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Nuevo Año Escolar 2017-2018: Otra Oportunidad para la Convivencia Intercultural.

Por: Benjamín Eduardo Martínez Hernández[1]

 

              A todas las maestras y maestros de la Patria Grande,

  especialmente a las y los que combaten con amor las injusticias de esta tierra.

 

  1. Nuestra deuda histórica

Es preciso acostumbrar al joven a objetivar su esfuerzo y a realizar más que a analizar; es preciso hacerle sentir (hacerle sentir, digo; no basta con hacerle comprender simplemente) que la paciencia y la constancia son superiores a la más brillante dialéctica; debemos devolverle la fe en la labor colectiva y en las realizaciones graduales y de largo aliento; y es preciso, sobre todo, acostumbrarlo a la disciplina integral del carácter, que es: en el pensamiento, las ideas generales; y en la acción, los propósitos concretos.

Nada tiene de imposible esta tarea: se trata, simplemente, de crear nuevos hábitos mentales. Y en eso consiste la educación.

Augusto Mijares

Reconocer la impostergable deuda que tenemos todas y todos, ciudadanas y ciudadanos del mundo contemporáneo, de asumir la vanguardia en el respeto de nuestras diferencias, no implica una simple aceptación de nuestra diversidad cultural, de género, política, social, sino más bien protagonizar el reto de la convivencia y la socioproducción entre nuestros diversos universos de sentido. Decir sentido es significar la praxis en pos de la realización de nuestras comunidades, entendiendo por realización la construcción colectiva de un andamiaje donde pueda surgir algo tan cercano a la paz que convoque y permita narrativas y acciones donde nos reconozcamos como hacedoras y hacedores de voluntades, de historias comunes y sobre todo de territorios plurales.

La interculturalidad no es un terreno hecho de palabras sino un cauce de posibilidades, más que un principio una toma de postura, un encuentro desde y hacia lo digno, lo que nos arma de valor, pero también lo que nos hace sujetos, es decir, personas con sentido de pertenencia, conscientes tanto de las ancestralidades que sintetizamos en nuestro espíritu, en nuestros propios senderos poetizantes, creativos, como de las exigencias de nuestro presente.

Somos sujetos conscientes de la deuda del deber, del no dejarnos ensimismarnos, de avanzar hacia la apertura del encuentro y desde allí, reconocernos y ser capaces de producir cultura tanto material como inmaterial: ser autosustentables sin olvidar nuestras potencialidades endógenas en interrelación comunitaria.

Estas líneas siguen el cauce de aquellas escritas entre inicios y mediados del año pasado (Martínez Hernández, 2016a, 2016b), cuando retomé una búsqueda sobre cuáles habían sido algunos de los pasos que hemos dado en materia de educación intercultural, consciente de que más allá de los avances jurídicos, todavía nos debemos mucho. Y nos debemos mucho porque el espacio de la autocrítica no es suficiente, o más bien, pareciera que algunas y algunos “servidoras y servidores públicos” no desean recordar con suficiente interés aquellas palabras del entonces presidente Hugo Chávez, en su Golpe de Timón (Chávez, 2012): el no temerle a la crítica ni a la autocrítica. Las cuales son una continuidad del discurso de Inauguración del Aló Presidente Teórico donde expresó:

Yo hago un llamado a la reflexión. No busquemos explicaciones para tratar de tapar la falla. No. La Revolución debe ser autocrítica. (…) Yo hago un llamado a todos los ministerios para que trabajemos en forma coordinada; a todos los entes del Gobierno Nacional, a los gobiernos estadales revolucionarios, a los gobiernos municipales. (…) Tenemos que articularnos todos.” (Chávez, 2009, p. 17)

No es secreto para nadie que a la crítica se le teme porque atenta contra la seguridad, contra el poder instituido, o más bien, contra la ilusión del poder, contra la ficción del control. No es secreto tampoco que a veces se opta por mantener parcelas de poder antes que aventurarse al trabajo en equipo para no tener que afrontar el desafío de relaciones más horizontales que posibiliten aniquilar las estructuras de dominación.

Reconocemos que la creencia en la ilusión burguesa que se ciñe sobre las estructuras del entramado arquetípico de ciertos “administradores del poder público” impide pensar de manera nítida el cómo direccionar sistémicamente las políticas gubernamentales, sobre todo en materia educativa, lo cual revela un difuso magma que amenaza siempre la regularidad de los procesos (difícil no recordar aquí el texto de Bourdieu (2005): El misterio del ministerio), lo cual es muy perjudicial para nuestra sociedad, sobre todo cuando tenemos leyes tan importantes que no sólo orientan el poder popular, sino que también colaboran en la posibilidad de su vivencia pedagógica, como por ejemplo, nuestra Ley Orgánica de Educación (2009) y nuestra Ley Orgánica de Cultura (2014), aunadas a numerosas voluntades que generan esa misma potencialidad popular.

  1. Algunas de las fuerzas sociales del Magisterio Venezolano.

Para que el pueblo crezca, para que se agigante en la acción, para que asuma sus responsabilidades, necesario es darle destino, crearle ideales, conducirlo y esta tarea es de magisterio, de ducción, que los maestros, de ahora deben cumplir fervorosamente.

     Luis Beltrán Prieto Figueroa

Recordamos hace unos años atrás la gran campaña “Con mis hijos no te metas” que llevó a cabo la “oposición venezolana” especialmente de la que se cree “clase media” ante la inevitable democratización de las decisiones escolares, digamos más bien del gobierno escolar, de la política educativa. Una campaña que tuvo su auge en medio del debate popular que desembocó en nuestra Ley de Educación (2009), y que remontó su furia cuando apareció la figura de los Consejos Educativos, importante instancia plasmada hoy en la Resolución 058 (2012) para avanzar en la democracia participativa y protagónica desde la escuela. Ejemplos variopintos que ilustran la ideología en contra de ellos se puede encontrar en Internet, así como también en contra de la instauración del Plan de la Patria como ley de la República (2013), y posteriormente contra un proceso sin precedentes en la historia nacional: la Consulta Nacional por la Calidad Educativa (2014) donde participaron más de siete millones de venezolanas y venezolanos y desde donde se desprendieron 10 desafíos, los cuales, a manera de banderas, han sido claves para el diseño y puesta en práctica de políticas educativas para atender las exigencias del pueblo que somos, incluyendo estudios de cuarto nivel (posgrados gratuitos para todos los docentes en ejercicio pertenecientes al subsistema de educación básica). Vale la pena recordar aquí algunas de esas banderas:

Primera: Garantizar educación de calidad para todas y todos, sin ningún tipo de exclusiones.

Segunda: Desarrollar una pedagogía del amor, el ejemplo y la curiosidad, que sea rigurosa y solidaria y forme en y para el amor a la patria.

Cuarta: Promover un clima escolar caracterizado por la convivencia, la seguridad, la comunicación, la participación, el trabajo cooperativo y la solidaridad.

Sexta: Lograr una estrecha relación entre las familias, la escuela y la comunidad, en función de garantizar la atención, el cuidado y la educación de sus hijos e hijas y una gestión escolar participativa, eficaz y transparente.

Además de los Consejos Educativos que deberían estar en todas nuestras escuelas, actualmente contamos con fuerzas sociales claves para una gestión más allá del mero canon administrativo liberal tradicional. En el Ministerio del Poder Popular para la Educación (MPPE) existen por ejemplo, el Movimiento Bolivariano de Familia (MBF) –del cual formamos parte todas y todos- y la Organización Bolivariana de Estudiantes (OBE), importantes baluartes de pensadoras y pensadores orgánicos conscientes de su papel histórico como hacedoras/es y transformadoras/es de cultura. Sin embargo, todavía falta mucho para que intervengan de manera decisiva en las políticas educativas, esto es, en la gestión directa, en el diseño, seguimiento y evaluación de los distintos planes y proyectos del MPPE, así como a lo interno de las propias dinámicas de cada una de nuestras escuelas, centros de educación inicial, liceos, escuelas técnicas, talleres laborales… lo cual hoy más que nunca en este tiempo constituyente resulta indispensable y no debe existir ningún temor en que estas fuerzas participen en eso.

Si consideramos el tema de la OBE esto no sólo es indispensable sino más bien inevitable, sobre todo cuando el presidente Nicolás Maduro nos ha instado a que tengan un capítulo en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Aquí también resulta clave desde y hacia nuestra juventud y de la mano con el Ministerio del Poder Popular para la Mujer y la Igualdad de Género, la transversalización del feminismo como práctica descolonizadora que debe sacudir los fundamentos de las falocracias machistas que se proyectan de manera permanente tanto en el discurso como en la acción ministerial, comunitaria, escolar, familiar y demás instancias decisoras del poder patriarcalmente instituido. En esto nuestra Asamblea Nacional Constituyente tiene uno de sus retos fundamentales y estamos prestos a seguir acompañándola.

Pensar la interculturalidad, en consecuencia, no consiste sólo en la consideración de estas importantes fuerzas orgánicas y sus retos, sino recordar también que no hace mucho hemos venido protagonizando hermosos procesos de participación popular, como por ejemplo El Congreso de la Patria, una instancia que parece ser olvidada por algunas y algunos y que hoy más que nunca resulta inevitable. Algunas/os nos valimos de esa experiencia para armar y dar sentido a los Comités Constituyentes, otras/os, en cambio, parecen olvidarlos. Y es que en ese ejercicio que recordamos con mucha emoción nos nutrimos mutuamente de nuestros logros y desafíos, un debate que duró en algunos casos varios meses continuos, pero que no parece que la mayoría de las venezolanas y venezolanos esté considerando para responder las exigencias de nuestro presente. Es allí a donde también debemos mirar, más allá de la coyuntura político-económica que estamos atravesando: nuestra historia reciente. Nadie escapa a la miopía generacional o más bien epocal cuando no está presto a valorar críticamente el protagonismo que de alguna u otra forma lo ha sacudido, sobre todo cuando el presente parece tan maravillarlo -o angustiarlo según sea el caso- que lo congela cegándolo.

 

La interculturalidad no es y mucho menos la educación intercultural que preferimos llamar praxis pedagógica intercultural, sólo cuestión de principios, es algo más: al ser elemento constitutivo fundamental de una política educativa, necesita incidir de manera clave en todos los niveles y modalidades de la educación, pero eso no se logrará si dejamos que caminen solitos sin relacionarse “como continuo humano” y si las fuerzas tales como el MBF y la OBE van por su lado: todas y todos debemos participar en la gestión educativa y debemos estar dispuestas y dispuestos a realizarla colectivamente, pues Todas y todos somos Venezuela.

Vernos y hacernos sinérgicamente es un desafío inevitable, más aún si estamos en tiempo constituyente, donde se nos ha invitado a ser partícipes de este importante momento histórico, es decir, a escucharnos y sentirnos como una totalidad orgánica. Esa fue una de las últimas pero siempre vigentes esperanzas del Comandante Chávez, esa también ha sido una de las consignas del Presidente Obrero Nicolás Maduro, ese también ha sido el anhelo del actual Ministro de Educación Elías Jaua Milano, sobre todo en sus más recientes líneas: “El pueblo sabe” (Jaua Milano, 2017) de donde tomamos dos premisas muy importantes:

“Una dirigencia política debe tener la sabiduría de poner oído en tierra y escuchar, recordando los temblores recientes, las vibraciones telúricas del poder popular.”

“Confiemos en el pueblo y venceremos”

Las que acompañamos con esa frase que nos recuerda nuestro cantor Alí Primera: “El pueblo es sabio y paciente”. Y desde allí la convicción: El pueblo, el pueblo que somos todas y todos, el pueblo que se realiza en su andar, andar creativo, sabe, sabe porque se reconoce en toda su potencialidad.

Sí, el pueblo sabe pero tenemos todas y todos que abrirnos a la construcción colectiva de nuestra propia gestión, debemos asumir con orgullo nuestros saberes y haceres. Hemos escuchado y nos hemos dicho que en nuestra Revolución Bolivariana somos pueblo en el gobierno, somos poder popular. Lo hemos sostenido en reiteradas ocasiones: nuestras fuerzas sociales deben avanzar en la implosión del entramado monolítico del estado burgués, de lo contrario, dejaremos una preciosa quimera agonizante en el mar de las retóricas sin pasar de manera decisiva a las transformaciones tan ansiadas de nuestras comunidades y más aún, a la importante tríada que siempre repetimos y de la que todas y todos formamos parte: escuela-familia-comunidad.

  1. Nuestros Circuitos Educativos

Si el hombre es ente ubicuo, creador insaciable de técnicas, impulsado a someter y expandir su espacio, necesariamente organizado en sociedad para asegurar la eficiencia de sus energías, no se siente ni se sabe realizado desde estas puras dimensiones; experimenta sí la profunda demanda que lo sintetiza, que lo arraiga a una porción territorial, donde emerge el mandato de su identidad.

   Ramón Tovar López

Desde la importante tríada: escuela-familia-comunidad, no debemos olvidar aquí el enriquecedor ejercicio que hemos venido haciendo con la dinámica instauración de nuestros Circuitos Educativos donde familias, escuelas y comunidades organizadas han venido participando desde sus respectivos contextos geoculturales, geopolíticos, geohistóricos, por ejemplo en importantes conmemoraciones de nuestra diversidad; significativos procesos de transformación comunitaria, donde lo lúdico, lo festivo, incluso lo epistémico-metodológico, ha ido formando parte de sus respectivas cotidianidades, cada día con mayor sentido de pertenencia. La tarea de la gestión y seguimiento de nuestras políticas pedagógicas es de todas y todos. La dinámica comunal, geopolítica, de los circuitos educativos es liberadora y merece seguir fortaleciéndose y multiplicándose por toda nuestra geografía nacional prestando siempre atención a las particularidades culturales de quienes la hacen posible.

Las prácticas culturales, la reivindicación e innovación de nuestros legados afro, indígenas, de nuestras tradiciones, del aporte de nuestras comunidades migrantes de otros países, de nuestras mujeres a la constitución de nuestra sociedad, de nuestra venezolanidad, se realiza desde y hacia la consciencia por lo nuestro y lo nuestro, esa nostridad, es lo plural, lo que nos define como ciudadanos, como republicanos recordando al gran maestro Simón Rodríguez, no en vano él es una de nuestras importantes raíces como nos lo recordó Hugo Chávez.

  1. La Micromisión Simón Rodríguez: la Especialidad en Pedagogía Cultural e Interculturalidad.

El saber académico no se construye como piensan muchos sobre la base de la destrucción del saber popular. Ambos se complementan y sobreviven en un entramado de relaciones características de la heterogeneidad estructural y cultural. En este sentido se hace indispensable, me atrevo a llamarla, una educación intercultural.

     Luis Antonio Bigott

Asumiendo esa raíz robinsoniana, esa consciencia por lo que somos de este lado de la tierra, esa conciencia Caribe y afrodiaspórica, entre muchos otros elementos que nos definen, es que surgió hace más de un año como intencionalidad pedagógica descolonizadora la Especialidad en Pedagogía Cultural e Intercultural adscrita a la Micromisión Simón Rodríguez[2] donde actualmente se forman más de 700 docentes en ejercicio de todo los estados del país, entre ellas y ellos egresadas y egresados de la Licenciatura en Educación Mención Desarrollo Cultural de nuestra querida y admirada Misión Cultura. Luchadoras y luchadores formadas y formados para la transformación de nuestras realidades donde todavía la cultura se ve en muchos espacios y momentos como mercancía, pero que sin embargo, gracias a estas y estos militantes de la paz , se ha venido poco a poco dibujando otro panorama más a tono con nuestras necesidades, más a tono con nuestros saberes y haceres, más a tono con nuestra soberanía, con nuestro inevitable orgullo de ser quienes somos, más a tono con el desafío histórico por el cual nos hemos enrumbado, afortunadamente hace ya varios años, valorando nuestra diversidad cultural y asumiéndola como la fuente inagotable de producción simbólica y material, es decir, de producción cultural. Todo lo cual es evidencia de lo que somos capaces de hacer por transformarnos colectivamente siendo la escuela el espacio más idóneo para esto.

Estamos empeñadas y empeñados en seguir respondiendo a nuestras propias exigencias históricas con seguridad porque escuchamos a nuestro pueblo, porque somos el mismo pueblo en el gobierno, una ocasión histórica que no debemos desaprovechar jamás, una ocasión para seguir siendo patria.

Vale la pena asomar aquí las intencionalidades pedagógicas de las unidades curriculares propias de la Especialidad en Pedagogía Cultural e Interculturalidad como evidencia de una nueva conciencia y una nueva praxis soberana:

  • Unidad Curricular: Escuela y Cultura. En este primer momento, la reflexión gira en torno a la interrogante: ¿Cómo hacer de la escuela un espacio-tiempo productor de cultura emancipadora? Así pues, tiene como intencionalidad afrontar la desculturización, esto es, derrumbar la sedimentación del proceso colonial que ha aislado, en función de los intereses crematístico del capitalismo etnogenocida, la producción cultural de las propias dinámicas explorativas y creativas del saber-hacer, con lo cual se persigue protagonizar colectivamente una dinámica pedagógica profundamente liberadora, al tiempo que productora de tejidos histórico-sociales y en tanto es así, de un nuevo imaginario desde y hacia nuestras propias realidades y necesidades.
  • Unidad Curricular: Manifestaciones Culturales. Aquí el centro reflexivo gira en torno al valor epistémico-político de las manifestaciones culturales en la vivencia escolar, comunitaria y familiar, es decir, en la realización humana: cuáles han sido los orígenes de esas tradiciones, cuáles sus transformaciones, cómo posibilitan la existencia comunitaria y las identidades personales y colectivas, cómo definen a los sujetos que la constituyen y le conceden su inigualable dinamismo, entre otras temáticas de interés.
  • Unidad Curricular: Hegemonía y Contra hegemonía cultural. El tercer momento de la trayectoria de la especialidad en pedagogía cultural, gira en torno a la motivación protagónica: ¿Cómo construir una Nueva Hegemonía Cultural que responda a los sentires y necesidades del socialismo del siglo XXI desde la pluriculturalidad venezolana? Es decir, sobre las circunstancias histórico-sociales y las posibilidades de generación de una nueva conciencia político-cultural, nuevas formas de producción social, simbólico-material en sintonía con las exigencias locales, regionales, nacionales e internacionales de integración multipolar, nuevos sentidos comunes que demandan diversas praxis descolonizadoras. Se trata de generar desde y hacia nuestras realidades, la deconstrucción de los estándares hegemónicos euro occidentales, en función de nuestras propias realidades sociales: nuevas producciones culturales desde nuestras propias historias, saberes, haceres y formas diversas de ser y estar desde y hacia nuestra múltiple y diversa venezolanidad.

 

La Especialidad en Pedagogía Cultural e Interculturalidad, única en su estilo en el país, abre múltiples senderos para la generación de nuevas formas de aprehender nuestra venezolanidad, de crear cultura desde prácticas educativas donde intervienen las familias, las comunidades, las maestras y maestros pueblo, las y los cronistas entre otras y otros, en sus múltiples contextualidades, reconociendo sus complejidades histórico-políticas, donde la cultura no es un agregado, un adorno, sino un proceso intrínseco a la misma educación, enfrentando así el importante reto de nuestra descolonización, combatiendo el racismo, la xenofobia y formas conexas de intolerancia. Estamos hablando también de nuevas estéticas, de una nueva ética bajo el horizonte del encuentro por la paz de todas y todos.

  1. La cultura no es una puesta en escena y la interculturalidad menos.

Desde esa pedagogía crítica, emancipadora como lo es la pedagogía del amor, la interculturalidad se presenta como un desafío político de todas y todos porque la política es en sí misma un arte, el arte de saber encontrarnos, el arte de saber movernos ante la propia historia que somos. Ante esta diversidad que nos constituye no basta con realizar un conversatorio, no basta con celebrar un día, el 12 de octubre o el 10 de mayo, no basta conmemorar nuestra resistencia ante el colonialismo con una “puesta en escena” rengifiana por muy importante y motivadora que esta sea, no basta con invocar a Waikaipurú, Apakuana, Chirino, a Juana Ramírez y muchas y muchos más, no, eso no es la interculturalidad, sabemos que eso no es.

Sabemos también que la interculturalidad de ninguna manera puede ser una cartilla y menos con una estética pro occidentalizante. Tampoco la interculturalidad puede ser jamás una celebración de modelos narrativos o más exactamente, retóricas eurocéntricas, ni traducciones que vacían el sentido de quienes realizamos prácticas culturales específicas. La interculturalidad debe asumirse como un desafío profundamente ético y cuando decimos ético decimos digno: una invitación a la dignidad, la interculturalidad es una invitación a la nostridad, una invitación al desafío de ser comunidad.

  1. Seguir avanzando sin evasiones

Este tiempo constituyente, este nuevo inicio de año escolar, este tiempo de elecciones regionales, es propicio, inevitablemente propicio, para avanzar interculturalmente en lo que siempre nos decimos en diversos espacios de nuestra geografía nacional pero que nos cuesta todavía asumir con mayor energía, y que en términos de Grüner (2005, p. 242) significa

recuperar, teórica y prácticamente, un imaginario de lo[3] político que se instale en el centro del conflicto fundamental, trágico, que supone la recreación de nuestra polis. Los cantos de sirena, cantos son. Es hora de volver a destaparse los oídos, y emprender el retorno a Ítaca.

Asumamos pues, de manera decisiva y sin más evasiones:

  • Una sinergia institucional que reúna a todas las organizaciones y movimientos afrodescendientes e instancias ministeriales que posibilite incidir de manera decisiva en la vivencia de los hermosos principios que se encuentran presentes en nuestras leyes, sobre todo en la Ley Orgánica contra la Discriminación Racial (2011), así como en la futura Ley Constitucional contra el Odio, la Intolerancia y por la Convivencia pacífica, la que estamos seguros nos posicionará como uno de los países más avanzados en materia jurídica, favoreciendo el establecimiento de una agenda común para la vivencia de aspectos tales como:

 

  • Decretar como política del gobierno revolucionario el Decenio Internacional para las y los Afrodescendientes 2015-2024 y promover y apoyar las acciones políticas, sociales y pedagógicas que nos conciernen a todas y todos los que vivimos en esta patria.
  • Apoyar desde todas las instancias posibles las iniciativas locales de producción de recursos para el aprendizaje (ej. bibliografías, juegos de mesa, instrumentos musicales), proyectos autosustentables, programas de radio, de televisión, documentales, cortos, películas… que inviten al reconocimiento de nuestra herencia africana en Venezuela, así como también a la realización de prácticas pedagógicas con perspectiva de género.
  • Apoyar de manera decisiva los proyectos pedagógicos interculturales del MPPE sobre todo el que tiene que ver con la Cartografía Intercultural de los Centros Educativos Venezolanos: quiénes y cuántos somos, de dónde venimos, qué tradiciones y prácticas culturales nos realizan, entre otros importantes elementos de encuentro, posibilidades para la convivencia, posibilidades para la esperanza, para la paz. Y el de la Descolonización de saberes y haceres en todos los niveles y modalidades de la educación.
  1. ¿Con qué contamos?

Además de las fuerzas sociales arriba mencionadas, nuestro Magisterio Venezolano no puede olvidar las iniciativas que diversas organizaciones del poder popular han venido protagonizando históricamente y que en su momento fueron muy importantes para la creación de instancias que hoy tenemos, como por ejemplo, la Dirección General de Educación Intercultural adscrita al Viceministerio de Comunidades Educativas y Unión con el Pueblo del Ministerio del Poder Popular para la Educación, la Comisión Presidencial para la Prevención y Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial y otras Distinciones en el Sistema Educativo Venezolano, el Instituto Nacional contra la Discriminación Racial, el Consejo Nacional para el Desarrollo de las Comunidades Afrodescendientes de Venezuela, adscrito al Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión de Gobierno, el Viceministerio para África, y muchos otros espacios impensables antes de la llegada de la Revolución Bolivariana. Tenemos pues, importantes instancias pero aún nos falta darles más vida, nos falta hacerlas más de nosotros, más cotidianas, hacerlas tejido, tejernos con ellas, que vivan desde y hacia nuestras comunidades, sólo así podremos garantizar que la interculturalidad sea esa condición indispensable para que nuestra educación sea realmente emancipadora. El inicio de este nuevo año escolar es una gran oportunidad. No la dejemos pasar.

Caracas, 9 de septiembre de 2017, Día Mundial de la Agricultura – Caracas, 12 de septiembre de 2017, Día de las Naciones Unidas para la Cooperación Sur-Sur

 

Referencias citadas

  • Bourdieu, P. (2005). El misterio del ministerio. De las voluntades particulares a la «voluntad general» En Wacquant, L. (Coord.) (2005). El misterio del ministerio. Pierre Bourdieu y la política democrática. Barcelona, España: Editorial Gedisa. Primera edición. (pp.71-79). Disponible: http://www.educacion-holistica.org/notepad/documentos/Politica/Libros%20%28Varios%29/El%20Misterio%20Del%20Ministerio%20Pierre%20Bourdieu%20Y%20La%20Politica%20Democratica.pdf
  • Chávez Frías, H. (2012) Golpe de timón. I Consejo de Ministros del nuevo ciclo de la Revolución Bolivariana. Caracas, Venezuela: Ediciones Correo del Orinoco.
  • ———————-(2009) Las comunas y los cinco frentes para la construcción del socialismo. Aló Presidente Teórico, programa N° 1. Teatro Teresa Carreño, Caracas 11 de junio de 2009. En Chávez, H. (2009) Comunas, Propiedad y Socialismo. Caracas, Venezuela: Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información. (pp.7-104)
  • Grüner, E. (2005) Los restos del pasado y la memoria del futuro. La “ontología nacional” en la inexistencia de la globalización. En Grüner, E. (2005) La Cosa política o el acecho de lo Real: entre la filosofía y el psicoanálisis. Buenos Aires, Argentina: Paidós. (pp.175-242)
  • Jaua Milano, E. (2017) El pueblo sabe. Recuperado de: https://www.aporrea.org/actualidad/a251780.html
  • Martínez Hernández, B. (2016a) La interculturalidad como política de Estado, el Movimiento Afrodescendiente Venezolano y algunos desafíos pedagógicos de la Revolución Bolivariana (1999-2016). (en imprenta).
  • ———————————(2016b) 16 Tesis para una Revolución Educativa desde y hacia la Patria / Matria venezolana (en imprenta).
  • Ministerio del Poder Popular para la Educación (2012) Resolución 058 Consejos Educativos. Publicada en Gaceta Oficial 40.029 del 16 de octubre de 2012.
  • Ministerio del Poder Popular para Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología (2017) Resolución 079 mediante la cual se crea, en el marco de la Micromisión Simón Rodríguez, el Programa Nacional de Formación Avanzada en Educación. Publicada en Gaceta Oficial 41.168 del 8 de junio de 2017.
  • ———————————————————-(S/f) Consulta Nacional por la Calidad Educativa. Resultados. Caracas, Venezuela. Recuperado de: http://www.cerpe.org.ve/tl_files/Cerpe/contenido/documentos/Calidad%20Educativa/PRESENTACIu00D3N%20DEFINITIVA%20DE%20LA%20CONSULTA%20POR%20LA%20CALIDAD%20EDUCATIVA.pdf

Leyes

 

 

 

 

 

[1]            Correo: antropologando@gmail.com Twitter: @bintercultura

[2] Con la Resolución N° 079 del Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología (2017) quedó establecida la creación del Programa Nacional de Formación Avanzada en Educación constituido por un (1) doctorado, nueve (9) maestrías y dieciséis (16) especializaciones una de las cuales es Pedagogía Cultural e Interculturalidad.

[3]       Cursivas en el original.

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En Venezuela: Mppeuct garantiza derechos de personas con discapacidad mediante jornada de certificación

América del Sur/Venezuela/Prensa Mppeuct/ Eliana Sosa

El Ministerio del Poder Popular para Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología (Mppeuct), en conjunto con su par para la Salud y el Consejo Nacional para las Personas con Discapacidad (Conapdis), desarrolla una Jornada de calificación y certificación de personas con discapacidad.

La idea es que las personas con discapacidad porten su certificado y accedan a los beneficios y derechos que estipula y garantiza la Ley y formen además parte del Registro Único de Personas con Discapacidad, explica Oswaldo Suárez, del equipo organizador de la Oficina de Gestión Humana del Mppeuct.

Emely Flores, joven con discapacidad motora, expresa que la actividad es muy positiva debido a que contribuye con el reconocimiento y respeto a esta población.

José Medina, médico calificador del Ministerio para la Salud, señala que en la jornada el paciente llena una planilla con sus datos y la entrega con los requisitos exigidos. Seguidamente, el médico evalúa al paciente mediante un chequeo sencillo, avalado por el análisis exhaustivo del informe médico emitido por el especialista del área afectada, a partir del cual determina el tipo y grado de discapacidad que posee la persona y la remite al módulo de Conapdis para que le emita la certificación.

Fuente: https://www.mppeuct.gob.ve/actualidad/noticias/mppeuct-garantiza-derechos-de-personas-con-discapacidad-mediante-jornada-de

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Para los niños y jóvenes venezolanos el juego “la ballena azul” es un peligro real

Venezuela/28 septiembre 2017/Fuente: Aporrea

«La ballena azul se está tragando a nuestros muchachos», advirtió el educador Oscar Misle, a quien le correspondió atender a los compañeros de una adolescente que se suicidó en Caracas por este «juego»

Son 50 retos destinados a niñas, niños y adolescentes, supervisados por un «monitor». Y el último de los desafíos consiste en quitarse la vida. El juego «la ballena azul», creado por el joven ruso Philipp Budeikin, ya ha cobrado vidas en el mundo, y también en Venezuela. Reportes de prensa dan cuenta de, al menos, un fallecimiento en el estado Lara en mayo pasado, y otro en Zulia durante el mes de julio. Hay, además, un tercero en Caracas.

El educador Oscar Misle, orientador y cofundador de los Centros Comunitarios de Aprendizaje (Cecodap), cuenta que a la organización le tocó atender a los amigos de una joven que se suicidó en su propio colegio, en Caracas.

«La ballena azul» se convirtió en una inquietud para Cecodap porque los muchachos atendidos por la organización -en talleres, foros, charlas- hablaban sobre el tema, contó Misle durante el 63 Congreso Venezolano de Puericultura y Pediatría, celebrado la semana pasada en Caracas.

Oscar Misle: los muchachos están mucho más informados de lo que imaginamos. Foto: Ernesto García

«Se está tragando a nuestros muchachos»

Posteriormente, cuando una adolescente se suicidó en su colegio en la capital venezolana, las autoridades del plantel solicitaron el apoyo de Cecodap para procesar lo sucedido. Cuando los docentes abordaron el suicidio con estudiantes de cuarto año de bachillerato, ellos enumeraron como causas posibles el no tener con quién compartir algo que les hace daño, el consumo de alcohol o de drogas o la depresión amorosa, entre otros factores. Para mayor sorpresa de Misle, algunos de los compañeros de la muchacha encontraron razonable que ella se quitara la vida.

«La ballena azul se está tragando a nuestros muchachos», advirtió el experto, al hacer un llamado de atención para que los pediatras también estén atentos a las señales de que sus pacientes puedan estar participando en el «juego».

En los colegios, señaló el docente, opinan que si se habla de suicidio «se les da la idea» a los jóvenes, pero esta creencia es errónea porque «los muchachos están mucho más informados de lo que imaginamos». Son los factores protectores en el hogar, como el acompañamiento y la comprensión, los que evitan que «la ballena azul» se convierta en un mal acompañante para niñas, niños y adolescentes.

¿Por qué ballena y por qué retos?

El nombre «La ballena azul» supuestamente se debe al varamiento de estos animales y presuntamente su forma de equipararlo con el suicidio. Son 50 retos que deben cumplirse en 50 días, y que incluyen hacerse marcas en el cuerpo con un cuchillo o una navaja, ver películas de terror, cortarse el labio, pincharse las manos, hacerse cosas dolorosas, pararse en el borde de un puente, cumplir con misiones secretas y, finalmente, «tomar su propia vida».

El primer fallecimiento del que se tenga noticia en el país, según versiones de prensa, ocurrió en Lara, como se lo confirmó Cristina Coronado, fiscal 20 de Lara en materia de Protección Integral de la Familia, a la periodista Karina Peraza de El Impulso. La joven, de 15 años, se quitó la vida en Cabudare (Lara).

Algunas señales de alarma para madres, padres, maestras o maestros son cambios de conducta y marcas en el cuerpo. Razón suficiente para buscar ayuda.

 

Fuente: https://www.aporrea.org/ddhh/n315079.html

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Ministerio de Educación, Elías Jaua: La educación en Venezuela es un derecho humano sagrado

Venezuela/28 septiembre 2017/Fuente: Globovisión

Durante la inauguración del centro de educación inicial, Ramón Vegas en Charallave, el ministro de Educación, Elías Jaua, manifestó que «la educación en Venezuela es un derecho humano sagrado por nuestros niños, educación pública y gratuita y cada día de mayor calidad».

Jaua agregó que es de vital importancia que los niños sean incorporados en el sistema de educación del país desde el primer año de vida. «Desde el primer año un niño tiene que estar incorporado en la educación».

Además, indicó que hay más de 100 instituciones nuevas y otras remodeladas que fueron inauguradas para el nuevo año escolar que acaba de comenzar.

«Cada centro de educación que abrimos es también creación de empleo digno para los maestros, trabajadores, madres cocineras, es un gran esfuerzo y yo me siento orgulloso», aseveró.

Fuente: http://globovision.com/article/elias-jaua-la-educacion-en-venezuela-es-un-derecho-humano-sagrado

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Venezuela: Universidad: ¡última trinchera!

Venezuela / www.elnacional.com / 27 de Septiembre de 2017

Por: Pablo Aure

La grave crisis de la educación en Venezuela es una de las grandes preocupaciones que nos aquejan. No abarcaré toda el problema ni mucho menos todos los niveles del sistema educativo, solo me referiré a algunos aspectos de la educación superior en la cual me he desempeñado como gerente en la Universidad de Carabobo desde hace más de tres lustros. En efecto, desde director de la Escuela de Derecho, pasando por el decanato de su facultad primogénita (la de Ciencias Jurídicas y Políticas) y ahora ocupando el cargo de secretario. La Secretaría de las universidades de acuerdo con la ley son las encargadas de certificar los documentos que de ellas emanan. Pudiéramos decir que casi todos los documentos que emite la universidad pasan por las manos del secretario.

Hago esta introducción para que se entienda que no escribiré sobre especulaciones, sino con pleno conocimiento de causa. Es decir, relataré lo que he vivido, no solo como gerente sino también como docente, pues estoy activo en mis horas de clases desde hace casi treinta años. La universidad de ayer no se parece en nada a la que tenemos hoy. Sus carencias y dificultades cada día se multiplican. Gerenciar la universidad del pasado –cuando en Venezuela se invertía en la educación– no es ni la sombra de esta universidad de guerra. Hoy, literalmente: sobrevivimos. Son muchas las causas para decir esto. Desde lo económico hasta cualquier otro motivo que ustedes se puedan imaginar. A pesar de la gravedad existente, nuestros trabajadores están allí, llenos de preocupaciones al igual que los estudiantes. Todos sabemos que estamos muy mal, pero lamentablemente nos quedamos solo en la preocupación y no logramos avanzar, por lo que hemos retrocedido. Las constantes luchas son para exigir salarios o becas dignas, que sinceramente están muy lejos de la dignidad en el trato que merecen trabajadores y estudiantes.

Hoy es imposible pensar que un profesor haga sus estudios de cuarto o quinto nivel en una institución de Europa. Es impensable porque el euro y el dólar al cambio son inaccesibles. Antes, que los profesores viajaran era lo común durante los años sabáticos o planes conjuntos. Mis profesores, casi todos, hicieron sus maestrías o doctorados en Italia, Inglaterra, Francia o España. Estudié Derecho. Daba gusto escuchar una exposición de mis maestros recién llegados de cursar estudios en el exterior, nos traían exquisitas enseñanzas. Criterios con experiencias vividas en el primer mundo. Con dolor lo digo: esa universidad desapareció. Hoy nuestros colegas profesores estudian en la misma universidad y aunque son de buena calidad esos estudios, no es lo recomendable, porque se produce lo que los colombianos llaman “la promiscuidad académica”. Lo interesante del posgrado es realizarlo en otras universidades y si es posible en otros países.

Universidad, herida de muerte

La universidad venezolana, si se mantiene bajo el mismo esquema, está condenada a morir. Lo escribo con angustia. El desvelo de sus autoridades no puede ser mendigar que le asignen presupuesto para poder mantenerlas abiertas. Eso es lo que a diario hacemos. Suena feo, pero debo decirlo. La mayoría de los salones tienen los aires acondicionados dañados, las oficinas prácticamente igual, a oscuras o con poca iluminación, las becas de los estudiantes son miserables: 15.000 o 18.000 bolívares, dependiendo del tipo de beca. ¿Sabrá el régimen cuánto cuesta alquilar un cuarto, o el pasaje en autobús, sin pensar en un cachito, una empanada, un sándwich, un jugo o cualquier otra chuchería? La respuesta es: sí lo sabe, pero ellos, el régimen, insiste en su propósito de destruir la moral burguesa. Para ellos –el régimen–, quienes estudian y se superan son burgueses y en consecuencia su moral deben destruir.

Hablar del sueldo de los trabajadores, solo por mencionar el de los profesores, es vergonzoso. Claro que da pena si lo comparamos con lo que gana un docente en los países donde valoran la educación. Al cambio amigos míos, un profesor universitario en Venezuela no gana ni siquiera un dólar diario.

Todos los días hablo con mis alumnos, con los empleados, obreros y profesores, también lo discutimos en las reuniones de autoridades. Concluimos que hay que asumir la verdadera lucha, no solo para defender la UC, mantenerla abierta y reimpulsarla, sino para rescatar la democracia en Venezuela.

He hablado muchísimo con mi rectora y amiga Jessy Divo de Romero, a quien la historia reconocerá como una ciudadana ejemplar, honesta, universitaria que dedica el tiempo que sea necesario para mantenernos unidos (a las autoridades). Solo así ha sido posible que la UC continúe activa. Nuestra UC se mantiene funcionando por ella, por su dedicación y por su permanente acercamiento con los distintos gremios. Su regio, decente y convincente discurso ha hecho posible lo que para otros quizá era irrealizable. A ella, nuestra rectora, mi respeto y admiración. Pues bien, en esas conversaciones siempre el tema que sale al tapete es la falta de recursos, la renuncia de trabajadores y la deserción estudiantil. Esos aspectos, al igual que los constantes hurtos, falta de transporte, deficiencia proteica para el comedor, reparación de la infraestructura, falla de los servicios públicos como el agua o la luz eléctrica; ya parecen una letanía, pero son problemas que debemos atender constantemente. Desde luego, una universidad en esas condiciones difícilmente puede ser productiva; y eso para no tardar en explicar los mecanismos para la reposición de material que cada vez son más engorrosos. Lo son, porque la UC, por ser una institución pública, debe regirse por procesos de contratación que están regulados en la Ley de Contrataciones y, tal como está el costo de la vida, con una inflación exorbitante, hasta para comprar una caja de papel bond hay que hacer un llamado a licitación. En definitiva amigos, la gerencia de esta universidad es una tarea cuesta arriba. A eso también hay que sumarle las rendiciones periódicas de cuentas a la auditoría interna y luego a la Contraloría General de la República. De cada bolívar que ingresa a las arcas universitarias debe explicarse cuál será su destino final. Eso está muy bien, si los recursos fueran suficientes y no viviéramos agobiados por la inflación. El presupuesto que hoy nos dan para adquirir un producto tiene una vigencia a lo sumo de tres días, lo que quiere decir que, cuando se abre el proceso de contratación, el precio ha variado y bastante.

Universidad, cuna de libertades

Hemos venido diciendo que la universidad hay que reinventarla, pero es menester decir también que ninguna modificación que le hagamos podrá subsistir bajo este sistema político que padece el país. Mientras estemos en dictadura, quizá seguiremos administrando nuestra alma máter con los parámetros que nos impone una especie de economía de guerra, pero sin embargo urge cambiar nuestro comportamiento personal. Me explico. Si queremos salvar la universidad y transmitir nuestro reflejo hacia el país, cada miembro de la comunidad universitaria debe convertirse en un líder para los cambios. Ustedes se preguntarán ¿cómo es eso? Muy sencillo: cumplir con nuestros deberes laborales y estudiantiles hasta convertir la universidad en nuestra trinchera de lucha para vencer la indiferencia ciudadana, para alertar el peligro que acecha no solo al alma máter sino también al país de continuar este régimen de oprobio que ha empobrecido al pueblo venezolano.

La universidad no se rinde

Sin miedo tenemos que defender las ideas, sin miedo hay que alzar nuestra voz libertaria: en los salones, en los laboratorios, en el transporte, en los pasillos y en las comunidades donde residamos. No nos detengamos en pensar que no hay condiciones mínimas para el trabajo o para el estudio, lo que tenemos que tener es agallas y talento para esgrimir nuestras ideas, que trasciendan más allá de los espacios universitarios. Tenemos que estar muy claros que el principal enemigo de los regímenes de talante dictatorial son los universitarios. Somos los llamados a recuperar el país.

No perdamos más tiempo. ¡Es ahora o nunca! Que nadie falte a clases, que nadie falte a sus puestos de trabajo, solo así recuperaremos y transformaremos nuestra UC y desde allí conquistaremos la libertad venezolana. Todavía podemos decir que el único espacio con indicio republicano lo tenemos en nuestras universidades. ¡A estudiar y a luchar!

Fuente: http://www.el-nacional.com/noticias/columnista/universidad-ultima-trinchera_205160

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Venezuela: ¿Un oasis educativo?

Por: Fernando Pereira.

“El pasado viernes 15 de septiembre se cumplieron 18 años de la implementación, por parte de nuestro Comandante Hugo Chávez, de las Escuelas Bolivarianas. Programa educativo que rescató la concepción del Estado Docente, tesis del gran Maestro venezolano Luis Beltrán Prieto Figueroa, desechada en la última década del siglo 20 por el modelo neoliberal privatizador. La Educación Bolivariana reivindica el papel indeclinable del Estado en garantizar la educación pública, gratuita y de calidad como derecho humano fundamental.”

Estas son palabras del ministro de Educación Elías Jaua que coinciden discursivamente con los planteamientos quinta republicanos.

¿La Revolución Bolivariana preservó los avances educativos?

Un inicio de año escolar es propicio, en cualquier país, para que el mundo político exponga sus conquistas y expectativas para estar agraciado con el pueblo.

Si analizamos el informe Situación Educativa de América Latina y el Caribe: Hacia la educación de calidad para todos al 2015, de la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) encontraremos que en la región, independientemente de gobiernos que se definen (o que los califican sus adversarios) de derecha, centro o izquierda, hay un marco legal que todos ratificaron con la Convención de los Derechos del Niño, tratado de derechos humanos que consagra el derecho a la educación y cuenta con marcos legales, muy similares, consagrando los enunciados de gratuidad, igualdad, equidad, accesibilidad.

Si hay coincidencias legales, ¿qué pasó con las políticas públicas?

La Unesco señala, con estadísticas oficiales, que durante la década del 2000 “las condiciones básicas de sobrevivencia, salud y bienestar de la infancia temprana experimentaron un avance importante en la región durante la década pasada. También hubo un incremento moderado en el acceso a la educación preprimaria (la tasa neta de matrícula aumentó de 56% a 66% en promedio)”…

…Los países de la región ya en 2000 presentaban un alto nivel de acceso a la educación primaria (tasa neta de matrículade 94% promedio); además, durante la década pasada tanto la repitencia como la deserción mostraron tendencias favorables, todo lo cual hizo que las tasas de retención hacia finales del ciclo, así como de conclusión, mejoraran de manera muy significativa en la mayoría de los países…

Durante la década pasada la educación secundaria se expandió levemente en la región (la tasa neta de matrícula promedio aumentó de 67% a 72%). La tendencia general del gasto público en educación durante la década pasada fue levemente positiva en la región (pasando aproximadamente de un 4,5% a un 5,2% del PIB en promedio)”.

¿Se dio el crecimiento de la cobertura e inversión escolar en mayor medida en los países de izquierda?

Si analizamos el gasto público total en educación (con los países que tenían información disponible al 2010) encabezan: Bolivia, Paraguay, Argentina, República Dominicana, Panamá.

Si vamos al gasto público en educación primaria por alumno con % PIB per cápita: Panamá, Paraguay, Bolivia, Guatemala, Uruguay. El mismo dato para secundaria: Panamá, Paraguay, Bolivia, Uruguay, El Salvador.

Al revisar la tasa neta de matrícula de la educación preprimaria: México, Uruguay, Perú, Argentina, Venezuela. En Educación Primaria: México, Uruguay, Panamá, Guatemala, Ecuador. En secundaria: Chile, Argentina, Perú, Colombia, Venezuela.

Como se verá, no se trató de un asunto ideológico, países con distintas orientaciones alcanzaron logros similares debido a una coyuntura que los favoreció a todos. La Unesco destaca que “la mayor parte de los países de la región experimentaron progresos importantes en aspectos claves como el desarrollo global, el crecimiento económico y –en menor medida– la reducción de la pobreza, todo lo cual generó un contexto favorable para el avance en educación.

Otra condición positiva –aunque aún no universal en la región– fue el cambio demográfico que disminuyó la demanda potencial por educación”.

Tiempos de “vacas flacas”

La caída de los precios de materias primas (en nuestro caso el petróleo) y el estancamiento de las economías han impactado negativamente los logros sociales de los gobiernos de la región. La realidad es que la educación no escapa a ello. No somos un oasis educativo. Somos un país que tuvo avances cuantitativos (como la mayoría de la región) y que se están revirtiendo.

Venezuela requiere políticas que apunten al crecimiento económico y que impacten la calidad de vida de la mayoría de las familias que bregan para mantener a sus hijos en una educación que les ofrezca alternativas reales para mejorar su vida.

Fuente: http://efectococuyo.com/opinion/venezuela-un-oasis-educativo

Imagen: http://efectococuyo.com/wp-content/uploads/2017/09/escuelas-bolivarianas.jpg

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Venezuela: Los pueblos deben fomentar la educación y el diálogo para lograr la paz.

América del Sur/Venezuela/26.09.2017/Autor y Fuente: http://www.avn.info.ve

Fomentar la educación en todos los niveles de la sociedad es fundamental para construir el respeto y los valores, herramientas claves para elevar el diálogo constructivo entre los pueblos, única vía para alcanzar la paz del planeta.

Así lo destacó este martes en la noche el secretario General de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA-TCP), David Choquehuanca, durante su intervención en la sesión de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), donde fue enfático en su discurso al expresar que sólo a través del diálogo se podrá alcanzar y establecer la armonía entre los pueblos del mundo.

«La educación tiene que permitirnos volver a vivir bien, a construir el respeto, a trabajar por la paz, la armonía para despegar el odio, el individualismo, la guerra, la división y nos tiene que permitir soñar», expresó Choquehuanca quien destacó la labor de la ANC por la construcción de una sociedad más incluyente y justa.

Agregó que la responsabilidad de los hombres y mujeres que están en la vanguardia del sentir de los pueblos debe corresponder a las necesidades y exigencias de la gente, con la misma energía, sabiduría y fortaleza de la clase trabajadora.

«Siempre tenemos que dialogar, siempre tenemos que comunicarnos para garantizar la armonía no solamente entre los seres humanos sino la armonía con la naturaleza», recalcó Choquehuanca.

En transmisión de ANTV, el líder del Alba consideró importante que los pueblos retomen sus raíces culturales para blindar la soberanía y la hermandad entres los países del mundo.

Fuente: http://www.avn.info.ve/contenido/david-choquehuanca-resalta-di%C3%A1logo-como-herramienta-para-lograr-armon%C3%ADa-entre-pueblos

Imagen: http://www.avn.info.ve/sites/default/files/imagecache/index4-nodos-noticia-centro/fotografia/201709/00801488756648.jpg

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