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Palestina: Sobre Kanafani y la necesidad de redefinir el papel de «víctima intelectual»

Sobre Kanafani y la necesidad de redefinir el papel de «víctima intelectual»

Ramzy Baroud

Fuentes: Monitor de Oriente [Foto: El escritor palestino Ghassan Kanafani]
Dedicado a la memoria de Ghassan Kanafani, emblemático líder palestino e intelectual comprometido que fue asesinado por el Mossad israelí el 8 de julio de 1972

Años antes de que Estados Unidos invadiera Irak en 2003, los medios de comunicación estadounidenses presentaron a muchos personajes nuevos, promoviéndolos como «expertos» que ayudaron a reforzar la propaganda estadounidense, lo que en última instancia permitió al gobierno de Estados Unidos asegurarse un apoyo popular suficiente para la guerra.

Aunque el entusiasmo por la guerra empezó a decaer en los últimos años, la invasión de Irak se inició con un mandato popular relativamente fuerte que permitió al presidente estadounidense George W. Bush atribuirse el papel de liberador de Irak, de luchador contra el «terrorismo» y de defensor de los intereses globales de Estados Unidos. Según una encuesta de CNN/USA Today/Gallup realizada el 24 de marzo de 2003 -pocos días después de la invasión- el setenta y dos por ciento de los estadounidenses estaba a favor de la guerra.

Sólo ahora estamos empezando a apreciar plenamente el enorme edificio de mentiras, engaños y falsificaciones que se utilizó para dar forma a la narrativa de la guerra, y el siniestro papel desempeñado por los principales medios de comunicación en la demonización de Iraq y la deshumanización de su pueblo. Los futuros historiadores continuarán con la tarea de desentrañar la conspiración de la guerra durante años.

Por consiguiente, también es importante reconocer el papel desempeñado por los propios «informantes nativos» de Iraq, como los describiría el difunto profesor Edward Said. El «informante nativo (es un) servidor voluntario del imperialismo», según el influyente intelectual palestino.

Gracias a las diversas invasiones e intervenciones militares estadounidenses, estos «informantes» han crecido en número y utilidad hasta el punto de que, en diversos círculos intelectuales y mediáticos occidentales, definen lo que se considera erróneamente como «hechos» relativos a la mayoría de los países árabes y musulmanes. Desde Afganistán hasta Irán, pasando por Siria, Palestina, Libia y, por supuesto, Irak, entre otros, estos «expertos» repiten constantemente como loros mensajes que se adaptan a las agendas occidentales de Estados Unidos.

Estos «expertos» se presentan a menudo como disidentes políticos. Los gobiernos occidentales los reclutan -ya sea oficialmente a través de grupos de reflexión financiados por el gobierno o de otro modo- para que ofrezcan una descripción conveniente de las «realidades» de Oriente Medio -y de otros lugares- como justificación racional, política o moral para la guerra y otras formas de intervención.

Aunque este fenómeno está siendo ampliamente comprendido -especialmente cuando sus peligrosas consecuencias se hicieron demasiado evidentes en los casos de Irak y Afganistán-, hay otro fenómeno que rara vez recibe la atención necesaria. En el segundo escenario, el «intelectual» no es necesariamente un «informante», sino una víctima, cuyo mensaje está totalmente moldeado por su sentido de autocompasión y victimismo. En el proceso de comunicar ese victimismo colectivo, este intelectual perjudica a su pueblo al presentarlo como desventurado y sin ninguna capacidad de acción humana.

Palestina es un ejemplo de ello.

El «intelectual víctima» de Palestina no es un intelectual en ninguna definición clásica. Said se refiere al intelectual como «un individuo dotado de una facultad para representar, encarnar, articular un mensaje, un punto de vista, una actitud, una filosofía o una opinión». Gramsci sostenía que los intelectuales son «(aquellos) que sostienen, modifican y alteran los modos de pensamiento y comportamiento de las masas». Se refería a ellos como «proveedores de conciencia». El «intelectual víctima» no es ninguno de ellos.

En el caso de Palestina, este fenómeno no fue accidental. Debido a los limitados espacios de que disponen los pensadores palestinos para hablar abierta y verdaderamente sobre los crímenes israelíes y sobre la resistencia palestina a la ocupación militar y al apartheid, algunos han optado estratégicamente por utilizar cualquier margen disponible para comunicar cualquier tipo de mensaje que pudiera ser nominalmente aceptado por los medios de comunicación y las audiencias occidentales.

En otras palabras, para que los intelectuales palestinos puedan operar dentro de los márgenes de la sociedad occidental dominante, o incluso dentro del espacio asignado por ciertos grupos pro-palestinos, sólo se les puede «permitir narrar» como «proveedores» de victimismo. Nada más.

Quienes estén familiarizados con el discurso intelectual palestino, en general, especialmente tras la primera gran guerra israelí contra Gaza en 2008-9, habrán notado cómo las narrativas palestinas aceptadas en relación con la guerra rara vez se desvían del discurso victimista palestino descontextualizado y despolitizado. Si bien es fundamental comprender la depravación de Israel y la horrenda naturaleza de sus crímenes de guerra, a las voces palestinas que tienen un escenario para abordar estos crímenes se les niega con frecuencia la oportunidad de presentar sus narrativas en forma de sólidos análisis políticos o geopolíticos, y mucho menos denunciar la ideología sionista de Israel o defender con orgullo la resistencia palestina.

Se ha escrito mucho sobre la hipocresía de Occidente a la hora de gestionar las consecuencias de la guerra entre Rusia y Ucrania, especialmente si se compara con la ocupación israelí de Palestina durante décadas o con las guerras genocidas israelíes en Gaza. Pero poco se ha dicho sobre la naturaleza de los mensajes ucranianos si se comparan con los de los palestinos: los primeros son exigentes y tienen derecho, mientras que los segundos son mayoritariamente pasivos y tímidos.

Mientras que los altos funcionarios ucranianos suelen tuitear declaraciones como que los funcionarios occidentales pueden «irse a la mierda», los funcionarios palestinos no dejan de suplicar y rogar. La ironía es que los funcionarios ucranianos atacan a las mismas naciones que les han suministrado miles de millones de dólares en «armas letales», mientras que los funcionarios palestinos se cuidan de no ofender a las mismas naciones que apoyan a Israel con las mismas armas que se utilizan para matar a los civiles palestinos.

Se puede argumentar que los palestinos están adaptando su lenguaje para acomodarse a cualquier espacio político y mediático que esté disponible para ellos. Sin embargo, esto no explica por qué muchos palestinos, incluso en entornos políticos y académicos «amistosos», sólo pueden ver a su pueblo como víctimas y nada más.

Este fenómeno no es nuevo. Se remonta a los primeros años de la guerra israelí contra el pueblo palestino. El intelectual palestino de izquierdas Ghassan Kanafani, como otros, era consciente de esta dicotomía.

Kanafani contribuyó a la concienciación intelectual de varias sociedades revolucionarias del Sur Global durante una época crítica para las luchas de liberación nacional en todo el mundo. Recibió a título póstumo el Premio Lotus de Literatura de la Conferencia de Escritores Afroasiáticos en 1975, tres años después de haber sido asesinado por Israel en Beirut, en julio de 1972.

Al igual que otros miembros de su generación, Kanafani se empeñó en presentar la victimización palestina como parte de la compleja realidad política de la ocupación militar israelí, el colonialismo occidental y el imperialismo dirigido por Estados Unidos. A menudo se cuenta una famosa historia sobre cómo conoció a su esposa, Anni, en el sur del Líbano. Cuando Anni, una periodista danesa, llegó a Líbano en 1961, le preguntó a Kanafani si podía visitar los campos de refugiados palestinos. «Mi gente no son animales en un zoológico», respondió Kanafani, y añadió: «Debes tener una buena información sobre ellos antes de ir a visitarlos». La misma lógica puede aplicarse a Gaza, a Sheikh Jarrah y a Jenin.

La lucha palestina no puede reducirse a una conversación sobre la pobreza o los horrores de la guerra, sino que debe ampliarse para incluir contextos políticos más amplios que condujeron a las tragedias actuales en primer lugar. El papel del intelectual palestino no puede limitarse a transmitir la victimización del pueblo de Palestina, dejando el papel mucho más consecuente -e intelectualmente exigente- de desentrañar los hechos históricos, políticos y geopolíticos a otros, algunos de los cuales suelen hablar en nombre de los palestinos.

Es bastante edificante y gratificante ver que por fin se incluyen más voces palestinas en el debate sobre Palestina. En algunos casos, los palestinos están incluso ocupando el centro de estas conversaciones. Sin embargo, para que la narrativa palestina sea realmente relevante, los palestinos deben asumir el papel del intelectual gramsciano, como «proveedores de conciencia» y abandonar por completo el papel de «intelectual víctima». De hecho, el pueblo palestino no es un «animal en un zoológico», sino una nación con agencia política, capaz de articular, resistir y, en última instancia, ganar su libertad, como parte de una lucha mucho mayor por la justicia y la liberación en todo el mundo.

Las opiniones expresadas en este artículo pertenecen al autor y no reflejan necesariamente la política editorial de Monitor de Oriente.

Fuente: https://www.monitordeoriente.com/20220629-los-palestinos-no-son-animales-en-un-zoologico-sobre-kanafani-y-la-necesidad-de-redefinir-el-papel-de-victima-intelectual/

Fuente de la Información: https://rebelion.org/sobre-kanafani-y-la-necesidad-de-redefinir-el-papel-de-victima-intelectual/

 

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India y Tanzania: El Premio UNESCO para la Utilización de las TIC en la Educación recompensa proyectos en la India y en Tanzania que garantizan la continuidad del aprendizaje

El Premio UNESCO para la Utilización de las TIC en la Educación recompensa proyectos en la India y en Tanzania que garantizan la continuidad del aprendizaje

El Premio UNESCO-Rey Hamad Bin Isa Al-Khalifa 2021 para la Utilización de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en la Educación se otorgará al programa “Iniciativas para una educación inclusiva y accesible durante la pandemia de COVID-19”, llevado a cabo por el Instituto Central de Tecnologías Educativas (CIET) del Consejo Nacional de Investigación y Formación Educativa de la India, y al “Programa Educativo Digital”, ejecutado por Ubongo, en la República Unida de Tanzania. Cada uno de los galardonados recibirá 25.000 dólares estadounidenses como recompensa por la utilización creativa de las tecnologías con miras a desarrollar sistemas de aprendizaje inclusivos y resilientes ante las crisis.

Se hará entrega del Premio a los galardonados durante una ceremonia que tendrá lugar el 24 de junio en la Sede de la UNESCO, así como a los cuatro galardonados de las ediciones de 2019 y 2020.

La edición de 2021 está dedicada a un tema cuya importancia puso de manifiesto la pandemia de COVID-19. Premia a los proyectos que han utilizado la tecnología para poner en marcha programas pedagógicos que garantizan eficazmente la continuidad y la calidad del aprendizaje durante las perturbaciones de la educación.

El Jurado Internacional examinó 111 candidaturas presentadas por 58 Estados Miembros de la UNESCO y ocho ONG que mantienen relaciones oficiales con la Organización, y recomendó estos dos proyectos para recompensar los resultados obtenidos en cuanto a la utilización de las tecnologías al servicio de la educación mediante la adopción de diversas soluciones digitales, el suministro de contenidos adaptables y de alta calidad, y la posibilidad de llegar a una gran cantidad de alumnos, especialmente de las comunidades desfavorecidas.

El Instituto Central de Tecnologías Educativas (CIET) del Consejo Nacional de Investigación y Formación Educativa de la India ha reforzado una serie de programas durante la pandemia de COVID-19 para garantizar la continuidad y la calidad del aprendizaje, algo que ha beneficiado a más de 1,5 millones de escuelas, 240 millones de estudiantes y 8,5 millones de docentes. Los programas de aprendizaje digital se hicieron accesibles a través de diversos medios de comunicación, como la televisión y la radio, y plataformas en línea para estudiantes, profesores y administradores educativos. Las iniciativas permitieron un aprendizaje flexible y personalizado, que tuvo en cuenta las necesidades especiales de los alumnos con discapacidades y de los estudiantes de las regiones rurales de la India.

El programa pedagógico digital de Ubongo, presentado en Tanzania en 2014, ha difundido más de 300 archivos de televisión y radio en ocho idiomas locales en 18 países del África subsahariana, con el objetivo de proporcionar un aprendizaje eficaz y adaptado a los niños en edad escolar y a sus padres sacando provecho del poder de las tecnologías y el entretenimiento. Ubongo es una de las iniciativas de entretenimiento educativo más importantes en África, que desarrolla, adapta y distribuye nuevos contenidos con miras a hacer frente a las perturbaciones de la educación y garantizar el aprendizaje en casa y una enseñanza adaptada a cada contexto, por ejemplo, para los refugiados y los niños que se recuperan de traumas.

Creado en 2005 con el apoyo del Reino de Bahrein, el Premio recompensa cada año a personas y organizaciones que mejoran la enseñanza, el aprendizaje y el rendimiento escolar en general.

 

Fuente de la Información: https://www.unesco.org/es/articles/el-premio-unesco-para-la-utilizacion-de-las-tic-en-la-educacion-recompensa-proyectos-en-la-india-y

 

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Vietnam: Presidente del Parlamento asiste a Foro de cooperación educativa Vietnam-Reino Unido

Presidente del Parlamento asiste a Foro de cooperación educativa Vietnam-Reino Unido

El presidente de la Asamblea Nacional de Vietnam, Vuong Dinh Hue, habla en el evento. (Fotografía: VNA)

Nhan Dan-El presidente de la Asamblea Nacional, Vuong Dinh Hue, asistió el Foro de Cooperación educativa Vietnam-Reino Unido en el marco de su visita oficial al Reino Unido e Irlanda de Norte.

Al intervenir en el evento, Dinh Hue aclaró que la educación es la política nacional en Vietnam y ha sido identificada como uno de los tres avances para implementar la Estrategia de Desarrollo Socioeconómico. El país dedica alrededor del 20 por ciento del presupuesto estatal al sector de educación y formación, dijo.

La Asamblea Nacional promulgó varias leyes para facilitar la cooperación y la inversión extranjera en el campo, y como resultado, señaló, Vietnam atrajo hasta la fecha 500 proyectos con un capital superior a los cuatro mil millones de dólares.

Tras resaltar el desarrollo de la educación británica, afirmó el respaldo del Parlamento vietnamita a la profundización de la asociación estratégica bilateral, incluida la cooperación en ese sector.

Confió en que el foro abrirá un nuevo periodo de cooperación sostenible, a largo plazo y efectiva en el campo de educación, sobre todo después de un tiempo de afectaciones de la pandemia del Covid-19.

Sugirió que el gobierno británico apoye la enseñanza y aprendizaje del inglés en Vietnam, aumente el número de becas a estudiantes vietnamitas, y los programas de conexión entre las universidades de los dos países.

Vietnam alienta, desea y creará todas las condiciones para que prestigiosas universidades británicas abran pronto sucursales en el país, aseveró.

Por su parte, el vicepresidente de la Cámara de los Comunes del Reino Unido Steve Smith aseguró que la educación es la primera prioridad de este país en la cooperación con Vietnam.

Reino Unido apoyará al país indochino en el desarrollo de los sectores claves como ciencia, tecnología, e innovación para ayudar a la fuerza laboral de Vietnam a ingresar a la era digital, dijo.

Según la Agencia Vietnamita de Noticias, al término del foro, Dinh Hue presenció la entrega de los memorandos de entendimiento entre las universidades de los dos países.

Fuente de la Información: https://es.nhandan.vn/sociedad/educacion-ciencia-tecnologia/item/3598380-presidente-del-parlamento-asiste-a-foro-de-cooperacion-educativa-vietnam-reino-unido.html

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En Bangladés, desastres ambientales y trabajo infantil: el cambio climático amenaza los derechos de los niños

Los efectos del calentamiento global afectan a la salud, educación y protección de los más pequeños en muchos países en vías de desarrollo. Solo en Bangladés, y según Unicef, casi 20 millones de niños están en riesgo por las consecuencias del cambio climático.

Con sus 58 ríos fronterizos y situado en las tierras bajas del delta del Ganges, Bangladés cuenta con algunas de las llanuras más fértiles del mundo. Su territorio comprende selvas pantanosas, manglares y grandes arrozales. Sin embargo, estas tierras ricas que se funden con los ríos y el mar son también unas de las más afectadas por el cambio climático.

Desastres naturales como tifones e inundaciones se producen con cada vez más frecuencia y se unen a la erosión y la degradación del suelo. Esto supone un riesgo para millones de familias que viven en zonas inundables y que cada año se ven obligadas a abandonar sus hogares y sus medios de vida. Para los niños, la migración supone muchas veces el fin de su educación y el inicio de su vida laboral.

Los más vulnerables

De acuerdo con Unicef, más de 19 millones de niños bangladesíes están en riesgo por los efectos del cambio climático. Las amenazas derivan directamente de los propios fenómenos meteorológicos extremos (se calcula que más de 14.000 niños y niñas murieron ahogados en inundaciones solo en 2016) y de las consecuencias de la pobreza que estos generan.

A menudo, las familias que han perdido sus hogares migran a grandes ciudades como Dhaka y Chittagong con la esperanza de encontrar nuevos medios de vida. Allí, señala la ONG, “los niños se quedan a menudo atrás, en barrios marginales peligrosos e insalubres donde no existen servicios de cuidado infantil, de salud ni de educación”. Muchos menores se ven obligados a trabajar y, en el caso de las niñas, a casarse a pesar de su temprana edad.

Se calcula que al menos 1,7 millones de niños trabajan en Bangladés en la actualidad. Las niñas, muchas veces, ni siquiera figuran en las estadísticas, ya que se encargan de las tareas domésticas. Y este no es un problema que se limite a este país asiático: el número de niños que trabajan se sitúa en 160 millones en todo el mundo. La cifra ha aumentado significativamente durante los últimos años, sobre todo debido a la pandemia de COVID-19.

Retos, medidas y soluciones

Afganistán, India y Pakistán están, junto a Bangladés, entre los países del sur de Asia en los que los niños sufren más los efectos del cambio climático. Sus consecuencias ponen en riesgo su salud, su educación y su protección. Esta es una de las principales conclusiones del estudio de Unicef The Climate Crisis Is a Child Rights Crisis: Introducing the Children’s Climate Risk Index.

Este concluye que los menores de estos países están en peligro por impactos climáticos y ambientales, como inundaciones, ciclones y olas de calor, que afectan cada año a más de la mitad de la población de la región. Señala también que la situación es tan delicada que cualquier problema amenaza con revertir los avances de los últimos años.

Sin embargo, el informe deja también espacio para las soluciones: las inversiones en salud, nutrición y educación infantil pueden marcar una diferencia significativa a la hora de proteger a los niños del cambio climático.

Desastres ambientales y trabajo infantil: el cambio climático amenaza los derechos de los niños

Entre las medidas necesarias para mejorar la situación, Unicef destaca las siguientes:

  • Aumentar la inversión en medidas de resiliencia y adaptación climática, sobre todo en aquellas centradas en servicios clave para los niños.
  • Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para frenar el cambio climático.
  • Proporcionar a los niños educación climática y habilidades verdes, fundamentales para adaptarse y hacer frente a los retos del futuro.
  • Incluir a los jóvenes en las negociaciones y decisiones climáticas nacionales, regionales e internacionales, como las Cumbres del Clima (COP).
  • Garantizar que la recuperación de la pandemia de COVID-19 sea ecológica, baja en carbono e inclusiva.

Es necesaria también, la cooperación internacional para lograr un futuro más sostenible. Un mundo en el que los niños no se vean obligados a trabajar debido al cambio climático.

 Fuente: https://www.bbva.com/es/sostenibilidad/desastres-ambientales-y-trabajo-infantil-el-cambio-climatico-amenaza-los-derechos-de-los-ninos/

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Informe: Asia y África, principales expulsores de mujeres y niñas a nivel mundial. Sus vidas como personas refugiadas

De acuerdo con la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés), en 2020 había 26.4 millones de personas refugiadas a nivel mundial. El 4 por ciento de ellas son mujeres y niñas que huyen, en la mayoría de los casos, de diferentes tipos de violencia sexual. Desafortunadamente, la pandemia de COVID-19 contribuyó a empeorar su situación.

En este sentido, el 20 de junio se conmemora el Día Mundial de las y los Refugiados, aunque el contexto internacional para estos grupos sigue en estado crítico. Según la OCHA, los países con los índices de desplazamiento forzado más altos son regiones de Asia y África, específicamente Afganistán, Myanmar, Siria, Sudán del Sur y la República Democrática del Congo.

Un elemento en común entre estas regiones son los numerosos conflictos armados que azotan a diferentes comunidades, sumiéndolas en olas de violencia, hambre y pobreza. En medio de los conflictos, las mujeres y niñas son las más afectadas.

Tortura, abusos y pobreza ocasionan desplazamiento forzado entre mujeres
Quizá dos de los conflictos internacionales más mediatizados en estos últimos años son el golpe militar en Myanmar y la ocupación de Afganistán por parte del régimen talibán.

En la región africana, miles de mujeres se han unido a las protestas contra el golpe de Estado realizado en 2021. Desafortunadamente, de acuerdo con medios como la BBC, muchas de ellas han sido detenidas por las fuerzas policiales y amenazadas con violaciones por su oposición al golpe.

Algunas de las mujeres incluso han denunciado que fueron víctimas de acoso sexual y tortura mientras estaban bajo custodia de las fuerzas armadas. Esto las ha obligado a dejar su país y trasladarse a regiones europeas como España.

Mientras tanto, en Afganistán, el régimen talibán está imponiendo medidas que limitan los derechos humanos y atentan contra la dignidad de mujeres y niñas. Así, mientras unas no pueden acceder a la educación, otras no tienen permitido salir de sus casas a menos que sea completamente necesario y solo pueden hacerlo completamente cubiertas de pies a cabeza.

Al igual que en Myanmar, los conflictos sociales en Afganistán iniciaron en 2021. Sin embargo, en Siria, Sudán del Sur y República Democrática del Congo hay combates internos que llevan años desarrollándose y también han obligado a miles de mujeres a dejar sus hogares.

En Siria, por ejemplo, ya han pasado 11 años desde la revolución contra el régimen de Bashar al-Ássad. Pese a esto, el país continúa en una crisis social y económica que ha afectado principalmente a las mujeres.

Durante la última década, jóvenes, adultas y niñas sirias han perdido hijas e hijos, parejas y padres y madres, quienes eran los principales sustentos de sus hogares. A causa de esto, muchas de ellas se han visto obligadas a desplazarse a lugares como Irak y Líbano, donde se refugian en campamentos que en la mayoría de los casos no se dan abasto para cubrir sus necesidades básicas.

Sudán del Sur, por su parte, se está reponiendo de una guerra civil que inició en 2013 y que terminó recién en 2020. Este fue un conflicto que, de acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, por sus siglas en inglés), trajo consigo un aumento en la violencia y explotación sexual contra mujeres y niñas.

Mientras tanto, en la República Democrática del Congo, el número de combates internos en el país y su intensidad han crecido durante el último año, según el Comité de Oxford de Ayuda contra el Hambre (Oxfam). Aquí, la escasez de alimentos y agua, así como la reaparición del ébola y la violencia sexual generalizada en algunas regiones están empujando a miles de mujeres a abandonar sus comunidades.

La pandemia recrudeció la situación para mujeres y niñas refugiadas
A la par de estos conflictos, la pandemia de COVID-19 recrudeció las violencias hacia las mujeres, quienes en muchos casos tuvieron que confinarse con sus agresores y enfrentar mayores desigualdades en temas como el desempleo o la falta de ingresos.

Esto provocó aún más desplazamientos forzados entre mujeres y niñas. Pero además, expuso a más violencias a aquellas que ya estaban en situación de movilidad, buscando refugio en países diferentes al suyo.

Según datos del Fondo Malala, por ejemplo, es probable que el 50 por ciento de las niñas refugiadas que abandonaron la escuela durante la pandemia no vuelvan a pisar un salón de clases nunca más.

Aunado a esto, las restricciones por la pandemia, el cierre de fronteras internacionales y las cuarentenas limitaron las posibilidades de las familias refugiadas de reunirse en países de asilo. Por el contrario: la Organización de las Naciones Unidas (ONU) explica que se incrementó la posibilidad de separación entre madres, padres e hijas e hijos.

A lo anterior se suma el golpe derivado de la crisis económica y social para diferentes programas de ayuda a niños, niñas y sobrevivientes de violencia de género. Organismos como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) se vieron obligadas a reformar estos programas, pero no han garantizado concretamente la protección de miles de mujeres y niñas alrededor del mundo.

La pandemia también exacerbó la discriminación hacia las personas refugiadas, quienes han experimentado rechazo bajo argumentos racistas y clasistas que las señalan como portadoras de COVID-19.

Previo a la crisis desatada por este virus, niñas y mujeres desplazadas de sus países ya se enfrentaban a otras violencias: según OCHA, entre 24 y 80 por ciento de ellas experimentaron algún tipo de violencia sexual durante su tránsito. Además, el riesgo latente del tráfico de personas o matrimonios infantiles está presente, incluso en los países de acogida.

Ante este panorama, las acciones de diferentes organizaciones internacionales han quedado limitadas. Mientras tanto, millones de mujeres y niñas continúan siendo víctimas de diversos problemas sociales que las oprimen de profundas maneras.

Fuente: https://billieparkernoticias.com/asia-y-africa-principales-expulsores-de-mujeres-y-ninas-a-nivel-mundial-sus-vidas-como-personas-refugiadas/

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El Premio UNESCO para la Utilización de las TIC en la Educación recompensa proyectos en la India y en Tanzania que garantizan la continuidad del aprendizaje

El Premio UNESCO-Rey Hamad Bin Isa Al-Khalifa 2021 para la Utilización de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en la Educación se otorgó al programa “Iniciativas para una educación inclusiva y accesible durante la pandemia de COVID-19”, llevado a cabo por el Instituto Central de Tecnologías Educativas (CIET) del Consejo Nacional de Investigación y Formación Educativa de la India, y al “Programa Educativo Digital”, ejecutado por Ubongo, en la República Unida de Tanzania. Cada uno de los galardonados recibirá 25.000 dólares estadounidenses como recompensa por la utilización creativa de las tecnologías con miras a desarrollar sistemas de aprendizaje inclusivos y resilientes ante las crisis.

Se hizo entrega del Premio a los galardonados durante una ceremonia que tuvo lugar el 24 de junio en la Sede de la UNESCO, así como a los cuatro galardonados de las ediciones de 2019 y 2020.

La edición de 2021 está dedicada a un tema cuya importancia puso de manifiesto la pandemia de COVID-19. Premia a los proyectos que han utilizado la tecnología para poner en marcha programas pedagógicos que garantizan eficazmente la continuidad y la calidad del aprendizaje durante las perturbaciones de la educación.

El Jurado Internacional examinó 111 candidaturas presentadas por 58 Estados Miembros de la UNESCO y ocho ONG que mantienen relaciones oficiales con la Organización, y recomendó estos dos proyectos para recompensar los resultados obtenidos en cuanto a la utilización de las tecnologías al servicio de la educación mediante la adopción de diversas soluciones digitales, el suministro de contenidos adaptables y de alta calidad, y la posibilidad de llegar a una gran cantidad de alumnos, especialmente de las comunidades desfavorecidas.

El Instituto Central de Tecnologías Educativas (CIET) del Consejo Nacional de Investigación y Formación Educativa de la India ha reforzado una serie de programas durante la pandemia de COVID-19 para garantizar la continuidad y la calidad del aprendizaje, algo que ha beneficiado a más de 1,5 millones de escuelas, 240 millones de estudiantes y 8,5 millones de docentes. Los programas de aprendizaje digital se hicieron accesibles a través de diversos medios de comunicación, como la televisión y la radio, y plataformas en línea para estudiantes, profesores y administradores educativos. Las iniciativas permitieron un aprendizaje flexible y personalizado, que tuvo en cuenta las necesidades especiales de los alumnos con discapacidades y de los estudiantes de las regiones rurales de la India.

El programa pedagógico digital de Ubongo, presentado en Tanzania en 2014, ha difundido más de 300 archivos de televisión y radio en ocho idiomas locales en 18 países del África subsahariana, con el objetivo de proporcionar un aprendizaje eficaz y adaptado a los niños en edad escolar y a sus padres sacando provecho del poder de las tecnologías y el entretenimiento. Ubongo es una de las iniciativas de entretenimiento educativo más importantes en África, que desarrolla, adapta y distribuye nuevos contenidos con miras a hacer frente a las perturbaciones de la educación y garantizar el aprendizaje en casa y una enseñanza adaptada a cada contexto, por ejemplo, para los refugiados y los niños que se recuperan de traumas.

Creado en 2005 con el apoyo del Reino de Bahrein, el Premio recompensa cada año a personas y organizaciones que mejoran la enseñanza, el aprendizaje y el rendimiento escolar en general.

Fuente: https://www.unesco.org/es/articles/el-premio-unesco-para-la-utilizacion-de-las-tic-en-la-educacion-recompensa-proyectos-en-la-india-y

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Malasia en camino a abolir la pena de muerte

Malasia en camino a abolir la pena de muerte

Por

Francisco Vasquez

Wan Junaidi Tuanku Jaafar, el ministro de justicia de Malasia, anunció que el país asiático ha acordado abolir la pena de muerte obligatoria para distintos delitos, en su esfuerzo de modificar el Código Penal de dicho país.

Actualmente, en Malasia se castigan con la pena de muerte obligatoria 11 delitos, entre ellos algunos relacionados con el trafico de drogas, que constituyen la mayor parte de los casos.

La decisión del gobierno de Malasia dejaría la imposición de la pena a discreción de los jueces. Pero, antes de entrar en vigor, las reformas aún tendrían que ser presentadas y aprobadas en el Parlamento.

Desde Amnistía Internacional, un organismo que lucha constantemente contra esta clase de pena, se celebró la noticia, y la directora ejecutiva de Amnistía Internacional Malasia, Katrina Jorene Maliamauv dijo que “aplaudimos la decisión del gobierno de abolir la pena de muerte preceptiva y dejar la imposición de la pena a discreción de los jueces. Es un paso positivo en la dirección correcta, e instamos al gobierno a que vaya más allá y trabaje por la abolición total de este castigo cruel.”

“El gobierno debe presentar las reformas necesarias en el Parlamento sin demora y establecer una revisión completa de todos los casos en los que se haya impuesto la pena de muerte preceptiva con vistas a conmutarla.”

“Hemos visto y documentado una y otra vez que el uso de la imposición preceptiva de la pena perjudica de forma desproporcionada a los miembros de la sociedad más marginados y vulnerables; que la pena de muerte no tiene por sí sola un efecto disuasorio del delito, y que su uso continuado ha soslayado el trabajo necesario y visionario para lograr una justicia justa y abordar las causas últimas de los problemas.”

Otros organismos internacionales como la Red Contra la Pena de Muerte en Asia (ADPAN, en sus siglas en inglés) celebraron también la decisión histórica del gobierno malasio.

Según datos de Amnistia Internacional, en el año 2021, habían 1.359 condenadas a la pena de muerte en Malasia.

 

 

Fuente de la Información: https://reporteasia.com/sociedad/2022/06/10/malasia-en-camino-a-abolir-la-pena-de-muerte/

 

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