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China, la reina de la contaminación mundial a la que el Foro de Davos no reprocha nada

libremercado.com

El gigante asiático superó el umbral de 14 gigatoneladas equivalentes de dióxido de carbono.

Las vergüenzas que Xi Jinping esconde sobre la contaminación en su país han sido evidenciadas en un reciente informe de la consultoría energética Rhodium Group. El análisis revela que China es la reina de la contaminación a nivel mundial, superando a EEUU en un 27% en emisiones de gases de efecto invernadero.

El gigante asiático, que tiene una población de más de 1.400 millones de personas, superó el umbral de 14 gigatoneladas equivalentes de dióxido de carbono, por primera vez en 2019, triplicando sus niveles de 1990. Además, según los datos de Rhodium, aumentó en un 25% la emisión de gases invernaderos en la última década.

Las emisiones de China de los seis gases declarados de efecto invernadero en el protocolo de Kioto, entre los que se incluyen el dióxido de carbono, el metano y el óxido nitroso, superaron a todos los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en unos 30 millones de toneladas, según el grupo de investigación climática.

Hay que recordar que estos datos no han impedido que el presidente de la República Popular de China diera lecciones sobre cómo gestionar la salud del planeta a diversos líderes mundiales. Xi Jinping lo hizo recientemente en la pasada Cumbre del Clima virtual, convocada por el presidente demócrata Joe Biden, el mes pasado en la Casa Blanca. Allí, una vez más, el líder del Partido Comunista Chino (PCCh) se comprometió en alcanzar las emisiones máximas para 2030 y cero emisiones netas en 2060. Estas promesas se quedarán, como siempre, en agua de borrajas, de hecho, su gobierno no ha hecho nada por cumplir con las expectativas que exigen el resto de países en este último tiempo.

Y mientras el Foro de Davos celebrado virtualmente el pasado enero de 2021 aprieta su agenda climática y amenaza con una mayor subida de impuestos y penalizaciones al transporte usual de las clases medias, aviones, vehículos diésel… el líder chino tira de propaganda y engaña a placer al fundador del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, que, por otro lado, también parece estar encantado de dejarse engañar.

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Intervención virtual de Xi Jinping en el Foro de Davos de 2021

«Proteger el medio ambiente es proteger la productividad, y estimular el medio ambiente es impulsar la productividad. Es tan simple como eso», dijo Xi Jinping en la Cumbre del climática americana. Además, después de ser recibido con honores en el Foro de Davos, el Secretario del PCCh se permitió el lujo de poner como ejemplo el «socialismo moderno» de su país y su gestión, instando al resto de naciones a copiar su «modelo político».

Y lo cierto es que durante la pandemia China ha seguido creciendo económicamente, pese a que el gobierno chino fue el responsable de esparcir el virus por el mundo al no tomar medidas a tiempo. De este modo, no ha recibido ninguna sanción de la comunidad internacional, y mientras la economía china crecía a razón de un 18,7% interanual, en datos de este primer trimestre de 2021, sus emisiones de gases invernaderos se elevaron alrededor del 1,7% durante 2020.

Por último, estos incumplimientos por parte del régimen de Jinping no han tenido ningún tipo de penalización o castigopor parte de la comunidad internacional, más bien resulta todo lo contrario. China sigue siendo miembro de honor en el acuerdo climático de París, un acuerdo global del que se retiró el expresidente Donald Trump, reincorporándose Biden este pasado mes de febrero.

https://www.libremercado.com/2021-05-07/china-reina-contaminacion-mundial-foro-davos-no-reprocha-6753737/

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Pekín pone patas arriba la educación

La desaceleración de la tecnología de consumo obligará a los universitarios a reciclarse.

La compañía china de clases extraescolares New Oriental ha despedido a 60.000 personas, en el marco de una oleada masiva de ceses en el sector, después de que Xi Jinping lo obligara a dejar de tener ánimo de lucro. La empresa, que ha perdido un 90% en Bolsa, se está reinventando, como con la venta de frutas y verduras por internet.

Otras tecnológicas también han apostado por el sector primario. JD.com, Alibaba y el grupo de videojuegos Net­Ease han entrado en la cría de cerdos, por ejemplo. Eso no generará mucho empleo para los chavales que no tienen títulos de ganadería.

Una desaceleración más general en la tecnología de consumo es una mala noticia para los casi 10 millones de universitarios que entran cada año en el mercado de trabajo chino. Además, el impulso reciente de Pekín a las ciencias duras, la inteligencia artificial, etc., exigirá títulos mucho más avanzados. Por ahora, la solución oficial es ampliar los empleos públicos, pero muchos graduados tendrán que volver a estudiar o enfrentarse al paro.

Fuente: https://cincodias.elpais.com/cincodias/2022/01/11/opinion/1641917440_291062.html

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China prohíbe hacerse tatuajes a los jugadores de la Selección nacional de fútbol

Lo último de las autoridades de China: quieren prohibir que los futbolistas se hagan tatuajes y que se borren los que ya tienen.

La Administración General de Deportes de China publicó esta semana una serie de directrices para «reforzar la gestión de los jugadores de fútbol», entre las cuales se encuentra la prohibición a los integrantes de la selección nacional de hacerse nuevos tatuajes, recoge el medio local ‘The Paper’.

Las directrices tienen como objetivo hacer que los futbolistas sean «ejemplos positivos para la sociedad» y recomiendan a los que ya tengan tatuajes que los borren, además de prohibir a las selecciones sub-20 e inferiores convocar a jugadores con el cuerpo tatuado.

No es la primera vez que los tatuajes causan polémica en el fútbol chino: en la China Cup disputada en 2018, muchos jugadores tuvieron de cubrirse los tatuajes con vendas. En fotografías oficiales de los componentes de la selección china, tatuajes como los que lucen en los brazos jugadores chinos como Zhang Xizhe o Zhang Linpeng han sido borrados con programas de retoque de imágenes en algunas ocasiones.

La Administración también añadió en sus directrices la organización de actividades de «educación ideológica y política» en las selecciones nacionales para reforzar la «educación patriótica» de los jugadores.

La selección china de fútbol cosechó este año un nuevo fracaso al quedar virtualmente sin posibilidades de clasificarse para el Mundial de Qatar 2022, en una mala actuación que provocó la dimisión de su seleccionador, Li Tie. China no se clasifica para una Copa del Mundo desde el Mundial de Corea y Japón de 2002, para el cual no tuvo que enfrentarse a las potencias locales, Corea del Sur y Japón, por hallarse estas ya clasificadas en calidad de anfitrionas.

Pese a los esfuerzos gubernamentales por elevar el nivel futbolístico del país, la selección sigue cosechando malos resultados y duras críticas por parte de los aficionados. Por ello, algunos internautas en la red social Weibo criticaban la prohibición de tatuajes: «No se hacen cargo de lo que deberían hacerse cargo, hacen cosas insignificantes para mostrar que están haciendo algo», comentaba un usuario.

Otros, en cambio, apoyaban la medida: «En las sociedades de Asia oriental, siempre hemos rechazado los tatuajes» o «hay que proteger a las siguientes generaciones», aseguraban dos comentaristas.

En el mismo sentido, la semana pasada el Ministerio de Deportes de Irán también sugirió la misma medida que China, pero en la Selección nacional iraní, donde el fútbol también es religión. De hecho, es la mejor selección asiática del momento, con altas probabilidades de ir al Mundial qatarí.

Fuente: https://www.marca.com/futbol/futbol-internacional/2021/12/30/61ce09c3ca474157198b4625.html

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Mundo: Los desechos en la ecología-mundo capitalista. Una breve historia de la basura plástica

Los desechos en la ecología-mundo capitalista. Una breve historia de la basura plástica

El gobierno chino promulgó en 2018 una política de protección ambiental denominada “Espada Nacional” o también “Espada Verde” que consiste en la prohibición de importar diversos tipos de plásticos reciclables del resto del mundo. Si la potencia asiática, para entonces, no se hubiera convertido en el importador de más del 50% del plástico desechado que ha sido generado por el norte global, esta medida posiblemente hubiera pasado sin advertencia. Pero no es así, y ahora los gobiernos y corporaciones globales ven cómo los discursos de economía circular con que en las últimas décadas alentaron a sus ciudadanos a consumir infatigablemente y separar residuos, están colapsando.

Millones de toneladas de plástico descartado ya no fluyen hacia China. Y, en este capítulo del tóxico romance entre el capitalismo y sus desechos plásticos, por una parte, se incrementan las alarmas en los círculos de poder que buscan desesperadamente un lugar dónde redirigir el flujo de desechos, no importa que ese dónde se transforme en nuevas zonas de sacrificio[1]. Por otra parte, como también ocurre en otros momentos de la historia del exceso de desperdicio capitalista, la basura se convierte en el espejo que refleja las inconsistencias, cada vez más evidentes, de los repertorios de sustentabilidad ambiental y economía circular que han vendido los promotores del capitalismo verde.

¿Cómo China decidió dejar de ser el principal vertedero del plástico de la ecología-mundo capitalista y qué impactos tiene esto? ¿Cómo está respondiendo el norte global ante este desafío y qué ocurre en la periferia de la ecología-mundo capitalista? Son las preguntas que se responden a continuación.

El “tóxico idilio plástico” de la ecología-mundo capitalista

En sentido estricto, el plástico no es una materialidad sino una cualidad. Etimológicamente proviene del griego plassein (“moldear”, “dar forma”). Hasta antes del auge de la industria petroquímica en el siglo XX la cualidad de lo plástico tenía diferentes usos (las artes, por ejemplo). Sin embargo, el descubrimiento en las primeras décadas del siglo XX de la versatilidad de los polímeros (resinas sintéticas derivadas del petróleo que, sometidas a altas temperaturas, mostraban una gran capacidad de plasticidad para producir infinidad de mercancías) fue lo que produjo que, a mediados del siglo XX, el plástico se transformara de adjetivo en sustantivo

Como ningún otro material, el plástico le ha dado a la ecología-mundo capitalista un toque distintivo. La ecología-mundo capitalista es una forma de producir-organizar el espacio, el poder, la naturaleza, la riqueza, mediante flujos de energía y capital que conectan ecosistemas y sistemas de trabajo humano y natural[2]. En esta ecología-mundo, el plástico posibilita la aceleración de procesos de extracción, producción, distribución, consumo y descarte de infinidad de mercancías a lo largo y ancho del planeta, en un envoltorio ideológico de fluidez y ductilidad de la vida moderna, pero, con profundas consecuencias ambientales, también de alcance global.

Las compañías petroquímicas generalizaron las mercancías de plástico tras el boom económico que siguió a la Segunda Guerra Mundial, y lo hicieron con una retórica de modernidad, higiene, ecología e incluso feminismo. Ya no habría que cazar elefantes para obtener marfil, los bosques maderables serían protegidos, la salud de las personas estaría aún más a salvo y el tiempo dedicado a las tareas domésticas, mayoritariamente realizado las mujeres, se reduciría[3].  Durante las últimas décadas, la tasa de producción de plástico ha crecido exponencialmente a nivel global. La producción acumulada de plásticos es superior a los 8 mil millones de toneladas desde 1950 (cuando empezó su masificación), y la mitad ha sido generada solo en la última década. Se han producido más de 300 millones de toneladas anuales de plásticos en los últimos años, con la expectativa que a 2050 la tasa se eleve a 600 millones de toneladas diarias.

Actualmente, más del 99% del plástico es fabricado con combustibles fósiles. Durante todo el ciclo de vida del plástico se generan gases de efecto invernadero: al extraer petróleo y refinarlo, al producir polímeros, al enterrarlo en rellenos sanitarios o incinerarlo, y también al reciclarlo. Sin embargo, la tasa de reciclaje de plástico varía ampliamente entre países y no alcanza el 10% a nivel mundial. Así que la mayor parte del plástico producido termina en vertederos, plantas de incineración, dispersa sin ningún tipo de gestión, en los mares –donde se han formado gigantescas islas de basura plástica– o en otros cuerpos de agua continentales. También partículas nanoplásticas se encuentran en los organismos vivientes, incluidos los humanos.

Los grandes monopolios de la cadena global de plástico tratan de invisibilizar su responsabilidad socioambiental transfiriéndola a los consumidores con el sofisma de que todo depende de los hábitos responsables de consumo. Se trata de una argucia, pues está establecido que en el norte global capitalista los principales productores de plástico son los gigantes petroquímicos. Para 2019, según la asociación australiana Plastic Waste Markers Index, el primer puesto lo ocupaba ExxonMobil con 5,9 millones de toneladas de desechos plásticos, seguida de la compañía química estadounidense Dow con 5,5 millones de toneladas, y de la empresa de gas y petróleo china Sinopec con 5,3 millones de toneladas. Además, otros mega oligopolio corresponde al de los principales distribuidores de plástico. Por último, debemos añadir que, acorde a Break Free From Plastic, una red global ambientalista, los responsables de generar más desechos plásticos contaminantes son Coca-Cola, PepsiCo y Nestlé.

En la década de 1990 se conformó el actual flujo de residuos plásticos de la ecología-mundo capitalista. En esa década florecieron economías capitalistas emergentes que requerían, además de capitales, un alto consumo de materias primas que no tenían a disposición. Una fuente potencial de estos recursos fueron los desechos del norte global. Grandes cantidades de papel, cartón, plástico, chatarra fueron desviados hacia estas economías como ayuda para el desarrollo. No se trató solo de una imposición externa, ya que las clases dominantes y los gobiernos de estas economías jugaron un activo papel en esta vía.

El principal receptor de estos flujos de basura plástica global fue China. A finales de la década de 1990, con una economía capitalista en auge, China se convirtió en el principal destino del mercado mundial de desechos reciclables. Comenzó a importar una amplia gama de chatarra, desde plástico hasta acero, para satisfacer la demanda de insumos en su sector manufacturero y así surtir el mercado interno y convertirse luego en el principal exportador de mercaderías del planeta. Los altos precios de petróleo encarecieron el plástico virgen, así que el reciclaje de desechos resultó mejor negocio para la expansión económica del gigante asiático. A comienzos del nuevo milenio, cada año China importaba 4 millones de toneladas de residuos plásticos, 12 millones de toneladas de papel usado y 11 millones de toneladas de chatarra metálica. Para 2016, China importaba cerca del 30% de desechos plásticos y chatarra metálica de todo el mundo, principalmente del norte global, y esto incluía el 55% de la chatarra de cobre del mundo, el 24% de aluminio, el 55% de papel desechado y el 51% de plástico desechado mundial. Ese año, según Will Flower, Estados Unidos enviaba cada día con destino a China 1.500 contenedores en buques cargados con residuos de todo tipo. Estos buques habían llegado a Estados Unidos con mercaderías baratas y retornaban a China con residuos para seguir produciendo más mercancías[4]. Claro está, no solo Estados Unidos participó de este flujo global de materialidades descartadas, también Europa, Japón y Australia encontraron en China un insaciable devorador de sus basuras.

De esta manera se constituyó un circuito global de gran parte de desperdicios, una ecología-mundo capitalista que parecía resolver los problemas del exceso de producción y consumo. En el norte global los ciudadanos podían consumir sin pausa y su conciencia ambiental quedaba en paz, incentivada por las autoridades ambientales y la publicidad sobre la importancia de separar y organizar los residuos domésticos. Las grandes corporaciones de la industria petroquímica adoptaron el lenguaje de la economía circular global, una estrategia orientada a asegurar su legitimidad pública al tiempo que ampliaban sus mercados y, por supuesto, aparecieron empresas globales de comercio de desechos que se lucraron al máximo[5].

Pero, si todo era tan exitoso… ¿Por qué China puso fin a este modelo de flujo de desechos? ¿Qué está pasando en la ecología-mundo capitalista?

En la primera década del siglo XXI, China se vio inundada de desechos globales. Lo que en un principio fue visto como un impulso al desarrollo económico se transformó en su contrario. Muchos de estos desechos no solo eran de mala calidad, sino que estaban contaminados. Además, los contenedores llevaban también basuras peligrosas y no reciclables. Los fabricantes chinos debían realizar grandes inversiones en la reclasificación de materiales y en la eliminación de las materialidades peligrosas, lo que implicó crear zonas de sacrificio ambiental en varias regiones chinas.

Por esta razón, en 2013 el gobierno chino diseñó la «Operación Green Fence», la cual buscó establecer controles sobre la calidad de los materiales de desecho importados y reprimir el comercio ilegal y el contrabando de desechos globales. Estas medidas pusieron en evidencia que las grandes potencias capitalistas estaban obviando el Convenio de Basilea que establece sobre el control de los movimientos transfronterizos de los desechos peligrosos[6]. Los exportadores de basura global hacia China argumentaron que el Convenio de Basilea no esclarece qué se considera residuos peligrosos y, por eso, los principales exportadores de residuos se negaron a firmarlo. Las potencias capitalistas del norte global no juegan limpio cuando de basura se trata. Utilizaron la exportación de plástico a China para deshacerse de otras basuras, incluso residuos tóxicos y peligrosos.

También hubo cambios significativos en la sociedad China que explican el cambio de prioridades ambientales en relación con la importación de desechos. En las últimas décadas apareció una clase media y un movimiento sindical hartos de la contaminación causada por los desechos importados, lo que trajo olas de protesta e inconformidad pese a la censura y las políticas de cooptación gubernamentales. En 2015 y en 2016 la opinión pública china fue estremecida con los documentales Under the Dome y Plastic China, respectivamente, que señalaron los duros efectos del reciclaje informal y la contaminación del aire, el agua y el suelo del país asiático[7]. A la presión ciudadana se le debe agregar el incremento del gasto público por razones de descontaminación ambiental, así que estas condiciones empujaron a la República Popular China a endurecer la política de importación de desechos. En 2017 el gobierno proclamó la agenda denominada “Espada Nacional” para hacer frente a la basura del norte global, que detalla las regulaciones para la calidad de la basura importada y prohíbe la importación de 24 tipos de desechos, incluido el plástico no industrial.

En marzo de 2018 China dejó de importar plástico, papel y otros tipos de chatarra de baja calidad. Así que, miles de toneladas de plástico desechado empezaron a acumularse en puertos e instalaciones de reciclaje de todo el mundo, principalmente del norte global que, considerando a China como su principal vertedero, no desarrolló tecnologías de reciclaje en su propio patio.

China es hoy una superpotencia económica en la ecología-mundo capitalista y su gobierno busca dejar de ser consumidora de tecnología, basura e ideas de sus rivales capitalistas. Ahora se proyecta como el epicentro de nuevos patrones globales. Y, en lo que respecta a la gestión de desechos, su política es reemplazar el sector de reciclaje informal por “parques eco-industriales” de alta tecnología más limpios. El propósito es, como sugiere Kate O’Neill, liderar un nuevo enfoque en la disputa por definir los criterios de la economía circular en el marco del capitalismo.

China pretende transitar a una nueva lógica, sea o no un error querer compatibilizar el exceso de producción y consumo, por un lado, con la gestión de desechos, por el otro. Pero mientras eso ocurre, sus competidores en el norte global no están dispuestos a hacer cambios sustantivos en la dinámica establecida, por lo que, previendo el cierre del gran vertedero chino, se están creando nuevas zonas de sacrifico a las que reorientar los flujos de desechos en la ecología-mundo capitalista. El norte global está reorganizando la geografía mundial de flujos de basura plástica, mediante métodos legales e ilegales, que acorten las cadenas mundiales y abaraten costos de transporte. De hecho, un informe de Interpol establece que en los dos últimos años, a partir de la entrada en vigor de la política Espada Nacional de China, se ha incrementado el comercio ilegal de residuos[8].

Según Interpol, dos son los espacios que constituyen la periferia tóxica de las potencias europeas: en primer lugar, los países de Europa del Este (especialmente la República Checa, Polonia y Rumania), y, en segundo lugar, la denominada región MENA (Medio Oriente y los países del Magreb). En el tránsito de estos flujos, cuyo destino final son los vertederos ilegales, los desechos peligrosos se camuflan o son legalizados sin mayor control ambiental. El impacto es nefasto, tanto en lo social como en lo ambiental. Por citar un ejemplo: desde 2018, en Polonia, se han producido incendios en vertederos ilegales en los que se depositan basuras domésticas y de grandes supermercados, que salen del Reino Unido etiquetadas como plástico de la “lista verde” de la Unión Europea. En Zgierz, en el centro de Polonia, los propietarios del vertedero quisieron borrar las pruebas del delito que supone la importación ilegal prendiendo fuego a los casi tres mil metros cúbicos de basuras, con severos impactos para la salud humana y el resto de la naturaleza en este territorio.

Las pujantes economías asiáticas (Japón, Corea del Sur, Taiwán… entre otras) y Australia encuentran un mercado legal e ilegal de residuos plásticos en Malasia, Tailandia y Vietnam, países en que se reproduce el viejo discurso que glorifica la basura importada como materia prima para el desarrollo, pese a que, según señala Interpol, son países que carecen de la infraestructura adecuada para el reciclaje de plásticos.

En el caso de Estados Unidos y Canadá, si bien no renuncian a exportar desechos a los países asiáticos, están diversificando sus zonas de envío. Estados Unidos incluso está llevando su basura plástica a ecosistemas inhabitados por humanos. Un reportaje periodístico de 2016 sobre la inundación global de plástico estadounidense informa que en ese país se han constituido empresas que compran todo tipo de plástico, contaminado o no, y lo exportan a 78 destinos, también a ecosistemas vírgenes (es el caso de la Reserva Marina de las Islas Heard y McDonald (HIMI) en el océano Índico australiano, hasta 2016 protegido celosamente). Según el mencionado reportaje, estas “islas deshabitadas” han recibido 57 toneladas métricas de desechos plásticos no clasificados procedentes de Estados Unidos[9]. Sin embargo, la nota periodística oculta que esta decisión pone en riesgo estos ecosistemas frágiles. Las autoridades ambientales buscaron restringir y controlar la presencia de especies exóticas causantes de la devastación de poblaciones reproductoras de aves marinas, la modificación de las comunidades de plantas e invertebrados, la reducción general de la biodiversidad y las extinciones locales[10]. Ahora, las consecuencias de la presencia de esta nueva materialidad desechada ofrecen un sombrío panorama.

Por razones de cercanía geográfica, pero también por factores geopolíticos, el destino de la basura plástica de Estados Unidos y Canadá tiende a ser América Latina y el Caribe. Según Interpol, en 2020 se notó un notable crecimiento del sector de reciclaje en la región, impulsado por inversionistas de China y Estados Unidos que esperan sacar provecho del exceso de plástico norteamericano. Así, los agentes privados se benefician de las institucionalidades débiles, con escasa capacidad para realizar controles ambientales a las importaciones provenientes de Norteamérica. Para ese año México, El Salvador y Ecuador se habían convertido en los principales importadores de desechos plásticos, con 32.650 toneladas, 4.054 toneladas y 3.665 toneladas respectivamente[11]. Recordemos que Estados Unidos no es firmante del Convenio de Basilea, y está utilizando los tratados de libre comercio y las fisuras del Convenio para firmar acuerdos bilaterales con otros países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) con los cuales, según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, “intercambió” el 55% de sus basuras plásticas. Actualmente, en América Latina, forman parte de la OCDE los siguientes países: Chile, Colombia, México y Costa Rica, cuyos gobiernos pueden estar tentados a convertirse en receptores de la basura norteamericana en nombre de las medidas de recuperación económica  postpandemia.

La reconfiguración del flujo de plástico desechado en la ecología-mundo capitalista amenaza seriamente la vida humana y no humana en la periferia global. La inundación de estos desechos crea nuevas zonas de sacrifico, afecta a la salud humana, así como al bienestar de otras especies. Y, de manera particular, impacta negativamente sobre la economía popular de millares de recolectores de materiales descartados que recorren las calles de las ciudades del sur global y que ahora se enfrentan a la competencia de la basura importada. Es en estas condiciones que debe exigirse la defensa del trabajo de los recicladores populares y de sus organizaciones, algo fundamental en el sur global. Además, en el escenario de profundos desafíos en que nos encontramos, la ciudadanía debe presionar para que las políticas gubernamentales garanticen la soberanía ambiental y social de sus respectivos países.

Notas
[1] El concepto de ‘zonas de sacrifico’ hace referencia a espacios sometidos recurrentemente a daño socioambiental debido a la saturación de efectos contaminantes. Usualmente estas zonas están habitadas por poblaciones racializadas o de bajos ingresos, así que padecen procesos de injusticia ambiental. También, en una perspectiva antropocéntrica, pueden ser regiones sin habitantes humanos, pero con vida no humana considerada ‘no valiosa’ o ‘de menor impacto ambiental’ por parte de quienes toman las decisiones de contaminar.
[2] Jason W. Moore. (2020). El capitalismo en la trama de la vida. Ecología y Acumulación de Capital. Madrid: Traficantes de Sueños.
[3] Susan Freinkel. (2012). Plástico: Un idilio tóxico. Tusquets Editores.
[4] Will Flower. “What Operation Green Fence Has Meant for Recycling.” Waste360. 11/02/2016.
[5] Kate O´Neill. (2019). Waste. Polity Press.
[6] Su nombre completo es Convenio de Basilea sobre el Control de los Movimientos Transfronterizos de Desechos Peligrosos y su Eliminación. Se adoptó el 22 de marzo de 1989, y entró en vigor el 5 de mayo de 1992, con la intención de poner fin a graves situaciones, relacionadas con el tráfico de residuos peligrosos, presentadas a finales de 1980. Pese a que está suscrito por 187 países, Estados Unidos se ha negado a suscribirlo y otros países han logrado modificar apartados claves del convenio para continuar exportando materiales de desecho peligrosos para toda la vida en el planeta.
7] Michael Standaert. “It Looks to Go Green, China Keeps a Tight Lid on Dissent”. Yale Environment 360. 2/11/2017.
[8] “Strategic Analysis Report – Emerging criminal trends in the global plastic waste market since January 2018”. Véase: www.interpol.int/es/Noticias-y-acontecimientos/Noticias/2020/Un-informe-de-INTERPOL-alerta-del-drastico-aumento-de-los-delitos-relacionados-con-los-residuos-plasticos
[9] Xavier A. Cronin. “America’s plastic scrap draft”. Recycling Today. 30/09/2016.
[10] Ver el informe del Departamento de Agricultura, Agua y Ambiente australiano en: http://heardisland.antarctica.gov.au/protection-and-management/history-of-protection/pressures
[11] Alianza Global para Alternativas a la Incineración (GAIA). La basura plástica llegó a América Latina: tendencias y retos en la región. Resumen ejecutivo, julio 2021.

Fuente de la Información: https://www.elviejotopo.com/topoexpress/una-breve-historia-de-la-basura-plastica/

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China: La variante ómicron se multiplica 70 veces más rápido en los bronquios que la delta pero la infección pulmonar es mucho menor, revela un estudio

Investigadores de la Universidad de Hong Kong afirmaron que su descubrimiento puede explicar por qué la cepa ómicron puede transmitirse con mayor rapidez que las variantes anteriores.

La variante ómicron del covid-19 contagia y se multiplica 70 veces más rápido en los bronquios humanos que la delta y que el virus original del SARS-CoV-2, comunicó este miércoles un equipo de investigación dirigido por científicos de la Universidad de Hong Kong (China). Según señalaron los especialistas, el hallazgo puede explicar por qué la ómicron puede transmitirse con mayor rapidez que las variantes anteriores.

El estudio, que se encuentra actualmente en fase de revisión por pares para su publicación, también mostró que la infección provocada por la nueva variante en los pulmones es significativamente menor que la de la original, lo que puede ser un indicador de una menor gravedad de la enfermedad.

Sin embargo, el doctor Michael Chan Chi-wai, investigador principal del Centro de Inmunología e Infección del Parque Científico y Tecnológico de Hong Kong, explicó que «la gravedad de la enfermedad en los seres humanos no está determinada únicamente por la replicación del virus, sino también por la respuesta inmunitaria del huésped a la infección, que puede conducir a una desregulación del sistema inmunitario innato, es decir, a una ‘tormenta de citoquinas'».

También detalló que, «al contagiar a muchas más personas, un virus muy infeccioso puede causar una enfermedad más grave y la muerte, aunque el propio virus sea menos patógeno». «Por lo tanto, junto con nuestros recientes estudios que demuestran que la variante ómicron puede escapar parcialmente a la inmunidad de las vacunas y a la infección anterior, es probable que la amenaza global de la variante ómicron sea muy importante», concluyó.

¿Cómo se hizo el descubrimiento?

Para llevar a cabo el estudio, el doctor Chan y John Nicholls, catedrático del Departamento de Patología de la Universidad de Hong Kong, aplicó un método que su equipo ha utilizado desde 2007 para investigar muchas infecciones víricas emergentes, como la gripe aviar y el coronavirus del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS). Ahora esta técnica se ha usado para entender por qué la variante ómicron puede diferir de otras variantes del SARS-CoV-2 en cuanto a transmisión y gravedad de la enfermedad .

Este método utiliza el tejido pulmonar extraído para el tratamiento del pulmón, que normalmente se desecha, para investigar las enfermedades víricas de las vías respiratorias. El equipo de científicos aisló con éxito la variante ómicron y utilizó este modelo experimental para comparar su infección con la del coronavirus original del 2020 y con la variante delta.

Los investigadores descubrieron que la ómicron se replica más rápidamente en el bronquio humano que otras variantes. A las 24 horas de la infección, la nueva variante se replicaba unas 70 veces más que la delta y el virus SARS-CoV-2 original. En cambio, la ómicron se replicó con menos eficacia (más de 10 veces menos) en el tejido pulmonar, lo que puede sugerir una menor gravedad de la enfermedad.

Fuente de la información: https://actualidad.rt.com

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China: Shanghai implementa medidas para apoyar talento femenino en áreas de ciencia y tecnología

Asia/China/10-12-2021/Autor(a) y Fuente: Spanish.xinhuanet.com

Shanghai ha implementado una serie de medidas para ayudar al talento femenino a desempeñar un papel más importante en la innovación de la ciencia y la tecnología.

Las medidas, lanzadas por 17 departamentos locales, incluyen recomendar al talento femenino para trabajar en organizaciones internacionales de ciencia y tecnología, aumentar su edad de jubilación y durante los períodos de embarazo y lactancia permitirles retrasos en los plazos.

Las medidas apoyan especialmente a las mujeres científicas para que alcancen logros en los campos de los circuitos integrados, la biomedicina y la inteligencia artificial.

La igualdad de género también ha sido enfatizada en las medidas, que especifican una participación no menor al 25 por ciento de mujeres expertas en los paneles de premiación de ciencia y tecnología y proyectos de talentos.

También se alienta a las universidades locales a realizar más esfuerzos en el fomento de talentos femeninos en los campos de la ciencia y la tecnología.

Fuente: http://spanish.news.cn/2021-12/07/c_1310357082.htm

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China autoriza primer programa de doctorado en ciencia cuántica

Asia/China/03-12-2021/Autor(a) y Fuente: Spanish.xinhuanet.com 

La Universidad de Ciencia y Tecnología de China (USTC, por sus siglas en inglés) anunció que fue autorizada para otorgar doctorados en ciencia y tecnología cuánticas, el primer programa doctoral del país en este campo.

Se espera que la medida promueva el desarrollo de las disciplinas de la ciencia y la tecnología cuánticas y eleve la calidad y la cantidad de innovadores en este sector de vanguardia, manifestó la USTC en Hefei, capital de la provincia oriental de Anhui.

La ciencia y la tecnología cuánticas se han desarrollado a pasos agigantados en los últimos años y se han convertido en la vanguardia de la ciencia y la tecnología y la transformación industrial.

La USTC ha llevado a cabo estudios en ciencia de la información cuántica desde comienzos de los años 90 y ha establecido centros de investigación relacionados, para prestar apoyo al cultivo de talentos.

En los últimos años, China ha logrado una serie de avances en tecnología cuántica, incluido el primer satélite cuántico del mundo, una línea de comunicación cuántica de 2.000 kilómetros entre Beijing y Shanghai, y el primer prototipo de máquina de computación cuántica óptica del mundo.

En Hefei, centro de la tecnología cuántica de China, se ubican más de 20 empresas de tecnología cuántica, y en 2020 se consiguió un valor de producción de unos 430 millones de yuanes (67,3 millones de dólares).

Fuente e Imagen: http://spanish.news.cn/2021-11/29/c_1310340403.htm

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