Educación en la distancia

Somos los que quedamos en este ancho firmamento, para juntar estrellas, para juntar corazones. Vivo solo para eso, para que seamos firmamentos, anchos, fuertes, bastiones de la ansiada libertad.

Mirna Sojo. 2014 de mi diario,

Renuevo el tiempo de ocio

 

Construir educación en la distancia no es nada fácil ni sencillo. Acostumbrada como estoy en ver los rostros con quienes comparto los espacios universitarios me hace sentir carente de todo. Sin embargo hay unos sentimientos que afloran a la hora de asumir la educación en la distancia y es que se da un tipo de vínculo o conexión afectiva con los estudiantes a quienes acompaño.

La afectividad se traduce en infinidades formas de compartir a través de los mensajes de wasap, mensajes de textos, correos electrónicos y audios. Esto se ha convertido en los medios más comunes para continuar con nuestros espacios formativos. En estos días hemos hecho seminarios por grupos wasap donde estamos todos metidos en la clase para poder expresarnos y aprender en esta forma distinta. Hemos disfrutado mucho, hemos leído, intercambiado, debatido, estudiado y generado nuestras producciones escritas y argumentadas con temas interesantes de las experiencias en marcha dentro de la COVID 19.

Es cuestión de irse adecuando y adaptando a esta nueva realidad. Aprender y sacarle el máximo de los provechos para seguir avanzando. Poco espacio hemos tenido para la queja y la desesperanza, muy por el contrario seguimos creyendo que educarnos es la forma más hermosa de comprender la realidad que nos rodea, también el compromiso de seguir trabajando por la educación de nuestro país en los territorios donde habitamos, como escribir nuestras producciones que hablen de lo transformador y de los cambios que generamos en este período de cuarentena voluntaria.

A cuáles producciones nos referimos? a los apoyos en la familia, la solidaridad, la conjunción de esfuerzos para hacer una comida, para distribuirse las faenas, los conflictos que se generan por las malformaciones sociales basadas en el egoísmo, el individualismo, compartir con los vecinos conversaciones, ayudar a quien lo necesite, hacer trueques con los que vienen a vender a las puertas de las casas algún producto manofacturado, a las reflexiones profundas de quiénes somos, qué hemos hecho y por qué la vida se convierte en una fuente de revisiones permanentes para seguir dando sentido y propósito a todo este mundo que nos voltea hacia nosotros mismos y un sistema basado en la compra venta de sentimientos que se expresaba en el consumo desmedido, en la definición del estatus, en el catálogo de barajitas y espejitos falsos.

Esta educación en la distancia nos ha permitido vernos en el invento cotidiano de lo posible, con sus palabras de vida que van emergiendo y desde las realidades de su cada quien con su cada cual pero ahí clarito con lo que se tiene y hasta dónde alcanza, ni más ni menos, todos con todos, con sus conflictos, carencias, desperfectos, defectos, con las amorosas relaciones, con las emociones andando por los corredores, escaleritas de barros, en la lluvia que cae sobre nuestros techos de zinc.

Si hay algo que ha tenido esta pandemia es la mirada cruda y real de la cotidiana  causa de vivir, y nos mantiene en la incertidumbre de sus provocadoras profecías venidas del más allá y del más acá… pero sigue ahí, ajustada a cada instante del día a día y se yergue infranqueable sin poder escapar de ella.

Por eso disfruto de la educación en la distancia, esa que hemos construido, es la que hemos compartido en nuestros canales wasapp, con todas sus aristas, cómo ver nuestra vida y regocijarse de ella con las implicaciones que ello amerita, cual cerca y confiados estamos todos los que estudiamos en ella, qué estamos haciendo para sentirnos más humanos y útiles. Estamos allí, en esta educación en la distancia para lo que amerite hacerse, ser y asumirnos mientras dure. Lo importante es encontrarse para juntarse, los métodos están, los temas están y nosotros estamos. ¿Qué más podemos pedirle a la vida?

Fuente: La autora escribe para el Centro Internacional de Investigaciones «Otras Voces en Educación»

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El INCES, la escuela y la educación liberadora

Por: Mirna Sojo

Estamos celebrando durante esta semana, el nacimiento del ilustre maestro Simón Rodríguez, a propósito de su proyecto educativo que quedó no solo olvidado sino atomizado y disperso política y metodológicamente, a lo largo de nuestra historia Republicana. Son tres las razones que me llevan a seguir reflexionando sobre la educación para estos tiempos, pero esta vez estará atravesada por el problema estructural y de fondo como los es la división social del trabajo.

  1. La sociedad burguesa se apropió desde hace siglos de la técnica y en nombre de sus inventos, ha dominado al resto de la humanidad. Los capitales en las fábricas se mueven y se multiplican por un lado, gracias a los inventos, lo cual implicó pensar en escuelas para ricos y escuelas para los empobrecidos. Si bien es cierto, que por la escolaridad pasa una gran cantidad de niños, jóvenes y adultos aprendiendo lo que la burguesía instauró para los empobrecidos, también es cierto que lo que aprenden a medias, las grandes masas empobrecidas tiene que ver con dos fragmentaciones bien evidentes. La primera, cuando nos graduamos de alguna profesión universitaria o técnica, y vendemos nuestra mano de obra para poder trabajar en donde sea y cobrar un salario. Segundo, el que no pudo seguir, le corresponden las salidas ocupacionales del INCES, que siendo una institución noble donde se enseñan oficios, encontramos que sus estudiantes pasan al campo laboral capitalista a vender su mano de obra o a reproducir las formas del mercado burgués montando alguna empresita privada.

En ambas opciones nos encontramos con el mismo muro que separa, ¿Quién pensó este tipo de educación? ¿Quién separó lo manual de lo intelectual? ¿Quién se beneficia? Entendiendo que la burguesía pensó en esta fragmentación del saber y del conocer, el maestro Simón Rodríguez, nos dice como para que nos quede claro: «Pregúntese a nombre de los POBRES. Si tienen derecho a saber, si se les enseña…y qué, quién los enseña y…cómo, quién tiene obligación de enseñarlos, si se cumple con esta obligación, porque… enseñar, a medias no es enseñar, ni las cosas van a estar a medio hacer, sino mientras se están haciendo» entonces imperioso y urgente la tarea de pensar un sistema educativo que tome en cuenta estos detalles que pueden hacer avanzar la rueda de la historia educativa. El binomio INCES-Escuela es vital para superar esta división social y abarcar la visión rodrigueana de enseñar completo y bien (lo manual- intelectual). Ambas escuelas mitigarían cualquier cantidad de desperfectos que arrastramos desde 1826. Me atrevería a decir que hay que fletar de talleres a todas las escuela para que Rodríguez, Martí celebren por algún lado en el plano por donde se encuentren sus sueños. Tenemos que entender que educación y trabajo es el norte liberador para hacer generaciones LABORIOSAS. ENSEÑEN nos dice el maestro.

  1. La premisa Formar Produciendo, Producir Formando, impulsa la idea del maestro en cuanto a los procesos de transformación social, entendiendo la educación como un bastión importante para su logro, es en la educación donde se crean las voluntades, y ¿Qué es la voluntad? Esa fuerza interior que nos mueve a realizar las cosas con decisión, sin flojera ni desgano. Pero esto solo los logra el trabajo liberador. Mantener a los niños y jóvenes ocupados realizando las labores manuales permiten dos cosas. 1.- La posibilidad de poder vincular lo que hace con el conocimiento universal y así aprender bien lo que realiza y encontrar respuestas a sus problemas cotidianos. 2.- Aprender que las cosas merecen un trato, además de valorar lo que hace. El esfuerzo es el enemigo de la flojera. Mi abuela siempre decía que había que buscar oficio, estar flojeando en casa no era digno ni siquiera de comerse una arepa.

Para el caso del INCES, se hace un esfuerzo por incorporar aparte de los oficios que se aprenden, la voluntad en el pueblo para producir lo que puede consumir y mucho más allá, organizarse para emprender, «porque no emprender es padecer». Claros en la conciencia de entender cuál producción y cuál organización decimos, que es emprender y organizarse para el bien común, para la vida en sociedad, pensando en el otro, en el hermano que necesita al igual que él de resolver la vida. De igual manera convertir los espacios INCES en motor y escuela para producir sus propios ingresos y esfuerzos productivos. Implica entonces un cambio de conciencia en todos el personal que dirige los Centros de Formación Socialista.

Entonces una educación para la vida en este tipo de libertad, resolvería mucho los males sociales que tenemos, porque todos estaríamos ocupados aprendiendo desde la práctica, conociendo y entendiendo, además de ello asociándonos para generar producción. Otro tanto debe hacer la escuela, motivar la voluntad hacia el trabajo liberador a partir de una educación que piense el potencial que posee en los niños y jóvenes para hacer diversas obras que abran las posibilidades del humilde pueblo. Historia de escuela productivas sobran en Nuestra América, así que volvamos a ellas, a la historia. Mientras que el INCES, se vea como un espacio de minusvalía social y la escuela formal, se vea como la señora razón, no podremos combinar lo arriba expresado como una idea potente dentro de la revolución.

«La fuerza material está en la MASA, y la fuerza moral está en el MOVIMIENTO». La idea burguesa de que la escuela formal hasta la universidad es la única razón para «ser alguien en la vida» y, la idea burguesa de que el INCES está para los incapaces, es parte de lo que hay que superar, pues hasta ahora unos piensan y otros ejecutan…La moral en la burguesía, idea esta que brota por los poros de quienes reproducen la educación bancaria y, la fuerza material en el pueblo que será siempre el explotado por los burgueses. Es necesario pensar en esto y conjuntar ambas ideas, la moral y la material pero con y desde el pueblo y hacerla potente.

  1. El INCES, como institución viene abriendo el debate en relación a los temas referidos al proceso social del trabajo, el encadenamiento productivo, la pedagogía crítica, la división social del trabajo, viene interrogándose cómo ha de ser una educación pensada desde la burguesía y su tránsito hacia la educación popular para generar organización comunal y un tejido socioproductivo. Pero también tiene desafíos en relación a la manera en cómo se planifica, se evalúa, se programan los cursos además de la dignificación de sus maestros Promotores Técnicos Productivos (PTP) con su inserción laboral y no a destajo (maquila). Esto implica cualificar también al maestro desde las universidades con programas cónsonos para completar el perfil social y profesional (labor manual-intelectual) que requiere nuestras instituciones. Esto ayudaría mucho pues tendríamos los Maestros INCES disponibles durante todo el año y por un buen tiempo. Otro tanto igual para los Maestros y profesores de las escuelas del sistema educativo formal, les correspondería aprender un oficio para completar el binomio teoría-práctica, trabajo manual-intelectual. En el plano de la formación docente y profesional queda mucho terreno por andar.

Todos los elementos tratados orientan la acción necesaria para seguir construyendo el sistema bolivariano de la educación revisando, poniendo en balanza, revirtiendo todas las formas que fomentan las relaciones sociales de producción capitalista y la división social del trabajo y más aún si el sistema educativo lo lleva dentro de si. De allí … «Ideas, ideas primero que letras»

Fuente noticia: https://www.aporrea.org/educacion/a254076.html

Fuente imagen: http://otrasvoceseneducacion.org/wp-content/uploads/2017/02/Diario-Montanes.jp

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«¡ Se acabó La Piladera! » Una cocina, un molino y los insumos


América del Sur/Venezuela/Septiembre 2016/Mirna Sojo/ http://www.aporrea.org/

Por: Mirna Sojo

Quien iba a pensar que ese slogan de los años 50 de la novedosa harina deshidratada iba a costarnos caro en este siglo XXI. Y con él se nos fue la memoria de lo que fue la cotidianidad de moler el maíz para hacer las arepas. Claro, el desarrollo… y no faltará quien diga que queremos volver “al guayuco”, pero si volver al guayuco significa nuestra liberación entonces ¡Bienvenido!.

Mariátegui dice que el socialismo nuestroamericano debe ser creación heroica, es decir un pueblo que se las inventa para asumir los medios de producción, pero tenemos un gobierno que…cree en el poder popular, entonces hagamos heroísmo y seamos el bravo pueblo.

Soñamos con empresas, pequeñas industrias (así le decía Simón Rodríguez a las pequeños acometimientos) regadas por todo el país, en las casas, en las calles, en las cuadras, en las comunas, en las barriadas…urbanizaciones…y sigamos contando…

Un espacio limpio, una cocina, un molino, y el insumo principal. El Maíz Pilao, que puede obtenerse, si nos organizamos bien en algún establecimiento donde haya un molino que lo pile (existen ya las máquinas que lo hacen por montones…tecnología popular) y pueda ser distribuido por los establecimientos de la molienda…

Luego, un espacio donde ese maíz se cocina y se muele (tecnología popular que ya existe) para que la gente compre la masa. Y si no quiere la masa se le hacen las arepas envasadas al vacío…en el firmamento…el la galaxia como la pidamos y al alcance de todos.

La arepa al alcance de todos.

Y… Lorenzo que siga sacando su maíz deshidratado para los paladares solidarios de su burguesía.

Fuente

http://www.aporrea.org/actualidad/a193147.html

Fuente imagen :

https://lh3.googleusercontent.com/4yYG1G5lOSPsj64EMJgqJv1alqpzo7zC0pMbZv37WhqwWJI3-JGpRRO9YDyKOk7-OtcJ=s85

誰曾想到,這部小說的50年代的口號,脫水麵粉將花費我們在本世紀親愛的。 和他一起,我們去的是什麼日常碾玉米,使arepas內存。 當然,發展……有些人會說,我們要重返“guayuco”,但如果你回到guayuco意味著那麼我們解放歡迎!

Mariátegui說nuestroamericano社會主義必須是一個英雄的創造,是發明了把生產資料鎮,但是…我們有一個政府,在人民的力量相信,然後讓我們的英雄氣概和勇敢的人。

我們夢想的企業,小工業(和西蒙·羅德里格斯告訴小acometimientos)分散在全國各地,在家裡,在街上,在馬厩裡,公社,在貧民窟……和發展繼續計數…

一個乾淨的房間,一個廚房,一個廠,主要投入。 玉米Pilao,可以得到,如果我們在任何環境組織以及在有一個磨那堆(已有的機器,使流行技術紛紛…),並且可以通過研磨機構分發.. 。

然後,在玉米煮熟的空間和(已存在流行的技術)是地面的人買的麵團。 如果你不想讓麵團將使arepas真空包裝……在蒼穹……銀河的要求和對所有人開放。

AREPA向所有人開放。

而且……洛倫佐繼續畫他的脫水其資產階級玉米團結口味。

N/B.

«The piladera is over!»

A kitchen, a mill and inputs

Who would have thought that the slogan of the 50s of the novel dehydrated flour would cost us dear in this century. And with him we went memory of what was the everyday grind corn to make arepas. Of course, development … and some would say that we want to return «to guayuco» but if you return to guayuco means our liberation then Welcome !.

Mariátegui says the nuestroamericano socialism must be a heroic creation, is a town that invents to take the means of production, but … we have a government that believes in the people’s power, then let us be the heroism and brave people.

We dream businesses, small industries (and Simon Rodriguez told the small acometimientos) scattered all over the country, in homes, in the streets, in the stables, in the communes, in the slums … … and developments continue counting …

A clean room, a kitchen, a mill, and the main input. Corn Pilao, which can be obtained, if we organize well in any setting where there is a mill that pile (there are already machines that make popular technology in droves …) and can be distributed by milling establishments .. .

Then, a space where the corn is cooked and (popular technology that already exists) is ground for people to buy the dough. And if you do not want the dough will make arepas vacuum packed … in the firmament … the Galaxy as ask and accessible to all.

Arepa accessible to all.

N/B.

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La educación, el maestro y algunos retos por venir en el proceso histórico venezolano

América del Sur/Venezuela/Agosto 2016/

Mirna Sojo/www.aporrea.org

Cuando las ideas trastócan los sentidos y hay quien se cansa de escucharlas….”

Hace mas de 449 años desde que el cacique Guaicaipuro y la gesta libertaria de nuestros originarios  unidos  en contra del invasor Español, nos dejó la herencia de una lucha sin descanso que aun hoy se mantiene intacta y corre en nuestra venas.

Muchos cuando oyen estas reflexiones añejas, piensan que es pura gazmoñería, o romanticismo por los tiempos que nos precedieron, pero para los que entendemos el inicio de lo que ha sido la invasión, la comprensión de lo que significó toda la imposición de los  imperios a los largo de nuestra historia y que se han dado el tupé de imponer sus regímenes usufructuando para si nuestras riquezas y culturas ancestrales, sabemos, que esta guerra iniciada por nuestros originarios en toda la tierra de ABYA YALA, aun no ha cesado.

Seria mezquino desconocer esta parte de la historia patria amasada en el dolor y la nostalgia en toda su justa dimensión, más allá de los clichés, mitos y demás yerbas que descalifican nuestros orígenes, pues estaríamos obviando el inicio de toda una perversión que aun hoy nos mantiene en vilo y en este camino por encontrar las vías para nuestra liberación definitiva.

Desde entonces, luego de esa primera  derrota, hemos sido objetos de posesión de los grandes emporios y transnacionales que gobiernan al mundo, los dueños del mundo, que durante siglos han asumido la autoridad de apropiarse de todo lo que tenemos y no tenemos con el fin de usufructuarlo y traducirlo en beneficio económico que le den sustentabilidad.

Y digo esto, porque hemos sido sujeto del despojo en todas sus formas bajo la aparente “libertad”, “democracia” que cobra su significado desde el engaño y la perversión de unos pocos sobre todos los seres humanos que habitamos la tierra.

No es sencillo comprender esta visión, pues, también las palabras “desarrollo” “progreso” “calidad de vida” “superación personal” entre otras, cobran un dulce sabor a nuestro paladar toda vez queremos entrar y ser consecuentes con las ideas que los burgueses del siglo XV generaron y que, la revolución industrial con los ilustrados de la época, se encargó de vociferar, profundizar y construir  un discurso cargado de bienestar económico que da el dinero a unos cuantos. Parafraseando a Paulo Freire cuando dice que la “burguesía introyecta en el pueblo sus propias ideas y logra que lo asumamos sin darnos cuenta, y actuamos en consecuencia a todos sus designios, formas de hacer y pensarse a lo largo de la vida en sociedad”.

Ante esta realidad de la cual cada ladrón reclama su botín, y de la cual europa, y los enemigos del norte son los principales protagonistas y se atribuyen desde siempre ser  el centro del mundo y pareciera que no tuviésemos respuestas ante esta avalancha de sucesos.

Decía Simón Rodríguez,  que la europa se dio a la tarea de inventar, y como han inventado el inventor se reserva el derecho de ser dueño y autoridad de sus beneficios hacia los demás. He allí el pensamiento de acumulación presente en esta idea burguesa. El inventor incluso, se reserva el derecho de que aquellos que surja después de su invento también es suyo, porque a él se debe el beneficio logrado y su trascendencia, es decir, todo lo que surgió y surge les pertenece.

El maestro Simón Rodríguez decía que si tanto nos gustaba imitar a la europa por que no imitábamos su originalidad, es decir si éramos copiones, porque no copiábamos esa manera de crear e inventar de la europa.

Desde entonces, y es una cruda verdad, nos convertimos en copiones y en consumidores acérrimos de todo los espejitos traídos por los invasores de la revolución industrial e intelectual desde el siglo XVI vestidos de academia  y dueños de la verdad.

Esta invasión que hemos tenido a lo largo de toda la historia, y que se manifiesta a través de un discurso que  muchos  maestros y maestras llaman dentro del medio educativo como: “los avances en materia educativa” “los nuevos descubrimientos” “las nuevas teorías educacionales”, “las innovaciones” no es mas que la misma dominación de europa y del norte por sobre nuestros pueblos y la subestimación  en muchos casos de nuestras capacidades, Bien lo decía Freire:

“Solo los colonizadores “tienen” historia, puesto que la de los colonizados “comienza” con la llegada o con la presencia “civilizadora” de aquellos. Solo los colonizadores “tienen” cultura, arte, lengua, y son civilizados ciudadanos nacionales del mundo “salvador”. Antes del esfuerzo “benemérito” de los  colonizadores, los colonizados carecen de historia; son incultos y bárbaros nativos.

Sin el derecho de autodefinición, los colonizados son “perfilados” por los colonizadores. No pueden por lo tanto, “nombrarse” ni “nombrar” el mundo que les es robado”.

Quiero enfatizar pues que todas las dimensiones de la escuela, el maestro Latinoamericano son copia fiel y exacta de los inventores europeos.

Esto para el que perdió la dignidad es bueno, pues se sigue a los “superiores”, y hasta quisieran tener sus sociedades aquí implantadas sin mediar en ningún sentido obviando toda la historia de saqueo y robo que ha hecho de las sociedades “desarrolladas” un  bienestar de dudosa procedencia y sin explicación de sus actos históricos, la compra venta de nuestra soberanía se hace latente y cobra dimensiones descaradas toda vez que sin entender los trasfondos mercantilistas detrás de nuestra educación, maestros de todas las latitudes respaldan los siglos de saqueos hecho a nuestra dignidad.

En cambio, para los maestros y maestras que tenemos dignidad, este saqueo y el robo siguen pendiente y algún día tendrán que pagar todo el daño social, político, económico y espiritual hecho al ser humano desde el sur del Rio Grande hasta la Patagonia.

Vamos hablar entonces del maestro, su filosofía, su visión, ¿de donde viene? ¿Quiénes sus mentores? ¿De cual libro, o autor la toma? ¿De donde son sus ideas? ¿De donde proceden?

Para los que hemos profundizado en nuestra historia educativa sabemos que el siglo XIX y XX se caracterizó por tener una educación para las élites, exclusiva, discriminativa y de abandono por parte de los gobiernos de turno,  pero específicamente quiero destacar, que es en el gobierno de Guzmán Blanco hacia 1870, y durante el período de la democracia representativa, donde comienzan las reformas educativas y la entrada violenta de las corrientes positivistas en todos los ámbitos de nuestro país y en especial en el ámbito educativo:  la masificación, gratuidad de la educación, la formación del maestros en las escuelas normales y dentro de las universidades donde se comenzaban a dar los debates para asumir los modelos de autonomía, ideas, teorías y métodos pedagógicos marcados por las tendencias liberales mas rancias provenientes de otras latitudes, esto profundizó nuestra dependencia intelectual, política y la dependencia económica que desde entonces tenemos y aun las defendemos, a  pesar de saber y sentir que dentro de este trópico no cabe lo gris del invierno europeo y norteamericano, lo corto de su primavera, lo fugaz de sus otoños melancólicos y el ardor inclemente de sus veranos a decir del maestro Fals Borda.

El trópico es otra cosa, pero lo han convertido a imagen y semejanza de los invasores y por eso a veces nos suena hueca nuestra educación, no nos convencen las sucesivas reformas educativas, nos disgusta lo cuadrado de los horarios y fechas en el calendario, nos aturde lo encerrado y caluroso de los salones de clases que por mas que los pintemos, sus cuadradas formas carcomen las esperanzas de los maestros, no nos suena las vacaciones de agosto en pleno periodo de lluvia, no nos cuadra lo foráneo y solapado de nuestros currículos, entre otras cosas, a decir verdad andamos soñando una escuela que refleje nuestra manera de ser y recoja nuestra forma de ser, a lo Venezolano, a lo Latinoamericano.

Pregunto ¿Quién dijo que la educación del trópico era esa? ¿Sobre cuales características se basa su filosofía? ¿Cuales los argumentos? Las consecuencias de la educación y el modelo eurocentrico trasplantado a nuestras tierras, aun no las hemos medido de manera consciente, pero inconscientemente producimos seres humanos para vivir en un régimen de esclavitud social con unos modos de ser y hacer en sociedad  a imagen y semejanza de los burgueses.

Ya el sabio maestro Orlando Fals Borda 2004, eminente colombiano decía:

tenemos en el trópico, un universo de hechos, de cosas, de maravillas, de magias, que nadie mejor que nosotros puede entender, estudiar, analizar y gozar. En cambio nos subordinamos aquello de otras latitudes, que vienen con otras filosofías de vida o comercios, con otros propósitos, a aprender de nuestros chamanes, a apreciar la biodiversidad que solo nosotros y nosotras tenemos, para entonces convertirlo allá en otro tipo de conocimientos técnico o tecnológico, o en una píldora que después nos van a vender en dólares, sin dar reconocimientos a los chamanes de donde salió la información contextual…”

Lo mas grave, traducido en los maestros y maestras de este trópico, somos los primeros consumidores de todo tipo de teorías y experiencias foráneas, vengan de donde vengan hágalas quien las haga, es mas, somos los primeros en la búsqueda de didácticas nuevas para seguir profundizando en la atomización del conocimiento, herramientas, metodologías para mejorar nuestra practica pedagógica, pagamos, nos endeudamos  para encontrar la llave que permita superar los problemas que  tenemos dentro de las escuelas, otros, somos menos preocupados y asumimos que… “como vaya viniendo vamos viendo”,  pero quiero destacar un tipo de maestro y de maestra que se sobreponen al hecho e indagan desde adentro e inventan, esos maestros rodrigueanos son los que nos interesan promover e impulsar, pues su rebeldía con causa los lleva a encontrar respuestas con las mismas gentes de su entorno.

El maestro (a) latinoamericano (a) ha sido objeto de los designios de los pensadores que iniciaron el descalabro de nuestros antecesores, y se han atribuido el derecho de producir para que nosotros consumamos, “el maestro portador de saberes”, y “no productor de saberes y conocimiento”. Este es uno de los retos a asumir, desde el magisterio producir teorías desde nuestras prácticas pedagógicas cotidianas para ir encontrando las bases sociales de nuestra educación del trópico. ¡O acabamos con la burla nefasta que hace indignos nuestro oficio o seguimos siendo los ciudadanos de segunda como nos consideran la mayoría de las gentes!

Por otra parte, la escuela, ésta que conocemos, es un recinto que nada tiene que ver con nuestra América, bastantes tratados se han publicado donde se expresa que nuestra educación es pasiva, transmisiva, muchas veces en el intento de hacerla mas agradable la combinamos con otras formulas, que a la final terminan pareciéndose a un bodrio y que fortalece a la final a la misma escuela  tradicional reproductora.

Alguien dijo que “ésa era la escuela”, y que “esos eran sus métodos”, y nos nombraron desde su perspectiva, tanto así que no concebimos otras formas de edificarnos que no sean ya las preestablecidas, tan aferrados a las costumbres estamos, que no hay otras posibilidades de educar.

También nos dijeron que en ella solo debía haber maestros que a lo largo de una  carrera obtuviesen un titulo. “El titulo”, un documento  de propiedad que nos hace solo a nosotros maestros, “dueños y señores para ejecutar la profesión”, aún a sabiendas de que las universidades poco enseñan y que lo que aplicamos en las aulas muchas veces no nos resulta.

Sabemos que esta visión de la escuela, es parte de la trampa que nos han querido montar esa historia de copiadera absoluta, y nosotros hemos caído ciegamente creyendo que es verdad, incluso aunque escuchamos, y afirmamos con nuestra cabeza sobre aquella máxima de nuestros sabios abuelos que decía que la  universidad de la vida era incólume y que de allí se sacan los mas grandes aprendizajes que recinto educativo alguno pueda dar, aun así, volvemos la cabeza hacia europa y el norte, menospreciando así la sabiduría de nuestros mayores.

Creo firmemente y convencida estoy de ello, que el acto de educar es un acto muy complejo para dejárselo únicamente al maestro en estos tiempos, pero como todo tiene su precio, he allí el precio que hay que pagar por “el titulo que profesamos”. El capitalismo no pierde ni una. Y no conforme con esto, ha avanzado mucho mas lejos pues ahora en las sociedades “desarrolladas”, la tesis neoliberal es que el maestro ya no será necesario pues la tecnología y otros enseres pasan a sustituir al ser humano por la máquina, me imagino que como buenos copiones que somos pues avanzaremos hacia esta máxima perversa.

Este reto de la escuela, su definición en un sentido mas amplio y reciproco con las comunidades  y su defensa, es parte de la discusión que hay que avanzar dentro del magisterio, pues o entramos en razón de que escuelas hay muchas, y las fortalecemos desde el punto de vista educativo para que den sus buenos frutos o seguimos con la soga al cuello creyendo que los recintos escolares son “los únicos” que deben existir y que fuera de ellos nada sucede, y mas temprano que tarde desapareceremos ante la avanzada inevitable de la máquina y del capital.

El maestro, la concepción de escuela, es un concepto que hay que redefinir en esto tiempos de luchas sociales y políticas, asumir nuestra avanzada como seres conscientes de que hay que ver las escuelas que están fuera de las escuelas, buenas, malas, regulares y cuales son los niños jóvenes y adultos que por allí transitan a diario y tendremos un listado infinito de las distintas formas de escuelas comunitarias que nos rodean y que es el maestro comprometido con las causas sociales el ser mas indicado para fortalecerlas mas allá de las aulas de clase. Escuelas muchas, por citar algunas: la familia, los partidos políticos, los consejos comunales, las cooperativas, los recintos escolares, los amigos, las organizaciones de bases, los grupos religiosos, ambientalistas, comunistas, socialistas, capitalistas, las fabricas, los medios de comunicación y paremos de contar. Con ello quiero invitarlos a comprender y analizar las corrientes del pensamiento educativo que están inmersas en las comunidades para permitir desde todos y de manera articulada cual es el verdadero perfil del hombre o la mujer que aspiramos formar, es decir redimensionar el papel del maestro en estos tiempos, es reconocer con humildad todas las posibilidades que se esta dando la sociedad para educar dentro del marco constitucional y nuestro procesos de cambio, todos con todos.

Entonces ¿de cual maestro hablamos? Ya el magisterio combativo de México siglo XX, lo explica, el maestro líder social, el maestro siempre al frente por ser una persona con condiciones especiales, consciente de su clase social, combativo por excelencia, siempre al lado del pobre, del excluido, dando el ejemplo, preocupándose y ocupándose de su pueblo y los mas desposeídos, he allí el maestro, ese, que también impulsó el maestro Prieto Figueroa en su tiempo, dentro de la lucha del magisterio contemplaba la dimensión social del maestro, el maestro centro de la vida social, el acompañante de los procesos sociales, el maestro que toma la iniciativa, el primero en los espacios donde se fragua la vida de las gentes, de las comunidades, el maestro ocupando todos los escenarios sociales  para dar su luz y su contribución a las virtudes sociales. El maestro desprendido, el maestro consciente. No podemos avanzar en nuestro proceso si el maestro en su desempeño no revisa sus actitudes y cuanto lleno de consumo e individualismo está.

Si bien, esta dinámica nos está imponiendo la necesidad de revisar  nuestro rol y  nuestros espacios desde lo pequeño, lo local, entonces, cuanto y mas la revisión profunda de nuestro modelo educativo bolivariano, que aun inconcluso como está, avanzando poco a poco, deberá ser el pueblo maestro el que termine de completar la pata que le falta a la mesa para que en verdad sea autentico y digno de los inventores del siglo XXI.

Nada esta acabado y aun no esta dicha la última palabra, todo en cuestionamiento, es necesaria la mirada  hacia atrás, buscar y hurgar en la historia de nuestras sociedades originarias de nuestra América: shamanes, caciques y etnias que se las inventaron para conocer, estudiar profundizar y accionar desde la conciencia y trascendencia por esta tierra, volver la mirada atrás y ver nuestros orígenes campesinos frescos en nuestras memorias, y hurgar las formas y maneras de construirnos en sociedad, tanta historia por descifrar y por retomar. Necesaria la formación que despierte nuestra conciencia en estos tiempos históricos de protagonismo y participación, pero también el maestro (a) luz para la conciencia de los pueblos, el maestro acompañante de las gentes que viven en sociedad, para la organización de la lucha, para la liberación de las mentes y profundización de nuestros conocimientos ancestrales. Digno papel y digno titulo de ser maestro y maestra

Por otra parte, la lucha sostenida del magisterio por su organización es otro de los retos a asumir dentro de nuestra realidad, al magisterio difícilmente alguien podrá organizarlo, creo hay mucho temor, miedo y se asume muchas veces una forma limitada en la organización sindical, otros la asumen como un escenario para ejercer el poder y mandar, también, porque los intereses entran en juego, intereses laborales, económicos entre otros, pero pienso particularmente, que los maestros y maestras debemos revisar las distintas formas y maneras en que nos estamos organizando cotidianamente y, encontraremos un prisma de posibilidades aun a la espera de ser interpretadas por nosotros mismos y de producir las mas ricas teorías sociales dentro de nuestro proceso revolucionario esperando ser complementarias a las propuestas sindicales. Este reto de ver por donde andan los maestros y sus formas y maneras de organizarse está a la espera de ser ordenadas y sistematizadas de manera consciente.

Desde el año 99 se comenzó la movilización con la Constituyente Educativa, luego dimos con el Proyecto Educativo Nacional, y desde entonces esos aires de libertad que nos dimos en nuestro país, hoy, se manifiesta en las diversas corrientes pedagógicas que se han ido perfilando y dando frutos desde la organización, aun no estudiada, no comprendida, no analizada en su justa dimensión, es más, se tiende a descalificar e incluso a tildarlas de divisionistas de la unidad sindical a construir.

Por ello que, desnudar, y permitirnos profundizar en las formas y maneras es parte del reconocimiento y el respeto que debemos tener dentro de este proceso inédito que nos estamos dando, unidad en la diversidad es bueno, falta ver con cuales criterios, el reconocimiento del otro y sus construcciones y sobre todo el respeto hacia las trayectorias recorridas en la construcciones de las distintas organizaciones en las que militamos o compartimos con simpatía.

Por ultimo, el asunto de los maestros organizados y las instituciones revolucionarias, sus funcionarios públicos, todos estos planteamientos en tiempo de revolución pueden ser asumidos, si dentro de las instituciones existen funcionarios que no comprendan las posibilidades, la dignidad y la capacidad de fortalecer los movimientos sociales magisteriales desde una perspectiva política, pues puede darse la lectura de que estos planteamientos son “paralelismos”, o simples “insubordinaciones del pueblo en contra de sus instituciones”,o “proyectos individualistas” cuestión que pudiéramos decir que no tienen sentido ni argumento puesto que nuestra constitución es clara cuando reza que la democracia es poder para el pueblo, es participativa y protagónica, que el poder constituyente no se puede conculcar, que hay libertad de agruparse y de construir posibilidades que alimenten el proceso.

En este sentido, la acepción de que es “paralelismo”, es una manera de interpretar la realidad erróneamente, sobre todo cuando sabemos de que existen formas y maneras de construirse y de-construirse en este proceso bolivariano, pienso que la confianza hacia el pueblo, sus maestros, es una lucha que hay que deslindar si queremos que nuestras voces desde la experiencia y la reflexión se escuchen y que pase por las necesarias conversas sin descalificaciones y con el respeto que se merece.

Si bien es cierto que hay lineamientos del presidente Madurto hacia los ministros, también es cierto que nuestro presidente da sus líneas al pueblo y desde lo cotidiano el pueblo las contextualiza, las reedifica, las nutre y desde allí lucha y construye su arsenal para seguir avanzando con mayor rapidéz, pues sin menoscabo de su trabajo, algunas de las instituciones con la lentitud, la burocracia y la visión única hace que se retarden los procesos protagónicos.

 Esto quiere decir que estamos en un momento histórico donde el escuchar profundamente se hace necesario y cada vez necesitaremos funcionarios  capaces de escuchar e interpretar las voces desde el pueblo y las construcciones que se está dando para asumir procesos de legitimación permanentes.

En la actual coyunturastamos estamos seguros y seguras, que la vida propenderá a que los maestros (as) tengamos que dar mayores argumentos, actuar mas desde la militancia comprometida con el pueblo y el país, entendernos desde la diversidad, mediar para aprender la tolerancia, y trabajar en pro del proceso y nuestra reconstrucción nacional y nuestra emancipación definitiva del norte.

Maestros y maestras, este sistema capitalista debe morir de una vez por todas, debemos resarcir toda la historia aun por escribir, el acercamiento hacia lo humano de estos tiempos nos llama a deslastrarnos de la condena que nos ha impuesto esta sociedad desde la derrota de Guaicaipuro, la derrota de la gesta independentista y paremos de contar, las derrotas que durante la democracia representativa tuvimos. Necesario es entonces la calma y la conversa sosegada, los análisis de nuestra situación y la respuesta que desde el pueblo aportaremos a nuestro proceso de transformación revolucionaria, he aquí alguna que desde nuestro punto de vista deberemos tomar en cuenta para futuras fraguas:

En primera instancia permitir el protagonismo y la participación, un gran consenso nacional en torno a la diversidad de enfoques y formas de ser y hacer escuelas, desde el pueblo, aun no reconocidas por las estructuras del estado burgués. Recuperar las  experiencias que se vienen dando en todo el territorio nacional, fortalecer y sincerarlas como saldos del proceso revolucionario y como parte del modelo educativo desde las gentes y en defensa de su educación por la liberación y reconstrucción nacional, avanzar hacia la organización del movimiento pedagógico local, regional, nacional y nuestroamericano.

En segunda instancia, resolver los problemas inherentes a los conceptos de masificación, escolarización heredados del sistema capitalista como única opción a través de los edificios escolares o las llamadas “escuelas oficiales”, y transformarlos en un debate nacional en torno a su origen y causas que lo generaron, interrogantes como estas:¿Cómo superar la división social del trabajo? ¿La vinculación de esta educación con los postulados de una sociedad que se enrumba hacia el socialismo? ¿El proceso de formación desde la liberación y la reconstrucción nacional y la invención de mecanismos que se desmarquen en la medida de  lo posible del modelo rentista? En consecuencia, definir las políticas que desde las organizaciones de las gentes avancen hacia el montaje del bien común, colectivo y una cruzada por elevar nuestros niveles de conciencia política. A mi modo de ver los planteamientos en estos aspectos han sido tímidos.

El maestro de nuestro tiempo debe profundizar, estar informado pues nuestras realidades están cambiando permanentemente, estamos en pleno movimiento y en pleno debate desde las ideas, “aunque a algunos les canse nuestras ideas” por lo tanto la formación permanente es necesaria desde nuestros espacios educativos y comunidades.

En tercera instancia, profundizar, aportar y articularnos con las escuelas sociales, escuelas de la vida o escuelas comunitarias como formas de preservar el arraigo, la cultura y el trabajo emancipador, libre y propio de la gente. Escuelas emergentes que nos den respuestas más cercanas a todo el bagaje de sueños que tenemos acumulados a través de escritos y discursos, más allá de las instituciones y su burocracia. El maestro debe articular y asumir el reto desde la educación donde todos participen y se asuman constructores de un proceso educativo emancipador.

En cuarta instancia: Asumir la construcción de la verdadera educación de nuestro trópico, el maestro utilizando los contextos para indagar y construir tal y como muchos lo estamos haciendo para aportar así a un currículo y un sistema educativo bolivariano pertinente social y culturalmente, convirtámonos en investigadores de lo cotidiano, ampliemos la acción pedagógica, educativa, mas allá de las aulas, y veamos donde nos complementamos.

En quinta instancia: Redimensionar la concepción del estado docente, ponerlo a tono con los nuevos tiempos, un estado docente corresponsable en la gestión revolucionaria, cualificado y pertinente en tiempos de protagonismo y participación, en doble dirección: el gobierno y la movilización permanente del movimiento pedagógico consecuente con el proceso y viceversa.

Estamos en tiempos aun de liberación y reconstrucción nacional, la batalla contra el imperialismo y su terca idea de socavar las bases de nuestra V república, hace que pensemos ahora si, de manera consecuente como vamos a afrontar los retos de nuestra educación en lo porvenir, las interrogantes se suceden por doquier, y llenarían páginas enteras:

¿Cómo pensar una educación distinta?¿como vamos a revertir los modos de producción capitalista que aun nuestra educación sigue fomentándose?, ¿Cómo vamos a trabajar el asunto de la masificación de la educación y a través de cuales mecanismos que nos permita fortalecer el bien común por sobre la competencia aun tan arraigada en nuestros niños, jóvenes y maestros al entrar en nuestras escuelas?, ¿Cuáles otras alternativas educativas están surgiendo que posibilitan la creación de nuevas estructuras que arrasen con el modelo imperial de la educación?, ¿Cómo vislumbrar la reconstrucción nacional por la liberación desde la construcción de un modelo educativo que desde las gentes posibilite elevar el nivel de conciencia política desde los primeros años de vida hasta la vejez? ¿Cómo establecer los puentes comunicacionales desde el entramado social en red y las instituciones revolucionarias? ¿Cuáles los hombres y mujeres capaces de construir desde las gentes?

Fuente:

http://www.aporrea.org/educacion/a179154.html

Fuente imagen: https://lh3.googleusercontent.com/1KC8S8hfhYPRh0sE-XLXvz6YBqRNJRbW5eN4LI8k1CASUR9UK_5G4sk-LkGxagQLNgfq=s85

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Educación y trabajo social liberador

América del Sur/Venezuela /Agosto 2016/Mirna Sojo/www.aporrea.org

El trabajo ha sido desde hace mucho tiempo parte esencial del hombre que vive en el planeta, esta necesidad de ocupar las manos hace del hombre un ser especial en tanto transforma el entorno donde vive y obtiene del él los beneficios para su subsistencia, de igual manera, el trabajo se prolonga en las celebraciones producto de sus esfuerzos a través de los rituales, el baile, la música y la alegría.

Aunque en un principio el trabajo no fue sino entendido en su forma natural (lo comunal), no así se sucedió en la historia hasta el momento en que se separa de la vida y comienza la esclavitud. No es sino hasta finales del siglo XVIII y comienzo del XIX cuando se comienza a conceptualizar al trabajo y su relación con la riqueza. Adams Smith fue el primero en dar significado al trabajo, a partir de los vertiginosos descubrimientos científicos de su época y el desarrollo de la revolución industrial. En contraposición a los mercantilistas de su época, Smith logra definir que lo que genera la riqueza es el hombre a través de sus manos y no precisamente los metales preciosos como se creía.

Sanz 2002 expresa, “Posteriormente la sociedad industrial generó en si misma masas de obreros lanzados a las mas cruel explotación o a formar parte de esa población sobrante o inútil, que no encontraba salida en el mercado laboral quedando así, privada de su valor…las tremendas paradojas de la industria moderna, que al derribar todas las barreras morales y naturales que habían fundamentado el trabajo, acortando la jornada productiva, convirtió la vida del obrero y la de su familia en un tiempo disponible para la explotación del capital”

El resultado siempre ha sido desigual, unas grandes mayorías que venden su fuerza de trabajo, y unas minorías que se benefician del mismo. Esa ha sido la ley del capital, y este es el pensamiento que ha regido nuestra escuela.

Hace ya más de tres siglos que el hombre nutre la sociedad moderna con la explotación de su trabajo, y las luchas se han dado por doquier desde que los dueños de los medios de producción se apropiaron del trabajo. Las confrontaciones de clase se han sucedido a lo largo de la historia para por un lado lograr los beneficios que merece todo ser humano de vivir dignamente en el planeta, pero sabemos que la sociedad moderna, su economía se mueve despojando cada vez más al trabajador del derecho social como lo es el trabajo.

Los sistemas económicos neoliberales han hecho del ser humano menos que un objeto lo han convertido en mercancía incluso, ser menos que hombre al enfilar millones de seres humanos que son  tercerizados quedando en la indefensión y el abandono. Cuestión que despoja al ser humano de un bien común y colectivo como lo es el trabajo y subsumiéndolo en campos donde no vale absolutamente nada.

Hoy en día se habla de ultraliberalismo, es decir,  poderes supranacionales que establecen los códigos, los mecanismos para dirigir las economías mundiales, gobiernos, grupos económicos que aluden a las tecnologías de la informáticas, las comunicaciones para establecer vínculos en la aldea global y generan capitales especulativos, ya se desmantelan las grandes industrias y entre otras perversidades, se generan empleos desde las propias casas rompiendo así las asociaciones sindicales desmembrando a las fuerzas laborales a favor de los grandes capitales.

Ante tal avalancha, y pensándonos desde la posibilidades que nos brinda un Estado Social de derecho y de justicia rumbo al socialismo Bolivariano, toca discutir en el marco de la “consulta por la calidad educativa” cómo concebiremos a la escuela venezolana dentro del campo de lo que nuestra LOE denomina “Trabajo social liberador”.

 Articulo:15-2: “Formar en, por y para el trabajo social liberador, dentro de una perspectiva integral mediante políticas de desarrollo humanístico, científico, tecnológico, vinculadas al desarrollo endógeno productivo sustentable.”.

El trabajo social liberador tiene un carácter pedagógico, educativo y  se busca que los estudiantes sean capaces de replicar las estructuras productivas dentro de las escuelas para no solamente conocerlas sino también para desarrollar el concepto (nuevo imaginario social)  y las habilidades a futuro, tomando de ellas aquellos aspectos que no tienen que ver con el lucro ni con la generación del capital.

Sin duda, se tendrá que debatir seriamente sobre dicho artículo y concepto, lo cual nos posiciona nuevamente en aquellas experiencias innovadoras que a 15 años del proceso se han dado y que por suertes de inconsistencias del proceso se han quedado en la periferia, volviendo nuevamente a nuestra educación en un sin fin de retrocesos, prohibiciones, centrandose cada vez mas en el conocimiento (áreas de conocimientos) que en los métodos para resolver tamaño dilema como lo es la dicotomía teoría practica o práctica teoría.

Trabajo liberador y los Espacios Permanentes para el Desarrollo Cultural Endógeno. (Epdcue)

Una aproximación desde las pedagogías emancipatorias y Nuestramericanas.

Los Epdcue son un método sencillo de vincular el conocimiento universal a las actividades prácticas que los maestros aspiran a desarrollar, implica que: los estudiantes una vez por semana escojan el espacio que mas les guste sin importar el nivel, la modalidad, la sección o grado, porque de lo que se trata es de que aprenda algo útil y bueno, es decir nos centramos en la actividad.

Para ello el maestro elabora un perfil cultural propio de lo que ha aprendido a lo largo de su vida en los siguientes ejes: gastronomía, lo étnico, la vocación agrícola y pecuaria, la tradición oral y escrita, las tradiciones usos y costumbres, el deporte la actitud, aptitud física y recreación, las expresiones artísticas, la tecnología popular apropiada y apropiable, economía social.Estos ejes permiten al maestro organizar su plan semanal o anual que ofrecerá a los estudiantes para que se inscriban en sus espacios que deberán estar ubicados en una parte visible dentro de la escuela de modo que pueda decidir donde quiere trabajar.

Tienen una implicaciones que desde lo construido por las redes socioculturales  de Aragua (2009-2013) permiten ir acercándolos hacia actividades útiles, pertinentes y lo menos enajenadas, es decir que aporten en verdad al aprendizaje manual e intelectual integral. Nuestra experiencia nos permitió avanzar en el año 2103 hacia una cualificación del proceso el cual denominamos: EPDCUE PRODUCTIVO, misma que se vio impedida por ordenes del ministerio de educación en su avance hacia el 2014.

De ¿Cuáles EPDCUE productivos estamos hablando?

De aquellos que sean capaces de organizarse para acometer tareas en talleres de producción  sin que el dinero sea el centro sino mas bien, el desarrollo de un acto pedagógico que sea capaz de desarrollar los conocimientos en valores y acciones que sirvan para ubicar al estudiante en un espacio de trabajo social liberador que no es otra cosa que el trabajo voluntario y productivo comprometido con su espacio vital, que es su comunidad.

En la historia tenemos experiencias relacionadas con las formas cooperativas, las cuales desde la visión organizativa ofrece un sin fin de posibilidades al estudiantes porque tienen  en si misma, espacios asamblearios, comisiones de trabajo donde los y las estudiantes pueden aprender el ejercicio de la democracia, de la organización y los principios de solidaridad colectiva plena, ademas de la producción para la vida.

Esto lo sintetizábamos de la siguiente manera:

Si el capital se organiza para producir más a costa del trabajo de los pobres, e inventa sus métodos para hacerlo realidad, sus lógicas dentro de la educación (a decir de Mészáros) en la transición socialista los métodos pedagógicos han de ser novedosos también, así tenía la convicción el maestro Simón Rodríguez… inventar para no errar, por tanto, la escuela debe incorporar dentro de su estructura curricular la posibilidad de que los estudiantes de todos los niveles y modalidades se vayan organizando para asumir el modelo que permita vivir en sociedad, comunidad, bien común, fuera de estos valores sería alimentar al monstruo del capital con sus nuevos esclavos.

Es necesario entender que la escuela en nuestra revolución deberá ser un espacio para aprender el Trabajo Social Liberador.  Liberarse en el sentido revolucionario y no explotador, significa hacer del trabajo un acto colectivo que beneficie a todos por igual, que los medios con que se produce sean propio y dignos, merecedores por igual de los beneficios con que se genera la subsistencia. Implica una ética y conciencia de para quién producimos y por qué producimos. Hablamos entonces de un concepto de sociedad, un tipo de sociedad, reflejado por demás en la CRBV. Implica conocer lo que se produce, de dónde vienen los insumos y como lo que se produce es parte de la totalidad de lo que somos. Pregunta: ¿Eso se aprende cómo? Hasta ahora no se ha pensado en ello. Solo pizarrón tiza y una mas que otras actividades practicas descolgadas.

De igual manera implica tener en cuenta dentro de la escuela que muchas veces producimos bienestar sin necesidad de generar dinero, cuando por ejemplo mantenemos el espacio vital donde nos desenvolvemos o donde vivimos limpios, funcionales  y adecuados a las necesidades, también esta visión tiene que ver con  la comunalidad que hemos heredado de nuestros ancestros al acometer labores que redundan en beneficios sociales y que se traducen en un bien común de vivir en un habitad, que requiere de nuestros esfuerzos conjuntos para que se mantenga y heredarlos a los que nos siguen. (limpiezas de quebradas, desmalezamientos, mantenimientos de nuestros patrimonios, bienes públicos, conservación de nuestras aguas, conservación de las infraestructuras escolares, no derroche entre otras)

Hacer de la escuela un espacio para aprender estas cosas útiles, necesarias para vivir, es parte del trabajo docente, movimientos sociales y del Estado Docente. Si se plantea superar el rentísmo, la no producción, la inercia consumista y la comodidad de que todo venga de los puertos, entonces tocará a la escuela el deber social de emprender las bases para enseñar lo que es producir de diversas  formas y maneras. He allí el esfuerzo y el mayor reto de la educación que libera.

No se trata de consultar para agregar dos, tres o veinte áreas de conocimientos mas al currículo (ese no es el problema, podemos tener 80 áreas), se trata de como hacer efectiva la escuela a partir de indicaciones, reflexiones  que genere en el docente una manera de innovar, crear, tener ideas desde la experiencia, el hacer, la actividad práctica que vincule el conocimiento universal a cualquier área de conocimiento de cualquier nivel y modalidad. No veo por qué a un niño en edad preescolar en una actividad manual de lijado de un mueble que se está reparando, se le niegue el conocimiento de la física de manera sencilla y accesible…lo cuentos son de utilidad enormes por ejemplo, pero lamentablemente tendrá que esperar nueve años para conocerla, porque el maestro pierde la oportunidad (por ignorancia, por estar fragmentado, por flojera, por no saber enseñar bien etc).

Tampoco se trata de volver sobre el área de educación para el trabajo. Se trata de que todo el subsistema de primaria debe tener las actividades prácticas de lo que significa el trabajo social liberador en concreto. Para ello debemos pensar en otras infraestructuras para las escuelas.

Se planteó entonces avanzar en:

Los perfiles culturales de los maestros para centrar los EPDCUE PRODUCTIVOS en el eje  Economía Social, o desde otro eje vincularse con la economía, da igual, una actividad gastronómica puede llevarnos indistintamente a una cooperativa o a una feria gastronómica, o a un trueque.

Organizar empresas de propiedad social o cooperativas escolares de modo orgánico, entendiéndose por orgánico sin registros mercantiles o jurídicos que desvíen el propósito pedagógico de la escuela (aunque se pueden conocer y elaborar a modo de aprendizaje). Los Epdcue productivos tendrán como visión actividades que no tengan que ver con el lucro, su eje es pedagógico, y una forma de ir introduciendo al grupo de estudiante con el trabajo colectivo, socialmente útil a partir de la organización de cualquier forma de asociación, circulo, brigadas, cooperativa en la acometida de actividades donde se beneficie la comunidad o la comunidad escolar. Este trabajo amerita de maestros bien centrados en el propósito de lo que se plantea generar en los estudiantes. En el pensamiento rodrigueano que dice: “Maestro es el que enseña aprender y ayuda a comprender  El título de maestro no debe darse sino al que SABE enseñar. Esto es, al que enseña a aprender, no…Al que manda a aprender, o indica lo que se ha de aprender, ni…al que aconseja que se aprenda. La empresa de la enseñanza debe ser general y constante, su importancia exige que haya en ella Maestros Sabios, Hábiles, Irreprensibles, y con vocación para enseñar. No se tome Vocación por inspiración ni el hambre por llamamiento al Magisterio”.

Avanzamos en dar algunas ideas relacionadas con la economía social  relacionadas con lo organizativo-pedagógico:

  • Cooperativas editoriales escolares, Cooperativas de consumo, Cooperativas de ahorro, Cooperativas de servicios, ambientación y habitad para el bienestar social.
  • Proyectos socio-productivos, empresas de propiedad social escolares que se organicen para: conservar el ambiente escolar y comunal, alimentos, vestido, reparaciones de vivienda, construcción, herrería, albañilería, pequeñas industrias escolares para la producción de velas, calzados, recreativas, agrícolas entre muchas mas.
  • Unidades productivas familiares
  • Grupos de intercambio solidarios.
  • Ferias de consumo familiar.

Experiencias de desarrollo productivo dentro de las escuelas las tenemos en países como Argentina, México que han hecho de las cooperativas escolares espacios para introducir al estudiante en el esfuerzo cotidiano de producir, conocer y esforzarse para entender que el trabajo, sus manos son importantes para construir y sostener una visión distinta a la explotación. Nosotros nos tocará desde la Educación liberadora darle la huella de la sociedad que aspiramos construir en lo sucesivo. Por ello no le corresponde solamente a las escuelas técnicas el trabajo social liberador (los estudiantes de las técnicas les corresponde para tener y ejercer un oficio productivo, en el campo de trabajo comunal -así lo suponemos- y no para las empresas privadas como ha sido la tradición) sino a todo el subsistema de la educación primaria desarrollarlo en toda su extensión.

Simón Rodríguez y el trabajo social liberador.

Todas nuestras leyes apuntan hacia el trabajo social liberador. Por tanto cobra fuerza la idea de la ESCUELA SOCIAL planteada por el maestro Simón Rodríguez.

Veamos entonces las implicancia de esta  Escuela Social : “aprender oficios útiles para la vida, para no estar mendigando y muchos menos prostituyéndose por necesidad”.

Hablaba el maestro de los talleres que debían tener las escuelas sociales, pues “con tierra madera y hierro se cubren las necesidades que requieren para vivir el hombre y la mujer” (nuestras escuelas de  broma que tienen cancha…). Los conocimientos teóricos están implícitos en las actividades manuales, es decir las artes del calculo, de la mecánica, la física entre otras, inmersas en el plano de la producción de los bienes materiales sociales, y en medio de todo el cultivo ético de formar republicanos y el bien común. “Los medios de adquirir a partir del valor al trabajo, para que sepan apreciar el valor de las cosas.”

La escuela la pensó Rodríguez dentro de la toparquía o gobierno del lugar, desde la confederación de gobiernos en los territorios de modo que, asumiéndose en el territorio respondiera a los requerimientos de sus semejantes “para entreayudarse” o para generar sus recursos propios y ser apoyo para los mas necesitados. La endogeneidad tan explícita en el proyecto de Chuquisaca nos reta a tomar los legados rodrigueanos y profundizar en cada aspecto de su proyecto inconcluso. Desde la educación liberadora es pertinente su pensamiento pedagógico y político para impulsar la educación social sin miedo.

Todo esto bajo la visión y el enfoque pedagógico del aprender haciendo para el bien común que no es otra cosa que bienestar a partir de las cosas que somos capaces de hacer para ayudarnos, y resolver problemas sin ninguna forma de lucro, enmarcados en los fundamentos de la pedagogía crítica, plan patria entro otros.

Ahí quedó esa idea…esperemos que la “calidad educativa “ no nos lleve por otros senderos, que sean mas de lo mismo, sino que pensemos en realidad que se nos plantea en esta nueva etapa cuando el Plan Patria requiere de una estructura como el sistema educativo para florecer y ser infinito. Sin educación para la liberación, no habrá socialismo.

Socialismo es vida.

Aprender los medios de producción desde las escuelas.

Superar la lógica del capital desde el currículo.

Escuela Social

Nada tiene de imposible esta tarea: se trata simplemente, de crear nuevos hábitos mentales y en eso consiste la educación…nos corresponde también señalar como alcanzarlos… Augusto Mijares

Fuente:http://www.aporrea.org/educacion/a185859.html

Fuente imagen:https://image.jimcdn.com/app/cms/image/transf/dimension=1070×10000:format=jpg/path/s62fdff084f13aaf5/image/i60f01e137951a6bf/version/1435516844/image.jpg

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A Simón Rodríguez

 

América del Sur/Venezuela/Agosto del 2016/Mirna Sojo/www.aporrea.org

Dónde quiera que se encuentre. En su nacimiento 28 de Octubre de 1.769

Por Mirna Sojo

Sigo y seguiré reviviendo la raíz rodrigueana ahora más que nunca que entramos en un proceso donde se requiere cada vez más hurgar en nuestra historia para encontrar en ella los elementos que nos permita construir el sentido de una escuela para la revolución bolivariana en el Socialismo del Siglo XXI.

Tenemos ya casi mas de 200 años buscando la educación que queremos, bastante camino ya recorrido, y propuestas dejadas a medios andar y por doquier en toda la geografía nacional. Tendencias mas tendencias menos se han ido pocisionando en los tiempos. Algunas copiadas de afuera, otras insurgentes, las mas… reformistas.

En este devenir, cuesta creer que la escuela venezolana siga siendo un espacio de confusiones y tan lleno de “sin sentidos” desde lo que se aspira y se quiere en las transformaciones. Seguimos con el mismo sistema educativo burgués pensando que desde allí podemos hacer el cambio, cuando en realidad lo que logramos es mayor y mayor desgaste del maestro venezolano “mas pintao” y valiente, porque su concepto está montado sobre lo efectista, rápido y pragmático, está hecho para no pensarse, ni pensar, está hecho para lo inmediato, es decir, para el mercado.

Seguimos diciéndole NO a Simón Rodríguez. Seguimos dejando cada vez más atrás su ideario y propuestas concretas en relación a la escuela para estas tierras.

Enumeremos:

Hasta el día de hoy la gran mayoría de nuestras escuelas en todos sus niveles y modalidades adolecen de talleres o espacios para la producción material para nuestra sociedad socialista de convivencia y desde el trabajo (a pesar de los muchos esfuerzos hecho por maestros en ese sentido).

Es una escuela para sentarse y nada mas.
Las escuelas siguen trabajando por niveles y modalidades sin tomar en cuenta los ciclos o transversales concretos como es lo vocacional, la escuela del trabajo liberador. La carrera es el grado que viene y cuándo corono.

La escuela en nada ha transformado su estructura burocrática, producto que las zonas educativas y ministerio siguen fortaleciendo la fragmentación del docente a través de las cuadraturas y cargar horarias y el modelo de gestión tan atrasado que poseemos. En los antros escolares no se puede ni se permite la innovación que proponga un modo distinto de pensarse dentro de la escuela, y si te atreves a innovar…espera lo peor.

Hasta el día de hoy nuestras instituciones educativas se han montado en una necesidad voraz por conquistar la infraestructura y dotaciones pero descuidando la perspectiva pedagógica y la transformación del ser humano para una sociedad de la convivencia la paz y desde el trabajo. Se antepone lo material por encima de lo espiritual, la mística y el compromiso.

Como no se ha pensado la educación en serio, las universidades siguen egresando maestros para la lógica capitalista y rentista. Este tipo de maestro solo sabe dar clases, preparar y planificar, pero de elaboraciones prácticas, habilidades en áreas de formación para desarrollar el trabajo desde la escuela…no existe.

La práctica se resume en el aula de clases y los contenidos aun sin sentido, ni reflexión de lo que se enseña y para qué.
Los programas, contenidos siguen siendo los mismos para mantener la sociedad de la competitividad.

No basta con tener Canaimitas, Libros Bicentenarios, eso está bien, pero hacen falta otras cosas que fortalezcan la práctica del maestro y le permita crear, re-crear, inventar desde una perspectiva liberadora. (conozco de iniciativas que han sido paradas por no entrar entre los cánones de las políticas emanada desde “arriba”)

Poco esfuerzo por parte del estudiantado para acometer acciones que edifiquen y crean una manera distinta de conseguir las cosas…todo viene del gobierno en su mayoría, y durante las 6 horas que pasan su vida dentro de las escuelas es poco lo que invita al esfuerzo desde el trabajo, a la construcción del buen sentido. Hacer una maqueta, por ejemplo solamente implica un pequeño esfuerzo por parte del estudiante.

Pero no contribuye en nada al espacio vital en que se desenvuelve, ni tampoco resuelve los problemas de su entorno inmediato. Conozco de vecinos, abuelos que requieren de reparar puertas, ventanas, la escuela podría ayudar si en sus espacios contara con talleres…sociales, para el bien común… “educación desde el trabajo”

Pendiente la construcción curricular para las comunas, las cuales deben ser elaboradas por los propios y propias comuneras y comuneros. (experiencias hay …) pero el sistema lineal, obvia estas realidades que están pendiente en nuestro socialismo, que debiera ser mas osado.

Entre otras tantas…
Todo esto lo combatía el maestro, lo dejó escrito y bien fundamentado. La transición para la escuela nueva venezolana debe emerger del pensamiento de Simón Rodríguez, porque hablar de la Escuela Social es decir en algunas de sus palabras y actualizándonos en pleno siglo XXI:

Talleres en todas las escuelas de: Herrería, Carpintería, albañilería, mecánica, tejidos de alfombras,costura, sombrerería, fábricas de ladrillos, tejas, aserraderos, construcción, electricidad, agricultura, jardinería, pecuaria, enfermería, tallado de madera, pintura, entre tantos otros que pudiesen movilizar y dinamizar nuestra escuela tan aburrida desde preescolar hasta la media general y técnica.

Y no vengan con el cuento que solo las escuelas técnicas puede tener los talleres. La escuela incorporada a la edificación de la comunidad y de la sociedad desde la educación primaria. Ocupando manos, mente y corazón.

Organización de la escuela social por ciclos progresivos: inicial, pre-vocacional, vocacional y especializado para que todos y todas nuestros niños y jóvenes tengan conocimiento técnico de los oficios, además de ello puedan tener conocimiento teórico con más sentido y aplicabilidad a las cosas.

Así tendremos una sociedad a futuro de trabajadores insignes y no de flojos pasando todo el día puyando los botones de las maquinitas en los centro comerciales, o de enclenques e inútiles.

La vinculación de los conocimientos a los ciclos. Es decir un currículo contextualizado al entorno, los ejes de producción de las escuelas insertándose como palanca de trabajo dentro del barrio, comuna. Cubriendo las necesidades inmediatas de las localidades donde se encuentran.

Idear sistemas de gestiones escolares diversas, funcionales, donde el que quiera trabajar lo haga sin tanta burocracia. Buscar los maestros que en realidad se necesitan. Con el perfil que se requiera para acometer los talleres. Inserción de los Maestros Pueblos de las comunidades a esta cruzada educativa y necesaria.

Conseguir tierras baldías, terrenos, parcelas en las comunidades para asignárselas a las escuelas y producir lo que pueden consumir, pero en serio y no meros ejercicios de siembras. (La historia está llena de estas experiencias).

Al estar ocupados y trabajando en lo que deben los muchachos e ir dejando esos antros escolares vergonzosos donde la mayoría del día nuestros niños y jóvenes no están aportando a su construcción y esfuerzo, comenzaríamos a mover la rueda de la historia y a darle un giro para trascender la inercia a que hemos sido sometidos 500 y tanto años de dominación.

Porque a la final la burguesía no tiene por qué estar pensando nuestros espacios escolares, somos nosotros y nosotras, el pueblo el que debe asumir tamaña tarea de deslastre cultural y de dominación que traemos y tenemos.

La sociabilidad, es asunto serio, pues la escuela social busca entre otras formar al ciudadano que necesita la sociedad, es decir, un estudiante en verdad que sepa como desenvolverse socialmente y sepa qué hacer a la hora de las chiquiticas y solamente eso lo puede la educación, y no cualquier educación sino una que en verdad piense y haga ruptura con el colonialismo.

Y no quiero creer que cueste tanto entender que urge cambiar el modelo educativo progresivamente, hacer las escuelas dignas de esta historia, para comenzar a tener los docentes que se requieren y su perfil para acometer este tipo de educación. Habrá que luchar para ello hasta ver a los dos Simones contentos y satisfechos.

Revolución del conocimiento.

Fuente: http://www.aporrea.org/actualidad/a196077.html

Fuente imagen

https://i.vimeocdn.com/video/312940603_1280x960.jpg

 

 

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