Declaración de Adele Khodr, Directora Regional de UNICEF para Oriente Medio y Norte de África, sobre la intensificación de las hostilidades en Rafah y el norte de Gaza
Niños sentados en el maletero de un carro durante su desplazamiento desde Rafah, al sur de la Franja de Gaza, debido a los continuos bombardeos y hostilidades. Mayo de 2024.
AMMÁN, 14 DE MAYO DE 2024 – “La escalada de las hostilidades en Rafah y en toda la Franja de Gaza ha agravado el sufrimiento de cientos de miles de niños y niñas, que llevan 218 días soportando una cruel pesadilla. No podemos aceptar que su tragedia se retransmita en directo como un daño colateral de un conflicto que nunca eligieron.
“La semana pasada comenzó en Rafah una operación militar temida desde hace tiempo que ha desplazado a más de 448.000 personas a zonas inseguras como Al-Mawasi y Deir al Balah. Entretanto, los intensos bombardeos y las operaciones terrestres se han extendido al norte de Gaza, dejando un rastro de destrucción en zonas como el campamento de refugiados de Jabaliya y Beit Lahia. Al menos 64.000 personas se han visto obligadas a huir de sus hogares, que han quedado devastados.
“Los civiles –ya exhaustos, desnutridos y expuestos a numerosos sucesos traumáticos– están siendo testigos del aumento del número de muertos, heridos y desplazados en medio de las ruinas de sus comunidades. Incluso las operaciones humanitarias, que se han convertido en el único salvavidas para toda la población de la Franja, se están viendo amenazadas.
“Desde el inicio de esta última escalada, UNICEF ha tenido que enfrentarse a mayores dificultades para hacer llegar cualquier tipo de ayuda hasta la Franja de Gaza. La escasez de combustible sigue siendo un problema crítico.
“En el norte, los principales hospitales situados en las zonas de evacuación, como el Kamal Adwan, el Al-Awda y el Hospital Indonesio, se encuentran en medio del fuego cruzado, lo que perturba gravemente la entrega de suministros médicos esenciales y pone en peligro muchas vidas. Las personas que están en riesgo inminente de hambruna han dejado de recibir ayuda.
“También me preocupan mucho las infraestructuras de agua y el acceso al agua potable y el saneamiento en toda Gaza. En el norte hay pozos indispensables que han sufrido grandes daños, mientras que en Rafah al menos ocho instalaciones están fuera de servicio, lo que afecta a unas 300.000 personas, muchas de ellas niños y niñas que probablemente recurrirán al agua contaminada y enfermarán gravemente. Cuando falta el agua, es la infancia la que más sufre.
“Los pasos fronterizos deben abrirse rápidamente y debe permitirse que las organizaciones humanitarias se desplacen con seguridad y proporcionen la ayuda de emergencia de la que dependen todos los niños y niñas de Gaza. De no ser así, se producirá una tragedia todavía mayor que la que ya hemos presenciado, un desenlace que debemos tratar de evitar sin dilación.
“Tras más de siete meses de conflicto, con decenas de miles de vidas perdidas e innumerables llamamientos al alto el fuego, la violencia persiste. Es crucial que callen las armas y se respeten los derechos de la infancia. Los niños y las niñas de Gaza, que están soportando atrocidades inimaginables, merecen un alto al fuego inmediato y la oportunidad de vivir un futuro en paz”.
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Fuente de la Información: https://www.unicef.org/es/comunicados-prensa/declaracion-directora-regional-unicef-oriente-medio-intensificacion-hostilidades-rafah
UCAS Technology Incubator es un centro de innovación pionero con sede en la Franja de Gaza
“…En tiempos oscuros, seamos lo suficientemente tercos
para seguir creyendo, contra toda evidencia …
que la condición humana vale la pena…” Eduardo Galeano
Acercarse a la realidad es base de un proceso educativo que pretenda ser reflexivo y crítico, incluyendo lo que sucede más allá de nuestras fronteras. La Franja de Gaza es un territorio palestino ubicado entre Israel, Egipto y el Mar Mediterráneo. Tiene 360 kilómetros cuadrados y más de dos millones de habitantes. Forma con Cisjordania el Estado de Palestina, gobernado de manera oficial por la Autoridad Nacional Palestina con reconocimiento limitado.
Según el Informe 2022 de Amnistía Internacional, las autoridades de Cisjordania y la Franja de Gaza han restringido indebidamente la libertad de expresión, de asociación y de reunión, empleando fuerza excesiva para dispersar concentraciones pacíficas. En la Franja de Gaza, tras la brutal represión de las protestas pacíficas contra el aumento del costo de la vida en 2019, se había instaurado un clima general de represión que disuadía eficazmente la disidencia.
Lo anterior muestra que la situación humanitariaen Gaza era ya terrible antes de la situación actual. ONU Mujeres lleva apoyando a las mujeres palestinas desde 1997 para conquistar sus derechos sociales, económicos y políticos, prestando en el terreno apoyo y asistencia. Lo que está sucediendo ahora impone costos injustificables y específicos a las mujeres y las niñas (16 /10/2023).
Hasta la publicación de este artículo, las fuerzas israelíes continúan intensificando su ataque a la Franja de Gaza. Amnistía Internacional ha documentado ataques ilegítimos israelíes, incluidos ataques indiscriminados, que han causado gran número de víctimas civiles y deben investigarse como crímenes de guerra ya que,según el derecho internacional humanitario, todas las partes del conflicto deben distinguir en todo momento a los combatientes y los objetivos militares de los civiles y los bienes de carácter civil y lanzar ataques únicamente contra los primeros. Los ataques directos contra civiles o bienes civiles están totalmente prohibidos y son crímenes de guerra (20/10/2023).
Todo lo anterior muestra en su cruda realidad lo que la población está sufriendo. Cuando presenté el proyecto formativo en República Dominicana, también hablé de las experiencias internacionales que en los años recientes ha desarrollado este proyecto. Recordemos que esta iniciativa social surge en los Estados Unidos en el año 2007 para mejorar el acceso a la justicia y aportar una formación jurídica de los abogados buscando una repercusión social que beneficiara a las personas de escasos recursos económicos. Esta iniciativa se ha estado replicando en diversos países, siendo la experiencia dominicana la primera en América Latina https://www.e-consulta.com/opinion/2023-10-05/experiencias-formativas-y-el-congreso-caribeno.
El proyecto de la incubadora sigue avanzando, en Pakistán en lNGO (Peace & Justice Network (2016) y en Peace & Justice Network (2018); en Bulgaria NGO (Equaly opportunities Initiative) (2020) y en la Franja de Gaza, Palestina en el INSAF (2022-2023). Todos ellos liderados por Fred Rooney, quien, por cierto, estuvo en Franja de Gaza hace escaso mes y medio.
La apertura de esta incubadora legal se realizó mediante un convenio de financiamiento con UCAS Technology Incubator, centro de innovación pionero con sede en la Franja de Gaza, dedicado a empoderar el talento local mediante el fomento de emprendedores en ciernes, pensadores creativos y nuevas empresas impulsadas por la tecnología. En el desarrollo y la ampliación del apoyo a nuevas categorías de jóvenes beneficiarios por parte de la Incubadora UCAS, se realizó la apertura de la incubadora legal INSAF (justicia en árabe), primera incubadora en Oriente Medio para apoyar a jóvenes abogados.
Esta incubadora legal se enmarca dentro del Programa Sawasya, programa conjunto entre el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y las Naciones Unidas Mujeres, que tiene como objetivo fortalecer el estado de derecho, lograr la justicia comunitaria y unificar las instituciones legales y judiciales palestinas con abogados y abogadas que ejercen la profesión y promueven el estado de derecho y la justicia comunitaria.
De manera similar a la de República Dominicana, cada abogado desarrolla su práctica en un entorno profesional y espacio común dentro de la incubadora. Además, los participantes del programa reciben apoyo con capacitación a partir de cursos y talleres de educación legal continua, habilidades de gestión empresarial y representación de clientes. A cambio, los abogados participantes proporcionan servicios gratuitos y con descuento para aumentar el acceso a los servicios legales para quienes los necesiten, adquiriendo experiencia y redes para desarrollar su práctica. Después de once meses de formación, incubación y ejercicio de la profesión, salen del programa empoderados y capaces de trabajar en temas diferentes y económicamente viables en la especialización que practicaron promoviendo y fomentando el acceso a la justicia para todas y todos.
Este tipo de proyectos diversos e innovadores, con diferentes enfoques, financiamiento y propósitos existen en todo el mundo y permiten acercarse a los saberes profesionales que se van presentando en este tipo de experiencias, reconociendo las prácticas y la acción política social de su ejercicio en la realidad social. Si bien, el futuro de este y otros proyectos de las y los jóvenes de Gaza están hoy impregnados de incertidumbre, estoy convencida que sus integrantes están apoyando a los que más lo necesitan en esta terrible situación.
Personalmente sigo caminando, recuperando y valorando la perspectiva de quienes viven la experiencia. Para acercarse a lo que son las incubadoras y como impactan en la vida de las jóvenes abogadas, en este video las mujeres de la Incubadora de Gaza, narran su experiencia dentro de este proyecto formativo Gaza women telling their story.
Pensando en esta experiencia formativa y en lo que hoy está viviendo la población palestina, es necesario insistir en lo que escribió Galeano, porque aún en los tiempos más oscuros, las acciones de las buenas personas mantienen la esperanza aún en las peores circunstancias.
Fuente de la información: https://www.e-consulta.com/opinion/2023-10-26/proyecto-formativo-en-la-franja-de-gaza
Rubina Bibi (una persona con capacidades diferentes) Alzando la voz para las niñas que no asisten a la escuela
Rubina Bibi, una mujer de 23 años de una zona rural, enseña a niñas en una institución religiosa llamada Madina Madrassa para niñas en el Consejo Sindical Hassan Wala, Bait Mulan Wali, Tehsil Alipur, distrito de Muzaffargarh. Sufrió una lesión en la columna que deformó su capacidad de moverse. Sin embargo, aquí la discapacidad no es un obstáculo para su voluntariado y siempre se esfuerza por promover la educación de las niñas. Pertenece a un pueblo económicamente marginado. La zona lleva muchos años descuidada en lo que respecta a la provisión de servicios básicos. El trabajo infantil predomina en la forma de trabajo infantil doméstico en la agricultura que incluye, entre otras, la cosecha de algodón, trigo, dátiles, caña de azúcar, patatas y la cría de ganado. Por lo tanto, los niños, especialmente las niñas, no van a la escuela o abandonan la escuela. Además, resulta en el matrimonio precoz y forzado de niñas. Existe el mito de que cuanto más joven es una niña, más fácil le resulta adaptarse a su marido y a sus suegros. Posteriormente, los matrimonios precoces y forzados se consideran una forma de afrontar las dificultades económicas.
En circunstancias tan difíciles, los maestros de escuela se quejan de la comunidad sin educación y de su actitud poco cooperativa hacia la educación porque los padres no tienen interés en matricular a sus hijos en las escuelas, especialmente a las niñas. Para hacer frente a este desafío y bajo el paraguas del Programa de Apoyo a la Creación de Capacidad Nacional para Realizar el Derecho de las Niñas a la Educación de la UNESCO , el socio implementador SYCOP ha formado y sensibilizado a organizaciones comunitarias de madres y padres para promover y proteger los derechos de las niñas a la educación. Cambiar de opinión es fundamental para abordar los problemas comunitarios de manera organizada. Rubina Bibi dirige un grupo de madres en la zona de influencia de la escuela primaria pública para niñas ( GGPS) Hassan Wala.. Pertenece a una familia con pensamientos convencionales y de la vieja escuela. Con título de matrícula, solía trabajar como jornalera en las granjas de su pueblo.
En 2019, SYCOP formó y sensibilizó a un grupo de madres en una organización impulsada por la comunidad donde Rubina Bibi se convirtió en miembro de esta organización. Es un miembro activo con confianza para interactuar con la gente y puede organizar grandes eventos de concientización comunitaria. Tuvo la oportunidad de participar en una de las actividades de movilización organizadas por SYCOP. Ella está movilizando proactivamente a la comunidad para la protección y promoción del derecho de las niñas a la educación y participando en una campaña de concientización sobre la prevención del COVID-19 en su aldea. Ella está involucrando a las partes interesadas de la comunidad para sensibilizar a la comunidad para aumentar la inscripción y la retención en las escuelas. Estas actividades se centran en concienciar a los padres, ayudar a los maestros y las escuelas a inscribir a los niños y generar apoyo para que las escuelas se adapten a las nuevas inscripciones y mejoren la retención. Además, Ella está llevando a cabo sesiones/reuniones de concientización comunitaria y apoyo psicosocial sobre la respuesta y preparación al Covid-19 para la comunidad local de su aldea. Gracias a su lucha, inscribió a 11 niñas sin escolarizar en la escuela de Hasan Wala.
“Me considero muy afortunada de ser parte del proyecto apoyado por la UNESCO que protege y promueve el derecho de las niñas a la educación en mi Tehsil Alipur. Aunque me enfrento a desafíos debido a mi discapacidad, el resto de los miembros nunca me han hecho darme cuenta de que soy diferente o me han tratado de manera diferente”, dijo Rubina Bibi.»
Fuente de la Información: https://www.unesco.org/en/articles/rubina-bibi-differently-abled-raising-voice-out-school-girls
En marzo de 2011 los jordanos salieron a la calle para pedir reformas políticas y económicas. Diez años después de las Primaveras Árabes, las promesas reformistas no se han cumplido, el país se halla en una crisis económica y social y la solución parece consistir en más represión.
El arresto el pasado 3 de abril del hermano del rey Abdalá II, el príncipe Hamza, acusado de conspirar para derrocar a su hermano, ha sido el último episodio de la creciente ola represiva que surca el reino hachemita, tanto que los jordanos han tenido que informarse en la prensa internacional para conocer lo que estaba sucediendo en su país.
El llamativo suceso ha hecho olvidar que el pasado 24 de marzo se cumplieron diez años de las protestas de la Primavera Árabe en Jordania. La celebración del aniversario fue abortada por las autoridades, que durante todo el día desplegaron numerosos efectivos en distintas partes de Ammán, impidiendo la concentración de ciudadanos y deteniendo a más de cien personas, que fueron liberadas en los días posteriores.
En 2011 los movimientos ciudadanos pedían reformas que incluían un Parlamento representativo, un gobierno elegido en las urnas, reformas constitucionales, persecución de la corrupción, la reforma del sistema impositivo, rebajar la presión del aparato de seguridad y trabajar por la unidad nacional. El rey Abdulá II prometió trabajar por la implementación de estas reformas, pero cayeron en saco roto, como viene siendo habitual. Diez años después, ninguna de estas promesas se ha cumplido: no hay reforma de las instituciones políticas, la corrupción continúa rampante, el aparato de seguridad ha incrementado su poder y el espacio cívico está totalmente limitado.
Más allá del coronavirus
La pandemia de coronavirus ha afectado gravemente a Jordania, que registra más de 627.000 casos confirmados y más de 7.100 fallecimientos desde marzo de 2020, mientras que apenas el 2,9% de la población ha recibido al menos una dosis de la vacuna. Según el FMI, la economía jordana se contrajo un 3% durante 2020, el déficit presupuestario creció un 106% y los ingresos descendieron un 9,3%. Mientras, el desempleo ha alcanzado el 24,7% de la población activa a finales de 2020 y el Banco Mundial estima en un 27% más el número de jordanos que viven bajo el umbral de la pobreza.
Sin embargo, estos indicadores económicos negativos no tienen su origen en la pandemia, sino que son parte estructural de la economía jordana, principalmente importadora, basada en el sector servicios y el turismo, una débil industria centrada en la exportación, con bajo rendimiento del sector agrícola y dependiente de las rentas procedentes de la ayuda internacional y las remesas.
Un claro ejemplo son los presupuestos anuales de 2021, que permiten vislumbrar las carencias sistémicas, como un anticipo del déficit presupuestario en 2.600 millones de dinares jordanos (3.118,5 millones de euros). El Gobierno prevé recolectar el 76% de los ingresos a través del sistema impositivo (principalmente del sector privado) y estima destinar la mayor parte del gasto público al aparato civil (24,5%), Ejército y seguridad (27,5%), deuda pública (15%), prestaciones por jubilación y compensaciones (16%) y apenas un 5% en asistencia a los más vulnerables, salud, educación o subsidios. Dada la precaria situación que gran parte del comercio minorista y de sectores como la restauración atraviesa, las previsiones de ingresos pueden cambiar a la baja. Las reformas del sector impositivo no han surtido el efecto deseado y medidas como el recorte del sector público, necesario ante la imposibilidad de hallar nuevas fuentes de ingresos, se ven impedidas por el uso del sector público como moneda de cambio para comprar lealtades y favores, particularmente en la relación con los principales grupos tribales. Asimismo, en los últimos años la inversión directa extranjera también ha descendido en más de un 50%, debido al deterioro de la seguridad nacional y regional y la dificultad de hacer negocios debido a las trabas burocráticas, imposibilitando el desarrollo de proyectos de infraestructura y energía. Finalmente, la baja inflación demuestra el escaso poder de compra de los ciudadanos e impacta negativamente sobre la recuperación económica.
El alto nivel de desempleo está directamente relacionado con los sectores productivos de la economía, aunque no refleja el desempleo real. La mitad de la población jordana trabaja en el sector informal, por lo que es muy vulnerable a la pérdida de trabajo, y a la ausencia de un sistema de seguridad social efectivo que proteja a los desempleados e incentive el alta en el mismo, pero se resiste a ser regulado. Por otra parte, la dependencia externa lastra a la economía jordana de forma catastrófica, pues tanto su energía como su seguridad alimentaria están sujetas a la importación de productos como hidrocarburos, cereales, azúcar o carnes, muchos de ellos subsidiados hasta hace poco, suponiendo un gasto desorbitado par las arcas públicas.
Finalmente, los jordanos son cada vez más conscientes de la corrupción generalizada en el país. Según el último Índice de Percepción de la Corrupción publicado por Transparencia Internacional, Jordania figura como el 60 país menos corrupto a nivel global, pero el 55% de los jordanos consideraba en 2019 que la corrupción había aumentado durante el último año. La pandemia no ha hecho sino empeorar esta percepción, tal y como atestigua el enfado generado por la negligencia que causó la muerte de nueve pacientes en un hospital público por falta de oxígeno.
Inmovilismo político y aumento de la represión
Pese a las promesas de reforma política y económica, lo cierto es que el espacio político jordano se ha reducido desde 2011. La vigilancia sobre la discusión pública ha aumentado y con ello las dificultades de discutir sobre reformas democráticas. Se da una cierta tendencia inmovilista. Un ejemplo de esta persecución es el caso de los Hermanos Musulmanes. Aprovechando divisiones internas, el Gobierno reconoció en 2015 a la nueva organización disidente Sociedad de los Hermanos Musulmanes, leal al régimen, como legítima, y ordenó la disolución de los Hermanos Musulmanes originales, alegando que esta última no cumplía con la ley de partidos políticos. Pese a que recurrieron dicha decisión judicialmente, el Tribunal de Casación sentenció en julio de 2020 que la organización era ilegal y debía ser disuelta, aunque se trata de una decisión política influenciada por las presiones de países como Emiratos Árabes Unidos y su cruzada regional contra la hermandad.
El aparato de seguridad ha acaparado cada vez más espacio de acción y decisión a todos los niveles. A través de instrumentos legales como la Ley de Prensa y Publicaciones, la Ley contra el Cibercrimen o la Ley antiterrorista se ha criminalizado a periodistas y autores por expresar sus opiniones o, simplemente, compartir información en redes sociales. “La libertad de prensa está en su punto más bajo en muchos años, tanto en términos de autocensura como de temas que la prensa local ya no cubre”, apunta Adam Coogle, director adjunto de la división de Oriente Medio y Norte de África de Human Rights Watch.
Durante los últimos años no solo ha habido un aumento notable de la represión y la censura contra periodistas, activistas, dibujantes e, incluso, diputados, sino también del ciberespacio a través de la disrupción de redes sociales y de la conectividad como herramienta de gestión de las movilizaciones sociales. “En los últimos siete u ocho años ha habido una creciente oposición desde el Gobierno a Internet y la creencia de que este medio tiene que ser limitado y regulado”, apunta Issa Mahasneh, director ejecutivo de la Asociación Jordana de Código Abierto (JOSA, por sus siglas en inglés). Esta tendencia, que comenzó durante las protestas contra la austeridad de 2018, se ha afianzado. “Desafortunadamente, esto es algo recurrente. La gente ya espera, cada vez que hay una gran manifestación, que Facebook Live se vuelva inaccesible para sus usuarios”, señala Mahasneh. Desde JOSA reclaman mayor transparencia por parte de las autoridades respecto a estas disrupciones, cuya causa se niegan a explicar. En la actualidad, no existe base legal que justifique a las autoridades jordanas bloquear el acceso a determinadas aplicaciones sociales, ya que la única institución capacitada para bloquear la Red es la Comisión Reguladora de las Telecomunicaciones y para ello necesita una orden judicial amparada por la legislación vigente, tal y como sucede en el caso de los medios de comunicación online, cuyo bloqueo está respaldado por la ley de Prensa y Publicaciones. “El Gobierno insiste en que este es un país gobernado por el Estado de derecho. Este es el argumento que le lanzamos al gobierno: ‘De acuerdo. Si lo somos, muéstranos el respaldo legal detrás de este bloqueo’”, señala Raya Sharbain, gestora de programas de JOSA.
La pandemia ha retirado el velo sobre la creciente militarización de la vida pública que vive el país, que cada vez se asemeja más a algunos de sus vecinos. En marzo de 2020, el Gobierno aprobó una Ley de Defensa como medida excepcional para hacer frente a la pandemia. Un año después, esta norma, que otorga amplios poderes al primer ministro para gobernar por decreto, sigue vigente. Hasta la fecha se han publicado 27 de estos decretos, que en muchos casos están redactados en términos muy ambiguos, lo que permite perseguir penalmente a aquellos ciudadanos que compartan determinadas informaciones que “extiendan el pánico”. Esta tendencia ha acrecentado la represión durante la pandemia, que ha ofrecido episodios como la prohibición del sindicato de profesores y la detención y sentencia de sus líderes bajo cargos fabricados. “No se trata de nada nuevo. Simplemente, han ido más lejos que antes. Esto no es un producto de la legislación de emergencia, todo se ha hecho utilizando la legislación existente fuera de la pandemia”, apunta Coogle.
“Golpe de Estado” y golpe de efecto antidemocrático
Pese a que las autoridades militares negaron públicamente el arresto de Hamza, el vídeo filtrado a la BBC por el propio príncipe reconociendo estar bajo arresto domiciliario e incomunicado y un audio que ha sido posteriormente filtrado en redes sociales donde se escucha al jefe de las fuerzas armadas advertirle sobre sus actividades y al príncipe expulsándole de su domicilio, contradicen la narrativa oficial. En el vídeo Hamza arremetió contra la incompetencia y corrupción de los gobernantes y la creciente represión en el país, recogiendo así las reclamaciones de las últimas protestas. Además de él, también fue arrestado Bassem Awadallah, antiguo asesor del rey Abdalá y cercano a Mohammad Bin Salman, lo que ha avivado los rumores de la implicación saudí en la supuesta desestabilización.
Las autoridades han buscado vincular Hamza a la figura de Awadallah con el objetivo de desacreditar al primero frente a la población, pero el resultado ha sido el opuesto. El Gobierno no se ha referido a los sucesos como “golpe de Estado” sino como “acciones desestabilizadoras”, con conexiones internacionales hasta ahora desconocidas. Pero son muchos los jordanos que cuestionan la veracidad de lo ocurrido o al menos creen que les están ocultando una parte de lo sucedido, hecho que queda demostrado por la prohibición impuesta a los medios de informar sobre esta cuestión. Lo que sí está confirmado es el triste precedente que este suceso ha sentado en el país, y aunque el propio Hamza ha movido ficha declarando públicamente su lealtad al rey, la cuestión está lejos de haberse resuelto. En cualquier caso, su consecuencia más palpable será el aumento, aún más si cabe, de la vigilancia y la represión.
A diez años de la Primavera Árabe, la esperanza reformista parece haber pasado de largo por Jordania. La falta de democracia y participación de la sociedad civil, la corrupción rampante, el creciente desempleo y escaso crecimiento económico, la creciente represión y militarización de la vida pública no hacen presagiar avances. Después de la pandemia, a las autoridades jordanas se les acaban los chivos expiatorios para continuar posponiendo unas reformas tan necesarias que, de no ser implementadas, acabarán fagocitando al propio sistema.
Asia/Jordania/06-09-2020/Autor(a) y Fuente: spanish.xinhuanet.com
AMAN, 1 septiembre, 2020 (Xinhua) — Imagen del 1 de septiembre de 2020 de estudiantes en una escuela en el primer día del nuevo año escolar en Amán, Jordania. (Xinhua/Mohammad Abu Ghosh)
AMAN, 1 septiembre, 2020 (Xinhua) — Imagen del 1 de septiembre de 2020 de estudiantes en una escuela en el primer día del nuevo año escolar en Amán, Jordania. (Xinhua/Mohammad Abu Ghosh)
AMAN, 1 septiembre, 2020 (Xinhua) — Imagen del 1 de septiembre de 2020 de una estudiante en una escuela en el primer día del nuevo año escolar en Amán, Jordania. (Xinhua/Mohammad Abu Ghosh)
Fuente e Imagen: http://spanish.xinhuanet.com/photo/2020-09/03/c_139335969.htm
Más de dos millones de estudiantes regresaron a las escuelas en Jordania, aunque con medidas preventivas contra la pandemia de la Covid-19, destacan hoy medios informativos locales.
El inicio del curso escolar se caracterizó por una combinación de alumnos en aulas y otros bajo el sistema de enseñanza a distancia.
Este último método estuvo en funciones en los últimos seis meses para evitar la propagación del mortal patógeno.
Unos cuatro mil 940 centros docentes abrieron sus puertas después de garantizar preparación educativa y de salud, según Petra, la Agencia de Noticias de Jordania.
La fuente refirió que se recibirá el alumnado en turnos para evitar hacinamiento, mientras unos 90 mil educadores retomaron sus funciones en sus respectivos centros docentes.
El ministro de Educación Tayseer Nuaimi abriga la esperanza de que los padres coadyuven en la concientización de sus hijos a la luz de las circunstancias excepcionales.
Con dos mil 97 positivos a la Covid-19 y 15 muertos, Jordania presenta un panorama menos desolador que los países de su entorno, aunque las autoridades temen por nuevos brotes y no flexibilizaron del todo las medidas de protección.
Asia/Emiratos Árabes/20 Febrero 2020/https://wam.ae/
Dubái Cares ha anunciado el reciente lanzamiento de tres programas educativos innovadores en Jordania, destinados a empoderar a los refugiados sirios y niños jordanos, junto con educadores y representantes del gobierno.
El lanzamiento de los programas fue presenciado por una delegación de Dubái Cares, dirigida por el Director Ejecutivo de la organización, Dr. Tariq Al Gurg, en la Escuela Primaria Um Farwah en Bayader Wadi Al Seer de Jordania.
Se comprometieron más de US $ 7 millones (AED26 millones) para los tres programas que cubrirán un espectro completo de necesidades educativas en los niveles preprimario, primario y secundario entre los refugiados y las comunidades de acogida en Jordania.
La delegación también se dirigió a Al-Ara’ek, una organización comunitaria en Hay Nazzal de East Amman, donde se realizó un recorrido por las instalaciones antes de una reunión con maestros, niños y sus padres, así como con el comité comunitario local.
Uno de los programas, lanzado en asociación con Plan International Jordan, Plan International Canada, Lamsa World y Ustad Mobile, verá más de $ 1.5 millones (AED5.5 millones) invertidos en el campo de la educación preprimaria. El programa proporcionará atención y desarrollo de la primera infancia, ECCD, servicios para niños refugiados sirios, así como niños de comunidades de acogida.
Un informe del ACNUR muestra que solo el 69 por ciento de los niños en Jordania menores de seis años, e incluso menos entre los refugiados sirios, tienen acceso a atención preprimaria, y el acceso a KG privado se considera un lujo, y la provisión pública de preprimaria Los servicios son muy bajos.
Con una duración de dos años, el programa buscará garantizar que 4.000 niños y niñas, con edades comprendidas entre cinco y seis años, estén adecuadamente preparados para ingresar a la educación de primer grado. El programa se extenderá a niños de tres provincias de Jordania, incluido el campo de refugiados de Azraq. También busca movilizar y alentar a 2.000 padres a inscribir a sus hijos, aumentando el acceso a jardines de infancia a través de planes de expansión.
El programa centrado en el ECCD también busca apoyar a los niños que ya están matriculados en escuelas de preescolar, mejorando la calidad de los jardines de infantes establecidos a través de programas integrales de capacitación de maestros y apoyo psicosocial para niños vulnerables en la comunidad.
Al destacar la importancia del programa, el Dr. Tariq Al Gurg dijo: «A través de este programa, Dubái Cares tiene como objetivo apoyar la educación preescolar de calidad y estimular los servicios de cuidado para todos los niños. Esto incluye apoyar al Gobierno de Jordania para lograr su objetivo de universalizar la preescolar educación escolar dentro de la comunidad de acogida y campamentos de refugiados en todo el país «.
«Este programa», continuó, «también está en línea con la estrategia» Educación en emergencias «de Dubái Cares, ya que tiene como objetivo apoyar a los niños sirios y jordanos en el nivel preprimario al darles acceso a una educación de calidad desde el principio, mientras aprovecha la tecnología a través de dispositivos móviles existentes para aumentar el alcance sin infraestructura adicional «.
La delegación de Dubái Cares también lanzó el programa titulado, Transformando la educación de los refugiados hacia la excelencia, TREE. El programa, implementado por Salvar a los niños y el MIT Abdul Latif Jameel Laboratorio Mundial de Educación, MIT J-WEL, tiene como objetivo apoyar la necesidad urgente de desarrollo profesional docente, TPD, en un contexto extremadamente desafiante.
Durante un período de cinco años, el programa TREE de $ 5.5 millones (AED20.2 millones), que incluye una contribución de $ 1.5 millones de Dubái Cares, involucra a maestros, directores y representantes del gobierno con el equipo del programa para desarrollar y refinar un proceso iterativo que se enfoque en dos áreas centrales para mejorar la TPD en Jordania. Este programa piloto, que beneficiará a 1.350 maestros e impactará a 745.000 personas en Jordania, será escalable para ayudar a millones de niños en situaciones de crisis.
El tercer programa, ‘MiyaMiya’, es un programa habilitado por la tecnología enfocado en la reintegración de los niños fuera de la escuela a la educación secundaria, que es clave para obtener acceso a oportunidades laborales básicas y abrir caminos hacia la educación superior.
Según un informe del ACNUR, solo alrededor del 20 por ciento de los niños sirios en edad escolar secundaria están matriculados en educación formal, mientras que el resto trabaja principalmente para mantener a sus familias.
No asistir a la educación secundaria impide que los estudiantes aprueben el examen final «Tawjihi» y reciban la certificación escolar necesaria para acceder al mercado laboral o estudiar más. La tasa de éxito para aprobar el «Tawjihi» es solo del 32 por ciento entre los jóvenes refugiados sirios y del 40 por ciento entre los jóvenes jordanos, lo que subraya la presión general sobre los maestros y la falta de inversiones en capacidad pedagógica durante décadas.
MiyaMiya cuenta con el apoyo de un consorcio de donantes mundiales, incluidos Dubái Cares, la Fundación One, la Fundación Vitol y el Grupo Chalhoub. El líder de tecnología educativa con sede en Washington DC, Pedago, el iniciador del proyecto, actuará como gerente del programa, con Questscope con sede en Amman implementando la iniciativa en todo el Reino. La Fundación Queen Rania para la Educación y el Desarrollo ofrece capacidad de diseño, investigación y evaluación.
Fuente e imagen tomadas de: https://wam.ae/es/details/1395302824576
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