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Pedro Henriquez-Guajardo: “Venezuela tiene temas pendientes en la educación superior”

América del Sur/Venezueal/ElNacional.com

Pedro Henríquez-Guajardo, director del Instituto de Educación Superior de América Latina y el Caribe (Iesalc), aseguró que Venezuela tendría varios “temas pendiente” en cuanto al desarrollo de la educación superior.

El director aclaró que el instituto, adscrito a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), no ha podido desarrollar una evaluación cuantitativa de la educación superior en el país por falta de cifras oficiales. Sin embargo, ha observado cambios en la calidad educativa en los últimos años.

“Tenemos poca información por la falta de regularidad de la misma. Hemos visto algunas decisiones que se tomaron en cuanto a los contenidos pero no conocemos los resultados reales. Creo que es momento de comenzar a evaluarlos”, aseguró.

El académico señaló como la primera materia pendiente definir el papel de las universidades más importantes, las emergentes (experimentales) y las regionales para garantizar la calidad de la formación en cada una de las instituciones.

La segunda materia pendiente sería el financiamiento de las universidades, el cual se ha hecho casi imposible ante el crecimiento acelerado de los recintos universitarios y de la matrícula estudiantil.

La Academia y la crisis

El director del Iesalc comentó que hay ciertos aspectos de la crisis social que repercuten directamente en el desempeño de las universidades.

Las fallas en los servicios públicos, la falta de transporte y la escasez de alimentos son algunos de los factores que perjudican a la Academia. “Naturalmente el nivel de educación superior se afecta con lo que sucede en el país. A nosotros incluso nos afecta la escasez, el agua, la  energía y la conectividad. Sabemos que en el ámbito de las instituciones esta situación profundiza la brecha para el desarrollo institucional, que no se pueden alcanzar por problemas de operación por cuestiones cotidianas”.

“Vemos en Venezuela  un  sistema de educación superior bastante deprimido con dificultades y en el que la urgencia no deja ver la estrategia, nosotros queremos ayudar y colaborar con eso”, agregó.

El también vocero de la Unesco destacó la importancia del papel que tiene la Academia en la resolución de los problemas en el país y felicitó a aquellas universidades que han tomado la iniciativa de contribuir a un cambio social.

“La Academia a partir de su independencia  puede contribuir a la unión, a la conversación y al dialogo entre los venezolanos”.

Fuente: http://www.el-nacional.com/noticias/educacion/venezuela-tiene-temas-pendientes-educacion-superior_238615

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La Conferencia Regional de Educación Superior de Córdoba Argentina (CRES2018): Voces que interrogan

Venezuela / 27 de mayo de 2018 / Autor: Luis Bonilla Molina / Fuente: luisbonillamolina.wordpress.com

“Siempre tendré un enemigo, con el semblante arrugado y más cansado que yo.

El que al largo de su sombra quiera cortar la medida de cada revolución”.

(Nunca he creído que alguien me odia, Silvio Rodríguez, 1972)

El año 2018 presentó la inusual convergencia de la celebración de dos eventos de suma importancia para la educación universitaria continental, el centenario del grito de Córdoba y la fecha pautada para la Tercera Reunión Regional de Educación Superior (CRES2018). Esta coincidencia hizo posible que la insigne Universidad Nacional de Córdoba decidiera aliarse con el Instituto de Educación Superior para América Latina y el Caribe (IESALC) de la UNESCO para celebrar ambos acontecimientos en conjunto. Las anteriores ediciones de la CRES se realizaron en la Habana, Cuba (1996) y Cartagena, Colombia (2008) y precedieron a las dos ediciones de la Conferencia Mundial de Educación Superior. La Conferencia Regional de Educación Superior[1] (CRES) del año 2018 – de ahora en adelante CRES2018- vendría a ser la tercera edición de este proceso. La CRES2018 fue anunciada a la opinión pública durante el primer semestre de 2017.

Para la CRES2018 el IESALC definió siete ejes de debates para la CRES2018:

  1. La Educación Superior como parte del sistema educativo en América Latina y el Caribe;
  2. La Educación Superior, diversidad cultural e interculturalidad en América Latina;
  3. La Educación Superior, internacionalización e integración regional de América Latina y el Caribe;
  4. El Rol de la Educación Superior de cara a los desafíos sociales de América Latina y el Caribe.
  5. La investigación científica y tecnológica y, la innovación como motor del desarrollo humano, social y económico para América Latina y el Caribe;
  6. El papel estratégico de la educación superior en el desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe;
  7. A cien años de la reforma de Córdoba.

Para los seis primeros ejes desarrollo dos estrategias, la primera un foro virtual y la segunda la conformación para cada tema de un grupo de expertos internacionales que preparó un libro sobre el particular, así como un documento base para la cita de junio de 2018. El séptimo eje quedó a cargo de la Universidad Nacional de Córdoba, contando esta institución con la libertad para presentar tanto un documento como el libro escrito por varios autores sobre este eje en particular.

Respecto al Foro virtual el IESALC UNESCO generó una plataforma digital, la cual decidió abrir desde junio hasta noviembre de 2017, como espacio interactivo de la CRES2018 con el propósito de facilitar a la academia regional un espacio donde expusiera sus puntos de vista sobre el balance de la educación universitaria en la década que se cerraba y a la par se opinara sobre la prospectiva académica para los próximos diez años. En buena medida el Foro Virtual era un espacio para valorar la cultura académica del debate digital y pulsar las coincidencias y divergencias respecto a los temas centrales de agenda.

A los efectos del análisis me parece importante revisar y analizar los contenidos de las opiniones, debates y sugerencias generadas en el foro virtual. En este sentido, en cada uno de los seis[2] ejes analizados usaré la figura de núcleos de discusión para agrupar los temas convergentes, destacando las aproximaciones, consensos y diferencias.

En el foro virtual se inscribieron 829 académicos y en los debates se mostraron más de 15000 interacciones, en las cuales los participantes expusieron libremente sus puntos de vista en torno a cada uno de los ejes temático, cuyas opiniones intentaron ser orientadas o focalizadas alrededor de preguntas generadoras. La tendencia de interacción gravitó más sobre el debate de la educación superior (ES) en general, aunque fue posible identificar núcleos de discusión que expresaban diferencias de enfoques y posturas epistemológicas sobre cada eje temático.

Algunos de estos núcleos no fueron desarrollados plenamente, ni la dinámica del debate posibilitó el limitar las intervenciones al segmento en el cual estaban inscritos; esta tendencia narrativa forma parte de una característica de los universitarios de la región quienes cruzan transversalmente los contenidos de varios de los ejes. En consecuencia, es de esperarse que esta intersección conceptual continué mostrándose tanto en la propia CRES2018 como en la etapa post conferencia. Es decir, aunque existan ejes temáticos, el discurso universitario impactado por la transversalidad, la integración y la complejidad muestra una tendencia hacia la hibridación conceptual, elemento que debe ser tomado en cuenta a la hora de valorar los documentos finales.

Para respetar la fuerza y el espíritu de las intervenciones formuladas en el Foro Virtual, me permitiré presentar la agrupación que hice por categorías en cada uno de los ejes temáticos, con el estilo de informe ejecutivo con el propósito de potenciar las reflexiones subsiguientes.

La Educación Superior como parte del sistema educativo en América Latina y el Caribe

En el foro virtual sobre “La Educación Superior como parte del sistema educativo en América Latina y el Caribe de la CRES2018”, se evidenciaron doce núcleos de discusión. La preocupación inicial giró alrededor del debate vinculado al binomio ES[3]-papel de los Estados nacionales, con dos componentes priorizados: (a) la orientación estratégica de la ES en su tensión Estados Nacionales-Autonomía universitaria y (b) ES-políticas públicas en el sector educación. En el foro emergieron elementos rezagados de la disputa abierta en la década de los ochenta del siglo veinte, entre compromiso de inclusión social a través de la ES por parte de los Estados Nacionales, versus la lógica de mercado y la privatización del sector. Esta polémica evidenció la existencia de tensiones entre los gobiernos y el sector universitario, respecto a la construcción de políticas públicas para el sector y muy especialmente respecto a aspectos normativos. Se ratifica que la autonomía universitaria constituye el bien más preciado para el mundo universitario.

Un segundo elemento articulador de ese debate lo constituyó la dupla ES-financiamiento. En este aspecto se destaca que la integración de la educación universitaria al conjunto del sistema educativo, pasa por una adecuada valoración respecto a los alcances de los Estados nacionales como financistas y/o rectores de las políticas públicas en el sector. En este último punto se subraya que el Estado, independientemente de su rol de garante financiero del sector universitario, debería limitar su intervención en el desarrollo estratégico de la ES. No se cuestiona el papel de la educación universitaria privada y se reconoce su expansión en los últimos tiempos. Eso sí, se evidencia una disputa epistemológica respecto a la necesidad o no, de buscar fuentes alternativas a los fondos públicos destinados al sostenimiento del sector. La tendencia a mayores niveles de inclusión en la educación superior en la región, genera preocupaciones respecto a la sostenibilidad financiera del sector en el mediano y largo plazo, tema que se aspira forme parte de la agenda post CRES2018.

Un tercer núcleo de debate se refiere a la tensión existente entre la responsabilidad en la gestión educativa por parte del Estado y los mecanismos para valorar la relación ES-calidad educativa. En este punto surge la calidad educativa no solo como una exigencia sino como un derecho de la sociedad. Si bien se aceptan de manera implícita las cinco categorías de UNESCO (relevancia, pertinencia, equidad, eficiencia y eficacia) como referentes válidos de calidad educativa, se propone adoptar indicadores de calidad que obedezcan a expresiones culturales de los contextos, así como la incorporación de indicadores cualitativos acordes con las tradiciones culturales locales. La definición de un concepto marco de calidad educativa, consensuado por los actores gubernamentales y movimientos sociales, pareciera ser una de las tareas pendientes en la búsqueda de puntos de encuentro con los restantes componentes del sistema educativo.

Para los participantes en el Foro Virtual la calidad educativa deberá implicar y contener la evaluación de la experiencia universitaria partiendo de una meta evaluación participativa, lo cual requiere alcanzar previamente la voluntad política para ello por parte de quienes gestionan la academia. Ello supone construir consenso previo respecto a lo que se entiende por saberes, competencias, empleabilidad, ciudadanía, desarrollo social y humano, eficiencia y, requerimientos de capital humano. En ese sentido la calidad educativa emerge como una construcción social que varía según los intereses de los grupos e intereses existentes dentro y de fuera de la institución educativa, por lo cual el Estado debería ofrecer orientaciones sobre lo que aspira alcanzar con el enunciado de calidad educativa. Eso sí, pareciera existir consenso respecto a que la calidad debe trascender las mediciones ofrecidas por pruebas internacionales estandarizadas y los rankings universitarios existentes.

Algunos de las intervenciones se apoyaron en construcciones teóricas que al respecto han venido surgiendo en los últimos años. Es el caso de lo señalado por Norberto Fernández Lamarra (2004) respecto a que la idea de calidad para los académicos se refiere a los saberes; para los empleadores a competencias; para los estudiantes a la empleabilidad; para la sociedad a ciudadanos respetables y competentes; para el Estado, según la concepción que asuma, puede variar de aspectos vinculados con el desarrollo social y humano a la eficiencia, a los costos y a los requerimientos de capital humano.

Un cuarto punto de debate se desarrolla en torno a la relación entre inclusión educativa y calidad del personal docente, lo cual en realidad expresa la vieja “disputa” entre masificación y calidad educativa. Dos elementos destacan en este núcleo, la formación profesional del profesorado universitario y su solvencia moral, ambos propuestos como indicadores de calidad, tanto de procesos como de resultados. En el debate subyace ciertamente, un cuestionamiento al desempeño profesional en contextos de masificación cuya carga de responsabilidad se coloca del lado de los gobiernos y de los decisores en la gestión de la formación pedagógica inicial inherente a los docentes universitarios.

Un quinto aspecto que genera discusión en este eje, es la determinación respecto a la interrogante ¿a quién sirve la universidad? Aunque el debate no se desarrolló lo suficiente, el curso explicitado pareciera señalar un retorno a discursos históricos respecto a universidad-desarrollo nacional, universidad-mundo productivo, universidad-capacidad de emprendimiento de quienes egresan, lo que refiere a definiciones estructurales del sistema educativo en su conjunto. Queda en evidencia, que para los participantes la relación mundo productivo-universidad está íntimamente vinculada a procesos y dinámicas que se relacionan con el resto del sistema educativo.

Un sexto aspecto en la discusión giró en torno al impacto de los pensa de estudios o cargas curriculares en la calidad de quienes egresan, lo que pareciera apuntar a cuestionamientos a la actualización de los programas de estudios universitarios en los albores de la cuarta revolución industrial. De hecho, las inquietudes parecieran señalar que buena parte del debate curricular en el sector está anclado en premisas de la segunda revolución industrial y, que solo a través de la incorporación de la TIC a la formación logran aproximarse a elementos de la tercera revolución industrial. La angustia epistémica que subyace en el debate es respecto a la utilidad de los títulos universitarios que ostentan los egresados universitarios, en el marco de la llamada era de la innovación tecnológica y del conocimiento. Se reafirma la premisa según la cual la calidad de los egresados universitarios si bien tiene elementos propios del nivel terciario, está asociada a procesos educativos en los niveles educativos precedentes.

Un séptimo aspecto que se discute es el del rol de la ES en la formación de ciudadanía para el siglo XXI. Consideran quienes participaron en los foros, que la formación de una ciudadanía crítica, participativa, reflexiva y responsable tiene como columna vertebral la formación inicial de los docentes universitarios. Se destaca la limitada importancia que se le otorga en las universidades al contexto socio-económico-político y al ejercicio pleno de la ciudadanía de los integrantes de la comunidad académica, tanto en la vida interna como en la gestión universitaria; ello va en detrimento de la construcción de ciudadanía más allá del recinto universitario. Así mismo, se planteó el limitado conocimiento que se desarrolla en las universidades respecto a los marcos jurídicos comunes y diferenciados para el ejercicio de la ciudadanía en la región en el marco de procesos migratorios y de movilidad académica propios de la globalización económica, mundialización cultural y desigualdades intra regionales.

Un octavo núcleo está conformado por la relación ES-desarrollo científico. En este aspecto se juzga como necesaria la formación en las IES[4], en competencias comunicativas escritas, en especial para mejorar la calidad de los productos científicos, así como también el desarrollo de habilidades y competencias informacionales. Esto último se demanda debido a las dificultades que se evidencian, para dar a conocer y construir viabilidad política a la inventiva y creación que ocurre en las universidades. Por otra parte, se mostró conciencia respecto a las posibilidades y potencialidades de la investigación universitaria en la disminución, no solo de la brecha tecnológica y productiva respecto a los países altamente industrializados, sino también como un camino para construir justicia social. Se evidencian signos de apertura de un debate que cuestiona el papel central de la docencia en la vida universitaria, pugnando por abrirse espacio, un paradigma de lo investigativo como el eje que articule la docencia y la extensión, lo cual se asocia a la carga horaria asignada para cada una de estas dinámicas. Ello pasa por redefinir el propio modelo de gestión interna y de relacionamiento con el resto del sistema.

El noveno punto de encuentro y polémica gira alrededor del tema ES-internacionalización, en lo que pareciera ser una percepción respecto a que lo novedoso está fuera del país y, aún aparece con mucha debilidad la reivindicación de lo propio; una tarea pendiente en el debate es la que se deriva de la reivindicación de la fusión nacional-internacional en los procesos de internacionalización. Se plantea qué dentro de una visión sistémica de integración de la ES al resto del sistema, urge revisar las dinámicas de vinculación de lo propio con lo internacional, en los niveles precedentes de los sistemas educativos. Internacionalización como lugar de enunciación de la innovación en el extranjero versus internacionalización como integración dialéctica de dinámicas de adentro-afuera, externo-interno, apuntalaron el debate.

El décimo aspecto que se resalta es la noción de desarrollo regional, que se vincula a los avances científicos en la ES. Esto coloca en un papel especial para la ES, los procesos de integración regional y sub-regional. Pero ahí también surgen visiones dicotómicas sobre el desarrollo; parecerse y aproximarse a los países altamente industrializados versus una integración armónica de la innovación y conocimiento de punta propia del mundo global y del progreso científico con la “cosmovisión ancestral”. Una tercera posición pragmática, no considera incompatible una perspectiva de la otra, aunque aún esta opinión se muestra con debilidad.

El undécimo núcleo de debates gira alrededor de la articulación de la ES con el resto del sistema, desde una perspectiva de (a) aparato escolar y otra (b) de sistema educativo complejo. Se cuestiona el sentido escolar de la formación profesional sin dejar por ello de subrayar el papel jugado por las universidades en la construcción de bienestar social. Una posible articulación de la educación vendría dada por los fines del Estado en su “espectro social” -proyecto de país- y su debida expresión en la educación nacional. Se plantea la urgencia de vincular los proyectos macro curriculares y que la articulación de los mismos se realice desde la defensa a la autonomía, procurando su protección conforme se reconfigura en cada momento histórico. Se admite la complejidad de la articulación y se valora como complicada la sinergia entre las dinámicas de la ES con los restantes niveles educativos. La articulación es entendida como proceso, no como tránsito de formación; “tránsito” que señalan los foristas, tergiversa el sentido mismo de la propuesta educativa y hace de los niveles previos a la ES, tramos, pasos, cuando no obstáculos. La educación inicial, primaria y secundaria debe ser vivida: propicia para el disfrute de la propia historia de cada ser a la par de ser una contribución al bienestar social, desde cuya perspectiva la ES no puede ser vista como la meta superior a alcanzar. Una seria limitante para esta articulación lo constituye la calidad de la educación primaria y el bachillerato, por su tendencia a limitar los aprendizajes a determinadas competencias, ausencias que serán necesarias posteriormente cuando se quiera alcanzar un aprovechamiento integral de la educación universitaria. Se colocó de relieve la importancia del desarrollo diferencial humano como indicador a considerar para la articulación de los niveles, enfatizando en la necesidad de evitar el imaginario de fases o tramos.

El duodécimo núcleo de debates giró alrededor de la prospectiva de la educación universitaria, aspirando los foristas a que la región latinoamericana repiense su educación y sistemas escolares en el marco de crecientes desigualdades sociales y en el contexto de la llamada sociedad del conocimiento. En consecuencia, señalan que la educación universitaria debe mejorar su capacidad para incorporar, en tiempo real, los avances científicos a sus mallas curriculares, procesos pedagógicos y definición de competencias del egresado; en ese sentido las dinámicas de transformación e intersección curricular entre todos los niveles del sistema educativo resultan ineficientes por su lenta capacidad de movilidad y adaptabilidad. El impacto de la creciente y acelerada revolución científico-tecnológica demanda un componente de tecnificación en todos los campos de la formación académica, así como modelos de gestión institucional mucho más flexibles y dinamismo curricular en la cotidianidad del que hacer universitario. La obsesión por lo curricular comienza a ceder espacio ante la aspiración de establecer estándares de aprendizaje en todos los niveles del sistema educativo que permitan mayores grados de libertad para la actualización y articulación de contenidos de manera permanente. En cuanto a la formación docente se propone como estrategia, el acompañamiento y fortalecimiento metodológico en el aula a los profesores nóveles. Sobre las condiciones de trabajo del personal docente se admite que el salario bajo es un problema en todos los niveles del sistema educativo y que en el corto plazo se deben buscar e instaurar mecanismos complementarios a los ingresos salariales, provenientes de fuentes de financiamiento externo.

La Educación Superior, diversidad cultural e interculturalidad en América Latina

En el foro virtual sobre “La Educación Superior, diversidad cultural e interculturalidad en América Latina” de la CRES2018, se evidenciaron once núcleos de interés entre quienes participaron. El primero de ellos plantea la ampliación de la diversidad cultural a una gama de sectores, que van más allá de los indígenas y afro descendientes e incluyen a la población en pobreza crítica, desplazados por la violencia, sexo diversidad, género, campesinos, población con discapacidades motoras y cognitivas, entre otras. El impacto porcentual demográfico de los sectores con los cuales se está trabajando versus los que se plantean como emergentes, expresa un paradigma de diversidad con temporalidad presente, que tiende a desestimar la carga histórica de la exclusión. Se evidencia en él foro un imaginario cultural en la academia que asocia diversidad a la dinámica dialéctica amplia de exclusión/inclusión, lo cual plantea un desafío conceptual y comunicacional al respecto, desde el marco paradigmático restringido que se está trabajando en esta Conferencia Regional.

Segundo, se valora que a pesar de los desarrollos desiguales en la región de ALC, los avances en materia de acceso inclusivo y equitativo a la ES son significativos. Sin embargo, se señala que no todo lo que aparece con nombre de inclusión de la diversidad cultural lo es. En este sentido emergen preocupaciones por los efectos de la mundialización cultural que genera mutaciones en los modos de vida y organización social, los cuales muchas veces son presentados como diversidad, sin contar con el recorrido histórico que les dote de tal identidad. Con lugar de enunciación distinto, pero de carácter convergente, surge una interpretación de lo nuevo, de lo naciente en la cultura y la identidad, como regresivo lo cual abre una arista para el análisis y la presentación del tema con relación a la educación universitaria. A ello se le adiciona una preocupación por el riesgo de homogenización y sectorización que pueda surgir a través de ciertos tipos de narrativas sobre la diversidad.

En el tercer núcleo de debates, se evidencia una disputa conceptual no resuelta, entre políticas públicas orientadas por la satisfacción de derechos humanos fundamentales y/o la cobertura contingente por programas sociales a población marginada, que no necesariamente se excluyen el uno al otro; en ambos casos se demanda que las políticas públicas logren la incorporación a la ES de los sectores diversos culturalmente y con demandas de inclusión intercultural. En este sentido se plantea que debe quedar claramente expresado en la narrativa de la CRES2018, que en materia de diversidad e interculturalidad la demanda es por protagonismo y preservación de la identidad, mediante modelos de gestión propia de las medidas compensatorias y no limitarse al desarrollo de medidas y programas de asistencialismo que colocan en minusvalía a los culturalmente diversos, fundamentalmente en lo relacionado a la operatividad de las políticas públicas focalizadas en el sector. La defensa de la autonomía en materia de diversidad cultural y dialogo intercultural, resulta una demanda que se extiende a la toma de decisión y gestión de sus asuntos.

Cuarto, se considera fundamental ampliar y precisar los mecanismos democráticos de concertación de políticas públicas para la inclusión plena de la diversidad cultural en la ES, en cuya orientación los mecanismos de diálogo y consenso deben ser afinados, mejorados y, en consecuencia, incorporados a las legislaciones vigentes. La “representación” del sector aparece como un rasgo distintivo de las políticas públicas para el sector, propias de la vieja generación paradigmática. Ello plantea el desafío de desarrollar nuevas formas de democracia universitaria, no limitadas al voto nominal, sino que tomen en cuenta la diversidad de métodos culturales para la formulación de marcos normativos y para la gestión de planes, programas y proyectos académicos. Una interrogante que surge es la referida a si el consenso es solo entre los iguales a incluir o, entre todas las diversidades y el propio modo dominante de ver y entender la realidad histórica.

El Quinto tema que emerge es el referido a las fuentes y mecanismos de financiamiento para la inclusión de la diversidad cultural; ya sea a través de fondos públicos, privados, multilaterales o la convergencia de todos ellos. La controversia surge debido a que la tendencia a financiamiento multilateral puede ser interpretada como contracción de la inversión gubernamental en la materia. Se mantiene la tensión respecto a la forma de invertir: si es a través de financiamiento directo o de subsidios indirectos; se expresa que los segundos, si bien son progresivos, terminan por mantener el ciclo de la exclusión. En el desarrollo del foro se fue generalizando la postura garantista de la inclusión y la equidad, surgiendo múltiples planteamientos al respecto; al final el que adquirió más fuerza postula la asignación de presupuesto para cubrir la colegiatura y la creación de un plan de becas para la diversidad intercultural, iniciativas que apuntan a coadyuvar a borrar las desventajas sociales de origen como principales elementos de riesgo.

Sexto, se planteó que la inclusión en la ES continúa teniendo el desafío de disminuir el impacto de formas solapadas de discriminación; ello demanda campañas amplias de concientización al respecto. El tema de educación para la plena inclusión de la diversidad se coloca como prioritario en la agenda pública; esto pasa por la construcción de una ciudadanía crítica, multicultural y plurigeneracional. La ciudadanía planetaria aparece como un tema difuso, que si no es abordado de manera correcta puede terminar asociándose más a la homogenización cultural que a la inclusión de la diversidad. Lo planetario, la ciudadanía planetaria intercultural y culturalmente diversa no puede ser una abstracción impuesta desde arriba, sino una construcción desde abajo, a partir de las cotidianidades territorializadas que afianzando su identidad van al encuentro de lo global.

Como Séptimo núcleo problematizador emerge la estandarización educativa. Se considera que la escolaridad homogénea genera factores que perpetúan la discriminación, porque al mantener su forma unidimensional de enseñanza-aprendizaje y las definiciones curriculares únicas, se corre el riesgo de que la ES tome solo parcialmente, las necesidades de formación de los nuevos incluidos. Un tema central en esta materia viene determinado por la respuesta a la interrogante respecto a quien determina el diseño curricular, el patrón cultural hegemónico o la mirada intercultural; en ese sentido se plantea que la flexibilización curricular se debe fundamentar en la construcción desde los propios actores y las diversidades culturales.

Un Octavo y no menos importante núcleo de debates considera fundamental la enseñanza en la ES mediante lenguas autóctonas, en el entendido de que ellas constituyen sistemas de representación y cosmovisiones que mucho tienen que aportar a la dimensión integral del conocimiento en la región. En ese sentido el pluralismo epistemológico emerge como un indicador de auténtica inclusión y como camino para el desarrollo pleno de ciudadanía activa. Ser, hablar, hacer, conocer, construir, emprender desde los propios referentes es el camino privilegiado para el desarrollo integral de la personalidad. Sin embargo, se plantea como preocupación operativa los limitados sistemas de resguardo de estas otras miradas sobre el mundo, la realidad y la historia, lo cual de no resolverse podría atentar contra la permanencia de una autentica mirada intercultural.

Noveno, la calidad educativa emerge como un tema multicultural, razón por la cual se señala que lo correcto es hablar de calidades educativas en plural. No solo como ruptura de una episteme singular al respecto, sino como una posibilidad de encuentro armonioso entre esas calidades. Por ello se planteó que los indicadores de calidad no solo deben diseñarse acorde a los contextos de origen cultural de quienes cursan estudios sino también en diálogo con quienes serán sujetos centrales de los procesos formativos. Así mismo, se planteó que la evaluación institucional –dentro de la calidad educativa- debe fundamentarse en esquemas específicos para las IES interculturales. Las condiciones de la infraestructura georeferenciada y culturalmente en armonía con la diversidad, deben acompañar la necesaria actualización intercultural del personal docente universitario, en la perspectiva de aseguramiento de las calidades educativas.

Décimo, se hace mención respecto a la hegemonía epistemológica occidental en las IES, por lo cual surge la necesidad de promover el pluralismo epistémico en la enseñanza, los aprendizajes, las pedagogías, los diseños curriculares y los modelos de ciencia, para que la propia inclusión sea plural. En este sentido se subraya que las narrativas de inclusión de la diversidad cultural y la interculturalidad deben expresarse en las técnicas, procedimientos y protocolos de los procesos de enseñanza-aprendizaje. Por ello, se alerta respecto a modalidades de demagogia académica, que se centran en enunciar nuevas pedagogías que no tienen un correlato sistémico en cada uno de los componentes conceptuales y técnicos de las llamadas pedagogías alternativas. En este aspecto se plantea la necesidad de deconstruir el imaginario único de igualdad que comienza a ser aceptado por todos, así como revisar el lugar de enunciación (académico) desde donde se propone superar las desigualdades.

En un undécimo aspecto, destaca el debate respecto a cómo se compatibiliza diversidad cultural e interculturalidad con internacionalización en el marco de la mundialización cultural. Lo diverso es visto como resistencia a la homogenización que es inmanente a muchas de las corrientes de internacionalización. Por otra parte, emergen planteamientos respecto a la necesaria superación del concepto de multiculturalidad, en el entendido de que la interculturalidad debe apuntar a una ciudadanía planetaria. En consecuencia, otra internacionalización posible debería partir del reconocimiento de lo diverso como parte constitutiva del todo, aceptando que la teleología de los modos de vida de las distintas culturas debe ser preservada, protegida e incluso estimulada. La interculturalidad es en consecuencia, una construcción contingente a cada momento histórico. Se advierte el desarrollo de una cierta interculturalidad que implica la mezcla de culturas en cuyo horizonte todas se diluyen en una nueva cultura, como discurso propio de la mundialización cultural. En contraposición se propone desarrollar la interculturalidad crítica, como camino para develar intentos de homogenización desde las narrativas de diversidad cultural.

Como Duodécimo núcleo de debates se reporta la inquietud respecto a cómo la conferencia de Córdoba construirá consensos políticamente viables para el sector, que se puedan impulsar en la próxima década. En ese sentido se revalora el papel del diálogo permanente, usando las bondades del desarrollo tecnológico sin que ello suprima la importancia del encuentro humano para aprender a vivir y convivir juntos. El papel de las universidades en esa orientación adquiere un papel relevante dado que la academia participa activamente en la producción y reproducción de relaciones sociales/económicas/políticas/culturales, mediante su ampliación, la develación de resistencia y/o la visibilización de discursos e imaginarios. El pensamiento descolonial se presenta como otra ruta posible para el desarrollo de la interculturalidad.

La Educación Superior, internacionalización e integración regional de América Latina y el Caribe

En el foro virtual sobre “La Educación Superior, internacionalización e integración regional de América Latina y el Caribe” de la CRES2018, fue posible identificar once núcleos de discusión que le interesaron a quienes participaron en los foros. En el primero de ellos, se evidenció en buena parte de quienes participaron, una percepción de la cooperación asociada a convenios y programas bilaterales, multilaterales, regionales, subregionales o globales; es decir se aprecia a la internacionalización como una dinámica vinculada a instancias formalizadas e instrumentos suscritos, no como procesos en permanente construcción. En ese sentido, siguen siendo los marcos nacionales los referentes de integración. Una buena dosis de pragmatismo orienta el debate en este sentido; más que la teleología de los instrumentos de integración, lo que interesa es su existencia y poder desarrollarse en ellos. Se suscitaron polémicas respecto a instancias como la Alianza del Pacífico y su perspectiva en materia de ES.

En el segundo núcleo de debates queda en evidencia que para los universitarios la internacionalización -en esta etapa- aparece asociada en un primer orden a formas colaborativas de investigación y en un segundo sentido, a procesos de formación permanente. Se plantea con preocupación que algunas de las iniciativas de internacionalización que se desarrollan en las IES son más el resultado de esfuerzos personales que institucionales. Un problema transversal a las iniciativas de internacionalización lo constituye la urgente necesidad de establecer fondos estables de financiamiento que garanticen su permanencia en el tiempo.

En el tercero núcleo aparece el tema de la integración vinculada a la contribución de la ES en la formación de ciudadanía mundial, emergiendo preocupaciones respecto a la preservación de la identidad y cultura local. En ese sentido se propuso promover la Historia Continental como parte de los diseños curriculares de las distintas carreras. Todos concuerdan en la importancia de establecer parámetros para la movilidad académica y la integración universitaria, pero existe cierto despiste respecto a si existe o no un centro operativo de la internacionalización. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas emergen como un referente de aspiración global que marca la agenda de la ciudadanía planetaria. Pero cómo se vinculan en una unidad dialéctica, ciudadanía nacional con ciudadanía mundial la internacionalización sigue siendo un tema de disputa permanente.

En el cuarto núcleo de debates, surgió la necesidad de proponer la revisión de los criterios, parámetros e instrumentos de evaluación de los mecanismos de integración asociados a la ES, en los cuales el “aporte social” pugna por convertirse en un indicador de calidad de estos procesos. Eso sí, desde todos los ángulos y posturas, es notoria una alta valoración de la ES como un espacio privilegiado para poner en marcha las dinámicas de integración y cooperación. ¿Qué es más importante para la evaluación en marcos de internacionalización, los resultados (egresados, invenciones, propuestas) o los procesos para alcanzarlos (docencia, líneas de investigación, laboratorios, revistas arbitradas)? entendiendo que ambos no son un fin en sí mismos, sino medios para el desarrollo –personal, nacional y regional- y para la integración.

En el quinto núcleo, surge la preocupación respecto a cómo muchos mecanismos de integración no toman en cuenta las necesidades de investigación asociadas al desarrollo regional, por lo cual es urgente revisar sus protocolos, en la búsqueda de encuentro entre expectativas mundiales, regionales y locales. En este sentido se considera importante avanzar hacia la multiplicidad de centros de investigaciones regionales, continentales y mundiales que cobijen el trabajo de los investigadores de distintas nacionalidades en una dinámica de armonización de lo local con lo global. Esta nueva institucionalidad, señalan los foristas, debe superar las limitaciones de gestión y conducción que hacen de las instituciones locales espacios que asimilan rápidamente la cultura burocrática del trámite.

En el sexto núcleo, la internacionalización aparece como un espacio y una oportunidad para el encuentro, socialización y cooperación cuyos resultados se orienten al impacto positivo en la calidad de vida de la gente. Se entiende la internacionalización como uno de los elementos impulsores más dinámicos del desarrollo socioeconómico y tecnológico de los países. En consecuencia, las universidades deben fomentar las dinámicas de internacionalización con un personal docente que muestre disposición para el intercambio de experiencias concretas –más allá de la simple reflexión teórica- y unas autoridades conscientes del propósito académico del mecanismo. Algunas limitaciones que en este sentido se destacan son la ausencia de documentos que evidencien los avances y que muestren logros en territorios humanos concretos. Así mismo se evidencia un desigual acceso a las oportunidades para el desarrollo profesional de los universitarios en esta dinámica, debido a los precarios mecanismos de transparencia en la información y de seguimientos que de estos programas se hace. Urge abrir la caja negra de los procesos de toma de decisiones al respecto, para evitar la conformación de una nueva élite universitaria compuesta por los “internacionalizados” si se quiere impactar positivamente la calidad de vida de la población.

En el séptimo núcleo, se insiste en vincular las experiencias de internacionalización a plataformas académicas existentes que garanticen su permanencia en el tiempo, acceso equitativo en todo el territorio regional y la construcción compartida de una agenda de prioridades. Para esta labor se identifican con claridad, plataformas intergubernamentales como el IESALC-UNESCO, académicas como CLACSO o FLACSO y la diversidad de instituciones nacionales asociadas a la ES y la investigación en el sector. En consecuencia, el debate sobre la internacionalización interpela respecto a la necesaria construcción de una clara centralidad en sus dinámicas, para evitar la conformación de una casta extra-institucional con limitada capacidad de impacto a todo el sector.

En el octavo núcleo, surge la internacionalización como una oportunidad para que la investigación actualizada impacte positivamente a los procesos de enseñanza-aprendizaje en la IES de la región. Nuevamente el eje vertebrador de la internacionalización aparece identificado en la docencia; por ello figuras como las del profesor invitado continúan siendo un indicador claro de construcción en la materia. En una región con una brecha de conocimiento amplia respecto a los países altamente industrializados, la internacionalización aparece como un mecanismo para empalmar con las narrativas, prácticas, rutinas e inventivas de última generación.

En el noveno núcleo surgen inquietudes respecto al acceso a los procesos de socialización del conocimiento en el marco de la internacionalización. Para quebrar la cultura del secretismo y de ocultamiento de los resultados de investigación, se plantea utilizar la internacionalización como un camino para la transparencia de procesos de indagación y para comunicar los resultados. En este sentido, los repositorios y las plataformas digitales homologadas, descentralizadas y manejadas de manera cooperativa, se consideran espacios privilegiados de reconocimiento a la labor de investigación, formación y construcción de redes colaborativas resultantes de la internacionalización.

En el décimo núcleo, es posible identificar resistencias locales a la internacionalización, en cuanto rompen la normalidad y abren nuevos horizontes para las IES. En dinámicas de rápida obsolescencia del conocimiento, formar parte de la internacionalización implica capacidad de adaptación y de vinculación acelerada respecto al llamado “conocimiento de punta”. Lo viejos ciclos de asimilación del conocimiento sobre los cuales se fundamentó la actividad académica en el pasado reciente, resultan obsoletos, por ello la actualización académica se hace hoy en tiempo real. Esto genera turbulencias en la rutina universitaria, razón por la cual es posible avizorar en el corto y mediano plazo, una nueva generación de reformas de la educación superior en esta materia.

En el undécimo núcleo de debates, se identificaron algunos requisitos institucionales para fortalecer las dinámicas de internacionalización: (a) voluntad política de las universidades y de los ministerios rectores del sector para acompañar y potenciar estos procesos; (b) la construcción de mecanismos estables de auto sustentación económica y para el desarrollo tecnológico de las universidades; infraestructura propia acorde a la cuarta revolución industrial (conectividad de banda ancha, fortalecimiento de la arquitectura de la “nube”, índices virtuales de publicaciones temáticas, bibliotecas digitales con títulos recientes, mecanismos de comunicación virtual múltiple); (d) construcción de bases de datos respecto a fuentes de empleabilidad temporal en los distintos países; (e) allanar el camino sobre las nuevas profesiones y los novedosos perfiles de docentes universitarios en el marco de la era de la singularidad; (f) fomento de cátedras internacionales; (g) colaboración y cooperación internacional planificada y evaluada permanentemente en ciencia y tecnología.

En el duodécimo núcleo de debates se ubicaron críticas y resistencias respecto a que el proceso de internacionalización se convierta en un mecanismo más para impulsar los rankings universitarios como sistema de clasificación mundial de la IES. Se planteó desarrollar campañas que tiendan a fortalecer la visión de la internacionalización como una dinámica asociada a la formación permanente, la investigación colaborativa y el intercambio de experiencias exitosas a nivel global. La estandarización sigue dividiendo los debates en el mundo universitario.

 

El Rol de la Educación Superior de cara a los desafíos sociales de América Latina y el Caribe

En el foro virtual sobre “El Rol de la Educación Superior de cara a los desafíos sociales de América Latina y el Caribe” de la CRES2018”, fue posible identificar nueve núcleos de discusión que le interesaron a los foristas. En el primer aspecto, destaca la aspiración creciente de pertinencia social de las IES, para alcanzar el compromiso colectivo de mayor equidad, inclusión y desarrollo humano en ALC. En ese sentido se señala que, si bien la ES tienen respuestas y rutas de solución a muchos de los problemas sociales, aún persisten las dificultades, tanto para construir viabilidad política a sus iniciativas como para producir un encuentro permanente y sostenible en el tiempo con las comunidades. La pertinencia emerge como una aspiración de legitimidad, pero también asociada a la eficacia institucional.

En el segundo aspecto, se reitera preocupación respecto a la formación disciplinar sin convergencia transdisciplinaria en la resolución de problemas de la realidad que adelantan muchas de las IES en la región, la cual se convierte en una limitante para empalmar con la dinámica y compleja realidad social. Esta mirada unidimensional en el plano disciplinar tiene un profundo impacto en la formación y el perfil profesional de los egresados, en medio de la turbulencia que genera la revolución científico-tecnológica y paradigmática de la segunda década del siglo XXI. No se trata de despreciar o diluir la formación disciplinar pues ella constituye el sustento de los trans disciplinario, sino de asociarla a la convergencia de los distintos campos en su horizonte epistémico y práctico. Ya no basta reconciliar conocimiento científico con saberes e identidad cultural, se requieren crecientes habilidades profesionales para el abordaje contingente de ciclos cada vez más cortos de innovación mediante la fusión paradigmática de conocimientos que integren -sin eliminar- los distintos estilos de pensamiento científico. El cambio ha dejado de ser una aspiración para convertirse en una constante y la formación estrictamente disciplinar resulta cada vez más precaria para abordar esta realidad. Las nuevas profesiones deberán anticipar y saber trabajar campos que hasta ahora eran vistos separados como los descubrimientos sobre los procesos que permitieron la evolución de las distintas formas biológicas de vida, la virtualidad y la inteligencia artificial, asociados a la resolución de problemas tanto cotidianos como de alta complejidad.

En el tercer aspecto, se polemizó respecto a las dinámicas universitarias de equidad y perfeccionamiento social. En el primero de los casos se sugirió vincular la equidad a la agenda de universalización de derechos humanos. Sin embargo, estas aspiraciones éticas universales tienden a la normalización y estandarización en el marco de una agenda única de futurica social, expresada en los llamados Objetivos de Desarrollo Sostenible. La mundialización cultural ha objetivado y cuantificado en aspiraciones por periodos los derechos humanos, convirtiendo a la equidad en un tema de metas por alcanzar. En este sentido, la perspectiva crítica de la universidad se convierte en un reservorio moral para tensionar una mirada cualitativa de la equidad, abierta a la incorporación de nuevas aspiraciones de derechos humanos. En el segundo de los casos, se propuso superar el término de perfeccionamiento social, dado su carácter fundamentalmente normativo y autoritario, como mirada de un mundo ideal desde el poder, recuperando el paradigma de convivir y vivir juntos asociado a la construcción de convivencia social. Es decir, el encuentro humano permanente como ideario de mejora social continua, alejada de cualquier tentación autoritaria de perfeccionamiento. En ambos casos, se consideró que estos debates hacían parte sustantiva de la orientación social de la ES.

En el cuarto aspecto, se enfatizó en la urgencia de trabajar la inclusión social desde una perspectiva pluri e intercultural, con perspectiva de género. Ello demanda mayor socialización abierta del conocimiento y los saberes, que lleva implícita en sí misma una demanda de mayor democratización de la vida universitaria, la gestión y el poder académico. La inclusión apareció en los debates como un proceso a lo interno de la institución, pero también como compromiso compartido en el plano de las externalidades del claustro. En el plano interno la inclusión no es solo estar, sino fundamentalmente ser, participar, decidir, coordinar, dirigir y evaluar; es decir, tener la posibilidad de asumir cada uno de los roles del que hacer universitario. En el plano extra institucional, la inclusión es compromiso ético en trabajar para que todos tengan las mismas oportunidades de partida y la libertad real de elegir el presente y el mañana, sin renunciar a los orígenes que le dan identidad y sentido histórico a la existencia.

En el quinto aspecto, se colocan nuevamente en agenda, las enormes posibilidades y potencialidades de la ES en la formación y modelamiento del liderazgo social, no sólo en sus procesos formativos internos, sino en una revaloración de la extensión universitaria. Pero para ello, la universidad debe acompañar el decir con el hacer, apuntalando las exigencias de mayor igualdad, justicia y democracia en la sociedad a la par que prefigura el mañana en sus procesos de gestión y la cotidianidad de sus prácticas. La renovación democrática de la sociedad del siglo XXI que se demanda en los textos, informes y conferencias universitarias debe comenzar a mostrarse en sus dinámicas, para que la modele y forme con el ejemplo, a las nuevas generaciones de liderazgo social que requieren las comunidades de base. La permanencia de las desigualdades e inequidades de las sociedades de ALC muestran en buena medida los límites de las resistencias en el terreno del pensamiento académico evidenciadas en carencias en el discurso, las narrativas, los imaginarios, la praxis, es decir, en el paradigma del mundo y la acción política, referenciado en saberes y conocimientos científicos que tienen dificultades para relacionar teoría con praxis.

En el sexto aspecto, se refuerza la necesidad de profundizar la inclusión de la diversidad, no solo en los términos cualitativos del discurso sino también en crecientes porcentajes de cobertura, entre los sectores históricamente excluidos de la ES. En consecuencia, la diversidad debe ser reconceptualizada, superando concepciones biomédicas y antropocéntricas, para abrirse al abanico de todas las mentalidades y expresiones sociales que resisten al modo único de entender el mundo y las relaciones sociales.

En el séptimo aspecto se resaltó la necesidad de optimizar la relación de las universidades con las instancias de poder de los Estados Nacionales, manteniendo la autonomía e independencia, pero haciendo un frente en común para derrotar las distintas formas de inequidad existentes en las sociedades de ALC. En ese sentido, se deben desarrollar competencias institucionales para comunicar y desarrollar los productos de investigaciones que se vinculen a la resolución de problemas que afectan a los ciudadanos.   En esa perspectiva la descentralización investigativa adquiere un papel fundamental en la ruta para potenciar resultados con impacto social; por ello, la investigación se convierte en una estrategia para el conocimiento de los problemas específicos de cada país o localidad, haciendo de dominio público sus resultados.

En el octavo aspecto se subrayó la importancia de la evaluación institucional permanente, no como proceso cerrado sobre el accionar de las universidades, sino de cara al cambiante contexto. Es decir, adaptabilidad, transformación, capacidad de anticipación se convierten en indicadores de desempeño de la educación superior. Esta aspiración lleva implícito el cuestionamiento a una creciente brecha entre programación y demandas que emergen de la realidad. Es también, un recordatorio respecto a la urgente necesidad de construir una cultura evaluativa que implique una dinámica de cambios que como mínimo acompañe las transformaciones epocales del entorno. Ello pasa por el desarrollo de currículos heterogéneos, correspondientes a tiempos cambiantes, por alcanzar auténtica flexibilidad curricular que se fundamente en los ritmos individuales de aprendizaje y la resolución de las situaciones de los entornos.

En el noveno aspecto emergió la demanda de acompañar las transformaciones que impulsa la agenda 2030 de Naciones Unidas y en especial el ODS4 que es monitoreado por UNESCO. Los resultados de la Conferencia Regional de Educación deben estar en sintonía y desarrollar los enunciados y metas de estos ODS, sin dejar con ello de tener una lectura crítica sobre un modo único de construir los necesarios cambios. Cada universidad debe verse en el espejo de las aspiraciones humanas contenidas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible y construir una ruta de encuentro con ellos. Para lograrlo se planteó partir de un diagnóstico de necesidades individuales y colectivas a partir de las dimensiones del desarrollo humano, respeto a la vida, educación para la ciudadanía crítica, promoción de la diversidad cultural, educación para desastres socio naturales, emergencias y conflictos, cultura para la paz.

Destacan en este eje, la ausencia de algunos debates claves como educación pública, Estado Docente, porcentaje del PIB y del gasto público en educación superior, entre otros que han constituido elementos claves a través del tiempo en la orientación de reformas y/o contrarreformas educativas.

La investigación científica y tecnológica y, la innovación como motor del desarrollo humano, social y económico para América Latina y el Caribe

En el foro virtual sobre “La investigación científica y tecnológica y, la innovación como motor del desarrollo humano, social y económico para América Latina y el Caribe” de la CRES2018”, fue posible identificar doce núcleos de discusión que orientaron las reflexiones entre quienes participaron en los foros. En el primero, existen plenas coincidencias respecto al rol central que hoy tienen el conocimiento, la investigación y la innovación científica para el desarrollo y el futuro de ALC. No obstante, se demanda un mayor reconocimiento social e institucional que determine su priorización en las políticas públicas de la región con claras expresiones en el presente y porvenir de la ES. El carácter dependiente y neocolonial de muchas de las economías de la región ha desarrollado una cultura de priorización de la compra de innovación a los países altamente industrializados y la réplica, aplicación o ensamblaje en los centros de investigación locales, dejando a un lado o invisibilizando a muchos de los procesos y resultados de investigaciones propias. Señalan que, no obstante, la innovación y los descubrimientos en la región siguen siendo importantes, pero para potenciar su uso vinculado al impacto social. Plantean que resulta de especial urgencia colocar en las prioridades de las políticas públicas nacionales en la región, la agenda científica, tecnológica y de innovación.

En el segundo núcleo, surge la preocupación por la dimensión ética de la ciencia del siglo XXI, en los albores de la cuarta revolución industrial. Por ejemplo, ¿es moralmente válida la intervención tecnológica en la reproducción de la vida y el horizonte de fusión de las formas biológicas de vida con la inteligencia artificial? Se planteó con especial preocupación, si los límites y alcances de la bioética serán suficiente para soportar las presiones de una industria global que ha convertido la vida misma en una mercancía. En realidad, este debate nos remite al abordaje de la mayor crisis civilizatoria de la humanidad, la del presente, y en la cual la perspectiva de la academia, de las universidades, de los sistemas escolares resulta de importancia central en la construcción de resistencias a la disolución de los valores humanos, que constituyen un reservorio para prevenir que impulsando la innovación no sucumbamos a sus peores intereses.

En el tercero núcleo, se destaca el emerger de una especie de epistemología ecológica, que plantea la necesidad de una ciencia para la vida y la paz, en la perspectiva del debate civilizatorio del presente. Resurgen visiones que vinculan el acceso y ejercicio de la ciencia al plano de los derechos humanos fundamentales. Se planteó con insistencia la urgencia de una ciencia que trabaje innovación, tecnología e investigación no para el mercado sino para el pleno desarrollo humano y la re armonización del hombre con la naturaleza. Los perversos resultados del humano centrismo propio de los meta relatos del siglo XX, invitan a una revolución paradigmática que coloque a las distintas formas de vida en el centro de las preocupaciones humanas. Para los foristas la universidad está convocada a trabajar para revertir el impacto en todos los campos del cambio climático, la desertificación y el retroceso de las reservas de agua potable que amenazan no solo la biodiversidad sino la vida misma en el planeta. De allí la importancia de apoyar e impulsar una episteme ecológica como guía de la acción académica en todos los campos.

En el cuarto aspecto, se retoma la necesidad de hacer coincidir los propósitos de la ciencia con la agenda social. En ese sentido la discusión se adentra en el terreno de la ecología humana, abandonando los discursos de antagonismos de clases por los de la construcción de consensos sobre un horizonte compartido. Sin embargo, en el debate se alerta sobre la permanencia de tendencias tecnocráticas y de determinismo conocimiento-desarrollo en la impronta de la ciencia que se hace en la ES de la región. Estos cuestionamientos apuntan a la promoción de una nueva reforma universitaria que revise y actualice su papel, en la construcción no solo de gobernabilidad sino también de felicidad humana.

En el quinto núcleo, se discutió respecto a las formas cómo se relaciona la ciencia que se generan en las IES con el mundo productivo o empresarial. Se subraya la preocupación respecto al retraso tecnológico que subyace en ALC en general y en la ES de la región en particular, respecto al llamado conocimiento de punta presente en los países altamente industrializados. Empresas de maquila y ensamblaje de partes demandan conocimiento en esa orientación, perpetuando el ciclo de la dependencia. La soberanía de los países aparece hoy altamente asociada a la innovación, la tecnología y la investigación independiente que puede ser construida desde las universidades de la región; ello demanda un acuerdo regional respecto a la protección de estos procesos y el uso adecuado de los resultados.

En el sexto núcleo, sorprende la reedición de una vieja aspiración, la cual se creía superada como resultado de las más recientes renovaciones universitarias: la referida a la necesidad de incluir desde sus inicios, la investigación en todas y cada una de las carreras universitarias. Docencia, extensión e investigación constituyen la triada sobre la cual se soporta conceptualmente la actividad universitaria, pero el debate devela que buena parte del conocimiento que circula en las universidades es reproductor y, que ello ha convertido a la formación profesional en un proceso sin contextos. Señalan los foristas que no es correcto colocar la carga de la responsabilidad de este fenómeno en los docentes, pues ellos son parte de un sistema construido sobre la base de la docencia, en el cual la investigación en términos prácticos es invocada como un complemento, no como un proceso sustantivo que alimente la enseñanza. Es decir, no bastan elaboraciones normativas ni declaraciones de principios, se requiere una revisión de la carga de tiempo-actividad que se asigna a cada uno de los procesos universitarios, privilegiando la racionalidad investigativa como lugar de enunciación de la docencia.

En el séptimo núcleo, se plantea la urgencia de redimensionar el papel de las IES en la formación de los investigadores para el siglo XXI, así como en la construcción de una “cultura investigativa”, no sólo a su interior, sino en la sociedad regional en su conjunto. En este último aspecto destaca la preocupación por los mecanismos, canales y modos de comunicación y socialización de los resultados de las investigaciones generadas por las IES de ALC, así como por la relación entre número de investigadores acreditados y la cantidad de resultados conocidos de su labor. Un dato relevante, lo constituye la percepción que tienen quienes participaron en los foros respecto a que la responsabilidad de las fallas en la comunicación de resultados de investigación son el resultado de limitaciones en el diseño e implementación de políticas públicas en el sector.

En el octavo núcleo, se mantiene el debate de una década atrás, respecto a la urgente necesidad de una mirada transdisciplinaria en materia de investigación y aplicación de los resultados de la labor científica que se realiza en la ES. Esto pareciera indicar la permanencia de una mirada disciplinar en la investigación que no logra desarrollar una perspectiva de fusión de campos del conocimiento y saberes, en una aproximación holística a la realidad. La sugerencia que emerge es la de constituir equipos multidisciplinarios, que en el desarrollo del trabajo investigativo procuren alcanzar una praxis transdisciplinaria. Para allanar el camino a un cambio paradigmático al respecto, se presentan como alternativas los aprendizajes integrados para el abordaje transdiciplinario de los problemas presentes en la realidad.

En el noveno núcleo, se cuestiona el modelo de financiamiento para la investigación y la actividad científica en las IES, las cuales indican, muestran limitaciones de infraestructura y de inversión para el desarrollo del talento humano en la región. Se evidencia la construcción de consensos respecto a que el financiamiento de la investigación científica en la ES, debe ir hacia modelos mixtos que cuenten con el aporte del Estado pero que se complementen con los del sector privado, sin que ello implique abandono de la responsabilidad gubernamental respecto a la ciencia como bien público. Se plantea la posibilidad de construir un anuario de inversión pública y privada para la ciencia, la investigación y la innovación en ALC que permita evidenciar las tendencias del financiamiento y en consecuencia desarrollar estrategias de captación de recursos.

En el décimo núcleo, se destaca la necesidad de vincular mucho más la actividad científica con la revolución digital. En ese sentido, se plantea utilizar las herramientas derivadas de esta revolución tecnológica para mejorar la comunicación y el intercambio entre los pares científicos ubicados en distintas regiones, pero también para avanzar en la plena democratización del saber científico que se produce en la ES. La revolución tecnológica es vista como una oportunidad para la descentralización y desconcentración de procesos de toma de decisiones en gestión de la investigación, pero también como una potencialidad para la conformación de redes, equipos y colectivos de investigación ubicados en territorios diversos y distantes. Los reservorios digitales urgen como una alternativa para democratizar el acceso a la inventiva, información y procesos de investigación.

En el undécimo núcleo de debates, se plantea la urgencia de construir mecanismos democráticos, justos, transparentes y equitativos para el acceso de la comunidad científica que labora en las IES, a los programas de movilidad, pasantías, intercambios, entre otros. Allí se cuestionó el riesgo de surgimiento de una élite que accede a los distintos programas de incentivo y promoción de la investigación, sin que existan mecanismos rotatorios e igualitarios para su uso.

En el duodécimo núcleo se problematizó respecto a la capacidad que tienen los sistemas educativos de la región para la formación de una cultura científica. El carácter laico, crítico, reflexivo y transdisciplinario de la educación emerge como condicionante para avanzar en una auténtica cultura científica que derrote el pragmatismo y la empírea en el campo investigativo. Esto pasa por el estímulo de la lectura reflexiva y el acceso oportuno a las fuentes de información sobre innovación y novedades investigativas, algo que aún no termina de suceder de manera compartida en ALC.

El papel estratégico de la educación superior en el desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe

En el foro virtual sobre “El papel estratégico de la educación superior en el desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe” de la CRES2018, fue posible identificar nueve núcleos de discusión que le interesaron a quienes participaron en los foros. En el primero, se identifican antagonismos entre las concepciones centradas en la formación para el trabajo y el mundo productivo y las que entienden que el papel central de la ES está asociado a la formación en ciudadanía. Esta tensión es derivada de las perspectivas del mercado en la ES versus las que postulan el contenido social del sector, expresando un efecto residual de debates de décadas anteriores. La globalización económica y la mundialización cultural, desde los referentes de poder, han compatibilizado estas esferas al plantearse la subordinación de los procesos educativos a los requerimientos del mundo del capital-trabajo, a la par que postula un nuevo desarrollo ciudadano más allá de los límites de las fronteras nacionales. Sin embargo, el concepto de ciudadanía que se evidencia en los debates es el vinculado a lo local, al desarrollo de los Estados-Nación y la noción de ciudadanía planetaria aparece de manera tenue. La ciudanía mundial como la define UNESCO (2015) referida “a un sentido de pertenencia a una comunidad más amplia y a una humanidad común” que enfatice en “la interdependencia económica, política, social y cultural y en las interconexiones entre los niveles, local, nacional y mundial” aún no es concepto que tiene hegemonía en el mundo universitario. Por otra parte, en esta discusión se evidenció una falsa dicotomía entre trabajo comunitario e inserción laboral en el mercado, como si lo uno incidiera negativamente en lo otro y ambos no constituyeran expresiones concretas del desarrollo ciudadano.

En el segundo, emergen con fuerza dos determinantes del discurso que señalan que las universidades de la región viven su peor crisis de identidad y utilidad, por carencias de calidad y pertinencia. Esto no es nuevo, organismos como el ILPES/CEPAL plantearon en la década de los noventa del siglo XX que los Estados Nacionales vivían una crisis de eficacia y legitimidad, que tenían su correlato en los sistemas educativos en problemas de calidad y pertinencia, respectivamente. En el caso de la calidad se plantea la urgencia de construir un concepto marco por consenso que la defina, lo cual permitiría alinear esfuerzos y estrategias y abandonar el uso del término como un “comodín” para decir en distintos contextos y narrativas, que procesos y resultados es urgente mejorar en la ES. Concepto que todos comparten debe partir de las cinco categorías fuerzas promovidas por UNESCO. En el debate sobre la pertinencia se evidenció una mirada menos histórica de su inserción en el discurso de la transformación universitaria, destacando que se le atribuye un carácter “progresista” a su exigencia. Apenas si se asomó el cuestionamiento al origen del término en políticas públicas educativas, derivado de la exigencia de órganos económicos mundiales que demandaban desde hace varias décadas, un mayor impacto del mundo universitario en el desarrollo de los países. En realidad, el debate sobre la pertinencia se centró en los procesos internos de la ES, asociados a la oferta académica (carreras, diseños curriculares, modelos pedagógicos, perfil de los egresados). Sin embargo, buena parte de la polémica en este último aspecto se mantuvo en los marcos de las discusiones inherentes a la segunda revolución industrial.

En el tercer núcleo, el financiamiento se convierte en tema central, en dos líneas de trabajo: la primera vinculada al origen de sus fuentes principales y el segundo, al uso y administración de los recursos asignados. Se subraya la responsabilidad del Estado como mayor garante de un adecuado financiamiento para la ES, en razón de su papel estratégico en el desarrollo nacional y regional. Contraloría social y modelos de autogestión administrativa surgen como alternativas para optimizar las asignaciones presupuestarias para las IES, que los foristas consideran aún resultan insuficientes, para prestar una contribución más contundente desde la universidad, a la resolución de las brechas de desigualdad y pobreza existentes en la región. Persisten prejuicios respecto a la inversión de fondos privados en el desarrollo de la educación universitaria pública. Planteamientos como los formulados por el Banco Mundial (2016) respecto a las posibilidades que los Estados Nacionales desarrollaran modelos de impuestos diferenciados según los niveles de ingresos de los ciudadanos, para el sostenimiento de la ES, no aparecieron en el debate.

En un cuarto núcleo, emerge el papel de la ES como dinamizadora de la justicia social, mediante la puesta en marcha de iniciativas que sirvan de modelo para la eficacia en los asuntos públicos y la legitimidad en los procesos de toma de decisión. En este sentido se mantiene la esperanza que se le atribuía al mundo universitario en el periodo post guerras mundiales, acerca de su capacidad de modificar la inequidad existente en las sociedades. Sin embargo, el discurso al respecto se genera desde un lugar de enunciación auto proclamado como ideal, que no posibilita la revisión crítica respecto a cómo la propia ES ha sido permeada por prácticas que forman parte del círculo de la inequidad. En este sentido, el discurso sobre la universidad no da cuenta de las deudas internas en materia de democratización, transparencia en la gestión, capacidad de anticipación respecto a zonas de conflicto social, que históricamente constituían banderas de su actividad. Pero resulta sintomático de los nuevos debates educativos, que se retome el papel de la universidad como institución constructora de un mundo de mayor justicia, libertad y equidad.

En el quinto núcleo, se plantea que en razón del impulso de los ODS y en especial del objetivo 4, el tema de las remuneraciones y salarios de los docentes universitarios constituye un aspecto medular en la tarea de alcanzar una educación de calidad en la región. Plantean los foristas que las disparidades existentes en materia de escalas de sueldos y salarios entre países pueden derivar en una estratificación de ES, dadas las diferencias que hoy existen entre los universitarios para el acceso a la información, la tecnología y la movilidad académica. Este debate oscila entre quienes piensan la urgencia de avanzar a un acuerdo regional en materia de escalas mínimas de sueldos y salarios hasta quienes postulan la urgencia de acordar un porcentaje del PIB que las naciones le asignan a la educación, para la mejora sustantiva de las condiciones de trabajo del personal docente y de quienes coadyuvan a los fines del mundo universitario. Lo cierto es que la calidad educativa aparece condicionada al tema salarial.

En el sexto núcleo, se mantiene abierto el debate sobre los límites de la inclusión educativa en el sector universitario, a partir de una supuesta incompatibilidad entre ampliación sostenida de la cobertura y sostenibilidad presupuestaria del sistema. Sin embargo, los argumentos en uno u otro sentido no se vieron acompañados de cifras o datos que confirmaran o negaran, una u otra posición. En ese sentido, el debate evidencio que se mantienen posiciones históricas sobre el particular y que persisten dificultades para encontrar coyunturalmente, un punto intermedio que permita avanzar en la tendencia a la expansión de la cobertura con capacidad creciente de la ES para generar y captar recursos provenientes de distintas fuentes. Los resultados de los rankings y las pruebas estandarizadas aparecen como distractores para el debate de fondo sobre la orientación de la ES y su búsqueda de fuentes alternas de financiamiento para alcanzar tales fines.

En el séptimo núcleo, se reconoce el papel de la educación superior de gestión privada, como una alternativa no solo para ampliar la cobertura, sino como referente de capacidad para la adaptación curricular y de respuestas contingentes a las demandas del entorno. En ese sentido, se plantea la necesidad de hibridar los procesos entre el sector público y privado de la ES, en favor del sostenimiento de la tendencia de ampliación de la cobertura en la región. No por ello dejan de reflejarse preocupaciones respecto al riesgo de una visión mercantilista de la ES.

En el octavo núcleo, se planteó la necesidad contingente que las IES desarrollen la cultura tecnológica del siglo XXI en los albores de la cuarta revolución industrial y la era de la llamada singularidad. Los foristas insistieron en que no se trata de sucumbir acríticamente ante la innovación tecnológica que invade el mercado, sino de valorar las enormes posibilidades que de ellas se derivan para la democratización del conocimiento y la información, así como para la conformación de equipos interdisciplinarios de trabajo que están ubicados en distintas regiones y que hoy tecnológicamente podrían compartir trabajo en tiempo real. Se plantea como desafío el mantener las tecnologías propias, ancestrales y populares en armonía con la revolución digital, la nanotecnología y el creciente conocimiento de los procesos de cognición que ocurren en el cerebro humano. Las presiones y resistencias respecto a la virtualización de la universidad, son la punta del iceberg de la reconfiguración del mundo universitario ante el avasallante desembarco del modo de producción fabril 4.0

En el noveno núcleo de debates se expresó la preocupación respecto a las formas y mecanismos de relacionamiento de la ES con la toma de decisiones y la gestión pública. Históricamente hablando la universidad ha encarnado el rol de contrapoder a los gobiernos de la región, pero esa situación está mutando como resultados de crecientes propuestas universitarias que pugnan por permear los asuntos públicos y una creciente demanda del sector gubernamental por ideas que les permitan cumplir con las promesas electorales de mayores niveles de progreso, bienestar y felicidad. No se avanzó en propuestas concretas al respecto, pero se dejó sentada la preocupación sobre el particular.

Para cerrar

Reitero que en este texto preferí destacar las voces que se expresaron en el foro virtual, que como se puede constatar refuerzan muchos de los planteamientos críticos que he venido formulando. En síntesis, el foro virtual de la CRES2018 mostró motivación de un amplio número de académicos de la región sobre la agenda propuesta. Por otra parte, se evidenciaron desarrollos desiguales entre los participantes que hicieron del mecanismo consultivo un camino para compartir y crecer juntos. Por ello, tal vez la UNESCO y especialmente el IESALC deberían explorar la posibilidad de mantener abierto el espacio como un camino para pulsar de manera continua la opinión de los académicos y construir juntos sinergia transformadora.

A partir del debate se puede conseguir pistas para delinear una identidad de la universidad en la región y establecer los puntos centrales de la aspiración colectiva actual por el inicio de un proceso de transformación universitaria. Cambio que debe partir del estudio de la historia de nuestra academia y las deudas en materia de renovación que han venido quedando a través del tiempo. Sin embargo, debo confesar mi sorpresa ante la limitada presencia de referentes en el debate a la crisis civilizatoria que asedia a la educación universitaria en el marco de la cuarta revolución industrial y la era de la singularidad.

Del 11 al 16 de junio de 2018, en Córdoba, argentina, miles de académicos de América Latina y el Caribe desplegaremos toda nuestra energía crítica y reflexiva para analizar el presente y el futuro de la educación superior en la región. Será la cita universitaria más importante del año y una oportunidad para interrogarnos sobre las posibilidades de otra universidad posible.

La pregunta que subyace transversalmente respecto tanto a los debates del foro virtual como a la propia CRES2018, es que ocurre con la universidad latinoamericana, por qué a pesar de haber tenido en Córdoba un referente tan importante no termina de tener un mayor protagonismo en la dinamización regional. Acaso ¿será necesario revisar su génesis, recorrido y antecedentes para poder entender su crisis actual? De esto intento ocuparme en el libro que estoy escribiendo.

[1] En Venezuela se sustituyó en la legislación educativa el término Educación Superior por el de Educación Universitaria, pero internacionalmente se continúa definiendo como Superior al sector, por lo cual dado que este documento circula en distintos países de la región usaré la definición más usada.

[2] No tuve acceso al histórico certificado de los debates del séptimo eje, referido a los cien años de la Reforma de Córdoba, razón por lo cual no lo incluyo en este libro, pero espero poder hacerlo en la oportunidad que escriba el siguiente libro de análisis crítico sobre la CRES2018.

[3]Educación Superior

[4]Instituciones de Educación Superior

Fuente del Artículo:

La Conferencia Regional de Educación Superior de Córdoba Argentina (CRES2018): Voces que interrogan

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Pobreza, conflictos y exclusión amenazan a la mitad de los niños en el mundo, según informe

Alemania/02 de Junio de 2018/El Comercio

Más de la mitad de niños en todo el mundo ve su infancia perjudicada por algún tipo de amenaza como la guerra, la pobreza extrema o la discriminación de las niñas, según un informe presentado hoy, 30 de mayo del 2018, por la organización humanitaria internacional Save the Children.

La infancia de más de 1 200 millones de niños y niñas de todo el mundo está en juego, se advierte en el informe ‘Los rostros de la exclusión’, en el que se destaca que los menores de África Central y Occidental son los que más expuestos están.

«El matrimonio infantil, el trabajo infantil y la falta de alimentación son sólo algunas de las alarmantes situaciones que roban la infancia a los niños», dijo la gerente de Save The Children en Alemania, Susanna Krüger.

En la mayoría de países de América Latina y en el Caribe la situación de los menores registra una mejoría.

Los avances para impedir el trabajo infantil en Perú o el Salvador mejoró la calificación de estas naciones.

En Panamá y Venezuela, sin embargo, la situación empeoró. En el caso de Panamá debido a que menos niños han sido escolarizados en comparación con años anteriores, situación que también se observa en Venezuela, donde además aumentó la mortalidad infantil.

En el estudio, que se llevó a cabo en 175 países, se señala que en total la situación ha mejorado en términos generales en 95 países, mientras en una cuarentena ha empeorado considerablemente. Níger sigue siendo el que está en la cola de la lista. Mali, la República Central Africana y Chad le siguen de cerca.

De entre los países iberoamericanos, solo dos figuran entre los 15 primeros: Portugal en el lo más alto (puesto 11), seguido de España (en el 14), Chile (en el 58), Argentina (en el 73), Brasil y México (en el 93), Perú (en el 95).

El índice se elabora tras comparar indicadores como la falta de alimentos, el acceso a la educación, la alimentación, problemas de salud y violencia extrema.

Save the Children exige a todos los gobiernos que permitan a todo menor comenzar su vida de forma óptima. «Las naciones tienen que actuar para que se puedan cumplir los acuerdos de sostenibilidad de la ONU y ofrecer a todos los niños sin excepción un futuro», dijo Krüger.
 

Fuente: http://www.elcomercio.com/actualidad/infancia-amenazados-ninos-mundo-informe.html

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ForS, una aplicación para el rescate de valores, gana reconocimiento Technovation Venezuela

Technovation Venezuela, la competencia tecnológica protagonizada por talento venezolano, en la que 35 niñas de sectores populares de Caracas presentaron sus aplicaciones, tuvo una ganadora: ForS, una aplicación para el rescate de valores. 

“Construimos el futuro en el presente. El cambio que añoramos para transformar y renovar viene de abajo y no de arriba; y estas jóvenes lo demuestran”, explicó Claudia Valladares, directora y cofundadora de Impact Hub Caracas y embajadora regional de Technovation Venezuela.
Por su parte, Horacio Velutini, CEO de Fondo de Valores Inmobiliarios, compartió la responsabilidad de evaluar a estas jóvenes y de decidir quiénes representarían a nuestro país, en conjunto con el vicecónsul de la Embajada de los Estados Unidos, Michael Bustamante; la fundadora-directora de la organización Trazando Espacios, Ana Cristina Vargas; el fundador y Country Manager en Venezuela de Wayra, Gustavo Reyes; y el periodista-creador y editor en jefe de Runrun.es, Nelson Bocaranda Junior.
“Technovation es la competencia global de emprendimiento tecnológico más grande del mundo, para niñas, y ofrece la oportunidad de aprender las habilidades necesarias para surgir como empresarias y líderes tecnológicas”, se precisó en una nota de prensa por parte de los organizadores.
De izquierda a derecha: Claudia Valladares, directora y cofundadora de Impact Hub Caracas y embajadora regional de Technovation Venezuela; vicecónsul de la Embajada de los Estados Unidos, Michael Bustamante; CEO de Fondo de Valores Inmobiliarios, Horacio Velutini
 
Las responsables de la aplicación destacaron entre los diez equipos que conformaron la contienda, y en los próximos días continuarán su proceso en la competencia global, para enfrentarse a una semifinal virtual junto a otros equipos seleccionados provenientes de 115 países.
De resultar seleccionadas, pasarán a representar a Venezuela en la gran final que tendrá lugar en Silicon Valley, California.
La iniciativa funciona en 115 países, donde se han registrado cerca de 20.000 niñas que crearon este año 2.000 aplicaciones móviles, y es posible gracias al apoyo de aliados como Adobe Foundation, Salesforce.org, Uber, Google.org, entre muchos otros; además del respaldo de instituciones como UNESCO, Peace Corps y ONU Mujeres.
Otros proyectos 
Aplicaciones móviles como: Head, para tratar el tema de la anorexia; Leaders Up, para promover el liderazgo juvenil; Póntelo, como alternativa para el intercambio de piezas usadas de vestir; Care U, para resguardar a los cuidadores de enfermos de Alzheimer, destacaron en la competencia.
También Helpiness, como herramienta de atención e información en caso de catástrofes naturales; Appetitos, como alternativa para una mejor nutrición con alimentos no tradicionales; Juégala, para posicionar los espacios deportivos como herramienta para propiciar el bienestar en los jóvenes; Pets, para el rescate y cuido de animales (perros y gatos) en situación de calle; y Yo por Ti, para atender el tema de los niños abandonados o en situación de calle.
Fuente: http://www.eluniversal.com/doblevia/10703/fors-una-aplicacion-para-el-rescate-de-valores-gana-reconocimiento-technovation-venezuela
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¡Universidades, a Sembrar!

Publicado en el portal Aporrea. Por: Julio C. Valdez | Domingo, 06/05/2018 11:09 PM

A propósito del inminente lanzamiento de nuestro Plan de Siembra en la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez (UNESR), queremos compartir algunos criterios e ideas. La guerra de enjambre que nos asedia, disparada desde grandes poderes vinculados con asociaciones industriales y militares del mundo, intenta socavar nuestras bases sociales, en procura de nuestras riquezas y recursos, aprovechando las históricas debilidades de nuestro aparato productivo y de distribución. Es una guerra constante, brutal, librada simultáneamente desde los ámbitos político, social, cultural y económico, intentando doblegarnos a través del hambre, la carestía y la alienación, ante los cuales hemos de responder mediante la resistencia organizada y la ofensiva productiva.
Cada día, necesitamos fortalecer la resistencia activa, militante, la consciencia crítica y creativa, dando mayor poder a los lazos solidarios que han surgido, algunos de modo natural entre personas afines, otros al calor de la organización popular y estadal, todos con la intención de propiciar las mejores condiciones posibles para que los habitantes de nuestro país podamos movilizarnos para obtener los insumos y víveres necesarios para avanzar en nuestra vida cotidiana.
No obstante, requerimos ir más allá de la resistencia activa, para lo cual asumimos la necesidad de recrear la organización productiva y distributiva del país, al menos en lo que respecta a nuestras instituciones universitarias y sus entornos vivos. Hablamos de plantar las formas del encadenamiento productivo (preparación-insumos-siembra-cosecha-distribución-almacenamiento-manufactura) para repotenciar los planes productivos de nuestras universidades. Ello debe tributar a la generación de un nuevo modelo económico en el país, pleno de justicia, equidad, solidaridad, que conduzca al pueblo como tal a un estadio de mayor bienestar y prosperidad, y para el cual hemos de poner todas nuestras fuerzas,
Consideramos que es hora de colocar mayor intensidad y expansión al desarrollo de la producción en nuestras casas de estudio. Nos referimos al Plan de Siembra porque la siembra es fundamental para la vida en nuestra sociedad; pero hablamos también de la siembra de la esperanza, que poderes transnacionales quieren arrebatarnos; del cultivo de valores de cooperación, solidaridad, que nos harán emerger desde una nueva propuesta civilizatoria; de la labranza de la entreayuda, para caracterizar el trabajo dignificante que finalmente nos hará libres y soberanas y soberanos.
En este sentido, nos permitimos expresar nuestras siguientes ideas y propuestas:
1. Nos referimos a Siembra, pensándola desde los complejos procesos que conforman el encadenamiento agroproductivo: preparación-insumos-siembra-cosecha-almacenamiento-distribución-preparaciòn de alimentos. Sólo en la medida que tengamos presente y recorramos este proceso integral podremos ver resultados favorables a corto y largo plazo. Mas, tenemos que recordar que la universidad es fundamentalmente centro de generación y socialización de saberes, no una empresa productiva; sin embargo, puede ensayar en sí esquemas organizacionales, metódicas orgánicas, tecnologías apropiadas, que bien pueden fundamentar procesos productivos y de distribución alimentaria en pequeñas y grandes empresas agroindustriales.

2. Promovemos la producción agrícola bajo principios ecológicos: empleando tecnologías de bajo impacto ambiental, biocontroladores naturales, incorporando las sabidurías ancestrales y cultura popular, entre otras. Se trata de que busquemos colectivamente nuevos modelos productivos de carácter participativo, de profundo respeto a la naturaleza, a la vez que autosustentables y con tendencia al autofinanciamiento.

3. No se trata de incorporar nuevas actividades a los ya tan recargados diseños curriculares que hasta ahora componen los estudios universitarios, ni de abrir líneas de investigación paralelas a las ya existentes. Se trata de fomentar procesos productivos que constituyan el corazón y la sinergia de los procesos de educación universitaria. En tal sentido, requerimos impulsar un movimiento que progresivamente integre los procesos investigativos-curriculares a los proyectos socioproductivos, en el sentido de tributar a las potencias productivas de nuestras instituciones y nutrirse de ellas para la generación y socialización de conocimientos y saberes. Los proyectos de investigación, los trabajos de grado, las prácticas profesionales y el servicio comunitario son partes inherentes de esta sinergia hacia lo agroproductivo. Esto, como sabemos, no es un proceso sencillo, pero su relevancia merece que asumamos el reto.

4. Lo anterior implica que asumamos nuevas formas de concebir los procesos de generación y circulación de conocimientos, y de desarrollar los procesos formativos. Es necesario que apuntemos hacia la conformación de espacios de intercambio permanente de ideas, procesos y proyectos, generando redes de creación-validación-socialización de conocimientos y saberes, al tiempo y en congruencia con redes de producción y distribución de alimentos. Hay que potenciar innovación, emprendimiento socio-productivo y desarrollo científico y tecnológico en el marco de la producción agropecuaria. Ello debe incluir, necesariamente a las comunidades de nuestros entornos universitarios y a las instituciones y organizaciones con quienes nuestras casas de estudio mantienen vínculos de cooperación y apoyo mutuo.

5. Los planes productivos deben tender a ocupar todos los espacios posibles de las instituciones educativas, empleando todas las formas que se requieran: conuco universitario, mesas de cultivo, canteros, patios productivos, minigranjas o granjas integrales. Ya deja de ser válida la excusa de que no podemos sembrar porque no tenemos tierra adecuada.

6. Es imprescindible que las universidades nos apoyemos entre sí, que ejerzamos la reciprocidad y el intercambio permanente de insumos, saberes, conocimientos, tecnología. De esta manera, será posible elevar un espiral de producción alimentaria y conocimientos académicamente válidos y socialmente pertinentes, con significativo peso en el cultivo de nuevos estadios civilizatorios.

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Venezolana gana premio a la educación en Australia

Por: noticias.com.ve/Katiusa Casanova/23-05-2018

Isabel Osuna Gatty recibió el Australian Trainning Award por la Excelencia en Práctica de Lenguaje, Alfabetización y Numeración luego de 15 años educando e innovando

Amor por la educación, así podrías definir una vida dedicada a la enseñanza y precisamente, eso es lo que puedes percibir al conversar con Isabel Osuna Gatty, una maestra venezolana que ha dejado huella en su país y ahora se encuentra sembrando futuro en una latitud un tanto remota de donde su corazón nació.En noviembre de 2016 Isabel Osuna Gatty recibió el  Australian Training Award por la Excelencia en Práctica de Lenguaje, Alfabetización y Numeración, pero ¿Dónde comenzó todo esto? Este galardón es una pequeña cosecha de una pasión de más de 40 años.Para cambiar el mundo solo necesitas disposición

Una pequeña pizarra de tiza en el patio de su propia casa en El Trigal, Valencia fue el primer lugar donde Isa comenzó a dar clase. Estaba apenas en cuarto grado de primaria pero la sensibilidad por sus vecinos con Síndrome de Down quienes no estudiaban en una escuela, le hizo determinarse a enseñarles.Pidió a su papá colores, plastilina y papel y así arrancó con las primeras clases.

“Ellos estaban disfrutando su creatividad y no  sentían que estaban en la escuela, pues realmente, yo estaba en cuarto grado cuando empecé a hacer todo esto”Un dato curioso es que años más tarde, Isa recibió un agradecimiento de la madre de una de las niñas a quien daba clase, quien se convirtió en atleta paraolímpica años más tarde, esta es solo una de tantas historias de gratitud.“Quería aprender de todo”

“Estudié literatura inglesa y artes y dentro de eso, estudié periodismo, publicidad, mercado, linguística y bueno un montón de otras materias super interesantes porque lo que yo quería era aprender”, expresó la ganadora del premio australiano.Al volver de cursar estudios en los Estados Unidos, Isa se forma en la Universidad Central de Venezuela con un curso para la enseñanza del inglés como segunda idioma, pero también estudió con el Sistema de Turismo Venezolano, además de cursar diseño gráfico, publicidad.“Siempre me ha gustado el arte porque me gusta pintar y siempre me ha gustado escribir, esas son las dos cosas que siempre me ha gustado”Se estableció como profesora de Inglés en El Junquito con un laboratorio de Idiomas al servicio de los vecinos del Sector mientras también educaba en empresas privadas pero en 2000 la situación del país respecto a la enseñanza de idiomas extranjeros la hizo pensar en emigrar.Finalmente el amor la dirige hacia Australia al conocer a quien es su esposo y llega a Sydney en 2001, allí emprende un nuevo rumbo en una latitud lejana de estas tierras tropicales.¿Cómo emprender en un país con una cultura tan diferente?

“A pesar de que yo hablo inglés perfectamente, Australia es un país que por su aislamiento mundial es un país muy cerrado, donde las personas se juzgan rápidamente. Aquí la gente sufre el síndrome de la Amapola Alta, el sindrome dice que si una Amapola es más alta que el resto hay que cortarla”“La educación es lo más importante en la vida de una persona”

“Es una cuestión cultural, la cual ha sido mi mayor desafío, pero para mí, siempre he dicho que la educación es lo más importante en la vida de una persona, cuanto más te educas y cuanta más información tengas, más poder tienes”.Sin expectativas laborales y dispuesta trabajar en cualquier cosa, en seis semanas Isa consigue un permiso para trabajar como profesora y con la ayuda de un psicólogo organizacional, quien curiosamente amaba a Venezuela, obtiene sus primeros empleos enseñando en centros comunitarios y centros de educativos con cursos cortos para adultos.Allí continuó con una labor que ya venía haciendo en Venezuela con su comunidad.

Con 40 años comienza a trabajar con jóvenes, aprovechando su energía y vitalidad.

Isabel Osuna Gatty: “Mi corazón está en la enseñanza”

Recibir el Australian Training Award fue un gran orgullo para ella como mujer y emigrante.“La acumulación de 15 años de trabajo, estableciendo programas” y recursos para luchar por la enseñanza del inglés  en los australianos en un país donde el 46% no sabe leer y el 53% no  sabe interpretar medidas”.Te podría interesar: Cuando una venezolana fusiona arte y realidad virtual: Karina MatheusLos Australian Training Award son los máximos premios nacionales para el sector de la educación y la formación profesionales.“Fue bonito recibir ese premio como culminación de una carrera de pasión de toda la vida”

Isabel Osuna Gatty desea ayudar a otros venezolanos en el mundo, prontamente lanzará un web como parte de este proyecto.Para cerrar la entrevista a Noticias.com.ve Isa nos dio una serie de tips para ser venezolanos emprendedores desde Venezuela o cualquier lugar del mundo.¿Qué le dirías a los jóvenes venezolanos?

-¡Siempre hay maneras de surgir y  hay que buscarlas!“Hay que leer y aprender todos los días (…) aprende todos los días nunca dejes de estudiar. Hay momentos en los que a veces piensas que no hay oportunidades. Siempre hay algo que hacer, siempre hay alguien que te puede ayudar Siempre hay algo que te llame la atención”“Si tu sigues tu pasión tu puedes hacer lo que quieras, pero hay que seguir estudiando, hay que seguir aprendiendo(…) Tengo que seguir aprendiendo porque el mundo cambia”.

*Fuente: http://www.noticias.com.ve/venezolana-gana-premio-la-educacion-australia/

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Colonización del pensamiento venezolano en el siglo XXI a través del discurso audiovisual

Por: Evelyn Yandrri Lugo Paredes

Resumen:

Necesitamos producir nuevos discursos en los medios audiovisuales que respondan a nuestra realidad, que contribuyan con la educación emancipadora para los medios, es decir, interpretando con visión crítica más no reproductora, como lo enseñan sistemas hegemónicos arraigados en las universidades tradicionales latinoamericanas. En este sentido, desde la Universidad Bolivariana de Venezuela, específicamente desde el Programa de Formación de Grado de comunicación social nos enfrentamos día a día al proceso reproductor de los medios audiovisuales, es por ello que orientamos a nuestros triunfadores hacia la liberación de la sociedad en lo cultural, económico, político y social, para ser creadores activos, rompiendo de este modo con la alteridad radical que tanto daño nos ha hecho.

Aunque el paradigma de reproducción de ideas está muy arraigado a nuestra vida por la transculturización convirtiéndose en una realidad inevitable, no es el fin del mundo comenzar de nuevo, hallando el punto de quiebre, investigando e interpretando, construyendo nuevos discursos de la realidad social, bajo una orientación epistemológica de la Hermenéutica, apoyándonos en Michel Foucault, Paulo Freire, Habermas, Dilthey, Pedro Rueda, entre otros.

Antropológicamente la cultura está definida como el conjunto de los elementos que constituyen y conforman la identidad de un grupo, es decir, las imágenes – icónicas y mentales – a través de las cuales una sociedad interpreta el mundo y los mecanismos de reproducción de estas ideas apoyándonos en análisis de contenido y estudios fenomenológicos bajo un paradigma socio-crítico nos encausaremos en este despertar de mentes y fortalecimiento socio-político.

Descriptores: Colonización del Pensamiento venezolano, Discurso Audiovisual decolonial, , transformación socio-política, paz comunicacional.

Claves de Interpretación con Visión Crítica en la herencia cultural de la industria mediática

 

Reflexiones epistemológicas: La modernidad y sus rupturas

 La epistemología se identifica no sólo con la filosofía de la ciencia, sino de igual modo con la crítica metodológica de la ciencia en la medida en que tal crítica tiende a formular racional y sistemáticamente las condiciones de validez, los requisitos metodológicos de los juicios asumidos por los científicos; la epistemología pretende reconstruir racionalmente el concepto de conocimiento científico.

Son infinitas las formas de interpretar la epistemología y responde a un cambio en cada momento histórico de la investigación, para Habermas: la creencia, inspirada por la ciencia moderna, en el progreso infinito del conocimiento y el avance infinito hacia la mejoría social y moral. El proyecto de modernidad formulado en el siglo XVIII por los filósofos de la ilustración consistió en sus esfuerzos para desarrollar una ciencia objetiva, una moralidad y leyes universales y un arte autónomo acorde con su lógica interna (Habermas y la teoría crítica 1982) http://www.unavarra.es/puresoc/pdfs/tesis/alustiz/02A-Capitulo_Tercero.pdf

Por su parte, Cassirer sostiene que el poder de la razón humana no consiste en romper los límites del mundo de la experiencia para facilitarnos una salida hacia el mundo de la transcendencia, sino enseñarnos a recorrer con toda seguridad este mundo empírico, a habitarlo cómodamente, la razón se define mucho menos como una posesión que como una forma de adquisición (la filosofía de las luces: 1990)

La concepción epistemológica internalista de las ciencias empíricas enfatiza la importancia del discurso metodológico entendido como el proceso del conocimiento científico. El discurso metodológico cuyo fin apunta al mismo tiempo a caracterizar conceptos y fenómenos y a construir sus posibles representaciones, se define como un discurso auto analítico. Desde el enfoque internalista el conocimiento científico pretende actuar constantemente sobre sí mismo: por un lado examinar las maneras como actúa el sujeto epistémico y por otro lado, analizar las características de la realidad ideal y fáctica. Asumen la reconstrucción lógica de las teorías científicas, que no toma en cuenta los procesos de descubrimiento científico, sino la concepción hermenéutica de la ciencia. Se separa el análisis lógico de la ciencias, de sus análisis históricos y por ende de toda consideración psico-sociológica.

El gran paradigma de occidente sigue causando estragos en nuestra sociedad, separando el sujeto del objeto. Determinando así una doble visión del mundo. Por un lado como lo expresa Morin un mundo de objetos sometidos a observaciones, experimentaciones, manipulaciones y por la otra, un mundo de sujetos que se plantean problemas de existencia, comunicación, consciencia, destino. De modo que dos universos se disputan nuestras sociedades, nuestras vidas, nuestros espíritus; se reparten el terreno pero se excluyen mutuamente. Entre fantasmas y apariencias se diluye un devenir de la vida, donde encerrado en una burbuja del nudo gordiano se traza el curso de la historia occidental que se sigue extendiendo pese a las rupturas paradigmáticas desde hace siglos hasta nuestros días. El desarrollo, la técnica, el capitalismo, la industria, la burocracia en la vida urbana se establecieron principios de organización de la ciencia, de la economía, de la sociedad y de los principios de organización Estado-Nación que responden a un sistema sumergido en relaciones de poder y de condiciones materiales.

La ciencia es en sí misma poder de apresamiento y de manipulación. El poder de la ciencia se realiza en la experimentación, pero la tendencia a separar y dividir los conocimientos lo hace diabólico. Por ello la importancia de revolucionar el paradigma, modificando los núcleos de organizaciones, adquiridos por valores preconcebidos. Hay que transformar el modo de pensamiento, del mundo pensado, cambiando creencias del ser y del universo, retomando la geo-historia del mundo, sus valores, su identidad, su cultura propia de su geo-espacio, no inoculada por otros territorios ajenos a su ser.

Poder-saber es un binomio que en su momento en la historia se ha mantenido como el conocimiento útil de la ciencia al servicio de una nueva moral de la productividad, amparada en la ciencia de la libertad, exigía nuevas pautas de regulación social y nuevos espacios de socialización abiertos a la legitimación del saber, he aquí el dilema en el que aun están nuestras universidades y sociedades, se hace urgente el llamado a la emancipación, razón y educación, ante la abrumante élite ilustrada que formuló y aun está vigente un discurso pedagógico, progreso y disciplina, proyecto de modernidad con el cual se pago el precio de la hegemonía, tradicional y racional, para obtener mayor control de mentes, manipulando y domesticando a una sociedad presa de la hipnosis mediática.

¿Cómo hemos sido y somos constituidos? lo que hay que interrogar no es la conciencia del sujeto que piensa, que habla, que siente, que hace, que desea, sino las condiciones que hacen posible que los sujetos, individual y colectivamente, piensen lo que piensan, diga lo que dicen, sientan lo que sienten, hagan lo que hacen, deseen lo que desean.

Desarrollar nuevos lenguajes que dé cuenta de los complejos procesos del sistema-mundo capitalista patriarcal moderno-colonial sin depender del viejo lenguaje heredado de las ciencias sociales decimonónicas, desprendiéndonos de los discursos son ámbitos derivados de los procesos de acumulación capitalistas.

Las Ciencias Sociales siguen bajo la lupa de la razón eurocéntrica en las disciplinas y ramas vinculadas al arte y la imagen detalla una amplia genealogía construida sobre la base de los desarrollos del mundo grecolatino, la tradición judeo-cristiana, el pensamiento ilustrado y la crítica posmoderna.

Esta tradición, trasmitida a partir de la historia universal del arte, la estética y las teorías disciplinarias del arte, permanece hasta la actualidad incuestionada y sigue siendo el centro de organización de los programas de las carreras de Bellas Artes y Artes Visuales.

El desprendimiento epistemológico y la apertura decolonial que plantea Walter Mignolo habla justamente del hecho de cuestionar las categorías eurocéntricas con las que nos formamos como profesionales dentro de las disciplinas de la imagen, con la finalidad de poder articular un pensamiento que habilite un lugar de enunciación para aquellos sujetos e historias que han sido silenciados por el eurocentrismo.

Este pensamiento liberador, por un lado, ya no puede corresponderse con las disciplinas del arte y la imagen, sino que, a partir de un enfoque inter y transdisciplinar hermenéutico, abordaría la propia constitución de estos campos del saber articulados al surgimiento de la modernidad-colonialidad.

En capitalismo global no hay lógicas autónomas ni una sola lógica determinante en última instancia existen procesos complejos, heterogéneos y múltiples con diferentes temporalidades dentro de un solo sistema mundo de larga duración, es dominación.

“La ciencia y la tecnología han venido a revelar las dos caras de un proceso histórico en que los intereses militares y los intereses económicos van convergiendo hasta casi ser idénticos” (Boaventura, 1978). Siendo estas relaciones formuladas en un dominio especifico aspirando al dominio social.

Cabe destacar, que los teóricos adscritos al pensamiento decolonial sostienen que el Sur es aquí entendido como aquella singular metáfora que identifica al sufrimiento que ha padecido el ser humano bajo el sistema capitalista globalizado. El conocer desde el sur es un título claro que invita a profundizar gruesas cuestiones epistémicas aquí involucradas, y que permite ir más allá del conocer para proponer una nueva cultura política emancipatoria.

Este es el explícito propósito investigativo declarado por De Sousa: “Mi interés por aprender del Sur, encarnó mi objetivo de reinventar una emancipación social yendo más allá de la teoría crítica producida en el norte y de la práctica social y política a la cual ellos se suscriben”.

Aprender de las experiencias sociales de la periferia abre ciertamente el pensar mucho más allá de lo que se ha considerado como realidad social en la tradición científica y filosófica europea. Dichas tradiciones son identificadas por De Sousa como parte de una razón indolente, en tanto ellas no reconocen suficientemente la experiencia social de los pueblos, e implícitamente presuponen teorías que desperdician la vasta experiencia humana. Esta indolencia se la cuestiona por cuatro rasgos principales: su carácter impotente (no se puede hacer nada frente a una necesidad concebida como exterior a ella misma), arrogante (totaliza desvalorizando la experiencia que nos rodea), metonímico (reduce el mundo a través de una reducción del orden del presente) y proléptico (concibe el futuro a partir de un tiempo lineal monocultural). Cada uno de estos rasgos impone constrictores a la comprensión de la realidad social misma. Aquí cabe considerar la noción de lo que se denomina en el texto una “sociología de las ausencias”. Esta sociología cabe entenderla como aquélla que revela la diversidad y la multiplicidad de las experiencias inherentes a las prácticas sociales y las hace creíbles, en contraposición, a la credibilidad exclusivista de las prácticas de la globalización hegemónica. Estos presupuestos implican considerar, en el ejercicio de las ciencias sociales, otra noción mucho más compleja de la realidad social. En sus propias palabras: “Se trata de una versión amplia del realismo, que incluye las realidades ausentes por la vía del silenciamiento, de la supresión y de la marginalización, esto es las realidades que son activamente producidas como no existentes”.

Las investigaciones por De Sousa, presupone un problema relevante para las ciencias sociales en la actualidad: ¿por qué se ha vuelto tan difícil construir una teoría crítica en tiempos de globalización hegemónica? y la respuesta que esboza, es que tal dificultad se juega en una incomprensión de las tesis del posmodernismo en ciencia social. Proponer una nueva teoría crítica que permita reinventar una emancipación social podría ser la salida para el pensamiento latinoamericano.

Decolonizando saberes en una humanidad deshumanizada

 

La importancia de la lucha de clases como agente de transformación de la sociedad, entre las leyes de desarrollo histórico de la realidad de la humanidad de Marx, adicional a la crítica descarnada al capitalismo. Sostiene que no hay sociedad nueva si hay clases sociales, esto lo vivimos en Venezuela como una transición hacia el socialismos, el cual es boicoteado por vicios y viejas patrañas que inciden no solo en nuestra realidad sino en todo el mundo por la lucha del poder, dominación y control, en este caso se pretende captar la realidad como práctica humana más no como objeto.

El determinismo marxista no es un determinismo mecanicista, sino «estaría más cerca del llamado «equilibrio puntuado» – proceso de evolución de las especies, no gradual sino con rupturas, regresiones y pausas – y de las leyes que dan cuenta de relaciones no lineales» indica Marta Harnecker, por lo que abre un espacio para la acción humana y la lucha política. Asimismo, insiste que los aportes de Marx no es un dogma de fé, sino hay que actualizarlos con nuevas investigaciones y nuevos conceptos que den cuenta de las nuevas realidades.

Decoloniedad es un proceso de resignificación a largo plazo que no se puede reducir a un acontecimiento jurídico-político (Grosfoguel, 2005) mientras que el pensamiento Heterárquico: todos los niveles ejercen algún grado de influencia mutua en diferentes aspectos particulares y atendiendo a coyunturas históricas especificas. La integración de elementos disfuncionales al sistema jamás es completa es parcial.

Es importante destacar que los cambios sociales no son resultados de los cambios en la economía, en las relaciones de propiedad, las estructuras, las leyes y las instituciones; son inherentes a la actividad socio-transformadora integral de los sujetos.

Vivimos en un constante debate interpelándonos dentro del paradigma que rige nuestro conocimiento. Sumergidos en esta crisis existencial respondemos a saberes instalados que aun dominan y prevalecen en nuestro ser, lo que a su vez nos lleva a un horizonte de perspectivas teóricas que prevalecen por concepciones preconcebidas y que si no le hacemos el frente y las develamos nuestro conocimiento sigue regido por el pensamiento euro céntrico. Cada país vive una realidad y el nuestro no escapa de la historia de la colonización del conocimiento así como toda la América Latina y el Caribe. Esta revisión reflexiva de saberes nos permite profundizar ante saberes instalados con los cuales iremos rompiendo a medida que asumamos posiciones.

Asimismo las categorías: Colonización del Pensamiento venezolano y Decolonizar el Discurso Audiovisual, – como vías claves para hallar la transformación socio-política y paz comunicacional – , que analizamos nos permiten tener una clara perspectiva en nuestra investigación, apoyándonos con diversos autores que nos brindan un panorama del mundo, su historia y su realidad.

Colonización del pensamiento

El equilibrio radica en las reglas sociales que buscan satisfacer la identidad de una nueva función”.

 

 

Para Dussel las categorías de análisis no son absolutas ni abstractas, sino coagulaciones de la experiencia existencial o formas sociales de vida, que nos conlleva a pre-concepciones, ciertos esquemas conceptuales o modos de dar sentido al mundo. Como nos relacionamos, se generan vías particulares con personas y cosas.

Por ejemplo, si no hay un cambio radical educativo del conocimiento del pensamiento, para romper con la modernidad; la educación sigue impactada por la pasmosa lentitud con la que se asumen los cambios ante las nuevas realidades, ya que la educación es un brazo articulador del sistema político, al igual que las iglesias, medios de comunicación y la familia, yacen institucionalizadas.

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El trayecto escolar implica paradójicamente que con tanta caducidad en los saberes, es el único chance que tiene la sociedad para cambiar, pues se pone en discusión la calidad de dos actores – estudiantes y docentes-. Donde la formación y cultura son vitales para este cambio crítico para obtener saberes distintos, articulados a una sociedad más humana, descolonizando la ciencia y la educación, colonizando saberes, a su vez el grupo familiar juega un papel primordial en cuanto a valores preconcebidos y saberes, por lo que se deberá acudir a la reconstrucción de momentos históricos para develar las mentiras inoculadas durante décadas y siglos a través del bombardeo mediático. Imponiéndose la verdad a través de las relaciones de poder, bajo la existencia de la universalidad.

Apoyándonos en Carlos Skliar, la educación- institución-medios, es un acto de ofrecer, es aquello que se ofrece y no aquello que se impone o se pide de los demás, de los otros. Asimismo la necesidad de repensar la educación- institución-medios como un dar, un dar a conocer, un dar a ver, un dar a pensar, un dar a narrar, un dar a imaginar, un dar a sentir, etc. Por otro lado, la idea de intentar y desear ser otras cosas aparte de lo que ya somos o estamos siendo, constituye ni más ni menos que la médula del acto institucionalizado: si la educación o medios consisten en sólo reforzar y fijar lo que ya era y/o lo que soy, o si consiste en que debo abandonar lo que estoy siendo, entonces la educación o medios no tienen razón de ser. Y por último, y en dependencia con la idea anterior, desear ser otras cosas no significa de modo alguno dejar de ser lo que somos, pues ese es el punto de partida para que otras experiencias, otros saberes, otras percepciones, tengan lugar en educación-y en la debida percepción de los medios de comunicación social.

En qué consiste una liberación pedagógica, en la toma de conciencia por parte del maestro de ser parte de una cultura dominadora, por lo que se hace urgente en los actuales momentos del siglo XXI la necesidad de abrirse a un mundo nuevo, y ser capaz de desaprender – aprendiendo, descubriendo que existen otros saberes.

Hallar el punto de quiebre en el control de la estructura y de contenidos en las instituciones (medios- educación) ya que responden al sistema capitalista, por lo que estamos en el deber de romper con la hipnosis e impulsar el pensamiento crítico, con el fin de reforzar valores, rescatar nuestra identidad y cultura Latinoamericana, porque Venezuela se respeta.

Por ello nos tenemos que interpelar a diario: ¿estamos condenados a la modernidad? ¿Podemos distanciarnos de ella y romper de raíz?, todo dependerá del cambio radical que le imprimamos a nuestro propio conocimiento-pensamiento, colonizado desde nuestro nacimiento por los sistemas y paradigmas que prevalecen.

La cultura ha de ser tratada como un sedimento geológico, acumulaciones de capas de sentidos, como lo dice Dussel. Iniciando el descubrimiento y la recuperación de la simbología de la cultura en América Latina, que generaría en sus investigaciones las capas de sentido acumuladas por los siglos de una experiencia existencial latinoamericana única. De Paul Ricoeur precursor en fenomenología, Dussel aprendió a interpretar el sentido con la cristalización de los actos.

En este sentido axiológicamente debemos reaccionar, comprendiendo fervientemente la noción de elección del ser humano en un mundo mejor que lucha por el bien común por los valores morales, éticos, sociales, estéticos y espirituales, a través de la teoría del valor, cultivando lo socialista en tiempos abrumadoramente globalizados.

En una oportunidad Salvador Allende expresó: “Caminamos hacia el socialismo no por amor académico a un cuerpo doctrinario. Nos impulsa la energía de nuestro pueblo que sabe el imperativo ineludible de vencer el atraso y siente al régimen socialista como el único que se ofrece a las naciones modernas para reconstruirse racionalmente en libertad, autonomía y dignidad. Vamos al socialismo por el rechazo voluntario, a través del voto popular, del sistema capitalista y dependiente cuyo saldo es una sociedad crudamente desigualitaria, estratificada en clases antagónicas, deformada por la injusticia social y degradada por el deterioro de las bases mismas de la solidaridad humana”.

Toda revolución social radical, desde abajo, tiene como centro y punto de partida a los seres humanos concretos que integran una sociedad concreta en un momento histórico determinado; de ahí que sea imprescindible enfocar el proceso socio-transformador en su integralidad y profundidad multidimensional e intercultural. Esta complejidad del proceso es parte sustantiva, característica de las revoluciones desde abajo, creadas y protagonizadas por los pueblos. Tales son las revoluciones sociales del siglo XXI.

Decolonizar el Discurso Audiovisual

Socialismo sin Libertad es Esclavitud; Libertad sin Socialismo es Barbarie”.

Mijail Bakunin

 

Bajo una perspectiva semiótica, la imagen deja de ser considerada como símbolo de contenidos mentales para pasar a considerar como todo significado informativo, esto lo señala REY (1992:24) comunicación mixta fusión entre texto e imagen. Según Gauthier (1986) en sus estudios sostiene que la perspectiva lineal impuesta desde Europa Occidental frente a Oriente, se impone como forma determinada de la profundidad realista a la par que triunfaba el espíritu racionalista y científico, feudalismo sustituido por capitalismo. Dice que la imagen es un sistema cerrado convencional que simula el mundo en contradicción con las teorías, que indican que las imágenes no reproducen si sustituyen la realidad, sino que dan una serie de elementos para que el receptor pueda llevar a cabo su particular interpretación a la realidad.

La pretensión de realismo hay que situarla en un momento de ascenso de la burguesía apasionada por los éxitos científicos que la imagen remite ante todo asimisma, pero no quiere decir que nada tenga que ver con lo real, sino al menos que mantiene relaciones ambiguas, dice Gauthier.

Por su parte, el estudio semiótico de la ideología que propone Umberto Eco sobre la teoría de los signos “la estructura ausente”, plantea que la ideología unida a las manifestaciones audiovisuales se oculta la parcialidad dentro de un discurso determinado, pasándose de la persuasión al fraude, a una posición ideológica. El bombardeo mediático produce infinitas interpretaciones sobre el cerebro del ser humano, he aquí donde interviene el olvido y este a su vez produce falta de conciencia.

Según Eco, representar icónicamente un objeto es transcribir convenciones gráficas, propiedades culturales de orden óptico y perceptivo. De orden ontológico, buscan sus cualidades esenciales que se le atribuyen a los objetos y de orden convencional, es decir, el modo acostumbrado de representar objetos.

En otro orden de ideas según Teun Van Dijk (2005) vale la pena interpelar la ideología y el proceso del discurso, en este sentido se han definido las ideologías como creencias fundamentales que subyacen en las representaciones sociales compartidas por tipos específicos de grupos sociales. Estas representaciones son a su vez la base del discurso y de otras prácticas sociales. También se ha supuesto que las ideologías son principalmente expresadas y adquiridas a través del discurso, esto es, por interacción comunicativa hablada o escrita. Cuando los miembros de un grupo explican, motivan o legitiman sus acciones (grupales), lo hacen típicamente en términos de discurso ideológico.

Sin embargo, una cosa es presumir que las ideologías están ‘en la base’ del discurso, y muy otra proporcionar una teoría detallada de los reales procesos (cognoscitivos) involucra dos en la producción o la comprensión de tal discurso ‘prejuiciado’. De hecho, ¿cuán exactamente ‘conocemos’ un discurso racista, sexista, o neoliberal cuando lo leemos o escuchamos? Para contestar esta pregunta, de nuevo enfatiza que algunas suposiciones básicas, en parte arraigadas en la teoría contemporánea de procesos discursivos de la psicología cognoscitiva, y en parte basadas en nuevas hipótesis que extienden tal teoría.

Es por ello como apunta Maurice Brinton, que la transformación socio-política necesaria para la construcción del socialismo sólo puede ser un acto colectivo y consciente de la inmensa mayoría.

La política en la filosofía es tomada como la primera en el momento central de la ética, es visto como el más radical y concreto ejercicio de la vida humana. En nuestra actualidad la miseria norteamericana ha impuesto a la humanidad del sur, horizontes plagados de atractivos fuera de sus fronteras, dejando a sus países ricos en recursos y prósperos, en pobres de pensamiento siendo su único destino, el ser aplastados por la miseria, junto a la destrucción ecológica- violencia devastadora (que se evidencia desde el bombardeo mediático). En este sentido, el colonialismo europeo hoy desplegado como capitalismo tardío, por las transnacionales y la política financiera internacional, busca destruir irracionalmente el planeta y sumir a la mayoría de la humanidad en una pobreza creciente.

La política en el sentido noble y serio del término debe construir firmes “diques”- espacios políticos, sostenibles en un largo plazo, para evitar el suicidio colectivo de la humanidad, lo que exige un nuevo concepto de lo político.

La tradición del desarrollo científico nos ha conducido por su sendero plagado de objetividades, donde a su vez se acoplan el control y el dominio, este carácter paradigmático marca un estilo de vida mediante un sistema-mundo, el cual ha reinado durante siglos instaurándose en nuestras vidas hasta los actuales momentos.

La ciencia moderna es disyuntiva, se separa, pero siempre hay un método analítico que es el encargado de desmembrar un pensamiento verdadero para CONTROLAR tanto a la naturaleza como a la vida. Es lo que se conoce como la performatividad del conocimiento – útil e inútiles- este es el que produce mercancía que busca controlar y obtener ganancias. Y es el circulo vicioso en el que todos hemos transitado y una vez que decolonizamos el saber y colonizamos nuevos saberes, entramos en la etapa de el darnos cuenta todo lo que han hecho con la historia y con nuestras vidas, la otredad.

Lo superficial y el reduccionismo del pensamiento, se aprecia, en la expresión de las ideas, siendo la sociedad presa hasta de sentir por sí mismos, ya que el paradigma positivista del imperio controla todo el ámbito colectivo de una cultura. Por ello, primero debemos indagar en la concepción del mundo para adentrarnos en los cambios para transformar, bajo una visión socio-crítica de la cotidianidad vamos a saber que paradigma rige nuestros pensamientos, comportamientos y actos, y es notable resaltar que el paradigma lo conforma una comunidad de personas que se reúnen y atienden una filosofía, la cual se va extendiendo hasta los rincones más recónditos del mundo, transmitidos desde la cúpula educativa aupada por los medios de comunicación, la manera de hacer frente a este juego permanente de robo de identidad es al no negarnos a conocer nuestra historia, de dónde venimos y hacia dónde vamos, la tarea urgente que tenemos es la de decolonizar el saber y colonizar nuevos saberes, asumiendo posición crítica ante nuestras realidades.

Paradigmáticamente hablando

Métodos por área de conocimiento

Emmanuel Levimas filosofo y escritor judío (1906-1995) produjo en Dussel una desorientación subversiva, desafiando todas sus pre-concepciones. Percibiendo la metodología única y propia más apropiada para América Latina método denominado analéctico o anadialéctico se deriva de la raíz griega (ana- más allá), adopta como punto de partida la transcendencia absoluta del otro. El otro no es una sombra, sino está más allá del horizonte de lo ya experimentado y comprendido. El método del auto reflejo y auto-proyección de lo mismo es la dialéctica, pero es guerra del yo por autoafirmarse en y a través del otro, por arrebatar al otro eso que se convierte en una inasimilable alteridad. El horizonte de la comprensión y existencia del yo es una totalidad. La dialéctica es la producción de la totalidad. Debemos pensar, oír, ver, sentir y saborear el mundo desde el punto de vista del otro (este es el momento analéctico) condicionado por la humildad.

Para Boaventura De Sousa, la crisis de la teoría crítica moderna tiene que ver con un cambio de paradigma de la sociedad en que vivimos, que se puede resumir de la siguiente manera: “No existe un principio único de transformación social. Asimismo no existen agentes históricos ni tampoco una forma única de dominación. Los rostros de la dominación y de la opresión son múltiples, también deben ser diversas las formas y los agentes de resistencia a ellos. Más que una teoría común, lo que se requiere es una teoría de la traducción capaz de hacer mutuamente inteligibles las diferentes luchas, permitiendo de esta manera que los actores colectivos se expresen sobre las opresiones a las que hacen resistencia y las aspiraciones que los movilizan”.

Lo que implica que conocer es siempre un reconocer al otro como sujeto de conocimiento, progresando en el sentido de elevar al otro del estatuto de objeto al estatuto de sujeto. Esta idea del conocimiento como reconocimiento es la que denominará De Sousa solidaridad. “En cuanto al principio de solidaridad, lo concibo como el principio rector y como el producto siempre incompleto de conocimiento y de la acción normativa”. Este nuevo paradigma social radica, entonces, en el principio bastante amplio de reconocimiento del otro como igual, reconocimiento recíproco que no es nada distinto del moderno principio de solidaridad. Esto tiene tres implicancias principales: 1) el otro sólo puede ser conocido si se lo acepta como un creador de conocimiento; 2) es preciso construir una teoría de la traducción y de una hermenéutica diatópica como necesidad, aspiración y práctica para que una cultura pueda hacerse inteligible a otra; 3) hay que centrar la tensión entre la acción conformista y la acción rebelde.

En segundo lugar, para De Sousa se trata de avanzar hoy en un cierto universalismo negativo que posibilite establecer una teoría de la traducción -que vaya más allá de una teoría general de la emancipación social-, y que posibilite establecer vasos comunicantes entre diferentes conocimientos, saberes y prácticas generadas por los plurales movimientos sociales anti-hegemónicos. En otras palabras, se trata de ayudar a crear inteligibilidad recíproca entre las experiencias del mundo, tanto las disponibles como las posibles, reveladas por las dos formas sociológicas indicadas: la de las ausencias y la de las emergencias. Como lo dice explícitamente el mismo De Sousa: “El trabajo de la traducción apunta a transformar la inconmensurabilidad en diferencia, una diferencia capaz de hacer posible la inteligibilidad recíproca entre los diferentes proyectos de emancipación social, sin que ninguno pueda subordinar en general o absorber a cualquier otro”. Este importante trabajo de traducción contiene varios trabajos específicos, por ejemplo, asumir una hermenéutica diatópica, es decir precisando aquellos lugares donde se pueden encontrar las culturas; y, delimitar las formas de traducir las prácticas sociales y sus agentes. Pero aparte de estos ejercicios generales, tal teorización requiere definir muy precisamente las condiciones y procedimientos de traducción que implica responder entre otras a las cuestiones siguientes: ¿Qué traducir?, ¿Entre qué?, ¿Quién traduce?, ¿Cuándo traducir?, ¿Con qué objetivos traducir?. En este punto la traducción se transforma en un dispositivo clave para establecer una inteligibilidad mutua entre diferentes luchas e identidades de los pueblos.

El pensar latinoamericano no imita sino con dignidad nuestro ser distinto, como un gesto supremamente moral “sin dominar ni conquistar”-sino de crear patria y liberar a los oprimidos, sostiene Enrique Dussel. Desde la alteridad surge un nuevo pensar no ya dialéctico sino analéctico, haciendo frente a la filosofía contemporánea y post-imperial, sería el surgimiento de la filosofía de la liberación de manos de las naciones podres del globo. Descubrir la vocación del pensar real que no sucede si no se compromete con la realidad del pueblo histórico, siendo esta la única realidad que nos ha sido dada para ser vivida, de no ser así es un pensar “sofistico” y culpable de la solidarización con el estate quo.

Es da gran importancia y lo sostiene Michel Foucault que el epísteme, es lo que alimenta y genera las formas del saber, nutre las diversas concepciones, como condiciones de posibilidad para configurar el pensamiento en un tiempo variable desde el pensamiento occidental.

Regidos por modelos mecánicos cientifícistas para controlar conciencias, partiendo de una visión dicotómica de la realidad, dejando como herencia la hegemonía del poder, la cual aun prevalece bajo la hipnosis del bombardeo mediático controlando mentes, decidiendo comportamientos y la manera de pensar de cada uno de nosotros a través de la ideología del consumo manejados por un sistema-mundo que intenta controlar y seguir instalado en nuestros pensamientos, pero es parte de nosotros el de cultivar la conciencia crítica y darnos cuenta como develar un sin número de mentiras a las cuales hemos sido expuestos. Es importante destacar que nuestra investigación pretende decolonizar el pensamiento venezolano, colonizando nuevos saberes, a través de la transformación sociopolítica para que prevalezca la paz comunicacional.

No es un secreto para nadie que el paradigma positivistas ha prevalecido en nuestra historia, dominando y aun en expansión, fragmentando el pensamiento y al ser humano, privilegiando al pensamiento disciplinar, objetivo, la razón por encima del humanismo de lo real, lo ético, lo político, se excluye lo valorativo, se mutila el conocimiento de saber integral, porque aun está instalado por sus relaciones de poder en el sistema-mundo.

Los Métodos en ciencias sociales, deben deslindarse de modelos positivistas-estructurados, buscar una Visión cualitativa, donde participen los actores sociales, y se desprenda una comprensión de una realidad bajo una visión dinámica desde la subjetividad. Todo método tiene tras de sí una teoría y este a su vez un paradigma, presente en todos los ámbitos del saber, que controla la investigación. Cualquier modelo que sigamos lleva un mensaje un sentido y así actuamos, por esto esta perspectiva epistemológica está bien marcada en el ámbito socio crítico de la investigación anadialéctica, dialéctica y decolonial.

Ahora bien en la modernidad otra de las ideas fuerzas es la historia, donde prevalece la utopía en revolución del pensamiento crítico, pero él mismo es limitado por su visión separada de la realidad, razón por la cual que cada historia tiene su especificidad histórica. Por otro lado se habla de desarrollo y éste en inconsciente -colectivo no existe-, de cual bienestar social se habla cuando persiste en los actuales momentos en nuestra realidad otros escenarios manipulados.

En este sentido, nuestro aporte colectivo tiene una intencionalidad a la realidad subjetiva, rompiendo constantemente con la hegemonía cognitiva de la modernidad prevista en el siglo XIX y XX, la cual en nuestro ahora colapsa a ratos, porque somos seres pensantes y sensibles, enfrentados a duras realidades y en búsqueda de nuevos horizontes que señalan el PODER POPULAR como un cambio hacia la transformación social, superando la lógica instrumental y excluyente, dando paso a la lógica dialéctica que convoca a movimientos sociales y rompe con la dicotomía y que una, en vez de separar en la realidad. Cabe destacar que este pensamiento tiene una vigencia en el contexto actual, donde se critica a los procesos de colonización, el desmontaje de los funcionamientos del control del capitalismo… observándose de cerca la noticia como mercancía, en este escenario de la globalización… sin confundir la integración y unión con ésta la cual pretende el dominio, control y neoliberalismo, como la hegemonía del paradigma occidental donde ha estado regida la televisión desde su accionar en la masificación.

Las experiencias de luchas sociales en América Latina, son aportes valiosos a una evaluación crítica de lo que ha sido la experiencia política de la «izquierda real latinoamericana». Por lo que, hay que repensar la acción política transformadora en América Latina en estrecha relación, con la gran vitalidad y combatividad que manifiestan nuestros movimientos sociales, acompañados de los desafíos que nos plantea el socialismo en el siglo XXI, para reconstruir una teoría crítica radical, sin reduccionismos del pensamiento ni reformas, solo la consciencia social es el camino para la reconstrucción y transformación cultural y socio-política.

Por ello, en esta constante lucha del pensamiento se vislumbra un modo de pensar distinto que supere el positivismo y el paradigma occidental. Del constante movimiento se desprende la lucha contra un sistema instrumental y excluyente que nos agobia y nos lleva a la reflexión de que otro modo de vida es posible así como el modo de producción que evoque hacia la CULTURA COLECTIVA, enriquecida de FORMACIÓN SOCIO-POLÍTICA Y ÉTICA.

Apunta en uno de sus escritos Vladímir Lenín, que: “La revolución socialista no es un acto único, ni una única batalla en un frente aislado, sino toda una época de agudos conflictos de clases, una larga serie de batallas en todos los frentes, es decir, batallas alrededor de todos los problemas de la economía y de la política, que sólo pueden culminar con la expropiación de la burguesía. Sería por completo erróneo pensar que la lucha por la democracia pueda distraer al proletariado de la revolución socialista, o relegarla, posponerla, etc. Por el contrario: así como es imposible un socialismo victorioso que no realice la democracia total, un proletariado que no libre una lucha revolucionaria general y consecuente por la democracia, no puede prepararse para la victoria sobre la burguesía”.

La burguesía no sólo se mantiene por la violencia, sino también a causa de la inconsciencia, la rutina, la ignorancia y la falta de organización de las masas, sostiene Lenín.

El pensamiento dialéctico materialista y el decolonial y la epistemología del sur, son alternativas que surgen para avanzar en procesos de conocimientos distintos al paradigma occidental, evidenciándose en la política actual, buscan la transformación para nuestros pueblos, invocando al conocimiento e interés social transformador. En este proceso de descolonizar nuestro pensamiento y nuestra cultura, plagada y reprogramada al consumo y estereotipos que pretenden un modo de conocimiento sumiso y dócil ante el control de mentes para conducirnos al camino del capitalismo salvaje, irrespetando identidades siendo nosotros otros ajenos a nuestros propios pueblos.

Parafraseando a Carl Marx en uno de sus postulados, “es él ser social lo que determina la consciencia y son las condiciones materiales de vida que determinan lo político- ideológico y ético”… esto nos convoca a concebir la realidad humana como proceso, porque no es estática es dinámica y están transformándose constantemente, redefiniéndose la realidad por el efecto de la lucha de clases, vigente en nuestro contexto actual, por ello urge el despertar colectivo de mentes, donde prevalezca la armonía entre el decir y el hacer, la cual es una perspectiva a la que el contexto nos convoca con una visión transformadora de la realidad y solo en la práctica social humana podremos demostrar nuestros conocimientos si es verdadero o falso, porque todo está en constante movimiento y son los hombres los que hacen las circunstancias.

La transición se desprenderá del desenlace, avance y radicalización, que requiere de la acción política consciente, organizada y articulada a una orientación estratégica socialista. Fortaleza en la construcción de poder político-cultural popular desde abajo, su organización política, impulsado por la participación democrática de los pueblos, que orienten y contribuyan a los procesos de lucha y transformación que nacen en los ámbitos comunitarios locales, tal es el caso de nuestra Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y Ley Plan de la Patria 2013-2019. Se trata de ir definiendo colectivamente un proyecto alternativo capaz de imprimirle una direccionalidad común a la diversidad de procesos de resistencias, luchas y construcciones de vías de sobrevivencia sectoriales que se desarrollan aparentemente aislados entre sí.

Esto alimenta el proceso de autoconstitución de los actores sociopolíticos en actor colectivo del cambio (sujeto histórico), constructor de su hegemonía (su poder político, cultural y social) sobre nuevas bases, es decir, encarnando a la sociedad superadora del capitalismo y de su lógica de funcionamiento, en la medida que se la va construyendo en las prácticas alternativas del presente.

Al hablar de geo-territorialidad nos adentramos al pensamiento decolonial que convoca a la ruptura con el eurocentrismo con esa hegemonía cognitiva, el cual viene gestándose desde la segunda mitad del siglo XX y este contribuye en el modo de ver nuestras realidades de América Latina y el Caribe, diferencia geo-políticas y otras formas de ver nuestra realidad, partiendo desde el espíteme como reinvención del conocimiento y la emancipación social.

La negación de la simultaneidad epistémica es la coexistencia en el tiempo y el espacio de diferentes formas de producir conocimiento crea un doble mecanismo ideológico. Por eso, el compromiso con la sociedad con la realidad y la intencionalidad ético-político es mucho más exigente en estos momentos históricos, ya que se están gestando nuevas experiencias desarrolladas en América Latina. Donde se consolidan realidades concretas, nuestras propias específidades, y se da la posibilidad de abrir nuevos horizontes

En tal sentido, muchos pensadores y escritores del pensamiento crítico – dialéctico- decolonial plantean que la búsqueda de nuevos paradigmas –fortalecida por los nuevos caminos y horizontes políticos que existen hoy en el continente-, reclama repensar la transición hacia la nueva sociedad desde nuevas bases y premisas: las de la construcción del poder, los sujetos y el proyecto alternativo desde abajo, desde el presente y desde el interior del capitalismo, desarrollando la participación democrática integral de la ciudadanía en todos los ámbitos de la vida social y capacitándolos para ello, impulsando la transformación cultural de los pueblos hacia su autoconstitución en actor político colectivo, sujeto revolucionario.

Toda revolución social radical -desde abajo- tiene como centro y punto de partida a los seres humanos concretos que integran una sociedad concreta en un momento histórico determinado; de ahí que sea imprescindible enfocar el proceso socio-transformador en su integralidad y profundidad multidimensional e intercultural.

Análisis Crítico del Discurso y del Pensamiento como Método de Investigación ante la sociedad industrial mediática

 

Los capitalistas siempre han llamado “libertad” a la libertad de lucro para los ricos y a la libertad de morirse de hambre para los trabajadores. Los capitalistas llaman libertad de expresión a la libertad de soborno de la prensa por los ricos, a la libertad de utilizar la riqueza para fabricar y falsear la llamada opinión pública. Lenin

 

Sostiene Teun Van Dijk, que las ideologías son los fundamentos de las actitudes de grupo y otras creencias, y así también del control ‘parcial’ de prejuiciados modelos mentales personales que sustentan la producción del discurso ideológico. Esta teoría no sólo da cuenta de las maneras como se producen y se entienden los discursos ideológicos, sino también cómo las ideologías mismas son discursivamente producidas por los grupos y adquiridas por sus miembros. Se enfatiza que las ideologías no sólo son expresadas por el discurso –y de allí que no debe reducirse tampoco al discurso- sino también pueden expresarse y representarse por otras prácticas sociales. Sin embargo, la adquisición y legitimación ideológica, y en general las opiniones ideológicas son usualmente discursivas, El conocimiento cultural general se presupone y es aceptado por todos los grupos ideológicamente diferentes. Cuando las ideologías son proyectadas sobre el discurso, se expresan típicamente en términos de sus propias estructuras subyacentes, tales como la polarización entre la descripción positiva del grupo endógeno y la descripción negativa del grupo exógeno. Esto puede tener lugar no sólo explícitamente por medios proposicionales (los temas, los significados, etc.), sino también por muchas otras manipulaciones discursivas que dan o quitan énfasis a Nuestras/Sus Cosas Buenas/Malas, como los titulares y la posición, las estructuras sonoras y visuales, la lexicalización, la estructura sintáctica, los movimientos semánticos como los negadores, y una cantidad de figuras retóricas y movimientos argumentativos.

Así, en todos los niveles del texto y del habla podemos observar la influencia del ‘pre -juicio’ ideológico de los modelos mentales y las representaciones sociales subyacentes basadas en las ideologías. Se advierte sin embargo que no todas las estructuras del discurso son controladas ideológicamente, y que ninguna estructura del discurso tiene sólo funciones ideológicas. Todo depende del contexto, definido aquí como los modelos mentales subjetivos (que pueden ellos mismos ser ideológicos) que representan propiedades relevantes de situaciones comunicativas).

 

Por su parte, Eliseo Verón (2001), desde su análisis en su libro: El cuerpo de la Imagen; indica que los medios hegemónicos están al servicio de un fin: la comunicación. Esta ideología representacional acompaña la localización de lo que llamaría la sociedad industrial mediática. UNA SOCIEDAD MEDIÁTICA ES UNA SOCIEDAD DONDE LOS MEDIOS SE INSTALAN: se considera que estos representan sus mil facetas, constituyen así una clase de espejo (más o menos deformante) donde la sociedad industrial se refleja y por el cual se comunica y es lo que vivimos día tras día.

Lo esencial de este imaginario es que marca una frontera entre un orden que es el de lo “real” de la sociedad (su historia, sus prácticas, sus instituciones, sus recursos, sus conflictos, su cultura) y otro orden, que es el de la representación, de la re-producción y que progresivamente han tomado a su cargo los medios. Este orden de la re-presentación no se limita, por supuesto, a una discursividad descriptivo-referencial; en la prolongación de la novela del siglo XIX, el cine se constituye, en su historia a través de la apropiación del universo de la ficción.

Porque la sociedad mediática, en la aceleración de ese proceso que hemos llamado la revolución de las tecnologías de la comunicación, cambia, todavía sin saberlo, de naturaleza; se vuelve poco a poco una sociedad mediatizada. Ahora bien, la mediatización de la sociedad industrial mediática hace estallar la frontera entre lo real de la sociedad y sus representaciones. Y lo que se comienza a sospechar es que los medios no son solamente dispositivos de reproducción de real al que copian más o menos correctamente, sino más bien dispositivos de producción de sentido.

Una sociedad en vías de mediatización es aquella donde el funcionamiento de las instituciones, de las prácticas, de los conflictos, de la cultura, comienza a estructurarse en relación directa con la existencia de los medios. Un ejemplo; en eso que llamo la democracia audiovisual avanzada, una campaña electoral no es un proceso ajeno, en tanto tal, a los medios (forma parte digamos, del campo de lo político) y que los medios se limitaría a reflejar, a re-producir, mejor o peor: una campaña electoral está cada vez más pensada, organizada, dosificada en función de la televisión.

El resultado de un tal proceso de mediatización seria la transferencia total de las prácticas colectivas al universo de los medios; la vida privada-cotidiana definida, por diferencia, como el conjunto de los campos significantes no mediatizados. Es claro que un proceso de mediatización de las prácticas colectivas está en marcha y que por ese hecho, la pantalla chica se ha vuelto uno de los lugares fundamentales de producción de espacios imaginarios de la ciudad, y esta última no vista como espacio urbano, sino construido en lo imaginario de las líneas de la pantalla catódica.

Por otra parte, la ciudad es una entidad del imaginario político y el proceso que nos interesa concierne muy particularmente al sistema político; la mediatización es particularmente sensible en el dominio del aparato del estado y de sus ceremoniales. Antaño, el poder buscaba apropiarse del espacio urbano y dejar en él su marca bajo la forma de monumentos; hoy en día es él tele-espacio lo que se ha convertido en su obsesión.

De la escritura al contacto

Explica Verón de la teoría peirciana; el orden del símbolo, que predomina en la actividad lingüística. El orden de lo icónico, que es el que preside el funcionamiento de la imagen, de la representación figurativa por semejanza que se llama frecuentemente el orden de la analogía y el orden de los fenómenos indiciales del índice (Peirce 1978)

Un reenvió significante de naturaleza indicial siempre como decía Peirce, un vinculo existencial; el humo es el índice del fuego. El orden indicial funciona por consiguiente, siempre por contigüidad, es por esto que podemos llamarlo, también, el orden de los fenómenos metonímicos.

Si estos tres modelos son modalidades de funcionamiento significante y no tipos de signos, es porque se trata de una cuestión de predominio relativo y no de presencia o ausencia; hay iconismo e indicialidad en el tecnológico. Por lo tanto, el concepto de medio es para mí un concepto sociológico, que no puede ser caracterizado solamente a partir de un soporte tecnológico. La definición de un medio debe tener en cuenta, a la vez, las condiciones de producción (entre las que se encuentran el dispositivo tecnológico) y las condiciones de recepción. Los procedimientos técnicos que están en juego en la televisión para el gran público y en su dispositivo de video para la vigilancia son los mismos: la primera es un medio en el sentido indicado y el segundo no lo es.

En segundo lugar esta televisión para el gran público se ha instalado en las sociedades industriales haciendo de la información un genero mayor y de los directo su modalidad discursiva fundamental. La historia de la televisión para el gran público es sus articulaciones fuertes, es la de los discursos sobre la sociedad de los acontecimientos (actualidad política, economía, del tiempo libre, de los deportes, etc) y del privilegio acordado al directo como paradigma del modo de apropiación de lo real por el discurso.

El espacio de la información

Para Eliseo Verón el ancestro del noticiero de televisión fueron las actualidades cinematográficas, que acompañaban la proyección de películas en las salas de cine y construidas con el modelo documental: montaje de imágenes sobre diferentes asuntos concernientes a los acontecimientos nacionales e internacionales, organizados en capítulos presentados por paneles escritos y comentados por una voz en off. El conductor se puso hacer gestos a matizar las expresiones de su rostro. El espacio del contacto había nacido y con el eje alrededor del cual todo el discurso vendría a construirse para encontrar su credibilidad.

Esta evolución ha consistido en otorgar un privilegio creciente a la enunciación sobre el enunciado. Grandes periodistas contribuyeron a la formación y a la estabilización de este dispositivo de enunciación (dándose relación instaurada del conductor enunciador y destinatario, proponiendo un lugar de complementariedad- el que sabe informa yo que no se me informo). En los años 70 fue Roger Gicquel quien lo llevo hasta la forma más perfecta. Tenía plena consciencia de la importancia de este hecho y lo expreso en tv. Lo importante es como restituimos nuestras dudas, si el publico comprende nuestras dudas, comprende también aquello que podemos afirmar, nuestra credibilidad consiste en expresar nuestras dudas, eso que no podemos saber y por lo tanto lo que sabemos adquiere entonces valor. En este dispositivo el saber descansa sobre el no saber: es porque él me transmite sus dudas que yo le tengo confianza. Haciendo simetría su relación con el destinatario, el enunciador construye su credibilidad. Lo que está en juego en el contacto es el acercamiento o el alejamiento, la confianza o la desconfianza. En el fondo lo esencial no es tanto lo que me dice o las imágenes que me muestra (que recibo frecuentemente de una manera distraída), lo esencial es que el este allí en el lugar de la cita todas las noches y que me mire a los ojos.

La transformación de la posición del enunciador frente a lo que enuncia acerca en el dispositivo moderno, le enunciador al destinatario: instaurando una relación con la actualidad que es comparable con aquella que el destinatario tiene con la actualidad, el enunciador moderno crea una simetría con el destinatario

Por esta mediatización, la puesta en discurso de la actualidad está fundada sobre la puesta en contacto entre dos cuerpos que se producen en el espacio imaginario del piso; la credibilidad del discurso que así se produce depende enteramente de la reverberación de un cuerpo significante.

Espacios de lo político

En el espacio televisivo del contacto, los periodistas son los grandes maestros y los gerentes: son ellos quienes tienen el derecho natural de mirarme a los ojos. Esta es la razón por la que una campaña electoral en la tv es siempre la ocasión de negociaciones, a menudo complejas a veces difíciles, entre enunciadores que juegan juegos de discurso diferentes: los periodistas y los políticos. Estas negociaciones tienen que ver precisamente con el acceso al contacto con el telespectador. En la construcción de su imagen de candidato, la destreza que el político es capaz de exhibir en el curso de esas negociaciones es tan importante como el programa que propone a los electores.

Un aspecto fundamental de la mediatización de los políticos deriva entonces del hecho de que la estrategia política que se ejercía antaño esencialmente en el dominio de los simbólicos es decir del lenguaje, está obligada hoy en día a abrirse camino a través de la red de la metonimia, en busca del buen contacto. La mediatización de lo político, dicho de otro modo fuerza a este último a traducirse en códigos indiciales: en consecuencia, la estrategia política se convierte en una estrategia de dominio de las configuraciones espaciales del imaginario televisivo y la puesta en espacio de las grandes emisiones políticas en un en juego crucial

La tv tiene que ver esencialmente con la dimensión visual del contacto y pone en juego el cuerpo como lugar de producción semiótica. El análisis esta focalizado en la comunicación política y en la compleja negociación que la tv implica entre los periodistas, profesionales de la información y los candidatos asociados al sistema político; poniendo en evidencia la relación entre política y democracia, como interrogante teórico.

 

 

Por otra parte, la perspectiva metodológica, guarda estrecha relación con la hermenéutica y la fenomenología, partiendo de un análisis documental, para posteriormente comparar elementos visuales que nos darán resultados fidedignos en esta investigación doctoral enmarcado en las ciencias sociales.

El método básico de toda ciencia es la observación de los datos o hechos y la interpretación de su significado. La observación y la interpretación son inseparables: resulta inconcebible que una se obtenga en total aislamiento de la otra.

Por ello nos hemos apoyado en el profesor Pedro Rueda, especialista en el área metodológica, el nos expresa en su libro EL MÉTODO HERMENÉUTICO DIALÉCTICO UNA ESTRATEGIA PARA LAS CIENCIAS DE LA CONDUCTA Toda ciencia trata de desarrollar técnicas especiales para efectuar observaciones sistemáticas y garantizar la interpretación. De esta forma la credibilidad de los resultados de una investigación dependerá del nivel de precisión terminológica, de su rigor metodológico (adecuación del método al objeto), de la sistematización con que se presente todo el proceso y la actitud crítica que la acompañe.

Es un hecho que la ciencia tradicional -junto con sus objetivos, métodos de investigación y criterios de validación- no satisfacen los requerimientos y la crítica de la epistemología actual, pues contiene errores en su adecuación al alto nivel de complejidad de toda realidad específicamente humana y social. Esta ciencia adoptó un enfoque cuya lógica subyacente se centra en el método empírico-experimental, cuyo tipo ideal es el experimento, y destaca la aleatoriedad, el aislamiento de variables y la comparación entre grupos y eventos. El enfoque opcional que aquí se ofrece, es la investigación estructural, hermenéutico-dialéctico, cuyo diseño trata de descubrir las estructuras y los sistemas dinámicos que dan razón de los eventos observados.

La hermenéutica tiene como misión descubrir los significados de las cosas, interpretar lo mejor posible las palabras, los escritos, los textos, la conducta humana gestual y las actitudes comunitarias, así como cualquier acto u obra, pero conservando su singularidad en el contexto de que forma parte.

Para realizar esta interpretación, la hermenéutica, concretiza y cristaliza de algún modo esos «trozos de vida» o «eventos existenciales’,. Hoy día la hermenéutica es imprescindible, ya que no sólo puede describir e interpretar los textos e historias de vida, sino que los avances tecnológicos le permite registrar y conservar «en vivo» tanto la riquísima y expresiva variedad de imágenes visuales de las acciones y conductas humanas como el individual y personal acento y timbre auditivos.

Esto hace posible, en muchos casos, repetir las observaciones cuantas veces sea necesario, y analizar la expresión, los movimientos, el tiempo y la explicación; sabemos que una buena observación y análisis son indispensables para obtener una correcta interpretación de los hechos.

De este conjunto de posibles realidades se desprende las muchísimas contribuciones que han hecho y algunos siguen haciendo -autores como: Scheiermacher, Dilthey, Heidegger, Gadamer, Ricoeur -por sólo citar los más renombrados pensadores europeos-; y, en Venezuela tenemos a Miguel Martínez, Alejandro Moreno, Franklin Machado, Ramón Santaella Yagres, Armando Rojas, Ramón A. Tovar, Rafael Carrillo R., Mauro Rodríguez Mourelo, y, muchísimos otros innumerables docentes e investigadores venezolanos y de América Latina..

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