Asia
Apoya Federación Sindical Mundial luchas de clase obrera de República Popular Democrática de Corea
El Consejo Presidencial de la Federación Sindical Mundial (FSM) aprobó una resolución de apoyo a las luchas de la clase obrera de la República Popular Democrática de Corea (RPDC), destacó hoy la agencia estatal de noticias KCNA
El documento puso de realce los esfuerzos de la Federación General de Sindicatos de Corea por el desarrollo económico y social, bajo las banderas del socialismo y la dirección del Partido del Trabajo y su secretario general, Kim Jong Un.
Con sede en Sao Paulo, Brasil, la reunión de la FSM también condenó la política de provocaciones y amenazas que contra la RPDC practican Estados Unidos y sus aliados de Corea del Sur y Japón, que pone en riesgo de una guerra nuclear a la Península Coreana.
Llamó asimismo a la comunidad internacional a oponerse a los designios imperialistas y a expresar su solidaridad con la justa lucha de la clase obrera de la RPDC en pro del bienestar de la población y la defensa de soberanía nacional.
Fundada en 1945 en París, la FSM es una de las organizaciones sindicales internacionales más antigua del mundo y representa a unos 105 millones de trabajadores y trabajadoras de 133 países
Fuente: https://www.prensa-latina.cu/2024/03/11/apoya-federacion-sindical-mundial-luchas-de-clase-obrera-de-rpdc/
Los niños y niñas mueren por desnutrición en Gaza, donde varios hospitales dejan de funcionar
La escasez de alimentos y agua en Gaza comienza a matar a los palestinos más vulnerables, los niños y niñas. Al menos seis menores han muerto en el norte de la Franja por deshidratación y desnutrición. Mientras, dos hospitales de la zona dejaron de funcionar este miércoles por falta de energía.
«Dos niños murieron a consecuencia de deshidratación y desnutrición» en el Complejo Médico Al Shifa, ubicado en la ciudad de Gaza, en el norte del enclave, informó el Ministerio de Sanidad de la Franja.
Poco antes, el hospital Kamal Adwana, también ubicado en el norte de la Franja, anunció que «cuatro niños murieron» en sus instalaciones en las últimas 24 horas debido a desnutrición y deshidratación.
Además, en ese hospital, otros siete niños «se encuentran en grave peligro» de muerte por las mismas razones, aseguró el Ministerio de Sanidad, que llamó a las instituciones internacionales «a tomar medidas inmediatas para prevenir una catástrofe humanitaria en el norte de la Franja».
El hospital Kamal Adwana, que fue asediado y atacado en diciembre pasado por el Ejército israelí, anunció este miércoles que estará «fuera de servicio a partir de hoy debido a la falta de combustible».
«Las operaciones quirúrgicas en el hospital se han detenido por completo», explicó, al solicitar «una intervención urgente que proporcione combustible» y permita la reanudación de los servicios.
De su lado, el hospital Al Awda, ubicado en la ciudad de Jabalia, también en el norte de la Franja, anunció la suspensión total de sus servicios debido a la grave escasez de combustible y suministros médicos, informó la agencia oficial de noticias palestina, Wafa.
Estos hospitales se unen a una larga lista de centros médicos de la Franja que ya no pueden hacer frente al colosal número de heridos y enfermos que han dejado los ataques de Israel, ya sea por la destrucción de sus instalaciones, por el corte de electricidad o agua potable, o la falta de suministros, personal y alimentos.
Argumentando que el grupo islamista Hamás utiliza infraestructuras civiles para realizar sus operaciones bélicas, el Ejército israelí ha atacado numerosos hospitales, incluido el Al Shifa, el más importante de toda la Franja y que ahora solo puede proveer servicios de emergencias.
Las fuerzas israelíes irrumpieron en Al Shifa poco después de iniciar su incursión terrestre en el enclave palestino, el año pasado, a pesar de que miles de heridos, enfermos, desplazados y personal médico se encontraban en su interior. En esa operación militar, las tropas dijeron que hallaron túneles de Hamás cerca y por debajo del centro médico.
Hambruna inminente
El cese de las operaciones del hospital Kamal Adwan «agrava la situación sanitaria y humanitaria de nuestro pueblo en el norte de la Franja de Gaza, que provocó el martirio de muchos pacientes por falta de atención médica y medicamentos», consideró Hamás, que gobierna de facto la Franja de Gaza, en un comunicado.
Además, «el martirio de los niños por desnutrición y deshidratación es un fracaso internacional para proteger a la humanidad de la criminalidad de la entidad sionista», añadió, al acusar a Israel de cometer un «crimen de genocidio y limpieza étnica» contra los palestinos.
Según el grupo islámico, unos 700.000 gazatíes —de una población total de más de dos millones de personas— se encuentran en el norte de la Franja, donde la crisis humanitaria es aún más grave que en el resto del enclave, por el difícil acceso para el transporte de suministros y los continuos combates.
Una fuente en Gaza dijo a EFE que este miércoles, por primera vez desde que estalló la guerra el 7 de octubre de 2023, un avión —aparentemente jordano— lanzó desde el aire paquetes con ayuda humanitaria cerca del hospital Indonesia, en Jabalia.
Representantes de varias agencias humanitarias de la ONU advirtieron ante el Consejo de Seguridad de que la hambruna es prácticamente inevitable en Gaza.
En 145 días de guerra, la ofensiva por aire, tierra y mar de Israel ha dejado en la Franja de Gaza 29.954 muertos, 70.325 heridos y cerca de 8.000 desaparecidos bajo los escombros y otros lugares inaccesibles.
Entre los muertos se cuentan más de 346 miembros del personal médico y un total de 155 instituciones de salud han sido destruidas parcial o completamente, lo que provocó el cierre de 32 hospitales y 53 centros de atención de salud de Gaza, mientras 126 ambulancias dejaron de funcionar.
En tanto, la tasa de ocupación de los pocos hospitales que siguen funcionando bajo mínimos es del 275%, mientras que la de las camas de cuidados intensivos es del 217%.
La guerra estalló tras un ataque de Hamás contra Israel que dejó unos 1.200 muertos y 250 secuestrados, de los cuales más de un centenar han sido liberados.
Fuente: http://www.correodelorinoco.gob.ve/ninos-ninas-mueren-desnutricion-en-gaza-donde-varios-hospitales-dejan-de-funcionar/
Organizaciones de todo el mundo advierten sobre los riesgos del trigo transgénico
Por: Dario Aranda
En un documento conjunto, Asia, África y América Latina afirman que el trigo HB4 de la empresa Bioceres. No cuenta con estudios de inocuidad y denuncian que incluso tiene menos productividad que el trigo convencional.
Organizaciones de América Latina, África y Asia denunciaron los efectos nocivos del trigo transgénico que ya se consume en Argentina y amenaza llegar a otros países. En un detallado documento de 14 páginas, movimientos sociales, campesinos y pueblos indígenas solicitaron la intervención de relatores especiales de Naciones Unidas (ONU) por los riesgos para la alimentación, la salud y el ambiente que implica el transgénico de la empresa Bioceres. Confirmaron que no existen estudios independientes que confirmen su inocuidad, denunciaron al peligroso herbicida glufosinato de amonio e, incluso, afirmaron que es menos productivo que el trigo convencional.
«No al trigo transgénico. Alianza mundial busca la intervención de la ONU contra el cultivo de trigo transgénico HB4», es el título del comunicado de la organización internacional Grain que da cuenta de la insólita –e irregular– forma de aprobación del transgénico en Argentina, Brasil y Paraguay: en base a supuestos estudios de la propia empresa que lo comercializa e, incluso, con documentación que es confidencial.
Sin estudios confiables
Entre otros aspectos fundamentales, destacan que la población de Argentina se está alimentando con harinas que contienen un transgénico que carece de estudios respecto a la salud y, además, contaminado con el agrotóxico glufosinato de amonio (más letal que el conocido glifosato).
«La aprobación del trigo HB4 ha causado mucha preocupación en un amplio sector de la sociedad, porque su siembra y consumo vulnerará derechos humanos, como el derecho a la vida, a la salud, a la alimentación adecuada y a la soberanía alimentaria, a un ambiente equilibrado y libre de contaminación, al acceso a la tierra y territorio; al derecho a autodeterminación de los pueblos y comunidades locales», señala el documento que fue dirigido a siete Relatores Especiales de Naciones Unidas.
En consecuencia, se solicita que insten a los gobiernos de Argentina, Brasil y Paraguay para que suspendan las autorizaciones para el cultivo de trigo transgénico HB4. Los destinatarios son Marcos Orellana (Relator sobre Sustancias Tóxicas y Derechos Humanos), David Boyd (Derechos Humanos y Ambiente), Michael Fakhri (Derecho a la Alimentación), Pedro Arrojo-Agudo (Derecho al Agua Potable), Olivier De Schutter (Extrema Pobreza y DDHH), Francisco Cali Tzay (Derechos de los Pueblos Indígenas) y Tlaleng Mofokeng (Derecho a la Salud).
Derecho a la alimentación
El trigo transgénico fue desarrollado y es comercializado por la empresa de origen argentina Bioceres-Indear, donde tuvo un rol fundamental la científica del Conicet y de la Universidad del Litoral, Raquel Chan. La Comisión Nacional de Biotecnología (integrada exclusivamente por impulsores del agronegocio, incluso gerentes de las multinacionales) dio el visto bueno en 2018, a libro cerrado y sin publicar los estudios en ninguna revista científica. La aprobación final fue en mayo de 2022, cuando Julián Domínguez (entonces ministro de Agricultura) dio luz verde al pedido de Bioceres-Indear (la firma administrativa corrió por cuenta de Luis Contigiani).
En marzo de 2023, la empresa Bioceres-Indear informó que 25 molinos ya mezclaban el trigo transgénico con el convencional para libre distribución. Se trata de un hecho de trascendencia mundial: por primera vez un trigo modificado genéticamente está en los alimentos de consumo masivo (pan, pizzas, empanadas, fideos y todos los usos de la harina). Y, más grave, la población no tiene posibilidad de identificar si está comiendo un producto con transgénicos o no: en Argentina no existe un etiquetado de transgénicos.
Elizabeth Bravo, integrante de la organización Acción Ecológica de Ecuador y una de las impulsoras del documento dirigido a Naciones Unidas, recordó que Argentina es un país exportador de trigo, y destacó el riesgo para la población: «El trigo es fundamental en la dieta de los ecuatorianos, como de muchos otros pueblos del mundo, porque está presente desde el desayuno hasta la cena. Sería terrible que comencemos a comer un trigo que proviene de una modificación genética y que además tiene residuos mayores de plaguicidas como glufosinato de amonio».
Una tecnología deficitaria
Leonardo Melgarejo es integrante del Movimiento Ciencia Ciudadana de Brasil e integrante de la Uccsnal (Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad y la Naturaleza de América Latina). El activista remarcó la enorme gravedad de que el trigo transgénico no cuente con evaluación científica de impactos en la salud de la población. «Este transgénico se ha transformado de un problema internacional, por eso esta acción conjunta de organizaciones de tres continentes. Este trigo contamina la alimentación básica de las población y sin dudas va a contribuir en el acaparamiento de tierras en pocas manos y la afectación del agua, de la vida campesina y de los pueblos indígenas», afirmó.
Fernando Frank, investigador de Argentina, ingeniero agrónomo e integrante de Uccsnal, apuntó a un eje central que desnuda la publicidad empresaria y mediática respecto al trigo de Bioceres. «El trigo HB4 es un fracaso productivo, es un escándalo porque, además de los impactos negativos en la salud y la alimentación, están vendiendo una tecnología que promete producir más pero que en realidad produce menos, lo confirman los propios datos certificados por el Estado», afirmó Frank.
Frank y Melgarejo son dos de los autores de la publicación científica «Controversia por el pan nuestro de cada día», publicada a fines del año pasado, que confirma que el trigo transgénico es menos productivo que el trigo convencional. Firmada además por los investigadores Gabriel Bianconi Fernandes y Rubens Onofre Nodari, el paper da cuenta, con tablas y cifras del Ministerio de Agricultura de Argentina, que el trigo transgénico tiene menos productividad que su variante convencional. «Los rendimientos (del trigo transgénico) fueron significativamente inferiores a la media de trigo del país. La conclusión es que el mayor rendimiento de la variedad HB4 –la principal ventaja anunciada por Bioceres– no ha sido probado en el campo», ratifica el estudio científico.
En 2020, más de mil científicos del Conicet y de 30 universidades públicas de Argentina repudiaron la aprobación y alertaron los riesgos para la salud de la población e, incluso, para la producción agropecuaria y los derechos humanos. “Esta autorización remite a un modelo de agronegocio que se ha demostrado nocivo en términos ambientales y sociales, causante principal de las pérdidas de biodiversidad, que no resuelve los problemas de la alimentación y que amenaza además la salud de nuestro pueblo confrontando la seguridad y la soberanía alimentaria”, comenzaba el escrito dirigido al gobierno nacional y a las autoridades del Conicet.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/715542-organizaciones-de-todo-el-mundo-advierten-sobre-los-riesgos-
Palestina en la educación
Hace tres meses escribí un artículo sobre “La escuela ante la barbarie”, escandalizada por lo que estaba sucediendo en Gaza y tratando de convencer que era necesario que el profesorado tratara el tema en el aula[1].
Después de estos tres meses, más escandalizada aún por la magnitud de la masacre, vuelvo a escribir, aunque ello implique repetirse. Porque es imprescindible no olvidar, no callar, continuar denunciando, en todos los ámbitos, y también en la escuela, en el instituto y en la Universidad. Y por ello, voy a insistir en esta idea: ”No podemos dejar que las futuras generaciones crezcan insensibles a lo que ocurre en nuestro país y en el resto del mundo. Que sean conscientes de que todas y cada una de nosotros formamos parte de esta humanidad y si queremos un futuro justo y en paz, será necesario trabajar para conseguirlo”.
Cada día que pasa hay más dolor, más niños y niñas masacrados, más persones inocentes asesinados, más edificios calcinados, más hambre, más sed, más injusticia y más crueldad. Y existe la tentación de terminar cansadas y angustiadas por tanta barbarie y que dejemos de mirar y de hablar de ello. Y no nos lo podemos permitir. Por ello voy a insistir en el mismo tema.
El filósofo alemán Theodor Adorno en 1966, en su libro ““La educación después de Auschwitz” afirmaba: “Cualquier debate sobre ideales de educación es vano e indiferente en comparación con este: que Auschwitz no se repita.[2] Y durante muchos años, generación tras generación, en la escuela, en el instituto y a veces también, en la Universidad, se cumplía esta máxima. Todos las profesoras y profesores, los maestros y maestras nos involucrábamos a fondo para hablar del horror del Holocausto, y nuestros alumnos sabían más de la segunda guerra mundial y de las barbaridades de Hitler, que de cualquier otro acontecimiento histórico.
Ahora, sin embargo, estamos ante otra barbarie histórica, un genocidio televisado en Gaza. Por supuesto, no es el primer holocausto que se repite. Por desgracia tenemos una larga lista de guerras y barbaridades desde que Hitler fue vencido.
Pero la guerra de Israel contra Palestina no es una guerra cualquiera, no hay dos ejércitos que batallan entre sí, con los “daños colaterales” que siempre aparecen. Ahora hay un ejército que bombardea a una población desarmada, que mata civiles, hombres, mujeres y niños, que destruye viviendas, Universidades, hospitales y escuelas, que deja a los dos millones de personas que vivían en Gaza sin casa, sin alimentos, sin agua y sin un lugar seguro donde cobijarse de las bombas. No es el Holocausto, pero es tan grave como él. Y, sin embargo, parece que ahora no es importante hablar de todo ello con nuestros niños/as y jóvenes.
Dicen, algunos, que esto es “adoctrinar”. ¿Entonces, llevamos años y años adoctrinando, por hablar del Holocausto y la necesidad de que no se repitiera?
Y ¿por qué es importante hablar de lo que está sucediendo en Palestina?
Porque el ataque de Israel abarca todos los aspectos de la vida de los habitantes de Gaza y Cisjordania y, por supuesto, llega a la educación. Las cifras del genocidio educativo son aterradoras, como lo indican datos, porque el objetivo, además de matar seres humanos, es el de destruir cultura y valores, de destruir criaturas y jóvenes y privarles de la posibilidad de la educación. A pesar de los continuos bloqueos y ataques que llevan sufriendo desde hace años, Gaza tenía un bajo índice de analfabetismo (del 0 o el 2% según las fuentes) y uno de los niveles más altos de matrícula escolar en el mundo, con un 95% de niños y niñas cursando la educación básica. Situación que va a ser imposible que continúe.
Los ataques israelís han dejado a 625 mil alumnos sin escuela en Gaza; 90 mil universitarios sin clase; el 60% de las escuelas y el 90% de las universidades han sido destruidas; 94 profesores universitarios han sido asesinados, así como más de 50 científicos y escritores. Sólo en los tres primeros meses del ataque murieron 4.300 estudiantes y 231 maestros/as de educación básica. Otros 7.259 estudiantes y 619 profesores resultaron heridos. Todo ello implica que miles de niños y niñas sufren traumas psicológicos, depresión, ansiedad, miedo, soledad, impotencia y, desgraciadamente, todo hace pensar que ello puede derivar en un gran deseo de venganza, en un futuro. Para muchos jóvenes palestinos, estudiar era algo más que librarse un futuro, era la única ventana abierta al mundo. Ahora solo les queda huir, si pueden, o unirse a la resistencia que, probablemente, será el futuro de muchos de ellos.[3]
Las personas que nos dedicamos y amamos la educación no podemos permanecer impasibles ni callados ante lo que está sucediendo en Gaza. Debemos actualizar el mandato de Adorno e informar a nuestros niños y jóvenes que, después de la segunda guerra y del genocidio perpetrado por los Nazis, se han producido muchos más holocaustos y que ahora tenemos uno ante nosotros. El hecho de ver en vivo y en directo toda la barbarie que está cayendo sobre el pueblo palestino, añadido al hecho de que nadie ha sido capaz de parar la masacre, hace más necesaria que nunca una reflexión y una explicación. Los hechos nos interpelan como educadoras y educadores y nos recuerdan nuestra obligación de educar en el conocimiento de los problemas de la humanidad, en la reflexión crítica del porqué de los acontecimientos y en la obligación moral de transmitir valores humanos y solidarios. Por ello no podemos callar, nuestra práctica educativa debe abarcar las cuestiones fundamentales del pasado y del presente.
La educación por la paz, la educación por los derechos humanos, la educación para la convivencia… son todos ellos mandatos de nuestro sistema educativo y están presente en todos los currículums. Pero, ¿cómo educar para la paz y la defensa de los derechos humanos, si nuestros jóvenes ven cada día como se conculcan estos derechos en Palestina, con el beneplácito de los países “democráticos”, como Estados Unidos y la Unión Europea?
Nuestro deber es explicarles que los valores de inhumanidad de que hace gala Israel no deben ser normalizados ni olvidados. Nuestro deber es explicar la historia de los dos países y el conflicto que ha llevado a esta barbarie. Y, sobre todo, es imprescindible que sean solidarios y sensibles ante el dolor humano de niños/as y jóvenes como ellos y ellas.
Y sí, hay que explicarles que las guerras no son justas, que siempre son por intereses de una minoría, pero que siempre pagan la gran mayoría de los que tienen menos dinero y menos poder. Hay que explicarles que Europa está cayendo en el error de ser parcial porque sigue los mandatos de EEUU y que España continúa vendiendo y comprando armas a Israel, que servirán para continuar matando y masacrando a personas civiles.
Debemos reflexionar conjuntamente con nuestros alumnos y alumnas sobre el papel de la tecnología, muy positiva para algunos asuntos, pero totalmente letal cuando se usa para matar. ¿Por qué ese culto a la tecnología al servicio de la muerte y el dolor? ¿Por qué esta admiración ante la IA que ayuda a lanzar a diario centenares de bombas inteligentes en aviones supersónicos? ¿Es este el futuro que nos espera? ¿Deberíamos hacer algo para impedirlo? Y debemos debatir con ellos y ellas por qué un pequeño país en el Occidente de Asia, Israel, que solo cuenta con nueve millones de habitantes, puede matar, destruir, aplastar a los palestinos con total impunidad. Por qué Europa sanciona a Putin por la invasión de Ucrania, pero apoya a Israel en su invasión de Gaza y Cisjordania. Por qué Europa, que reaccionó y se escandalizó con la barbarie de los nazis, ahora está impasible ante esta nueva barbarie. Por qué el mundo occidental está tan preocupado por la emergencia climática y se olvida que las guerras y la destrucción que conllevan, además de las víctimas humanas, son lo más anti-ecológico que existe. Y también deberíamos reflexionar sobre el futuro que les espera a todos estos niños/as y jóvenes, que han visto morir a sus padres o hermanos, que han perdido piernas o brazos y que han visto sus casas convertidas en cenizas. Cómo será posible superar las secuelas físicas y psíquicas y cómo podrán vivir sin odiar con fuerza a sus verdugos.
Todas estas preguntas deberían formar parte de nuestras actividades pedagógicas en el aula, si nos creemos, de verdad, que la educación tiene que desempeñar un papel importante en la formación de los futuros ciudadanos y ciudadanas, despertando su conciencia crítica para que sean capaces de implicarse en la construcción de un futuro mejor.
Finalmente, y no menos importante, es señalar que a pesar de toda la censura son miles y miles las persones que en todo el mundo han salido a la calle para reclamar el fin de este genocidio que Israel está infringiendo a los palestinos. Que, en todas partes del mundo, se han organizado actos de protesta contra este genocidio y en solidaridad con el pueblo palestino. Y que ellos y ellas pueden también participar, yendo a las protestas, pintando murales, haciendo vídeos, visitando a las compañeras (en Barcelona) que están en huelga de hambre, escribiendo cartas a nuestros presidentes para que den apoyo a las denuncias Internacionales que se están haciendo en distintos países, para que deje de comprar y vender armes a Israel. Y pueden también hacer boicot a los productos de Israel (McDonald’s, por ejemplo).
Y termino con lo que ya dije hace tres meses: Es importante que los chicos y chicas salgan del Instituto y la Universidad con la convicción de que es necesario luchar contra todo tipo de violencias y que hay que defender los derechos humanos, que no se acostumbren a que las guerras y las masacres son normales, que no terminen insensibles ante el dolor ajeno y que sean capaces de indignarse ante las injusticias y ante la violencia. Que se sientan solidarios con las personas que sufren y tengan ganas de implicarse en detener todo tipo de agresiones, guerras y violencias.
Éste debería ser el mandato ético de todas las personas implicadas en la educación. Porque no se trata de educar para que el día de mañana nuestros alumnos y alumnas se “adapten” lo mejor posible a un mundo injusto, violento y lleno de injusticias y desigualdades, sino para que tengan información y conocimientos que les permitan entender cómo funciona el mundo y tengan elementos y voluntad de mejorarlo.
Notas
[1] Cañadell, Rosa: “La escuela ante la barbarie” Diario de la Educación . 8 noviembre 2023. https://eldiariodelaeducacion.com/2023/11/08/la-escuela-ante-la-barbarie/
[2] Theodor Adorno, “La educación después de Auschwitz”, en Consignas, Amorrortu Editores, Buenos Aires, 1973.
[3] Vega, Renán. “La educación después del genocidio de Gaza” . Rebelión. 05/02/2024. https://rebelion.org/la-educacion-despues-del-genocidio-de-gaza/
Fuente: https://www.elviejotopo.com/topoexpress/palestina-en-la-educacion/
“Israel” destruyó la mayoría de las escuelas de la Franja de Gaza
De acuerdo con la ONU, aproximadamente 30 por ciento de esos inmuebles recibieron bombardeos directos de las fuerzas enemigas.
La ocupación israelí bombardeó de manera directa 30 por ciento de las escuelas de la Franja de Gaza, según denunció el portavoz del secretario general de las Naciones Unidas, Stéphane Dujarric.
De acuerdo con el vocero, desde el inicio de la Batalla Diluvio de Al-Aqsa, 162 edificios escolares de los 563 que existen en la Franja, recibieron las bombas sionistas. De ellos 26 están completamente destruidos.
En esas escuelas estudiaban unos 175 mil alumnos y trabajan más de seis mil 500 maestros.
Según añadió al menos 55 por ciento de esas infraestructuras requieren una reconstrucción completa o una rehabilitación importante.
Asimismo, el Observatorio Euromediterráneo de Derechos Humanos documentó el asesinato deliberado de decenas de profesores universitarios, maestros de todos los niveles y miles de estudiantes de Gaza.
El Observatorio explicó que el “ejército” enemigo lanzó además ataques específicos contra figuras académicas, científicas e intelectuales, mientras decenas de ellos murieron en los bombardeos a sus hogares.
Hace 131 días «Israel» ataca todos los aspectos de la vida de los palestinos de la Franja de Gaza, en un esfuerzo por desplazarlo y exterminarlo.
Fuente: https://espanol.almayadeen.net/noticias/politica/1819896/-israel–destruy%C3%B3-la-mayor%C3%ADa-de-las-escuelas-de-la-franja-de