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Pakistán-Afganistán: Bombas y tiros contra la educación: así frenan los talibán la enseñanza en Oriente Medio

Tomado de: http://www.bez.es/228049601/Bombas-y-tiros-contra-la-educacion-asi-son-los-ataques-terroristas-a-centros-de-ensenanza.html
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Asfganistán: Un grupo de hombres armados ataca la Universidad Americana en Kabul

Afganistan/26 de agosto de 2016/internacional.elpais.com/Por: Angeles Espinosa

El jefe de hospitales de la capital afgana confirma que hay al menos un estudiante muerto y 14 heridos

Varios hombres armados han atacado este miércoles la Universidad Americana de Afganistán (AUAF, en sus siglas inglesas), en Kabul. Al menos, un muerto y 14 heridos han sido trasladados a hospitales cercanos después de que, hacia las siete de la tarde (hora local), se oyera una explosión y disparos dentro del recinto. Decenas de alumnos, profesores y otro personal seguían anoche en el interior, según testimonios de estudiantes y funcionarios citados por los medios locales.

“Las fuerzas de seguridad han acordonado la zona y portavoces oficiales confirman que decenas de estudiantes y empleados se encuentra atrapados dentro”, informaba la cadena de televisión privada.

Los tuits enviados desde el interior eran más dramáticos. Pedían ayuda y que se rezara por ellos. También que no se revelara su localización o su número. Algunos parecían haber logrado esconderse en habitación segura. “Si pasa algo, quiero a mi familia”, acababan varios de ellos.

Ahmad Mukhtar (periodista de CBS): «La Universidad Americana de Kabul está siendo atacada. He escapado y dentro hay varios de mis amigos y profesores atrapados»

Alguno de esos mensajes atribuía el asalto a los talibanes, pero ningún grupo se ha responsabilizado del mismo hasta ahora. Tampoco estaba claro el número de víctimas, aunque el responsable de los hospitales de Kabul informó de un muerto y 14 heridos, al parecer tres de ellos de gravedad.

Unos 1.700 alumnos se encuentra matriculados en la AUAF, que abrió sus puertas en 2006 con el objetivo de “educar a los futuros líderes” de Afganistán, según aparece en su página web. El centro se declara “la única universidad privada, sin ánimo de lucro, no partidaria y mixta” del país, una república islámica donde aún prevalece la segregación social de hombres y mujeres. Muchos de los esetudiantes son adultos que continúan su educación a tiempo parcial.

El campus está cerca del Parlamento y casi tan protegido como este. Detrás de un alto muro en el bulevar de Darulaman, sus edificios no son visibles desde el exterior, lo que hacía que alumnos y profesores se sintieran seguros dentro del recinto. De todas formas, el ambiente era sombrío desde principios de este mes cuando dos profesores, uno estadounidense y otro australiano, fueron secuestrados en sus proximidades. El centro cerró durante tres días, pero había vuelto a reabrir. El Ministerio del Interior dijo entonces que 70 policías protegerían permanentemente la sede.

Tanto los edificios oficiales como las sedes de organizaciones extranjeras son objetivo habitual de los insurgentes talibanes. Pero durante el último mes, el Estado Islámico se ha responsabilizado de al menos dos atentados en Kabul. El 23 de julio, milicianos de ese grupo terrorista se atribuyeron un ataque suicida que causó 80 muertos. Diez días más tarde, un camión bomba con su firma estalló frente a una casa de huéspedes utilizada por extranjeros y mató al policía que la custodiaba.

Tomado de: http://internacional.elpais.com/internacional/2016/08/24/actualidad/1472053230_684585.html

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Al menos dos muertos y 18 heridos en un ataque a la Universidad Americana en Kabul

Afganistán/Agosto de 2016/El Mundo

Al menos dos personas han muerto y dieciocho más resultaron heridas en un ataque este miércoles contra la Universidad Americana en Kabul, el centro de enseñanza privado más prestigioso de la capital afgana donde estudian jóvenes que se consideran que son la esperanza del país.

El ataque se inició hacia las siete de la tarde -cuando ya estaba anocheciendo en Kabul- con una gran explosión delante de la universidad, que se encuentra en la calle de Darulaman, una de las principales vías de la capital afgana, en el oeste de la ciudad. Tras la detonación, diversos hombres armados asaltaron el recinto del centro educativo.

A esa hora, aún había estudiantes y profesores dentro de la universidad, ya que el centro ofrece clases en horario nocturno. De hecho, tras el asalto, algunos alumnos y profesores enviaron mensajes pidiendo auxilio a través de las redes sociales.

«Ayuda. Estamos dentro de la Universidad Americana de Afganistán. Explosión seguida de disparos. Este puede ser mi último tuit», escribió en Twitter Massoud Hossaini, un fotógrafo afgano de Associated Press, conocido internacionalmente por ser el ganador del Premio Pulitzer en 2012. Él era uno de los profesores atrapados dentro de la universidad. En ese momento estaba impartiendo clase a quince alumnos.

«Fui a la ventana para ver qué estaba pasando y vi afuera a una persona que vestía ropa normal. Disparó y se rompieron los cristales de la ventana», explicó Hossaini, cuando consiguió salir del recinto universitario sin grandes heridas: sólo algunos cortes en una mano por los cristales rotos.

Los estudiantes colocaron sillas y mesas contra la puerta de la clase para impedir la entrada de los asaltantes y se estiraron en el suelo para protegerse, según siguió relatando Hossaini, que también declaró que los terroristas lanzaron una granada contra su aula y algunos alumnos resultaron heridos.

Algunos estudiantes y profesores pudieron escapar del recinto universitario por puertas de emergencia, y otros se refugiaron en el búnker. Aun así no se pudieron evitar las víctimas. Al menos un vigilante y un estudiante de la universidad perdieron la vida, y el número de heridos es confuso, pero entre ellos habría un profesor extranjero. El hospital que la ONG italiana Emergency tiene en Kabul confirmó qua atendió a dieciocho personas heridas, entre ellas cinco mujeres. De estos heridos, tres se encuentran en situación crítica.

Las fuerzas especiales afganas rodearon el recinto de la universidad para intentar abatir a los asaltantes. Asimismo también se desplegaron efectivos estadounidenses. El intercambio de disparos se prolongó durante horas, en una situación de caos total.

Éste es el segundo incidente que sufre la Universidad Americana en Kabul en menos de un mes. El pasado 8 de agosto dos de sus profesores, un estadounidense y un australiano, fueron secuestrados al salir en coche del recinto de la universidad. Individuos armados y vestidos con uniformes de las fuerzas de seguridad afganas dieron el alto al vehículo y obligaron a los dos docentes a salir de él. Desde entonces se desconoce su paradero.

El 9 de junio otra extranjero fue secuestrado en Kabul. En ese caso una mujer: una cooperante india, que no fue puesta en libertad hasta el 23 de julio. La mayoría de los secuestros en Kabul son protagonizados por bandas criminales, pero se teme que éstas hayan podido vender a los profesores universitarios a los talibán o al proclamado Estado Islámico.

De momento, nadie ha reivindicado el ataque contra la Universidad Americana de este miércoles. Dicho centro educativo fue fundado en 2006, con fondos de Estados Unidos, y cuenta con más de dos mil alumnos.

Fuente: http://www.elmundo.es/internacional/2016/08/24/57bdbdf822601d895a8b45ae.html

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Afganistán: Qué supone estar casada a los 7 años

Asia/Afganistán/ 11 de agosto de 2016/Fuente: huffingtonpost

Una historia de Shougofa Alikozay

Para esta madre de 37 años y cinco hijos, la vida es la imagen de un matrimonio forzado: le cuesta arreglárselas con sus ganancias de menos de un dólar al día y no puede permitirse llevar a ninguno de sus hijos a la escuela.

«No quiero que mi hija sufra las mismas limitaciones y problemas que yo. Quiero que se case cuando sea mayor, no durante su infancia», me cuenta la madre de Spengul cuando nos encontramos con ella en su casa de adobe en el polvoriento pueblo de Pol-e-Charkhi, a las afueras de Kabul (Afganistán). Ella respeta la tradición rural afgana de no usar su propio nombre, y utiliza el de su primogénito, Spengul.

La madre de Spengul se casó a los 7 años con un hombre que rondaba la veintena. Para su familia, que era pobre, el matrimonio ofrecía un alivio económico y una forma de protección. «Era una niña. ¿Cómo iba a ser feliz», reflexiona. «¿Cómo una niña sin su madre y sin su padre puede ser feliz en una casa extraña?».

Resulta que su marido era una persona mentalmente inestable y adicta al opio, lo que hizo que la mujer sufriera abandono, una soledad insoportable y desamor. Cuando empezó a menstruar, con 13 años, concibió a su primer hijo. Pero su cuerpo no estaba desarrollado por completo ni preparado para el parto, y además no tenía dinero para comida ni medicinas, así que el niño no tuvo muchas opciones de supervivencia. Murió a los cuatro meses.

Como suele ocurrir a las madres menores, la madre de Spengul sufrió físicamente tras su primer parto y estuvo un tiempo sin tener otro hijo. Las niñas que dan a luz antes de los 18 años se enfrentan a numerosos problemas, entre ellos diabetes, anemia y enfermedades cardíacas, según los expertos. Tuvo suerte de sobrevivir, sobre todo teniendo en cuenta que era menor de 15 años. Afganistán tiene la tasa de mortalidad materna más alta del mundo, debido especialmente a los matrimonios forzados de chicas jóvenes. La pobreza y la falta de calorías no hacen más que empeorar el problema. Afganistán tiene la cuarta peor tasa de mortalidad infantil en niños menores de cinco años, por detrás de Angola, Benin y Chad, según UNICEF, que calcula que mueren 101 niños de cada 1.000 nacimientos.

sahar speaks
Zarmina, de 2 años, y Baghzamina, de 10, son hijas de ‘la madre de Spengul’, como se hace llamar. Ambas posan frente a su casa de adobe.

 

La madre de Spengul se sintió despojada y físicamente mal tras la muerte de su bebé. Hasta que su marido no la amenazó -unos años después- con casarse con otra mujer, ella no se decidió a tener más hijos, entre los que está su adorado Spengul. «Me alegro de tener a mis hijos. Así es. Si no, no habría felicidad en mi vida», me confiesa.

Vista de Pol-e-Charkhi, el pueblo afgano donde vive la familia. (Foto: Shougofa Alikozay)

«Mi marido no estaba bien de la cabeza. No nos compraba nada. No era un ser humano normal. Se volvió un adicto al opio durante nuestro matrimonio», cuenta la madre de Spengul mientras cuida de sus tres hijas y dos hijos, vestidos con harapos y visiblemente malnutridos. La más pequeña tiene dos años. Juegan en el patio de la casa, con el pelo apelmazado por la suciedad. Su marido los abandonó hace dos años y medio sin dejar rastro. «Se esfumó», explica, y añade que cree que puede estar muerto. «Nunca encontré su cuerpo».

Ahora vive con su familia política y subsiste a duras penas lavando uvas pasas. Por un bol grande de pasas (kasa), recibe 50 afganis, unos 90 céntimos de euro. Tarda un día entero en limpiar un kasa. Algunos días sus hijos comen, otros días, no.

«Lo que me preocupa no es cómo voy a comprar ropa nueva a mis hijos, sino cómo voy a conseguir jabón para lavarles la vieja».

En el pueblo de Pol-e-Charkhi, la madre de Spengul y sus hijos son la familia más pobre del barrio. Las casas son pequeñas, están viejas y estropeadas. Cuando su padre murió, su madre se vio obligada a casarse con otro hombre. Además del dinero que gana con las uvas, el único apoyo que recibe es de su suegro, que recoge botellas vacías de Pepsi para reciclarlas por una pequeña cantidad de dinero.

El futuro para los niños de Afganistán es desalentador. Las tropas extranjeras siguen ahí, hay un enorme vacío de seguridad, la inestabilidad política y la falta de ayudas amenazan con echar por tierra una década de esperanza y mejoras en la educación. «Por desgracia, en los últimos años se han reducido las ayudas económicas para Afganistán y ha disminuido la preocupación por los matrimonios de menores», afirma Freshta Karimi, fundadora y directora de Da Qanoon Ghushtonky, uno de los principales servicios de asistencia jurídica del país.

Pese a la existencia de una ley de 2009 que penaliza el matrimonio infantil -la edad oficial para las chicas es de 16 años y para los chicos, de 18-, la práctica continúa y rara vez se pilla a los infractores. «El matrimonio infantil está aceptado como parte del estilo de vida afgano, de la identidad y las tradiciones del pueblo afgano», cuenta Karimi.

Para la madre de Spengul, este estilo de vida va cargado de miseria. Cuando sus hijos están enfermos, alguna vez consigue que los atiendan en la clínica de forma gratuita, pero la mayoría de las veces los niños tienen que aguantar su enfermedad. Ella lamenta haberse casado tan joven y el impacto que ha tenido en la vida de sus hijos. Cuando le pregunto si comprará ropa nueva para sus hijos para el Año Nuevo afgano -como indica la tradición-, ella contesta: «Lo que me preocupa es cómo voy a conseguir jabón para lavar sus prendas viejas».

De vez en cuando, una gran sonrisa le recorre la cara. Sueña con poder llevar a sus hijos a la escuela. «La mayor ambición de mi hija es tener un cuaderno y poder escribir en él».

***
 

Sahar Speaks es un proyecto que dota a mujeres periodistas de la formación, las redes y las oportunidades de publicación necesarias para dar voz a las mujeres de Afganistán. ‘The Huffington Post’ presenta a las protagonistas y publica sus historias en formato multimedia.

Este post fue publicado originalmente en la edición estadounidense de ‘The Huffington Post’ y ha sido traducido del inglés por Marina Velasco Serrano.

Fuente: http://www.huffingtonpost.es/sahar-speaks/casada-a-los-7-anos_b_11385836.html

Imagen: http://i.huffpost.com/gen/4582542/images/n-AFGANISTN-large570.jpg

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Violencia femenina en Afganistán alcanza punto cúspide

Afganistán/Kabul/Agosto de 2016/Prensa Latina

La Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán (AIHRC) denunció hoy que 2016 es el peor año en lo referido al abuso y violencia contra las mujeres.

Latifa Sultani, responsable de sector femenino de esa entidad, aseveró que el aumento de la violencia indica una crisis humanitaria y expone la negligencia del gobierno para hacer frente a ese flagelo.

Sultani agregó que a pesar del abuso generalizado, pocos incidentes llegan a los juzgados, ya que la mayoría de las veces el agresor y la víctima siguen conviviendo.

El sistema de justicia no oficial de Afganistán pide a las mujeres olvidar, en un esfuerzo por preservar las familias y mantener la cohesión social, en lugar de castigar al abusador, acotó.

Uno de los casos reportados por la AIHRC fue el de Farkhunda, asesinada en marzo de 2015, lo que generó protestas masivas en todo el país.

La joven de 27 años fue golpeada por una turba de hombres, luego la lanzaron desde un tejado, un auto la atropelló, prendieron fuego a su cadáver y lo arrojaron al río de Kabul.

Informes recientes de la organización destacaron también el caso de Zahra, de 13 años, cuyo esposo le prendió fuego aun estando embarazada y murió cinco días después en el hospital Istiqlal de esta capital.

Hace poco más de un mes en la provincia de Ghor, una niña de seis años fue vendida a un clérigo de más de 50, mientras que él asegura fue un regalo de los padres y estos denunciaron que fue secuestrada.

De acuerdo con estudios de la AIHRC, los fenómenos más alarmantes en Afganistán son el tema de las niñas-novia, el suicidio femenino, la violencia social y los llamados crímenes de honor.

Las mujeres poseen oportunidades económicas limitadas, escaso acceso a los servicios de salud y educativos, así como falta de representación legal.

Según Sultani, tras cuatro décadas de conflicto armado en esa nación centroasiática, la inseguridad, la violencia y la pobreza lastran las oportunidades de género.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&id=5114031&Itemid=1

Fuente de la Imagen: https://www.google.co.ve/search?q=noticias+educativas+de++afganist%C3%A1n&biw=1024&bih=489&tbm=isch&source=lnms&sa=X&ved=0ahUKEwjYxKbnyabOAhVBOiYKHVJNDtQQ_AUIBygC&dpr=1#tbm=isch&q=+mujeres+de++afganist%C3%A1n&imgrc=qG1Yc26xKaG2DM%3A

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Las dramáticas cifras de la violencia en Afganistán

Afganistán/26 de julio de 2016/Fuente: bbc

«Tengo 10 años. Cuando jugaba en las calles de mi pueblo, algo explotó».

«Sentí un fuerte ruido y una onda viniendo hacia mí, como el viento».

Este es el testimonio es de un niño que sobrevivió a una explosión el 27 de mayo en Pul-i-Khumri, en la provincia afgana de Baghlan.

«Me impactó la metralla y caí al suelo».

«No me acuerdo de qué pasó después».

En la explosión murieron cuatro niños y otro resultó herido.

Niños afganosImage copyrightREUTERS
Image captionEn Afganistán 388 niños murieron en los primeros seis meses del año.

En lo que va de año, 388 niñoshan muerto en Afganistán y 1.121 han resultado heridos.

La cifra total de víctimas infantiles, entre muertos y heridos, es de 1.509.

Una minibomba en el suelo cerca de la ciudad de Herat, en AfganistánImage copyrightGETTY IMAGES
Image captionLos niños caen víctimas con frecuencia de aparatos explosivos que no han estallado y fueron abandonados cerca de sus casas.

La Organización de Naciones Unidas, que recopila periódicamente datos de las víctimas civiles en Afganistán, calificó las cifras de «alarmantes y vergonzosas».

Estas son algunos de los datos que recoge el informe de mitad de año de la Misión de Asistencia de la ONU en el país asiático:

  • 1.601 civiles murieron entre enero y junio de este año, de los cuales 388 fueron niños y 130 mujeres
  • 3.565 civiles resultaron heridos en el mismo periodo, incluyendo 1.121 niños y 377 mujeres
  • 157.987 afganos han sido desplazados desde el inicio de 2016, un 10% más que en el mismo periodo del año pasado
  • Se estima que en la actualidad hay 1,2 millones de afganos desplazados por la violencia
  • Al menos 63.934 personas murieron o resultaron heridas por la violencia en Afganistán desde que Naciones Unidas empezó a contar, en enero de 2009

Violencia sexual y ataques a escuelas

El informe recoge también episodios de violencia sexual contra niños.

Naciones Unidas tuvo conocimiento de al menos dos incidentes, aunque cree que por las consideraciones culturales y el estigma que rodea a las víctimas, los casos reportados son muchos menos que los reales.

Mujeres afganas en PakistánImage copyrightGETTY IMAGES
Image captionMillones de afganos han abandonado el país mientras que unos 1,2 millones son desplazados internos.

En uno de los incidentes, uno de los comandantes de la policía local secuestró a un niño de 16 años cuando estaba en su casa y se lo llevó durante tres días, durante los que lo violó varias veces.

Naciones Unidas también confirmó que una unidad de la policía utilizó a un niño como guardaespaldas y para explotarlo sexualmente en la provincia de Baghlan.

Niño afganoImage copyrightAP
Image captionAlgunos niños son explotados sexualmente en el contexto del conflicto. Este niño trabaja limpiando zapatos en Kabul.

El informe menciona el «bacha bazi», una práctica de algunos comandantes y otros hombres poderosos asociada con la explotación sexual y el abuso de niños pequeños.

Aunque en descenso con respecto al mismo periodo del año anterior, durante los primeros seis meses de este año se documentaron 46 incidentes relacionados con la educación, la mayoría casos de intimidación y amenazas.

«Elementos antigubernamentales cerraron todas las escuelas del distrito. No quieren que las niñas vayan a la escuela», explicó el director de un colegio de niñas en el distrito de Zurmat, según recoge el informe.

«Todas estas niñas serán analfabetas durante toda la vida, a pesar de que lo que quieren es ser médicos, enfermeras, ingenieras y profesoras».

«Sufrirán toda la vida».

Reclutamiento de niños

Naciones Unidas recibió también denuncias de reclutamiento de niños por parte de elementos antigubernamentales y fuerzas de seguridad afganas.

Se registraron 15 incidentes de reclutamiento y el uso de 34 niños en el conflicto.

De ellos, 26 fueron utilizados por el Talibán, cuatro por otras fuerzas que luchan contra el gobierno y cuatro por parte de la policía local afgana.

Al menos tres niños fueron usados como atacantes suicidas, incluido un niño de nueve años, quien sufría supuestamente un trastorno mental y murió cuando su cinturón explosivo explotó prematuramente el 30 de marzo en la provincia de Kandahar.

¿Quién es responsable?

«Elementos antigubernamentales», es decir, los grupos militantes rivales de los Talibán y del autodenominado Estado Islámico, son responsables del 60% de las víctimas en Afganistán.

RefugiadosImage copyrightAFP
Image captionMuchos afganos han huido de la violencia y se encuentran en Pakistán.

Pero en lo que va de año, 1.189 bajas son «atribuibles a fuerzas progubernamentales», un aumento del 47% con respecto al mismo periodo del año pasado.

Las víctimas sucumben en ataques terrestres, ataques suicidas o son alcanzadas por dispositivos explosivos improvisados.

«Todas estas niñas serán analfabetas, a pesar de que lo que quieren es ser médicos, enfermeras, ingenieras y profesoras»

Director de una escuela en Zurmat

Los niños se ven desproporcionadamente afectados por restos de artefactos explosivos de la guerra mientras juegan.

Ese fue el caso de los hijos de un hombre cuyo testimonio recoge el informe de Naciones Unidas.

«Había salido a comprar cosas para mis hijos. Cuando llegué a casa, vi a mucha gente reunida», explicó este hombre.

Niños en AfganistánImage copyrightEPA
Image captionEl número de víctimas civiles en Afganistán aumenta cada año.

«Entré y vi a los niños sobre la cama y gente llorando».

Dos niños murieron y otro resultó herido cuando jugaban con artillería sin explotar en una zona de enfrentamientos entre la policía afgana y fuerzas antigubernamentales en la provincia de Zabul el 6 de mayo.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad Al Hussein, dijo que debe ponerse fin «a la impunidad reinante de la que que disfrutan los responsables de las víctimas civiles, sin importar quiénes sean».

«La historia juzgará»

Desde que empezó la retirada de las tropas internacionales de Afganistán en 2011 y el final oficial de la misión de la OTAN en diciembre de 2014, el número de víctimas civiles en Afganistán aumenta cada año.

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«La historia y la memoria colectiva del pueblo afgano juzgará a los líderes de todas las partes de este conflicto por su conducta verdadera»

Tadamichi Yamamoto, representante especial de Naciones Unidas para Afganistán

Tadamichi Yamamoto, representante especial de Naciones Unidas para Afganistán, dijo que cada víctima representa «una ausencia de compromiso» y debería provocar «pasos concretos» para reducir el sufrimiento de los afganos.

Niños afganosImage copyrightREUTERS
Image captionLa ONU pidió el fin «a la impunidad reinante» en Afganistán.

«La historia y la memoria colectiva del pueblo afgano juzgará a los líderes de todas las partes de este conflicto por su conducta verdadera», afirmó Yamamoto.

El informe también documenta otras violaciones de derechos humanos y abusos, incluidos secuestros y ejecuciones sumarias.

Defensores de derechos humanos, periodistas, abogados y jueces también han sido objeto de ataques.

Fuente: http://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-36882220

Imagen: http://ichef-1.bbci.co.uk/news/660/cpsprodpb/DBA6/production/_90503265_gettyimages-522443048.jpg

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Los «muros de la bondad» que ayudan a los pobres paquistaníes

Afganistán/ Julio de 2016/EFE

Por: EFE

Nació como un acto espontáneo en Irán y en pocos meses se ha extendido por China, Afganistán y Pakistán, donde ha calado con especial ahínco y se encuentran en varias de sus ciudades.

«Si no lo necesitas, déjalo. Si lo necesitas, cógelo», es el lema de los «muros de la bondad», una iniciativa popular que se ha arraigado en Pakistán y que invita a dejar ropa que no se usa en lugares concretos para que sea recogida por aquellos que la necesitan.

El «muro de la bondad» nació como un acto espontáneo en Irán y en pocos meses se ha extendido por China, Afganistán y Pakistán, donde ha calado con especial ahínco y se encuentran en varias de sus ciudades.

En la localidad paquistaní de Rawalpindi, colindante con la capital, se lee «muro de la bondad» en inglés y urdu en una pared pintada de amarillo y verde, y de la que cuelgan diversas prendas, desde pantalones a chaquetas, pasando por vestidos de niñas.

Varias personas se detienen curiosas ante el muro y echan un vistazo a las prendas que se exhiben.

Tarence, un pintor de 40 años y perteneciente a la minoría cristiana, se decide por unos pantalones vaqueros.

«Pasaba por aquí y vi la señal. Me acerqué y me dijeron que podía coger lo que quisiera. Así que he cogido unos pantalones que no me puedo permitir», dijo a Efe.

«La próxima vez buscaré ropa para mis hijos, ya que no puedo comprarles muchas cosas y hoy no veo nada que les sirva», añade el pintor que gana unas 600 rupias (5,7 dólares) al día.

Mohamed Yar, de 29 años, sí ha aprovechado para vestir a sus hijas de 12 y 8 años con ropa del muro.

«La mayoría del tiempo no tengo trabajo. Un vecino me habló de este lugar y he venido para coger ropa para mis pequeñas», indica a Efe este trabajador de la construcción.

Al igual que Tarence y Yar, cientos de vecinos de esta localidad paquistaní se han beneficiado de esta iniciativa que puso en marcha en Rawalpindi un joven universitario de 21 años.

«Conocí el muro de la bondad de Irán a través de las redes sociales y decidí hacer lo mismo aquí», explica a Efe Asad Chaudhry.

«Cuando veo los problemas de Pakistán, siento que debo hacer algo para ayudar, colaborar de alguna forma», afirma este estudiante de informática.

El joven no lo tuvo fácil. Las autoridades de su universidad se negaron a cederle el espacio para establecer su «muro de la bondad» por miedo a problemas con la Policía y los profesores a los que pidió ayuda decidieron no involucrarse.

Sin embargo, consiguió convencer al decano de su centro educativo y en febrero de 2016 pintó una de las paredes exteriores de la universidad, colocó cuerdas y ganchos, y dibujó las palabras mágicas: «Muro de la bondad».

Las redes sociales, especialmente Facebook, propagaron la noticia y atrajeron a donantes, que hasta acuden de otras ciudades para dejar ropa, y a veces también comida o artículos electrónicos.

Chaudhry indica que entre 20 y 30 personas acuden cada día para llevarse prendas de ropa y, ocasionalmente, televisiones o teléfonos.

Durante el mes sagrado del Ramadán, recién finalizado, Chaudhry organizó recogidas especiales de alimentos para ayudar a familias pobres a celebrar la principal fiesta musulmana.

El «muro de la bondad» nació en diciembre de 2015 de forma anónima en la ciudad iraní de Mashhad con la idea de ayudar a los sin techo de la localidad con la donación de prendas para hacer frente al duro invierno.

Gracias a las redes sociales, el proyecto se extendió rápidamente a otras localidades del país.

La iniciativa saltó al vecino Pakistán, donde el popular actor paquistaní Ahsan Khan creó el primer muro en la ciudad de Karachi, tras conocer el proyecto en internet.

Los muros se extendieron después a las ciudades paquistaníes de Islamabad, Lahore, Sialkot, Quetta y Khuzdar.

También han surgido en Afganistán, con muros en Mazar-i-Sharif, Kandahar y Kabul, e incluso en varias ciudades chinas para ayudar a sus más necesitados.

«Si no ayudas tú, ¿quién lo hará?», se pregunta Chaudhry.

 

Fuente: http://www.elmostrador.cl/vida-en-linea/2016/07/11/los-muros-de-la-bondad-que-ayudan-a-los-pobres-paquistanies/

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