equivocaron. No conocían a Hebe ni la significación de su nombre y de su voz en el interior de la vida argentina. Nunca comprendieron (al igual que la derecha siempre cómplice de lo peor) quiénes fueron esas madres “enloquecidas” que giraron alrededor de la Pirámide de Mayo exigiendo la aparición con vida de sus hijos e hijas. Nunca creyeron que ese puñado de mujeres indefensas, débiles en apariencia, hubieran podido desafiar al poder más horroroso y homicida que se desplegó, durante años, en nuestra tierra, mientras los actuales adalides de la libertad de prensa y la mayoría abrumadora de los jueces se apresuraban a festejar y sostener a la Dictadura.

Y ellas, sus voces, entre las que estaba desafiante y potente la de Hebe, estuvieron allí para salvar al país de su peor miseria: la del silencio absoluto, la de la complicidad abrumadora. Ellas nos recordaron que existían los resistentes y que entre los pliegues de un territorio abrumado por la represión emergían los rostros de quienes se cubrían con unos pañuelos blancos en los que habían escrito, con letra temblorosa y dolida, los nombres de sus hijos desaparecidos. Ellas han sido el agua pura en medio de la ciénaga contaminada. Ellas hablaron cuando los grandes medios de comunicación –los mismos que se lanzaron contra Hebe y contra lo mejor de una historia que fue impiadosa con ella y con sus hijos- se callaron. Cuando, peor todavía, eligieron ser cómplices de la mentira y del horror. Y la voz de Hebe, con su intemperancia, con su radicalidad que parecía excesiva, con sus inflexiones atravesadas por lo inclaudicable de una lucha sin reclamos de violencia ni de venganza por mano propia, estuvo siempre ahí para injuriar cuando la injuria se convirtió en la única garantía de una memoria amenazada por los cantos de sirena de aquellos que proclamaban que ya era llegado el tiempo de mirar hacia adelante sin rencores ni reproches. Dura, exagerada, inclemente, extrema, caprichosa, injuriosa como sólo sabe injuriar quien fue brutalmente dañada, todo eso ha sido la voz de Hebe. Pero también ha sido una voz de la memoria, de la recuperación de valores que fueron pisoteados por el odio de los poderosos, de una militancia infatigable que buscó reconstruir los puentes con los jóvenes y con los humildes en nombre de las voces desaparecidas de sus hijos que volvieron a encontrarse con la historia y con las nuevas generaciones a través de la voz de las madres. Una voz que, nacida de una historia quebrada y dolorosa, también supo y sabe de equivocaciones que no podían ser ajenas a la extraordinaria dureza de una travesía sin mapas previos ni certezas probadas, pero que siempre actúo desde la profundidad de una convicción inclaudicable cuando la mayoría miraba hacia otro lado: la convicción de luchar contra viento y marea por la verdad, la justicia y la igualdad en una tierra arrasada.

Una voz, entramada con otras voces inaudibles para una parte de los argentinos y argentinas, que se alzó contra la violencia que se cebó en miles de cuerpos de hombres y mujeres que fueron arrasados por una represión alucinada por mentes febriles para hacer del país una tierra para pocos en la que no quedaría ni siquiera el recuerdo de sus rebeldías y de sus resistencias. Los esbirros del 76 creyeron que su política de arrasamiento y de terror terminaría por minar hasta el nombre de aquellos que lucharon por la igualdad y la justicia. No imaginaron, ni siquiera en sus delirios pesadillescos amparados por la noche del horror, que un puñado de madres enloquecería su estrategia de sometimiento y de olvido. Nunca creyeron que serían desafiados por quienes sólo tenían su dolor y su amor como armas para confrontarlos. Las creyeron “locas”, alucinadas caminantes de rondas fantasmagóricas a las que muy pocos argentinos siquiera les prestaron atención mientras el país se preparaba para el Mundial de futbol y para el jolgorio de la plata dulce. Creyeron que nadie se atrevería a rebelarse contra la impunidad de un poder desenfrenado en su capacidad destructiva. Se equivocaron. Ellas insistieron incluso después de que las garras homicidas desgarraron los cuerpos de algunas de las primeras madres que se atrevieron, más allá de toda valentía, a gritar su dolor y a exigir por la vida de sus hijos e hijas.

Una voz de la dignidad que reclamó para sí el derecho irrenunciable a injuriar a quienes habían cometido el peor de los crímenes y a aquellos que, disimulando sus complicidades, quisieron, una vez acabada la noche de la dictadura, bañarse en las “aguas puras” de una inocencia agusanada. Hebe recordó, nos recordó, que las voces de los insepultos seguían allí, entre nosotros, clamando por una justicia que se les negaba mientras el mismo gobierno democrático que en un principio había juzgado a los principales responsables después retrocedió impulsando las leyes de la impunidad que confluirían con los vergonzosos indultos del menemismo. Hebe, con sus palabras roncas, duras, extremas, injuriosas, inclementes y atravesadas por los ecos de Antígona, nunca se calló, siempre estuvo ahí exigiendo una justicia que parecía imposible. Supo de desencuentros con las otras madres pero también supo de un empecinamiento que golpeaba duro contra las formas encubiertas de la complicidad sabiendo, como lo sabía alguien que se forjó a sí misma desde el dolor y la fuerza intempestiva que nació de la ausencia de sus hijos, que muchos de los que actualmente se ofrecen como defensores de los derechos humanos y de la transparencia republicana fueron cómplices de los perros de la noche, sacerdotes mediáticos del culto a la muerte que dominó los años de la dictadura.

Su odio, el de los cómplices, esperó con paciencia el momento para descargarse contra esa voz profética que incomodó desde siempre no sólo al poder sino, también, a una sociedad que prefería el olvido y la desresponsabilización. Hebe siempre les recordó sus bajezas y sus negociados. Nunca dejó de gritarles la impudicia del encubrimiento ni la cobardía de tantos “buenos vecinos y vecinas” que siguieron viviendo sus vidas mientras el país era un infierno y que luego declararían su absoluto desconocimiento ante el horror que se desarrollaba delante de sus ojos. Hebe alteró siempre la buena conciencia de miles de argentinos empapados de inocencia. Y eso, Hebe lo sabe, no se perdona. Ni ayer ni hoy.

Por todo eso fue también su voz la voz de un sueño; la búsqueda de alguna forma de reparación y no sólo el testimonio de un dolor inconmensurable y sin redención. Ella soñó junto a otras madres con un proyecto que les permitiese construir vida y dignidad donde había desolación y miseria. Creyó que sus pañuelos podían encontrar otros sentidos y otras prácticas. Su decisión, y el arrojo para llevarla adelante, fueron acertados, algo que sólo podía salir de una fuerza nacida de lo más profundo de cuerpos débiles y ajados por las terribles pruebas de la vida. Hebe, su voz, se volvió a levantar para construir dignidad. Y esa decisión no queda entredicha ni es cuestionada por la acción envilecida y traidora de quien o quienes recibieron, cuando nunca lo hubieran imaginado, el amor de Hebe.

La prensa canalla siempre cebada mientras algunos jueces escupen sobre la memoria y la derecha habla impunemente de “curro”. Se prepara, con su eterna mezquindad y sus escribas a sueldo, para tomar por asalto la causa de los derechos humanos. Sus mandíbulas están abiertas y despiden el aliento fétido de la revancha, esa que persiguen desde el día del retorno de la democracia. Pero se equivocan una vez más. Hebe, ahora, somos todos los que seguimos soñando con una sociedad más justa. Si existe una causa sagrada e inviolable en un país que supo conocer todas las formas de la injusticia, esa causa ha sido y sigue siendo la de las Madres de Plaza de Mayo (sea la de la Asociación o la de Línea Fundadora que, a los ojos de la historia, son iguales en dignidad y en coraje). Por eso, hoy, ahora y siempre… todos somos Hebe.

Fuente de la Información: https://www.pagina12.com.ar/499511-hebe-la-voz-y-la-injuria

 

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Paraguay: “Protegido”, gana el concurso audiovisual “Experiencias que Transforman”

“Protegido”, gana el concurso audiovisual “Experiencias que Transforman”

«Nos ha cautivado la historia de amor y superación. Está muy bien contada, y muy bien realizada». Estos son los principales argumentos que sostienen que ‘Protegido’, un material audiovisual de poco más de 2 minutos del Centro de Formación Laboral para personas discapacitadas del departamento de Boquerón, fuera merecedor del primer puesto de ‘Experiencias que Transforman” que otorga como premio un taller completo para la realización audiovisual con el Instituto de la Imagen, de Asunción.

“Protegido”, un trabajo rodado en Boquerón cuenta la historia de cómo nació el Taller Protegido de la Asociación Civil Chortitzer Komitee, que brinda atención a personas con discapacidades buscando fortalecer su dignidad y autoestima ofreciéndoles oportunidades de una vida adecuada. Estas personas están integradas y aportan algo útil a la sociedad a través de su trabajo de carpinterías, manualidades y coloreados. Igualmente, en el Taller Protegido se ofrece una alta gama de cuidados; los integrantes realizan excursiones, juegan, cantan, aprenden juntos y sobre todo se fomenta la destreza manual fabricando diferentes objetos como muebles, juguetes, útiles y mucho más.

En la actualidad cuenta con 29 personas en el taller, 4 alumnos en la escuela especial, 11 colaboradores y un maestro que trabaja a tiempo completo en el taller. “Protegido”, es una historia que más que verla, se siente e invita a creer.

En el segundo puesto quedó el proyecto educativo interinstitucional ‘Topa Ñembyahyi’ de la Escuela Curupayty de Yaguarón del departamento de Paraguarí, una de las instituciones parte. Topa Ñembyahyi busca poner fin al hambre con la producción, consumo y comercialización de alimentos saludables desde el aprendizaje de los niños y las niñas en la escuela y en la casa. En ese sentido, las huertas escolares constituyen como un laboratorio de conocimiento y aprendizaje para la vida. La verdadera esencia de la educación va más allá de construir aulas, sino de generar cambios para la vida de los niños.

La iniciativa tiene un impacto directo en 130 niños y niñas mejorando su aprendizaje. Además, 130 familias producen en su finca e incrementan sus ingresos. Son 15.000 m2 de superficie cultivada con 30 pasantes universitarios.

Completa el podio con el tercer lugar ‘Cultivando en nuestro patio’ de la Escuela Herminio Giménez de Amambay. El proyecto consiste en utilizar espacios reducidos, ya sea del patio de la escuela o de los hogares, para el cultivo de plantas aromáticas, medicinales y verduras para el consumo de las familias. Para el cultivo los alumnos utilizaron planteras de materiales reciclados ayudando así también al medio ambiente. Con ‘Cultivando en nuestro patio’ los estudiantes además de aprender ayudan a sus familias.

Cabe resaltar que los ganadores del primer y segundo lugar del concurso audiovisual “Experiencias que Transforman” recibirán también cupos para el taller audiovisual con el Instituto de la Imagen. Asimismo, todos los galardonados recibirán certificados de reconocimiento por su aporte y participación al proceso de Transformación Educativa.

“Experiencias que Transforman” recibió un total de trece videos de diferentes puntos del país, cada uno de los videos contando una experiencia única y con un contenido de valor.

Este concurso fue realizado con el objetivo de identificar y visibilizar buenas prácticas educativas que puedan contribuir al proceso de Transformación Educativa fomentando el conocimiento, aprendizaje e intercambio de experiencias enriquecedoras entre las diferentes comunidades educativas del país.

 

Fuente  de la Información: https://www.transformacioneducativa.edu.py/noticias/%E2%80%9Cprotegido%E2%80%9D%2C-gana-el-concurso-audiovisual-%E2%80%9Cexperiencias-que-transforman%E2%80%9D

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Argentina: Cambios genéticos por pobreza y desigual distribución de médicos

Por: Juan Guahán

Hace unos años escuché preguntar ¿por qué quién hoy nazca en cualquier pueblito de las provincias de Formosa o Santiago del Estero, muy probablemente viva menos que la mayoría de otros nacidos en los residenciales barrios del Gran Buenos Aires como San Isidro o Vicente López? Hoy, en pleno siglo XXI y atendiendo a las políticas públicas en danza, continúan siendo débiles las respuestas a ese interrogante.

Pobreza en Salta: convocan a médicos de todo el país - Que Pasa Salta

No quedan dudas que la tecnología está proporcionando los instrumentos para que tengamos esos datos y las acciones que permitan corregirlas, pero de ellos se habla poco o nada. Quedan oscurecidos por generalidades que hablan mucho y dicen poco.

En el curso de los últimos días, circularon dos informes de los cuales se pueden sacar algunas conclusiones. En ambos aparece el tema del vínculo entre pobreza y salud. En un caso se trata acerca de la relación entre pobreza y genética; el otro refiere a la distribución de los médicos en la geografía nacional argentina. Ambos temas se vinculan y potencian mutuamente.

Genética de la pobreza

La información, sobre este vínculo, tomó vuelo a partir de publicaciones especializadas que dan cuenta de investigaciones. Llegó a nuestro país con un reportaje, publicado en la plataforma de Infobae, al cardiólogo Oscar Cingolani, un argentino que se desempeña en el Hospital Johns Hopkins (Baltimore, EEUU), donde se desarrollan las relaciones existentes entre las desigualdades sociales generadas por la pobreza y las modificaciones que se evidencian en el ADN de las personas.

Así es como se pudo comprobar que personas que tenían entre 30 y 35 años venían predispuestos a ciertas enfermedades crónicas y con menores defensas (Alzheimer, obesidad, artritis reumatoidea, diabetes, presión arterial) Sus organismos tenían las condiciones de personas de mayor edad.

Existe una genética de la pobreza? el nuevo concepto que puede revolucionar el acceso a la salud - Infobae

Yendo para atrás en el tiempo, las investigaciones sobre esas personas permitieron determinar que ellas provenían de ambientes donde la desnutrición, la mala alimentación, consumos indebidos, hacinación, estaban construyendo las condiciones para la modificación en el ADN de esas personas.

Eso afectaba sus vidas y también las de su descendencia. La misma investigación permitió constatar que esas personas provenían de entornos donde el acceso a la salud era más difícil y su atención era de menor calidad.

Más allá de su manifestación concreta eran enfermedades hijas de la desigualdad y la pobreza y cuya continuidad no era inocua, porque afectaría a las generaciones futuras. Es decir, se crean las condiciones para que la vulnerabilidad actual se reproduzca en el tiempo.

Hoy, los datos indican que la pobreza es mayor en los menores. Eso nos está advirtiendo sobre las negativas perspectivas de futuro, si no se producen rápidas y profundas transformaciones socioeconómicas y culturales.

Esta incidencia de las carencias en la modificación del ADN es un tema científico que hace aún más dramático el tema de la pobreza. Al tradicional concepto que el ADN era una herencia familiar, se le agrega esta perspectiva donde las deficiencias –sobre todo alimenticias y durante la niñez- se van incorporando al ADN de las personas y se trasmiten a sus descendencias.

Distribución geográfica de los médicos en la Argentina

A ello se debe agregar algunos datos complementarios, publicados en “El Cohete a la luna”, sobre los médicos y su distribución. Es sabido el rol vital que éstos tienen en materia de atención al tema salud. Esa mala distribución fortalece lo que se viene construyendo desde que la “Generación del 80” (del siglo XIX) organizó este país portuario, luego de la derrota de los caudillos federales. Desde entonces, “Dios y los médicos atienden en Buenos Aires”.

Este es un aspecto, el más estudiado, pero hay otro que se repite y se da al interior de cada una de las provincias. Se trata –a su vez- de la concentración de médicos en los grandes centros urbanos o capitales. Todo ello en desmedro de la población que reside en el campo o las pequeñas localidades o poblados.

Dentro de las variadas formas de medir tal evolución aquí se tomarán algunos números respecto a dos aspectos: La evolución del total de médicos y su asentamiento geográfico.

Según los datos proporcionados por la Red Federal de Registros de Profesionales de la Salud (REFEPS) que depende del Ministerio de Salud de la Nación hay una desigual distribución de los médicos en los distintos puntos de la geografía nacional, con una mayor concentración en los sitios, de ingresos más altos y mayor población.

La desigualdad en salud, una cara de la pobreza que la mayoría desconoce - Buena Vibra

Los datos generales, respecto a la totalidad de médicos inscritos, indican que -para el año 2020- en el mencionado Registro figuraban 183.475 médicos activos, con un promedio de 3,88 médicos cada mil habitantes, una cifra parecida a la de los países centrales.

Ellos estaban distribuidos de tal modo que los números más altos (por cada mil habitantes) se distribuían de la siguiente manera: Ciudad Autónoma de Buos Aires –CABA-, 16,54 médicos; Santa Fe 4,58; Tierra del Fuego 4,42 y Córdoba 4,35. En el final de esta escala están las provincias con menor proporción de médicos: la encabezaba Santiago del Estero con 1,76 médicos; Misiones 1,86; Formosa 1,94 y Chaco 2,17.

Dentro de esa cifra general se puede incorporar la evolución –de la cantidad de médicos- desde el año 2014 hasta el 2020. Ese período tuvo un promedio nacional de crecimiento del 9,25%. Los números extremos indican que, durante el mismo, la cantidad de médicos asentados en la capital del país creció un 19%; mientras los asentados en Santiago del Estero disminuyeron en un 9,54%.

La desgarradora carta de un pediatra de Argentina que dejó su profesión: “Ser médico se transformó en una idea ridícula” | HISTORIAS | MAG.

En materia de incrementos, le siguen a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Entre Ríos (18,10%), San Juan (17,28%) y Misiones (16,68%). En el otro extremo, la disminución de dichos profesionales, siguiendo a Santiago del Estero son: La Pampa (con menos 1,95%) y Chaco (con menos 0,11%). Estas proporciones están estrechamente vinculadas al PBI per cápita de cada una de estos distritos.

La puesta en común de lo dicho en materia de los cambios genéticos que tienen su antecedente en la pobreza y la desigual distribución territorial de los médicos dan una idea del tipo de sociedad que estamos construyendo y sus perspectivas futuras.

Eso nos introduce en el crimen social, si dr continúa sin dar una solución al problema en material social, básicamente alimenticia, porque algunos efectos –de la mala alimentación actual- sobre la salud serán trasladados a las generaciones venideras, genéticamente predispuestas a variadas enfermedades de características crónicas.

 *Analista político y dirigente social argentino, colaborador del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)

Fuente de la información e imagen:  https://questiondigital.com

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Perú: Sutep inicia huelga de hambre ante incumplimientos de Pedro Castillo

Profesores llaman “traidor” al jefe de estado por no ejecutar sus promesas de campaña. El secretario general Lucio Castro exigió la renuncia del ministro de Educación, Rosendo Serna.

Se olvidó de su palabra de maestro. Treinta profesores del Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú (Sutep) iniciaron ayer una huelga de hambre tras el incumplimiento de promesas del presidente Pedro Castillo. La cifra de huelguistas irá en aumento conforme pasen los días, aseguró el secretario general del gremio Lucio Castro.

“Ninguna de sus propuestas de campaña las está cumpliendo. Es un traidor a los maestros y es un traidor a los trabajadores peruanos”, exclamó.

El dirigente pidió que el presupuesto para el sector educación se eleve a 6% del PBI. “El presidente está de espaldas a la educación y en lugar de incrementar el presupuesto para el 2023 lo está disminuyendo; hoy es 4,2% y el próximo año será 4,1%”, manifestó.

Además, exigió la entrega de una remuneración mínima vital a educadores de inicial y PRONOEI. “Los maestros del Perú somos los peores pagados de Latinoamérica, queremos un incremento digno”, añadió.

Respecto a la resolución del Minedu que declara improcedente la huelga de hambre, Castro advirtió que la medida de fuerza cuenta con el respaldo de todas las bases del Sutep y no perjudicarán a los alumnos, pues cuentan con ‘licencias sindicales’ y serán suplantados por otros profesores.

“El ministro evidencia incompetencia. Dicen que las clases se van a suspender y eso no va pasar en ningún momento. Si Rosendo Serna tiene ética tiene que renunciar al cargo”, mencionó.

Fuente: https://peru21.pe/politica/oea-grupo-de-alto-nivel-llega-a-lima-para-recabar-la-mayor-cantidad-de-voces-posibles-grupo-de-alto-nivel-rmmn-noticia/

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Venezuela: Revocada multa impuesta a jubilados y pensionados

La Sala Político Administrativa (SPA) del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) revocó a la multa impuesta a un grupo de jubilados y pensionados a través del fallo n.° 444 del pasado 11 de agosto 2022, tras interponer un recurso legal contra a Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre)

Así lo dio a conocer la ONG Acceso a la Justicia a través de un hilo informativo en su cuenta de Twitter, donde ofreció los detalles.

Según el reporte, la sentencia declaró inadmisible un recurso de nulidad que un grupo de jubilados y pensionados del Ministerio Público (MP) presentó contra el instructivo dictado en marzo por la Onapre.

Al mismo tiempo la Sala multó a todos los accionantes y a su abogado, y ordenó pagar a cada uno 50 veces el tipo de cambio de la moneda de mayor valor publicada por el BCV, es decir el equivalente de Bs. 490,00 c/u (a la tasa del día).

Ante ello, el pasado 20 de septiembre, el grupo de jubilados y pensionados del MP presentó un reclamo de la multa impuesta ante la SPA, entre otras razones, porque no puede pagarla ya que “son personas de la tercera edad”.

Los accionantes solicitaron que “por razones humanitarias sea revocada la multa impuesta”, dado que son personas de muy escasos recursos que han dedicado su vida al servicio público, y actuaron con buena fe, y sin temeridad alguna, explicó la ONG.

Fuente: https://elperiodiquito.com/venezuela/66590/revocada-multa-impuesta-a-jubilados-y-pensionados/

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La infancia como desecho social

Por: Claudia Rafael

De apenas 8 años, un niño murió este domingo cuando iba a buscar por comida en un basural de Paraná. Historias de quienes malviven y mueren entre los desechos. Desde Diego Duarte, en 2004 hasta hoy.

Los ocho años de Chicha se esfumaron abruptamente bajo las ruedas del camión recolector de residuos. Como otros niños, esperaba su llegada para trepar en su flanco y ahorrarse esos 200 ó 300 metros hasta el Volcadero, en las afueras de Paraná, Entre Ríos. En el trayecto, un pozo lo hizo tambalear, caer y ser aplastado. En ese mismo instante sobrevino la muerte para Víctor Sebastián Barreto, conocido por todos como Chicha. De apenas ocho años y vecino del Volcadero. Así. Con V mayúscula, elevado a la categoría de sustantivo propio por los habitantes del lugar.  Era la cita obligada y cotidiana con la comida. En ese basural a cielo abierto los lugareños arrojan los desechos y el camión municipal, los restos de los restaurantes paranaenses. El lugar se transforma entonces cada tardecita en la meca de los hambrientos. Los niños se zambullen empujados por el deseo. Saben que allí encontrarán con qué pelearle al hambre.

Paraná, capital efímera de la Confederación Argentina hasta 1861, rozó el 35,3 por ciento de pobreza en el primer semestre de este año y la indigencia, el 7,3%. La fuerte denuncia concebida por Alberto Morlachetti que sintetiza que el hambre debe ser considerado un crimen porque –en definitiva- tiene responsables concretos en cada uno de los ocupantes transitorios del poder político, tiene una vigencia implacable.

A unos 270 kilómetros de Paraná, recostada sobre el río Uruguay se erige Concordia, una de las ciudades de mayor índice de empobrecimiento del país. En el primer semestre de este 2022 arrojó un 49,2 por ciento de pobres y un 10,1 de indigencia. Desde hace décadas, esa ciudad que se promociona como aquella que tiene “todos los verdes para disfrutar todo el año”, de la mano de sus termas, ostenta oprobiosas cifras. Llegó a tener arriba del 82 por ciento de niñas y niños por debajo de la línea de pobreza. Allí, en el Campo del Abasto, como se conoce al basural a cielo abierto, murió en este agosto, aplastado por un camión de residuos, Ramón Kiki Zaragoza. Tenía 24 años. Tres años antes, el 18 de julio de 2019, su sobrina de 11 años, Jesica Maidana, sufrió el mismo destino. La niña esperaba con su ramillete de hermanitos la llegada del camión para recolectar aquellos tesoros a rescatar para la supervivencia diaria. Jesica se paró sobre el tanque de combustible del camión y cuando la caja se levantó, golpeó en su cabeza, trastabilló y cayó al suelo. Una de las ruedas, igual que a Chicha Barreto este domingo pasó por encima de su vida frágil. Y, como él, murió al instante.

Al mismo sitio concurrían Maximiliano Aldana y su papá. El día de la primavera, exactamente una década atrás, buscaban juntos metales dentro del basural. El chico, de 16 años, quiso mover un tacho para profundizar su búsqueda y el recipiente –que contenía restos químicos- explotó y voló por el aire. Maximiliano murió en el hospital cinco días más tarde.

Las diferentes geografías de esta tierra están atravesadas por las historias de quienes sólo sobreviven merced a los desechos del resto. En 2013, en la Formosa profunda, Carlitos Galván, de escasos 6 años murió aplastado por un camión que llevaba residuos a un basural a cielo abierto que fue creciendo en las cercanías de la comunidad Qom. Un basural por el que venían reclamando que se erradicara sin ser jamás escuchados.

Y un par de años antes, en noviembre de 2011, Maicol Matías, de 17 años, que cartoneaba para vivir se quedó dormido en un basural de Cipolletti, en las antípodas del país. A las 6 de la mañana fue tapado por los residuos que arrojó un camión municipal y murió inmediatamente.

De algún modo, el emblema de esas vidas residuales que dejan de respirar definitivamente en el corazón de un basural es el de Diego Duarte, que 18 años atrás murió en el Ceamse de José León Suárez. Aquel adolescente que buceaba entre las montañas de basura para rescatar metales.

“Numerosas poblaciones se ven sometidas a condiciones de existencia que les confieren el estatus de muertos-vivientes”, escribió el pensador camerunés Achille Mbembe. Que es, al decir de Bauman, lo que queda como residuo. Esas vidas olvidadas y abandonadas a su suerte. Por las que nadie deberá pagar porque, después de todo, son a ojos del capital, las vidas que no importan (Agamben).

Hay niñeces que llevan tatuadas en su piel esas vivencias. Que las respiran desde el útero materno. Que saben, aunque rían y corran y jueguen inclusive, mientras se zambullen en esos Volcaderos sociales –con V mayúscula y todo- que existe un paraíso que está más allá de las fronteras de sus pasos.

Fuente de la información e imagen: Pelota de trapo

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