Saltar al contenido principal
Page 637 of 3040
1 635 636 637 638 639 3.040

Los superhéroes y heroínas negros que luchan contra el racismo a través de un cómic afrobrasileño

Redacción: Actualidad

Para el autor Hugo Canuto, ‘Cuentos de los Orixás’ es una contribución para la lucha antirracista en Brasil, donde «la herencia de la esclavitud continúa moldeando la sociedad hasta el día de hoy».

Un cómic creado por un artista brasileño da vida a superhéroes y heroínas negros basados en las divinidades de la naturaleza de las prácticas ritualísticas afrobrasileñas del Candomblé. La principal batalla de los cada vez más famosos superhéroes del cómic brasileño ‘Cuentos de los Orixás’ es combatir el racismo implícito en la escasez de figuras negras como referentes culturales. Ilustrado y escrito por Hugo Canuto, artista del estado de Bahía, la obra narra una aventura para salvar al planeta.

«En tiempos remotos, dioses y héroes caminaban entre los hombres. Lidiaron batallas con furor, enseñaron a curar y a tratar la tierra, el hierro y el fuego. Reinaron y amaron con la misma intensidad», describe la sinopsis de esta novedosa historia en viñetas.

Superhérores y heroínas afrobrasileños de cómic para combatir el racismo

«Mi idea era llevar para el lenguaje del cómic, que es un lenguaje universal y popular, un recorte de este universo mítico y espiritual que son los Orixás y valorizar esta herencia africana», explicó Canuto con motivo del lanzamiento de su obra, que cumplió esta semana un año desde su publicación en enero de 2019. «Las historias moldean el mundo», declara Canuto en entrevista a RT. «La ficción, en general, alcanza un gran público. Se puede generar una reflexión social al mostrar personajes de otras etnias que ocupan espacios importantes».

Su propósito, como él mismo aclara, no es que las aventuras traten sobre asuntos específicos de las religiones de matriz africana, sino crear personajes a partir de los mitos y leyendas afrobrasileños para dar más espacio en la escena cultural a héroes y heroínas negros. Entre los personajes destacan Iemanjá, reina del mar; Oxum, reina de las aguas dulces, del oro y del amor; Xangó, rey del fuego y de los truenos; Iansã, reina de los vientos y tempestades; Ogúm, rey de la guerra, del metal y del fuego; Oxóssi, rey de la caza; Nanã, la divinidad más antigua, reina del fango, de la fecundidad y de la muerte, y Exú, guardián de la calle y de los cruces de caminos, mensajero entre los dioses y los humanos, entre otros.

Mi obra surge

en un momento muy necesario puesto que la intolerancia religiosa y el racismo continúan muy presentes, principalmente en el ambiente escolar, donde (el actual Gobierno) sugiere excluir obras de autores negros o de otros como Jorge Amado

Para Canuto, ‘Cuentos de los Orixás’ es una contribución para la lucha antirracista en Brasil, donde «la herencia de la esclavitud continúa moldeando la sociedad hasta el día de hoy». El autor añade que toda su creación artística tiene como objetivo contribuir para la reflexión y el cambio social. «Mi obra surge en un momento muy necesario puesto que la intolerancia religiosa y el racismo continúan muy presentes, principalmente en el ambiente escolar, donde (el actual Gobierno) sugiere excluir obras de autores negros o de otros como Jorge Amado que aborden estos asuntos». Si bien él especifica que siempre ha tenido cuidado para que su cómic atraiga a todos los públicos, reconoce que su objetivo primordial era llegar a los más jóvenes para que «las nuevas generaciones puedan desarrollar otro punto de vista sobre estos asuntos».

En un estudio realizado por el Centro de medios de la mujer (Women’s Media Center, WMC) y por la BBC en 2018 con entrevistas a unos 2.500 niños, niñas, madres y padres en Estados Unidos, el 70% de los jóvenes que se reconocían como afroamericanos o hispánicos, afirmaban que deseaban ver más protagonistas que se pareciesen a ellos físicamente. Según respondieron los entrevistados, los superhéroes son figuras modelo que, cuando se sienten identificados, les hace sentir más fuertes, valientes y seguros de sí mismos, entre los tres adjetivos más citados por los cuestionados.

En este contexto, el cómic ‘Cuentos de los Orixás’ viene a sumar su contribución al debate público ya atizado por otras creaciones, como la reciente película Black Panther, que tuvo un enorme éxito de taquilla y donde la mayoría de los protagonistas son personas negras. Este filme se basa en Pantera Negra (T’Challa), el primer superhéroe de piel negra creado por Marvel en 1966. A pesar de que en los años 90 en Estados Unidos nacieron incluso editoras, como Milestone Comics, enfocadas en crear personajes negros, su protagonismo continúa siendo minoritario hasta el día de hoy y la representatividad de heroínas mujeres negras es aún más escuálida. Una de las pocas heroínas negras que se ha hecho conocida es Tormenta, que apareció por primera vez en 1975 en X-Men.

En la encuesta del WMC, el 63% de las niñas entre 10 y 19 años autoidentificadas como «de color» (afroamericanas o hispánicas) afirmaron que ver más heroínas como ellas las ayuda a «sentir que pueden conquistar sus objetivos». En este estudio, los tres personajes de ficción más votados por los jóvenes entrevistados fueron en orden de importancia: la Mujer Maravilla (citada principalmente entre las chicas), Batman (entre los chicos) y Pantera Negra (entre los jóvenes afroamericanos).

El origen mitológico de los superhéroes y heroínas negros inspirados en los Orixás

Las prácticas ritualísticas de origen africano que perduran hasta hoy en el continente americano van desde la Santería hasta la Umbanda y el Candomblé, entre muchas otras, y presentan diversos grados de sincretismo ya que durante muchos años estuvieron prohibidas. Aún a día de hoy, algunos de sus practicantes continúan enfrentando ciertas discriminaciones, motivo por el que Canuto decidió crear personajes negros basados en estas religiones, principalmente en el Candomblé, para rendirles homenaje y cuestionar algunos de los prejuicios existentes.

El arte es política, los cómic son política y, en el actual escenario brasileño de atraso, de ignorancia y de barbarie, es importantísimo hablar y crear arte que aborde estos asuntos

El Candomblé es una creencia animista, es decir, que basa sus principios en el ánima o alma de la Naturaleza, y surgió en el siglo XIX en el estado brasileño de Bahía. Esta fue una de las regiones de Brasil que recibió mayor número de personas esclavizadas provenientes de diversas partes de África, cada una con sus creencias, sus prácticas rituales y sus idiomas. Según diversos factores, se establecieron ciertas clasificaciones, como la Yorubá que incluye hablantes de lenguas derivadas de este tronco lingüístico provenientes, generalmente, del territorio donde hoy se ubican Nigeria, Benín y Togo. En las prácticas ancestrales, cada grupo Yorubá podía adorar a un solo Orixá o elemento de la naturaleza, aunque con la agrupación de los africanos en el territorio brasileño estos acabaron incluyendo todas las divinidades dentro de las posibilidades de culto del Candomblé.

Los Orixás son arquetipos milenarios de fuerza, valentía y sabiduría, según destaca Canuto que encontró en estas figuras la inspiración para superhéroes y superheroínas. «El arte es política, los cómic son política y, en el actual escenario brasileño de atraso, de ignorancia y de barbarie, es importantísimo hablar y crear arte que aborde estos asuntos».

Tras la creación de esta historia, que implicó un profundo proceso de investigación social y académica durante los dos años y medio de elaboración, Canuto se propuso donar más de 100 ejemplares a escuelas públicas y bibliotecas en el estado de Bahía, como forma de contribución con la ley nacional que establece como obligatoria la enseñanza de la historia afrobrasileña y africana en la educación primaria y secundaria obligatoria, tanto pública como privada. Además, Canuto distribuye gratuitamente su cómic en instituciones culturales y centros de Candomblé, aunque expresa que también intenta llegar a personas que no están tan familiarizadas con estos asuntos. «Para mí, los mayores reconocimientos son mostrar mi tierra y su cultura a un público internacional, así como recibir el respeto de todas esas personas negras a las que yo pretendo homenajear con la obra».

Fuente: https://actualidad.rt.com/actualidad/341385-superheroes-heroinas-negros-luchar-racismo-comic-brasil

Comparte este contenido:

Venezuela: Bachilleres en Zulia pasan de estudiar a ser buhoneros, colectores o pimpineros

Redacción: Crónica Uno

La deserción de maestros y profesores alcanza 55 % en el estado Zulia. La mayor deficiencia de profesionales de educación está en las asignaturas de Matemática, Química y Biología. Los egresados de educación media prefieren trabajar para comer que continuar estudios universitarios.

Maracaibo. “Prefiero comer que estudiar”, así comenzó su relato Reinaldo José Castillo, un joven bachiller zuliano de apenas 16 años de edad.

“Perdí la cuenta de las veces que fui con el estómago vacío para el liceo. Ni siquiera pude pagar mi paquete de grado porque somos muy pobres. Fui a la Universidad del Zulia, porque quiero ser ingeniero, pero cuando vi que las condiciones eran iguales allá que en el liceo, todo feo, sucio y casi no dan clases, me puse a trabajar”, añadió.

Para él, las posibilidades de cumplir su sueño de hacer una carrera universitaria se desvanecen entre las necesidades más urgentes: ayudar a resolver dentro de su grupo familiar: “Llevar dinero a casa para la comida”.

Igual que “Chúo”, como es conocido el joven por sus cercanos, 15.000 jóvenes egresaron como bachilleres este año escolar 2018-2019 en el estado Zulia. De estos, se calcula que solo 10 % ingresó a la educación superior, de acuerdo con cifras del Sindicato Unitario de Magisterio del Estado Zulia (Suma); el resto cambió los cuadernos y la expectativa de una nueva etapa para “crecer de golpe”.

“Ya no soy un niño. Ahora debo ser responsable y ayudar a mis padres. Me cuesta mucho contar el dinero porque casi no vi Matemática. En el liceo no hay profesores, pero mi papá me va enseñando”, dijo el joven trigueño antes de guindarse de un tubo que sostiene el techo improvisado de una camionetica que hace viajes en la línea avenida La Limpia-Centro en Maracaibo, y que es conducida por su padre.

Gualberto Mas y Rubi, presidente del Suma, mostró su preocupación por las deficiencias con las que se están graduando los bachilleres actualmente.

El problema no está resuelto por otorgar un título. El problema que tenemos es la calidad de egresados que estamos formando (…) Los alumnos tienen en promedio de entre 11 y 13 puntos en Matemática en el ámbito regional, porque no hay profesores para esta asignatura. Los muchachos están saliendo mal preparados”, señaló.

Educación en decadencia

Las fallas en la calidad de la educación en el estado petrolero de Venezuela obedecen a varios “elementos distractores de la educación”, según Mas y Rubi.

La falta de maestros y profesores, las condiciones de insalubridad en los planteles y la infraestructura, los robos, la falta de agua y de electricidad y la eliminación del Programa de Alimentación Escolar (PAE) son algunos de los problemas que contribuyen a la escasa calidad de la educación.

Para el inicio del período escolar 2019, el Zulia contaba con 35.000 docentes, actualmente la diáspora se calcula en 55 %, es decir, que apenas 18.000 profesionales de la educación se incorporaron a sus lugares de trabajo.

En el caso de los estudiantes, las cifras son “alarmantes”, según el presidente del Suma, y aunque aclaró que no ha culminado el informe de deserción escolar para el período que recién termina, aseguró que hasta ahora 60 % de los estudiantes no se inscribieron.

Además, advirtió que el turno de la tarde desapareció en 90 % de los planteles, y el restante 10 % de planteles cerró en su totalidad, según las cifras recolectadas hasta ahora por el magisterio.

“La educación venezolana se caracterizaba por el doble turno, pero ya en el Zulia eso está a punto de desaparecer. En total hay 525 escuelas que pertenecen a la gobernación, de las cuales en 450 cerraron el turno de la tarde. En el caso del ministerio, que tiene 1.750 planteles, 1.400 cerraron el turno de tarde. Nos falta precisar cuántos cerraron completamente, porque hay mucho hermetismo e incluso nos niegan el paso al plantel”, manifestó.

Se quedan solo con el bachillerato

La incorporación de los jóvenes egresados de bachillerato al campo universitario es casi nula. Según Fetramagisterio, las cifras de la Universidad del Zulia son “espeluznantes”.

Nos ha llegado información de que los salones de las facultades de Humanidades, Educación, Derecho y Nutrición y Dietética no llegan a seis alumnos. Están desapareciendo escuelas en la Universidad del Zulia. Lo que es lamentable, porque otrora las universidades privadas no tenían nada que envidiarle”, lamentó.

Cada vez hay más jóvenes dedicados a la venta ilegal de combustible, verduras y plátanos, peluquería informal, colectores en unidades de transporte, entre otros oficios.

Zulia
Los bachilleres se dedican a vender y no optan por los estudios formales. Foto: Mariela Nava

Víctor se graduó este año de bachiller y tampoco pudo ingresar a la universidad. Hoy se dedica a la venta de combustible de manera ilegal. “Hay que buscar qué comer. Yo sé que esto es un delito, pero es lo que da ahorita un poco más de plata. Si busco un trabajo normal, me van a pagar una miseria, en cambio con esto me gano hasta 50 dólares diarios. Ya no quiero estudiar más, no vale la pena”, indicó.

Para Mas y Rubi es injusto que la educación de los jóvenes del país llegue de manera “forzada” hasta el bachillerato y que de ahí en adelante no tengan más opción en el campo educativo.

“Vemos con preocupación cómo los jóvenes se incorporan al buhonerismo, a la venta de artículos para el consumo. Lo único que no hace el joven de la clase social baja es estudiar, o está trabajando o lo están sosteniendo medianamente en su casa”, expresó.

El presidente de Suma aseguró que en algunos municipios, como Machiques y La Villa del Rosario, los bachilleres son sometidos por grupos guerrilleros.

En el caso de Machiques y La Villa del Rosario, nos llegó información alarmante. La guerrilla está reclutando estudiantes de bachillerato para llevárselos a la montaña para cultivar, y los devuelven al liceo entre miércoles y jueves. Y eso lo debe investigar la autoridad venezolana. ¿Qué está haciendo ese muchacho en tres o cuatro días fuera del liceo? Y se aparecen los viernes a buscar objetivos, cuando uno perfectamente sabe que ese muchacho no va a avanzar porque ha perdido gran parte de la asistencia a clase”, advirtió.

Sin embargo, no solo los jóvenes renuncian a continuar sus estudios universitarios por trabajar, los maestros y profesores también lo hacen para obtener ingresos superiores.

“En este momento, más que irse del país, los maestros se han convertido en trabajadores de oficio. Hemos conseguido a nuestros colegas trabajando de choferes de taxi o carros por puesto, peluqueras, buhoneros; en algunas casas montan una escuelita, entonces esos oficios les da más ingreso que trabajar para un colegio”, aseguró Mas y Rubi.

El PAEZ desapareció del Zulia

En los pupitres del Zulia hace más de dos años no se sirve comida. El Programa de Alimentación Escolar del Estado Zulia (PAEZ) desapareció en 90% de los planteles. Hoy la frecuencia ha bajado a una vez al mes, y solo despachan granos y arroz.

“Yo recuerdo que antes nos daban desayuno y almuerzo. Yo llegaba a mi casa lleno; ahora no. A veces nos dan caraotas con arepa o con pasta, y piden colaboración para el cubito y la sal. Casi siempre tengo hambre”, dijo un alumno de tercer año de bachillerato en un liceo del oeste de Maracaibo.

Bachillerato Zulia
La opción de alimentarse a través del PAEZ ya no satisface a los estudiantes. Foto: José Núñez

La directora del mismo plantel, que prefirió no identificarse, dijo que ha visto cómo los alumnos pequeños y grandes se desmayan en los salones porque no comen.

“A uno le da impotencia porque no podemos hacer nada. Aquí hace tres años que no traen comida del Ministerio de Educación. Por eso, los muchachos que graduamos no siguen estudiando, porque ya no quieren pasar hambre. Muchos sienten la obligación de aportar en casa; por aquí por el barrio hay muchos que se tiraron a la calle a trabajar, porque lamentablemente no hay opciones en este país para la educación”, manifestó.

Datos
  • Escuela Especial Idelfonso Vásquez, parroquia Santa Lucía. Cerró por falta de matrícula.
  • Liceo Rafael María Baralt, en su mejor momento llegó a tener 3.000 alumnos, hoy solo tiene 135 alumnos y 14 docentes, de los cuales ocho están activos y seis no volvieron o están suspendidos.
  • Liceo Udón Pérez, uno de los íconos de la educación secundaria en el Zulia, tiene cerrados los dos pisos inferiores, las puertas de los salones fueron selladas con soldadura y hay un cementerio de pupitres. Una sola sala sanitaria para todos, y menos de 200 alumnos inscritos, y 21 docentes.
Fuente: https://cronica.uno/bachilleres-en-zulia-pasan-de-estudiar-a-ser-buhoneros-colectores-o-pimpineros/01
Comparte este contenido:

Ecuador: 8 830 docentes recobraron su elegibilidad para concursar por un cupo en el magisterio

Redacción: El Comercio

Los 8 830 maestros de recuperaron su condición de elegibles podrán participar en el concurso Quiero Ser Maestro 7, que arrancará en abril de 2020. 01Los educadores fueron parte de procesos anteriores, en concursos del 1 al 5, y han esperado cerca de ocho años para poder aspirar a un cupo en el magisterio.

En ese tiempo, cerca de 60 000 profesores perdieron su elegibilidad, un requisito que tiene vigencia de dos años. Magali Ramos, subsecretaria de Desarrollo Profesional, recordó que en noviembre el Ministerio de Educación convocó a una prueba más corta para este grupo.

El examen, desarrollado por el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineval), se enfocó en razonamiento y conocimientos específicos en aprendizaje y temas pedagógicos.

Ramos explicó que este séptimo concurso no solo contempla las necesidades territoriales sino que además tomará en consideración la especialidad de los aspirantes. Hasta la semana anterior no se definía el número de cupos; por ahora, cerca de 40 000 maestros son elegibles.

Recientemente finalizó el proceso para Quiero Ser Maestro 6, que tuvo como resultado 12 000 ganadores. Ellos se integrarán al sistema educativo el 1 de marzo como docentes definitivos. El sistema nacional de educación está integrado por 168 000 maestros.

La subsecretaria de Desarrollo Profesional indicó además que las pruebas dentro de este proceso sirven de diagnóstico y aportan a planes de mejora y formación continua, que se coordinan con universidades.

La funcionaria recalcó que es necesario reforzar la enseñanza del idioma inglés, debido a que solo el 14% de los docentes que imparten esta asignatura tiene nivel B2. Otras debilidades se refleja en lecto-escritura y matemática.

Fuente: https://www.elcomercio.com/actualidad/docentes-concurso-cupo-magisterio-pruebas.html

Comparte este contenido:

Uruguay: Unas 300 escuelas rurales tienen menos de cinco niños; la situación preocupa al director de Educación Rural del CEIP

Redacción: La Diaria

Limber Santos entiende que la solución para la baja escala de las escuelas son los agrupamientos rurales, que requieren presupuesto.

A fines y comienzos del año, cuando llega el tiempo de las inscripciones y el cierre de matrículas escolares, es usual que en distintos puntos del país surja preocupación, entre familias y vecinos, por la posibilidad de que la escuela rural de su localidad se cierre. Esto se debe a que, por las características del medio rural uruguayo, en el país hay gran cantidad de escuelas, pero con una muy baja escala, lo que pone esos centros educativos en una zona de riesgo. Los números muestran eso: 1.067 escuelas atienden a alrededor de 17.000 niños en las zonas rurales; de ellas, unas 600 tienen menos de diez estudiantes y unas 300 menos de cinco, una situación que preocupa al Departamento de Educación para el Medio Rural, del Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP), que dirige Limber Santos.

La escuela rural, afirma Santos, “sigue siendo la institución pública de mayor penetración territorial; no hay lugar del territorio donde uno pueda desembarcar y que no haya una escuela relativamente cerca”. Su estimación es que si uno posa el dedo en cualquier punto del mapa uruguayo, habrá una escuela a unos diez kilómetros; “hay una densidad de escuelas muy grande”.

En los últimos años la cantidad de escuelas rurales ha disminuido, en consonancia con la matrícula rural, que también ha descendido, pero Santos advierte que en los últimos siete u ocho comenzó a darse un fenómeno que no ocurría antes: la reapertura de escuelas. En 2019, por ejemplo, cerraron seis y reabrieron dos, una en Colonia y la otra, la escuela 38 de camino Colorado, de Migues, en Canelones. “Se había cerrado hacía unos diez años y el año pasado volvió a abrir porque un conjunto de vecinos se movilizó para abrirla. La gente del lugar mandaba a sus hijos a Migues, una escuela urbana, cuando al lado tenía una escuela rural, que había cerrado por falta de niños. Pero ahora volvió a haber niños en el lugar”, explicó el jerarca. “Es cierto que la cuestión demográfica del campo hace que se siga perdiendo población rural, pero el fenómeno no es tan lineal como ocurría hace 15 años. Hoy en día es un fenómeno un poco más complejo, porque, si bien hay zonas donde la población sigue en descenso y, por lo tanto, la matrícula de las escuelas de la zona sigue descendiendo, también hay otras donde la población se mantiene estable o lugares puntuales donde la población aumenta, por alguna razón vinculada a temas laborales, que a veces pueden ser circunstanciales, pero que hacen que aumente la población. En todo caso, hay una mayor fluctuación poblacional, lo que también hace fluctuar la matrícula. Por eso, si bien se cierran escuelas, en los últimos tiempos ocurre un fenómeno que no ocurría hacía algunos años: la reapertura de escuelas cerradas. Todos los años se cierran escuelas, pero también se reabren otras”.

“Antes, cuando una escuela se cerraba, se cerraba definitivamente: no había ninguna esperanza de que pudiera reabrirse. Hoy, cada vez que se cierra una escuela, se deja abierta la posibilidad de que en algún momento se reabra”, añadió Santos. “Donde hay niños, hay escuela”, ha sido la política en educación rural en Uruguay. Y así espera Santos que siga siendo, aunque la matrícula sea de un solo alumno. Actualmente hay entre diez y 20 escuelas con un solo alumno, una situación que, aunque se busca evitar, a veces se da. “Si ese niño pudiera, quizá sería mejor que fuera a otra escuela con más niños, más compañeros, pero si hay una razón geográfica, una razón vinculada con la posibilidad de las familias de acceder a otro lugar o no pasa transporte colectivo, como sucede en la mayoría de los lugares rurales, entonces la escuela, mientras haya un niño, permanece abierta”, afirmó.

Si bien, en un total de 1.000, los casos de escuelas con un niño son excepcionales, sí preocupan al Departamento de Educación para el Medio Rural los casos de escuelas con menos de cinco niños. “Los casos de escuelas con un niño son excepcionales, porque mientras se puede evitar esa situación, se evita. Si ese niño que está solo puede ir a una escuela a 15 kilómetros y los padres lo pueden llevar, en general los propios padres toman la decisión de llevarlo, para que las condiciones sean mejores. Lo que uno podría catalogar como preocupante no son las escuelas con un niño, que en todo caso son muy pocas en más de 1.000 escuelas, sino las que tienen menos de cinco niños. La situación particular de una escuela con un niño también se da cuando hay dos, tres o cuatro, porque cuando son tan pocos, en general, o son hermanos o son dos grupos de hermanos”, explicó Santos. Que haya pocos niños en una escuela significa un reto adicional para la maestra: “La escala es tan reducida que el nivel de interacción entre los aprendientes se debilita demasiado. Entonces, ahí surgen algunos desafíos adicionales para la institución y, sobre todo, para esa maestra, para generar procesos de enseñanza suficientemente motivadores y que den los resultados que nosotros queremos que den en el marco de lo que llamamos la didáctica multigrado”.

Más que la escuela

La resistencia de las comunidades al cierre de las escuelas rurales tiene que ver con que estas son “la única presencia de lo público” para la mayor parte de los parajes. Si bien “hoy hay mucha más institucionalidad en los medios rurales, esta es virtual y físicamente se termina canalizando a través de la escuela”, señala Santos. Políticas sociales, sanitarias o productivas terminan teniendo como eje a la escuela, que sigue siendo el lugar de reunión, la policlínica o el local a donde llegan los ministerios de Desarrollo Social, y de Ganadería, Agricultura y Pesca. El protocolo actual implica que, cuando se propone el cierre de una escuela, se tienen que hacer asambleas de vecinos. Según cuenta Santos, “aunque no haya niños en edad escolar, esas asambleas se llenan de gente”. Afirma que “la escuela, aun cerrada, sin niños, sigue siendo un lugar social fuerte para la comunidad”.

Cuando la escuela sí se cierra, se busca que el local quede en uso para fines sociales. “Para eso, lo que ahora busca Primaria, con una reglamentación de 2019, es facilitar el proceso para que un grupo de vecinos organizados, que tenga un proyecto productivo, social o ambos, solicite el uso del local y se responsabilice de su cuidado y su mantenimiento. Si Primaria lo requiere para uso escolar en algún momento, lo tiene que devolver. Están empezando a darse muchas experiencias en ese sentido”, afirmó Santos. Según el jerarca, en Treinta y Tres, Cerro Largo y Flores hay en trámite procesos de cooperativas de vecinos que, con el respaldo de las intendencias o el Instituto Nacional de Colonización, pidieron el local para las reuniones de la cooperativa y, en algún caso, también para usar el predio para la producción.

“La contraparte es que se mantenga en buenas condiciones el local, porque eso es lo que permitirá en un futuro, si hay niños, reabrir la escuela sin disponer de una erogación especial para arreglos”. Si eso no sucede, si la comunidad no se apropia del local, “el riesgo grande es que la escuela se vuelva tapera en poco tiempo”. “Al no haber quien la mantenga, se viene abajo el edificio o es saqueado, y nos enteramos al tiempo”.

La didáctica multigrado, que en ámbitos urbanos está dando pie a proyectos de innovación pedagógica, es tradición y moneda corriente en la escuela rural. “No sucede así en todos los países, pero en Uruguay todas las escuelas rurales son multigrado, el 100%. El multigrado no es algo exclusivo de la escuela rural. En el interior hay escuelas urbanas con muy poca población, con pocos maestros y alumnos, que también son multigrado. El multigrado no es porque la escuela sea rural, sino porque la escuela es pequeña. Está asociado a la escala”, aclara Santos. A través de varias investigaciones se ha logrado comprobar que el multigrado supone, según Santos, “un enorme potencial para aprender”. “Pero ese potencial radica en la interacción entre pares asimétricos, entre pares que no se parecen entre sí, que no cumplen con el designio de la escuela moderna de agrupar a los niños por edades y meterlos en compartimentos estancos, llamados aulas, asociados a grados; el famoso fenómeno de la escuela graduada. El potencial para aprender, tanto para un niño pequeño como para un niño grande, radica en la interacción entre pares asimétricos. Ahora, cuando la escala es muy reducida –nosotros ponemos el punto de corte en los cinco niños–, esas interacciones que tanto potencian el aprendizaje se debilitan mucho. Y se debilitan porque son pocos, pero también porque el afuera y el adentro se terminan pareciendo mucho, por esto de las relaciones de parentesco: los mismos hermanos están en la escuela, y a veces también se dan relaciones de parentesco entre la maestra y los alumnos”. Aclara que estas situaciones implican desafíos para las maestras, pero que, de todas formas, “no es que no tengan solución: hay que encontrar maneras ingeniosas y estrategias para buscarlas”.

Los caminos

Las soluciones, para Santos, pasan por los modelos de gestión territorial que se pueden dar en las escuelas rurales. Hay dos tipos: los nucleamientos y los agrupamientos. Aunque parezca un juego de palabras, refieren a dos modelos distintos de gestión. El nucleamiento implica cerrar parcialmente varias escuelas y llevar a los niños a una sola, que terminará siendo más grande; el agrupamiento es un conjunto de escuelas geográficamente cercanas que comparten recursos o un proyecto de trabajo.

El modelo del nucleamiento tiene un antecedente histórico fuerte en la consolidación, una iniciativa de Germán Rama cuando fue presidente del Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública, que propuso en la Ley de Presupuesto de ese quinquenio reducir 50% las escuelas rurales. “En ese momento implicaba cerrar escuelas rurales pequeñas y llevar a los niños a una escuela rural más grande, en la convicción de que era mejor social y pedagógicamente, y más económico desde el punto de vista de la administración, mantener una escuela rural grande que diez escuelas rurales pequeñas”, explicó Santos. Pero el flanco débil del proyecto de nucleamiento, o de la consolidación en la época de Rama, es el transporte, ya que hay que asegurar el traslado de todos los niños. “Ese modelo se ha aplicado en Brasil ampliamente. Se han cerrado miles de escuelas. Y también en Chile, Europa y Uruguay se lo ha intentado muchas veces”, pero sin éxito, señala . “A lo largo de los siglos XX y XXI, las veces que se lo ha intentado aplicar, salvo excepciones, ha fracasado rotundamente en Uruguay”, afirma.

Santos remarca que Rama se caracterizó por concretar muchos de sus proyectos, como la creación de los centros regionales de profesores, la universalización de educación inicial a los cinco años y la creación de escuelas de tiempo completo, pero puntualiza que “este capítulo de educación rural prácticamente no se pudo concretar, salvo en algunas experiencias muy aisladas”. El principal motivo del fracaso es el transporte, porque las condiciones viales y de transporte en el medio rural provocan que el costo de recorrer todos los días cientos de kilómetros durante algunas horas sea muy alto, lo que ha vuelto “prohibitiva” esa solución. Además de los costos monetarios, están los sociales, ya que, para llegar en hora a la escuela, algunos niños se tienen que levantar muy temprano.

La segunda razón –según Santos, no menor en Uruguay– es la resistencia de las comunidades locales al cierre de la escuela. “Es una resistencia activa, muy fuerte. Las comunidades, por más pequeñas que sean, se agrupan y generan mecanismos de resistencia en distintos niveles. Eso es algo que se ve hasta el día de hoy”, afirma el jerarca. El caso del nucleamiento generado en 2015 en torno a la escuela 60 de La Mina, en Cerro Largo (ver recuadro), es un ejemplo de esto, añadió.

El nucleamiento de La Mina

Para graficar las dificultades que generan los nucleamientos, Santos contó la experiencia en torno a la escuela 60 de La Mina, en la quinta sección de Cerro Largo, una escuela de referencia, porque fue allí donde el maestro Miguel Soler llevó adelante el Núcleo Experimental de La Mina en la década del 50. En 2015 la escuela 60 se convirtió en la escuela central del nucleamiento formado por la escuela 44, de San Diego, y la 28, de Puntas de la Mina, con transporte escolar y cerrando parcialmente la 44 y la 28. Pero la comunidad de la escuela 44 se opuso durante años a ese cambio. “Tenían ventajas obvias, como profesores especiales, recursos técnicos y materiales adicionales que los niños podían tener. Todo muy loable, pero, aun así, los padres mantuvieron férrea su oposición. Decían: ‘¿Por qué tenemos que mandar a nuestros hijos varios kilómetros más lejos, cuando esos mismos recursos podrían venir a nuestra escuela?’. Era una escuela con 16 niños, una escuela rural grande. Mantuvieron esa posición durante mucho tiempo, tenazmente; nunca la abandonaron. Tanto es así que a fines de 2018, finalmente, ese nucleamiento se disolvió parcialmente y los padres lograron que se reabriera plenamente su escuela, en 2019”.

El agrupamiento escolar rural, por el contrario, no implica cerrar escuelas, sino que varias escuelas compartan recursos humanos –como docentes de inglés, educación física y arte– o materiales –como laboratorios móviles y bibliotecas itinerantes–, que van rotando por los centros. A su vez, los docentes, que en la gran mayoría de las escuelas rurales trabajan solos –de las 1.067 escuelas rurales, unas 800 son unidocentes–, comparten instancias de planificación o trabajo conjunto una vez por semana. También suelen visitarse entre sí los niños, que a veces, cada quince días, viajan a otra escuela para compartir un taller o una clase específica.

Santos apunta que se está “lejos de que este funcionamiento sea masivo”, ya que no son muchos los profesores en el medio rural ni es mucho el presupuesto para la creación de cargos. Pero, a su entender, ese “es el camino”. “Es un modelo de gestión territorial que, de algún modo, permite resolver, al menos en parte, los perjuicios de la baja escala. Primero, porque se comparten recursos; segundo, porque esos pocos niños que hay en una escuela pueden trabajar con otros de escuelas cercanas por medio de la comunicación cotidiana, por internet, y también pueden verse presencialmente”. Despejada la posibilidad del cierre de la escuela, muchas veces son los propios padres quienes facilitan que cada 15 días o semanalmente los niños puedan viajar a otra escuela, salvando las dificultades del transporte.

Según Santos, más de 90% de las escuelas rurales son parte de los entre 180 y 200 agrupamientos que existen actualmente, que pueden ser de entre tres y 12 escuelas. Esto demuestra, añadió, que es una buena forma de funcionamiento, ya que, “aun sin obligar a ningún maestro, más de 90% se termina agrupando voluntariamente”. Considera que, dada la fluctuación de la población en el medio rural, el modelo de los agrupamientos es el que “mejor puede responder” a las necesidades del futuro, porque el agrupamiento “se configura en el territorio de acuerdo con las circunstancias de cada territorio” –si es de costa, de ganadería extensiva, forestal, agrícola o de agricultura de monocultivo–. “Cada uno impone ciertas lógicas sociales, productivas, económicas, culturales, que terminan afectando a las lógicas escolares. El agrupamiento es un modelo suficientemente flexible para adecuarse a las condiciones, también flexibles, de un medio rural cambiante, de futuro, necesariamente de baja escala”, afirmó.

“Más allá de que ahora tengamos cambios en las circunstancias políticas, yo voy a seguir abogando, desde el punto de vista técnico, por algo –y quiero creer que no deberían cambiar demasiado en este punto–, que es que donde haya niños tiene que haber escuelas; no llegar nunca a esto que algunos países tienen, que es el mínimo necesario para que una escuela se mantenga abierta”, dijo Santos. Y continuó: “Eso, en las circunstancias de nuestro país, sería impensable. Entiendo que desde la administración de recursos públicos es razonable pensar que se necesita optimizar los recursos que uno pone en territorio y que, por lo tanto, muchas veces es muy tentador, pero a esta altura ya tenemos evidencia histórica suficiente como para no seguir por ese camino”.

Multigrado: ventaja para pequeños y grandes

Además de maestro, Limber Santos es licenciado en Educación e investigador de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Una de sus líneas de investigación es la didáctica multigrado que se da en las escuelas rurales uruguayas. “Cuando decimos que el potencial para aprender en un aula multigrado radica en las interacciones entre pares asimétricos, queremos decir que el niño pequeño, cuando interactúa con un par mayor, que tiene otro vínculo con los saberes, se ve beneficiado en su aprendizaje porque ya no es el maestro el único portador de saber, sino que también es un par. Es una relación de pares, y no de maestro-alumno, que le da otras posibilidades de llegar al saber. Está demostrado que la interacción con un par mayor favorece el aprendizaje, en el sentido de que se puede acceder al saber en un nivel de vínculo de confianza y complicidad con alguien que también está aprendiendo, pero tiene con él una relación de asimetría. Y, para aprender, se necesitan las asimetrías. Si bien es muy simpático decir que podemos aprender en relaciones de horizontalidad, y hay muchas tendencias pedagógicas que hablan de ella, el aprendizaje siempre está asociado a las asimetrías”, señala. La primera gran asimetría es entre profesor y alumno. Respecto del saber –porque la asimetría siempre es respecto del saber–, no están en la misma posición, sino cumpliendo roles distintos. Pero la clave en el multigrado es que las asimetrías se dan entre los aprendientes, señala.

Si bien es casi intuitivo por qué un niño pequeño se ve beneficiado de la interacción con uno mayor, a veces cuesta un poco más ver que el mayor también aprende en ese vínculo. “Cuando alguien aprende algo y lo pone en juego explicándoselo a otros, esa transmisión le mueve unas estrategias cognitivas y lingüísticas que lo ayudan a consolidar su propio saber. Eso nos sucede a todos de grandes. Cuando el par mayor le explica a uno menor lo que está aprendiendo, está consolidando su conocimiento. Es un interjuego de ganar-ganar, en el que ambas partes se ven beneficiadas”.

Fuente: https://educacion.ladiaria.com.uy/articulo/2020/1/unas-300-escuelas-rurales-tienen-menos-de-cinco-ninos-la-situacion-preocupa-al-director-de-educacion-rural-del-ceip/01

Comparte este contenido:

Preocupación por cifras de falta de escolaridad en Colombia

Redacción: Noticias Canal RCN

https://rcnhd.cloudvideo.com.co/html5/html5lib/v2.75.1/mwEmbedFrame.php/p/102/uiconf_id/23448186/entry_id/0_0uiv51p6?wid=_102&iframeembed=true&playerId=kaltura_player_1541201713&entry_id=0_0uiv51p6#

(pulse para ver el vídeo)

La ONG World Vision entregó cifras sobre falta de escolaridad en la población colombiana que prenden las alarmas de las autoridades.

La ONG World Vision entregó, en su más reciente informe, cifras sobre falta de escolaridad en la población colombiana que prenden las alarmas de las autoridades.

Según World Vision 51 de cada 100 colombianos no tienen la secundaria completa, esta tasa incluye a los adolescentes y jóvenes que deciden no volver a las aulas de clase. Todo se agrava por la escasez de profesores capacitados, las malas condiciones de las escuelas y las menores oportunidades de quienes viven en zona rural.

El informe de alianza por la niñez dice que en Colombia menos de la mitad de los niños entre cinco y seis años no asisten a las escuelas, esto por razones como la ubicación tan apartada y la falta de cupos en las instalaciones educativas.

En diálogo con Noticias RCN, la gerente de enfoques técnicos de bienestar y protección de la niñez, de World Vision, Claudia Sánchez, habló sobre esta problemática.

“Es muy importante aquí hablar de dos contextos, uno urbano y uno rural, en el que a veces vemos las cifras promedio que muestran la posibilidad o el acceso a los cupos escolares, pero que las cifras reales, con relación a la brecha que tenemos con los contextos rurales son mucho más amplias”.

“Estamos encontrando que el 22% de niños que debieran estar accediendo a su educación inicial no lo está haciendo, aquí ya hay una brecha muy importante”, indicó Claudia Sánchez.

Respecto a las razones por las que los jóvenes no están accediendo a la educación, Claudia Sánchez señaló que, “no están encontrando en la educación su oportunidad porque el contexto les está exigiendo otras cosas, estamos hablando de condiciones de pobreza, de violencia desde el hogar, entonces cuando encontramos un contexto escolar que no está favoreciendo, con docentes que no necesariamente estén preparados o fortalecidos para acoger a estos jóvenes, pues muy seguramente sucede lo que estamos viendo, que son estos jóvenes que no se mantienen en el sistema y que prefieren acceder a otras oportunidades que están al alcance de su mano”.

Fuente: https://noticias.canalrcn.com/nacional/preocupacion-por-cifras-de-falta-de-escolaridad-en-colombia-351984

Comparte este contenido:

Venezuela: a Red de Antropologías del Sur anuncian una prórroga para presentar trabajos para el libro Antropología hecha en Venezuela. Miradas contemporáneas,

América del Sur /Venezuela/red.antropologiasdelsur.org.ve

La Asociación Latinoamericana de Antropología (ALA) y la Red de Antropologías del Sur anuncian una prórroga hasta el 29 de febrero del 2020 para presentar trabajos YA PUBLICADOS para el libro Antropología hecha en Venezuela. Miradas contemporáneas, a los antropólogos y a las antropólogas venezolanas, así como a los científicos y las científicas sociales venezolanas que hacen y hayan hecho antropología en Venezuela, cuyos textos sean representativos de su producción de conocimiento antropológico.

La Red de Antropologías del Sur, como organización miembro de la ALA, impulsa este proyecto editorial enmarcado en la Colección “Antropologías hechas en…”, coordinada por el Prof. Dr. Eduardo Restrepo, presidente de esta asociación. El propósito de esta colección es publicar compilaciones de artículos ya publicados, capítulos de libros también ya publicados, ponencias, conferencias y otros trabajos escritos fundamentales (también publicados) de autores y autoras de las antropologías de los países que conforman nuestra región o que hayan reflexionado sobre estas. La intención se centra en dibujar un mapa de las antropologías de América Latina y el Caribe para ir construyendo sus genealogías, propuestas metodológicas, sus reflexiones y construcciones teórico-prácticas, con el objetivo de re-conocernos, buscar los puntos de contacto y las preocupaciones que nos integran o diferencian.

En la actualidad se han publicado tres tomos del libro Antropología hecha en Colombia, y están en cierne los libros Antropología hecha en Perú, Chile, Argentina, México, Uruguay y con este llamado se incorpora Venezuela. El Comité Editorial de la Biblioteca Digital Latinoamericana de Antropología de la Red de Antropologías del Sur está conformado por: la Prof. Dra. Jacqueline Clarac de Briceño, el Prof. Dr. Eduardo Restrepo, la Prof. Dra. Carmen Teresa García, el Prof. M.Sc. Miguel Ángel Rodríguez Lorenzo, el Prof. M.Sc. José Gregorio Vásquez y la Prof. M.Sc. Annel Mejías Guiza. Tanto este Comité Editorial como todxs lxs miembros asociadxs de la Red de Antropologías del Sur estarán involucradxs en el proceso de divulgación, escritura, selección, corrección, organización y edición de los distintos tomos del libro Antropología hecha en Venezuela.

El material enviado debe ser, a criterio de los autores y autoras, representativo de su producción académica antropológica y serán los autores y autoras quienes gestionen los permisos editoriales correspondientes ante la organización editora que publicó su texto. Se presentará un texto por persona o de autoría colectiva, con las siguientes características de forma:

  • Extensión del trabajo: de 10 a 25 páginas, interlineado 1,5, letra Arial tamaño 12.
  • El trabajo debe presentar: título máximo de 12 palabras; nombres y apellidos del autor, autora o autores/as; presentar subtítulos divisorios del texto.
  • El sistema de referencia a usar es el Sistema Chicago (pueden revisar para mayor información la normativa en: http://erevistas.saber.ula.ve/index.php/insurgentes/about/submissions#authorGuidelines).
  • Contener un resumen biográfico del autor, autora o autores/as de máximo cinco (5) líneas.
  • En caso de ser artículos, capítulos de libro u otro material ya publicado, colocar en un pie de página al inicio del trabajo la referencia bibliográfica que indique dónde se ha publicado el trabajo por primera vez y, de considerarlo necesario, sus reediciones.

Fecha límite para la recepción de trabajos: 29 de febrero del 2020.

El material presentado se someterá a un proceso de evaluación/arbitraje de doble ciego y quedará a criterio del Comité Editorial la selección de los textos definitivos.

Antropología hecha en Venezuela se entregará a todas las personas participantes del VI Congreso ALA a desarrollarse en Montevideo, Uruguay, del 24 al 27 de noviembre de 2020. Consideramos que es una oportunidad única para la difusión de la producción antropológica de nuestro país.

Cada envío puede hacerse por una de estas dos vías:

  1. Si cuenta con un correo electrónico en Google (usuario@gmail.com), dar click en el link del formulario, ingresar por su cuenta, llenar las casillas, adjuntar el trabajo con las características especificadas y enviar. He aquí el ingreso al  FORMULARIO.
  2. Si no cuenta con un correo en Google (usuario@gmail.com), enviar adjuntando el archivo al siguiente correo electrónico: redantropologiasdelsur.vzla@gmail.com.

Esperando la participación activa de la comunidad antropológica venezolana, les saluda,

Para leer los lineamientos para postular trabajos, invitamos a dar click en el siguiente enlace: http://red.antropologiasdelsur.org.ve/archives/890.

Fuente: http://red.antropologiasdelsur.org.ve/archives/890

Comparte este contenido:
Page 637 of 3040
1 635 636 637 638 639 3.040
OtrasVocesenEducacion.org