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Venezuela: El Inces tiene como meta para el 2016 formar 500 mil personas

América del Sur/Venezuela/26 de Agosto de 2016/Autora: Ana Maneiro/Fuente: Correo del Orinoco

El presidente del Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces), Ángel Wuikelman, expresó este miércoles que la institución educativa que dirige tiene como meta para el 2016 formar 500 mil venezolanos y venezolanas.

“Nosotros nos hemos puesto como meta este año una cifra récord, que son 500 mil. Nunca antes el Inces había formado esa cantidad, y en medio de estas circunstancias, al día de hoy, tenemos 270 mil participantes que acuden a nuestro espacios en todo el territorio nacional”, dijo Paredes.

Explicó que además el Inces tiene programas que se desarrollan en los propios centros de trabajo.

“Trabajamos con el ministerio del Poder Popular para las Comunas y los Movimientos Sociales, donde están las iniciativas productivas, en las instalaciones militares y en los centros penitenciarios, atendiendo a nuestros privados de libertad”, informó, al finalizar la actividad que se realizó, en la sede principal de esta institución, para brindarles un reconocimiento a los trabajadores y trabajadoras del Inces.

Resaltó que este organismo “siempre está muy cerca de las clases populares, que se han formado en esta importante institución, que se originó del pensamiento del maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa”.

En especial, consideró que la institución tiene una profunda pertinencia en estos días, “en momentos en que el pueblo venezolano está consagrado a superar el rentismo y trabajando para desarrollar el modelo económico-productivo”.

El rol de este organismo, según el funcionario, es formar a las nuevas generaciones, en particular, para la activación de las cadenas productivas guiados por los 15 motores y la Agenda Económica Bolivariano.

“Esta institución representa un referente importante en el imaginario de nuestro pueblo, en su conciencia….ese pueblo encuentra, ahora, en estos espacios, los contenidos que requiere para desarrollar los 15 motores productivos y las cadenas productivas, porque el Inces también esta presente en las empresas recuperadas y en las industrias básicas e intermedias”, agregó Wuikelman Paredes.

Para el presidente de esta organización, con casi 60 años de labores formando a la población del país, la institución “está haciendo un gran esfuerzo en la activación y potenciación de cadenas productivas en función de garantizar la producción de bienes y servicios en suelo patrio, sustitución de importaciones y además, promover exportaciones”.

“El Inces cumple, sin lugar a dudas, un rol de primera línea en la lucha contra la guerra económica y fundamentalmente en la construcción de una conciencia que nos lleve a una cultura productiva, a una nueva visión del trabajo”, aseguró para finalizar.

Fuente: http://www.correodelorinoco.gob.ve/impacto/inces-tiene-como-meta-para-2016-formar-500-mil-personas/

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Construcción social y convivencia del docente de primaria

Las instituciones educativas conforman una sinergia de relaciones de interés en la construcción social, toda vez que, la malla de relaciones implícitas en la estructura social de participación, se ha de asumir en torno a las tradiciones, normas, acuerdos, costumbres y valores, que componen un marco de referencia útil.

Este escenario significa que todo el ámbito humano de las instituciones y centros educativos conformados por la comunidad educativa: padres, madres, representantes y responsables, estudiantes, docentes, trabajadores administrativos y trabajadoras administrativas, obreros y obreras, pueden aportar elementos significativos en la construcción social de la convivencia escolar.

Bajo esta misma mirada la confluencia de las personas naturales y jurídicas, voceros y voceras de las diferentes organizaciones comunitarias vinculadas a las instituciones y centros educativos del Subsistema de Educación Básica, en el nivel de Educación Primaria, pueden contribuir con este eco de interacciones.

Ahora bien, en ese transitar de recorridos sobre esta realidad humana, social y educacional, pueden surgir eventos de confrontación de ideas y formas de abordar las situaciones, sin embargo, la mediación constituye un espacio activo posible de decisiones compartidas, junto a la participación y diálogo.

En este orden de ideas, las instituciones educativas deben ser concebidas como un sistema social, generadoras de cambios en los cuales se realizan procesos de socialización y de formación pedagógica propiciadores de la construcción social, ante lo cual se ha de canalizar la consecución de una escuela participativa e interactiva, comprometida con el mejoramiento del sistema de relaciones de los implicados en el ejercicio constante de ser, hacer, pensar, conocer y convivir en la sociedad.

Por consiguiente, la educación tiene una connotación sustancial en el deber de todos, en tanto se contribuya a la convivencia en el modelo de valores éticos y morales, que de alguna manera, norman el comportamiento de los ciudadanos, como son la honestidad, el respeto, responsabilidad, solidaridad, amor y tolerancia.

Por ello, las expresiones antes descritas se asocian con el desarrollo de este artículo el cual se enfoca en interpretar la construcción social en cuanto a las disposiciones del docente acerca a la construcción social del pensamiento y la acción mediadora docente desde la perspectiva de la convivencia escolar en el entramado de las relaciones intersubjetivas del hacer integral.

Todo ello al comprender que el crecimiento en cada uno de estos escenarios de trascendencia en el desarrollo integral del individuo, tanto en sus potencialidades cognitivas como físicas y sociales, dan cabida a su influencia en la construcción social bajo una acción educativa a partir del aporte de cada uno de los actores distintivos de la participación.

Desarrollo

Escuela primaria: acercamiento intersubjetivo de convivencia

La escuela primaria se puede ver afectada cuando se alteran ciertas disposiciones significativas de la acción socializadora. Con la prédica de valores, saberes, creencias y cultura y al mismo tiempo, la aplicación de normas que proliferen el cambio hacia conductas a favor del ejercicio de la participación, ciudadanía y construcción pedagógica de acción social, se pueden alcanzar efectos en las actividades susceptibles de mejoras en la convivencia.

Al pensar sobre esta situación inquietante en la realidad institucional de los planteles inmersos en la Educación Primaria Bolivariana como sistemas sociales, surge la necesidad de vincular el ámbito de convivencia con la gerencia, a fin de construir escenarios posibles de reflexión y comprensión que atinen sobre el fundamento de los valores comprometidos con el ejercicio constante de aprender a ser, hacer, conocer y convivir en la sociedad.

Esta perspectiva, ha de activar las evidencias de la valoración que tienen los docentes con relación a la convivencia basada en las concepciones de pensamiento y acción, expresadas en los proyectos creados sobre tales mediaciones de acercamiento intersubjetivo.

En este sentido, la escuela primaria se configura como un espacio de aplicación de los principios pedagógicos centrados en los valores de convivencia: afectividad y espiritualidad más allá de lo teórico, en razón de proporcionar la reflexión y mediación constante, incluso sobre el propio ejercicio profesional repensado y en la toma decisiones compartidas en los procesos que hacen pensar sobre el nuevo modelo curricular que plantea el Ministerio del Poder Popular para la Educación (2007), en torno a los lineamientos de acción en los procesos formativos del subsistema de educación básica.

La sinergia de actuaciones reflexivas en los códigos pedagógicos actuales, reviste interés en el análisis de presupuestos legales y ministeriales, así como en la configuración de planes, programas y proyectos de convivencia escolar impulsados por el Estado, para buscar nuevos hábitos y valores relacionados con la convivencia.

El alcance de los focos intersubjetivos frecuentes en cuanto a las iniciativas relacionadas con la convivencia, a través de valores, participación, consenso social, mediación e intervención de las familias, aumento de cursos de formación permanente del profesorado, son manifestaciones que destaca García (2007), a la luz de los presupuestos teóricos de la pedagogía contemporánea, al indicar múltiples elementos interrelacionados como la diversidad, tolerancia, diálogo, derechos y responsabilidades, ciudadanía, participación, conflictos, democracia, entre otros.

La base de todo este destello de interacciones de la escuela primaria como escenario intersubjetivo para la convivencia, se ha de construir para ir más allá de la simple puesta en práctica de las funciones disciplinares aisladas y puntuales de los docentes, hacia la planificación integral de una serie de actuaciones que proyectan el carácter de dominio en el sentido de mejorar la convivencia a través de un enfoque global de intervenciones en aulas, centro y entorno socio comunitario, lo cual es un hecho representativo de repensar la escuela primaria a los efectos de distinguir las herramientas y recursos que ayuden a trabajar en conjunto con eficiencia, participación y relaciones interpersonales en la intervención múltiple en espacios de cooperación, prevención y acción desde el conocimiento y la información.

Familia: ámbito inicial de socialización y convivencia

La familia constituye un contexto de socialización y convivencia como fuente del modelo a seguir que fluctúan en distintas vertientes relacionadas con la educación de los hijos, el fomento de valores, la adscripción religiosa, compromiso social de los padres, situación laboral de los mismos, calidad de las relaciones afectivas, hábitos culturales y los elementos enmarcados en la orientación de los miembros familiares.

Sin embargo, explica Beck (2003), que la complejidad de la familia contemporánea existe en la misma reinvención de constantes búsquedas sobre nuevas formas de convivencia, en una diversidad de esperanza y decepciones emergentes múltiples de formas de vivir, amar e interrelacionare, en este escenario de transformaciones sociales. Los límites se hacen borrosos, las definiciones vacilantes ante los riegos y la inseguridad. En tal sentido, la autora mencionada afirma que:

En estas circunstancias es difícil hablar simplemente sobre el concepto de familia, pues muchos de los conceptos habituales ya no concuerdan con la realidad, suenan anticuados e puede incluso un poco sospechosos, al ser incapaces de reproducir el sentimiento de la realidad vital de las nuevas generaciones. (p. 13).

Mi punto de vista es resaltar la significatividad de esta concepción, que asoma la posibilidad de descubrir el discurso de la familia en la tendencia actual que comparten con los docentes sobre el sentido de la construcción social frente al quiebre correlativo que se puede implicar en la convivencia escolar y en torno a las diversas formas de concebir las actitudes y percepciones del seno familiar, que abarca los valores mostrados por las personas en la vida cotidiana.

Según el reflejo del argumento de Martín (2000), la familia delimita la porción de vida social, en virtud de metas definidas, al vincular a las personas en los diversos niveles profundos de su ser y arrancar los nexos biopsíquicos más elementales.

Todo ello se fundamenta cognoscitivamente en representaciones en las cuales se proporcionan pautas institucionalizadas y metas. El ámbito familiar en su espacio exterior, constituye un lugar de relación entre los individuos y un escenario externo en la manifestación de las acciones sociales, a partir de la existencia reconocida de diferentes niveles de profundidad del ser personal configurados culturalmente.

Ante estas nuevas implicaciones que surgen en el ámbito de las formas concebidas en la convivencia, bajo un sistema de relaciones que trascienden a la vida familiar, debe haber un reconocimiento del entramado de elementos que pueden tener poder en la socialización que viene a representar una aspiración del Estado, en la comprensión sobre la búsqueda de bienestar colectivo y de cara a los postulados de las mismas decisiones conscientes, en torno a la importancia de la familia como eje neurálgico que refleja las dispersiones, decepciones, pero también nuevas posibilidades de construcción social y permanencia de vínculos reforzadores de los valores asociados a la convivencia.

El hacer posible de la construcción social desde el sistema educativo

Este ámbito distinguido por Jarés (2006), constituye un orden para las actuaciones del ser humano en la esfera cultural y formativo, que genera elementos significativos socio-históricos de la convivencia, a través de las diversas estrategias, formatos organizacionales y estilos de gestión, que se asumen en un modelo de mediación del profesorado, impulsados por la construcción social para la formación ciudadana.

Explica Gimeno (2002), que existe un largo camino por recorrer al tratar de lograr la convivencia escolar, ante el principio de igualdad básica que satisfaga la justicia correspondiente a los mismos tratamientos, oportunidades y condiciones para todos, con tendencia en el hacer posible de la educación.

Las desigualdades económicas relacionadas con la clase social y los poderes adquisitivos, revelan esta acepción de la justicia como la igualdad de trato, dentro del sistema educativo, lo cual refiere a un currículum común y equivalente para todos, lo contrario sería

“solamente una vía que garantiza la igualdad formal ante las puertas de la escolarización pero no en el proceso de la educación, lo cual está muy ligado a los contenidos recibidos y a las oportunidades de aprendizaje dentro del sistema escolar” (p. 262).

Al fin de cuentas, la igualdad de acceso y la permanencia en el sistema educativo, no se concreta a través de contenidos exclusivamente, sólo cuando se haya comprendido las dificultades planteadas en el momento de la concreción, en función del bien común ofrecido por el Estado, se ha de manifestar el currículum abierto, flexible y dinámico, ante una doble exigencia: aquellos referentes de necesidades de las comunidades y las vertientes de igualdad social. En tales términos, el mencionado autor destaca lo siguiente:

Es el significado de la igualdad lo que implica desarrollar políticas curriculares que garanticen un currículum semejante para todos en cuanto a sus contenidos así como, equiparables en las condiciones para su desarrollo (metodologías adecuadas, medios didácticos, actividades extraescolares, bibliotecas, entre otros. (p. 263).

En términos del bienestar colectivo para buscar los beneficios de la convivencia del sistema educativo y su influencia para todos, las consideraciones precedentes me hacen pensar sobre los términos mencionados en cuanto a los valores de tratamiento deseables para alcanzar las mismas oportunidades de mediación de los docentes en el aprovechamiento de los escenarios que discriminen mejores condiciones, posibilidades y alternativas para fundamentar la convivencia escolar.

Orientación metodológica

Este artículo, se basa en la comunicación constante entre los docentes de la escuela primaria, que cumple su incidencia en todo tipo de relaciones psicosociales que activan la convivencia. Según Soriano (2007), la intención buscada en la convivencia va creando un marco común de relaciones humanas negociadas, comprometidas, de respeto y reconocimiento a la diversidad de pensamientos.

Una buena convivencia exige empatía cognitiva y emocional, por lo tanto, fue necesario cierta reciprocidad de comportamientos tolerantes, dialógicos y solidarios en el sentido a apuntalar hacia la construcción social.

El ámbito empírico en el cual se buscó la información se conformó desde la teórica alcanzada en los cinco docentes pertenecientes al Municipio Libertador, Distrito Capital de la República Bolivariana de Venezuela. Para ello, se implementó un escenario de confianza y acercamiento tal como recomienda Fernández (2004), al hacer referencia a una interacción dinámica de comunicaciones entre dos personas: el entrevistador y el entrevistado bajo el control del primero.

“En su aplicación no existe un cuestionario o guión físico y la relación entre ellos se desarrolla simulando una conversación no estructurada donde ambos intercambian información” (p. 65).

Hallazgos

El modo de darse la realidad del fenómeno asociado al estudio, se trataron de ver más allá de las partes en la entramada red conceptual que surgió de las vivencias, las cuales dieron énfasis a la hilaridad de sus significantes para constituirse en el acercamiento teórico emergente.

Ahora bien, tal como distingue Kornblit (2007), se reitera que tanto el escenario de las categorías centrales, como en aquellas construidas por la investigadora en el ejercicio de su trascendencia sensitiva sobre el fenómeno, existen en la posibilidad de comprender lo que acontece, en tanto sea manifestado sobre la realidad, y que la investigadora accedió interpretativamente por su condición de discernir teóricamente y tomar parte entonces de la construcción del conocimiento.

De allí que, en la Etapa I, se hace referencia a la organización de las categorías abiertas y axiales y la Etapa II, presenta la triangulación de la información que legitima las voces de los actores sociales.

Al sustentar los esquemas presentados en los hallazgos, como base para la interpretación y construcción del conocimiento, se hace referencia a los planteamientos de Flick (2007), en cuanto al hacer social de la ciencia con experiencia de transformar lo indagado en textos, en los cuales “la escritura se vuelve relevante “como punto de partida para las consideraciones reflexivas sobre el estado global de la investigación en conjunto” (p. 254). Así, parta efectos de este artículo sólo se presentan las categorías axiales derivadas de la categoría: convivencia escolar, según el siguiente gráfico 1.

Categorías Axiales Derivadas de la Categoría: Convivencia Escolar.

Gráfico 1. Categorías Axiales Derivadas de la Categoría: Convivencia Escolar. Fuente: Lamas (2015)

Síntesis descriptiva sobre la categoría abierta: convivencia escolar

La confluencia de las categorías axiales, conformó un sistema integrado de significados concedidos por los actores sociales en relación a la categoría abierta: convivencia escolar. Desde este punto de vista, la categoría axial: sensibilización de los actores educativos, fue vista por el actor social 2, ante la atención necesaria del colectivo en cuanto a los comportamientos escolares disfuncionales que producen un aislamiento de algunos estudiantes por temor a ser agredidos por sus compañeros, lo cual significa que la comunidad educativa debe sensibilizarse en experiencias de convivencia escolar, para tratar de superar los esquemas acaecidos en la institución respecto a las relaciones psicosociales entre los estudiantes.

En este sentido, vale la pena destacar lo mencionado por el actor social 4, en términos de los procesos de planificación del aprendizaje que permiten una permanente conversación del docente en su rol social pedagógico para ajustar tiempos y espacios de conversación con el colectivo en estas temáticas humanas en el sentido de cooperación y “conformación de equipo de trabajo en el aula para mantener un buen sistema de relaciones interpersonales” (SENAE, AS4, L: 324-331).

Este código, puede entender como el nombre abreviado de la categoría axial: Sensibilización de los Actores Educativos, AS4: significa Actor social 4, y la L: 324-331, indica la localización de este significado descrito en el material protocolar de la entrevista.

En este caso, la voz del actor social 4, se dejó sentir sobre la base de la convivencia escolar, que no debe estar fragmentada o condicionada a la consecuencia que hoy se manifiestan en las instituciones educativas, sino que más bien “debe significa una parte fundamental de la planificación educativa y de la supervisión escolar” (SENAE, AS4, L: 465-471).

En cuanto a la categoría axial: agresión, desde la narrativa del actor social 2, hace saber sobre la sobrevivencia de los más débiles, ante las ocurrencias de los guapetones de la escuela, que introducen el factor psicológico para asustar va los demás e incluso marcan a los niños durante todo su desarrollo y evolución creando un estado adverso de sentimientos y posturas lo cual “lleva a la víctima a concretar su fracaso escolar y la aparición de procesos depresivos” (AGRES, AS2, L: 79-88).

Por tanto, desde la escuela primaria se deben concebir fortalezas para la actuación de los estudiantes en su relación con los demás, ajustando la práctica hacia un sistema de relaciones intersubjetivas para l construcción social de la convivencia.

Esta categoría axial, fue vista por el actor social 1, como un foco impostergable en la formación para fundamentar valores en el marco de las actividades que se cumplen en la institución.

Lo anteriormente mencionado, guarda relación con la categoría axial: socialización, descrita por el actor social 4, ante las situaciones de violencia entre los estudiantes que se han venido generando en las aulas, patio y en el entorno de la escuela. Cuestión que recae en la realidad de la construcción social que se debe activar a través de un plan rector de convivencia escolar.

Basado en tales hechos, emerge la categoría axial: aprender a vivir, manifestada por el actor social 3, en la condición formativa de un nuevo republicano y republicana que adquiera los valores para desarrollar el clima de convivencia positiva. “Por eso es importante aprender a vivir y convivir, con la finalidad de construir una sociedad más justa y equilibrada” (APRCON, AS3, L: 250-256).

Cuestión que también fue aludido por el actor social 5, en términos de “establecer un conjunto de pautas semejantes en las normativas para aprender a convivir juntos en este espacio escolar” (APRCON, AS5, L: 184-186). Más adelante, el actor social 5 en la categoría axil: Aprender a Convivir, según lo siguiente:

La educación en el nivel de primaria como reto pedagógico, ha de cumplir con la acción social docente que debe promover valores éticos de tolerancia, paz, solidaridad, democráticos en la práctica pedagógica para aprender a convivir en democracia, representan los fundamentos del cambio social, también están la estrategia de la sanción y el castigo que se impone en la escuela. [APRCON, AS5, L: 238-245].

Cónsono con lo anterior, resultó de interés en las voces de los actores sociales, la categoría axial: formación en valores, descrita por el actor social 1, como la prioridad de los procesos educativos en el aula, por tanto; “educar en valores a los y las estudiantes en conflicto y a su entorno social” (FORVAL, AS1, L: 294-295).

Asimismo, la significación de los contenidos expresados en un marco de la ciudadanía para ejercitar la convivencia, lo anuncia Peiró (2009), para desglosar los valores que la encarnan, lo cual se entiende como una condición global en el entramado de las relaciones interpersonales que se manifiestan entre los miembros de la comunidad educativa configuradas bajo un proceso de comunicación, sentimientos, valores, actitudes, roles, y status y poder.

Con la misma intensidad, el actor social 3, caracterizó esta confluencia del conocimiento ante la situación de conflictos que requieren “otras competencias específicas para la mediación social” (FORVAL, AS4, L: 261-268), de los actores sociales para proveer soluciones efectivas relacionadas con la convivencia escolar.

La forma atrayente considerada en la voz del actor social 3, respecto a la categoría axial: liderazgo compartido, guarda relación con los ámbitos sociales de involucrar a las familias para sentir el compromiso en el refuerzo de la disciplina y el respeto por los demás, ante lo cual la escuela como organismo de creación debe implementar ambientes de armonía y paz a través de la fuerza del liderazgo compartido con las comunidades.

Para ello, la familia, escuela y comunidad, conforman en el niño, niña y adolescente, un escenario propicio para desarrollar su personalidad, lo que quiere decir que se ha de manifestar una mayor integración escuela-comunidad, tal como lo mencionó, en la categoría axial: Integración Escuela-Comunidad, el actor social 3 en los siguientes términos “Al hablar de la caracterización de la convivencia escolar en el ámbito educativo, cabe decir que debe ser más integradora y transformadora, bajo la perspectiva del respeto” (INESCO, AS3, L. 234-244).

Viéndolo de esa manera, se resalta la interpretación de la categoría axial: protagonismo social, develada en la voz del actor social para dar énfasis a la necesidad de una mayor confluencia con las comunidades y representatividad de acuerdo a las disposiciones educativas de la escuela al “llamar la atención sobre este problema de la convivencia escolar que trae sus consecuencias en el corto, mediano y largo plazo” (POTSO, AS1, L: 23-30).

En concreto, la realidad se manifiesta que la categoría axial: trabajo conjunto, representado en la voz del actor social 2, para provocar la participación social de las comunidades en el problema que atañe a todos respecto a la convivencia escolar además “así lo demanda el Estado en el sentido de la corresponsabilidad con los escenarios de la educación en cualquiera de sus niveles” (TRABCON, AS2, L: 100-105).

Todo el despliegue de las categorías axiales anteriormente interpretadas en las voces de los actores sociales 1, 2, 3, 4 y 5, permitieron una mayor comprensión del fenómeno de estudio, relacionado con el pensamiento y acción mediadora del docente de educación primaria en la convivencia escolar. De allí se derivó la categoría inductiva emergente, construida por la investigadora en la representatividad de lo antes mencionado, al identificarla como: Sensibilización del ser docente respecto a la formación de valores para el acercamiento humano.

Reflexiones

El maestro en su condición evangelizadora, constructor de la paz y la convivencia escolar, configura el escenario material y espiritual ideal para reforzar sus contenidos, en la expresión actitudinal de ser un agente de mediación y de prevención de la violencia, al transformar las situaciones negativas de la agresión, no sólo con la intervención disciplinaria en la aplicación de un manual de convivencia, sino en su propia condición de promoción de una cultura de paz.

Bajo ese escenario, se activan los ideales del pensamiento y la acción docente en la construcción social de la convivencia, a través del diálogo permanente en la confluencia integrada de los saberes y las competencias gerenciales del centro educativo, en la proximidad de entendimientos y participación de los iguales para conseguir un camino abierto a la interacción humana que mejore las experiencias de comunicación y favorezca el crecimiento personal.

Tal como lo menciona Nee (ob. cit), este es el camino para captar la esencialidad del fenómeno de la mediación docente para construcción social de la convivencia escolar, en los términos de reconocer la voluntad de Dios a través de la intuición. No obstante, ella sola, no es la parte única de los ingredientes que trascienden a la voluntad de servicio del docente, para actuar en ese horizonte intuitivo.

Tomado de: http://vinculando.org/educacion/construccion-social-convivencia-del-docente-primaria.html

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El taller como estrategia instruccional extracurricular

Por: Maria Eugenia Musset

Título original: El taller como estrategia instruccional extracurricular en la gestión de competencias profesionales en estudiantes a nivel técnico superior universitario.

El conocimiento es vital en el desarrollo social y cultural de los pueblos. La educación puede convertir el conocimiento llevándolo al plano de libertad, creatividad y desarrollando en el individuo competencias basadas en su capacidad de ser y hacer.

La educación superior adquiere gran relevancia de cara a la globalización y comercialización del saber profesional. Se deben formar profesionales calificados a nivel nacional y competitivo en el mercado mundial. En éste orden de ideas las universidades deben estar en capacidad de generar un conocimiento crítico, pertinente y multidisciplinario que pueda ser aplicado por el egresado en su desempeño profesional, gestionando procesos educativos orientados al fortalecimiento de proyectos educativos institucionales, vinculados a necesidades locales y regionales, dentro del marco de políticas públicas.

En éste sentido la praxis permite el desarrollo de estas competencias, en términos de conocimientos multidisciplinarios, habilidades en la capacidad de accionar el mismo, y actitudes en función de juicios y creencias frente a diferentes situaciones.

La sociedad en general exige una educación superior que contribuya a ese desarrollo de competencias, las cuales tiene gran relevancia de cara a la globalización y comercialización del saber profesional.

Es preocupante observar que el egresado a nivel técnico superior universitario vive un divorcio entre las competencias desarrolladas en el proceso formativo y los requerimientos del mercado, lo cual repercute en su desempeño laboral.

En éste sentido a Schara en el 2002 considera que uno de los problemas de la época contemporánea es que el actual sistema educativo, en sus diferentes niveles y modalidades de enseñanza, ha ido perdiendo parte significativa de sus funciones esenciales o por lo menos las mismas se han ido degradando, desnaturalizando como es el caso de la formación profesional y su divorcio del sector productivo, técnico-científico y cultural.

Este hecho ha provocado una disfuncionalidad del sistema educativo con las necesidades y requerimientos de la sociedad. Se deben crear especialistas altamente calificados, en atención a los requerimientos de los países. La ampliación social del estudiantado y los nuevos papeles de las instituciones han obligado a examinar el propósito de los objetivos de la educación superior, revisar su estructura, sus contenidos y sus métodos, lo cual exige una eficiencia terminal mayor y una productividad y pertinencia entre teoría y práctica.

Al respecto en relación a esa eficiencia terminal mayor en el abordaje de los procesos educativos Hernández en el 2001 plantea que parte de las estrategias instruccionales (estrategias extracurriculares) pudiesen concebirse como actividades extracurriculares con una visión formativa y no de complemento.

La perspectiva de esto no niega en modo alguno la supremacía de la actividad curricular, dentro del proceso de formación integral del profesional en educación superior. De lo que se trata es de acentuar las potencialidades formativas presentes en la actividad extracurricular desde un enfoque que permita concebirla como un proceso de incalculable valor en la formación del estudiante, en el que se pueda lograr: la instrucción, la educación y el desarrollo de la personalidad a partir de la unidad entre lo cognitivo y lo afectivo que en él se propicia.

En este orden de ideas, en el contexto de la investigación (carreras cortas de 3 años), un incremento en la praxis no contemplado en los contenidos programáticos pudiese solventarse a través de estrategias extracurriculares. Por tal motivo la investigación Analizar El Taller como Estrategia Instruccional Extracurricular en la Gestión de Competencias Profesionales en Estudiantes a Nivel Técnico Superior Universitario

2. Desarrollo:

2. 1. Marco referencial

La investigación etnográfica interpretativa la cual busco sacar a la luz significados implícitos basados en la observación participante como un estilo personal adaptado por el investigador a situaciones de campo, que permitió en el caso de esta investigación:

En primer lugar describir la significación vista por el docente como el valor que adjudica al taller como parte de una estrategia instruccional extracurricular que permita el intercambio de ideas en la construcción de nuevos procesos educativos en el desarrollo de competencias profesionales.

En segundo lugar caracterizar la significación que asigna el estudiante a esta actividad, como forma de expresar ideas, asimismo como coparticipe y garante de sus propios procesos de aprender a aprender en el desarrollo de competencias profesionales.

En tercer lugar Comprender al taller desde la disposición a participar en él , tanto docente como estudiante, pues el mismo es considerado una técnica de trabajo grupal cooperativo que permite un aprendizaje activo y vivencial en la solución de un problema.

Finalmente Interpretar la actividad extracurricular en el empleo del taller como generadora de satisfacción en los planos de crecimiento personal y profesional desde el ángulo docente-estudiante, apalancando visiones constructivistas en la gestión de los procesos educativos en instituciones del siglo XXI.

2.2. Procedimiento de investigación

Para Barrera (2010), un modelo epistémico se refiere a representaciones conceptuales sobre las cuales se soporta el pensamiento, o a partir de las cuales se indaga sobre la realidad. Cada investigador realiza su actividad apoyado de una estructura de ideas con base en un modelo representacional que conjuga principios, símbolos, protocolos y criterios; en pocas palabras toda investigación se soporta en un modelo epistémico.

La investigación realizada, fue abordada bajo un modelo epistémico fenomenológico, el cual se preocupa por abstraer la esencia del evento a fin de propiciar la captación de esa esencialidad, descubrir sus características y efectos, lo que convierte la experiencia del conocer en algo suficientemente intencional.

Por otra parte, la investigación se sustentó en el Paradigma Cualitativo visto como la manera particular de ver, juzgar y actuar del investigador (ob. cit.).

Asimismo la ruta metodológica partió de una investigación etnográfica interpretativa la cual busco sacar a la luz significados implícitos basados en la observación participante como un estilo personal adaptado por el investigador a situaciones de campo. Dicha investigación se desarrolló en varias fases:

La primera fase se seleccionó la problemática a investigar dentro de la praxis educativa y en la búsqueda continua de soluciones asertivas y consensuadas. Se revisaron los marcos teóricos preliminares en torno a proceso educativo, taller como técnica de trabajo grupal cooperativo dentro de la Estrategia Instruccional Extracurricular, docente-estudiante dentro de procesos educativos significativos, y la gestión educativa como proceso gerencial.

Segunda Fase la viabilidad de la salida al escenario por parte del investigador, en este caso el investigador fue el docente y gestionador de la actividad en aula que le permitió hacer observación participante ( a través de notas de campo), los informantes claves fueron los estudiantes inmersos en las cuatro semanas de redacción creativa dentro de la cátedra introducción a la publicidad, sección primer semestre que condujeron a la elaboración de una pieza impresa de promoción para el Foro Estrategia Instruccional Extracurricular en la Gestión de Competencias Profesionales en estudiantes a Nivel técnico Superior Universitario los días 4y 6 de Julio 2016.

Como comentario final, ésta investigación fue motivada por la experiencia práctica de la investigadora como docente y coordinadora, a lo lardo de 16 años, de la Carrera Publicidad y Mercadeo, en el Instituto de Tecnología Industrial Rodolfo Loero Arismendi IUTIRLA, Sede Colinas de Bello monte, Caracas.

3. Consideraciones finales:

El taller pudiese ser considerado como una técnica de carácter grupal dentro de las Estrategias Instruccionales Extracurriculares que contribuye a generan canales de comunicación entre los agentes participantes (docente- estudiantes) dentro de los procesos educativos.

El docente, así como los estudiantes le dieron significación al taller como actividad mediadora que les permitió expresar ideas y llegar acuerdos en aula, resultado el desarrollo de la pieza impresa promocional

Así mismo, el docente y los estudiantes al darle la significación al taller, se mostraron dispuestos a participar generando aportes significativos dentro del proceso educativo de formación por competencias en la carrera de Publicidad y Mercadeo.

Finalmente tanto docente y estudiantes se sintieron satisfechos con el proceso de crecimiento personal y profesional (redacción de pieza publicitaria impresa) que promociono este Foro dentro de las actividades de la Semana Extra Cátedra de la Carrera Publicidad y Mercadeo, Dra. Musset Coordinadora.

Tomado de: http://vinculando.org/educacion/taller-estrategia-instruccional-extracurricular.html

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Las cartas de Juan Rulfo

Por León Magno Montiel


“Me gusta más Juan que Jorge Luis,

                                                                                        con sus cuatro letras tan breves
                                                                                                                 y tan definitivas”.
                                                                                  (Plática entre Borges y Rulfo, 1973).

La palabra epístola es tan misteriosa y antigua como la atmósfera que se percibe en la narrativa de Juan Rulfo. El célebre escritor jaliscience que vivió entre largos silencios, en ocasiones prefirió expresarse a través de la fotografía, más que por las palabras. Tuvo un gran talento para captar imágenes, para apreciar el cine, y para escribir hermosas carta a su amada Clara. Fue un gran observador de la vida rural mexicana, la absorbió como el medanal ardiente al rocío, y esa sabiduría adquirida la plasmó en cuatro libros; aunque solo dos le bastaron para ser un totem de las letras hispanoamericanas: uno de cuentos titulado “El llano en llamas” publicado en 1953. El otro, una novela, la más relevante del siglo XX en México: “Pedro Páramo”, aparecida en 1955, cuando apenas tenía 38 años de edad el autor.

 Además escribió importantes guiones para cine, un libro de investigaciones antropológicas, y nos dejó un interesante epistolario, con unas 200 cartas dedicadas a su gran amor: Clara AngelinaAparicio Reyes, su bella vecina de Guadalajara. Cada epístola está llena de reflexiones, confesiones, y metáforas del amor que comenzó a escribir en 1944, a  sus 27 años. Según Gabriel García Márquez, sus líneas revelan a un autor con un talento equiparable al de Sófocles.

De esa compilación epistolar extraemos frases como estas:

  • “La vida es corta y estamos mucho tiempo enterrados”.
  • “Me metí en tantos trabajos para dar contigo”.
  • “Cosa que nos mira y se va, como se va la sangre de la herida”.

Clara era una hermosa mujer, de senos turgentes, elegante y femenina; once años más joven que Rulfo, licenciada en administración. Ella había nacido el 12 de agosto de 1928 en Ciudad de México, se conocieron en 1943 en el “Café Nápoles” de la ciudad de Guadalajara. A los días de ese primer encuentro, el escritor enamorado le propuso matrimonio, ella le pidió tres años de plazo, de noviazgo a la distancia, para luego acceder. Se casaron el 24 de abril de 1948, procrearon y levantaron cuatro hijos: Juan Carlos, Juan Francisco, Claudia Berenice y Juan Pablo (los talentosos hermanos Rulfo Aparicio). Clara era de piel blanca, cabello castaño oscuro y abundante, con rizos sensuales, de rasgos delicados y ojos serenos: como dos estanques de agua reflejando la luz lunar.

Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno nació el 16 de mayo de 1917 al sur de Jalisco, en una zona rural casi desértica, Apulco. Se crió en el pueblo San Gabriel donde cohabitaban mitos y apariciones, donde se le rendía culto a los muertos. No obstante, él siempre prefirió la ciudad. Era un gran lector, un transeúnte sin tiempo, hombre culto, hablaba inglés, conocía a los clásicos de laliteratura. Estudió primaria en la escuela de las monjas, el Colegio Josefino. Fue seminarista. Muy pequeño emprendió sus primeras lecturas en la biblioteca del cura Irineo Monroy, la que había donado a la casa de su madre en 1926. Devoró todos sus tomos.

Amaba las grandes ciudades, así lo expresó a Clara en su epistolario, le confirmó que estimaba la idea de habitar la ciudad donde había nacido su amada, con gente como riachuelos por las calles, oyendo cláxones y estruendos de autobuses. En sus cartas le comentaba: “prefiero los ruidos y las calles llenas de gente”. En la Ciudad de México moró por primera vez desde 1940 hasta 1942. Luego pasó algunos meses entre 1945 y 1946. Y se instaló definitivamente en la megalópolis azteca desde 1947 hasta el día de su deceso, el 7 de enero de 1986. Con una particular extrañeza, que estosamantes que se conocieron en Guadalajara, los esposos Juan Nepomuceno y Clara Angelina, murieron el mismo mes y el mismo año: enero de 1986.

Debemos al investigador y catedrático Alberto Vital (Ciudad de México, 1958) el rescate y la compilación de 81 epístolas reveladoras del mundo interior de Rulfo, de su romance juvenil con Clara que duró toda una vida. Vital lo plasmó en el libro titulado “El aire de las colinas” (Plaza Juanes, 2000) En el prólogo el filólogo nos advierte:

“Estas 81 cartas atestiguarán la importancia del amor y, más adelante de la familia en la construcción de un mundo propio para quien hará de Comala o de Luvina lugares simbólicos que, cerrados y opresivos para los personajes, se abren para los lectores sin dejar de deslumbrarnos”.

El escritor catalán Enrique Vila-Matas en su genial libro “Bartleby y compañía” (Anagrama, 2000), cataloga a Rulfo como uno de los escritores del NO, un miembro honorífico de esa secta dominada por la pulsión del silencio, que lleva a los autores a no publicar. Y lo explicaba apoyándose en la fábula: “El Zorro es más sabio” del maestro Augusto Monterroso (Honduras, 1921-2003) quien así lo fabuló:

“Empezaron a murmurar y a repetir ¿Qué pasa con el Zorro?, y cuando lo encontraban en los cocteles puntualmente se le acercaban a decirle. tiene usted que publicar más.

-Pero si ya he publicado dos libros -respondía él con cansancio.

Y muy buenos -le contestaban- por eso mismo tiene usted que publicar otro.

El Zorro no lo decía, pero pensaba: En realidad lo que estos quieren es que publique un libro malo; pero como soy el Zorro, no lo voy a hacer. Y no lo hizo”.

Mucha gente considera banal el lenguaje epistolar, cursi, repleto de lugares comunes; hasta que tiene que hacer una carta a la mujer adorada, entonces esas frases encarnan y toman sentido. En el caso de Rulfo, sus cartas tienen un lenguaje austero, diáfano, sin mayores pretensiones que el acercarse a la novia distante, como hablándole al oído:

– “Solo espero poder ir a verte pronto para tenerte cerca y para sentirte cerca del alma”.

– “Me duele estar lejos de ti y no poder mirar lo que quiero”.

– “Yo lloro sabes, lloro a veces por tu amor. Y beso pedacito a pedazo cada parte de tu cara y nunca acabo de quererte”.

El escritor Luis Yslas (Lima, 1972) relata: “La tarde del siete de enero de 1986, Rulfo le dijo a su secretaria Reina Roffé: Soy ya un cadáver”. Había revisado el diagnóstico de su médico sobre sus males pulmonares. Rulfo murió a causa de un enfisema que devino en cáncer de pulmón, producto de haber sido un fumador obseso toda su vida. Cuando apenas tenía 68 años de edad se marchó entre flores y llantos. Yslas describe: “se encerró durante los meses siguientes en su habitación. Permanecía horas callado, comiendo dulces y contemplando un muro”.  Así se fue el alpinista, el fotógrafo, el amante epistolar de Clara, el incesante viajero: el autor más traducido y más leído de México.

Cuando nos preparamos para celebrar un siglo de Juan Rulfo, el sobrino del cuentacuentos Tío Celerino, el niño silencioso de una zona que le parecía ”La boca del infierno”, tenemos este epistolario publicado para reencontrarnos con su grandeza, con su genio, y con su eterna vigencia. Es una obra de amor oferente para Clara, “claridad esclarecida”. En una de sus cartas, expresaba con hermosas imágenes su amor por su mujer:

“Desde que te conozco, hay un eco en cada rama que repite tu nombre; en las ramas altas, lejanas; en las ramas que están junto a nosotros, se oye. Se oye como si despertáramos de un sueño en el alba”.

Cada año son más numerosos los homenajes a Rulfo, sus libros llegan a nuevas manos, se publican en lenguas extrañas. Bien sabemos, que él nunca quiso semejante alboroto. Entonces leamos a Juan, recordémoslo, y después, justo: hagamos silencio.

León Magno Montiel

@leonmagnom

leonmaagnom@gmail.com

Fuente: http://noticiaaldia.com/2016/08/las-cartas-de-juan-rulfo-leon-magno-montiel/

Imagen tomada de: http://media.diariolasamericas.com/adjuntos/216/imagenes/000/099/0000099295.jpg

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La práctica cotidiana del relato

Creer que la enseñanza no es el don de poder mostrar a otros cuánto se sabe, sino es el poder de construir con otros significados de lo que se ve, conduce a hacer de eso un modo de mostrarse al mundo y una forma de vivir. Como modo de vivir, esta forma de entender la enseñanza replantea la forma en que se entiende el papel del conocimiento. Conocer tiene su gérmen en las preguntas, sin preguntas no hay conocimiento.

Uso software libre desde el año 2002. Comencé como usuario básico y, a través del autoaprendizaje, las preguntas me han ido guiando hacia el descubrimiento del potencial del software libre para resolver mis tareas básicas en investigación, escritura o divulgación científica. En este tiempo, varias veces me he involucrado en grupos de activistas que, aún siendo herederos de procesos formales de aprendizaje que por inercia pugnan por ser reproducidos, buscan concebirse a sí mismos como espacios abiertos y de formación colectiva de conocimiento, lo cual supone un modo diferente de construirlo.

Así como se ve en el arte, en ocasiones desde estos grupos de activistas, he visto que se manifiestan modos por construir conocimiento que buscan superar la forma tradicional de aprender, y que logran desplegar cuando se comprende que el software libre, debiera estar al servicio del entendimiento sobre la necesidad de construir un conocimiento emancipado, para que forme parte de lo que la sociedad considera como bueno para todos, y que debe ser parte del bien público. Tal como lo he visto, los procesos más exitosos de socialización de uso de software libre, y de aprendizaje sobre tecnologías libres, son aquellos que han se han atrevido a superar la mera exigencia de criterios técnicos (libertad de estudio, uso, distribución y modificación del código), y se han asumido como herramienta para la construcción del bien público del que es parte.

En este proceso, en el cual desde los grupos de activistas he compartido también aciertos y desaciertos,  es innegable que el papel del conocimiento en la construcción del bien público sólo es concebible si se acepta su carácter acumulativo. Entonces, buscar que a través de la defensa del software libre se reivindique la necesidad de recordar que el conocimiento es fundamentalmente acumulativo, tal como he visto, puede ser la piedra de toque para abrir a muchas más personas a exigir que el conocimiento sea de acceso abierto a todas y todos. No hablamos de la acumulación de quien guarda para si todo cuanto puede. La acumulación de la que hablo es la de la memoria, es de aceptar que somos seres históricos y que el conocimiento no puede evitar ser parte de esto. En el software la acumulación es consecuencia directa del despliegue de las habilidades propias del aprendizaje de una técnica y tiene el sentido práctico de introducir mejoras en las funcionalidades del código: es decir que haga mejor lo que ya hace.

Debo insistir que estas observaciones que planteo, las hago desde mi propio aprendizaje y desde mi condición de persona no técnica que piensa sobre cómo se hacen las tecnologías libres. En ese aprendizaje propio, he visto que además de hacer software libre, también hay que contar la historia que se teje en el camino de su hechura documentando todo el proceso que precede la pieza terminada. Este trabajo, casi etnográfico resulta sin embargo, uno de los más evadidos por desarrolladores y desarrolladoras.

Al respecto, tengo la impresión de que esa aversión resulta una consecuencia de nuestro condicionamiento, a través de la educación formal, a aprender bajo pautas memorísticas y sin opciones para el desarrollo de una escritura creativa, sobre aquello que hacemos. Escribir sobre lo que hacemos o vemos, estoy convencida, es una actividad que relegamos socialmente a escritores/as que han estudiado (a su vez bajo estructuras formales) para ello. Nos convencemos de que para observar aquello que nos rodea, requerimos la licencia de un aprendizaje formal. Entonces, aunque es necesario que ese trabajo casi etnográfico acompañe al desarrollo de las tecnologías libres, a veces es bastante desatendido.

Hay un tema con lo que aprendemos del uso del lenguaje que, creo, determina el cómo describimos lo que se hace, pero también cómo nos interesa describirlo. Nuestros procesos de aprendizaje formal nos llevan desde una primaria marcada por la observación y descripción durante sus dos o tres primeros años, a una comprensión sistemáticamente segmentada de aquello que nos rodea, cuando la realidad comienza a fragmentarse en parcelas de conocimiento y éste pierde su carácter acumulativo y su papel en la formación de la memoria sobre el ser.

Con el tiempo, nos olvidamos de cómo describir lo que vemos, lo que nos rodea, lo que percibimos, lo que nos ocurre, y ese olvido parece llenarse de un temor a equivocarnos en como escribimos, y cómo vamos juntando las palabras. Este temor se enraiza profundamente y cuesta superarlo.

Las piezas de software se apoyan en el uso de lenguajes propios. Pero como ejercicio de lenguaje que trasciende el ejercicio técnico y debe apoyarse en una tarea de relato, requiere para la palabra, cultivo y cuidado. El software es un hecho social, y como tal, se nutre de aquellas virtudes y refleja las falencias de la sociedad en la que ocurre. Aunque emerge de lo social, no puede dar cuenta cabal de ello sin transformarla en algunos aspectos.

Allí, el uso de sus propias convenciones idiomáticas al lenguaje no pueden producir una imbricación automática e irreflexiva de unos términos técnicos sobre significados sociales como la vía expedita de socializar la tecnología, sino precisamente la reflexión sobre el valor y peso del lenguaje en la construcción de los significados culturales comunes a todos y constitutivos del quehacer social de cada comunidad.

Y creo que un buen modo en hacerlo posible es generalizar desde los más pequeños estudiantes, la práctica del relato de lo cotidiano, desde lo más simple hasta lo más complejo, como mecanismo a través del cual no sólo se descubra al mundo, sino se evidencie el papel de cada cual en su transformación.

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Escuela y entorno

Por: Jose Javier Leon 

¿Alguien interpelado a quemarropa pondría en duda que la escuela prepara a los estudiantes para –comprender- la realidad? No obstante, ¿es lo que verdaderamente ocurre? La escuela devino espacio abstraído de la realidad y en su interior el flujo del entorno se interrumpe. La diversidad del mundo –al interior de la escuela- deja de manifestarse en su totalidad incomprendida. Podemos deducir con alguna certeza: la escuela es una cosa, la realidad otra. En algunos momentos se ofrecerá incluso como un oasis, suerte de isla –valga el pleonasmo- rodeada de realidad por todas partes.

El tiempo escolar tiene un ritmo controlado, mensurable, conocido y manejado por todos los actores. Un tiempo interno. El afuera tiene el suyo y responde a las más variadas y diversas dinámicas. La escuela por cierto, ha uniformado y homologado sus ritmos –los ha racionalizado- sin atender a dicha diversidad. En mi país, como creo ocurre en todos, las escuelas abren y cierran al unísono y es uno solo y unánime el rumor de los libros de texto y los cuadernos.

Se dirá que está bien así porque los padres, mientras los niños están en la escuela, “trabajan”. Hay pues, una división organizada del tiempo según roles y responsabilidades. No obstante, lo que seguro fue en su momento un mecanismo de relojería social, cuando la escuela era un espejo del afuera –si en algún momento lo fue- se encuentra hoy cuestionado: la escuela es un espacio-tiempo abstracto, cuya naturaleza permanece incomunicada con el entorno, sus muros son opacos y en modo alguno transparentes. Se habla dentro un lenguaje desconocido. Aunque la situación más desgarradora es, creo, que desde afuera percibimos que la escuela ya no habla el idioma que hablamos, que se distancia de nosotros como de un mundo a otro.

¿Cuándo comenzó a perturbarnos el desfase? ¿Cuándo la distancia se interpuso y trastocó nuestra manera de seguir siendo docentes? ¿Cuándo las preguntas sobre el entorno se hicieron acuciantes?

En un momento sentimos que nuestros estudiantes, al salir de la escuela (y por extensión de la educación Media y Universitaria) no encuentran cabida en una sociedad transformada, con renovadas exigencias y cuyas claves para su comprensión no las reciben dentro sino precisamente en ese afuera competitivo, duro con los débiles y los excluidos.

De pronto el entorno laboral se encontró distante de la escuela y hacía sus propias exigencias. Proliferaron los cursos, los institutos tecnológicos para los gustos y el regusto del mercado, los estudios de actualización, las prácticas que en semanas incluso días preparan al nuevo trabajador en tareas que una serie de botones programados traducen a un lenguaje opaco pero amable, familiar pero desconocido. Es como si la esfera del trabajo se hubiera deprendido y alejado de la racionalidad de la formación escolar para crear un mundo aparte con sus propios lenguajes.

Esta desconexión llegó a la escuela convertida en desánimo, en descreimiento, en desesperanza. Estudiar dejó en muchos casos de tener sentido, pues ya no los prepara –sienten de manera confusa nuestros estudiantes- para enfrentar los retos de un futuro que perciben cada vez más avasallante. Es como si el mismo futuro ya no se debatiera al interior de la escuela sino como drama disfuncional.

¿Cómo responder a las exigencias que nos reclama esta realidad? ¿Qué sociedad nos impele a actuar y en qué dirección? Pienso que el desfase se corrige con más escuela, que debemos construir lenguajes –en la escuela- que dialoguen con el afuera. Creo que debemos tomar mayor conciencia sobre este afuera y acaso preguntarnos: ¿qué afuera en definitiva, queremos?

Hay una realidad externa a la escuela que acumula datos para su destitución de la organización de la sociedad al menos como la hemos conocido. Que busca desbancarla y le propone a padres y madres un sucedáneo: mero control social por educación. Hago la distinción porque soy de los que cree que la escuela es fundamental para la construcción no sólo de ciudadanía sino de la propia humanidad, vale decir, somos humanos y en la escuela hemos de construir juntos el mundo.

Pero la realidad hoy, insisto, se ha alejado de la escuela en la misma medida en que hay un orden de cosas que niega la humanidad, la vida, la solidaridad, la cooperación. La escuela por tanto, que nos toca rehacer, debe dialogar con el mundo en tanto lugar para la vida. Reivindico entonces el lugar central de la escuela como núcleo para la formación de la realidad emergente.

El desfase que hoy sentimos no podemos corregirlo asistiendo desde la escuela de manera pasiva a un mundo que niega la vida y se autodestruye. Desde la escuela debemos crear las condiciones para el ejercicio –para el hacer- de otro mundo posible. Formar a los ciudadanos para el trabajo que la vida en tanto vida requiere, en el que recuperamos la condición humana: no ciudadanos disminuidos en sus derechos para un mercado recrecido y voraz, sino ciudadanos con plena garantía de sus deberes y derechos y que se encuentran en el mercado recuperado como lugar para el intercambio y el crecimiento en comunidad.

La escuela debe ser un espacio-tiempo donde la realidad de la sociedad pueda ser pensada y discutida, y por tanto que permita y facilite el diálogo con el entorno. Debe ser un lugar para el encuentro de saberes y pareceres. No solución de continuidad sino la continuidad misma. Las palabras que comunican con el afuera deben fluir, de modo que el afuera deje de tener sentido como exterioridad.

Pero el afuera debe tender hacia lo humano, hacia la creación de relaciones económicas, sociales, culturales, que hagan posible la vida digna, y ello sólo será posible –pienso- si permitimos que la escuela tome las riendas del hacer, si convertimos la escuela en un espacio para la construcción de ciudadanía.

En verdad, son dos nociones de escuela las que enfrento. Una que se pliega a los dictados de una realidad que termina negando a la escuela, a sus docentes y finalmente a sus estudiantes; otra, que entiende su centralidad, su importancia a la hora de construir lo verdaderamente humano, la vida en sociedad para la vida y no para la muerte. Una escuela que se ofrece para servir de puente, sin muros y que entremezcla los discursos de la realidad con los aportes nacidos de la reflexión y la acción. La escuela laboratorio de lo real, lugar para experimentar la transformación. La escuela espejo de lo posible. La escuela semilla, cantero y árbol.

Creo en la escuela como posibilidad de lo humano. La escuela debe incidir en su entorno, construirlo con sus propias palabras y no permitir que sea este y su desprecio creciente por el diálogo, el que termine ocupando y de alguna manera aplastando a la escuela, reduciéndola a mero remedo de sus formas deshumanizadoras.

Para decirlo con los redactores del prólogo al libro Sociedad de la información y educación, coordinado por Florentino Blázquez Entonado :

“La clave de la sociedad actual es, de uno u otro modo, la capacidad de procesar la ingente cantidad de información de que disponemos, gracias al desarrollo de las nuevas tecnologías, transformándola en el conocimiento necesario para cambiar nuestro entorno, en la búsqueda de una mayor libertad, igualdad y solidaridad entre los seres humanos, en un mundo que está rompiendo los moldes acuñados en el siglo XX, al haberse mostrado incapaces de resolver el hambre, la guerra, la ignorancia, el racismo, la xenofobia y otros tantos defectos que, en lugar de disminuir con el progreso del ser humano, se acrecientan y hacen más profunda la distancia, a pesar de acercarnos a un mundo sin fronteras.”

Editado por la JUNTA DE EXTREMADURA, Consejería de Educación, Ciencia y Tecnología, Dirección General de Ordenación, Renovación y Centros, Mérida, 2001. Consultado en: http://www.ub.edu/prometheus21/articulos/obsciberprome/blanquez.pdf
Fuente: http://www.oei.es/divulgacioncientifica/?Escuela-y-entorno
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Venezuela: El Cendit forma en TDA interactiva a profesionales del Sibci y PNI

Caracas / 24 de agosto de 2016 / Por: Prensa Mppeuct / Cendit / Fuente: http://www.mppeuct.gob.ve/

En el marco del despliegue de la Televisión digital abierta (TDA) en el país, la Fundación Centro Nacional de Desarrollo e Investigación en Telecomunicaciones (Cendit), ente asdcrito al Ministerio del Poder Popular para Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología (Mppeuct), socializa los conocimientos en TDA, a los y las estudiantes del Diplomado en Televisión Digital Abierta, mención Producción de Contenidos.

El fin de este diplomado es la formación de los generadores de contenido, PNI, productores, en la nueva tecnología que se implementa en el país, para así mantenerse en la vanguardia y crear programas que sumen las posibilidades que la era digital aporta a la televisión. Este inducción va dirigida a profesionales del Sistema Bolivariano de Comunicación e Información (Sibci) y Productores Nacionales Independientes (PNI), que se imparte en La Escuela Latinoamericana de Imagen y Sonido (ELIS) desde el mes de mayo del presente año.

Las charlas realizadas los días 09 y 16 de agosto fueron orientadas por la Dirección de Servicios de Certificación (DSC) a cargo de Ramiro Ortega, profesional que tuvo la oportunidad de participar en la formación y transferencia tecnológica impartida por la Fundación Certi de Brasil en el desarrollo del Proyecto de Decodificador de TDA venezolano.

Ortega junto a los profesionales de investigación Ismael Pereira y Enmanuel Saenz, ofrecieron la presentación “Introducción a la Producción de contenidos interactivos para la TDA”, en la que expusieron la potencialidad y oportunidades que ofrece el cambio de la televisión analógica a la digital, haciendo énfasis en la funcionalidad de la Interactividad, herramienta que permite la creación de un medio de comunicación directo con el usuario, sin la asistencia de medios alternativos como mensajería de texto o redes sociales.

Como ejemplo del avance en el tema de la Interactividad se presentó la aplicación “Río 2016”, desarrollada en Venezuela por el Centro Nacional de Desarrollo e Investigación en Tecnologías Libres (Cenditel) y actualmente disponible para la TDA, cuyo objetivo principal es mantener al usuario informado sobre la participación de los atletas venezolanos en las Olimpíadas celebradas en Brasil, contando con 4 secciones como son Programación, Medallero, Calendario Río y Noticias; todo esto mientras el usuario puede seguir visualizando el contenido de la programación en vivo.

Los y las participantes del diplomado se vieron interesados en el desarrollo de aplicaciones interactivas que vayan en relación con sus futuros proyectos audiovisuales, ya que este canal de comunicación genera oportunidades para afianzar los conocimientos presentados en la programación por medio de juegos que puedan ser activados y gestionados a través del control remoto del decodificador o del televisor con decodificador incluido.

Asimismo, el Cendit mostró sus fortalezas en cuanto a la infraestructura que posee para la realización de pruebas a estas aplicaciones interactivas y puso a disposición el conocimiento de sus investigadores en el área de asesorías técnicas, en cuanto a conceptualización, gestión con las instituciones relacionadas en la TDA interactiva, evaluaciones, pruebas de compatibilidad e interfuncionamiendo de la aplicación.

Fuente noticia: http://www.mppeuct.gob.ve/actualidad/noticias/el-cendit-forma-en-tda-interactiva-profesionales-del-sibci-y-pni

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