La escasez de mujeres en la Universidad de Tokio en Japón es un subproducto de la desigualdad de género profundamente arraigada en el país, donde todavía no se espera que las mujeres logren tanto como los hombres y, en ocasiones, se alejen de las oportunidades educativas, escribe Motoko Rich. para el New York Times .
El primer ministro Shinzo Abe ha promovido una agenda de empoderamiento femenino, al jactarse de que la tasa de participación de la fuerza laboral de Japón entre las mujeres supera incluso a la de los Estados Unidos. Sin embargo, pocas mujeres llegan a la suite ejecutiva o los niveles más altos del gobierno. Aunque las mujeres representan casi la mitad de la población de pregrado de la nación, las universidades más antiguas y elitistas reflejan, y magnifican, un registro mediocre en elevar a las mujeres a los alcances más poderosos de la sociedad.
Durante casi dos décadas, la inscripción de mujeres en la Universidad de Tokio ha rondado el 20%, una falta de paridad que se extiende a muchas de las mejores universidades. Las universidades de Japón van a la zaga de otras instituciones selectivas en toda Asia. Las mujeres representan casi la mitad del alumnado de la Universidad de Pekín en China, el 40% de la Universidad Nacional de Seúl en Corea del Sur y el 51% de la Universidad Nacional de Singapur. Informe completo en el sitio bdnews24
Los excelentes resultados de China continental, Macao y Hong Kong contrastan con las críticas domésticas ante la presión que el sistema educativo impone a los estudiantes
China continental —representada por Pekín, Shanghái, Jiangsu y Zhejiang— se sitúa primera en el podio de la evaluación educativa PISA con una valoración media de 578 puntos. A la región administrativa especial de Macao le ha correspondido el bronce (542) por delante de Hong Kong, cuarta (530). Solo otro país asiático, Singapur, segundo (556), ha logrado interponerse en la hegemonía del sistema educativo chino, el cual, sin embargo, es objeto de críticas dentro del país por la presión que sufren los escolares.
China triunfa en todo: lectura, matemáticas y ciencia. Incluso «su 10% inferior mostró una capacidad lectora superior a la media de los países de la OCDE», remarca Ángel Guría, secretario general del organismo, en el prefacio del informe. Aunque la victoria tiene, no obstante, truco: las cuatro regiones seleccionadas son las más ricas del país. Ordenadas de acuerdo a su PIB per cápita según datos oficiales de la Oficina Nacional de Estadísticas china, Pekín es la primera, Shanghái la segunda, Jiangsu la cuarta y Zhejiang la quinta de un total de 31 provincias de riqueza muy desigual. Solo las cifras de esta última —98.643 yuanes en 2018 (unos 12.600 euros)— suponen más del doble de cualquiera de la mitad inferior. Precisamente por eso, el propio informe reconoce que el nivel educativo en estos cuatro territorios, cuya población conjunta supera los 180 millones de habitantes, “está lejos de representar a China por completo”.
Lenora Chu, periodista y autora del libro Little Soldiers —Pequeños soldados, en inglés— sobre el sistema educativo chino apunta por teléfono que, pese a los condicionantes, “los resultados merecen atención ya que, aunque la muestra comprende a las provincias más prósperas del país, su nivel de ingresos per cápita sigue siendo inferior a la media de los países de la OCDE [36.750 euros en 2018]”. “Hay tres razones fundamentales que explican esto”, añade, “la primera es que escolarización de los hijos se afronta como un esfuerzo de toda la familia, hasta el punto de constituir el primer gasto del hogar; la segunda es un método de aprendizaje en el que la memorización tiene un mayor peso; y, por último, una mentalidad de crecimiento: los alumnos entienden el éxito como una cuestión de trabajo más que de capacidad intelectual”.
La educación en China se ha caracterizado tradicionalmente —haciendo del habla popular ciencia— por el trabajo intensivo. Los resultados de PISA reflejan, en efecto, que los escolares chinos son los segundos más aplicados con más de 55 horas semanales de estudio sumando aula y casa, muy por delante de las 44 de media de la OCDE. “El Gobierno chino necesita que sus ciudadanos crean en el sistema, en la idea de que si trabajas lo suficientemente duro alcanzarás un futuro mejor: esa es la base sobre la que el partido ha edificado su legitimidad”, apunta Chu. La escolarización es para los jóvenes, por tanto, “una manera de asegurar que se mantienen en esa escalera”.
El sistema educativo del gigante asiático está atravesado de sucesivos cortafuegos: grandes exámenes como el zhongkao —al acabar la escuela primaria— o el gaokao —antes de acceder a la universidad— sin los que no es posible alcanzar el siguiente escalón. Esto provoca que, como si de una competición se tratara, muchas familias opten por complementar el aprendizaje de sus hijos con una segunda escuela, para así garantizar los mejores resultados posibles en clase. Es el caso, por ejemplo, de Chen Shiyu, una niña de 10 años, alumna de un centro de primaria en el norte de Pekín. Según cuenta su madre, Chen tiene un tutor privado con el que estudia chino, inglés y matemáticas, las tres asignaturas fundamentales a su edad. “Lo hacemos para asegurarnos de que pase de nivel y, sobre todo, por su confianza personal: si las cosas no le van bien en clase, no tendrá seguridad en sí misma y no querrá ir a la escuela”.
Ello se traduce en que, en una jornada normal, Chen termina su segunda ronda de clases a las cinco de la tarde. Hasta las diez, hora en la que se va a la cama, tendrá que cenar y hacer deberes por partida doble, colegio más academia, durante una media de tres horas, por lo que su madre calcula que solo disfruta de una hora de tiempo libre al día. “Todos los padres sufren por no poder dejar que sus hijos disfruten de la infancia”, explica, “pero al mismo tiempo el resto de niños están aprendiendo cosas y hay una enorme presión competitiva”.
El sistema educativo chino mantiene, de este modo, un extraño equilibrio: de un lado, excelentes resultados en los test internacionales; de otro, fuertes críticas por producir “graduados con puntuaciones altas, habilidades bajas y salud débil”, tal y como exponen los investigadores Xu Zhao, Robert L. Selman y Helen Haste en un estudio titulado Estrés académico en las escuelas chinas. Este texto se hace eco de una encuesta según la cual, de una muestra de más de 2.000 niños chinos, un 81% aseguraba preocuparse “mucho” por los exámenes y un 73% confesaba haber sufrido castigos físicos a causa de su desempeño escolar. El Libro Azul de Educación publicado en 2014 por el Gobierno del país ya apuntaba que el 93% de 79 suicidios de jóvenes investigados ese año estaban relacionados con cuestiones académicas.
Todo esto está empezando a cambiar. En el distrito en el que vive Chen, las autoridades locales han comenzado a limitar la cantidad de deberes, en algunos casos hasta eliminarlos por completo. “El ministerio de educación está desarrollando un enorme esfuerzo para reformar el sistema. Creen que los niños trabajan demasiado duro y desean prepararlos para una educación más moderna, haciendo énfasis en la creatividad y la flexibilidad”, explica Chen, quien no es optimista. “Creo que fundamentalmente las cosas no han cambiado. Puede que los niños dejen de tener deberes en el colegio, pero seguirán realizando tareas relacionadas con sus actividades extracurriculares para obtener más ventajas competitivas frente a sus compañeros”. Una frase del informe PISA resume lo que está en juego: “la calidad de las escuelas hoy alimentará la fortaleza de la economía mañana”.
Los últimos resultados del Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés) publicados hoy, mostraron que los estudiantes japoneses tienen altos niveles en ciencias y matemáticas, pero sus habilidades de lectura son deficientes.
El programa de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) realiza cada tres años un examen mundial de las habilidades de los estudiantes de 15 años en lectura, matemáticas y ciencias.
En esta oportunidad se encuestaron 600 mil estudiantes de 79 países y según los resultados los jóvenes chinos encabezaron las tres categorías y Singapur alcanzó el segundo lugar.
Mientras, los japoneses ocuparon el quinto lugar en ciencias, tres lugares menos que en la encuesta anterior; en matemáticas, bajaron de un nivel al sexto; pero en lectura, cayeron al lugar 15.
Históricamente, la encuesta ha tenido un impacto significativo en la política educativa de Japón, pues en 2003 cuando mostró una disminución en las habilidades de lectura, se incrementaron las horas de clase y se reactivó una prueba de aptitud escolar en todo el país.
Luego de conocer estos últimos resultados, funcionarios del Ministerio de Educación japonés dijeron que estudiarán las causas de esa disminución con el objetivo de mejorar la calidad de la educación en sus nuevas pautas de enseñanza.
En su edición 2018 las pruebas PISA se concentraron en la evaluación de las capacidades de lectura y los resultados sugieren que uno de cada cuatro estudiantes no pueden completar las tareas más básicas de lectura.
Además el porcentaje de estudiantes con baja comprensión lectora también aumentó en comparación con 2009, el último año en que PISA se enfocó en Lectura.
‘Sin la educación adecuada, los jóvenes languidecerán al margen de la sociedad, incapaces de enfrentar los desafíos del futuro mundo del trabajo, y la desigualdad continuará aumentando’, advirtió el Secretario General de la OCDE, Ángel Gurría, al presentar el informe.
Con su uso creciente, los padres de los asentamientos en Irak sienten que tienen menos control sobre sus hijas, esto puede contribuir a que las casen antes para evitar «la vergüenza»
Según la ONU, el desplazamiento a gran escala causado por el conflicto sirio ha llevado a un aumento alarmante de casos de matrimonio infantil en los campos de refugiados sirios. La pobreza, la inseguridad y la creencia de que tal vez, sus hijas tendrán una vida mejor en otro lugar, puede llevar a algunas familias de refugiados a casar a sus hijos.
Pero, ¿y si hubiera otra causa con la que relacionar el incremento de matrimonios infantiles? Hablamos de las redes sociales.
Protegiéndose con una manta, en el piso de un centro de refugio para mujeres en uno de los campos de refugiados de Irak, se encuentra Aya, de 17 años, que huyó de Siria a pie cuando tenía solo diez años.
«La vida de casada ha sido difícil», dice Aya. «Cuando tenía 15 años, no quería casarme, pero mis padres me obligaron. Me dijeron que era ya mayor y que tenía que casarme, que no tenían otra opción para mí. Tuve que dejar la escuela». «Desde el principio, mi esposo venía a casa y me forzaba, me pegaba y me pegaba. Él tenía 23 años cuando nos casamos».
Fátima, la trabajadora social que atiende a Aya, dice que en el centro de mujeres donde Aya busca refugio hay dos archivos sobre ella: uno del abuso infligido por su padre antes del matrimonio y otro del abuso infligido por su esposo.
Aya agarra con fuerza la mano de su trabajadora social.DANIEL WHEELERWORLD VISION
Las grandes brechas de edad conyugal, los desequilibrios culturales de poder de género y el aislamiento social hacen que las niñas que se casan antes de los 18 años tengan un riesgo mucho mayor de ser víctimas de violencia doméstica que las que se casan a una edad más avanzada.
Fátima, que trabaja para una ONG iraquí en uno de los diez campamentos de refugiados sirios de Irak, cree que las redes sociales pueden ser un factor pasado por alto detrás del matrimonio infantil en el campamento. «Debido a las redes sociales, los padres sienten que tienen menos control sobre sus hijos», explica. “Si las familias casan antes a sus hijos el riesgo de que les avergüencen en las redes es menor”. Esta forma preventiva de evitar la posible vergüenza está creando una nueva pauta dañina en los campamentos.
Casi a 160 kilómetros de distancia, en otro de los campos de refugiados de Irak, Ronny, de 17 años, afirma que no estaba nervioso antes de su boda concertada hace dos meses porque «es normal ahora» casarse tan joven.
El padre de Ronny, Ahmed, compró a la esposa de su hijo por 2.300 euros. «Mi mujer está enferma y necesita ayuda en la casa», explica. «Hablé con mi amigo (que también es pariente) y le dije que teníamos un hijo y que quería que se casase. Al principio se negó porque le parecía que su hija era demasiado joven. Pero luego le dije que podía pagar».
Cuando se le preguntó por qué creía que el matrimonio infantil en el campo se estaba volviendo “normal”, Ahmed comentó que «la situación en Siria antes de la guerra era muy buena, pero ahora en el campo, las cosas son malas y la gente necesita dinero». Otra razón, explica, son los teléfonos móviles. «Antes de la guerra vivíamos en un pequeño pueblo y todos nos conocíamos. Ahora vivimos con mucha gente y no nos conocemos. Nuestros hijos se hablan constantemente entre ellos por WhatsApp, Snapchat, Facebook. No sabemos lo que hablan».
Mays al-Nawayseh, Asesor de Protección en Siria de World Vision, agrega: «A menudo, hay una falta de comprensión cuando se trata de las redes sociales. Las niñas en el campamento a veces piensan que cuando eliminan un mensaje o una conversación en su teléfono, se ha ido para siempre, sin darse cuenta de que los mensajes aún existen en el teléfono de las otras personas».
Esta falta de comprensión puede llevar a las niñas vulnerables a ser chantajeadas. Esta situación solo tiene que suceder unas cuantas veces en el campamento para que los padres se den cuenta y empiecen a temer que las niñas están avergonzando a la familia.
Según el ACNUR, Iraq alberga actualmente a 228.573 refugiados sirios registrados.DANIEL WHEELERWORLD VISION
Niños nacidos de niños, riesgos para la salud
El matrimonio infantil tiene consecuencias devastadoras especialmente para las niñas. Según la Organización Mundial de la Salud, las complicaciones en el embarazo y en el parto son la principal causa de muerte entre mujeres jóvenes de 15 a 19 años. Los bebés supervivientes sufren con frecuencia desnutrición causada principalmente por la inexperiencia de las madres, niñas que no saben cómo cuidar a sus bebés y que además, no tienen recursos para hacerlo.
Varias organizaciones internacionales están trabajando para combatir el matrimonio infantil en los campamentos, mostrando a los padres las complicaciones médicas del parto prematuro, aliviando la situación de pobreza y abordando las normas culturales. Todo ello es vital en la lucha contra el matrimonio infantil, pero ¿se puede hacer más para instruir a las familias sobre los riesgos de las redes sociales?
Mays al-Nawayseh dice: “Necesitamos un enfoque integral para abordar el matrimonio infantil entre las comunidades afectadas por la crisis de Siria. Es un problema creciente, y los temores sobre las redes sociales, las comunicaciones móviles y la pérdida del control parental están ayudando a alimentar el problema. En última instancia, las chicas jóvenes están pagando el precio, a veces con sus vidas».
A 82,4 por ciento de los padres en China les preocupa que los niños y adolescentes no duerma lo suficiente por la sobrecarga de tareas y las clases extras, constata hoy una encuesta.
Según el sondeo realizado por el Diario de la Juventud, los pesquisados citaron las horas limitadas para ir a la cama, dificultad para conciliar el sueño y nerviosismo durante el mismo como los tres problemas comunes que tienen sus hijos.
Además, 61,1 por ciento de ellos mencionó a las tareas escolares excesivas y 54,5 por ciento a la presión de los cursos extracurriculares, como las dos principales causas de la falta de descanso en los menores.
El tanteo se aplicó a mil 876 padres con hijos de edades entre seis y 17 años, de los cuales el 77 por ciento vive en ciudades.
Al analizar los resultados, Sun Hongyan, directora del Centro de Investigación Juvenil e Infantil de China, enfatizó en que el uso de dispositivos electrónicos e internet también ha exacerbado la situación.
‘Los hábitos de sueño de los estudiantes de escuela primaria y secundaria están empeorando y la proporción de los que tienen falta de sueño está aumentando’, indicó.
Un documento oficial emitido en marzo pasado reveló que casi 63 por ciento de los niños y adolescentes de China duermen menos de ocho horas al día, el tiempo mínimo para garantizarles un buen estado de salud.
Incluso, 8,4 por ciento se mantiene ocupado haciendo tareas hasta después de las 23:00, hora local.
Textos anteriores coincidieron en que casi la mitad de la población infantil carece de espacio para jugar o hacer relaciones interpersonales precisamente por el exceso de los deberes ?sobre todo de matemáticas-, y las clases privadas adicionales.
Las investigaciones también señalaron las afectaciones al horario de sueño y la frustración en gran parte de los niños, así como en las crecientes presiones que enfrentan padres e hijos debido a la competencia en la sociedad por los mejores puestos.
También hicieron referencia al peso en la economía familiar, pues implica la inversión de hasta tres mil yuanes mensuales (unos 475 dólares) en lecciones extras de idioma, música o deporte desde edades muy tempranas.
El gobierno está inmerso en un proceso que pretende hacia 2020 darle un vuelco radical al sistema educativo de China, donde existe una creciente polémica por la sobrecarga en los menores camino a los estudios superiores.
Entre las propuestas está disminuir y en ciertos grados eliminar las tareas, pero muchos padres se quejan porque les preocupa que incida en la calidad de la educación y amplíe las desigualdades.
Más de 300 niños y adolescentes murieron cada día de 2018 en todo el mundo por causas relacionadas con el virus del sida, según un nuevo informe de Unicef
Cada día en 2018 murieron 320 niños y adolescentes en todo el mundo por causas relacionadas con el VIH, el virus que provoca el sida, según cifras de un nuevo informe de Unicef. El diagnostico precoz y el uso de los antirretrovirales en las edades más tempranas siguen siendo las dos grandes batallas que los expertos creen que hay que ganar para la erradicación de la enfermedad.
Sylvain Konan y Anne-Marie Kanga, de 42 y 43 años, son un matrimonio seropositivo que vive en Benjaminkro, una aldea del suroeste de Costa de Marfil. Antes de comenzar su tratamiento perdieron a cinco hijos. Los dos están diagnosticados desde hace más de 10 años, pero nunca habían hecho la prueba a sus otros tres hijos: Yannick, de 26 años; Samson, de 18, y Christiana, de cuatro. Un programa de Unicef que acerca las pruebas allá donde el acceso a los hospitales es limitado les proporcionó la posibilidad de hacérselas en casa. Los tres dieron negativo. «No puedo estar más feliz, ya no tendré que preocuparme más», explicaba a la organización la madre, que junto a su marido se han convertido en referentes y consejeros de su comunidad para todos aquellos que tengan dudas a la hora de hacerse un diagnóstico precoz.
La causa principal de la mortalidad infantil relacionada con VIH fue el bajo índice de acceso al tratamiento antirretroviral: solo el 54% de los niños de cero a 14 años que tenían el virus recibieron terapia en 2018. “Garantizar las pruebas y tratamientos adecuados a niños y adolescentes es una cuestión de vida o muerte. Y para ellos debemos, siempre, elegir la vida”, asegura la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore.
El diagnóstico precoz y la adecuada administración de los medicamentos en las edades más tempranas siguen siendo las dos grandes retos prioritarios que los expertos creen que hay que abordar. Los datos muestran profundas desigualdades a nivel global cuando se trata del acceso a tratamiento por parte de los niños con VIH, siendo la región de África central y oeste la peor parada (28%). “Las pruebas de diagnóstico en recién nacidos devuelven el resultado de forma inmediata y se consigue saber al instante si un bebé está infectado o no, lo que permite empezar el tratamiento ese mismo día, sin tener que esperar semanas al resultado. Esto ha sido un cambio sustancial para los menores de 18 meses, los más vulnerables”, explica Denise Naniche, profesora de investigación en ISGlobal.
Primer gran paso: prevenir la transmisión madre-hijo
Alrededor de 160.000 niños de entre cero a nueve años contrajeron el VIH en 2018, lo que asciende a más de un millón de esta franja de edad con el virus en todo el mundo. El embarazo o el parto fueron la vía de transmisión para 89.000 menores de cinco y 76.000 de ellos lo contrajeron durante la lactancia. La transmisión del HIV de la madre al bebé puede ocurrir en cualquier momento. Pero también se puede prevenir con tratamiento de la madre y profilaxis en el niño al nacer.
Una familia en Birmania en la que los progenitores tienen VIH, pero que han conseguido parar la transmisión del virus a sus dos hijos, gracias al diagnóstico precoz y a tomar el tratamiento antirretroviral.MSF/SCOTT HAMILTON
«Es fundamental realizar la prueba de diagnóstico de HIV en la madre, de forma rutinaria, en estas tres etapas», explica la experta Naniche. En las mujeres que viven en una zona con alta prevalencia del HIV, la probabilidad de infectarse siempre es mayor. Aunque la prueba haya dado negativo en el momento de la gestación o después, la progenitora sigue en riesgo de ser infectada, y si no lo detecta a tiempo, lleva a más posibilidad de transmitirlo al bebé durante la lactancia.
El acceso de las madres a terapia antirretroviral para prevenir la transmisión del virus a sus bebés ha aumentado a nivel global y alcanza el 82%, un 44% más que hace 10 años, según el mismo informe de Unicef. Sin embargo, las desigualdades entre regiones persisten: África del Sur tiene las tasas de cobertura más altas (92%), seguida de América Latina y el Caribe (79%), África central y del oeste (59%), Asia meridional (56%), Asia oriental y Pacífico (55%), y Oriente medio y África del norte (53%).
«Los programas de prevención de la transmisión madre-hijo reducen la transmisión desde el 45-50% hasta el 2%. Con eso evitaríamos el 98% de las nuevas infecciones y una gran parte de la mortalidad, que es del 50% en los dos primeros años de vida si el niño no sigue un tratamiento», explica Laura Moretó Planas, referente de VIH, tuberculosis y hepatitis B y C para Médicos sin Fronteras España. Esta organización internacional hace diagnóstico del VIH a los niños que atiende en todos sus proyectos y, en colaboración con los ministerios de salud, da apoyo directo a los programas nacionales en varios países, principalmente en África: Sudán del Sur, Sudán, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Níger y Nigeria.
La otra gran barrera a las que se enfrentan las familias con hijos que han adquirido el virus es la falta de tratamientos adecuados para la población infantil. «A menudo, las formulaciones pediátricas no están accesibles o las que lo están, no son óptimas, Por ejemplo, no son termoestables en zonas que superan los 40ºC o implican un gran número de pastillas. Además, los padres tardan en decirle a su hijo que es VIH positivo, lo que dificulta que el niño entienda que necesita seguir ese tratamiento de por vida para no enfermar», explica Moretó Planas. «Hay poca variedad ya que, como en países con renta alta hay menos niños con VIH, la investigación en nuevas formulaciones no está muy extendida. Por lo que en muchos países se acaban administrando pastillas que hay que machacar y no podemos asegurar que la dosis administrada sea la adecuada”, añade Naniche.
Moretó Planas (MSF) además explica que la otra tercera gran dificultad es mantener a los niños infectados con el virus con el tratamiento que requiere una enfermedad crónica: muchos viven en lugares remotos con dificultades de acceso o en zonas de conflicto armado, por lo que frecuentemente lo interrumpen, lo que puede conllevar, a su vez, desarrollo de resistencias. «Imaginemos una zona rural y pobre, en la que entre el 20% y el 30% de la población está afectada por el virus, y alejada de un centro de salud… En zonas así, donde el sistema sanitario ya es frágil de por sí, este no puede soportar una carga de enfermedad tan grande y colapsa», asegura Naniche.
Estigma y machismo, las otras luchas para prevenir el VIH
A la falta de prevención en las madres seropositivas o con riesgo de adquirir el virus, además de las dificultades logísticas y de la escasez de tratamientos adecuados para los más pequeños, se unen el estigma, el tabú y la ignorancia que aún existen alrededor del virus del sida, y que especialmente afecta a las mujeres. Cada semana alrededor de 6.000 jóvenes entre 15 y 24 años se infecta de VIH. En África subsahariana cuatro de cinco nuevas infecciones entre adolescentes de 15 y 19 años son chicas, según cifras de ONUSIDA. Además, 140.000 adolescentes contrajeron el virus, frente a 50.000 varones.
«La discriminación y la violencia de género están claramente relacionadas con la infección y son dos de las principales causas de esta diferencia entre géneros. La propia violencia (sexual o no) y el miedo a ella imposibilita en muchos casos el acceso a sexo seguro a las adolescentes. Muchos países tienen marcos legales punitivos que criminalizan a las infectadas, lo que, añadido a una educación en salud y sexualidad pobre, y a servicios sanitarios poco centrados en sus necesidades, les dificultan el acceso a los servicios sanitarios y de prevención», argumenta Moretó Planas, de MSF.
Una mayor educación en salud y sexualidad, así como el apoyo de la comunidad y la sociedad civil, son esenciales para garantizar un mejor acceso a diagnóstico, tratamiento y prevención. «Es importante que se generen espacios seguros en los que los adolescentes puedan ir para hablar con otros, recibir información sobre sexualidad, sobre enfermedades infecciosas, transmitir sus preocupaciones, pedir consejos, además de recibir el tratamiento adecuado. Cuando integramos todos estos pequeños gestos, se puede conseguir un verdadero cambio», explica Shaffi Essajee, jefe de programas globales para VIH/SIDA para Unicef. Él ha trabajado junto con el gobierno regional de Mombasa (Kenia) para establecer este servicio para adolescentes con VIH y ha ayudado a 8.000 adolescentes en la región.
Las protestas desde hace varios días de los estudiantes de la Universidad Jawaharlal Nehru contra el alza de las tarifas educativas, tienen una demanda simple: educación asequible para los más humildes.
En el corazón de las protestas hay un problema mundial: el costo de la educación superior, que pone de relieve el debate sobre si la educación es un derecho o un privilegio.
Para los jóvenes estudiantes de la India es importante que se reduzca el costo de la educación para que los pobres y los marginados de la segunda nación más poblada de la Tierra puedan tener acceso a ella.
Hasta hace poco, la Universidad Jawaharlal Nehru en Nueva Delhi era una de las pocas instituciones en la India donde los hijos de muchos pobres podían permitirse acceder una excelente educación universitaria.
Sin embargo, las últimas medidas del vicecanciller de esa Alma Máter nombrado por el Gobierno del primer ministro, Narendra Modi, significan el cierre de las puertas de ese campus universitario para los más humildes.
Los estudiantes salieron a las calles este mes de noviembre portando pancartas y cantando eslóganes como ‘salvar la educación pública’, ‘las tarifas deben bajar’ y ‘asegurar albergues asequibles para todos’.
Marcharon hacia el Parlamento para protestar contra la subida de las tarifas de albergue, que para ellos significa una mayor exclusión.
Alegaron que se trata de una privatización encubierta de las instituciones educativas públicas en las que los estudiantes tienen que asumir el coste de su educación y el Gobierno elude su responsabilidad al no asignar los fondos necesarios, según apuntó el portal News Click.
El aumento de los alquileres de las habitaciones de los albergues y la comercialización de las instalaciones obligan a los estudiantes a pagar elevados gastos por ese servicio y por facturas de agua y electricidad.
Las altas tarifas harán imposible que los estudiantes de la clase trabajadora y de familias pobres puedan acceder a la Educación Superior, apuntó entre tanto un artículo del periódico Ganashakti.
Gracias a las políticas de admisión de larga data de la Universidad Jawaharlal Nehru, el 40 por ciento de los estudiantes proceden de hogares de bajos ingresos familiares.
Pero a partir de ahora, los aumentos de las tarifas y los cargos por servicios requerirán que estas familias gasten una gran porción de sus ingresos mensuales para poder mantener a su hijo o hija en las aulas.
Por otro lado, gracias a las anteriores políticas de admisión de esa casa de altos estudios, más de la mitad de los estudiantes son mujeres, que a partir de ahora la comercialización las expulsará de los institutos en alto número.
Los estudiantes de la Universidad Jawaharlal Nehru no son los únicos afectados, pues si los albergues se comercializan con éxito en ese centro docente, donde el movimiento estudiantil es poderoso, otros colegios y universidades con tarifas bajas pronto correrán la misma suerte.
El movimiento universitario se está extendiendo rápidamente a otros campus estudiantiles de todo el país surasiático.
Recientemente, cientos de personas, trabajadores y estudiantes de otras universidades de Nueva Delhi marcharon por las calles de la capital india en solidaridad con los jóvenes de la Universidad Jawaharlal Nehru y para protestar también contra el alza de tarifas y la privatización de la Educación Superior.
Los manifestantes, incluidos miembros de la sociedad civil, estudiantes y exalumnos, exigieron el retroceso del aumento de las tasas de albergue y comedor, y demandaron al gobierno una educación asequible para todos.
Tras ser reprimidos por la policía, el Partido Comunista de la India (Marxista) condenó enérgicamente la bárbara acción policial contra la marcha estudiantil.
OtrasVocesenEducacion.org existe gracias al esfuerzo voluntario e independiente de un pequeño grupo de docentes que decidimos soñar con un espacio abierto de intercambio y debate.
¡Ayúdanos a mantener abiertas las puertas de esta aula!