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Niños afganos, en riesgo de enlaces y trabajo infantil

Asia/Afganistan/15 de diciembre de 2016/Fuente: elnuevoherald

Los hijos de familias afganas que regresan de Pakistán y no van a la escuela ni tienen acceso a la educación tienen cada vez un mayor riesgo de terminar en un matrimonio temprano o siendo víctimas de trabajo infantil, según una encuesta publicada el miércoles.

El estudio de Save the Children revela una crisis alarmante en la provincia de Nangarhar, en el este de Afganistán, donde realizó el sondeo entre retornados desde Pakistán. La ONG advirtió que la situación podría deteriorarse más ante la llegada de más de 3.500 afganos al día después de que Islamabad endureció las normas para los que viven en el país de forma irregular.

En lo que va de año, más de 650.000 afganos regresaron desde Pakistán y la mayoría planean quedarse en Nangarhar al menos hasta que pase el invierno. Se espera que miles de afganos más sean repatriados en los próximos meses.

La encuesta se basó en 379 entrevistas realizadas por Save the Children entre el 28 de octubre y el 8 de noviembre en cinco distritos de Nangarhar y tiene un margen de error de más menos cinco puntos porcentuales.

Entre los que regresan, muchos no tienen dinero ni documentos identificativos. Los padres que enfrentan la pobreza suelen pensar que su única opción estable es acordar un matrimonio para sus hijos o ponerlos a trabajar, según el sondeo.

«Estamos realmente preocupados por los riesgos que amenazan a los niños y al futuro de los menores si la situación continua», dijo Bahirullah Wyaar, asesor de Save the Children en Kabul. «Si los menores, especialmente las niñas, no tienen acceso a la educación, esto los pone en riesgo de acabar en matrimonios tempranos».

Además, muchos de los pobres entre los más pobres no tienen recursos, lo que podría «obligar a los niños a trabajar en las calles», agregó Wyaar.

Según la encuesta de Save the Children, «parte del problema es que muchas de las familias deportadas dejaron trabajos estables y sus vidas en Pakistán y ahora ven como sus escasos ahorros disminuyen sabiendo que tienen pocas perspectivas de ingresos», señaló la directora de la ONG en Afganistán, Ana Locsin, según fue citada.

«Muchos están viviendo al aire libre, o en tiendas de campismo, por lo que no tienen nada parecido a un refugio, y mucho menos seguridad», agregó. «A menudo sienten que no tienen otra opción que enviar a sus hijos a buscar trabajo o casar a sus hijas».

Read more here: http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/article120784948.html#storylink=cpy
Imagen: www.mcclatchy-wires.com/wire_photos/54zdd0/picture120784943/ALTERNATES/FREE_960/ASI_GEN_AFGANISTAN_INFANCIA_SPANAFGTH501.jpg
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Los diez países donde es más difícil ser niño

Por: La Patilla

Este domingo 20 de noviembre se celebró el Día Universal del Niño, una fecha que además de recordar la puesta en marcha de una declaración que garantiza sus derechos, busca concienzar a la población de que millones de niños en varios países del mundo carecen de los mismos y se encuentran en medio de conflictos, pobreza y falta de recursos.

Afganistán. Además del prolongado conflicto armado, el país ha sido víctima de desastres naturales que han deteriorado la prestación de servicios de salud y educación, afectando a más de un millón de menores.
Afganistán. Además del prolongado conflicto armado, el país ha sido víctima de desastres naturales que han deteriorado la prestación de servicios de salud y educación, afectando a más de un millón de menores.

Birmania. La crisis política que atraviesa el país y los conflictos armados entre musulmanes y budistas en el estado de Rakáin, han convertido a los niños en las mayores víctimas.Birmania. La crisis política que atraviesa el país y los conflictos armados entre musulmanes y budistas en el estado de Rakáin, han convertido a los niños en las mayores víctimas.

Burundi. Considerado uno de los países más pobres del mundo, se enfrenta una grave crisis alimenticia que ha obligado a más de 84.000 personas, en su mayoría mujeres y niños, a desplazarse a países como Tanzania o Ruanda.Burundi. Considerado uno de los países más pobres del mundo, se enfrenta una grave crisis alimenticia que ha obligado a más de 84.000 personas, en su mayoría mujeres y niños, a desplazarse a países como Tanzania o Ruanda.

Irak. La crisis ha provocado que muchos niños abandonen sus estudios para buscar trabajo o alistarse en la guerra. Según la Unicef, más de 2,8 millones de infantes han abandonado sus hogares.Irak. La crisis ha provocado que muchos niños abandonen sus estudios para buscar trabajo o alistarse en la guerra. Según la Unicef, más de 2,8 millones de infantes han abandonado sus hogares.

Nigeria. Se calcula que desde 2014 cerca de 250.000 niños sufren de desnutrición y gran parte de las escuelas y centros de salud han sido destruidos por el incremento de la violencia del grupo terrorista Boko Haram.Nigeria. Se calcula que desde 2014 cerca de 250.000 niños sufren de desnutrición y gran parte de las escuelas y centros de salud han sido destruidos por el incremento de la violencia del grupo terrorista Boko Haram.

República Centroafricana. Miles de niños han sido víctimas de la explotación infantil y la violencia en medio del conflicto. Se calcula que más de 39.000 menores sufrirán de desnutrición aguda grave.República Centroafricana. Miles de niños han sido víctimas de la explotación infantil y la violencia en medio del conflicto. Se calcula que más de 39.000 menores sufrirán de desnutrición aguda grave.

Siria. Más de dos millones de niños han abandonado la escuela y requieren de ayuda humanitaria a causa de la guerra. Se estima que la mitad de los refugiados que viven en condiciones de pobreza en países aledaños son menores de edad.Siria. Más de dos millones de niños han abandonado la escuela y requieren de ayuda humanitaria a causa de la guerra. Se estima que la mitad de los refugiados que viven en condiciones de pobreza en países aledaños son menores de edad.

Sudán del Sur. A consecuencia de la guerra, aproximadamente 16.000 niños han sido reclutados por grupos armados desde el 2013. La Unicef calcula que otros 900.000 ahora son refugiados y 13.000 se encuentran desaparecidos.Sudán del Sur. A consecuencia de la guerra, aproximadamente 16.000 niños han sido reclutados por grupos armados desde el 2013. La Unicef calcula que otros 900.000 ahora son refugiados y 13.000 se encuentran desaparecidos.

Ucrania. El conflicto civil que sufre el país ha afectado a unos 580.000 niños, que han tenido que vivir entre bombardeos y combates. Muchos de ellos se han visto obligados a dejar la escuela.Ucrania. El conflicto civil que sufre el país ha afectado a unos 580.000 niños, que han tenido que vivir entre bombardeos y combates. Muchos de ellos se han visto obligados a dejar la escuela.

Yemen. 9,9 millones de niños requieren de ayuda humanitaria tras agudizarse el conflicto en el en el último año. Más de dos millones de menores han abandonado las escuelas tras su destrucción o reconversión en refugios para los desplazados.Yemen. 9,9 millones de niños requieren de ayuda humanitaria tras agudizarse el conflicto en el en el último año. Más de dos millones de menores han abandonado las escuelas tras su destrucción o reconversión en refugios para los desplazados.

Fuente: http://www.lapatilla.com/site/2016/11/25/los-diez-paises-donde-es-mas-dificil-ser-nino/

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Afganistán: La maestra que desafió a los talibán: ‘La educación da dignidad a las personas’

Asia/Afganistán/17 de noviembre de 2016/Fuente/el mundo

‘Todavía muchas chicas no pueden ir al colegio porque sus familias no se fían’

‘Ahora los estudiantes de mi país tienen más pensamiento crítico’

Hace 20 años, el régimen talibán prohibió que las mujeres estudiaran, pero Sakena Yacoobi desafió todas las normas y creó una red de 80 escuelas clandestinasescondidas en casas particulares de Afganistán que dio formación a más de 3.000 niñas.

Un día, un grupo de barbudos vestidos de negro de la cabeza a los pies irrumpió en su oficina. «El colegio está prohibido para las mujeres y sabemos que aquí estudian niñas», le dijeron con gesto amenazante. Ella reunió todas sus fuerzaspara responder: «¿De qué colegio me hablan? Ésta es una casa privada y tenemos a algunas estudiantes que vienen a aprender el Corán, que precisamente dice que, si las mujeres leen el Libro Sagrado, pueden ser buenas esposas y obedecer a sus maridos». El argumento convenció a los talibán, que se fueron y no volvieron a molestarla.

Yacoobi es una mujer de armas tomar. Tan amable como llena de coraje, lleva desde 1995 al frente del Instituto Afgano de Aprendizaje, la primera ONG en ofrecer derechos humanos y educación en liderazgo a a las mujeres de Afganistán y Pakistán. Galardonada con infinidad de reconocimientos -ha sido candidata al Nobel de la Paz-, recibió el martes de manos de la jequesa de Qatar Mozah bint Nasser el Premio 2015 de la Cumbre Mundial de Educación (WISE, en sus siglas en inglés) que se celebra hasta el jueves en Doha.

En conversación telefónica con EL MUNDO, días después de que un gran terremoto haya devastado su país -«Todos los míos está bien, gracias a Dios»-, se muestra convencida que «la educación tiene el poder de transformar a la gente, de darle dignidad». «Nos hace salir de la pobreza y ser mejores personas y mejores ciudadanos», sostiene. Defiende, orgullosa, que todo lo que es y todo lo que ha conseguido ha sido gracias a que pudo estudiar.

«Empecé con 20.000 dólares de mis ahorros y ahora manejamos un presupuesto de tres millones al año», explica. Tiene seis escuelas privadas, un orfanato, cuatro clínicas, un hospital, cerca de 40 centros de aprendizaje y una emisora de radio. A sus órdenes trabajan 500 empleados, la mayoría mujeres. Su organización ha formado a 24.000 profesores y ha educado y ayudado a más de 12 millones de personas.

Mejor estudiar que casarse

Su vida pudo ser muy distinta. Cuando Sakena Yacoobi cumplió 12 años, muchas personas de su entorno familiar en la ciudad de Herat se pusieron a presionar para que se casara. Pero su padre no le impuso el matrimonio. Al contrario, hizo todo lo posible para que su hija -que a los seis años ya se había leído todos los libros de la mezquita- siguiera estudiando.

«Fui una chica afortunada y tuve un buen padre, que le daba mucha importancia a la educación. Él no pudo estudiar porque trabajó muy duro durante toda su vida. Empezó como mecánico y terminó siendo un hombre de negocios. Quería que sus hijos estudiaran, sin importarle si éramos chicas o chicos. Me dijo: ‘Si quieres casarte, dímelo. Pero eres libre para concluir tu educación’. Y es lo que hice y es lo que ahora tengo».

Yacoobi se marchó con una beca a una universidad de EEUU. Mientras tanto, Rusia invadió Afganistán y se pasó muchos meses sin saber si su familia -que se refugió en Irán- estaba viva. En cuanto pudo se llevó a sus parientes a vivir a Michigan con ella, pero no se sentía del todo a gusto. Así que se fue a un campo de refugiados afganos desplegado en Pakistán y allí decidió fundar el Instituto Afgano de Aprendizaje para «atender las carencias educativas y sanitarias» que su pueblo sufría tras décadas de guerra y conflictos.

«Mi madre se quedó embarazada 16 veces y sólo sobrevivimos cinco de sus hijos. Eso me afectó mucho. Cuando era niña constantemente pensaba que las mujeres tenían muchas posibilidades de morir. Por eso quise ser médico. En el campo de refugiados vi que podía crear un programa educativo para las mujeres y los niños».

¿Cómo han cambiado las cosas desde entonces? «Antes los estudiantes de Afganistán aprendían de memoria, pero no entendían lo que estudiaban. Ahora tienen más pensamiento crítico. El Gobierno afgano está tratando de copiar nuestra metodología, en la que el estudiante participa muy activamente, pero las autoridades no disponen de muchos recursos. Los profesores de la escuela pública tienen que hacer otros trabajos para sobrevivir y no se concentran sólo en su profesión. Mis docentes están mejor pagados y reciben mejor formación».

Mucho por hacer

¿Y qué pasa con las mujeres? ¿Tienen las mismas oportunidades que los hombres? «Durante mucho tiempo no han podido trabajar ni estudiar, pero en los últimos años están yendo a la escuela, recibiendo educación superior, teniendo presencia en las instituciones, trabajando como profesoras, doctoras o abogadas, viajando fuera… La situación ha cambiado, pero queda mucho por hacer. Según la Constitución, niños y niñas tienen el mismo derecho a recibir educación, pero hay cinco millones de chicos y sólo 2,2 millones de chicas que van a la escuela. Todavía hay muchas chicas que no pueden ir al colegio porque las familias no se fían de la escuela. Y ésa es la razón por la que tengo centros de aprendizaje para mujeres».

Yacoobi reconoce que en Afganistán todavía «hay mujeres que llevan burka». «No me gusta. No soy partidaria de ir con la cara tapada, porque la cara muestra lo que eres y no debes avergonzarte de lo que eres».

¿Y el hiyab o velo islámico que ella lleva? «El hiyab es parte del islam. No hay que cubrirse la cara, pero sí el cuerpo. Soy musulmana y creo que es una religión absolutamente preciosa. Mi fe ha sido el pilar de mi trabajo y de mi vida. Sigo mi religión y, como consecuencia, empecé a llevar hiyab cuando estaba en EEUU». Defiende que el islam «es la religión de la paz» y, respecto a las escuelas religiosas de las mezquitas, cree que «todo depende de cómo las uses». «Si usas las madrasas para dar una buena enseñanza, perfecto. Si las utilizas para otras cosas, no creo que sea bueno».

Dice que «nunca» se ha sentido «discriminada» por ser mujer. Se lleva bien con las autoridades religiosas de su país -«No tengo ningún problema porque no enseño nada que no esté en contra de nuestra tradición ni del currículo afgano»- y con el Gobierno -«Ellos ven que el trabajo que estoy haciendo es bueno y no me causan ningún problema»-, pero todavía se encuentra con muchos obstáculos en el trabajo. «El principal problema es la seguridad. No eres libre de moverte por donde quieres. También nos faltan profesores, material, fondos… Mucha gente nos está pidiendo ayuda».

A sus 65 años, dice que empieza «a sentirse mayor». Se levanta a las 6.00 horas y se acuesta a la 1.00. No para de trabajar y apenas tiene tiempo para su mayor afición: leer al poeta afgano Rumi. Su proyecto futuro es «montar una universidad sólo para mujeres». «Quiero que tengan liderazgo y más cualificación y oportunidades de trabajo». Para eso necesita un millón de dólares. Con los 500.000 dólares del premio que recibió ayer, podrá cumplir la mitad de su sueño.

Fuente: http://www.elmundo.es/sociedad/2015/11/04/5638988646163f0c028b457d.html

Imagen: e03-elmundo.uecdn.es/assets/multimedia/imagenes/2015/11/03/14465491840099.jpg

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Los niños afganos merecen más

Asia/Afganista/27 de octubre de 2016/Fuente: el periodico

En 2015 llegaron a Europa más de 90.000 niños y niñas no acompañados y, de ellos, más de la mitad procedían de Afganistán. La mayor población de refugiados de larga duración que hay en el mundo está formada por personas afganas. A pesar de las duras cifras, muy pocas personas parecen preguntarse por qué tantos niños afganos acometen el peligroso, y con frecuencia traumático, viaje de 5.000 kilómetros para alcanzar Europa. Según un documento filtrado hace unas semanas a The Guardian, Afganistán perderá ayudas si no se compromete a aceptar 80.000 retornados. Y en la conferencia UE-Afganistán celebrada a principios de octubre autoridades afganas y de la UE se reunieron a puerta cerrada en una sesión llamada ‘Diálogo de Alto Nivel sobre Migración’ para debatir sobre este asunto.

Nos gustaría describir cómo es la vida de los niños que crecen en Afganistán, de qué escapan y los riesgos que afrontan en el camino.

No es fácil explicar por qué huyen de su país. Las razones son a menudo complejas. Según el ACNUR, de los niños y niñas afganos que viajaron solos en 2014, la mayoría eran niños de entre 13 y 17 años. Algunos escaparon de la violencia; otros buscaron una educación mejor o formas de ganar dinero. Y lo más frecuente es una mezcla de las tres. A veces es la familia la que decide enviarles fuera. En otras ocasiones, los niños deciden irse solos, bien con apoyo económico de la familia o bien reuniendo los recursos necesarios a lo largo del camino. Irán es a menudo una parada intermedia, ya que los familiares que viven allí pueden ayudar al niño a encontrar trabajo para financiar el viaje que le espera. Quienes pueden permitirse enviar a sus hijos no son por lo general los más pobres, ya que el precio a pagar a los contrabandistas es alto. Los padres suelen hipotecar o vender propiedades para pagar el viaje, lo que incrementa la presión para tener éxito.

VIOLENCIA GENERALIZADA CONTRA LA INFANCIA

Afganistán no es un lugar seguro para la infancia: En 2015 uno de cada cuatro de los 11.000 civiles heridos o muertos en el conflicto fue un menor. En los seis primeros meses de 2016 casi una de cada tres víctimas ha sido un niño. Además, el reclutamiento de menores se ha duplicado en 2015 respecto a 2014, en especial por parte de fuerzas policiales y de los talibanes, que los utilizan en ataques suicidas.

La violencia contra los niños está generalizada. A principios de este año, Save the Children realizó una encuesta domiciliaria entre 1.000 ciudadanos afganos. Más de la mitad de quienes respondieron tenían menos de 15 años. El 91% informó sobre cierto nivel de violencia, sobre todo patadas, golpes con objetos, estrangulamientos o quemaduras. Casi el 40% había visto asesinar a un miembro de su familia en el último año. Uno de cada tres había estado expuestos a armas de fuego, bombardeos y peleas. Alrededor de uno de cada cinco niños informó haber sufrido violaciones y las formas más atroces de violencia.

La inmensa mayoría de las personas refugiadas afganas viven en Irán o Pakistán. Debido al creciente acoso, violencia e intimidación, la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) calcula que unos 600.000 refugiados volverán a Afganistán a finales de este año.

UN VIAJE TRAUMÁTICO

El viaje hasta Europa es con frecuencia traumático. En Noruega, Save the Children entrevistó a 78 niños y niñas procedentes de Siria y Afganistán. Pasaron hambre y sed a lo largo de la travesía y se sintieron solos y asustados. Algunos recibieron disparos, amenazas de muerte, estuvieron a punto de ahogarse o de ser asesinados. Mencionaron la brutalidad policial y la violencia en las fronteras.

A los gobiernos les gusta decir que los afganos que vienen a Europa buscan trabajo y una vida mejor. Pero la realidad es mucho más compleja. Afganistán es uno de los peores países del mundo donde un niño puede crecer. Si los gobiernos quieren que llegue menos gente a Europa deberían invertir en educación y servicios para la infancia. Tienen que admitir que existe un aumento de la violencia y hacer algo al respecto. Los niños y adolescentes de vuelta a su país afrontan muchas dificultades a la hora de reconectar con sus familias y comunidades. Volver a Afganistán con las manos vacías, sin haber cumplido las expectativas de las familias es una posible fuente de estigma y aislamiento.

LA OBLIGACIÓN MORAL DE LA UE

Mientras que Afganistán no tenga en marcha sistemas que garanticen protección, no se debería enviar allí de vuelta a ningún niño. La obligación de la UE de ofrecerles protección y promocionar los derechos humanos no termina en sus fronteras. El retorno y la readmisión conforman la pieza central de la nueva política migratoria europea. Los acuerdos negociados con países como Níger y Etiopía prometen concesiones financieras y comerciales a cambio de que mantengan fuera de sus fronteras a las personas migrantes. Estos países no tienen ni la capacidad ni sistemas en funcionamiento para albergar a grandes grupos de refugiados de forma digna y humana.

Para gestionar mejor la migración a nivel mundial, tenemos que entender sus complejas y polifacéticas causas. En estos momentos la UE está invirtiendo en el control y defensa de sus fronteras, mientras que muchos informes apuntan a lo crítica que resulta la calidad de la educación de los niños cuando se trata de abordar las causas de la migración.  Tenemos que dar un paso atrás y analizar los movimientos migratorios en cada contexto. Atender a exigencias populistas en Europa no conducirá a soluciones pragmáticas y equilibradas que aborden las razones por las cuales estos niños y niñas toman el camino difícil. No podemos renunciar a nuestro deber de defender los derechos humanos. Y no debemos desinvertir el futuro de nuestros niños allí donde estén en su viaje vital. Nosotros, los europeos, no podemos matar su esperanza. A largo plazo, nos estaremos perjudicando a nosotros mismos.

*Karen Mets es Asesora de Incidencia en materia de Asilo y Migración de Save the Children

Fuente: http://www.elperiodico.com/es/noticias/internacional/los-nilnos-afganos-merecen-mas-5588348

Imagen: www.que.es/archivos/201309/5568362w-640x640x80.jpg

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Kazajistán ampliará educación afganos y mantendrá ayuda técnica y humanitaria

Asia/Afganistán /11 de octubre de 2016/Fuente: wradio

Kazajistán anunció que ampliará hasta 2022 el programa por el que proporciona educación universitaria a jóvenes afganos y que mantendrá su asistencia técnica y humanitaria al país, informó el ministro kazajo de Exteriores, Erlan Idrissov, en la conferencia internacional en Bruselas de apoyo a Afganistán.

«Junto al resto de la comunidad internacional, Kazajistán está comprometido con un desarrollo sostenible y seguro de Afganistán», señaló Idrissov durante una intervención en la conferencia, en la que unas cien delegaciones de todo el mundo se han reunido para ofrecer su apoyo financiero y político al país centroasiático.

Idrissov aseguró estar «convencido de que el resurgir de Afganistán tendrá un gran efecto positivo en la situación de nuestra región».

«La comunidad internacional y la ONU deben seguir dando a Kabul un apoyo integral y asistencia» a lo largo del resto de la llamada «década de transformación», hasta 2024, agregó.

El jefe de la diplomacia kazaja aseguró que su país proporciona asistencia técnica y ayuda humanitaria a Afganistán en el marco de acuerdos bilaterales y también en los foros multilaterales.

Recalcó que la implementación de proyectos en Afganistán es una de las prioridades de KazAID, la agencia nacional de asistencia al desarrollo internacional kazaja, que ha trabajado con otros países en proyectos para el refuerzo de la independencia económica y los derechos de las mujeres afganas.

«Cada año Afganistán recibe de Kazajistán toneladas de carga humanitaria, incluyendo productos alimentarios, petróleo, lubricantes, así como diferentes equipos, procedentes de Kazajistán», explicó.

Kazajistán ha proporcionado hasta el momento a Afganistán 20.000 toneladas de productos alimentarios valorados en unos 20 millones de dólares, apuntó.

También señaló que ha implementado el «plan de acción conjunto» para Afganistán, por el cual el país ha recibido más de 2 millones de dólares para la construcción de una escuela y un hospital, además de carreteras.

Afganistán recibió asimismo 1,5 millones de dólares para crear cuatro nuevos puentes y 2 millones de dólares como parte de aportación a la OTAN en 2016 para asistir a sus fuerzas de seguridad y mejorar su eficacia de defensa, afirmó Idrissov.

«Teniendo en cuenta la importancia de invertir en capital humano» y a iniciativa de la Presidencia de Kazajistán, unos mil jóvenes afganos empezaron a recibir educación en universidades kazajas en 2010 en áreas civiles como Medicina, Agricultura e Ingeniería, recordó.

Con un coste total de 50 millones de dólares, Idrissov señaló que su país se compromete ahora a ampliar este programa educativo «hasta 2022».

Por otra parte, en línea con la meta de «construir un Estado liderado por los afganos», Idrissov opinó que Afganistán «debe continuar las reformas para transformar al país en una nación estable y democrática».

«Hoy y en el futuro la clave para la estabilización de Afganistán está en una auténtica cooperación regional», señaló, y en ese sentido aseguró que Kazajistán «apoya las iniciativas enfocadas en reforzar la conectividad en la región».

Recordó que diciembre 2014 marcó el lanzamiento de la línea de ferrocarril Kazajistán-Turkmenistán-Irán, cuya sección Turkmenistán-Afganistán afirmó que se completará este año.

La implementación de este proyecto y otros similares muestra, según Idrissov, «el potencial de Afganistán como el centro de conexiones entre el centro y el sur de Asia». EFE

Fuente: http://www.wradio.com.co/noticias/internacional/kazajistan-ampliara-educacion-afganos-y-mantendra-ayuda-tecnica-y-humanitaria/20161005/nota/3265551.aspx

Imagen: s2.eestatic.com/2015/10/06/mundo/Aqeela-Asifi-educacion-ninas-refugiadas_69503319_28608_1706x960.jpg

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Save the Children reclama más ayudas para los niños afganos ante el aumento de la violencia en Afganistán

Asia/Afganistán/04 de octubre de 2016/Fuente: lainformacion

La organización no gubernamental Save the Children ha reclamado más ayudas económicas destinadas a los niños de Afganistán ante el aumento de la violencia que se está registrando en todo el país.

Tras recordar los informes que «revelan que la ayuda europea a Afganistán podría estar condicionada por la devolución de 80.000 solicitantes de asilo afganos desde Europa», Save the Children ha manifestado en un comunicado su preocupación por los efectos de esa retirada de ayuda en los derechos de la infancia en Afganistán.

Ante la celebración este miércoles de una reunión internacional en Bruselas para recabar fondos económicos para Afganistán, Save the Children ha exigido «una inversión de carácter urgente en salud, educación y protección de la infancia con el fin de evitar un retroceso en su desarrollo».

«La ayuda se debe impulsar únicamente por las necesidades de los niños afganos y sus familias. No debe estar condicionada a la devolución de miles de solicitantes de asilo, especialmente al ver cómo han aumentado los niveles de violencia y conflictos en todo el país», ha denunciado la directora general de Save the Children en Afganistán, Ana Locsin.

 «A pesar de las mejoras sanitarias y educativas en la última década», la organización no gubernamental cree que la situación sigue siendo «muy grave» para la infancia en Afganistán, con dos de cada cinco niños menores de cinco años «desnutridos» y cuatro de cada cinco niñas sin poder terminar la escuela primaria.

Save the Children ha señalado que la violencia «se ha intensificado en gran parte del país durante los dos últimos años» y que en 2015 «se registró el mayor número de víctimas civiles en un período de 12 meses desde que un informe de la ONU iniciase el registro de víctimas en 2009».

«Sin la ayuda urgente y sostenida de la comunidad internacional, incluyendo los fuertes compromisos en materia de salud, educación y protección, gran parte de los avances conseguidos podrían comenzar a erosionarse», ha asegurado Locsin.

La ONG ha advertido de que los desplazamientos internos en Afganistán «están aumentando» debido al incremento de la violencia y los conflictos «están obligando a niños y familias enteras a huir de sus hogares en busca de una vida más segura». «El país no está preparado para hacer frente al gran número de personas desplazadas que hay», ha indicado.

En esta misma línea, ha señalado que «cientos de miles de afganos instalados en Pakistán se están viendo obligados a regresar a sus hogares para escapar de los incidentes de violencia, arrestos arbitrarios, detenciones y otras formas de acoso que sufren en territorio paquistaní».

Este potencial regreso repentino de «un millón de afganos que huyeron de los combates en Afganistán en la década de 1980 supondría una enorme carga para las comunidades a las que regresan», a juicio de la ONG. «Es muy importante que los menores que regresen tengan los mismos derechos que el resto de niños que viven en el país», ha explicado Save the Children.

«Al mismo tiempo, el número de niños que se dirigen a Europa ha aumentado drásticamente en comparación con hace unos años. El hecho de que estos menores abandonen el país, exponiéndose a riesgos enormes y, a menudo haciendo el viaje solos, muestra el nivel de desesperación que sienten», ha afirmado Locsin. Más de la mitad de los niños no acompañados que solicitaron asilo en Europa en 2015 eran de Afganistán.

«Hay muchas razones por las que deciden huir, incluyendo la falta de acceso a la educación, los conflictos, la violencia y la pobreza. Y lamentablemente salen de sus casas para encontrarse con otros peligros en el camino a Europa. Los países europeos no deben obligar a los niños a volver a un lugar donde pueden recibir amenazas y estigmas por haber traicionado a su familia o a su país», ha asegurado la responsable de Save the Children en Afganistán.

Por todo ello, Save the Children ha hecho un llamamiento a los líderes mundiales que participarán en la Conferencia de Bruselas este miércoles para hablar sobre Afganistán que trabajen de manera constructiva durante la reunión para la realización de compromisos para aumentar la ayuda a Afganistán y para responder con urgencia a las crecientes necesidades de los afganos repatriados y de los desplazados internos.

Por último, ha exigido al Gobierno afgano que trabaje para que se cumplan los derechos y la protección de todos los niños afganos como prioridad política.

Fuente: http://www.lainformacion.com/politica/ayuda-internacional/Save-Children-afganos-violencia-Afganistan_0_959304473.html

Imagen: img.europapress.net/fotoweb/fotonoticia_20161003121914_640.jpg

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Los Refugiados Afganos regresan a la guerra

Asia/Afganistán/22 de septiembre de 2016/Fuente: tiempodehoy

Durante la noche han llegado más camiones al estacionamiento. Transportan colchones, bidones, cabras, ventanas, puertas… las pertenencias de familias enteras. Frente a ellos están sentados hombres, mujeres y niños que parpadean cansados ante el sol de la mañana. Miles de afganos aguardan estos días en los alrededores de Kabul, la capital afgana, a la espera de recibir algo de dinero de la ONU para comenzar una nueva vida en su país. Pero esa nueva etapa no será más que una vuelta a la guerra.

La mayor parte de la multitud de afganos que vuelve ahora desde Pakistán huyó durante las guerras de los años 80 y 90, ante la ocupación soviética y la resistencia sangrienta de los muyahidines y después de los talibanes. Regresan a un país, Afganistán, en el que los islamistas vuelven a expandirse y en el que cada año mueren más civiles. Durante décadas, Pakistán acogió a la mayor comunidad de refugiados afganos del mundo: cerca de 1,5 millones de ellos registrados ante la ONU y otro millón más que no lo está. El permiso de residencia de los registrados caducaba en diciembre, pero ha sido ampliado hasta marzo de 2017.

Desde hace meses, las relaciones entre Afganistán y Pakistán se encuentran en mínimos. Kabul acusa a Islamabad de apoyar a los talibanes, las conversaciones de paz con estos han fracasado y cada nuevo atentado intensifica la retórica antipaquistaní. Además, en Pakistán la ONU ha documentado miles de ataques contra afganos por parte de las Fuerzas de Seguridad. En medio de esa situación se ha desatado de repente un éxodo masivo de población. “Nadie lo vio venir”, afirma en Kabul un trabajador de Acnur, la agencia de la ONU para los refugiados.

El vicesecretario de la ONU para Asuntos Humanitarios, Stephen O’Brien, ha lanzado una petición de ayuda. Se necesitan 150 millones de dólares (135 millones de euros) para un millón de “personas desarraigadas por el conflicto”. Las estimaciones prevén que hasta diciembre regresarán a Afganistán 620.000 personas procedentes de Pakistán. A ellos se unen los desplazados internos producto de la guerra, unos 400.000 hasta final de año, 150.000 más de lo que había calculado la ONU en un principio.

Habibullah tiene 52 años. Antes de huir a Pakistán tenía un albergue pero el dueño del edificio no le prolongó el contrato y la Policía le registraba cada día en busca de dinero. Ahora, Habibullah vuelve con otros diez hombres al norte de Afganistán, a Kunduz, una de la provincias más conflictivas del país. Habibullah escapó cuando los soviéticos bombardeaban su pueblo para matar muyahidines. “Ahora, los estadounidenses bombardean mi pueblo para expulsar a los talibanes”, cuenta.

La ONU destina cada día un millón de dólares (895.000 euros) en efectivo a quienes regresan. Habibullah ha recibido 400 dólares (360 euros). “S0lo el camión cuesta 800 dólares”, explica. Además, necesita un techo y comprar tanta comida y madera como pueda.

A otros cientos de miles les va aún peor, ya que ese “dinero para el regreso” solo lo reciben quienes están registrados como refugiados ante la ONU. Los denominados “indocumentados” vuelven sin ayudas a un Afganistán desgarrado por la guerra. La ONG Norwegian Refugee Council, la mayor sobre el terreno, advierte de “consecuencias mortales”.

A pesar de todo, Afganistán impulsa el regreso de quienes viven en Pakistán, lo que supone un sorprendente giro de 180 grados. Durante años se insistió en que la vuelta de los afganos de Pakistán supondría una crisis social y de seguridad y en que no se podría garantizar la educación, atención médica o el trabajo. Pero desde principios de 2015 han vuelto más de 400.000 afganos, especialmente este año y sobre todo desde julio. Ese mes entró en vigor una mayor bonificación para los refugiados registrados que retornan. Además, el Gobierno afgano lanzó en julio la campaña “Mi país, mi maravilloso país”. Es tiempo de volver, aseguran los enviados a las comunidades afganas de Pakistán. Tiempo de construir juntos un nuevo país.

Un juego sangriento

Pero hay algo más tras este nuevo intento de atraer o expulsar a los afganos de Pakistán. Razones que convierten a los refugiados en piezas de ajedrez en las jugadas de política regional y de seguridad de los Gobiernos implicados.

Uno de esos motivos es que los talibanes están reclutando nuevos combatientes en los campos de refugiados de Pakistán. Ahora que los talibanes se están fortaleciendo, se “quiere eliminar esa influencia dañina”, afirman algunos funcionarios afganos desde el anonimato. Es un juego peligroso, ya que la mayor parte regresan a las volátiles provincias de Kunduz, Baghlan o Nangarhar, a las que además no llega la ayuda humanitaria.

Pakistán, por su parte, observa con gran escepticismo la floreciente cooperación del Gobierno afgano con India, su gran enemigo. Según trabajadores de la ONU, esto “tiene claramente consecuencias negativas para los afganos en el país” que se han puesto de relieve especialmente después de que Afganistán, India e Irán firmasen a finales de mayo un acuerdo para la construcción de un puerto común en territorio iraní que permitirá a Afganistán evitar los puertos paquistaníes.

Fuente: http://www.tiempodehoy.com/mundo/los-refugiados-afganos-regresan-a-la-guerra

Imagen: www.tiempodehoy.com/var/tiempo/storage/images/media/imagenes-y-videos/los-refugiados-afganos-regresan-a-la-guerra/1261618-1-esl-ES/los-refugiados-afganos-regresan-a-la-guerra.jpg

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